DISCERNIR
Mayo/Junio 2024; Vol. 11, No. 3
DISCERNIR
Discernir es publicada cada dos meses por la Iglesia de Dios, una Asociación Mundial, como un servicio para los lectores de su sitio web, VidaEsperanzayVerdad.org.
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Revisores doctrinales:
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Edición en español:
Editor general: León Walker; Colaboradores: María Mercedes de Hernández, Manuel Iturra, Saúl Langarica, Susana Langarica de Sepúlveda, Nashielli Melchor de Garduño, Carmen Langarica, Iván Vera.
La Iglesia de Dios, una Asociación Mundial tiene congregaciones y ministros en varios países de habla hispana. Visite iddam.org/congregaciones-en-hispanoamerica para obtener más información.
Salvo indicación contraria, las citas bíblicas son de la versión Reina-Valera, revisión de 1960.
Esta publicación no es para la venta, es un material de educación gratuito
Contenido
Columnas
3 Analice esto
El poder de la esperanza
22 Preguntas y respuestas
Respuestas a sus preguntas bíblicas
24 Cristianismo en progreso
¿Qué pueden hacer los justos cuando los fundamentos morales de la sociedad son destruidos?
27 Maravillas de la creación de Dios
Para verte mejor
28 Andar como Él anduvo
¿Cómo oró Jesús?
31 Por cierto
Ríos en el fin del mundo
Artículo principal
4 Aferrarse al ancla de la esperanza
A pesar de nuestros avances, el escenario mundial puede ser deprimente. Pero Dios nos provee de una esperanza segura e inalterable en medio del caos.
Artículo
7 Cuatro dificultades para interpretar la profecía
La profecía bíblica puede ser difícil de interpretar, pero eludir algunos obstáculos comunes puede evitar que nos hagamos ideas equivocadas sobre el futuro. ¿Cuáles son esos obstáculos?
10 Desarrollar el carácter cristiano
Crecer para llegar a ser como Jesucristo —desarrollar el carácter cristiano— es una parte esencial del plan de Dios para nosotros. ¿Qué es el carácter cristiano?
12 El significado de Pentecostés y el libro de Joel
Pentecostés a menudo se asocia con el inicio de la Iglesia. ¿Podemos aprender más acerca de su significado en el libro de Joel?
15 Leyendas olímpicas: remaron como un solo hombre
Este año, las Olimpiadas traerán nuevas historias de triunfo. Pero pocas historias pueden compararse con la del equipo de remo americano que tanto impresionó al mundo en las Olimpiadas de Berlín en 1936.
18 ¿Deberíamos preocuparnos por la deuda mundial?
En el 2023, la deuda global alcanzó los $313 billones de dólares, rompiendo un nuevo récord. ¿Deberíamos estar preocupados? ¿Qué dice la Biblia acerca de deudas como ésta?
El poder de la esperanza
Diep Ly Thanh conoció muy bien los problemas y la adversidad. Nació ciega y pobre en Vietnam, de donde escapó con su familia a los tres años en un bote de pesca, y creció como inmigrante en los Estados Unidos.
Más tarde, conocida como Julie Yip-Williams (su nombre americanizado de casada), obtuvo el título de abogada en la universidad Harvard. Pero su mayor reconocimiento provino de la publicación de su bestseller: Develando el milagro: memorias acerca de la vida, la muerte y todo lo que viene después.
Este libro relata el encuentro de Yip-Williams con su mayor adversario: la muerte inminente. Con sólo 37 años, casada y con dos hijas pequeñas, la autora fue inesperadamente diagnosticada con cáncer terminal. Fue entonces cuando inició su crónica de cinco años en “el valle de sombra de muerte”.
Con una increíble transparencia, Yip-Williams comparte sus esfuerzos por encontrar sentido y navegar el abanico de emociones involucradas: ira, gozo, miedo, tristeza, valentía, ansiedad, aceptación y duda. Escribió hasta que, a la edad de 42, finalmente sucumbió
“La esperanza
es algo interesante”
Uno de sus mayores desafíos fue aferrarse a la esperanza. Según su obituario en el New York Times , “La señora Yip-Williams luchó contra la esperanza, a la que maldecía como un ‘sentimiento ilusorio’”. Durante los inicios de esta lucha, ella dijo: “El cáncer aplasta la esperanza, dando paso a un desierto de dolor, depresión, desesperanza y una sensación de futilidad”.
También observó: “Pero la esperanza es algo interesante. Pareciera tener una vida y voluntad propias que no puedo controlar con la fuerza de mi mente. Es incontenible; su existencia misma está ligada a nuestro espíritu; su llama, sin importar cuán débil, no puede extinguirse”. Es verdad. La esperanza (la expectativa o el deseo de que algo ocurra) parece ser innata en nuestra mente humana. Existen muchos relatos de personas que, en las peores circunstancias, aún encontraron una esperanza a la cual aferrarse.
La forma de nuestra esperanza
Vi a mi madre en las palabras de Julie Yip-Williams. Reflejan mucho de lo que ella experimentó a medida que el cáncer lentamente le quitó la vida a la edad de 47. Tras el shock inicial de escuchar la temida palabra “C” y su des-
alentadora prognosis, durante los 19 meses siguientes, mi madre enfrentó muchos de los mismos pensamientos, las mismas emociones y las mismas preguntas.
Estoy convencido de que sólo cuando enfrentamos las pruebas más difíciles descubrimos las profundidades de lo que somos en realidad. Es entonces cuando se revela la respuesta a la pregunta: “¿en qué creo realmente?”. Y esa respuesta es vital. De ella depende la manera en que enfrentamos la vida; o incluso, el final de la vida. De ella depende la forma que toma nuestra esperanza. Lo invitamos a leer con detenimiento el artículo principal de esta edición: “Aferrarse al ancla de la esperanza”. Este artículo describe el nivel más elevado de esperanza que existe: aquella que Dios nos ofrece. Ésta es una esperanza firme, anclada en las promesas de Dios. Ésta fue la esperanza que mi madre desarrolló a lo largo de su vida y, cuando enfrentó la muerte, se aferró a ella. A medida que su cuerpo se debilitaba, esa esperanza fortaleció su coraje, confianza, dignidad y paz mental. No sólo la acompañó hasta el final, sino que además inspiró a todos los que estuvieron con ella
Es necesario encontrar nuestra manera de esperar
El artículo también aborda algo más acerca de lo que la señora Yip-Williams escribió: el hecho de que “las paradojas abundan en esta vida”. Por ejemplo, “el gozo no puede existir sin la tristeza. El alivio no puede existir sin el dolor. La compasión no puede existir sin la crueldad. El valor no puede existir sin el miedo… La sabiduría no puede existir sin el sufrimiento”.
Y cuando se trata de la esperanza, “La esperanza no puede existir sin la desesperanza”.
La paradoja es que vemos tanta desesperanza en el mundo actual, ¡pero no tiene por qué ser así! Si tan solo buscáramos y siguiéramos a Dios, eso podría cambiar, así como la tristeza, el dolor, la crueldad, el miedo, el sufrimiento y la carencia. El camino de vida hoy y el plan de salvación de Dios para el futuro nos ofrecen no sólo esperanza, sino también gozo, alivio, compasión, valentía y sabiduría.
Todos necesitamos el poder de la esperanza. ¿Por qué no hacer de Dios el ancla de la nuestra?
Clyde Kilough Editor
A pesar de nuestros avances, el escenario mundial puede ser deprimente. Pero Dios nos provee de una esperanza segura e inalterable en medio del caos.
Según algunas estadísticas, usted y yo estamos viviendo en la época dorada de la humanidad. En comparación con la historia reciente, el ser humano promedio está viviendo más tiempo, muriendo de forma menos violenta, recibiendo mejor educación y viviendo más lejos de la línea de la pobreza que antes . Teniendo en cuenta casi todas las medidas de éxito físico, las cosas son mejores hoy que desde hace mucho tiempo. La medicina moderna nos permite tratar (e incluso eliminar) enfermedades que antes podían destruir poblaciones completas. La tecnología moderna nos permite, con sólo unos toques en la pantalla de nuestro teléfono, realizar tareas y acceder a información de maneras que en el pasado hubieran sido imposibles o extremadamente difíciles.
Y aún así . . .
Aún así, cuando veo el estado de nuestro mundo, no quedo con una sensación de esperanza renovada. De hecho, quedo con una sensación de depresión .
Un vistazo al mundo
No importa cuántos gráficos y estadísticas me muestren, cuando observo el estado del mundo, no veo a ocho mil millones de personas acercándose a una utopía.
Veo a líderes completamente incapaces de negociar la paz duradera entre naciones en conflicto; líderes que no pueden o no están dispuestos a erradicar la avaricia e incompetencia sin límites que sostiene sus propias estructuras políticas; líderes que gastan más energía en controlar la narrativa que en resolver problemas reales.
Veo un desfile de visiones del mundo cada vez más desconectadas de la realidad, que exigen ser tomadas en serio y se atreven a vilipendiar a cualquiera que no confirme o apoye cualquier ilusión sin fundamento que promuevan.
Veo a más y más personas aferrándose a sus ideas y engaños preconcebidos, demandando ser escuchadas pero rehusándose a escuchar, sacando conclusiones a la ligera y subestimando argumentos cuando les conviene, mientras que esperan que defiendan sus derechos cuando alguien hace lo mismo con ellas.
Veo conflictos que se rehúsan a ser resueltos. Veo a personas buenas muriendo demasiado pronto y a personas malas viviendo demasiado. Veo estilos de vida destructivos celebrados como algo hermoso y valiente. Veo la erosión de la razón y la lógica. Veo amenazas naturales y creadas por el hombre que ya se asoman en el horizonte. Veo a familias intentando mantenerse finan-
cieramente a flote. Veo mentiras y desinformación plagando los medios. Veo las redes sociales remplazando las interacciones sociales significativas.
Veo todo esto, mientras escucho que el mundo ahora es un mejor lugar, y me pregunto:
¿En serio?
¿Esto es un mejor lugar?
¿Es así como se ve el éxito?
Si ésta es la humanidad alcanzando su potencial, no puedo encontrar esperanza para el futuro en nuestro mundo.
Afortunadamente, sí puedo encontrar esperanza en otro lugar
El camino que parece correcto
Uno de los principios fundamentales que encontramos en la Biblia es que, por nosotros mismos, los humanos somos incapaces de hacer que la vida funcione.
Podemos intentarlo, sí, y sin duda lograr cosas impresionantes en el camino; pero al final del día: “el hombre no es señor de su camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos” (Jeremías 10:23).
Y no es sólo que no conozcamos el mejor camino o que no seamos lo suficientemente efectivos; es que incluso nuestros mejores esfuerzos terminarían en fracaso. “Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte” (Proverbios 14:12).
Nuestro mundo tomó el rumbo que sigue hasta ahora hace unos 6.000 años, cuando el primer hombre y la primera mujer desobedecieron a Dios y comieron del fruto prohibido. En lugar de vivir por siempre con su Creador, Adán y Eva recibieron la promesa de que ciertamente morirían (Génesis 2:17; compare con 3:19).
El mundo que hemos estado construyendo desde el principio de la historia —este experimento global de lo que ocurre cuando intentamos dirigir nuestros propios pasos— sólo puede terminar de una manera: Fracaso y muerte
Sin propósito . . . aparentemente
Pablo escribió que “la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza” (Romanos 8:20). La palabra griega traducida como “vanidad” puede significar “estado de inutilidad o carencia de valor” ( A Greek-English Lexicon of the New Testament and Other Early Christian Literature, Third Edition [Diccionario griego del Nuevo Testamento y otra literatura cristiana, tercera edición]).
