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Revista DIXI (He Dicho)
Número XXXVI / Año XII / Octubre 2014 Distribución gratuita
Barbarita
CRUZ
Una copla para
Rosalba Mirabella, artista independiente
de la vida
Eugenia González (Chew) exhibe a “Boo” Paula Jiménez retrata Santa Ana
cada momento
Ángel Leiva y la hondura de la poesía
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Sumario [32] COMPULSIONES
[10] INTERVENCIONES
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[26] LABERINTOS
[4] TESIS [8] TENDENCIAS [10] INTERVENCIONES [20] POGOS [22] PROYECCIONES [26] LABERINTOS
[60] INDIVIDUALES
[32] COMPULSIONES [42] CALIGRAFÍAS [45] DIXI EXHIBE [54] HIPÓTESIS [60] INDIVIDUALES
COORDINACIÓN: Laly Rosales EDICIÓN: Irene Benito DISEÑO GRÁFICO: Valentina Becker DIBUJO DE TAPA: Jorge Missart LOGO: Bruno Juliano
COLABORADORES: Alejandro Nicolau, Ana Jeger, Ana Nores, Ana Vaz-
quez Carranza, Bautista Eusebio, Carolina Álvarez, Carolina Zarzoso Paoloni, Cecilia Gallardo, César Barber, Cristian Faralle, Delfina Cossio, Eugenia González (Chew), Facundo Sanchis, Gabi Rubí, Gonzalo Villamax, Graciela Colombres Garmendia, Guadalupe Mothe, Guido Mossé, Jorge Missart, Juan Manuel Campi, Laura Rossi, Leo Miranda, Magali Ponce, Mariana Aran, Mels Petroff, Néstor Martín, Paula Jiménez, Perro Triciclo, Roberto Espinosa, Santiago Garmendia, Sergio Paz y Silvana Janin.
DIXI es una publicación cultural de distribución gratuita. Año XII, número XXXVI. Octubre de 2014. Registro de la propiedad intelectual número 243.824. Hecho el depósito que marca la ley 11.723. DIXI es propiedad de Léxico (contenido creativo). Impresión: Printer. Nuestros e-mails son: revistadixi@gmail.com y contenidocreativo@gmail.com / Nuestro website es: www.dixihedicho.com.ar / Nuestro teléfono: +54(9) 0381 155 776057. Tucumán - Argentina. Las opiniones son nuestras -o sea, de los colaboradores- y pueden ser reproducidas libremente citando la fuente.
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TESIS / Meditación trascendental
Sabia y madre Nada es azaroso. Una semilla inaugura un jardín, la brisa anuncia la lluvia y un momento intenso de sol, el verano. Si miramos alrededor hay milagros gestándose a cada segundo. Como deben ser los milagros: humildes, imperceptibles y delicados. Quizás habría que observar más de cerca la vida. Mirar hacia afuera, salir de nosotros. Y aprender. De la flor que respeta sus tiempos para florecer y no reniega del destino de marchitarse. Porque sabe nacer y morir sin hacer tanto alarde es que sigo respetando a la tierra y a quiénes de ella nacen. Ahí lo ves al fruto pidiendo que lo tomen o lo dejen, sin un reproche, sin una lágrima. Ahí se queda el árbol cuando azota la tormenta, con ojos limpios y sin sentirse tan importante. De la tierra que se tiene que nutrir para dar frutos fuertes. Lo que nos salva o nos cura viene de ella, y es naturaleza una palabra tan gastada que, si se la dice, parece un movimiento y, si se la omite, parece una afrenta. La dañan y se deja porque se sabe tan humana que aprendió a renacer antes de que las letras la nombraran.
De la comunión del árbol y del nido. Promete, hace y cumple con una ciencia que muchas veces no la entienden y otras veces la alaban. Tiene la certeza de un tiro y no sabe hacer la guerra, aunque tantas veces las haya engullido en sus fauces de montaña y, después, haya lavado la sangre de los que estuvieron vivos con la sedosa lengua de sus ríos. De la raíz que acepta su existencia sin sol. De la existencia fugaz de la belleza de la mariposa. Naturaleza sabia, dicen, y yo les creo porque no conozco mejor verdad que la que ofrece ni más ternura que la que abarca cada vez que florece, y que oculta cada vez que se derrama. Ahí lo ves al volcán como si nada gritando sus soledades en llamas, barriendo con todo sin permiso, dejándose dormir sin amenaza. Ahí se queda la piedra como un grito, feroz estatua contra el agua, que se deja tallar y hacer arena, y esculpe cañones y quebradas con su magia. En cada fragmento de naturaleza hay una verdad consumada, una realidad honesta y sin incertidumbres. Un mensaje. Naturaleza madre, dicen, y yo también lo firmo porque siempre sabe dar cuando es preciso, porque sabe negar cuando hace falta.(dx)
*Silvana Janin es escritora. Mariana Aran es analista comercial, periodista, diseñadora gráfica, y amante de las letras, la música y la buena vida. Porteña hasta la médula y lectora voraz.
