Año 6 TLALNEPANTLA
No. 173
Mensajero Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla
CUAUTITLÁN
¿Libertad religiosa o libertad de expresión? Pág. 8
IZCALLI
ECATEPEC
Domingo 1 de febrero de 2015
TEOTIHUACÁN
Visión de fe del fenómeno migratorio Pág. 9
Año Internacional de la Vida Consagrada
TEXCOCO
NEZAHUALCÓYOTL
“Nativos digitales”, reto educativo Pág. 13
Donativo: $5.00 VALLE DE CHALCO
Un laico comprometido... Pág. 14
Interseminarios 2015
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Voz del Pastor
Un reconocimiento del papa Francisco a la Iglesia de México Pág. 2
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Voz del Pastor
Mensajero DIRECTORIO Excmo. Sr. D. Carlos Aguiar Retes Arzobispo de Tlalnepantla Excmo. Sr. D. Ricardo Guízar Díaz Arzobispo Emérito de Tlalnepantla Excmo. Sr. D. Guillermo Or z Mondragón Obispo de Cuau tlán Excmo. Sr. D. Francisco González Ramos Obispo de Izcalli Excmo. Sr. D. Oscar Roberto Domínguez Cou olenc, M.G Obispo de Ecatepec Excmo. Sr. D. Onésimo Cepeda Silva Obispo Emérito de Ecatepec Excmo. Sr. D. Guillermo Francisco Escobar Galicia Obispo de Teo huacán
Un reconocimiento del papa Francisco a la Iglesia de México En el periodo de 1983 a 1986, siendo yo Rector del Seminario Diocesano de Tepic, viajaba con relativa frecuencia a Celaya, sede del Curso Introductorio Regional, promovido por las Diócesis de San Luis Potosí, Querétaro y Celaya. Ahí, visitando el Seminario Menor de la Diócesis de Celaya me encontré por primera vez con don Alberto Suárez Inda, entonces Rector de dicha institución. Tuve la oportunidad de entablar una primera conversación que se prolongó en diversas ocasiones y me permitió descubrir el talento, la visión y la personalidad de quien hoy ha sido llamado por el papa Francisco para integrarlo al Colegio Cardenalicio de Nuestra Santa Madre Iglesia. A esa primera etapa de relación siguieron muchas otras, primero como sacerdotes y más tarde como obispos, especialmente cuando fuimos elegidos por la Conferencia Episcopal Mexicana; él como Vicepresidente, y un servidor como Secretario General en el Trienio 2003-2006; y de nuevo él como Vicepresidente, y un servidor como Presidente para el Trienio 2006-2009. Fue entonces cuando aprecié y valoré su preocupación de pastor, como dice hoy el papa Francisco, con olor de oveja. Una preocupación amplia de horizontes por los fieles, por el clero, por la vida consagrada, por la sociedad y por sus gobiernos; en una palabra, por Cristo y el anuncio del Reino de Dios en el mundo de hoy. Reconocido y muy apreciado sin duda en el Obispado de Tacámbaro, y luego en el Arzobispado y en la Provincia Eclesiástica de Morelia, lo han hecho una persona que conviene consultar y escuchar. Su positivo y sereno influjo en la toma de decisiones, su coherencia de vida y testimonio evangélico lo ha convertido en un obispo de reconocida autoridad moral dentro del
Episcopado Mexicano. En el mundo latinoamericano, a través del CELAM, tuvo como miembro de la Comisión especial para la preparación de la 5ª Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe celebrada en Aparecida, Brasil, una participación sustancial y muy propositiva en el tema del Discipulado y la Misión. Por todo ello, considero como un merecido reconocimiento del papa Francisco la elección que ha hecho para nombrarlo Cardenal el 14 y 15 de febrero en el próximo Consistorio a celebrarse en Roma. La responsabilidad de un cardenal es colaborar con el Sucesor de Pedro en el gobierno de la Iglesia, en las instancias y materias que le sean solicitadas, y hacerlo en comunión con los demás hermanos cardenales, buscando la mejor manera de cumplir la misión de la Iglesia en el mundo de hoy. Un cardenal, a su vez, se convierte en una fuente autorizada para orientar en su propio ámbito la voz de la Iglesia. Un referente muy importante en relación con los demás obispos de su propia Conferencia Episcopal. Por ello, me alegra saber que los Obispos de México contaremos en la persona de don Alberto Suárez Inda un hombre sabio y prudente, que mucho nos ayudará para servir mejor en nuestra atribulada nación. Los invito, queridos lectores de Mensajero, a elevar con el corazón agradecido nuestras plegarias a Dios, Nuestro Padre, a su Hijo Jesucristo, y a nuestra Madre María de Guadalupe para que el Espíritu Santo conduzca en esta gran responsabilidad como cardenal a don Alberto Suárez Inda, Arzobispo de Morelia.
† Carlos Aguiar Retes Arzobispo de Tlalnepantla
Excmo. Sr. D. Juan Manuel Mancilla Sánchez Obispo de Texcoco Excmo. Sr. D. Héctor Luis Morales Sánchez Obispo de Nezahualcóyotl Excmo. Sr. D. Víctor René Rodríguez Gómez Obispo de Valle de Chalco Excmo. Sr. D. Francisco Ramírez N. Obispo Auxiliar de Tlalnepantla Excmo. Sr. D. Efraín Mendoza Cruz Obispo Auxiliar de Tlalnepantla DIRECTOR GENERAL Mons. Víctor René Rodríguez Gómez Presidente de la Comisión Provincial para la Pastoral de la Comunicación DIRECTORA EN TURNO Abril Villanueva SUBDIRECTOR Mons. Luis Mar nez Flores CORRECCIÓN Y ESTILO San ago Ma as DIAGRAMACIÓN Y DISEÑO Samuel Nájera COLABORADORES Equipo de la Pastoral de la Comunicación de la Provincia Eclesiás ca de Tlalnepantla. Registro en trámite.
Mensajero Es una publicación catorcenal de la Provincia Eclesiás ca de Tlalnepantla. Se distribuye en la Arquidiócesis de Tlalnepantla y en las Diócesis de Cuau tlán, Izcalli, Ecatepec, Texcoco, Teo huacán, Nezahualcóyotl y Valle de Chalco.
periodicomensajero@gmail.com
Mensajero
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Editorial
Amar es la clave La filosofía clásica nos enseña que el ser humano es un ente social por naturaleza; siguiendo con ese argumento podríamos afirmar que estamos destinados a convivir con los otros durante nuestra existencia, sea nuestra familia, nuestros amigos, conocidos o no conocidos; estamos destinados a relacionarnos siempre. Al meditar lo anterior surgen muchas benevolencias, pues compartir con los demás lo bueno de nosotros es signo de fraternidad y concordia, pero también de muchas disyuntivas y conflictos, pues no siempre las relaciones entre personas son del todo ideales, principalmente cuando estas relaciones son movidas por el odio, el egoísmo, la ira y demás antivalores que, lejos de beneficiar, fragmentan y terminan por romper con la paz. Dios que conoce nuestra naturaleza
no pierde la esperanza en nosotros, y espera que volteemos la mirada hacia Él, al darnos una muestra de cómo vivir en paz. Él que siempre se encuentra en relación, pues es Padre, Hijo y Espíritu Santo, nos invita a vivir y relacionarnos como Él lo hace. La clave está en el Amor. Amar como Cristo amó es sin duda el único camino que tenemos para hacer surgir la paz entre los hombres, y la certeza de esto es que Él mismo lo tiene como prioridad en sus mandamientos. “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y todas tus fuerzas y a tu prójimo como a ti mismo.” Vivamos según ese mandato y las relaciones entre personas humanas serán como las relaciones entre las personas divinas.
Mejor un mundo Participación ciudadana: con caridad que sin ella Luz del mundo y Sal de la tierra Por: Mons. Luis Martínez Flores CODIPACS Ecatepec Por: Carmen Máximo Lozada Diócesis Valle de Chalco “Haciendo la caridad, uno no se equivoca nunca”, enseñaba San Camilo. Sin embargo, en este mundo sin equidad ni justicia social han surgido voces y pensamientos en contra de la caridad, por considerarla humillante, debido a que se ejerce de manera vertical y desde un sitio privilegiado. El escritor inglés Oscar Wilde afirmaba que remediar el mal del pobre mediante una dádiva o una limosna desmoraliza al que la recibe y prolonga su mal, pues no erradica la causa de su verdadera pobreza. La caridad se pervierte cuando se hace más por ayudar al donante que a quien la recibe; cuando se realiza para aparentar virtud y superioridad moral, como lo hacían los fariseos, porque “las obras no son de caridad cuando se hacen por interés", como bien decía don Bosco. El Catecismo de la Iglesia Católica indica que "la caridad es la virtud teologal por la cual amamos a Dios sobre todas las cosas por Él mismo y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor de Dios" (1822). Por eso, nuestro Señor Jesucristo, como ejemplo del necesitado, nos mostró cómo ser caritativos: “Porque tuve hambre y ustedes me dieron de comer; tuve sed y ustedes me dieron de beber. Fui forastero y ustedes me recibieron en
su casa. Anduve sin ropas y me vistieron. Estuve enfermo y fueron a visitarme. Estuve en la cárcel y me fueron a ver. Cuando lo hicieron con alguno de los más pequeños de estos mis hermanos, me lo hicieron a mí” (Mt 25,31-46). En los Hechos de los Apóstoles encontramos la descripción de la convivencia fraterna de las primeras comunidades cristianas: “La multitud de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma. Nadie consideraba sus bienes como propios, sino que todo era común entre ellos. Ninguno padecía necesidad, porque todos los que poseían tierras o casas las vendían y ponían el dinero a disposición de los Apóstoles, para que se distribuyera a cada uno según sus necesidades” (Hech 4, 32-37). San Pablo advirtió que aunque seamos muy cultos, recibamos diferentes dones, incluso, lleguemos a donar nuestros bienes a los pobres; si nos falta el Amor: la Caridad, nada somos (1 Co 13,2). Al aseverar San Agustín que “donde no hay caridad no puede haber justicia”, señaló que es deber de los creyentes contribuir para que la realidad cambie. La caridad, la expresión más genuina y elevada a la que puede aspirar un cristiano, no debe existir únicamente dentro de la Iglesia y conformarse con alcanzar la paz dentro de sus muros; debe superar sus propios límites y salir en busca del hermano. Siempre será mejor un mundo con caridad que sin ella.
