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FRËSKA, recuperar el espacio urbano para las personas mayores

Grup Efebé

El proyecto, que se presentó en València Capital Mundial del Diseño en calidad de prototipo, nace del trabajo conjunto de ciudadanos, estudiantes de diseño y profesionales y está enmarcado en la iniciativa Next Gen: Séniors impulsada por IKEA, Madrid Design Festival, Barcelona Design Week y el festival de diseño valenciano

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La iniciativa busca recuperar para los séniors la tradición de disfrutar de espacios libres en la ciudad; donde personas de todas las edades se relacionan y comparten momentos de calidad. Esto se lleva a cabo a través del «chair-sharing» recuperando el concepto de «sacar la silla a la calle» como apoyo para descansar, socializar, hablar con los vecinos, etc.

Antes de explicar el proyecto FRËSKA, hay que hacerse algunas preguntas: ¿Están preparadas las ciudades para el envejecimiento de la sociedad?, ¿Cómo tiene que ser la ciudad sénior del futuro? ¿Qué se puede hacer para mejorarlas y hacerlas más amables por las personas mayores? o ¿Cómo podemos ayudarles a recuperar el espacio urbano?.

Desde hace tiempo, un grupo de ciudadanos, estudiantes de diseño y profesionales trabajan para dar solución a distintos retos que afrontan los mayores, y que pasan por rediseñar la ciudad del futuro, y aportar soluciones tangibles para mejorar la calidad de vida una sociedad que, en las próximas décadas, será la más longeva de la historia. Así, nace FRËSKA, que busca recuperar para los mayores la tradición de disfrutar de espacios libres en la ciudad para poder relacionarse y compartir momentos de calidad que les permita afrontar retos como la soledad.

PROYECTO NEXT GEN: SÉNIORS, DE IKEA

El proyecto FRËSKA tiene su origen en Next Gen. Sénior. Rediseñando la ciudad del futuro para la sociedad más longeva de la historia , un proyecto de IKEA, Madrid Design Festival, Barcelona Desing Week y València Capital Mundial del Diseño.

En Madrid Design Festival, IKEA realizó varios estudios cualitativos y cuantitativos con séniors de hoy y de mañana para d etectar los principales retos a los que había que enfrentarse a la hora de mejorar la calidad de vida de las personas mayores en las ciudades.

Esta información se compartió como punto de partida durante la Barcelona Design Week en una instalación urbana denominada La Casa de Pensar, con equipos multidisciplinares de los que salieron varias ideas. Finalmente, las mejores, se seleccionaron por un comité de expertos y una vez desarrolladas se pusieron, en noviembre a disposición de la ciudadanía durante el certamen València Capital Mundial del Diseño.

FRËSKA: SALIR A LA CALLE, COGER LA SILLA Y CONVERSAR «A LA FRESCA»

FRËSKA surgió del trabajo elaborado por un equipo formado por Irene Badía, Mina Barchi y Martí Cabanas, como estudiantes de diseño y también por Anna Fornt, directora de Grup Efebé, empresa especializada en diseño, adecuación, equipamiento y mantenimiento de espacios –Danny Saltaren, como profesionales.

El grupo estudió las carencias de las ciudades actuales, que no acostumbran a facilitar el bienestar y seguridad de las personas más frágiles. El resultado fue que faltaban sombras en las ciudades, había escasez de mobiliario urbano y el que existía estaba anclado al suelo. Además, como explica Anna Fornt « la soledad entre las personas mayores era uno de sus principales problemas, además muchos señalaban que querían recuperar espacios para conversar».

Así, se llegó a la conclusión de que la comunicación era esencial para ayudar a socializar. La idea de FRËSKA surge de esta necesidad que comentaron las personas mayores, sobre poder conversar con otras y romper con esta barrera actual. Un propósito para salir de casa y fomentar un envejecimiento activo y saludable.

UN SERVICIO DE CHAIR-SHARING

FRËSKA, es una idea novedosa que actualiza una tradición y que tiene como objetivo recuperar espacios en la ciudad para los más mayores, espacios libres donde personas de todas las edades se relacionen y compartan momentos de calidad. Esto se realiza partiendo de la silla como apoyo para descansar, socializar, hablar con los vecinos, etc. Una tradición tan propia de nuestra cultura como es la de coger una silla y salir a las calles para charlar, habitual hace décadas también en las grandes ciudades y que se ha perdido.

Con esta base, se desarrolló un prototipo de servicio público de préstamo de chair-sharing. Con asientos dignos a la fresca, para que las personas se sintiesen más cómodas y seguras. Además es móvil, cosa que el mobiliario actual no permite. El funcionamiento de FRËSKA es sencillo: cada persona tiene una tarjeta que desbloquea la silla, concretamente el modelo SUNDSÖ de IKEA para crear su espacio, disfrutar de su tiempo y de su ciudad.

La instalación, además de las sillas, también incluye una pantalla interactiva con información de interés para entender el funcionamiento de FRÉSKA, información sobre dónde encontrar otros FRËSKA cerca; consejos de salud; actividades que fomenten una estimulación cognigiva de los usuarios; a ctividades relacionadas con hábitos alimenticios saludables; actividades del barrio como acciones culturales y formativas…

Entre sus funcionalidades destaca un sistema para regular el tiempo de uso por parte de los usuarios, y una pantalla display que informa sobre los momentos del día en los que da la sombra en ese punto de la ciudad. FRËSKA promueve hábitos de vida saludable entre las personas mayores al ofrecer actividades físicas, motrices o de estimulación cognitiva, y facilita información sobre actividades culturales.

Desde Grupo Efebé y concretamente Anna Fornt invita a todos los ayuntamientos y ciudades a que un día haya u na FRËSKA para las personas mayores y que por fin, puedan recuperen su lugar en la ciudad.

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