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CatĂ, tresor del Maestrat
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ituada en un valle en un cruce de caminos entre el mar Mediterráneo y las altas tierras de la comarca de els Ports, la población se posiciona a 661 metros de altitud. Las cotas máximas del término municipal de Catí se localizan alrededor de las cumbres dels Campanerets y del Tossal de la Nevera (1286 m.)
FOTO: JOAQUÍM CARBÓ
Aunque en la actualidad se le incluye dentro de la comarca del Alto Maestrazgo, Catí nunca perteneció a la Orden de Montesa, sino que desde que obtuvo carta puebla se adscribió a los términos de Morella, consiguiendo su independencia en 1.691. Aún perteneciendo a Morella, la villa tuvo una época de gran auge económico durante los siglos XV y XVI gracias al comercio y transformación de la lana de las numerosas cabezas de ganado con que contaba Catí. Fue en estos siglos cuando la población construyó la mayoría de las elegantes casonas que encontramos en ella. Catí por la gran riqueza monumental y patrimonial que posee fue declarada en 1979 “Conjunto Histórico Artístico” y en 2004 obtuvo la declaración de “Bien de Interés Cultural”.
Patrimonio y monumentalidad sorprenden al viajero en la villa de Catí Iglesia Parroquial de la Asunción, compendio de estilos: del románico al barroco Si bien el auge económico de la villa corrersponde a los siglos XV y XVI, la Iglesia Parroquial se empieza a construir en FOTO: JOAQUÍM CARBÓ
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Provincia el s. XIII, siendo un ejemplo de iglesia de reconquista de una sola nave a la que más tarde se le añadirían capillas laterales y ya en el s. XVIII la Capilla de la Comunión. Dos puertas una románica y otra gótica dan entrada a la iglesia. El templo posee varias obras de arte entre las que destaca un importante retablo, este sí del s. XV, del pintor valenciano Jacomart, pintor de cámara del rey Alfons el Magnànim. Este magnífico retablo de San Lorenzo y San Pedro de Verona fue pintado entre 1460 y 1461 contratado por Ramón Santjoan, albacea de Joan Spígol, para decorar su capilla, lo que demuestra el auge económico con que contaba Catí en aquella época. Mención aparte, dentro de la Iglesia Parroquial de la Asunción, merece la Capilla de la Comunión, que en los frescos barrocos que la adornan por completo, obra del pintor de Sant Mateu, Pascual Mespletera, hace un repaso por el amplio santoral católico y exalta el sacramento de la Comunión, como afirmación del catolicismo frente a las actitudes reformistas que ganaban fuerza en Europa. Por su parte el campanario es obra del s. XVII sustituyendo a uno anterior.
El comercio de la lana entre las poblaciones de el Maestrat y els Ports con la Toscana (Italia) convierte a Catí en villa de mercaderes
FOTO: NURIA MIRÓ
en Catí, fruto de este auge económico son las importantes casonas que podemos contemplar en las calles y plazas de la localidad. Entre otras señalamos la “Casa del Delme” (s. XIV) lugar donde se recogía el diezmo para el señor de la villa. Una de las casonas palacieguas más importantes que encotramos en Catí es “Palau Santjoan - Casa Miralles” (s. XV) que está reproducida en el Pueblo Español de Barcelona y es una de las mejores muestras de arquitectura gótica civil palaciega.
El gótico civil o la pujanza de la burguesía en Catí
Las “Casa de Joan Spigol” ( s. XV) celebre mercader que sufragó diversas obras de arte en la población.
