NIVEL 2 ENTRENAMIENTO 2 PARTE 009-010 Vistiendo la armadura de dios

Efesios 6:10-20.

Notas:

I.- El cinturón de la verdad.

A.- La verdad es una persona: Cristo.

Jn. 14:6.

B.- Si estamos en Cristo estamos en la verdad.

C.- Tenemos el Espíritu Santo ( el Espíritu de Verdad ) que nos guía. Jn. 14:17.

D.- Andar en la verdad es permanecer en la Palabra. Jn. 15:7; 17:17.

E.- Andar en la verdad es perseverar en la doctrina de Cristo. II Jn. 4 y 9.

F.- Andar en la verdad es dejar las tinieblas. Jn. 3:21; I Jn. 1:6.

G.- La verdad nos protege del engaño y del error. Ef. 4:14, 25; II Jn. 7.

H.- Si andamos en la verdad el diablo quedará impotente.

I.- La mentira es el arma favorita del diablo para atacar a los creyentes. Jn. 8:44; I Tim. 4:1-3.

J.- El diablo y sus huestes tratarán de sembrar toda clase de mentiras en los creyentes sobre sí mismos, sus sentimientos, su relación con otras personas, su pasado, su futuro, sobre Dios, su salvación, su condición espiritual, etc.

K.- Desde el principio el diablo ha usado la mentira. Gn. 3:4-5.

L.- La verdad es un terreno firme sobre el cual podemos pararnos y vencer.

LL.- El diablo continuamente trata de falsificar el evangelio. II Cor.11:4.

M.- La verdad nos protege y nos santifica. Jn. 17;15-19.

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N.- Aunque físicamente, el cinturón no es una pieza de guerra ofensiva, espiritualmente sí lo es; ya que la verdad libera. Jn. 8:32. Ñ.- El cinturón es una pieza fundamental; otras partes de la armadura dependen de él. La coraza se fija en el cinturón, la espada también era sostenida por el cinturón.

Notas:

II.- La coraza de justicia.

A.- La coraza es la parte de la armadura que cubre del cuello a la cintura, cubriendo tanto atrás como adelante. Se hacía de cuero o de una lona fuerte en la que se cosían generalmente láminas de bronce.

B.- Justicia es la nueva forma de vida que recibimos de parte de Dios. Ef. 4:24; Rom. 6:7; 13-22; Rom. 14:17.

C.- Justicia no es tratar de hacer la voluntad de Dios; sino manifestar nuestra nueva naturaleza como hijos de Dios. I Jn. 2:29; 3:9.

D.- Por la fe es que se alcanza la justicia de Dios, Dios nos la proveyó por gracia al hacerse hombre y en esa condición vivió en obediencia absoluta a su propia ley, por esa obediencia se nos otorga el don de la justicia. Rom. 5:19; Heb. 5:8,9;Rom. 3:24; 5:17; I Cor. 1:30.

E.- La justicia como don implica; que somos inocentes, que ya no somos culpables.

F.- La justicia de Dios implica que ya no estamos bajo condenación ni maldición, sino bajo bendición. Rom. 8:1; Gal. 3:13.

G.- Cuando aceptamos la justicia de Dios entonces tenemos paz con Dios.

Rom. 5:1.

H.- El amor es la evidencia de la justicia. I Jn. 3:10.

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I.- La justicia impla dar y dar es una manifestación del amor. I Jn 3:10; II Cor. 9:6-13.

J.- Por la justicia de Dios damos frutos de santificación. .

K.- Por la justicia de Dios amamos a los demás.

L.- Por la justicia de Dios practicamos la libertad de dar.

LL.- Si fallamos en cuanto a la justicia de la nueva criatura, es como si nuestra coraza se hubiera agrietado y tenemos que repararla por medio de la confesión. I Jn. 1:9.

M.- La culpabilidad cesa cuando confesamos nuestros pecados; entonces Dios nos perdona y nos limpia y nos volvemos a poner la coraza de justicia.

Notas:

III.- El calzado del apresto del Evangelio de la paz.

A.- El calzado eran una especie de botas que cubrían hasta la mitad de la pierna.

B.- El calzado tenía la suela tachonada abundantemente con clavos agudos para no resbalarse, lo cual les daba firmeza y agilidad en sus movimientos.

C.- En la lucha espiritual el calzado apropiado debe ser conforme al evangelio de la paz.

D.- Así como existe un calzado apropiado para cada actividad; así también para nosotros; el calzado que nos ayudará a desempeñarnos bien en la confrontación espiritual contra las fuerzas de las tinieblas es el del “apresto del evangelio de la paz”.

E.- El calzado ha de permitir que se apresure a predicar la Buenas Nuevas de la Paz.

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F.- El calzado es ofensivo porque nos permite entrar al campo de batalla y saquear al enemigo.

G.- Predicar el Evangelio de paz es guerra espiritual de primer orden.

