LA INSOPORTABLE INTENSIDAD DEL SER (o algunos manifiestos sobre los amores platónicos)

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La insoportable intensidad del ser

(o algunos manifiestos sobre el amor platรณnico)


LA INSOPORTABLE INTENSIDAD DEL SER (o algunos manifiestos sobre el amor platónico) Textos Macarena Russo @macareing Ilustraciones tapa / contratapa “Mundos Oníricos” de @gataliagigena Edición Marcos Aguilera @_marcos.aguilera_ Colaboran Alejo Wenzel @wenzelalejo / Mariana Frontané / Florencia Cuellar / Andrés Domínguez @andresdominguezf / Constanza Vonscheidt / Irina Mato @vera_irina / Lautaro Dapelo / Eva Ricart / Melve / Matías Coñuecar / Rocío Celeste 2018/2019 Distancia Editora @distancia_____editora


PRÓLOGO

Sobre metafísica, lo platónico y el amor. Tal vez para el artista se entienda el amor platónico como la musa , ese ente al cual se le otorga la divinidad de escribirle versos , de determinar su cuerpo por medio de símbolos, creando así alguien o algo que difícilmente existan en esta dimensión. Tal vez para todes los que sentados en sus obligaciones mundanas diariamente buscan la posibilidad de imaginar otra realidad, de sentir que hay un lugar donde encontraran lo que tanto anhelan, una libertad, un amor. Tal vez los amantes platónicos de la imagen virtual que se eyaculan, que se encuentran en búsqueda de alguien que los sienta, los signifiquen. Tal vez ahí estamos, buscando que alguien nos mire, que repare en nosotros el hecho de hacernos sentir existentes. Tal vez hay un amparo que nos relaja al saber que siempre hay alguien que está amándonos, sin siquiera saber quién es. Esa tranquilidad nos ayuda. Ese platónico amor nos emancipa de una tarea a cumplir en esta existencia: Ser amados. ¿Tendremos algún día respuestas?, ¿Podremos decir si el amor es siempre platónico?, ¿Si lo único que sucede es una entera espera de algo que nunca llegará?, ¿Lo mejor del amor es que lo generamos nosotros o lo construimos todos los días?, ¿Tal vez el amor es platónico en su esencia? Entonces, ¿somos seres platónicos buscando entre tantas miserias un vestigio de humildad que nos haga sentir que todo lo que nos está pasando es único e irrepetible?


Por qué imaginamos que el otro siente lo que nosotros sentimos todos los días y se lo comunicamos, jugando con algo que no sabemos si mañana podrá estar. Espero que puedas plantearte la certeza de que lo platónico rige en tu vida, pero en contradicción con la vida terrenal y así están dispuestas las cartas, está en vos cuanto quieras creer y otorga de metafísica y realidad a los hechos, los besos, a los amores. El amor platónico es el amor más puro, más lejos de conflicto, más esencialista, por qué es puramente tuyo y no del otro. Alejo Wenzel



I. Atontamiento

Entonces cerré los ojos dos veces Los volví a abrir

seguías estando ahí

como una aparición

como un regalo en medio del apocalipsis

(Siempre que te veo pasa esto)


Tienes el don de opacar el cielo y hacer brillar las estrellas, Puedes susurrar mi nombre y yo escucharlo a miles de kilĂłmetros, Mi mundo oscurecĂ­a y tus besos iluminaban cada sombra

