Tomo IV Etnográfico

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ATLAS

ETNOGRAFICO

DE LA CUENCA ALTA DEL RÍO LERMA

otomíes, mazahuas, nlatlazincas y nahuas en los 32 municipios

Tomo IV

Yoko Sugiura

Patricia Martel

Sandra Figueroa

GOBIERNO DEL ESTADO DE MEXICO COMISION COORDINADORA PARA LA

RECUPERACION ECOLOGICA DE LA

CUENCA DEL RIO LERMA

1997


ISBN 968-841-400-X

No. de Autorización del Comité Editorial del Gobierno del Estado de México.

212/ 1 /020/ 97


"Queremos que la diferencia entre los grupos étnicos y la gente de la ciudad, no sea mayor que la lengua; no sea mayor que una costumbre y una cultura que debe respetarse, pero no a condición de hacerla sinónimo de marginación o lejanía fisica, de retraso o de pobreza. Queremos que cada étnia siga siendo como es, que su rostro no cambie y que siga conservando 10 que le da una característica singular: su modo de arreglar los conflicto, su manera de ser tan digna y ancestral que seguirá, durante muchos años colaborando a la grandeza de la Patria toda." Lic. César Carnacho Quiroz. Gobernador del Estado de México

" Las comunidades indígenas son parte activa del desarrollo económico y social del Estado de México, son el prototipo del vigor y el trabajo de los Mexiquenses, debemos impulsarlas con profundo respeto a sus valores, tradiciones y formas de expresión, que sean ellas quienes definan sus procesos productivos, con el compromiso común del cuidado a la naturalez..a". Q.F.B. Martha Garciarivas Pabneros Secretaria de Ecología


AL PUEBLO OTOJlI

Olom[, de la historia tu raí::fue

la más honda.

De la aventura humana. wlllces

las primeras en el hori::onte.

En el altiplano, encontraste

morada permanente.

Dueño desde entonces, del paisaje;

señor del viento, de la lluvia y del

relámpago.

A la tierra diste tu calor, y ella

te entregó sus frutos.

Del lodo entre tus manos, brotaron

praderas y mazorcas.

Los bosques apretados y olorosos,

con sus árboles tus compañeros, fueron

tarnbién pajareras de cantos olvidados.

Otomf, fuerte y persistente como

los abrojos y las nopaleras;

dulce y blando a la vez como la

pulpa de la tuna.

Lasfuerzas opresoras no lograron tu

ánimo abatil; ni la violencia sanguinaria

doblegó tu espfritu o quebró

tu voluntad.

Diste de comer a tus verdugos,

calmaste la sed de tus

enemigos;


no ofendiste a tus

flageladores,

pudiste caminar sin

detenerte cargando

el fardo de sus culpas.

Ellos, se disiparon

como la niebla,

tu, volviste a brillar

como la aurora.

Tu gran lwzañafue vivir

y sobrevivir a todos los tiranos,

a quienes se creyeron inmortales,

dioses permanentes.

Nuevas estrellas viste nacer y brillar

en el cenit, y de su caida y ocaso

ftdste testigo.

Nacimientos de volcanes,

derrumbe de montaiías,

lluvia de fuego;

tinieblas prolongadas;

frío desconocido;

ulular de la tierra y del cielo

lo vivieron tus peregrinas generaciones.

Unfuego lluevo desgarró las tinieblas.

Inesperados torrentes de vida triunfaron

sobre la destrucción y la muerte.


Tu, fuiste

e! constructor de pirámides.

templos y palacios.

Fuiste quien levantó

acueductos y catedrales,

caminos y diques.

Tu sudor ha sido

la argamasa de los pueblos y cilldades.

Te nutriste con las raciones de

eternidad que da el sufrimiento; por eso

tufortaleza creció del tamaFio de tufe.

Los que se ostentaron grandes fueron

esclavos de la exterioridad y de las cosas vanas.

Tufuiste esclavo de las apariencias y libre,

definitivamente libre en la interioridad

de tu alma y de tu pensamiento.

Otomí, noble Otomí, fuiste entonces como el cristo moreno, flagelado y desnudo que encontró alivio

en su jumento humilde; grandioso liberador

de! tameme,

ahora recibe nuestro canto reverencial,

por todo lo que fuiste, por todo lo que hiciste, por todo lo que sufriste.


Ahora, una nueva esperanza

reclama otro fitego nuevo,

que lo enciendas con la lumbre de tu

pasión; para que tu libertad de dentro

y defuera crezca, irradie; para que

contribuyas afOljar la patria que en tus

sueños vislumbraste y por lo que tu

presenciafue permanente en las tropas,

desarrapadas, heroicas, hambrientas de

libertad. de pan y de justicia.

Despierta Otomí, ante el

nuevo amanecer:

Levántate por encima de todas la infamias,

de todas las miserias,

de todas las mentiras,

extiende tus brazos,

abre tu corazón,

emprende la marcha.

Dl: Jorge Jinlénez Cantú


Agradecimientos Muchas personas contribuyeron con sus conocimientos, habilidad técnica }' esjuerzo en la realización de esta obra, Deseamos dedicar este espacio para hacerles patente nuestro sincero reconocimiento: Al personal del Centro de Información del INEGI,

en Toluca, Estado de Aféxico,

Biblioteca de la ENAH

Biblioteca delINI Del Instituto de Infórmación e Investigación Geo­

Biblioteca del lIA gráfica, Estadística y Catastral, del Gobierno del

Museo Nacional Antropología e Biblioteca Estado de Aléxico:

Historia Al Lic, José Carmen Moreno Hernández (Director

A José Íñigo Aguilar ]I¡fedina, director del DEAS General delIGECEM.

deIINA. Allng Ramón Domínt,JUez Guerrero (Director de

A la Sra. Irmgard W Johnson del Archivo RJ Geografía y Estadística),

Weitlaner, a la Dra Ruth Lechuga, a la Dra. Sol AIIng Luis lvlanuel Delgado López (Subdirector Rubín de la Borbolla, del Centro de Documenta­ de EStadística).

ción e Investigación Rubín de la Borbolla, y a la Srita. Nicoletta Rossi, por lasfotografias que ilus­ Del CEDIPIEAL

tran el presente volumen. Al Lic. Antonio Palma ya la antropóloga Magda­

lena Saldaña GÓmez.

Recibimos ayuda constante y desinteresada de Del Instituto de Investigación y Fomento de las muchas personas de la cuenca del Lerma, espe­ ciabnente del municipio de Santa Cruz Atizapán, Artesanias, Gobierno Estado de !vléxico:

dignamente representadas por Don Aurelio Afonroy A la Mtra. Irma Rarnírez (Directora)

y por Don Sirenio l'vfartínez, a quienes además de Al Lic. Fernando Muñoz Samayoa (Subdirector de agradecerles su apoyo por la injórmación propor­ Investigación)

cionada, pedimos hacer e.x:lensivo este reconoci­ A la antropóloga Sara Molinari, del Departalflen­

miento a todos aquellos cuyos nombres sería fa de Etnología y Antroplogia Social mEAS) res­

imposible mencionar en tan espacio. ponsable del Fondo Weitlanel:

Finalmente, nuestro especial agradecimiento a las siguientes personas por su apoyo técnico y esfúer­ Al personal de las bibliotecas y archivos de:

zo en la realización de esta obra: Biblioteca del Mexiquense

A la pasante de arqueología Angélica Pacheco Biblioteca del Centro Cultural Afexiquense

Arce,' a la Lic. habel López Rosas; a la Líe, Rosana Biblioteca de la Facultad de Antropología de la de Almeida; al arqlgo. Edmundo de la Rosa al Universidad Autónoma del Estado de México

arqlgo. Gerardo Jiménez Delgado y a Eduardo Biblioteca del Centro de Investigaciones y Estu­

Hernández Ruiz., quien dio elformato final a este dios Superiores de Antropología Social (Tlalpan)

libro.


Yoko Sugiura Yamamoto

Nació en Tokio, Japón en 1942 Estudios: Universidad YOCHI, Japón. Escuela Nacional de Antropología e Historia del I.N.A.H. México, D.F Facultad de Filosofía, U.N.A.M Obras: Hepiclásico y Problema del Coyotlatelco, visto desde el Valle de To/uca. ll¡fás de 40 ensayos y articulos sobre arqueología.

Tecnología de lo Cotidiano

Semillas de Cambio.

Historia de la Cocina Prehispánica.


,

In dice Presentación

5

Prólogo

15

1 Grupos étnicos y características demográficas Aspectos generales

17

H Síntesis etnográfica actual Los otomíes Aspectos fisicos Lengua Indumentaria La íamilia El grupo doméstico Las relaciones familiares La llegada de los hijos El compadrazgo Las diferencias dentro de

las comunidades La vivienda Costumbres alimentarias Religión Los lugares sagrados Sincretismo religioso Los difuntos Los graniceros Las mayordomías Otras religiones Las fiestas y danzas Medicina tradieional Tradición oral Organización civil

19

31

33

33

34

36

42

43

45

45

46

46

48

51

54

55

58

58

60

62

63

63

69

71

74


Origen y desarrollo del

Consejo Supremo OtomÍ

Los mazahuas Aspectos físicos y genéticos Rasgos esenciales de la lengua La indumentaria El diseño textil La vivienda La organización

social y la familia Identidad y parentesco El matrimonio El nacimiento y el bautizo La muerte El compadrazgo Cambios en la vida familiar El papel de la mujer Los alimentos: creencias y prácticas Los alimentos y las relaciones sociales Preparación y obtención de

alimentos La comida ceremonial El sendecho (sjendechjo)

o bebida ritual La cosecha Religión y creencias Deidades, santos y espacios

sagrados Ritos agrícolas Los oratorios Los animales sagrados Enfermedades y creencias La organización religiosa Las grandes fiestas patronales Las danzas La tradición oral El Consejo Supremo Mazahua

Los matlatzincas Lengua Aspectos físicos y

biológicos de los matlatzincas Tipos sanguíneos Dermatoglifos Intolerancia a la lactosa

74

77

77

79

81

87

87

89

89

90

92

93

93

95

95

96

97

97

98

98

99

101

101

102

103

105

105

107

108

110

111

112

113

113

114

114

115

115


Rasgos antropométricos Indumentaria El ciclo de vida Las actividades cotidianas Embarazo y nacimiento Las etapas de la vida Organización social y familiar :'v1atrimonio El parentesco El compadrazgo La vivienda Costumbres alimentarias Religión La organización religiosa Otras religiones Fiestas y danzas Las relaciones con otros grupos Medicina tradicional Salud y enfermedad Los hongos El temazcal La organización civil El Consejo Supremo Matlatzinca

Losnahuas Rasgos sociales El concepto de autoridad La autoridad de los ancianos Matrimonio y costum bres Los cambios sociales Acerca de los alimentos La religión El culto a los muertos Creencias y supersticiones Los fríos Aspectos de la organización religiosa Las tierras de los santos Danzas, cantos y fiestas Recuerdos de la de Chignahuapan

115 116 116 116

117

118 119 120 121 122 122 123 123 124 125 125 127 128 128 129 130 130

130 133 133 133

134 135

136 138

139 139

140 141

141 143 144

145

I


lB Bosquejo de las artesanías

Actividades principales La artesanía textil Los productos de ixtle Otros usos de las fibras La cestería Trabajo de paja y pastos La raíz de zacatón La alfarería La lapidaria y la cantería Técnicas mixtas

IV La vida en las ciénegas del Alto Lerma El hombre y su entorno lacustre Recursos, técnicas e

instrumentos

147

149

157

164

166

171

172

172

173

177

177

179

181

186

Conclusiones

197

Obras citadas y obras consultadas

199


Prólogo

La realización de esta obra fue sin duda una ardua empresa, debido a las dificultades para recabar la información etnográfica aquí vertida, ya que la mayoría del material se encontraba disperso entre los acervos de las distintas bibliotecas institucionales de J\1éxico y de Toluca. Más dificil aún resultó la selección de datos etnográficos representativos de las cuatro etnias que actualmente sobreviven en la cuenca alta del río Lerma. Las fuentes de información: testimonios, archivos históricos, recopilaciones, trabajos de campo, ya sea como obras publicadas o como tesis profesionales, mostraban información repetitiva acerca de los grupos étnicos predominantes en esa parte de la cuenca mexiquense. En una gran parte, los trabajos consultados son valiosos en cuanto a su contenido, pero al margen del gran proyecto de estudio que ofrece la cuenca del Lerma; por el hecho de serlo, se suman a la información global de las comunidades con mayor población étnica, o bien por su temática muy específica, permanecen aislados del contexto étnográfico general. Encontramos que una gran parte de la información existente acerca de los otomíes y maza/mas se multiplica al cornpartirse y concentrarse en municipios como Temoaya y San Felipe de! Progreso; la de los matlatzincas, en cambio, se inclina más hacia una crónica de lo que fue la presencia histórica del grupo en la cuenca alta. Por su parte, la información en torno a los na/mas, casi nula y limitada al municipio de Xalatlaco, sólo reconstruye resabios del pasado, gracias a la memoria de sus ancianos. La carencia de datos actualizados, las infortunadas restricciones de acceso a fitentes de información prioritaria y la aportación de muchos trabajos, concentrados en su especificidad temática, dejan vados importantes en esta obra; son evidentes, sobre todo, en los capítulos dedicados a matlatzincas y nahuas, donde los datos no siguen la misma secuencia ni cubren todos los temas que sí están descritos para otomies y mazahuas. Cabe resaltar, incluso, la falta de cuadros fonéticos representativos para las lenguas otomi y matlatzinca, con e! fin de reproducir gráficamente las expresiones que aún sobreviven entre los grupos. Por todos estos escollos, no es ésta una obra terminada, pero si un primer eslabón hacia el estudio integral de estas culturas que irremisiblemente desaparecen asediados por la modernidad.



I Grupos etnicos y caracteristicas demograficas


Pagina anterior, Caracteristicas somaticas de mazahuas otomies, nahuas y matlazincas


1. Grupos etnicos y caracteristicas demograficas

Aspectos generales

E Municipios que integran la cuenca alta del rfoLerma

n su recorrido hacia el Pacifico, a traves de los valles de Toluca, e1 rio Lerma agrupa en la vasta area de su cuenca alta a 32 munici足 pios, habitados actualmente por cuatro grupos etnicos que comparten una misma historia. Otomies, mazahuas y matlatzincas, con lenguas de la misma filiacion, fueron habitantes tempranos de esta parte del Estado de Mexico, a la que despues se agregaran, con mayor presencia, los nahuas, de 1a expan足 sion del Imperio Azteca.

1. 2. 3.

Acambay Almoloya de Juarez Almoloya del Rio

4.

Atizapim

5.

Atlacomulco

6.

Cali maya

7.

Capulhuac

8.

Chapultepec

9.

Ixtlahuaca

10. Xalatlaco 11 . Jiquipilco 12. Jocotitlan 13. Joquicingo 14. Lerma 15 . Metepec 16 . Mexicalcingo 17. Morelos 18 . Ocoyoacac 19. EIOro 20. Otzolotepec 21 . Rayon 22 . San Antonio la Isla 23. San Felipe del Progreso 24. San Mateo Atenco

N

A

25 . Temascalcingo 26. Temoaya 27. Tenango del Valle 28. Texcalyacac 29 . Tiang uistenco 30. Toluca 31. Xonacatlan 32. Zinacantepec

19


cuenca alta del rio Lerma atlas etnografico

A raiz de 1a Conquista, y en los siguien­ tes siglos, esta poblaci6n nativa fue redistribuida arbitrariamente de acuerdo con las exigencias socioecon6micas del regimen colonial, que demandaba mane de obra in­ digena para el trabaj 0 en las minas, los ser­ vicios y las labores de producci6n; hecho que testimonian divers as fuentes hist6ricas, desde la Colonia hast a el periodo revolucionario. El sistema de castas termina a partir de que se promulga la Constituci6n de 1824, y se dec1ara que toda la poblaci6n posee las mismas obligaciones y derechos, sin impor­ tar origen ni color de piel. Poco a poco el concepto de "raza" deja de tener aplicaci6n, 10 que ya se hace evidente en los censos de 1895, 1900 Y 1920 (Olivera, Ortiz y Valverde 1982: 5). Es a partir de los censos de 1930, cuan­ do la poblaci6n indigena empieza a ser ubi­ cada de manera sistematica, cuantitativa y

espacial de acuerdo con su lengua. La esta­ distica demognifica acuna el termino "ha­ blante de lengua indigena", pero este adopta un valor descriptiv~, pues aunque puede ser un indicador cultural valida para identificar a los nuc1eos indfgenas mas importantes del pais, no permite establecer que dichos "hablantes" sean e1 total de personas que conforman los grupos etnicos, en este caso, del Estado de Mexico. Esto obedece a que el termino "hablante de lengua indigena" puede provocar diversos sesgos en el conteo y distribuci6n de los grupos; por ejemplo, en el XI Censo de 1990, se registr6 en el Estado de Mexico una poblaci6n de 312,595 personas, de cinco ai?-0s 0 mas, hablantes de una lengua indfgena. De elIas, 242, 932 eran Estado de Mexico: originarios del mazahuas, otomies, nahuas, matlatzincas y tlahuicas. Los restantes 69,663 pertenecian a lenguas como maya, purepecha, mixe,

Cuadro 1. Municipios y numero de habitantes con el mazahua como /engua predominante. Censo de 1970 Hablantes de mazahua

CEDIPIEM 1995

Poblacion total

Hablantes de mazahua

Poblacion total

470

49,191

601

41,690

Atlacomulco

1,340

31,764

11,416

50,320

Ixtlahuaca

3,557

51,053

19,845

85,294

Jocotitlim

2,521

24,275

1,893

31,609

ElOra

5,499

16,845

4,994

21,196

36,571

87,173

44,434

132,072

Municipio

Almoloya de Juarez

San Felipe del Progreso Temazcalcingo Total

-

7,695

33,386

14,399

32,623

68,653

293,687

97,582

394,804

Fuente:. Elaboraci6n propia con base en Olivera, Ortiz y Valverde (1982) y CEDIPIEM 1995.

20


I. Grupos etnicos y caracteristicas demograficas

Poblaci6n mazahua por municipio.

Poblaci6n mazahua bilingue por municipio.

N

N

A

A

Porcentaje de poblaci6n

Porcentaje de poblaci6n

lIIIllIIll l0-20

lIIIllIIlllO-20

~40-50

~40-50

Poblacl6n total de mazahuas: 98,898

Poblaci6n total de mazahuas: 98,898

totonaco, entre otros, a veces con un hablan­ te en to do el municipio; sin embargo, las ci­ [ras no coinciden con las recabadas por otras instituciones, imprecision que obedece a la heterogeneidad de criterios para levantar la informacion. En muchas comunidades los niiios y j 0­ venes ya no hablan la lengua de sus padres, a pesar de conservar muchos de sus patro­ nes culturales; de este modo, quedan fuera de los registros censales. Para poder incluir a la poblaci6n bilingiie y monolingtie en ci­ fras mas cercanas a la realidad, tendria que incluirse a aquellos hablantes de espanol, hi­ jos de padres hablantes de lengua indigena (Olivera, Ortiz y Valverde 1982: ·6). Esto

Poblaci6n mazahua monoblllngue por municipio.

N

A Porcentaje de poblaci6n

lIIIllIIlllO-20 11120-30

~40-50 Poblaci6n tota l de mazahuas: 98.898

21


cuenca alta del rio Lerma atlas etnogrcifico

Poblacion otomi por municipio.

permitiria formarse una idea mas precisa del numero de habitantes por municipio, as! como del grado de desintegracion etnica, tal y como se evidencia en el cambio lingllistico. Otros sesgos se presentan tambien por el dificil acceso a las comunidades, pero so­ bre todo, por la negacion de hablar la len­ gua indfgena, que entre otros factores propicia la ausencia de cierta cantidad de po­ blacion indigena en los censos. De

acuerdo

con

todas

estas

imprecisiones, en el ultimo levantamiento realizado por el CEDIPIEM (Consejo Esta­ tal para el Desarrollo Integral de los Pue­ blos Indigenas del Estado de Mexico 1995), la distribucion de los cuatro grupos hablantes indigenas en ]a region de la cuen­ ca alta del rio Lerma muestra su heteroge­ neidad, pues hay municipios con una alta

N

A Porcentaje de poblacl6n

lIIII1ll1l 0-5 ~5- 10 _10-15

~ 25-30

concentracion, incluso cercana a la totali­ dad, como es el caso de San Felipe del Pro­ greso, Temoaya y Temazcalcingo. Hay casos

Los mazahuas ocupan predominante­

de comunidades como Cachi en Ixtlahuaca

mente siete municipios (cuadro 1). De

o San Jeronimo de los Dolores, en San Feli­

acuerdo con los censos de 1970 y los

pe del Progreso, donde la poblacion es to­ talmente indfgena; mientras que en otros municipios, las cifras de poblaci6n indigena pueden ser muy bajas, como es el caso de

indicadores socieconomicos levantados por el CEDIPIEM en 1995, en veinticinco afios la poblaci6n mazahua crecio poco mas de 400/0, manteniendo su importante presencia

los hablantes de matlatzinca.

en la poblacion municipal total. Los mayo­ res indices de crecimiento s,e registran en

Conforme al censo de 1990, los pue­ blos indigenas originarios de la entidad, en

Ixtlahuaca, Temazcalcingo y San Felipe del Progreso, como puede apreciarse en el cua­

orden descendente, de acuerdo con el tama-. fio de su poblacion son: el mazahua, que re­

dro 1.

presenta 47% de la po blacion indigena

En el caso de los hablantes de otomi,

originaria; el otomi, 41.1 %; el nahua, 11.1 %;

aunque existe un nominal crecimiento poblacional entre 1970 y 1995, en terminos

el matlatzinca, 0.5% y el tlahuica, 0.30/0.

22

I


1. Grupos etnicos y caracteristicas demograficas

Poblaci6n otom! bilingue por municipio.

Cuadro 2. Municipios y numero de habitanles can el oloml como lengua predominante. Censo de 1970 Municipio

Hablantes de otom!

Acambay Capulhuac ,---"

...

Jiquipilco Lerma Metepec

N

A

Porcentaje de poblaci6n

Poblaci6n total

Hablantes de otomi

28,642

8,140

32,977

8,4 28

n.d.

12,350

84

16,567

7,000

39,926

n.d.

29,467

4,831

36,071

87

- -

1

3,387

59,648

31,724 , _r __

752

129,262

Morelos

6,200

15,702

5,956

20,672

Ocoyoacac

1,031

19,364

656

33,074

Otzolotepec

4,729

22,203

5,585

37,655

1,371

33,386

503

14,684

30,192

19,875

854

24,600

772

35,081 460,881

Temascalcing Temoaya Tianguistenco

3,845 44,8261

239,261

22,400

Xonacatlan

1,038

15,237

1,348

25,451

Zinacantepec

1,341

44,182

1,124

70,686

58,472

586,716

77,870

1,006,216

14,160

Toluca

Total

rnIIIIIIl 0-5

Poblaci6n total

CEDIPIEM 1995

~5- 10

Fuente: Elaboraci6n propia con base en Olivera, Ortiz y Valverde (1982) y CEDIPIEM 1995.

Poblaci6n otom! monolingue por municipio.

'0-15

~ 20-25 ~'illn 25-30

reales es claro el decrecimiento en los 14 municipios que los censos registran, pues mientras la poblacion total tuvo un creci­ miento de casi 100%, los hablantes de otomi aumentaron 13%; esto significa que, mien­ tras que en 1. 970 aproximadamente 10% de la poblacion hablaba el otom!, para 1995 este porcentaje disminuyo a cerca de 5%, como se puede observar en el cuadro 2. La informacion que se tiene sobre los nahuas, muestra pnicticamente un estanca­ miento en el crecimiento de la poblacion to­ tal, y una tendencia decreciente en cuanto aI numero de hablantes del nahuat1 (cuadro 3).

N

A Porcentaje de poblaci6n

rnIIIIIIl 0-20 ~ 20-40 _40-60

~ 6O-80

~j'lln 80- 100

23


cuenca alta del rio Lerma atlas etnografico

Poblaci6n nahua por municipio.

Cuadro 3. Municipios y numero de habitantes con el nahuatl como lengua predominante.

Censo de 1970 Municipio

Hablantes de nahuatl

Poblaci6n total

- =------.....,

CEDIPIEM 1995 Hablantes de nahuatl

Poblaci6n total

Joquicingo

50

5,809

42

5,698

Tenango del Valle

13

29 ,091

172

29,135

Xalatlaco

688

7,861

212

9, 028

Total

751

42 ,761

426

43,861 )

Fuente: Elaboraci6n propia con base en Olivera, Ortiz y Valverde

(1982) y CEDIPIEM 1995.

1

N

A

Poblaci6n nahua bilingue por municipio. Porcentaje de poblaci6n

.0-5

I _

15-10 15-20

~20-25

~Jlljj 25-30

N

A Porcent aje d e poblaci6n •

0-5

~5- 1O _

15-20

~ 20-25 ~litlln 25-30 _

24

Los matlatzincas no aparecen numeri­ camente representados en los censos de 1970 ni en los Indicadores Socioeconomicos del CEDIPIEM 1995. Esta misma institu­ cion registra en otros documentos un total de 64 matlatzincas en los 32 municipios del Alto Lerma, con 21 y 64 en Toluca y Zinacantepec, respectivamente . Es frecuente que las comunidades in­ digenas conformen las poblaciones prome­ dio de los municipios de acentuada marginacion; ademas, dichas comunidades por 10 general son las de mayor marginacion dentro del municipio.


l. Grupos etnicos y caracteristicas demograficas

PobJacion nahua monobilingfie por municipio.

Poblacion matlazinca por municipio.

Porcentaje de poblacion

ffiIIII]] 0-10 § 10-20

N

_20-30

A

N

A

~ 30-40 ~'IIII~ 50-60

Poblaci6n matlazinca bilingue por municipio. Porcentaje de poblacion

ffiIIII]] 0-0.4 § 0 . 4-0.8 l1li0.8-0.12

~0.12-o.16 ~IIJITI 0.16-0.24

De acuerdo con los Indicadores Socioeconomicos e indice de Marginaci6n Municipal elaborada por el CONAPO, la mayoria de los municipios del Alto Lerma tienen un alto grado de marginaci6n y po­ breza. AS1, las estadisticas del Programa de Desarrollo Integral de los Pueblos Indige­ nas del Estado de Mexico 1995-1999, arro­ jan los siguientes datos: la poblaci6n mazahua tiene 240/0 de analfabetismo, con 55% de individuos sin la primaria; 660/0 de las casas no tienen drenaje, 19% no tiene electricidad, 35% carece de agua potable y

N

A

Porcentaje de poblacion

rnIIIIIIl 0-10

§

10-20

.20-30

~30-40 ~Ijlln 50-60

25


cuenca alta del rio Lerma atlas etnografico

Cuadro 4. indice de marginaci6n de los municipios con poblacion de habla predominantemente mazahua. Municipio

1

2

3

5

4

21.48

55.13

Atlacomulco

19.55

44 .51

50.01

9.14

15.33

24.75

Ixtlahuaca

25.71

53.07

68.66

18.51

30.18

42.11

Jocotitlan

16.22

44.99

57.49

10.71

23.11

,

..

71 .31

23.85

6

Almoloya de Juarez

43.78

43.24

._-足

20.07

EIOro

21.75

52.08

62 .86

18.53

34.62

37 _67

San Felipe del Progreso

35.12

73.33

82.2

37.47

69.71

42.54

Temascalcingo

26.59

60.39

70.49

12.14

28.44

36.06

383.5

463.02

130.4

245.17

246.54

,.

1

I

166.42

Total

Nota: los numeros corresponden a los siguientes indicadores: 1 Analfabetismo ; 2 sin primaria; 3 sin drenaje; 4 sin electricidad; 5 sin agua; 6 piso de tierra. Fuente: CEDIPIEM 1995.

35% de ellas tienen piso de tierra. Los otomies presentan 17.5% de analfabetismo y 43%) no tiene la primaria; 390/0 de sus ca足 sas no tienen drenaje, 9.5% no tiene electri-

cidad, 19% carece de agua potable y 28% de las casas tienen piso de tierra. Con respecto ala poblaci6n nahua, 14.870/0 son analfabetas y 41.5% no tienen la primaria; 24.60/0 de las ca-

Cuadro 5. fndice de marginaci6n de los municipios con poblacion de habla predominantemente otomi. .----

2

3

4

5

26.47

60 .99

77.14

21.91

51.3

42.48

8.39

26.77

10.69

2.17

5.36

14.35

Jiquipilco

26 .55

57.89

64.69

16.18

26.73

32 .99

Lerma

12.87

32.95

22 .36

3.56

10.38

16.2

Metepec

4.25

15.09

4.9

1.43

6.69

6.5

Morelos

32.77 1

63 .51

72.75

29.8

31.82

46.34

Ocoyoacac

10.75

31.85

14.21

4.49

6.58

13.68

Municipio Acambay Capulhuac

C--.足__

1

1

1

6 .-

,,-

Otzolotepec

21.01

48.15

49.34

9.28

17.13

40.6

Temascalcingo

26.59

60.39

70.49

12.14

28.44

36.06

Temoaya

23.74

64.47

64.31

11.09

21.95

50.45

Tinagu istenco

10.49

33 .39

20.44

3.99

9.94

24.99

9.19

26.15

18.05

4.87

13.54

13.14

_.

Toluca

-

-

-足

Xonacatl~m

15.05

38.96

27.98

4.41

9.34

27 .21

Zinacantepec

15.95

39.04

30.97

8.99

24.28

27.17

244.07

599.6

548.32

134. 31

Total

I

1

203.48

_.--

L

392.16

Nota: los numeros corresponden a los siguientes indicadores: 1 Analfabetismo; 2 sin primaria; 3 sin drenaje; 4 sin electricidad; 5 sin agua; 6 piso de tierra . Fuente: CEOIPIEM 1995.

26


1. Grupos etnicos y caracteristicas demogrcificas

sas no tienen drenaje, 5.5% carece de electrici­ dad, 10% no tiene agua, y 30.3% de las viviendas tienen pisos de tierra (cuadros 4, 5 Y 6).

servicios educativos, electrificaci6n, agua potable, drenaje y vivienda adecuada, con­ siderados satisfactores basicos.

Los problemas de las comunidades in­ digenas marginadas se manifiestan tambien entre otros aspectos, en la carencia 0 insufi­ ciencia de la alimentaci6n, centr~s de salud,

La insuficiencia alimentaria en las regio­ nes indigenas de la entidad limita el desarrollo de los ninos desde la misma concepcion, al encontrarse las madres en niveles criticos de

Cuadra 6. fndice de marginacion de los municipios con poblacion de hab/a predominantemente nahua. Municipio Joquicingo

1

2

3

15.82

47.68

24.83

4

6

5

6.14

7.97

36.62

T enango del Valle

15.94

34.49

18

6.64

13.18

32 .54

Xalatlaco

12.85

42.35

31 .11

3.69

8.88

30.76

Total

44 .61

124.52

73 .94

16.47

30.03

99 .92

Nota : los numeros corresponden a los siguientes indicadores : 1 Analfabetismo; 2 sin primaria; 3 sin drenaje; 4 sin electricidad; 5 sin agua; 6 piso de tierra . Fuente: CEDIPIEM 1995.

Hombre otomi trabajando textil en San Pablo Autopan.

Mujeres otomiesen Temoaya.

27


cuenca alta del rio Lerma atlas

Cuadro 7. Distribuci6n de los ninos de de estado de nutrici6n y de atenci6n. de corte: -2.00 D.E. de la talla para la

1"'IY'lirTI!:lrJ!:I,"\nr

---I1

Prioridad Deficit de talla de Numero Prevale~ atencion 565 3 T 8 l - - - - 2......

f---_ _ _ _ _ _ E_s_tB_d_O_d_e..,-n._u_t_fi_c_io_n_ _ _ _ _

MunicipIo

Ninos

ralla normal Numero

run... t:IUCljt:

r-A_!.jC:l1_r'!l_lb_C:l'~:Y_ _ _ _ _~ 68.2 I-A_llrn_IO_t!l-!-oya_d_e_J_ua_'r_ez_ _+~ _ _3....:...,3_7_r6~__2-':"_-I-_ _ _72.8

l

917 27.2 ~ 45 19.1 Ahlloloya del Rio 235 190 A.ti7!'l'lan 211 182 86.3 29 ~~.! Atlacomulco 2,190 1,640 74.9 550 Calimaya 865 701 81 1 19 Capulhuac 739 626 84.7 113 15.3 r--~-----------~------r-----~-------~-----r-----Ch;::In1 IItl='nAt: 136 120 88.2 16 1

2 3 3~ 2 3 3 -------~ 3

l____ 25.1l

Ixtlahuaca 3,681 Xalatlaco 529 f-':~lliif1i:!.!::III~inii11t:~{)_ _ _ _----J~_1)847 Jocotitlim Joquicingo 324 I 2,403 Lerma •• I 3,223

L 1!i88T

2,635 402 1,334 1,121 241 1,906 2,807

71.6 76 72.2 75.3 74.4 79.3 87.1

I

1,046 127 513 I 367 83 497 416

28.4 24 27.8 24.7 I 25.6 20.7 12.9

2 2 2 2 2 2 3

~·~·~~'~'1~1!::!u~_ _-.L-_~2~35U---2~0~00--_~8~5, 1 Morelos _ _8_0_1-1----_5_O_5-1-_____ n 1,022 904 88.5 ElOra 1,103 775 70.3

