DISCERNIR | SEPTIEMBRE/OCTUBRE 2024

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DISCERNIR

EL REINO DE DIOS

Falacias versus Realidades

Septiembre/Octubre 2024; Vol. 11, No. 5

DISCERNIR

Discernir es publicada cada dos meses por la Iglesia de Dios, una Asociación Mundial, como un servicio para los lectores de su sitio web, VidaEsperanzayVerdad.org.

Cada número es publicado en línea en VidaEsperanzayVerdad.org/Discernir. Nos puede contactar en discernir@vidaesperanzayverdad.org

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Editor general: León Walker; Colaboradores: María Mercedes de Hernández, Manuel Iturra, Saúl Langarica, Susana Langarica de Sepúlveda, Nashielli Melchor de Garduño, Carmen Langarica, Iván Vera.

La Iglesia de Dios, una Asociación Mundial tiene congregaciones y ministros en varios países de habla hispana. Visite iddam.org/congregaciones-en-hispanoamerica para obtener más información.

Salvo indicación contraria, las citas bíblicas son de la versión Reina-Valera, revisión de 1960.

Esta publicación no es para la venta, es un material de educación gratuito

Contenido

Columnas

3 Analice esto

Nuestra elección más importante

23 Preguntas y respuestas

Respuestas a sus preguntas bíblicas

24 Cristianismo en progreso

¿Qué dice la Biblia acerca de la persecución?

27 Maravillas de la creación de Dios Los árboles y las abejas

28 Andar como Él anduvo Jesús y el centurión romano

31 Por cierto

Le débarquement

Artículo principal

4 El Reino de Dios: falacias versus realidades

El Reino de Dios es un tema central en la Biblia, pero muchos lo pasan por alto o no lo comprenden. ¿Qué quiere Dios que sepamos acerca de su Reino?

Artículos

7 ¿Por quién votaría Jesús?

Estados Unidos está en medio de otra temporada de elecciones conflictiva. Si Cristo estuviera en la Tierra ahora, ¿por quién votaría? O deberíamos preguntar: ¿votaría en primer lugar?

10 ¿Día de Reposo Verde o el día de reposo de Dios?

Algunas personas proponen un día de reposo semanal para ayudar a sanar la Tierra. Parece una idea noble, pero ¿podría ser sólo otro remplazo del día de reposo de Dios?

14 Una perspectiva bíblica acerca del cuidado de otros “Cuidador” puede ser un término nuevo, pero esta práctica se remonta a tiempos bíblicos. ¿Qué dice la Biblia acerca de los cuidadores? ¿Cómo podemos cuidar de quienes cuidan a otros?

17 ¿Cuál es el destino de los que murieron en Pompeya?

Las excavaciones en el sitio de uno de los desastres más famosos del mundo siguen impresionando a los turistas y develando el pasado. ¿Hay un futuro para las víctimas del desastre de Pompeya?

20 Cómo el mensaje del Reino debería cambiar nuestras vidas ahora

A lo largo de su ministerio, Jesucristo predicó acerca del Reino de Dios. ¿Cómo debería ese conocimiento cambiar nuestras vidas ahora?

Nuestra elección más importante

La edición de la revista Time del 28 de diciembre del 2023, contiene un artículo que comienza con una frase impactante: “El 2024 no es sólo un año de elecciones. Probablemente es el año de elecciones”.

El artículo describe el inusual número de elecciones que se llevarán a cabo este año en “al menos 64 países (más la Unión Europea)”, lo que corresponde a la mitad de la población mundial. Muchas de esas elecciones ya han ocurrido, y ahora todas las miradas están puestas en la que podría ser la más crucial de todas: la carrera por la presidencia de los Estados Unidos.

Time describe el 2024 como el año de las elecciones debido a la posibilidad de que, en muchos países, el statu quo se altere de tal forma que la dirección del mundo podría cambiar para siempre. Los analistas de política, milicia y economía han estado observando, sopesando y prediciendo nerviosamente los trascendentales efectos que todas estas elecciones podrían tener. ¡Y algunos incluso han especulado que el futuro de la democracia podría estar en juego!

Un futuro cambio de gobierno

Al mismo tiempo, pocos están observando y en realidad pocos conocen, otra fuerza que está operando tras bambalinas cuyo destino es cambiar por completo el equilibrio de poderes en todo el mundo. No, no se trata de una teoría conspirativa extraña (aunque algunos escépticos dirán que sí). ¡Se trata del regreso de Jesucristo a la Tierra para establecer el Reino de Dios!

Ese Reino (el futuro gobierno de Dios en la Tierra) es el enfoque de esta edición de Discernir, como se destaca en los primeros dos artículos. La mayoría de las personas no sabe nada al respecto o han aceptado, sin cuestionarse, los muchos mitos y malentendidos que les han enseñado. Es increíble hasta qué punto algunas ideas contradicen las claras enseñanzas bíblicas, como explica el primer artículo.

¿Qué cree usted acerca de ese futuro gobierno, sus objetivos, su estructura y su liderazgo? Jesucristo dijo que su Reino debería ser nuestra meta principal en la vida. ¿No es entonces fundamental que entendamos de qué se trata? Además, el conocimiento de todas estas cosas no es sólo algo teórico. Como muestra el segundo artículo de esta edición, entender las verdades de ese futuro Reino puede cambiar el curso de su vida ahora, incluso antes de que Cristo regrese.

La conexión con el cuidado de otros

Luego de estos dos artículos sigue uno que a primera vista pareciera tratarse de un tema completamente diferente. Pero, si lo consideramos desde una perspectiva amplia, notaremos una conexión que nos hará reflexionar. El artículo habla acerca de la labor de cuidar a otras personas —un papel desafiante que muchos deben cumplir en diferentes etapas de la vida— y ofrece consejos prácticos tanto para las personas que están en esta situación como para otros que pueden ayudar.

¿Cuál es la conexión entre cuidar a otros y el Reino de Dios? Simplemente ésta: la promesa del regreso de Cristo es un testimonio del mayor cuidado, y el mayor Cuidador, que la humanidad ha conocido. Es un testimonio de que Dios sigue aquí y de que le importamos lo suficiente como para nunca dejarnos, a pesar de nuestro insensato rechazo hacia Él y nuestra obstinada decisión de gobernarnos a nosotros mismos (un experimento fallido épico).

Esto significa que, cuando sentimos que el mundo nos aplasta, podemos ir a Dios “echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros” (1 Pedro 5:7).

Significa que, a pesar de nuestra insignificancia —“¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él, o el hijo del hombre, para que le visites?” (Hebreos 2:6)— nuestras vidas tienen significado y propósito.

Significa que, a pesar de nuestros fatales caminos de pecado, Dios nos ama tanto que hizo algo incomprensible: entregó a su único Hijo engendrado para que seamos sanados espiritualmente y podamos tener vida eterna en su Reino.

Significa que, por su gran amor hacia nosotros, Dios intervendrá para salvar a la humanidad cuando nuestras decisiones pecaminosas creen (como Jesús advirtió) tal nivel de conflicto internacional que podríamos autodestruirnos.

Significa que Dios sigue en control.

¿Qué deberíamos concluir entonces?

Es importante que analice esto: la mayor elección que podemos hacer no tiene que ver con nuestros gobiernos nacionales, ¡sino con buscar o no el Reino de Dios primeramente!

EL REINO DE DIOS

Falacias versus Realidades

El Reino de Dios es un tema central en la Biblia, pero muchos lo pasan por alto o no lo comprenden. ¿Qué quiere Dios que sepamos acerca de su Reino?

Los términos Reino de Dios y Reino de los cielos (el nombre que Mateo usa para referirse al mismo concepto) se repiten más de 100 veces en la Biblia, aunque este tema se menciona con otras palabras en muchas más ocasiones. Sin embargo, la mayoría de las personas no le presta mucha atención al Reino de Dios. Y cuando lo han hecho, a través de los siglos, han surgido malentendidos con respecto a su significado bíblico

Falacias acerca del Reino de Dios

Según la Biblia, estas cuatro ideas acerca del Reino de Dios no son verdad:

Falacia 1: El Reino simplemente se refiere al cielo

Muchos cristianos tienen la falsa idea de que “Jesús en realidad se refiere al cielo. A menudo imaginamos que el reino de Dios es nuestro hogar eterno después de la muerte”, explica Eric Barreto (EntertheBible.org). Pero como dice el historiador Will Durant, ésta no fue la enseñanza de la Iglesia del primer siglo: “¿A qué se refería [Cristo] cuando habló del Reino? ¿A un cielo sobrenatural? Aparentemente no, porque todos los apóstoles y primeros cristianos esperaban un reino terrenal” (The Story of Civilization [La historia de la civilización], Vol. III, Caesar and Christ [César y Cristo], p. 564)

Esperaban un reino en la Tierra porque eso fue lo que Dios anunció a través de los profetas en el Antiguo Testamento (Jeremías 23:5; Miqueas 4:1-4).

Pero malinterpretar esto de una manera política e inmediata llevó a muchas personas a una falacia diferente

Falacia 2: El Reino es de este mundo

Muchos de los ciudadanos de Judea y Galilea en el primer siglo esperaban un Mesías que los librara de sus opresores romanos y restaurara la gloria del reino de Israel en su tiempo.

Pero Jesús dijo: “Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí” (Juan 18:36).

El Reino de Jesús no sería un gobierno humano establecido con política y poder militar.

Él no era un Mesías político que fuera a liderar una revuelta en contra de los gobiernos de entonces. Ningún esfuerzo humano es capaz de establecer el Reino de Dios. Como veremos, el regreso de Jesús a la Tierra y el establecimiento de su gobierno marcarán el inicio de un nuevo mundo, “el mundo venidero” (Hebreos 2:5).

Los cristianos fieles siguieron esperando con paciencia el regreso de Jesucristo. Sin embargo, a medida que la Iglesia Católica se volvió más prominente, una tercera falacia se extendió.

Falacia 3: El Reino es la Iglesia

En la teología católica surgió la idea de que “el área del reino” es aquella que está bajo “el poder y la autoridad de la iglesia” (New Bible Dictionar y [Nuevo diccionario bíblico], p. 658).

Como veremos, la Iglesia de Dios sin duda tiene un papel clave en nuestra preparación para el Reino, pero no es sinónimo del Reino

Falacia 4: El Reino está en el corazón de los hombres

“En su resistencia a la jerarquía católica romana, los reformadores hicieron un gran énfasis en la importancia espiritual e invisible del reino… Bajo la influencia de la Ilustración y el pietismo, [el reino] llegó a concebirse cada vez más en un sentido individualista; es la soberanía de la gracia y la paz en los corazones de los hombres” (ibídem).

Estas cuatro falacias, entre otras, se oponen a la verdadera enseñanza bíblica acerca del Reino de Dios

Hechos acerca del Reino de Dios

• El reino de Dios fue el mensaje central de Jesucristo. Desde el comienzo de su ministerio, el mensaje de Jesús fue el Reino de Dios (Marcos 1:14-15). Una búsqueda rápida muestra que Él predicó acerca del Reino docenas de veces. Incluso después de su resurrección, estuvo con sus discípulos 40 días “hablándoles acerca del reino de Dios” (Hechos 1:3).

• El Reino de Dios es el mensaje principal del Nuevo Testamento y de toda la Biblia.

Veamos algunos pasajes acerca del papel central del mensaje del Reino.

El libro de Hechos concluye con un resumen de las enseñanzas del apóstol Pablo: “Pablo… recibía a todos los que a él venían, predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento” (Hechos 28:30-31).

Pedro predicó acerca de “tiempos de refrigerio” y “los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo” (Hechos 3:19-21). En el Antiguo Testamento, encontramos profecías fundamentales que también mencionan la restauración de todas las cosas, como las profecías de Daniel e Isaías:

“Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre” (Daniel 2:44).

“Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos; y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra” (Isaías 2:4)

• El Reino de Dios es el evangelio —las buenas noticias (Marcos 1:14-15).

El Reino de Dios es el mensaje que la Iglesia debe proclamar (Marcos 16:15). Como dice la profecía, será “predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin” (Mateo 24:14).

• El Reino de Dios es un gobierno real, no sólo una analogía espiritual. Tendrá un territorio, súbditos, un Rey y leyes

• Se establecerá sobre todo el mundo y todas las personas.

Apocalipsis 11:15 dice: “Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos”.

(En un sentido más amplio, el Reino de Dios regirá por la eternidad sobre todo el universo, así como todo el reino espiritual. De hecho, ya lo hace y la única excepción es este mundo, que estará bajo el gobierno de Satanás por un tiempo más.)

• Su Rey será Jesucristo.

Como Cristo le dijo a Pilato: “Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz” (Juan 18:37).

• Sus leyes serán las leyes de Dios.

Las leyes morales de Dios fueron dadas para nuestro beneficio (Deuteronomio 10:13) y no han cambiado (Mateo 5:17-18). Jesús dijo que los Diez Mandamientos siguen siendo esenciales “si quieres entrar en la vida” (Mateo 19:17) —la vida eterna en su Reino. Como escribió Isaías: “de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra [del Eterno]” (Isaías 2:3).

• Satanás también tiene un reino (Lucas 11:18), opuesto al Reino de Dios.

Actualmente “el mundo entero está bajo el maligno” (1 Juan 5:19), él “engaña al mundo entero” (Apocalipsis 12:9).

Pero su reino será vencido y él será quitado cuando Jesucristo regrese a la Tierra como Rey de reyes y Señor de señores (Apocalipsis 19:16; 20:1-2)

• El Reino de Dios es lo mismo que el Reino de los cielos. Cuando Marcos y Lucas escribieron “reino de Dios”, Mateo a menudo usó “reino de los cielos” en las escrituras paralelas (vea, por ejemplo, Marcos 4:3031; Lucas 13:18-19; Mateo 13:31).

• El Reino de Dios requie re de arrepenti miento —cambio.

po se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evan gelio” (Marcos 1:15).

Dios quiere que dejemos de hacer las cosas que han conducido a los problemas de este mundo y en cam bio vivamos de la forma que Él diseñó para nuestro bienestar. Lo invitamos a consultar nuestro artículo en línea “¿Qué es el arrepentimiento? ”.

• Dios quiere que “[busquemos] primeramente el reino de Dios y su justicia” (Mateo 6:33).

Esto implica anticipar con gran anhelo el regreso de Jesucristo y vivir según las leyes del Reino ahora. Implica esforzarnos por predicar las buenas noticias del Reino y hacer todo lo posible para prepararnos para ese futuro maravilloso

• Dios quiere que pidamos en oración “Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra” (Mateo 6:10).

El Reino de Dios será la solución real a los problemas y males incurables de esta era. Deberíamos esforzarnos por hacer la voluntad de Dios ahora y anhelar el día en que todos los seres humanos aprenderán a hacer lo mismo.

“Reino de Dios” y “Reino de los cielos” son términos sinónimos. (Vea más en nuesEl reino

Cuando todos los seres humanos hayan recibido la oportunidad de convertirse en hijos espirituales de Dios, el Reino traerá una nueva tierra y nuevos cielos incluso mejores: “...ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron” (Apocalipsis 21:4).

“Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite” (Isaías 9:7). Cuando el Reino de Dios se manifieste totalmente, de una forma espiritual y eterna, será algo muy superior a lo que podríamos imaginar en el ámbito físico.

¡Que venga pronto ese día!

Si desea saber más acerca de este tema esencial, lo invitamos a descargar nuestros folletos gratuitos El misterio del Reino y El mundo que vendrá: Cómo será

Estados Unidos está en medio de otra temporada conflictiva de elecciones. Si Cristo estuviera en la Tierra ahora, ¿por quién votaría? O deberíamos preguntar: ¿votaría en primer lugar?

¿POR QUIÉN

VOTARÍA

JESÚS?

Cada cuatro años, Estados Unidos elige un nuevo presidente, probablemente el puesto político más poderoso del mundo. Pero el dividido panorama político parece ser cada vez menos civilizado y más propenso a la violencia

El 2024 ha sido un año de varias elecciones importantes alrededor del mundo. A principios de junio, los ciudadanos de 27 países de la UE eligieron a los nuevos miembros del parlamento europeo. El Reino Unido, México, India, Indonesia, Taiwán, Rusia y muchos otros países también tuvieron elecciones.

¿Fomentarán los ganadores la unidad en sus países y gobernarán efectivamente? ¿Cumplirán sus promesas?

¿Aceptarán con gracia su derrota los demás candidatos? ¿Serán las próximas elecciones violentas?

Otra pregunta que vale la pena hacernos es: ¿deberían los cristianos involucrarse en la política?

¿Por quién votaría Jesús?

Si Cristo estuviera en la Tierra hoy, ¿por quién votaría? ¿Votaría? ¿Apoyaría a algún partido?

Para responder estas preguntas, debemos analizar la perspectiva de Cristo en cuanto a la política y el gobierno de su tiempo en el primer siglo.

1. Jesús enseñó que éste no es el mundo de Dios . . . aún.

Muchas personas ven en sus países problemas serios, como el deterioro moral, la economía inestable, la inflación, la política internacional, los líderes corruptos, la inmigración, el crimen, etcétera.

Pero la mayoría de estos problemas no son exclusivos del siglo XXI. Jesús vivió en un mundo que también tenía muchas dificultades, incluyendo una moralidad decadente (Mateo 16:4), pobreza (Mateo 26:11), corrupción (Marcos 6:16-29; 11:17-18) y controversia en torno al pago de impuestos (Mateo 22:17). Sin embargo, Él no vino para solucionar todos esos problemas sociales. Cristo ayudó a quienes entraron en contacto con Él, pero no movilizó a sus seguidores para arreglar los problemas de su país o el mundo.

Algunos pensaron erróneamente que había venido para derrocar a Roma y restaurar un reino judío independiente que solucionaría todo (Hechos 1:6). Pero Cristo rechazó esa idea. Su primera venida no tenía el propósito de solucionar los muchos problemas de la humanidad, porque éste no era su mundo, aún

Cuando Jesús se enfrentó a Satanás en el desierto, Satanás ofreció darle autoridad inmediata sobre “todos los reinos de la tierra” a cambio de que lo adorara (Lucas 4:5-7). Cristo rechazó la tentación, pero no negó la capacidad de Satanás para hacer esa oferta. Satanás tenía esa autoridad. Por ahora “el mundo entero está bajo el maligno” (1 Juan 5:19). Pero cuando Cristo regrese, la autoridad de Satanás le será quitada por la fuerza (Juan 12:31; Apocalipsis 20:1-3).

Si Cristo estuviera en la Tierra ahora, reconocería que ningún candidato o movimiento puede arreglar los pro-

blemas de nuestros países. No hay manera de arreglar nuestro mundo. En cambio, se enfocaría en la causa de esos problemas, pero su solución no sería un partido político

2. Cristo no se involucró en la política del primer siglo.

Cristo no vivió en un sistema democrático. Roma gobernaba Judea y la administraba como una provincia a través de los reyes y procuradores (gobernadores) herodianos. ¡Pero eso no significa que en Judea no había política! Los Evangelios relatan que la sociedad en que Jesús vivió estaba muy politizada; varios partidos competían por influencia política y religiosa.

Algunas de las facciones religiosas prominentes de Judea en el primer siglo eran los fariseos (una secta judía ultra estricta que controlaba las sinagogas), los saduceos (un partido dominado por la élite sacerdotal, asociado con el templo), los herodianos (un grupo político que apoyaba la colaboración de la dinastía herodiana con Roma) y los zelotes (un grupo radical que se oponía violentamente al gobierno romano).

Jesús vivía en una sociedad donde existían ideologías políticas desde conservadoras hasta moderadas y radicales. ¿De qué lado estaba entonces?

De ninguno.

El nuevo Testamento muestra que Jesús era apolítico. Nunca se unió a un partido ni apoyó sus plataformas. Corrigió las ideas religiosas erradas de estos grupos, pero les enseñó a sus discípulos a respetar su autoridad (Mateo 23:1-3).

Y así como no se alineó con los partidos de su época, si Jesús estuviera aquí ahora, no se alinearía con ningún partido o movimiento político. En cambio, dedicaría su tiempo a “los negocios de [su] Padre ” (Lucas 2:49).

3. Cristo promovía la buena educación cívica, no la política.

Jesús tuvo la oportunidad de promover un cambio político y desafiar la estructura de poder de su país. En una ocasión, un grupo de fariseos le preguntó acerca del controversial tema de los impuestos: “Dinos, pues, qué te parece: ¿Es lícito dar tributo a César, o no?” (Mateo 22:17).

Los judíos estaban resentidos por los impuestos que les cobraban Herodes y Roma, Cristo tuvo la oportunidad de expresar una opinión política cuando le preguntaron acerca de esto. Pudo haberse quejado de los

impuestos o expresado su deseo de que proveyeran más beneficios, en cambio respondió: “Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios” (v. 21). Esta respuesta dejó a sus enemigos sin palabras. Jesús no apoyó ni se quejó de los impuestos. En lugar de eso, les enseñó que todos debemos cumplir con nuestros deberes civiles con el gobierno y nuestros deberes espirituales con Dios.

Años más tarde, el apóstol Pedro volvió a hacer énfasis en la enseñanza de que los cristianos deberían estar sujetos “a las autoridades superiores” (Romanos 13:1).

Y el apóstol Pedro, quien antes había intentado oponerse con violencia al arresto de Jesús (Mateo 26:51-52; Juan 18:10), más tarde escribió que los cristianos deberían respetar y someterse a la autoridad civil, porque es “la voluntad de Dios” (1 Pedro 2:13-17).

La perspectiva de Jesús sería la misma en la actualidad (Hebreos 13:8). En lugar de movilizar a sus seguidores, Él pagó sus impuestos, obedeció las leyes que no contradecían a las de Dios y respetó a la autoridad civil.

4. Jesús representaba un gobierno diferente.

Cuando Jesús fue enjuiciado para saber si merecía la pena de muerte, Poncio Pilato le preguntó: “¿Eres tú el Rey de los judíos? ” (Juan 18:33). Sus enemigos lo acusaban de amenazar a Roma autodeclarándose el Mesías.

Su respuesta ilustra la forma en que los cristianos deberíamos ver el mundo: “Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí” (v. 36).

Esta respuesta nos muestra el porqué de todos los puntos anteriores. Ésa es la razón por la que Cristo no apoyó los partidos políticos de su época y por la que fomentaba la educación cívica, pero no la participación política. Es la razón por la que dijo que sus seguidores “No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo” (Juan 17:16).

Jesús representaba un gobierno que no es de este mundo; representaba un Reino que ahora está en el cielo —donde tiene su trono al lado de Dios el Padre. En lugar de involucrarse en la política de este mundo, los cristianos son leales a ese mismo Reino; saben que su “ciudadanía está en los cielos” y esperan por el regreso de Cristo y el establecimiento de su gobierno en la Tie -

rra (Filipenses 3:20). Por lo tanto, los cristianos interactúan con este mundo como embajadores

Un embajador representa a su país en tierras lejanas. Obedece las leyes de esa Tierra, pero no participa en su política.

Si Jesús estuviera en la Tierra ahora, sería un buen ciudadano, pero su lealtad sería hacia el Reino de Dios, y se comportaría como un embajador.

5. El objetivo de Jesús era proclamar un nuevo gobierno, no influir en el actual.

Los Evangelios muestran a Cristo “predicando el evangelio del reino de Dios” (Marcos 1:14) y enseñando a sus seguidores a “[buscar] primeramente el reino de Dios” (Mateo 6:33).