Por Silvana Janin y Mariana Aran, desde Mendoza y Buenos Aires*
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Diccionario del habla de los argentinos (2004), página 316.
Franelero, ra. Adj. 1. Que suele manosear con intención erótica. 2. Que constantemente busca halagar. 3. Muy mimoso. 4 (En desuso) Persona que concurría a los prostíbulos simplemente para beber y conversar.
Singular
Natura nihil agit frustra “La naturaleza no hace nada en vano”.
Latinajo
¡Gracias por acompañarnos!
Esta revista de distribución gratuita es el resultado del trabajo ad honórem de 30 colaboradores (redactores, ilustradores, fotógrafos y artistas de toda clase). DIXI (He dicho) no recibe subsidios estatales ni publicidad oficial, y en esa posición persistirá mientras no haya reglas de juego cristalinas susceptibles de control ciudadano. La publicación afronta los gastos de impresión y diagramación con el aporte de empresas del medio y donaciones de lectores oficiosos. La edición XXXVI implicó un esfuerzo colectivo incuantificable: su materialización es, por decirlo así, un triunfo de la cultura y un homenaje a la libertad de expresión.
Otrosí decimos
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“Siempre acabamos llegando adonde nos esperan” (José Saramago). | Santa Ana, Tucumán, 2013 - Paula Jiménez
Epígrafe
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TENDENCIAS
Las chicas maravillosas En esta nueva ola de entusiasmo “geek/ nerd”, los superhéroes coparon salas y pantallas, convenciones y discusiones. Esta ola dejó algo más en la costa, como preguntarnos ¿qué pasa con las superheroínas? Wonder Woman es el primer antecedente en esta materia. La morocha amazónica fue creada para llevar un mensaje a todas las mujeres de allá por 1940: podías ser fuerte, compasiva, bella, justa y salvar al mundo. Desde allí los modelos heroicos femeninos fueron adaptándose -cuando no desapareciendo- en función de las necesidades del momento histórico y la agenda de los medios. Ser mujer empoderada no siempre resultó un buen marketing. El mundo siguió su derrotero, y comenzamos a olvidar a Wonder Woman y sus mini shorts para recibir a otro tipo de heroínas como la Teniente Ripley (Alien); Sarah Connor (Terminator); Buffy, la cazadora de vampiros; Xena, la princesa guerrera y, últimamente, claro, Black Widow (Avengers). Todas estas mujeres de ficción tienen en común el ser re-imaginadas como modelos de heroísmo a partir de una feminidad no convencional que se proyecta en tiempos de guerra, de proliferación nuclear, de afanes futuristas y siempre, pero siempre, de apocalipsis en puerta. El envoltorio puede actualizarse, pero la
esencia se mantiene. Las heroínas esquivan el concepto de feminidad “tradicional” en el sentido de sumisión; encadenamiento al hogar y a la vida doméstica; subordinación a la biología e incapacidad para tener éxito sin la ayuda de un hombre. El feminismo de la vieja escuela hace agua: ya “no paga” emular a ellos; ahora queremos ser nosotras, nuestras reglas, nuestra agenda, nuestro mensaje. El mensaje Cuenta la anécdota que Nichelle Nichols, la actriz que interpretó originalmente a la teniente Uhura de Star Trek, estuvo a punto de abandonar la serie porque sentía que su personaje no aportaba nada y que fue nada menos que Martin Luther King quien la disuadió de tomar tal decisión. El prócer estadounidense le hizo notar que el personaje aportaba algo valiosísimo: era una mujer de piel negra, con un cargo importante en una nave interestelar y en un programa de televisión de alcance mundial. Ella le estaba diciendo a millones de mujeres que aquello podía suceder: esto no es un sueño, somos capaces de lograrlo más allá del origen y el género. La ciencia ficción y los cómics fueron ese lugar de fantasía donde todo es posible, donde las leyes de la física se descontrolan hasta el delirio y nuevos planteos
* Carolina Álvarez es comunicadora social, fotógrafa amateur y escritora ocasional. César Barber es diseñador gráfico y artista plástico.