35 296 118 328

14,9 37 11.5 29.7

3 1 3 2

~r~~~~_ _--L_21~,3~9~2L--~92~1~---.:66.2 Rayon 216 184

471 32 52 I

33.8 14.8 21 8

1 3 2

sI

I<S;-:a~n::A~n:;;to;::n::io;:;-;:la:ll:i :::;"::-C:l-1---;;2~39;T--1!18~7rt---:78.2

~~~~~~-J__~R~7~r?~I?J_--~3~,655

IsanMateO Atenco Tell

I!::lU

1,463 2,171

1,543

5_4_.4~----3~,0_6-7+_--__~~-----1~

___

84 71,1

234 628

--w-r 28.9

3 2

r-T_lie_IIII__ Ual~yla___________+----2~1~,' _ ____1~,4_9_54-______6_0_,8~_____9_6_5~______39,2l________1...... -enango del Valle ~ 1,473 75.5 477 2 _h,~~_~ 120 105 87.5 15 12.5 3

24.5l

~1:::;lt::II!.jU

~atlan

1,6721___~11_33_0-l______ 79_.5-+____~3_4_24-_____2_0_.5~______32~ 13,604 84.6 2,474 15,4 24 3,282

835 2,397

81.5 73

189 885

Fuente: Censo Nacional de Talla 1993. Estado de Mexico: 21,

18.5 27

3 2


1. Grupos etnicos y caracteristicas demograficas

Cuadro 8. Tasa bruta de nataJidad, morlaJidad y morlalidad infantil por municipio(enero-diciembre 1991}.

-- -

r---

-- Tasa bruta de natalidad %

Municipio Acambay

--- ..

_- _._-- ---- -_

c_... 31.1

6.5

Almoloya de Juarez

30.8

5

Almoloya del Rio

28.4

5.3

Atiz~pa~... ,_. __ ,.. _. __ Atlacomulco

,--_._, -

~.-.-

36.9 ,_.. _-------

. - -~-

Tasa de I mortalidad infantil :

Tasa bruta de Mortalidad %

i

% 49.9 - - ----40.9 25.3

5.6 ---_._----_." - 足 .-.--- 29.6

. -..

72.9

33.9

8.3

37.2

4.6

Capulhuac

32.2

5.8

24.2

Chapultepec

38.2

3.7

18.3

Calimaya

r--' -- -'- -'-. _

-'---

-

--

I

24.3

Ixtlahuaca

34.6

4.6

30.5

Xalatlaco

33.0

5.5

48 .2

Jiquipilco

28.8

4.6

32.6

Jocotitlan

31.2

5.1

26.4

~quicingo

44.4

I

I

6.0

37.2

Lerma

29.9

!

5.0

~pec

20.4

I

2.6

Mexicalcingo

38.3

!

3.3

14.0

Marelos

38.3

I

7.8

43 .5

3.5

28.2

Ocoyoacac

27.5

EIOro.

31.9

I

6.1

Otzolotepec

36.2

I

4.0

Rayon

27.6

3.7

-

-- --

18.4

-

..

19.0

35.0 I I

16.6 35.0

San Antonio la Isla

27.0

3.6

14.8

S Felipe del Progreso

37.3

8,1

67.8

San Mateo Atenco

30.7

3_0

20.8

Temascalcingo

37.2

5.5

34.0

Temoaya

40.1

6.1

41.9

Tenango del Valle

34.1

5.9

28.7

I

..-

Texcalyacac

30.1

3.6

0.0

Tianguistenco

33.3

6.1

50.3

Toluca

31.7

8.7

69.5

Xonacatlan

27.9

3.4

19.3

Zinacantepec

33.6

3.5

24.3

---

Fuente: fNEGf, Toluca: 177-179.

desnutrici6n. Esto acentua las tasas elevadas de morbilidad y mortalidad, 10 cual se refleja en el aprovechamiento escolar y en el desem足 peno laboral de los individuos.

EI Primer Censo Nacional de Talla, realizado en 1994, mostr6 que el Estado de Mexico esta en promedio (16.1 %) por debajo del nacional (18.4%) de nifios con

29


cuenca alta del rio Lerma atlas etnografico

deficit de talla, mientras que entre los ni­ nos indigenas, este promedio alcanz6 46.5%. El estudio de relevancia de la nutrici6n en la salud humana, lleva al analisis de la mortalidad preescolar, considerada como un indicador indirecto del estado de salud en la poblacion, pues al analizar las causas de muerte, se encuentra en ocasiones una es­ trecha relacion de esta con las deficiencias nutricionales. En 1995, 4.6% de las defunciones co­ rrespondi6 a menores de cinco afios; la tasa de mortalidad preescolar fue de 230.74 por 100,000, Y las diez principales causas de defuncion fueron: enfermedades infecciosas intestinales, neumonia e influenza, acciden­ tes, sarampion, deficiencias de la nutrici6n,

homicidio y inflingidas lesiones intencionalmente por otra persona, anomalias congenitas, tum ores malignos, infeciones res­ piratorias agudas y septicemia; sin embargo, la naturaleza de la informacion disponible no permite hacer una evaluaci6n nutricional mas precisa (cuadros 7 y 8). Finalmente, los niveles de marginacion tambien se yen reflejados en la baja produc­ tividad del cultivo tradicional del maiz, los reducidos ingresos familiares, la migraci6n ­ principalmente hacia las areas metropolita­ nas de la ciudad de Toluca y Mexico- y los bajos precios obtenidos de los productos agropecuarios y artesanales, as! como en las dificultades para su comercializacion redituable y para la obtencion de financiamientos para actividades mas pro­ ductivas.

Hombres matlazincas conatuendo tradicionai

hace 50 anos. Archivo R, J. Weitianer,

30


Sintesis etnografica actual


Pflgina anterior.


II. Sintesis etnogrrifica actual

Los otomies Aspectos fisicos

P

or la forma del craneo los otomies son mesoncefalos, termino que expresa la cifra media que resulta al dividir el ancho por la longitud maxima de la cabeza. Este es un rasgo distintivo del grupo en comparaci6n con el resto de los otomianos de la cuenca alta del rio Lerma y de otros grupos indigenas del pais (Soustelle 1993: ).

Autoridades del municipio de Temoaya descendientes deJa etnia otomf.

33


cuenca alta del ,io Lerma atlas ptrU)Vr,-jrtlrn

eara

es

yeorta.

oseuro.

cercanos

I


II. Sintesis etnografica actual

una de esta lenguas, ya que su predominio y distribuci6n pudo variar en diversas epocas. As! de cada una de las lenguas, la situaci6n se complica, por cuanto en diversas epocas la dis­ tribuci6n y predominancia de cada una pudo variar. En el siglo XV1, por ejemplo, el otomi se extendia mas al sur de la zona que ocupaba en el siglo XIX, y aunque coexistia con el matlatzinca, el mazahua, y el nahua en la zona del Alto Lerma, tenia su centro en Xilotepec, pero se extendia hasta Coatepec y Joquicingo, al sur del valle de Toluca (Quezada 1996: 35). En la regi6n del AIto Lerma se hablan dos grupos de dialectos del otomi, que resultan ser los mas surefios de toda el area otomiana. Eilla­ made "dialecto sur ?, esti constituido por dos subdialectos: el de Tilapa, hablado generalmente por personas mayores de 25 afios; y el de Acazulco, con hablantes de mas de 20 afios. Las divergencias entre este dialecto suriano y eI resto de los dialectos del otom!, no solamente son fonol6gicas, sino tambien sintacticas. Algunos de los rasgos sugieren que en epocas pasadas hubo un contacto mayor entre este dialecto suriano y las lenguas matIatzincas, pues actualmente es nuIo. El otomi del sur y el grupo de idiomas matIatzincas comparten algunas reglas fonol6gicas; ademas el cuadro fonemieo del ocuilteeo es valido para el otomi del sur, aunque hay ciertos fen6menos fonologicos que quLza se deban a la influeneia del mexicano 0 miliuatl. Entre Tilapa y Aeazulco se encuentra Atlapulco, cuyo otomi es casi incom­ prensible para ambos. Esta variante de Atlapulco se asemeja mas a la de Huixquilucan, por 10 que ambas se clasifican como parte deillamado otomi de la Sierra del Estado de Mexico, donde tam­ bien se dan constantes y diferencias en relaci6n

Mujeres otomles.

a los otros dialectos del valle de Toluca, y en relacion al otomi del sur (Schumann 1975: 530­ 531).

Otra de las subzonas de habla otomiana en la cuenca del Lerma, esta formada por las comunidades del municipio de Toluca, que en 1980 contaban con unos 850 hablantes, distri­ buidos entre San Pablo Autopan, San Cristobal Huichochitlan y San Andres Cuexcontitla. Este otomi de Toluca tiene ciertas caracteristicas par­ ticulares: tres tonos (alto, bajo y ascendente), nueve vocales anteriores (tres anteriores, tres centrales y tres posteriores) y tres vocales nasales. Cuenta con 21 consonantes y el saltillo o cierre glotalico esta en proceso de desapa­ recer. Otra particularidad es que la "rr" y la "f', son prestamos que provienen de su rela­ cion con el espano} (Lastra 1992).

35


cuenca alta del rio Lerma atlas etnografico

Preparacion de tintes naturales para los textiles, en Xiquipilco eJ Viejo, Temoays.

In dum entaria Se dice que antes de la Revoluci6n, el ayate era una prenda distintiva de los otomies, asi como una especie de abrigo, que hecho de cier­ ta graminea de tallo largo y resistente, servia de manga. Los hombres otomies de entonces usaban ademas mantas, maxtles, camisa, cal­ zon, sombrero, huaraches y cefiidores, que por ejemplo en Temoaya, podian ser de hasta 20 cm de ancho; eran siempre blancos, de hi­ laza y con trece lineas de colores 0 vetas de hilo mercerizado. Las vetas eran de cuatro hi­ los cada una, y entre cada linea hahia 24 pares de hilaza blanca. Los cefiidores mas elegantes podian llevar puntas tejidas.

36

Las mujeres de la cuenca alta usaban ca­ misas, con labores alrededor del cuello y en las mangas, tanto en hilo como en chaquira, ademas de una "manta" hecha de lana y quechquemitl 0 coton. Ellas tambien usahan cefiidor 0 faja, a menudo bien labrada. El pei­ nado de casadas y solteras era similar, con tren­ zas a cada lado 0 amarradas una con la otra, 0 atadas alrededor de la cabeza. Desde antes de esa epoca, sin embargo, la homogeneidad del vestuario indigena no era mas que aparente, y una revision mas detalla­ da, como la efectuada por Ruiz y Sandoval a mediados de los afios 70, trae ala luz una infi­ nidad de detalles que diferencian a un mismo


II. Sintesis etnografica actual

grupo indigena no solo a nivel de comunida­ des, sino incluso al interior de estas. Hasta los afios 30, en Temoaya, las an­ cianas y madres mayores de 30 afios usaban chincuete, al igual que las muchachas de me­ nores recursos. Las mujeres casadas de ma­ yores recursos y la mayoria de las jovenes, usaban blusas de satin con tiras de encaje blan­ co y cintas que se amarraban ala cintura bajo los dos brazos. Los hombres usaban caJzon de manta 0 pantalones. Se cubrian con un sarape de lana blanca con una franj.a de color azul, tejido en telares de madera. Para las labores del campo, preferian la comodidad de las cham arras sinteticas. A mediados de los aiios 70, hacia el nor­ te de la region, en Acambay y Temazcalcingo, el atuendo diario de las muj-eres consistia en blusa, faIda, enagua, delantal, faja y rehozo. La blusa podia ser de telas brillantes, en verde, morado, guinda, azul marino y amarillo; algu­ nas veces con alforzas y holanes de la misma tela. Bajo la falda de satin, charmes 0 broca­ do, en los mismos colores que la blusa, lleva­ ban una enagua de manta 0 cuadriIle, a veces bordada en los vuelos. El complemento era un delantal de percal 0 manta. La faja era prefe­ rentemente de color rojo, azul y blanco, con motivos de grecas, figuras geometricas, soles o estrellas. Las mujeres, casi siempre descal­ zas, habian abandonado ya el uso del quechquemitl, pero seguian empleando el re­ bozo llamado de "bolita". Las dos trenzas se sujetab~ con cordones de lana generalmente oscuros, como negro y cafe. Usaban sombre­

ro tipo "charro", con un barbiquejo de listones en colores brillantes, y el atuendo se comple­ mentaba con aretes de fantasia, sin un modele especifico.

J6venes otomiesen procesion de Semana Santa,

Acazulco, Ocoyoacac,

En la misma epoca, las ancianas de Acambay atm usaban chincuetes negros, azul oscuro 0 guindas, de lana. Unas veces los co­ locaban haciendo grandes tablones alrededor

37


cuenca alta del rio Lerma atlas etnografico

Senora otom! Ifevando manojosde palma para tejer sombreros. San Andres Cuexcontitlan.

de la cintura, y otras con los tablones solamen­ te al frente, quedando lisa la parte posterior. Entre las ancianas de la comunidad de La Lorna de Endoxi, barrio de Boxido, municipio de Jiquipi1co, en los afios 70 se conservaba la camisa de manta adomada con alforzas, de cuello corto y atado al frente con dos cintas. Los chincuetes de lana negra con listas blancas muy marcadas se hacian en telar de cintura. Las fajas, tambien de lana, se tejfan en rojo, azul y blanco, de entre cinco y diez centime­ tros de ancho y de dos a tres metros de largo. Las figuras representadas -como las de otros pueblos otomies- eran grecas 0 animales, 0 una combinaci6n de ambos. La mayor parte del tiempo, las mujeres iban descalzas y se cubrian con un sombrero de palma. En el municipio de Lerma, en los pobla­ dos de Amomolulco, San Miguel Ameyalco entre otros, la camisa de las mujeres era, para principios de los 70, de manta, con manga lar­ ga 0 tres cuartos y pufio angosto. Se bordaba aJrededor del cuello y, algunas veces, tambien

38

en las mangas. El chincuete era generalmente negro liso 0 con rayas azules muy delgadas, aunque los habia en morado, cafe 0 negro, con rayas blancas delgadas. Se elaboraban con lana en el telar de cintura, 0 con casimir comprado. Las fajas eran de lana 0 algod6n, tejidas en telar de cintura 0 en fibricas. Los colores pre­ dilectos eran rojo, azul, guinda y verde, ya fue­ ra de un solo tono, 0 combinando varios colores. A diferencia de Temoaya, en San Mi­ guel se seguia usando un quechquemitl de lana en colores azul, guinda y morado, con rayas 0 cuadros blancos, cuyos lienzos se unian con encaje de gancho. Otros, se remataban con un dobladillo muy pequeno. Generalmente, a los quechquemitl de color azul, se les bordaba al­


Jl. Sintesis etnograjica actual

rededor, y en pun to de cruz, flores blancas. No podia faltar a este atuendo el imprescindible rebozo. Para los primeros anos de la decada de los 70, las ancianas de las comunidades de San Gregorio Mecapexco, San Marcos Tlazalpa y otras del municipio de San Bartolo Morelos usaban todavia camisa de manta, con cuello corto, reforzado con doble tela y cerrado al frente con dos 0 tres botones y manga corta. Usaban un chincuete de color negro -de unos tres metros-, similar al de las mujeres de otros pueblos otomianos. Los chincuetes se sujeta­ ban con fajas decoradas con dibujos geometricos, tejidas en colores azul, rojo, ver­ de y blanco, variando su anchura entre los lOy los 15 cm. El quechquemitl 0 mohui que lleva­ ban las ancianas era generalmente de color azul, con franjas blancas, rematado en las orillas y el escote con un pequeno bordado azul y blanco. A diferencia de Temoaya y otras local ida­ des, el quechquemitl 0 mohui era de uso dia­ rio para toda la poblaci6n femenina, y las no ancianas porta ban uno elaborado en lanas tenidas en colores morado, rojo, naranja, rosa 0 azul, siendo el mas comun el rosa. Todos los quechquemitl iban tipicamente lis­ tados en blanco y llevaban un fleco de es­ tambre que alternaba diversas tonalidades de rojo, azul, verde y amarillo en cada prenda. EI uso del rebozo no era muy marcado. Las mujeres mas j6venes usaban blusas de con­ fecci6n industrial, aunque la enagua era por 10 general de manta con bordado en el vuelo bajo las faldas; y siempre llevaban una faja a la cintura.

Para 1970, en Temoaya, las mujeres tam­ bien podian usar blusas camiseras, pero el uso del quechquemitl ya habia desaparecido para entonces; sin embargo, segufan usando el tra­ dicional rebozo "de bolita". Algunas usaban una , camisa de manta que cubria todo el cuerpo, con dos aberturas a los lados para sacar los brazos. EI escote era redondo y el cuello cor­ to, abrochado al frente con un boton. La cam i­ sa llevaba como adorno alforzas en el pecho y las mangas. Los chincuetes eran de lana de co­ lor cafe caoba, negro, azul oscuro 0 morado, decorados con lfneas blancas horizontales muy delgadas. Se formaban con el grandes tablones al frente y se dejaba la parte posterior lisa. La faja -de I~a 0 de lana y algodon- de aproxiroa­ damente siete u ocho centimetros de ancho por tres 0 cuatro metros de largo estaba decorada con grecas y algunos disenos geometricos, prefe­ rentemente en verde oscuro, negro y blanco.

Lasotomfes actuates con fatdas tradlclonates 0 chlncuetes.

Las mujeres de Temoaya llevaban el huishu 0 hjiushu, seglin algunos, una variante del quechquemitl. Dos de sus cuatro lienzos se colocaban sobre los hombros; de los otros dos, perpendiculares a los primeros, uno quedaba al frente, cubriendo el vientre alto, mientras que el otro, cubria la parte posterior hasta debajo de la cintura. Los lienzos podfan contrastar por sus colores claros y oscuros 0 por sus lis­ tas pequenas y anchas. Este tipo de prenda se usaba sobre la camisa y se sujetaba bajo el chincuete, dejando un poco flojo el frente para poder cruzar los brazos por debajo. El quechquemitl comlin, casi siempre morado, lle­ vaba encaje en las uniones de los lienzos y flo­ res blancas bordadas.

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cuenca alia del rio Lerma alias etnograjico

jaros, estrellas, macetas con flores, hojas, agui­ las y, algunas veces, las iniciales de la propie­ taria. Hace unos 50 afios se tejian chincuetes y rebozos en el pueblo, pero hoy se compran en Jilotzingo 0 en el mercado de Temoaya y pue­ den ser "cortes" -de hilo y con ray as- 0 "casimires" -de l~na y lisos. Los chincuetes eran de 90 cm y dos y medio metros de largo, con rayas horizontales de varios colores, hechas en hilaza. Los mas comunes eran los negros con rayas blancas, rojas 0 azules para el uso dia­ rio, y los morados con rayas blancas para las bodas y ocasiones especiales.

Atuendo tradicional: laja y chincuete.

Se usaba tambien la sabana, que doblada en fonna triangular caia sobre los hombros y espalda y era por 10 comun, blanca; sus dos lienzos de lana llevaban en la orilla dos 0 tres franjas anchas, que hechas en el mismo telar de cintura, combinaban el guinda, el verde os­ curo y el cafe. En San Pedro Arriba, municipio de Temoaya, en 1975 todavia se hacian fajas de hilaza (urdimbre) y lana (trama). Todas tenian fondo blanco y los diferentes motivos se logra­ ban empleando diferentes colores de lana, como el rojo, el azul, el verde y el morado. Las fajas podian ser sencillas 0 dobles. Las sencillas lle­ vaban los dibujos en un solo color, al medio; las dobles tenian colores combinados en los dibujos del centro y la orilla. Los abundantes dibujos realizados en las fajas eran grecas, pa­

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Las mujeres de Temoaya llevaban un co­ ton de lana, hecho de tres partes unidas con randas 0 labores de aguja, sobre la blusa 0 huipil. El coton era rayado como el chincuete y combinaba dos colores: uno arriba con rayas menudas; otro abajo, metido dentro del chincuete. En 1975, solo las mujeres maduras usaban coton, mientras que la mayoria de las jovenes llevaban saco de channes. Tambien se usaba un quechquemitl de color morado con elaborados adomos blancos, usado linicamente para las bodas y colocado sobre la cabeza de las mujeres. En los poblados otomies de San Andres Cuexcontitlan, San Cristobal Huichochitlan y otros pertenecientes al municipio de Toluca, el atuendo femenino de los 70 conservaba varias piezas tradicionales. La camisa era de manta; el chincuete, negro -con rayas azules muy del­ gadas 0 liso, morado, cafe 0 negro con rayas blancas delgadas. Las fajas eran de lana 0 al­ godon, en rojo, azul, guinda y verde, ya fuera de un solo tono, 0 combinandolos, y con dibu­


II. Sintesis etnograjica actual

jos de grecas, rayas 0 figuras geometricas, in­ tercalando a veces, animales. El quechquemitl era de lana en colores azul, guinda y morado, con rayas 0 cuadros blancos; sus lienzos se unian con tejido de gancho, y algunos llevaban tejido, deillamado "pico", alrededor, 0 un do­ bladillo pequeno. Generalmente, a los de color azul tambien les bordaban flores blancas en punto de cruz. El rebozo era de uso generalizado, en gran cantidad de estilos y precios. En el municipio de Xonacatlan, en los poblados de Santa Maria la Asunci6n Zolotepec, San Miguel Mimiapan y otras, por esas mismas fechas, las ancianas y las mujeres mas j6venes usaban el vestido tradicional en los dias de fiesta. La camisa de manta tenia cuello redondo y corto, y dos botones al fren­ te; la manga era larga y de puno angosto. La camisa de fiesta llevaba bordados en el frente y las mangas. La tela de los chincuetes era general mente comprada y se unian un lienzo negro con listas horizontales azules, 0 bien mo­ rado 0 cafe con listas blancas, y un pedazo de manta. Para uso diario, las ancianas lleva­ ban chincuete de manta. La faja era usada por la mayoria de las mujeres, y podia comprarse a tejedoras locales 0 bien en Toluca y Temoaya.

claro con listas blancas y se confeccionaba de lana 0 algod6n, en telar de cintura. Ademas de este modelo unico, el quechquemitl comUn, comprado 0 mandado a hacer, era usado por la mayoria de las mujeres. Se consideraba im­ prescindible, ademas, el uso del rebozo sobre el sueter 0 sobre el quechquemitl. Hoy en dia, el uso de la mayoria de las prendas tradicionales se ha perdido junto con otras costumbres de las comunidades indige­ nas, sobre todo entre los hombres de todas edades y las mujeres j6venes. Las razones no s6lo son econ6micas, sino incluso morales y poHticas, pues la identidad etnica simbolizada en el vestuario no siempre ha escapado a las presiones del exterior; sin embargo, cuando las circustancias 10 permiten, las mujeres es­ trenan saco, rebozo y camisa para la fiesta patronal; en tanto que el chincuete 10 estre­ nan cada tres 0 cuatro anos. Los hombres estrenan sombrero, pantal6n, blusa y chamarra.

Hace 20 atlas tadavfase usaban chincuentes a fa/das de manta.

El quechquemitl de Santa Maria Zolotepec -de unos 15 cm de largo- era el mas pequeno del Estado de Mexico y usado Unica­ mente por las ancianas. Tenia forma romboidal y dejaba caer las puntas sobre los brazos para cubrir el pecho, 0 sobre la cabeza, cubriendo desde la mitad de la frente hasta la nuca, don­ de se ataba con sus puntas. Era de color azul

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cuenca alta del rio Lerma atlas pt1'UJeYr,j,firn

La/amilia

han emigrado en de fuentes de trabajo (Sandoval F. 1994: 5).

partir de la union una la creacion, sostenimiento de los hijos y separa­ cion los descendientes para formar su propia familia, los otomies una de cos­ tumbres vale la pena resaltar, aunque hay diversas causas que modifican la composicion de la los aumentan 0 dismi­ nuyen y cambian sus dentro del conjunto, dependiendo .... u...,iaL'"'''. economicos y politicos. estructura y las unidades domesticas penden de condiciones historicas y cultura­ de la sociedad y cambian con elIas (Sandoval F. 1994: 1).

"jefas del hogar", de reali­ zar las acostumbradas labores domesticas, y de participar en manufactura y comer­ cializacion de artesanias, se ocupan de labores agrfcolas y cumpJen con todas fun­ dones sociales, amen de cuidar los animales y otros bienes de la familia (Sandoval F1994: 194).

En la familia, los padres cumplen con una funcion soclallzadlora conductas y ID­ culcan a sus hijos el cumplimiento de papeles asignados 0 establecidos (Sandoval F 1994: 7). Los familia, entre los 20 y los 50 afios, son en su mayorfa hom­ bres; solo un pequeno porcentaje y -10%- asume este papel (Campos Miranda 1992). Uno de los factores mas en la conformacion las unidades familiares actua­ les, y por ende en la organizacion social, es la movilidad de la poblacion 0 migracion. La gracion, que funciona como una estrategia supervivencia, ha propiciado fenomenos como el de las Ilamadas del hogar", mujeres que han tenido que el mando en el po domestico en ausencia de sus compafieros­

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El del conyuge puede producir fricciones por los puestos de mando en e1 hoy por la toma de decisiones del grupo fami­ liar con a la comunidad en La condicion desequilibrio mucho de­ pendiendo del tiempo y del grado de exposi­ cion a nuevos patrones culturales, con el de perder, a veces, la identidad, de sufrir la desintegracion familiar 0 la inseguridad perso­ (Sandoval F1994: y 197). A principios de siglo, otomies se ca­ a una edad muy temprana, y no era cil encontrar de 15 anos, y de 17 y 18. Los novios se prometfan desde ninos, y apenas empezaba a ganar el su jomal, la pareja se unia. e1, su compane­ ra resultaba de gran valor economico, ya que ella Ie en tareas y Ie daba los hijos que sostendrian su La cia ser el tener hijos, aunque ocho 0 no resultaba cosa rara; de ellos, entre 25 y 33% morian en primeros anos vida 1911: 80). Entre los otomies actuales, y por difi­ cultades fragmentacion la tierra 0 la ca­


II. Sintesis etnografica actual

rencia de esta, la mayoria de las parejas inicia su vida matrimonial incorporandose al grupo domestico del padre del esposo hasta por unos cinco aftos; posteriormente se establece un grupo domestico independiente (Sandoval F. 1994: 5). Actualmente, dentro de las comunidades, no existen reglas para la eleccion del conyuge, aunque la opcion comiln es entre miembros de la misma comunidad; al interior de esta, el ma­ trimonio es monogamo y se regula por medio del parentesco. Existe la exogamia hasta el cuar­ to grado de consanguinidad; es decir, no se pue­ den casar dos individuos que tengan un bisabuelo en comun, aunque el novio sea per­ sona grata y no haya conflictos graves con su familia La familia extensa sigue siendo un factor importante para el funcionamiento de la unidad domestica, pues los hijos adquieren un papel relevante al ser tanto ayuda economica, como segura para la vejez y para la supervivencia del grupo. Estadisticamente, sin embargo, el tamafio de la familia se ha reducido (Sandoval F. 1994: 199-200).

EI grupo domestico EI grupo domestico -casa 0 solar- constituye la unidad residencial mas pequefia, y puede ser de tres tipos: familias nucleares independien­ tes, familias extensas patrilineales y patrilocales, e individuos que viven solos como viudos, sol­ teros 0, a veces, con otros parientes tambien solteros. A pesar de la fuerte tendencia patrilineal del sistema de parentesco otomi, por influencia

Niiios de Xiquipilco e/ Viejo.

del sistema nacional, la familia nuclear es bila­ teral; es decir, los hijos conservan los apellidos del padre y de la madre. De cualquier manera, es muy clara la supremacfa genealo-gica y so­ cial del hombre, tanto lineal como colateralmente, con un claro predominio de la residencia patrilocal 0 neolocal, pero dentro de la milpa paterna. Por 10 que toca a la familia nuclear, la for­ mada por union libre es poco frecuente en la mayoria de las comunidades, pues no permite a sus integrantes participar plenamente en las actividades rituales y ceremoniales de la co­ munidad. En el caso de que varias familias nu­ cleares habiten el mismo solar, todas realizan juntas sus actividades mas no comparten gas­ tos ni ingresos. La mayoria de los solares per­ tenecen a un solo linaje 0 grupo familiar que tiene un nombre en comun. El grupo domesti-

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cuenca alta del rio Lerma atlas etnografico

Tres generaciones de /a familia otomf.

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co fonnado por una familia extensa, inc1uye miembros de dos 0 tres generaciones, y pocas veces de mas. ComUnmente, al morir los padres, la casa se Ie queda al hijo varon mas pequeno (llitimogenito)

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llamado ''xocoyote'', terminoadoptado del rufuuatl. En algunos casos es la hija mayor la que hereda, pero solo cuando no hay herederos hombres. Cuan足 do se poseeen varios bienes, estos son repartidos porpartes iguales entre los hijos.


II. Sintesis etnografica actual

Las relaciones familiares la familia otomi tradicional, unabso­ luto respeto y sumision los hijos hacia sus padres. relacion entre padres e tante y poca comunicacion; la rega­ y a los hijos y, esencialmente, tiene el papel de moderadora en los posibles con­ flictos. Cuando los hijos varones expresan su deseo emigrar, se les de rebeldes; en cambio, se acostumbra que la hija mayor vaya ala ciudad a trabajar en el para enviar parte de su sueldo al la familia. Los varones tienen que hijas, y el hijo incluso intercambiar opiniones con el padre acerca de aspectos economic os y el comportamiento de las hermanas. las relaciones entre y mujer se Ie debe al hombre respeto y obediencia cri­ el es toma las decisiones; pero de hecho, es la ordena y organiza el hogar, aunque se comporte call ada y servicial ante los padre por 10 general, el proveedor economico,jefe titular y sfmbolo familia nuclear. caso abandono, los hijos siempre se quedan con la madre, regresa a la residencia La tiene un papel determi­ tanto en la reproduccion biologica como de la unidad domestica. sm embargo, es al de la familia por el padre y los hermanos mayores. general, las pautas culturales son aprendi­ das la infancia por observacion e imita­ cion los mayores (Sandoval F.1994: 196).

10 se refiere a usos extendidos los terminos de en la vVlllWHU,lU Huitzitzilapan, municipio de den­ tro lenguaje habitual, hay palabras "tio' (tatho) y "tfa" (metho), que son de respeto, para dirigirse a las personas mayores, sin que medie algu.n parentesco consanguineo o por afinidad. Asi, el termino sustituye al "se­ nor" 0 , pero solo se para diri­ girse a la gente de la propia comunidad, ya con este signo respeto a los mayores, se resalta un derecho de identidad; los fuerenos son llamados con el termino "senor" 0 "se­ nora" (CEDI PIEM 1 Huitzitzilapan: 41).

La llegada de los hijos todavfa comu.n en muchas comunidades que las mujeres embarazadas sean atendidas por el parto se en cuclillas sobre un petate, mientras el marido sostiene a su mujer por las axil as para aligerar el A la partu­ se Ie una de hierbas santa bretonica y altamisa para provocar 0 ace­ lerar el nacer el nino se Ie corta el cordon umbilical, placenta es por el marido a orilla de la milpa 0 debajo del temazcal de la casa. Por 10 general, durante ocho dias la mujer se queda acostada y toma diariamente un bafio de temazcal, aunque la du­ radon estos cuidados puede variar depen­ diendo de la localidad. nacido es bautizado por pa­ drinos que fueron escogidos por los padres. uno a tres meses del bautizo se la "sacamisa", es decir, la primera misa a

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cuenca alta del rio Lerma atlas etnografico

la que V,,",'l;:)H.JIl

la criatura y su madre. Para esta se de nueva cuenta padrinos, el compromiso de vestir al nino y de la misa, mientras que la casa de los un con pan y Hcor como

compadrazgo compadrazgo, 0 parentesco ritual, es una instituciones no entre los otomies sino entre muchos '"'''''ll''\./0 del pais. Despues del parentesco, es el principal mecanismo el estructura las relaciones sociales en la compadrazgo abarca los el y mecanlsmos >",,,,-,,,_,u,,,_,, maci6n de grupos, permanentes 0 como la estructuraci6n del COlnlrl)1 funciones del compadrazgo son tiples y cubren la gama completa la zaci6n social, religiosa, econ6mica y aun politica, ademas de ciertas simb6li­ cas en algunos ritos de tecci6n, propiciaci6n e !U'''.....''a, el compadrazgo "A'''<>,ll\..1'' llW..ll"'H1\,a":lVll,

parentesco. En general, el ,",V1U!-"'''''''''''''F,V se realiza por mutuo acuerdo entre y vecinos, y se manifiesta de diversas maneras, particularmente con obsequios, y actitudes que re­ saltan el aprecio, la reciprocidad y las relacio­ nes mantenidas de por

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Ademas de los cinco tipos de sacramental -bautizo, confirmaci6n, casa­ comuni6n y parada cruz hay en muchas comunidades o

altar, el padrino santigua al dida" y se la amarra al cuello contra los malos espiritus y el

'-','U'UllLV.

Existe la costumbre entre otomies, filiaci6n como entre muchos otros hacer un indigena en el pais, de que se compadrazgo cuando se encuentra una mazorca "cuate" 0 doble, la conside­ de muy "mala mazorca "cuate" guien que Ie este automaticamente debera encontrar un entre sus ami­ gos. El compafiero tiene la obliga­ cion de "vestir" a mazorca como si fuera un nifio, con ropon y y para formarle la boca y ojos Ie granos de maiz la mazorca a ben­ la "mala suerte" hace fiesta en su casa. f'rorY\"'e>

(l(,W'1'.t<l

Las diferencias dentro de las comunidades comunidades otomfes la En la rY\'.l'"'''''' de estratificacion social no esta muy definida; sin haber ciertas diferencias en


II. Sintesis etnograjica actual

cuanto a la posesion de las tierras, asi como en cuanto al desempefio de funciones politico-ad­ ministrativas y de prestigio. Entre los jovenes esta cambiando la con­ cepcion del prestigio, pues en lugar de conse­ guirlo por medio del desempefio de cargos dentro de la comunidad, se busca mediante la acumulacion de bienes y dinero. En ocasiones, los jovenes usan el dinero ahorrado dentro de la organizacion tradicional de la comunidad, para tener acceso a cargos, que por su edad, les estarian vetados en circunstancias mas tra­ dicionales. Por su parte, la riqueza 0 la pobreza no son causa de trato desigual 0 discriminatorio entre miembros de la comunidad; sin embargo,

puede haber fricciones en casos de matrimo­ nio entre personas provenientes de familias de diferente solvencia economica. En ocasiones, un "rapto" termina con los problemas entre las familias. El tiempo de establecimiento de una familia en una comunidad tambien puede generar ciertas diferencias economicas y sociales. As! por ejem­ plo, en San Pedro Arriba, municipio de Temoaya, la gente considera que hay linajes grandes, me­ dianos y pequefios. Los "grandes" derivan de las familias fundadoras de la comunidad; las familias que se instalaron antes de 1900 forman los linajes medianos, y las familias que se instalaron hace mas 0 menos cuarenta afios, forman los linajes pequefios.

Vlviendaen Xlquipilco el Viejo.

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cuenca alta del rio Lerma atlas etntJfTr(;rflcn

Lavivienda

vivienda original otom! ha consi­ derablemente desde principios esa la casa otomies del era y construida otro resistente, cuan­ no habia tabla pmo 0 de La techumbre era de teja barre 0 de tejamanil, mientras que el espacio interior contaba con poca ventilacion y era compartido con los ani­ males (Henning 1911 :82). mobiliario de esa era tambien muy pobre: ...el vivo y no muy res] el que sirve de mesa, de silla y atm de cama. S6lo por motivos especiales se construye una de entarimado para el descan­ so nocturno. Entonces este y la mesa que sirve de altar a los santos domesticos y una que otra se salen del nivel general de las cosas (Henning 1911: 82).

panorama de miseria se tam­ bien a las condiciones historicas posrevo­ Una vez sufridas en todo el Das:ao<)S sus efectos, a mediados de la decada los 30, en la descripcion de los asentamientos LUl1U<:UIU3, como el El se habla que familia vivia un tanto aislada de demas, con su propio pozo agua. Las casas se dispersaban entre una colina redonda, donde comenzaba otra aldea otomi, San y el lecho en un lugar llamado Mehe. Cada poseia una choza rectangular des adobe, con techo tejamanil 0 Se cuenta que todas las casas habfan cubiertas de tejamanil, cuando cercanas tenian todavia bosques (Soustelle 1 42).

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lado las casas de habia cuatro grandes estacas soportaban un alto granero para el De esta plataforma las mujeres colgaban sus telares. ca­ sas, pequefias construcciones cuadradas de los oratorios familiares destacaban por su blan­ queado con cal. Una el oratorio, y en su interior podian observarse imagenes de santos, flores y a ve­ ces, una botella vieja 0 un viejo foco a manera de ofrenda. Todo el conjunto: casa, granero y oratorio, estaba rodeado por un seto cactos y un tierras (Soustelle Como otomies se distribuyen en zo­ nas variadas, los materiales de construccion en la vivienda tradicional tambien en el altiplano predomina la casa cuartos, con techo de adobe, de uno 0 dos (de 0 bien laminas, sean tas de carton, asbesto 0 metalicas). El piso es de y, como anexos, hay un granero interior y, a veces, un temazcal de piedra. En las zonas boscosas, paredes estan hechas de tablones madera y el techo es tejamanil o paja. l l L l l L U \..." "

Para otras zonas se menciona tambien el tepetate, el tabique y la madera para la cons­ truccion de los muros; ademas de el techo puede ser de tres 0 cuatro de teja, asbesto, lamina de carton 0 zacate. es de apisonada y casas constan dos cuartos y generalmente carecen de ventanas 0 bien son muy pequefias. La cocina puede ser una construccion al ras del y predomina el uso del


II. Sintesis etnografica actual

suelo. Para almacenar el grano se construye un tapanco 0 terrado en el interior de la vivienda, 0 bien el tradicional cincolote. Puede haber tam­ bien un pequeno portal que generalmente se de­ cora con macetas (Lagarriga 1977: 26). En el municipio de Ocoyoacac, represen­ tativo en este y much os otros sentidos de las poblaciones otomianas, hasta hace unos 30 afios cada casa 0 grupo de casas estaba separada de las demas por terrenos de labor y solares no definidos con claridad. Las casas eran rec­ tangulares, de una sola planta, con la cocina y el corral adjuntos. Predominaban las construc­ ciones de adobe y de madera, aunque en me­ nor escala, las habia tambien de tabique, de embarro y de mamposteria. La cocina era de paredes toscas y piso de tierra; conservaba el uso del fogon de tres piedras y comal (de ba­ rro 0 lamina). Aunque en algunas casas habia estufa de petroleo 0 gas, el mobiliario era es­ caso (Miranda P. 1968: 48). En el municipio, cada pueblo y barrio poseia su iglesia propia; la cabecera, su parro­ quia y dos capillas, como la de San Antonio Abad en el barrio de Santa Maria, y la de la Virgen de Guadalupe en el pueblo de la Asun­ cion Tepexoyuca (Miranda 1968: 49). En Temoaya, una zona tambien tipicamen­ te otomiana, para finales de los 70 habia tres tipos principales de construccion: una de mu­ ros de adobe, techos de lamina de carton aca­ nalado y sin ventanas; un segundo tipo con muros de adobe, con una galeria sostenida por columnas del mismo material, y techo de tejas tendidas sobre morillos; y, final mente, una con muros de tabicon gris, aplanados, y con losa de concreto.

En algunos casos, el adobe descansaba sobre un arranque de piedra mezclada con tie­ rra. En otros casos, los muros tenian un apla­ nado de cal y arena, seguido de una ultima capa de cal y sal (Cervantes 1978: 26).

Estilo arquitect6nico tradicional en Temoaya.

Por 10 que se refiere ala techumbre, ade­ mas de la teja, la habia de paja 0 zacate (zapr£), en tiras 0 manojos atados a una armazon de madera; 0 bien de tejamanil. Tambien usaban hojas de lamina de aluminio, sobre las cuales colocaban piedras como pesos, para detener­ las (Cervantes 1978: 26).

Casade dos plsosen Xlqulpilco el Viejo, Temoaya.

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Casas en ei campo. Temoaya Foto Celia Olivera Martinez.

Generalmente, el asentamiento familiar constaba de un cuarto rectangular, una cocina aparte, un oratorio, el temazcal, un lugar te­ chado con paja 0 rastrojo para los animales de carga, una porqueriza, un homo para tejas y un zincolote, de alturas entre dos y cinco metros, construido en tiempos de la cosecha (Cervantes 1978: 30). El temazcal, elemento comtin de las co­ munidades otomianas, es una construccion pa­ recida al homo, pero su techo era de adobe combinado con pes/ito (ramas delgadas atra­ vesadas sobre morillos), zacaton y tierra hti­ meda para guardar mas el calor. Los miembros de la casa 10 utilizaban para bafiarse semanal­

mente y las mujeres tomaban un bafio despues de un parto. El oratorio, otra caracteristica del asen­ tamiento otomf, es una construccion muy pe­ quefia, de 1.50 m de largo x 1 m de ancho, y 1.80 m de alto, en promedio, segtin el ntimero de santos venerados en su interior. Ternan muros de adobe y aplanados a la cal, con cubierta de teja a dos aguas y piso de tierra 0 ensolerado. Al frente, ternan un portal sostenido por dos columnas de madera, sin puerta. La fachada estaba adornada con pinturas de flores y pajaros, de colores azul oscuro y rojo. En el interior del oratorio habfa un pequefio altar 0 escalinata de tres peldafios. En el escalon mas alto pornan las imagenes, y en el in-

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II. Sintesis

tennedio y el bajo, Vll',UW"" y flores (Cervantes 1978: 32-34). homo costruido con ladrilllos; su boveda estaba Tnrrn<:l" arcos y un homo

0

1.50 x 1 metros ancho. podfan cocerse de 500 a 600

el interior las habitaciones se mez­ claban elementos tradicionales y modemos. Babia estampas religiosas y fotografias en la En los utensilios caseros predominaban los de barro (ollas, cazuelas y comales) y de (sillas, camas, mesas y cucharas). empleaban tambien los ayates los som­ y canastos, como los me:cat)ajl~S

(dunde), los costales para guardar el maiz y chiquihuites, escaleras, bancos de madera, tinajas el pulque y metates,junto a camas laton, roperos, plany otros industriales. Utilizaban el petate para donnir, cubriendose con sarapes. Los pequefios se en canastos hechos con ramas e ixtle, colgados del techo (Cervantes 1978: 28-30). Actualmente, en la mayoria de las comu­ nidades los tradicionales como el adobe, el tejamanil y la madera sido susti­ tuidos por otros mas ya se men­ ciona el uso de la cafia mafz. nuestros dias, las viviendas de la zona otomiana pueden llegar a tener de dos a tres cuartos, cocina y comedor; las pueden estar cons­ truidas con tabique 0 tabicon, con pia­ nos y de as! como puertas y ventanas

actual

ser de No obstante, la mayor parte viviendas cuentan con una tradicio­ nal que conserva el "fogon" eoloeado en el sue­ 10. distribueion del espaeio en el eual estan eonstruidas las viviendas se divide en casa-habitacion, eocina tradicional, patio, huerto granero 0 cincolote, y corrales para animales de 1994: 1 mobiliario en general es escaso, y com­ bina 10 tradicional con modemo, al igual que utensilios. vasijas de mayor tamafio, en ocasiones como lugares almace­ namiento, y es impreseindible el altar familiar con imagenes los santos, y su deeorado con flores y velas (INI 1982).

Costumbres alimentarias necesidad alimentarse ha llevado a sarrollar meeanismos socioculturales propios de cada cultura. se en fonna de alimentarios, que tienden a conservar­ se en 10 posib1e, aunque se yen forzados a transfonnarse por diversas causas. habi­ tos incluyen no una determinada de productos, sino tambien sus combinaciones, sus prohibiciones, su preparacion en determinadas maneras, y hasta una cierta etiqueta para con­ sumir y compartir los alimentos, 10 cual influye en relaciones de los miem­ bros grupo. infonnacion escrita acerca de estos habitos alimentarios entre los grupos indigenas,

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cuenca alta del rio Lerma

atlas

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ademas de incompleta, puede a ser con­ tradictoria, puesto que el observador occiden­ la poca o urbano suele de los productos consumidos cotidianamente o bien abundancia de las en ocasiones

do, segfu1 las personas FeliSantiago, municipio de Jiquipilco, nece­ sario racionar hasta las tortillas, e incluso mezclar nixtama] con espiga maiz- con hoja de ocote y trebol (Bartholomew 1 56-58).

Antes de hablar de las costumbres elementos alimentarias, hay ben tomarse en l;)l\~\;.il,Ct\;.il'UH. Por una los factores que han confinado a las comunidades a zonas poco favora­ bles, la naturaleza la tenencia de la tierra y el de la poblacion que disminuyen ]a productividad agricola, indudable­ mente en la cantidad y calidad los recursos alimentarios desde la Prehlspanica grupos indigenas com­ con aquellos binaban y la recolec­ obtenidos Hl\;.iulua.la can­ 10 cual atHIJH.>.ua estas importante en Alto Lerma y, particularmente, en su alimentacion. A pesar ello, los asf obtenidos no siem­ son descritos como parte de la dieta de las comunidades, quiza por su cuantificacion y su estacionaL

pnnclplOs se el ali­ mento cotidiano de los otomies del Alto como en tortilla y de chile y sal; el frijol en ocasiones contadas; came una otra vez; el el chocolate y el guajolo­ en fiestas muy grandes; el az(icar como re­ medio, y como "narcoticos" el pulque, 1911: 82). aguardiente y el tabaco

La cuenca del rio es una re­ rica en recursos naturales, la gen­ te de mayor edad guarde en su memoria tiempos grandes principios siglo, la Revo]ucion, la gente del cipio de Toluca que hasta habia ninos hierba, de , porque comian hierbas. Tambien hubo hambre en 1945, cuan­

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guar­ Por su parte, recuerdos de las del Alto yanlma­ daban recursos lacustres, que 1a comida 1992: 304-305; Sugiura et al. en revision). recursos obtenidos de las cienegas no fueron privativos de alguno de los grupos smo tanto como matiatzincas, y en menor escala uaL~atllJ.a", hacian uso constante de elIos. su espafioles aprovecharon la riqueza ofrecida por las aunque sus habitos de alimentacion les hlcieron restringirse a peces y aves 1a zona, y lade vegetales y animales que no estaban incluidas en su dieta anterior, como atepocates, ajotoles, al"'JI,,IJll;;;:'. ranas, ymuchas Los otomies comian tres veces al dia: un desayuno, un almuerzo y una comida; en


II. Sintesis etnograjica actual

algunos pueblos todavia se mantenia la antigua costumbre de hacerlo solo dos veces. Las co­ midas cotidianas eran mas bien frugales, pero en las fiestas y ocasiones ceremoniales, se co­ rnia abundantemente. Estos habitos alimentarios se manifesta­ ban en los habitantes de San Pedro Arriba, mu­ nicipio de Temoaya, donde pocas familias tenian un cuadro dietetico uniforme. Ademas del maiz, el frijol y el chile, comtm a los grupos indfgenas en general, se consumia un pescado llamado "papocha" 0 "papuxa", charales, 0 carne de res 0 de puerco con romeritos, todo ello acompafiado de salsa verde y roja, torti­ llas con sal, papa 0 raiz de berro, asi como refrescos de varios sabores 0 cerveza. Comian tambien "chilaquita" (chile guajillo 0 chilaca), quelites, frijoles y tortillas de trigo. La gente de menor capacidad economica no cornia frijol, sino solo tortillas con sal y pulque. El polIo y el guajolote eran alimentos propios de las festivi­ dades. Los utensilios empleados durante las co­ midas eran mas bien limitados, si acaso cucha­ ras, pero normalmente usaban solo tortillas, que hacian las veces de cuchara y tenedor. La distribucion de los alimentos en el seno familiar seguia un cierto protocolo: primeramen­ te cornia el jefe del hogar; luego, los hijos va­ rones; despues, la abuelita; luego, las hijas; y, por ultimo, la madre (Sandoval F. 1994). En los afios 80, ademas de tortillas y fri­ joles sazonados con chile ya se habia introdu­ cido el consumo de sopa de arroz 0 fideos en

la comida del medio dia, acompafiada de pulque o cafe, asi como vegetales de temporada, mien­ tras que en las fiestas se cornia frijoles, mole, tamales y arroz, y se bebia pulque, cerveza em­ botellada y licor fuerte .

Oratorio en el solar de una casa. Xlqulpilco e/ Viejo.

