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“Hoy el poder está en los ciudadanos y eso te obliga a la exactitud”: Juan Lozano

Hoy el poder está en los ciudadanos y esto te obliga a la exactitud Juan Lozano “ ”:

Texto: Isabella Ossa i_ossa@javeriana.edu.co

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En 1996, cuando era asesor editorial de El Tiempo, ganó el Premio Simón Bolívar a mejor columna de opinión. Foto: Archivo Fasecolda El periodista Juan Lozano ha estado vinculado a la política desde hace varias décadas. Hoy es decano de la Escuela de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Sergio Arboleda y consejero general de medios de la Organización Ardila Lülle. En esta entrevista reflexiona sobre su trasegar en los medios de comunicación y en el servicio público.

A sus 58 años, Juan Lozano no lo ha hecho todo, pero casi. Este reconocido periodista y político colombiano fue alcalde de Bojacá (Cundinamarca), diputado a la Asamblea de Cundinamarca y secretario privado del desaparecido candidato presidencial Luis Carlos Galán. También fue consejero presidencial para la Juventud, la Mujer y la Familia en el gobierno de César Gaviria; alto consejero presidencial y ministro del Medio Ambiente, Vivienda y Desarrollo en el gobierno de Ávaro

El periodismo tiene que ser mucho más contextual, más analítico y referencial. El valor de los medios está en agregar la información que las redes no dan

Foto: Isabella Ossa

Uribe; senador de la República y fundador de la oficina de Transparencia Internacional en Colombia para hacerle frente a la corrupción. Y también ha sido periodista. Comenzó esa labor —la periodística— cuando todavía era estudiante de derecho de la Universidad de los Andes, donde fundó una revista. Posteriormente, se vinculó al periódico El Tiempo y con los años ocupó las direcciones de Citynoticias, Canal RED+ y Noticias RCN. Hoy ejerce el cargo de consejero general de medios de la Organización Ardila Lülle, participa activamente como analista de La FM y es columnista en El Tiempo. A este camino se le suma su interés por compartir su conocimiento con las nuevas generaciones, labor que ha cristalizado como decano de la Escuela de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Sergio Arboleda. Este hombre, que se ha movido entre dos mundos que suelen estar juntos pero no revueltos —el periodismo y la política—, recuerda su trayectoria y reflexiona sobre los medios de comunicación y el país. Lo hace en un restaurante donde con su tono sereno, que deja asomar su

sentido del humor, analiza el oficio de los comunicadores y la importancia de la academia.

Directo Bogotá (DB): Usted es abogado de profesión. ¿Cómo un abogado decidió incursionar en el periodismo?

Juan Lozano (JL): Creo que fue al contrario: un periodista incursionó en el derecho, porque siempre he tenido un gusto y una vocación por la comunicación. Desde que estaba en el colegio participaba en actividades periodísticas, escribía, organizaba revistas. Cuando llegó el momento de escoger mi carrera, no encontré ningún buen pregrado que me permitiera estudiar periodismo, pero nunca lo dejé de lado. De hecho, en la Universidad de los Andes, con unos compañeros, fundé una revista que se publicó a lo largo de una buena parte de mi vida universitaria. Siempre llevé de la mano el derecho y el periodismo.

DB: Uno de los momentos más significativos de su carrera fue haber sido amigo y compañero ideológico de Luis Carlos Galán. ¿Cómo llegó a trabajar con él?

JL: Cuando estaba en el colegio, un día me invitaron a oír a un señor que quería ser concejal de Bogotá, y era Luis Carlos Galán. Yo ni siquiera podía votar cuando empecé a trabajar con él. Me entusiasmó mucho su proyecto, lo que quería hacer. Su lucha contra la corrupción, por mejorar la democracia. En la universidad, siendo editor de un periódico del Nuevo Liberalismo, me fui acercando mucho a él y en un momento de la vida me invitó a ser su secretario privado. A los 22 años fui alcalde del municipio de Bojacá en representación del doctor Galán; luego fui secretario de Desarrollo y en un momento me dijo: “Vamos a iniciar la próxima campaña presidencial y quiero que sea mi secretario privado”. Yo creo que ese fue uno de los momentos más felices de toda mi vida profesional y acepté sin dudarlo.

DB: El periodismo y la política, aunque tienen muchos vínculos, suelen estar separados. ¿Cómo pueden juntarse ambas profesiones sin comprometer la rigurosidad de ninguna?

JL: El fin más noble del periodismo es que la sociedad pueda estar mejor a partir de la infor-

mación; el fin más noble de la política es que la sociedad esté mejor a partir de la aplicación de las herramientas del poder que te da la política. Entonces, lo que hay verdaderamente es una intersección de propósitos entre la política y el periodismo: que el mundo esté mejor. Participé de la vida pública y ejercí en el periodismo para tener un mejor país.

DB: En el 2010 usted llegó al senado con la votación más alta alcanzada por un congresista hasta entonces, más de 200.000 votos. ¿Qué lo hizo retirarse de la política y cómo aborda este tema hoy siendo consejero de la Organización Ardila Lülle?

