DISCERNIR
Cinco cosas que usted necesita saber acerca del Medio Oriente
Noviembre/Diciembre 2024; Vol. 11, No. 6
Cinco cosas que usted necesita saber acerca del Medio Oriente
Noviembre/Diciembre 2024; Vol. 11, No. 6
Discernir es publicada cada dos meses por la Iglesia de Dios, una Asociación Mundial, como un servicio para los lectores de su sitio web, VidaEsperanzayVerdad.org.
Cada número es publicado en línea en VidaEsperanzayVerdad.org/Discernir. Nos puede contactar en discernir@vidaesperanzayverdad.org
©2024 Iglesia de Dios, una Asociación Mundial. Todos los derechos reservados.
Junta Ministerial de Directores:
David Baker, Arnold Hampton, Joel Meeker (presidente), Larry Salyer, Richard Thompson, León Walker y Lyle Welty.
Personal administrativo:
Presidente: Jim Franks; Editor general: Clyde Kilough; Administrador de contenido editorial: Mike Bennett; Editor administrativo: David Hicks; Editor: David Treybig; Editores asociados: Erik Jones, Jeremy Lallier; Corrector de textos: Becky Bennett.
Revisores doctrinales:
John Foster, Bruce Gore, Peter Hawkins, Jack Hendren, Don Henson, David Johnson, Larry Neff, Harold Rhodes, Paul Suckling.
Edición en español:
Editor general: León Walker; Colaboradores: María Mercedes de Hernández, Manuel Iturra, Saúl Langarica, Susana Langarica de Sepúlveda, Nashielli Melchor de Garduño, Carmen Langarica, Iván Vera.
La Iglesia de Dios, una Asociación Mundial tiene congregaciones y ministros en varios países de habla hispana. Visite iddam.org/congregaciones-en-hispanoamerica para obtener más información.
Salvo indicación contraria, las citas bíblicas son de la versión Reina-Valera, revisión de 1960.
Esta publicación no es para la venta, es un material de educación gratuito
3 Analice esto Conflicto en el Medio Oriente: ¿empeorará o desaparecerá?
30 Preguntas y respuestas Respuestas a sus preguntas bíblicas
31 Maravillas de la creación de Dios ¡Eso es usar la cabeza!
32 Andar como Él anduvo Jesús resucita a los muertos: el hijo de la viuda y la hija de Jairo
35 Por cierto Lecciones del diácono Brodie
principal
4 Cinco cosas que usted necesita saber acerca del Medio Oriente
La historia y la profecía bíblicas nos proveen de una perspectiva fundamental para entender los problemas de hoy y la esperanza de mañana.
8 ¿Qué dice la Biblia acerca de “mi verdad”?
La frase “mi verdad” se está volviendo cada vez más popular en nuestra cultura. Pero ¿qué significa exactamente? ¿Existe “mi verdad” realmente?
11 ¿Por qué debemos orar?
Dios es eterno, todopoderoso y omnisciente. Lo sabe todo. Conoce nuestras necesidades, nuestros problemas y nuestros deseos más profundos. Entonces, ¿por qué orar?
14 Lecciones de 204 años de matrimonio
Tras 50 años, cuatro parejas comparten sus reflexiones acerca del maravilloso regalo de Dios que es el matrimonio.
20 ¿Cómo era el verdadero Jesús?
La Biblia no dice mucho acerca de la apariencia de Jesús, pero aún así podemos saber cómo era.
23 ¿Es bíblico el purgatorio?
La doctrina católica del purgatorio pretende ser la respuesta al dilema de lo que sucede con quienes no son justos ni malvados. ¿Se menciona el purgatorio en la Biblia?
26 Libertades que desaparecieron
En una era de redes sociales y sensibilidades políticas, los principios básicos de la libertad de expresión y de religión se ven cada vez más amenazados.
Es difícil escribir cualquier cosa acerca del Medio Oriente varias semanas antes de publicarlo. Con todos los actores que constantemente revuelven esa ensalada política, en cualquier momento pueden surgir nuevas tensiones y dejar obsoletas las noticias de hoy. Pero, en medio de toda la confusión, nuestro artículo principal será una excelente lectura para adquirir una perspectiva más amplia acerca del volátil conflicto.
Mientras escribo, los noticieros advierten que el conflicto Hamás-Israel fácilmente podría escalar hasta el peor escenario posible si potencias externas entran en la pelea. Y los analistas que citan no son alarmistas; no se trata de una predicción ilógica.
El conflicto actual comenzó el 7 de octubre del 2023, cuando militantes de Hamás mataron a más 1.100 israelitas y extranjeros (la mayoría civiles). Israel luego contraatacó, acabando con la vida de decenas de miles de palestinos.
Las matanzas en ambos lados han sido impresionantes y surge inmediatamente la pregunta: ¿estallará o se disipará el conflicto en Medio Oriente?
¡Qué triste ironía!
La respuesta es . . . ambos. Sí, empeorará mucho. De hecho, llevará a la humanidad al borde de una destrucción tan grande como la de una guerra mundial. Pero luego todo mejorará de forma inesperada.
¿Cómo lo sabemos? Primero una clase de historia.
El 6 de octubre de 1973, casi exactamente 50 años antes de que comenzara el actual conflicto Hamás-Israel, otro histórico conflicto árabe-israelí explotó. Se conoce como la guerra de Yom Kippur o la guerra de Ramadán, porque el ataque sorpresa de la coalición árabe ocurrió en el día judío más santo, Yom Kippur, que también coincidió con la temporada árabe más sagrada, Ramadán.
¡Qué triste ironía que dos grupos tan religiosos se odien y maten durante sus épocas más santas!
Yom Kippur: el significado mayor
Lo que muchas personas pasaron por alto fue el significado que Yom Kippur tiene para el mundo entero. La mayoría asume que sólo los judíos religiosos observan este día, pero hay algunos cristianos que también lo hacen. Para los cristianos de habla hispana, este día se conoce como el día de Expiación. Y las implicaciones de su significado son maravillosas considerando lo que
esta fiesta representa, tanto para los judíos, como para todos los seres humanos de todos los credos.
En el hebreo antiguo que usa el Antiguo Testamento, yom significa “día”, y kippur “cubrir o esconder” o “expiación”. Expiar es el acto de hacer enmiendas por un pecado o una ofensa, librar del pecado o salvar del mal. Se utiliza para explicar conceptos como reconciliación, pacificar, purgar y perdonar.
El día de Expiación representa un gran paso en el plan de salvación de Dios: cuando Cristo regrese a la Tierra, quitará de en medio a la causa principal de los problemas de la humanidad, Satanás el diablo. Esto dará paso, primero, a nuestra reconciliación con Dios y, segundo, a la reconciliación unos con otros.
Con el significado de este día, Dios nos asegura que su camino hacia la paz está en el horizonte y nos muestra cómo será posible.
¡Esperanza en el horizonte!
Este año, Yom Kippur cayó el sábado 12 de octubre. Fue uno de los varios días santos, ordenados en la Biblia, que ocurren en esa temporada, todos con un profundo significado en el plan que Dios está llevando a cabo.
Lamentablemente, los padres del cristianismo moderno sustituyeron los días santos de Dios (aquellos que Jesús y la Iglesia original observaron) con fiestas tomadas de religiones no cristianas. Y al hacerlo, ¡les quitaron a miles de millones de personas el conocimiento revelado acerca del plan de salvación de Dios que encontramos en estos días!
¿Listo para saber más? Simplemente vaya a vidaesperanzayverdad.org , busque “Fiestas santas de Dios” y comience un increíble viaje de entendimiento.
Mientras tanto, el Medio Oriente seguirá avanzando al punto de casi explotar ante nosotros. ¡Pero no tema! La verdadera historia del día de Expiación y el resto de los días santos nos asegura que finalmente se disipará y que una nueva era nos espera en el horizonte.
Clyde Kilough Editor
La historia y la profecía bíblicas nos proveen de una perspectiva fundamental para entender los problemas de hoy y la esperanza de mañana.
El Medio Oriente ha sido una región de conflictos intensos y frecuentes por mucho tiempo. Las tensiones y las guerras van y vienen en tanto que los pueblos y los gobiernos intentan proteger sus tierras y a sus ciudadanos del maltrato de otros
Durante el pasado siglo, hubo varios intentos de establecer la paz a esta problemática región, pero hasta ahora, ninguno ha tenido éxito.
En este artículo analizaremos cinco factores de la historia del Medio Oriente. Estos cinco elementos son el contexto que usted necesita para entender la importancia de esta región del mundo, el actual conflicto entre árabes y judíos y la futura paz que se establecerá en esta área .
1. El Medio Oriente es el punto focal geográfico de Dios.
Una de las primeras cosas que debemos entender acerca del Medio Oriente es que no se trata de un territorio común y corriente. La Biblia revela que el Creador de toda la Tierra eligió esta parte del mundo como el lugar del nacimiento de la humanidad, donde los seres humanos fueron creados y comenzó la civilización.
De hecho, esta región se conoce como la cuna de la civilización. También se conoce como “la medialuna fértil” porque el corazón productivo de Medio Oriente es un área con forma de medialuna que se extiende desde el este del Mediterráneo hasta el Golfo Pérsico.
El Medio Oriente está en la intersección de tres continentes: Europa, Asia y África. Debido a su ubicación estratégica, grandes imperios se lo disputaron y, más adelante, lo hicieron entre religiones rivales.
Ésta es la tierra en donde Dios trabajó con los patriarcas bíblicos y permitió que
sus descendientes establecieran el antiguo reino de Israel.
Y cuando llegó el momento de construir un templo, Dios personalmente escogió a Jerusalén para ello (2 Crónicas 6:5-6; 7:12). Luego de la construcción, Dios explicó: “ahora he elegido y santificado esta casa, para que esté en ella mi nombre para siempre; y mis ojos y mi corazón estarán ahí para siempre” (v. 16).
Jesús, el hijo de Dios, nació en Belén, al sur de Jerusalén. Nazaret, al norte, fue donde Jesús creció, y se movió entre esas ciudades durante su ministerio. Jerusalén fue el lugar en que nuestro Salvador fue crucificado y resucitado.
Durante los siglos siguientes, los seguidores de las tres grandes religiones abrahámicas (el judaísmo, el cristianismo y el islam) han peleado por el territorio del Medio Oriente. Las tres consideran a Jerusalén una ciudad santa.
Desde el principio de la historia humana, el Medio Oriente ha sido el lugar central de la interacción de Dios con la humanidad. La profecía bíblica muestra que al final de la era de gobiernos humanos, esta parte del mundo también será un lugar importante de conflicto entre las naciones y el lugar al que Jesús regresará.
Cuando Cristo establezca el Reino de Dios en la Tierra, Jerusalén se convertirá en el centro de educación y paz para todo el mundo. Hablaremos más acerca de eso más adelante
2. Los problemas del Medio Oriente provienen de conflictos familiares.
La rivalidad actual entre árabes y judíos es en gran medida la historia de conflictos entre los descendientes de una familia. Es una historia de ofensas y agravios que se extiende por siglos. Y es una
disputa que, según la profecía, continuará hasta la segunda venida de Cristo.
El legado de esta familia comienza con un hombre llamado Taré, quien tenía tres hijos: Abram (más tarde llamado Abraham), Nacor y Harán.
Cuando Harán murió, su hijo Lot se quedó con su abuelo (Taré) y su tío (Abraham). Y cuando Abraham respondió el llamado de Dios de mudarse a Canaán, Lot fue con él. Sin embargo, eventualmente ambos prosperaron tanto que la tierra no podía sostenerlos a los dos y tuvieron que separarse (Génesis 13:6).
Lot y su familia terminaron en Sodoma. Pero cuando Dios decidió destruir esa ciudad, los sacó de ahí.
Las hijas de Lot tuvieron hijos que se convirtieron en los padres de las naciones de Moab y Amón, las cuales a menudo entrarían en guerra con los descendientes de Abraham.
También surgieron rivalidades dentro de la familia de Abraham. Aunque Dios les prometió a Abraham y Sara que tendrían un hijo cuyos descendientes se convertirían en una gran nación y heredarían la tierra donde vivían, ellos se impacientaron.
Por consejo de Sara, Abraham tuvo un hijo (Ismael) con la sierva de Sara, Agar. Pero este suceso generó una constante desconfianza entre Sara y Agar, hasta el punto en que Agar y su hijo Ismael finalmente fueron expulsasos de la familia. Esto ocurrió después de que Sara diera a luz a Isaac (el hijo que Dios había prometido) en su ancianidad. Ismael se convirtió en el padre de los árabes, y la hostilidad entre sus descendientes y los de Isaac (específicamente los israelitas) aumentó a través de los años.
Con el tiempo, los descendientes de Taré se relacionaron entre sí. Isaac se casó con Rebeca, una nieta del hermano de Abraham, Nacor (Génesis 24:1-4, 15). Isaac y Rebeca tuvieron mellizos, Esaú y Jacob, quienes peleaban desde el vientre. Ambos se convirtieron en padres de naciones y sus descendientes fueron enemigos (Génesis 25:23).