Por Carolina Álvarez -texto- y César Barber -ilustración-, desde San Miguel de Tucumán*
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sociales son erigidos. No es extraño que las viñetas hayan procurado el ámbito de presentación de estas muchachas con poderes sobrenaturales y trabajos de importancia inverosímiles. El “We can do it!” dejó de ser un slogan para la mujer trabajadora de entreguerras: su lugar fue ocupado por la fórmula “sí podemos, podemos hacer lo que nos plazca”. ¡Al abordaje! En junio de 2013, la senadora texana Wendy Davis protagonizó las noticias por dedicar 11 horas a defender una ley sobre salud femenina que pretendía ser revocada. Mediante el filibusterismo (técnica de obstruccionismo parlamentario), la senadora habló sin parar, sin descanso para comer, beber o siquiera ir al baño. Gracias a una gran cobertura periodística y en las redes sociales, Davis logró su objetivo de defender la ley. Estas son las heroínas hoy. No hay lazos de la verdad, escopetas recortadas, espadas o capacidad para controlar el clima. Son mujeres comunes que con acciones radi-
El feminismo de la vieja escuela hace agua: ya “no paga” emular a ellos; ahora queremos ser nosotras, nuestras reglas, nuestra agenda, nuestro mensaje. cales siguen bregando por los derechos de sus congéneres para que podamos construir nuestra realidad sin repetir un discurso impuesto. Gracias a ellas tenemos la oportunidad de ser madres, hijas, profesionales, amantes, esposas y líderes sin seguir patrones, sin renegar de nuestra naturaleza ni subyugarnos a ella, sin disculparnos ni excusarnos. Pero el mal no está vencido. Hay muchas causas justas por defender, violencias por detener y prejuicios por erradicar. Basta de ser juzgadas por cómo nos vestimos y hablamos: tenemos que enseñar a nuestras hijas, hermanas y sobrinas que tienen el derecho y la obligación de exigir respeto. Es todo un mundo el que hemos de salvar porque aún son demasiados los villanos por derrotar.(dx)
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INTERVENCIONES
Los recuerdos de Holga Las imágenes que consigo con mi Holga son como los recuerdos: a veces claras, a veces difusas, a veces superpuestas, a veces dispersas… Este tipo de fotografía me retrotrae a muchas de las cosas que perdí; me refiero a momentos fugaces que no volverán y cuya fugacidad, sin embargo, no es causa de melancolía sino de bienestar. Mediante la lomografía abrazo los recuerdos y los suelto. Esa técnica me permite volver a ser niña, y olvidar los academicis-
mos para reencontrarme con la simpleza y la sencillez. Una cámara diminuta con controles básicos facilita el proceso de creación y lo hace más cálido. La fotografía tiene sus ramificaciones y un momento puede ser capturado de varias formas distintas (con el dispositivo digital, analógico, estenopeico, de placas, etcétera). Entre esas variantes se destaca la cámara lomográfica, producto fabricado por la marca Lomography con la intención de de-
Diez mandamientos lomográficos 1) Llevarás tu Lomo a mano. 2) Fotografiarás a cualquier hora, de día y de noche. 3) La Lomografía no interferirá en tu ritmo de vida sino que formará parte de él. 4) Dispararás apuntando desde la cadera. 5) Te acercarás todo lo que puedas a tus objetivos. 6) No pensarás. 7) Serás rápido. 8) Vivirás cada fotografía a sabiendas de que es única. 9) Olvidarás la creación que ya pasó y la siguiente también. 10) No seguirás ninguna regla: estas tampoco.
*Mels Petroff es fotógrafa y Magali Ponce, ilustradora (espacekaleidoscope.tumblr.com).
Por Mels Petroff -texto y fotografías-, y Magali Ponce -dibujos-, desde San Miguel de Tucumán
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» sarrollar la “fotografía artística experimental”. Este movimiento fotográfico surgió a comienzos de los años 90 en Viena (Austria), a partir de una máquina rusa, la Lomo Kompakt Automat, cuyas prestaciones estéticas obnubilaron a dos estudiantes que la descubrieron por accidente: Matthias Fiegl y Wolfgang Stranzinger. Entre 1992 y 1993, ambos pusieron en marcha la prolífica y movediza Sociedad Lomográfica. Bienvenido el accidente La cámara lomográfica se distingue porque es de plástico (incluso las lentes), y porque técnicamente produce imágenes “viñeteadas” que remiten a las viejas fotografías familiares y caseras de las décadas de 1970 y 1980, o a las imágenes generadas con cámaras de video de formato Super 8. La lomografía concibe obras con filtraciones de luz, grano, cierto desenfoque, y altos contraste y saturación. El énfasis está puesto sobre lo informal y lo que la ortodoxia llama accidente: defectos ópticos y distorsión de colores. Estas cámaras no priorizan la calidad técnica de la fotografía sino su aspecto experimental y emotivo, y, por ello, un segmento de artistas encontraron en ellas una vía para explorar la espontaneidad y lo instantáneo. Las cámaras lomográficas suelen tener nombres muy particulares (por ejemplo, Holga y Diana). Algunas hacen honor a su forma: La Sardina se llama así por su parecido con la lata de sardinas. Los diferentes modelos vienen en formato 35 y 120 milímetros, y conquistan a los nostálgicos porque suponen una vuelta al pasado. A diferencia de la fotografía digital que privilegia el “aquí y ahora” (dogma cuya expresión máxima es la “selfie”), la lomográfica requiere de un revelado posterior. Aquella “dulce espera” confiere el encanto del laboratorio y alimenta la expectativa que de por sí implica el recuerdo capturado mientras pasaba.(dx)
¡PLUS! lomography.com lomo.ru
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Arte - Dise単o - Comidas Cel: 153368798 - Barrio Norte
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INTERVENCIONES
Las aventuras del Cordero Místico Por Irene Benito, desde San Miguel de Tucumán Mientras el mundo juega a dar vueltas, a caerse, a estrellarse y a consumirse en un acto irónico de autodestrucción, dios se ocupa de cuidar al Cordero Místico como si en él habitase su rebaño pasado, presente y por venir. Por eso ocurren las catástrofes que ocurren y por eso La adoración del Cordero Místico, el políptico más célebre y más amenazado de la historia, es postulado como prueba incontrovertible de la existencia de dios. Si la obra maestra de los hermanos Hubert y Jan van Eyck hubiese terminado en París, la Gioconda de Leonardo Da Vinci se habría visto en la obligación de compartir el trono. Pero la providencia quiso (para fortuna del ¿exagerado? protagonismo de la Mona Lisa) que el retablo presentado en 1432 fijase domicilio estable en la Catedral de San Bavón, el templo de Gante (Bélgica) al que había sido destinado originalmente. El Cordero Místico por supuesto tuvo abundantes ocasiones para extraviarse, para perecer o para burlar la voluntad de Joos Vijd y Elizabeth Borluut, los cónyuges y aristócratas de Flandes que costearon la ejecución del proyecto. Su biografía es la biografía de Europa occidental desde el Medioevo en adelante: quizá por ello contemplarlo implica una experiencia de lo inefable hasta para el más escéptico de los mortales.
