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Viajeros en la academia

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Editorial

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Desde diversos rincones del mundo llegan a Bogotá muchos jóvenes en intercambio universitario, y aquello que comienza como una experiencia académica termina siendo una inmersión en la cultura colombiana. Vivir la experiencia en Colombia, les ha permitido a muchos de ellos no solo la posibilidad de complementar sus estudios, sino también la de conocer un país que con frecuencia los sorprende. Conversamos con algunos de estos estudiantes sobre sus experiencias en nuestro país.

Texto: Juan Sebastián Villamarín Rodríguez Juan_villamarin@javeriana.edu.co Fotos: Natalia Ortega y Juan Sebastián Villamarín Rodríguez

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“Estoy viviendo una experiencia que no viví el año anterior”

Sergio Alejandro Terrazas Chipani tiene 21 años, viene de Cochabamba (Bolivia) y, aunque está en octavo semestre de comunicación social, su sueño es ser músico. A su corta edad, tiene ya tres sencillos en Spotify que cuentan con más de 9.000 reproducciones. Llegó a Bogotá el semestre pasado, pero solo hasta ahora empezó a disfrutar realmente del intercambio. “Este semestre estoy viviendo la experiencia que no viví el año anterior. La presencialidad y las actividades del grupo de intercambio me hacen sentir más a gusto con la experiencia”, dice Sergio. El único problema que le ve Sergio a haber venido a Bogotá es tener que alejarse de sus familiares y seres más allegados. “Yo soy una persona amorosa y en ocasiones extraño mucho a mi familia porque soy así, amoroso. Mis padres y hermanos son parte fundamental de mi vida y soy muy apegado a ellos”, cuenta el boliviano.

Sergio ya conoce otras partes de Colombia, entre las que destaca Cartagena, y está ansioso por seguir viajando. En su itinerario está visitar el Eje Cafetero en las próximas semanas, ir a Medellín y disfrutar al máximo los meses que le quedan de intercambio. Lea Marie Juliette Trendelenburg llegó de Berlín (Alemania) hace mes y medio, seducida por toda la información que encontró acerca de Colombia en internet. “Cuando me metí a buscar un poco más de cómo es el país, descubrí que tiene muchos paisajes bonitos, gastronomía muy amplia y distintos ambientes. Y todo lo vi por Google Maps”, cuenta la alemana. A sus 22 años, está cursando los últimos semestres de medicina y es la primera vez que experimenta un intercambio. En el poco tiempo de su estadía en Bogotá, Lea se ha llevado una buena imagen. Antes de llegar a Colombia, le hicieron una advertencia: “Es un país muy peligroso en el que matan mucha gente en las calles”. Sin embargo, ese temor se quedó en Berlín. “La gente en Colombia es muy amable y sencilla. Ese miedo que le impregnan a uno es falso”, dice Lea. Hay costumbres que todavía chocan con las de Lea. Recuerda la primera vez que fue a una fiesta y lo extraño que le pareció la forma en la que los jóvenes bailan, pues para los alemanes el “perreo” no existe.

“En Alemania el perreo no existe”

“Los colombianos son de mente abierta”

Para Clara Rubau, la forma en la que se enseña en la Javeriana es mucho más cautivante que la de su universidad en Francia, país del que proviene y donde estudia ciencias políticas. “Lo que más llama la atención es la diferencia de pedagogía. Es mucho más interactiva en la Javeriana que en mi facultad y en todas las facultades francesas. En Francia, la mayoría de las clases se hacen en auditorios —aulas magnas— de 100 hasta 500 estudiantes”, afirma. Clara piensa que Colombia no es un país tan conservador, y eso le gusta. Para ella, la libertad se hace evidente en todas partes. Por ejemplo, piensa que es muy extraño que la gente llegue media hora tarde a clase o que se vayan cuando quieran. “Los colombianos son muy hospitalarios, alegres, todo el tiempo dispuestos a ir de fiesta, disfrutar de la vida, de momentos entre amigos y de cosas simples. No pierden su tiempo lamentándose como los franceses. Además, son más de mente abierta de que lo que pensaba. Hay tantas cosas que visitar y aprender”, dice Clara. Colombia es un gran país para Clara y el estar viviendo este intercambio es un momento interesante para su vida personal y académica: “¡Por supuesto! Es una experiencia increíble”, dice ella, emocionada con todo lo que le ofrecen el país y la universidad.

“Es una oportunidad tanto en lo profesional como en lo personal”

A Frida Dayana Gutiérrez Rodríguez le gusta viajar, leer y compartir el tiempo con muchas otras personas que también están haciendo intercambio para aprender sobre ellos y sus países. Viene de Ciudad de México, donde estudia actuaría en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Esta mexicana de 22 años encuentra varias diferencias entre la Javeriana y la UNAM; algunas han hecho de su experiencia una más grata y otras la conducen a extrañar su universidad. “La infraestructura de la Javeriana es más moderna”, dice Frida. Sin embargo, señala que en México hay una biblioteca en cada facultad y aquí no. Para Frida sus días en Bogotá han sido muy cómodos. “La gente es muy cálida en Colombia, me ha parecido superchévere. No he salido de Bogotá, pero espero pronto conocer más lugares del país y también que la gente sea igual de amable en todo lado”. Aquí se siente como en casa: “La cultura colombiana me gusta mucho, es una de las razones por las que vine acá, porque se parece en muchos aspectos a mi país”. Frida reconoce que ha gozado de su experiencia y le gustaría que otros jóvenes también la vivieran. “Le recomendaría, sin lugar a dudas, a alguien de mi país que viniera a la Javeriana. En este mes y medio en el que he estado aquí la he pasado increíble. Es una oportunidad que abre muchas puertas tanto en lo profesional como en lo personal porque aprendes de otra cultura”.

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