Los descendientes de Esaú se convirtieron en la nación de Edom (Génesis 36:1). Jacob (quien más tarde fue llamado Israel) tuvo 12 hijos cuyos descendientes fueron las 12 tribus de Israel. Estos dos pueblos también tuvieron conflictos frecuentes.
Además, el matrimonio de Esaú con una hija de Ismael (Génesis 28:9) unió a esas dos ramas de la familia
de Abraham en su amarga enemistad con los descendientes de Jacob.
Estas antiguas envidias y disputas entre los descendientes de Abraham y sus parientes, generaron enemistades que son evidentes actualmente, entre muchos árabes y judíos
3. La historia de Medio Oriente y los esfuerzos de unificación de los árabes.
Para entender al Medio Oriente en la actualidad, es útil conocer algo de la historia de los pueblos árabes y el islam.
En los siglos siguientes a su desarrollo como tribus y pueblos, los descendientes de Ismael vivieron en arabia, el norte de África y Levante Mediterráneo (el área que colinda con la costa este del Mar Mediterráneo). Llegaron a conocerse como árabes, junto con algunos de los descendientes de Esaú y Lot.
Aunque según la profecía estos serían pueblos independientes que pelearían entre sí (Génesis 16:12), todos compartirían su odio contra los descendientes de Israel.
En términos de religión, los árabes estaban divididos. Casi todos eran politeístas paganos que adoraban varios dioses asociados con las tierras que habitaban o los cuerpos celestes.
Pero el nacimiento de Mahoma en el año 570 d.C. comenzó a cambiar esa tendencia. Mahoma enseñó una religión llamada islam, la cual ganó aceptación rápidamente y les dio a los pueblos árabes una muy deseada oportunidad de unificación. Sin embargo, dentro del islam también se desarrollaron divisiones.
El Corán —el libro que contiene las visiones de Mahoma acerca de cómo vivir y sus correcciones personales de la Biblia cristiana— tiene algunas secciones que fomentan una convivencia pacífica con los no musulmanes y otras secciones que instan a la violencia contra ellos.
Actualmente, muchos musulmanes citan pasajes del Corán para defender las relaciones pacíficas, mientras que otros citan pasajes diferentes para justificar la guerra santa y sus actos brutales con el fin de impulsar el islam y destruir a sus supuestos enemigos.
Otro gran problema —la cuestión acerca de quién fue el sucesor legítimo de Mahoma— es la base del actual conflicto entre suníes y chiitas. La posición suní es que el suegro de Mahoma, Abu Bakr, era el sucesor designado. La posición chiita, que son la minoría, es que Ma -
homa nombró a su primo y yerno, Ali ibn Abi Talib, como sucesor.
Hoy en día, aproximadamente 90 por ciento de los musulmanes son suníes. Pero en los países musulmanes de Irán, Irak, Bahrain y Azerbaiyán, la mayoría es chiita. Irán, gobernado por una teocracia chiita, busca dominar el mundo musulmán y financia a terroristas a lo largo de la región.
Entender el énfasis que se hace en diferentes pasajes del Corán y la división suní-chiita nos permite comprender mejor los actuales conflictos y divisiones en el mundo musulmán
4. El Medio Oriente y las profecías del tiempo del fin.
El Medio Oriente juega un papel central en las profecías bíblicas del tiempo del fin. La Biblia puede ayudarnos a entender los eventos actuales y lo que ocurrirá en el futuro.
En años recientes, ha habido algunos aciertos en los intentos de paz entre el estado de Israel y los países árabes. Por ejemplo, los Acuerdos de Camp David, firmados en 1978 por Israel y Egipto, además, el primero de los Acuerdos abrahámicos, firmado el 15 de septiembre del 2020, por Estados Unidos, Israel y los Emiratos Árabes, ofrecen esperanza. Sin embargo, la relación de Israel con estas naciones permanece tensa, así como con Irán y algunos otros países árabes, continúa siendo algo imposible de plantear.
Lamentablemente, las profecías del tiempo del fin indican que la “enemistad perpetua” (Ezequiel 35:5) de muchos países árabes contra Israel aumentará en el tiempo previo al regreso de Jesucristo.
Salmos 83 describe a un grupo conformado principalmente por países árabes comprometidos con el exterminio de la nación judía. “Han dicho: Venid, y destruyámoslos para que no sean nación, y no haya más memoria del nombre de Israel. Porque se confabulan de corazón a una, contra ti han hecho alianza” (Salmos 83:4-5).
Daniel 11 también habla de una probable coalición de naciones árabes en el tiempo del fin, liderada por un “rey del sur” que atacará al “rey del norte”, una restauración del Imperio Romano en Europa (v. 40). Luego, el rey del norte conquistará gran parte del Medio Oriente (vv. 41-43).
Poco después, el rey del norte participará en otra batalla, esta vez contra un gran ejército proveniente del norte y el este (v. 44; compare con Apocalipsis 9:16).
Finalmente, ejércitos de todo el mundo se juntarán en la Tierra Santa para pelear contra Jesucristo cuando regrese (Apocalipsis 16:14, 16; Zacarías 14:2-4).
Le invitamos a ver nuestro folleto El libro de Apocalipsis: la tormenta antes de la calma para más detalles acerca de estas profecías .
5. Un futuro de paz para el Medio Oriente.
El tiempo previo al regreso de Cristo será tan caótico que la existencia de la humanidad se verá amenazada. Jesús dijo que “si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo” (Mateo 24:22).
Afortunadamente, Dios intervendrá para salvarnos: “Yo me he vuelto a Jerusalén con misericordia… aún consolará el Eterno a Sion, y escogerá todavía a Jerusalén” (Zacarías 1:16-17). Cuando Jesús regrese, bajará al monte de los Olivos, en el lado este de Jerusalén (Hechos 1:9-12; Zacarías 14:4).
Después de que Cristo derrote a los ejércitos humanos que se unirán contra Él, “será rey sobre toda la tierra” (Zacarías 14:9) y le enseñará a todo el mundo su camino de paz (Isaías 2:3). Desde Jerusalén, Él “juzgará entre las naciones” y gobernará con “vara de hierro” (Isaías 2:4; Apocalipsis 12:5; 19:15).
Esto significa que Jesús solucionará todos los desacuerdos entre las naciones de forma justa y tendrá el poder para ejercer juicios justos sobre la Tierra. Luego de que Satanás sea quitado y ya no pueda engañar a la gente (Apocalipsis 12:9; 20:1-3), la sabiduría y la bendición de escoger el camino de Dios serán evidentes.
Al describir este tiempo Jeremías escribió: “En aquel tiempo llamarán a Jerusalén: Trono del Eterno, y todas las naciones vendrán a ella en el nombre del Eterno en Jerusalén; ni andarán más tras la dureza de su malvado corazón” (Jeremías 3:17).
A medida que los pueblos y las naciones comiencen a obedecer a Dios, experimentarán la paz verdadera. Como dice Isaías 32:17, “el efecto de la justicia será paz”. Éste es un futuro maravilloso para el Medio Oriente y todos los pueblos y las naciones que respondan a las enseñanzas de Dios.
—David Treybig
La frase “mi verdad” se está volviendo cada vez más popular en nuestra cultura. Pero ¿qué significa exactamente?
¿Existe “mi verdad” realmente?
“Estoy hablando mi verdad".
¿Qué dice la Biblia acerca de “mi verdad”?
¿Ha escuchado a alguien decir esto? Esta expresión, a menudo usada con mucha convicción, es el estandarte de lo que se conoce como el movimiento de “mi verdad”, que ha surgido en los últimos años. Aunque cada vez es más popular, esta tendencia social está llena de ambigüedades. Si hace una búsqueda rápida en Google de la definición de “mi verdad”, encon-
trará variadas explicaciones y perspectivas. Así que surge la interrogante: ¿qué es verdad acerca del concepto de “mi verdad”?
Analicémoslo respondiendo cuatro preguntas:
• ¿Qué es?
• ¿Qué significa?
• ¿De dónde proviene?
• ¿Qué produce?
¿Qué es “mi verdad”?
No existe una sola definición de “mi verdad”. Sin embargo, en general se asume que este concepto alude a las creencias y opiniones de un individuo en particular. Cada persona tiene experiencias únicas y saca conclusiones acerca de la vida a partir de esas experiencias.
“Mi verdad” es lo que yo creo que es verdad con base en mi propia perspectiva y experiencias. Asimismo, “su verdad” es lo que usted concluye que es cierto según su perspectiva y experiencias .
¿Qué significa “mi verdad”?
Esto puede parecer lógico en la superficie. Después de todo, todos venimos de diferentes familias y contextos, vivimos en diferentes lugares, conocemos a diferentes personas y tenemos diferentes experiencias. Es natural que veamos las cosas de forma diferente.
Pero ¿es eso lo que realmente quieren decir los defensores del concepto de “mi verdad”?
Según el movimiento, dado que todos somos únicos, lo que es verdad para una persona puede no serlo para otra. Esto nos lleva a otra idea mucho más peligrosa: que la verdad es relativa y no existen los absolutos
¿De dónde viene “mi verdad”?
Aunque la expresión “mi verdad” es bastante nueva, el concepto no lo es. De hecho, es sospechosamente similar al relativismo, que se volvió popular durante los siglos XIX y XX. El Diccionario Cambridge define el relativismo como “la creencia de que la verdad, lo correcto y lo incorrecto sólo pueden definirse en relación a otras cosas y nada puede ser verdadero o correcto en todas las situaciones”.
Vocabulary.com también dice que, según el relativismo, “no hay una verdad absoluta, sólo las verdades que una persona o cultura en particular creen”. Los relativistas morales defienden la idea de que los humanos están calificados para determinar lo que es correcto e incorrecto por ellos mismos en la mayoría de los casos.
Pero ¿es así?
En Génesis 3:4-5, Satanás engañó a Eva con una mentira seductora y peligrosa: “No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de [el árbol de la ciencia del bien y del mal], serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal”.
Con astucia, Satanás le prometió a Eva que tendría el conocimiento y la autoridad que le pertenecían sólo a
Dios. La tentó con la idea de que Dios estaba siendo injusto al restringir a los humanos su habilidad para diferenciar lo bueno de lo malo. Y, lamentablemente, Eva le creyó.
Desde el principio, la humanidad cayó en la trampa de creer que podemos decidir lo que es bueno y malo por nosotros mismos, sacando a Dios de en medio. Es a partir de esta falsa creencia que se originó el concepto de “mi verdad”
¿Qué produce la actitud detrás de “mi verdad”?
Veamos tres consecuencias naturales de tener esta actitud:
• Múltiples fuentes de verdad
La mentalidad detrás del concepto de “mi verdad” lleva a las personas a considerar sus propias creencias e ideas como la fuente principal de la verdad. Y cuando todos hacen lo mismo, el resultado son múltiples fuentes de verdad
Si todos tienen la capacidad de determinar lo que es correcto e incorrecto, ¿cómo saber cuándo las creencias de una persona son más válidas que las de otras?
Este fenómeno crea confusión y oscurece la verdad.
• Conflicto
La idea de que cada persona debería tener su versión de la verdad inevitablemente conduce al conflicto, especialmente cuando la “verdad” de alguien contradice la de alguien más. La posibilidad de que cada uno puede y debe definir su verdad suena ideal hasta que esas “verdades” se contraponen .
• El efecto “sabio en [nuestra] propia opinión”
Defender “mi verdad” implica no ver más allá de nuestras propias vidas y perspectivas cuando establecemos nuestras creencias. Esto hace que nos consideremos “[sabios] en [nuestra] propia opinión”, que nos creamos mejor informados, más competentes y más calificados de lo que realmente somos (Proverbios 3:7).
Si la mentalidad de “mi verdad” tiene resultados tan negativos, ¿hay una mejor alternativa?
¿Qué es la verdad?
Primero, necesitamos determinar qué es la verdad, en oposición a “mi verdad”.
La diferencia es muy simple: “mi verdad” es lo que yo creo con base en mis ideas y experiencias. La verdad es lo que el Creador, quien lo sabe todo, proclama como cierto. Juan 17:17 lo dice claramente: “Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad”.
Para estudiar este importante pasaje con más profundidad, vea nuestra entrada de blog “ Tu palabra es verdad”.
¿Qué significa la verdad?
Entender la verdad implica aceptar una premisa fundamental: Dios define lo que es verdad. Él es el árbitro definitivo de lo correcto e incorrecto.
Y una vez que reconocemos que la Palabra de Dios es la verdad, debemos tomar una decisión crucial: ¿nos aferraremos a nuestras propias nociones de la verdad o alinearemos nuestras creencias con la Palabra de Dios?
¿Adoptaremos la verdad del Creador como nuestra?
Esto requiere que sometamos nuestros pensamientos y creencias a Dios, adoptando su definición de la verdad y sus estándares de correcto e incorrecto. Puede sonar sencillo, pero requiere de mucha fe, humildad y esfuerzo.
