Palabras del Presidente “No hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague”. Así dice un conocido refrán y efectivamente se ha cumplido un primer plazo de nuestro año rotario y corresponde evaluar cuántos de nuestros objetivos, o quizás es mejor decir cuántos de nuestros sueños se han hecho realidad. Considerando los fríos números, creo el semestre no ha sido tan negativo, pero desde el punto de vista de los sueños, que comienzan varios meses antes de asumir la presidencia del club, mi evaluación personal no ha sido muy positiva. Desde el momento mismo en que no fue posible realizar el cambio de mando en la forma esperada, muchos de mis sueños comenzaron a truncarse, y ello me afectó profundamente y quizás también afectó en forma indirecta al club. Mi responsabilidad personal y familiar ante el peligro de la pandemia me impidió estar en contacto más directo con los socios y socias del club, tanto en actividades sociales como de trabajo, y eso provoca desconexiones, malos entendidos y falta de control, lo que desde mi punto de vista es un pecado capital en un presidente de club. Pero basta de llorar sobre la leche derramada. En breve iniciaremos el segundo semestre, y si las condiciones lo permiten, podremos adaptarnos a la llamada “nueva normalidad” y mejorar los aspectos que pueden considerarse deficitarios. Al leer estas palabras, la Navidad ya habrá pasado, pero aunque sea en forma atrasada, deseo de corazón que el Niño Dios les haya colmado de esos regalos que no se pueden adquirir con dinero y se guardan para siempre en el corazón. EL PRESIDENTE Carlos Olguín
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