Con su desobediencia, Adán y Eva llevaron a la creación a un estado de vanidad. Lo que Dios había creado con un objetivo muy específico dejó de tener propósito, y Él lo permitió.
¿Por qué?
Pablo dice que Dios sujetó al mundo a vanidad en esperanza . Tenía un plan para su futuro.
La carta del apóstol a los Romanos nos cuenta el resto de la historia. Leemos que la creación “[aguarda] la manifestación de los hijos de Dios” (v. 19). Ésta es una parte excepcionalmente importante del rompecabezas. La creación, que actualmente está sujeta a vanidad, “será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios” (v. 21).
Ésa es nuestra esperanza: no sólo que Dios podría rescatar a su creación en decadencia, sino que la rescatará .
Dios está llevando a cabo un plan para poner todo en orden otra vez.
¿Y usted y yo?
Podemos ser parte de ese plan .
La manifestación de los hijos de Dios
“Los hijos de Dios”.
Esos somos nosotros. O, por lo menos, en eso tenemos el potencial de convertirnos. “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:12). Debemos creer en su mensaje, obedecer su instrucción y pensar y actuar como Él.
Como seres humanos físicos que viven en una creación decadente, rodeados de personas que intentan dirigir sus propios pasos y seguir sus propios caminos, tenemos la invaluable esperanza que proviene de conocer el plan de Dios:
“Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; y no solo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo. Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo? Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos” (Romanos 8:22-25).
La esperanza como un ancla
Para los cristianos, esta esperanza debería ser más que un pensamiento bonito en el cual reflexionamos de vez en cuando. Es una esperanza basada en una promesa
tan cierta, tan definitiva, tan inmutable que estamos dispuestos a vivir como si ya hubiera ocurrido.
El autor del libro de Hebreos describe esta esperanza como una “segura y firme ancla del alma” (Hebreos 6:19).
Un ancla no es un pensamiento pasajero; es una cuerda salvavidas.
El mundo puede golpearnos (y nos golpea) con olas de desesperanza. Pero nuestra ancla de esperanza evitará que nos dejemos llevar por esas corrientes de desánimo. Cuando conocemos el plan de Dios —cuando sabemos lo que Él está haciendo y por qué estamos aquí— tenemos acceso a un ancla lo suficientemente firme como para superar cualquier prueba.
Esto no significa que será fácil.
Es difícil observar los elementos más desesperanzadores de nuestro mundo. Es difícil vivirlos y experimentarlos de primera mano, pero nuestra ancla está diseñada para mantenernos conectados con la maravillosa esperanza de lo porvenir.
Ya sea que perdimos un trabajo, a un amigo o a un ser querido —que seamos ridiculizados, difamados o maltratados— cualquiera que sea la forma o el tamaño de nuestras dificultades, sabemos que esta vida vale la pena debido a lo que nos espera.
Hemos sido llamados a ser hijos de Dios .
Somos llamados a heredar y restaurar este mundo, trabajar junto a Dios para lograr lo que ningún ser humano puede lograr hoy:
Hacer de un mejor futuro no sólo una esperanza , sino una realidad .
“Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse. Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios” (Romanos 8:18-21).
Lo que viene es hermoso y perfecto y hará que incluso los peores momentos de esta vida parezcan insignificantes en comparación con su absoluto esplendor.
Esa realidad aún no está aquí, pero está por venir.
Y comienza con un ancla.
Descubra más en nuestro folleto gratuito Cómo encontrar esperanza en un mundo que no la tiene . —Jeremy Lallier
DIFICULTADESPARAINTERPRETAR LAPROFECÍA CUATRO
La profecía bíblica puede ser difícil de interpretar, pero eludir algunos obstáculos comunes puede evitar que nos hagamos ideas equivocadas sobre el futuro. ¿Cuáles son esos obstáculos?
Se ha dicho que hasta un tercio de la Biblia es profecía. Y una búsqueda rápida en internet arroja cientos de recursos que nos pueden ayudar a comprenderla.
El problema es que a menudo estos recursos difieren entre sí, y no pueden estar todos en lo correcto. De hecho, muchos malinterpretan las Escrituras y utilizan lo que sea para sustentar sus propias teorías.
Cualquiera que estudie su Biblia se encontrará con profecía, e interpretarla no es tarea fácil. Pero evitar algunas dificultades comunes puede ayudarnos a permanecer en el camino correcto.
1. Alegorizar la profecía
Aunque a veces hay dudas acerca de si una profecía debe interpretarse de forma alegórica o literal, una buena forma de abordar la profecía es utilizar la sabiduría de la navaja de Ockham: la respuesta o interpretación más directa suele ser la correcta.
En palabras simples, deberíamos interpretar la profecía de forma literal a menos de que haya una buena razón para no hacerlo. Generalmente, el contexto aclara qué clase de lectura deberíamos tener. Si insistimos en una interpretación simbólica cuando no se ajusta al caso, nos perderemos del verdadero significado. Además, correremos el riesgo de subestimar y minimizar las verdades que Dios quiere subrayar en nuestras mentes.
Por ejemplo, considere Isaías 11:6-9. Este pasaje describe la naturaleza de la vida en la Tierra durante el reinado milenial de Jesucristo; habla acerca de una época en que la Tierra será renovada y toda la creación física vivirá en paz: “Morará el lobo con el cordero” (v. 6).
Pero en su comentario, Matthew Henry escribe: “Esto se cumple con el maravilloso efecto del evangelio en las mentes de quienes lo aceptan sinceramente; cambia la naturaleza… Cuando Pablo, quien había perseguido a los santos, se unió a ellos, entonces el lobo moró con el cordero”.
Es innegable que aceptar el evangelio conduce a una transformación radical. Pero ¿es eso lo que Dios quiso decir en Isaías 11? ¿Es ésta una profecía acerca de hombres agresivos que aprenden a llevarse bien con los más pacíficos? ¿Por qué el significado simbólico debería anteponerse al literal?
Muchos otros pasajes describen los increíbles cambios que Jesucristo hará cuando regrese a la Tierra; alterar la naturaleza de los animales es sólo uno de ellos. Otras promesas incluyen un mundo libre de guerras (Isaías 2:4), donde la tierra seca será transformada en jardines
frondosos (Isaías 51:3) y donde la pobreza y el hambre dejarán de existir.
Todas estas profecías corresponden a lo que Pedro llamó “los tiempos de la restauración” (Hechos 3:21).
Henry las vio como “promesas figurativas”, pero una lectura literal es más consistente con las Escrituras .
2. “La profecía es historia real ”
Tampoco debemos caer en la trampa de pensar que toda la profecía se ha cumplido. El “preterismo” es una perspectiva dentro del cristianismo según la cual toda la profecía es historia.
Los preteristas dicen, entre otras cosas, que Cristo ya regresó, que Satanás y la bestia ya fueron echados al lago de fuego, que la resurrección ya ocurrió y que la Tierra y los cielos nuevos ya están aquí.
El preterismo se basa en la espiritualización de las profecías. La única forma en que sus ideas pudieran parecer acordes con las Escrituras es negando el regreso literal de Jesucristo, proponiendo un juicio metafórico actual de la humanidad y enseñando una forma muy decepcionante de la resurrección. Estas enseñanzas son profundamente erradas y se oponen a la esencia misma del cristianismo.
Pero enseñar ciertas profecías como un hecho que ya ocurrió cuando en realidad no se han cumplido no es algo nuevo. ¿Le parecen conocidos los nombres Himeneo y Fileto? Estos eran dos antagonistas de la Iglesia en el primer siglo que querían hacer creer a los discípulos de Jesús que “la resurrección ya se efectuó”. Pablo condenó esta creencia como cancerosa y capaz de “[trastornar] la fe de algunos” (2 Timoteo 2:16-18).
Lo mismo se puede decir acerca de las ideas preteristas. Por ejemplo, es simplemente imposible aplicar las profecías de Apocalipsis y Mateo 24 exclusivamente al pasado sin ir en contra de la lógica. Las descripciones de Apocalipsis son muy claras: señales astronómicas impresionantes, catástrofes mundiales, la muerte de un tercio de la humanidad y más. Además, si todas las profecías ya se hubieren cumplido, millones de personas no tendrían esperanza .
3. No reconocer los lapsos de tiempo proféticos
Algunas profecías se cumplen parcialmente y luego se detienen un tiempo antes de cumplirse por completo. Un ejemplo de esto está relacionado con Jesucristo. Un día, Él se puso de pie en la sinagoga y leyó una profecía acerca de sí mismo:
“El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor” (Lucas 4:18-19).
Eso fue todo lo que afirmó y dijo que estaba cumpliendo (v. 21); pero si vamos a Isaías, veremos que la cita en realidad no termina ahí. La frase continúa: “[a proclamar]... el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados” (Isaías 61:2).
¿Por qué dejó de leer a la mitad? Al mirar hacia atrás, la razón es obvia: sólo la parte que leyó se aplicaba en ese momento. El resto de Isaías 61 está reservado para su futuro regreso.
La profecía puede ser como un resorte espiral. A primera vista, sus vueltas cercanas dan la impresión de que sus cumplimientos vendrán rápidamente uno después del otro, pero cuando el resorte se estira, las brechas y los espacios se revelan.
Note el mismo fenómeno en la profecía de Jesús que encontramos en Juan 5: “No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación [o juicio, como el griego krisis se traduce más comúnmente]” (vv. 28-29).
Tal como en Isaías 61:1-2, aquí hay un lapso profético. Según Apocalipsis 20:4-5, la resurrección de los santos ocurrirá cuando Cristo regrese, pero “los otros muertos” (o “los que hicieron lo malo”, como dice Juan) no serán resucitados sino hasta mil años después.
Reconocer las posibles brechas de tiempo dentro de las profecías es crucial para ordenar sus cumplimientos en la secuencia correcta .
4. La falacia de elegir por conveniencia
Un gran obstáculo para interpretar la profecía es nuestra tendencia humana de ver sólo lo que queremos ver. Nos gusta aferrarnos a los versículos que apoyan nuestras ideas e ignorar el resto. Un ejemplo es la ampliamente enseñada doctrina del rapto, introducida en el siglo XIX. Muchos defensores de esta teoría basan su creencia en 1 Tesalonicenses 4:16-17:
“Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Lue -
go nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor”.
Si éste fuera el único pasaje acerca de la naturaleza del regreso de Cristo, la idea del rapto podría ser creíble. Sin embargo, otros versículos (incluyendo el contexto del pasaje anterior) contradicen esta doctrina. La idea de que Jesús vendrá en secreto para llevar a sus seguidores al cielo es el resultado de seleccionar escrituras por conveniencia. La verdad se vuelve evidente cuando tomamos en cuenta toda la Biblia.
En 1 Tesalonicenses 4:13-18, Pablo estaba consolando a los hermanos por la muerte de otros cristianos. Dijo que serían resucitados al regreso de Cristo “con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios”, un evento que difícilmente podría describirse como secreto.
Y el pasaje paralelo en 1 Corintios 15:51-52 indica que esta resurrección ocurrirá cuando suene “la final trompeta”, la cual será acompañada por “grandes voces en el cielo” que anuncian el regreso de Jesús (Apocalipsis 11:15).
Zacarías 14:4 dice además que “se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos”.
Estas escrituras ponen en aprietos a los defensores del rapto y muestran el problema de elegir escrituras por conveniencia. (Para más detalles acerca de este tema, lo invitamos a ver “El rapto: ¿habrá un rapto secreto?”.) El antídoto para este error es tener en cuenta todo el material que Dios nos da en su Palabra antes de sacar conclusiones.
