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Ampliación del Centro Deportivo Las Eras en Hoyo de Manzanares (MADRID)
La Montaña
La nueva ampliación está ligada directamente a su entorno natural. La envolvente p re-existente evoluciona, generando una segunda piel facetada, que caracteriza y protege los nuevos usos, dando como resultado un volumen fragmentado que genera con su movimiento un nuevo espacio público a Sur, y renueva la imagen del antiguo polideportivo. Una geometría triangulada que refleja al exterior su apuesta interior: un rocódromo para los habitantes de un pueblo intrínsecamente ligado a la montaña.
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LA IMPLANTACIÓN: CONEXIÓN ENTRE LO EXISTENTE Y LO NUEVO
La ampliación se ha llevado a cabo en la zona dedicada al antiguo frontón que, a lo largo de los años, había ido transformándose poco a poco en un espacio residual.
E l esquema que introduce los nuevos equipamientos se plantea a través de dos elementos: «La Nave» y «La Escalera».
«LA NAVE»
Se trata de un volumen compuesto, en dos niveles diferentes, por dos salas polivalentes de 90 m 2 y 130 m 2, una de ellas La montaña
La ampliación de este centro deportivo está ligada directamente a su entorno natural, comenzando mediante la fachada existente que, evoluciona componiendo una segunda piel facetada que caracteriza y protege los nuevos usos. El volumen fragmentado resultante genera un nuevo espacio público a sur, y renueva la imagen del antiguo polideportivo.
Esta geometría triangulada refleja al exterior su apuesta interior: un rocódromo para los habitantes de un pueblo intrínsecamente ligado a la montaña.
Ficha técnica
Nombre del proyecto: AMPLIACION CENTRO DEPORTIVO LAS ERAS
Oficina de arquitectura: ENKIRO
LA IMPLANTACIÓN: CONEXIÓN ENTRE EXISTENTE Y NUEVO
El esquema que introduce los nuevos equipamientos se plantea a través de dos elementos: “La Nave” y “La Escalera”.
Se trata de un volumen exento de carácter industrial y envuelto en madera OSB, compuesto por dos niveles. La planta baja incluye vestuarios y dos grandes salas polivalentes de más de 100 m2 y 12 metros de longitud donde desarrollar actividades como esgrima. La planta primera, se compone de una sala de spinning y un gran gimnasio de más de 300 m2. La nave cuenta además con una cafetería directamente ligada al espacio exterior.
“La Escalera”
La escalera principal sirve de conexión entre el pabellón existente y la ampliación.
Se encuentra adherida al antiguo muro de frontón, en el cual se han abierto diversos huecos estratégicos a modo de ventanas interiores, permitiendo así una conexión visual directa entre lo antiguo y lo nuevo y generando una nueva unidad.
Bajo estas escaleras se almacena todo aquello que el centro requiere para su funcionamiento, convirtiéndose hacia el interior del pabellón en unas nuevas gradas fijas.
EL ROCÓDROMO: COMO SÍMBOLO DE LA MONTAÑA
Desde el acceso principal se puede ver, semienterrado y al final del pasillo, el rocódromo, diseñado en colaboración con escaladores locales. Éste, aprovecha el antiguo pabellón como soporte principal para la escalada, y va reduciendo su altura, mediante una estructura de cerchas trianguladas tensadas, hasta devolver al proyecto la escala humana inicial.
UN NUEVO ACCESO: LA PLAZA
El proyecto se ha ideado teniendo en cuenta su entorno urbano más próximo; sus accesos y comunicaciones.
Se crea un nuevo acceso principal para todo el conjunto ubicado en una plaza ligeramente elevada, accesible a través de un paseo completamente renovado. En ella, los deportistas y ciudadanos pueden compartir un nuevo espacio de reunión.
En su interior, la entrada principal se convierte en un gran espacio en doble altura iluminado a través de la fachada principal, y del lucernario longitudinal.
LA PIEL: ELEMENTO CONECTOR
El nuevo programa queda envuelto y protegido por una piel de chapa microperforada que parte de la envolvente metálica existente, y evoluciona para
La piel actúa como envolvente de todo el conjunto para dar coherencia y unidad a la nueva implantación. Es a su vez un filtro que tamiza la luz en las zonas acristaladas a sur y un caparazón protector resistente a posibles impactos exteriores.
El material elegido permite ver a través de la piel y crea un volumen transparente donde se puede “ver sin ser v isto” desde el interior. Este juego, cambia en función de la hora del día, creando una fachada viva que se desmaterializa con la caída del sol.