El pulque no se consume por igual en la region; hacia el noroeste del Estado, por ejem­ plo, su uso es menos frecuente; en cambio, el consumo de cerveza y tabaco es comtm. Una de las ocasiones para la preparacion y consumo de la comida ceremonial es el 12 de diciembre. Ese dia se prepara el llamado dulce de "pastilla", hecho con harina y amcar, en forma de borregos, palomas y puerquitos; se elaboran tamales de haba, de carne de res con chilacayote y mole con arroz (Miranda, Flores y Gutierrez 1993: 207). Una boda tambien es motivo de comidas especiales. Desde el momento de la "velacion" comienza el intercambio de alimentos, pues el padrino debe llevar a la casa de la novia una canasta de fruta y pan para los padres de ella, junto con un guajolote adornado con mofios y

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corbata. Entonces, los invitados comen mole y beben pulque. A la manana siguiente, cuando se realiza la boda en la la !leva chiquihuites lIenos de fruta y pan, con de pulque y danzan al ritmo del chimerikit. pues, los siguen, primero en la casa padrino y luego en la casa de los padres del novio. A hora del banquete, se sirven tortillas, mole, arroz y tamales haba. ofrend a de muertos es otra ocasion comida espiritus los ninos se alimentan chocolate, leche, pan, naran­ jas, guayabas y que se depositan junto a ceras y en ofrenda. nmos que mueren ser amamantados por su madre se ofrenda un vaso de leche. Des­ despedir a los "muertos , se prepara la ofrenda para recibir a los A estos difuntos se les pone gustaba comer: un de "papuxa" do), papa, charales, tamales haba, tor­ tillas, y pulque 0 una botella de ticor. Las mujeres compran pan de flores y ce­ ras. comida se en cazuelas de barro nuevas, para no disgustar a los difuntos. el arroz y los en e] abajo de la mientras que las de quelite, los cigarros y las ceras se distribuyen por todo el altar. hombre de la casa marca un camino con petalos de cempa­ "~"'_H".,. enciende el sahumerio y coloca una co­ el altar. rona de flores que muertos comen el aro­ ma del incienso y de comida, y si la gen­ te se adelanta a comer los alimentos de la los muertos pueden molestarse y cau­

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sar dolor de estomago y VHJ'UV.,. Despues, el 2 de noviembre, cuando se visita el panteon, y tras arregJar la tumba, la la sepultu­ ra con alcohol, para que las cuatro y cinco com­ padres se visitan llevando su , cons is­ tente en comida y obsequios (Miranda, Flores y 1993: 228).

Religion Apenas terrninada la Revolucion, se relata que, junto con el habla, los otomies conserva­ ban usos, costumbres e antiguos. Para el pensamiento occidental, en esa epoca en que se idealizaban modelos extranjeros, los otomies aparecian como individuos simples, previsores, extremadamente "'-'U"U(tl,-,", ebrios, y pasivos. Mucho de esto se atribuia a sus creencias religiosas, derivadas de una historia como La conquista sufrida por los otomfes, la de los habia implantado instituciones que mas facilmente ladas por compartir un patron mesoamericano. La conquista, la es­ 1-'""""", pretendio una conversion a] catolicis­ mo tal parecia que los otomies -como muchos otros pueblos indigenas- eran catoli­ cos en puntos en que el rito y el dogma del catolicismo se avenian con sus creencias antiguas (Henning 1911: 69). A principios siglo, autores con­ sideraban que los elementos no catolicos de la concepcion religiosa otomi del Alto eran


II. Sintesis etnograjica actual

de origen netamente nahuatl, derivados de la conquista azteca. De la localidad de Lerma, por ejemplo, se decia que las ideas nahuas ha­ bian influido en la configuraci6n de algunas irmi­ genes, como la del Sefior de la Cafia, traida en epocas pasadas por los indios de Huixquilucan, y que tenia como fondo a TlaIoc Cinteotl. En Tultepec pod ian verse huellas del culto a Xilonen, 10 mismo que en la imagen de la Vir­ gen de Guadalupe de Ameyalco, pueblo netamente otomi.

Los lugares sagrados Ya desde los primeros recuentos sobre los otomies era claramente manifiesta la parti­ cularidad de su culto en los oratorios y los ce­ rros. Fray Bernardino de SahagUn dice: Estos otomles adoraban ados dioses; al uno llamaban Otontecutli, el cual es el pri­ mer senor que tuvieron sus antepasados; al otro llamaban Yoxippa, y a este hacian mayor fiesta que al otro; tras estos dos, te­ nlan otro que llamaban Atetein, y siempre iban a hacer oraci6n y sacrificios a las altu­ sierras ras de las (tomo III: 127).

En la decada de los 30, se relata que en San Jose del Sitio habia un mundo fisico y co­ tidiano para el otomi, y habia tambien un mun­ do sagrado cuyo centro era el oratorio familiar con una imagen de la Vrrgen. El centro del mun­ do real era evidentemente la aldea, Hamada Nini. Al oriente estaba la montafia donde otros otomies hablaban nyan-nyu, la "lengua otomi", lugar de las cosas desconocidas, de las ser­ pientes mitol6gicas, de los adivinos y de los hechiceros que sabian preparar las hierbas y

los hechizos. Dellado de Jocotitlan e Ixtlahuaca estaban los mazahuas, a quienes se Hamaba nyanfani, "los que hablan como animales". Ixtlahuaca era la tierra de la "gente de raz6n", el circulo concetrico inmediato. El segundo cir­ culo era la ciudad, zeumil, 0 sea Toluca. Mun­ do 0 banda era la ciudad de Mexico, el mundo de respeto y temor.

Temazcal, San

Pablo Autopan.

Entre los otomies el oratorio siempre ha tenido gran importancia, y ya en el siglo XVII, Torquemada describia: EI lugar donde la idolatria estaba, eran un empinado Cabeyo, que la sierra hacia, y mui espeso el Bosque, y enmedio de el estaba un monton de Piedras, que parecian haver sido de algun Altar, en otro tiempo, y enmedio de estas Piedras estaba vna, que seria poco mas de media vara de largo, y como una de tercio de ancho, y remataba a manera de Piramide, 0 de Pilon de Ayucar, aunque no tan bien formada. Estaba cobija­ da con una Manta de Algodon, del tamafio

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cuenca alta del rio Lerma atlas etnogriifico

de un de Mesa, al uso que estos indios se cubren con sus Mantas, y aun­ que no tenia cara, parecia tenerla mirandola de lexos .... Y cab amos todo eI sitio del Altar, de donde sac amos Mantillas de Algodon, sanas y podridas, mucho y fresco, Pelotas de Resina (que decimos en otra con que embijaban y vntaban las caras de los Ido­ los) y algunos Reales mohosos, que debia ser toda una ofrend a y unas pocas y mas de cincuenta de Candelillas o sesenta Idolillos de diversas piedras y figuras" (Monarquia indiana, tomo III: 204, 1,2:71-72).

culto en adoratorios, de origen prehispanico, pnnClplOS San Nicolas Peralta, tenfan un adoratorio 0 cueva, muy porTorquemada. indigenas subian alli en ciertos periodos del ano para practicar devociones y hacer sus Ia parte alta estaba un adoratorio de 1.70 x 1.50 m. el interior se hallaron evidencias de ritos y ceremonias relaciondas -0 la luna-. con Cristo -0 el sol- y la aquel tiempo, los indigenas subfan allugarva­ rias veces al ano, sobre todo en "pascua de flores" y a mediados de septiembre; no permi­ que ni los extranjeros aslSW~ran a las devociones; y habia organizaciones al culto secretas para los ritos (Henning 1911: 71). aquel entonces, Acazulco, al sureste Ocoyoacac, pueblo U1\.U,"".11a. otra capilla como de San escondida entre el monte que cubrfa los pica­ chos la cercana EI cerro do­ ble cuspide, una al y otra al Donnente la otra cuspide del poniente otomies ce­

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lebraban, aparentemente, las fiestas del deci­ mo mes de los nahuas, Xocohuetzi: "Pasada la de Tlaxochimaco, un gran bol en monte, veinte y cinco brazas largo, quitaban todos los ramos y gajos cuerpo madero, y dejaban el renuevo de (libro II, cc.lO y en arriba del Henning 1 1: 74 y 75). la cima oriental, sobre un terraplen arreglado, se encontraba una capilla que me­ dia unos metros por tres y medio ancho. construida con adobe y te­ chada en parte con teja y en parte con '''"'.leu.."uu. A lade de puerta, se plantado alH\~l".:l Al fondo la sobre un pretil, se hallaron ocho cruces adomadas con blancas y flores. Todas estaban la­ y dedicadas al Nazareno. Ademas los adomos de papel estraza, se vefan con­ tomos de humanos, pintados y dibujados con carb6n, pues esta era manera con que testificaban su presencia los indigenas que no sablan sitio donde se encontraba capilla tambien parecia haber side un adoratorio antiguo. En el pasado, era cos­ tumbre adorar fdolos de barre a que daban e incIuso carne; ano se celebraba una fiesta y se renovaban los fdolos. del anterior se abandonaban en la montana. los anos 30, habia en esta costumbre, cada ano 0 dos se hacia una renovaClon del oratorio y la construcci6n de uno nuevo. cooperaci6n en cada de oratorio era un absoluto, una vez se habia entra­ do a la cadena de ayuda (Soustelle 1936: 54).


II. Sintesis etnograjica actual

Con el paso del tiempo, y el rela­ jamiento de las costumbres religiosas, ademas de la propagacion del culto pro­ testante, disminuyo notablemente el nu­ mero yladevocion hacia los adoratorios; sin embargo, en epocas recientes aUn quedan restos de esta manifestacion religiosa En San Pedro Arriba, munici­ pio de Temoaya, por ejemplo, se encontraba presente el culto en oratorios todavia en los aftos 70. Al igual que en muchas comunidades otomies, en estos oratorios se co­ locaban las imagenes de los santos y, especialmente, la del santo pa­ tron de la casa. En la vispera de su fiesta, 10 adomaban con plantas y flores; se mandaban a hacer rogati­ vas en la parroquia y se ofrecia una misa de animas por los fieles difun­ tos. Cuando se acercaba la media noche, se reunia la comitiva que habia de llevar a los tzaguas a una cueva antes de que entraran los santos. A los tzaguas 0 fdolos de barro que habfan estado ocupando el oratorio, se les rendia culto esperando que trajeran felicidad a la familia y ahuyentaran en­ fermedades 0 desgracias. Se colocaban al fon­ do de la cueva con la cabeza vendada y envueltos en un petate viejo -sin tocarlos para no contraer el "mal aire" -junto con alimentos, incienso, y veladoras; se les cantaba antes de regresar a casa. La fiesta continuaba con can­ tos religiosos, danza y musica para recibir a los santos que traia el padrino, quien los colocaba en el oratorio.

Muchos de los elementos que integranel actual culto catolico tienen origenes mas antiguos, como las canas que portan los asistentes a esta celebracion del Carnavalen Ocoyoacac. 1977. Ruth Lechuga.

EI oratorio se visitaba el dia de su dedi­ cacion, en Pascua de Resurreccion, en Navi­ dad y cuando enfermaba alguno de la familia. En esas ocasiones, se nombraba un padrino quien llevaba a los santos adomados con ofren­ das de flores, ceras y pastillas de azucar y com­ partia con "los caseros" el mole de olla, los tamales de haba y el pulque (Cervantes 1978: 57-59 y 100-105). En otras comunidades, como San Fran­ cisco Xaxni, por las mismas fechas, ya solo se mencionan adoratorios comunales (Lagarriga y Sandoval 1977: 26).

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canso eterno, la participacion de parientes y padrinos en los ritos, -sobre todo en el caso del deceso de ninos y jovenes solteros-, la ayuda solidaria de la comunidad para sufragar los gas­ tos y cavar la tumba, asi como la combinacion de ritos catolicos con otras costumbres apa­ rente mente de reminiscencia precortesiana.

Oratorio familiar en San Pablo Autopan.

En los anos 70, en la comunidad de San Pedro Arriba, municipio de Temoaya, cuando alguien moria, el que fuera su padrino de boda 10 "vestia de luto", cubriendolo con una tela negra, al comienzo del velorio. Todos los pa­ drinos y compadres ternan la obligacion de asistir al velorio, y preparar una cena en la madruga­ da. El ataud era cargado por personas que no fueran de la familia. Despues del entierro mis­

ofrendas de com ida y bebida a los difuntos, con gran cantidad de velas (de la Serna 1953: 69). En los 30, por ejemplo, para la fiesta de Dia de Muertos, se disponia de una mesa con comida, tortillas y cigarrillos que despues con­ sumia la familia. En esa misma epoca, cuando encontraban una espiga doble en el momenta de la siega, la guardaban cuidadosamente has­ ta que, al final de la cosecha, era plantada so­ bre el monton de espigas cosechadas. Ya en ese entonces, se sabia que esa era una cos­ tumbre muy antigua entre los otomies. Los rituales relacionados con la muerte de algun miembro de la comunidad pueden variar marcadamente de una localidad a otra; sin embargo, es comun a todas la preocupa­ cion por encaminar el alma del difunto a su des­

mo el hijo -"dueno" - del difunto ofrecia una comida en el mismo cementerio, despues de la comida, se paraba una cruz adornada con una corona de flores al pie de la fosa y final mente, la comitiva regresaba a la casa del difunto para rezar un rosario y tomar unas copas (Cervantes 1978). En el municipio de Zinacantepec, en la co­ munidad de San Luis Mextepec, aun hoy dia se marcan claramente todas estas caracteristi­ cas. Asi, por ejemplo, cuando fallece un infan­ te, los padrinos de bautismo y confirmacion son los responsables de pagar todos los gastos re­ lacionados con la ceremonia funeraria. En el rito del "cabo de ano", cuando se retira "el alma" o "la sombra", que se cree ha permanecido todo el ano en la casa, participan unos nuevos pa­ drinos, llamados "padrinos de la cruz", encar­ gados de proporcionar la cruz que se colocara sabre la tumba. Esta ceremonia del "cabo de aiio" incluye una "levantada de la cruz" y el re-

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cuenca alta del rio Lerma atlas etnografico

tiro del chimbancho, altar 0 montecito coloca­ do sobre una mesa donde, cada dia durante un afio, la familia ofrece comida al difunto; acto que se acompafia con musica, copal, cantos y ofrecimiento de alimentos a los asistentes (Franco G. 1993). En los ritos funerarios de adultos se hace una cruz de cal sobre la que se coloca el cada­ ver. Ademas, ciertos elementos se colocan so­ bre, dentro y bajo el ataud para asegurar el camino a la etemidad. Encima se pone un pan, un plato con tierra, una taza de cafe y unas ra­ mas de romero; debajo, un poco de arena so­ bre la cruz de cal, un chilacayote grande y agua. Dentro, ropa, un escapulario al cuello del di­ funto y un rosario entre sus manos cruzadas; una aguja y un hilo, siete semillas de maiz, frijol y calabaza; un trozo de ayate; una escobita para que barra las puertas de Jerusalem y Ie permi­ tan la entrada; un nopalito para que ahuyente al ganado; una velita para que se alumbre y un poco de "mostranza para que su aroma 10 guie en la oscuridad"; una rama de rosal 0 rosas con espinas, para que no sienta las espinas que encontrara en su andar (Franco G. 1993). Despues del entierro y de haber comen­ zado el novenario, se procede a "levantar la cruz" . Unos padrinos compran mas cera, veladoras, flores, y mandan a hacer la cruz de metal 0 madera que sera colocada sobre la tum­ ba; barren y recogen los restos de cal, arena y flores, siguiendo un orden muy estricto. Luego ofrecen bebida y comida a los asistentes. Tam­ bien para los adultos se realiza el rito de "cabo de ano" y se levanta el chimbancho; cuando termina este rito, la gente cree que el difunto se

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va para siempre, liberando a los parientes de su presencia 0 "sombra" (Franco G. 1993). Ademas de los ritos relacionados con el fallecimiento de una persona, cada afio, los dos primeros dias de noviembre en la zona del Alto Lerma, como en casi todo el pais, se realizan las celebraciones correspondientes a los san'­ tos inocentes 0 "muertos chicos", y a los fieles difuntos 0 "muertos grandes". Ademas, en muchas comunidades el ultimo dia de octubre se celebra a los "abrojos" 0 "limbitos", que son todos aquellos nifios abortados, los que nacie­ ron muertos 0 los que murieron sin haber sido bautizados. En terminos generales, la celebracion con­ siste en el montaje de una mesa con ofrenda de comida y bebida a los difuntos de cada familia, la limpieza de las tumbas, la celebracion de misas por el descanso de las almas y el inter­ cambio de los alimentos entre parientes y amis­ tades. La mujer de la casa, ayudada por los nifios coloca los alimentos, asi como veladoras y candelas, manteles de colores de papel de china picado, frutas, panes, sal y agua; los hom­ bres de la casa, por su parte, se encargan de sahumar la ofrend a en la noche, cuando la fa­ milia se reune a elevar sus oraciones por las almas de sus parientes fallecidos.

Los graniceros Como resabios de la antigua religion prehispanica, esrnn los quietlazquies 0 brujos, llamados en otras regiones "graniceros" 0 "ahuizotes", de quienes se dice tienen poderes sobrenaturales. Cuando un hombre es tocado

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II. Sintesis etnogrcifica actual

los indios les pagaban medios reales 0 reales, pulque u otras cosas, y habia indios encarga­ dos de recoger estos pagos (de la Serna 1953: 77-78).

por un rayo, y despues por la centella, adquie­ re poderes sobrenaturales para detener grani­ zadas y tempestades, e incluso para hacer ciertas curas 0 limpias a las personas enfer­ mas. Esta creencia es tan antigua, que ya en las obras del siglo XVII sobre el valle de Toluca, se menciona que habia entre los ancianos, al­ gunos dedicados a conjurar aguaceros, granizos y tempestades, y para que desempe­ fiaran sus exorcismos, eran eximidos del pago de tributo y del desempefio de servicios per­ sonales (de la Serna 1953: 69). La creencia en los poderes de los graniceros era muy arraiga­ da y en el siglo XVIII habia toda una organiza­ ci6n que comprendia a diez de estos ancianos, provenientes de San Mateo Ci,Atenco?), Xalatlaco y Tenango, a quienes se contrataba para ahuyentar los nublados en los sembradios;

Los metodos empleados por los gra­ niceros de aquella epoca no eran homogeneos, y el mismo de la Serna narra que habia quienes empleaban conjuros sacados del ritual cat6lico mezclados con gesticulaciones que simulaban el apartar los nublados; otros usaban una cule­ bra viva enroscada en un palo, esgrimiendola hacia los nublados y profiriendo palabras in­ comprensibles; otros mas, gesticulando y so­ plando hacia el norte y el sur, al tiempo que invocaban dioses antiguos; y unos ultimos, es­ pantaban y ahuyentaban nubes y tempestades invocando al Dios cristiano, a la Virgen Maria e incluso a ciertos santos (de la Serna 1953: 78-79).

Escultura en el atrio de la iglesia de San Pablo Autopan, tal/ada por los canteros de la region.

Hoy en dia, los quietlazquies y sus acom­ pafiantes anualmente celebran ceremonias en el monte, en un paraje conocido como "El Toro", en las inmediaciones de Texcalyacac, a donde acuden tanto los de esta poblaci6n como los mas tradicionalistas de Techuchulco. El15 de agosto de cada afio, fecha asociada con los rituales mexicas de Tl<lloc, se hacen alli limpias y se llevan ofrendas de fruta y comida. En los alrededores del paraje, se dice que hay algu­ nas cuevas con restos de comida y fruta -de anteriores celebraciones-, y que en los alrede­ dores de la piedra crecen muchas hierbas cu­ rativas y medicinales. Se piensa que si alguno se atreve a montar la piedra de "El Toro", se sufren desgracias. Segun cuenta la historia en

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cuenca alta del rio Lerma atlas t>fyulO'~nf1rn

Chapultepec, la piedra fue llevada de a Tenango, y por ultimo a Texcalyacac (Texcalyacac: 1989).

Las mayordomias Otro de los aspectos importantes dentro de la religion es la religiosa. ella, el papel de las nizaciones muy complejas derivadas de la epoca colonial, que pueden intervenir en va­ de la comunidad, no solo en el

"mayordomlas encargan del mantenimiento, las y otras ceremonias que se hacen en la lola y observancia de los feligre­ ses, y "de a1cancfa" (un que toman a su cuidado alcancias e imagenes para servirles anos (Miranda P. 1968: 96). por uno 0 La organizaci6n de en el municipio de Ocoyoacac, por ejemplo, se en que asociados con el a en una jerarqufa de los es mas santos. que para alcanzar los cargos de ideal, estar preparado eCCmOJml­ mayor rango camente y tener "voluntad" para "acomodar­ en la posicion se (Miranda P. 1968: 95).

mayordomia tiene como fin la con­

del culto a imagenes de los san­

tos a traves de un individuo, Hamado

o un grupos individuos encar­ quienes responden los de anuales celebradas en honor y ado­ igle­ Tepexoyuca, la mayordomia racion santo. otras de sm se del cultivo las conducta religiosa, las mayordomias no son la iglesia- tiene como categorias: un "mayor", solamente expresiones mantenedoras de un el peldafio mas alto en escala culto sino que, por sus estructuras y funciones , y tres "se­ conservadoras, ser un me­ menteras". Las categorias la mayordomia canismo conducta y de relaci6n social de """"'",U"H.t nutre y mantiene la persistencia tra­ ro" y , "topil" y el dicionales Ademas, por su propia na­ total de participantes, es variable. y dinamica, la movilidad y 16 de los delegados municipa­ el cambio socioeconomico de sus les a que sentido miembros y de otras ",,,,f'CA1,,,,C oficial), solicitantes y gente pueblo se re­ De entre los varios tipos de mayordomia unen a un lado del la para la quedaron la epoca de la Colonia, estan de de la organizacion la "mayordomia de iglesia" y la "mayordomia para el ano de a1cancfa"; esta ultima con dos variantes: que ....,,,a,v,,," acepta la ma­ y voluntarias 0 "por manda" que son yordomfa solicitada, el primer mayordomo 0 mas enla "mayor" la Iglesia 0 alguna alcancia), comunidad de Tepexoyuca se divide en

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ll. Sintesis elnograjica actual

su

"rorneria" con parien­ .... u~ ...v.:>. con los miembros que aceptan, con una comida, haciendose Ha­ ese momento, "compadres". 0

mayordomias de Tepexoyuca son: de la Asuncion (Iglesia), Alcancia del Senor de Chalma (0 de la Canita), Virgen de Guadalupe, de Senor del Cerrito y DiProvidencia, y cumplen, cada una, estas, los mayordomos van sas de sus esposas 0 hermanas, como tarea la diaria de copal y en el domestico; tenerlo limpio y <U~''''l''.l''U 10 para los vestidos del santo. mayordomias cumplen con otras al parecer menos relacionadas eon vida religiosa de las comunidades. Por plo en Huitzizilapan, municipio de riamente, a las cuatro de la mayordomo que tiene a su cargo la de la capilla durante ese mes, y como se desde haee mucho tiempo, debe cohete y tocar la campana de la 'F.""''''''"' avisar a la gente que es hora 1 iniciar el trabajo del dia Huitzizilapan: 39)

Otras religiones Todos los aspectos de la recibido la influeneia de otras todo de las iglesias

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Tal es el caso de 1940 a 1970, la poblacion era de 99.5%; en 1950, los ......r.+'"'<"+n".;.~n reoreslent:3.­

ban 0.1 la UUI.J1Cl'vlu'1l. 1960 ya habian aumentado a 6.1 %, aunque en la decada de 70, se observaba una ligera dis­ minucion. se a un grupo de protes­ tantes establecidos en el municipio de minoritariamente, en el municipio tambien participantes del judaismo. Con a los judios 0 israelitas, hay una le­ narra que hace muchos anos, el se­ con su caballo para acabar '-' '1.1'' ' ' <1. a judios que ahi vivian". La iglesias protestantes ha lleva­ cornUltlld.ad.(~S a manifestarse en con­ en 1960 habia 50 israelitas en pero para ] 970, solo que en general, ni protestantes ni sido aceptados en el municipio 1978: ]9).

Las fiestas y danzas Las fiestas son expresiones vivas de las cos­ turnbres que resaltan las caracteristicas nas de las comunidades actuales en el Alto '-''-'ILill,a. Aunque ciertos aspectos vidades del calendario cristiano estaban asimilados, la relacion de las fiestas eon la aportacion de bienes a conventos llego a representar una mente onerosa para los Inu""",,,, gravedad de de una bula papal gaciones, seleccionando manifestaciones que indfgenas desprenderse de culto.

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cuenca alia del rio Lerma alias elnograjico

Las fiestas, a 10 largo de la Colonia, y despues durante todos los cambios en el pe­ riodo independiente, han sufrido serias mo­ dificaciones; sin embargo, todavia para los afios 70, la comunidad tenia una compleja organizacion para las fiestas, la cual influfa a su vez en variados aspectos de la vida del pueblo. Debido a que el municipio de Temoaya es uno de los mas densamente poblados por otomies, el desarrollo de sus festividades pue­ de servir como ejemplo de la complejidad de este aspecto de la vida religiosa en la zona otomiana del Alto Lerma. La descripcion de las fiestas patronales de San Pedro Arriba, para Las figuras de los santos cristianos y la importancia de las fiestas indigenas se mezclaron irremisiblemente en elculto popular. 8endicion de San Isidro, fiesta de "Los Locos". Metepee.1973. Ruth Lechuga.

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mediados de los afios 70, indica que en la ca­ becera se hacian las fiestas religiosas mas im­ portantes: la del santo patrono del municipio, la del Sefior Santiago, la de Muertos el 2 de noviembre y la de Navidad; sin embargo, cada pueblo tenia y festejaba su santo patron. En la fiesta principal del Sefior Santiago, celebrada el domingo siguiente al25 de julio, se concentraban en Temoaya mas de 25 mil personas que venian de los pueblos, barrios y rancherias del municipio y sus alrededores. Los pueblos y barrios colaboraban para la fiesta titular con sus respectivos patronos, a los que llevaban en andas y colocaban en la capilla del Sefior Santiago en la parroq uia.


II. Sintesis etnograjica actual

Cuadros hechos con granos de mafzyotras semillas, fiesta de San Isidro. Metepec. 1962. Ruth Lechuga.

Para la celebraci6n de la fiesta titular de la parroquia de San Pedro Arriba, hay una or­ ganizaci6n encabezada por el mayordomo ele­ gido en la junta general de vecinos celebrada en la casa parroquial. Este,junto can un repre­ sentante de cada una de las localidades juris­ diccionales, hace que los vecinos contribuyan a sufragar los gastos. La fiesta religiosa es pa­ trocinada por el fiscal can sus alguaciles y topiles, quienes contribuyen con cuotas espe­ ciales y fijas (Miranda P. 1968:51). Desde los primeros meses del ano se dis­ cute la forma de celebrar al santo patrono, se

formula un presupuesto, y se asigna una cuota para los vecinos contribuyentes, quienes tienen la obligaci6n de ir pagando las cuotas "en abo­ nos". La celebraci6n de la fiesta patronal dura mas de quince dfas. Diariamente hay misa de tres ministros y procesi6n con la imagen. Pre­ viamente llegan los vecinos encargados de la celebraci6n de ese dia y recorren las calles prin­ cipales. La vfspera de la fiesta, los santos pa­ tronos de los asentamientos vecinos llegan de visita a la parroquia acompanados de su comi­ tiva, en la que no faltan los sacristanes 0 encar-

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cuenca alta del rio Lerma atlas etnografico

Danzantes de Fiesta en San Felipe el Viejo. Tem8scsltepec

gados de las iglesias, quienes entonan letanias y alabanzas. Los santos vienen adornados con flores del campo, rosarios de habas verdes, ca­ labazas y chila-cayotes y, a los lados, canas con elotes. Estas imagenes acompanan al San­ to Patron en la suntuosa procesion que recorre las calles. Por las noches los peregrinos y visi­ tantes preparan sus alimentos en plena plaza, y antes de dormir entonan cantos sagrados como el Santo Dios y otros. EI dia de la fiesta, desde temprano repi­ can campanas, truenan cohetes y toca una ban-

da de musica. Despues, los fiscales y encarga­ dos de la iglesia abren las puertas para todos los fie1es que llegan a los pies de la imagen a saludarla, rezarle y obsequiarle flores, velas, veladoras 0 panes y canas con elotes. Se re­ nueva la bandera mexicana y se estrena tam­ bien el manto del santo. LJegan los "santiagueros", distinguiendo­ se los "moros" de los "cristianos" en que los ultimos traen una cruz en el pecho, morrion 0 casco de bordes levantados en la cabeza, y estan capitaneados por el Senor Santiago, que tiene medio cuerpo de caballo de madera en­ tre las piernas. Los moros estan acompanados por su reina Florinda. La musica de una flauta y un tamborin tocan continuamente. Despues, siguen las danzas de Apaches, cuyo capitan viene del barrio del Molino. EI dia anterior a la danza, se hace la velacion en la cas a del capitan primero, a don­ de van llegando los danzantes por la noche; la cruz esta tend ida en medio del cuarto con ce­ ras encendidas y los danzantes se colocan a su alrededor cantando alabanzas y rezando algu­ nas oraciones. Al amanecer se visten y llevan la cruz en procesion por las calles; llegan al in­ terior de la iglesia y la presentan al Santo Pa­ tron, cantandole alabanzas. EI sacerdote bendice la cruz, dentro 0 fuera del templo. Em­ piezan a bailar dentro de la iglesia con la cruz abajo; despues, la sacan, la levantan y bailan alrededor de ella. Los danzantes tienen diferentes grados: el "general", el "capitan" 0 "capitana", el "sar­ gento", el primero y el segundo danzantes; el primero y segundo alfereces, cada cual con ta­ reas especificas por cumplir.

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I


II. Sintesis etnografica actual

la procesion, delante de la imagen van los tienen la obligacion que no se interrumpa el orden. Cierran la proce­ sion las bandas de musica. En la se trazan calles con "vl1al'.;::) de y, en la superior, se instaIan diversiones,juegos e infinidad de Pedro Arri­ La de Navidad en ba, como en muchas otras ev~ml!em'aU<~:S dentro la tradicion es muy importante para la poblacion. dfa las cuadrillas de Pastoras con guimaldas flo­ res van rumbo a la a depositar su ofrenA la orilla camino,junto al muro de sus llWln<L;,,",,,,,

casas, las personas instalan pequeno~ nacimien­ tos. A media del dfa de hay una procesion hacia la "nino" es de la iglesia, el recibe a los "ninos" y los coloca en un "pesebre" junto al

celebra a su zindahmu 0 santo patrono. Hay ciertas celebraciones comunes a todos, como la de los Difuntos (31 de octubre, lOy 2 de noviembre), la de Pascua y Navidad.

10 general, para

las en cada comunidad se forma una comitiva, encar­ de recolectar una cooperacion en o cuartel. EI colectado se emplea en la compra adomos, juegos pirotecnicos, comida y musica. rituales se convierten en un espacio donde otomies se reencuentran con los y donde se reproducen sus va­ tradicionales, y se como un po social defmido. La participaci6n se debe a un compromiso y a un sentido cohe­ sion

Ul'-"''-lULn

ciertas se visitan en peregrinacion. oer'eQJ'illa.cwnes evidencian varias comunidades -incluso entre di­ verso etnico- y la importancia la pre­ sion del sobre aquellos que van en rer)re:lentacIOn para 10 se

En San Pedro Tultepec, pueblo ribereiio de la cienega Lerma, hoy en dfa se en­ cuentranmUltiples manifestaciones festivas, prode tradiciones La musica es la de bandas viento, en la participan ninos, jovenes y adultos, y de hecho, San Pedro Tultepec es muy conocido en el de Mexico por sus bandas. Sus principales fiestas son de San Pedro, el 29 de junio; la la Virgen la Candelaria, ello y 2 Y la de el 8 agosto.

ra una obligaci6n de todos.

celebradas por los

co.

festeja a la Virgen de la Concepcion,

San (polr en Tultepec), Mi­ guel, San Juan, la Virgen de Loreto, Santiago Apostol y otros mas, y cada pueblo, ademas,

La importante en San Miguel Acambay, es la a su Santo Miguel Arcangel, celebrado e16 de enero. dia dedicado a Padre Jesus asisten a la iglesia miles de personas prove­ nientes todas parroquias y pueblos de Acambay, llevando las sus Santos

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cuenca alta del rio Lerma atlas etnograjico

Patronos, danzando en todo el trayecto, desde ellugar de su origen, hasta Acambay y de re­ greso. Las imagenes corresponden a la Virgen de Guadalupe, San Lucas, San Pedro, la Vir­ gen de la Purisima Concepcion, la Virgen de la Candelaria, la Veronica, la Virgen de la Sole­ dad, San Jose, la Virgen Maria, San Antonio, la Virgen de San Juan de los Lagos y otras y otros. Fiesta de "San Isidro en Capulhuac. 1962. Ruth Lechuga.

Despues, se inicia en la iglesia el tradicio­ nal desfile de imagenes, que recuerda las gran­ des fiestas que antes se celebraban.

Una de las danzas mas representativas del lugar es "La danza de los Arcos", que se baila especialmente el 12 de diciembre de cada afio en el atrio de la capilla de Endeje. La danza es interpretada solamente por hombres que vis­ ten calzon largo y camisa de manta, y llevan un lienzo rojo al hombro. Usan huaraches y por­ tan un vistoso arco de flores, multicolores. En las fiestas se bailan varias danzas, en­ tre las que destacan la de "Los Cuentepecos", la de "Las Pastoras" y la de "Petateros". La de los "Cuentepecos" es la linica danza que se pre­ senta en el atrio de la iglesia, y en ella se repre­ sentan los trabajos del corte de cafia en tierra caliente. El vestuario es calzon de manta, ga­ ban y mascara de viejito. Se baila al compas del violin y la guitarra, 0 bien, del saxofon. Re­ salta la figura de la "Sebastiana", un hombre disfrazado de mujer, con chincuete y canasto en la espalda, cuyos dialogos son en nahuatl. La tematica de la danza de las Pastoras, es que estas van a visitar al Nifio Jesus, acompafiadas de cantos y movimientos ritmicos; esta danza la llevan afio tras afio al santuario de Chalma el 24 de diciembre por la noche. Existfa tambien la danza de los Petateros, caracteristica del pue­ blo, por su tradicion de artesanias de tule. El vestuario de esta danza, mascara camisa y pan­ talon, estaba confeccionado precisamente de tule. Llevaban un burro cargado de petates y otros objetos de tule, acompafiados con violin y guitarra. Bailaban personas adultas y nifios. En la danza de Arrieros -encargados de transportar los articulos necesarios para la sub­ sistencia- se reproduce la vida de una gran ha­ cienda, que busca agradecer los beneficios

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11. Sintesis etnograflca actual

Tiene una larga historia, cuya raiz se remonta mucho antes de la conquista espafiola.

Fiesta patronai en Temoaya.

La riqueza de la medicina tradicional com­ prende vastos conocimientos y creencias. Asi, en la decada de 30, se observaba en diversas comunidades otomies la costumbre de colgar un sapo muerto, de una pata y con un lazo ve­ getal, bajo el sobradillo que protegia la puerta de la casa, para emplearlo con fines curativos. Para los otomies de esa epoca, la hechi­ ceria y el conocimiento de las hierbas estaban intimamente ligados. Las hierbas podian em­ plearse como remedios 0 como veneno; otras, tenian una aplicaci6n enteramente sobrenatural e inexplicable, como una plantita de flores ro­ jas que cur-aba el mal de ojo 0 a quienes habian sido objeto de brujeria. Otra planta, de tallo fino, con un fruto retorcido como cuemo de la abundancia, curaba el dolor de cabeza. Ha­ bian hierbas magicas, nyetti, que podian pro­ vocar la locura. Los fluidos del cuerpo eran obtenidos el afio anterior. Es en el Estado de Mexico donde se representa con mayor fre­ cuencia, aunque se extiende por todo el pais. Los personajes son patrones, administradores,

tambien significativos, y se empleaba un reme­ dio de frijoles negros mezclados con leche de mujer para el alivio del dolor de cabeza. Existen algunos conceptos del complejo

rayadores, mayordomos, atajadores, cargado­ res, "sufridores de carga", "el Juanito", el sa­

salud-enfermedad entre los otomies del Lerma,

banero, los pascualitos, los arrieros y los

que no son exclusivos de ellos. La enferme­

corredores de carga; adem as de "la mulita con­

dad, se dice, puede tener muchas causas y cu­

sentida" entre la recua (Mucifio 1972: 29-30).

ras. Las hay de origen natural y de origen

Medicina tradicional La medicina tradicional ha tenido un papel fun­ damental en la vida, no s610 de los otomies, sino de todos los grupos etnicos de Mexico.

sobrenatural. A las primeras se les combate con medic ina al6pata; las segundas, que forman parte de la cosmovisi6n del grupo, tienen una base magico-religiosa, y frecuentemente inclu­ yen a la herbolaria en su tratamiento (Isidro 94: 12-13). Son much as las personas que tienen

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cuenca alta del rio Lerma atlas etnografico

conocimientos sobre hierbas curativas y sobre como "arreglar los huesos"; y no es raro que una misma persona tenga varias de estas cuali­ dades (Manrique 1969: 717). Una de las causas mas temidas de enfer­ medades sobrenaturales son las brujas, quie­ nes introducen objetos extrafios -como espinas, piedras y animales- al cuerpo, y que solo otra bruja puede extraer. Hay brujas que chupan la sangre y pueden llegar a causar la muerte. Esto puede prevenirse, por ejemplo, regando el ex­ terior de la casa con cualquier semilla peque­ na; la bruja tardara tanto en recogerlas, que no tendra tiempo de entrar. Una emocion fuerte y repentina puede causar "espanto", "susto" 0 "asombro", que se cura con una "limpia" 0 "barrida" con plantas aromaticas, ceras, huevos 0 pollos negros, so­ bre el cuerpo del enfermo para recoger la en­ fermedad; sue len acompanarse de musica, cantos u oraciones. El "ojo" es producido por la mirada de alguien que tenga "vista fuerte". Puede cu­ rarse con una lim pia 0 aplicando agua ben­ dita. Algunas enfermedades son atribuidas a los "aires", y normalmente se curan con lim­ pias, cuya variedad de procedimientos es casi infinita. La creencia en objetos "frios" 0 "calien­ tes" que pueden causar enfermedades 0 difi­ cultar su alivio, es similar a la encontrada por toda Latinoamerica. Esta separacion entre ele­ mentos mos y calientes, es muy importante para el diagnostico de los padecimientos y para su tratamiento.

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Como se ha mencionado ya, el uso del temazcal con fines curativos ha tenido gran importancia entre los otomies. Las mujeres despues de un parto, entraban sin ropa, acom­ panadas de una senora -en la estructura pue­ den caber hasta tres personas- para ayudarles a "jalar" el vapor; ya dentro, se tapaba la en­ trada con una cobija. Se llevaba una cubeta de agua fria y con unjarrito se echaba el agua sobre las piedras, abanicandolas con hierbas medicinales como romero, laurel, ruda y santamaria, para ayudar a la "enferma". En caso de que el vapor sofocara a las personas, estas debian acostarse y despues de 45 mi­ nutos salir, arroparse y reposar (Cervantes 1978: 31). El pensamiento magico religioso en el que los otomies, como otros grupos indige­ nas de Mexico tienen una gran riqueza, se conjuga en la nocion de "piel"; en ella no so­ lamente se representan los cuerpos y las con­ cepciones esotericas de la identidad, sino que permite entrar en correspendencia al hombre con su medio ambiente, el microcosmos y el macrocosmos, a traves de un juego sutil de metaforas en el cual, los dominios del reino vegetal, del animal y del humano parecen es­ tar asimilados en un mismo universo de signi­ ficacion (Galinier 1979: 213). En este orden de pensamiento existen tambien seres sobre­ naturales que mutan de forma y pueden pro­ ducir enfermedades y hasta la muerte, como ranas que se convierten en charros y convi­ yen con la gente, 0 serpientes con "cabeza igual a la de un perro" y cuemos, que produ­ cen "susto" a las personas.


II. Sintesis etnografica actual

Tradicion oral

La narraci6n oral es la manera mas comun en que una comunidad guarda sus tradiciones. A diferencia de la narraci6n escrita, que es mas breve, por tener las ideas mas integradas, la oral presenta las ideas de manera fragmentada y con los temas superpuestos (Bartholomew 1984: 52-56). La tradici6n oral tiene una gran riqueza; cada pueblo tiene tantas leyendas, mitos, his­ tori as y narraciones propias, que seria imposi­ ble describirlas todas. De la tradici6n oral otomi, se han rescatado algunos materiales valiosos, como los contenidos en la investigaci6n lIama­ da Memoria hist6rica y tradici6n oral de Huitzizilapan publicada parcialmente por el CEDIPIEM (1995). Una leyenda muy extendida entre los pue­ blos riberenos es la de la Lanchana, y de nin­ guna manera exclusiva de los otomies. De hecho, leyendas sobre espiritus del agua se en­ cuentran tambien entre los chichimecos, los chinantecos, los huaves, los huicholes, los nahuas y los tepehuas (Marquez H. 1991). EI nombre de Lanchana es una corrupci6n de anchane, compuesta por atl, agua, y chane, morador 0 habitante, por 10 que significaria "la que vive en las aguas". En la tradici6n nahuatl, la Lanchana es la duena y encantadora de las aguas, tanto de los lagos como de los manan­ tiales. En el antiguo pueblo de Tlalaxco, hoy Texcalyacac, la leyenda de la Lanchana 0 Cihuac6atl dice que en los tiempos en que ba-

bia mucha agua en la laguna, y cuando la gente iba a pescar, a cortar tule 0 pastura, aparecia una mujer de pelo largo, en alguno de los esteros, banandose 0 peinandose; de su pelo brotaba toda la fauna acuatica de la laguna.

Arrleros danzandoen capulhuac. 1964. Ruth Lechuga.

Despues, unos encantadores de Cuatete1co, en el estado de Morelos, vinieron y encantaron a la Lanchana, y se la lie varon a otra laguna dentro de un bule; entonces se con­ virti6 en serpiente. Es por eso que se desec6 la laguna y ya no hay agua, ni peces, ni ranas, pues la Lanchana era la duena de toda la lagu­ na y quien hacia que hubiera abundancia de agua y peces.

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cuenca alta del rio Lerma atlas etnografico

cuentan que manan­ tiales en el cerro Holotepec, y que es por eso que ha secado. Tambien se cuenta que, de la se vio a la Lanchana con un cerca del cerro ChapuJtepec, donde la unos reros, y que se introdujo en una cueva y con de Texcalyacac tambien recuer­ a los manantiales. Dicen que cuando en otros la gente a los

Itzcauyapan, iban de madrugada, y

en la la madrugada 0 del <:iT<:>"""_

cer, se aparecfa una mujer extrafia, desnuda,

pelo largo, que se pensaba cosa del demo­ mo. la se alejaba, un hombre, venciendo su miedo, se Ie acerc6 y invitado a trabajar ella. trabajo conen por la en una canoa, con la condici6n de nunc a hacia d6nde iba ella. Pero un dfa el hombre mir6 hacia a un monstruo en de monc(~s 1a Ie dijo ya no 10 necesitaba. ..' ' ' ' ..' V H......'

.LJ<ULvUUJ.

San Pedro Tultepec, las leyendas son muy a las otros pueblos de las cienegas de Chimaliapan, Chiconahuapan y Chignahuapan. Persiste aqui la leyenda Ia , dadora vida en que, al brotar su ca­ bellera viboras, peces, culebras, aj acociles y ranas. leyenda ha ido desapare­ ciendo U..,O'IJWw;) la de Ia (Orihuela 1993).

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su aspecto al modo un tanto del de la mltologia es una encantadora hombres. Los amores de la Lanchana con los hombres se cuentan tam bien en 1eyendas. elias re un joven se enamor6 de una muchacha de otro pueblo, y Ie propuso que su mu­ acept6, con la condici6n de ran a vivir a 1a Ie pidi6 que en su casa que se iba a vivir con ella, y que (',,'~nrc:l_ nuevo, que 10 tendiera en su casa el dos monedas que Ie dio efecto. Cuando eljoven parti6, encontraron en el petate muchas monedas de oro, pero el novolvi6. Otro

de leyendas que se conservan se a cuevas encantadas 0 que servfan para llevar a cabo importantes la comunidad. es el caso la leyenda la cueva Mirador, que conserva restos prehispanicos, 0 la un del monte Manzano, mado Donija, pobladores de las comu­ dondelos nidades se una ce­ remonia de cambio de autoridades, por 10 que era un muy importante (CEDIPIEM 1995: 21). Otro tipo comunes en la zona, esmn relacionadas con a1gunas de cuales ya desde los Ia Colonia como milagrosas. e1 santo patrono San dro Arriba, municipio de Temoaya, por ejem­ plo, se cuenta llH'''-J';''''H muy mi1agrosa por franciscanos al bio Jiquipiko viejo», anterior cabecera


II. Sintesis etnograjica actual

Sirena de barro. Metepec.

del municipio. En un incendio, la iglesia se des­ truy6 y la imagen qued6 intacta. En la capital del Virreinato quisieron recoger la imagen para venerarla en la catedral, pero el Senor Santia­ go «no queria salir de su pueblo». Nadie 10 pudo mover una vez llegado a la salida del pueblo. Se orden6 entonces que se regresara el santo ala iglesia; se organiz6 una inmensa comitiva para recibirlo, y «de manera prodigiosa», el

santo se pudo levantar. LJegando a 10 que ahora es Temoaya, nuevamente se hizo pe­ sado, y fue imposible quitarlo, por 10 que decidieron levantarle una capilla. Muchos ha­ bitantes de Jiquipilco «El viejo» decidieron bajar al nuevo pueblo para establecerse alii, formando 10 que hoy es la cabecera del mu­ nicipio (Caballero 1967: 47, en Cervantes 1978).

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cuenca alta del rio Lerma atlas etnografico

Organizacion civil

La actual organizacion civil de los otomies, como la de toda la provincia mexicana, esta fundamental mente derivada del municipio, aun­ que hace unos 20 afios se podia observar una cierta mezc1a de los aspectos meramente ad­ ministrativos con los de la organizacion tradi­ cional (Cervantes 1978: 98-99).

Origen y desarrollo del Consejo Supremo Otomi Si bien el Consejo Supremo Indfgena del Estado de Mexico se fonno como una organi­ zacion corporada en 1977, cada Consejo tie­ ne un origen diferente. La formacion del Consejo Supremo Otomf es posterior a la fonnacion del Consejo Mazahua, y a diferencia de este, no se tenia ninguna experiencia como movimiento indio. Aunque su origen es algo confuso, pare­ ce que este movimiento se empieza a gestar a rafz de convocatorias enviadas por el Consejo Nacional de Pueblos Indigenas (CNPI), invi­ tando a las autoridades de las comunidades a participar en el Congreso de 1977 en Sta. Ana Nichi, sefialando la importancia y la necesidad de organizar un movimiento otomi. Puede de­ cirse que el movimiento indigena otomf se ges­ ta en 1976 en Temoaya y se consolida a comienzos de 1977 en San Bartolo Morelos, Estado de Mexico. En las comunidades existian organizacio­ nes, como las mayordomfas, pero con la ges­