Un reino es un gobierno liderado por un rey, en un territorio, con leyes y súbditos. Entonces, el Reino de Dios es el gobierno liderado por Dios el Padre y Jesucristo; su dominio está en el cielo ahora, pero la Biblia enseña que descenderá a la Tierra en el futuro.

Cuando Cristo regrese, todos los gobiernos humanos (las democracias, las dictaduras y toda forma de gobierno) serán reemplazados por el Reino de Jesús: “Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos” (Apocalipsis 11:15).

Si Cristo estuviera aquí ahora, su enfoque sería proclamar las buenas noticias de ese Reino (Lucas 4:43). Así como se rehusó a involucrarse en la política de su tiempo, su objetivo ahora sería pregonar las soluciones a nuestros problemas nacionales y globales —soluciones que trascienden la política

Por qué somos apolíticos

De la misma forma, Discernir intenta permanecer fuera de la política partidista. Dado que los problemas de la humanidad son esencialmente de naturaleza espiritual, nuestro objetivo es proclamar soluciones espirituales. La solución definitiva es el mismo mensaje que Cristo predicó hace 2.000 años: ¡el evangelio del Reino de Dios!

Entonces, es muy claro por quién votaría Jesús: No votaría por ninguno de los candidatos y, de hecho, no votaría.

Para ahondar en este tema, lo invitamos a ver nuestro artículo en línea “La política de Jesús”.

—Erik Jones

Día de Reposo Verde o el día de reposo de Dios? ¿

Algunas personas proponen un día de reposo semanal para ayudar a sanar la Tierra. Parece una idea noble, pero ¿podría ser sólo otro remplazo del día de reposo de Dios?

a escuchado hablar acerca del Green Sabbath Project [Proyecto del Día de Reposo Verde]?

la página inicial de su sitio web, se encontrará con estas palabras:

¿No puedes hacer nada por el medio ambiente?

“Nada puede ser una de las mejores cosas que puedes hacer ” . “ Un día a la semana. Hacer nada ” .

“ Tómate un día de la semana para descansar. Haz que sea un verdadero shabat. Por ti. Por la Tierra ” .

“No conduzcas. No compres. No construyas ” “Sal a caminar. Come con amigos. Juega o lee con los chicos. Canta. Medita ” .

Un movimiento similar se llama Earth Sabbath [Día de Reposo de la Tierra], y en su sitio web afirma :

“Dele a la Tierra un descanso un día a la semana, cada semana, o una mañana, una tarde, incluso una hora”. El mundo actual no es tan religioso como el de generaciones pasadas, así que ésta puede parecer una idea noble. Pero para cualquiera que entiende la Biblia, es más bien una reinvención del sábado que Dios creó para una audiencia secular, con el enfoque de salvar la Tierra, no de acer -

“Un verdadero shabat ” dice el sitio web. Pero en realidad, este proyecto no tiene nada que ver con el sábado verdadero y demuestra la gran ignorancia que hoy en día existe acerca del día de reposo.

¿Qué dice la Biblia acerca del día de reposo verdadero? ¿Cómo se creó? ¿Cuál es su propósito? ¿Y cómo será el futuro de quienes se esfuercen por guardarlo?

El día de reposo bíblico es el séptimo día de la semana

Quizá haya escuchado a alguien decir: “El domingo es mi día de reposo” o “Yo adoro a Dios todos los días”. Esta idea implica que ningún día es especial, todos los días son iguales.

Pero ¿es eso verdad?

La primera mención del día de reposo en la Biblia se encuentra en sus primeras páginas. Cuando Dios terminó la creación, descansó en el séptimo día, bendiciéndolo y santificándolo (es decir, apartándolo para un propósito santo). El relato de la creación muestra que un “día” bíblico comienza y termina con la puesta de sol (Génesis 1:5, 8, 13, 19, 23, 31; compare Levítico 23:32).

Más tarde, en el cuarto de los Diez Mandamientos, Dios ordenó la observancia del séptimo día como el día de reposo (Éxodo 20:10; Deuteronomio 5:14).

El séptimo día comienza el viernes a la puesta de sol y termina el sábado a la puesta de sol. Esto no es nada nuevo para los cristianos que guardan el sábado ni para los judíos, pero muchas personas no lo saben.

Sin embargo, como ha ocurrido con muchas de las cosas de Dios, los seres humanos comenzaron a cambiar los días. En la actualidad, la mayoría ha adoptado la tradición romana de comenzar los días a la medianoche en lugar de a la puesta de sol como indica la Biblia (Génesis 1:5; Levítico 23:32).

¡Y la semana también se ha confundido! Dependiendo de la cultura y religión, el primer día de la semana puede ser el sábado, el domingo o el lunes en los diferentes calendarios del mundo.

Pero, sin importar cuánto los humanos se alejen de las definiciones bíblicas del día o la semana, Dios nunca ha cambiado ni les ha dado autoridad para cambiar el ciclo de siete días establecido en Génesis, que continúa intacto hasta hoy. El día de reposo de Dios siempre ha sido y será el séptimo día de la semana, desde la puesta de sol del viernes hasta la puesta de sol del sábado.

Pero, ¿cuál es el propósito del día de reposo? ¿Por qué lo estableció Dios?

En el sábado, descansamos de nuestro trabajo

En el Cuarto Mandamiento, Dios dice: “Acuérdate del día de reposo para santificarlo” (Éxodo 20:8) y explica que, al hacerlo, seguimos su ejemplo en la creación, cuando trabajó seis días y descansó el séptimo (Éxodo 20:11).

El relato de Génesis dice que “[Dios] reposó el día séptimo de toda la obra que hizo” (2:2). La palabra “reposo” en hebreo es shâbath , un verbo que es raíz de la palabra “sábado”, que significa detenerse, dejar de trabajar, cesar la labor. Dios cesó de su trabajo en el séptimo día como un ejemplo para que nosotros hagamos lo mismo.

Una idea común en la actualidad (similar a lo que promueve el proyecto Día de Reposo Verde) es que guardar el día de reposo es simplemente tomarse un descanso —apartar tiempo sólo para relajarse. Quienes tienen una perspectiva religiosa tal vez crean que deben ir a la iglesia en ese día, pero pasan el resto del tiempo haciendo sus cosas —recreándose, llevando a cabo tareas personales, etcétera.

¿Era ésa la intención de Dios? Para nada.

Dios apartó el sábado con un propósito especial. En lugar de cumplir nuestros propios deseos y buscar nuestro placer, debemos deleitarnos en el camino de Dios, adorarlo y hacer lo que a Él le agrada (Isaías 58:1314). Para descubrir más acerca de esto, le invitamos a leer “ El día de reposo: un día de refrigerio”.

Someterse a la autoridad de Dios

Pero queda una pregunta básica: ¿puede un humano, un gobierno o incluso una institución religiosa cambiar el día de reposo a otro día?

La Iglesia Católica Romana, por ejemplo, dice que tiene la autoridad para cambiar el día de reposo al domingo. Su respuesta a la pregunta "¿Por qué motivo, para los cristianos, el sábado ha sido sustituido por el domingo?”, es:

“Para los cristianos, el sábado ha sido sustituido por el domingo, porque éste es el día de la resurrección de Cristo. Como ‘primer día de la semana’ (Marcos 16:2), recuerda la primera creación; como ‘octavo día’, que sigue al sábado, significa la nueva creación inaugurada con la resurrección de Cristo. Es considerado, así, por los cristianos como el primero de todos los días y de todas las fiestas: el día del Señor, en el que Jesús, con su Pascua, lleva a cumplimiento la verdad espiritual del sábado judío y anuncia el descanso eterno del hombre en Dios” (vatican.va).

Si leemos esto con detenimiento, notaremos que, aunque se cita una escritura que menciona el “primer día de la semana”, no se presenta ningún respaldo bíblico que autorice cambiar el día que Dios estableció y ordenó que guardemos como santo. El razonamiento no tiene respaldo en las Escrituras, es un razonamiento meramente humano.

De hecho, la explicación comienza con la suposición de que Jesucristo murió en sábado y fue resucitado en domingo, pero la Biblia demuestra que eso es falso. En realidad, Jesús murió al final del día de la Pascua, un miércoles por la tarde ese año, y fue resucitado un sábado por la tarde, exactamente tres días y tres noches después. Si desea comprobar esto lo invitamos a leer “¿Cómo se cuentan tres días y tres noches? ”.

Pero debemos analizar la premisa base: ¿le dio Dios a la Iglesia Católica la autoridad para cambiar el día que Él estableció para adorarlo cada semana?

Es interesante que los católicos son bastante honestos al respecto y afirman de una forma directa su creencia de que Dios le dio a la Iglesia Católica la autoridad para hacer cambios doctrinales —incluyendo cambiar el día de reposo al domingo— incluso si estos se oponen a la Biblia. (Para estudiar lo que la Biblia dice acerca de esta interpretación, le invitamos a leer “¿Sobre qué roca edificó Cristo su Iglesia?”.)

Este cambio ocurrió cerca de 300 años después de la muerte de Jesús. Antes de eso, la Iglesia seguía guardando el sábado. Pero cuando el emperador Constantino comenzó a convertirse del paganismo, ejerció su poder en el Concilio de Nicea (325 d.C.) para que la Iglesia Católica institucionalizara el cambio del sábado al “venerable día del sol [domingo, Sunday en inglés]”.

Más tarde, en el Concilio de Laodicea como una estrategia abiertamente antisemítica, la Iglesia Católica prohibió la observancia del sábado, diciendo: “Los cristianos no deben judaizar guardando el sábado, sino que deben trabajar ese día y descansar el domingo. Pero si se encuentra a alguien judaizando, sea anatema de Cristo” (Canon XXIX).

¡Qué extraño que, 300 años después de la muerte de Cristo, quienes honraron el hecho de que Jesús es “Señor aun del día de reposo” (Marcos 2:28) serían acusados por las autoridades religiosas que decían representarlo!

Solamente Cristo tiene autoridad acerca del día de reposo y ninguna persona u organización tiene el derecho de cambiar el día que Dios santificó y apartó.

Cuando guardamos el sábado de Dios, nos sometemos a su autoridad. Pero si reemplazamos el sábado por el

domingo o cualquier otro día como día de adoración, nos estamos sometiendo a la autoridad del hombre

Un falso día de reposo

Cualquier día de reposo que no sea el séptimo día de la semana es falso. ¿Estamos viendo señales de nuevos esfuerzos por crear un falso día de reposo que podría crear conflictos para quienes quieren guardar el verdadero sábado de Dios?

En enero del 2024, un artículo del Washington Post en la sección del clima titulado “Why Reviving a 2,600-Year-Old Spiritual Practice Made My Life Better,” [“Por qué revivir una práctica espiritual de 2.600 años mejoró mi vida”] mencionó un comentario del papa Francisco acerca del “domingo en su ‘Laudato Si’ 2015, una encíclica acerca del cuidado del mundo natural. No descansar es malo no sólo para el alma, dice, sino también para la Tierra. El constante impulso de producir y consumir está acabando con nuestros recursos naturales y nos impide tratar al mundo vivo y unos a otros con dignidad y respeto. El día de reposo nos obliga a considerar cómo pasamos todos nuestros días.

“Tanto el propósito del domingo como el del sábado judío es sanar nuestras relaciones con Dios, nosotros mismos, los demás y el mundo”.

El papa Francisco estaba expandiendo la perspectiva acerca de la enseñanza católica en cuanto a la santidad del domingo, intentando darle un nuevo significado para una audiencia moderna en la era secular. Antes de las últimas charlas climáticas, también escribió: “El mundo en el que vivimos está colapsando y podría estar acercándose a un punto de quiebre”. Su intención era infundir un sentimiento de urgencia por hacer algo al respecto. El Proyecto Día de Reposo Verde podría ser un ejemplo de estos esfuerzos.