Cuando nos sintamos tentados a mantener nuestras propias ideas para definir lo correcto y lo incorrecto, debemos decidir conscientemente confiar en Dios y no apoyarnos en nuestro propio entendimiento. Para más información acerca de la verdad absoluta, lo invitamos a leer: “¿Qué es la verdad? ”.
¿De dónde viene la verdad?
A diferencia de “mi verdad”, la verdad proviene de una sola fuente. Esto permite que sea íntegra y fiable a lo largo del tiempo.
Esa única fuente es la Biblia.
En 2 Timoteo 3:16-17 leemos: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”.
Dios inspiró directamente las Escrituras como la única fuente de verdad en todas las épocas: pasado, presente y futuro.
La Palabra de Dios, siempre ha sido, siempre es y siempre será la verdad. Las palabras de la Biblia siguen proclamando la verdad y equipándonos para toda buena obra .
¿Qué produce la verdad?
Analicemos tres beneficios de aceptar la verdad de Dios como nuestra verdad:
• Discernimiento
En 1 Juan 4:1, el apóstol nos anima a “[probar] los espíritus” para ver si están de acuerdo con la verdad de Dios. Incluso en los tiempos de Juan, la cultura estaba
plagada de ideas que contradecían la verdad de Dios. Hoy en día enfrentamos una situación similar y necesitamos evaluar con cuidado lo que escuchamos o leemos.
Afortunadamente, la Biblia nos brinda las herramientas para discernir la verdad de las mentiras. Nos da un estándar claro para evaluar el sin número de creencias e ideas con que podemos toparnos
• Paz
Una infinidad de ideas incompatibles inevitablemente produce confusión y ansiedad. En cambio, la simplicidad de la verdad produce paz. La Biblia dice: “la verdad os hará libres” (Juan 8:32). Esto implica muchas formas de libertad, incluyendo la paz que proviene de poner fin a la interminable búsqueda de la verdad en diferentes fuentes a menudo contradictorias.
En un mundo de conflictos provocados por diferentes creencias y opiniones, es reconfortante saber que hay una fuente de verdad independiente y superior a todas. Como explica Isaías 26:3, “Tú [Dios] guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado”.
Para aprender más acerca de la libertad que proviene de la verdad de Dios, le invitamos a leer “ Y la verdad os hará libres”: el significado de Juan 8:31-32”.
• Humildad
La mejor manera de evitar ser sabios en nuestra propia opinión es reconocer lo poco que comprendemos acerca de la verdad sin la ayuda de Dios. Reconocer que somos incapaces de discernir lo que es correcto e incorrecto por nosotros mismos requiere de una humildad sincera y necesaria.
Como dice Proverbios 11:2, “Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra”. Insistir en nuestras propias creencias cuando no están de acuerdo con las de Dios es una manifestación de orgullo. Pero, como continúa el versículo: “con los humildes está la sabiduría”. En lugar de elevar nuestras ideas al nivel de la verdad, debemos ir humildemente ante el Creador y la Fuente de toda la verdad para pedir su guía y sabiduría .
La próxima vez que escuche a alguien decir que está diciendo la verdad, tómese un momento para analizar si sus palabras son acordes a la verdad o no.
Después de todo, la verdad de Dios es la única verdad que importa .
—Monica Ebersole
Dios es eterno, todopoderoso y omnisciente. Lo sabe todo. Conoce nuestras necesidades, nuestros problemas y nuestros deseos más profundos. Entonces, ¿por qué orar?
No crecí en una familia religiosa, así que la oración nunca fue parte de mi vida. Pero cuando comencé a asistir a la Iglesia en mi edad adulta, no pasó mucho tiempo antes de que me enfrentara a la necesidad de orar. ¡Y la oración no era algo natural para mí!
Parte de la razón era que me preguntaba por qué un Dios que ya conocía mi corazón y mente querría que le orara. Dios lo sabe todo; no necesita de nuestras ora-
ciones para conocer nuestros miedos, preocupaciones, deseos y sueños (Mateo 6:8).
Entonces, ¿por qué orar?
¿Quién soy yo para sugerirle a Dios qué hacer?
Pero además había otras razones por las que orar me parecía tan difícil. Una de ellas tenía que ver con lo que sentía al compararme con Dios. “¿Quién soy
yo”, pensaba, “para aconsejarle al Dios Todopoderoso lo que debería hacer?”.
Cuando oramos, ya sea para pedir bendiciones, sanidad o protección para nosotros u otros, ¿no estamos en esencia diciéndole a Dios, el Ser más grande del universo, lo que pensamos que debe hacer?
Dios no necesita nuestros consejos o sugerencias. Él sabe lo que es mejor y planifica bien lo que hace. No actúa al azar. Y ya que Dios lo sabe todo y es un Dios que planifica, concluí que no necesitaba de mis consejos.
Entonces, ¿por qué orar?
También me costaba superar la sensación de que estaba orándole a las paredes, por así decir.
A diferencia de una conversación entre humanos, no había interacción evidente al orar. No podía calibrar la respuesta de Dios a través de una respuesta verbal o la expresión de su rostro.
En una conversación humana, la respuesta es inmediata. El menor de los gestos o suspiros puede mostrarnos la reacción de alguien más. Pero no en una oración.
Entonces, ¿para qué intentarlo? ¿Por qué orar?
Aunque la oración se sentía antinatural e innecesaria para mí, supe desde muy temprano en mi vida cristiana que era un elemento vital del cristianismo. Aparecía constantemente en la Biblia y se mencionaba todo el tiempo en los sermones.
Mis primeros intentos de oración fueron incómodos y decepcionantes —para mí, pero no para Dios. En retrospectiva, pienso que Dios veía mis débiles esfuerzos como un padre humano ve los primeros pasos de su hijo pequeño. Para Él eran un motivo de gozo, incluso cuando no eran naturales para mí.
Finalmente, con tiempo y esfuerzo, fui dándome cuenta de las razones por las que Dios quiere que oremos. Éstas son algunas de ellas:
1. La oración edifica nuestra relación con Dios.
Una de las verdades más impresionantes de la Biblia es que el Dios Todopoderoso del universo quiere tener una relación con los seres humanos. La oración nos ayuda a construir esa relación.
Jesús les enseñó a sus discípulos y a nosotros, a dirigirnos a Dios como “Padre” en nuestras oraciones (Mateo 6:6, 8-9). Esto implica reconocer no sólo su autoridad sobre nosotros, sino también su amor. Además, revela la clase de relación que Él quiere que tengamos: una relación de padre-hijo.
Todas las relaciones requieren de comunicación constante. Lo mismo es verdad con respecto a la oración, que es una medida de nuestra relación con Dios.
Aunque Dios sabe lo que hay en nuestro corazón y nuestra mente antes de que le oremos, quiere saber si realmente valoramos nuestra relación con Él. ¿Haremos el esfuerzo de orarle regularmente? Cuando oramos, demostramos nuestro deseo de permanecer en una relación especial con Dios.
Construir y fortalecer nuestra relación con Él es el propósito más importante de la oración. Y una relación fuerte con Dios es el fundamento de todas las demás razones para orar.
2. Orar nos hace humildes.
Inclinar nuestro rostro para orar, incluso cuando no nos parece natural, requiere de humildad. El acto mismo de orar implica humillarnos.
Sin humildad, no podemos tener una relación satisfactoria con Dios. La Biblia dice que Dios responde a quienes se acercan a Él con humildad y por una buena razón: un corazón arrogante no busca la voluntad de Dios.
Por otro lado, un corazón humilde está dispuesto a cambiar y buscar su dirección. Tener una vida de oración nos enseña a adoptar la voluntad de Dios como nuestra.
Cristo nos dio el ejemplo la noche antes de su crucifixión. Sabiendo la agonía que pronto experimentaría, oró fervientemente para pedirle tres veces a Dios que quitara la “copa” de su sufrimiento. Sin embargo, cada vez agregó: “pero no sea como yo quiero, sino como tú” (Mateo 26:39-44).
A medida que un cristiano madura, entiende que Dios no siempre responde las oraciones de la forma en que esperamos. Pero, de todas formas, debemos aprender a aceptar su voluntad
3. La oración fortalece nuestra fe.
Estar dispuestos a orar, incluso cuando no hay interacción inmediata, requiere de fe. Fe en que Dios está escuchando. Fe en que le importamos. Fe en Él.
Pero ese granito inicial de fe es sólo el comienzo. Con el tiempo, nuestra fe se fortalece gracias a nuestras experiencias con la oración.
En mi vida, por ejemplo, recuerdo muchas veces en que Dios respondió mis oraciones. A veces, sus respuestas llegaron pronto, a veces no. A veces, me pareció que nunca llegaron.
Las veces en que Dios me respondió rápidamente fortalecieron mi fe. Recuerdo esas oraciones con una sensación de asombro. Son la prueba de que Dios responde. Pero lo que me impresiona ahora es cómo las oraciones que Dios no me respondió rápidamente, y aquellas que al parecer aún no me ha respondido, también han fortalecido mi fe.
En algunos casos, me he dado cuenta de que lo que pedí no hubiera sido bueno para mí. En otros, he reconocido el valor de esperar el momento adecuado. Y en las oraciones aparentemente no contestadas, he aprendido (y sigo aprendiendo) a confiar en Dios pase lo que pase.
4. Orar es un acto de adoración.
La oración es una de las formas más importantes de adorar a Dios. Zondervan Pictorial Encyclopedia of the Bible [Enciclopedia pictórica de la Biblia de Zondervan] define adorar como “rendir homenaje o respeto” y “devoción, servicio u honor reverente hacia Dios” (Vol. 5, p. 969).
Generalmente, este homenaje debería ir al principio de nuestras oraciones diarias, como Cristo enseñó. Cuando uno de los discípulos le preguntó cómo orar, Él dio un modelo de oración (Lucas 11:1-4; Mateo 6:5-14).
Note que después de referirnos a Dios como nuestro Padre, debemos reconocer que Él es santo, alabando su nombre (Mateo 6:9, vea “Alabar a Dios”). Esto no implica que Dios necesite nuestra alabanza, sino que nosotros necesitamos alabarlo a Él.
Alabar a Dios es poner nuestra relación con Él en perspectiva. Cuando lo alabamos en nuestras oraciones, apreciamos su amor paternal y su autoridad sobre nosotros .
5. Orar implica sacrificarnos.
Apartar tiempo para orar es un sacrificio. No siempre es fácil o conveniente, especialmente cuando nos hemos comprometido a orar diariamente.
En esencia, cuando oramos sacrificamos parte de nuestra vida para servir a Dios. Decidimos entregarle varios momentos de nuestro tiempo con el fin de que sea
nuestra prioridad y podamos conectarnos con Él. Ésta es una de las formas en que nos convertimos en sacrificios vivos (Romanos 12:1).
David escribió acerca de esto en uno de los salmos más hermosos: “Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios” (Salmos 51:17).
En la oración derramamos nuestros corazones y ése es un sacrificio que a Dios le agrada. También podemos dedicar parte de nuestra vida a oraciones intercesoras, sacrificando nuestro tiempo por el bien de otros.
A Dios le agrada que tengamos la actitud de sacrificarnos por el bien de otros (1 Juan 4:8)
¿Quién soy yo?
Al principio mencioné una pregunta inquietante que me dificultaba orar. Constantemente me preguntaba: “¿Quién soy yo para decirle a Dios qué hacer?”.
Pero he llegado a entender que estaba haciendo la pregunta incorrecta. La verdadera pregunta no se trata de mí, sino de Él: “¿Quién es Dios para que se interese en mis oraciones?”.
Dios es mi Padre amoroso. No me creó para ser un esclavo, sino uno de sus hijos amados. Y, aunque ya sabe lo que hay en mi corazón, quiere que le exprese mis pensamientos y emociones, así como todo padre humano quiere escuchar los pensamientos y las emociones de sus hijos
Otro problema que mencioné es la sensación de incomodidad por no tener retroalimentación al orar. Pero he avanzado con el paso de los años.
He descubierto que empezar es la parte más difícil. Una vez que empiezo a orar, verdaderamente enfocado en hablar con Dios, me olvido de lo que hay alrededor y simplemente oro. Las paredes se derrumban, por así decirlo, permitiendo que Dios nos escuche.
Ahora tengo más de sesenta años y he experimentado personalmente el poder de la oración durante décadas. Orar es una de las cosas más importantes que podemos hacer en la vida.
¿Qué hay de usted?
¿Está listo para experimentar el poder de la oración y construir o profundizar su relación con Dios?
Entonces, siga el consejo del apóstol: “Orad sin cesar” (1 Tesalonicenses 5:17). Le aseguro que se alegrará de hacerlo.
—Bill Palmer
Tras 50 años, cuatro parejas comparten sus reflexiones acerca del maravilloso regalo de Dios que es el matrimonio.
Han pasado unos 6.000 años desde que Dios unió al primer hombre y la primera mujer en matrimonio; desde ese día, hombres y mujeres de todas las épocas y culturas han intentado descifrar la clave. ¿Cómo tener un buen matrimonio, significativo y gratificante? ¿Qué pueden hacer los esposos y las esposas para construir una relación capaz de superar la prueba del tiempo —no sólo soportando con paciencia, sino como la evidencia de las décadas que han tenido para disfrutarse y valorarse el uno al otro?