tacion del movimiento otomi aparecen nuevas autoridades, como los consejeros, quienes asu­ men algunas de las funciones de los mayordo­ mos, como la preservacion y difusion de la cultura, ademas de otras de caracter politico y economico. Desde su gestacion en 1976 y hasta 1980, existio un trabajo en conjunto entre los Hderes mazahuas y otomies, pues ternan intereses y ob­ jetivos semejantes. En cuanto a la funcion de sus consejos, parecia que la trayectoria politica de ambos Hderes era paralela, hasta que los caminos empezaron a ser cada dia mas divergentes. Posterionnente, dentro del Consejo Su­ premo Otomf, se produjo una escision , for­ mandose tres facciones distintas: una primera apoyo allider oficial del Consejo Otomf; una segunda se mostro disidente, pero seguia per­ teneciendo a la organizacion; y una tercera se separo total mente, fonnado un movimiento in­ dependiente; sin embargo, a pesar de las dife­ rencias y conflictos que separaron a estas tres facciones, tenian un objetivo comtin: la partici­ pacion dentro de las estructuras politicas del actual sistema mexicano de poder. Uno de los primeros objetivos del Con­ sejo es llegar a controlar una porcion cada vez mas amplia del territorio otomi. Otro, es lograr que las presidencias municipales en las regio­ nes otomies, sean dirigidas por ellos mismos. Tiempo despues, a principios de los 80, ellider del Consejo Otomf fue nombrado Coor­ dinador General del CNPI y tras conservar am­

I 74


11. Sintesis etnografica actual

bos nombramientos, llego a ganar una diputa­

con el partido en el poder (Sepulveda y Va­

cion. Este hecho, segun algunos, constituye

lladares 1984).

una victoria importante dentro del movimiento indio en Mexico, ya que con un indigena en

A partir de 1995, las gestiones de los

la Camara hay mas posibilidades de obtener

otomies del Estado de Mexico con todas las

solucion a sus demandas, por tener ahora

instituciones estatales y federales, se realiza por

quien las defienda; sin embargo, las opinio­

medio del Consejo Estatal para el Desarrollo

nes eran encontradas, y son muchos quienes

Integral de los Pueblos Indigenas del Estado de

consideran que no es conveniente la identifi­

Mexico (CEDIPIEM), ante el que tienen nom­

cacion de los lfderes del movimiento indio

brados representantes de manera permanente.

Centro ceremonial otomf.

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llI. Sintesis etnografica actual

Los mazahuas

Aspectos /isicos y geneticos

P

os mazahuas de la cuenca alta del rio Lerma ocupan este territorio desde epocas antiguas, pero la marginacion en la que han vivido a 10 largo de su

Mujeres mazahuas actuales.

historia ha fomentado, por 10 menos hasta este siglo, despreocupacion por el estudio de su cultura. Los analisis antropologicos re­ cientes muestran que las fuentes historicas de la epoca colonial solo mencionan colateralmente a los mazahuas cuando ha­ cen referencia a otros grupos etnicos, mien­ tras los objetos arqueologicos de sus antepasados escasean en los museos y en las colecciones en general, debido quiza a que sus asentamientos no fueron tan fastuosos como los de otras culturas del Mexico anti­ guo. Las investigaciones en el campo de la antropologia fisica, para conocer la estruc­ tura del cuerpo y las caracteristicas genetic as de este grupo indigena tampoco habian teni­ do presencia significativa; si acaso, los pri­ meros realizados por Hrdlivka quien estudio a 41 adultos mazahuas en 1935. De hecho, algunos datos acerca de la estructura corpo­ ral y rasgos geneticos distintivos se presen­ tan en el Primer encuentro sobre fa cuftura de fa region mazahua, celebrado en el Esta­ do de Mexico en 1985. Estos estudios mo­ demos de antropologia fisica no se limitan exclusivamente al aspecto biologico 0 fisico

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cuenca alta del rio Lerma atlas etnograjico

de los grupos etnicos, sino tambien a estudiar como afecta a los individuos su forma de vida; es decir, como influyen las relaciones sociales y economicas en sus aspectos biologicos. ~o­ demos decir, entonces, que tanto la herencia como los caracteres corporales se yen afectados de manera diferente, segful el medio que rodea a los individuos. De acuerdo con estas consideraciones, a partir de 1978, en diversas temporadas de cam­ po hasta 1983, se realizo un perfil biologico de 1331 hombres y mujeres mazahuas de San Felipe del Progreso y de El Oro, donde ade­ mas se aplicaron entrevistas para obtener da­ tos socieconomicos. Esta informacion se completo con resultados de otras muestras en hombres y mujeres, entre 6 y 20 afios (Jimenez Ovando 1986: 404), todo 10 cual permitio es­ tablecer rasgos ffsicos y geneticos de los mazahuas, en estos municipios con mayor den­ sidad poblacional. Los resultados permitieron obtener datos interesantes acerca de este grupo etnico. Asi, por la forma de la cabeza, son braquicefalos, 0 sea, de craneo proporcionalmente ancho; este indice craneal y horizontal se calcula al dividir el ancho por la longitud maxima de la cabeza. La cara muestra pomulos salientes, piel more­ no-rojiza, ojos de marcado cafe oscuro y aper­ tura de parpados estrecha. Su complexion es fuerte y musculosa y su estatura oscila entre 1.58 y 1.70 m. Su pelo es liso y escaso en todo el cuerpo (Lagunas, Serrano y Weeks

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1986: 386). Poseen un tronco de altura media (metriocormicos) y brazos cortos. Las piernas de los hombres son de longitud media y las de las mujeres, largas, 10 que sucede al contrario con respecto al tronco. Las mujeres tienen mas largos brazos y piernas, debido a un crecimien­ to mas lento, pero un desarrollo mas rapido con respecto a los hombres. EI ancho de los brazos de las mujeres suele ser mayor al de los hombres, ya que estas poseen mayor tejido graso, mientras los hombres tienen mayor teji­ do muscular. Mediante el analisis de sangre practica­ do en 105 individuos de las muestra (60 hombres y 45 mujeres) se encontro que el gru­ po sangufneo 0 positivo es predominante, al igual que las huellas dactilares en forma de "presilla" . 4.84% de los individuos presento discromatopsia; 0 sea, tendencia a la confu­ sion de los colores, y 3.33% no mostro per­ cepcion gustativa a la FTC, sustancia quimica perceptible solamente por quienes poseen un gene especifico. Estos datos indican que los mazahuas tienen una composicion basicarnente indigena, ya que mantienen un alto alto grado de sus caracteristicas geneticas ancestrales; esto obedece al aislamiento en el que vivieron durante siglos y que les permitio conservar su patrimonio hereditario prehispanico, practica­ mente sin la incorporacion significativa de ele­ mentos biologicos extrafios. Este panorama ha empezado a cambiar recientemente, debido a presiones sociales y economicas que los obli­ ga a emigrar a las ciudades y a transformar su


Ill. Sinlesis elnograjica actual

modo vida (Lagunas, Serrano y I 385).

siderar que obstaculizaba el pafiol (Cardenas 1986: 1

Rasgos esenciaLes de La Lengua

Asi, en la actualidad, el sente en 13 municipios al noroeste Mexico, y cinco en el estado de Michoacan, solo los ancianos, los adultos y res 10 hablan, en familia y en y ceremonias religiosas, mas no en el que la lengua coloca a sus hablantes en una situaci6n desventajosa a la mayoria de mestizos y dominan en el mundo modemo. se ido incorporando los j6venes muchos de los cuales ya no o nunca la aprendieron, aso­ condiciones adversas que vive su

que al """.U.AJU,",,"""" con un grupo y con un visto hasta ahora, la los mazahuas ha sido una cronica de marginacion tambien en los estudios de la pues la mayoria se concentran 0 bien en su fiHadon y con el otomi, 0 en algunos lingUisticos muy particu­ lares de esta precisar la epoca en que a~~~r';:'la la lengua mazahua. contra se dieron cuan­ do el """eL" sometio a su vasallaje a y matlatzincas e impuso el otomies, mlhuatl como oficial en el valle de Tolu­ ca. A partir 1, caen con la Gran Tenochtitlan los del imperio, y mas tarde con el nueva ideologia con­ quistadora, quedo establecido que la lengua frente al indigena era castellano, y 10 eran sus hablantes. contra la len­ gua mazahua la epoca posrevolucionaria nuevos acosos ideologicos, como el maestros rurales, generalmente bfan que se hablara la nativa, por con-

es­

No se

Doctrina y

O.H·O>'l.".,,,,"'/1

mazahua, recopilada por el

cura beneficiado enviado a Xocotitlan en 1600, quien nos lega una matica del siglo XVI. No obstante los cuatro que han mediado, se puede constatar en el sistema fonologico no ha habido ",... ",,..,rI,o.., cambios desde entonces, aun­ un municipio a otro, plana investigaciones, reconstructiva. Dadas que plantea un estudio exhaustivo, se incluyen aqui genera­ lidades del mazahua Segundo y Gutierrez 1988: 126).

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cuenca alta del rio Lerma atlas etnografico

Existen dos variantes dialectales esencia­ les en el mazahua, cuyas diferencias, aun cuan­ do intervienen en la fonologia y semantica de algunas palabras, no imposibilitan la comuni­ caci6n de sus respectivos hablantes.

un cierre glotal (Segundo y Gutierrez 1988 : 126). El genero masculino y femenino se di­ ferencia en forma particular, de modo que cuando se busca "feminizar" una palabra,

La variante del norte se habla en las ribe­ ras del rio Lerma; la del sur, en la zona de bos­ ques. La diferencia entre ambos dialectos es que en la zona de bosques se da un mayor acen­ to al fonema Ir/, como en ndreje, "agua", a diferencia de ndeje, del norte. Igualmente, en la zona norte se dice: b'ondo, "ciudad de Mexi­ co"; mientras que en el sur se pronuncia b'onrro (Segundo y Gutierrez 1988: 125).

considerada generalmente como masculina, se emplea el sustantivo suu, "esposa", "com­ pafiera". As! tenemos: ngoiii, "polIo"; sungofii, "gallina", 0 sea, literalmente, "la es­ posa del polio". En este mismo senti do, se emplean los terminos de parentesco de acuerdo con el sexo del hablante ; tal es el caso de migande "abuelo", si hombre,

No obstante esta diferencias, podemos sefialar de forma general, 33 tipos de voca­ les y 44 tipos de fonemas consonanticos, mas Jdvenes mazahuas con quexquemitf en Santa Rosa de Lima, Ef Oro.

80

0

nyoho, si

10

10

nom bra un

nombra una mujer.

Lo mismo ocurre, con "abuela": gande y

hngola, respectivamente (mazahua de San Andres Jilotepec, Weitlaner 1958: 7).


Ill. Sintesis

Como sucede con otras ''''11l''.'''«3 indigenas, los adjetivos se desee ca­ lificar a seres animados 0 inanimados: E bezo chaa, "el hombre ropa vieja". El "el", "Ia", para el singular; y yo para el plural: yo chabeyi, "las aguilas"; E mada, . Un dato cu­ doso es que E SlelmPlre se a un nom­ bre propio, que proviene del espanoL Por otro lado, que los ver­ bas mazahuas terminan en vocal: nemhe, "baDar"; "cosechar"; sihi, "comer". Debidoasu eminentemente oral, resulta dificil tonos de esta gua y los ""UULJl'J::J que estos pro­ vocan, como otras particularidades de su fonologia. y a manera de cuadro cuyos foneticos se a 10 largo de este capitu­ 10 (Segundo y 1988: 126).

La indumentaria La poco que

acerca de la antigua

Ui~~U\~nl~""lpnpdedo(:um.emIDs

y

la Colonia. Algunos ....v ...' ....... ' ..... u

de Bernardino de >JUAJ"-'F-."'"

reyes y de los estados ranos Acolhuacan, 1886") los chichimecas de X610tl, el componente co los mazahuas, su can fibras de agave de conejo, que se unas can HL,.ua3,

como

pocos

los

u u........."

p;nr.a>,nfirfl

actual

10 hacian algunas

que los otomies, grupo cercano a en tiempos anted ores a la y hombresmazahuasusaban huipil y cueitl. Otra IJ''-'.U'''''' eran los confeccionados con de colores 0

........"

nobles. Los """'''-''''''''''''''' los usaban de fibra de """"I'In Tezozomoc, en 81 : la Colonia, el vestido ... _"""_.._ adclpto formas y estilos propios ala influencia europea y "-'"~;'"'''-',,..u a normas morales de no fue una eX(;epClo.n; en la indumentaria el uso del y la camisa de manta vino a respectivamente el maxtlatl 0 y la tilma 0 manta rectangular que los hombres se ,,,uau,.,, sabre el pecho 0 los hombros, y que se tejia con fibras vegetales con y la dumentaria indigena tradicional,

esta ae~;ap:arelcer desde hace unos cincuenta en 1945, en al­ gunos municipios como San Felipe del Pro­ greso, los hombres huaraches, vestfan camisa de can alforzas y pespuntes; calz6n con 0 mas pespuntes de hila negro a rojo, ala cintura con una can diversas figuras y faja de colores.

81


cuenca alta del rio Lerma atlas etnograjico

como el pantalon de mezc1illa y las playeras, asi como zapatos 0 botas en lugar de huaraches. En cuanto a las mujeres mazahuas, du­ rante la Colonia, los misioneros impusieron tam­ bien algunas innovaciones, como el uso de la blusa de tipo europeo para que las indfgenas se cubrieran el torso. Pero tambien se seguian usando prendas de origen prehispanico como el quechquemitl, cuya forma basica tambien la uti­ lizaban los otomfes; esta pieza consiste en un lienzo longitudinal unido a otro con las mismas caracteristicas en sus partes lateral y superior, dejando sin coser una pequefia parte de este ultimo, con el fm de que pueda pasar la cabeza.

Mujeres mazahuas con suatuendo tradicional.

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La faja masculina practicamente ha des­ aparecido; si acaso, la usan los mas ancianos de las comunidades. En efecto, la imagen mas­ cuiina distintiva del grupo mazahua se diluye dia con dfa al asimilarse a la cultura mestiza que predomina en los municipios y en las ciu­ dades. El ejemplo mas representativo de ~ste cambio 0 asimilacion se da en los jovenes mazahuas que han adoptado la ropa modema

De acuerdo con los estudios de la indu­ mentaria mazahua realizados en los afios se­ tenta, todavia se podian distinguir las caracterfsticas particulares del quechquemitl, seglin la localidad 0 el municipio. Los de San Antonio Pueblo Nuevo, San Francisco Tecua, Santa Ana Yenshu y Santiago Otzilapan se rea­ lizaban primordialmente en color cafe 0 con rayas blancas, bordados con flores y grecas en hilo 0 estambre de color rojo y con flecos en los extremos inferiores. Mientras que en San Pablo Tlachichilpa, La Concepcion y otras 10­ calidades de ese mismo municipio, la prefe­ rencia era por los colores grana, rojo, naranja y vino con rayas del mismo color mas 0 me­ nos tenues. En El Oro y Jocotitlan, los colores preferidos eran el rojo, guinda, azul 0 cafe, pero cada uno solo, sin combinarse, y con borda­ dos alrededor del escote. En el municipio de Temazcalcingo, esta prenda se borda profusamente con estambres


lll. Sintesis etnograjica actual

de tonalidades rojas sobre un lienzo general­ mente tefiido de negro, para hacer resaltar los hilos de color que se combinan en la trama, en la urdimbre 0 en los bordados. Actualmente los estilos de las blusas 0 sacos mazahuas varian muchisimo de una co­ munidad a otra, pero la costumbre de sobre­ poner varias de estas prendas tiene el mismo origen prehispanico. Conforme a los estudios mencionados, en los afios 70 todas las mujeres de la region mazahua de la cuenca alta del Lerma usaban directamente sobre la piel, una camisa de manta blanca 0 cuadrille, de escote cuadrado y bordados alrededor. Esta camisa servia de "fondo" y caia hasta las rodillas 0 los tobillos; muy probablemente vino a sustituir el huipil prehispanico (Mapelli 1965, citado por Ruiz 1979-81 :).

En los municipios de Atlacomulco, El Oro, Ixtlahuaca, Jocotitlan, San Felipe del Progreso y Temazcalcingo, sobre las camisas de manta, usan blusas de telas y modelos variados, de charmes, satin 0 cualquier tela brillante de vi­ vos colores, como el azul, rojo, rosa mexicano y verde limon. Esta blusa 0 saco lleva un pe­ quefio cuello alto, plisado 0 liso y un bordado de hila en colores fuertes. En San Felipe del Progreso y San Antonio Pueblo Nuevo, el saco de satin lleva un cuello alto Hamado "holan". El saco va tableado desde los hombros hasta un poco mas abajo de la cintura. De este modo, las mujeres mazahuas se ponen dos, tres 0 cua­ tro blusas, todas distintas y unas mas largas que otras para que asomen por debajo. Como las otomies, las mazahuas tambien usan enaguas sobrepuestas, pero primero una, J6venes mazahuas con vestimenta actual incorporadas a la vida productiva.

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cuenca alIa del rio Lerma alias elnografico

Indumentaria femenina mazahua. Centro Ceremonial Mazahua.

a manera de "medio fondo", hecha de tela del­ gada; las siguientes van plisadas y de diferen­ tes largos, con el fin de lucir los bordados. Las mujeres de Atlacomulco, bordan la primera enagua en los vuelos, con hilos rojo, azul 0 guinda, solos 0 combinados. Las mazahuas de El Oro y Jocotitian la usan debajo del vestido corto de uso diario, y la bordan 0 rematan en tejido de gancho Hamado "pico", que puede ser de colores varios, mientras que las de Ixtlahuaca prefieren que el "pico" Heve amari­

110, azul y verde. Las mazahuas de Temazcalcingo usan hasta tres enaguas borda­ das en los vuelos. Las enaguas van montadas sobre una pretina que termina en cintas para cenirse a la cintura. Las faldas, tambien cono­ cidas como enaguas 0 lias, han sobrevivido en­ tre las mazahuas como rerniniscencia de sus rakes indigenas ancestrales, pero al igual que las otras prendas, han estado expuestas a todo tipo de influencias a 10 largo del tiempo. Al igual que las blusas 0 sacos, la mujer mazahua llega a usar hasta tres de estas faldas. Encima de las enaguas se sobreponen las lias, faldas 0 enredos. La lia consta de dos lien­ zos de lana tejidos en telar de cintura que se unen mediante una costura Hamada "randa". La lana se tenia cuando ya estaba hilada, pero en San Pablo Tlalchichilpa se tenia "en gre­ na", 0 sea antes de hilarse, 10 cual hacia que la grana tuviera distintos tonos. La lia es una pren­ da que usan las mazahuas del oriente, norte y sur de la zona, mientras que las del poniente usan faldas de diferentes colores . En Atlacomulco las lias son de un solo color, ya sea guinda, negro, cafe, 0 bien negro con cafe, o azul marino. En los municipios de El Oro, Jocotitlan, San Felipe del Progreso yalgunas localidades de Temazca1cingo, como Santiago Coachochitlan, Santa Maria Canchesda, barrio de Mara, barrio de Puente Andara, entre otros, las lias se tejen con hilos de diversos colores en lineas horizontales; unas anchas de dos 0 tres centimetros, y otras angostas como de medio centimetro, en azul 0 negro. Estos colo­ res se logran mediante colorantes vegetales. Debajo de sus faldas de charmes dejan aso­

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j


III. Sintesis etnogrciflca actual

mar varios fondos de manta blanca, adoma­ dos con ruedos tupidos de bordados. Por su parte, las mazahuas de Ixtlahuaca usan dos ti­ pos de Has. Una tejida en telar de cintura y otra confeccionada con telas de algod6n (cambaya) compradas en el mercado. Las que se tejen en telar son de color oscuro, bordadas en los vuelos con hilos de algod6n 0 lana blan­ cos. Hay otras de lana roja 0 de dos tiras, una negra y otra azul marino. Debajo de estas fal­ das, visten una enagua de manta blanca rema­ tada con encaje de bolillo. En San Felipe del Progreso y San Anto­ nio Pueblo Nuevo, sobre las enaguas se colo­ ca una falda de satin, tableada que cubre desde la cintura hasta un poco mas arriba de la pri­ mera enagua. Sobre esta falda se coloca un medio delantal de satin que se ajusta por la espalda por medio de dos cintas. Todas las faldas se sostienen mediante una faja 0 cefiidor, prenda que posiblemente tenga un origen prehispanico. Se trata de un lienzo que da varias vueltas a la cintura y que tiene distintas longitudes, algunas veces hasta de cuatro metros 0 mas, y de distintos anchos, pero nunca mas de 15 cm; se teje en telar de cintura y se decora con disefios que se realizan ya sea al formarse la trama 0 que se bordan despues con aguja gruesa y con estambres. Vale la pena resaltar aqui las serpientes que suelen decorar estas prendas, cuya presencia plasti­ ca, en contacto con el vientre femenino, tiene dentro de las creencias, un simbolismo de fer­ tilidad. En Atlacomulco, EI Oro, Jocotitlan, San Felipe del Progreso y Temazcalcingo, la faja tenia colores predominantes de rojo comb ina­

do con diferentes tonos de azul, negro y rojo entremezc1ado con blanco. La faja que se ela­ bora particularmente en San Antonio Pueblo Nuevo esta tejida de lana y lleva pespuntes paralelos en blanco, guinda 0 azul oscuro. El rebozo es otra prenda tipica en la in­ dumentaria femenina, pero al igual que las otras prendas tiende a desaparecer, y con el, la im­ presionante variedad de formas y usos que

Fajadela region de San Felipe del Progreso. Archivo Rubin de la Borbolla.

Indumentaria mazahua. Archivo Rubin de la Borbolla.

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cuenca alia del rio Lerma alias etnografico

Disefio de ave textil mazahua.

Disefio textil mazahua.

ofrece; por ejemplo, en San Felipe del Progre­ so, el rebozo se utiliza para cubrir especialmente la cabeza y los hombros, uso que contrasta con algunas comunidades de Temazcalcingo, don­ de se lleva bajo 0 sobre el quechquemitl. Los rebozos es­ tin general mente confeccionado de artisela 0 al­ godon. En algunos muni­ cipios como El Oro, Jocotitl<in, San Felipe del Progreso y Temazcalcingo, por 10 menos hasta 1970, las ancianas usaban, al igual que las veci­

nas otomies, el tapalo 0 sa­ bana de lana sin tefiir, para protegerse del frio.

Esta prenda de un metro a dos de largo por

unos 70 cm de ancho, se tejia en telar de cintu­ ra y podia llevar 0 no adomos. Complementan la indumentaria los co­ llares de varios hilos que ensar­ tan cuentas de colores. Es comun que las mujeres jo­ venes se coloquen alrede­ dor del cuello estos co !lares de colores va­ riados. En San Felipe del Progreso, donde se les conoce como "sogui!las", las mujeres llegan a usar, en oca­ siones especiales, hasta 20 de estos adomos (Mora­ les 1988: 183). Otro comple­ mento del atuendo fe­ melllno son los pasadores metaIicos sobre el cabello. Cabe decir que aunque muchas mujeres han aban­ donado la costumbre de utilizar el mensaje del peinado, en algunas comunidades tradiciona­ listas aun se conserva esta forma de denotacion social. La mujer casada !leva el "partido" enmedio de la cabeza; la mujer soltera separa el cabello lateral mente. La soltera 0 sin pareja usa muchos pasadores sobre el pelo. En San Felipe del Progreso, municipio representativo de la region mazahua, las mujeres se peinan con dos trenzas en las que entretejen listones de colores. A cada lado se ensartan cuatro bro­ ches. El atuendo culmina con arracadas de pla­ ta 0 laton en forma de media luna, cinceladas en la parte anterior, con rayas 0 disefios de flo­

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III Sintesis

res. Estas arracadas unaespe­ calamar y en su dos paja­ ritos can los picas adorno que gusta muchfsimo a las mazahuas. Otra pieza de ornato particularmente en el Toluca son los pompones con de diferentes nifias y j6venes,

que se usa valle de que las muparticularmente

y casadas, adornan su pompones se tc.r,,,,,,t,,,c fibras de colo­

cabello.

cen de estambres res, y en ocasiones, tambien se utili zan para adornar manteles

y lienzos, algunos

de los cuales sirven

objetos religio­

sos 0 bien para esun til mazahua. aJgod6n,y

morrales. Este ultimo la industria tex­ CotlIe(Xl(m se emplea fibras sinteticas. UHU.UV~ a guardar las tenencias los usan por igual hom­ bres y mujeres. (Morales 1988: 171).

El diseiio textit Una de

que identifica a la po­ la distingue Toluca, es la tiL Un concepto de la funcionalidad y la armonia entran enjuego en telas .... de tarnafios, desde pequefias Hetas cefiidores, colchas y rnan­ teles.

tres motivos cumplan esta funci6n, pero el uso y motivos perifericos, aplicados, logran dar a cada disefio la tancia visual y simb6lica que les (,f\t"'",Qnf\'~f1p (Morales 1988: 97). Para la

utilizan sobre todo el lomillo" 0 punta de cruz 41). Tambien se

UZaml(~nto

de hilos COl!ocaaos mane­ sobre los verticales. de ra la serie de hilos verticales se por uno de sus extremos, mientras los otros se pasar y sostener en espalda de la As! sosteni­ a la altura de la se pas a una serie de horizontales -la UU""(j.....- que dan a la tela bus­ 1988: 100). Las telas sinteticas y la han invadido desde hace tiempo la indumentaria y especmcuJo los textiles mazahuas. de los colores vivos y brillantes la vestimen­ dias tiesta y ta femenina s610 vuelve en pues las j6ve­ citadina. A.LVA.A ......

,,-,,,..>u'-',<..W

A ..." ' ) "

dela

actual

suelen ser o bien dibujos o

Lavivienda Al igual que la vivienda tradicional otomi, la mazahua conserva esencial del espacio y la forma, hoy en dia, una se­ rie de condiciones externas ha ido cambiando su tisonomia. La casa lHa.c..UllYU T<:l,.-y''ln,,,,, muros de ado­ dos cuartos de techos ados aguas y el y piso de

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cuenca alta del rio Lerma atlas etnograjico

Construcci6n tradicional en San Felipe del Progreso.

sobretecho queda el "terrado", donde se guar­ dael maiz.

pintaran las fachadas de rosa, amarillo, azul y verde en tonos fuertes.

EI cuarto mas grande, de aproximadamen­ te 4 x 4 m, es la habitacion principal durante el dia, mientras que por la noche hace las veces de dormitorio. EI cuarto pequefio esta separa­ do por un muro, y es el espacio destinado a la cocina y tambien bodega. Apenas de 2 x 2 m, en la cocina esta el fogon de tres piedras ­ concebi en mazahua- que sirve para cocinar y calentarse.

Aun cuando resulta dificil saber acerca de la disposicion y aprovechamiento del espacio en las casas mazahuas prehispanicas, es posi­ ble reconstruir algunos datos con la ayuda de las fuentes historicas. Asi, sabemos que dentro de estas habia bancos 0 troncos para sentarse. Junto al fogon se guardaban los utensilios para cocinar como ollas, cazuelas, jarros, metates, mo1cajetes de piedra, entre otros objetos. A pesar del tiempo, el inmobiliario y objetos do­ mesticos de las casas actuales, siguen sujetos a restricciones del espacio intemo, y una mis­ rna habitacion adopta funciones diferentes, se­ gun sea de noche 0 de dia.

De unos 50 afios para aca, las casas han adoptado una pequefia ventana, entre otros cambios que producen marcados contrastes entre los tipos de construccion y acabados. Las mas modestas y aisladas emplean adobe y laminas de carton sobre el techo, con piedras grandes encima para que no las vuele el vien­ to. Las que emplean el tabicon y el cemento, general mente usan teja de fabricacion casera. Algunos mazahuas pintan los muros con cal, pero si cuentan con los medios suficientes,

Si bien entre las casas de las cabeceras y las de las rancherias los contrastes son eviden­ tes, persisten algunos elementos tradicional­ mente compartidos por todos los habitantes de la region, como son el altar familiar, que colo­ cado en un rincon especial dentro de la casa, custodia los retratos familiares junto a las ima­ genes de los santos, flores y veladores; 0 como el caso de los cincolotes construidos en un lu­ gar del solar para almacenar el maiz. De este modo, tam bien el espacio extemo se adapta a las necesidades de sus duefios y a las costum­ bres de la comunidad. Asi, hay casas que tie­ nen el gallinero 0 en la parte posterior de la cocina, 0 en algun otro cuarto. A una mayor distancia estan los corrales para animales, mientras que el espacio entre un cuarto y otro se destina al desgrane del maiz. Hoy en dia, y como una costumbre casi desaparecida, puede haber cerca de la casa el

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Ill. Sintesis etnografica actual

oratorio 0 nitsimi (nitsjimi) de la familia. Son pequefias capillas que varian de dimensi6n, pero cuya medida mas comun es de 4.5 m de alto y de largo x 2.5 m de ancho. Pueden ser de dos tipos: el primero, sigue el estilo de cons­ trucci6n mazahua que, como ya dijimos, ac­ tualmente es de tabique, con techo de dos aguas. El segundo tipo se construye con dos torres pequefias, como si fuera una iglesia mi­ nuscula, pero sin cupulas. El oratorio esta a cierta distancia de la casa para evitar que los disgustos y las malas palabras de la familia ofendan su espacio, ya que dentro de este, se guardan las imagenes de los santos y se realizan ceremonias comu­ nitarias.

La organizaci6n social y la familia Identidad y parentesco La unidad social mazahua es la fami lia nuclear, fOlmada por el padre, la madre y los hijos, aun­ que en muchos casos, convive con ella tambien la familia extensa. Tradicionalmente, el padre es la maxima autoridad de la familia y su presencia exige obediencia y respeto, pero a pesar de este tra­ dicional dominic masculino, la mujer mazahua de hoy adquiere ciertos derechos que Ie con­ tieren frente al hombre una situaci6n de igual­ dad . Los hijos aprenden desde pequefios su responsab ilidad hacia la familia, ycuando cre­

cen, no adquieren libertad total sino hasta que cambian su estado civil, construyen su propia casa 0 cambian de residencia.

Construccion colonial.

Las actividades familiares estan detinidas de acuerdo con el sexo y la edad de los miem­ bros. Asf, las nifias se encargan de la recolec­ ci6n de quelites, frutos y hierbas, acarreo de agua y de ayudar a la madre en la cocina 0 en las actividades textiles, mientras que los nifios y j6venes de ambos sexos se dedican a la re­ colecci6n de lefia, hongos, frutos silvestres y al cuidado de los animales. Cuando la familia cuenta con ganado, el pastoreo 10 realizan general mente los ahijados, originarios de la misma comunidad 0 de otra aledafia, ya sean huerfanos de padre 0 hijos de una persona "bald fa" (termino que se refiere tambien a la tierra que no se ha trabajado); es decir, sin ningun bien material, 0 bien el ahijado que por acuerdo entre compadres, viene a casa de su padrino a trabajar como pastor por es­ pacio de un ano, periodo que puede renovarse mediante un nuevo acuerdo. EI ahijado ayuda

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cuenca 0110 del rio Lerma atlas etnografico

ademas, en las tareas agricolas como si fuera otro miembro mas de la familia (Segundo y Gutierrez 1988: 48 ). Al igual que las familias otomies, el pa­ rentesco se estructura a partir de los parientes consanguineos, conforme a la costumbre es­ pafiola, en la que el individuo lleva el apellido tanto del padre como de la madre. A pesar de que con cada generaci6n se pierde el apellido materno, el sistema permite a la comunidad identificar perfectamente al individuo como miembro de dos lineas familiares. Los mazahuas se nombran a sf mismos teetho naatho jnaaatho, expresi6n que los iden­ tifica como grupo y como hablantes de una len­ gua. Teetho, (tee, "crecer", "gente" y tho, "solamente") concentra la identidad en el signi­ ficado: "gente verdadera", "gente originaria 0 nativa", mientras que naatho (naa y tho), "ha­ bla solamente" y jnaato (jnaa, tho, "Iengua solamente") se refiere a la lengua materna, 0 sea "que habla su lengua" (Perez Ruiz 1995: 5, Segundo y Gutierrez 1988: 1). El termino ngui 0 b 'ota, para nombrar al "hombre mestizo"; sunzye 0 b 'osu, "mujer mestiza" se emplea tambien para marcar la re­ laci6n entre un teetho, miembro de cualquier grupo nativo, y alguien de afuera. El significa­ do y uso de estos terminos indican que, por tradici6n, los mazahuas han formado un grupo estrictamente endogamico, aunque hay ali an­ zas matrimoniales que se dan de man,era exogamica en dos formas: entre un teetho con otro teetho; y las que se dan entre un tee tho y un nguicha. AI producto de estas ultimas rela­ ciones se Ie designa como "semen 0 hijo de",

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espacio que corresponde al lugar de proce­ dencia del fuerefio, aunque esta denominaci6n no deja de tener un matiz despectivo. El etnocentrismo es una caracteristica humana, pero sobre todo entre los grupos indfgenas, es una forma de mantener la identificaci6n grupal; teetho, por 10 tanto, diferencia a los mazahuas de otros grupos indfgenas (Segundo y Gutierrez 1988: 3).

El matrimonio Los ritos del ciclo de vida son esenciales en la expresi6n cultural de los grupos etnicos, toda vez que confieren al individuo un lugar dentro de la sociedad, y permiten resaltar el papel de la familia dentro de las diversas actividades que garantizan la pervivencia del grupo. Es posible entonces que las ceremonias previas al matri­ monio permitan a los padres de los novios es­ tudiar las condiciones econ6micas que contrae un nuevo enlace, ademas de las sociales, en cuesti6n de quien se casa con quien; cuales son los beneficios y cuales los impedimentos. Las relaciones entre los j6venes de ambos sexos empiezan a edad temprana, mas 0 menos a partir de los 15 afios, y en muchos casos las relaciones se establecen lejos de la comunidad, como es el caso de j6venes mazahuas que se conocen en la ciudad de Mexico. Aun cuando estas relaciones se establezcan fuera de la co­ munidad de origen, los lazos familiares siguen presentes y para el matrimonio, persiste la cos­ tumbre del "pedimento" de la novia, aunque su complicado protocolo se ha simplificado y casi ha desaparecido no s6lo por la injerencia de ideas modernas, sino tambien por la situaci6n


III. Sintesis etnograflca actual

econ6mica que obliga a restringir los gastos ex­ cesivos exigidos por el viejo ceremonial. Eljoven comunica a su padre el deseo de casarse, y se busca entonces a un "casamente­ ro" 0 "pedidor" que puede ser un pariente 0 amigo, para que acompafie al joven a pedir a la novia. La comitiva lleva regalos como fruta, pan, licor 0 pulque, y en algunos casos de fa­ milias mas tradicionales, se requieren hasta tres visitas, antes de que los padres de la novia ac­ cedan a la celebraci6n del matrimonio.

recursos necesarios, recurren al "rapto". Pre­ vio acuerdo, la pareja se encuentra "casual­ mente" en el rio 0 en el campo y el joven la "rapta"; ambos se ocultan en una poblaci6n cercana durante algunos dias. Al final, el pa­ dre de la joven acaba por aceptar que la pare­ ja vaya a vivir a la casa del padre del muchacho, y a partir de ese momento, se inicia el "pedi­ mento" formal. EI joven, el padre y el casa­ mentero piden disculpas por 10 acontecido y Ie

Boda mazahua.

Una vez aceptada la peticion, se fija la fecha de la boda y se hacen los arreglos nece­ sarios. En algunas familias mazahuas, la de la novia se encarga de confeccionarle la ropa, mientras el varon, cuando llega el momenta de construir su propia casa, recibe la ayuda de amigos y parientes. La ceremonia nupcial se celebra en la igle­ sia, y cabe ac1arar que s6lo hasta hace pocos afios se exigi6 como requisito el matrimonio civil antes del religioso. Para festejar el matrimonio las familias de ambos conyuges organizan una fiesta que llega a durar vados dias. Primero se asiste a la casa de la novia donde la familia ofre­ ce mole, tortillas, sopa de arroz, tamales, pulque, cerveza y aguardiente. La comida se ameniza con la musica de algun grupo 0 banda, y ya entrada la noche, los recien casados son acompafiados por amigos y familiares a la casa del novio, donde hay otra fiesta con co­ mida, bebida y baile en abundancia. EI matrimonio representa un gasto fuerte para las familias, para los padrinos y el novio, de modo que cuando los j6venes no tienen los

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cuenca alia del rio Lerma alias elnograflco

EI culto a los difuntos.

ofrecen al padre ofendido pulque, licor, ciga­ rros e incluso dinero. La boda se celebra cuan­ do eljoven ha conseguido la cantidad necesaria para cubrir los gastos que implica el matrimo­ nio (Camposortega y Miranda 1992: 56), des­ pues del cual, la pareja vive ala "sombra" del padre del esposo, hasta el nacimiento del pri­ mer hijo. Ese es el momenta en que la pareja forma un grupo domestico independiente.

El nacimiento y el bautizo El embarazo transcurre sin mayores complica­ ciones, pero por regia general, en los ultimos tres meses la comadrona se encarga de aten­ der a la embarazada. La parentela femenina sueIe estar al pendiente del embarazo, pero el dia del parto, cuando el esposo esta presente, es el quien ayuda a la comadrona a apretar el

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rebozo alrededor del vientre de la esposa, con el firi de facilitar el momenta de expulsion. El tambien se encarga de enterrar la placenta en un rincon de la cocina 0 bajo algun arbol en el solar familiar. La nueva madre recibe todos 10 cuidados durante cuarenta dias, tiempo en que guarda reposo absoluto y se somete a una dieta Jiqui­ da que Ie permita tener leche abundante para el amamantamiento. Despues de la cuarente­ na, la comadrona regresa a banar a la mujer y al nino con agua caliente, alcohol y plantas sil­ vestres olorosas. Por 10 general, tres meses despues se ce­ lebra el bautizo, que al igual que las costum­ bres otomies, culmina con la ceremonia de "Ia saca-misa"; esta permite a la madre dar gra­ cias por haber tenido un buen parto. Los pa­


III. Sintesis etnograjica actual

drinos de bautizo 10 son tambien de la "saca­ misa" (Ruiz Chavez 1975-81: 140).

Lamuerte

con el patrocinio ritual de un compadrazgo, re­ laci6n que se establece con una persona que no es miembro de la familia, pero con quien se tienen vinculos amistosos que duran toda la vida.

Cuando llega la muerte de un pariente, la familia acostum bra buscar a un padrino de mor­ taja que se encarga tambien de llevar al "re­ zandero", a los musicos y las varias gruesas de cohetones que se queman durante el velorio y el entierro (Sepulveda y Valladares 1984: 19).

Entre los mazahuas de nuestra regi6n se establece 10 que se llama "compadrazgo de grado" en cuatro ocasiones principales: e1 bau­ tizo, la confinnaci6n, la primera comuni6n y el matrimonio. El pape1 del padrino no se reduce a una figura representativa, sino que se con­

La mujer mazahua sincorporada al trabajo.

Si el difunto es un menor de edad, el pa­ drino de mortaja siempre es el de bautizo. A los nifios se les adoma el ataud con figuras de papel, encaje y flores blancas. Se les coloca una corona, sandalias y un cintur6n dorado (Romeu 1994: 72). El padrino de cruz 10 es para los difuntos adultos, y es quien se encarga de llevarla a la casa de los deudos y al dia siguiente, al pan­ te6n. Las cruces se rocian con agua bendita, y se sostienen con un paliacate, mascada 0 re­ bozo, nunca en contacto directo con las ma­ nos. En comunidades como El Calvario del Carmen, el padrino elabora una arco de flo­ res para colocarlo sobre esta cruz (Cano Gardufio 1993: 20)

Elcompadrazgo El mazahua puede demostrar poco apego a sus parientes relativamente lejanos y apenas re­ conocer las primeras ramas de la consanguineidad, pero el compadrazgo sf se conserva cuidadosamente a pesar del tiempo (Rojas Gonzalez 1939: 99-122). Entre los mazahuas, como entre sus veci­ nos grupos otomianos, toda ceremonia cuenta

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cuenca alta del rio Lerma atlas etnograflco

Artesano mazahua en su taller de plateria. Palmillas, San Felipe del Progreso.

vierte en el "padre espiritual" del ahijado, pues en caso de que los progenitores llegaran a fal­ tar, el padrino se encargarfa de procrearlo. Como "padre espiritual", el padrino interviene en todos los momentos impOliantes en la vida de la familia y asume la responsabilidad de los gastos de estas ocasiones. En corresponden­ cia, los compadres Ie ofrecen todo tipo de aten­ ciones, en especial en las comidas y fiestas, en las que al final Ie entregan una canasta con mole, tortillas, arroz y tamales. En el sistema de compadrazgo, la pareja de padrinos de bautizo, 10 son de todos los hijos de una misma uni6n, y ademas, suelen ser tambien los de boda; pero para la confirma­ ci6n y la primera comuni6n se busca padrinos de acuerdo con el sexo del ahijado.

94

Tambien se establecen los llamados "compadrazgos menores" relacionados con ce­ remonias diversas que realiza la familia, como el caso de la edificaci6n de un nuevo oratorio ode la celebraci6n anual en honor del santo, 10 cual permite adquirir compadres de imagen, de habito, de evangelio, de escapulario, de meda­ lla, de cruz, de capilla, de corona y de pozo entre otros. Son tan numerosos los compadrazgos menores, que en una comuni­ dad reducida se pierde la cuenta de los com­ padres que se tienen. Hace unos 50 6 60 afios hubiera sido in­ concebible que un mazahua fuera compadre de un mestizo, pero ahora la circunstancias 10 ex i­ gen, ya que se requieren nuevas alianzas, y un compadre mestizo de alta estima favorece las


III Sintesis etnografica actual

':>V\.'l"-l\w':>

y econ6micas de una fa­

milia.

Cambios en la vidafamiliar

buscaban

pero ha­

a emigrar las mu­

de tierra que

como empleadas domes­

en la vida tradicional de las fami­ se debe principal mente a un prode aculturaci6n propiciado por que no corresponden a la rea­

los emigrantes tempora­ regresan al pueblo para di­ versas ocasiones, pero traen consigo una

estos grupos indigenas. alimentado de diversas fuentes,

definitivamente la

Y sobre todo, los lazos fami­

inmediatas fue la industria econ6micos a empleos como sus costumbres al grado que "',",lvu,."j6venes acabaron por "'''''''."",.,.u mentos propios de su cultura. Otros focos de influencia actuales son la que dentro de los cativos, transmite imagenes de una realidad cons­ inalcanzable para los mazahuas, y el tante contacto con la forma de vida urbana, ya sea en las cabeceras muncipales 0 en al Distrito Federal.

EIpopelde la mujer Los cambios mas se presentan con ciudad de Mexico e del pais. La carencia y .'-<.H',llB"'"

ingresos, asi como intemas han sido las causas estos cambios.

en la estrucUlra ala

HI11UQ,Hl',U

En un principio los hombres, quie­ nes aprovecharon los recesos para

del c6nyuge hace que la una

con su familia,

Esta relaci6n origina una matrifocalidad en las relaciones de tesco y ella llega a desempefiar un rompe con leis esquemas tradicionales de indigenas, pues en esposo, la mujer asume la doble madre y "jefa" del hogar, tal y como 10 vimos entre las mujeres otomies. A!gunas mujeres emigran a la ciudad Mexico para dedicarse , convirtiendose en encontrado vas como "La line a las mujeres Guzman, municipio para fa­ bricar mufiecas, de libros y otros objetos con 10 cua! ellas bus can mejores economlcas y la preservaci6n de su identidad cultural (Na­ varro 1994: 58).

95


cuenca alta del rio Lerma a/las e/nogrdjico

Los alimentos: . ,. creenClas y practlcas

Foto historica, mujeres vendiendo en unmercado.

96

Las practicas culinarias son un vivo reflejo de la sociedad, de sus concepciones, de su rela­ cion con la naturaleza. Cada grupo etnico tiene sus propias costumbres con respecto al tipo de alimento y la ocasion que amerita prepararlo.

mentos, muchas de las cuales, los mazahuas comparten con sus vecinos del Alto Lerma', tal es el caso de los alimentos con atributos para "reponer energia", como los caldos prepara­ dos para enfermos 0 parturientas; 0 aquellos que transmiten el mensaje de "haber comido bien", como la carne; 0 bien los que se consi­ deran "llenadores", como la tortilla que deja el apetito satisfecho.

El Calvario del Carmen, municipio de San Felipe del Progreso, es una comunidad mazahua muy tradicionalista, y gracias a ello, podemos recabar datos interesantes acerca de la concepcion y costumbres en torno a los ali­

En contraposicion con los conceptos de abundancia, los de carestia seguramente se re­ afirmaron con la hambruna que azoto a estos pueblos despues de la Revolucion. La dieta raquitica de entonces era de quelites, flores de


Ill. Sintesis

encino y espigas combinadas con una poca de masa para hacer un mismo modo, las sequias quintoniles consumirse princi­ y nabos, desecados pal mente en la (Segundo y duda algunas influyeron en o abundancia apli­ los conceptos cados a la los individuos. De que las mujeres esta forma, se "llenitas" y los "cachetoncitos" son sim­ alimentacion, mientras que bolo de una la persona enferma 0 Ie aqueja quita el apetito alguna Garduno 1

pueden participar los varo­ aprendizaje de las artes cuE­ en la entre los ocho y observaci6n y pnictica. con ellavado de trastes, el aca­ del

maiz en nes de la casa. diez

en el pueden empezar a no es sino hasta de los 13 en ya , conocimientos conen casaderas y aptas para nr~'nClrClr distintos alimentos de la cocina destacan las sopas de con chile, nopaies,

arroz, secos,

Los y las relaciones sociales Como en otras culturas, los alimentos y sus normas; sus de mal gusto abusar de la ejemplo, se personas y hacer visitas ala hospitalidad hora la en cambio, a una invariablemente se Ie

cordialidad.

de

parientes cerca, y en reciprocidad otro entre estos grupos etnicos, la alimentos, no solo es un sino tambien una en momentos de carestia. encargadas de la preparacion los son mUJeres, en tareas como la colecta de la caza y la molienda del o sea el

y obtencion de alimentos al

de los mazahuas hacen Lma comida y una menor parte, Poria se acostumbra tomar o pulque, con tortillas y

preparaci6n de alimentos todavia se conserve la cocimiento por medio de miguero que se asientan cuan­ do ya estin calientes, se VVL'vvuel alimento que se desea cocinar. Las tar dentro de una que permite preparar, "palomi­ tas de maiz", mayorfade celebraciones '-'Hi:;lV"","

f'lnr,orfJ'11rn

actual


cuenca alta del rio Lerma alIas olruom','di""

La comida ceremonial sus vecinos

Al

los mazahuas

alToz Y pulque son por tradici6n platillos principa­ como pero ninguna es tan vistosa y la se de Mueltos, en como el Calvario del munici­ pio de Felipe del

Mas

la de muertos en sl, con otros etnicos la con­ cual cepci6n de convivencia con los difuntos, los

Una gran patte de estos alimentos estara en la ofrend a muertos, junto con barro con frijo­ les, camote cocido, guisos calabaza y blancos. los otomies,

mazahuas

esta ofrend a de la preparada para 10 difuntos. Si el nifio era muy no se coloca comida en la era dulces y vasos mas elaboradas son las es los ese (Cano "H,,,-'-''-'H

98

colocan las muen la iglesia, y que consumen des­ que los difuntos "las , el las yla y Sandoval 1977: 105), como la recolecci6n mariposas mo­ narca que y los ni­ fios en el 80,Cano

que resalta en esos olores y sabores dan a flores, panes, quelites

masa con y carbonato, para no empachen, pues­ tos de alfefiique, que es un preparado en forma calaveras, y ataudes.

Al