Mariana FrontanĂŠ


Piscis y virgo

Septiembre. Internet .Las redes sociales. El presente .Buenos aires. La tarde. La esquina. El imprevisto. El desconcierto. Lo fácil . Lo que fluye. Lo normal. Lo conocido. Lo ajeno. Lo nuevo. Lo cercano. Lo lejano. La energía. El barrio. La esquina. El pasado. La niñez. La escuela pública. La escuela privada. La pre adolescencia. La adolescencia. La ausencia. Los amores platónicos. Los amigos en común. El video club. Los viajes. Córdoba. Las sierras. El río. El fernet. El recuerdo. La pizza. El puerto. La gente. El porro. El pucho. La birra. Los barcos. Los ojos claros. La conversación. La astrología. La noche. La luna. Brasil. El cine. El teatro. Los sueños. El futuro de cada uno. El futuro de lo que no hablamos. Las manos. El puente. La costanera. Los carritos de la costanera. Las bicis que te venden birra. Lo ilegal. Lo prohibido. Los perros. Los ricos. Los pobres. El viento. La lluvia. La esquina donde me abrazaste. La calle. Los autos. El viento. La lluvia. Las manos llenas de nuestras manos. El subte. Los besos. La gente que nos saca fotos mientras nos besamos en el subte. La lluvia. La gente que no nos ve. Los bares de siempre. Tú casa. Tu cama. La noche eterna. La conversación inteligente. El sexo. La conexión. El sudor. Los gemidos. El orgasmo. Los orgasmos. La música. Los boleros. Las miradas. La poesía. El pasado en común. El futuro incierto. Las buenas noticias. Las coincidencias. Los mensajes. Las fotos. La primavera. La adultez. El criterio. La literatura. El café y el mate de la mañana. El balcón. Las risas. Los puchitos. Lo indestructible. Lo indescifrable. Lo inesperado. Lo incierto. Lo indicado. Lo inconsciente. Lo evidente. La insoportable intensidad del ser.


Ceremonia del atontamiento De este sentir que moviliza bonito y hace mudar la piel, pasaje de lo mundano y corriente al despojo de corazas, a lo frescamente sensible. Preámbulo del conocerte que me tienta a tirarme al vacío sin más, mezcla de certezas, idolatrías propias y ajenas. Los detalles, tus labios cuando hablan y sonríen a menudo, tu silencio visual llega justo a tiempo. Querer decir pero callar, disfrutar el encanto de lo que atrae, admirarte constelando tu idioma. Indagar tus intereses, llamar tu atención con excusas absurdas, cruzar los dedos con el deseo de que lo virtual -en un tiempo no muy lejano- abra paso a lo real. Descanso en compartir al menos tu lenguaje e invocarte en conversaciones, y es en ese instante en que digo tu nombre en donde me veo melosamente cursi, me desarmo, siento como me invadís la cara y me traspasas todos los estados y emociones que quiero esconder. Me derrito. Sin embargo, ya no me importa. De buscar tenerte cerca, abandono mi ser, tiemblo, me sonrojo fácilmente, transpiro, palabras sin sentido salen de mi boca, no manipulo mi cuerpo… me vuelvo incoherente y aun así me arriesgo a tu compañía. Entonces la inseguridad asoma sus narices ¿Me ves? ¿Te gustare? ¿Te despido o me quedo? ¿Te abrazo si te veo? ¿Te escribo? ¿Te llamo? ¿Perro o gato? ¿Mar o montaña? ¿Día o noche? ¿Vino o cerveza? ¿Me quiere, no me quiere? MIEDO… Querer compartirte mi chupetín favorito y que juguemos a la rayuela, yo soy el cielo, no lo digo con palabras me vence el coqueteo. Alimentarme de esperanzas de que llegue el día en que no quede más nada que disimular, las palabras mudas suenen también en tu voz. Entretanto alegremente y sin mirar atrás canto soñando el amor… Florencia Cuellar



tropósfera de Andrés Domínguez









Tropósfera es nuestra capa de contención. Dentro de ella habitamos. Pasamos los días sin darnos cuenta de su influencia sobre los mares y los vientos, nuestros ánimos y lo frágil del mundo interior. Como los pájaros en una tormenta de verano. Como las plantas bajo las heladas invernales. A veces la bruma es espesa. Muestra un territorio indefinido. No hay tiempo. No hay templo. No hay resguardo ni asidero donde sostenerse. Se vislumbra nuestra inti mi dad.


