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El Desert de les Palmes
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Di s f ru t a la
Provincia Su localización geográfica, lo convierte en un lugar especial donde disfrutar a diario de las riquezas históricas, naturales y paisajísticas
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n nuestro recorrido por las comarcas castellonenses hoy nos detenemos en el que ha sido elegido, gracias a vuestra participación en forma de más de 1.000 votos, como “El rincón más bonito de la provincia”. Un concurso promovido conjuntamente por las áreas de Juventud y Turismo en el que para elegir la mejor fotografía de un lugar emblemático de Castellón. Las islas Columbretes, la Tinença de Benifassà o el Castillo de Peñíscola han sido algunos de los finalistas de una iniciativa que demuestra, por encima de todo, los muchos tesoros naturales que guardan nuestras tierras. Uno de ellos, sin ninguna duda, es el Parque Natural del Desert de les Palmes. Un paraíso que se alza majestuoso sobre cinco términos municipales: Benicàssim, Cabanes, La Pobla Tornesa, Borriol y Castellón. Su localización geográfica, lo convierte en un lugar especial donde disfrutar a diario de las riquezas históricas, naturales y paisajísticas que invitan a contemplar, caminar y disfrutar de los valores que este espacio natural esconde. Sus 3.200 hectáreas protegidas, desde hace más de 20 años, lo convierten en uno de los parques valencianos más veteranos y en un referente medioambiental. 2
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D i s f ru ta la
Provincia Un paraíso cercano Sin lugar a dudas, el Desert de les Palmes, representa un enclave valioso desde el punto de vista botánico, ya que alberga interesantes plantas y comunidades vegetales, algunas de ellas endémicas o muy raras. Además, por sus características litológicas se da en él una alternancia entre zonas calizas y zonas silícias que también se pone de manifiesto en las plantas que sobre ellas se desarrollan. Aun a pesar del grado de alteración reinante, que hace que queden pocos fragmentos de bosques y matorrales bien estructurados, la flora del Paraje supera las seiscientas especies de plantas vasculares, cifra a tener en cuenta y que por sí sola ya justifica su declaración de Paraje Natural. La variedad de ambientes, permite la existencia de muy diversas comunidades faunísticas, con algunas especies interesantes en cuanto a su distribución biogeográfica en la Comunidad Valenciana. Los anfibios están representados por el sapo corredor, el sapo común, el sapo partero y la rana común, entre los reptiles tenemos el lagarto ocelado, la lagartija colilarga, la lagartija ibérica y el eslizón ibérico. En cuanto a los ofidios podemos citar a la culebra de herradura, culebra de escalera, culebra bastarda y la culebra lisa. En el Parque se han registrado más de 120 especies de aves, siendo el grupo de vertebrados más numeroso. Entre ellas destacan algunas rapaces diurnas como el águila perdicera, el cernícalo vulgar, el halcón peregrino, el gavilán, etc., y otras nocturnas como la lechuza común, el autillo, el mochuelo, el búho chico y el búho real. Si el visitante desea ampliar sus conocimientos del entorno del parque tiene una visita obligada en pleno corazón del 4
Desierto de las Palmas, el Centro de Interpretación “La Bartola”. Un espacio donde se puede encontrar información sobre flora, fauna, rutas de senderismo, etc. Alberga también un centro de recuperación de tortugas. “La Bartola” tiene cuatro salas y un patio interior. La sala principal cuenta con una maqueta que muestra la orografía del Espacio Natural, con paneles temáticos so-
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bre la historia, la geología y la hidrología que nos ayudan a conocer con más detalle las características de esta sierra. Otro de los atractivos del parque es su Área de Descanso. En esta zona arbolada se encuentra una representación de los árboles y arbustos más característicos del paraje natural, acompañados de carteles que explican las características más relevantes de cada especie. Estos atriles también los encontramos escritos en Braille. Dispone de unas mesas de pic-nic y contenedores de reciclaje. Espíritu carmelitano Las tierras del Desert de les Palmes han estado pobladas desde el Neolítico, aunque se historia comienza realmente con la llegada de los padres Carmelitas. Uno de los fundadores y personajes más emblemáticos del Desierto fue fray Bartolomé, del que cuentan que, tanto le gustaba subir al monte de San Miguel que actualmente por todos es conocido como el Bartolo. No se puede hablar del Desert de les Palmes sin hacer obligada referencia a esta orden, responsable de dotar al parque de dos importantes monumentos como son el Monasterio antiguo (en ruinas) (s. XVII-XVIII) y el Monasterio nuevo (S. XVIII). Precisamente el nombre de “desierto” no hace referencia al ecosistema de la zona, sino al término con el que los carmelitas descalzos designan aquellos lugares solitarios a los que se retiran para dedicarse a la oración. Puesto que en la zona abundaban y todavía hoy abundan, los palmitos (Chamaerops humillis), el parque pasó a denominarse Desert de les Palmes. 6
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Del primitivo monasterio de los Padres Carmelitas, construido en 1697 y destruido por un terremoto que asoló la zona en 1783, quedan sólo las ruinas pero la excursión merece sin duda la pena, tanto por el interés histórico-artístico del monumento como por la vista panorámica de que podemos disfrutar. El fin de siglo significará un nuevo cambio en la comunidad. En 1783 se producirán una serie de lluvias torrenciales desde septiembre a diciembre que producirán la apertura de simas en la tierra y grietas en los muros del convento, justo entre dos barrancos y en una tierra mal asentada. Las ermitas y el convento sufren grandes pérdidas, instalándose los monjes en una hospedería. Después de pedir consejo, se derribará el panteón y los edificios de poniente para aprovechar los materiales con que se construirá el nuevo convento. Hoy, al contemplar sus ruinas, el visitante puede disfrutar de uno de los lugares más encantadores y poéticos del Desierto de las Palmas. Con el Mediterráneo como fondo, estas huellas del pasado descubren una estampa de serena belleza que invita a rememorar la sencillez y la santidad cotidianamente allí vividas durante un siglo. El Monasterio de sobria y elegante presencia, sigue en su estructura las indicaciones marcadas por la Regla de los Carmelitas y por Sta. Teresa de Jesús; distribuye las distintas dependencias conventuales en torno a la iglesia, que ocupa su centro, tanto físico como vital. Alrededor del templo se encuentran las habitaciones y espacios comunes, tanto de la Comunidad Religiosa como del Centro de Espiritualidad. 7
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Rodeado de huertos de naranjos y jardines, respaldado por el Monte Bartolo, integrado en un entorno natural extraordinario y dominando el valle que desciende hasta Benicàssim, el Desierto se convierte en un mirador privilegiado para todo aquel que desee hallar un ambiente de paz y belleza. Hoy, al contemplar sus ruinas, el visitante puede disfrutar de uno de los lugares más encantadores y poéticos del Desierto de las Palmas. Con el Mediterráneo como fondo, estas huellas del pasado descubren una estampa de serena belleza que invita a rememorar la sencillez y la santidad cotidianamente allí vividas durante un siglo. 8
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