Recientemente tuve el privilegio de sentarme con cuatro parejas que celebraron 50 años de matrimonio (¡una de ellas 54!), y todas son parejas que no han sólo sobrevivido a medio siglo de vivir juntos, sino que ven ese tiempo como una valiosa bendición que ha contribuido profundamente a moldear su forma de ser y su identidad.
¿Es posible resumir las lecciones y la sabiduría de 204 años colectivos (y 408 años de experiencia personal) en un solo artículo?
Probablemente no. Pero estos son algunos de los conceptos y temas que se repitieron en las cuatro entrevistas y horas de conversación. Mis sinceros agradecimientos a los señores Franks, Horchak, Kilough y Johnson por compartir su tiempo y sabiduría conmigo en nuestras conversaciones.
primer paso requiere
Cuando pregunté qué los inspiró a comprometerse de por vida, la respuesta de todas las parejas fue unánime.
Todos vieron en su futuro cónyuge a alguien con quien podían compartir sus vidas —no sólo vivir en el mismo espacio, sino tener un compañero o compañera a quien podían hablarle de sus pensamientos y emociones, además, con quien compartirían perspectivas valiosas. Más aún, se consideraban el uno al otro como iguales, con un mismo destino espiritual. “Sentí que él se dirigía al Reino”, dijo Becky Johnson de su esposo David. El Reino era un objetivo común por el que ambos podían luchar juntos.
Jim y Sharron Franks enfatizaron la importancia de construir un matrimonio sobre un fundamento sólido. ¿Comparten ambos la misma perspectiva y pasión por la verdad de Dios? ¿Han desarrollado el hábito de la comunicación? ¿Tienen un relación de profunda comprensión y respeto mutuos?
El señor Johnson dijo: “Cuando uno se para ante Dios, los testigos y los ministros, mira a su prometida y ambos hacen un pacto mutuo, está haciendo un compromiso. No hay cláusulas de escape”.
La Biblia dice claramente que Dios permite la separación del matrimonio en casos muy extremos, pero de otra forma, no hay salida. "Si atravesamos un período difícil y tenemos problemas para llevarnos bien, ¿sabe qué? Aún hay un compromiso. Eso no va a cambiar. Así que vamos a tener que encontrar una manera de hacer que funcione. Y creo que eso es parte del desafío”.
No se puede entrar en el pacto del matrimonio sin reflexionar seriamente. El matrimonio es un voto solemne ante Dios y su cónyuge, que usted pretende cumplir hasta el final. No se sube al avión sin un paracaídas. Cualquiera que sea el problema que enfrenten, lo enfrentarán juntos
El día de la boda es sólo el primer paso hacia un camino mucho más largo, uno por el que estas parejas han andado más de medio siglo. En todo ese tiempo, han aprendido mucho acerca de lo que es un matrimonio sólido (y lo que es necesario hacer para lograrlo).
Una clave (aparentemente obvia pero fácil de olvidar) es que un buen matrimonio requiere de trabajo. ¿Cuánto trabajo? Probablemente más de lo que creemos.
El señor Johnson compara el matrimonio con un jardín. “Me encanta tener un jardín”, dijo. “Pero requiere de esfuerzo”. ¿Es el trabajo un aspecto negativo del matrimonio? No. Como con un jardín, el esfuerzo es lo que produce algo hermoso.
Tras decir “acepto”, es fácil que una pareja comience a poner menos esfuerzo en la relación. Durante el noviazgo, hay una gran motivación para dar lo mejor. Pero en el matrimonio, después de hacer el compromiso, es más fácil dejar de luchar con el mismo entusiasmo.
Pero eso no nos llevará a un buen lugar.
En cambio, las parejas se ven beneficiadas si se redobla su compromiso mutuo (Efesios 5:22-33). Los matrimonios que entrevisté mencionaron la importancia de mostrar amor. Puede prestar atención a la manera en como su pareja expresa su amor y luego esforzarse por mostrar ese mismo tipo de expresiones en su realción. (¿Le gusta conversar? ¿Pasar tiempo juntos? ¿Disfrutan haciendo cosas entretenidas y teniendo detalles el uno con el otro? Descubra qué valora su cónyuge y haga eso.)
“Quiero valorarlo y que él me valore por quien soy”, dijo Tanya Horchak de su esposo Doug. “Si él me valora por lo que soy, a pesar de mis errores . . . eso fortalece el matrimonio enormemente”.
Clyde Kilough mencionó que, en cierta forma, los matrimonios son como cuentas bancarias emocionales. Los retiros pueden causar daños graves, pero tomarse el tiempo para hacer depósitos con expresiones regulares de amor puede hacer que los momentos difíciles sean más fáciles de sobrellevar. “Mantiene a la otra persona muy consciente de que, sí, a veces hacemos retiros sin intención, pero también estamos trabajando en la otra parte”.
Mantener abierta la línea de comunicación
Estas parejas también hablaron de la importancia de la comunicación. Hay un viejo chiste de un esposo que dejó de decirle a su esposa que la amaba: “Te dije que te amaba cuando nos casamos y te avisaré si eso cambia”. Es fácil comunicarnos menos de lo necesario y mucho más difícil excedernos en la comunicación. Hacer el esfuerzo de compartir el uno con el otro (cómo estuvo su día, cómo se sienten el uno con el otro, sus esperanzas y sueños, las bromas que han escuchado) es muy valioso. Su cónyuge no sabe lo que hay en su mente a menos que se tome el tiempo para compartirlo.
Pero escuchar también tiene que ser una prioridad. Como dijo Stephen Covey: “Busque primero comprender, después ser comprendido”. Como dice la Palabra inspirada de Dios: “todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar” (Santiago 1:19).
“Nos comunicamos mucho, acerca de cosas increíblemente tontas, cosas triviales, cosas graciosas y también cosas serias”, dijo el señor Horchak. Tener el hábito de comunicarse regularmente ha hecho que para él y su esposa sea más fácil abordar discusiones serias que de otra manera habrían sido difíciles.
Al hablar de comunicación, Dee Kilough mencionó el valor de usar el fruto del Espíritu (enumerado en Gálatas 5:22) como una especie de filtro mental para evaluar las interacciones: “Esto que acaba de ocurrir: ¿creó amor, gozo, paz, paciencia? Ya sabe, todas esas cosas. Y, si hubo un problema en algún lugar, debería detenerme y evaluarlo . . . Esto nos ayuda a enfocarnos cuando algo no salió de la manera que quisiéramos”.
El matrimonio es un pacto sagrado entre una mujer, un hombre y Dios.
Dejar a Dios fuera de la ecuación es una receta para el desastre, mientras que buscarlo juntos trae muchas bendiciones. Orar y estudiar la Biblia individualmente es importante, pero ¿qué tan a menudo escucha de parejas que estudian y oran juntos?
Acercarse a Dios como una unidad, compartir sus pensamientos con Él, pedirle su ayuda y guía, y luego tomarse el tiempo para leer y comentar su Palabra, permite que los matrimonios participen en una comunicación de tres vías con el Creador del universo, en la que aprenden y crecen juntos.
Poner a Dios en el centro de la relación permite reenfocar positivamente muchos problemas potenciales. Cuando hay un conflicto (y habrá conflictos) ya no se trata de que uno gane y el otro pierda la discusión; se trata de ir juntos ante Dios y buscar su voluntad.
El matrimonio no es una batalla si ambos están buscando respuestas juntos. La pregunta ya no es: “¿Estoy yo en lo correcto o eres tú?”, sino, “¿qué quiere o espera Dios de nosotros?”.
Ésa es una respuesta que esposo y esposa pueden buscar juntos en lugar de competir
La sumisión no tiene que ser un tema controversial
En el mundo moderno, la instrucción del apóstol Pablo de que las esposas deben someterse a sus maridos (Efesios 5:22), puede parecer anticuada e incluso ofensiva. Pero las cuatro esposas que entrevisté sienten que la forma en que Dios diseñó el matrimonio les da paz e incluso las fortalece.
La señora Horchak resumió el asunto diciendo: “Si el esposo está haciendo lo que Cristo le dice en la Biblia, no tengo problema en someterme”.
En el mismo pasaje donde Pablo menciona la sumisión, también les dice a los esposos: “amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella” (v. 25).
El señor Horchak destacó: “Puede seleccionar palabras de Efesios 5 —y a veces las personas lo interpretan en su mente de la forma que desean— pero amar a nuestra esposa como [Cristo] amó a la Iglesia es la clave . . . Su ejemplo
de estar dispuesto a dar la vida… es una vara alta, pero no creo que Dios lo hubiera puesto como un objetivo si no fuera posible”.
Cuando un esposo no lidera con la clase de amor abnegado que Cristo ejemplificó, seguirlo se vuelve difícil —o, en algunos casos, imposible. Pero cuando el esposo sí lidera con esa clase de amor, seguirlo se vuelve una tarea positiva.
La señora Kilough explicó: “Dios le dio al hombre el liderazgo de la familia, pero dejó el cuidado y la educación a la mujer”. Estos papeles diferentes están diseñados para complementarse, no para competir. Ambos son muy importantes para el éxito de un matrimonio y, si se cumplen bien, cada uno debería facilitar el papel del otro.
No obstante, sin importar cuánto se esfuerza una pareja por su matrimonio, no se puede hacer mucho para evitar el impacto de factores externos —tragedias, crisis, emergencias y simplemente el desgaste normal de lo que Jesús llamó “el afán de este siglo” (Mateo 13:22).
Lo que sí pueden hacer juntos, sin embargo, es preparar su matrimonio para esas tormentas externas.
El señor Kilough enfatizó que el matrimonio debe ser un santuario, un lugar seguro donde tanto el esposo como la esposa se sienten amados, valorados y respetados. Puede ser muy fácil comportarnos o hablar de maneras que transforman ese atesorado santuario en una jaula desagradable. Si sus palabras y acciones no están edificando a su cónyuge, es tiempo de preguntarse por qué y qué debería cambiar.
Los Johnson se dieron cuenta poco después de casarse de que incluso compartir historias graciosas acerca del otro podía convertirse en una forma de lastimarse sin intención. Entonces, por respeto mutuo, decidieron tener más cuidado acerca de las historias que contaban y cómo lo hacían.
Algo que todas las parejas entrevistadas consideran importante es la necesidad de descansar. Cuando la vida se vuelve estresante o demandante, han llegado a apreciar el valor de apartar un tiempo para desconectarse del caos y reconectarse el uno con el otro.
“Recuerdo haber escuchado o leído hace años que cuando un matrimonio tiene más experiencias negati-
vas que positivas, ese matrimonio está en peligro”, dijo el señor Johnson. “Y a veces la vida simplemente trae malas experiencias. No tenemos la capacidad de controlar eso . . . La solución, o por lo menos algo que puede ayudar, es crear experiencias positivas en la relación matrimonial de una forma consciente”.
La forma en que llevamos eso a la práctica depende de muchas variables. Tal vez puedan costear unas vacaciones internacionales de dos semanas con todo incluido o quizá lo único que logran es sentarse a jugar unas rondas de cartas luego de que los niños se fueron a dormir. De cualquier forma, encontrar tiempo para respirar y disfrutar de la compañía del otro facilita que superemos los problemas pasados y enfrentemos los problemas futuros juntos.
“Debemos entender cuándo [esos descansos] son necesarios”, dice el señor Franks, “porque es fácil posponerlo y posponerlo: decir ‘todo está bien, todo está bien’. Y no nos enfocamos en nosotros mismos ni en pasar tiempo juntos . . . A veces sólo tenemos que decir, ‘No, es importante que tengamos ese tiempo ahora’”.
En tiempos de desacuerdo y conflicto, puede ser tentador, como dijo el señor Johnson, “salir a buscar a otra persona con quién hablar que esté de acuerdo con nosotros, que nos ayude a enderezar a nuestro cónyuge. Y esa persona le dará sus ideas de cómo enderezarlo”.
Es muy beneficioso buscar consejo sabio, por supuesto. Pero sólo buscar a alguien que simpatice con nosotros no ayuda. En cambio, cuando nos enfocamos en resolver el problema con nuestro cónyuge y no a pesar de nuestro cónyuge, tenemos la oportunidad de crecer juntos.
“Cuando pienso en nuestro matrimonio siempre concluyo: sí, hemos tenido altibajos, pero somos un equipo ”, dijo la señora Franks. “Todo lo que hemos atravesado nos ha unido más”.
Estas parejas mencionaron que un matrimonio no se ve exactamente igual durante 50 años. Usted crece, su cónyuge crece y, mientras tanto, su alrededor está cambiando. Tal vez se cambien de trabajo. Tal vez se muden al otro lado del país, ¡o a un país diferente! Tal vez tengan hijos.
No siempre habrá un plan de juego claro durante cada transición.