Otras tendencias recientes también muestran un enfoque renovado en la santidad del domingo. En Alemania, la cadena de supermercados Tegut enfrentó oposición legal por operar los siete días de la semana. El caso terminó en una corte alemana, donde se determinó que Tegut violaba la ley del país acerca del domingo al permanecer abierto en ese día.

Irónicamente, la tienda no requería que ninguno de sus trabajadores estuviera presente. Es un supermercado cien por ciento automatizado en el que los trabajadores reponen mercancía durante la semana. Un miembro de la administración, Thomas Stäb argumentó que las tiendas son “básicamente dispensadores en los que se puede

caminar”. Sin embargo, en abril del 2024 una corte alemana determinó que violaban la ley acerca del domingo. The Daily Mail tituló su reporte de la historia “Even Shop Robots Should Have Sundays Off, German Court Rules as It Says Automated Supermarkets Must Close on the Seventh Day ” [“Incluso los robots deberían tener el domingo libre, determina una corte alemana al decir que los supermercados automatizados deben cerrar en el séptimo día”]. (Por supuesto, este titular confunde el domingo con el séptimo día de la semana.)

Muchos otros países europeos también le dan al domingo un estatus protegido. Algunos permiten que las empresas requieran a sus empleados trabajar seis días a la semana, con el domingo como el día libre obligado. Pero estas leyes tienen poco que ver con la religión (a pesar de que la imposición del domingo como día libre se basa en siglos de una ley religiosa). El requisito de trabajar seis días a la semana tiene más que ver con necesidades económicas. Por ejemplo, como parte de su rescate para Grecia en el 2012, los acreedores de la eurozona presionaron al país para que permitiera una semana de trabajo de seis días con el fin de mejorar su condición económica.

A la luz de las profecías del tiempo del fin , deberíamos estar atentos a dos fuerzas paralelas. La primera es la promoción de un día de reposo (el domingo, por supuesto) como táctica para salvar el medio ambiente; la segunda es la estrategia económica de una semana de trabajo de seis días (incluyendo el sábado).

Fuerzas similares estaban en juego en el Imperio Romano cuando el emperador Constantino estableció la santidad del domingo en el año 321 d.C., diciendo: “En el venerable día del sol, que los magistrados y las personas que residen en las ciudades descansen, y que los negocios estén cerrados”. Con el peso del imperio respaldando a la Iglesia Católica, los cristianos se vieron obligados a escapar o enfrentar la persecución.

¿Veremos en el futuro crecientes presiones para quienes guardan el mandamiento del día de reposo de Dios, no sólo por parte de fuerzas religiosas, sino también de seculares? ¡Esté atento!

Si desea profundizar en este tema, le invitamos a leer :

• ¿Cómo y cuándo fue reemplazado el sábado por el domingo como día de adoración?

• ¿Por qué se promueve la legislación dominical europea?

• La profecía de la restauración de todas las cosas

• La marca de la bestia

—Isaac Khalil

"Cuidador” es un término que se ha vuelto familiar en los últimos 30 años. Actualmente, en los Estados Unidos hay más de 50 millones de personas dedicadas al cuidado de alguien más —la mayoría familiares no remunerados. Y a medida que nuestra población envejece, la necesidad de cuidadores seguirá aumentando. Si a usted aún no le ha tocado, hay una gran probabilidad de que algún día alguien necesite de su cuidado

Pero si bien este término es bastante reciente, cuidar de otras personas es una práctica tan antigua como la Biblia. Las Escrituras mencionan a varias personas que hoy en día serían consideradas cuidadores.

Rut cuida de Noemí

Un claro ejemplo se encuentra en el libro de Rut.

Luego de que su esposo e hijos murieran, Noemí, desanimada y al parecer sin manera de sostenerse económicamente, decidió regresar a Israel. Animó a sus nueras a regresar a sus propias familias en Moab, así que Orfa se despidió de su suegra; pero Rut se negó a dejarla.

Noemí intentó convencer a Rut de que volviera a su pueblo. Pero ella le dijo que ya había tomado una decisión y se quedaría con ella a pesar de que su futuro era incierto. No sabía qué esperar, pero estaba lista para ayudar a su suegra viuda. Sus palabras de amor y dedicación registradas en Rut 1:14-17 son muy conmovedoras.

Intente ponerse en el lugar de Rut. Su vida se había derrumbado y estaba pensando en irse a un país extraño para ayudar a su suegra. No conocía la cultura ni las tradiciones, no tenía familia y no conocía a nadie ahí. ¿Cuántos de nosotros haríamos algo así?

Rut probablemente esperaba ser una viuda en un país extraño por el resto de su vida. Pero Dios tenía otros planes para ella. Sin embargo, Rut permaneció dedicada al cuidado de Noemí incluso después de que Dios la uniera con Booz.

Otras personas notaron la bendición que el cuidado de Rut era para Noemí y le decían: “tu nuera, que te ama, lo ha dado a luz; y ella es de más valor para ti que siete hijos” (Rut 4:15).

Cuidar a alguien más requiere de amor y dedicación por el bienestar de la persona. Como Rut, a veces los cuidadores tienen que poner su propia comodidad en segundo lugar, después de las necesidades de otros.

Veamos algunos ejemplos más en el Nuevo Testamento.

El apóstol Juan y la madre de Jesús

La muerte de Jesús se acercaba. Cuando estaba en la cruz, miró hacia abajo, a los ojos de su madre y probablemente vio en ella tristeza e incertidumbre. Al parecer, su esposo José había muerto hace tiempo.

Luego Jesús miró a Juan y le dijo a María: “Mujer, he ahí tu hijo”.

Después se dirigió al apóstol: “He ahí tu madre” (Juan 19:26-27).

Juan cuidó de María desde ese día hasta su muerte.

Una perspectiva bíblica acerca del cuidado otros

“Cuidador” puede ser un término nuevo, pero esta práctica se remonta a tiempos bíblicos. ¿Qué dice la Biblia acerca de los cuidadores? ¿Cómo podemos cuidar de quienes cuidan a otros?

perspectiva acerca cuidado de

Cristo dio el ejemplo perfecto de preocuparse más por los demás que por sí mismo. Estando crucificado y a punto de morir, se preocupó por el cuidado de su madre. Jesús conocía el carácter de Juan, su amor y su dedicación al deber y no tenía duda de que él cuidaría bien de María .

Otros

ejemplos bíblicos de cuidadores

Veamos más ejemplos de cuidadores en el Nuevo Testamento.

• En una de las parábolas de Jesús, un samaritano se encontró con un hombre que había sido asaltado, herido y dado por muerto. El samaritano pospuso lo que estaba haciendo, limpió y curó las heridas del hombre, lo llevó a una posada y cuidó de él (Lucas 10:33-35). Aunque era un completo extraño, fue movido a un amor compasivo.

• Lucas 5:18-19 relata la historia de un paralítico. Sus cuidadores lo llevaron a ver a Cristo y, cuando no pudieron acercase debido a la multitud, lo subieron al techo, movieron algunas tejas y lo bajaron para que Cristo lo sanara. Los amigos de este hombre necesitado demostraron una gran dedicación e ingenio para cuidar de él.

• En Hechos 3:1-3 leemos acerca de un hombre cojo de nacimiento a quien llevaban a la puerta del templo todos los días. Éste sin duda es un caso de cuidado que llevaron a cabo por mucho tiempo.

Una labor de amor

Es posible que muchos de los lectores estén a cargo del cuidado de alguien actualmente. Si ése es su caso, cada día entrega su vida y pospone sus planes personales para cuidar de un familiar o un amigo. Sabe lo difícil y estresante que es cuidar de alguien más. Muchas gracias por su labor de amor.

En Juan 15:13, Cristo dijo: “Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos”. Quienes cuidan de otros, ponen su vida por ellos cada día.

La mayoría de los cuidadores no busca elogios o reconocimiento. Hacen el trabajo porque se preocupan genuinamente por quien necesita ayuda

Cuidar de quienes cuidan a otros

¿Qué podemos hacer nosotros, quienes no somos cuidadores ahora, para reconocer y ayudar a quienes dedican su tiempo al cuidado de alguien más?

En Gálatas 6:2, Pablo nos anima a llevar las cargas unos de otros. Hay muchas maneras de hacer esto, pero primero, necesitamos reconocer la carga que llevan los cuidadores y no olvidarla.

Pablo también escribió: “servíos por amor los unos a los otros” (Gálatas 5:13). Una buena forma de servir es cuidar de quienes cui -

dan de otros —ayudarles a llevar su carga, que a veces puede ser muy pesada

Cómo ayudar a quienes cuidan de otros

Éstas son seis maneras en que podemos dar a los cuidadores el apoyo que necesitan:

1. Reconocerlos y expresar gratitud. ¿Cuántas veces ha elogiado y agradecido a un cuidador por su labor de amor? Puede enviarle una nota o llamar —o simplemente ofrecer una palabra amable cuando se encuentra con él. Además de palabras de gratitud, considere darle un regalo práctico, como una comida preparada, galletas o algo más que pueda usar y disfrutar.

2. Ofrezca ayuda cuando surja la oportunidad. Por ejemplo, podría llevar a la persona que necesita ayuda al baño o a su automóvil cuando sea necesario. Podría ofrecerse para ir por un tentempié o refrigerio. Cualquier cosa que pueda aliviar al cuidador puede ser útil, incluso si es sólo por unos minutos.

3. Conozca más a la persona y sus necesidades. Observe cómo el cuidador hace las cosas. Luego, cuando lo acepte, ofrezca ayuda para darle un poco de tiempo libre. Tal vez puede ayudar dos o tres horas al mes para darle al cuidador un descanso.

Al principio, la persona puede resistirse a su ofrecimiento. Los cuidadores están dedicados a la persona a quien sirven y pueden pensar que nadie más hará bien el trabajo. Esto puede ser verdad, pero aún así un cuidador necesita tener tiempo para sí mismo.

El cuidador también podría sentirse culpable por tomarse un tiempo, incluso si es sólo una o dos horas. Sea paciente y asegúrele que no está tratando de quitarle su papel, sólo quiere ayudarle a tomarse un merecido descanso y darle tiempo para sus cosas.

Cuidar de otra persona puede ser extremadamente estresante a largo plazo. Especialmente en casos de demencia o Alzheimer, el agotamiento de los cuidadores es un problema real .

4. Llame o visite al cuidador ocasionalmente. Un mensaje de texto o una tarjeta pueden ser muy apreciados. Cuidar de otra persona puede ser un trabajo muy solitario. Especialmente en casos de demencia, los cuidadores pueden desear hablar con alguien más. Incluso un poco de conversación y estimulación intelectual pueden ser muy útiles. Si va de visita,

ofrezca llevar almuerzo o un tentempié para que la persona no tenga la carga extra de cuidar de usted durante su visita.

5. Ore específicamente para que Dios le dé fuerza y ánimo al cuidador. Si las conoce, pídale a Dios por las necesidades específicas de la persona

6. Supere sus miedos y preocupaciones acerca de su capacidad de ayudar. Especialmente en casos de demencia o Alzheimer, usted podría tener aprehensiones acerca de lo que podría ocurrir. La conducta y “conversación” de quienes están perdiendo la memoria y la función normal de su mente pueden parecer extrañas. También es posible que hagan una escena, lo cual puede incomodar a las personas alrededor. Es bueno recordar que la persona que necesita cuidado no es diferente al resto de nosotros y probablemente apreciará su amistad y preocupación. Un cristiano con problemas de salud —ya sea cáncer, problemas al corazón, una discapacidad o demencia— sigue siendo un hermano o hermana. Las personas que sufren de demencia aún pueden disfrutar de conversaciones con amigos, incluso si la conversación tiene poco sentido o no puedan recordar sus nombres .

Mostrar amor y compasión

Cristo dijo que una de las cualidades que identifican a sus discípulos es el amor de unos por otros (Juan 13:34-35). Cuidar de quienes cuidan a otros puede ser una forma de expresar amor y servir, que a menudo pasamos por alto.