Abriste mi alma y tomaste mi corazón, nos envolvimos en besos tu piel fue la más exquisita adicción, Yo me perdía en tus ojos y tú te fundías en mi pecho. -nos volvimos locos(como tú decías)

Mariana Frontané


II. Expectativa

Expectativa Quedate ahí, así. Así, de lejos. Quédate así, como te prefiere mi ser. Quedate así como te imagino. Ahí, donde el morbo te hace protagonista. No te des el lujo de acercarte más de la cuenta y que te conozca y arruinarlo. De que me conozcas y arruinarlo. De que el peso de la realidad fulmine este amor antes de poder surgir entre los dos. No hables. No desintegres tu imagen imaginada con tu real verbalidad. Quedate así, perfectamente imaginado en la imposibilidad [decidida] de tenerte. Te elijo así, de lejos, mirándonos esporádicamente en silencio, dándole rienda suelta a mi ratón mental y amándote sin desilusiones. Porque ahí donde estás, y desde acá donde estoy, sos la perfección. Y fácilmente, te amo. Constanza Vonscheidt


III. Idealización

Tú eres la calma del amanecer la timidez del monte El universo se reflejó en tus ojos y dejó rastro del mar y los océanos, Tus rizos dorados de tanto sol los labios finos y duros Mariana Frontané


Ilustraciรณn Irina Mato


IV. La desilusión

Te gustaban las chicas mas flacas que yo Las que tienen nombres difíciles y saben hablar en francés. Que pena


INDIFERENCIA Ayer viajé para verte. Dos horas no me importaban con tal de percibirte al menos un instante. El camino se me hizo largo, no por la distancia real, sino porque mi mente se iba perdiendo en sus propias ficciones, que también eran reales. Viajaba con dolor en el alma y con la mirada en el horizonte: una tristeza y una esperanza. Llegué y te busqué por todo el lugar, hasta encontrarte. Cuando me viste (no ignorabas mi presencia) te inventabas excusas mudas para esquivarme, mientras yo te esperaba. Dieron sala, actuaste, y luego los aplausos. Estaba emocionado y con la garganta anudada por la implosión de mis emociones. Trasladé el terremoto interior a mis manos, que te aplaudían fuerte. Mis ojos te buscaban para sonreírte y darte mis silenciosas felicitaciones. No me miraste. Los aplausos duraron un largo minuto, tan largo que casi logró ser eterno (al menos para mí). Mi mirada te buscó con desesperación, el viaje era absurdo si no podía felicitarte. Durante esa impenetrable eternidad miraste a todos excepto a mí. Dejé de buscarte, y pasé a comprobar si mi cuerpo aún seguía allí. Tal vez tu voluntad me había vuelto invisible. Mas, yo me veía. Me preguntaba: ¿por qué vos no podías verme? Salí del teatro y te esperé afuera. El día era claro. El sol iluminaba el río y la hierba. Sentí las caricias de la naturaleza, esa cariñosa mujer que me abrazaba con sus manos de viento. Los sonidos de la ciudad no desencajaban, contribuían a construir el clima de mi percepción, ahora envuelta en una armoniosa calma. Sentí unos pasos y ví que venías a mi encuentro. Te abracé. Te felicité y te dije que nunca pierdas esa pasión que habías encontrado. Me miraste con tus ojos tiernos. Pensé que ibas a hablarme, pero callaste. En ese momento alguien vino a saludarte y te preguntó mi nombre. También callaste. Sentí la fuerza del sol aniquilando mis huesos. Bajé la cabeza y respiré hondo. Tu silencio confirmó que me había vuelto invisible. Hoy, ya en mi soledad, escribo estas palabras para recuperar mi dignidad. Comprendo que la realidad debe ser aceptada. Uno se vuelve invisible cuando se entrega por completo a una persona que no sabe


cómo cuidar un corazón. Cada momento compartido quedará vivo en el recuerdo, guardado con la misma intensidad, pero en un tiempo que no es el presente. Hoy me recupero a mí mismo aceptando que lo real no siempre coincide con el deseo, y pensando que el deseo debe ir de la mano de la realidad, para que nuestro amor no se pierda por caminos imposibles. Lautaro Dapelo