H.- Predicar el Evangelio es confrontar al maligno y atacar el reino de las tinieblas. I Jn. 5:19.

I.- El Evangelio produce paz en cuatro áreas: con Dios, con el prójimo, en nosotros mismos, para compartir con los demás.

Notas:

IV.- El escudo de la fe.

A.- El escudo de la fe era un armazón de madera o tejido de caña con marco de hierro, y se recubría con cuero untado con aceite. Media 1.25 m de alto por 0.75 m de ancho servía para protegerse de los dardos que se sumergían en brea o algo similar y se encendían antes de ser disparados. Cuando los dardos chocaban contra el escudo sus llamas se extinguían.

B.- Debemos tomar sobre todo el escudo de la fe porque la batalla que peleamos es básicamente “la batalla de la fe”. I Tim. 6:12; II Tim. 4:7.

C.- El escudo de la fe, es la fe activa en Dios; Su Palabra, su Verdad y sus Promesas.

D.- Con esta fe responderemos a los dardos encendidos del maligno.

E.- Los dardos encendidos es un ataque violento y agresivo que busca la destrucción del oponente.

F.- Las saetas ardientes son armas de muerte; que quieren destruirnos y despojarnos de nuestra fe en Dios. Sal. 7:13; 91:1-7.

G.- Dardos encendidos son palabras amargas que quitan el gozo y la alabanza y encienden queja y desánimo.

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H.- Dardos del enemigo son palabras de mentira y engaño. Sal. 120:2-4.

I.- Para cada dardo encendido del maligno tenemos más de una promesa ofrecida por el Señor.

J.- El escudo de la fe es el Señor mismo. Gn 15:1; Prov. 30:5-6.

K.- Debemos reconocer al Señor como escudo y declararlo. Sal 3:3.

Notas:

V.- El Yelmo de la Salvación.

A.- El yelmo es el casco hecho de bronce, hierro y cuero que cubre la cabeza del soldado.

B.- Tomad significa “Aceptar o recibir”; esto nos enseña que la salvación es algo que Dios nos da; es una operación que Dios hace a nuestro favor y lo único que nosotros necesitamos para disfrutarla es recibirla y aceptarla.

C.- El yelmo de la salvación se coloca en la cabeza para indicarnos que el Señor desea que entendamos lo que significa nuestra salvación, lo que costó, lo que implica y lo que dura.

D.- La comprensión espiritual es vital para nuestro desarrollo, productividad y gozo espiritual. Col. 1:9-12.

E.- Tener bien puesto el yelmo de la salvación implica que entendamos que hemos sido librados de por lo menos cuatro cosas: 1.- Libres del pecado. Rom. 6:6-7; 11:14.

2.- Libres del yo. Gal. 2:20.

3.- Libres del reino de Satanás.

Col. 1:13; Gal. 1:4; Rom. 12:2.

4.- Libres de la condenación. Jn. 5:24; Rom. 8:1; Jn. 3:16-18.

F.- Entender nuestra salvación trae un sentido de victoria, gozo y gratitud.

Heb. 2:14-18; Sal. 51:7, 8,11,13,14; Apc. 5:1-14.

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G.- La salvación en general es ser librados del mal, lo cual también se puede ampliar a ser librados de situaciones de peligro físico, no solo espiritual.

Notas:

VI.- La espada del Espíritu.

A.- La espada era una pequeña de dos filos no una larga como se menciona en Apocalipsis saliendo de la boca del Señor.

B.- El Espíritu Santo escogió esta espada como parte de la armadura de Dios para hacernos entender su carácter personal.

C.- La espada pequeña es la que discierne los pensamientos y las intenciones del corazón; es decir, actúa de una forma particular. Heb. 4:12.

D.- El Señor nos está diciendo: sigan la Palabra personal, las instrucciones específicas, sus ordenes particulares para que podamos vencer en medio de la batalla personal.

E.- El ataque no siempre es el mismo; así que necesitamos una Palabra específica para cada situación.

F.- En el original la palabra que se usa en la frase “Palabra de Dios”, no es logos (que se refiere a la Palabra escrita que es general y que contiene principios de vida) sino “Rhema” que es una Palabra personal. Lc. 1:38; 2:29-31; 3:2-3; 5:5; Mr. 14:72.

G.- Rhema produce: 1.- Fe. Rom. 10:17.

2.- Vida. Mt. 4:4.

3.- Poder. Heb. 1:3.

4.- Purificación. Ef. 5:25,27.

H.- Rhema no es una fórmula, implica comunión con Dios, caminar con Dios.

I.- Rhema hace que nosotros nos sometamos a Dios.

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J.- Rhema viene por el Espíritu Santo; es decir debemos caminar en la Palabra que el Espíritu nos dé.

K.- Debemos aceptar la Palabra del Espíritu y caminar en ella.

Notas:

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