Pablo nos anima a no buscar sólo nuestros propios intereses sino también los de otros (Filipenses 2:4). ¿Qué tan activo es su ejemplo en cuanto al cuidado de otros? Ésta es una de las formas en que podemos aplicar la instrucción bíblica de ser un “sacrificio vivo” (Romanos 12:1).

Pedro nos dice: “Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos” (1 Pedro 3:8). La compasión requiere de acción y todos podemos actuar ayudando a quienes necesitan ayuda —y también a quienes los cuidan.

Ayudar a otros es una importante señal de quienes aman a Dios y siguen a Jesucristo. Ser un cuidador, o cuidar de quienes cuidan de otros, es una forma altruista en la que podemos ayudar.

¿Cuál es el destino de los que murieron en Pompeya?

Las excavaciones en el sitio de uno de los desastres más famosos del mundo siguen impresionando a los turistas y develando el pasado. ¿Hay un futuro para las víctimas del desastre de Pompeya?

Hace poco hice un tour por el Parque arqueológico de Pompeya, cerca de Nápoles, en la región de Campania, Italia. La antigua ciudad romana quedó enterrada bajo seis metros de piedra volcánica y ceniza tras la erupción del monte Vesubio en el año 79 d.C .

Designada como un patrimonio de la humanidad por la UNESCO debido a que es el único sitio arqueológico donde se aprecia el panorama completo de una antigua ciudad romana, Pompeya es una de las atracciones turísticas más populares de Italia.

El tour comenzó con un breve repaso del devastador desastre natural. Durante dos días de agosto u octubre (las historias varían), el monte Vesubio, a sólo 8 kilómetros de distancia, lanzó tanta roca y ceniza que acabó con toda la vida en Pompeya. Cuando los cuerpos atrapados bajo la ceniza se descompusieron, se crearon moldes de seres humanos en sus últimos momentos de vida. Hasta ahora, los arqueólogos han desenterrado 1.150 cuerpos. La primera exhibición que vimos al entrar al parque mostraba figuras de yeso de algunas de las víctimas.

Las calles, los alcantarillados, las hermosas casas, los murales, las panaderías, los burdeles, los baños públicos, los carteles políticos y los grafitis antiguos han sido estudiados meticulosamente; pero casi nunca se habla del destino de todas estas personas, en su mayoría no cristianos.

¿Hay esperanza para las víctimas del desastre de Pompeya?

Ideas comunes acerca de la vida después de la muerte

Las creencias acerca de lo que ocurre después de la muerte varían mucho. Los ateos creen que esta vida es todo lo que hay —que no hay vida después de la muerte. Otros creen en la reencarnación, según la cual una persona puede renacer varias veces antes de entrar a otro mundo.

La mayoría de quienes dicen ser cristianos cree que los humanos poseemos un alma inmortal que permanece consciente después de la muerte y se va al cielo con Dios o al infierno para sufrir por la eternidad. Y, dado que la Biblia enseña que el nombre de Jesús es el único en que “hay salvación” (Hechos 4:12), la creencia popular es que los dos tercios no cristianos de la población mundial se irán al infierno.

Si esto fuera verdad, no habría mucha esperanza para la mayoría del mundo, incluyendo a las víctimas de Pompeya. En este artículo, consideraremos lo que la Palabra de Dios dice acerca del alma y la vida después de la muerte. La

enseñanza bíblica es en realidad muy animadora cuando la entendemos apropiadamente

¿Qué es el alma?

Antes de hablar acerca del destino de quienes han muerto sin reconocer a Jesucristo como su Salvador, debemos entender qué es el alma.

Luego de que Dios formara a Adán del polvo de la tierra y soplara en él aliento de vida, “fue el hombre un ser viviente” (Génesis 2:7). La palabra hebrea traducida como “ser” es nephesh , que significa “alma, ser, vida, criatura, persona, apetito, mente, ser vivo, deseo, emoción, pasión” (Brown-Driver-Briggs Hebrew Definitions [Definiciones hebreas de Brown, Driver y Briggs]).

El hecho de que Adán se convirtiera en un alma viviente invita a preguntarnos si pueden existir almas muertas , seres que no tienen vida. La Biblia tiene una respuesta clara: Dios le dijo a Adán que, si lo desobedecía y comía del árbol de la ciencia del bien y del mal, “ciertamente [moriría]” (Génesis 2:17).

Esta verdad fundamental se repite en Ezequiel, donde leemos: “el alma que pecare, esa morirá” (Ezequiel 18:4, 20).

La creencia errada de que los humanos tenemos un alma inmortal fue introducida por Satanás, quien le dijo a Eva: “No moriréis” (Génesis 3:4).

Esta enseñanza falsa luego fue perpetuada por culturas paganas y refinada por los filósofos griegos. Para más detalles, vea nuestros artículos “Alma inmortal ” y “Lecciones de la primera mentira”.

Resurrección: una nueva vida

Aunque los humanos no tenemos almas inmortales, la Biblia enseña que podemos volver a vivir después de la muerte. Volver a la vida después de la muerte es ser “resucitado”; ésa es la esperanza que todos podemos tener.

Isaías entendía este proceso y dijo en una conversación con Dios: “Tus muertos vivirán; sus cadáveres resucitarán. ¡Despertad y cantad, moradores del polvo! porque tu rocío es cual rocío de hortalizas, y la tierra dará sus muertos” (Isaías 26:19).

Sin embargo, la resurrección no ocurre inmediatamente después de que alguien es enterrado. Antes de su muerte, Job aludió a esto diciendo: “Si el hombre muriere, ¿volverá a vivir? Todos los días de mi edad esperaré, hasta que venga mi liberación. Entonces llamarás, y yo te responderé; tendrás afecto a la hechura de tus manos” (Job 14:14-15).

Las resurrecciones comenzarán cuando Jesús regrese a la Tierra para gobernar. Como explica 1 Tesalonicenses 4:16: “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero”.

Jesús confirmó la certeza de esta verdad cuando dijo: “No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación” (Juan 5:28-29). La palabra griega traducida como “condenación” es krisis, que significa “juicio” (lo invitamos a ver nuestra entrada de blog “ Todos los que están en los sepulcros oirán su voz”).

El orden de las resurrecciones

En 1 Corintios 15, conocido como el capítulo de la resurrección, Pablo explica el proceso de volver a la vida:

“Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida” (vv. 20-23, énfasis añadido).

Las resurrecciones comenzaron con Jesucristo y seguirán con “los que son de Cristo, en su venida”, quienes “resucitarán primero” (1 Tesalonicenses 4:16). Esto nos lleva a otra pregunta: ¿habrá más resurrecciones después de que los fieles vuelvan a la vida?

La respuesta sencilla es ¡sí! Quienes nunca supieron o entendieron las enseñanzas de Jesucristo también serán resucitados.

En el libro de Apocalipsis, Juan escribe que los santos (los fieles de Dios a través de las edades) serán resucitados como seres espirituales inmortales y gobernarán en el Reino de Dios bajo Jesucristo por mil años. Éstas serán las personas resucitadas en la “primera resurrección” (Apocalipsis 20:5-6).

Apocalipsis 20:5 también explica que “los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años”. En ese momento, quienes murieron sin conocer o aceptar a Jesucristo, incluyendo a las víctimas de Pompeya, serán vueltos a la vida.

Dado que Apocalipsis habla de una “primera resu -

rrección”, es lógico referirnos a la siguiente como “segunda resurrección”

La segunda resurrección

¿Cómo será el mundo cuando las víctimas de Pompeya resuciten? ¿Qué tipo de cuerpo tendrán? ¿Tendrán la oportunidad de conocer acerca de Dios y recibir las mismas bendiciones de aquellos en la primera resurrección?

Las respuestas a estas preguntas se encuentran en los escritos de los profetas del Antiguo Testamento y en las palabras de Jesucristo durante su ministerio.

En Ezequiel vemos el ejemplo de los antiguos israelitas (que representan a todo el mundo), quienes serán resucitados a vida física para recibir la oportunidad de responder al llamamiento de Dios con la ayuda del Espíritu Santo (Ezequiel 37:1-14). Además, será más fácil para ellos obedecer porque Satanás habrá sido expulsado de la Tierra (Apocalipsis 20:10).

Cristo también habló de ese tiempo futuro, diciendo que quienes habían muerto cientos o incluso miles de años atrás volverían a la vida para ser juzgados junto con sus contemporáneos del primer siglo. Mencionó específicamente a Sodoma, Gomorra, Tiro, Sidón, Nínive y la reina del Sur (Mateo 10:15; 11:22-24; 12:41-42).

Estas personas representan a la gran mayoría de la humanidad a través de la historia —quienes no conocieron a Dios ni sus expectativas. El Dios que “quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad” les dará su primera oportunidad real para entender y vivir el camino que lleva a la vida eterna (1 Timoteo 2:4).

Este tiempo de oportunidad, el Juicio del Gran Trono Blanco de Apocalipsis 20:11, se ilustra en una de las fiestas santas de Dios: el Octavo Día (Levítico 23:39). Será un tiempo de educación espiritual que concluirá cuando las personas sean juzgadas según las leyes de Dios que se encuentran en la Biblia (Apocalipsis 20:12). Ésta será su primera oportunidad de realmente conocer a Dios y recibir las bendiciones que Él derrama sobre aquellos que responden a su llamamiento.

Ésta es la oportunidad que les espera a quienes murieron en Pompeya y a todos los seres humanos que murieron sin conocer o reconocer a Jesucristo como su Salvador. Si desea profundizar en el tema, lo invitamos a leer “ Resurrecciones ” y Las fiestas santas de Dios: Él tiene un plan para usted .

Cómo el mensaje del

cambiar nuestras

A lo largo de su ministerio, Jesucristo predicó acerca del Reino de Dios. ¿Cómo debería ese conocimiento cambiar nuestras vidas ahora?

Jesucristo y la Iglesia del Nuevo Testamento predicaron acerca del Reino de Dios —un Reino literal que se establecerá en la Tierra cuando Cristo regrese.

En su discurso registrado en Hechos 3:21, Pedro describió el cambio de los gobiernos humanos por el gobierno de Dios como “los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo”. (Para descubrir más acerca del futuro Reino de Dios, lea “¿Qué es el Reino de Dios? ”.)

La Biblia muestra claramente que el Reino de Dios aún no ha llegado. Pero también nos enseña que ese Reino debería estar cambiando nuestra vida ahora .

El Reino debería cambiar nuestra visión del mundo

Una de las cosas que deberían cambiar cuando comenzamos a creer en las buenas noticias del Reino de Dios es nuestra perspectiva del mundo que nos rodea. Este mundo físico es lo único que conocemos por experiencia personal. Pero, si bien hay cosas buenas en el mundo, con el llamamiento de Dios y nuestro entendimiento del Reino nos damos cuenta de que todo (todo lo que podemos ver, escuchar, tocar, saborear y oler) es temporal.

Mucho de lo que pensábamos que podría hacernos felices, en realidad nos deja vacíos e insatisfechos.

Aprender acerca del Reino de Dios y entender que nuestra vida física no es el fin de todo puede traernos mucho gozo.

Al mismo tiempo, comenzamos a entender que no deberíamos poner nuestra esperanza en este mundo, que tan a menudo nos decepciona. Cristo les advirtió a sus seguidores: “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan” (Mateo 6:19).

En cambio, deberíamos hacernos “tesoros en el cielo” (v. 20), es decir, trabajar por los tesoros espirituales que ahora se encuentran en el cielo. Dios nos observa y nos recompensará de acuerdo con nuestra conducta cuando Jesucristo regrese. Contrario a lo que muchos piensan, el cielo no es un destino para la vida después de la muerte. (Para más información acerca de este tema, le invitamos a leer “¿Vivirá usted en el cielo por toda la eternidad? ”.)