Aferrarnos a la palabra profética
Tener en mente las dificultades comunes de interpretar la profecía no garantiza que la entenderemos perfectamente; pero sí nos ayuda a protegernos de algunos peligros.
Pedro escribió que “[hacemos] bien en estar atentos” a la profecía (2 Pedro 1:19). Esto no significa que debemos entender cada detalle de los pasajes proféticos y ciertamente no significa que deberíamos asignar fechas y nombres a ciertas profecías. Pedro estaba haciendo un comentario general acerca de cómo conocer las profecías que nos ayudan a ser conscientes de lo que Dios tiene planificado para nosotros.
Y por supuesto, no queremos tener una idea errada de su plan, sino una clara visión en nuestras mentes.
Lo invitamos a descubrir más en nuestro folleto gratuito Cómo entender la profecía . —Kendrick Diaz
“Estamos en guerra”, me decía un amigo casi cada semana cuando nos veíamos en la Iglesia. Pero no hablaba de una guerra militar, sino de las tentaciones, las pruebas y las trampas que un cristiano debe enfrentar en este mundo corrupto.
Pedro describió una batalla como ésta cuando dijo que Lot vivía “abrumado por la nefanda conducta de los malvados (porque este justo, que moraba entre ellos, afligía cada día su alma justa, viendo y oyendo los hechos inicuos de ellos)” (2 Pedro 2:7-8).
Conocer a los enemigos del carácter cristiano
Mi amigo hablaba de las tentaciones del mundo que nos rodea. No vivimos en Sodoma, pero ¿acaso nuestra sociedad no se dirige hacia la misma dirección?
También estaba hablando de las actitudes y los ataques que la Biblia atribuye al maligno: Satanás el diablo.
Y también de nuestros deseos naturales egoístas —nuestra “carne” y sus malas obras (Gálatas 5:19-21). Pablo dice que quienes hacen estas cosas “no heredarán el reino de Dios” (v. 21).
La sociedad, Satanás, nuestra naturaleza. Estos sin duda pueden ser enemigos formidables.
Perdí la pista de mi amigo con los años, pero estoy convencido de
Crecer para llegar a ser como Jesucristo —desarrollar el carácter cristiano— es una parte esencial del plan de Dios para nosotros. ¿Qué es el carácter cristiano? ¿Cómo lo desarrollamos?
que ha seguido peleando las batallas y ganará la guerra. ¿Por qué? Porque confiaba en Dios y estaba desarrollando el carácter cristiano
¿Qué es el carácter cristiano?
El carácter cristiano es el carácter de una persona que vive el camino de Dios. Es crecer para pensar, actuar y llegar a ser como Dios mismo.
En su libro El increíble potencial humano, Herbert W. Armstrong escribió esta definición del carácter cristiano: “Es la habilidad, de una entidad individual con libre albedrío, de distinguir entre lo bueno y lo malo, lo verdadero y lo falso, escoger lo bueno y tener la voluntad de ejercer autodisciplina para hacer el bien y resistir al mal” (p. 138).
La Biblia nos da a conocer lo que es bueno, y nos llama a escoger lo bueno y hacerlo. Pero esto implica vencer a los enemigos.
La palabra “carácter” sólo se menciona cinco veces en la Biblia Nueva Versión Internacional (Rut 3:11; 2 Crónicas 13:7; Isaías 26:3; Romanos 5:4; Filipenses 2:22). Pero las Escrituras hablan a menudo de aquellos que perseveran, que son vencedores y “más que vencedores” (Romanos 8:37).
Se requiere de carácter cristiano para ser un vencedor.
Desarrollar
el carácter cristiano
La importancia del carácter cristiano
Pablo explica que parte del plan de Dios para nosotros es que crezcamos en carácter. “Así que nos regocijamos… también en nuestros sufrimientos, porque sabemos que el sufrimiento produce perseverancia; la perseverancia, entereza de carácter; la entereza de carácter, esperanza” (Romanos 5:2-4, Nueva Versión Internacional).
Desarrollar carácter cristiano es un paso esencial en el proceso que Dios está llevando a cabo para convertirnos (transformarnos) en sus hijos eternos.
Dios quiere hijos que sean como Él. Un carácter probado, puro y precioso es la única posesión que podemos llevar con nosotros a la eternidad .
Ejemplos de carácter cristiano en la Biblia
La Biblia tiene muchos ejemplos de carácter, incluyendo a José, Pablo y Timoteo.
José, un hombre soltero tentado por la esposa de su jefe, tuvo el carácter para huir de la tentación a pesar del alto precio que pagaría. Fue injustamente encarcelado por rehusarse a “pecar contra Dios” (Génesis 39:9; vea más acerca del crecimiento de José en nuestro artículo “José en el Antiguo Testamento”).
Pablo se esforzó por imitar a Jesucristo y así desarrolló un carácter cristiano ejemplar (1 Corintios 11:1).
Incluso antes de su conversión, Pablo era un hombre celoso; pero luego de su encuentro con Cristo camino a Damasco, su celo se logró enfocar apropiadamente. Pablo estaba dispuesto a soportar cualquier dificultad y persecución para hacer la voluntad de Dios.
Pablo escribió muchas enseñanzas acerca de la manera en que los cristianos deben pensar, actuar y parecerse a Jesucristo y vivía lo que enseñaba. Su ejemplo de carácter cristiano fue un libro abierto para las congregaciones que visitó y para nosotros a través de sus cartas y el libro de Hechos. Pablo describió a su asistente Timoteo como un hombre con “entereza de carácter” (Filipenses 2:22, Nueva Versión Internacional). En la Biblia leemos lo siguiente acerca del carácter de Timoteo:
• Vivió las verdades que había aprendido y se ganó una buena reputación (Hechos 16:2).
• Pensaba como Pablo (y Cristo). Pablo sabía que Timoteo se preocuparía “sinceramente” por los filipenses, buscando lo que era de Cristo y no sus propios intereses (Filipenses 2:20-21).
• Pablo le dijo a Timoteo: “tú has seguido mi doctrina, conducta, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia”. Timoteo había apoyado a Pablo en sus persecuciones y aflicciones (2 Timoteo 3:10-11).
Cómo desarrollar el carácter cristiano ¿Cómo podemos crecer en carácter cristiano? Analicemos estos cinco pasos:
• Establecer la meta correcta: llegar a ser como Jesucristo.
Juan nos dice que debemos “andar como él anduvo” (1 Juan 2:6). Esto requiere que estudiemos el ejemplo de Jesucristo y lo imitemos (lo invitamos a ver nuestra serie “Andar como Él anduvo”).
En Efesios 4:13, Pablo explica esta meta, lo que la Iglesia y sus miembros deberían alcanzar: “que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo”.
¡Ésta es una meta elevada!
• Aprender la definición de lo que es bueno y malo según Dios.
Debemos aprender lo que a Dios le agrada y lo que no. (Nuestros artículos “Los Diez Mandamientos en la actualidad ” y “ 7 formas de agradar a Dios ” pueden ayudarlo a profundizar en el tema, si así lo desea.)
• Comprometernos a hacer lo correcto y lo que a Dios le agrada.
En nuestra entrada de blog “Cómo rendirse ante Dios”, podrá encontrar más acerca de este tema .
• Hacer lo bueno y resistir lo malo.
Humanamente, podemos lograr muchas cosas con nuestra propia voluntad, y podemos estructurar nuestras vidas para evitar muchas tentaciones. Pero para realmente desarrollar la mente y el carácter de Jesucristo consistentemente, necesitamos algo más
• Usar el poder del Espíritu Santo.
Dios nos ofrece su Espíritu Santo y poder sobrenatural para transformarnos desde adentro. Él lo llama “convertirnos en un nuevo hombre” (Efesios 4:22-24).
Lo invitamos a descubrir más acerca de este paso fundamental en nuestro artículo “¿Cómo saber si usted tiene el Espíritu Santo?” y nuestro folleto ¡Cambie su vida!
Puede ganar la batalla, ser un vencedor. La clave está en desarrollar carácter cristiano.
—Mike Bennett
Algunos de los viajeros se maravillaron de lo que oían, y otros se confundieron. Muchos habían venido de lejanos rincones del mundo romano e incluso de más allá de las fronteras de Roma. Pero todos ellos escucharon a los discípulos de Cristo hablar en su propio idioma (Hechos 2:7-8).
Algunos preguntaron qué significaba ese extraordinario momento; otros especularon que los discípulos estaban ebrios (vv. 12-13).
Luego, Pedro alzó la voz y dio su conocido sermón acerca de la importancia de Pentecostés y estos eventos, como el cumplimiento de una profecía.
Pentecostés y el libro de Joel
El sermón de Pedro ocupa gran parte de Hechos 2. En su mensaje, el apóstol citó tres pasajes de las Escrituras, el primero de ellos del libro profético de Joel. Este pasaje apunta hacia un significado de Pentecostés que no siempre se reconoce.
El contexto de la profecía de Joel que Pedro citó es “el día grande y espantoso del Eterno” (Joel 2:31). Otras traducciones lo describen como un día “grande y terrible”.
Esto se debe a que “el día del Eterno” es un día de juicio y liberación: juicio para quienes se oponen a Cristo y su regreso, y liberación para quienes esperan “la venida del día de Dios” (2 Pedro 3:12).
El día del Eterno será precedido por una serie de eventos terribles y dramáticos, incluyendo señales en el cielo (Joel 2:30; Apocalipsis 8:12). Este importante momento ocurrirá cuando Jesucristo regrese para poner fin al desgobierno humano en la tierra. (Para descubrir más, lo invitamos a consultar nuestro artículo “¿Qué es el día del Señor? ”.)
Pero ¿cómo es que los eventos de Pentecostés, unas pocas semanas después de la crucifixión de Cristo, cumplieron las profecías de Joel? ¿Por qué Pedro citó esta profecía? ¿Se equivocó?
Llenos
del Espíritu Santo
No, Pedro no se equivocó. Su mensaje fue inspirado por los eventos de esa mañana. Los discípulos se habían reunido “todos unánimes juntos” (Hechos 2:1); habían permanecido en Jerusalén, obedeciendo la orden de Jesús de “[quedarse]… en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto” (Lucas 24:49; Hechos 1:4-5).
Y eso fue precisamente lo que ocurrió: luego de oír el sonido de un viento recio y de ver “lenguas repartidas, como de fuego” sobre cada uno de ellos, fueron llenos del Espíritu Santo (Hechos 2:2-3).
El significado Pentecostés de Joel
y el libro
Este poder de Dios permitió que los discípulos fueran escuchados en diferentes idiomas. Así, quienes visitaban Jerusalén para Pentecostés pudieron entender las palabras de los apóstoles, cada uno en su propio lenguaje.
Dios inspiró a Pedro para hacer la conexión con el maravilloso pasaje del libro de Joel que describe el momento en que Dios “[derramaría]” su Espíritu (Hechos 2:17; Joel 2:28).
Pentecostés a menudo se asocia con el inicio de la Iglesia. ¿Podemos aprender más acerca de su significado en el libro de Joel?
Es posible que Pedro, como muchos cristianos del primer siglo, pensara que el tiempo del fin estaba muy cerca, pero no se equivocó al citar esta profecía de Joel. Lo que ocurrió esa mañana del día de Pentecostés fue claramente un complimiento de la profecía. Sin embargo, en la cita original, Joel estaba escribiendo acerca del día del Eterno. ¿Cómo reconciliamos esta aparente discrepancia entre sus palabras y la interpretación de Pedro?
Cumplimiento dual
Debemos considerar el hecho de que muchas profecías bíblicas tienen cumplimiento dual, y algunas incluso más cumplimientos. Esto es particularmente cierto acerca de las profecías en torno a Jesucristo.