Ya no hay excusas que nos puedan mantener cerca Es feo sentir culpa. Escribir esto y sentir culpa Sernos platรณnicos cuando hemos sido reales Me hace mal La ausencia de presencia a la distancia como el destino invisible de estas palabras


VI. El amor platónico siempre será nuestro.

La literatura actual es la intimidad, me dijo alguien en una cena. Aquí hago pensamientocon el recuerdo y publico mi literatura sonsa, mi parte idiota, algunos de los mensajes en servilleta y cartas de amor que envié y me enviaron. Cuando era pequeña empecé a escribir para no morir, escribía con la idea romántica de que cuando muera alguien encontraría los escritos de una niña huérfana de toda protección y me haría famosa de una manera artística. Trascendería en el arte de la muerte. Por suerte no me maté y amé, amé mucho y a muchos y escribí cuadernos por montones. Muchas veces escribí para el amor de turno, seguramente era músico, actor, director o alguna de esas cosas que hace que una chica como yo vuele por el séptimo cielo de los Dantes. Lo que está y no se usa nos fulminará y tanto amor no se puede guardar en cajas de cartón para que se lo coman las ratas. Esto que van a leer es una selección de cartas de amor de todos mis amores. Todas hablan de lo mismo: del amor y su idiotez, de lo frágiles y fuertes que podemos ser. Eva Ricart


Epistolares Leche LXXIII Ricardo: Ser una epifanía es mucho más de lo que usted supone, nosotros seremos mucho más que eso, se lo digo yo que soy antigua y en manifestaciones divinas tengo experiencia. El tiempo y el conocimiento se encargarán de terminar de definir si esto es un espejismo en medio del desierto o un oasis. Si esto es una cosa o la otra o lo que sea, siempre estará bien porque usted existe, y eso está bien, y yo existo y eso está mucho mejor porque puedo escribirle para recordarle que lo bello se encarga de aparecer sólo, no sabemos por qué maravillosa gracia de la naturaleza. Entonces querido mío: No hay de qué preocuparse No tenga miedo por mí, ni por usted, ni por nadie. No tenga miedo Nunca Somos infinitos, estamos llenos de tiempo. Las cosas son y serán como deben ser: Verdaderamente bellas Ricarda


Epistolares Leche XLV Ricarda Rubena: ¿Le cuento o no le cuento? Capá que le cuento, ¿no? No le estoy contando mucho a usté ni a nadie, simplemente por el hecho semitrágico de haber entrado en una suerte de normalidad desencantada en los últimos tiempos, tal como lo temía, aunque sin entrar en pánico. Mejor le cuento, ya no temo aburrirla, no porque piense que no la aburro, sino porque no me da miedo hablar con usted. Cuestión es que estoy un poco triste, para qué le voy a mentir... Yendo al grano: mi última aventura amorosa me dejó un gusto más bien amargo ¿Qué transito ahora, pues? El vacío. Un vacío que se me hace bastante sano ya que carece de desesperación, pero no así de tristeza, resignación, etcétera... La horrible sensación de que el deseo es un arma de doble filo y de que el enamoramiento es una verdad de la que conviene desconfiar. Conclusión: chorizo ¿Qué significa chorizo? Nada, chorizo, así decía mi vieja. “A la final, chorizo”. No me haga caso igual, estoy un tanto amargado hoy, ya lo ve. Hay algo claramente torcido y ya estoy bastante hinchado los huevos el monstruoso/hermoso mercado de la especulación amorosa, el tráfico mezquino de los abrazos ¿Cómo es Ricarda? ¿Tiene alguna idea? ¿Alguna punta? ¿Alguna fija? Le ruego me la comunique Bueno dado que usté no está presente y que como en todo discurso hay cosas que se dicen y otras que se callan, en este punto me detengo yo, y me retiro a seguir sufriendo en otros ámbitos, o acaso a ser un poco feliz, nunca se sabe. ¿Podré alguna vez ser el rey del abrazo irresponsable? ¿Le parece una justa aspiración, o tal vez ni vale la pena? ¿Por qué le escribo a usted? ¿Acaso por ser mi único amor platónico en pie? ¿Alimentado acaso por un nutritivo budín de distancia y silencio? Hablemé siempre con plena sinceridad La quiero, como sospechará Hasta más luego corazón.