Nuestra sociedad se encuentra en medio de los procesos electorales que desembocarán el 7 de junio. Como ciudadanos debemos participar con responsabilidad en la edificación de una sociedad más justa. En el país y en nuestro Estado de México consideremos que estamos llamados a colaborar en la construcción del bien común, a ser promotores de paz y justicia. Hemos visto transformaciones en los últimos años que favorecen y otras que son contrarias a la dignidad de las personas y a la obtención de las legítimas aspiraciones a vivir en paz, a tener trabajo, educación, desarrollo económico, participación ciudadana, acceso a servicios de salud, de información, etcétera. Para esto, todos los ciudadanos debemos tener un profundo conocimiento de la realidad del país, de nuestro estado y municipio, no sólo con los informes de las instituciones, sino confrontando la vivencia diaria de las personas. La participación ciudadana en las acciones políticas es importante para lograr la institucionalidad democrática, que exige no sólo la emisión del voto, sino el acompañamiento en el ejercicio del poder de quienes han sido electos. Como cristianos católicos promovamos las virtudes tanto de manera personal como comunitaria, como: la justicia, la verdad, la rectitud, la bondad, etc. Y no debemos olvidar las virtudes teologales de fe, esperanza y caridad
que nos llevan a la plenitud. También hay que trabajar para que quienes ejercen la política no se centren exclusivamente en lineamientos de sus partidos o grupos, sino de acuerdo con las exigencias y necesidades de la comunidad; la persona debe ser eje de su función pública. Se requiere además que la Iglesia profundice en la Pastoral Social, en su conocimiento y puesta en práctica, procurando que sacerdotes, laicos y Vida Consagrada, sean acompañados por personas especializadas en el ramo. Podemos fortalecer los medios de comunicación social entre comunidades, para que se abran espacios de debate, de pluralidad, de tolerancia y la creación de una opinión pública bien fundamentada. No olvidemos que los cristianos tenemos la tarea de ser luz del mundo y sal de la tierra, y en estos tiempos es necesario reafirmar nuestra vocación a ser promotores de la paz, a ser constructores de una sociedad más justa, solidaria y equitativa. No echemos en saco roto la presencia de la Iglesia católica a lo largo de la historia de nuestras comunidades, donde ha brillado su sensibilidad y trabajo por los pobres y necesitados, tantos y tantos agentes de pastoral que realizan su misión con sencillez de vida, prudencia, valentía y honestidad. Nosotros tenemos ahora la responsabilidad de hacer crecer las semillas del Reino de Dios que han sido plantadas en nuestros corazones y se desarrollan en nuestras comunidades.
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Caminar Diocesano
Mensajero
Un pastor que camina entre su rebaño Por: Lic. Bernabé Montes de Oca Arquidiócesis de Tlalnepantla La Arquidiócesis de Tlalnepantla que en los meses próximos realizará la Gran Misión, se prepara con la visita pastoral de parte de su Arzobispo Mons. Carlos Aguiar Retes y sus obispos auxiliares: Mons. Efraín Mendoza y Mons. Francisco Ramírez, quienes últimamente han visitado gran parte de las zonas pastorales del territorio arquidiocesano, motivando a los seglares con su presencia e interés por hacer que el anuncio del Evangelio llegue a todos los fieles de dicha Iglesia particular. Durante el mes de enero, la Zona Pastoral I ha sido la anfitriona de dichas visitas, por ello el pasado 15 de enero la parroquia del pueblo de San Pedro Barrientos recibió a Mons. Carlos Aguiar Retes acompañado de su secretario particular: el Pbro. Mauro D. García, y los presbíteros del decanato. La cita fue en punto de las 18:30 horas cuando el pueblo de Dios preparó una cálida bienvenida para su Pastor, quien a bordo de un peculiar vehículo dispuesto y decorado para la celebración, encabezó una procesión hasta el atrio del templo, pasando por las calles
y bendiciendo a las familias, que al escuchar el folclor y cohetones se asomaban a los balcones y ventanas de sus hogares. Al llegar a la parroquia, el juego de luces pirotécnicas iluminó el atardecer del pueblo de San Pedro, y la multitud de personas, entre ellas hombres, mujeres, niños y ancianos, recibieron entre cantos la visita de su Arzobispo. Se liberaron palomas y se entonaron porras para celebrar la presencia de Dios en medio de su pueblo. La celebración eucarística fue sumamente concurrida y celebrada de forma solemne, los agentes de Pastoral y el servicio litúrgico se encargaron de hacer de la celebración un momento digno de adoración y acción de gracias. Durante su homilía, Mons. Retes invitó a los fieles a seguir el llamado de Dios y a escuchar su voz, sea cual sea la edad y las circunstancias de vida.
Cabe mencionar que de igual forma en todas las parroquias hasta ahora visitadas, Monseñor obsequió, de forma simbólica, libros con el Evangelio y el catecismo de la Iglesia católica con la intención de motivar a los futuros misioneros en su labor evangélica.
Que Dios, de quien procede todo bien, bendiga y haga crecer esta obra en nuestra Arquidiócesis y su pastor, para que el anuncio del Evangelio llegue a todos, según su mandato.
¡Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad! Por: Sem. Ángel Andrés Torres B. y Sem. Santiago Hernández Sifuentes El pasado 9 de enero comenzó en el Seminario Diocesano de Izcalli y Cuautitlán el primer preseminario del año 2015, donde un nutrido grupo de jóvenes provenientes de los diferentes municipios de ambas diócesis (20 en el Seminario mayor y 25 en el Seminario menor) experimentaron un encuentro con Cristo que los llama a servirle, apartándose por un breve tiempo del bullicio del mundo. “¿Qué es vocación?” fue el tema constante que se reflexionó durante tres días, acompañados de un grupo de seminaristas de la Pastoral Vocacional, encabezados por los promotores vocacionales de cada diócesis: Pbro. René Carrera de Cuautitlán y Pbro. Juan Justino García de Izcalli. En la misa de inicio con los preseminaristas y sus familiares el Excmo. Sr. Francisco González Ramos, Obispo de
Izcalli, subrayó en su homilía la importancia del apoyo que la familia brinda al joven para que descubra su verdadera vocación, porque el llamado de Dios no sólo es cuestión de sacerdotes y religiosos sino un plan divino para que el hombre alcance la felicidad en su vida. Sin embargo, el camino apenas empieza, puesto que la iniciativa de Dios reclama al hombre una respuesta constante que poco a poco se afianza en el corazón de aquel que ha sido elegido. Por ello, el mismo Seminario ofrece un proceso de discernimiento, a través de distintos Centros Vocacionales distribuidos en cuatro parroquias de la Diócesis de Cuautitlán y en tres de la Diócesis de Izcalli, de modo que aquel que ha vivido esta experiencia pueda
tomar la mayor decisión de su existencia: seguir a Cristo desde un determinado estilo de vida. Esta aventura vocacional finalizó el domingo 11 de enero, fiesta del Bautis-
mo del Señor, donde los jóvenes atendieron a la invitación de continuar su camino en pos del Maestro que aún hoy en este mundo tan convulsionado sigue llamando "obreros a su mies" (Mt 9, 38).
Mensajero
Caminar Diocesano
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XIX Encuentro Diocesano del MFC en Ecatepec Por: Isaías y Gloria López MFC Secretarios de Sector 12 Apóstoles, Ecatepec Ciudad Cuauhtémoc, Ecatepec, 25 de enero de 2015.- Con gran alegría se llevó a cabo el XIX Encuentro Diocesano de Movimiento Familiar Cristiano (MFC), con la presencia de todos los que integramos esta gran familia en Cristo Jesús, en la Parroquia de San José Obrero. El lema de este año fue: “La alegría del Evangelio, gozosa transformación de las familias”, y fue en el marco de la fiesta de la Conversión de San Pablo, quien nos ha dado ejemplo de ser discípulo de Cristo, enviado a proclamar la Palabra con su testimonio de vida. Todo dio inicio con la bienvenida de los presidentes diocesanos Javier y Ángeles Hernández, contando con la participación en comunión del Área V a nivel nacional: Eustolio y Guadalupe Rodríguez de Veracruz. Después se hizo la presentación de los sectores y un sketch por parte de los jóvenes,
donde presentaron los escenarios de una familia con valores y otra sin éstos. De gran provecho fue la conferencia del Lic. Fernando Otanez González, titulada: “La familia ante los desafíos del mundo actual”, donde descubrimos que el origen de la familia está en la Santísima Trinidad y estamos llamados a ser testigos del amor de Dios con hechos y no con palabras. Un momento muy hermoso se presentó cuando al filo del mediodía se realizó la Hora Santa, presidida por nuestro asistente diocesano: el Pbro. Rogelio Romero Alcántara. Nuestro Padre Obispo Oscar Roberto Domínguez Couttolenc M.G. presidió la Sagrada Eucaristía, donde nos alentó a continuar llevando el Evangelio a nuestras familias. Para finalizar, el Pbro. José Manuel Sánchez Mendiola nos compartió el tema: “El anuncio del Evangelio”, el cual fue muy emotivo, porque terminamos con una oración entre esposos y familia. Eustolio y Guadalupe Rodríguez, del Área V Nacional, nos invitaron a vivir los sacramentos de la Euca-
ristía y de la Reconciliación en familia, y amar y respetar a nuestros sacerdotes. Agradecemos a Dios vivir este encuentro, también a nuestros anfitrio-
nes y organizadores, e invitamos a todos a descubrir la gran riqueza que la Iglesia tiene a través del Movimiento Familiar Cristiano.