El comercio de la lana con Italia propicia el nacimiento de una burguesía pujante
La “Casa Geroni Martí” (S.XVI) que es reconocible por la mano que adorna el
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escudo de la fachada de esta casona que pertenció a este importante mercader, militar y notario de Catí. La “Casa dels Montserrat” (s. XVIII), por su parte ya se distancia del gótico predominante en la villa de Catí e incorpora elementos arquitectónicos poco frecuentes como la cúpula que cubre la escalera central. La “Casa de la Vila” emblema de Catí La “Casa de la Vila”, antiguo ayuntamiento obra del s. XV, es el principal monumento gótico civil de la villa de Catí. La casona consta de dos plantas principales estando la de abajo destinada a lonja y la superior a las reuniones del consejo y del pueblo. La construcción es uno de los 5
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ejemplos de gótico civil más importantes de las tierras castellonenses. También un edificio de propiedad pública es el antiguo Hospital, obra del s. XIV, en la actualidad utiliza como centro de exposiciones y Casa de Jubilados.
La “Ruta Vicentina” y el “Camino de Santiago” refuerzan el carácter medieval de las tierras de Catí Els peirons en Catí Catí, como otros municipios de la zona, contaba con numerosos “peirons” (“prigons” – cruces de término), que tenían como función delimitar el territorio y ejer-
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cer de protección espiritual, todas estas cruces, menos una, fueron destruidas durante la Guerra Civil, la única que restó intacta fue la “Creu del Cementeri” (Cruz del Cementerio) o “prigó d’Avinyó” obra de 1374 y que es la más antigua de la Comunidad Valenciana. Además de su valor artístico, esta cruz tiene una imagen de Santiago y la concha del peregrino puesto que señalaba el Camino de Santiago a su paso por la provincia de Castellón. Ermitas que forman parte de un paisaje sagrado Catí cuenta también con numerosas ermitas como la de Ntra. Sra. de l’Avellà, El Pilar, Santa Anna y Sant Vicent. La ermita del Pilar, obra de 1610, se ubica en la Vall dels Cirers. Ubicada en un bello paraje, la custodian siete monumentales olmos. Junto a la población encontramos la ermita románica de Santa Anna y a unos 2,5 km de la villa se edificó en 1610 la ermita de Sant Vicent, en conmemoración de la visita que el santo valenciano efectuó a este lugar desde donde podemos contemplar unas vistas extraordinarias. Sant Vicent Ferrer predicó en 1410 en la calle mayor de Catí y cuando marchó fue al collado donde hoy se sitúa su ermita, allí según la tradición, como confirmación a su doctrina, dejó una piedra como un pan, en la que hizo con su dedo una cruz. El paraje de l’Avellà es un lugar de relax donde a unas excelentes aguas se une el arte y los paisajes agrestes de la montaña. 6
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Provincia clarada de utilidad pública como minero medicinal en 1929. Estas excelentes aguas sulfurosas, conocidas ya por los árabes y de reconocidas propiedades medicinales, están indicadas para afecciones de la piel, riñón, etc.. En este bello paraje se construyeron, desde antiguo, fondas y hospederías, que en la actualidad se han modernizado y que nos sriven de lugar de partida para efectuar numerosas excursiones por las sierras de Catí. Parajes naturales de Catí, lugares para recorrer con calma El término municipal de Catí posee numerosos lugares de interés natural a los que podemos efecturar excurusiones inolvidables. Por un lado el sendero homologado PR.CV 409 Catí – Ermita del Pilar (11,4 km, Grado de dificultad: muy facil) nos lleva por la Vall dels Cirers hasta la Ermita de Catí en un agradable paseo.
Santuario de l’Avellà El Santuario de l’Avellà, construido despues de la aparición de la Virgen en la primera mitad del s.XVI. El tempolo de una sola nave aparece decorado con buenos frescos del s. XVIII obra de Pasqual Mespletera. El santurario se sitúa a pocos kilómetros de la población en un hermoso paraje en el que mana la Fuente de l’Avellà, de8
Por su parte el PR-CV 410 Catí - Neveres – Tossal de la Nevera – Campanerets – Balneari de l’Avellà – Catí (18,06 km, Grado de dificultad: fácil / medio ) nos acerca a la montaña de Catí pasando por su cima más alta el Tossal de la Nevera y llegando hasta el balnerio de l’Avellà. Un recorrido con paisajes singulares y vistas panorámicas esplendidas.