119); embargo, entre esta de manifestaciones, costumbres prehispanicas y cristianas, ;:'UlJlC;;)Q.l\;;lI

(sjendechjo) para la preparacion del y ritual los se traduce como "be­ maiz", y que tam­

<Ut''''<I' ""

mazahuas, bida 0 pulque

de al color rojizo achocolatado que con su preparaci6n, la cual se un mes, desde la de la semilla en un almacigo pasto y hojas la molienda y fennentaci6n. de martajar Tres molenderas se el y colocarlo de una olla ba­ se rro (xis 'aba) a Sobre la se forma una nata dulce (mberecho) , se retira. restante se cuela, se exprime y se vuelve a moler, hasta quede solamen­ te una masa que se denominaxitsunu,


JJI. Sintesis

masa". Todo se cuela y ellfquido que se ne se vierte en otro cantaro lleno agua en y todo se a hervir de

8 a I O U na vez curnplidos estos se

de chile

can calabaza; mujer que 10 se va agregando a la ol1a. cuida debe tener mano" 0 sea la mana no se corte. Una para que el vez hecha la coccion, se deja reposar 3 0 4 una Como fOltificador se Ie cantidad pulque de , con el cual se iniciara la '.H",,""""'''''-''''

y consumo su sabor sfmbolos, ritos y es un ritual y va seguido se remontan a la Epoca el malz rojo se ba al antiquisimo fuego 1995:

de maiz se com­ binan con otms tortillas con cada uno por separado, o cebada, 0 para preparar esquites, pinole, o consumirse como el elote ClOCO

Ivuau'"",

nf-'rVlfl!f'

infusion para como combustible, sirve de a animales 0 para lavar trastes. Por el agua donde se cuece el su se da a las aves corral para quitarles y fria, se usa para curar de la piel (Cano Garduno 1993: 69). mazahua es de temporal y el ca­ lendario su cultivo depende de a septiembre, cas: la de lluvias ozanto, y la de secas 0 na"un··wl1 va de febrero

y

a

cuidando que sean se desgranen a mano, mujeres ni en ello ni

La cosecha En torno al maiz 0 too alimento mental, El creenclas y alargada, redonda 0 fJU1,,1"'i'Suua, sos amarillo, el pinto, consistencia dura, y preparar tortillas, ta­ o "memelas" (Segundo y El negro es para las (palomitas de maiz) 0 bien para y molido en pinole, como ritos slrve se acostumbra en San Pedro Gutierrez haeer limpias a 10 enfermos raJ 0, por su se em1988: 246). plea en la preparacion desendecho.

actual

"AMU~U''''V''

el barbecho, la cruza

y la rastra,

para y la tierra, el terreno queda la siem­ bra se inicia entre marzo y abril, combinada que hacon la haba y con cia el19 considerado eJ "Pequeno" 0 diminuti­

aJgunas se piedras del

la

de una

99


cuenca alta del rio Lerma atlas C'/VIrHn-",firn

y su

de

de

antes

a

muchos la mutua" 0 "mano que se conver­ en todo un acontecimiento la y reciprocidad pues el dueno a a participar en la y bebida. asistian con su bolsa de plantador que para cavar la o me­ rra; y el enla ya sea meo mePero la instituci6n mutua" acab6 por de­

La ""'''lBU.'''

bido al siembra, ....'."~UH,..., de una de es un que la fe­ la tierra, y como pensamiento pues no se nueva 0 sea "cuando nace que la semilla no germinanL Unos quince la siembra, se la meros, La secha

la co­ abuelos"; es en la ofrenMuertos.

Cuando la del tiene de 15 a 20 cm desague; labor se conoce como primera y en

100

se

para el corte del trigo, antes de immde cultivos con su mes de junio. esta labor, sea me­ las plantas se fertilizan, diante abono natural 0 mediante abono quimicO.El

I

m6vil", construcci6n morillos

manera el estiercol terreno (Segundo y EI uso

I

nas 10

mazahuas su olor desagradable, que provenia la molienda huesos la actualidad predomina la humanos. del abono quimico, H"-',,"''',-H'' por no hay ganado y obtener abono organico. lJaO.UD(U

En junio, la segunda escarda es A julio y se levantan 11 uvias del mes, y se em­ pieza el barbecho 0 de "bal­ han , 0 sea durante y 1988:76).

agosto se los primeros frutos del ano que se ofrecen como primicias al Sefior­ del-Agua, una

I


Ill. Simesis etnografica actual

En

las

cacion jos textiles y y

agricolas son

graclOnes tenlPo,rah:s a la ciudad a di­ capa 0

cosecha ciembre, y la labor to tomoxtle

que todavia se en diversas ciones, como en el culto al meXlcas lIamaban es Ts'ita Sibio, SenorReverencial-del-Fuego", el cual se venera en el ambito 19 de marzo, nuevo",

comcl­ y con la nom­

de con la vispera llegada bre que LGlllt""""

,",V",","llGl.

Junto con la

"V""'''tla

se tina a ofrend a de muertos (Segundo y Gutierrez 1 . 52-53). y

l(.l.LWH-'UCl

actua­

Este

esta

cere­

nas comunidades. atTodillada de la casa fuego, el compromiso que se de cuidarlo en su propia casa. novio tambien esposa te al tan la casa, HH_'VJ.l""",,,

(Segundo y

y

el

una culto a

"'-"J.,-,a->

fuentes entre otros

yala cercana.

duda, una

Glli",CHlV

ron

como son el magico-re­

de estos panmesoamericana

se y creencias apegadas al qUle­ nes fisicos como la los rayos, la el la helada 0 la (Carro 1994: enviados por Dios a los 18); salmos y peregnnaclOnes dar un como a estas ,",alau.tlU'~U"·.),

101


cuenca alta del rio Lerma atlas

los pueblos tradici6n y tierra poblados por esencias cian 0 peljudican a hombres, si no y con los establecidos. "duefios la tierra", que antepasados y personajes me­ diante que

la misma manera,

alteraci6n

a "su una piedra, o bien la solicitud de un otro lado, el especial caudales

bolos tas deidades.

es

en rio Lerma, son obje­

que son identiflcados con es­

En esta ceremonia, como ya se dijo, ofrecer la cosecha, madera 0 cantera que

en el de Agua Lerma, los habitantes tan su ofrend a al Senor del en un cesto Hamado "tejida-boca", hecho varas de sau­ ce, YJara, en verde, amarillo y Y rojo, en cuyo centro se coloca una "'LI5.CUU~"> mazorcas tiemas. cesto lleva \IDa dra atada en la inferior, Yuna vez que H"1'nrw,",,,c sahUman el agua a los cuatro rum­ bas y la participa con plegarias "que el rio no muera y no falte el , se el cesto al rio desaparece dentro de la co­

ultima parte esta ceremonia de va­ rios dias duraci6n, a del 14 '-'V"...,'dLV en subir a la HIVlHUl una capillita una cruz todo 10 cual va acompa­ fiado de cantos y danzas. Una vez concluidas danzas, retiran las que adoman su baston esta ca­ mando y las colocan en el interior pil~a; entregan el bast6n a sus suceso­ res (Mercado y Mercado 1984: 8-10, Gutierrez 1 173).

Ritos agrico/as protectores vientos y de las "lluvias (Segundo y Gutierrez

1988: 77). Mediante una serle procesiones que un en forma del los cruces princi­ y repal, en medio de ~~""'"'" de ..,'UHIJ<ULU..>.

102

muy es el del tres de Mayo, para una buena cosecha de dia corresponde alIa Cruz, en el cristiano. con una cruz madera y para proteger mal. dia al monte ,,'-"'''''''''' situado al oriente Un


111. Sintesis etnografica actual

o "cola de agua". Cuando las nubes negras se acercan, se queman los ramos de flor para que las tormentas dejen que la milpa crezca tran­ quila.

Mujer mazahua.

El dia de la cosecha, si alguien encuentra "una cruz" 0 sea tres mazorcas en el mismo tallo, es signo de buena suerte para el, y "Ia cruz" se colocara en la cima del cincolote. Si la cosecha resulto abundante, se hara "el comba­ te", tal y como 10 celebran tambien los otomies.

Los oratorios Los mazahuas comparten con sus vecinos otomies la devocion por los oratorios; esas pequefias capillas donde guardan las imagenes de los santos. Ixtlahuaca y poniente de JiquipiIco, para vene­ rar al "pequeno" Cristo 0 "Senor del Cerrito" que esta en la capilla de su cima. Prevalece la creencia de que el cerro esta enlazado con las nubes y que puede propiciar "las buenas llu­ vias" 0 conjurar "las malas". Las peregrinacio­ nes de toda la zona suben a el con imagenes, instrumentos musicales, campanitas, grupos de danzantes y todo tipo de ofrendas y "mandas", para hacer algun tipo de peticion (Romero Quiroz 1991: 113-118). En algunos detaIIes diferente al que reali­ zan los otomies, el 14 de agosto, los mazahuas clavan flores en cada elote de la milpa, con el fin de protegeria del mal tiempo y de las envi­ dias. Ese dfa, los campesinos piden a la Virgen de la Concepcion una buena cosecha, y Bevan a bendecir los ramos de flores de pericon que se guardaron tras la ultima amenaza de tromba

En la region mazahua hay dos tipos de oratorios: los comunales, tsintsimi (ts'intsjimi), "pequenos espiritus" que en al­ gunos pueblos del municipio de TemazcaIcingo, hace medio siglo, se construian de piedra y en cuyo interior se colocaban cruces de madera 0 cantera, velas, sahumerios, flores e imagenes de santos. Despues se construyeron de cemen­ to con techos de losa. En San Pedro Potla, del mismo munici­ pio, este tipo de oratorios estan ubicados so­ bre tres cerros, en el panteon del pueblo y ala orilla del Lerma. La idea de coiocarios en los montes es para detener los "malos vientos" y las "colas de agua" (Segundo y Gutierrez 1988: 198). Dentro del ilnico oratorio que posee el pueblo de Pastores hay un idolo de piedra de lOx 10 cm que tiene en la parte superior una

103


cuenca alta del rio Lerma atlas PIn()(7yr;rllrn

oquedad. Alli se coloca una cruz made­ ra. Los en pueblos mencionados guardan una referenda cial y sagrada con respecto a la ndantsimi (ndantsjimi) 0 , y es costumbre que en las se a las deidades de los a concentrarse en este espacio sa­ mayor (Segundo y Gutierrez 1988:

oratorio se los de la casa, debido a la espacios sagrados. La casa es el centro de interno, es el "",~.uvJ'V familiar; el familiar, y el oratorio, el centro ritual y social, pues antes -ahora ya no 10 per­ las autoridades eclesiasticas, allf se braban por UUvllV0 y sus amistades (Vasquez 1993:

200).

70).

Por su parte,

oratorios o "tu

nttsjimi,

0

, como se

espacio y los recursos

sus

recinto, se coloca una serie

imagenes, como

San Miguel Arca.ngel, Ts

Ap6s­

la del malecita

Guadalupe,

0

Jesus, la de

sea

a la Sefiora-

Luna (Vasquez Parra I

: 92), as! como la Araro

Chalma, el

(Michoacan) y la de Jesucristo a quien los

o

nas devotos del oratorio, que pm 10

for-

man

santos, y a donde van difuntos. parten su espacio con una

mana. al oratorio se

pobla­ de una se­ ;Fo;"'vA~, as! como el ..."n,,.oe,,, u... ~nHIJUlJ,U.

con la procesi6n

de

esta

Sefior

mas significativas 10 cualla los oratorios,

el

dijo anteriormente,

tol, Martin

de es la bendici6n

el oratorio se adorna con flores y papel de co­ y los padrinos Ilevan mole, y pulque El del , duefio es el organizador principal de este ceremonias, pero el cuidado de los oratorios queda bajo la responsabilidad la persona de edad en la Ademas del res­ y veneraci6n que se guarda pOI' las del oratorio, hay una vivencia con el comportamiento sobrenatural de Los creen que sar y que Ilegan a va" ',1 I",ai presentan

de

oratorios: cruces, las que candeleros, velas, copal.

104

rJ­

las veces con

y

Ru

a las iranda,

(Cortes

y


Ill. Sintesis etnograjica actual

Losanimalessagrados

(Segundo y

lTlPlCrp.'7

1988:

97). animales 0 zoolatrfa de la El culto a estrecha de los natura1. Hay ani males, sin em­ consu como serpiente, ma­ glCO se tanto en religiosos como en cotidianos; tal es el caso los dise­ fios de viboras en fajas y dntas el cabello de las mazahuas (Segundo y Gutierrez 1988: 94).

masa,

~"'HJll ... a

de las es "la , vi bora de piel amarilla, con di­ sefios circulares como dos metros de longitud, gruesa, de cola finisima, sin cas­ un reptil de mal para qui en se topa can ella, pues con su silbido "anun­ tiene su lLL"'U,,-'" 0 muerte. expresi6n entre nes relacionan con las de agua" a "serpientes-nube" kihmingomu (k'ihmi ngl m) cuelgan de esta, bajan a la tierra y ""C't'p'<51n a las nubes; y a las "lluvias malas" (soyebe) , de vientos, que ame­ nazan

masa

Tambien en el que la serpiente esta relacionada can la de­ del matrimonio, pues se aparece a los amantes y los deja cuando sea hombre a VUULL./V

serpiente es ademas fuente de vida. cree que en "ojos de agua" una vfbora de hermosos colores raj y si alguien se atreve a mataria, se seca el a el ya

los animales es el co­ yote, considerado animal astuto y habH, con el que se la f"t'P,'nf"l de que robarie sus animales y tambien para tener reIa­ anuncia, ade­ sexuales can el. secas. la nguarmuxa 0 otros ani males, sin embargo, que son ,-,'-'la...,,,, par sus atributos curativos como el camaIe6n y el cuya se bebe contra la la came de ra, para curar la tos y el cancer. Otros animaies son sacralizados par ser anti data 0 talisman contra brujerias, como abeja, el colibrf y el En zopilote y muerte y es intocable, la mariposa Monarca simboliza las almas de difuntos que a departir can los

Enfermedades y creencias acabancon los mazahuas son mismas que acosana demas grupos ,",UJU'-',"", de la cuenca bronquitis y entre la infantil, sarampi6n, tosferina, tuberculosis y poliomielitis. Muchas enlerrne(laCles los "duefios de la nes transmiten estas "'...""" ...."., las madres cuidan que los nifios

"""£1I11A1"I'\

anden par el suelo ni se bafien en agua 0 manantial. Una cafda accidental puede producir resfriado a bien en el

105


cuenca alta del rio Lerma atlas etnografico

cuerpo. Cuando se perturb an estas deidades, es necesario hacer ofrendas que generalmente consisten en una vela decorada con estambres de colores, envuelta en periodico con pinole y, a veces, con galletas de "animalitos". Las madres mazahuas transmiten creen­ cias acerca de enfermedades como el "mal de oj 0", 0 bien acerca de los dafios producidos por algunos alimentos, como la cebolla que provoca hemorragias en los genitales de nifios pequefios, 0 bien el exceso de papa que puede hacerlos tartamudos. Los suefios tienen su simbolismo y sus mensajes de augurio: un buey negro signitica maldicion; igualmente, serpien­ tes, tren 0 camion, una zanja, hongos llama­ dos "ternera" 0 "serenos", 0 bien una caida de dientes, simbolizan muerte. Otro suefios trans­ miten la voluntad de las animas. De este modo, si se suefia trigo, es que los abuelos difuntos piden una misa. Las creencias general mente surgen del contacto con la naturaleza cotidiana. Asi, di­ versas actividades de la tierra 0 sus elementos se relacionan con la sexualidad humana. EI bar­ becho significa copular; la casa es la matriz; los frutos, los testiculos. Al igual que los otomies, matlatzincas y nahuas de la cuenca alta, existe la creencia de que muchas de las enfermedades son causa­ das por los "malos" aires, seres de naturaleza fria -por ser terrestres y acuaticos- presentes en veintecillos y lluvias. Por 10 tanto, un buen numero de enfermedades infantiles que acosan a los nifios se cree que provienen de los vien­ tos y las nubes. Asi individualizados, los aires se manifiestan como "enanos" 0 "duefios de la

106

lluvia", 0 bien como aires de noche, brotados de las almas en pena. Estos son los llamados "aires del muerto" 0 "cancer del muerto", iden­ tificados con las entidades ani micas de los ase­ sinados, que padecen una "detencion inapropiada", pues el alma del difunto perma­ nece atada a la tierra. Esta atadura dafia a los seres humanos que estan cerca del cadaver 0 dellugar donde murio el individuo. El "Sefior 0 duefio-del-aire", N'rama 0 los denominados dejomu son los principales causantes de la muerte infantil, y a los que la mayoria de los mazahuas describen como un vaporcito que sale de la tierra cuando esta se encuentra hUmeda 0 alguien la abre. Para ali­ viar estos padecimientos se recurre al uso de hierbas como mirto, salvia, dausami, dolli, tzahil, asi como a sangrias, ademas de ofren­ das a los espiritus causantes del mal; pero si el mal persiste, se recurre a la ayuda del nyeme 0 curandero, quien diagnostica y receta median­ te acciones magicas y adivinacion (Segundo y Gutierrez 1988: 249). Como todos los pueblos de tradicion mesoamericana, los mazahuas confieren a los seres una naturaleza fria 0 caliente. Una enfer­ medad "fria" es el xitho 0 "susto", producido por una impresion 0 miedo subitos. Para con­ trarrestar el padecimiento, se recurre a la in­ gestIon de alimentos "calientes" , asi como a lavados intestinales con epazote y chilaca mo­ lida; se consume pulque blanco mezclado con excremento de coyote 0 con carne de vibora de cascabel y se bebe te de peston, estafiate, pirul, peri con, y purgantes como el "tecopatle" o la"pizahua". (Segundo y Gutierrez 1988: 245).


Ill. Sintesis etnograjica actual

La organizacion religiosa

mayordomo, como otomies, es uno de

Todos los pueblos

las diversas

cargos

por una pro mesa 0 bien

tico-religiosa similar, Hamada "mayordomia" 0 "sistema de cargos", y pueblo tiene su

yordomo general, un ano;

tos menores son el nticleo en tomo al

las funcio­

entre todos los pueblos

gos

ocupan los fiscales y los mayordomos,

auxiliados en sus tareas por una serie ayu­ dantes y personas con nombres y tareas cificos.

Alrededor del mayordomo se mueve un indeterminado de "socios", gos 0 parientes,

todos los actos comunidad y

son los interlocutores de la

autoridades de la

local.

dar al mayordomo con los 15""111L_"''-''Vll

peregrinaciones de

las imagenes y velar por los bienes tem­ plo. cargo es de eleccion popular y para el debe tener mas de 40 ser

saber

desempenado antes el

y haber de mayordomo

(Romeu 1993: 104; Ruiz Chavez I 145).

1:

y con la

de la

Los cargos menores en la organizacion casados

topiles,

desempenan el

de

tes de los y de los mayordomos, y "rezanderos" quienes se encargan de cantar y rezar en las

ceremonias, especialmen­

te en los

auxiliados por otros dos segunderos, tienen responsabilidad de cui­ dar los terrenos propiedad de la iglesia, para

sea ami­

hacen la promesa de ayu­

religiosa corresponden a U"'.Ul\." son los representantes de las ........''"''1' •..,,.., y su funcion

la familia

Montero 1975-81: 124).

la

mazahuas, los principales car­

",-".uu'"

del

familia 10 asume en

-donde el

cuenca alta. De este modo, en la on~anlzacuSln religiosa de

estas funciones, por 10 el cargo puede ser tam­

lesquierade los miembros

lIlljlaH,,~

ma­

y 10 hereda a sus hijos 0 a cua­

una comunidad.

nesson

eleccion.

bien hereditario, como en San

se

organizan la vida religiosa, social y politica

•""m"'r.." cambian,

importantes

en la organizacion religiosa, y se asume ya sea

regiones de Mexico tienen una estructura poH­

santo patron, que junto con otros san­

vimos entre los

En las tiltimas decadas del resto

lasorga­

mazahuas, y en ge­ los grupos etnicos, han tenido

cambios significativos provocados por condi­ ciones

tes

se

para la celebracion

frecuentes los comi­ de administrar las cuotas Ia

mientras

el

sentido de cooperaci6n y de cohesion del van desapareciendo.

107


cuenca alta del rio Lerma atlas etnograjico

Las grandes fiestas

patron ales EI santo patron es el depositario de las carac­ teristicas que identifican al pueblo, ya que a tra­ yeS de el, la comunidad reconstruye parte de su historia (Sandoval 1994: 208-209); sin em­ bargo, muchas de estas fiestas se han ido trans­ formando, incluso hasta perder sus elementos culturales representativos.

Festividad religiosa en San Antonio de las Huertas, San Felipe del Progreso.

108

Entre las fiestas patronales mazahuas des­ taca la de Nuestro Padre Jesus que se celebra, desde hace unos 150 afios, el tercer miercoles del mes de enero. La preparacion de la fiesta consta cuatro etapas 0 "funciones": la peregri­ nacion para la compra de la "santa cera", las

primeras visperas, las visperas, y la fiesta. An­ tes habia una quinta etapa llamada "tomafiesta" o "caida de los castillos" (Gomez Montero 1975-81) que acab6 por fusionarse, des de 1968, a "la fiesta" . Cada una de estas etapas resalta por sus particularidades. En la primera, los mayordo­ mos de los cuatro barrios de San Felipe Feli­ pe: EI Tunal, La Cabecera, Palmillas y El Calvario, junto con los "socios" se reilnen en la ciudad de Mexico, para comprar las ceras, solicitar misas en la Basilica de Guadalupe y adquirir diversos objetos rituales. La comitiva regresa acompafiada por pa­ rientes, amigos y cuadrillas de danzantes, para depositar las "santas ceras" en la iglesia de San


III. Sintesis etnografica actual

Juan Xalpa, entre cantos, misas, las danzas de Santiagueros y la de Las Pastoras. Sobresale en este ceremonialla salida del templo, donde los fiscales de San Juan y los cuatro mayordo­ mos de San Felipe 10 hacen caminando hacia atras para no dar la espalda a las imagenes del altar. Las "primeras visperas" del sabado y domingo anteriores al tercer miercoles de ene­ ro, constan de misas y quema de castillos que fabrica el cohetero de San Miguel del Centro, barrio de San Felipe, mientras que las "vispe­ ras" del martes son la mas clara manifestacion de fervor de los mazahuas a Nuestro Padre Je­

sus. En un oratorio comunal, los mayordomos ofrend an a este santo patrono un nicho de ma­ dera y las luces de los castillos. De alli parte la

columna de mas de mil devotos, hacia el tem­ plo de San Felipe. La fiesta termina con la "bajada de los castillos", con la aceptacion de la mayordomia para el ano venidero y un baile que cierra el espacio festivo (en Gomez Montero 1975-81: 151-175). Otra fiesta patronal importante es la de San Antonio de Padua, patrono de Pueblo Nue­ vo, que se realiza entre el 12 y 14 de j unio, parecida en su ceremonial a la de San Felipe. Resalta el festejo de la "Cortadera" que es una carrera de caballos en la que dos jinetes com­ piten para arrebatarse una gallina viva y con­ seguir 1a mayor parte de su cuerpo. Tambien cabe senalar el adomo de la iglesia y el atuen­ do del San Antonio a cargo de las mujeres. La fiesta sirve de marco al cambio de mayordoDanza mazahua de "Los Arcos"enla Iglesia de San Antonio de las Huertas.

109

I


cuenca alta del rio Lerma alias etnografico

mfa, donde los "entrantes" su tacion al recibir un cesto de pan casero que los "salientes" ofrend an a los cuatro rumbos (Martinez Tapia 1991: 47-49). Entre peregrinaciones, una las mas importantes es at Senor de Chalma. Durante el trayecto que dura una se­ mana, se elevan cantos y alabanzas al son del violin. Lo mas importante de las npt'pat'ln nes es su significado y simbolismo, como el que viven los que van por primera vez. prime­ rizos deben soportar con resignacion hambre, cansancio e del Las peregrinaciones sirven para rezar y rendir ho­ nor a las deidades, con el fin de propici~r bue­ nas lluvias y cosecha, como proteccion familia. comu- nidades mazahuas las riberas del Lerma, el incum­ plimiento de estas normas en el peregrinaje convertir a los participantes en roca (Se­ gundo y Gutierrez 1988: 238).

Lasdanzas AI que las mayordomias 0 el culto a los oratorios, las danzas tienen supropiaorganizacion. es decir, hombres ymujeres que bai1an porcumplir un voto 0 como es el caso la danza de Apaches 0 Concheros que se las tas mas importantes la region. estas asociaciones 0 cofradias hay un principal 0 jefe, que en este caso recibe el nom­ bre "monarca" 0 "capitan". Su funcion es organizar la danza, dirigir los pasos y coreo­ grafia de misma, como supervisar el vestuario de los' como el de los

lJO

"apaches", falda solia ser roja y verde con galones dorados y lentejuelas. Una capa con los mismos colores enriquecia la indumentaria y, finalmente, el tocado 0 corona plumas (Soustelle 1 101 ). Race ya vadas decadas, en San Bartolo Llano, el "capitan de danza" guardaba en su casa un doble nicho dentro del cual habra una cruz, un recipiente cera fundida, una concha de armadillo y una hoja con las fechas de tambien una pequeHamada "Santo santos", donde guarda­ ba los implementos de danza y el vestuario de los danzantes, pero muchos de estos elementos ya han desaparecido, junto con y sentaciones como la del Torito del municipio Atlacomulco (Soustelle 1936: 103-104). Algunas danzas son version de que representan sus vecinos otomfes; tal es el caso de los Santiagueros 0 de esta ultima se forma por una cuadrilla de 12 jovencitas entre 6 y 17 afios, la cual se or­ ganiza a instancias de la mayordoma principal de comunidad. se de a jovenes danzantes y de solicitar el permiso a padres para que una "maestra" les '-'11"'-'11'-' los cantos alabanza y los pasos (Ruiz Chavez 1975-81: 149). Hla,LWlUU

"pastoras" usan sombrerillos de adomados con flores papel, y en la mano traen un baculo con Su vestuario es una Ha azul lana y quechquemitl azul ma­ rino bordado con hilos color rojo, amarillo y danza interviene un muchacho con una la",,,,",,,,,,,, y una ardilla disecada entre extrano tiene el las manos.


111. Sinlesis elnogrriflca actual

pel de cuidar a las pastoras (Ruiz Chavez 1975­ 81: 149).

La danza de los Santiagueros se conoce tarn­ bien como danza de Moros y Cristianos 0 "Carlomagno", formada por una cuadrilla de 24 varones de diferentes edades que representan las hazafias de este heroe contra los moros. Destacan tarnbien la "danza de las Chimales" 0 "las Madres", que acompafiadas por un violin y tamborcito, enmarcan las fiestas de agosto a la orilla de Lerma.

La tradicion oral Si bien las lagunas, manantiales y otras fuentes de agua han desaparecido, aful es posible es­ cuchar las viejas narraciones indigenas acerca de los espiritus y deidades que las habitan. Los pueblos otomies tienen a la Lanchana y los

mazahuas ala Alanchani que es una de tantas versiones de una mujer que se aparece ala ori­ Hadel rio. La Alanchani es sirena y encantadora de hombres que acaba siempre horrorizandolos, pues esta cubierta de peces, ranas, ajolotes, culebras y serpientes. De la Alanchani, las na­ rraciones pasan a la muy famosa Llorona, Nenghihe entre los mazahuas, nombre que se traduce como "mal del agua" que a diferencia del espiritu de la abundancia acuatica de la mitica sirena, este personaje fantasmal esta asociado con poderes malignos. Nenghihe se aparece en las proximidades de arroyos y manantiales, sobre todo, cuando llueve mu­ cho. Cuando escoge a su victima, seduce como una joven hermosa, para despues revelarse como una vibora hinchada que enCentro Ceremonial Mazahuaen Santa Ana Nichi, construido en 1977porel entonces gobernador Dr. Jorge Jimenez

cantu.

111


cuenca alta del rio Lerma atlas etn()P'ri.J!tic()

ferma y morir a los ro 1996: 21).

(CabaBe­

bien y el mal son el hilo conductor de 10 mitos y leyendas entre los etnicos de esta zona. Abundan historias referidas a seres malignos, como el que habi­ ta en las aguas quietas del Lerma y ahoga a los pescadores aJ transformarse en una carpa grande. dice tiene forma de cerdo y cola larga con la que jala a la hacia el (Segundo y Gutierrez 1988: 1 rea­ lidad, este personaje diab61 es otra advocaci6n del Diablo, el puede diferentes formas, sea como borrego, ca­ ballo, guajolote, chivo 0 perro; puede apare­ cerse como mujer 0 como charro, y la se refiere a el con distintos nombres entre que sobresalen: Catrin", Fa­ 0 simplemen­ miliar", "Cadejo", "EI Malo". Como contraparte, las historias orales acerca de los santos son abundantes y se ase­ meJan a de los otomies. santos expresan su voluntad mediante un com­ portamiento peculiar. imagenes se hacen pesadas que se lleve a otro lugar, y las papeles como jueces, verdugos, soldados, dos 0 aparecidos. los discursos orales de mUJeres se concentra la riqueza de esta tradici6n. Pre­ sagios, refranes, moralejas y consejos trans­ miten una profunda visi6n de realidad. ejemplo de esta forma de es aque­ lla rescatada en San Potla (Segundo 1988: 253) se y asi:

112

"no ,''-'Il,all::;.'' con el dedo las porque 10 contario se secanin".

EI Consejo Supremo Mazahua movimiento indigena el de diciembre de

se consolida en Temazcalcingo,

donde se nombr6 al Consejo Supremo Mazahua, como un organismo tradicional y re­ presentativo de esta comunidad. Entre las ac­ dones inmediatas realiz6 Consejo destacan petici6n al gobernador del Esta­ que se construyera el Centro HJ.«kLM.Ilua, 10 se llev6 a cabo mediante voluntarias. logro

"l""".Vl del

municipal Villa Vic­ toria, quien derrot6 a un cacique con largos aftos en el poder. Entre metas del Consejo el res­ cate y defensa de los valores cuIturales de los mazahuas, como bienes les, educaci6n y biculturaL De acuer­ do con estos prop6sitos, el Consejo reuniones con otras etnias, para recuperar ritos tradicionales, como visita a Ngemore 0 Nevado de y en uni6n con los los rituales en honor del aCClOnes Senor del Agua. se encaminan a la busqueda una autono­ mia pueblo mazahua, lejos los "pe­ grupos poder y de los agentes intelectuales (Sepulveda y Valla­ dares I


II. Sintesis

pinl)O"rtl'fil"'fl

actual

Los matlatzincas

Lengua

T

Odo indicar que la lengua deriv6 del otomi, aHa por el 600 6 700 de nuestra era, y no hay acuerdo exacto en cuanto a su se Ie considera dentro 0 familia otomiana, junto al otomi y y al VIvUlHIv\.V (Soustelle 1937: 402; Bartholomew como al al en Pilla Chan 1975: 32). EI matlatzinca se hace unos 1500 y es probable en INI 1982).

\.'lU."Hll\.'",'.JVll<.

momento de la conquista espanola, pueblos considerados primordialmente matlatzincas en la zona aledana al Lerma eran: Toluca,

Calimaya, Teotenango, Tepetlhueyacan, Cacalomecac, Tepemaxalco, y Calixtlahuaca (INI 1

XVy nahuatl fue impuesto en los matlatzincas. No en el siglo XVII, todavia habla matlatzinca en

rentes pueblos de la provincia; sin persecuciones y genocidio vados

su condici6n de indios-,

Actualmente, San es la unica comunidad como alL-H,,,,a. En los

Ull\.d""'·V

de Axayacatl en la se­

5000

del XIX Y

quedaban hablantes de

y en Charo Mexicaltzingo, hubo poblaci6n de habla matlatzinca en los 60 y aun unos cuan­ tos en los 80 (Hasler 1960; 1967: 30).

por

Oxtotilpan habla

unos 2500 cua­ unos 600 estaban en edad .:;",,,"'" en su mayoria, Ul1111~'AIv3. daban unos cuantos embar­ go, la comunicaci6n en la comunidad era orgullosamente en lUQCLlalLolll"'Cl. aunque en la escuela el uso del se hizo obligato­ 1975: 469: rio (Cazes 1967: 116). Sepulveda y

113


cuenca alta del rio Lerma atlas etnografico

Hoy en dia, el numero total de hablantes de matlatzinca no sobrepasa a los mil, y se encuentra en una ultima etapa de transculturacion (Miranda, Flores y Gutierrez 1993: 34). Por 10 que se refiere al amHisis de la len­ gua, sobresalen en el matlatzinca de San Fran­ cisco Oxtotilpan dos aspectos: el fonologico y el estructural. El matlatzinca tiene como fonemas ori­ ginales 16 consontantes y siete vocales (tres vocales altas, y cuatro vocales bajas); sus to­ nos dependen de la relacion de la silaba con el acento, y del tipo de expresion; es decir, inte­ rrogativa 0 afirmativa (Cazes 1967: 42-43). Estructuralmente, destaca el uso de cua­ tro vocativos invariables, cuyo caracter pare­ ce ser reverencial y cuyo uso depende del estatus y del sexo de la persona con qui en se habla: tata, para dirigirse a un hombre casado; nana, para dirigirse a una mujer casada; ichhu, para dirigirse a un hombre soltero; y chita, para dirigirse a una mujer soltera (Cazes 1967: 48).

ciones entre grupos. Como algunos de estos estin determinados rigidamente por la heren­ cia y no reciben una influencia directa del me­ dio ambiente, representan el sustrato genetico de una poblacion, y con ellos se aprecia su gra­ do de mestizaje biologico. Aunque el grupo matlatzinca ocupo un amplio territorio y domino el occidente del Estado de Mexico (Cazes 1967: 28, en Lagu­ nas, Lopez, Jaen y Zacarias 1975: 497), los estudios de antropologia fisica tuvieron que dirigirse a la poblacion de San Francisco Oxtotilpan, municipio de Temazcaltepec, y a los ocuiltecas -autonombrados "tlahuicas"- de San Juan Atzingo, quienes a pesar de su dis­ tancia lingilistica, por su tipo fisico son consi­ derados dentro del mismo grupo (Serrano, Daltabuit y Gonzalez 1975: 476).

Tipos sanguineos A partir de los estudios realizados en San Francisco Oxtotilpan y San Juan Atzinco, puede decirse que los matlatzincas, al igual que la gran mayoria de los grupos indigenas

Aspectos f isicos y biol6gicos de los matlatzincas

americanos, pertenecen al grupo sanguineo 0, que entre ellos todos los individuos pre­ sentan el factor Rh+, y que aparecen muy pocos individuos pertenecientes a los gru­ pos A y B (ninguno AB); estos ultimos pro­ Vlenen

Entre los multiples criterios de analisis fisicos sobre un grupo humano, algunos -como los grupos sanguineos, los dermatoglifos, los ras­ gos antropometricos y la presencia de factores como la intolerancia a la lactosa y la "ceguera" ala fenil-biocarbamida- caracterizan las rela­

114

del

mestizaje

biologico,

predominantemente con europeos. Por 10 tanto, desde el punto de vista de la antropo­ logia fisica, al parecer el flujo genico caucasoide no ha variado notablemente la es­ tructura original (Serrano, Daltabuit y Gonzalez 1975: 476-477 y 479).


II. Sintesis etnografica actual

Dermatoglifos

tica de estos pueblos matlatzincas Daltabuit y Gonzalez 1975: 480-483).

Los dennatog1ifos -disefios crestas dennopapilares de las dedos, pa1mas de las manos y pies~ asumen patrones que difere:nc[an tintas "razas" humanas. Entre eUos, las Has digitales se han usado como lOeJnt111ca~10[leS desde epocas muy antiguas, ya que a otra y no varian, eX(~en1to durante vida del Daltabuit y Gonzalez 1975: 479). canicter indfgena de los matlatzincas se evidencia en el porcentaje vado de dennatoglifos del tipo "torbellino", tanto en las poblaciones indfgenas mesoamericanas, como en los pueblos de liacion racial mongoloide (Serrano, Daltabuit y 1975:480). 1I • .o.nl,..PJrn

a la

estudio antropometrico de la poblacion IHQ,UQ,lLU.lv" se baso en el amllisis de 13 ces (7 cefalo-faciales y 6 yen la de estos datos con los otros

1965; Lagunas, Lopez, 1975: 497).

o con son

en

y

poblacion resulta ser mesocefala-de anchura media- y de cabezas altas a las cabezas altas. Las caras y las mandfbulas de anchura me­ hay una tendencia hacia las anchas en los varones y estrechas es de anchura media 1975: 499).

IIII&L.,.1<...

es un azucar contenida en 1a leche requiere de la enzima abundantemente en 1a m­

1actosa es un canicter entre los gru­ como una evolucion +"~.o.~+'~,, medios con 0 carentes de

Rasgos antropometricos

cuanto a la estatura y e1 peso, en San altos, y hombres y las estatura media, y por el con­ (Lagunas, Lopez,

Los hombres son que las mujeres tienden hacia la obesidad, so­ bre todo en Francisco, y con las realizadas, los re­ sultaron estar CAI,,"::;UiIUlJ5 su estatura, desbalanceada en la que hidratos de carbono y un consume escase proteina,

115


cuenca alta del rio Lerma atlas

el perfodo Jaen y Zacarias 1

: 499).

Al comparar los indices craneanos con los otras poblaciones, se comprob6 que la poblacion matlatzinca se acerca mas a la ta­ rasca, la otom! y la mazahua. indices sm a nahuas. Segun los tuvieron un io mestizaje tempranas, y este se incrementa con la lIe gada principalmente de europeos, y negros de manera secunda­ pesar de la las poblaciones conservan mente indigenas y 1975:

Indumentaria epocas la del bre matlatzinca, como la de muchas otras blaciones indigenas la region, consistia en un llegaba hasta el tobillo, camisa blanca manta con un gaMn de liso, huaraches y sombrero palma.

pos economicamente mejor acomodados (Mi­ randa, Flores y Gutierrez 1993: Curiosa­ aun 0 I 0 industrializados, la mujer conserva el uso una enagua sostenida una faja, simbolo de su identidad Una buena parte la blacion acostumbra andar (Estrada : 471). Al igual las mazahuas, mujeres usan aretes oro 0 de lamina en forma de media luna, decorados con motivos fitomorfos, y collares de de vidrio so­ plado de diferentes (JNI 1982). Hoy en dia, aunque la ropa industrializada es la que mas se usa, novias todavia visten chincuete, los no­ vios usan pantal6n y nuevos, rematan­ do su atuendo con un sombrero de fieltro (Miranda, y Gutierrez 1993: 100). lU.U<H""lHV,,,",,,

EI cicio de vida Las actividades co tidianas tareas

116

Las mujeres matlatzincas, por su parte, usaban un enredo 0 chincuete confeccionado en lana de un solo color 0 elaborado en telar de cintura. Llevaban cami­ sas bordadas y lana, as! como una faja del mismo que sos­ el

con sea en metate, en molino casero 0 llevandolo al molino de la comunidad. Las tor­ tillas se ponen al comal previamente la antigua humedecido con cal, tradici6n.

actualidad, la ropa industrial sus­ tituido a la debido, en lugar, a las influencias la cultura y en se­ gundo, a la actitud discriminatoria de los

hombres comienzan el dia acarrean­ paStura, los instrumentos de branza y a los Por la despues lacomida, magueyes y conviven con

I


11. Sinlesis etnografica actual

tomando 1a lectaa:1S durante el dia. HU •. HllU,

H'-n.~ de

HH,,,, ..

reco­

ninos desgranan el malz, llevan los animales a pastar y acarrean Por 1a taral regreso de 1a desempenan algu­ nas otras domesticas 0 pescan en e1 arroyo. Por 1a antes dormir, todos pueden tomar un en el usar el 1978: 56). '''',"'UUN<-..,

trabajo campo es generalizado; durante e1 ano se prepara siembra, se deshierba, se cosecha, se reco1ectan hongos y los ani males a pastar en que ticipan incluso del y cargueros de 1a iglesia (Fragoso 1978: 56).

Embarazo y nacimiento actuales rela­ dones sexuales son la causa del embarazo, y piensan las embarazadas deben de ser cuidadas y nos de 1a natura1eza, como e1 arco sol y que danar a1 nino dentro vientre (Miranda, y 1993: 96). Segun

creencias, el cord6n umbilical I\.<UI'UlI"..., las 0 al crecer, adquiere habi­ cuales el lidades y destrezas por 10 tanto, no Aunque estas costumbres van desapa­ que el hijo a los de su ombJigo arboles a buscar miel, una de nacido colocarse en la mitad de 1a copa un arbol; que no tema a 1a os­

curidad, una parte debe enterrarse en las ras de 1a casa, en rinc6n oscuro Flores y 1993: 96). Cuando no se acude al medico, el parto estar en manos de alguna de las parteras del pueblo. La comienza unos dos meses antes. el feto no esta colocado, 1a partera 10 acomoda parael general mente en el temazcal bano. El nacimiento es en la casa, en el suelo (paja). Para el to, partera da infusion xutawi; cola de lla­ nusini 0 tlacuache hervida con una mada xiyanteni; 0 bien, Ie a beber con canela, que provoca v6mito y ayuda a que 1a parturienta puje. recupe­ rar fuerzas despues del parto, se toma infu­ chino1e 1 58). sion esposos Beven el de su mujer, 10 enreden en la carnp,ma de 1a capilla y sonar la campa­ na, 0 inc1uso en muy dificiles, sos­ tengan a la madre el t6rax 0 las axilas y la (Miranda, y Gutierrez 1993: 96). semana la par­ tera forma una bolita tamano de una con copal chipue y 1a coloca dentro del ombli­ de 1a y con el dedo recorre e1 en circulos. madre se ombligo se hernia, se piensa la copallo aliviara (Fragoso 1978: 59). Se considera una mujer no vue1ve a 1a normalidad hasta despues de 40 dfas del

117


cuenca alta del rio Lerma atlas etnografico

cuando su o su suegra la ayudan a bafiarse en el limpiandola con y llevandola bien cubierta al interior de casa de donde no salir en dos semanas. ese perfodo no come carne de puerco 10 cual la familia.

fuerzas dice que el corre peligro contraer «mal de ojo», en­ fennar de «aire» y, anterionnente, de IJ"~''"'''''"'' la «mala enfennedad». Se sabe que los nifios se ponen xikonkO (chipiles), cuando se acer­ can al fogon y rascan la ceniza con los (Fragoso 1978:

Las elUJrlatt

el comportamiento Los nifios propio de su mediante los y el trabajo. son diferentes para cada cual (Fragoso 1978: 65).

Los matlatzincas dividen la vida de un varon 0 reciben /1,.;'0'0'<'" '.",..,,,,,n,,,,v co­ nacimiento a los a caminar; wetowa na hasta aproximadamente los doce keichu, de los a los veinte afios; chamu, de los veinte a sesenta afios; tata a del matrimonio; matata, de los sesenta en adelante 0 es abuelo.

Enla vida hay varios 1"1"'1"1(-..1,'),(;1 los dos afios, cuando comienza a caminar; wetoxuwe, que camina hasta alrededor de los doce afios; toxumu, de los a los sesenta a partir manana, desde que es Si el es puesto de pie a tempra­ na edad «se Ie cae la mollera» (fontanela mal se remedia succionandosela coll[)calndo al de y saCUUlenUlOlO otros la

ymuy todo cuando son consentidos pero se desde temprana tacto fisico con hennanos mayores y Confonne se avanza en edad, aumenta la posibilidad desempefiar funciones especi­ a rarquia llegar a la Ul""U.UY"..... que la no es impedimento el traba­ jo, los ancianos yano fonnan parte gobierno del y algunos van Uh>'UH'UV""", poco a cr..",.",,,,';,, la muerte, la se acepta naturaL una persona campa­ nas la iglesia repican doble, con toques cor­ si el difunto es corta 0 avanzada tos 0 parientes y ""v••v""" ...~,.., el cadaver toda la vU,(;+H,,'V

Y hoI; en pueblo. ataud y la 1J"""au~,y economica

118

ca­ se


II. Sintesis etnografica actual

piensa que la otra vida es similar a esta, dentro de la caja se depositan ropa y objetos en mi­ niatura para el difunto. Por si "tiene que traba­ jar aHa», colocan machetes, arados 0 yugos miniatura; si era bebedor, un jarro para el pulque; a las mujeres, peines, hilo, una escoba en miniatura y su ropa. Despues de la velaci6n,y de rezar de cuer­ po presente en la iglesia, el ataud se Heva en hombros hacia el «descanso», que es una pla­ taforma de cemento con techo de tejamanil, construida en el pante6n; practica de probable reminiscencia prehisparuca (Quezada: 69-70 en Fragoso 1978). Junto al "descanso", familiares y conoci­ dos escuchan las oraciones dirigidas por el sa­ cristan 0 rezandero para despedir al difunto. Se encienden ceras y copal, y sobre la tumba, los deudos colocan flores y ceras y ofrecen pulque a los asistentes (Fragoso 1978: 80-85).

Hombre matlazinca

1995. Hector Vazquez. tNt.

Organizacion social y familiar La sociedad matlatzinca prehispanica era mi­ litarista, con una clara diferenciaci6n interna de los grupos de parentesco en "mayores", "menores" e "infimos" y una marcada diferen­ ciaci6n social de fuertes contrastes entre las posesiones, riquezas, prestigio, indumentaria y omamentaci6n. Tras la conquista mexica, esta forma de distinguir socialmente a los individuos adopt6 finalmente una forma de diferenciaci6n entre superiores e inferiores, nobles y plebeyos ala manera azteca (Pifia Chan 1975: 554).

Entre los actuales matlatzincas, la unidad social ba.sica es la familia extensa, de padres e hijos varones casados que construyen su vi­ vienda en el solar paterno; sin embargo, tal pa­ rece que la situaci6n econ6mica ha propiciado la reducci6n del tamafio de los grupos domes­ ticos hasta s610 contener a la familia nuclear y, en pocos casos, a la familia consanguinea (INI 1982; Fragoso 1978: 102; Camposortega y Miranda 1992:). Entre los hermanos, la relaci6n esperada es de igualdad, sin privilegios por el sexo 0 la

119


cuenca alia del rio Lerma atlas etnografico

Tanto

como trabajan "",..uLU'-"" y en ocasiones, los hijos ayudan a la manutenci6n de sus padres ancia­ nos; son los hombres toman las decisiones la familia, e incluso, en muehos casos, todavia 10 hacen ancianos, pues tal y como oeutTe con los otros otomianos y en en pueblos indfgenas, los an­ danos son respetados por su y co­ (Fragoso 1978: 103). mayorfa los habitantes de Fran­ cisco Oxtotilpan vive en las lad eras de las co­ linas, en batTjos, que a su vez se en multiples parajes; en que familia extensa 0 Iinaje. no una politiea 0 propia, mantienen una estrecha solidaridad (INI1982). Quienes se yen obligados a po­ blado, una intima relaci6n con su Cuando se yen en la ll"\~\.;.~lvivir en el procuran vivir y mantienen la casarse con miem­ bros propia comunidad (Cazes 1 22). existia una organizaci6n a1 pueblo en dos, una cruzaba por el centro del mismo. Las dos mitades eran end6gamas, es decir, un indivi­ de la otra mi­ duo no La "andar con una mujer , so de esta divisi6n se recuerdan aun las palabras a "los abajo", junto a

120

1a y a "los atTiba", nemani. Organizaciones similares existieron, por plo, entre tarascos hecho resante si se que poblaciones nahuas de los de Francisco Oxtotilpan, pudieron ser po­ 1981: 298).

Matrimonio

es una etapa sus cendenda social, se consuma de actos rituaies.

tras­ una

Antes del matrimonio, es indispensable el a la en esas se Ie

hibici6n del se hasta 1978: 102).

aclarar es una regIa inflexible que lejanos

Como sucede con los otomfes y el matrimonio matlatzinca se a muy temprana edad -entre los 13 y los 15 afios mujer, y entre los 15 y afios para el hombre. escoge a 1a muchacha Y sus padres su predilecci6n, y S1 de lugarla civil y VH~"vu"', aunque es frecuente que el hombre se ala mujer sin solicitarla primero a sus padres y Miranda 1 50). ese CAM·",,,,,

caso, los del se la «conciliatoria», para la cual a uno 0 dos los acompafien a visitar a los Una vez convencidos ultimos, se fija una fecha avisar a


lL Sintesis etnograjica actual

vayan a oir "como hicieron su estas ocasiones se suele em­ un lenguaje ceremonial denominado que los consuegros se entonces compadres. Anteriormente, cuando dos jovenes casarse era necesario el "pedimento" a los de la novia. Una persona con autoridad como el cura, algun fiscal 0 Y o incluso, los abuelos, respaldarlo. Si la

den volver a casar, Y riores, se tratan como S1

ante­ prop1os.

EI parentesco la terminologia, el parentesco reconoci­ do entre se limita a tres geneel hablante el tercero. De usados para describir la entre hermano y mas variados. Un cierto ter­ es que un hermano se y otro, wenlwwi, Harne a su her­ o nina llama a terminos y son utilizados entre hermanos y her­ manas sexo respectivamente. 1J_"wJ"J,

acompafiado del fiscal 0 de su com­ llevaba canastas de [ruta, pan y y acordaba la fecha de la novios debian ser presentados a los padrinos el dia establecido, y antes de la cere­ monia eran puestos a prueba durante un po. novia permanecia en casa del donde hubiera sido depositada durante el to, hasta que su padre la recogiera para entre­ al novio en la puerta de la terminaba cuando el padrino a sus ahijados su petate, el comal de (Miranda, Flores y 1 Los recien casados del novio, 0 no es aceptado y se que cesen sus milia y luego el se se juzga tanto la culpabilidad del la de la mujer.

no existe un

matlatzinca (Fragoso

los terminos anteriores indica hermano 0 hermana y a excepcion wekuwi, solo se usan para referirse a

manos 0 hermanas que esten relacionados con

el hablante. Cuando se habla de hermanos fue­

ra la del que habla, se emplean las

weruchuwi y wentuchuwi. Los wernuti y wenkwa, as! como wekuwi, wentitoni y wentihwowi tienen un uso (Andrews, en Weitlaner 1945: doc. 2, carpeta XXVI-6). es Otro termino que se usa s610 entre del hombre 0 labra wernuti. Actualmente, y papa se usan mas que palabra werutowi indica brin~, sin importar su sexo 0 en Weitlaner 1945: doc 2,