La Palabra es semilla, es lluvia, es luz Taller de sectorización para los comunicadores parroquiales
Por: Samuel Nájera Texcoco, Méx. 24-25 de enero 2015.“Por modesto que sea el servicio que ustedes prestan, denle un valor muy grande. Tú eres Cristo, buscando los espacios, las ágoras, donde debe llegar la Palabra”, así les indicó el Obispo de Texcoco, Juan Manuel Mancilla Sán-
chez, a los 32 comunicadores parroquiales, provenientes de las cinco Vicarías Episcopales que conforman la Diócesis que recibieron, de parte de la Comisión Diocesana de Pastoral de la Comunicación Social (CODIPACS), la capacitación para apoyar las acciones pastorales en la creación, configuración, animación y comunicación del
Sector Parroquial y del Equipo Coordinador del Sector Parroquial. Entre las tareas que se prefiguran dentro de las funciones del comunicador parroquial es la atención y coordinación del equipo de la Red de Mensajeros y del equipo redactor de la Carta a las Familias. El taller fue coordinado por Abril Villanueva, responsable de la CODIPACS, e impartido por el diácono Héctor Bravo; seminarista Andrés Arellano; el vicario de pastoral Pbro. Erasto Pacheco; y las agentes de pastoral Isabel Rueda y Lourdes Flores. Don Juan Manuel saludó brevemente a los comunicadores parroquiales, expresándoles su cariño y admiración por su servicio: “Se ha oído, se ha sentido el trabajo, la presencia de las comunicadoras, de los comunicadores de las parroquias. Al obispo le gusta verlos sonreír, verlos ilusionados, verlos entregados a la Palabra, que es de lo más hermoso que tiene la Iglesia. Nuestra Palabra es semilla, nuestra Palabra es lluvia, nuestra Palabra es luz.” Los exhortó a tener iniciativa y a caminar de la mano con la Santísima Virgen, “quien es la que nos hace llegar la gracia de Dios, para
poder mirar y decir ¡Dios está haciendo maravillas en mi parroquia!”. También les encomendó velar y registrar la memoria histórica de la parroquia con sus escritos, fotografías, cápsulas en video, narraciones, para tomar en cuenta a las personas que han trabajado por la construcción y camino de la comunidad parroquial. El taller de sectorización, con duración de 16 horas, se desarrolló con el objetivo de “comunicar eficaz e intensamente la vida de la Iglesia en cada sector parroquial y apoyarlo en su dinamismo interno”. El contenido del taller fue elaborado por el Equipo Diocesano de Animación Pastoral (EDAP) y conducido por el Pbro. Erasto Pacheco Ramos, Vicario Episcopal de Pastoral, quien a través de Isabel Rueda, secretaria de dicha vicaría, dio a conocer que este año la diócesis celebrará su cuarta Asamblea Diocesana de Pastoral. Con este taller, la CODIPACS de la Diócesis de Texcoco, inició su proceso de formación permanente, por lo que durante el año impartirá los talleres de cultura digital y redes sociales, red de mensajeros, carta a las familias, periodismo y redacción, sitios web, fotografía, video , radio y estructuras de implementación y apoyo.
Mensajero 6 Caminar Diocesano “Por los niños de Valle de Chalco”
Parque Infantil en la Catedral de San Juan Diego Por: Lic. Osmara Cruz Rivera CODIPACS Valle de Chalco Valle de Chalco, México, 18 enero 2015.- En la Catedral de San Juan Diego se llevó a cabo la bendición de la primera piedra del Parque Infantil, que se construirá como segunda fase del Conjunto Catedral, donde todos los niños de la Diócesis de Valle de Chalco se verán beneficiados. A un costado de la Escuela de la Fe "Fray Martín de Valencia", el Sr. Obispo Víctor René Rodríguez Gómez; el Rector de Catedral Pbro. Eugenio Rafael Salomón Hernández; el Ecónomo de la Diócesis Pbro. Esteban Flores Aguilar; el Pbro. Adonaí Edgar Ortiz García; los arquitectos encargados de la obra Fernando Rovalo y Rubén Cortés, autoridades municipales y fieles, se reunieron para presenciar la bendición. Las primeras palabras del Obispo fueron: "Hemos dado un paso muy importante con las aulas de formación y hoy ponemos la primera piedra del área de convivencia de los niños". Por su parte, el Dr. Jesús Sánchez Isidoro, presidente municipal de Valle de Chal-
co, mencionó la importancia de un área infantil en este lugar, en la que todos los niños puedan relacionarse y convivir. Asimismo, la Sra. Eloína Escobedo Becerra, presidenta del Sistema Municipal DIF, comentó que es fundamental estar en comunión con Dios, para estar en equilibrio con nosotros mismos y así poder hacer algo por cambiar y mejorar la sociedad. Antes de bendecir la primera piedra, el Sr. Obispo dijo: "La piedra que vamos a bendecir quiere inspirar el anhelo que todos tenemos por la paz y el compromiso de construirlo, entonces por los niños de Valle de Chalco construyendo la paz, es el objetivo concreto de la construcción de este espacio de convivencia infantil, en el año de la Vida Consagrada 2015 y estamos seguros de que de esto y mucho más, Dios proveerá". Enseguida procedió a bendecir pidiendo al Señor por las familias y especialmente por los niños de este lugar, para que en la convivencia se enriquezcan mutuamente con un trato fraterno y de respeto, y juntos alaben siempre con alegría a Dios. Finalmente
agradeció a todos los que con su esfuerzo, cariño y entusiasmo han colaborado, animándolos a seguir trabajando para hacer realidad este proyecto. El Parque contará con un foro central al aire libre, escenario y graderío circulares, toboganes, dos grupos de juegos infantiles en medio de las áreas verdes, bancas y un núcleo equipado con sanitarios, además de la caseta de vigilancia. El Parque estará rodeado por una valla de árboles frente a los muros perimetrales.
Son múltiples los propósitos que persigue el Parque. Incluyen, desde luego, la diversión, pero van más allá. Puede permitir a las mamás participar en reuniones o cursos destinados específicamente para ellas, en las aulas de la Escuela, mientras sus hijos disfrutan de sus propias actividades en un área cerrada y vigilada. El Foro y los juegos, además de vivirse libremente, pueden apoyar programas enfocados al desarrollo integral de los niños.
Preparando el camino Por: P. Gustavo SP. Diócesis de Cuautitlán Novedad y actitud, amor y entusiasmo, justicia y paz son elementos que destacan el potencial que tiene la juventud y que ponen al servicio de l a o rg a n i z a c i ó n d e l p r ó x i m o CONAJUM 2015 en la Diócesis de Cuautitlán. En el umbral de este encuentro misionero, don Guillermo Ortiz Mondragón invita a abrirse a la participación activa y constructiva que permitan alcanzar los objetivos necesarios para que cada joven tenga una experiencia de encuentro cercano con Cristo y se lleve a casa la alegría de ser misionero. El Obispo afirma que existen motivos para agradecer al Señor como Diócesis de Cuautitlán por ser sede y tener la oportunidad de albergar a miles de jóvenes provenientes de todo el país y del extranjero, que
contagien de su entusiasmo y alegría al pueblo de San Juan Diego Cuauhtlatoatzin. Las autoridades civiles, tanto municipales como estatales, se han sumado a esta organización, consolidando la base que sostendrá cada aspecto de este congreso juvenil. La tarea aún es ardua, se necesita seguir esforzándose y poner especial atención en cada detalle. Las diferentes comisiones siguen preparando sus correspondencias, aportando ideas y consolidando trabajos. Es necesario, pues, encomendarse a María, Madre de Guadalupe, para que impulse todos los esfuerzos por construir el escenario propicio en la cuna de San Juan Diego Cuauhtlatoatzin y que sea él quien acompañe y camine con todos, para que este CONAJUM 2015 sea el motor que impulse a una juventud a trabajar por la paz y el Evangelio de Cristo.
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Celebremos la Fe
Mensajero
Palabras a mis sacerdotes Por: P. Gustavo SP Diócesis de Cuautitlán Bajo este título, don Guillermo Ortiz Mondragón, Obispo de Cuautitlán, ha iniciado desde principios de enero un reflexión diaria dedicada a todo el presbiterio de la diócesis. El contenido es el texto del Evangelio del día reflexionado de manera sencilla. En cien palabras, de manera precisa, don Guillermo ofrece una ayuda para que el sacerdote pueda meditar y complementar su oración personal, ya que debe buscar en cada momento la verdad de su ser, pues esta verdad es la que debe iluminar su realidad de tal modo que pueda desenvolverse en ella con libertad, alegría, gozo y esperanza. “Cien palabras a mis sacerdotes” Lunes 26 de enero de 2015 Llama la atención la actitud de Jesús que, antes de manifestar molestia o violencia cuando es descalificado como poseído por Satanás, propone el diálogo sobre la verdad, conecta a los escribas con la realidad.