A salvo del Führer Las mil aventuras del Cordero Místico empiezan con su nacimiento. Hubert, el mayor de los Van Eyck, muere mientras estaba pintando el encargo y este es completado por Jan, cuatro años más tarde. La exhibición de la obra terminada coincide con el bautismo del hijo de Felipe el Bueno, jefe de un ducado que fue a la guerra (y apresó a la heroína Juana de Arco) sin descuidar el
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» Tras 130 años de desencuentros, el retablo vuelve a ser armado en San Bavón, pero, como si de un rompecabezas endemoniado se tratase, pierde dos piezas en un robo perpetrado en 1934: una de ellas, la perteneciente a la representación de los jueces justos, nunca fue recobrada.
fomento de la moda y de la cultura. Entonces ya era común que los grandes actos de caridad cristiana reflejaran tanto el fervor religioso, el poder y el origen patricio del comitente como la gloria del Creador, y a esa pretensión múltiple obedece el políptico llamado a realzar la majestuosidad de una catedral también edificada con el aporte de los Vijd-Borluut. La primera adversidad sobreviene, precisamente, como consecuencia de la división del cristianismo: en 1566, el movimiento iconoclasta impulsado por los calvinistas obliga a esconder La adoración del Cordero Místico en la torre de San Bavón. Doce años después, la República Calvinista instalada en Gante propicia el primer traslado del políptico a la sede del Gobierno municipal; en esa época, Guillermo de Orange intenta venderlo a la reina Isabel de Inglaterra, pero la leyenda dice que Joos Triest, un pariente noble del matrimonio donante, consigue detener la compraventa. Si el siglo XVII depara cierta paz para el retablo, el siglo XVIII le ofrece la tribulación mayor: en 1794, los revolucionarios franceses a las órdenes de Napoleón Bonaparte plantan su bandera en Gante y confiscan los cuatro paneles centrales (cordero incluido). El botín es exhibido en París hasta la caída del bonapartismo: en 1815, las tablas Si la obra maestra de los hermanos
Hubert y Jan van Eyck hubiese terminado en París, la Gioconda de Leonardo Da Vinci se habría visto en la obligación de compartir el trono.
robadas regresan a casa, pero el políptico ya había perdido las piezas correspondientes a Adán y Eva (retiradas por pudor) y, un año después, los paneles laterales quedan en manos de un coleccionista que, a su vez, los entrega (negociación mediante) al museo de Berlín de Federico Guillermo III de Prusia. Cincuenta años después, reaparecen Adán y Eva, que pasan a formar parte del Museo de Finas Artes de Bruselas. En lo sucesivo, La adoración del Cordero Místico sufre nuevas amputaciones y atentados, pero se salva de la rapiña de los invasores alemanes durante la I Guerra Mundial. En 1920, el Tratado de Versalles, que pone fin a aquella conflagración, ordena la devolución de los paneles centrales a Gante. Tras 130 años de desencuentros, el retablo vuelve a ser armado en San Bavón, pero, como si de un rompecabezas endemoniado se tratase, pierde dos piezas en un robo perpetrado en 1934: una de ellas, la perteneciente a la representación de los jueces justos, nunca fue recobrada. De todas maneras todavía faltaba la II Guerra Mundial. En el intento de evitar que la obra caiga en las garras de Adolf Hitler, los ganteses la envían a Francia de nuevo, pero aquella medida preventiva sólo demora lo inevitable. Luego de la ocupación de París, los colaboracionistas entregan el Cordero Místico al totalitarismo nazi, que se permite la locura de esconderlo en una mina de sal austríaca. Cuando la victoria de los aliados se presenta como un desenlace irreversible, Hitler manda dinamitar el escondite, pero la bomba no toca ni un pelo del retablo. Dios o el azar, el azar o dios, operan otra vez para librar a la obra de los
*Irene Benito es cofundadora y editora de esta publicación.