"A veces simplemente tuvimos que salir del paso", dijo el señor Franks. "Simplemente decir, Pues, nos amamos y sabemos que todo saldrá bien, pero no sabemos cómo". No tener un plan de juego para cada desafío inesperado
puede incluso convertirse en una oportunidad de crecimiento. Como dijo el señor Horchak, “A veces nos damos cuenta de que el hecho mismo de que ambos reconozcan que no tienen las respuestas puede ser algo bueno. Tal vez es así como Dios puede ayudarnos a aprender algunas cosas que necesitamos ver, si estamos dispuestos”.
El señor Kilough comparó las etapas de la vida a la crianza de los hijos. “Sus hijos siguen avanzando por nuevas etapas de la vida. Nunca han estado ahí, pero usted tampoco [como padre]. E intenta entender esa nueva etapa, pero cuando por fin la entiende, ya pasaron a otra”.
Lo mismo puede ocurrir con el matrimonio en sí, donde ambos cónyuges intentan entender en el momento de qué se trata y cómo funciona una nueva etapa de su relación.
¿Una solución? Busquen consejo de quienes ya han pasado por eso. “Pienso que muchas personas tienen problemas en su matrimonio porque no meditan lo suficiente acerca de lo que significa el estar casados, no hablan abiertamente acerca de su relación y tampoco se informan lo necesario acerca del matrimonio”. Continuó el señor Kilough, “Hay personas que han pasado por esto antes. Han escrito acerca de ello y tienen algunas ideas muy buenas”.
(Un recurso de este tipo es nuestro folleto El matrimonio que Dios diseñó.)
Uno de los mayores cambios que un matrimonio puede experimentar es al mismo tiempo el hito más hermoso y el más difícil en la vida:
Tener hijos.
La vida cambia después de que se cruza esa línea. Pero, mientras la sociedad parece ansiosa por pintar el matrimonio en general (y los hijos específicamente) como obstáculos para una vida feliz, estas parejas relatan una historia diferente.
“Pienso que podríamos haber tenido un matrimonio exitoso sin hijos”, dice el señor Franks, “pero simplemente es una bendición tan grande”. Él ve a sus hijos (¡y nietos!) como una gran parte de la “maravillosa, maravillosa vida” que Dios le ha dado.
“Creo que eso es lo que hace tan maravilloso nuestro matrimonio”, agregó la señora Franks. “Creo que nuestra familia lo ha completado”.
Los Horchak ven a sus hijos como parte de su identidad; no son dos personas que tienen una familia, sino dos personas que pertenecen a una familia.
Cuando planificaban un viaje para su aniversario número 50, la señora Kilough se dio cuenta de que: “Sólo quiero estar con mi familia… Aún disfrutamos de ir a
lugares y hacer cosas, pero no es lo primero en nuestra lista como lo era antes. Ahora lo primero es estar con nuestros seres queridos”.
Dejar que su matrimonio lo defina
Cuando les pregunté a las parejas qué les haría falta si nunca hubieran conocido a su cónyuge, a todos les costó encontrar una respuesta. Durante los pasados 50 años, estos equipos de esposo y esposa se han unido tanto que fue como pedirle a un pájaro que imaginara su vida sin alas, o a un árbol que imaginara su vida sin ramas.
Me comunicaron que, en última instancia, su matrimonio es más grande que cualquiera de ellos. Es más grande que su cónyuge. Es más grande que el hogar donde viven.
Un matrimonio es, de muchas maneras, una entidad propia. El esposo es una parte de él. La esposa es otra parte. Y también Dios. El objetivo del matrimonio es que esos tres cordones se entrelacen para formar una unidad.
Pero si sólo nos vemos como individuos que están casados, nos perdemos de algo. Cada uno de nosotros no es sólo un elemento dentro de un matrimonio; el matrimonio mismo debe ser parte de lo que somos . Debe ser algo que nos define —y, más aún, debe ser algo que queremos que nos defina. Cuando nuestro cónyuge está ausente, deberíamos sentir que parte de nosotros está ausente.
Si esto suena familiar, es porque las lecciones de 204 años de matrimonios no son nada nuevo o revolucionario, pero son algo muy valioso.
Esta lección en particular ha pasado miles de años escondida en el segundo capítulo de la Biblia: “Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; esta será llamada Varona, porque del varón fue tomada. Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne” (Génesis 2:23-24).
Durante 6.000 años, hombres y mujeres de todas las épocas y culturas han intentado descifrar la clave para tener un buen matrimonio, significativo y gratificante. Pero no había necesidad de hacerlo.
Si estas lecciones de 204 años de matrimonio nos enseñan algo, es que las respuestas nos han estado esperando en la Palabra de Dios todo el tiempo.
—Jeremy Lallier
La Biblia no dice mucho acerca de la apariencia de Jesús, pero aún así podemos saber cómo era.
En la secundaria tuve una clase de Historia del Arte donde nos mostraron varias obras que intentaban retratar a Jesucristo. Estaba el Jesús medieval, el Jesús renacentista, el Jesús barroco —todas visiones diferentes del Hijo de Dios .
Pero, aunque parezca contraintuitivo para algunos, como cristiano no estoy interesado en especulaciones artísticas de Jesucristo. Mis objeciones al respecto son dos: primero, el segundo mandamiento prohíbe crear imágenes de Dios. Segundo, la Biblia no provee suficiente información acerca de la apariencia de Jesús, así que todos sus retratos son inciertos y de escasa utilidad.
Después de todo, ¿cómo se justifica un Jesús blanco, de pelo largo y con aire europeo cuando en realidad era judío y vivía en el Medio Oriente?
Lo cierto es que, la Biblia da muy pocos detalles acerca de la apariencia física de Jesús porque Dios lo quiso así.
El problema de intentar identificarnos
Saber cuál es la apariencia de alguien, es fundamental en nuestras relaciones humanas. Los rostros de nuestros amigos y conocidos están grabados en nuestra memoria.
Pero en el caso de Jesucristo, con quien los cristianos desean tener la relación más cercana, ese elemento visual no está presente. Los apóstoles pasaron tres años y medio a su lado durante su ministerio y pudieron describir lo que vieron con sus ojos, escucharon con sus oídos y tocaron con sus manos (1 Juan 1:1). Pero para nosotros, y la gran mayoría de los cristianos a través de la historia, el rostro de Jesús es un misterio.
Esto da paso a una pregunta importante: ¿por qué Dios decidió no incluir en su Palabra una descripción detallada de cómo se veía su Hijo?
Vale la pena considerar por qué la apariencia de Jesús, que algunos consideran muy importante, fue omitida por Dios en la Biblia
Ver no es necesariamente creer
Juan 2:24-25 describe una debilidad humana particular. Para ese entonces, el ministerio de Jesucristo se estaba consolidando; predicaba con autoridad, hacía milagros y atraía multitudes que profesaban fervientemente creer en Él. El entusiasmo de las personas era palpable.
Pero, “Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque conocía a todos, no tenía necesidad de que nadie le diese
testimonio del hombre, pues él sabía lo que había en el hombre ” (énfasis añadido).
El entusiasmo es una cosa, pero la verdadera convicción es otra. Cristo conocía las debilidades de la naturaleza humana; sabía que la “fe” de las multitudes no se basaba en el contenido de su mensaje o la fuerza de su carácter, sino en los milagros inmediatos y visibles que Él hacía. Su interés en Jesús se limitaba a las pruebas tangibles que Él les daba —lo que podían ver y sentir directamente.
Cristo sabía, y sabe, lo que hay en el hombre.
Éste es el patrón que se repite en el deseo de tener una fotografía o imagen de Jesús. Las personas buscan algo tangible para sentir que su convicción es más real, basada en lo que pueden ver y tocar.
Por lo tanto, los artistas crean imágenes de Jesús para hacerlo más real, para que la adoración de las personas parezca más sustancial. Pero, en realidad, sus imágenes sólo lo hacen más pequeño. Una imagen puede desviarnos de lo que Dios espera que hagamos: que conozcamos a Cristo de una forma mucho más profunda.
Como escribió Pablo: “Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo” (2 Corintios 4:6).
Dado que no tenemos retratos inspirados de Cristo ni muchos detalles acerca de su apariencia, Dios debe revelar a su Hijo de otras maneras, y usa esencialmente dos vehículos para ponernos en contacto con ese conocimiento
Las Escrituras como una ventana
La primera forma en que conocemos a Jesús es a través de las Escrituras.
Los Evangelios son más que una historia en el arca del plan de Dios para la humanidad; son una ventana hacia la mente y el carácter de Cristo.
A través de las Escrituras aprendemos que Jesús era amable y cariñoso, que acogía a los niños en sus brazos cuando los discípulos trataban de alejarlos (Marcos 10:13-16). A través de la Biblia vemos su profunda compasión por los débiles y vulnerables. Entendemos que Jesús sentía compasión por quienes eran engañados y explotados por otros y los veía “como ovejas que no tienen pastor” (Mateo 9:36-37).
También leemos acerca de otras facetas de Cristo: valoraba el tiempo a solas y a menudo se apartaba para orar y meditar (Lucas 5:16; Marcos 1:35); le gustaba la compañía de otros (Lucas 7:34); se dirigía a grandes multitudes, pero también enseñaba en contextos íntimos y personales (Marcos 4:34; Juan 4:7-26).
Jesús era justo, pero también estaba lleno de misericordia. Era audaz y valiente (Juan 2:15-16), pero también amable y humilde (Mateo 11:29). Reflejaba a Dios el Padre en todo aspecto.
Ahora imagínese darle incluso al mejor artista del mundo la tarea de captar esta clase de carácter en un dibujo o una pintura. Es evidente que sería una tarea imposible. La mente y el carácter gloriosos de Jesús sencillamente no pueden ser plasmados gráficamente sin tergiversarlos o limitarlos.
No, no tenemos imágenes ni fotos de Jesús, pero tenemos algo mucho mejor: una forma más profunda de conocerlo. Tenemos el registro de su ejemplo personal.
La segunda manera en que Dios transmite el precioso conocimiento de su Hijo es a través del Espíritu Santo. En las Escrituras, se utilizan diferentes descripciones para ayudarnos a entender lo que el Espíritu de Dios puede lograr en la vida de un cristiano. Una de ellas es: “Espíritu de sabiduría y de entendimiento ” (Isaías 11:2, Nueva Versión Internacional, énfasis añadido).
Los Evangelios son en esencia una colección de palabras . Nuestra responsabilidad es conectar esas palabras, formar conceptos, interiorizar sus significados y dejar que esto sea lo que guíe nuestra vida diaria.
Pero tenemos un desafío: siempre estaremos tentados a sacar conclusiones propias o seleccionar lo que queremos creer mientras ignoramos el resto. Esto significa que constantemente enfrentamos el peligro de imaginarnos a Cristo como nosotros queremos que sea, en lugar de verlo como realmente es.
Es aquí donde el Espíritu de entendimiento puede ayudarnos. Conocer las profundas verdades acerca de Jesús es un proceso gradual, pero Dios, a través de su Espíritu, nos da el discernimiento que necesitamos . Él nos da el entendimiento para hacer las conexiones correctas , llegar a las conclusiones apropiadas y formarnos una imagen fiel de Jesús —una que podemos esforzarnos por imitar.
Pero el papel del Espíritu para ayudarnos a conocer a Cristo va incluso más allá.
El apóstol Juan hizo una observación crucial: “en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos” (1 Juan 2:3, énfasis añadido).
Una característica distintiva del Espíritu Santo es su poder para ayudarnos a obedecer a Dios (Romanos 8:45), lo cual nos permite conocer a Cristo de una manera mucho más profunda e íntima. Cuando obedecemos a Dios, la motivación que Jesús tuvo durante toda su vida, pasamos de tener un conocimiento intelectual del Hijo a conocerlo por experiencia
En otras palabras, aprendemos haciendo.
Aunque podemos conocer a Jesús hasta cierto punto sólo leyendo las Escrituras, el aprendizaje real ocurre cuando usamos el Espíritu Santo para imitar su ejemplo en nuestra vida. Esto nos da un entendimiento personal de primera mano acerca de Él, una clase de conocimiento que actúa desde adentro hacia afuera.
Para quienes tenemos el Espíritu de Dios, conocer a Jesús significa realmente dejar que su ejemplo guíe la forma en que pensamos y actuamos. Significa ver cómo su carácter crece en nuestra propia vida a medida que lo seguimos .
Verdadero conocimiento de Dios
Durante 2.000 años, la mayoría de los cristianos ha pertenecido a un grupo que Jesús considera único: “bienaventurados los que no vieron, y creyeron” (Juan 20:29).
Nuestra fe en Jesús no se basa en interpretaciones artísticas superficiales; se basa en el fundamento eterno de la Palabra y el Espíritu de Dios.
No entenderemos por completo a Jesucristo sino hasta la resurrección, cuando nuestros cuerpos mortales sean transformados y finalmente veamos a nuestro Creador como realmente es; “cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es ” (1 Juan 3:2, énfasis añadido). Pero hasta que ese día llegue, su Palabra y su Espíritu son más que suficientes para darnos un conocimiento de Cristo, muy superior al que una imagen o fotografía podrían expresar.
Para ahondar más en este tema, lo invitamos a leer nuestro artículo en línea “¿Podría el verdadero Jesús ponerse de pie? ”.