Cambiar nuestra perspectiva también juega un papel importante. Una vez que decidimos “[buscar] primeramente el reino de Dios y su justicia” (v. 33), transformamos nuestras expectativas del futuro; y, como resultado, deberíamos comenzar a cambiar nuestro comportamiento ahora

del Reino debería

nuestras vidas ahora

El mensaje del Reino debería llevarnos al arrepentimiento

Cristo enseñó que la venida de su Reino debería motivarnos a arrepentirnos (Mateo 4:17). El arrepentimiento es más que sentirnos culpables o tristes. Según Vine’s Complete Expository Dictionary [Diccionario expositivo completo de Vine], arrepentirnos significa “‘cambiar de opinión o de propósito, en el Nuevo Testamento involucra siempre un cambio a mejor, una enmienda”.

Entonces, el verdadero arrepentimiento incluye la determinación de cambiar nuestro comportamiento —de dejar de pecar y en cambio obedecer las leyes de Dios.

A Dios no le agrada castigar a los pecadores, sino que desea verlos “[abandonar] su mala conducta” (Ezequiel 18:23, Nueva Versión Internacional).

Cristo advirtió: “si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente” (Lucas 13:3). El arrepentimiento es necesario para cualquiera que desee entrar en el Reino de Dios. El Reino no podría ser un lugar de gozo universal si estuviera lleno de pecadores desdichados que no se arrepienten (1 Corintios 6:8-10).

El verdadero arrepentimiento no ocurre de la noche a la mañana; es un proceso de toda la vida. (Lo invitamos a descubrir más en el folleto ¡Cambie su vida! )

El

Reino requiere de trabajo

Como ocurre con cualquier tarea desafiante, cambiar nuestro comportamiento requiere que trabajemos. Aunque el perdón de pecados sólo es posible a través de la sangre de Jesucristo (Romanos 3:23-26; Hebreos 9:13-15), Jesús dejó claro que cada uno de nosotros tiene un trabajo que hacer.

Nuestra responsabilidad personal se describe en muchas de las parábolas acerca del Reino. Cuando les explicó a sus discípulos la interpretación de la parábola del sembrador, Cristo dijo que quien “oye y entiende la palabra, y da fruto” (Mateo 13:23) es quien entrará al Reino.

Esta responsabilidad también es clara en la parábola de las ovejas y los cabritos. Quienes viven sin preocuparse por los demás, no heredarán el Reino (Mateo 25:31-46).

Además, es posible que hagamos lo que para nosotros son grandes obras, pero que en realidad no significan nada, como dijo Cristo en su Sermón del Monte: “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 7:21). Quienes quieren decidir por sí mismos qué obras deberían considerarse buenas, escucharán: “Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad” (v. 23).

Entonces, ¿cómo podemos saber qué obras son aceptables para Dios?

El mensaje del Reino debería motivarnos a aprender durante toda la vida

Aprender a vivir de forma altruista exige esfuerzo y podría intimidarnos. Pero debemos esforzarnos por entrar al Reino (Hebreos 4:11) y para ello necesitamos ser diligentes para permanecer en contacto con Dios por medio de las herramientas que Él nos provee.

La más importante de esas herramientas es la oración, a través de la cual tenemos la posibilidad de acercarnos confiadamente al trono mismo de Dios (v. 16).

Otra herramienta vital que Dios nos da es su Palabra, la Biblia. A través de las Escrituras, conocemos el carácter de Dios, su plan y su voluntad para nuestras vidas. Aprendemos sus leyes, las cuales nos guían día tras día y en el proceso adquirimos entendimiento y sabiduría. La Biblia es el medio principal por el que Dios se comunica con nosotros.

Cuando estudiamos su Palabra, Dios nos enseña y corrige (2 Timoteo 3:16-17). Él nos santifica —nos aparta— en su verdad a través de la Biblia.

Otro elemento vital en el camino de nuestra preparación para el regreso de Cristo y el establecimiento de su Reino es la comunidad de la Iglesia —no cualquier iglesia, sino aquella que obedece las enseñanzas de Jesucristo. (Para leer más acerca de la Iglesia, lo invitamos a descargar nuestro folleto gratuito ¿Dónde está la Iglesia que Jesucristo edificó?)

A través de la comunidad de los creyentes, encontramos una guía a medida que aprendemos qué es importante en nuestra preparación para el Reino de Dios.

El mensaje del Reino nos cambia a nosotros, no al mundo

La forma en que nos comportamos ahora es importante, pero siempre debemos recordar que no podemos cambiar al mundo solos. Por mucho que quisiéramos ver el Reino de Dios en la Tierra ahora, debemos confiar en el tiempo de Dios, sabiendo que Cristo no lo establecerá antes de su regreso.

¿Por qué importa nuestra conducta entonces?

Cuando obedecemos, demostramos nuestra lealtad y sumisión a Dios. Y sólo así Él puede confiar en que seremos miembros fieles de su gobierno y familia en el futuro. Además, tenemos un importante papel en la predicación del evangelio al mundo. Dios nos ordena no sólo predicar el mensaje del evangelio, sino también enseñar a las personas a “que guarden todas las cosas que [Él ha] mandado” (Mateo 28:19-20).

Pero no seremos efectivos en esto si primero no demostramos obediencia nosotros mismos. La forma en que nos comportamos es igual de importante que lo que enseñamos. Es a través de nuestra obediencia que nos convertimos en “embajadores en nombre de Cristo” (2 Corintios 5:20).

Nuestros esfuerzos deben estar centrados en servir a Dios, lo que a veces implica servir a otros. Sin embargo, no debemos cometer el error de pensar que podemos cambiar al mundo que nos rodea, ya sea a través del servicio o de la política. Con nuestro servicio, podemos dar a las personas una pequeña muestra temporal de cómo será el Reino de Dios; pero el cambio real que este mundo necesita llegará sólo cuando Cristo establezca su gobierno en la Tierra.

Además, debemos recordar que no tenemos el poder para convertir a nadie. Sí, Jesús encomendó a sus discípulos predicar el evangelio, pero también explicó que la conversión es posible sólo cuando el Padre llama a las personas (Juan 6:44). Debemos confiar en los tiempos de Dios.

El Reino requiere de un compromiso para toda la vida

Cualquiera que sigue a Cristo en esta vida puede esperar un maravilloso futuro, pero debemos recordar que este mundo sigue siendo gobernado por Satanás. Pablo describe a Satanás y a los ángeles caídos como “los gobernadores de las tinieblas de este siglo” (Efesios 6:12).

Esto significa que nuestras vidas no serán necesariamente fáciles. Pablo advierte que: “todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución” (2 Timoteo 3:12).

Sin embargo, debemos perseverar venciendo todos los obstáculos en nuestro camino. Los vencedores tendrán su lugar en el Reino de Dios (Apocalipsis 2:7, 11, 17, 26; 3:5, 12, 21).

Es posible que a veces nos sintamos tentados a rendirnos, pero nuestra esperanza en el Reino debe fortalecer nuestra determinación. Rendirnos no es una opción, como Cristo enseñó claramente: “Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios” (Lucas 9:62).

¿Qué hay de usted? ¿Le gustaría ser parte de ese maravilloso futuro en el Reino de Dios? Si es así, permita que la esperanza del Reino cambie su vida ahora . —Bill Palmer

Si tiene preguntas, puede enviarlas a VidaEsperanzayVerdad.org/pregunte/

P:Encontré su sitio web mientras estudiaba acerca de Ezequiel y, cuando indagué más, me agradó lo que aprendí. Me suscribí a su boletín y me gustaría seguir leyendo más.

Según lo que he leído, sus creencias están en línea con las mías. ¡Éste es el evangelio sin filtro, basado en las Escrituras y acorde con Jesucristo! ¿Cuál es la denominación de su iglesia?

R:

Gracias por sus palabras acerca de nuestro sitio web y nuestros recursos. Tratamos de asegurarnos de que todas nuestras publicaciones estén basadas en las Escrituras y transmitan el evangelio que Jesucristo enseñó a su Iglesia y le encomendó predicar.

La Iglesia de Dios, una Asociación Mundial, patrocinadora del sitio de Vida, Esperanza y Verdad, es una organización cristiana, pero no estamos afiliados con ninguna denominación. Nuestras raíces se remontan a la Iglesia del primer siglo descrita en el Nuevo Testamento, que guardaba el sábado como día de reposo.

Para más información acerca de nosotros, puede visitar nuestra página “¿Quiénes somos?”, donde encontrará enlaces hacia nuestras Creencias Fundamentales y nuestro folleto Bienvenidos a la Iglesia de Dios, una Asociación Mundial, que describe nuestro origen y nuestra historia.

P: R:Me gustaría saber su opinión basada en la preciosa Palabra de Dios. ¿Creen que el rapto de los santos ocurrirá antes de la tribulación? Honestamente pienso que Dios no permitiría que sus santos pasen por la ira de Dios para la humanidad.

Como usted dice, la Palabra de Dios es realmente preciosa. Sin embargo, las Escrituras no enseñan que habrá un rapto —ni antes de la Gran Tribulación, ni durante la ira de Dios sobre la Tierra, que la Biblia describe como “el día del Señor”. La palabra “rapto” proviene de un término que se traduce como “arrebatados” en 1 Tesalonicenses 4:17. La palabra griega es harpazo, que significa agarrar, alcanzar, arrancar o llevar por la fuerza. En la Biblia Vulgata (latín), harpazo se traduce como rapere, y es de esta palabra que quienes propusieron esta teoría sacaron la palabra “rapto”. Pablo sí enseñó que el pueblo de Dios será llevado —har-

pazo— a encontrarse con Jesucristo en el aire. El problema surge de la idea (propuesta por los defensores de la teoría del rapto) de que el evento descrito por Pablo en 1 Tesalonicenses 4 es diferente a la segunda venida de Cristo.

La Biblia dice que los santos se encontrarán con Cristo en las nubes, pero éste no será un evento diferente al de su segunda venida. Los defensores del rapto enseñan que Cristo regresará para arrebatar a los creyentes de la Tierra y llevarlos al cielo por tres años y medio (o siete años, como a menudo se enseña). Pero la Biblia sólo dice que Cristo “aparecerá por segunda vez” (Hebreos 9:28), no una segunda vez y luego, varios años después, una tercera.

El mensaje consistente de la Biblia acerca del orden de los eventos del tiempo del fin es que “después de la tribulación de aquellos días” (énfasis añadido), Jesucristo vendrá en las nubes, tal como dijo que lo haría (Mateo 24:29-30; 26:64). En ese momento, cuando el séptimo ángel haga sonar una potente trompeta (Apocalipsis 11:15), los ángeles “juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos” (Mateo 24:31).

Usted mencionó no creer que Dios dejaría a sus santos pasar por el tiempo de su ira sobre la humanidad. Y efectivamente, el libro de Apocalipsis habla de la protección de algunos de los santos; pero esa protección ocurrirá en la Tierra.

En su profecía para las siete iglesias, Jesús dijo: “Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra” (Apocalipsis 3:10). La hora de la prueba que vendrá sobre el mundo entero es la Gran tribulación.

Esta protección también se menciona en Apocalipsis 12:14-16, donde se describe un lugar de protección en la Tierra.

Este grupo de cristianos será protegido de la Gran tribulación porque obedecieron el mandato de Cristo de perseverar y también guardaron los mandamientos de Dios (Apocalipsis 14:12). Cristo nos instruye: “Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre” (Lucas 21:36).

Le animamos a leer los siguientes artículos para una explicación más profunda acerca de la teoría del rapto y la protección de Dios de su ira sobre la Tierra:

• “El rapto: ¿habrá un rapto secreto? ”

• “La ira de Dios: cómo sobrevivir a ella”

• “Lugar de refugio”

CRISTIANISMO

¿Qué dice la Biblia acerca de la persecución?

Muchas personas viven en ciudades tolerantes, pero la historia y la profecía bíblica muestran que los cristianos a menudo enfrentan persecución. ¿Por qué?