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Van Eyck del régimen de destrucción más efectivo de la historia de la humanidad. El artista como un pararrayos La adoración del Cordero Místico recrea la epopeya del Rey de los Judíos y el banquete final prometido a sus discípulos. El relato está desplegado en 24 pinturas (12 interiores y 12 exteriores), que en total miden 340 x 440 cm, y abarcan desde los acontecimientos del libro del Génesis (entre ellos, el fratricidio de Caín y Abel) hasta los episodios del anuncio del nacimiento de Jesucristo y de la llegada de su reino sin fin. La narración bíblica corre en paralelo con el testimonio de época: los hermanos Van Eyck, exponentes magistrales de la escuela flamenca, plasmaron en el retablo toda una interpretación actualizada de la redención del hombre por la muerte y resurrección del hijo de dios. Así, como artistas que hacen las veces “de pararrayos que atraen las tensiones de su tiempo”, al decir del escritor español Rafael Chirbes, los autores del políptico compusieron una obra que combina las referencias de la fe católica con la precisión de la ciencia y la técnica, y que, en última instancia, ofrece un retrato cultural completo, complejo e intrigante de la Gante del siglo XV. Una ciudad que en aquel entonces esta-
ba en el apogeo del esplendor, que era más grande que Londres y competía con París, y cuyos habitantes eran célebres por su tenacidad y rebeldía (“1.000 años contra la corriente” sigue siendo el lema municipal). Pero como ninguna prosperidad dura para siempre, los ganteses se topan con la cuesta descendente a comienzos del siglo XVI: la ciudad pierde el acceso al mar y, con ello, la mitad de su población. En 1540, Carlos V, que había nacido en Gante, se propuso humillar a los vecinos revoltosos y les colocó una soga en el cuello. Desde entonces, la ciudad se ha levantado literal y metafóricamente innumerables veces, aunque nunca logró alcanzar el brillo de la centuria de los Vijd-Borluut y los Van Eyck. Hasta el Cisma de Occidente El Cordero Místico parece una obra de arte sacro y sólo lo es para el observador que se contenta con esta primera impresión. Más allá de ese barniz, el retablo supone una experiencia de transición entre la Edad Media y el Renacimiento: su valor último reside en el universo de ideas y misterios que esconde, espectro de posibilidades sutiles y lúdicas que sitúa al políptico entre obras como El jardín de las delicias de El Bosco; La última cena de Da Vinci; Guernica de Pablo Picasso; Las meninas de Diego Velázquez, y los gra-
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¡PLUS! Cada centímetro cuadrado de La adoración del Cordero Místico fue fotografiado en altísima resolución para el proyecto Closer to Van Eyck, Rediscovering the Ghent Altarpiece (Van Eyck de cerca, Redescubrir el retablo de Gante). La posibilidad de explorar los detalles minúsculos e imperceptibles de la obra -cosa que, por razones obvias, resulta inviable en San Bavón- hacen de la web closertovaneyck.kikirpa.be la mejor vía para acceder a los misterios del políptico gantés.
Escaneá el código con tu celular y entrá a la web.
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Como artistas que hacen las veces “de pararrayos que atraen las
tensiones de su tiempo”, los autores del políptico compusieron una obra que combina las referencias de la fe católica con la precisión de la ciencia y la técnica, y que, en última instancia, ofrece un retrato cultural completo, complejo e intrigante de la Gante del siglo XV.
bados y pinturas negras de Francisco Goya. En el taller de los Van Eyck el conjunto importaba tanto como los detalles imperceptibles. Por ello el Cordero Místico es una representación hiperrealista de la tradición judeocristiana donde el horizonte que asoma por las ventanas se corresponde con el paisaje y la arquitectura de Gante, y la flora y fauna reflejan un estudio exhaustivo de la botánica y la zoología de Flandes. Por eso hay vello en las piernas tridimensionales de Adán, y arrugas, verrugas y una barba mal afeitada en el rostro pétreo del donante Vijd. Y lo mismo corresponde decir respecto de túnicas, muebles y decorados, que responden a los diseños y a la elegancia característicos del Ducado de Borgoña. La obsesión por la perfección muestra libros que emulan a los libros manuscritos de la época, y llega al colmo en el panel dedicado a los ángeles cantores, donde las bocas y gestos sugieren a sopranos, mezzosopranos y contraltos interpretando un himno verdadero. Idéntica observación cabe hacer respecto de la tabla de los ángeles músicos, en la que la banqueta, el vestido y el instrumento de la organista participan de una misma partitura de belleza. El políptico presenta abundantes trucos, secretos y símbolos, como la fruta que Eva sostiene, que no es la típica manzanita prohibida sino un cítrico en extinción cuyo nombre técnico es “pomum Adami” o nuez de Adán. “He aquí la esclava del Señor”, dice la María de los Van Eyck en latín (“Ecce Ancilla Domini”), en letras puestas al revés para que dios, que lo mira todo desde el cielo, pueda leerlas. Otro aspecto sobresaliente del exterior del retablo es el contrapunto de la luz y la sombra en el escenario del encuentro entre la Virgen y
el arcángel Gabriel. En el interior, la escena eucarística une lo profano y lo divino, y hace de nexo entre los invitados a comer la carne y beber la sangre del Cordero Místico, y los actores principales de la fe católica (paneles superiores). Según los Van Eyck, en la salvación y la vida eterna se encontrarán los jueces justos; los caballeros de Cristo que participaron de las Cruzadas; los ermitaños; los peregrinos; los judíos y paganos; los mártires, y los miembros de la Iglesia. En esa multitud aparecen el poeta Virgilio y San Esteban, los 12 apóstoles, y los protagonistas del Cisma de Occidente: los papas Martín V, Gregorio VII y el antipapa Alejandro V. Pretender agotar la descripción de La adoración del Cordero Místico sería un pecado capital. El políptico hoy sujeto a restauración (el plan concluye en 2017) habla y calla por sí mismo mientras el mundo sigue de guerra y nuevas formas de pobreza acrecientan la pobreza de siempre. Sea dios o no el responsable de la supervivencia del Cordero Místico, lo cierto es que desde hace casi 600 años este anima, inspira, acompaña y sufre la aventura inescrutable de la civilización.(dx)
La obsesión por la perfección muestra libros que emulan a los libros manuscritos de la época, y llega al colmo en el panel dedicado a los ángeles cantores, donde las bocas y gestos sugieren a sopranos, mezzosopranos y contraltos interpretando un himno verdadero.