¿Qué hay detrás de la actitud de Jesús? La convicción de su identidad y de su misión, vivida delante del Padre. De esta conciencia viene la claridad sobre sí mismo, la verdad de su existencia. Nuestro camino de formación de la propia identidad no termina, comienza y se fortalece cuando decidimos de manera coherente de acuerdo a nuestra fe, alcanzando seguridad. ¿Cómo vamos en este camino? De una manera exacta, en cien palabras diarias, don Guillermo muestra la cercanía y acompañamiento a sus sacerdotes; en cien palabras ofrece todo un legado de su experiencia pastoral compartida con aquellos a quienes ha confiado el cuidado pastoral de las distintas comunidades que conforman la diócesis. La invitación constante del Obispo dirigida a sus hermanos sacerdotes es la conversión pastoral que expresa en términos sencillos: “Ir al encuentro de las personas en su realidad”, estar siempre en actitud de anunciar el Reino.
Don Guillermo hace llegar estas palabras a sus sacerdotes diariamente de manera digital a través del correo personal, aprovechando el uso de los
medios electrónicos para el servicio del acompañamiento, de la formación permanente y de la evangelización.
Regreso a la casa del Padre eterno Mons. José María Hernández González falleció por la tarde el 20 de enero, a la edad de 88 años Por: Eugenio Amézquita El obispo Hernández González, conocido por sus amigos como el “Padre Chema”, nació en Pénjamo, Guanajuato, el 17 de enero de 1927. Acababa de cumplir 88 años de edad. Fue ordenado sacerdote el 25 de marzo de 1950 a los 23 años de edad. Fue nombrado Obispo por el papa Juan Pablo II para la entonces diócesis de Chilapa. El 26 de abril de 1983 fue ordenado Obispo a manos de Mons. Girolamo Prigione, entonces Nuncio Apostólico en México y teniendo como co-consagradores a Mons. Rafael Bello Ruiz, Arzobispo de Acapulco y a Mons. Victorino Álvarez Tena, primer Obispo de la Diócesis de Celaya.
El 18 de noviembre de 1989, nuevamente el papa Juan Pablo II lo nombró segundo Obispo de la Diócesis de Nezahualcóyotl y tomó posesión de su cargo el 18 de enero de 1990. En julio de 2003 Mons. Hernández González presenta su dimisión al cargo, por edad. Se convirtió así en Obispo Emérito de la Diócesis de Nezahualcóyotl y radicó en su domicilio de la ciudad de Celaya. Las exequias se llevaron a cabo en la Catedral de Celaya y fueron presididas por Monseñor Héctor Luis Morales Sánchez, Mons. Víctor René Rodríguez y Mons. Benjamín Castillo, acompañados por algunos sacerdotes de las diócesis donde Mons. José María prestó sus servicios.
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Iglesia y Actualidad
Mensajero
¿Libertad religiosa o libertad de expresión?
Por: P. Salvador Téllez En días pasados el mundo fue nuevamente testigo de actos terroristas reprobables, esta vez en París, Francia, contra un grupo de periodistas del semanario Charlie Hebdo, caracterizado por la forma satírica de expresar sus ideas y pensamientos acerca de lo que sucede a nivel internacional, sobre todo en las religiones. El atentado que dio la vuelta al mundo despertando furor en las redes sociales contra el ámbito musulmán fue ocasión para la solidaridad entre los hombres y mujeres que de todas partes y en todos los niveles y estratos de la sociedad se hicieron uno con el pueblo francés bajo el eslogan “Je suis Charlie” (yo soy Charlie). Un ambiente generalizado en el mundo era poco consciente del error que se cometía bajo el reclamo al derecho a la libertad de expresión. Casi inmediatamente, en las redes sociales más que en los medios tradicionales de comunicación comenzó a surgir una
idea muy mediada respecto de lo que sucedió en París, en la que se proclamaba: “No estoy de acuerdo con el terrorismo ni con ninguna forma de violencia, pero tampoco soy Charlie”. Esta postura defendía el respeto a la libertad de expresión pero también el fundamental derecho humano de la libertad religiosa. Porque si bien es cierto que el ser humano tiene derecho a expresarse libremente, también lo tiene para confesar una fe, y más aún, para ser respetado en sus múltiples formas de expresión. A esta postura que salva ambos derechos se unió el papa Francisco cuando en el viaje aéreo de Sri Lanka a Filipinas, a mediados del mes de enero, respondió a la pregunta que un periodista francés le hizo acerca de estos hechos: "La libertad religiosa y la libertad de expresión son derechos humanos fundamentales. Cada hombre tiene el derecho de practicar libremente la propia religión, sin ofender, sin hacer la guerra, sin asesinar en nombre de Dios. Y también, cada hombre tiene la libertad,
el derecho y la obligación de decir aquello que piensa para ayudar al bien común, pero esta libertad tiene un límite", y el límite de esta libertad está en no ofender ni agredir al otro. En este sentido, la Iglesia, es decir, todos los cristianos, estamos llamados
a discernir con espíritu crítico y cristiano los acontecimientos del día a día, las dificultades y hasta el sentir de las masas. El cristiano no puede dejarse llevar por la corriente aun cuando el hecho o el sentimiento parezca ser el más noble.
No son los sanos los que necesitan del médico Por: CODIPACS Arquidiócesis de Tlalnepantla Durante su misterio pascual, Cristo siempre mostró el amor de Dios a los hombres, teniendo una especial predilección por quienes más sufrían: enfermos, pecadores, endemoniados, etc. Y ese mismo amor es actualmente comunicado a todos los hombres, pero en la actualidad ya no de forma directa sino a través de los mismos hombres, y en especial de aquellos a quienes ha elegido y llamado a la consagración de su vida. El pasado 14 y 15 de enero del presente año, la Iglesia particular de Tlalnepantla fue testigo del amor que Dios quiere seguir manifestando a sus hijos, cuando por medio de su siervo Mons. Carlos Aguiar Retes, Arzobispo de dicha Arquidiócesis, y sus Obispos auxiliares:
Mons. Efraín Mendoza y Mons. Francisco Ramírez, salió al encuentro de los más necesitados, al visitar el penal de Barrientos, la clínica 72 del Seguro Social y el Centro de Rehabilitación Teletón. En su visita al reclusorio, Mons. Aguiar mostró bastante interés por la reconciliación y conversión de los presos, dejando en muchos de ellos un corazón contrito y renovado por el amor de Dios. Durante la jornada se celebró la eucaristía en la que algunos reclusos tuvieron la oportunidad de recibir los sacramentos de confirmación y primera comunión. Y después de compartir los alimentos y la fe, la bendición de Dios quedó en todos aquellos que buscan conocerlo y seguirlo. De igual manera durante su visita al CRIT, Mons. Carlos visitó y bendijo a los niños que a
su llegada, y acompañados de sus padres, lo recibieron con una gran sonrisa haciendo una valla. Se realizó una oración en la capilla del lugar y después de dar un recorrido por el lugar, donde los doctores le mostraron y explicaron un poco del trabajo que a diario se lleva a cabo en el centro, el mensaje de amor de Dios llegó hasta los trabajadores y familiares por medio de la bendición de su pastor. Los enfermos de la clínica del Seguro Social de igual manera experimentaron la paz, el consuelo y la fortaleza que viene de lo alto, cuando recibieron la unción y el mensaje de amor de Dios, que sin duda hasta nuestros días se sigue valiendo de los hombres para mostrar su presencia y predilección por quienes más sufren.