El Verbo se hizo carne (Juan 1:14) hace 2.000 años, pero Cristo también regresará al final de esta era (Mateo 24:3). Las profecías acerca de Jesús a menudo mezclan elementos de ambos eventos.
Un ejemplo de esto es la profecía que Cristo citó al principio de su ministerio. Leyó Isaías 61:1 y la primera línea del siguiente versículo, pero luego se detuvo.
La última línea que leyó fue: “A predicar el año agradable del Señor” (Lucas 4:19). La siguiente línea de la profecía de Isaías, que Cristo no leyó, dice: “y el día de venganza del Dios nuestro” (Isaías 61:2). Esta línea claramente se refiere a su regreso en el tiempo del fin. Entonces, Jesús claramente indicó que esta profecía tenía dos cumplimientos .
La profecía de Joel
El primer pasaje que Pedro citó esa mañana de Pentecostés usa dos veces la expresión “Derramaré de mi Espíritu” (Hechos 2:17-18; Joel 2:28-29).
En la primera instancia, esta frase se refiere a “toda carne” o todas las personas. Éste es un cambio importante.
Antes de ese momento, el Espíritu de Dios no estaba disponible para la mayoría —ni siquiera la mayoría del pueblo de Israel, aunque había algunas excepciones. Dios les dio su Espíritu a algunos reyes, algunos líderes prominentes y a los verdaderos profetas de Dios (1 Samuel 16:12-13; Números 11:24-25; Jeremías 1:9).
Al parecer, muy poca gente fuera de ellos, incluso entre la nación escogida de Israel, recibió el Espíritu Santo. Este entendimiento hace de las palabras “toda carne” en Joel algo muy impresionante.
Como explica The Expositor’s Bible Commentary [Comentario bíblico del expositor], “Joel explicó que la intención del Señor era que el Espíritu Santo fuera derramado, no sólo sobre individuos elegidos para una tarea especial, sino sobre todos los creyentes” (Vol. 7, p. 255).
En segundo lugar, “derramaré de mi Espíritu” se aplica a los “siervos” y “siervas” de Dios. Esto enfatiza la idea de que Dios les daría su Espíritu no sólo a reyes, profetas y líderes importantes, sino a todos los que Él llamaría (Juan 6:44; Hechos 2:39).
El significado de Pentecostés para la Iglesia primitiva
Las otras dos profecías que Pedro citó en su sermón de Pentecostés aludían a Cristo: su resurrección (Hechos 2:25-28; Salmos 16:8-11) y su coronación (Hechos 2:3435; Salmos 110:1).
Es gracias a la muerte y resurrección de Jesucristo que los creyentes pueden recibir el Espíritu Santo. La noche antes de ser crucificado, Cristo les dijo a sus discípulos que no podrían recibir el Espíritu hasta que Él se hubiera ido. Tenía que morir y resucitar primero.
Entonces, el mensaje de Pedro pasó de la explicación de los eventos de la mañana de Pentecostés, cuando los discípulos recibieron el Espíritu Santo, a la muerte y resurrección de Jesucristo. Recibir el Espíritu fue posible sólo porque Él murió y volvió a vivir.
El momento clímax al final del sermón de Pedro resumió la elección que los discípulos tenían frente a ellos. Tenían que arrepentirse y “[bautizarse] cada uno. . . en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados” (Hechos 2:38) antes de que pudieran recibir el Espíritu de Dios. Lo mismo es verdad en la actualidad.
Como resultado de su sermón, muchos de los que estaban en Jerusalén para la fiesta se arrepintieron y recibieron el Espíritu Santo. En un día “se añadieron… como tres mil personas” (v. 41). Fue un comienzo impresionante para la incipiente Iglesia.
Pero, aunque fue un día muy significativo, ese Pentecostés no cumplió la profecía de Joel acerca del tiempo del fin. Lo que hizo fue inaugurar la siguiente etapa del plan de Dios
Las primicias y Pentecostés
Pentecosté s es el nombre griego de la fiesta santa también conocida como fiesta de las Semanas. (La palabra griega pentekoste significa “quincuagésimo”.) Las primicias son un elemento central del significado de esta fiesta un concepto que nos ayuda a entender el cumplimiento dual del pasaje en Joel.
Las primicias de la cosecha de cebada se ofrecían 50 días, o siete semanas, antes de Pentecostés (Levítico 23:9-11, 15-16). Y Pentecostés era un día en que se ofrecía la cosecha de trigo (The Zondervan Pictorial Encyclopedia of the Bible [Enciclopedia ilustrada de la Biblia de Zondervan], Vol. 4, p. 692).
Pablo identificó a Cristo como “primicias de los que durmieron” (1 Corintios 15:20), correspondiente a la ofrenda que se realizaba 50 días antes de Pentecostés. En otros pasajes, Pablo identifica a un cristiano llamado Epeneto como “el primer fruto de Acaya para Cristo” (Romanos 16:5). Y los cristianos también son una clase de primicias (Santiago 1:18).
Pablo también describe a los cristianos como aquellos “que tenemos las primicias del Espíritu” (Romanos 8:23). Este pasaje establece la conexión entre las primicias y el Espíritu Santo.
La implicación del término “primicias” es que la cosecha aún no está completa. El hecho de que son “primero” significa que vendrán más después.
Lo que ocurrió ese Pentecostés en el que 3.000 discípulos se añadieron a la Iglesia —y lo que ha ocurrido desde entonces— apunta a una cosecha aún mayor por venir.
El significado futuro de Pentecostés
Ese Pentecostés de Hechos 2 fue un cumplimiento parcial de la profecía de Joel. Dios derramó su Espíritu de una manera que no lo había hecho antes, pero el día en que “toda carne” tendrá la oportunidad de recibir su Espíritu aún no ha llegado. Esa cosecha mucho mayor se representa en las fiestas que ocurren más tarde en el año. (Para descubrir más, lo invitamos a leer acerca de la “Fiesta de Tabernáculos” y “El Último Gran Día”).
Hasta entonces, los cristianos pueden encontrar esperanza en el hecho de que el mismo Dios que cumplió la profecía de Joel en los primeros días de la Iglesia cumplirá esa profecía de una manera aún más grandiosa en el futuro.
¡Qué llegue pronto ese día!
—Bill PalmerLeyendasolímpicas: remaron como un solo hombre
Esteaño,lasOlimpiadastraerán nuevas historias de triunfo. Peroconpocashistoriaspuedencompararse ladelequipoderemoamericano quetantoimpresionóalmundoenlas OlimpiadasdeBerlínen1936.
En la primavera del 2007, el autor Daniel James Brown trepó la cerca que separaba su terreno de la propiedad adjunta, porque su vecino de 93 años, Joe, estaba muriendo
Joe Rantz era uno de los dos únicos miembros vivos del equipo de nueve que sorprendió al mundo del remo a principios de los años treinta, especialmente en las Olimpiadas de Berlín del año 1936.
El HuskyClipper y su tripulación
Las muchas conversaciones de Brown con Joe Rantz y su hija dieron paso a uno de los libros más cautivadores que he leído y releído. Su investigación también incluyó entrevistas con familiares de otros miembros del equipo, acceso a sus diarios personales, viajes a Alemania para conocer el lugar de la carrera, acceso a archivos de video de las Olimpiadas de 1936 y mucho más.
Remando como un solo hombre: la historia del equipo de remo que humilló a Hitler fue publicado por primera vez en inglés en el 2013. La serie de PBS American Experience luego hizo un documental titulado The Boys of ’36 [Los chicos del ‘36] en el 2016, y el 25 de diciembre del 2023, se lanzó una película basada en la historia.
El magnífico Husky Clipper, un bote de 19 metros, aún hace voltear cabezas en el comedor del complejo de remo Conibear Shellhouse, en el campus de la Universidad de Washington. Los estudiantes sonreían al verlo cuando pasaban al lado de mi esposa y mío en nuestra visita en el 2018.
Toda su tripulación se ha ido ahora, pero si tan solo el Husky Clipper pudiera hablar . . .
Un estudio y sala de descanso adyacente contiene algunos recuerdos relacionados, incluyendo varias medallas de oro. Las medallas no sólo son de las Olimpiadas, sino también de Campeonatos Nacionales de Colegiados de Poughkeepsie, Nueva York (de cuatro años: 1934, 1935, 1936, 1937).
Cuando remaban juntos, tres de los miembros del legendario equipo olímpico (Joe Rantz, Roger Morris y George “Shorty” Hunt) nunca perdían una carrera competitiva. Un escritor estimó que cada uno de ellos debió haber dado aproximadamente 470.000 brazadas durante cuatro años de entrenamiento.
¿Qué lecciones podemos sacar de esta inspiradora historia de seres humanos en busca de la excelencia?
Un objetivo familiar
Cuando Brown le pidió a Joe Rantz permiso para escribir la historia del equipo, el viejo remero accedió a más
entrevistas y le ofreció su ayuda y cooperación con una condición: “La historia tiene que ser acerca del bote”.
Al principio Brown no entendía por qué, pero luego comprendió. Joe no quería que se tratara sólo de él. Al buscar el mismo objetivo, esos nueve hombres excepcionales se unieron en una profunda relación de familia.
¿No es ése el propósito central del plan de Dios para sus hijos? En sólo cuatro versículos, el autor de Hebreos se refiere a los cristianos como “hijos” y “hermanos” cuatro veces (Hebreos 2:10-13).
El versículo 11 lo resume todo: “Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos ” (énfasis añadido).
Los cristianos han sido llamados a convertirse en hijos e hijas de Dios —a ser parte de su familia glorificada como coherederos de Cristo (Romanos 8:14-18; 2 Corintios 6:18).
La relación construida por esos nueve hombres, duró toda la vida. Pero incluso es más inspirador el propósito del plan de Dios para ellos y toda la humanidad: ¡tener una relación de familia por la eternidad!
Nada que valga la pena se consigue fácil
Las explicaciones de Brown acerca de las demandas físicas del remo competitivo (incluyendo la falta de oxígeno y la acumulación de ácido láctico) son impresionantes:
“El denominador común de todas estas afecciones —ya sean de los pulmones, los músculos o los huesos— es un dolor insoportable . . . No se trata de si va a doler o de cuánto va a doler, sino de qué harás mientras el dolor te tenga entre sus manos y si lo harás bien” (p. 40).
Las palabras de Pablo para Timoteo vienen a la mente: “Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo… el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente” (2 Timoteo 2:3, 5).
Cristo enseñó que el camino a la familia de Dios no es fácil. ¿Tenemos la determinación necesaria para obedecer a Dios en un mundo que se dirige en la dirección opuesta?
“Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse” (Romanos 8:18).
Ser parte de algo más grande
En 1933, el entrenador de remo de primer año de la Universidad de Washington se dirigió a los remadores aspirantes. Tom Bolles “a veces hablaba de experiencias transformadoras. Ofrecía la perspectiva de formar parte de algo más grande que ellos mismos. . . [de experimen-
tar] momentos que recordarían, atesorarían y les contarían a sus nietos cuando fueran viejos. Momentos que incluso los acercarían más a Dios” (p. 41).
Su discurso nos recuerda lo que Pablo les dijo a los cristianos en Éfeso: que eran parte de un edificio, un templo santo, construido sobre el fundamento de los apóstoles y los profetas, con Jesucristo mismo como la piedra angular (Efesios 2:19-22).
¿Existe alguna causa física mayor que ésta?
La humildad es crucial
¿Cuál es la primera escritura que se le viene a la mente cuando piensa en el llamamiento de Dios? ¿Tal vez esta?:
“Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios… lo débil del mundo. . . y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios” (1 Corintios 1:26-28).