JL: Con el doble propósito que da el servicio público y el periodismo, pues siempre me he preguntado desde dónde puedo construir mejor. Lo que hay que tener muy claro es que el periodismo tiene que estar por completo alejado de la política, y cuando se está en la política hay que entender cómo estar alejado por completo del quehacer periodístico. En el último tramo del servicio público sentí que el trabajo desde la política estaba siendo estéril, deteriorado y pervertido. Estando adentro, no pude lograr que la política estuviera a favor de los ciudadanos y no de los intereses patrimoniales de unos cuantos; me tocó un Congreso desastroso, muchos de mis compañeros del momento están presos hoy por delitos cometidos contra el patrimonio público. Así que, aunque podría haber seguido, consideré que lo podía hacer de mejor forma desde los medios de comunicación. Creo que era y es un momento de transformación en las ideas de los colombianos sobre el manejo de del poder.

DB: ¿Cómo influye la política en los medios y más en un medio tradicional como lo es RCN?

JL: La estructura legal de los medios en Colombia, a diferencia de lo que pasa en otros países, permite que exista libertad de empresa y libertad de fundar medios sin restricciones por sectores. Nuestro régimen permite que unas empresas o los mismos accionistas tengan periódicos, concesionarios de radio y de televisión para las plataformas de cable, y por los costos asociados a su producción, la propiedad de los grandes grupos de medios terminó asociada con unos grupos económicos muy fuertes. Las relaciones con el poder, la política y los medios son un escenario en el que hay grandes conglomerados financieros y esto exige una postura ética para declarar el conflicto de intereses, para que la gente sepa desde dónde están hablando los medios y para que haya transparencia en el manejo de esas informaciones.

DB: ¿En qué se diferencia el periodismo de hace 20 años con el periodismo de hoy?

JL: En principio, en la tecnología. Antes hacer periodismo era una tarea casi exclusiva de un profesional que requería una cámara y unas grabadoras que la gente normal no cargaba; hoy cualquiera puede hacerlo. Hoy cualquiera transmite. La tecnología cambió por completo la posibilidad de divulgar piezas de comunicación. Entonces, cuando se masifica la posibilidad de emitir, el periodismo cambia porque ya no puede ser de chiva. Hoy el periodismo tiene que ser mucho más contextual, más analítico y referencial, ya no hay noticias exclusivas. El valor de los medios

Lozano también ha sido profesor de derecho y periodismo en las universidades de los Andes, la Javeriana y el Rosario. Foto: Isabella Ossa

Juan Lozano fue director de Noticias RCN desde julio del 2019 hasta febrero del 2021. Foto: Archivo RCN

El periodismo y la comunicación son características importantes de la sociedad contemporánea

está en agregar la información que las redes no dan.

DB: La Organización Ardila Lülle detenta diversos medios en radio y televisión. Usted, como consejero de este conglomerado, ¿cómo diseña una estrategia para llegar con el mismo mensaje a los diferentes públicos de los diversos medios?

JL: Al comienzo lo que se creía era que escribías para el medio convencional y lo subías en la web. Lo que ha demostrado la experiencia es que para esta generación de consumidores nativos digitales la preparación de la información tiene que ser también nativa digital y partir de esta, no al contrario. Eso cambia por completo una noticia.

DB: En el mundo actual cualquier persona tiene la posibilidad de informar sin la necesidad de ser periodista. ¿Qué impacto tiene sobre el oficio este fenómeno?

JL: Que hace más exigente la veracidad y la exactitud de los medios. Antes los periódicos podían mentir y mentir descaradamente. Hoy el poder está en los ciudadanos y esto te obliga a la exactitud. La gente ya no traga entero y la verdad está contrastada por la gente en tiempo real, porque ahora tienen las redes.

DB: Usted es el decano de la Escuela de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Sergio Arboleda. Desde su perspectiva, ¿qué le hace falta a la formación de nuevas generaciones de periodistas?

JL: Sin que parezca nostálgico, me parece que desde la educación media los colegios no están formando suficientemente bien en la comprensión del país en el que vivimos. Hace falta historia, contexto, entender los grandes procesos que determinan el presente de los jóvenes. Recordemos que la historia es el devenir de una serie de acontecimientos.

Por parte de las facultades, en sana autocrítica, no lo hemos hecho bien tampoco. Los currículos no incluyen una materia que profundice sobre el contexto histórico del país. Y desde la educación primaria se revela que hay un regular desempeño en las aptitudes de lectura y comprensión. La gente sabe leer, pero no comprender.

DB: ¿La crisis tan profunda que vive periodismo podría acabar con el oficio?

JL: El periodismo no va a desaparecer nunca, porque es inherente a la especie humana comunicar y preparar piezas de comunicación. Son las empresas de medios y los entornos periodísticos los que van a cambiar. Debemos adaptarnos y aprovechar la tecnología y las nuevas condiciones de demanda en la formación de la sociedad. El periodista que hoy no es multimedia tiene grandes limitaciones. Los retos también están en la formación crítica de audiencias para que estas dejen de tragar entero.

DB: ¿Hacia dónde van las facultades de comunicación?

JL: Este es el mejor momento para estudiar comunicación social, porque hoy ha ampliado su espectro. No hay empresa que no tenga departamento de comunicación, no hay gremios sin comunicaciones, no hay empresas públicas ni privadas sin comunicación. En una sociedad hipercomunicada y con la posibilidad de crear contenidos, el periodismo y la comunicación son características importantes de la sociedad contemporánea. Pero hay que actualizar la carrera.

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