El Camino de la Virgen Yailín Alfaro Guillén / Cuba
Vigilia de la Virgen de la caridad Cuando a finales del mes de octubre del año 2011, escuché por boca de un colega fotógrafo que traerían a la Virgen de la Caridad, bien llamada entre los cubanos como Cachita, no pude dejar de pensar en el momento en que comenzaran sus programadas peregrinaciones por toda la ciudad, y en la oportunidad única que iba a tener de poder fotografiar ese instante. La primera vez que vi a la virgen fue en el municipio de Madruga, límite con la capital. Salí de mi casa antes del amanecer y al llegar al pueblo, estaban todos sus moradores a ambos lados de la carretera esperando que llegara el carro que transportaba a nuestra Cachita, quien llevaba ya casi un año de viaje por toda la Isla, y estaba, al fin, llegando a su meta final. Tuve la idea repentina, de que tanta gente en la calle solo era posible en un pueblo de campo, pues no quedó ese día niño o anciano en casa que no saliera a darle la bienvenida a la virgen, o a encender una vela, o simplemente desde lo más profundo y en secreto, hacerla una petición o agradecerle por algo concedido. Definitivamente estaba equivocada, no había tanta gente por ser un pueblo, la gente siguió llenando las calles en los días sucesivos, desde las mas tempranas horas de la madrugada, en la Plaza de la Revolución, hasta en el día de lluvia intensa en su entrada en el poblado de pescadores de Baracoa. El 400 aniversario de su hallazgo en la Bahía de Nipe en el año 1612, fue el motivo de su recorrido por la Isla, pero nadie imaginó que fuera a tener una repercusión tan grande en el alma de nosotros los cubanos. A todos los sitios donde asistí, y pude contar en fotos con 14 locaciones distintas, sentía el amor y el respeto que profesamos por la Virgen de la Caridad del Cobre. Muchos lloraban, otros tantos reían, pero sobre todo, todos acudían a su encuentro con la esperanza de conseguir mejorar algo en sus vidas. Otros, agradecían con flores y cantos por haber escuchado sus plegarias y otros, como el chofer que la acompañó durante 1 año entero, por toda la Isla, lejos de su hogar, la defendían y cuidaban celosamente, velando en todo momento por su seguridad. Estas fotos que pongo a vuestra consideración, no son más que mi pequeño aporte a la memoria de esos días. Mi experiencia como fotógrafa, los gestos que llamaron mi atención, la devoción de muchas monjas que madrugaron para acudir al encuentro de la virgen, la resistencia de niños y ancianos bajo el sol a la espera de su llegada. En fin, un breve recuento en imágenes de lo que fueron esos días en la capital de Cuba, donde todos y en todos lados comentaban acerca de la virgen. Estos son mis recuerdos de ese fin de año y el mejor de los meses que he tenido hasta hoy, siguiendo un reportaje fotográfico. Yailín Alfaro Guillén La Habana, 19 de marzo de 2014.
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Fotografía: Yailín Alfaro Guillén www.facebook.com/yailin.guillen
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