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Maravillas de la creación de Dios

DIOS de Maravillas de la creación

Un largo viaje a casa Primero lo primero: las tortugas verdes marinas no son verdes. En realidad, son de varios tonos de oliva y negro. Su nombre se debe a la capa de grasa verde que se esconde bajo sus caparazones, aparentemente producto de su dieta vegetariana. Cuando una tortuga verde marina bebé sale de su caparazón en tierra, se abalanza a las olas del océano y comienza un largo viaje de aproximadamente 2.500 kms en busca de alimento. Pero lo increíble es que, tras veinte años de estar a miles de kilómetros de su playa natal, las tortugas verdes marinas nadan de regreso al lugar exacto en el que nacieron para aparearse. Tras alcanzar la madurez, los machos hacen este viaje cada año durante sus 80 años de vida, y las hembras cada dos a cuatro años. Dios diseñó a estas tortugas con el deseo innato de lanzarse al océano, viajar a lugares completamente desconocidos para alimentarse y luego, décadas después, regresar a su lugar de nacimiento para procrear. ¿Cómo? Los científicos no saben con certeza. Es posible que las tortugas marinas bebés recuerden la exacta composición química de su lugar natal y de alguna manera sean capaces de olfatearla. Otra posibilidad es que la diminuta cantidad de magnetita que hay en sus cerebros tenga memoria del campo magnético del lugar en que nacieron y luego les sirva como brújula interna para encontrarlo. Sea como sea que Dios haya diseñado su mecanismo, estas tortugas sin duda son unas maravillas de su creación. Fotografía: tortuga verde marina (chelonia mydas) Fotografía por James Capo Texto por James Capo y Jeremy Lallier DIOS

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