Mensaje en servilleta XII 1 de enero 6:28 hs AM “Tengo fiebre y escribo, escribo rechinando los dientes, rabioso ante esta belleza. Esta belleza totalmente desconocida...” Fernando Pessoa Algo andarápasando. Algo andarreposando. Algo garrapatasando. Algo estoy repasando. Metará metamorfoseando la mirada. Cabalgo en algo parecido a la andrajosa impúdica impaciencia. Algo andará pasando. Mi salgo de me. Algo andará pasando. Creo que le amo. Mensaje en servilleta XXXII Me acerco y tiemblan las flores Es que me perdí y me quedé amando Mensaje en servilleta XLI Tengo que decir que afortunadamente no hay ningún tipo de contradicción entre que llueva y yo te amé. Porque llueve y te amo. Mensaje en servilleta LIX Estoy en uno de esos momentos en donde no sé si escribir estas líneas cortarme las venas o comprarme un kilo de helado como quien quiere verificar que todavía existe.


Epistolares Leche XXVIII Rosariuda: Hoy me puse a leer a Platón, sí, a Platón. Lo leí con ventilador, agua y mermelada y la amé antes, durante, después (que es ahora, ahora la estoy amando). Además, compré dos libros,me compré “El Gran Gatsby” de Francis Scott Fitzgerald y uno de Unamuno, “El carácter trágico del hombre” *, o algo así, dos libros que prometen ser aburridísimo, (como me gustaría que esté aquí para leerme). ¿Le gustó el tema que le compartí? ¿Se encuentra bien usté mi vida? Aparte de estar perdidamente enamorada de mí, ¿algún otro efecto hormonal adverso? La leí Ricarda, Se CA-E DE HER-MO-SA. No voy a insistir en el tema por ahora, porque no quiero redundar en la descripción de su belleza total, ni mucho menos amenazar los fragilísimos equilibrios de la paciencia, así que nada. Me quedo con el “Qué se yo” (tiene usted un queseyo absolutamente poético) y con las imágenes, que por cierto dicen más que mil imágenes. Crudito o no crudito yo amé su texto, la amé, el resto son silos y silos cargados de etcéteras para la exportación del amor en libros. Para variar, yo estoy aprendiendo a tocar el violín, sigo con eso hasta que encuentre otra cosa que me dé guita o fama. Por cierto, ya había leído su texto, ¿o qué se cree? Cuando la leo y me acuerdo que lo que escribió me lo ha dedicado a mí, me dan unas ganas de agarrar la bici y subirme a la autopista para ir a buscarla... Disculpe el desorden de esta carta, Usté bien sabe que no siempre me preocupo por hacerme entender en nuestra relación epistolar, es un permiso que me tomo, una licencia. Desearía que lo reciba como un voto de confianza, cuando yo le digo algo sin importar que meentienda tómelo como una caricia, si no es molestia una caricia y un beso en esta hora del día. PD: Te digo todo junto porque me estoy por ir a pagar el alquiler y es un momento tristísimo del mes. Ámola