¿Por qué dijo esto Pablo? ¿Para criticar, desanimar o avergonzar a los escogidos? No, sino justo lo opuesto. La elección de Dios “avergüenza” a los arrogantes poderosos de este mundo, pues demuestra su poder a través de sus hijos humildes y sumisos. ¡El poder de Dios fortalece los dones que Él les ha dado a sus hijos!
¿Cuál es el propósito de esto? “A fin de que nadie se jacte en su presencia” (v. 29).
Brown escribe lo siguiente acerca del equipo de Joe: “Los desafíos que enfrentaron juntos les enseñaron humildad —la necesidad de someter sus egos pensando en el bien del bote como un todo— y la humildad era la puerta común a través de la cual ahora podían unirse y comenzar a hacer lo que no habían podido hacer antes” (p. 241).
El enemigo no juega limpio
En las Olimpiadas de 1936, el equipo de remo de la universidad de Washington ganó fácilmente la carrera de calentamiento de 2.000 metros, estableciendo un nuevo récord mundial de 6 minutos y 0,8 segundos. Según la tradición de las Olimpiadas, deberían haber recibido el carril más favorable para el evento final. Pero no fue así.
Los oficiales de las Olimpiadas de Berlín pusieron al equipo americano en el peor carril. ¡Tendrían que sobreponerse al viento y las aguas agitadas durante casi 1.500 de los 2.000 metros!
“[Era] lo opuesto al procedimiento habitual, en el que a los que se clasificaban con el tiempo más rápido les correspondían los carriles más favorables . . . los mejores carriles eran los resguardados, más cercanos a la orilla: los carriles uno, dos
y tres; los carriles menos favorables eran los carriles cinco y seis . . . [La asignación de carriles] le dio los carriles protegidos al país anfitrión y a su más estrecho aliado y los peores carriles a sus futuros enemigos. Era muy sospechoso” (p. 334).
Carril uno: Alemania. Carril dos: Italia. Carril seis: Estados Unidos. ¿Le recuerda esto a las tácticas del archienemigo de Dios, que intenta distorsionar la verdad para sus propósitos (Mateo 4:1-11; Génesis 3:4-5)?
¡Pero el equipo estadounidense ganó de todas maneras! Y con la ayuda de Dios, nosotros también podemos ganar.
Debemos hacer lo imposible
En el último y más tortuoso tramo de la carrera, el equipo americano alcanzó un ritmo estimado de 44 brazadas por minuto, ganándole a Italia por seis décimas de segundo. El tercer lugar, Alemania, llegó a la meta cuatro décimas de segundo después que Italia. Los tres botes cruzaron la línea de meta en cuestión de un segundo
El equipo americano nunca había remado con tanta rapidez y eficacia. Pero para ganar la carrera, tuvieron que hacer lo que parecía imposible.
¿Han tenido que hacer algo así los siervos de Dios? Ciertamente. ¡Incluso podríamos decir que “son gajes del oficio”!
¿Qué podemos decir de los tres hombres en el horno de fuego? ¿O de los israelitas que caminaron a través del Mar Rojo? ¿O de Pedro caminando sobre el agua?
En nuestros desafíos espirituales, Dios hace posible lo imposible (Mateo 19:26).
¿Estamos preparados?
Cumplir el propósito que Dios tiene para nosotros le da sentido a nuestra vida
Joe Rantz se sintió profundamente conmovido por su victoria olímpica. Había sido abandonado por su familia y se sentía como un forastero, un alma solitaria. El “equipo de remo” le dio un propósito, una familia y honores físicos.
En lo más profundo de su existencia, a la humanidad le falta algo fundamental.
Desde el huerto de Edén, hemos estado separados del árbol de la vida.
Pero el plan de Dios nos da la oportunidad de cambiar esto: “Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida” (Apocalipsis 22:14, énfasis añadido).
Dios nos restaurará, renovará y completará su obra en nosotros como sus hijos amados. ¡Ése es nuestro maravilloso futuro!
—Doug Johnson
¿Deberíamos preocuparnos por la deuda mundial?
En el 2023, la deuda global alcanzó los $313 billones de dólares, rompiendo un nuevo récord. ¿Deberíamos estar preocupados? ¿Qué dice la Biblia acerca de deudas como ésta?
El mundo moderno funciona con base en las deudas . La deuda se ha convertido en una parte tan grande de nuestra vida moderna que es difícil imaginar una civilización sin ella. Y no hay duda de que el capitalismo, el modelo económico predominante en el mundo occidental desde hace cientos de años, no podría existir sin deuda.
¿Cuánta deuda es sostenible? Reuters reportó que la deuda mundial alcanzó los $313 billones de dólares en el 2023. Esta cifra récord incluye la deuda de los gobiernos, los negocios y los hogares individuales, y ésta sigue creciendo.
Impresionante aumento de la deuda mundial
La Institución Brookings asegura que, en el 2010, comenzó “una nueva ola de acumulación de deuda” a nivel mundial. Esto coincidió con los esfuerzos por restaurar el equilibrio de las economías devastadas por la Gran Recesión (2007-2009).
Además, la pandemia del 2020 resultó en un aumento aún mayor de la deuda mundial. Según la institución Brookings, ese año “la deuda global total aumentó 30 puntos porcentuales del PIB, alcanzando 263 por ciento del PIB —el mayor incremento anual desde por lo menos 1970”. Es importante entender esta cifra. La deuda combinada de gobiernos, negocios e individuos es entre dos y tres veces lo que el mundo produce en un año. Lamentablemente, los economistas no pueden ponerse de
acuerdo siquiera acerca del nivel de deuda que se considera “responsable”. El Fondo Carnegie para la Paz Internacional destaca que “pocos economistas tienen un entendimiento claro de por qué una deuda muy grande es mala, ni se diga de cuánta deuda es demasiado”.
Claramente, nuestra civilización se ha acostumbrado a vivir con niveles de deuda muy elevados
Las consecuencias de la deuda mundial
Los altos niveles de deuda ya afectan a una cantidad enorme de personas. Según la Conferencia de las Naciones Unidas acerca de Comercio y Desarrollo, actualmente “3.300 millones de personas viven en países que gastan más en intereses que en educación o salud”.
En otras palabras, los gobiernos de aproximadamente 40 por ciento de la población mundial están atrapados en ciclos sin fin, supeditados a la deuda. Estos países están tan abrumados por su deuda que no pueden servir bien a sus ciudadanos.
Además, aunque esto ya es lo suficientemente malo, la historia está repleta de consecuencias aún más devastadoras. Los economistas Nouriel Roubini y Stephen Mihm explican que las deudas insostenibles a menudo dan paso a crisis económicas que “han derrumbado gobiernos y llevado a países a la bancarrota”. Estas crisis “han conducido a guerras de comercio cuyo objeto es cobrar venganza. Las crisis incluso han abierto el camino a guerras, así como la Gran Depresión ayudó a preparar el escenario para la Segunda Guerra Mundial” (Cómo salimos de ésta: Hoja de ruta del futuro de la economía, 2012).
En medio de sus problemas económicos, los gobiernos nacionales tienden a operar en contra de los intereses de otros países, que también enfrentan sus propios problemas.
Un artículo de Investopedia explica por qué y cómo ocurrió esto durante la Gran Depresión: “La Gran Depresión motivó a los países a adoptar políticas de comercio del tipo ‘empobrecer al vecino’ para proteger a las industrias domésticas de la competencia extranjera”. Cada país velaba por sí mismo.
Las crisis de la deuda llevan a las naciones a establecer políticas egoístas, así como las crisis de deuda personales pueden llevar a las personas a tener comportamientos insensatos .
¿Cómo llegamos hasta aquí?
Aunque la deuda global ha permanecido
en aumento durante décadas, el mayor incremento se ha producido desde la Gran Recesión. Sin embargo, los observadores no logran ponerse de acuerdo en cuanto a cuáles fueron los mecanismos de la crisis financiera que surgió como resultado de esa recesión.
En su libro Cómo salimos de ésta , Roubini y Mihm afirman que, según algunos economistas, la crisis fue un “cisne negro”, porque fue “altamente improbable e imposible de predecir”. Sin embargo, Roubini y Mihm también dicen que “las crisis financieras generalmente siguen el mismo patrón una y otra vez” (p. 16).
“La mayoría de las crisis comienzan con una burbuja”, explican, “en la cual el precio de un bien en particular se eleva por sobre su valor real fundamental. Esta clase de burbuja a menudo va de la mano con una acumulación excesiva de deuda, dado que los inversionistas piden dinero prestado para comprar en el boom” (p. 17).
Claramente, esto ha sido verdad en las crisis recientes. Los precios de los hogares en los Estados Unidos, así como en otros países, aumentaron astronómicamente en los años previos a su caída. Además, las instituciones financieras hicieron un buen negocio otorgando y luego vendiendo préstamos, otro bien en una burbuja
Riesgo moral
Cuando el castillo de naipes finalmente se derrumbó, el mundo observó incrédulo. Sin embargo, lo que ocurrió fue el resultado predecible de la ambición excesiva. También fue producto de lo que los economistas llaman “riesgo moral”.
Este término, según Roubini y Mihm, se refiere a “la disposición de una persona a tomar riesgos —particularmente riesgos excesivos— que normalmente evitaría, simplemente porque sabe que alguien más asumirá cualquier consecuencia negativa que resulte de eso” (p. 68).
Con fácil acceso al financiamiento y la creencia de que los precios de los inmuebles sólo podían subir, muchas personas que no estaban realmente calificadas para comprar entraron en el mercado. Los agentes de bienes raíces, cuyas comisiones se basaban en sus ventas y no en la solvencia de sus clientes, vendieron casas que sus clientes no podían pagar.
Incluso los agentes hipotecarios que crearon los préstamos no miraron muy de cerca a los prestatarios. Su ingreso se basaba en tarifas de iniciación que se cobran al principio. Así que, si el que recibía el préstamo finalmente no pagaba, eso no los afectaba, lo cual puede haber influido sus decisiones.
Lamentablemente, los fondos de rescate del gobierno para las instituciones “demasiado grandes como para fallar” sólo aumentaron el problema del riesgo moral en el futuro. Sabiendo que el gobierno está listo para entrar en escena y salvarlas, estas corporaciones tienen poco incentivo para cambiar su comportamiento.
¿Qué dice la Biblia acerca de las deudas?
Escrita a lo largo de varios siglos por personas de culturas muy diferentes, la Biblia no habla directamente de lo que llamamos deuda mundial. Sin embargo, hay principios importantes que podemos deducir de las Escrituras. El primer concepto que deberíamos señalar es que la Biblia describe la deuda como una especie de servidumbre: “El rico se enseñorea de los pobres, y el que toma prestado es siervo del que presta” (Proverbios 22:7). Este versículo, aunque se refiere a individuos, puede aplicarse a nivel nacional. El libro de Deuteronomio hace justo eso. En un pasaje que enumera las bendiciones que Israel recibirá por obedecer, Dios le dice a su pueblo escogido que bendeciría la obra de sus manos de forma que la nación “[prestaría] a muchas naciones, y . . . no [pediría] prestado” (Deuteronomio 28:12).
En ese mismo capítulo, Dios enumera las maldiciones que caerían sobre Israel si desobedecía. Entre esas maldiciones se menciona la presencia de extranjeros que “se [elevarían] . . . muy alto” (v. 34). Y esos extranjeros serían prestamistas de Israel.
Tanto en los pasajes acerca de las bendiciones como en los pasajes acerca de las maldiciones, la deuda nacional implica la falta de bendiciones como resultado de la desobediencia .