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Iglesia Universal / Iglesia México
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Visión de fe del fenómeno migratorio Mensaje de la Dimensión Episcopal de Movilidad Humana (DEPMH) con motivo de la Jornada Mundial del Emigrante y Refugiado Por: Pbro. Arturo Montelongo M. Secretario de la DEPMH La Iglesia ha contemplado siempre en los emigrantes la imagen de Cristo que dijo: “era forastero, y me hospedasteis” (Mt 25,35). Para ella sus vicisitudes son interpelación a la fe y al amor de los creyentes, llamados, de este modo, a sanar los males que surgen de las migraciones y a descubrir el designio que Dios realiza a través suyo, incluso si nacen de injusticias evidentes. Las migraciones, al acercar entre sí los múltiples elementos que componen la familia humana, tienden, en efecto, a la construcción de un cuerpo social siempre más amplio y variado, casi como una prolongación de ese encuentro de pueblos y razas que, gracias al don del Espíritu en Pentecostés, se transformó en fraternidad eclesial. Si, por un lado, los sufrimientos que acompañan las migraciones son de hecho la expresión de los dolores de parto de una nueva humanidad, por el otro, las desigualdades y los desequilibrios, de los que ellas son consecuencia y manifestación, muestran la laceración introducida en la familia humana por el pecado y constituyen, por tanto, un doloroso llamamiento a la verdadera fraternidad. Esta visión nos lleva a relacionar las migraciones con los eventos bíblicos que marcan las etapas del arduo camino de la humanidad hacia el nacimiento de un pueblo, por encima de discriminaciones y fronteras, depositario del don de Dios para todos los pueblos y abierto a la vocación eterna del hombre. Es
decir, la fe percibe en ellas el camino de los Patriarcas que, sostenidos por la Promesa, anhelaban la Patria futura, y el de los hebreos que fueron liberados de la esclavitud con el paso del Mar Rojo, con el éxodo que da origen al Pueblo de la Alianza. La fe siempre encuentra en las migraciones, en cierto sentido, el exilio que sitúa al hombre ante la relatividad de toda meta alcanzada y de nuevo descubre en ellas el mensaje universal de los Profetas. Éstos denuncian como contrarias al designio de Dios las discriminaciones, las opresiones, las deportaciones, las dispersiones y las persecuciones, y las toman como punto de partida para anunciar la salvación para todos los hombres, dando testimonio de que incluso en la sucesión caótica y contradictoria de los acontecimientos humanos, Dios sigue tejiendo su plan de salvación hasta la completa recapitulación del universo en Cristo (cfr. Ef 1,10). La DEPMH continúa su labor de acompañamiento de los hermanos migrantes, no solo como un proceso de camino que lleva a recorrer grandes distancias y enfrentar graves peligros o incluso situaciones difíciles de superar o hasta inhumanas, sino también con un acompañamiento espiritual desde la fe y en la oración con gran sentido de caridad como expresión del mismo amor de Dios para todos. La DEPMH, como parte de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, se encarga también de tender puentes mediante la apertura, promoción y consolidación de las relaciones inte-
rinstitucionales en favor de los migrantes, entre ellas encontramos: SEGOB, INM, ACNUR, OIM, DIF, CNDH, entre otras, esto con la finalidad de brindar el apoyo necesario cuando es requerido por los mismos migrantes que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad en las que es necesario brindar protección y refugio temporal o permanente, sobre todo aquellos que en razón de su condición, requieren de un estatus migratorio diferente de acuerdo a su condición de refugiados, no dejamos tampoco de tomar en cuenta la ardua labor que los diferentes albergues, distribuidos a lo largo y ancho del territorio nacional bajo la excelente coordinación de sus directores, vienen desarrollando, muchas de las veces con
grandes carencias y necesidades, así como con incomprensiones y persecuciones tanto de directivos como de colaboradores y voluntarios. Que sea el Señor Jesús, quien como principal migrante, acompañe el caminar de nuestros hermanos, consolide los vínculos de comunión entre ellos mismos para que se sientan muy cercanos unos de los otros y se apoyen en el mismo camino que llevan y que a todos aquellos que de una u otra forma, cercana o a distancia, en el camino o detrás de un escritorio, desarrollamos trabajos en favor de los migrantes, nos conceda una caridad incesante y un labor incansable para seguir haciendo presente su Reino entre los más pobres de los pobres, nuestros hermanos migrantes.
Fe y cultura en la IV Feria del Libro Por: José Luis Ramírez Diócesis de Nezahualcóyotl Con el propósito de fomentar la lectura y el conocimiento, en la Diócesis de Nezahualcóyotl, del 14 al 22 de febrero del presente año, se llevará a cabo la Cuarta Feria de Libros “Fe y Cultura” y cuya sede es la Capilla de Jesús, Señor de la Divina Misericordia. Ahí se podrán encontrar una gran variedad de editoriales y novedades de literatura. En esta ocasión los asistentes también podrán asistir a conferencias, donde se abordarán temas de reflexión, de salud, educación, entre otros. La feria no sólo forma parte del ministerio pastoral del libro sino del fomento de la cultura católica, que es parte de la cultura universal y contará con presentaciones de novedades literarias, eventos musicales y conferencias de reflexión que hacen hincapié en la participa-
ción de los laicos. Y para comenzar las actividades, el viernes 13 de febrero, a las 17:30 horas, habrá un Gran Concierto de la Orquesta Sinfónica del Estado de México. En la feria los asistentes podrán ver la exposición “Artesanías de Conejo”, a cargo del maestro Eduardo González Hernández y su demostración física del aprovechamiento de la piel de conejo en el ámbito artesanal como: bolsas de mano, monederos, prendedores, entre otros objetos. Más tarde se podrá asistir a la exposición “Transforma tu basura en dinero con lombrices”. Asimismo, se podrá observar el trabajo comunitario “Hagamos milpa en la ciudad”, que está a favor del cuidado del medio ambiente con talleres de reciclado, aprovechamiento del agua, pintura, manejo de residuos sólidos, agricultura urbana, composta, etcétera. Cabe destacar que
dicho trabajo comunitario ha sido reconocido por la ONU. Se contará con “Jornadas de salud femenina” a cargo de la doctora Ruby Judith Zacatenco Santos y con el “Taller de masaje terapéutico y salud complementaria”, a cargo de Arturo Montes de Oca Guadarrama. En esta Cuarta Feria de Libros “Fe y Cultura” los asistentes podrán encontrar trabajos de ebanistería, y descubrir que esta actividad puede ser más divertida, o admirar la elaboración de vitrales o de papiroflexia, además de muchas sorpresas más como la Granja Urbana. La sede de esta magna exposición de colorido y cultura está ubicada en el cruce de las avenidas Bordo de Xochiaca y Av. A. López Mateos, justo a un lado de la entrada principal de la Universidad La Salle, campus Nezahualcóyotl.
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Familia
Mensajero
Violencia familiar: entre la realidad y la ley
Por: María Sierra P. CODIPACS Teotihuacán La violencia forma parte de muchos hogares mexicanos pero pocos integrantes de las familias la identifican como tal, por lo que resulta difícil generar acciones para prevenirla, o bien, hacerle frente cuando ya se manifestó y ha dejado una estela de consecuencias. En nuestro país contamos con un marco legal, conceptos jurídicos e instituciones que la definen, hacen visible y la atienden. Sin embargo, es tarea de todos saber qué es la violencia, cómo se manifiesta en el ámbito familiar, para de esta manera contar con la posibilidad de excluirla de nuestras realidades. Una de las aproximaciones más comunes sobre el fenómeno es desde el mundo jurídico, lo cual provoca que para muchos se mantenga a cierta distancia de la vida cotidiana y ajena a la
misma. La norma penal y la definición legal conciben la violencia familiar como aquella que se lleva a cabo entre los integrantes del grupo familiar de forma física, psicoemocional, sexual, económica, patrimonial o en contra los derechos reproductivos de dichas personas, ya sea dentro o fuera del domicilio, lo que también se le conoce con el término de violencia doméstica. No obstante lo anterior, existe una brecha entre la realidad social y el discurso jurídico, porque a pesar de que la ley describe puntualmente cada uno de los tipos de violencia y se hace cargo de contemplar una sanción para quienes cometan este tipo de delito, lo cierto es que al interior de los hogares, ya sea por valores, aspectos culturales, sistema de creencias, puntos de vista, no se le concibe como violencia a muchas de las acciones u omisiones dentro de la dinámica familiar.
De ahí la importancia de sensibilizar sobre el tema para conocerlo, identificarlo y poderlo abordar, porque aquello que no es nombrado queda bajo el resguardo de lo invisible e inaceptable.
Fuente: “La violencia obstaculiza la realización humana” de Johan Galtung.
“La vida es tan sagrada como los medios para llegar a ella” Por: Erika Valdez Najar Novicia SGCS Diócesis de Ecatepec La vida está llena de alternativas y de opciones. En cada decisión tomada nos definimos a nosotros mismos y ante los demás. Después de cada decisión se consolida o cambia el rumbo de nuestra vida. El tema es profundo, más que escandaloso. Toca las fibras más finas y esenciales del ser humano. Es un atentado contra los valores inherentes a la dignidad humana, a la sacralidad de la vida, la libertad y el amor. Tomar la decisión de alquilar el propio vientre o hacer uso de esta oferta es el resultado de un proceso que se puede describir en el siguiente orden: Falta de identidad, escala pobre de valores, despersonalización, atentado a la propia dignidad y a la dignidad ajena. Alquilar el vientre y ponerse a la disposición de ser comercializado implica ponerse a nivel material, es decir, la mujer se cosifica, pasa a ser un objeto que puede ser comercializado con un código de barras como cualquier otro producto, poniéndose a la disposición según la oferta y la demanda del consumidor.
Ante este panorama: ¿Qué decir? ¿Qué hacer? El secreto es volver al origen, a la esencia, a las verdades más profundas de nuestro ser de personas y ante todo de Hijos de Dios, y hacerse las preguntas existenciales que pueden definir el trayecto de nuestra vida. Puesto que el problema radica en la falta de identidad conviene preguntarse: ¿Quién soy? ¿Para qué he sido creada? El auténtico valor de mi persona no radica en parámetros comerciales, ni siquiera en lo que los demás dicen que soy o valgo, incluso ni en lo que a veces creo de mí misma. La respuesta rebasa las fronteras de nuestra idea sobre nosotros mismos. Hablamos entonces de la dimensión espiritual y sagrada de nuestro ser. Hemos sido creados a imagen de Dios con una vocación humana y eterna; por lo tanto, nuestros actos han de dirigirse a esta vocación integral acorde con nuestra dignidad de hijos de Dios. Así, descubrir el sentido de nuestra vida nos facilita la construcción de la propia identidad, nos autodefine y esto lleva en sí la fuerza para ser coherentes,
dirigir nuestros actos hacia un punto de referencia que nos impulsa a vivir el ejercicio de la sexualidad como una clara disposición hacia el otro, reconociendo su valor intrínseco y profundo
en el que hombre y mujer creados a imagen de Dios se complementan entre sí para participar con Dios en el gran misterio de la vida.