Las construcciones de “pedra en sec” forman parte del paisaje humanizado y respetuoso con la naturaleza generación tras generación
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La pedra en sec patrimonio único en Catí Más de 1400 construciones de “barraques” o “casetes” están catalogadas en el término municipal de Catí. La “barraca” es un construcción de piedra en seco que servía de refugio a los pastores en caso de lluvia o tormenta. La construcción de estas edificaciones, junto con pozos, norias, ribazos, etc., constituye todo paisaje espectacular en el que la naturaleza y el hombre se dan la mano. Recorrer el territorio de Catí es ir descubriendo estas edificaciones que que entroncan con toda la tradición agropecuaria de Catí, puesto que las construcciones fueron útiles para ganar tierra cultivable, poder transformar el secano en regadío o facilitar la ganaderia que producía la lana que tanta pujanza económica dio a Catí durante la Edad Media y el Renacimiento. En definitiva el paisaje de la piedra en 10
seco es un paisaje único que en su día fue útil a través de generaciones ligadas a la agricultura y a la ganadería y que hoy debemos preservar como auténtico legado patrimonial y etnográfico.
La ancestral romería de Catí a Sant Pere de Castellfort recorre, durante dos días, lugares y paisajes espectaculares siguiendo la tradición desde 1321 Fiestas y celebraciones en Catí San Antonio (Enero) con la típica “arrossegada”, la hoguera, la publicata y el reparto de coquetas, San Vicente Ferer (lunes 2ª semana de Pascua), Fiesta de l’Avellá (lunes de Pascua y 8 de septiembre), Fiesta de San Martín de Tours, patrón de la localidad (11 de noviembre) y las Fiestas Mayores que empiezan el viernes
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anterior al 15 de agosto y duran 10 días, son momentos en los que disfrutar del ambiente festivo y de las tradiciones de la villa de Catí. Pero si una celebración tiene especial protagonismo en la villa esta es la Romería de Catí a Sant Pere de Castellfort que tiene lugar el primer fin de semana de mayo. El camino de la romería es largo y para efectuarlo lo romeros precisan dos jornadas de fatigoso viaje (entre ida y vuelta. La romería que se documenta en 1321, sigue antiguos caminos y rituales (cantos, comida, etc.) y es una de las más tradicionales y multitudinarias de cuantas se celebran en la comarcas de la provincia de Castellón. Durante la romería los peregrinos pueden degustar los típicos fesols i arròs y la llançadora amb matalafuga. La romería está abierta a todo el mundo y participar en ella es seguir todo un ritual que hunde sus raíces en la Edad Media. 11
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Provincia Agua de l’Avellà, quesos, ricas carnes, embutidos, repostería, turrones, forman parte de la excelente gastronomía de la localidad de l’Alt Maestrat Gastronomía Embutidos, jamones y sobre todo el afamado queso de Catí (galardonado con multitud de premios tanto a nivel nacional como internacional) forman parte de los platos típicos de la localidad. En cuanto a “platos fuertes” podemos degustar las carnes de cordero a la bras, el ternasco al horno, la perdiz escabechada, las vaquetas (caracoles de monte) con langostinos y els fesols i arròs que ya se ha mencionado como típico de la Romería de Sant Pere. Por lo que se refiere a la repostería la collà (cuajada), flan de almendra, coca de almendra, llançadores, primes, pastissets de carabassa, coca celestial, carquinyols, rotllets y los turrones son ente otros los que forman parte del amplio recetario catinense. Para poder degustar esta rica gastronomía Catí pone a disposición de sus visitantes restaurantes y hoteles en los que siempre será bien recibido y en los que podrá disfrutar de una agradable estancia para descubrir todos los encantos que esta villa “tresor del Maestrat” ofrece a sus visitantes. Información sobre Catí, alojamientos, restaurantes, etc. en: www.turismodecastellon.com/626900_es También en la web municipal: http://www.cati.es/ y en la web: http://www.catimenu.com/ Agradecemos a Joaquím Carbó Miralles, Cronista Oficial de Catí, la cesión de imágenes de su archivo
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©Diputación de Castellón