Prestar desde la perspectiva bíblica
Por otro lado, muchos pasajes bíblicos incentivan los préstamos a los miembros de la comunidad más pobres, pero sin intereses: “Y cuando tu hermano empobreciere y se acogiere a ti, tú lo ampararás; como forastero y extranjero vivirá contigo. No tomarás de él usura ni ganancia, sino tendrás temor de tu Dios, y tu hermano vivirá contigo. No le darás tu dinero a usura, ni tus víveres a ganancia” (Levítico 25:35-37).
Dios prohíbe la usura, que es cobrar intereses con el fin de obtener una ganancia. De hecho, también prohíbe otras prácticas crueles, como tomar “en prenda el vestido de tu prójimo” y quedarse con él durante la noche (Éxodo 22:26).
Esta “prenda” era una especie de garantía. Dado que los israelitas a menudo usaban sus ropas exteriores como cobijas, quedarse con una de estas durante la noche sería cruel. El punto es que las personas con mejor situación debían tener en cuenta las necesidades de su prójimo.
La consideración por el prójimo debía ser tal que los miembros más afluentes de la comunidad debían prestar sin esperar que les pagaran de vuelta. El libro de Proverbios pone esta disposición en perspectiva: “Al Eterno presta el que da al pobre, y el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar” (Proverbios 19:17).
Cristo magnificó este principio incluso un paso más allá diciendo: “Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses” (Mateo 5:42).
Esta instrucción aparece en el contexto de las demandas del ejército romano (v. 41) y justo antes de que Cristo les ordenara a sus creyentes “[amar] a vuestros enemigos” (v. 44). Entonces, esta enseñanza acerca de dar en el versículo 42 bien podría aplicarse a nuestros enemigos también.
Por supuesto, debemos evitar los préstamos o las dádivas sin sabiduría o que pudieran tener un impacto negativo para nuestras familias o las personas a quienes les prestamos o damos
La perspectiva cristiana de la deuda mundial
La ambición y el riesgo moral que dieron paso a la inmensa deuda de nuestra civilización se oponen a la actitud bíblica acerca del endeudamiento. Las Escrituras nos aconsejan evitar los préstamos cuando sea posible; pero, en contraste, actualmente muchos ven los préstamos como una herramienta para enriquecerse rápidamente.
Quienes llevaron nuestro sistema financiero al límite hace algunos años parecen no avergonzarse. A pesar de los cambios estructurales que los gobiernos del mundo hicieron después de la Gran Recesión, los problemas de carácter de fondo no se han solucionado.
La creciente deuda mundial es síntoma de una constante ambición y decadencia. Nuestra civilización, que vive en oposición a Dios, se está derrumbando. Esto no debería sorprender a los cristianos, que conocen bien las profecías bíblicas acerca de los tiempos catastróficos que vendrán justo antes del regreso de Cristo.
No conocemos el día ni la hora en que vendrá el fin, pero podemos observar las señales que nos rodean. El increíble aumento de la deuda mundial es sólo un indicador, pero está ahí para que cualquiera que esté prestando atención lo note.
¿Deberían estar preocupados los cristianos? No. ¿Preparados? ¡Sí!
No tenemos el poder para transformar este sistema defectuoso, pero sí podemos tomar el control de nuestras propias finanzas. Podemos prepararnos viviendo según los estándares bíblicos.
Y no es necesario que nos preocupemos.
Jesús les aseguró esto a sus seguidores en el Sermón del Monte, diciéndoles cuatro veces que no debían preocuparse por las cosas materiales (Mateo 6:25, 28, 31, 34). En cambio, les dijo que “[buscaran] primeramente el reino de Dios y su justicia” (v. 33). Éste es un buen consejo para quienes observamos los eventos mundiales.
Lo invitamos a estudiar más acerca de la economía mundial en la profecía bíblica en nuestros artículos “¿Cuál es el futuro de la economía mundial? ” e “Inflación, inestabilidad económica y profecía bíblica”.
También puede profundizar acerca de las finanzas personales según la Biblia, en la sección: “Principios fundamentales para manejar las finanzas familiares ”.
—Bill Palmer
Pentecostés es el día 16 de junio. Puede leer acerca de esta fiesta (también conocida como la fiesta de las Semanas) en Levítico 23:15-22 y en nuestro artículo “Pentecostés: Dios da su Espíritu Santo”.
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Ya que Pentecostés es un día de reposo anual, o un día santo, los miembros de la Iglesia de Dios, una Asociación Mundial (patrocinadora del sitio web de Vida, Esperanza y Verdad), lo guardan de forma similar a los sábados semanales (vea “Cómo guardar el sábado”). No trabajamos, sino que asistimos a servicios de la Iglesia dedicados a entender el significado y la importancia de esta fiesta de Dios en su plan para la humanidad. En los días de reposo anuales, también llevamos una ofrenda tal como lo indica la instrucción de Deuteronomio 16:16.
Al leer Levítico 23, notará que hay dos requisitos comunes para todos los días de reposo anuales de Dios: debemos descansar (abstenernos de nuestro trabajo regular) y debemos reunirnos en una santa convocación (tener un servicio de sábado). Algunas de las fiestas tienen otras instrucciones específicas (tales como ayunar en Expiación y comer pan sin levadura en los días de Panes Sin Levadura), pero no Pentecostés.
Guardamos este día para conmemorar el momento en el que fue dado el Espíritu Santo y la fundación de la Iglesia de Dios. Puede ver un breve resumen acerca del significado de Pentecostés y las otras seis fiestas en nuestra serie de videos “Las fiestas del Eterno”.
En la Iglesia de Dios, una Asociación Mundial, tenemos algunos miembros que viven lejos de una congregación local y no pueden asistir a servicios regularmente. Debido a esto, varias de nuestras congregaciones transmiten sus servicios de sábado y días santos en vivo a través del sitio cogwa.tv.
Observamos los días santos anuales en las fechas establecidas por Dios en el calendario hebreo. En el 2024,
He perdido la fe en la iglesia debido a los prejuicios y la hipocresía. Los cristianos hablan de la Palabra y enseñan la Palabra, pero no saben cómo ponerla en práctica. Es realmente doloroso y triste.
No es el único que experimenta su pérdida de fe con respecto a la iglesia. Un estudio del Centro de Investigación Pew publicado el 13 de septiembre del 2022 acerca del futuro de la religión en los Estados Unidos concluyó que “Desde los noventa, grandes cantidades de estadounidenses han dejado el cristianismo para unirse al creciente número de adultos norteamericanos que describen su identidad religiosa como atea, agnóstica o ‘nada en particular’”.
El estudio además predice que el porcentaje de estadounidenses que se identifica como cristiano caerá por debajo del 50 por ciento si las tendencias actuales continúan. (Puede consultar el artículo: ¿Por qué el cristianismo está en decadencia?).
Sin embargo, Jesucristo dijo que edificaría su Iglesia “y las puertas del Hades [la tumba] no prevalecerán contra ella” (Mateo 16:18). En otras palabras, la Iglesia que Cristo estableció ha existido en algún lugar del planeta desde ese entonces y sus miembros siguen practicando el verdadero cristianismo que Jesús enseñó.
Puede tener fe en que esa Iglesia aún existe. Pero la mayoría de las iglesias actuales no enseñan el cristianismo como Cristo lo hizo y, por lo tanto, no lo reconocen ni lo practican.
La mejor descripción del cristianismo en acción se encuentra en lo que conocemos como el Sermón del Monte, registrado en Mateo 5 al 7, donde Cristo explica cómo vivir según la Palabra de Dios. Si desea leer una explicación detallada de las enseñanzas de Cristo sobre este tema, lo invitamos a descargar nuestro folleto gratuito El Sermón del Monte.
Este sermón contiene las claves para vencer los prejuicios y la hipocresía, acabar con la guerra y la violencia,
Si tiene preguntas, puede enviarlas a VidaEsperanzayVerdad.org/pregunte/
restaurar relaciones, experimentar felicidad verdadera y desarrollar una relación cercana con nuestro Creador. Nuestro artículo “Cómo desenmascarar una iglesia falsa” y nuestro folleto ¿Dónde está la Iglesia que Jesucristo edificó? le ayudarán a identificar la Iglesia que Cristo fundó.
P:Tienen algunos aciertos y algunos errores [en el artículo “El rapto: ¿habrá un rapto secreto?”]. La palabra “rapto” no está en la Biblia, pero su significado es similar al del griego harpazo, que significa “arrebatar”. Tampoco creo que será un evento secreto. Las personas verán al Señor regresar con poder y gloria para llevar a su novia, la Iglesia y a los creyentes al cielo para el gran banquete de bodas. Ver Apocalipsis 19. Luego, Jesús regresará con sus santos en un caballo blanco. Estos son dos regresos separados. Uno ocurre en las nubes; el otro en el monte de los Olivos. No olviden incluir 1 Corintios 15.
R:
Sin duda el regreso de Jesucristo y los eventos relacionados son muy emocionantes. Concordamos en que el regreso de Cristo no será secreto. También concordamos en que ocurrirán muchas cosas impresionantes alrededor de su regreso, incluyendo la resurrección de los santos. Sin embargo, en la Biblia no encontramos ningún indicio de que serán dos regresos diferentes.
En Zacarías 14, Mateo 24 y otras referencias, la Biblia dice que Cristo regresará a la Tierra para establecer el Reino de Dios al mismo tiempo que los santos serán resucitados (1 Corintios 15:52; Apocalipsis 11:15; Daniel 7:13-14, 27). Los santos resucitados se unirán a los santos vivos para recibir a Cristo en el aire cuando se dirija a la Tierra. La Biblia muestra que el lugar donde Dios protegerá a sus santos durante la Gran Tribulación estará en la Tierra (Apocalipsis 12:13-17; vea nuestro artículo “Lugar de refugio”).
La palabra griega traducida como “seremos arrebatados” es harpazo, que, como explica nuestro artículo “El rapto: ¿habrá un rapto secreto? ”, significa “‘agarrar, tirar de, o tomar por la fuerza’ (Louw and Nida Greek-English Lexicon of the New Testament [Diccionario Oxford griego-inglés LSJ]). Ésta es una palabra fuerte en el griego, y hace énfasis en que la acción será repentina y forzosa.
Transmite el poder de Dios por el cual Él resucitará a los que habían muerto. En la Biblia Vulgata (latín) la frase ‘seremos arrebatados’ es traducida rapere, de la cual se deriva la palabra rapto”.
No vemos ningún conflicto entre 1 Corintios 15 y Apocalipsis 19. Cuando Cristo regrese, Él reunirá a sus fieles en las nubes para recibirlo, y luego descenderá con ellos al Monte de los Olivos para comenzar el gobierno del Reino de Dios en la Tierra.
Si desea estudiar más sobre estos temas, lo invitamos a leer nuestros artículos:
• “¿Es el rapto una enseñanza bíblica? ”
• “¿Cuándo regresará Jesucristo? ”
• “La cena de las bodas del Cordero”
P:
R:¿Cómo reconocer la diferencia entre un profeta falso y uno verdadero?
La Biblia dice que Dios habló por medio de profetas en el Antiguo Testamento y luego a través de Jesucristo (Hebreos 1:1-2) y los apóstoles en el Nuevo Testamento. Cristo específicamente advirtió que habría falsos profetas que intentarían engañar a la humanidad en el tiempo del fin (Mateo 24:24), por lo que es necesario desarrollar el discernimiento que requerimos para poder ver la diferencia entre los profetas verdaderos de Dios y los falsos. Existen cuatro preguntas básicas que podemos usar para determinar si un profeta es verdadero —si es un profeta de Dios. Podemos preguntarnos lo siguiente:
• ¿Refleja el comportamiento del profeta un carácter acorde con la voluntad de Dios?