cu­ la

so­

121


cuenca alta del rio Lerma atlas etnografico

El compadrazgo Una fonnas comunes del pa­ rentesco ritual, el compadrazgo, se ,-,""',,-U1''''-''':; principalmente bautizo, matrimonio y con­ finnacion. Como sucede entre otomies y los mazahuas, ser padrino es una obligacion onerosa, pues a corresponden de fiestas respectivas, de la obliga­ cion por el bienestar sus ahijados. Los compadres se mutuo y se ayudan en caso de necesidad, algo es de ayuda cuando hay de alimentos y de dinero (INI 1982; Camposortega y Mi­ randa 1992: 50). Otro de compadrazgo es el de «combate) 0 cosecha, un tanto diferente al otros pero en cuanto a la de este rito agricola. Antiguamente, el padrino previamente escogido por el patron, debia ha­ cer una cruz y adornar el colote 0 cincolote; se entonces una fiesta tres mole y pulque. Ahora, antes llenar el se con copal, y al momento de echar ultima costalada mazorca, el compadre coloca la cruz adornada con flores y papel (Mi­ Flores y Gutierrez 1993: 88). bendicion una casa matlatzinca -lugar de ..""",,,,j-,,,, y ceremonia- tambien genera llJ<l.Ul(l'LJ:;:,'J, y de esta depende la buena convivencia de la familia, la salud e in­ c1uso la estabilidad del matrimonio. Actualmente es el cura quien bendice la casa, pero antes, se hacia antes de construirla. Se ro el perimetro del cuarto, se prendia copal, se quemaban cohetones, y se fonnaba en el cen­ tro lugar una cruz con petalos. El

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de la bendicion mandaba a hacer una cruz de madera en los y a ve­ ces se depositaba dinero en las esquinas, cuan­ do casas eran de (Miranda, Flores y 1993: 41 y 91).

Lavivienda vivienda los matlatzincas del FranOxtotilpan los 70, constaba de un solo cuarto, con el fogon dentro, y s610 en ~.,",-~£L~ pocos casos, la estaba separada. dominaba el de las y las cubiertas de tejamanil, tambien trucciones con paredes de adobe y techo de teja. La casa paterna podia ser heredada a cualquiera de hijos, hombres y sin importar su de nacimiento; sin embar­ go, se dejaba en herencia al hijo menor 0 "xicoyote". EI unico combustible empleado era la lena, y los utensilios domesticos eran ba­ rro. metate siendo sustituido el molino de mano. cama se en un alto porcentaje aunque el no habia desapa­ ya tradicionales, se habian do utensilios phistico y metal 1975:471; INI 1982). Actualmente, casas estan hechas de adobe 0 recocido, con de dos --de 0 lamina acanalada-, el piso sigue siendo tierra. En el solar se tienen algunos anexos como el "machero" --encierro de caballos y mulas-, un chiquero, el y el temazcal. temazcal es


11. Sintesis etnograjica actual

un pequefio cuarto rectangular con vigas recubiertas de ocoxal. Tiene una puerta de ac­ ceso de un metro por cincuenta, con una cobi­ ja como cortina (Miranda, Flores y Gutierrez 1993: 38 y 98).

Costumbres alimentarias A finales de los 60 la alimentacion de los matlatzincas de San Francisco Oxtotilpan se basaba e.n el maiz, el frijol y el chile, y en me­ nor cantidad, en la cebada y el trigo. La came se consumia solo en las grandes ocasiones, y el pulque, cotidianamente (Cazes 1967: 17). En los 70, la dieta inc1uia ademas algunas verduras y frutas. La came seguia consumien­ dose solo en ocasiones excep- cionales, y el frijol, por su alto costo, empezaba a sustituirse por sopas de pasta. Algunas raices, hierbas y hongos- obtenidos sobre todo en la epoca de lluvias variaban un poco la rutina alimentaria, pero seg(m los criterios medicos, la dieta global no cubria los contenidos minimos de vitaminas, proteinas y calorfas para el desarrollo fisico y mental (Estrada 1975: 470-71). A pesar de la normal frugalidad de la die­ ta, algunas ocasiones ameritan alimentos espe­ ciales, como el teomewi 0 pan para el Dia de Muertos. Dado que no todas las casas tienen homo, los familiares y conocidos se tuman dias y noches. En la elaboracion del pan -hecho con harina de trigo, agua con azUcar, leche, leva­ dura y manteca- del que se hacen figuras va­ riadas, interviene toda la familia. Una vez

homeado, cada familia 10 deposita en su altar y no 10 come hasta que se han "retirado" las ani­ mas. Ademas del pan, un dia antes de la cele­ bracion, las mujeres empiezan con la molien­ da del chile y del ajonjoli para el mole y preparan masa para los tamales. Si se tienen animales, se mata una res y se vende la carne, o se matan gallinas 0 guajolotes (Fragoso 1978: 122-125). Por otra parte, independientemente de los ingredientes utilizados en los platillos, resulta interesante que no todos los grupos humanos tengan las mismas categorias para definir los sabores de los alimentos. Entre los matlatzincas de San Francisco se piensa en alimentos sala­ dos, kichentuxi; dulces, kijtechiro; amargos, kijche; agrios, kijtexi; y podridos 0 acedos, kixitbujte. Ademas, hay palabras para definir 10 sabroso, kichite.; 10 bueno 0 sabroso, kujte.; y 10 que esta bien, kujtowi (Fragoso 1978: 133).

Religion Las costumbres religiosas de los pueblos matlatzincas aparecen descritas en testimonios desde los prim eros tiempos de la Colonia. Asi, el doctor de la Serna escribia sobre pueblos de la zona, como Xalatlaco, San Mateo, Tenango y sus sujetos, que tenian conjuradores de nublados, granizos y tempestades, y quie­ nes inc1uso recibian paga por sus servicios (1953: 77-78). A pesar del paso del tiempo, sobreviven algunas costumbres relacionadas con las anti­ guas practicas religiosas, como son el consu­

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cuenca alta del rio Lerma atlas OfHf'Oy/iC/irn

mo de alucinogenos, rituales propiciatorios de Iluvias en el Nevado de Tolu­ ca, el sincretismo religioso manifiesto desde el XVI y el a los aunque el protestantismo haya roto, en medida, el sistema 1967: 1

cargueros ocupan su un entre to­ dos, costean y organizan la celebracion de san­ tos tutelares y otras festividades, pues no una aportaci6n individual sobresaliente, y los gastos se con la de la co­ munidad lO8-109; INI 1982).

En aU~d0"'cV se conserva la costum­ bre calmar aguaceros torrenciales, lar al de a las tal y como 10 marcaba Basalenque, en el siglo (1975: 75). Con una cera bendita a la entrada de la y a un lado de la cruz, se prende copal; el campanero sonar campanas agua". Para pedirle a Dios que se lIeve la pedirle mande en cambio, el dia es el Marcos; el mayordomo es toea la campana la capilla (Miranda, y 1993:

La beyantanj estajerarquizada, son cua­ tro los cargos principales: en el mas alto, el 0 "fiscal"; Ie sigue el memextetewi 0 "fiscalito"; moktumu 0 yordomos" y por los cuatro webexoke o bexoke, "diputados" 0 son cargueros, aunque antes eran mas y menos mayordomos.

V lJ'cl.JlClCl ,

las

,",,",",,vn.,",

Al

ha ocupado todos los cargos y su participacion, la comunidad Ie respeto y prestigio goso 1978: 109 y 112). EI desempeno de y es actual mente in­ dependiente, pero antiguamente, se Como una supervivencia de antigua un indivi­ costumbre, poder ser duo haber sido delegado 1978: 109-11 0).

I

UH'.UJ.'Cl-

Iluvias. de una en el se para el voldin, Ilevando cada su cera, y comida. Al frente la columna van los mayordomos con el copal; los criados 0

La organizacion religiosa La actual organizacion llamada rna de Oxtotilpan se conoce como beyantani, y tiene como sustrato la divisi6n pueblo en 0 colonias.

124

Los

instruyen a los

religiosos, aunque los moktumu sean lIamadas "mayordomas". Anteriormente los funciona­ nos ser ahara hay nes Las mas

desempenan o

car­ y

I


II Sintesis

o fiscalito- pro­ barrios. EI vienen de y debe memexietewi funge como inferiores. EI haber ocupado los dos al sacerdote pixka se encarga atenderlo. para que al santo A el o es patrono del del cuatro de octu­ quien organiza la con una bre. Los y una pequefia cruz incrustaci6n de simbolizan su cargo en un extremo, (Fragoso 1978: 11 113). Para ser mayordomo debe haberse sido los hay "gran­ pnmero lJ""AVL~~ yentre manda. ellos ayuda al uno van a Toluca por fiscal. Los las fiestas, y para ceras, tienen una vara 0 baston. simbolizar su dos meche, rezanderos 0 Por y quienes desem­ sacristanes, hace tiempo (Fragoso pefian el

1978: 11-11

Otras el catolicismo en Oxtotilpan, desde los 40 que pertenecen a la Septimo Dia, y que se conocen Adventista como "protestantes". entra­ no fue pacifica, daala es mas tranquila, mente la se abstienen de ".""et'"",.,,,,. en HUl'..." ".... v

religiosos

11

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actual

Fiestas y danzas

la que los demas grupos . . Al cuenca, matlatzincas conservan numerosas celebraciones, aunque no todas El primero enero se roc,m()s se "ill .......',:)

en

y

los de

enero, el dia de marzo (dia de San de Semana Santa y del dos de agosto (por la por San Angeles), y el seis de

15

mayo, dia de ofrend a flores y ceras en el tem-

y

ell..oulLI<lUV

se adoman con coHares de colores, para que el durante la procesion en el al son de la musica, se ejecutan la danza de los Viejitos y la Ropa Vieja. tanto, los no dejan de tronar (Miranda, Flo­ res y Gutierrez 1993 :89). de San Francisco y San Oxtotilpan, Bevan aHa ....:"IU... ". los cargue­ sus santos en ros trasladan las naj;~ent~S de San Mateo, San el de septiembre, Francisco y San San Miguel Oxtotilpan. a la fiesta del Y hacen 10 mismo el cuatro de octubre para la fiesta de donde la procesion en Ja l~H. la costeada nueve fiesta 21 de Mateo Almomoloa,

•• J l " .

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I


cuenca alta del rio Lerma atlas etnografico

de los 70 por "los de Mexico", y tennina cuan­ do las imagenes de los pueblos vecinos regre­ san a su lugar de origen. El sabado siguiente se hace una ceremonia religiosa para San Fran­ cisco, en la que se hacen "promesas" particu­ lares y del pueblo. La gente invita a familiares y conocidos en procesi6n hasta la iglesia donce rezan y depositan las ofrendas; estos acompa­ fiantes, ni pueri, son luego invitados a comer por quien hizo la promesa. Ellunes siguiente a la fiesta, los cargueros buscan a sus relevos (Fragoso 1978: 118-122). La veneraci6n de los difuntos es quiza la segunda fiesta en importancia comunal entre los matlatzincas. En San Francisco Oxtotilpan, el 29 de octubre, los campaneros anuncian des­ de la madrugada la vispera de Dia de Muertos, y las campanas guian a las almas de los difun­ tos en su camino al mundo de los vivos. Las celebraciones comienzan el dia 31 de octubre con la ofrenda de leche, fruta, pan y agua dedi­ cada a las almas de los muertos chicos -cons i­ deradas como santos-, que llegan el primero de noviembre, al medio dia. EI dia primero por la noche, la capilla de San Francisco se adoma con flores, se encien­ den ceras y veladoras para esperar a los difun­ tos grandes. De las casa salen caminos trazados con petalos de cempasuchitl y el aroma de copal invade todo el pueblo. Al interior de cada casa hay una ofrenda mas grande, enmarcada con un arco elaborado con canas de maiz y ribeteado con hojas de yanMni 0 coraz6n de la palma, amarradas con ixtle. Al interior del marco, se ponen las flores de cempasuchil (Fra­ goso 1978:125) y papel de colores, comida segun el gusto del difunto, un crucifijo, image­

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nes religiosas, fruta, pulque, mictU (pan de muer­ to), cigarros 0 botellas de licor. Los muertos comeran el aroma de los ali­ mentos que les han sido ofrecidos en el altar 0 bet6chutata. La ocasi6n propicia que los vivos conversen con los muertos y se les pregunte sobre su vida en el otro mundo. La mayoria los espera en el pante6n, bebiendo y comiendo. Despues, se dirigen a la iglesia, donde sobre una platafonna empleada para colocar el ataud con el cadaver cuando alguien muere, se colo­ ca un craneo humano. Por la noche, los ma­ yordomos y alapos recorren las casas donde son obsequiados con comida y bebida. En muchas casas se vela, y otras son visitadas por cantantes de musica "ranchera" que van de casa en casa (Fragoso 1978 :125-127). EI 31 de noviembre, fiesta de San An­ dres, se presentan los nuevos cargueros. Otras celebraciones como la de Santa Teresa -ellS de octubre- y la de la Virgen de los Remedios, son mas pequefias. El 12 de diciembre hay musica de banda y danzas de Pastores, Negri­ tos y Apaches (Fragoso 1978:127-128). En Mexicaltzingo, las danzas de Apaches se realizaban con turbantes y plumas; y entre las danzas no faltaban la de "Cuadrillas" -rea­ lizada por nifios y ninas-, y la de Los Vaqueros (Weitlaner 1942, oct. 25: 1), asi como las de Moros y Cristianos. Los danzantes fonnan parte pennanente de la organizaci6n religiosa, junto con los rezanderos y cargueros, mientras que las ban­ das de musica tocan en las festividades religio­


II. Sintesis etnograjica actual

sas y civiles. Algunos de los musicos, concheros y violinistas, acompafian las danzas (Cazes 1967: 23). Entre los pocos datos etnognificos so­ bre los matlatzincas de principios de siglo, destaca el empleo de palabras como huebequinebehinta, "el que ensefia 0 instru­ ye", para referirse a aquella persona encar­ gada de ensefiar a los muchachos a tocar la chirimia, y to do 10 que se refiere a cantos y danzas. (Garcia Payon 1979: 36).

Las relaciones con otros grupos

Nevadode Toluca, donde se celebraban ceremonias .rituales matlazincas.

Parece ser que desde la Epoca Prehispanica los matlatzincas eran un pueblo muy dividido internamente. De hecho, en la region de Tzumpahuacan de los afios 30, se conserva­ ban leyendas acerca de las guerras entre las comunidades matlatzincas (Garcia Payon 1979:16). A pesar de ello, tuvieron relaciones de diverso tipo con los nahuas, los otomies, los mazahuas, con grupos del norte de Guerre­ ro y con los tarascos.

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cuenca alta del rio Lerma atlas etnografico

Rasta antes de los afios 40, los matlatzincas de MexicaItzingo iban en peregri­ naciones a Mazatepec y Tecalpulco en Gue­ rrero; a Tepalcingo, Morelos, y a Ixtapalapa; a Tonatico, a Coatepec de las Rarinas y a Ixtlahuaca (Weitlaner, 1942:47, carpeta XIV).

Foto historica. EI adorno de la iglesia en 1930, Mexicalcingo.

Actualmente, las relaciones con otros gru­ pos indigenas son de tipo economico y cere­ monial. Incluso, en el vecino pueblo nahua de Almomoloa, hay muchos prestamos matlatzincas (Garcia de Leon 1966, inedito, en Cazes 1967:16).

A pesar de 10 mucho que comparten, exis­ ten sutiles diferencias entre los matlatzincas y sus vecinos, manifiestas hasta en la forma de cargar los cantaros. Las mujeres de San Fran­ cisco cargan uno a la espalda, sostenido por un mecapal, y otro sobre el hombro derecho, sostenido por el brazo izquierdo, a diferencia de las nahuas de San Mateo Almomoloa, quie­ nes cargan uno a la espalda con un mecapal en la frente, y otro en la nuca 0 en la parte supe­ rior de la espalda, sostenido por el brazo iz­ quierdo (Fragoso 1978). Con los mestizos, las relaciones han sido y son, mas bien de recelo y desconfianza, por razones de una larga historia de explotacion y prejuicios (INI 1982).

Medicina tradicional Salud y enfermedad Los matlatzincas recurren a los medicos occidentales cuando la medicina popular no resulta efectiva 0 cuando de antemano se sabe que los remedios no funcionaran (Fragoso 1992: 17). Desde los afios 70, el hacinamiento, la falta de higiene y las bajas temperaturas, hacen difi­ cil erradicar "la sarna" y los padecimientos res­ piratorios (Gonzalez 1975: 511), Y aunque el agua es un elemento indispensable para la vida, fue apenas en 1972 que se instalo una red con seis grifos alimentados por un manantial. La alimentacion, ademas, ocasionaba una alta incidencia de anemias y desnutricion, difi­

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II. Sintesis etnografica actual

ciles de combatir por las condiciones de po­ breza (Gonzalez 1975 :511).

das sean usadas; en comparacion, sus vecinos nahuas solo tienen nombres para seis especies.

Actualmente, las afecciones mas frecuen­ tes son las gastrointestinales, las respiratorias, las parasitosis, el alcoholismo y la desnutri­ cion. Las enfermedades infecciosas ocupan los primeros lugares en las causas de muerte (Fra­ goso 1992:20).

Los hongos alucinogenos 0 "santitos" se encuentran dentro de la clase de las cosas sa­ gradas junto al sol, la luna, las nubes, 1a lluvia y el rayo, los "santos" (nubes 0 aguas), la iglesia y las imagenes que estan dentro (Schumann y Garcia de Leon 1970, en Escalante y Lopez 1971: 2; Escalante y Lopez 1971: 5-6).

El sistema etnomedico 0 tradicional, que sigue vivo en las comunidades, se sustenta en conocimientos empiricos sobre 1a enfermedad y la salud, transmitidos algunos de generacion en generacion. Emplea tanto las propiedades terapeuticas de los vegetales y, en menor gra­ do, las de los minerales y animales, asi como e1 efecto psiquico de las practicas ideologicas 0 creencias. La paulatina transformacion de este sistema se debe principalmente al tradiciona­ lismo del grupo, cuyas fuerzas sociales 0 im­ pulsan 0 frenan el proceso de cambio (Fragoso 1992:24). Dentro de este sistema, la herbo1a­ riajuega un papel importante. Las parteras, por ejemplo son expertas yerberas; algunas de ellas, ancianas, conocen alrededor de 300 hierbas medicinales (Miranda, Flores y Gutierrez 1993:95).

Los hongos Los matlatzincas fueron renombrados por el uso de hongos alucinogenos desde la Epoca Prehispanica, y hasta hace poco tiempo, los consumian con fines adivinatorios y curativos (INI 1982). Distinguen entre los hongos co­ mestibles y los alucinogenos, y la importancia que estos tienen dentro de su cultura se refleja en un amplio vocabulario, con nombres para mas de 50 especies diferentes, aunque no to-

Los «santitos» (Psilocybe muliercula Singer & Smith), son tambien llamados "honguitos de San Juan", pues creen que co­ mienzan a brotar e124 de junio. Se calcula que su periodo de maduracion esta entre junio y agosto. Cuando se recolectan, se deja una flor en sefial de respeto y para propiciar que vuel­ van al afio siguiente. Se comen frescos, crudos y sin limpiar, incluso si tienen terrones adheri­ dos. Se ingieren uno, tres, cinco 0 multiplos de cinco, pasandolos antes por el humo de un sahumerio. Se acompafian con fruta

0

azticar,

cuando menos una hora despues de los alimen­ tos, sin necesidad de abstinencia sexual. Hay prohibicion de ingerirlos con pulque 0 alcohol; tampoco se puede fumar tabaco cuando se es­ tan ingiriendo

0

durante la experiencia

(Escalante y Lopez 1971 :6-7). Antiguamente, los hongos formaban par­ te de una silenciosa ceremonia de curacion, du­ rante la cual los especialistas

0

curanderos

ingerian los hongos junto con el paciente; el hon­ go diagnosticaba la enfermedad y sugeria las medicinas que se debian emplear (Escalante y

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cuenca alia del rio Lerma atlas elnograjico

Lopez 1971 :7-9). Ahora se emplean solo para tener experiencias poco ordinarias, y su uso no esta muy generalizado. El efecto de los hongos en los matlatzincas no es igual al que produci­ rian en cualquier otra persona, pues esta con­ dicionado por su cultura. Los matlatzincas dicen que los "santitos" son "afanfasmados", pues per­ miten ver cosas que no existen 0 que no se pueden captar ordinariamente; tambien dicen que son personas pequefias, hombres y muje­ res, que se manifiestan, aunque su comunica­ cion no depende del idioma. A las personas de buen comportamiento, les "ensefian" 0 mues­ tran cosas bonitas --como flores 0 estreilas-, les profetizan, les diagnostican enfermedades, les muestran medicinas y les dan masaje; a las que no llevan una vida ejemplar, toman pulque o son malas, les muestran cosas feas --como serpientes 0 sangre-, las castigan, las "chicotean", y las hacen llorar (Escalante y Lopez 1971: 8-9).

EI temazeal Como entre otros grupos otomianos, el uso del temazcal es una de las costumbres mas arrai­ gadas entre los matlatzincas, y aunque este tie­ ne diferentes funciones ,una de las mas importantes es la curativa. Hoy en dia, en San Francisco cad a casa tiene sus temazcal, aun­ que se use basicamente para 10 relacionado con el parto, y para el bafio de cada miercoles

0

sabado. Entre las plantas medicinales que se em­ plean para este bafio estan la ortiga, la hierba del zopilote y las varas de pirul que por 10 ge­

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neral se utilizan contra el reumatismo y los do­ lores de cuerpo (Miranda, Flores y Gutierrez 1993: 98).

La organizacion civil EI Consejo Supremo Matlatzinea El Consejo Supremo Matlalzinca se forma en los afios 70, y consolida sus postulados en el primer congreso del Consejo Nacional de Pue­ blos Indigenas (CNPI), de 1975 (Sepulveda y Valladares 1984). La comunidad mantiene, aunque informal­ mente, el respeto y autoridad de los ancianos, 10 que ha provocado algunas diferencias sobre quien debe dirigir el Consejo Supremo Matlalzinca: para algunos, deberia ser un an­ ciano, pero hasta los 80, los encargados ha­ bian sido jovenes. Los jovenes aprovechan al Consejo para vincularse con el exterior, y con­ siguen una situacion de poder y prestigio que la organizacion tradicional no les ofrece. Los ancianos, sobre todo por no dominar el espa­ fiol ni conocer el funcionamiento de otras insti­ tuciones, no pueden desempefiar eficientemente la direccion del Consejo (Sepulveda y Valladares 1984). EI Consejo, dentro de la comunidad, se ha dedicado fundamental mente a bus car una solucion para los problemas de las tierras co­ munales y del bosque que les pertenece. En 10 que respecta a su relacion con el Consejo Su­ premo del Estado de Mexico, se han estable­


1/. Sintesis etnografica actual

cido relaciones forrnales, pero no reales, en la UlwUtUaque una :ictitud respeto y aceptaci6n de los postulados emitidos «con­ juntamente», pero s610 por parte de los Hde­ las veces

res. Son matlalzincas se

los dirigentes

reunido con los otros con-

en gran medida por 10 oneroso que les resulta

a dichas reuniones

(Sepulveda y Valladares 1 formaci6n del Consejo Supremo Matlalzinca ha provocado cambios al interior de la comunidad, afortunadamente en el senti­ do de la revaloraci6n de sus costumbres tra­

dicionales, como lengua, fiestas y vestimen­ ta. Este coincide tambien con Ja ende al pueblo de San destacan la importancia de esta pervivencia cultural. 80, s610 un sector (20%) de la comunidad creta en la autodeterminaci6n y el a su cultura, apoyando el desarrollo de la mientras un sector mayoritario, principalmente de sentia ser In­ dio y pretender tal situaci6n, re­ trasaba el desarrollo de su comunidad, el nacional y el individual (Sepulveda y Valla­

1984).

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11. Sinlesis elnograjica aclua!

Los nahuas Rasgos sociales EI concepto de autoridad

p

oco se sabe acerca de los nahuas actuales que habitan la cuenca alta del rio Lerma, ya que muchos de los elementos propios de su antigua cultura han desaparecido. Como grupo etnico, el numero de nahuas es escaso y mas bien focalizado, sobre todo, al pueblo de lalatlaco (0 Xalatlaco), de donde proviene la mayor parte de la informaci6n etnogrMica.

En los afios 40, sin embargo, la pobla­ ci6n nahua se distribuia tambien en los muni­ cipios de Almoloya del Rio, Atizapan, Capulhuac, Joquicingo, Lerma, Tenango del Valle, Texcalyacac, Tianguistenco y Toluca.

Si bien es cierto que las normas sociales del grupo se han ido transformando casi hasta desaparecer, aun hay resabios fuertemente arraigados, sobre todo en la memoria de los

Profesora nahuatl, dec/amaen /engua mexicana con su grupo esco/ar, Tejocotes, Xa/at/aco.

A finales del siglo pasado, 10 que en ese entonces era el distrito de Tenango, que incluia las villas de Tenango, Santiago Tianguistenco, Calimaya y Calpuhuac, tenia 60% de indige­ nas, de los cuales la mayoria eran hablantes de nahuatl y constituian la mayor concentraci6n de nahuas de todo el Estado de Mexico (Mifio 1990: 199). La historia del pueblo de lalatlaco (tam­ bien Xalatlaco) se reconstruye gracias a la memoria colectiva de sus habitantes, ya que desde la Revoluci6n, los archivos municipales fueron destruidos; sin embargo, muchas de las caracteristicas de su cultura se asemejan a las de sus vecinos otomianos, no s610 como gru­ pos etnicos que comparten afinidades, sino tambien por la convivencia que han tenido du­ rante siglos.

133


cuenca alta del rio Lerma atlas etnografico

En la memoria comunitaria de los habi­ tantes de Jalatlaco persiste el recuerdo de un origen indigena; de ser los habitantes origina­ les y «legitimos», en oposicion a los «fuerefios» o «xinditos». Esta autoidentificacion se reaflf­ rna mediante el sistema politico de cabecera­ sujeto que existia en los pueblos y que todavia se manifiesta en las pnkticas religiosas. Jalatlaco es la cabecera y centro de los cuatro barrios con sus rancherias dependien­ tes, e incluso fue cabecera de otras comunida­ des como Almoloya del Rio, considerada en un tiempo, xictli u «ombligo» de Jalatlaco. Ama de casa de Santa Cruz Atizapan.

La autoridad de los

.

an Clan os ancianos nahuas. En este sentido, vale la pena resaltar algunos conceptos que determinan la aceptacion 0 rechazo hacia el comportamiento de los individuos dentro del grupo. Las normas morales entre los nahuas se apoyan fundamental mente en una concepcion magico-religiosa del bien y del mal. En el or­ den moral de las comunidades campesinas, toda riqueza es «mal habida», ya que rompe con las norm as de reciprocidad equilibrada, 10 cuallleva a un abuso del projimo; es decir, en un grupo donde las manifestaciones culturales y las vivencias han servido de union entre los individuos, no se concibe que unos sean mas que otros, y mucho menos que alguien explote o abuse de otros miembros del mismo grupo. De este modo, la superioridad de un individuo se adquiere con la edad y no por el bienestar economico.

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Al igual que sus vecinos otomies, mazahuas y matlatzincas, como 10 es entre diversos gru­ pos etnicos del pais, los nahuas de la cuenca alta conservan elementos culturales caracteris­ ticos del universo indigena. A este universo pertenecen la forma de organizacion social y las normas de comportamiento del grupo, en­ tre las cuales sobreviven fundamentos del sis­ tema jerarquico de autoridad, como es el respeto y obediencia a las generaciones mayo­ res. Asi, los padres tienen plena autoridad so­ bre los hijos, en tanto que a los ancianos se les confiere la maxima jerarquia, por su edad y expenencla. Para los ancianos, el orden social es a la vez moral, pues es el que dicta como deben ser las relaciones entre individuos y entre co­ munidades. Pero hubo momentos en la histo­ ria de estos pueblos en que los ancianos

1


II. Sintesis etnograjica actual

Acci6n comunitarla de

caracter ecol6gico real/zada en el barrio de San Agustin, Xalatlaco. Construcci6n de un tanque de aguapor habitantes nahuatl.

perdieron este derecho, como 10 fue durante el Porfiriato, cuando el control politico 10 ejer­ cieron los «ricos»; 0 durante la Revoluci6n, cuando el liderazgo estuvo en manos de los j6venes, sin que la opini6n de los ancianos con­ tara para nada. Despues del movimiento anna­ do, la organizaci6n familiar les devolvi6 su autoridad; pero tal y como sucede con sus ve­ cinos otomianos, la influencia extern a, espe­ cialmente la que proviene del medio urbano, transform6, inevitablemente, muchos de los preceptos de estos antiguos sistemas de orga­ nizaci6n social. Hace muchisimos afios que no hay, como antafio, un consejo de ancianos en­ cargado de dirigir al grupo. Hoy en dia, los hijos solteros estan so­ metidos a la autoridad de sus padres, mientras vivan con ellos; sobre todo, requieren autori­

zaci6n en cuestiones importantes como salir de la casa, emprender alguna actividad 0 bien cuando los j6venes llegan a edad casadera.

Matrimonio y costumbres Al igual qu~ otros grupos etnicos de la regi6n, en muchas comunidades nahuas prevalece la ceremonia del «pedimento» de la novia, pero se diferencia de la que practican los otomies, mazahuas y matlatzincas, en que los nahuas siguen un protocolo antes del «pedimento»; por ejemplo, en Tlacotepec, la comitiva formada por fiscales

0

personas de jerarquia lleva unas

velas ala casa de lajoven, y si los padres per­ miten que estas se enciendan, es senal de que aprueban y autorizan el enlace; 10 contrario equivale a una negativa formal.

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cuenca alta del rio Lerma atlas etnografico

Secretaria de la escuela Normal de Capulhuac.

Una vez aceptada la peticion, el preten­ diente, sus padres, amigos y fiscales organi­ zan «el contento» 0 ceremonia de compromiso que es cuando se fija la fecha para el enlace civil y religioso. Los padres del novio obse­ quian a sus futuros consuegros pan, fruta, li­ cores, cigarros, y ofrecen una com ida a todos los parientes e invitados de los prometidos, asi como un baile con el que agasajan ala concu­ rrenCla. La boda es todo un acontecimiento so­ cial que llega a durar hasta tres dias, y los ma­ yores gastos los hace el novio, en 10 que recibe el nombre de «curadas de las bodas». Debido a los gastos tan altos que deb en hacer tanto el futuro esposo como los padrinos, cada dia es mas frecuente «el rap to» en forma similar a la que realizan, como ya se ha visto, los otros grupos etnicos de la cuenca alta.

136

Los cambios sociales La poblacion indigena de Jalatlaco fue siempre mayoritaria. Los informes de un cura que llego a este pueblo en 1569, indican un total de 4500 indigenas mas otros 1120 en las comunidades aledanas. Efectivamente, eran nahuas que du­ rante el imperio azteca habfan llegado a coloni­ zar esta parte del valle de Toluca. Los habitantes de Jalatlaco fueron bene­ ficiados con la merced de tierras «de comwm que les permitio ser duenos de todas las de esta zona y trabajarlas. Es quiza este senti do de la propiedad el que identifica a los «xa1atlacos» (de este modo se llaman a si mismos) como los habitantes «originales». No hubo, por 10 tanto, conciencia de «indio» 0 de «indio po­ bre», sino hasta 1911, despues de la Revolu­ cion, que fue cuando real mente se gestaron


II. Sintesis etnograjica actual

Extraccion de aguamie/, Tenangodel Valle. Ruth Lechuga, 1960.

137

I


cuenca alia del rio Lerma alIas

sociales en

vUIHLJIVJ

y otros

de la Revoluci6n, las casas eran de madera, con techos de tejamanil.

hombres

vestian el calz6n blanco, y las ,",UI.U,","''''',,",

pero esta forma

desaparecer,

por

que se

como

a los indi­

de los rebeldes

,,"U~JU"v<M.U.

hecho, el distrito completo de Tenango su­ terriblemente zapatismo, te de su nas muri6

0

fue obligada a

gobierno

ya que el

toda ayuda al movimiento

insurgente, con el

de controlar la region.

Esto culmin6 con un plan de zada

for­

la poblaci6n sotomontana, hacia los

pueblos del fondo

1918, Y para zona

una epidemia de

en el ano de 1917. la (Mino 1990:

202-204). de la Revoluci6n, con el nuevo ideario de una cultura nacional, se el indigena, a su y costum­ bres, en ese entonces estas cas eran atraso. entonces cuando empez6 a perderse la de los y su de posesi6n la para adquirir conciencia un nuevo concepto de relacionado con pobreza, ignorancia

138

Acerca de los alimentos memoria aporta datos tes acerca alimentos consumian es­ tos pueblos nahuas, sobre todo como la la hay quienes recuerdan que una laguna en Almoloya y otras mas San Pedro donde se atrapaban ranas y «atepocates», se revolv;ian con ranas pequefias para 0 tepallamali. 'UHIU",.;)

Algunos cambio 0 trueque al esta manera se cambiaban alimentos la zona como ajolotes y pescaditos llamados michtlapijqui. por atepocates se cambiaban en «gorditas» 0 por lefia. UU'dUIIV

de los tes que viajaban a los para zona Diversas manifestaciones de la alusi6n a los arrieros, con 10 cual evidencian su importancia este po etnico. Todavia hay comercio de los anieros lalatlaco 0 el Jesa como so asadero y a donde llevaban fruta. ruta los arrieros era par el Camino y hacia Morelos. ""'-"'AlV'


If. Sinlesis

La religion El culto a los muertos otomianos, rio Lerma conser­ van entre sus costumbres l"'-H"X'" el ances­ tral cu1to a los muertos. EI culto a sociales muerto, como son 1a el velorio y el entierro, 1a edad, el sexo individuo. y tipo de muerte "'UJlVHHhJ

cercanas al como la madre, la esposa y la hermana 10 visten, y Ie atan un cruci­ limpian el una fijo a las manos. cruz que se traza habra de de

cementa 0

actual

mas cercanos al difunto se la en el que es tabique rojo y se con lodo.

con la proce­ entierro se sion, y se reparte a los participantes del corte­ de olor "UlVlua, los c1avos hacen alusi6n a Cristo, pero qUler en este caso, tambien funcionan como un re­ medio contra desmayos que causa el olor cadaver. el cemente­ procesion se rio acompafiada por musica, y una vez cubier­ ta la fosa, se una cruz que se cambiara la casa del la se cubre con dos sirven comer a los dfa y al regreso camposanto, o cafe y pan.

al medio choco­

daver se amortaja con una sabana el y se dentro del ataud, cuyo identifica la edad y el sexo del muerto: blanco y tas; gris 0 senor 0

noche del noveno dfa se organiza, en­ tre ~H,Foo~'V y familiares, la de la Cruz» el con sus flores y constantemente renova­ ir barriendo «Levantar la cruz»

Amigos y pasan a dar el me la noche y participan en el rosario el amanecer. deudos que cen comida, pan y a asisten­ con dinero para ayudar a con los

ritual 10 rea­ el brazo y mente la van avanzando, el resto la concurrencia se une al rezo los rosarios.

UvU'UV.l

f'!11I)(7Y'r.1fir:r;

139


cuenca alIa del rio Lerma atlas p/nrHYN1/1rn

Uno de los momentos mas impresionan­ es la tes de esta te", en tres hombres tocan musica can y tamflauta de bar. Otros tres a carcajadas, mientras que el ultimo, vestido blanco y can una masca­ ra can la mitad del rostro anciano y la otra mitad descarnada, intenta Cuando 10 con­ sigue, se quita conc1uye. Toluca, haya cuando un nino muere, se acostumbra musica en la casa, toda la Todavia en los 60 los concurrentes acostumbraban bailar durante el velorio, para espantar a brujas segun la de los nahuas, son causantes muertes infantiles; pero otros festejan bailando la existencia de un nue­ vo Los asisten al entierro de un nino llevan flores, y el se con cohetes y repique de campanas. el di­ funto es un adulto, los e incluso la noche hay rezos con a coro. Los deudos pan, alcohol del cementerio, todos y cigarros. Al los van a comer se les (Saavedra 1974: 271-72). Las ceremonias cada 1 y 2 de noviem­ bre celebran la convivencia con los muertos, que en espiritu, llegan a degustar bebidas, ces y pan que les ofrecen sus fam ili ares.

Valle, durante ese colocaran un tar dedicado a los difuntos. La ofrenda ocupa­ un rincon casa ""~J"'-'U.,U"H"H'\'> a toda una habitacion, y en el altar sal y agua apagar el hambre y la sed de los difuntos en su viaje el mundo de los vivos. Veladoras, ceras, retratos de parien­ tes e santos, como otros tos y comida quedanin enmarcados en Una vez colocada la ofrenda, liares se dirigen a los panteones para velar las tumbas la noche 10 Y para el dia 2 se celebran oficios religiosos. dia 3, el conjunto de objetos, comida y be­ bida, se re­ parte entre familiares y simbolizando una comunion entre vivos y muer­ tos.

Creencias y supersticiones Al igual el resto de los etnicos los municipios los nahuas que del Lerma tambien suelen creer la cuenca U~"M"~V que producen la muerte. Los principales causantes de maleficios son conocedores de hierbas y conjur~s, a los que la gente recurre 0 dobJegar voluntades en favor de para ambiciones y envidias. A estos con el ser malos se «el Otro» y '''~''H'-''V. amocualli, no una cantidad y variedad advocaciones del Diablo. "1"",1\-'11<0<

U,",,'.U\.'N

Los de los muni­ de 10quicingo, lalatlaco y Tenango del

140


II. Sintesis

de elegante con criben al Diablo como un sombrero espuelas y caballo, se­ a dado 0 a un «rico» 0 En tomo al Diablo hay una de histo­ y la regi6n se cree que hay de noche, a de los con el con el que se puede pactar la obtenci6n zas a cambio almas. Generalmente estos se encuentran en los cerros, donde apa­ recen cuevas, y el cerro Cmiliuatl es famoso por «encantamientos», incluso, se «ve a pedirle [dinero] al y Patino 1994: CHU",",,""VU

relaciones con el Haman «empautados».

Estos visitan a Satamis en su mansi6n una vez

al ano, la su conjuro se

cueva

).

noctumos se relacionan con pero ma­ les que provienen por un presagio. este indicios considerados o tal es caso con palomas, maripo­ sas o saltaparedes. (Saavedra 1 27 I) asi como aullidos noc­ la muerte tumos de que ll"".111<:1L11

personas.

Losfrios los

de la cuenca las creen­ naturaleza enfer­ son a las de sus otclmlan()S Mientras mazahuas producen rentes manifestaciones, para nahuas «los resultantes provienen del «susto» 0 «es­ panto» cuyas causas y manifestaciones son la me­ capitulos en el tema en 1V1exico. cualquier rna, muchos creen que «los se contraen en con­ por «sustO)} 0 atonahuiztle que "'YJ.vl\J'UUl

""''",UvU''''JlU

«los

0

banpor

temblores; si no se Ie

en rante peregrinaciones a (Morelos) y a Chalma.

aca­

adquirido du­

Aspectos de La organlzaclOn reLigiosa •

informan al

durante el

actual

• r

otomies, y

latlatz:m(:as, en prevalece el

a Ia voluntad divina. Para

de

eran parte la vida Probablemente ese

las o en desagravio que Mexico anrespeto y con­

141


cuenca alia del rio Lerma alIas elnografico

Capulhuac. 1964 Fiesta de San Isidro.

142


ll. Sintes is etnograjica aclual

cepcion acerca de las deidades se repite con los santos patronos; estos castigan las ofensas y las blasfemias, aunque tambien llegan a tener conductas caprichosas. Al igual que los de sus vecinos, los santos patronos de los nahuas expresan su voluntad de partir 0 permanecer en un lugar determina­ do, 0 bien dar a conocer sus exigencias me­ diante un lenguaje de actitudes que sus creyentes interpretan como manifestacion de la voluntad divina. Para corresponder a los deseos de los santos asi como para contar con sus benefi­ cios, en todos estos pueblos han funcionado, hasta hace poco tiempo, las organi- zaciones religiosas, entre las que destacan las cofra­ dias; sin embargo, estas han ido adquiriendo un canicter socioeconomico y abandonado el religioso.

Las tierras de las cofradias eran en su mayoda de cultivo y se sembraba en ellas prin­ cipalmente mafz, y solo en algunas, maguey. Los mayordomos «entrantes» recibian en cus­ todia los objetos de la capilla y las cofradfas. Todo se entregaba de acuerdo con el inventa­ rio que los mayordomos «salientes» entrega­ ban (GonzalezyPatino 1994: 145-146). Los nuevos mayordomos organizaban el trabajo, de tal modo, que el cultivo de las co­ fradfas se iniciaba con el barbecho, a fin de dejar la tierra preparada. Para esta labor se in­ vitaba a los duenos de yuntas, quienes debian trabajar unas seis hectareas de terreno, pro­ piedad de los santos. Se juntaban hasta 24 0

Carnavalde Capulhuac. 1967. Ruth Lechuga

Las tierras de los santos Entre los nahuas del Lerma, se llama «cofra­ dias» a los terrenos donados a los santos y ad­ ministrados por las mayordomias. La Ley de Reforma de 1856, de desamortizacion de bie­ nes eclesiasticos, obligaba a que estos terre­ nos pasaran a ser propiedad del Ayuntamiento, que luego daba la posesion a adjudicatarios, mediante el pago de un impuesto anuaillama­ do «censo». Algunos ciudadanos del barrio al que co­ rrespondia la cofradia prestaron su nombre para aparecer como adjudicatarios, pero el con­ trol de estos terrenos continuo en manos de las mayordomias, en representacion del conjunto del barrio (Gonzalez y Patino 1994: 145).

143


cuenca alta del rio Lerma atlas

30 yuntas, dos 0 tres gana­ nes. Igualmente llegaban los sembradores para hacer su labor tapa-pie. la

se invitaba todavia a en esta temporada se duplica­ que se obsequiaba a partlclpantes molido en met ate y con piloncillo, Ilamado «ponte duro». Para aca­ rrear elotes, se UU'~lRJ':> de ani males, burros 0 caballos La mazorca se a la casa del mayordomo donde se un recuen­ to de vaciarlos dentro del

E1

de todos los quedaba pienamente justificado si la cosecha abundante. Ademas muchos

daban sus no

las nunc a de las cofradfas, pero sf manco­ para la ayuda. Como dueno, se rpc"p'r",

decisiones y derechos preestablecidos, de que nadie era capaz robar la mazor­ estos terrenos eran los santos. terrenos de Las cofradias continuo en manos de mayor­ domos del santo la dec ada 1960.

Danzas, cantos y fiestas region nahua la cuenca alta no hay para conservar la tradicion ni se noticias de 0 aJgun anteriormente un consejo otro representativo que custodiara la his­ toria local; sin las y los son dos expresiones que hablan del pasado nahua y Patino "",,",UHJeJU"V

tramos y por barrios. Los

bajaban la mazorca cincolote y mujeres desgranaban. se dedicaban a hacer pinole en cantidad sufi­ ciente, para a una cazue­ lao Segun la abundancia de la la desgranada concluia en el se por se ponia a la bitantes barrio, con el fin mas menesterosos. Los terrenos ban porvoluntad

144

beneficiar a

las cofradfas se obtener oerlenclO

son una forma de teatro, con personajes y parlamentos, y no faltan en el ciclo de festividades en torno a cuales se organiza la vida social pueblo (Gonzalez y Patino 1994: Una danza antigua es la de arrieros» que solian acompanar las peregrinaciones a (Morelos) y Chalma y traba­ Patino 1994: 143) y jos realizados durante

J,

I


ll. Sinlesis

haciael I

de Guerrero (Gonzalezy

28).

danza los «Negritos», en cambio, Morelos antes de 1910, y de una

vmo las

ductores 28).

Por su danza de Lobitos» es una version local de la danza «los tigres» tambien procedentes Morelos o y Patino 1 La «Los Vaqueros» narra gana­ actividades dera toros de lidia, parrafos a la hacienda Patino 1 ,-,\JUL."'U...,',

YPatino

1994: de «Los Tejamanileros» recrea SIerra produccion tejamanil en VULcan;;£, y Patino 28) corridos revolucionarios bas­ tante popuiares en la zona nahua. me­ dios id6neos dar a conocer revolucionaria y sostener el por sus idea­ les, ante un publico mayoritariamente analfa­ beta y ]994: 28). Muchos de estos cuarenta, que en esta

actual

region divulgaban el en tianguis 0 en rias, par 0 par dinero. Ahara se ex­ tinguido casi por compieto, dada competencia de sinfonolas, y la te­ levision (Gonzalez y Patino 1994: Las principales que se celebran en Tlocotepec, municipio nahua Toluca, son pueblo; la dela queman cohetones, desde la campanas, tocan musica y se organizan rifas, caballitos, maromas y otros espec­ dias. Durante estas taculos que duran festividades bailan sus danzas las cuadrillas de Apaches, Moros Pastores, 273). tradanzas y otros (Saavedra 1

Recuerdos de La cienega de Chignahuapan Como se ha dicho, la slempre sido uno de los de reconoci­ indfgenas; miento e identidad entre los par to­ y aim hoy, cuando el espanol es pobladores Lerma, el deja antigua se capta en la ento­ nacion y modismos y Desde principios de siglo, ya era imposi­ ble diferenciar a los nahuas de esta par fa­ su vestido: mUJeres

145


cuenca alta del rio Lerma atlas etnograjico

jas, blusas, quechquemitl y rebozo; los hom­ bres, calzon y camisa de manta, y zarape. La diferencia en el vestido, si es que la habia, se manifestaba mas bien en la capac i­ dad economica de cada familia. Las mujeres de las familias mas pudientes usaban chincue­ tes de lana en vez de las comunes de manta; los hombres de mas posibilidades, calzon doble. Las casas de los nahuas en la region de Santa Cruz tambien mostraban una diferencia

Foto histories de /a Cienegs

de Chignahuspan, hace 60 alios.

146

economica mas que etnica. Quienes gozaban de mejor posicion, construian su casa de ado­ be y tejamanil 0 bien, varas para las puertas y cerbatana 0 saramuta para techar. Tambien entre los nahuas de esta comu­ nidad, vive el recuerdo del valor simbolico y ritual de la palabra, pues en ocasion de una muerte, todos los familiares reunidos eligen un tlatoque, «el que ha de decir», quien decide sobre el tratamiento que recibira el difunto.

J

i

j

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1 1 j

1



Bosquejo de las artesanias


II/, Bosquejo de las artesanias

A ctividades principales

A

dentrarse en el mundo de las artesanfas indfgenas no es tare a sencilla, ya que su definicion misma es objeto de debate. Hay quienes aluden a su canicter no industrializado, mientras que otros, a su intencion, ala calidad artistica y a la impresion estetica que causa en el observador 0 incluso al volumen de la produccion. Todos estos aspectos estan interrelacionados en cierta medida, pero por su complejidad, nos referiremos a ellos solo cuando sea necesario.

EI mercado de Toluca en 1960, centro de venta de productos artesanales de la region

En forma global y sucinta, separamos la artesania indigena en dos aspectos; por un lado, la produccion industrial; y por el otro, la pro­ duccion que la mente occidental concibe como una manifestacion meramente artfstica, en la que el efecto estetico puede ser un fin en sf mismo. Esta apreciacion se encuentra desde luego lejos de la concepcion mesoamericana que pervive parcialmente entre los grupos in­ dfgenas, para quienes los objetos, los valores y la sobrenaturaleza tienen una razon de ser. Para ellos, todo se conjunta y se traduce en favor de la supervivencia del grupo; sin em­ bargo, tanto las presiones del mercado, como la fuerza de la creatividad, han hecho que los artesanos indigenas produzcan elementos para satisfacer las necesidades esteticas de los com­ pradores. Por otra parte, dado el desarrollo his­ torico del pais, no es sencillo ni siempre posible separar las artesanfas indigenas 0 de origen indigena de las que no 10 son.Por 10 tanto, nos vemos obligados a considerar todas aqueUas que hoy en dia se realizan dentro de las comu­ nidades indfgenas, aun cuando no sean priva­ tivas de estas; y correspondera a estudios

149


cuenca alta del rio Lerma atlas etnograjico

El Estado de Mexico ha sido uno de las entidades con mayor riqueza en la industria artesanal. Ademas, dada la realidad economi­ ca en que viven los pueblos indigenas, y la susceptibilidad de las artesanias de ser comer­ cializadas y de representar una alternativa 0 complemento al ingreso familiar, los diferen­ tes gobiernos han buscado apoyar la produc­ cion artesanal-no necesariamente indigena-, creando incluso organismos especializados como el actual Instituto de Investigacion y Fomento de las Artesanias.