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@joven
Mensajero
Contracorriente
Obediencia: Tercera luz para el joven que quiere ser diferente Por: P. Juan J. García Obedecer, nos dice la mayoría de los diccionarios, es hacer la voluntad de otro, hacer a un lado nuestros auténticos deseos para someterlo a deseos ajenos. Éstas, sin duda, son definiciones simplistas que hacen de la obediencia un vil signo de inmadurez, de falta de autenticidad y responsabilidad. La obediencia a la que nos referimos los cristianos es, en cambio, un proceso de toma de decisiones vitales que inicia con la escucha, sigue con el discernimiento y termina con el sometimiento gozoso a la voluntad sólo de Dios tal cual lo hizo Jesús. Lo difícil en la obediencia no es en sí el sometimiento sino el discernimiento; pues en muchas ocasiones no es tan fácil distinguir cuál es la voz de Dios. Hay algunas voces seguras que manifiestan la voluntad de Dios: padres de familia, superiores, pastores; pero tam-
bién hay lugares entre los que se esconde la palabra del Padre: nuestra cotidianidad, nuestros gozos, nuestros sufrimientos, nuestros amigos o compañeros de vida, y ahí debemos estar atentos para escuchar y hacer lo que Él nos mande. Sencillas preguntas ante cualquier vivencia nos pueden ayudar a ir creciendo en la virtud de la obediencia: ¿Qué me está regalando Dios en este momento? ¿Qué voy a hacer con este regalo? ¿Para qué quiere Dios que utilice este regalo? Seguro que si aprendemos a ser obedientes, las decisiones que tomemos en el camino de la vida serán siempre las más acertadas y nuestra libertad será siempre el ejercicio más inteligente de nuestra voluntad. Terminamos así con el breve recorrido por las tres virtudes que los jóvenes que han abrazado la vida religiosa enseñan a sus contemporáneos: Pobreza, Castidad y Obediencia. Éstas no sólo
son actitudes que nos ponen a contracorriente, sino virtudes que nos hacen más humanos y pueden hacer de nues-
tra juventud una verdadera plataforma de vida plena.
Interseminarios 2015 Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla
Por: Andrés Barraza Soria Seminario de Cristo Rey El encuentro anual de Interseminarios de la Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla se realizó, en esta ocasión, en el Seminario de los Servidores de la Palabra en la diócesis de Texcoco. Las diócesis que participaron fueron Texcoco, Cuautitlán, Ecatepec, Nezahualcóyotl, Valle de Chalco y Tlalnepantla. Los misioneros Servidores de la Palabra nacieron en un contexto principalmente latinoamericano en el cual existe una fuerte necesidad de evangelizar a los fieles laicos. El 14 de junio de 2007, el Santo Padre Benedicto XVI dio su consentimiento para que los institutos fueran elevados al rango de Derecho Pontificio. El Interseminario tiene como objetivo fundamental fomentar la fraternidad y la salud en la comunidad seminarística de la provincia de Tlalnepantla. El encuentro se dividió en cinco momentos importantes de compañerismo entre los distintos seminarios. En primer lugar, la comunidad abrió sus puertas para acoger a los visitantes con un delicioso refrigerio. Después de la bienvenida se ofreció un espectáculo
sorpresa para hacer reflexionar al auditorio sobre las diferentes situaciones que viven los jóvenes cristianos de nuestro tiempo. Enseguida, el Pbro. Alberto Morgán, MSP, participó con la conferencia titulada: “Compromiso del seminarista y el sacerdote”. El conferencista hizo reflexionar a los presentes sobre la responsabilidad de ser seminarista o sacerdote, y motivó a la asamblea a seguir a Cristo en su sacerdocio a pesar de las dificultades sociales y familiares que se les puedan presentar. El momento central fue la adoración al Santísimo, seguida de la celebración Eucarística, que fue presidida por el Obispo de Texcoco, Mons. Juan Manuel Mancilla Sánchez, en la que participaron alrededor de 600 seminaristas. Después de la celebración, formadores y seminaristas de todas las casas de formación compartieron los alimentos ofrecidos por los organizadores del encuentro: Los Misioneros Servidores de la Palabra. Fue un momento para disfrutar de una convivencia en la que pudieron intercambiar palabras y experiencias entre
los seminarios. Finalmente, se realizaron competencias deportivas, en las cuales se mostró la disciplina, orden y capacidad de competir en un ambiente de respeto y fraternidad. El equipo ganador en el futbol fueron los Servidores de la Pala-
bra; en básquetbol, los Operarios; y en voleibol, el Seminario de Cristo Rey para vocaciones en edad adulta obtuvo el primer lugar. Este encuentro representó una oportunidad para compartir y estrechar lazos de hermandad como hijos de Dios.
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Dios te llama
Mensajero
La alegría del llamado se fortalece: Visita Pastoral a las comunidades religiosas
Por: Leandro Medina Cabrera CODIPACS Valle de Chalco En el marco del Año de la Vida Consagrada, convocado por el papa Francisco, el Obispo de Valle de Chalco, Mons. Víctor René Rodríguez Gómez, inició una Visita Pastoral a las comunidades religiosas de esta Diócesis. El viernes 16 de enero comenzó este ejercicio de acercamiento a las diversas congregaciones de religiosas y religiosos que, a través de sus diversos carismas, brindan esta vocación que han consagrado a Dios mediante la buena voluntad y el servicio a los demás. La primera comunidad visitada fue la de las Siervas del Espíritu Santo y Jesús Eucaristía, ubicada en el barrio de Ocotepec, en Tlalmanalco. Las religiosas del lugar recibieron con gran alegría la visita del Señor Obispo, quien asistió acompañado del padre Rogelio Antonio Zamora Rosales, F.M.S., Vicario de Vida Consagrada, al tiempo que los invitaron a dar un recorrido en esta casa de formación, mientras explicaban un poco acerca de la historia del lugar, los proyectos que tienen planeados, y de personas que con su generosidad han
colaborado en las necesidades materiales del mismo. En un segundo momento, y en un ambiente de tranquilidad y reflexión, se llevó a cabo el ejercicio de la Lectio Divina, después del cual el Señor Obispo entabló un diálogo con las religiosas. La Hna. Yolanda Flores Soriano comentó: “Para nosotras el Año de la Vida Consagrada es una gran bendición, porque es un llamado de Dios que nos invita a vivir con más fervor dicha vida, pues muchas veces la gente tiene un concepto equivocado, y entonces este año servirá para darle un nuevo impulso a este tipo de vocación. Nosotros estamos llamados a parecernos a Jesús, y vivir plenamente lo que Dios quiere en nuestra vida. Todo ser cristiano católico está llamado a vivir una vida consagrada desde el bautismo, y nosotros nos realizamos más plenamente en la vida religiosa, y debemos ser ejemplo. Muchos piensan que esta vida es aburrida, pero no saben la plenitud, la felicidad que se halla en este camino que se abre, se van quitando cadenas y ataduras del mundo; Dios lo único que quiere hacer a través de la Vida Consa-
grada es hacernos libres, y como dice el Papa: 'Donde están los consagrados hay Alegría'. La Vida Consagrada es una vida donde Dios se presenta como un Dios cercano, que viene a buscar-
nos; un Dios amoroso a quien en muchas ocasiones tenemos miedo de conocer, y a quien debemos responder con ese mismo amor y entrega”.
Candidato a las Órdenes Sagradas Por: Silverio Delgado Martínez Seminarista Ecatepec ¡Hola! Me llamo Silverio y estoy cursando el primer año de Teología en el Seminario Conciliar del Espíritu Santo de la Diócesis de Ecatepec. Les comparto con gran alegría que el 1 de febrero seré presentado como candidato a las Órdenes Sagradas junto con 11 hermanos más; también habrá la institución de ministerios laicales del lectorado y acolitado de cuatro hermanos de 3° de Teología. El rito de la admisión como candidatos a las Órdenes Sagradas consiste en que: El seminarista expresa públicamente su intención de consagrarse a Dios en el sacramento del Orden, comprometiéndose a dar los pasos necesarios en su formación, conocidos a partir del diálogo de Escrutinio con su formador (Normas Básicas y Ordenamiento Básico de los Estudios para la Formación Sacerdotal en México n. 278). Antes de ser admitido a este rito, presenté una carta dirigida a nuestro Obispo, en primer lugar para agradecerle
esta oportunidad que brinda a los seminaristas de Teología, y en segundo, para solicitarle la admisión a las Órdenes Sagradas, poniendo de manifiesto el compromiso de configurarme con Cristo Buen Pastor y consagrarme a Él a su tiempo en el sacramento del Orden Sacerdotal. Una vez entregada la carta, el equipo formador realizó los escrutinios para determinar quiénes serían aceptados, y después de un tiempo llegó el día en que el Padre Rector dio a conocer los resultados. Cuando me dieron la noticia sentí una gran alegría, fui a la capilla a agradecerle a Dios por el gran regalo que me dio. Este acontecimiento tan importante me hizo recordar algunos de los momentos que más han marcado mi vida: Cuando el Señor me llamó para
ser sacerdote; yo era monaguillo; luego las etapas que he vivido en el Seminario; el curso introductorio, los tres años de Filosofía y esta nueva etapa de Teología. Actualmente llevo cinco años viviendo en el Seminario y les puedo decir que no me arrepiento de ser semi-
narista. Por eso, amigo, si sientes que Jesús te llama para ser sacerdote, te invito a que participes de los círculos vocacionales, de la Pascua Vocacional y de los Preseminarios, porque vale la pena seguir el llamado que Dios nos hace.