Através de la historia, los verdaderos cristianos —quienes se esfuerzan por “[Temer] a Dios, y [guardar] sus mandamientos” (Eclesiastés 12:13)— han enfrentado persecución

La persecución puede dificultar el camino del progreso cristiano. De hecho, más que un obstáculo o una dificultad temporal, puede estropear nuestro progreso por completo.

Analicemos más de cerca esta seria y compleja realidad.

“Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán”

Los cristianos han sido perseguidos a menudo, lo cual no debería sorprender a nadie.

Jesús mismo nos advierte: “Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán” (Juan 15:20). ¿Es usted un cristiano en progreso? Si la respuesta es sí, entonces será perseguido.

Pablo también dijo algo similar: “todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución” (2 Timoteo 3:12). Y él lo sabía por experiencia personal.

Antes de ser llamado, Pablo (antes Saulo) “[respiraba] aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor” (Hechos 9:1). Y después de su llamamiento, fue perseguido por quienes “resolvieron en consejo matarle” (v. 23).

¿Qué es la persecución?

La persecución es más que una dificultad o prueba de nuestra fe.

The Complete Word Study Dictionary New Testament [Diccionario completo del Nuevo Testamento] explica que la palabra griega traducida como “perseguir”

puede significar “perseguir con actos repetidos de enemistad”. El diccionario en línea Merriam-Webster define perseguir como “acosar o perseguir de una manera diseñada para herir, entristecer o afligir”.

La persecución es un antagonismo deliberado y dirigido que puede tomar muchas formas.

En casos extremos, la persecución incluye violencia. Pablo recordó: “cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno. Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado” (2 Corintios 11:24-25).

También Jesús sufrió persecución de este tipo cuando enfrentó repetidos ataques verbales, fue arrestado, azotado y crucificado. Y, en Juan 16:1-2, profetizó: “Estas cosas os he hablado, para que no tengáis tropiezo. Os expulsarán de las sinagogas; y aun viene la hora cuando cualquiera que os mate, pensará que rinde servicio a Dios”.

Incluso en estos momentos, en algunas partes del mundo, convertirse a una religión diferente puede implicar persecución violenta e incluso la muerte.

Pero la persecución también ocurre de formas menos violentas. Un cristiano puede ser despedido de su trabajo o puede perder un ascenso por guardar el sábado. También puede ser acosado o excluido por cumplir las expectativas de Dios en cuanto al lenguaje o la observancia de las fiestas santas.

Aquila y Priscila, una pareja de cristianos del primer siglo, fueron exiliados debido a un decreto romano en contra de las minorías religiosas (Hechos 18:1-2)

¿Por qué ocurre la persecución?

Cuando la Biblia menciona a personas que fueron perseguidas, la razón principal de su persecución fue la obediencia a las leyes de Dios y su fidelidad.

Cristo especificó: “Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia ” (Mateo 5:10, énfasis añadido); y agregó “Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros” (v. 11). Más tarde, Pedro hizo eco de sus palabras (1 Pedro 4:14-16).

Ser perseguido no es un indicador de pecado. De hecho, la causa principal de la persecución es que Satanás odia a Dios, su plan y al cuerpo de Cristo. Los esfuerzos de “el dios de este siglo” (2 Corintios 4:4) se centran en atacar a los siervos de Dios.

Pablo explicó: “Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes” (Efesios 6:10-12).

Una de las tácticas del diablo es incitar a “la aflicción o la persecución” para que los llamados de Dios tropiecen (Mateo 13:20-21).

¿Por qué Dios lo permite?

La persecución a menudo provoca situaciones en las que el poder de Dios se manifiesta claramente. En algunos casos, quienes son perseguidos son librados por intervención divina. Por ejemplo, durante un período de violencia contra los cristianos (apoyada por el gobierno) en que Santiago fue asesinado, Pedro fue puesto en prisión. Pero los miembros oraron constantemente por su liberación y Pedro fue librado milagrosamente (Hechos 12:1-19).

Saber de alguien que ha soportado persecución puede animar a otros. Pablo menciona una ocasión en que Priscila y Aquila “expusieron su vida” para salvarlo a él (Romanos 16:3-4). No sabemos más detalles, pero el animador ejemplo de su fidelidad está ahí para nosotros.

Además, ser perseguidos por seguir a Cristo es algo que nos hace reflexionar. Cuando la enfrentamos apropiadamente, la persecución tiene el efecto agregado de enfocarnos en nuestra relación con Dios.

Prepararnos para la persecución

Entender que la persecución es una parte predecible de nuestro llamamiento debería motivarnos a estar preparados para ella.

Esta preparación comienza por fortalecer y hacer más sólida nuestra relación con Dios el Padre y Jesucristo. David escribió: “[Eterno] Dios mío, en ti he confiado; sálvame de todos los que me persiguen, y líbrame, no sea que desgarren mi alma cual león, y me destrocen sin que haya quien me libre” (Salmos 7:1-2).

Y Jeremías dijo: “[El Eterno] está conmigo como poderoso gigante; por tanto, los que me persiguen tropezarán, y no prevalecerán; serán avergonzados en gran manera, porque no prosperarán; tendrán perpetua confusión que jamás será olvidada” (Jeremías 20:11).

Tener una relación sólida con Dios es fundamental. Esto se logra a través de la oración, el estudio de la Biblia, la meditación, el ayuno y la convivencia cristiana.

Pablo observó: “por amor a Cristo me gozo... en persecuciones , en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte” (2 Corintios 12:10, énfasis añadido).

¿Cómo deberíamos reaccionar a la persecución?

¿Qué deberíamos hacer cuando enfrentamos persecución?

Además de prepararnos, la manera correcta de reaccionar puede depender de varios factores. No existe un versículo que diga: “Cuando lo persigan haga esto”, seguido de una sola acción que se aplique a todos los casos.

En cambio, los cristianos deben usar la sabiduría y el discernimiento. Podemos observar el ejemplo de quienes antes enfrentaron percusión, como José, Jeremías, Ester, los apóstoles, etcétera.

En algunas situaciones, es correcto recurrir al sistema legal. Pablo, por ejemplo, apelaba a sus derechos legales ocasionalmente (Hechos 16:35-38; 22:23-29).

En otros casos, podríamos decidir no hacerlo, pero debemos estar dispuestos a sufrir pérdida (Mateo 5:25; 38-41).

En otras circunstancias, la respuesta apropiada es huir. Jesús nos aconseja: “Cuando os persigan en esta ciudad, huid a la otra” (Mateo 10:23). Él mismo se fue de Judea en una ocasión, no por miedo ni falta de fe, sino porque conocía la voluntad del Padre (Juan 6:15).

A menudo, la respuesta correcta es permanecer firmes y soportar. Pablo reconoció que hay veces en las que un cristiano debe simplemente soportar la persecución (1 Corintios 4:12).

Por otro lado, es interesante que en la Biblia no hay ningún ejemplo positivo de un cristiano enfrentando la persecución con ataques físicos. Cristo fue muy claro: “Amad a vuestros enemigos… orad por los que os ultrajan y os persiguen” (Mateo 5:44, énfasis añadido). Y Pablo resumió esta enseñanza diciendo: “Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis” (Romanos 12:14).

Un cristiano debe orar y discernir cómo reaccionar. Considere el ejemplo de Pablo y Silas en Filipos. Ellos fueron atacados, golpeados y encerrados en prisión (Hechos 16:16-24). Luego, un gran terremoto sacudió la cárcel de tal forma que “se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron” (v. 26). Sin embargo, Pablo y Silas decidieron quedarse en sus celdas y Dios usó estos eventos en favor de la conversión del carcelero filipense y su familia.

¿Cómo discernieron Pablo y Silas que debían quedarse ahí y no huir? Incluso durante su persecución, “orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios” (v. 25).

El discernimiento para responder a la persecución apropiadamente está al alcance de quienes mantienen una relación cercana con Dios

Consuelo en la persecución

Hay otro elemento animador de la persecución.

¿Recuerda cuando Saulo estaba ocupado “respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor” (Hechos 9:1)? Ése fue un tiempo difícil e inquietante para los cristianos.

Pero con un gran milagro, Jesús intervino directamente en la vida de Saulo (Hechos 9:3-4) y le preguntó “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?” (v. 4).

¿Se dio cuenta de eso? “¿Por qué me persigues?”. No a la Iglesia, los miembros o quienes predican el evangelio —¡“a Mí”!

Considere lo que esto nos enseña acerca de la persecución: desde el punto de vista de Dios, Saulo estaba persiguiendo a Jesucristo. Si Cristo vive en nosotros (Gálatas 2:20), nunca estamos solos cuando somos perseguidos —ya sea en prisión, en el trabajo, en la escuela o en cualquier otro lugar. Jesús enfrenta la persecución con nosotros. Esto puede ser muy animador.

Pablo personalmente enfrentó muchas persecuciones, pero aún así dijo: “¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?” (Romanos 8:35, énfasis añadido).

Mientras lo apedreaban, golpeaban y estaba en prisión, Pablo se enfocó en el amor y el apoyo que recibía de Jesucristo.

Cristianos bajo persecución

La persecución es una realidad de la vida cristiana. Deberíamos prepararnos activamente para ella —orando, implantando la Palabra de Dios en nuestras mentes (Salmos 119:11; Santiago 1:21) y animándonos unos a otros en la adversidad.

Los cristianos deberían discernir cómo reaccionar, a veces apelando a sus derechos legales, a veces huyendo, y a veces permaneciendo firmes y soportando, confiados en que Dios está con nosotros.

Como cristianos en progreso, enfrentaremos persecución. Lo invitamos a descubrir más acerca de la persecución en el tiempo del fin en nuestros artículos en línea: “ Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia” y “ Seremos odiados ”.

—Jason Hyde

DIOS de Maravillas de la creación

Los árboles y las abejas

Con tan sólo tocar a un escarabajo ampollero cruz de hierro puede causarle (¡adivinó!) dolorosas ampollas. Si se ingiere en grandes cantidades, las toxinas del escarabajo ampollero son mortales tanto para humanos como para los animales —aunque los dermatólogos han descubierto que su toxina es útil para remover verrugas.

Lo increíble de estos insectos es el diseño de su complejo ciclo de vida interdependiente.

Los escarabajos ampolleros cruz de hierro dependen de árboles y abejas específicos para reproducirse. Los escarabajos hembra ponen sus huevos en los brotes de los árboles de palo verde y luego mueren. Más tarde, cuando las abejas de tierra nativas llegan a polinizar las flores que se acaban de abrir, las larvas recién nacidas aprovechan para que las lleven hacia su nido. A medida que las larvas de escarabajo crecen y se desarrollan, se comen a las crías de las abejas y los recursos guardados en su nido, para salir como adultas la próxima primavera.

Si quitamos a los árboles o las abejas, también quitamos a los escarabajos. Cada nueva generación de escarabajos ampolleros cruz de hierro depende de la compleja interacción de estos tres elementos del ecosistema.

Una de las mayores maravillas de la creación de Dios es la forma en que todo se entrelaza para producir un conjunto funcional.

Fotografía: Escarabajo ampollero cruz de hierro (Tegrodera aloga)

Fotografía por James Capo

Texto por James Capo y Jeremy Lallier

Jesús y el centurión romano

Cuando estaba en Capernaúm, Jesús se maravilló ante el ejemplo de un centurión romano. ¿Qué le impresionó de este hombre en su inusual encuentro?

Tras dar el Sermón del Monte, Jesús regresó a Capernaum. Ahí, muchas personas con enfermedades graves se le acercaron buscando su atención y sanidad.

Hablamos acerca de algunas de estas sanidades en un artículo previo. Sin embargo, una de ellas merece atención especial.

Esta situación fue única debido a la persona que hizo la petición, la manera en que la hizo y la respuesta de Jesús. No sólo se trataba de un hombre gentil, sino que además era un oficial de alto rango en el imperio que los judíos más despreciaban.