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POGOS
Historias de tocadiscos Por Cristian Faralle, desde San Miguel de Tucumán
*Cristian Faralle es técnico en Comunicación Social y “recomendador” de discos, y escribe en oimeunacosa.wordpress.com
M
ix
io
Un disco para… usar de posavasos.
t ba r
Un disco para… bailar en la cueva.
En 2000, Bersuit grabó Hijos del culo, su último disco decente. Catorce años después (cinco desde la partida de Gustavo Cordera) el colectivo naufraga entre lo que supo ser dentro del circuito “under” y este presente aún “resaqueado” por la popularidad de aquellos años felices. En ese contexto nace El baile interior. La placa, undécima de estudio, busca abarcar la mayor cantidad de géneros posibles en doce canciones y arrastrada por esa ambición pierde una excelente oportunidad para reconciliarse con la esencia del grupo. El baile interior está muy lejos del compromiso social y la crítica política del comienzo, y bien cerca de lo que podría ser la banda sonora de “sitcom” de cabotaje. Bersuit dejó en claro que no hay nada claro; que todavía la banda no tocó fondo y que tal vez el próximo disco init Verga cluya a Juan Subirá su aile inter ra y Ricardo Arjona b cantando alguna balada de telo Pop/Rock Universal 2014 barato. Porque por plata hasta el mono baila.
Be r
u
Debo reconocer Development que no soy pro House/Electro Hell Ltd. 2014 pinchadiscos. Sin embargo, Pistas esenciales: este álbum con Don’t stop, Opepp, Slapper, John Dahlback Wayfarer y Jungle Khat en los comandos me quemó el cerebro. El disco, una compilación diseñada a pedido de la célebre revista británica Mix Mag, hace base en Mutants Presents (2013), última placa de Dahlback. ¿La diferencia respecto de su antecesora? Reversiones de las “performances” originales creadas por los dedos de Dahlback y de otros fenómenos como los Lunde Bros o el benjamín Nathaniel Rathbun, a.k.a. Audien. Pese a ser un álbum relativamente largo -dura poco más de tres horas-, se deja escuchar con mucha comodidad y facilidad, y no resulta una condición excluyente el estar familiarizado con el “house”, el “progressive” o el “tecno”. Lo mejor de todo: los “remixes” superan las versiones originales, casi como si hubiesen sido hechos por mutantes (?).
La plata y los monos
El
Jo
Dahlb hn tants Mac
k
Obra de pinchadisco
Pista esencial: Hay pelado para todas.
[21] #TambiénEscuchéYRecomiendo · The Six / The view from Jazzbo’s Head (2014) / Jazz · John Newman / Tribute | Deluxe edition (2014) / Pop - Soul · Calle 13 / Multiviral (2014) / Pop #TambiénEscuchéYNoRecomiendo · Ángel Stanich / Camino ácido (2014) / Rock · Juanes / Loco de amor (2014) / Pop · Liliana Felipe / La mujer que mató a los peces (2014) / Folk -Pop
Tronco Records
Pistas esenciales: Hoy no soy yo, Tú mandas, Vecina, ¿A dónde vas?, Tú no sabes quién soy y Lo que te voy a decir
Lo que somos o quisimos ser
Un disco para… escuchar hasta que explote el corazón.