—Kendrick Diaz
¿Es
Casi todas las iglesias tradicionales creen que el alma permanece consciente después de la muerte y, según se haya comportado en vida la persona, se va al cielo o al infierno
Sin embargo, esta creencia comúnmente aceptada ha dado paso a un dilema inquietante: ¿qué pasa con las personas cuyas vidas no fueron ni muy buenas ni muy malas?
Una persona que tuvo una vida noble, pero nunca aceptó a Cristo, ¿se irá al infierno? Y, ¿qué hay de alguien que profesó creer en Cristo, pero tuvo una vida moral decadente? ¿Se irá al cielo?
La Iglesia Católica romana resuelve estas preguntas con una doctrina que desarrolló a lo largo de varios siglos. La
La doctrina católica del purgatorio pretende ser la respuesta al dilema de lo que sucede con quienes no son justos ni malvados. Pero ¿es esto verdad? ¿Se menciona el purgatorio en la Biblia?
doctrina deriva su nombre del latín purgare, que significa “purificar”. Se trata de la doctrina del purgatorio. ¿Es el purgatorio, un lugar entre el cielo y el infierno donde se purifican las almas, la solución al dilema? ¿Es mencionado el purgatorio en la Biblia?
¿Qué es el purgatorio?
Para entender qué es el purgatorio, debemos considerar la perspectiva católica del pecado. Los católicos creen que existen dos tipos de pecados: los pecados veniales y los pecados mortales.
Los pecados veniales se definen como pecados menores que no son lo suficientemente malos como para me -
recer el infierno. Aquí se incluyen defectos del carácter o pecados que no afectan a otros; por ejemplo, decir una mentira pequeña o robar una goma de mascar.
Los pecados mortales, en cambio, son pecados grandes que sí merecen el infierno, como por ejemplo engañar al cónyuge o cometer homicidio.
A partir de esta creencia, los teólogos católicos enfrentaron el dilema de determinar qué ocurre con una persona que muere sin haber experimentado lo que se considera el castigo necesario de sus pecados veniales. Entonces, usando principalmente la lógica humana, concluyeron que debía existir un tercer destino, no tan malo como el infierno ni tan dichoso como el cielo. Ese destino se llegó a conocer como el purgatorio, un lugar de purificación.
Dado que, según la teología católica, tanto el perdón como la penitencia (obras que purifican la mancha del pecado y reparan la relación con Dios) son necesarios, se imaginaron el purgatorio como un lugar al que la gente moralmente imperfecta va después de la muerte para que sus pecados sean purificados con un castigo temporal antes de ser admitidas en el cielo.
¿Cuánto tiempo permanece una persona en el purgatorio?
Aunque la Iglesia Católica asegura no saber cuánto tiempo va a estar cada persona en el purgatorio, en general se cree que depende de la cantidad y gravedad de sus pecados veniales. El tiempo que va a durar su estancia allí podría ir desde unos pocos años, hasta décadas o siglos.
Una obra católica clásica, My Catholic Faith [Mi fe católica], lo explica así:
“La profundidad y duración de los sufrimientos de un alma en el purgatorio varían según la gravedad de los pecados cometidos. Quien vivió una larga vida de pecado y se salva del infierno sólo por un arrepentimiento en su lecho de muerte, permanecerá más tiempo en los fuegos del purgatorio y sufrirá más intensamente que un niño, quien ha cometido sólo los pecados veniales de un niño común” (1958, p. 168).
Sin embargo, cualquiera que sea la sentencia asignada a una persona en el purgatorio, la teología católica provee de un mecanismo para reducir su duración. Este mecanismo se conoce como indulgencia. Los católicos creen que los vivos pueden reducir el tiempo que un ser querido pasa en el purgatorio a través
de ciertas acciones. Por ejemplo, se pueden recitar oraciones a María o a un santo en favor de la persona. Muchos católicos le rezan a Santa Gertrudis, quien supuestamente tiene una influencia especial para librar a las almas del purgatorio. (Si desea estudiar más acerca de esta práctica, lo invitamos a leer “¿Debemos orarles a los santos?”.)
Quienes han estudiado historia recordarán que la venta de indulgencias para liberar a la gente del purgatorio fue uno de los factores clave que inspiraron la separación de los reformadores protestantes y la Iglesia Católica .
Aunque los católicos intentan usar ciertos versículos bíblicos para defender el purgatorio, algunos admiten que la idea no se revela en la Biblia explícitamente.
A menudo citan pasajes de los libros apócrifos, principalmente de una sección de 2 Macabeos, donde se dice que Judas Macabeo “mandó hacer este sacrificio [oración] expiatorio en favor de los muertos, para que quedaran liberados del pecado” (2 Macabeos 12:46). Sin embargo, los libros apócrifos generalmente no son aceptados como parte del canon por los no católicos. (Para estudiar más acerca de estos escritos, lea “Apócrifos”.)
Frecuentemente se atribuye el desarrollo de esta doctrina a los escritos de los primeros padres de la Iglesia Católica, como Clemente de Alejandría, Orígenes y Agustín de Hipona. Más tarde, la doctrina se formalizó y definió en el Concilio de Lyon II (1274), el Concilio de Florencia (1438-1445) y el Concilio de Trento (1545-1563).
Cuando examinamos el purgatorio desde una perspectiva bíblica, podemos reconocer que intenta responder una pregunta lógica que se deriva de la idea popular del cielo y el infierno: ¿qué pasa con las personas que no fueron completamente justas ni completamente malas?
Los protestantes a menudo abordan esta pregunta con una de las siguientes posturas:
1. Evitan la pregunta y aseguran que sólo Dios sabe lo que ocurre con las personas en esta categoría.
2. Adoptan una postura de blanco y negro, condenando al infierno a todo el que no acepte a Jesús.
3. Adoptan una perspectiva más indulgente asegurando que Dios juzgará a las personas por lo que hay en sus corazones.
La primera clave para entender por qué estas ideas son erradas es reconocer que la creencia de que las personas se van al cielo o al infierno no es bíblica. Para descubrir por qué, lea “¿Vamos al cielo cuando morimos? ” y “¿Qué es el Infierno? ”.
La enseñanza bíblica de la resurrección
Aunque los católicos dicen que ciertos pasajes bíblicos aluden al purgatorio, a menudo admiten que este castigo temporal para las personas que no son ni justas ni malas, en realidad responde a una necesidad de la lógica y la razón.
Sin embargo, todas las doctrinas deberían estar firmemente basadas en la Biblia, no en la razón, lógica o tradición humanas.
Primero, la Biblia no menciona la palabra purgatorio ni describe un lugar de castigo temporal después de la muerte. Contrario a lo que casi todas las iglesias enseñan, la Biblia revela que somos mortales y que la muerte es un estado de total inconsciencia. Como escribió Salomón: “los muertos nada saben” (Eclesiastés 9:5). La muerte se compara con el sueño a lo largo de la Biblia (vea, por ejemplo, Salmos 13:3; Juan 11:11, 13; 1 Corintios 11:30).
Todos los muertos (los justos, los no tan justos y los incorregibles) están inconscientes en sus tumbas.
La verdadera esperanza de los muertos es una resurrección futura, cuando todos “se levantarán de su sueño” (Job 14:12). La resurrección es la respuesta bíblica al dilema de qué ocurre con aquellos que murieron en un estado moral intermedio.
La verdad de las resurrecciones
La Biblia revela que los justos serán resucitados cuando Cristo regrese a la Tierra (1 Tesalonicenses 4:16).
Apocalipsis dice que luego habrá otra resurrección, mil años después del regreso de Jesús. Esta segunda resurrección será para “los muertos, grandes y pequeños” (Apocalipsis 20:12), los miles y miles de millones que nunca fueron llamados por Dios y por lo tanto no rechazaron su llamado. En muchos aspectos, éste es el grupo que algunos pensarían que están en el purgatorio.
Cuando todas estas personas sean resucitadas, “los libros” (de la Biblia) les serán “abiertos” (v. 12). Recibirán la percepción espiritual que sólo se puede obtener con el llamamiento de Dios (Juan 6:44). “El libro de la vida”
también les será abierto, lo cual representa su oportunidad de acceder al Espíritu de Dios y la vida eterna.
Las personas de la segunda resurrección volverán a la vida y recibirán la oportunidad de aprender acerca de Dios, arrepentirse y vivir según su camino, sin el engaño y la influencia de Satanás. Tendrán una nueva vida para vencer sus pecados y debilidades con la ayuda del Espíritu Santo de Dios (Ezequiel 37:14).
Jesús mencionó que algunas personas del pasado, como la reina de Saba, quien no siguió a Dios ni fue incorregible, tendrá una oportunidad en esta resurrección.
Incluso la gente de Sodoma, que fue malvada pero nunca fue llamada por Dios, recibirá una oportunidad para arrepentirse y cambiar en esta resurrección (Mateo 10:15; 11:24). De hecho, Cristo dijo que se arrepentirán y mostrarán una fidelidad mayor a la de muchos religiosos del primer siglo (Mateo 11:23-24).
Puede leer más acerca de la segunda resurrección en nuestro artículo “¿Qué es el juicio del Gran Trono Blanco? ”.
Después de este período, la Biblia describe a un tercer grupo, los incorregibles que no se arrepienten, que será destruido en la “muerte segunda” y el “lago de fuego” (Apocalipsis 20:14-15). Estas personas experimentarán la paga final del pecado: la muerte (Romanos 6:23). La justicia de Dios será decisiva y permanente, pero no cruel, como lo es la idea de un tormento eterno en el infierno.
Aunque la idea del purgatorio consuela a la gente con la idea de que sus seres queridos no están condenados a la eternidad del infierno, la realidad es que provee de una falsa esperanza. No importa qué tan lógico suene, no está en la Biblia.
Afortunadamente, la Biblia tiene una esperanza aún mayor para todos.
No necesita preocuparse porque sus seres queridos estén sufriendo temporalmente en el purgatorio o sufran eternamente en el infierno. Simplemente duermen en paz en sus tumbas, esperando su resurrección.
Para descubrir más acerca de la esperanza de la vida después de la muerte, lo invitamos a descargar nuestro folleto gratuito El último enemigo: ¿Qué sucede realmente después de la muerte?
—Erik Jones
Actualmente, los pilares de las sociedades democráticas y cristianas —la libertad de expresión y de religión— enfrentan serios desafíos. Las democracias occidentales han dictado una avalancha de leyes y medidas restrictivas para combatir el discurso de odio, la desinformación, el extremismo y los alborotos públicos
El alarmante aumento de los movimientos en contra de la libertad de expresión y la rápida pérdida de su protección en occidente presagian una transición hacia uno de los períodos más peligrosos e intolerantes de la historia moderna
Un informe publicado en diciembre del 2023 por Future of Free Speech (un centro de investigación independiente) destacó tendencias preocupantes en contra de la libertad de expresión en 22 democracias abiertas alrededor del mundo entre los años 2015 y 2022. Varios eventos globales importantes ocurrieron durante ese período, desde ataques terroristas devastadores y la pandemia del COVID-19, hasta la guerra en Ucrania,
movimientos de protesta masivos y campañas políticas plagadas de desinformación.
El estudio encontró que en todos los años, excepto uno, hubo un aumento dramático en las leyes que restringen la libertad de expresión, siendo la seguridad nacional, la cohesión y la seguridad pública las razones más citadas.
Libertades en peligro
En el pasado, un fuerte compromiso con la libertad de expresión y, por extensión, con la libertad religiosa se consideraba una piedra angular de las sociedades democráticas.
Ahora, la ley, la cultura y la tecnología convergen peligrosamente para establecer nuevos estándares en torno a temas controversiales —específicamente el género, el sexo, el matrimonio y el valor del ser humano al principio y al final de la vida. Quienes discrepan del consenso tendrán que enfrentarse cada vez más a la coerción del gobierno y la intimidación cultural.
Louis Brandeis, juez de la Corte Suprema de Estados Unidos de 1916 a 1939, describió la primera enmienda,
En una era de redes sociales y sensibilidades políticas, los principios básicos de la libertad de expresión y de religión se ven cada vez más amenazados. ¿Cuál podría ser el resultado?
que otorga el derecho de libertad de expresión, como “un derecho indispensable”.
Las encuestas muestran que la mayoría de los estadounidenses están preocupados porque la libertad de expresión parece ir en la dirección equivocada. Pero al mismo tiempo, una encuesta del Centro de Investigación Pew, descubrió que ahora más de la mitad de los estadounidenses adultos se inclina a favor de las restricciones de información en línea en lugar de priorizar la libertad.
A medida que el concepto de “daño causado por palabras” se generaliza, hay una creciente intolerancia hacia a quienes discrepan en estos controversiales temas.
Libertad de expresión censurada en Canadá
En Canadá, la libertad de expresión se percibe cada vez más como demasiado peligrosa para ser permitida.
La libertad de expresión religiosa ha estado bajo ataque por años, con una constante criminalización de la expresión, impulsada con la excusa de promover la igualdad y combatir el discurso de odio.