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Iglesia y Cultura
El arte de mentir Por: Psic. Elisa Soto Diócesis de Cuautitlán Mentir es un acto tan natural para el ser humano, casi como respirar. Desde que es pequeño, el niño finge el llanto para llamar la atención, y, a lo largo de la vida, mentir se vuelve parte del día a día, al grado que ya es casi un acto inconsciente. Un estudio de la Universidad de Southampton, Reino Unido, asegura que una persona normal dice en promedio tres mentiras en una conversación de diez minutos, a las que hay que sumar varias omisiones y exageraciones más. Dentro de la religión, el octavo mandamiento indica explícitamente: “No levantarás falso testimonio ni mentirás”, y es que la mentira destruye la confianza, dañando las relaciones sociales y familiares. Aunque es importante resaltar que la mentira por sí sola no tiene poder, la mentira adquiere fuerza cuando hay alguien dispuesto a
creerla. Existen dos clases de mentiras: las que ocultan omitiendo hechos u opiniones y las que falsifican y/o alteran o crean una historia. Sin importar cuál sea su tipo, ambas constituyen un engaño. Pero, ¿por qué se miente? Para la psicología, la mentira no puede definirse sin asociarla a sus objetivos y causas. La mentira sería un modo de obtener recompensas, de enaltecer la historia personal y las habilidades, y también un intento de evitar circunstancias indeseables, eludir la realidad y la responsabilidad. Decir la verdad, entonces, parece no ser algo tan fácil de cumplir, ya que está estrictamente ligada a las inseguridades, complejos y miedos de quien miente y, en ocasiones, también de quien cree. Blaise Pascal decía que: “El espíritu cree naturalmente y la voluntad naturalmente ama; de modo que, a falta de objetos verdaderos, es preciso apegarse
a los falsos”. Aunque también el filósofo Juan Luis Vives decía: “Ni la utilidad del mentir es sólida, ni el mal de la verdad perjudica mucho tiempo”. De cualquier forma, antes de emprender el arte de mentir, sería bueno recor-
dar el pasaje bíblico de Lc. 8,17: “No hay nada oculto que no haya de ser manifiesto, ni secreto que no haya de ser conocido y salga a la luz”.
“Nativos digitales”, reto educativo Por: Nicasio Villa CODIPACS Teotihuacán Pues con la novedad, amigos lectores, de que los llamados “nativos digitales” resultaron ser un mito, de acuerdo con Enrique Dans, profesor de Tecnologías de la Información en IE Business School, en Madrid, España. El término “nativos digitales” fue acuñado por el estadounidense Marc Prensky, diseñador de juegos de aprendizaje, en un ensayo publicado en 2004 bajo el título “The death of command and control” (“La muerte del mando y control”), para designar a aquellas personas que nacieron en la era digital, que muestran una destreza natural en el manejo y utilización de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC'S). Enrique Dans fundamenta su afirmación de que los “nativos digitales” son un mito en la evidencia empírica del pobre uso que dan los jóvenes españoles a la tecnología digital. Él mismo nos da la respuesta: “Nacer en una época determinada no asegura que vayas a hacer buen uso de las herramientas a tu
disposición”. Si se les descuida y se les deja que evolucionen libremente, sin ningún tipo de asesoría ni formación, los jóvenes actuales son exactamente igual de negados y torpes que sus mayores, o más porque pierden en experiencia y en sentido común. No hay recetas ni soluciones absolutas. Nos encontramos en plena transición cultural y debemos construir paso a paso cada día. Habrá que impulsar la formación humanística. Si los “nativos digitales” reciben educación en valores (su conocimiento de ellos), o más bien, educación en virtudes (es decir, práctica de los valores), así como educación que los haga adquirir un pensamiento crítico, tendríamos una generación de jóvenes no sólo habilitados en el manejo de la TIC's (muy útiles, por cierto, para su desarrollo profesional), sino también seres humanos que aportarán lo mejor de sí a sus familias, empresas y a la sociedad en general. Fuentes: “Perdiendo el tren” El Blog de Enrique Dans, “Nativos e inmigrantes digitales”. Marc Prensky, “Nativos e inmigrantes digitales en la escuela”, Daniel Cassany y Gilmar Ayala.
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Sección Infantil
Mensajero
Iniciamos el mes del Amor y la Amistad
Te invitamos a que cada día vayas coloreando los corazones y escribas el nombre de una amiga, amigo o un ser querido. Luego recórtalos, pégalos en una cartulina y vuelve a recortar las figuras para que las regales el 14 de febrero. ¡Manos a la obra!
3 de febrero
5 de febrero
2 de febrero 1 de febrero
4 de febrero
6 de febrero 13 de febrero 14 de febrero
12 de febrero
7 de febrero
“Un amigo fiel es un refugio seguro: el que lo encuentra ha encontrado un tesoro. Un amigo fiel no tiene precio, no hay manera de estimar su valor.” (Ecl. 6:14 – 15)
8 de febrero 11 de febrero 10 de febrero 9 de febrero En la próxima edición publicaremos los mensajes y felicitaciones que han enviado a sorclara@hotmail.com
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La Sal y Luz del mundo
Debemos dar prioridad a la familia: Mons. Héctor Luis Por: Francisco Esqueda Diócesis de Nezahualcóyotl Con motivo de la fiesta de San Francisco de Sales, patrono de los escritores y periodistas, y la publicación del mensaje del papa Francisco para la próxima Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, con el tema “Comunicar la familia: ambiente privilegiado del encuentro en la gratuidad del amor”, Mons. Héctor Luis Morales Sánchez convocó a los reporteros y representantes de los medios de comunicación que trabajan en la diócesis para compartir el mensaje y los alimentos con ellos y su familia. Durante su mensaje, el prelado les dijo a los trabajadores de la información que “hoy en día se da mayor importancia a nuestro trabajo que a nuestra familia, pues tenemos el
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pensamiento de que debemos trabajar para darle a la familia todo lo necesario, buscamos a toda costa una buena calidad de vida, pero dejamos lo espiritual a un lado”. El Obispo hizo especial énfasis en “darle mayor importancia a la vida familiar que al trabajo, cuántas veces hemos respondido a una llamada del trabajo estando con la familia, con el argumento de que es importante, con ello diciendo a quien esté a nuestro lado que no es importante y con ello perdiendo la oportunidad para mostrar a nuestros seres queridos lo importantes que son en nuestra vida”. Para finalizar, Mons. Héctor Luis dijo que “el dinero es un medio, no un fin y nuestra familia es quien nos sostiene en los momentos difíciles y esto nunca lo vamos a poder comprar con dinero”.
Un laico comprometido, como sal de la tierra y luz del mundo Por: María del Carmen Jaramillo Nieto y Juan Luis García Martínez Diócesis Valle de Chalco Un laico comprometido es aquel que sigue a Jesús incondicionalmente a pesar de las adversidades de la vida, además de ser una parte fundamental de su comunidad parroquial, pues se dedica a brindar un servicio pastoral. De acuerdo con sus carismas, necesidades o inquietudes, los laicos pueden pertenecer a alguno de los diferentes grupos que existen en las parroquias como son: Ministros, catequesis, Escuela de Pastoral, Pastoral Social, Jóvenes, Coros, etc… y cada uno va dando animación, formación y estructura a la parroquia. Ser un laico comprometido es una gran misión porque Dios es quien te ha llamado al servici; estás comprometido a una formación continua, al actuar ante necesidades que afectan a la comunidad y poner tus dones al servicio de los demás. Servir a los demás sin esperar nada a cambio, dejarse guiar por el Espíritu Santo, ser la sal de la tierra y la luz del mundo es la misión que Jesús enco-
mendó a sus discípulos, es por ello que los laicos están obligados a continuar con las enseñanzas que predicó Jesús e imitarlo en todo. Estar al servicio es una experiencia muy agradable, dejamos actuar en nosotros al Espíritu Santo, para estar siempre dispuestos a caminar con el corazón ardiente y con las manos extendidas para compartir la vida y el amor. El laico comprometido está en continua comunicación con Dios por medio de la oración, participa de las celebraciones eucarísticas y comulga frecuentemente, es así como se convierte en testigo fiel de Jesucristo. Un laico comprometido está obligado a ser testigo, formador y educador de la fe, evangeliza a los niños, jóvenes y adultos sin importar el grupo al que pertenece, todos somos iguales ante los ojos de Dios. Los laicos no sólo pertenecemos a la Iglesia, sino que somos Iglesia; por el bautismo hemos sido incorporados a la vida trinitaria, para ser Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo, Templo del Espíritu Santo, asumiendo la triple función de ser sacerdotes, profetas y reyes. Al participar de la acción pastoral un laico
debe dar testimonio de su vida y de sus acciones en el campo de la evangelización y la vida litúrgica según las necesidades, siempre bajo la guía de nuestros pastores. Es así como damos gracias a Dios por permitirnos participar de esta gran labor y le pedimos que nos ayude a
fortalecer nuestra fe en Jesucristo, para seguir la misión que nos ha encomendado. También ponemos nuestra labor bajo la protección de Nuestra Señora de Guadalupe, para que nos ayude a ser verdaderos testigos fieles de su hijo Jesucristo.