Nace una nueva canción Camino solo la fría avenida principal. Por momentos pienso en ella y veo una de las esquinas por donde caminando pasamos, hace mucho. Hace otras vidas. Nunca fui fan de Dolina, pero como todo joven argentino con i nclinación por la radio, en los veinte tantos era un show de cabecera. Puedo discrepar con lo que fuese de sus dichos, pero si algo quedará para siempre en mi fueron sus máximas sobre el amor. “No hay ser más desgraciado que el amante no correspondido” o algo así decía el conductor radial e indicaba que todos los males tiene cura o redención, pero un amor no correspondido jamás lo tendrá y no existe solución alguna. En mi caso es aún más trágico. Nunca le dije nada. Ella nunca supo de mi amor. El condenado a solo admirar a su persona amada, no tiene solución. “Si le dieran a elegir entre el olvido y el sufrimiento, elige el sufrimiento” Por qué? No sabe. No lo sé. Pienso en eso mientras cruzo la calle y la recuerdo. Jamás vivimos lo que podría llamarse una historia con todas las letras. En común. <Sólo en mi vivirá esa temporada en la que creí que el amor se posaba para siempre en mi ventana. Camino unos cuantos pasos más, me subo la campera hasta el cuello. Y a lo lejos diviso la escalinata donde torpemente supe, gracias a sus certeras palabras, de que nunca jamás nada sucedería. Prendo un cigarrillo y miro. Unos segundos o minutos. Parecen largos años. No tengo prisa. Nadie espera en casa. Solo el silencio amortiguado por aparatos electrónicos. Luego de aquel verano jamás volví a verla, pienso en que ni siquiera tengo su teléfono. Estará muy lejos de aquí? No lo sé. Es de noche. Mañana hay que trabajar. Me acuesto e intento dormir. Pienso en la caminata de hoy y en la repentina tristeza. Hace mucho no pensaba en el asunto. Al cerrar los ojos continúo pensando. Recuerdo verla reír y que eso significara mi mundo.


No puedo dormirme de inmediato. Prendo la luz y tomo la guitarra. Hace unos días tengo una melodía dando vuelta en la cabeza. Me pongo a tocar entre la luz tenue y el silencio de la casa y hago algo que me parece que suena bien. Si creo que suena bien. Nace una nueva canción. En un mundo en que todo tiene que tener una utilidad, me resisto a pensar que el amor platónico, el amor no correspondido y otros amores, a pesar de no poder realizarse, a forma de consuelo “sirvan” para algo. Pero tal vez si pueden derivar en otros caminos que la desesperación. Hoy, con la llegada de la primavera, voy a elegir el olvido. Mi mirada vira entonces hacia el viejo conductor radial nuevamente: Transformar la tristeza en algo que nos mejore. Melve


Bonus track ROMANTIMURGA Solo cruzar tu mirada un momento alguna que otra madrugada al ver esos ojos negros me pierdo en una marejada. Quiero cantarte esta canción a vos pa´que no viva solo en un recuerdo dejar volar los versos que inspiras en un candombe un poco cursi pero veras. larará hrará hrará lairará. Solo cruzar tu mirada un momento sin intención mas que aquella mirada, me lleva derecho a un cuento donde se funden romance y barriada. Sos la princesa en este carnaval que vive dentro de mi pensamiento quiero encontrarte y darte esta canción que pone a mi voz a cantar. Coro. Después de un largo tiempo pienso estar solo es un verso, parece una ilusión. Tal vez existe un buen momento que haga que ese pensamiento parece no ser ficción. larará hrará hrará lairará. larará hrará hrará lairará. Matías Coñuecar


Despertaste con el sudor en el cuello, con el cuerpo helado. Y si esa despedida suele ser eterna? En el fin del mundo el agua sigue corriendo, atrapada entre muros. Y si abrieras la puerta? Las grietas de tu suelo calmarĂ­an su sed o se te inundaria el alma.

RocĂ­o Celeste


Dedicado a todos los que alguna vez amaron en silencio


distanciaeditora@gmail.com / @distancia_____editora


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