Mujerotomi bordando,en Xiquipilco el Viejo. Foto: Celia Olivera Martinez.

En los mas actualizados recuentos de ar­ tesanos efectuados por este tipo de organismos, los indigenas del Alto Lerma destacan por el nfunero de talleres, las ramas artesanales de produccion textil, el trabajo de fibras vegeta­ les junto ala lapidaria y la canteria; de manera secundaria aparecen la alfareria, el trabajo de Jovenotomi tejlendo sombrero de palma. San

Cristobal

Huichochitlan.

especializados, incluso arqueologicos, delimi­ tar su espacio, sus posibles lfmites 0 su perti­ nencia. Es innegable el papel que los aconteci­ mientos historicos han tenido en el desarrollo de las tecnicas y procesos artesanales. Desde la Epoca Prehispanica el contacto con regio­ nes, materias primas y estilos artisticos dife­ rentes de la zona que nos ocupa, repercutio en la produccion; ya desde esa epoca, dicha pro­ duccion evidenciaba al parecer una dicotomia entre aquella especializada y la no especial i­ zada; entre la ocasional, la continua y la estacional. No obstante, larealidad actual apun­ ta mas a un continuo con matices, que a rigi­ dos puntos extremos.

150

.~

I


111. Bosquejo de las artesanias

1a madera, la pirotecnia y fabricaci6n de obje足 tos diversos con materias primas de origen animal (talabarteria, trabajo de la pluma), asf como la orfebreria, el vidrio y e1 papel picado. El hecho de considerar especificamente talle足 res; es decir, unidades que aunque familiares se dediquen de Heno ala producci6n, deja de lado a los artesanos que trabajan

estacionalmente 0 incluso a los que 10 hacen solos. Ademas, en dichas consideraciones, falta un criterio unificado para la clasificaci6n de las actividades artesanales. Las tablas de las paginas siguientes mues足 tran 1a producci6n artesanal indfgena por loca足 lidad en la zona del Alto Lerma. Rama artesanal

Lengua

Otras activid.

Acambay

lapid. y canteria

otomi

agricultura

Dongu

fibra vegetal

otomi

agricultura

Gazda

fibra vegetal

otomi

agricultura

Gazda

textil

otomi

agricultura

La Soledad

textil

otoml

hagar

Pathe

textil

(otomi)

Pueblo Nuevo

fibra vegetal

otomi

Municipio

Poblaci6n

Acambay

textil

(otoml)

San Pedro de los Metates

lapid. y canterla

otomi

Tixmadeje

textil

(otoml)

fibra vegetal

atom!

alfareria

(mazahua) (mazahua)

San Francisco Shaxni

! Ventoy

Almoloyade

Santiaguito Tlacilalcalli

Juarez

Cabecera municipal

alfareria

San Mateo Tlachichilpan

pirotecnia

(mazahua)

Atotoniico

fibra vegetal

mazahua

Atlacomulco

EIOro

Bobaxl de Guadalupe

alfarerla

(mazahua

San Antonio Enchisi

fibra vegetal

mazahua

agricultura agricultura agricultura

agricultura agricultura

San Antonio Enchisi

textil

mazahua

hagar

San Francisco Chalchihuapan

alfarerla

mazahua

agricultura

San Francisco Chalchihuapan

fibra vegetal

mazahua

agricultura

San Francisco Chalchihuapan

textil

mazahua

agricultura

San Jer6nimo de los Jarros

alfarerla

(mazahua)

San Jose del Tunal

textil

mazahua

hogsr

San Juan de los Jarros

alfareria

mazahua

agricultura

San Juan de los Jarros

fibra vegetal

mazahua

agricultura

San Pedro del Rosal

fibra vegetal

mazahua

agricultura

San Pedro del Rosal

textil

mazahua

hogar

Santiago Acutzilapan

textil

mazahua

agricultura

Santiago Oxtempan

alfareria

(mazahua)

Cabecera Municipal

metalisterfa

(mazahua)

Santa Rosa de Lima

textil

mazahua

Tultenango

ag rlcu Itura

(mazahua)

151


cuenca alta del rio Lerma atlas elnograjico

Ixtlahuaca

Jiquipilco

Jocotitlan

Lerma

Metepec

Morelos

Ocoyoacac

Otzolotepec San Antonio la Isla

152

La Concepcion de los Banos

textil

mazahua

San Pedro de los Banos

textil

(mazahua)

Jalpa de los Banos

textil

(mazahua)

San Cristobal de los Banos

textil

(mazahua)

Santa Cruz Tepexpan

fibra vegetal

(otomi)

San Felipe Santiago

textil

(otomi)

Buenos Aires

textil

(otomi) (otomi)

agricultura

Santa Cruz Tepexpan

textil

Malacota

textil

(otomi)

San Juan Coajomulco

alfareria

mazahua

agricultura

San Juan Coajomulco

fibra vegetal

mazahua

hogar

San Juan Coajomulco

textil

mazahua

hogar

San Miguel Tenochtitlan

fibra vegetal

mazahua

hogar

San Miguel Tenochtitlan

textil

mazahua

hogar

Santiago Casandeje

alfareria

mazahua

ag ricultura

Santiago Casandeje

fibra vegetal

mazahua

hogar

Santiago Casandeje

textil

mazahua

hogar

Cabecera municipal

madera

(otomi)

San Miguel Ameya lco

textil

otomi

hogar

San Pedro Tultepec

fibra vegetal

nahua

hogar

San Pedro Tultepec

madera

(otomi)

Cabecera municipal

alfareria

(otomi)

Cabecera municipal

papel picado

(otomi)

Cabecera mun icipal

talabarteria

(otomi)

Cabecera municipal

vidrio

(otomi)

Cabecera municipal

alfareria

(otomi)

Cabecera municipal

talabarteria

(otomi)

San Marcos Tlazalpan

textil

otomi

Cabecera municipal

alfarerfa

otomi

agricultura

San Jeronimo Acazulco

fibras vegetales

otomi

Santa Ana Jilotzingo

div. origen animal

otomi

hogar

Santa Ana Jilotzingo

fibra vegetal

otomi

agricultura

Cabecera municipal

talabarteria

(nahua)

Cabecera municipal

hueso

(nahua)

Cabecera municipal

madera

(nahua )

San Felipe del

Cabecera municipal

textil

(mazahua)

Progreso

Concepcion Mayorazgo

textil

(mazahua)

Dios Padre

textil

(mazahua)

Fresno Nichi

textil

mazahua

Jaltepec

textil

(mazahua)

Palmillas

orfebrerfa

(mazahua)

San Antonio de las Huertas

textil

(mazahua)

San Agustin Mextepec

textil

mazahua

San Jose del Rincon

textil

(mazahua)

hogar

hogar

I

~


III. Bosquejo de las artesanias

San Pablo Tlalchichilpa Santana Nich! Boshenda Boshenda La Magdalena La San Francisco

agricultura

textil textil alfareria textil fibra i

fibra

otomi

San Francisco San Francisco Tepeolulco

madera

mazahua mazahua

textil

mazahua

San Juanico

alfareria

mazahua

San Pablo Potla San Pedro Potla

fibra

mazahua

agricultura

San Pedro Potla San Pedro Potla

madera cesteria

mazahua mazahua

agricultura agricultura

fibra vegetal textil

mazahua mazahua

agricultura

San Pedro Potla Santa Maria Canchesda

alfareria alfareria

mazahua

agricultura

Coachochitlim Coachochitlan

textil

mazahua otomi otomi

madera fibra fibra

agricultura

mazahua

otomi otomi

Enthavi

textil

Jiquipiico el Viejo 0 Solalpan

textil

Lorna San Nicolas

textil

Nicolas Xoloapan San Lorenzo Oyamel

madera alfareria

otomi otomi

San Pedro Abajo

fibra

otomi

agricultura

San Pedro Abajo San Pedro Abajo

madera

otomi

agricultura

textil

atomi

hagar

San Pedro Arriba San Pedro Arriba San Pedro Arriba

fibra madera textil

otomi otomi otomi

hagar n.a. hagar

textil

otomi

hogar

(otomi) • otomi

Tenango del Valle madera Tianguistenco Toluca

San Pedro Tlanisco San Pedro Cabecera municipal

madera textil confiteria madera vidrio

San Andres Cuexcontitla San Andres Cuexcontitlan

153


cuenca alta del rio Lerma alias elnograjico

En este concentrado, la IvHi"''''''' indigena se marca entre cuando este dato y el de produccion artesanal se reportan para la comunidad, aunque no se especifica si son hablantes de la indfgena son se dedican a la artesania. Es enfatizar la alternancia en­ tre produccion artesanal y la produccion agricola y, en especifica de las cienegas, su calendarizaci6n con "'''L',",vl.V a la obtencion recursos ., corlslclenm los concentrados en un nivel municipal de los taHeres que han entrado en el ultimo padron artesanal pubJicado, podni du­ artesanla/ mes

Faja

Eflero

xxx

rante el afio, la producci6n textil es mas cons­ tante el que el trabajo de las fibras La ceramica, segun estos datos, es una actividad constante, hecho contrasta con la produccion mas tradicional, no dedicada a la comercializaci6n, cuyo ritmo de trabajo dis­ sobre todo, en epoca de lluvias. Los talleres a la lapidaria y al trabajo de la madera, al trabajo con materias primas de animal y a la pirotecnia, man­ tienen la poducci6n durante todo el ano. Si se la ducci6n; mumClplO Temoaya 0 la que se refiere a la obtenci6n

Febrero

N'oviembre Diciembre

La produccion de las rte:salliias en San Pedro Arriba, municipio de Temoaya, a finales de los aDOS 70.

154

I


1Il. Bosquejo de las artesanias

Acambay

fibra veg.

660

559

660

441

338

448

552

551

551

551

551

449

551 aagr.

Acambay

lapid . y canterla

668

668

668

666

666

667

666

666

666

665

664

558

55 8 aagr.

Acambay

textil

442

441

441

441

441

441

441

334

334

332

332

332

332 aagr.

Atlacomulco

alfareria

228

228

228

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228

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228

228

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228

228 aagr.

558

558

558

1107 1107

1107

558 aagr.

Atlacomulco

fibra veg.

558

558

558

558

558

558

558

558

558

Atlacomulco

textil

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1107

1107

1107

1106

1106

1106

4417

1107

EIOro

textil

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116

115

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115

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115

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Ixtlahuaca

textil

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551

551

551

551

551

551

551

551

551

551

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551 aagr.

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117

117

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116 aagr. 17

hho

Jocotitlan

alfarerla

Jocotitlim

fibra veg.

117

116

116

116

116

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17

17

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17

17

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17

1107

hho

Jocotitlim

textil

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668

668

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668

668

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Lerma

fibra veg.

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hho

Lerma

textil

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114

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hho

Morelos

textil

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118

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118 aagr

Otzolotepec

div. orig. animal

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Otzolotepec

fibra veg.

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55

55

San Felipe del Pro

textil

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99

99

99

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99

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Temazc.

alfarerla

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hho

55 aagr. 99

hho

Temazc.

fibra veg.

Temazc.

madera

Temazc.

textil

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Temoaya

fibra veg.

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Temoaya

madera

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99

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88

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111 aagr.

Temoaya

textil

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662

662

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558

557

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hho

Toluca

alfareria

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hho

Toluca

fibra veg.

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2295

hho

Toluca

lapid y canteria

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447 aagr.

Toluca

madera

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Toluca

textil

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Xonacatlan

textil

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226

cho hho

Talleres artesanales de hablantes de lengua indigena y su funcionamiento durante el aoo. # t= numero de

talleres;

o.a.= otras actividades; agr= agricultura; ho= hogar; co= comercio.

recursos lacustres, se observara una calendarizaci6n menos homogenea, asi como periodos de producci6n mas marcados. Es po­ sible que esta diferencia radique en la inclu­ si6n de artesanos que no se dedican a estas actividades como (mica fuente de subsisten­ cia. En cuanto a la producci6n artesanal refe­ rida directamente a los grupos etnicos, hay al­

gunas circunstancias que se deben considerar. Por una parte, el uso de la lengua indigena como unico indicador de la identidad, limita de antemano la asignaci6n de mucha de la pro­ ducci6n a estos grupos; por otra, la migraci6n cambia la ubicaci6n de los artesanos, y con ellos, los focos de producci6n, ademas de que los pone en contacto con nuevas materias pri­ mas, estilos decorativos y condiciones de mer­

155


cuenca alta del rio Lerma atlas etnografico

Piezas trabaJadas en cuerno procedentes de San Antonio la Isla. Archivo rubin dela Borbolla.

Artasania de plata de origen mazahua de Las Palmillas, San Felipe del Progreso.

cado. De la misma manera, las acti­ vidades agricolas tambien reducen tanto el numero de artesanos regis­ trados, como la profundidad de las descripciones sobre tecnicas y ma­ nejos de materiales. Aun asi, sigue siendo muy patente en la zona la pro­ duccion artesanal sobre todo entre mazahuas y otomies. La presencia de los nahuas y los matlatzincas llega a ser tan difusa que no resulta posible asignarles un tipo 0 forma especifi­ ca de produccion artesanal. La organizacion del trabajo pre­ dominante es la de talleres familia­ res. En 10 textil, por ejemplo, la "jefa" de la familia, que suele ser la abuela 0 la madre, se encarga de

156

adiestrar a las generaciones mas jo­ venes y de dirigir el trabajo. En la lapidaria y canteria, es el jefe de fa­ milia quien organiza y transmite los conocimientos necesarios a sus ayu­ dantes, quienes comienzan a apren­ der desde nifios. De entre las ramas artesanales reportadas para la zona, desde la Epoca Prehispanica destacaban tan­ to la produccion textil como el tra­ bajo de las fibras vegetales; por su parte, la produccion ceramica ya para principios de siglo era de las mas im­ portantes del pais. Es por su propia importancia que estas ram as se tra­ taran con mayor detalle.

I


III. Bosquejo de las arIeL.­

La artesania textil En una de sus acepciones, un textil puede defmirse como producto de la manipulaci6n de fibras 0 materiales que puedan ser tejidos; es decir, que lleguen a formar una tela; sin em­ bargo, el trabajo de las fibras comprende, de una manera mas general, tanto los textiles (hi­ lados y tej idos), como la cesteria y la jarcieria -que inc!uye la cordeleria-, y que resulta en una variedad de productos como redes, mallas, bolsas, cestos, vestidos, utensilios para el ho­ gar, para la caza y la recolecci6n, adomos e inc!uso viviendas. Los elementos producto de tecnicas de hilado y tejido, comunmente co­ nocidos como telas, pueden realizarse inc!uso sin el uso de un telar (mediante trenzados, tor­ cidos, anudados, amarres, enlazados continuos, empalme de fibras 0 engarzado de mall as), pero entre los grupos del Alto Lerma, el telar s! fue una herramienta artesanal siempre presente. Un telar, en general, consiste en un tipo de basti­ dor de palos, 0 marco, en el que se tensa la urdimbre para poder entrepasar hilos perpen­ diculares que forman la trama. En el area aqu! tratada, se emplean tanto el telar de cintura como el telar fijo y eillamado de pie 0 de pe­ dales. El telar de cintura, llamado tambien de palos, otates 0 zozopastle, se utiliza en todo el continente americano, as! como en el sureste de Asia. Su disefio, adaptado al cuerpo y que aprovecha el peso y la inc1inaci6n de la artesana para crear la tensi6n requerida, permite que sea port<itil y que las labores permanezcan enro­ lladas mientras no se trabajan. El tejido en te­

Nllta otomi te/lendo con tetar de clntura en San Miguel Ameyalco. Arch/vo Rubin de la Sorbolla

lar tiene ciertas exigencias; por una parte, re­ qui ere un ancho que pennita el movimiento de los brazos de las tejedoras, y que los hilos pre­ parados tengan el peso que la tejedora sopor­ teo El area de trabajo debe ser despejada, cuando menos de unos dos metros de largo, regularmente en el exterior de las viviendas, donde haya algun punto para fijar uno de los extremos del telar -por 10 general algUn arbol, el cincolote 0 Ia estructura de la casa nllsma-

157


cuenca alta del rio Lerma atlas etnografico

dejar pasar la bobina, donde se encuentra enrollado el hilo de la trama; la espada 0 machete, con la que se aprieta

0

abatana

el hijo del tejido, y que sirve tambien para mantener la pasa­ da, al introducir la bobina 0 para contar los hilos en los tejidos complejos. Puede usarse tam­ bien un templero hecho de ca­ rrizo con espinas en cada extremo del tejido, para mante­ ner parejo el ancho. Los tejidos complejos pueden requerir de varias varillas de lizo. Para instalar el telar de cin­ tura u otate, primeramente se enrolla el material alrededor de dos estacas plantadas en el sue­

10, en caso de no emplearse un urdidor, pues del ordenamiento cuidadoso de los hilos de la ur­ dimbre en capas sobrepuestas y entrecruzadas, depende de la uniformidad y la finura de la

1

tela.

Fiesta en Ocoyoacac. Pirotecnia. Ruth Lechuga, 1977.

mientras se trabaja. Los componentes de un telar de cintura son: en los extremos, el enjulio superior, que se fija con una cuerda en el area de trabajo, y el enjulio inferior, que se fija a la cintura de la tejedora con un mecapal 0 banda, por 10 general de ixtle 0 cuero; al medio, las varillas de paso y de lizo, sirven para abrir al­ temativamente las caladas de la urdimbre, para

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Con estos elementos, en ocasiones preparados por las mujeres mismas, pueden lograrse una gran can­ tidad de tecnicas, entre las que se encuentran el tafetan, el "cara de urdimbre", el "cara de tram a", el tapiz, el ligamento de esterilla, el taleton, el brocado, el tejido de gasa, la trama envolvente, el confite 0 tejido de terciopelo, la sarga, ellabrado y el calado de urdimbre e in­ cluso, el tejido de tela doble.

1


III. Bosquejo de las artesanias

Taller familiar de producci6n de ceramica en Santiaguito T/a/xila/cali.

que se agrega una raiz tuberosa llamada

sanacoche. Tras una segunda carda, la fibra queda lista para ser hilada y tefiida. Para fijar los colorantes -como mordentes- se emplean la sal de estafio, el alumbre, el tequesquite, los orines animales y humanos 0 el pulque fermen­ tado. Las tecnicas son similares en toda el area, pero varia el nombre de las plantas empleadas y las preferencias por los mordentes. La decoraci6n de las telas puede prove­ nir del momenta mismo del tejido, como en el caso del brocado 0 la combinaci6n de hilos tefiidos en diversos colores 0 hilados en diver­ sos grosores, 0 agregarse posterionnente en forma de bordados, tefiidos, 0 bien hacer una combinaci6n de tecnicas y motivos. En cuanto a la tintura de los hi los 0 telas, el de la lana es uno de los procesos mas com-

Las fibras trabajadas son de origen ani­ mal 0 vegetal. Entre las de origen animal, la principal es la lana de oveja. En la Epoca Prehispanica, en la zona donde se trabajaban textiles, se incorporaba pelo de conejo y quiza de otros animales, pues entre los mazahuas, la lana es nombrada xiy '00 "pelo de perro". En­ tre las fibras de origen vegetal se trabajaban el algod6n y el ixtle, aunque en la actualidad, el uso de este ultimo en la indumentaria se ha abandonado casi por completo, y con respecto al algod6n, se ha perdido el proceso de prepa­ raci6n de la materia prima, pues se adquiere ya hilado. Generalmente, es a fmal de afio cuando se trasquilan las ovejas, y en una primera es­ carda, se eliminan basuras e impurezas. Des­ pues, esta "lana en frio", se lava en agua a la

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cuenca alta del rio Lerma atlas etnografico

Fabrlcando sll/6n con tule, Tultepec.

plicados. Entre los otomies, por ejemplo, esta se preparaba en agua tibia de ceniza 0 sanacoche, donde se dejaba remojar por un dia. Al dia siguiente, se enjuagaba con el agua 10 mas limpia posible. Se restregaba pufio a pufio, para quitarle el lodo, y una vez tallada varias veces, se dejaba remojar un dia mas en agua fresca; fmalmente, se exprimia y se secaba al sol sobre un petate 0 ayate. Todavia hUmeda, se vareaba con una rama de membrillo 0 ga­ rambullo. Una vez seca la lana se escardaba; despues, se esponjaba, cardaba e hilaba en malacate, y se fonnaban madejas para tefiir. Los tintes mas usados eran el afiil para el azul y el negro; la grana para el rojo en sus distin­ tos tonos y el morado; y el miteipashi --especie de enredadera parasita que crece en el peshto o yerba del Angel, llamada tambien sacaclascal- para el amarillo y el verde. Aunque el morado es el color de las gran­ des ocasiones y ceremonias, no puede saberse si esta usanza es prehisparuca 0 fue una intro­ ducci6n europea. Para tefiir un chincuete de morado se molia en el metate un kilo de grana

160

en seco. Se pollia a calentar el agua en una cazuela grande y, una vez hirviendo, se echa­ ba a la grana el juga de tres docenas de limo­ nes, de sal de estafio y un pufiado de alumbre. Se dejaba hervir por unos minutos y se echaba la lana, revolviendola con un palo para que no se pegara abajo. Despues de media hora, se enjuagaba y se pollia a secar. En otras comuni­ dades, y siguiendo una tecnica difundida entre todos los grupos otomianos, despues de hervir la lana con el afiil molido, se reposaba un dia, y se vol via a hervir, agregando tequesquite. Despues de retirarse del fuego, se Ie agregaba pulque y se dejaba reposar unos 10 dias, para que este pulque fennentara y fijara el color. Para tefiir un chincuete de afiil, se reque­ ria una olIa en la que cupieran cinco cuartillos de maiz, en la que se pollian a calentar cinco litros de agua. Al agua tibia se agregaba medio kilo de afiil, cinco litros de pulque y 800 gr de tequesquite mojado. Antes de usar el afiil, se remojaba por ocho dias en un molcajete, don­ de se molia muy finamente con el tejolote. Al agua caliente, pero no hirviendo, se echaba la lana, ya fuera hilada 0 en madeja, pero limpia y mojada. Se dejaba en la lumbre por algunos minutos, luego se sacaba del fuego y se dejaba sin mover y bien tapada con un cajete hasta el dia siguiente. Si la lana no tomaba color era por falta de pulque 0 tequesquite; se recalen­ taba entonces el afiil y se volvia a remojar. La operaci6n se repetia diariamente, hasta que tomara el color deseado. Finalmente, se en­ juagaba y secaba. Una sola persona debia encargarse de pintar; la operaci6n debia ha­ cerse en un cuarto cerrado, y mientras se


III. Bosquejo de las artesanias

estuviera pintando no se podia coger mante足 ca ni chile. Para el color negro, si la lana era blanca, se pintaba primero de azul; despues de lavada se ponia nuevamente en afiil, y quedaba negra. A la lana negra, el afiil Ie daba un tono mas oscuro y brillante. Para tefiir de amarillo, ade足 mas del miteipashi 0 sacac1ascal, se usaba ho足 jas de pirU, hojas de durazno 0 lengua de vaca, bien molidas agregadas al agua caliente en que se hervia la lana. Para tefiir de amarillo siem足 pre se empleaba la lana blanca; para el verde, se tefiia de amarillo lana previamente tefiida de azul. Entre los mazahuas del noroeste, el azul se logra con afiil en piedra, molido y mezc1ado con sal de estafio, alumbre y orin humano (se

Telar colonial.

San Pablo Autopan. Foto Celia Olivera Martinez.

Tejido sobre algod6n. San Miguel Ameyalco. Archivo Rubin de la Borbol/a.

161


cuenca alta del rio Lerma atlas etnografico

MuJer teJlendo, Ameya/co. Arch/vo Rubin de Ia Borbol/a.

considera que este ultimo es mejor). Los in­ gredientes se hierven en una olla de barro, y el liquido se deja fennentar entre 10 y 13 dias. Despues de fonnarse la nata, se mete la made­ ja de lana y se deja reposar 24 horas. Se saca, se lava y se asolea. El mismo dia se regresa al colorante, dejandose otros tres dias. Este pro­ ceso se repite hasta que se obtiene el color de­ seado; para un azul intenso, se deja en la olla cuando menes ocho dias. El azul verde se ex­ traia de las hojas y tallo del huizache y del muictle. Para los distintos tonos del rojo, las l1lazahuas emplean grana mezclada con alum­ bre, orines animales 0 humanos, y el juga de cien limones como fijador. La cantidad de grana determina el tono de rojo. El amarillo se logra con la flor del "acahual", 0 la "flQr ruidosa". Para tefiir la lana, se intercalan ca­ pas de flores y de lana en la cantidad desea­ da; se agrega agua y alumbre,orines animales o humanos y se pone la tina al fuego para que hierva durante tres horas. Para el amari­ llo canario se emplea el "zacatlaxcal" (pani­

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sita de arboles y arbustos), mediante la mis­ rna tecnica. Si al zacatlaxcal se Ie agrega ho­ jas de acahual, se obtiene un tinte verde. Los tonos de cafe se obtienen de liquenes en tron­ cos de encinos y robles, a los que se agrega sal de estafio y, en ocasiones, orines anima­ les 0 humanos. Se intercalan capas de lique­ nes y lana en una tina, que se pone a hervir con agua. Para los mazahuas es importante que los nifios no intervengan en el proceso de tincion, por el peligro de que "pesquen aires". Acerca de los nahuas, solo se sabe que el color negro de los enredos se consigue hirviendo la lana con anilinas comerciales, a las que se agrega sal de mesa y cascaras de nuez criolla para fijar el color. EI uso del nogal en otras partes sirve igualmente para tefiir de cafe os­ curo 0 negro, y posiblemente, este fuera el metodo mas anti guo. Entre las principales piezas de ropa con­ feccionadas con telas elaboradas artesanalmente 0 compradas, aunque su uso vane incluso al interior de comunidades de una


Ill. Bosquejo de las arlesanias

misma etnia del Alto Lerma, se tienen: el ayate, la camisa, blusa 0 saco; la enagua, el enredo, el chincuete 0 la lia; la faja 0 cefiidor, el huishu, el morral, el quechquemitl, el rebozo y el tipa­ 10 0 sabana. No se sabe a ciencia cierta cuales de entre ellas fueron introducidas 0 modifica­ das durante la Colonia, debido en primer lu­ gar, a que la terminologia empleada en la documentacion de la epoca, no siem­ pre corresponde a la empleada actualmente. Tampoco se sabe cuales otras prendas fue­ ron eliminadas. Lo que si esta documentado es la continuidad en la fabricacion de prendas de algodon, lana e ixtle por la poblacion de esta area, durante en siglo XVI. En los tribu­ tos asignados a Xalatlaco y Atlapu1co se men­ ciona camisas, naguas, mantillas, mastiles (de maxtlatl 0 calzon), as! como panos de cama,

panos como sabanas, mantas para manteles, pafiuelos y toldillos (quiza mosquiteros); es­ tos ultimos mencionados como «moneda», y «mantillas de indios de tela de henequen» (Gonzalez de Cossio 1952: 556-559, en Gonzalez y Patino 1994). En el siglo XIX, la produccion de rebo­ zos en la zona a1canzo una cali dad tal que los arrieros los llevaban hasta las ferias del Senor de Esquipulas, en Guatemala. La persistencia en el uso de estas prendas esti intimamente ligada a su produccion artesanal, y es induda­ ble que ambas se encuentran en vias de des­ aparicion en la mayoria de las comunidades, a pesar de los esfuerzos que realizan las institu­ ciones gubernamentales por recuperar tecni­ cas y maneras de vestir. Ya hace unos veinte

Tapetes tlpo persa, Temoaya.

163


cuenca alta del rio Lerma atlas etnografico

afios, el vestido tradicional, junto con sus tec­ nicas de elaboraci6n era s610 un recuerdo en­ tre los matlatzincas (aunque el INI menciona la elaboraci6n de fajas para consumo personal y tejidos de ixtle, lana y algod6n, alin en 1982), y entre los nahuas, la perdida fue aun anterior. Entre los otomies y mazahuas, en cambio, am­ bos se encuentran presentes, aunque no estati­ cos. No todos los textiles se destinan al vesti­ do, y entre los que tienen otros usos y se pro­ ducen artesanalmente, destacan -por la influencia que han ejercido incluso sobre la organizaci6n de las comunidades-los tapetes. Tanto la iniciativa de la industria del tapete anudado a mano, tipo persa, como la asesoria

tecnica y de comercializaci6n, lIegaron desde fuera a las comunidades otomies del municipio de Temoaya, a finales de los afios 60, y aunque el funcionamiento y el resultado de la empresa Tapetes Mexicanos no han sido los planteados por el proyecto, son importantes tanto por la propia producci6n como por la formaci6n de numerosos talleres familiares independientes. Los tapetes de Temoaya se tejen sobre un telar-bastidor de madera, en los que se tien­ de una urdimbre de hilaza de algod6n, con los extremos de los hilos fijados a los puentes 0 cabezales. Los hilos se amarran con canamo a un travesafio m6vil en forma altemada. Des­ pues, el motivo -representado a la manera de las guias para el punto de cruz- se coloca de­ tras. EI anudado se realiza en Iineas horizonta­ les, cortandose el estambre con unas tijeras curvas, hasta dejarlo de un centimetro de es­ pesor. Cada Ifnea se fija con hilaza y la ayuda de un peine pesado de madera. Si el tamafio 10 requiere, se "baja" el tapete y se recoloca para continuar el trabajo, y finalmente se desmonta del telar y se anuda el fleco. EI acabado final (repaso de la trama, lavado, cepillado, secado, rasurado, enroll ado y embalaje) se realiza en la cabecera municipal, desde donde se trans­ porta a la ciudad de Mexico.

Los productos de ixtle

Mujeres otomies e/aborando tapetesde temoaya.

164

EI ixtle, nombre generico_para el hilo obtenido de las fibras de maguey 0 agave, se empleaba tradicionalmente para la manufactura de ayates, costales y cordeleria. Realmente las fibras mis­ mas pueden ser de dos tipos: las burdas -ex­ traidas de las pencas maduras- y las finas


111. Bosquejo de las arlesanias

-obtenidas de las pencas tiemas y del corazon del maguey, cortado 0 "capado" para extraer el aguamiel. Ambas se emplean en la fabrica­ cion de prendas de vestir, redes y hondas. En la Epoca Prehispanica, el uso del ixtle para la manufactura de indumentaria era generalizado, pero despues de la Revolucion, casi se ha res­ tringido a los costales, ayates y cuerdas. Tanto la elaboracion de la fibra como la manufactura de la tela es una labor esencialmente femenina, ensenada a las ninas desde los cuatro afios, junto con el manejo del telar de cintura, mientras que las cuerdas son trabajadas por los hombres.

Telar de cintura para hi/ode Ixt/e, Xiquipilco el Viejo. Otomi. Foto: Celia Olivera Martinez.

Son los otomies quienes mantienen el do­ minio en la elaboracion tradicional del ixtle, y tal como se describe para Temoaya, a finales de los anos 70, el proceso requiere de varios pasos. Primero se corta la penca del maguey 0 se compra cortada. Despues, se tuesta

0

"tatema" la penca a fuego lento para que se suavice el "enguishi". La penca tostada se echa en grandes bateas con agua, durante una se­ mana para que se macere y la fibra pueda trabajarse. Posteriormente, con un pedazo de madera plano y una herramienta Hamada ntle, se desfibra, cuidando de no cortar las fibras. Luego se lava la fibra con sanacoche, y ya lim­ pia se tiende al sol por uno 0 dos dfas para que se seque y blanquee. Una vez seca la fibra, se des grana y se hila manualmente con la ayuda de un malacate. Un hilo de ixtle torcido Hevaba de dos hasta 60 filamentos. Las mujeres enredaban la fibra en la cintura a recargada sobre el hom­ bro, con el malacate en la mana izquierda, y era comiln observarlas hilando cuando iban al

mere ado 0 mientras caminaban por el pueblo, de igual manera que como se les observa en las fotografias de los afios 30. Se formaban dos bolas de hilo de aproximadamente medio kilo cada una; una se empleaba para la urdimbre, montada en el telar de cintura, y otra para la trama, enredada en una lanzadera. El tejido del ayate variaba, segiln el desti­ no del articulo, tanto en el tamano como en 10 cerrado del tejido; a veces, se mezclaba en la trama el ixtle con la hilaza, para dar a los pro­ ductos mayor finura y consistencia. Piezas bur­ das y abiertas, de entre 30 y 50 em de ancho y de entre dos y tres metros de ancho, se tejian para cargar lena, transportar chiquihuites can comida -sobre la espalda y amarrados al frente- 0 cubrir cosas delicadas. Los ayates finos se empleaban en la indumentaria de los

165


cuenca alta del rio Lerma atlas etnograjico

Desde principios de los anos 70, el ixtle

Detalle de un tapetede

ha sido desplazado por el plastico, 10 que ha

temooys.

afectado notablemente su elaboraci6n. No obs­ tante, muchas mujeres tejen afu1 el ayate tradi­ '.

cional para sus casas y para la venta. Otros usos de la fibra de ixtle es para las escobas producidas, por ejemplo, en San Pe­ dro Abajo, municipio de Temoaya.

Otros usos de las fibras

Generalmente la elaboraci6n de ayates se rea­

Las cienegas y las riberas del Lerma brinda­ ron, indistintamente a los grupos etnicos de la regi6n, numerosos recursos que se aprovecha­ ban en la elaboraci6n artesanal de variados productos. Esto se evidencia desde tiempos prehispanicos, y aunque con modificaciones nacidas de los requerimientos culturales de los conquistadores hispanos, la elaboraci6n conti­ nu6 durante la Colonia hasta nuestros dias. Entre estos recurs os destacan los tules y el zacat6n con los cuales se elaboran desde ele­ mentos utilitarios como petates, bolsas, aventadores y muebles, hasta objetos rituales -{;omo las portadas- y juguetes. La produc­ ci6n entera de estos elementos se ha modifica­ do, no s6lo por las cambiantes condiciones de uso de los objetos y la competencia de otros materiales 0 productos industrializados, sino por el cambio en las condiciones eco16gicas posterior a la desecaci6n de las ch~negas y al entubamiento de los cauces.

lizaba a ratos, 10 cual exigia de una ados se­

La producci6n artesanal del tule no siem-

manas para terminar ~n ayate fino; si se Ie

pre la realizaban quienes obtenian los recurs os

dedicaba tiempo completo, se podia terminar

de las cienegas; los llamados tuleros, pues en ocasiones, comunidades enteras se especiali­

hombres, para llevar regalos de boda, bauti­ zos y otras fiestas; 0 para panos, manteles y servilletas. Durante septiembre y octubre se incrementa la elaboraci6n de ixtle, pues en esa epoca se utilizan los ayates para la colecta de la cosecha. Los ayates burdos para cosechar se solian hacer en dos partes, cosidas a mano, para soportar cargas de hasta mas de 150 kg.

en dos dias.

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III. Bosquejo de las artesanias

EI lule recogido en en brazadas, lislo para ser transportado.

zaron en la obtenci6n del recurso, mientras que otras, en su posterior elaboraci6n. La obten­ cion del tule se intercalaba tambien con otras actividades como las agricolas, la caza, la pes­ ca y la recoleccion. La mejor epoca para el corte del tule coincidia con la de lluvias.

cesario. Se dejaban las uniones por dentro, para que por el exterior se presentara solo el zacaton. Los pachones por 10 general cubrian desde el cuello hasta las corvas, y llevaban una jareta al cuello, para cerrarlos. Cabe mencionar que era

EI tule "amarillado" extendido sobre las calles para luego arcinarse y trabaJarse.

Despues de cortado, el tule -redondo y ancho- debia dejarse «amarillar», luego se ex­ tendia y posteriormente se arcinaba 0 almace­ naba, aunque el tule redondo, el bofo y el zacaton podian utilizarse tambien sin prepara­ cion previa. El tule redondo y el zacaton del monte se empleaban en la construccion de vi­ viendas, tanto en muros como en techos. Con el zacaton, se tejian pachones 0 capas. Para ello, se cortaban con todo y raiz, y por medio de ella se anudaban hasta alcanzar ellargo ne­

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cuenca alia del rio Lerma alias elnograflco

Foto hlstOrica. Cargando los petatesa vernder, TultepeC, ca. 1930. Archlvo R. J. Weitlaner.

Dlferentes tecnicasde tejido de tule.

I 168


III. Bosquejo de las artesanias

mas comlin utilizar las palm as en la elaboraci6n de pachones. Los productos mas extendidos manufac­ turados con el tule redondo son los petates. Se tejen entrecruzando tules en distintas fonnas y proporciones, 10 que resulta en diversos tipos de tejido como el de «cuadro» 0 «cuatro», de «dos y dos». de «dos y uno», de «uno y uno», de «uno y uno, palma parada», de «uno y uno, palma acostada», de <~aspe», de «espejo», de «cocol», «con picos», «con caballitos», «torci­ do», «acordonado» 0 «calado». Los petates especiales se tejen por encargo, y en la actua­ lidad, se elaboran exc1usivamente en el ejido de San Pedro Tultepec. El material se selecciona de acuerdo con el uso que se Ie dara: para un petate que servi­ ra de cama, al igual que uno sobre el que la mujer se sentara a «echar las tortillas» 0 a mo­ ler maiz, se emplea el tule mas grueso, con el prop6sito de que que de acolchonado; para un petate fino, se escoge el tule mas delgado 0 bien puntas de tules mas largos. La fonna ge­ neral es cuadrada 0 rectangular, y se miden en «puntos», medida correspondiente a la de los pies del tejedor, colocados uno frente a otro, tocandose. Se emplea para el tejido un instru­ mento cortante (machete, hoz 0 cuchillo), una piedra redonda

0

«tebola» y un asiento cilin­

drico de tules doblados, de uso exclusivamen­ te masculino. El remate dependia tambien del uso: una trenza comun, un «volteado» para los petates finos, de «dos y dos» empleados para colocar la ofrenda de dia de muertos.

Los aventadores 0 sopladores, emplea­ dos para avivar el fuego del tlecuil 0 anafre, se tejen con tejido de cuadro y tules cortos, 0 bien, con restos de los tules despuntados. Compren­ den un cuadro y una agarradera, fonnada con los sobrantes del tejido. Su manufactura es sen­ cilla, y hasta las nifias pueden hacerlo.

Tejlendo una figura zoomorfa, al lado la tebola. Arch/vo Rubin de la Borbolla.

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cuenca alta del rio Lerma atlas etnografico

Escudo de tule pintado. Yoko Sugiura.1993.

El tule se ha empleado desde la Epoca Hay otros elementos, de mayor tradicion, Prehispanica para la elaboracion de empleados en las festividades religio­ ~~_lIilli!liIiil:t.. . . sas: portadas y escudos coloca­ muebles, especificamente, de sidos en las iglesias en honor a llones 0 «icpallis», llamados a principios de la Colonia los santos patronos. Las pri­ meras se colocaban en la

«sillas de espaldas», aun­ que muy probablemente puerta principal; los es­ la tecnica empleada ac­ cudos, al interior del tem­ tualmente haya evolucio­ plo. Las portadas, que

nado. combinaban diversos te­ jidos, remates y acabados, Los sillones tradicio­ fijadas a una estructura de nales constan de tres partes: el madera preparada sobre las banco 0 asiento, el respaldo y las jambas de la puerta del templo, y una braceras. Los dos primeros son solo tira curva central. Se trata de un trabajo de es­ de tule, y las braceras tienen madera como re­ pecialistas, y hoy en dia solo dos personas las fuerzo. Se teje primero el banco, con ruedas de elaboran, ambas de San Pedro TuItepec, mu­ tule entretejidas hasta alcanzar la altura deseada. nicipio de Lerma. Los escudos son figuras cir­ Despues, el respaldo, partiendo de un medio cir­ culo y fijandose con tule al asiento. Al final se co­ locan las braceras, anudandolas tanto al asiento como al respaldo. La altura final es de un metro con treinta por unos ochenta centirnetros en la parte mas ancha.

Figura antropomorfa fabricada con tule. Yoko Sugiura.1993.

De tule tambien se tejen bolsas comunes y zoomorfas, sombreros e incluso pantalones y, despues del impulso dado a la produccion artesanal tras el decreta presidencial de que las artesanias eran parte del patrimonio, en los afios 70, los concursos locales y regionales pro­ piciaron la elaboracion de productos novedosos como escudos nacionales, y una gran variedad de juguetes y figuras, entre las que los «carranclanes» 0 revolucionarios tienen ya tra­ dicion propia. Un poco antes, en los afios 50, sobre todo en la region de San Pedro Totoltepec, se produjeron protectores para bo­ tellas de cerveza en grandes cantidades.

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llf. Bosquejo de las artesanias

culares tejidos de «uno y uno» y rematados de diversas formas. Se pintan de colores, y se les colocan estampas religiosas. Ahora, los escu­ dos se usan tambien como estandartes en los desfiles incluso de festividades civiles como la primavera 0 el 20 de noviembre. Con el tule redondo, se han producido desde hace mucho tiempo, las llamadas silletas o sillas, aunque el uso de asientos con respal­ do por el comun del pueblo no se dio sino has­ ta comenzada la epoca colonial. Los silleteros formaban el asiento sobre un armazon hecho por ellos mismos 0 comprado, torciendo tiras largas de tule, como cuerda ((caballos»), y montandolas sobre los barrotes; sobre estas se montabann los «cuatitos», y ambos podian tejerse rectos 0 diagonales, en combinaciones con las que resultaban divers os tipos de tejido. Ya desde principios de siglo se menciona que la produccion de las sillas en la zona de Toluca era abundante -aunque la ganancia escasa­ (Murillo 1980: 246), y en los afios 40 la pro­ duccion de Almoloya del Rio y del Barrio de Guadalupe de San Mateo Atenco eran incluso para el comercio. Hoy en dia, tanto por la dis­ minucion de la materia prima como por la com­ petencia de las sillas de otros estilos y materiales, la produccion de las silletas casi ha desaparecido.

formas, para 10 cual han empleado una gran multitud de fibras, carrizos y varas. El Alto Lerma no ha sido la excepcion, y probable­ mente desde ocupaciones muy tempranas se hayan fabricado contenedores de este tipo. Son varias las comunidades donde aun se trabaja este tipo de artesania, y en algunas de ellas, los cambios ecologicos han obligado incluso a la adquisicion de materias primas fue­ ra de la region. Tal es el caso de San Pedro Potla, donde antiguamente se fabricaban ca­ nastas de varas de sauce, jaras colectadas a las orillas del Lerma, y "perl illa" de los montes. Actualmente las varas deben conseguirse en otras zonas lacustres como Chincua, Michoacan, y en montes de los alrededores. El tejido empleado es de espiral, y las canastas

La produccion de artesanias de tule se ha visto disminuida no solo con la desecacion de las cienegas, sino con la prohibicion de la entrada de los tuleros a la zona industrial del Lerma.

La cesteria Desde epocas remotas, los grupos humanos han fabricado cestos y canastos de variadas

Fabrlcando sllleta.

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cuenca alta del rio Lerma atlas etnografico

Plantas de

zacatonen

Santa Cruz del

Rincon, San

Felipe del

Progreso.

De la palma recogida en los montes cer­ Zacaton seco

listo para I.

manufactura de

escobetas.

canos a San Pedro, se elaboran pequenas ces­ tas y aventadores.

se someten a un proceso de "quema" 0 blanqueado con alumbre . Para ella se co­ loca el alumbre en una cazuela con brazas y en el humo se introducen las cestas, para que impregne las varas, al tiempo que se cubre con una cobija 0 manta hasta que ad­ Artesano manufacturando quieran un color blanco. Si se quiere un di­ escobetas, seno vistoso, se agrega un doble tejido a la Santa Cruz del Rincon, San altura de las asas, tenido con anilinas de Fel/pedel

colores.

Progreso.

Trabajo de paja y pastos Las pajas de trigo y cebada se emplearon des­ de la epoca colonial en la fabricacion de ele­ mentos variados como juguetes, sombreros y canastas.

La raiz de zacaton EI zacaton, cuyo nombre botanico es el de Muhlenbergia macrorura, es una cafia recta y delgada, entre 0,60 y 2.10 m de altura y 5 mm de diametro que florece de octubre a ene­ ro en la zona sur de Toluca, Zinacantepec y especialmente San Felipe del Progreso. En este ultimo municipio, la produccion de raiz de zacaton fue una industria importante en cuyos talleres se llegaba a producir y a exportar a Europa mas de ochocientas toneladas anuales de la mejor calidad de raiz. En el procesamiento de la raiz solo inter­ vienen los hombres, y las tecnicas de extrac­ cion y procesamiento no han cambiado desde hace un siglo, ni tampoco los instrumentos que

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III. Bosquejo de las artesanias

se utilizan. Tampoco ha cambiado la divisi6n del trabajo, de modo que aUn prevalecen las funciones de «raiceros», «talladores», «cIasifi­ cadores», «prenseros» y «escobeteros». El raicero forma manojos de aproxima­ damente 8 a 10 kilos de la llamada «grefia», la cual llega a los talleres de beneficio que son instalaciones bastante rusticas, donde los «talladores» fumigan y lavan la raiz. El «cIasifi­ cadon> selecciona las rakes de acuerdo con su calidad, fineza, color y grosor, mientras que los «prenseros», forman las pacas de aproxima­ damente 60 kgs cada una, mediante una «pren­ sa» 0 tornillo «sinfin» que comprime los manojos. Finalmente, las pacas se etiquetan y se almacenan. Para la elaboraci6n de escobetas se utili­ za el material de mas baja calidad, en una tarea que realizan casi siempre las familias maz8huas; estas fabrican dos tipos de escobetas: de una 0 dos puntas. La industria de la raiz de zacat6n todavia se realiza en lugares cercanos a la cabecera, como en Chichilpa, Rio Hoyos, Buenavista, San Jose del Rinc6n y San Juan Evangelista, Provi­ dencia, Pueblo Nuevo y Santa Ana Nichi (Romeu 1994: 143-172).

La alfareria Es indudable la importancia de la manufactura de utensilios de barro cocido desde epocas tempranas de la vida humana, patente tambien en la zona del Alto Lerma. Los grupos ahi asen­ tados desde la Epoca Prehispanica manejaron el barro para producir innumerables formas que respondian a mUltiples necesidades, con algu­

nos procedimientos que aUn hoy en dia siguen empleandose. El cambio en las condiciones de vida, el contacto con el mundo urbano y aun fluctuaciones en el medio ambiente, condicio­ nes de mercado y coyunturas politicas, han hecho variar las tecnicas y los productos del quehacer alfarero.