La vida es, fundamentalmente, el resultado de las elecciones que uno hace a lo largo del tiempo. Los productores de Raíz (2014) pensaron en los réditos económicos que podría generar un disco con canciones tradicionales de México, España y Argentina. Y la idea -hay que ns,Niña reconocerlo - era owdad PastoPas D buena. Muy bueole Raíz r na. La primera elección fue Folk/Latino Sony acertada: más 2014 Music de una decena de “tracks” identificados Pista esencial: La Maza con la historia y la música iberoamericana (Que nadie sepa mi sufrir, La Maza y El día que me quieras, entre otros). Reclutar a Lila Downs y Niña Pastori, dos mujeres de voces versátiles y mucha personalidad, fue el segundo acierto. Pero la inclusión de Soledad Pastorutti como última integrante del trío y el exceso de arreglos en algunas piezas clásicas terminaron atentando contra el proyecto. Es decir, la semilla se quedó con ganas de echar raíz.(dx)
i tortti u
Sin miedo a que se me sonrojen los dedos, voy a cantarles la primera verdad de este disco: es el mejor de los nueve que editó Jarabe de Palo hasta el presente. La segunda verdad tiene que ver con la receta: la clave de Somos está en las baladas de corte pop, esas que endulzan los oídos con su música y que estrujan el alma con la lírica. Pau Donés apunta y hace centro en las dudas y planteamientos existenciales de un sub-40 promedio. Carmen Niño aporta dramatismo desde los coros y los vocalistas invitados hacen un trabajo fenomenal. Y esa es la tercera verdad del asunto: Leiva (en Vecina, una de las mejores canciones del disco) y Ximena Sariñana (en ¿A dónde vas?) son el oxígeno de un álbum con pocos -por suerte- destellos rock y mínimas expresiones experimentales. Después de doce canciones y 42 minutos, Lo que te voy a decir es el resumen perfecto de un disco maduro en el plano musical y atravesado por los interrogantes propios de alguien que ha vivido. Eso es lo que somos o quisimos ser.
Decisiones que matan
Lil
2014
yS a
J
Pop/Rock
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abe de Pal r a omos S
Un disco para… guardar diez metros bajo tierra.
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PROYECCIONES
Lo que resiste al viento El lector deberá hacer un ejercicio: enumerar las peripecias por las cuales podría pasar una pareja. ¿Engaños? ¿Distancia? ¿Pobreza? ¿La muerte de un hijo… o de dos? ¿Una guerra? Al menos esas opciones están presentes en Lo que el viento se llevó. Quizá esas casi 4 horas de cinta incluyan, de algún modo, todas las historias de amor que se pueden contar desde que el ser humano se enamoró por primera vez (¡vaya tela!). La película cumple 75 años este 2014. El homenaje exige recordar que fue la más cara de su época y, según los cálculos de expertos en la materia, es la más taquillera de la historia del cine. Tuvo el récord en los premios Oscar hasta 1959, con 10 galardones que incluyeron el de mejor actriz para Vivien Leigh y el de mejor actriz de reparto para Hattie McDaniel, primera intérprete negra premiada por la Academia. La adaptación de la novela de Margaret Mitchell también ganó en los rubros técnicos: fotografía, mejor montaje, mejor director y, como podríamos suponer, el de mejor película de la edición de 1939. Obertura La primera parte de la película muestra el viejo sur estadounidense: las plantaciones de algodón, los últimos caballeros y sus damas... “una civilización llevada por
el viento”. Eso es lo que vemos a continuación: una gran hacienda, esclavos que trabajan la tierra y la inmensa casona donde está Scarlett O’Hara (Leigh), nuestra protagonista, con su vestido blanco. Esa será la única vez que la veremos feliz. La siguiente escena es la que transformará el destino de los personajes hasta el final. Ashley, el amado de Scarlett, invita a todos a una fiesta en la que anuncia que se casará con su prima Melanie. La despechada Scarlett decide, a su vez, casarse con el hermano de Melanie para estar lo más cerca posible del hombre que la obsesiona. ¿Puede pasar algo más en esta reunión? Claro que sí. El director nos presenta a Rhett Butler (Clark Gable), un capitán de mala reputación que viene a advertir a los caballeros sureños que la Guerra de Secesión (1861-1865) se aproxima y que los estados del norte están muy bien preparados. De paso, aprovecha y se enamora de Scarlett. Intermedio Luego del casamiento con la protagonista, el hermano de Melanie debe ir a la guerra. Muere allí, y la joven viuda se muda a Atlanta para vivir con sus parientes Melanie y Ashley. Scarlett es muy consciente de su frialdad, de que hace lo que sea para conseguir su objetivo (que ese amor im-
*Ana Vazquez es licenciada en Ciencias de la Comunicación. Facundo Sanchis es diseñador gráfico.
Por Ana Vazquez Carranza -texto- y Facundo Sanchis -ilustración-, desde San Miguel de Tucumán
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La película cumple 75 años este 2014. El homenaje exige recordar que fue la más cara de su época y, según los cálculos de expertos en la materia, es la más taquillera de la historia del cine.