Era un centurión romano.

¿Qué era un centurión?

Muchos judíos desconfiaban de los gentiles al punto de evitarlos hasta donde fuera posible. Pero probablemente nadie era tan despreciado como los romanos —los gentiles de Italia que habían tomado el control de Judea más de 90 años antes.

Roma gobernaba Judea a través de prefectos y procuradores locales que mantenían la ley y el orden en la región. Poncio Pilato es un ejemplo conocido. Y los reyes vigentes gobernaban los asuntos cotidianos del área. El más notorio de ellos fue Herodes el Grande.

Roma también mantenía ejércitos en lugares estratégicos a lo largo de Judea y Galilea para aplastar cualquier revuelta potencial de inmediato.

Capernaum era una ciudad en la que había soldados romanos, probablemente debido a su ubicación estratégica en la ruta de comercio Via Maris, que conectaba a Siria y Egipto. Los romanos pusieron ahí una centuria, una subdivisión de una legión romana. Una centuria se componía de unos 80 a 100 soldados y era liderada por un oficial llamado centurión.

En este contexto, leemos que poco después de que Jesús volviera a Capernaum, “vino a él un centurión” (Mateo 8:5).

La petición del centurión

Lucas provee más detalles de la situación que Mateo. Esto ocurre a menudo con las sanidades de Cristo, tal vez en parte porque Lucas era médico y los problemas de salud eran particularmente interesantes para él.

En Lucas leemos que uno de los siervos del centurión, “a quien este quería mucho”, estaba enfermo de muerte (Lucas 7:2). Evidentemente, este centurión no era el militar endurecido estereotípico a quien sólo le importa la guerra y el dominio insensible. Como la mayoría de los romanos de alto rango, tenía sirvientes; pero se preocupaba genuinamente por ellos.

Como había escuchado las historias acerca de Jesús, el centurión decidió pedirle ayuda. Pero en lugar de ir él mismo, mandó a unos amigos judíos para hacer la petición en su nombre.

Es fácil que veamos las acciones del centurión con un lente moderno y lo juzguemos mal. Hoy en día, si alguien tiene una petición importante, esperaríamos que la persona nos contacte directamente y no que mande el mensaje con un intermediario. Por lo tanto, podríamos leer esto y asumir que el centurión le estaba faltando el respeto a Jesús al no ir él mismo. Pero ése no fue el caso

¿Qué había detrás del comportamiento del centurión?

Entonces, ¿por qué el centurión mandó su mensaje a través de intermediarios?

La Biblia no revela todos los factores detrás de este comportamiento inusual, pero podemos tener una idea a partir de lo que sus amigos judíos dijeron acerca de él: “porque ama a nuestra nación, y nos edificó una sinagoga” (v. 5).

Los mensajeros parecen creer que explicar los méritos del centurión incrementaría sus probabilidades de recibir misericordia. Dado que la mayoría de los seres humanos opera así, siendo amables con quienes son amables con ellos, tiene sentido que hayan asumido esto.

Probablemente también asumieron que un oficial gentil de los despreciados romanos necesitaría testigos de su carácter. Pero cualquiera que haya sido la razón, vemos que Jesús se preocupó y se dirigió a la casa del centurión.

El entendimiento y la humildad del centurión

Cuando el centurión escuchó que Jesús estaba en camino, se apresuró a enviar un segundo mensajero antes de que llegara.

El mensaje era: “Señor, no te molestes, pues no soy digno de que entres bajo mi techo; por lo que ni aun me tuve por digno de venir a ti” (vv. 6-7).

El centurión evitó ir directamente con Jesús porque se sentía absolutamente indigno de su tiempo y presencia. La notoria ironía es que, mientras sus intermediarios intentaron venderle a Jesús el valor percibido del centurión, su humilde reconocimiento de ser indigno impresionó mucho más a Cristo.

El centurión demostró la actitud esencial que Dios siempre ha buscado en los seres humanos: “miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu” (Isaías 66:2).

Dios no busca personas que se acerquen a Él jactándose de sus méritos y valor. En cambio, busca personas que reconozcan su absoluta dependencia de su misericordia y ayuda.

Aunque no hay evidencia de que el centurión se haya convertido en un discípulo, su enfoque era el correcto (¡lo supiera o no!) y Jesús se dio cuenta.

El mensaje del centurión continuó: “…pero di la palabra, y mi siervo será sano. Porque también yo soy hombre puesto bajo autoridad, y tengo soldados bajo mis órdenes; y digo a este: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace” (Lucas 7:7-8).

El razonamiento del centurión acerca de por qué Cristo no necesitaba entrar a su casa es extraordinario. Demostró su fe en la habilidad de Jesús para establecer una conexión entre ese poder y el concepto de autoridad.

Pocos entienden la autoridad como un oficial militar. Los oficiales dan órdenes explícitas que sus subordinados están entrenados para obedecer sin cuestionar.

En su posición, el centurión no necesitaba estar físicamente presente para que sus órdenes se ejecutaran. Por lo tanto, no es sorprendente que viera los milagros de Jesús desde esa óptica.

El centurión entendía que los milagros de Jesús ocurrían porque Él estaba a cargo. Aunque tal vez no comprendía la fuente de esos milagros, sabía que eran manifestaciones de su poder sobre el mundo físico.

El centurión entendía que si los elementos físicos obedecían las órdenes de este Hombre, era porque poseía una inmensa autoridad sobre ellos

Jesús se maravilló del centurión

Tanto Lucas como Mateo dicen que, cuando Jesús escuchó esto, “se maravilló de él” (v. 9; Mateo 8:10). Ésta es la única ocasión en la Biblia donde leemos que Jesús se maravilló positivamente de alguien.

La respuesta de Cristo fue: “Os digo que ni aun en Israel he hallado tanta fe”.

A Cristo le maravilló la ironía de que este centurión extranjero tuviera la fe y el discernimiento para percibir su poder y autoridad, mientras que la mayoría de sus compatriotas judíos no los podían ver o los rechazaban.

Debe haber sido chocante para los presentes escuchar que un centurión romano tenía más fe que los descendientes de Abraham, el padre de la fe. Al decir que la fe del centurión superaba la de los judíos, Jesús estaba afirmando que los gentiles tenían un potencial espiritual similar.

Estas palabras de Jesús tienen aún más significado cuando consideramos su conversación con la mujer samaritana (Juan 4), la mujer gentil que buscaba sanidad para su hija (Marcos 7:24-30) y su instrucción acerca de la necesidad de predicar el evangelio más allá de la comunidad judía, “a todas las naciones” (Marcos 13:10)

¿Anunció la fe del centurión la revelación de otra verdad?

La afirmación de Jesús acerca del centurión nos muestra la necesidad de tener fe en el poder de Dios sobre el mundo físico. Pero ¿podría su fe ser una señal de otra verdad profunda?

Considere la verdad crucial que se revelaría más tarde en el Nuevo Testamento: Dios estaba extendiendo su llamamiento a los gentiles incircuncisos. Esto quedó claro cuando Dios le reveló a Pedro que estaba llamando a otro centurión, Cornelio, a la Iglesia.

Entonces, Pedro entendió lo que Jesús había insinuado algunos años antes: “En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas, sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia” (Hechos 10:34-35).

Dado que en su mayoría la Iglesia se componía de judíos a quienes siempre se les había enseñado que la salvación era exclusiva para ellos, la revelación de que Dios ahora les estaba ofreciendo la misma oportunidad a los gentiles implicaba un enorme cambio en su razonamiento.

Mucho antes de que Pedro conociera a Cornelio, Jesús había dado la clara pista de que un gentil, incluso uno que representaba la ocupación romana, podía poseer una fe en Dios que superaba la de los descendientes de Abraham.

La lección del centurión

En Mateo leemos que, después de este encuentro, Jesús le dijo al centurión: “Ve, y como creíste, te sea hecho.” (Mateo 8:13). El siervo del centurión sanó esa misma hora porque Aquel con la autoridad para hacerlo lo había ordenado.

Para imitar las mejores cualidades del centurión que maravilló a Jesús, debemos practicar la humildad y reconocer fielmente la autoridad de Jesucristo. Estos son unos de los primeros pasos que debemos dar para ... Andar como Él anduvo .

—Erik Jones

Le débarquement

Habíamos viajado en el tiempo a un período terrible, pero maravilloso. Vimos a miles de hombres en uniformes militares estadounidenses de la década de los cuarenta. Cientos de Jeeps, camionetas, DUKW anfibios y tanques que llenaban las calles, también había paracaidistas que caían del cielo por acá y por allá

Este año marcó el aniversario número 80 del 6 de junio de 1944: el día de la invasión de Normandía, cuando los aliados desembarcaron bajo fuego enemigo intenso para comenzar la liberación de Europa occidental, hasta entonces sometida por la Alemania nazi.

En Francia, se conoce como Le débarquement —“el desembarque”. Mi esposa y yo tuvimos la oportunidad de presenciar la conmemoración .

Aniversario

80 del Día D

Las ceremonias oficiales ocurrieron en las playas. Fueron sobrias y sombrías, con la presencia de presidentes, primeros ministros y un menguante número de veteranos aún con vida y capaces de viajar.

Se hicieron conmemoraciones en las cinco zonas de desembarque, de este a oeste, para honrar a los miles de soldados aliados que perdieron la vida. Los nombres en código de las playas son: Espada (británica), Juno (canadiense), Oro (británica), Omaha (estadounidense) y Utah (estadounidense).

La mitad de las bajas ocurrieron en la playa de Omaha, donde ahora hay un cementerio norteamericano (el que aparece en la película Salvando al soldado Ryan). En ese cementerio ahora yacen 9.389 estadounidenses que murieron en la campaña de Normandía

Celebración de la liberación

Detrás de las playas, en una línea de villas a una distancia entre 8 y 16 kilómetros de la costa, la atmósfera era de fiesta y celebración. En la plaza central de Sainte-Mère-Église, la primera villa liberada de los alemanes, una orquesta tocaba melodías de big band , y los veteranos compartían cervezas con los actuales soldados de Estados Unidos y otros países de la OTAN.

La mayoría de los uniformados eran franceses, una muestra de la deuda que muchos aún sienten con las tropas aliadas por su liberación de las botas nazis —aunque también vimos jeeps con placas de Suiza, Bélgica y otros países. Escuchamos a hombres con uniformes norteamericanos hablando en todos los idiomas de Europa, incluyendo (sorprendentemente) el alemán .

Habrá un desembarque más grande

Mientras caminábamos entre las celebraciones de libertad, yo pensaba en otro gran desembarque futuro. Pronto, una gran fuerza de liberación será enviada desde el cielo, liderada por Jesucristo. Él y sus ángeles descenderán con un grito de triunfo angelical al sonido de una gran trompeta (1 Tesalonicenses 4:16) para liberar al mundo de un dictador aún peor que Adolfo Hitler, un tirano a quien la Biblia llama la bestia .

Y, lo que es más importante, Jesús y sus tropas angelicales librarán al mundo del espíritu maligno detrás de ese malvado autócrata. La verdadera fuerza detrás de todo el mal que acabará con casi toda la vida del planeta (Mateo 24:22) es el adversario de Dios, Satanás el diablo.

Zacarías 14:4 dice acerca de este evento futuro: “se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente”. La celebración de este desembarque será la mayor de la historia.

La Iglesia de Dios celebra esta emancipación por adelantado cada año en la fiesta de las Trompetas. Si usted no conoce esta celebración, ¿puedo sugerirle que investigue más? Puede comenzar leyendo “La Fiesta de Trompetas: alarma de guerra, anuncio de paz”.

Éste será el desembarque de liberación más increíble de todos los tiempos

Joel Meeker

¿Cómo se pueden distinguir los hechos de las falacias sobre el mundo espiritual?

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Este folleto explora lo que el Dios Creador revela acerca de un mundo invisible que tiene un poderoso impacto en nuestras vidas.

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