Según la propuesta Online Harms Act [Acta de daños en línea] o el Proyecto de ley C-63, las cuentas de redes sociales y streaming de los canadienses podrían ser cerradas o bloqueadas por crear contenido que sea rechazado por un algoritmo del gobierno.
Con el supuesto objetivo de proteger a las masas del discurso de odio, la policía tendría la autoridad para buscar en internet violaciones a la ley del discurso de odio y arrestar a los culpables.
El cristianismo está en la mira
Otras leyes propuestas podrían ser usadas para eliminar la creencia en un texto religioso como defensa.
Si la excepción religiosa se elimina, los grupos religiosos van a ser cada vez más marginalizados y silenciados. Los padres, líderes religiosos y ciudadanos canadienses que ofrezcan una guía o consejo basados en su fe (incluyendo sermones o literatura con citas de la Biblia), y expongan visiones tradicionales del matrimonio y la sexualidad o critiquen a otra religión, podrían considerarse culpables de violar las leyes del discurso de odio.
El impactante radicalismo que se vio en las calles de Londres después de los ataques terroristas a Israel el 7 de octubre, avivó la lucha contra el extremismo y los crímenes de odio.
“Nuestra democracia y nuestros valores de inclusividad y tolerancia están bajo el ataque de grupos extremistas, los cuales están radicalizando a nuestros jóvenes y creando más polarización”, dijo Michael Gove, en ese entonces un experimentado ministro de gobierno a cargo del departamento que creó una nueva definición de extremismo. Esa nueva definición incluye la palabra “intolerancia”. Con el fin de “proteger los valores democráticos”, varios grupos podrían entrar en una lista negra por usar palabras abusivas o insultos.
En una sociedad que busca redefinir lo que considera intolerante, una definición tan vaga podría fácilmente ser usada en contra de los valores bíblicos tradicionales .
Protecciones y castigos
En el Reino Unido, las leyes ya estaban encaminadas en esa dirección con la creación de Online Safety Act 2023 [Acta de seguridad en línea 2023], cuyo objetivo es manejar el contenido “legal pero dañino” en internet. Esta amplia ley tiene el loable fin de proteger a la población, especialmente a los niños, de la desinformación relacionada con temas de salud o política en línea; pero también crea la nueva ofensa criminal de “falsas comunicaciones”. Las grandes plataformas de redes sociales —Facebook, Instagram, X (antes Twitter) y TikTok— ahora deberán definir y eliminar lo que se considere “legal pero dañino”, o pagar multas de hasta un 10 por ciento de su ingreso anual
Redefinición de extremismo
Ampliar la definición de extremismo y censurar la expresión debido no sólo a su contenido sino también a la reacción de otros, ilustra una actitud en contra del cristianismo. El riesgo de que perspectivas que se consideran anticuadas (tal como las enseñanzas bíblicas acerca de ética sexual) sean censuradas por causar “daño psicológico” es escalofriante.
El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, quien se encarga de la Iglesia de Inglaterra y es miembro de la Cámara de los Lores, advirtió que la nueva definición de extremismo “amenaza inadvertidamente no sólo la libertad de expresión, sino también el derecho de adorar y protestar
pacíficamente —cosas que se han ganado con esfuerzo y constituyen el tejido de una sociedad civilizada”.
Inquietudes por la libertad de expresión y temores de desinformación
Los países de habla inglesa tienen una larga historia de libertad de expresión. Pero en ciertos lugares de Europa, esa historia es más corta. Con el choque de culturas religiosas y seculares, los confinamientos por la pandemia del COVID-19 y múltiples elecciones con problemas de desinformación, los líderes europeos han tenido que enfrentar crecientes amenazas en contra de la libertad de expresión.
A lo largo de la UE se han multiplicado notoriamente poderosas leyes contra el odio, las ofensas y los insultos. Alemania y Francia han censurado las demostraciones pro-palestinas debido a la preocupación por los discursos de odio y el orden público.
En Irlanda, una nueva propuesta de ley de discurso de odio en contra de “ideologías tóxicas” podría responsabilizar a cualquiera de un crimen de odio contra una persona o grupo protegidos, aunque lo haya cometido sin intención.
Dinamarca ha reintroducido el crimen de la blasfemia y ha enmendado sus leyes para restringir la entrada a ciertos predicadores religiosos cuyas enseñanzas se oponen a “los valores daneses”.
Con las elecciones parlamentarias de Europa 2024, los oficiales de la UE se alarmaron por lo que fue descrito como “niveles tsunami” de desinformación. La interferencia extranjera de operaciones de propaganda de Rusia y China provocó una inundación de información falsa y desinformación. Las falsas narrativas y teorías conspirativas que resultaron de ello, han erosionado la confianza electoral.
Asustados por el surgimiento de la extrema derecha en el continente, los gobiernos de la UE se han involucrado mucho más en la vigilancia del discurso.
La ley más nueva y extendida de la UE, es la revolucionaria Digital Services Act [Acta de servicios digitales], que entró en vigor el año pasado. La promulgación de esta ley marcó un importante cambio en el panorama de la libertad de expresión en el continente europeo. Se trata de una amplia regulación de las redes sociales que obliga a las plataformas —bajo la
amenaza de multas severas— a actuar como censores privados, bloqueando y eliminando cualquier cosa que la UE defina como contenido terrorista, desinformación o discurso de odio.
Buenas intenciones, pero . . .
Mientras Europa comienza a ejercer su controversial nueva ley sobre tecnología con el fin de crear un espacio digital más seguro, sin duda habrá consecuencias accidentales y profundas implicaciones para la libertad de expresión, incluyendo la libertad de expresión religiosa.
Los políticos justifican estas leyes de amplio alcance como una estrategia para que los oficiales del gobierno puedan tener elecciones justas y logren atrapar a abusadores de niños. Sin embargo, estas mismas leyes podrían dar paso a un poder sin restricción para lanzar proyectos progresistas o intimidar a los ciudadanos comunes que tienen una visión bíblica poco popular.
Aún no está claro quién será la autoridad que defina los conceptos excepcionalmente amplios y ambiguos de información falsa, desinformación, discurso de odio y otros peligros en línea.
Si bien quitar el contenido ilegal suena como algo inofensivo, las definiciones de contenido “ilegal” o “dañino” podrían ser determinadas por tendencias culturales que cambian constantemente, gobiernos coercitivos o incluso algoritmos de inteligencia artificial .
Perspectivas fluctuantes acerca
Según el Centro de Investigación Pew, cerca del 80 por ciento de los adultos estadounidenses cree que el papel de la religión en su vida está disminuyendo. Por lo tanto, no es extraño que la fe sea mayormente segregada de la vida. El declive moral de occidente implica que nuestra sociedad es cada vez más propensa a aceptar virtudes nuevas y pasajeras, y a permitir que la coerción del gobierno elimine o reemplace los fundamentos morales, las libertades y las verdades objetivas de la Biblia. La libertad de expresión es sólo uno de los valores tradicionales que terminan descartados.
La libertad de religión está indisolublemente conectada con la libertad de expresión, pero negar estas libertades en nombre de la tolerancia es cada vez más popular. A medida que el carácter religioso de
occidente se vuelve más secular, lo mismo ocurre con nuestras suposiciones acerca de la libertad religiosa.
Según la revista Premier Christianity, una encuesta en Reino Unido descubrió que una cuarta parte de los jóvenes (entre 18 y 34 años) “apoyaría vetar la Biblia si creyera que contiene un ‘discurso de odio’”.
Las leyes que protegen la libertad de expresión y religión en los países de habla inglesa, han permitido que la Iglesia de Dios predique el evangelio del Reino de Dios a todo al mundo (Mateo 28:19-20). Pero las verdades objetivas que se encuentran en la Palabra de Dios cada vez se perciben más como algo indeseable, porque chocan con muchas creencias y movimientos contemporáneos .
Las profecías bíblicas del tiempo del fin describen un inquietante futuro donde, a medida que el analfabetismo bíblico aumenta y las naciones descendientes del antiguo Israel se alejan de Dios, el entendimiento acerca del pecado y el arrepentimiento que encontramos en la Biblia, será catalogado como información falsa, desinformación o un discurso de odio (Isaías 59:14-15).
El profeta Amós describió vívidamente la vana búsqueda de la Palabra de Dios como “hambre [en] la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra del Eterno. E irán errantes de mar a mar; desde el norte hasta el oriente discurrirán buscando palabra del Eterno, y no la hallarán” (Amós 8:11-12).
Estas escrituras nos dan sólo un bosquejo de la situación, pero pareciera que, en un mundo engañado (Apocalipsis 12:9), el clima político y legal se volverá extremadamente crítico y contrario al verdadero cristianismo bíblico. La tarea de la Iglesia de “[clamar] a voz en cuello, no [detenerse]; [alzar su] voz como trompeta, y [anunciar] a mi pueblo su rebelión, y a la casa de Jacob su pecado” (Isaías 58:1) será cada vez más difícil.
Pero, incluso si la predicación de las buenas noticias del Reino de Jesucristo es censurada, silenciada o eliminada de los medios, Dios nos exhorta a que “No [nos conformemos] a este siglo” (Romanos 12:2) y que “[busquemos] al Eterno mientras puede ser hallado” (Isaías 55:6).
Lo invitamos a descubrir más acerca de los eventos proféticos y el futuro de la humanidad en nuestro folleto gratuito El libro de Apocalipsis: la tormenta antes de la calma. —Neal Hogberg
P:Si tiene preguntas, puede enviarlas a VidaEsperanzayVerdad.org/pregunte/
aún así hay una increíble simetría y unidad en ella desde Génesis hasta Apocalipsis!
Dios permite los malentendidos con un propósito. El plan de Dios para la humanidad no es que todos entiendan su plan ahora, en esta vida física. Pero en el futuro, las palabras de vida de la Biblia serán muy animadoras e instructivas para todos los seres humanos que han existido.
Cuando la Biblia dice que Dios acortará los días a causa de los escogidos, ¿qué significa exactamente?
En Mateo 24, Cristo describe la condición del mundo antes de su regreso y una de las cosas que menciona es que la humanidad llegará casi al punto de la autodestrucción absoluta. Jesucristo intervendrá justo a tiempo para salvar a la humanidad de sí misma.
La frase “por causa de los escogidos” en el versículo 22 se refiere a quienes seguirán el camino de Dios en el tiempo del fin. El tiempo de la “gran tribulación” (v. 21) será acortado con el fin de proteger a los fieles de Dios.
Nuestro artículo “La Gran Tribulación” explica varios aspectos de este período: ¿qué es la Gran Tribulación? ¿Quiénes están involucrados? Y ¿qué ocurrirá? Le animamos a usar su Biblia y a leer los versículos usted mismo. También podrían interesarle los siguientes recursos:
• “Cristo acortará la Gran Tribulación”.
• “¿Qué es el “tiempo de angustia para Jacob? ”.
P:¿Por qué la Biblia es tan difícil de entender? He leído la Biblia unas cinco veces y aún no puedo entender por qué el Dios de la Biblia es Aquél a quien [deberíamos] dedicar nuestra vida. ¿Por qué Dios no nos muestra las cosas claras para nosotros, los mortales?
R:
La Biblia es el libro más impresionante de la historia humana. Fue escrita por cerca de 40 autores diferentes a lo largo de 1.500 años, ¡y
El material en nuestro sitio web está diseñado para guiar a nuestros lectores a través de la Biblia y ayudarles a entender el propósito y plan de Dios. Si desea aprender más sobre la naturaleza del Dios de la Biblia, considere la posibilidad de realizar uno de nuestros “ Viajes” por la Biblia. Los cuatro Viajes en nuestro “Paquete de inicio” le ayudarán a formular y responder las preguntas más importantes de la vida.
Cuando se registre para realizar un Viaje, recibirá un correo electrónico diario con la lectura del día y recursos complementarios. Pero puede completar las lecturas a su propio ritmo, más lento o más rápido de lo que diseñamos.
Si desea echar un vistazo a lo que le espera antes de registrarse, puede ir a “Conociendo a Dios: un adelanto”. Este artículo ameno y profundo es un punto de partida útil para abordar algunas de las preguntas difíciles que está enfrentando.
El libro de Apocalipsis habla de una mujer sentada sobre una bestia de siete cabezas. ¿Es esa bestia Estados Unidos?
La bestia de Apocalipsis 17 no es Estados Unidos, sino una representación del Imperio Romano que según la profecía volverá a entrar en escena en el tiempo del fin. Vea nuestro artículo “Apocalipsis 17: ¿quién es la mujer vestida de escarlata? ” para una explicación más detallada sobre quién es la bestia y cómo la mujer sentada sobre ella se conecta con ese imperio mundial.
Si desea saber más acerca del papel de Estados Unidos en los eventos del tiempo del fin, lo invitamos a consultar “ Estados Unidos en la profecía”.
¡Eso es usar la cabeza!
¡Miren! ¡Ahí en ese escarpado precipicio! ¿Qué podrá ser? ¿Una nube con cuernos? ¿Un montón de bolas de algodón con vida?
