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Villahermosa, en el coraz贸n del Penyagolosa
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Un paraíso que conserva el encanto de un municipio en el que naturaleza aún marca el paso de los días y que en los últimos años ha vivido un espectacular auge del turismo rural.
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o hay mejor manera para celebrar que los reportajes de la plataforma Moviment 135 han alcanzado las 2500 lecturas que visitando uno de los municipios más emblemáticos y recónditos de nuestra provincia: Villahermosa del Río. Un paraíso que conserva el encanto de un municipio en el que naturaleza aún marca el paso de los días y que en los últimos años ha vivido un espectacular auge del turismo rural. Atractivos no le faltan; un entorno natural privilegiado, en la confluencia de los ríos Carbo y Villahermosa, situada en pleno corazón del Alto Palancia y a escasos kilómetros de la vecina Teruel. Con el Parque Natural del Penyagolosa como fondo omnipresente, cualquiera que visite por primera vez el municipio encontrará un verdadero festín de paisajes de interior. De hecho Villahermosa es la población más cercana al emblemático pico provincial, lo que supone en la práctica supone ser el un punto de partida de numerosos caminos, sendas y pistas para adentrarse en las sierras, configurando una perfecta red que facilita los accesos a cualquiera de las masías y a todos los maravillosos rincones del término. Con poco más de 440 vecinos censados, una cifra que se multiplica sensiblemente con la llegada del verano, en esta localidad del Alto Mijares el tiempo se detiene como en pocos lugares de nuestra provincia. No en vano estamos ante una de las localidades que mejor ha sabido exponer su oferta de turismo rural en la provincia de Castellón y eso se nota, con una constante afluencia de visitantes. 3
D i s f ru ta la
Provincia Un poco de historia De origen musulmán, Villahermosa perteneció al señorío de Zayd Abu Zayd, último gobernador almohade de Valencia y aliado del rey Jaime I. Tras la expulsión de su cargo por Zayán Ibn Mardanix, Zayd hizo un acuerdo de vasallaje en 1229 con Jaime I por el cual el rey de Aragón le dio permiso para conquistar y poblar cuantos lugares y castillos consiguiera dentro del territorio musulmán valenciano. Aunque bajo la protección del Jaime I detentó el señorío de localidades moriscas de la Sierra de Espadán, no fue hasta hasta 1234, cuando el caudillo musulmán le concedió la carta de población a sus habitantes, según consta en el fuero de Daroca. Sus tierras fueron incorporadas más tarde a la Corona de Aragón, siendo la sede del ducado de Villahermosa título instituido por Jaime II en el año 1259. Villahermosa ostenta una bien merecida fama de plaza inexpugnable, merced a su vinculación directa a importantes episodios bélicos. El pueblo fue destruido en el curso de los combates habidos en la Guerra de Sucesión. Más tarde, durante las guerras carlistas, fue un importante foco de actividad militar. Aún hoy su geografía conserva esas trazas de fortaleza de difícil acceso, con casas construidas en pendiente para salvar el desnivel. Calles empinadas, gentes cercanas La particular orografía del callejero de Villahermosa es una invitación a la fantasía. Sus calles empinadas y la estrechez de algunos pasajes nos hacen recordar en todo momento su importante pasado musulmán. El visitante podrá encontrar en sus comercios y restaurantes el calor de la cercanía, 4
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de la proximidad, del que recibe con los brazos abiertos. Una visita que no se puede obviar cuando el turista primerizo llega a Villahermosa es la iglesia parroquial y sus magnĂficos retablos en el interior. Dedicada a la Natividad de la Virgen. Conserva una talla de JosĂŠ Esteve Bonet y una singular colecciĂłn de pinturas medievales adjudicadas al Maestro de Villahermosa. Otros de los puntos de visita obligada son el edificio del 5
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Ayuntamiento, con su fachada de piedra labrada, el conjunto de la Muela, con restos de torres y murallas, la puerta de entrada y la Ermita del Calvario. El puente románico sobre el río Carbó y la Ermita de San Antonio, poseen también un encanto que es difícil olvidar. El río Carbo nace en el termino municipal a 1.500 m de altitud, la zona conocida como Cuevas del Carbo a 1.040 m de altitud recoge la mayor parte de su caudal ya en el término municipal de Villahermosa del Río, y todo su cauce discurre dentro del Parque Natural del Peñagolosa. El río es de corto recorrido, pero de gran belleza. Recorrido en casi su totalidad por el sendero GR7. Como en la mayoría de los ríos de la cuenca mediterránea, el caudal varia según la estación del año, y durante el verano no llega agua a la desembocadura. El aprovechamiento de las aguas del río para el 6
riego. Antaño había tres molinos harineros, hoy tristemente desaparecidos. Siguiendo el valle de este río discurre el sendero GR-7, en el tramo desde Villahermosa del Río al Santuario de San Juan Bautista de Peñagolosa y Santa Bárbara. Pero si hay un espacio que vincula la villa a su importante legado histórico, ese es sin duda el de la Ermita de San Bartolomé. Un santuario del siglo XV, de notable interés arquitectónico, donde se encuentran los retos del más célebre vecino de la localidad, el compositor barroco José Pradas Gallén. El de Villahermosa fue uno de los compositores más relevantes del barroco musical español del siglo XVIII y ha sobrevivido al transcurrir de los siglos más de 400 obras, conservadas en la Catedral Metropolitana de Valencia, el Real Colegio del Corpus Christi (Valencia), la Catedral de
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Castellón, la Biblioteca Nacional de Madrid o la biblioteca del Monasterio del Escorial entre otros sitios. Para aquellos recién llegados que les guste encontrar espacios únicos, Villahermosa guarda un esplendido regalo en su interior: la Mina de San Rafael y la Cueva de la Guerra Antigua. De 1845 datan los primeros registros de estas minas, que en sus comienzos fueron explotadas por la compañía Nuevo Potosí, quien también beneficiaba el cobre de la mina La Amorosa. La mina está formada por una serie de galerías abiertas a ambos lados de la gran grieta por la que se llega a ellas, generalmente de poca longitud y accesibles en su totalidad y en dónde afloran pequeños filones con diversos minerales de cobre. La explotación aprovecho igualmente algunas cavidades de origen natural. Estas mineralizaciones filonianas de Cu se encuentran encajadas entre las calizas del Muschelkalk, 8
muy fracturadas y presentando un importante fenómeno kárstico. El acceso a la labores se efectúa por la carretera que asciende hasta Villahermosa, a unos pocos cientos de metros antes de llegar a la población, y nada mas rebasar la primera curva. Debido a su aspecto de grieta en la montaña, puede pasar fácilmente desapercibida, sobre todo cuando el sentido de la marcha es hacia el pueblo. ©Diputación de Castellón