• ¿Se cumplen sus predicciones?
• ¿Son sus palabras consistentes con las Escrituras?
• ¿Es el ministerio del profeta espiritualmente beneficioso?
Nuestro artículo “Profetas bíblicos” da una clara explicación de las características y el propósito de los profetas (pasados y futuros) mencionados en la Palabra de Dios. Además, puede leer “Profetas falsos” si desea una perspectiva educativa acerca de la manera de reconocer a los falsos profetas y permanecer firme en la verdad de Dios
¿Qué pueden hacer los justos cuando los fundamentos morales de la sociedad son destruidos?
Muchas de las bases de nuestra sociedad se están desmoronando. ¿Qué podemos hacer? ¿Cómo evitar que estos inquietantes cambios nos distraigan y cómo enfocarnos en el futuro?
Cambio.
Es una palabra simple, pero implica muchas cosas.
Dependiendo del contexto, algunos lo avalan, otros no. Algunos lo niegan, otros lo celebran.
El cambio es inevitable. A medida que crecemos y maduramos, muchas cosas cambian: nuestro cuerpo, nuestras preferencias de comida, moda y música, e incluso nuestros conceptos de familia y comunidad.
A veces el cambio ocurre a escala masiva y algunas cosas parecen cambiar de la noche a la mañana. La destrucción del templo judío en el año 70 d.C. La implosión del Imperio Romano. La caída del muro de Berlín. Todos estos eventos alteraron tradiciones, normas, expectativas y planes a gran escala.
Esto puede ser inquietante y perturbador.
Vivimos en una época de cambios grandes y significativos y la turbulencia que vemos en diferentes lugares del mundo puede generarnos incertidumbre y ansiedad. ¿Cómo deberían reaccionar los cristianos?
El dilema de David
En Salmos 11, vemos al rey David haciéndose esta pregunta. Luego de iniciar con una valiente declaración de fe, “En [el Eterno] he confiado” (Salmos 11:1), David se dirige a quienes le aconsejaban huir y esconderse.
“¿Cómo decís a mi alma, que escape al monte cual ave? Porque he aquí, los malos tienden el arco, disponen sus saetas sobre la cuerda, para asaetear en oculto a los rectos de corazón” (vv. 1-2).
La escena es desalentadora. Los enemigos estaban tramando secretamente atacar a los rectos de corazón.
Luego David hace una pregunta desgarradora: “Si fueren destruidos los fundamentos, ¿qué ha de hacer el justo?” (v. 3).
¿Cuáles fundamentos?
David no se refería a las verdades, las leyes o los mandamientos eternos, ni al carácter inmutable de Dios. Estos fundamentos no pueden ser cambiados, alterados ni destruidos.
Si bien el Salmo 11 no lo especifica, David al parecer hablaba de los fundamentos de la sociedad: las relaciones y prácticas comunales que fomentaban la cohesión, un sentido de conexión y estabilidad.
Toda sociedad o cultura tiene fundamentos y cuando esos fundamentos se debilitan, se cambian o se destruyen, los ciudadanos se ven en un dilema.
En nuestras sociedades modernas, muchos de los fundamentos compartidos se están erosionando con rapidez, especialmente en el mundo occidental. Entre ellos:
• El matrimonio y la familia. Durante milenios, la estructura familiar ha sido la base del orden social. Pero a lo largo de la historia del mundo, especialmente en la sociedad occidental, este fundamento está cambiando y siendo destruido.
• La ley y el orden. La mayoría de las civilizaciones dependen de un protocolo aceptado de ley y orden. Incluso si el sistema es imperfecto (como ocurre comúnmente en los regímenes corruptos), la población general entiende cómo se administra la justicia. Pero en gran parte de occidente, los sistemas nacionales de ley y orden se están erosionando.
• Urbanidad. Las expectativas culturales de cortesía, respeto por los padres y los mayores, y deferencia a las autoridades, están desapareciendo rápidamente de la sociedad. El tránsito vehicular violento y la vulgaridad general ilustran este declive.
• Moralidad. Muchas sociedades tienen una expectativa moral de sus ciudadanos generalmente aceptada. Pero en la práctica, conceptos como la honestidad y la integridad se están debilitando y están siendo desechados.
• El orden mundial tradicional. Muchas de las alianzas históricas que sostenían cierto grado de estabilidad están cambiando.
¿Qué pueden hacer los justos?
Si son destruidos los fundamentos, ¿qué ha de hacer el justo?
Ésta sigue siendo una pregunta relevante para los cristianos en progreso en la actualidad. Analicemos cuatro respuestas apropiadas .
1. Permanecer cerca de Dios .
Ésta debería ser una respuesta natural para los cristianos. Sin embargo, el caos, el estrés y la confusión de los tiempos pueden desestabilizar esta relación fundamental. Los sentidos físicos pueden abrumar nuestra perspectiva espiritual, como se ilustra en 2 Reyes 6:11-17. El sirviente de Eliseo se sobrecogió al ver el ejército físico que rodeaba a su pueblo; en ese momento de tensión, necesitaba y recibió un recordatorio milagroso de la presencia de Dios.
La destrucción de los fundamentos da paso a momentos de vulnerabilidad. Los cristianos pueden experimentar presión y sentirse tentados a transigir con su fe o abandonarla.
Una de las claves para navegar con éxito los tiempos cruciales en que los fundamentos se derrumban es fortalecer nuestra relación con Dios.
Esto siempre ha sido una realidad. Piense en la reacción de Ester cuando los judíos fueron amenazados con una aniquilación: “Ve y reúne a todos los judíos que se hallan en Susa, y ayunad por mí, y no comáis ni bebáis en tres días, noche y día; yo también con mis doncellas ayunaré igualmente” (Ester 4:16).
La respuesta de Ester a la destrucción de sus fundamentos fue acercarse a Dios. Esto se logra por medio de la oración, el estudio, la meditación, el ayuno y la convivencia cristiana. 2. Perseverar en la justicia .
¿Qué ha de hacer el justo?
La pregunta de David se enfoca en los justos. Los cristianos no somos perfectos en justicia, pero nuestro estilo de vida y perspectiva del mundo deberían estar alineados con los de Dios. Le invtamos a leer “Cómo ser justos” si desea más información al respecto.
Por la gracia de Dios y a través de la justicia, los cristianos en progreso pueden ser justos. Esto requiere que voluntariamente sometamos nuestros pensamientos, deseos y acciones a la voluntad y dirección de Dios.
Cristo les dijo a sus seguidores: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas
os serán añadidas” (Mateo 6:33). El contexto habla acerca de nuestras preocupaciones físicas, como protección, comida, vestido y refugio (vv. 25-32). Jesús estaba diciendo que los cristianos deben permanecer en un estado de crecimiento constante, buscando la justicia de Dios.
Satanás, el adversario de quienes siguen a Jesús (1 Pedro 5:8), intentará usar el caos y la confusión para desorientarnos, tratando de socavar la verdad, nuestra convicción y nuestra fe. En situaciones donde los fundamentos de la cultura, la sociedad y la política se destruyen, puede ser incluso más difícil practicar la justicia. Durante esos momentos difíciles y desesperanzadores, la luz de la obediencia a Dios de los cristianos parecerá más brillante y llamará más la atención. Y esa atención puede ser sobrecogedora.
Pablo les recordó a los cristianos en Roma: “No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal” (Romanos 12:21). Los fundamentos pueden desmoronarse a nuestro alrededor, pero los cristianos en progreso debemos seguir buscando la justicia 3. Esforzarse por vivir en paz con todos .
Cuando los fundamentos sociales y culturales se quiebran o desmoronan, los humanos a menudo comienzan a acusar o atacar a otros. La violencia se vuelve común. Horrores como el genocidio de Ruanda en los noventa y la constante violencia en Myanmar son ejemplos aleccionadores de lo rápido que la sociedad puede deteriorarse.
Pablo, en su carta para la congregación que vivía en Roma durante el reinado de Nerón, les recordó a los cristianos que buscaran la paz. “Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres” (Romanos 12:18).
La frase “estad en paz” implica cultivar la paz de forma constante y continua. Deberíamos facilitar la paz proactivamente: cultivar la paz, cuidando de ella y manteniéndola, crear un ambiente donde la paz pueda florecer.
Este consejo se repite en Hebreos 12:14-15: “seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios”.
A pesar de la injusticia y el mal de la sociedad, los cristianos debemos esforzarnos por tener paz. “Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres;
por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad” (1 Timoteo 2:1-2)
4. Aferrarnos a otros cristianos .
Cuando los fundamentos sociales y culturales tambalean, los cristianos deben profundizar y fortalecer sus relaciones con otros seguidores fieles de Jesucristo.
Un regalo que Jesucristo les ofrece a sus seguidores es la seguridad de la Iglesia de Dios (Mateo 16:18). Para más información acerca de la Iglesia de Dios, lo invitamos a leer nuestro folleto ¿Dónde está la Iglesia que Jesucristo edificó?
La Iglesia de Dios —descrita como el Cuerpo de Cristo— debe estar entrelazada (Efesios 4:16). Este grupo organizado de creyentes ofrece ánimo, apoyo y comunidad. Cuando los fundamentos se destruyen, los cristianos pueden beneficiarse de la estabilidad de una congregación (Hebreos 10:24-25).
Como cristianos en progreso, tenemos el deber de fomentar y hacer que crezca la convivencia cristiana. Esto implica acercarnos los unos a otros con humildad, afecto y generosidad (Romanos 12:10-13).
Los fundamentos morales se están derrumbando
Vivimos en un tiempo cuando muchas de las bases de la sociedad están siendo atacadas y, en algunos casos, destruidas. Tiempos como estos pueden ser muy difíciles y dejan vulnerable al pueblo de Dios. Si son destruidos los fundamentos, ¿qué ha de hacer el justo?
David responde esta pregunta con algunas observaciones animadoras: “[El Eterno] está en su santo templo; [el Eterno] tiene en el cielo su trono; sus ojos ven, sus párpados examinan a los hijos de los hombres” (Salmos 11:4). Debemos animarnos sabiendo que Dios es siempre fiel. La justicia vendrá por su mano (vv. 5-6).
David concluye con una visión del futuro para quienes perseveren fielmente durante los tiempos difíciles: “Porque [el Eterno] es justo, y ama la justicia; el hombre recto mirará su rostro” (v. 7).
Si desea leer más acerca del increíble futuro que Dios le ofrece a la humanidad, lo invitamos a leer “El propósito del hombre”.
Como cristianos en progreso, no nos dejemos distraer por los inquietantes cambios en la sociedad y la cultura a nuestro alrededor. En cambio, tengamos en mente estos cuatro puntos para mantener nuestro enfoque en el maravilloso futuro que Dios promete .
—Jason HydeDIOS de Maravillas de la creación
Para verte mejor
De todos los mamíferos de América, ninguno es más rápido que el antílope americano. Y aunque el guepardo de la sabana africana podría ganarle en una carrera, el antílope americano está mejor equipado para mantener sus altas velocidades por más tiempo, gracias a unas pezuñas amortiguadoras, sus huesos livianos, su pelaje hueco y su tráquea, corazón y pulmones que son muy grandes.
Los bebés antílopes americanos aprenden a caminar en sólo 30 minutos. A los cuatro días de edad, ya son más rápidos que los humanos; y en sólo una semana, más rápidos que los caballos.
Dios les dio a los antílopes americanos una visión increíble, con largas pestañas que les sirven como visores para protegerlos del sol y grandes ojos saltones que pueden ver en 320 grados y pueden divisar movimientos extremadamente pequeños a 4,5 kilómetros de distancia. Es muy difícil esconderse de un antílope americano —y una vez que le descubre, ¡es casi imposible alcanzarlo!