Dfversos recfpientes tejidoscon (ibras, Santa Cruz, Ixtlahuaca. 1964. Ruth Lechuga.

El procedimiento general para la elabo­ raci6n de la ceramica va de la obtenci6n y se­ lecci6n de la materia prima, su transporte y almacenamiento, a la preparaci6n de la mez­ cIa; esta puede requerir un proceso de varea­ do 0 golpeado para romper los terrones grandes, despues de 10 cual se hace un colado a traves de una malla 0 criba y se combina arcilla

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cuenca alta del rio Lerma atlas etnografico

Cersmlea de Santlagulto Tlalei/aleali.

Alfarerfa de Ocoyoacae.

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Cazuelas en proeeso de eoeido en un homo tradieional, Afetepec.


III. Bosquejo de las arlesanias

Timoteo Gonzalez decorando figurasde barro. M~t~pec. 1960. Ruth Lechuga.

con arena 0 con diferentes barros. EI procedi­ miento continua con el amasado y la formacion de las piezas, ya sea por modelado 0 moldea­ do, 0 bien por la combinacion de ambas ac­ ciones, con la decoraccion, la coccion, y seglin el tipo de cenimica de que se trate, otras fases " de decoracion y cocturas posteriores. A principios de siglo, se decia que el Es­ tado de Mexico producia la mayor cantidad de loza vidriada en el pais, y que entre los cen­ tros productores se encontraban algunos de la zona del Alto Lerma como Metepec, Almoloya de Juarez, Ocoyoacac y Temazcaicingo. En ese entonces, en Metepec la alfareria se practica­ ba solo en el barrio de Cuauxtenco, y los pro-

ductos mas apreciados eran las canastas y las ollas, aunque se producian cazuelas, cazos y otras formas. Habia un tipo especial de cera­ mica, engretada en negro, en la que predomi­ naban las alcancias con formas animales, "patos" para guardar el agua y "canastas" de divers os tamafios, asi como candeleros y sahumerios para la fiesta de Dia de Muertos. Por esas mismas fechas se introdujo la deco­ racion de la ceramic a con flores azules rodea­ das de hojas doradas. Los conocimientos alfareros pasaban de padres a hijos y partici­ paban ambos sexos; se empleaban homos rec­ tangulares, aparentemente de tabique (Murillo

1980: 85-87).

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cuenca alta del rio Lerma atlas etnografico

Produccl6n alfarera, Santa Marta Canchesds. Ruth Lechuga.

I Molcajetes de San Pablo . Autoplln.

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III. Bosquejo de las arlesanias

En San Lorenzo Oyamel, municipio de Temoaya, las mujeres otomies manufacturan una cenimica rojiza y porosa, muy ligera. Antes, la decoraci6n consistia en motivos geometricos, florales 0 zoomorfos (general mente pajaros), aunque hoy en dia ya no se emplea. Las for­ mas mas comunes son el cantaro para agua y ollas con asas. En Temazcalcingo, la alfareria representaba una actividad econ6mica relevan­ teo Se fabrican ollas, pinatas y macetas entre otras forrnas mas (Papousek 1967).

La Lapidaria y La canteria En la zona otomiana se conserva una fuer­ te tradici6n del trabajo de la piedra, sobre todo en algunos poblados como en San Pedro de los Metates y en San Andres Cuexcontitlan, municipio de Toluca. En estas comunidades la piedra se obtiene de la cantera empleando p61­

vora para extraerla. Las rocas obtenidas se se­ paran para el trabajo de metates y moicajetes, o bien para la mamposteria. Ademas, se pro­ ducen esculturas de bulto y lapidas mortuorias. El oficio se aprende desde la infancia, y el aprendizaje avanza desde la talla de los tejolotes, realizada por los ninos y los menos habiles, hasta los metates, cuya mayor dificul­ tad esta en la elaboraci6n de las patas.

Tecnicas mixtas Hay productos artesanales que requieren de la conjunci6n de varias tecnicas para su ter­ minaci6n, como algunosjuguetes e instrumen­ tos musicales. Aunque serfa imposible enumerar todas las posibles combinaciones, vale la pena recordar la elaboraci6n de los violines mazahuas, en San Pedro Potia, don-

Trabajando cantera, e/aboracion de molcajetes.

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cuenca alIa del rio Lerma alias elnograjico

de los instrumentos tallados en madera de madrofio u ocote, se encordaban con tri足 pas desecadas de ardill as , conejos 0 zorrill os, y a cuyo arco se agregaba u na cuerda de ixtle.

Otro buen ejemplo son las mufiequitas mazahuas de barro, hierbas y restos de telas, 0 incluso sed a silvestre tefiida expro feso, hechas por y para la diversion de las nifias.

~ Artesano mazahua en un tatter de plater/a, Palmillas, San Felipe del Progreso

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4

La vida en las cienegas del

Alto Lerma


IV La vida en las cienegas del A Ito Lerma

El hombre y su entorn 0 lacustre

M

uchos capftulos de la historia derivan del lugar que los grupos humanos escogieron para vivir, y son tambien muchas las costumbres que un grupo desarrolla para relacionarse con su medio: la comida diaria, los materiales para construir la casa y los utensilios que utiliza en las actividades cotidianas.

Es el medio el que marca los tiempos para las diversas actividades, ya sea por el tipo de elirna, como por la disponibilidad de los recursos. El medio tambien, dicta ciertas pautas para una infinidad de relaciones entre los grupos humanos, aun cuan足 do en el resultado final este siempre presente un acto de voluntad.

Lanchero en la clenega.

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cuenca alta del rio Lerma atlas etnografico

Vista general de laclenegs.

Desde su nacimiento en la zona de ma­ nantiales en Alrnoloya, y a 10 largo de su cur­ so, el rio Lerma ofrece una notable variedad de paisajes, debido a diversas condiciones na­ turales: la topografia que encuentra a su paso; las fuentes de agua que 10 alimentan y las co­ munidades vegetales que se desarrollan por su recorrido, desde los espejos de agua de las cienegas y lagunas, a los valles de Toluca e Ixtlahuaca, de Atlacomulco Toxi y Solis, hasta las cumbres nevadas del Xinantecatl y serra­ nias circundantes. En general, el clima del Alto Lerma es frio y poco fluctuante; de hecho, el valle de Toluca, el mas elevado de la Republica, ha sido desde tiempos inmemoriales conocido como un Ingar muy frio , pero es poco 10 que se co­ noce acerca de los efectos de esta temperatura

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en la zona desde tiempos pasados. Se sabe, sin embargo, que cualquier descenso en la hume­ dad general, ha afectado siempre el nivel freatico y repercutido en la extensi6n y pro­ fundi dad de los cuerpos de agua. El rio Lerma y las cienegas se alimenta­ ban de corrientes subtemineas, rlOS, arroyos y manantiales. La temperatura y composici6n quimica de estos ultimos permitia la forma­ ci6n de aguas termales, como las de Santa Cruz Atizapan, y las que dieron origen al top6nimo de San Pedro Potla (de nahuatl poctii, "humo" y fia, "abundancia") que hace referencia al vapor matutino, originado por la combinaci6n del agua caliente con las aguas muy frias del Lerma (Segundo y Gutierrez 1988 : 9). Las cienegas estaban surcadas por el cur­ so mismo del rio y alimentadas por torrentes


IV La vida en las cienegas del Alto Lerma

estacionales y numerosos manantiales. Como todos los cuerpos de agua someros, eran abun­ dantes en especies animales y vegetales, ade­ mas de que atraian a una gran cantidad de aves acuMicas locales y migratorias. Las cienegas estaban comunicadas entre si por el Lerma. AI sur, la primera y mas ele­ vada, conocida como ck~nega de Almoloya 0 Chignahuapan, en los afios 40 abarcaba desde San Mateo Texcalyacac hasta la exhacienda de Atenco, en el municipio de Santa Cruz Atizapan. La segunda, conocida como de Lerma 0 Chimaliapan, en esa epoca ocupaba desde los terrenos de la misma exhacienda, hasta la cabecera municipal de San Mateo Atenco. La tercera, la de San Bartolo 0 Chiconahuapan, se extendia desde el pueblo de Lerma hasta San Nicolas Peralta. En el siglo XIX se iniciaron los proyec­ tos para la desecaci6n de la zona que conti­ nuaron hasta este siglo, para conducir el agua de los manantiales hacia los poblados princi­ pales del valle de Toluca y la ciudad de Mexi­ co. EI sistema lagunar estaba ya en un proceso de senectud natural, pero se aceler6 con la ex­ plotaci6n de los mantos acuiferos, a un grado tal, que hoy lp.s cienegas esrnn a punto de des­ aparecer. S610 el primer vaso, el de Almoloya, gracias a su rehabilitaci6n, contiene un peque­ no almacenamiento. Las lagunas fluctuaban en dimension y en profundidad. Habia zonas muy profundas, co­ nocidas regionalmente como "espejos de agua"; otras, de profundidad media y navega­ bles; otras mas, de aguas someras y pantanosas. Sobre algunas partes se formaban islotes y las llamadas "planchas", en donde las rakes de las

plantas emergentes crecian amacolladas, en­ trelazandose hasta conformar tierras fiotantes sobre las que se podia caminar. Los habitantes de la region de las cienegas aprovecharon estas condiciones naturales y otras mas, al abrir zanjas, canales y "acalotes" o cajas de agua para transportarse entre las cienegas, ademas de ampliar las zonas de cul­ tivo, mediante la construccion de chinampas sobre las riberas. EI medio proporcionaba con una rnarca­ da estacionalidad, no s610 especies animales y

Vistadeia laguna de Chlgnahuapan.

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cuenca alta del rio Lerma atlas etnografico

Posta sobre un islote en Is zona de recuperaci6n. 1997. Fernsn Gonzalez de I. V,ta.

vegetales para la alimentacion humana y ani­ mal, 0 para la produccion artesanal, sino tam­ bien para las practicas de medicina tradicional y la religion. Los diversos grupos etnicos de la region del Lerma expresaron por medio de su cultura su estrecha convivencia con el paisaje, y en ter­ minos generales, puede decirse que compar­ tieron un mismo modo de subsistencia, dentro del que desarrollaron particularidades, a veces tan sutiles, que ni siquiera en el momenta de la Conquista fueron detectadas por los cronistas. As!, Garcia Pimentel (1897:96) describe que en el siglo XVI: Todos estos pueblos tienen casi una misma manera de granjerias: tienen lagunas, que es­ tan todos los mas juntos a ellas y algunas es­ tancias dellas. En elias viven los mas de pesqueria para comer y vender. ..

y

en la Relacion de Tequisquiac, Citlaltepec

y Xilocingo (1957: 295 y 300-301), se lee: Tienen los deste pueblo grandisimo aprovechamientos desta dicha laguna ...y asimismo tom an otros gene­ ros de pescados no tales y muchas ra­ nas, y grandisima suma de patos , ansares, gruas, garzas y otros generos de aves que toman con redes y lazos, de que son aprovechados y sacan mu­ cha suma de dinero .. . y grandisima suma de patos ... de que son muy aprovechados y sacan mucha suma de dinero, y no 10 son menos de las esteras que hacen del tule 0 juncos que por vera de las dichas lagunas hay, en las cuales de ordinario traen estos indios mucha cantidad de canoas, que asi las lIaman, y son un as barquillas pequefias de una pieza, a manera de arte­ sas, y con estas van de unas partes a otras, con grandisima ligereza, remando con un remo a manera de pala de homo...

El mismo Garcia Pimentel (1897: 96) apunta:

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IV. La vida en las cienegas del Alto Lerma

Cha/upas con susremosy con garrochas.

En elias viven los mas de pesqueria para comer y vender: viven de hacer esteras de enea que se cria en estas lagunas, y de caza que se cria de volateria en elias. Tambien viven de hacer cal y venderla en sus pueblos a carreteros, y algunos la lIe­ van a cuestas a vender a la ciudad de Mexico y aotras partes...

Manuel de Orozco y Berra, aunque refi­ riendose especificamente a Cuauhtitlan, des­ cribe una situaci6n que bien se aplica alia zona del Lerma: habian de entre gar cuatro mil entre icpalli y pet!at! ... lcpalli, asentadero, segun el Diccionario de Molina; sill6n de respaldo ancho y levantado, con el asiento del alto de un pie 6 poco mas. Petlatl, petate, estera, tejianlas de las hojas de la palma 6 del tule; de labores curiosas y colores brillantes, de gran finura alguna veces, eran de muy linda apariencia: servian de alfombra, lechos,

tapices en las paredes, abrigo para las puertas.. .

Asi, los pobladores del Lerma y sus lagu­ nas, apoyados en las condiciones que el entor­ no les ofrecia, desarrollaron una serie de tecnicas y herramientas para la caza, la pesca y la recolecci6n. Es indudable que con la llegada de los espafioles y la introducci6n del metal y las ar­ mas de fuego, las tecnicas tradicionales practi­ cadas por los indigenas tuvieron que variar; algunas armas e instrumentos se hicieron mas eficientes, aunque en muchos casos, 10 fueron en detrimento de la naturaleza. El acceso a los recursos tambien vari6 en forma drastica, y muchas comunidades tuvie­ ron que abandonar el consumo de ciertos pro­

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cuenca alia del rio Lerma alIas etnograflco

elaborados a partir de ellos, tambien la Colo­ nia trajo un gran cambio, puesto que muchas comunidades se debieron dedicar especificamente a la producci6n, para poder pagar el tributo (en una primera epoca), 0 al comercio, para hacer los pagos correspondien­ tes a la Corona. Por su parte, la introducci6n de la gana­ deria desde los primeros tiempos de la Colo­ nia, alter6 notablemente el uso de la planicies aluviales asi como la explotaci6n de recursos.

ductos 0 cambiar la manera de conseguirlos apoyfmdose, a partir de entonces, en el co­ mercio. Por 10 que respecta al destino final de los productos obtenidos en la zona lacustre, y los

Hombre pescando con red ensu

canoa.

186

Recursos, tecnicas e instrumentos Hay ciertos instrumentos que pueden uti­ lizarse indistintamente en cualesquiera de las actividades apropiatorias de caza, pesca y re-


IV. La vida en las cienegas del Allo Lerma

Otra forma de pescar con red.

colecci6n, tal es el caso de las canoas, las fis­ gas y los recipientes. Entre los instrumentos que persisten des­ de la Epoca Prehispanica, esta la canoa. Varios son los factores que han contribuido a su uso cada vez menos frecuente: la prohibici6n de la "Forestal" para la tala, el desarrollo de otros medios de comunicaci6n y transporte, y sobre todo, la desaparici6n del entomo lagunar, la contaminaci6n de las aguas remanentes que disminuy6 fauna y flora, asi como la decisi6n de los pobladores de dedicarse a nuevas acti­ vidades. Las canoas variaban en tamafio y en for­ ma de fabricaci6n. Las habia hechas de un tron­ co ahuecado 0 de tablas ensambladas. Algunas eran casi personales, empleadas en la caza y la recolecci6n del tule; y otras, podian llevar una gran cantidad de personas, como las que asis­

tfan a las fiestas de los pueblos vecinos. No todas las comunidades contaban con bosques, de modo que s610 algunas de ellas fueron ad­ quiriendo la tradici6n del "canoitero" 0 fabri­ cante de canoas; entre las mas famosas y las que mas conservaron la tradici6n estaban San Pedro Techuchulco, San Francisco Tepexoxuca, Santa Maria Atarasquillo y Ba­ rrio de San Juan de San Mateo Atenco. Las canoas de una sola pieza requerian un cuidadoso procedimiento de fabricaci6n que comenzaba con la selecci6n del tronco mas adecuado, su corte y limpieza, su transporta­ ci6n, su desbaste, su ahuecamiento, y final men­ te, su terminado. Por su tamafio y forma, las canoas mas comunes correspondian a tres tipos basicos: la tiradera, chalupa 0 chalquito, que era la mas pequefia; la chalupa, chalco mediano 0 simple­

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cuenca alta del rio Lerma atlas etnograjico

mente canoa, un tanto mas ancha que la ante­ rior; y la trajinera, artesa, chalco grande 0 na­ vio, que se usaba para transportar pastura y tule. Otro tipo menos comun fue la balsa, la de mayor tamano, a veces techada, para transpor­ tar mucha gente. Las canoas se impulsaban con garrochas de oyamel y ocote, 0 con palas 0 remos cortos tambien de oyamel 0 pino. Otro instrumento de indiscutible origen prehispanico era la fisga, consistente en una vara larga que hoy se usa con agujas de metal en la punta; antes, posiblemente eran de hue so o asta. Las agujas variaban en nUmero y tama­ no, segun el gusto del fisgador y el recurso que deseaba obtener. Para pescar ranas y ajolotes, se montaba una sola aguja lisa; para peces gran­ des, grupos de hasta 10 agujas, inc1uso algu­ nas con punta doblada, a manera de arp6n. La fisga tambien se podia emplear para cazar HombTe tejiendo red.

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gallaretas y para extraer papas de agua y "ca­ bezas de negro". En cuanto a los recipientes, algunos pro­ bablemente eran supervivencia de una antiqui­ sima tradici6n: bateas de madera, ayates de ixtle y chiquihuites de carrizo. En la actuali­ dad, los recipientes de materiales tradicionales se han venido sustituyendo por otros de plasti­ co. Otros elementos de la cultura mate­ rial de los grupos riberenos, como las re­ des, el chinchorro y el hach6n, tuvieron un empleo mas restringido. El hach6n, ant or­ cha 0 tea era una lampara portatil de for­ mas y materiales variados, empleada sobre to do en la pesca y la caza nocturnas. Has­ ta hace poco tiempo, en la zona se cono­ cian los hachones de lamina, los de cazuela y los de antorcha.


IV. La vida en las cienegas del Alto Lerma

Detalle de tejido de una red. 1993. Yoko Suglura.

La zona fue desde siempre conocida por la fabricaci6n de redes; cabe decir que una de las acepciones del nombre de los matlatzincas, era el de "las gentes (sic) de la red". Fray Diego de Basalenque narra que: "el trato de los matlatzincas de Toluca era hacer redes para las pesquerias de Mexico y otras partes, pues en el Valle habian muchos magueyes". Parece ser que en la Bpoca Prehispanica las redes matlatzincas no se usaban s610 en el trabajo, sino tambien con fines ceremoniales, pues SahagUn relata que Hacianle muchas manera de fiestas y honras, y cuando celebaban su fiesta ellos solamente la celebraban, sin que les ayudasen para ella los mexicanos y tepanecas; y cuando hacian sacrificio de alguna persona la estrujaban re­ torciendola con cordeles puestos a manera de red, y dentro de ellos Ie estrujaban tanto que

por las mallas de la red salian los huesos de los brazos y pies, y derramaban la sangre de­ lante de su idolo" (1982: 606)

Las redes se emplearon en diversas acti­ vidades de caza, pesca y recolecci6n, y en cada una de ellas, adoptaron form as diferentes. Las hubo para actividades individuales 0 para co­ lectivas, e incluso, para que las usaran especificamente mujeres y nifios. El chinchorro era una red de forma rec­ tangular, hecha con hilaza 0 hilo de algod6n. Se so stenia con una serie de varas 0 estacas de madera colocadas dentro de las corrientes de agua. La abertura de la malla y el ancho del chinchorro depend ian de las especies que se deseara atrapar; su altura no rebasaba el metro y medio, pues no debia salir del agua. En los ultimos tiempos de las lagunas, su lon-

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cuenca alta del rio Lerma atlas etnograjico

gitud podia ir desde unos 20 hasta unos 50 metros. Hoy en dia, los habitantes de las rib eras del Lerma y sus lagunas conservan en buena medida la tradici6n del tejido y uso de redes. Asi, la de trabajo consta de tres partes: un man­ go, un aro circular u ovalado hecho de madera verde para poder ser forzada, y la mall a 0 red misma. Para tejer la malla, se emplea una agu­ ja de madera 0 "mano de caballo" (entre los mazahuas), similar a una bobina 0 lanzadera, con un solo ojo central, y una varilla metaiica o de madera, Hamada "chochopastle", que marca el ancho del ojo de la red. Aunque antiguamente la red se tejia con hila de ixtle, hoy en dia se usa hila 0 hilaza de algod6n. Parece ser que habia cuando menos tres tamanos de redes. La primera era chica, de forma ovalada, y media entre 30 y 50 cm en su parte ancha, llegando a tener una bolsa de hasta 80 centimetros. La mediana, tambien ovalada, variaba en diametro entre los 80 y 90 cm, y su bolsa alcanzaba hasta el metro con treinta. La mas grande podia tener mas de un metro de ancho, y llegar hasta el metro con sesenta de bolsa. Se tiene noticia tambien de que en Texcalyacac y Techuchulco se usaba una red trapezoidal con mango, pero al parecer fue menos popular que las ovaladas. Entre los mazahuas de Temazcalcingo, se conserva la creencia de que si la bolsa de la red se pisa durante su fabricaci6n, los peces no entraran ya en ella, por 10 que hay que tener sumo cui­ dado al tejerla; tampoco debe colocarse en lu­ gares profundos, para no encontrar al "jala-gente", animal mitol6gico del Lerma, ni

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en parajes donde haya muerto ahogada una per­ sona (Segundo y Gutierrez 1988: 85). Para pescar, ademas de las redes, po­ dian emplearse anzuelos; que por 10 que se sabe, en la Epoca Prehispanica no eran tan comunes, y en vez de ser metaiicos, eran pro­ bablemente de hue so 0 asta. No hay vestigios de ellos quiza simplemente debido a que se fa­ bricaban de materiales perecederos, como los que utilizan los actuales mazahuas de San Pe­ dro Potla para la captura de peces pequenos; ell os emplean cebos animales atravesados con espinas de nopal, montados sobre una cana flexible y con una pequena piedra como peso. Estos anzuelos, usados solos 0 en grupos de tres por cana, se echaban en epoca de lluvias, aprovechando las crecientes del rio, en los lu­ gares arenosos, libres de roca. Un pescador eventual puede colocar entre 15 y 30 canas, que revisa cada hora. Para especies mayores se prefieren anzuelos metalicos comerciales con canas mas resistentes, y la pesca se efectua en epoca de secas (Segundo y Gutierrez 1988: 82). Los mazahuas de Temazcalcingo siguen practicando la pesca con trampas, llamadas tambien nazas 0 tuspas, tejidas con varas de garambullo 0 "rosa falsa", dentro de las cuales se coloca una piedra pesada y cebo de tortilla, acociles 0 lombrices. Las trampas se revisan por la manana y por la noche (Segundo y Gutierrez 1988: 82). Tambien puede "pescarse a mano", 0 sea, mas bien recogiendo peces que quedan atra­ pados en represas construidas, ex projeso, a las orillas del rio, donde las aguas suelen ser menos frias. Una vez selladas esta represas, se


IV La vida en las cienegas del Alto Lerma

Zona de recuperaci6n del cuerpo de aguaenSan Mateo Texcaliacac. Yoko Sugiura.

desaguan rebotando el agua con pies y manos o con una penca de maguey a manera de ba­ tea. Cuando las crecientes del rio inundan los cultivos, pueden atraparse los peces atorados en el rastrojo de la milpa (Segundo y Gutierrez 1988: 83). En casos extremos, al terminar la epoca de sequia, se recurre a una forma muy destructiva de pesca con explosivos, costum­ bre introducida por los mestizos. Por 10 que se refiere a la caza de mamife­ ros y ranas, pero sobre todo, de aves acuati­ cas, locales y migratorias, se emplean en lazona los palos, la honda, el chinhuastle y las armas de fuego. Estas uitimas, por supuesto, son pro­ ducto del contacto con los europeos, y segun parece, no fue antes del siglo XVII cuando se adoptaron para la caceria. EI chinhuastle es un tipo de trampa, de "vara y gaza" u "horqueta", en el que una vara

de madera flexible a la que se ata un hilo del­ gado con un nudo corredizo, se clava en el piso, preferentemente disimulada entre la vegetacion. Este implemento se usa para atrapar patos que pasan en busqueda de comida 0 de un lugar de descanso. Para las varas del chinhuastle, se usa oyamel, cedro, vara de rosa de Castilla, vara de angel, 0 cualquiera que sea a la vez flexible y resistente. Antiguamente, la gaza podia ha­ cerse con cabellos humanos, cerdas de cola de caballo 0 ixtle, pero hoy en dfa pueden en­ contrarse incluso de hilo de plastico. La honda es sin duda el implemento que mas caracterizo a los matlatzincas, y Sahagun (1956, t.Il, L. X: 200) escribe al respecto: tam bien se Haman matlatzincas de hondas que se dicen tematlatl, y asi matlatzincas por otra interpretacion quiere decir honderos, 0 fondibularios, por que los di-

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cuenca alta del rio Lerma atlas etnografico

chos matlatzincas cuando muchachos usa­

ban mucho de traer hondas ... y siempre

andaban tirando con elias ...

[de ellos dice tambien] La causa de llamarse

quatlatl ... es porque siempre traian su ca­

beza cefiida con la honda... y asi quiere decir

quatlatl, hombre que trae la honda en la cabe­

za por guimalda ...

Hoy en dia, las hondas han perdido su antigua utilidad y se emplean mas como ju­ guetes 0 para cazar aves menores, pero ya no para la caza de patos. Otro intrumento muy usado en la region es la Hamada «liga». Esta palabra designa tan­ to a un tuberculo de somontano que se rasp a para obtener un liquido pegajoso, como a las trampas para aves elaboradas con e1. Aunque es probable que la especie vegetal empleada fuera propia de la region, la costumbre fue quiza extendida en Bpoca Prehispanica, pues Toma antigua de un nido de pato, recurso tambien aprovechado porIa poblaci6n de la zona.

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el mismo Molina (1977) habla de una «liga para tomar aves (Hamada en nahuatl) tecpatli. tlar;aloloni. tlar;alli. tlacpauiloni.», terminos compuestos por raices de palabras como "pegagoso", "medic ina" y "varas". Por otra parte, SahagUn (1956, tomo III, libro X: 197), al hablar de los otomies, dice: en acabando de labrar sus tierras andaban he­ chos unos holgazanes, sin preocuparse en otro ejercicio de trabajo, salbo que andaban cazan­ do conejos, liebres, codomices y venados, con redes, 0 flechas, 0 con Jiga, 0 con otras corcherias que ellos usaban para cazar

Con estas trampas se cazaban los Hama­ dos «chobis», aves canoras y de omato. Un cazador debia montar aproximadamente 150 0200 varas con liga, que fueran a la vez flexi­ bles y resistentes. Entre los mazahuas de Temazcalcingo, con los "popotes" 0 varas im­ pregnados de liga, podian atraparse tortolas, e incluso, montandose sobre los madrofios, los Hamados "pajaros du1ces" que se acercaban a comer los fiutos (Segundo y Gutierrez 1988: 88). Las principales especies que a ultimas fe­ chas frecuentaban las cienegas son las zarcetas jaquimadas, las zarcetas coyotas, pintas 0 de alas azules, zarcetas tuleras, de verano 0 de otofio (metzcanauhtli) y los patos golondrinos o zacal (tzitzihua), pero tambien se encontra­ ban en menores proporciones golondrinitos, zarcetas verdes, zarcetas rojas y cafes, pato bocon, pato cucharon, pato pandero 0 cha1cuan, zarcetas azules y cola prieta, pato pinto, pato boludo 0 chaparro, chimbita 0 mandarin, jitomate, cuaco 0 coacoxtle, pichiluila cabeza roja 0 de alas blancas,


IV. La vida en las

tepalcate 0 pato zonzo, pato de Castilla 0 ce­ nizo, pato sierra 0 pato de copete, ansar 0 gan­ so de frente blanca, tordo de cabeza amarilla, gallaretas 0 gallinas de agua, cuachilera, coachilillo azul, gallito, garza blanca, alcaraban o torcomun, pajaro perro de agua, garza par­ da y colorada, grullas blancas y grises, chichicuilote, chichicuilote nadador, chichicuilote de patas amarillas, tildillo, agacho­ na, zambullidor y hasta pelicanos. Ademas de las aves, podian cazarse tam­ bien ranas y ajolotes, pero es indiscutible la importancia que hasta hace muy poco tuvo la captura de patos en la zona. Cuando no se dis­ ponia de armas de fuego, las aves podian cazarse con vara y gaza, con honda, con garrote, con fis­ ga, 0 incluso, atraparse con la mano. Entre las tecnicas de caceria que sobre­ viven hoy, pueden ser individuales 0 colecti­ vas. Algunas de elIas, como los «amanales» (at!, agua y manalli, extension), y la caza en cuevas, probablemente tengan una larga tradi­ cion; otras, derivan de: la introduccion de las armas de fuego, y otras mas, como las "arma­ das", son de reciente introduccion, quiza en tiempos posteriores a la Revolucion. Los "amanales", por ejemplo, claros ar­ tificiales en la vegetacion para atraer especies como el pato golondrino, las zarcetas, el cuacoxtle y otras de gran tamafio, permiten a los cazadores apertrecharse y sorprender a sus presas. Incluso pueden emplearse sefiuelos 0 alimento, utiles tambien para la caza noctuma. Ya en las fuentes se menciona el uso de engafios para aproximarse a las aves, como la del cazador que ocultaba la cabeza dentro de

cil~negas

del Allo Lerma

una calabaza ahuecada; pero a ultimas fechas se recurre, por ejemplo, a montar un rollo de tule, llamado "sancho", para disfrazar la tira­ dera. EI cazador se acuesta sobre su barca hasta acercarse 10 suficiente y disparar sin yerro al­

guno. Tambien habia manera de organizarse en grupos de entre dos y mas de siete personas, para la caza de patos. Ya Garcia Payon men­ ciona que los matlatzincas tenian este tipo de organizaciones, similares a las de la nobleza azteca. Estas tecnicas de caza colectivas en su version actual, emplean las armadas, el cafion, el sancho, la «correteada», la caza con chin­ chorro y el uso de la liga. En la primera mitad de este siglo, para llevar a cabo las cacerias colectivas, se debia pagar cuotas a las autori­ dades 0 duefios de los parajes. En las armadas, se monta radial mente una serie de «cafiones», de tal manera que sean dis­ parados todos a la vez. Cuando se considera que hay suficientes patos, se dispara, con 10 que se obtienen presas en todas direcciones; antes habia tantos patos, que pod ian llegar a caer miles en un solo disparo. No solo los or­ ganizadores aprovechaban la rnatanza, sino personas de pueblos aledafios que atrapaban las presas mas alejadas de los cazadores. Los «cafiones» eran poco frecuentes en la zona, quiza restringiendose al area de San Pe­ dro Tultepec, pero el sistema era similar al de las armadas, al consistir en un tubo grueso car­ gada de municiones, polvora y hierbas, coloca­ do frente a un amanal y accionado a distancia. A veces, los cazadores se escondian de­ tras de un animal grande, como una vaca 0 un

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cuenca alia del rio Lerma atlas etnogrcifico

cuando menos dos personas asustaban a pa­ tos y gallaretas hacia la red para que quedaran atrapadas por las patas. Babia redes mas pe­ quefias y cuadradas que se usaban tam bien para atrapar pajarillos. Por 10 que se refiere a la pesca, eran mu­ chas las especies que podian aprovecharse. Por una parte, peces, grandes y chicos, segun los describe la gente de la region, pero tambien ranas, ajolotes, acociles, «padrecitos», y hasta cucarachas de agua. Segun los riberefios, en­ tre los peces grandes se pescaba la carpa, el pescado blanco, el amilote, el juil y el salmichi; y entre los pequefios, el pescado negro 0 «tambulita», el cinpitutu y el charalito. Un pescador podia elegir entre pescar con su red desde su canoa y hacer el «vaque­ ro»; es decir, detener su canoa transversalmente contra la corriente y colgar manojos de tule tier­

Florde la cabeza de negro en la cienega de Lerma. Conacyt.

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buey que llevaban hasta el bordo. Cuando las aves se acercaban, a una sefial, todos los ca­ zadores disparaban, y luego repartian las pie­ zas obtenidas. Cuando se carecia de un arma de fuego, podia literalmente corretearse a los patos, al­ gunos de ellos heridos por las armadas, para rematarlos a golpes de garrote 0 atraparlos con un chinchorro. Este tipo de redes, de unos 10 m de largo, se colocaba sobre las planchas, y

no, que bajo el agua, asustaban a los peces hacia la red sostenida por la otra mano. Podia pescar volteando la plancha, para luego reco­ ger los acociles con la red 0 con la mano. Tam­ bien podia empujar simplemente su red para recoger los peces que encontrara a su paso en las zonas poco profundas, 0 bien, picar con su garrocha desde los lados del canal 0 zanjas. Podia emplear de igual manera su fisga desde la orilla 0 desde su canoa; final mente, pescar con anzuelo 0 atrapar peces con la mano. Si se queria pescar en grupo, podia em­ plearse el chinchorro, el jarabeo, las presas, el rebotado, el azotado 0 el ruedo con mantas. EI uso del chinchorro quiza fue adoptado en la epoca colonial como tecnica de pesca


IV. La vida en las cilinegas del Allo Lerma

colectiva, pero es probable que se usara des­ de la Bpoca Prehispanica. Segu.n su longitud, podian utilizarlo desde dos hasta ocho perso­ nas. El chinchorro, colocado perpendicular­ mente ala corriente, solia utilizarse por la noche y requeria necesariamente aguas con corrien­ te, ya sea del rio 0 de canales grandes, y una canoa. El jarabeo, que debe su nombre ala mu­ sica de zapateo 0 jarabe, 10 realizaban varios pescadores, que con ruido, espantaban los pe­ ces hacia donde se encontraban las redes. Si el jarabeo se hacia durante el dia, participaban cuatro pescadores en canoa y con red, llama­ dos «releros», y cuatro que <~arabeaban» y que se conocian como «vaqueros»; estos ultimos, a pie, llevaban botes alcoholeros y palos. Por la noche, preferentemente en lugares de agua profunda, era uno solo el "jarabero", y podian ser mas "releros". Este jarabeo podia recibir diferentes nombres, como «cuadrilla» en el sur, o «pescar con musica», en la laguna centro, 0 «el baile», en la laguna norte.

«arrebotado». en el que se empleaba una pie­ dra grande, amarrada al centro de una larga cuerda que, desde los dos lados de la corrien­ te, se dejaba caer; y se jalaba para mover el agua y hacer que salieran los ani males del fon­ do. De esta manera, los conducian hasta las redes, y luego se repartia la pesca entre todos. Si se empleaba una manta en lugar de la piedra y la cuerda, la tecnica se llamaba "rue­ do" 0 "rodeada con manta". Esta variante se practicaba en la epoca de la desecaci6n de la laguna norte, y se obtenian de ella peces chi­ cos, almejas y acociles. En la "azotada", muy parecida aljarabeo, podian reunirse hasta unas 30 personas quie­ nes armadas con garrochas, se paraban sobre las planchas y formaban un circulo saltando y golpeando. Los peces que se encontraban de­ bajo de las planchas trataban de huir y eran atrapados por pescadores que desde su canoa, empleaban fisgas 0 chinchorros. Sea cual fuere la manera de conseguir los recursos animales, es indudable la importancia de estos en la dieta no s6lo de los habitantes de las

Las presas 0 corrales eran construidos por varias personas, sobre todo en zanjas anchas, canales 0 en los caminos dejados por los pastureros 0 tuleros. Se cortaba la vegetaci6n de alrededor, y se formaba con ellas, 0 con lodo, una pequefia presa 0 corral dentro del agua, como de un metro de altura. Con ruido de bo­ tes alcoholeros y palos, los pescadores «arrea­ ban» a los peces hasta la trampa, y los que esperaban alla, a una sefial, sumergian sus re­ des.

En resumen, las caracteristicas de un me­ dio con recursos acuaticos, quedaron plasma­

En los canales de aguas profundas y en las zanjas anchas, se practicaba el rebotado 0

das en la manera de vivir de los grupos que ocuparon la zona. La distribuci6n de cada uno

riberas, sino de la de todos aquellos con quienes estas comunidades ternan relaciones. Babia, tambien, sin embargo, una gran variedad de productos vegetales, algunos de los cuales se destinaban al consumo humano; otros al consumo animal y otros mas, a la fa­ bricaci6n de productos artesanales.

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cuenca alta del rio Lerma atlas etnograjico

temativas de caza, pesca y recolecci6n, confi­ rieron un rasgo muy especial a la vida de los grupos riberefios. No obstante los cambios profundos que ha sufrido la organizaci6n de los pueblos y su acceso a los recurs os naturales a 10 largo de la historia, todavia hasta mediados de este siglo, las comunidades riberefias del Alto Lerma vi­ vian de la variedad de productos alimenticios y de la riqueza de materias primas que les pro­ porcionaba el medio.

de estos recursos, tanto en tiempo como en espacio, determin61as opciones de aprovecha­ miento de cada comunidad y motiv6 relacio­ nes de intercambio entre ellas. Ademas de la riqueza agricola que dio renombre a la cuenca del Alto Lerma como una regi6n muy productiva, las actividades al­

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Desafortunadamente, este panorama cambi6 en forma drastica con la canalizaci6n de los acuiferos hacia la ciudad de Mexico y la consecuente desecaci6n de las lagunas. Se de­ sarrollaron corredores industriales que si bien captaron la mana de obra de una buena canti­ dad de hombres y mujeres indigenas, sobre todo j6venes, tambien los alejaron de las acti­ vidades tradicionales; cambiaron sus preferen­ cias de consumo de productos; modificaron las antiguas vias y medios de comunicacion y transporte; propiciaron la extinci6n de muchas de las especies animales y vegetales de la re­ gi6n, con todas estas concecuencias, el modo de vida riberefio esta en vias de perder, inexo­ rablemente, sus ultimos reductos.


Obms citadas y obms consultadas

Conclusiones

Un elemento distintivo entre los grupos etnicos de la cuenca alta del rio Lerma sin lugar a dudas, ellingiifstico; pero si bien las diferencias entre el otom(, el mazahua y el matlatzinca no obstaculizan seriamente la comunicaci6n de sus hablantes, cada grupo defiende su identidad cultural no sin un marcado etnocentrismo al que da pie la lengua: los otom{es se llaman a sfmismos hablantes de nyan-nyu (Soustelle 1993: ) 0 nath6 (Lastra 1992: 157) y consideran que los mazahuas hablan un otom{ deformado, mutilado. Por su parte los mazahuas se autonombran teetho naatho jnaatho, ÂŤfa gente verdaderaÂť, mientras que para referirse a individuos de otros grupos utilizan terminos despectivos. No obstante sus diferencias, ambos grupos comparten un amplio acervo de expresiones culturales, sobre todo en 10 que respecta a creencias y practicas religiosas, como son, entre otras, el culto a los oratorios, algunasfiestas patronales y las danzas; la organizaci6n y trascendencia de las mayordomfas en la cohesi6n y equilibrio comunitarios; el sincretismo compartido diosa Madre Luna-Virgen asi como las distintas formas de conjurar las fuerzas sobrenaturales. Son similares los ritos del ciclo de vida, ademas de ciertas normas que rigen La organizaci6n familiar y social. En clara minor{a, el otro grupo coterraneo, los matlatzincas, se unen at tronco otomiano a traves de las semejanzas lingiHsticas y algunos rasgos en convivencia etnica, como fa forma de explotar recursos naturales de la cuenca, la manipulaci6n de las materias primas para edificar viviendas, asi como el uso y confecci6n de prendas femeninas tradicionales. En este aspecto etnografico que merece un capftulo particular y el estudio acucioso de especialistas, es donde se manifiesta la creatividad no solamente de los distintos grupos sino tambien de las diversas comunidades. Colores,formas, s{mbolos y tecnicas en fa indumentaria cambian un municipio a otro y se convierten en signo identidad. Al revisar esta s{ntesis etnografica, resalta el hecho de que los grupos etnicos de fa cuenca alta del rio Lerma conservan caracter{sticas culturales de evidente filiaci6n mesoamericana. La son, por ejempio, el culto a los muertos 0 las creencias en seres sobrenaturales que se personifican en un entorno natural, hoy insalvable; 10 son fa cultura del malZ, las tecnicas agricolas y fa forma de concebir y armonizar una fntima rald6n con la naturaleza.

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cuenca alta del rio Lerma atlas etnografico

De tiempos de la Conquista, los grupos reviven una larga tradicion, mezcla de cristiandad y paganismo, presente en la devocion a los santos patron os y en los ritos comunitarios que han permitido salvaguardar la reproduccion social del grupo, a pesar de los embates de la aculturacion mestiza. Los otomies y mazahuas se muestran culturalmente mas afines entre si que los matlatzincas, quienes a su vez estan mas cercanos, incluso lingidsticamente, con los ocuiltecos de San Juan Atzingo. En tanto los nahuas, quiza antiguos habitantes de esta cuenca alta, cuyo dominio se hace patente durante el ultimo siglo prehispanico, practicamente desaparecen. Hace casi cincuenta alios se concentraban en Calixtlahuaca, y aun cuando en toda la region del Lerma predomina ellegado lingiiistico del nahuatl, su numero de hablantes no alcanza en esta parte de la cuenca del Lerma una cifra representativa en los censos poblacionales modernos. Pero si bien hay semejanzas entre los otomies, mazahuas, matlatzincas y nahuas, dados sus vinculos lingiiisticos 0 culturales, aun falta realizar analisis comparativos para determinar en que momento y de acuerdo con que circunstancias 0 procesos, cada grupo tomo su propio derrotero y se apego a su propia identidad. Igualmente, fa Ita sistematizar la representacion grafica de estas lenguas otomianas y analizar su discurso, ya no solo como objeto de estudio de especialistas, sino particularmente para la divulgacion y conservacion de su universo cultural. Es de esperar que los trabajos recientes de los jovenes antropologos llenen con el tiempo este y otros vados de informacion, pues la etnografta en los 32 municipios de la cuenca todavia ofrece una rica veta de estudio. El exito de su rescate se garantizara, sin embargo, si se encamina a la recopilacion etnografica integral e interdisciplinaria; desde sus ra[ces historicas hasta sus expectativas, situados ya en el umbral del nuevo milenio.

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idioma

en

A

I

!

I

1


Obms citadas y obras consultadas

CREDITOS

EXPRESAMOS PUBLICO RECONOCIMIENTO A DEPENDENCIAS Y SUS QUIENES HAN APORTADO APOYO, INFORMACION Y ESFUERZOS PERSONALES PARA LA LA PRESENTE OBRA

LIe.

M. en

CAMACHO QUIROZ

DR. JORGE

COORDINADOR

ROJAS DAVILA

Y

EDUCACION SOCIAL

DE

GOBERNADOR DEL

e.

CANTU 1 "n.'-'l.L

DE LA COMISION ECOLOGICA DE

URB ANO Y PUBLICAS

e.

JAIME

SECRETARIO

VELASCO SANCHEZ

CASTILLO

DEDESARROLLOAGROPECUARIO

DE GOBIERNO

MARTHA GARCIARIVAS

c. Y

COORDINACION LIe.

SECRETARIO

FINANZAS Y PLANEACION

e. ING.

QUIM. CELIA OLIVERA MARTINEZ

REPRESENTANTE ANTE LA COMISION

e.

FRANCISCO URRUTIA FONSECA

ADMINISTRACION

DE

ENRIQUE

COORDINACION

21



Obras citadas y obras consultadas

RECONOCIM.IENTO A LA COLABORACION 1l1UNICIPALES 1993 -1996 C LIC FILOGONIO HUMBERTO POLO MARTINEZ

C

A CAMBA Y

,o/fEXICAL1ZINGO

LJrlLJI.,a.;.. " "

BOBADILLA

C P.ISMAEL ESTRADA COLIN ALMOLOYA DEJUAREZ

MORELOS

PEDRAZA

UCALFONSOSERGIO ALMOLOYt4 Df-~L RIO

OCOYOACAC

C. JULIO HERNANDEZ G. ATiZAPAN

01Z0LOTEPEC

C RENE GABRIEL MONTIEL ATLACOMULCO

RAYON

CALIMAYA

SAN ANTONIO LA ISLA

C.P.

CALDERON ARZATE

CAPULHUAC

C SAN FELIPE DEL PROGRESO

ING. JESUS RJ'U""'nu

CRUZ

CHAPULTEPEC

C. SAN MATEO ATENCO

CUBALDO

RENE

ELORO

TEMASCALCfNGO

C.

C MANUEL TELLEZARCE

JOQUICINGO

TEMOAYA

LIC FELIPE VALDEZ

C.

IXTlAHUACA

TENANGO DEL VALLE

LOPEZ

PROFR.AGUSTIN

C. :\fATEO GOMEZ SALAZAR

XAL4TLA.CO

TEXCALYACAC

PROFRA. SONIA BECERRIL

CROBERTO

UASAj'AAA;<J

ROSALES

TlANGU1STENCO

LIC.

RIVERO

JOCOTlTL4N

7VLUCA

ORTEGA GARCIA LERMA

XONACATlAN

UC. MIGUELANGEI, TERRON .UL;.""".'<,Jz..,,,,

C

METEPEC

ZIIV4.CANTEPEC

SANCHEZ SANCHEZ

219



Obras citadas y obras consultadas

PRESlDENTES DE LOS lvlUNIClPIOS 1996 -1999

c.

ELIAS SANCHEZ MARTINEZ

C. EDUARDOSALVADORVILLANUEVANAVOR

ACAMBAY

MEXICAL1ZINGO

C. LUIS MAYA DORO

C. ENRIQUE DE JESUS MATE OS

ALWOLO YA DE JUAREZ

MORELOS

c.

GOMEZ HERNANDEZ

C. ROBERTO ARENAS PIEDRA

ALMOLOYA DELRIO

OCOYOACAC

C.PEDROAVILAZARAGOZA

C.ALFREDO HURTADO CISNEROS

ATlZAPAN

01Z0LOTEPEC

C. MARISOL DEL SOCORROARIAS FLORES

C. JUAN FRANCISCO CEDILLO MONTES DE OCA

ATLA COM ULCO

RAYON

C. VICTOR MANUELTARANGO MALVAEZ

C. LORENZO CARRILLO LOPEZ

CALIMA1:4

SAN ANTONIO LA ISLA

C. GUILLERlVIO GONZALEZ ZAMACONA

C.l\tIARTIN VILCHIS SANDOVAL

CAPULHUAC

SAN FELIPE DEL PROGRESO

C. IGNACIO GARDUNO CARMONA

C. MARTIN PROCORO JIMENEZ GARCIA

CHAPULTEPEC

SAN MATEO ATENCO

C. HECTOR ADRIAN DE LA TEJERA GARCIA

C. RUBEN BELLO ZALDIV.4.R

ELORO

TEMASCALCINGO

C. CASIMIRO MONTALBAN HERNANDEZ

C. RAFAEL LUCIO ROMERO TEMOAYA

C. ZAMUDIO NEREOALANIS

C. DAVID BOBADILLA MARTINEZ

IXLAHUACA

TENANGO DEL VALLE

C. FERNANDO FERREYRA OLIVARES

C. LORENZO ORIHUELA FLORES

XALATLACO

TEXCALYACAC

C. ENRIQUE GALICIA HERNANDEZ

C.VICENTE

JIQUlPILCO

TlANGUlSTENCO

C. CARLOS CHIlVIAL CARDOSO

C.ARMANDO

JOCOTITLAN

TOLUCA

C. MARIO REYES GARCIA

C.ABDIAS

LERMA

XONACATLAN

MORALES

PEREZ

C. SILVIA MONDRAGON FlESCO

C.JOSE

METEPEC

ZINACANTEPEC

GARCIA

21



Obras c itadas y obras consultadas

CREDlTOS AL APOYO REClBlDO

C. ING. JOSE ELIAS CHEDIDABRAHAM

e. ARQ.

DIRECTOR GENERAL DE INFRAESTRUCTURA

PROMOTOR-SUPERVISOR DE LA COMISION

DE SEDAGRO

e. CAP. JULIO PARDINAS OCHOA

e. CAP. FEDERICO FARFAN ADUNA

PROMOTOR-SUPERVISOR DE LA COMISION

REPRESENTANTE DE CEPANAF EN LA COMISION

e. LIC. JOSE R. SANTANA DIAZ

e. JAVIER HINOJOSA TRIGOS

PROMOTOR-SUPERVISOR DE LA COMISION

PROMOTOR-SUPERVISOR DE LA COMISION

e. PROFR. VICTOR SEGURA CATALAN

e. Lie. RODOLFO DE LA O. OCHOA

REPRESENTANTE DE LA CONFEDERACION NACIONAL CAMPESINA EN LA COMISION

PROMOTOR-SUPERVISOR DE LA COMISION

ENRIQUE GONZALEZ CESAR

C. PROFR. EDGAR JAVIER JIMENEZ ENRIQUEZ

e. LAURO NUNEZ ZEPEDA

PROMOTOR-SUPERVISOR DE LA COMISION

REPRESENTANTE DE LA SECRETA RIA DE DESARROLLO URBANO Y OBRAS PUBLlCAS EN LA COMlSION

e. GRAL. CUAUHTEMOC DE LA FUENTE PROMOTOR-SUPERVISOR DE LA COMISION

223


Se termin6 la impresi6n de este libro en el mes de octubre de 1997 en los talleres de Pliego Impresores, S.A. de C. V. ubicados en Pedro Cortes No . 402, Col. Santa Barbara, Toluca, Edo. de Mex . Tels.: 14-29-20' 14-44-08' 14-01-86, en papel Couche mate Paloma de 135 grs. Su tiraje consta de 1 000 ejemplares Editor:

LIe. CESAR CAMACHO QUIROZ

Gobernador Constitucional del Estado de Mexico

Promotor:

DR. JORGE JIMENEZ CANTU

Coordinador General de la Comi si6n para la

Recuperaci6n Ecol6gica de Ja Cuenca

deJ Rio Lerma.

Esta obra: ATLAS ETNOGRAFICO DE LA CUENCA ALTA DEL

RIO LERMA

TomoIV

Es una Edici6n del C. Titular del Poder

Ejecutivo del Estado de Mexico.

Coordinadores de la edici6n: M. en ING. CELIA OLIVERA MARTINEZ

LIe. ENRIQUE DIAZ NAVA

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