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2015-2016 Año Internacional de la Vida Consagrada
Mensajero
Fortalezcan sus corazones Mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma 2015
Queridos hermanos y hermanas: La Cuaresma es un tiempo de renovación para la Iglesia, para las comunidades y para cada creyente. Pero sobre todo es un «tiempo de gracia». Dios no nos pide nada que no nos haya dado antes: «Nosotros amemos a Dios porque él nos amó primero». Él no es indiferente a nosotros. Está interesado en cada uno de nosotros, nos conoce por nuestro nombre, nos cuida y nos busca cuando lo dejamos. Cada uno de nosotros le interesa; su amor le impide ser indiferente a lo que nos sucede. Pero ocurre que cuando estamos bien y nos sentimos a gusto, nos olvidamos de los demás (algo que Dios Padre no hace jamás), no nos interesan sus problemas, ni sus sufrimientos, ni las injusticias que padecen… Entonces nuestro corazón cae en la indiferencia: yo estoy relativamente bien y a gusto, y me olvido de quienes no están bien. Esta actitud egoísta, de indiferencia, ha alcanzado hoy una dimensión mundial, hasta tal punto que podemos hablar de una globalización de la indiferencia. Se trata de un malestar que tenemos que afrontar como cristianos. Cuando el pueblo de Dios se convierte a su amor, encuentra las respuestas a las preguntas que la historia le plantea continuamente. Uno de los desafíos más urgentes sobre los que quiero detenerme en este Mensaje es el de la globalización de la indiferencia. La indiferencia hacia el prójimo y hacia Dios es una tentación real también para los cristianos. Por eso, necesitamos oír en cada Cuaresma el grito de los profetas que levantan su voz y nos despiertan. Dios no es indiferente al mundo, sino que lo ama hasta el punto de dar a su Hijo por la salvación de cada hombre. En la encarnación, en la vida terrena, en la muerte y resurrección del Hijo de Dios, se abre definitivamente la puerta entre Dios y el hombre, entre el cielo y la tierra. Y la Iglesia es como la mano que tiene abierta esta puerta mediante la proclamación de la Palabra, la celebración de los sacramentos, el testimonio de la fe que actúa por la caridad. Sin embargo, el mundo tiende a cerrarse en sí mismo y a cerrar la puerta a través de la cual Dios entra en el mundo y el mundo en Él. Así, la mano, que es la Iglesia, nunca debe sorprenderse si es rechazada, aplastada o herida. El pueblo de Dios, por tanto, tiene necesidad de renovación, para no ser indiferente y para no cerrarse en sí mismo. Querría proponerles tres pasajes para meditar acerca de esta renovación. 1. «Si un miembro sufre, todos sufren con él» La Iglesia La caridad de Dios que rompe esa cerrazón mortal en sí mismos de la indiferencia, nos la ofrece la Iglesia con
sus enseñanzas y, sobre todo, con su testimonio. Sin embargo, sólo se puede testimoniar lo que antes se ha experimentado. El cristiano es aquel que permite que Dios lo revista de su bondad y misericordia, que lo revista de Cristo, para llegar a ser como Él, siervo de Dios y de los hombres. Nos lo recuerda la liturgia del Jueves Santo con el rito del lavatorio de los pies. Pedro no quería que Jesús le lavase los pies, pero después entendió que Jesús no quería ser sólo un ejemplo de cómo debemos lavarnos los pies unos a otros. Este servicio sólo lo puede hacer quien antes se ha dejado lavar los pies por Cristo. Sólo éstos tienen “parte” con Él y así pueden servir al hombre. La Cuaresma es un tiempo propicio para dejarnos servir por Cristo y así llegar a ser como Él. Esto sucede cuando escuchamos la Palabra de Dios y cuando recibimos los sacramentos, en particular la Eucaristía. En ella nos convertimos en lo que recibimos: el cuerpo de Cristo. En él no hay lugar para la indiferencia, que tan a menudo parece tener tanto poder en nuestros corazones. Quien es de Cristo pertenece a un solo cuerpo y en Él no se es indiferente hacia los demás. «Si un miembro sufre, todos sufren con él; y si un miembro es honrado, todos se alegran con él». La Iglesia es communio sanctorum porque en ella participan los santos, pero a su vez porque es comunión de cosas santas: el amor de Dios que se nos reveló en Cristo y todos sus dones. Entre éstos está también la respuesta de cuantos se dejan tocar por ese amor. En esta comunión de los santos y en esta participación en las cosas santas, nadie posee sólo para sí mismo, sino que lo que tiene es para todos. Y puesto que estamos unidos en Dios, podemos hacer algo también por quienes están lejos, por aquellos a quienes nunca podríamos llegar sólo con nuestras fuerzas, porque con ellos y por ellos rezamos a Dios para que todos nos abramos a su obra de salvación. 2. «¿Dónde está tu hermano?» Las parroquias y las comunidades Lo que hemos dicho para la Iglesia universal es necesario traducirlo en la vida de las parroquias y comunidades. En estas realidades eclesiales ¿se tiene la experiencia de que formamos parte de un solo cuerpo? ¿Un cuerpo que recibe y comparte lo que Dios quiere donar? ¿Un cuerpo que conoce a sus miembros más débiles, pobres y pequeños, y se hace cargo de ellos? ¿O nos refugiamos en un amor universal que se compromete con los que están lejos en el mundo, pero olvida al Lázaro sentado delante de su propia puerta cerrada? Para recibir y hacer fructificar plenamente lo que Dios nos da es preciso
superar los confines de la Iglesia visible en dos direcciones. En primer lugar, uniéndonos a la Iglesia del cielo en la oración. Cuando la Iglesia terrenal ora, se instaura una comunión de servicio y de bien mutuos que llega ante Dios. Junto con los santos, que encontraron su plenitud en Dios, formamos parte de la comunión en la cual el amor vence la indiferencia. La Iglesia del cielo no es triunfante porque ha dado la espalda a los sufrimientos del mundo y goza en solitario. Los santos ya contemplan y gozan, gracias a que, con la muerte y la resurrección de Jesús, vencieron definitivamente la indiferencia, la dureza de corazón y el odio. Hasta que esta victoria del amor no inunde todo el mundo, los santos caminan con nosotros, todavía peregrinos. Santa Teresa de Lisieux, doctora de la Iglesia, escribía convencida de que la alegría en el cielo por la victoria del amor crucificado no es plena mientras haya un solo hombre en la tierra que sufra y gima: «Cuento mucho con no permanecer inactiva en el cielo, mi deseo es seguir trabajando para la Iglesia y para las almas». También nosotros participamos de los méritos y de la alegría de los santos, así como ellos participan de nuestra lucha y nuestro deseo de paz y reconciliación. Su alegría por la victoria de Cristo resucitado es para nosotros motivo de fuerza para superar tantas formas de indiferencia y de dureza de corazón. Por otra parte, toda comunidad cristiana está llamada a cruzar el umbral que la pone en relación con la sociedad que la rodea, con los pobres y los alejados. La Iglesia por naturaleza es misionera, no debe quedarse replegada en sí misma, sino que es enviada a todos los hombres. Esta misión es el testimonio paciente de Aquel que quiere llevar toda la realidad y cada hombre al Padre. La misión es lo que el amor no puede callar. La Iglesia sigue a Jesucristo por el camino que la lleva a cada hombre, hasta los confines de la tierra. Así podemos ver en nuestro prójimo al hermano y a la hermana por quienes Cristo murió y resucitó. Lo que hemos recibido, lo hemos recibido también para ellos. E, igualmente, lo que estos hermanos poseen es un don para la Iglesia y para toda la humanidad. Queridos hermanos y hermanas, cuánto deseo que los lugares en los que se manifiesta la Iglesia, en particular nuestras parroquias y nuestras comunidades, lleguen a ser islas de misericordia en medio del mar de la indiferencia. 3. «Fortalezcan sus corazones» La persona creyente También como individuos tenemos la tentación de la indiferencia. Estamos saturados de noticias e imágenes tre-
mendas que nos narran el sufrimiento humano y, al mismo tiempo, sentimos toda nuestra incapacidad para intervenir. ¿Qué podemos hacer para no dejarnos absorber por esta espiral de horror y de impotencia? En primer lugar, podemos orar en la comunión de la Iglesia terrenal y celestial. No olvidemos la fuerza de la oración de tantas personas. La iniciativa 24 horas para el Señor, que deseo que se celebre en toda la Iglesia -también a nivel diocesano-, en los días 13 y 14 de marzo, es expresión de esta necesidad de la oración. En segundo lugar, podemos ayudar con gestos de caridad, llegando tanto a las personas cercanas como a las lejanas, gracias a los numerosos organismos de caridad de la Iglesia. La Cuaresma es un tiempo propicio para mostrar interés por el otro, con un signo concreto, aunque sea pequeño, de nuestra participación en la misma humanidad. Y, en tercer lugar, el sufrimiento del otro constituye un llamado a la conversión, porque la necesidad del hermano me recuerda la fragilidad de mi vida, mi dependencia de Dios y de los hermanos. Si pedimos humildemente la gracia de Dios y aceptamos los límites de nuestras posibilidades, confiaremos en las infinitas posibilidades que nos reserva el amor de Dios. Y podremos resistir a la tentación diabólica que nos hace creer que nosotros solos podemos salvar al mundo y a nosotros mismos. Para superar la indiferencia y nuestras pretensiones de omnipotencia, quiero pedir a todos que este tiempo de Cuaresma se viva como un camino de formación del corazón, como dijo Benedicto XVI. Tener un corazón misericordioso no significa tener un corazón débil. Quien desea ser misericordioso necesita un corazón fuerte, firme, cerrado al tentador, pero abierto a Dios. Un corazón que se deje impregnar por el Espíritu y guiar por los caminos del amor que nos llevan a los hermanos y hermanas. En definitiva, un corazón pobre, que conoce sus propias pobrezas y lo da todo por el otro. Por esto, queridos hermanos y hermanas, deseo orar con ustedes a Cristo en esta Cuaresma: “Fac cor nostrum secundum Cor tuum”: “Haz nuestro corazón semejante al tuyo” (Súplica de las Letanías al Sagrado Corazón de Jesús). De ese modo tendremos un corazón fuerte y misericordioso, vigilante y generoso, que no se deje encerrar en sí mismo y no caiga en el vértigo de la globalización de la indiferencia. Con este deseo, aseguro mi oración para que todo creyente y toda comunidad eclesial recorra provechosamente el itinerario cuaresmal, y les pido que recen por mí. Que el Señor los bendiga y la Virgen los guarde.