¡No! Es una oveja de Dall, y puede escalar esas montañas escarpadas gracias a sus acolchadas pezuñas hendidas. Las ovejas usan este difícil terreno a su favor cuando escapan de depredadores hambrientos.
Pero más impresionante que la agilidad de sus patas es su capacidad para dar cabezazos. Dios le dio a la oveja de Dall un cráneo diseñado para soportar demostraciones de dominio impresionantes. Cuando dos machos chocan cabezas (literalmente), sus cerebros son protegidos por una doble capa de hueso y senos paranasales
especialmente diseñados para ayudar a amortiguar el impacto.
Y eso es algo muy bueno. Dos ovejas de Dall pueden abalanzarse una contra otra desde 25 metros de distancia, por lo que el choque resultante puede escucharse desde casi un kilómetro.
Niños, tengan en cuenta esto: cuando los adultos les dicen que usen la cabeza, probablemente no se refieren al método de la oveja de Dall.
Fotografía: Oveja de Dall ( Ovis dalli dalli )
Fotografía por James Capo
Texto por James Capo y Jeremy Lallier
En los Evangelios encontramos el relato de tres ocasiones en las que Jesús resucitó muertos. ¿Qué nos enseñan las dos primeras resurrecciones acerca de su carácter y el futuro?
En sus treinta y tantos años de vida, Jesús vio a muchas personas morir. Al parecer, su padrastro José murió cuando Él era un joven adulto. Cristo pudo haber intervenido o impedido su muerte, pero no lo hizo. Sin embargo, el Mesías sí demostró su poder para resucitar muertos en otras ocasiones (Mateo 11:5). Los Evangelios describen tres resurrecciones realizadas por Jesús. En este artículo, nos enfocaremos en las primeras dos, dado que ambas ocurrieron al inicio de su ministerio. La tercera (la resurrección de Lázaro) será el tema de un próximo artículo.
Estas resurrecciones no sólo demostraron el poder de Dios sobre la muerte, sino que también destacaron elementos importantes del carácter de Cristo y anunciaron lo que hará en una escala mucho mayor en el futuro.
Jesús se encuentra con un funeral en Naín
Tras sanar al siervo de un centurión, Cristo viajó unos 50 kilómetros hasta llegar a una pequeña villa galilea llamada Naín, actualmente conocida como Nein. Este pequeño pueblo estaba bastante cerca de Nazaret, así que Jesús probablemente visitó la ciudad antes de llegar.
Para ese entonces, las noticias de sus impresionantes sanidades y milagros se habían extendido y una considerable multitud lo seguía de lugar en lugar (Lucas 7:11). Sin embargo, no todos eran discípulos comprometidos; algunos eran más bien espectadores interesados y curiosos.
Cuando Jesús y sus seguidores se acercaban a Naín, se encontraron con una procesión fúnebre. Lucas relata: “Cuando llegó cerca de la puerta de la ciudad, he aquí que llevaban a enterrar a un difunto, hijo único de su madre, la cual era viuda; y había con ella mucha gente de la ciudad” (v. 12).
Lucas es el único escritor que incluye este relato. Su Evangelio hace énfasis especial en la profunda preocupación de Jesús por quienes a menudo eran subestimados e ignorados.
Las viudas han sido y, siguen siendo, algunas de las personas más vulnerables de la sociedad. Además de perder a su hijo, la viuda de Naín también había perdido a su protector y proveedor. Ahora, su futuro era incierto en una sociedad que no tenía ninguna red de apoyo para las personas como ella
Una mirada al carácter de Jesús
Cuando Jesús vio a la viuda, le brindó toda su atención. Entendió profundamente la tristeza, el miedo y la
incertidumbre que sentía. “Y cuando el Señor la vio, se compadeció de ella” (v. 13).
Las palabras de Lucas son una ventana única hacia la mente de Cristo. Nos permiten ver no sólo lo que hizo, sino también lo que pensó y sintió. La compasión es un nivel profundo de misericordia y ternura por los demás. Es empatía, preocupación genuina y el deseo sincero de ayudar. Jesús era profundamente sensible al sufrimiento humano.
La compasión es una de las características fundamentales de Dios, destacada en el Antiguo y Nuevo Testamentos (Éxodo33:19; Deuteronomio 32:36; Salmos 86:15; 145:8; Santiago 5:11). Fue un atributo que Jesús mostró constantemente (Mateo 9:36; 14:14; Marcos 1:41) y, de hecho, lo incluyó como una lección central de algunas de sus parábolas más famosas (Lucas 10:33; 15:20).
Dios siente profunda compasión y preocupación especialmente por los más vulnerables, particularmente las viudas y los huérfanos (Salmos 68:5). Para andar como Cristo anduvo, debemos mostrar la misma preocupación (Santiago 1:27).
Jesús resucita al hijo de la viuda
Cuando Jesús se encontró con la viuda, le dijo “No llores” (Lucas 7:13). No la estaba regañando por estar triste; la estaba preparando gentilmente para lo que iba a hacer. Estaba a punto de revertir la razón de su llanto.
“Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban se detuvieron. Y dijo: Joven, a ti te digo, levántate” (v. 14).
Cristo mostró la misma autoridad que el centurión había reconocido en Él. Ordenó que fuese restaurada la vida del hombre, e instantáneamente su cuerpo inerte se llenó de vida —recuperó el aliento, su corazón volvió a latir y lo que había causado su muerte fue sanado. Dios le dio la capacidad de incorporarse y hablar (v. 15).
Jesús se lo presentó a su madre, vivo y sano.
Lucas no describe la reunión entre esta madre y su hijo, pero sin duda debe haber sido muy emocionante.
La noticia de este milagro se extendió rápidamente e incluso llegó a oídos de Juan el Bautista, haciendo que algunos lo reconocieran como un profeta y que otros consideraran su identidad divina (vv. 16-20).
Jairo busca a Cristo
Poco después de resucitar al hijo de la viuda de Naín, Jesús resucitó a otra persona.
Tras volver a Galilea, luego de su viaje a la tierra de los gadarenos, un hombre llamado Jairo “que era principal de la sinagoga”, fue a buscar a Cristo (Lucas 8:41). Jairo era responsable del orden y la estructura de las reuniones de sábado en la sinagoga local.
Pero también era padre de una niña enferma de muerte.
Su hija de 12 años, su única, estaba a punto de morir. Y en lugar de quedarse con ella durante sus últimas horas, Jairo salió para buscar a Jesús y pedirle que la sanara. Cuando lo vio, el desconsolado padre “postrándose a los pies de Jesús, le rogaba que entrase en su casa” (v. 41).
Todos los evangelios sinópticos indican que Jesús no lo dudó y se dirigió de inmediato a la casa de Jairo.
Aunque no es el enfoque de este artículo, en el camino Jesús se encontró con una mujer que había sufrido de un sangrado crónico durante 12 años. Ella no pidió que la sanara, pero tocó su ropa y fue sanada de inmediato (Marcos 5:29). Note la amabilidad que Jesús demostró cuando habló con esta mujer asustada y nerviosa (vv. 33-34).
Cristo se preocupaba por los enfermos tanto críticos como crónicos. Esta sanidad permitió que la mujer pudiera continuar su vida sin el impacto de la enfermedad
Cuando se acercaron más a la casa de Jairo, les salió al encuentro un mensajero con la noticia de que la niña había muerto. Sin embargo, esto no detuvo a Jesús. Cristo ayudó a Jairo a mantener la esperanza diciendo: “No temas, cree solamente” (v. 36).
Al llegar, Jesús entró a la casa con los padres de la niña, además, Pedro, Santiago y Juan. Todos adentro estaban en duelo. Pero Cristo preguntó: “¿Por qué alborotáis y lloráis? La niña no está muerta, sino duerme” (v. 39).
Al decir que estaba dormida, Jesús hizo énfasis en que la niña no estaba sufriendo, sino en un estado de paz inconsciente. Como ocurre con todos los muertos, parte de ella no estaba consciente en otro lugar, sino que dormía en el sueño de la muerte.
Sin embargo, su enfoque principal era el hecho de que Él tenía el poder de despertarla, lo cual hizo.
Cuando entró a la habitación donde estaba la niña, junto con los padres y los tres discípulos, “tomando la mano de la niña, le dijo: Talita cumi; que traducido es: Niña, a ti te digo, levántate” (v. 41).
Su gentileza fue una muestra maravillosa de su perfecto equilibrio. Cuando era necesario, Jesús podía ac -
tuar con la audacia de un león . Pero en otras ocasiones, podía ser suave como un cordero. Hablando en arameo, la lengua materna de la niña, Jesús en esencia le dijo: Pequeña, es hora de despertar.
Tal como el hombre al que había resucitado pocas semanas antes, la niña recobró la vida inmediatamente. “La niña… se levantó enseguida y comenzó a andar” (Nueva Versión Internacional, v. 42). Tanto el hombre como la niña no sólo fueron resucitados, sino que además fueron sanados y recibieron una dosis extra de energía para hacerlo inequívocamente evidente.
Una vez más, la inmensa emoción y el gozo de la reunión de la niña con sus padres queda a nuestra imaginación.
Antes de irse, Jesús les dijo a los padres que le dieran algo de comer (v. 43). Comer era una evidencia poderosa de que la niña estaba completamente sana y, tras una experiencia tan traumática, necesitaba alimentarse.
Cristo no sólo se preocupó de devolverle la vida, sino también de su recuperación posterior.
Estos dos milagros son de los más inspiradores y dramáticos que Jesús realizó. No sólo revelan el absoluto poder de Dios sobre la muerte, sino que también prefiguran lo que ocurrirá en mucho mayor escala cuando Jesús regrese.
En ambas instancias, Cristo transformó situaciones marcadas por la muerte, el caos y la tristeza, en momentos de vida, calma y gozo. De la misma manera, cuando regrese a la Tierra encontrará un mundo moribundo, caótico y traumatizado, pero comenzará el proceso para transformarlo en un paraíso de paz, gozo y vida plena. Esa transformación estará marcada por la restauración de la vida —primero la de sus santos fieles y luego la de “los otros muertos” (Apocalipsis 20:4-6).
Así como Cristo se preocupó profundamente y mostró compasión por el hijo de la viuda y la hija de Jairo, demostrará el mismo cuidado y la misma misericordia por todo el mundo cuando regrese.
Aunque sólo Dios puede devolverles la vida a los muertos, nosotros podemos imitar la compasión y preocupación que Jesús mostró en ambas situaciones. La compasión y preocupación genuinas por quienes sufren física y emocionalmente son características necesarias para cualquiera que se esfuerza por . . . Andar como Él anduvo.
—Erik Jones
En la esquina de las calles Lawnmarket y Bank Street, en la Avenida Royal Mile de Edimburgo, hay un popular bar con el nombre de un ciudadano infame de la ciudad escocesa .
William Brodie pertenecía a una familia respetada. Fue nombrado diácono (presidente) de la Corporación de Artesanos y Masones, y se convirtió en miembro del consejo municipal. Su círculo social lo conformaban los poderosos .
Una doble vida
Pero también tenía una doble vida. Durante la noche, Brodie era un ladrón. Usaba el conocimiento que obtenía en su profesión y copias de llaves que hacía para robar casas y negocios con el fin de sostener sus apuestas, a sus dos amantes (ninguna de las cuales sabía de la existencia de la otra) y a sus cinco hijos.
Eventualmente, Brodie y su banda fueron descubiertos y su doble vida salió a la luz. El diácono fue ejecutado el 1 de octubre de 1788, ante una multitud de 40.000 personas, incluyendo a su hija de 10 años
Inspiración de doctor Jekyll y el señor Hyde
Cien años más tarde, otro ciudadano de Edimburgo, Robert Louis Stevenson, se sintió intrigado por la
historia de bien y mal de Brodie y escribió una obra acerca de él.
Luego, Stevenson ahondó más en el tema y escribió la novela clásica El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde, acerca de un aparentemente respetable doctor que de vez en cuando, voluntaria e involuntariamente, se transformaba en un criminal psicópata .
Lecciones bíblicas de la historia del diácono Brodie
Cuando mi esposa y yo entramos en la Taberna del diácono Brodie, pensé en las lecciones de su doble vida. Todos los seres humanos sentimos la influencia del lado oscuro de la naturaleza humana. El apóstol Pablo escribió: “los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden” (Romanos 8:7).
Los cristianos tienen una batalla constante para resistir esa naturaleza que se opone a Dios: “pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros” (Romanos 7:23). Y se requiere de la fuerza del Espíritu Santo para vencer: “Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros” (Romanos 8:9).
Lo que sembramos, cosecharemos
Esta lucha es una obligación que no podemos ignorar. Como Moisés advirtiera en Números 32:23: “sabed que vuestro pecado os alcanzará”.
El apóstol Pablo también destacó la relación causa y efecto de nuestras acciones: “Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará” (Gálatas 6:7).
Hay muchas lecciones espirituales para nosotros en la doble vida del diácono Brodie
Joel Meeker
Desde sus impactantes descripciones de destrucción hasta las sublimes visiones de belleza, el libro de Apocalipsis explica lo que va a acontecer antes y después del regreso de Jesucristo a la Tierra.
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