Fotografía: Antílope americano ( Antilocapra americana)
Fotografía por James Capo
Texto por James Capo y Jeremy Lallier
¿Cómo oró Jesús?
¿Le gustaría aprender a orar? ¿O a orar mejor? La Biblia tiene muchas instrucciones al respecto. Un excelente lugar para comenzar es el ejemplo de Jesucristo.
Poco después de que Jesús se identificara como el Señor del sábado, ocurrió un gran hito en su ministerio: el nombramiento de los 12 apóstoles. Este grupo jugaría un papel clave en el liderazgo de su Iglesia luego de su partida
Analicemos cómo los eligió Jesús:
“En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios” (Lucas 6:12, énfasis añadido).
Tras una noche de ferviente oración, Jesús bajó y nombró apóstoles a 12 de sus discípulos (vv. 13-16).
El punto que queremos destacar es: Jesús oró.
Muchos saben que Cristo dio instrucciones acerca de cómo debemos orar, incluyendo la oración modelo de Mateo 6:5-13. Pero además de estudiar las enseñanzas formales de Cristo acerca de la oración, podemos aprender mucho acerca de este tema estudiando su vida de oración personal.
¿Cómo oraba Jesucristo? ¿Qué lecciones prácticas podemos aprender de su ejemplo?
Lecciones acerca de la oración del ejemplo de Cristo
Éstas son cinco lecciones que podemos aprender al examinar la vida de oración de Jesús.
1. Jesús oraba antes de tomar decisiones importantes.
Ya vimos que Jesús estuvo orando varias horas antes de elegir a los apóstoles.
Ésta era una decisión muy importante. Esos hombres conformarían el núcleo del fundamento de su Iglesia, llevarían su mensaje al mundo y serían responsables de preservar sus palabras para las futuras generaciones.
Para elegirlos, Cristo buscó la guía y dirección del Padre. La lección para nosotros es que debemos llevar nuestras necesidades (especialmente la necesidad de sabiduría cuando enfrentamos una decisión importante) a Dios en oración. Y cuando lo hagamos, no se trata de sólo pedirle que apruebe una decisión que ya hemos tomado, sino de genuinamente pedir que nos muestre su voluntad (Mateo 6:10).
Nuestras oraciones pidiendo sabiduría deberían ir de la mano con nuestro esfuerzo por considerar la decisión desde todos los ángulos. De hecho, Dios a veces revela su voluntad haciendo evidente la mejor decisión a medida que investigamos, pensamos y evaluamos, usando el intelecto que Él nos dio.
Si desea ahondar en este aspecto lo invitamos a leer “Haga de Dios su consejero personal ”.
2. Jesús oraba en privado.
En el Sermón del Monte, Jesús enseñó que la oración debía ser principalmente en privado (Mateo 6:6). Dado que la oración es una forma de comunicación personal con Dios, orar sólo para parecer muy religiosos ante otros anula el propósito verdadero de la oración. El objetivo de orar es construir y edificar nuestra relación con Dios el Padre.
Jesús practicó lo que predicó y a menudo se alejaba de los discípulos y las multitudes para orar en privado. Aunque a veces hacía oraciones breves en público, sus oraciones más profundas, personales y prolongadas se llevaban a cabo sin que nadie se diera cuenta.
Las Escrituras dicen que a menudo oraba en la cima de una colina o en áreas aisladas, porque esos eran lugares apartados y silenciosos donde no sería interrumpido. Dado que Cristo viajaba a menudo, generalmente no tenía acceso a una habitación privada en una casa. Entonces, buscaba diferentes lugares solitarios en la naturaleza.
Tras alimentar a los 5.000 con cinco panes y dos peces, “subió al monte a orar aparte” (Mateo 14:23). Lucas añade que esto no fue algo ocasional, sino que “solía retirarse a lugares solitarios para orar” (Lucas 5:16, Nueva Versión Internacional; énfasis añadido). También usaba el tiempo solitario de la mañana para pasar un tiempo orando a su Padre (Marcos 1:35).
Dado que estas oraciones eran privadas, no sabemos sus palabras exactas. Sin embargo, su intensa oración de Juan 17 en la noche de su arresto y crucifixión nos da algunos indicios. Estudiar esta oración nos muestra un poco de la mente de Jesús y cómo se dirigía a su Padre en oración.
Si desea profundizar acerca de este tema, lo invitamos a leer “Cómo adorar a Dios en privado”.
3. Jesús le oraba al Padre.
Aunque lo hemos mencionado en los puntos anteriores, es importante notar que Jesús siempre dirigía sus oraciones al Padre. Él vivía exactamente lo que enseñaba —“ora a tu Padre que está en secreto” (Mateo 6:6, vea también el versículo 9).
Jesús nunca le oró a ningún santo muerto y nos enseñó que debemos orar al Padre en su nombre. “Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré” (Juan 14:13-14; vea también 16:23-24).
Hoy en día, los cristianos siguen su ejemplo e instrucción orando al Padre en nombre de Cristo. Jesús es nuestro Sumo Sacerdote, Mediador y Abogado para con el Padre (Romanos 8:34; 1 Timoteo 2:5; Hebreos 7:25; 1 Juan 2:1).
4. Jesús utilizó gran parte de su tiempo de oración para agradecer al Padre.
Si bien Jesús hacía peticiones cuando oraba, sus oraciones no eran sólo una lista de deseos y necesidades. Cristo tenía el hábito de expresar gratitud consistentemente.
• Antes de alimentar milagrosamente a los 5.000, hizo una pausa y dio gracias al Padre (Juan 6:11).
• En la resurrección de Lázaro, agradeció al Padre (Juan 11:41-42).
• Tras oír que sus discípulos estaban creciendo y siendo utilizados por Dios, Jesús agradeció al Padre por llamar y trabajar con esos hombres (Lucas 10:21).
El ejemplo de Cristo es la razón por la que muchos cristianos hacen una pausa para agradecer a Dios antes de cada comida. Pero además de las oraciones breves antes de comer, deberíamos dedicar una parte de nuestras oraciones privadas para darle gracias a Dios, no sólo en
general, sino también por bendiciones específicas que nos haya dado.
Si necesita más ideas acerca de cómo y qué agradecer a Dios, considere hacer un estudio de las palabras “gracias” y “acción de gracias” en el libro de Salmos. También puede serle útil nuestro artículo “Oración de gratitud ”.
5. Jesús oró por otros.
Jesús no centró sus oraciones en sí mismo, sino que oraba frecuentemente por los demás.
Por ejemplo, en la noche de su última Pascua, Jesús le advirtió a Pedro que lo negaría. Y aunque sabía que esta dolorosa negación ocurriría, Cristo compartió con nosotros algo que sucedió en el mundo espiritual: “Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo” (Lucas 22:31). Satanás quería llevar a Pedro por un oscuro camino que sería espiritualmente irreversible. Sin embargo, Cristo luego hizo un comentario acerca de sus oraciones privadas: “pero yo he rogado por ti , que tu fe no falte” (v. 32, énfasis añadido).
No conocemos los detalles de las oraciones de Jesús por Pedro, pero sí sabemos que el Padre las respondió. Incluso cuando Pedro cometió un error lamentable esa noche al negar a Jesús tres veces, él mismo se dio cuenta y se arrepintió.
También aprendemos acerca de las oraciones de Jesús por otros en su oración de Juan 17. No sólo oró por sus discípulos en ese tiempo (v. 9), sino también por quienes se añadirían a su Iglesia después (v. 20). Entonces, si usted es un verdadero discípulo de Jesús, puede estar seguro de que Él oró por usted .
Si nos estamos esforzando por orar como Jesús oró, haremos oraciones de intercesión regularmente para pedir por las necesidades de nuestros hermanos
Orar como Cristo oró
El tema de esta serie, “Andar como Él anduvo”, es la necesidad de usar la vida de Cristo como el modelo a seguir en nuestras propias vidas. La oración es un elemento fundamental para desarrollar nuestra relación con el Padre. Orar como Jesús oró es crucial en nuestro esfuerzo por . . .
Andar como Él anduvo.
—Erik JonesRíos en el fin del mundo
Aguas café verdosas fluían desde el Lago Tana hacia un río exótico y enigmático. Estas aguas comenzaban un viaje de 1.450 kilómetros desde Etiopía central, por el sur, el occidente y luego el norte, hacia Sudán, donde se unirían con otro río que fluye hacia el norte desde el Lago Victoria ¡Estábamos mirando la cabecera del río Nilo Azul!
Exploramos los tramos altos del Nilo
El Nilo Azul, llamado así por su color lodoso oscuro, se une al Nilo Blanco (cuyo nombre se debe al sedimento arcilloso que aclara su color) en Jartum para crear el gran Nilo que desemboca en el Mar Mediterráneo luego de atravesar el Delta del Nilo en Egipto.
El tramo desde el Lago Tana hasta el mar tiene aproximadamente 4.990 kilómetros. El Nilo Blanco es aún más largo, pero su hermano azul aporta 80 por ciento del agua.
Debido a los abruptos acantilados que recorre, el río no había sido cartografiado sino hasta la década de los treinta. Y las primeras personas que lo navegaron de principio a fin lo hicieron en el 2004. En otras palabras, el Nilo Azul era un misterio hasta hace poco.
Cuando nuestro avión salió del aeropuerto de Bahir Dar, quedamos impresionados con las robustas montañas alrededor del río y el cañón a través del cual fluye
Los ríos Nilo Azul y Blanco . . . y el futuro
La Biblia habla de los dos Nilos. Aunque probablemente no se conocían sus fuentes, se sabía de su existencia cuando el profeta Sofonías estaba activo en el año 600 a.C. Sofonías 3:10 dice: “De la región más allá de los
ríos de Etiopía me suplicarán; la hija de mis esparcidos traerá mi ofrenda”.
La palabra “Etiopía” aquí es un poco engañosa. La palabra hebrea original es Cush, que se refiere a un área mayor que la actual Etiopía. Ambos afluentes del Nilo estaban en el área de Cush, que representaba el final del mundo conocido hacia el sur del Israel.
El contexto de este versículo es una diáspora israelita, sobrevivientes del cautiverio tras la conquista de su nación que estaban siendo librados de la esclavitud y regresaban desde los confines del mundo conocido. Esto ocurrió en el pasado, cuando los judíos cautivos volvieron a Jerusalén en la década del 530 a.C.
Sin embargo, el contexto más amplio del libro es “el día del Eterno” (Sofonías 1:7). Por lo tanto, Sofonías se refería a eventos futuros, cuando el castigo de Dios caerá sobre los desobedientes de la Tierra, pero especialmente sobre aquellas naciones que pudieron haber tomado un mejor camino.
Cuando los seres humanos finalmente se arrepientan, Dios tendrá misericordia de ellos y los llevará a su hogar, donde vivirán bajo el maravilloso Reino de Dios (Isaías 11:1-10).
Todos, de todos los extremos la Tierra, irán a casa con paz y seguridad, incluso desde las tierras de los Nilos Azul y Blanco
Joel Meeker¿Alguna vez se ha preguntado cuál es el propósito de su vida?
Durante miles de años, la humanidad ha buscado respuestas a preguntas como “¿Cuál es el propósito de la humanidad?” y “¿Tenemos un futuro después de morir?”
¿Qué pasaría si las respuestas estuvieran allí todo el tiempo en la Palabra de Dios, la Biblia?
¡Este folleto lo guiará a través de las Escrituras para descubrir el asombroso propósito que Dios tiene para usted!