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» posible sea posible). Rhett dice ser el único que entiende su naturaleza, porque es igual a la suya. La guerra alcanza a nuestros personajes. Los yankees ocupan la ciudad y la incendian. Ashley está en el campo de batalla, Melanie acaba de parir y Scarlett debe ponerse en el rol de salvadora… Claro, con un poco de ayuda de Rhett, que las saca de la ciudad en una carreta. Él les indica el camino y vuelve para luchar junto a los sureños: “quizá soy un fanático de las causas perdidas, más cuando ya se han perdido”. ¿Suficiente aventura para una niña malcriada? Claro que no. Scarlett llega al campo de su familia, sin nada del glamour que la caracterizaba. Su madre ha muerto, su padre tiene demencia. Junto a Melanie, sus hermanas y algunos esclavos que todavía están allí, trabajan en los campos de algodón para salvar la hacienda y no morir de hambre. ‘Amo algo que nunca existió, pero ya no me importa’, dice Scarlett O’Hara. La respuesta de Rhett Butler es tan contundente que ha quedado en el imaginario: ‘francamente, querida, me importa un bledo’.
Pero esta actitud no es digna de nuestra anti-heroína: debe encontrar otra solución. Busca un nuevo marido y se casa con un hombre medianamente rico que también tiene la gentileza de morirse rápidamente. Es cuando Rhett ve su oportunidad: ahora que los dos tienen un buen pasar, puede pedirle casamiento y esperar una respuesta medianamente honesta. Salida Pero que Scarlett y Rhett estén juntos al fin no será sinónimo de felicidad. Tienen una hija que muere, pierden el segundo embarazo. En medio de ese dolor, Rhett se da cuenta de que, a pesar de los esfuerzos de toda su vida, Scarlett sigue enamorada de Ashley. Su musa trata de convencerlo de que no es así, de que había vivido engañada. “Amo algo que nunca existió, pero ya no me importa”, dice. La respuesta de Rhett es tan contundente que ha quedado en el imaginario: “francamente, querida, me importa un bledo”. La chica que empieza vestida de blanco, rodeada de risas, termina vestida de negro, llorando. Sin embargo, se promete recuperar a Rhett y devolver el esplendor a su campo, aquel que debía amar porque su padre así lo había decidido, y porque era lo único que dura, que no muere y que resiste al viento. ¿Lo habrá logrado?(dx)
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LABERINTOS
El hombre de las medias grises Por Juan Manuel Campi -texto- y Gonzalo Villamax -ilustraci贸n-, desde San Miguel de Tucum谩n
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*Juan Manuel Campi es licenciado en Ciencias de la Comunicación. Gonzalo Villamax es diseñador y dibujante.
No queríamos despedirnos. Era evidente e inevitable. No había brisa pero la resistencia a seguir avanzando se comparaba con marchar en contra del viento. Por dentro, cada uno era un tornado. Y un desierto.
Grises. Las veo y lo recuerdo. Son grises y de algodón, supongo; me llegan hasta la mitad de pantorrilla y no las siento muy abrigadas, pero mis pies entran en calor. Hablo de medias. De sus medias. Hace seis días que no lo veo y hace 23 horas que las llevo puestas para mantenerlo cerca. Si les hubiese cosido botones-ojos para convertirlas en títeres podrían hacerme más compañía, pero no tengo hilo ni agujas ni botones y tampoco quiero arruinarlas porque, después de todo, no son sólo medias: son sus medias. Conservo ese par y una carta que me escribió a las apuradas mientras yo me duchaba. Al final, cuando trataba de cerrar el bolso, me la entregó: -Pepino, perdonáme, pero no tuve tiempo. Te escribí estas líneas: son indicaciones que quiero que cumplas-, dijo. Caminamos a la terminal desde la pensión. Un tramo corto que se hacía eterno a medida de que nuestros cuerpos se resistían a dar otro paso y otro, y otro más. No queríamos despedirnos. Era evidente e inevitable. No había brisa pero la resistencia a seguir avanzando se comparaba con marchar en contra del viento. Por dentro, cada uno era un tornado. Y un desierto. Llegamos. El colectivo estaba ahí y lo esperaba. Los ojos llorosos, rojos y tristes.
-Te dejé las medias grises, no son nuevas, pero están en buen estado. Usálas, hace frío-, añadió y sonrió. ¿Frío? ¿Hacía frío o me iba a hacer frío? ¿Sería capaz de sentirlo? ¿Sería capaz de sentir algo más allá de la angustia y el miedo? ¡Se iba! En instantes, él viajaría a Tucumán, y yo me quedaría solo en una pequeña ciudad con promesas laborales y personales. Se iba, pero me dejaba sus medias grises de algodón, las mismas que llevo puestas. Nos mirábamos y mordíamos para no llorar, pero igual lloramos. Nadie entendía por qué dos hombres lagrimeaban en plena terminal, en pleno pueblo. Habíamos llegado a la cúspide del drama y la situación se hizo insostenible. Entonces, decidimos despedirnos rápido y empezar el duelo. Juro que la escena fue así de tremenda y de trágica. Luego de un abrazo abatido, él caminó hacia su destino y yo volví hacia la pensión, a la nada misma, al sinsabor y a la incertidumbre. En el camino decidí llamar a mi mamá para... no sé. -Hola, hijo, ¿cómo estás?-. -Aquí. Recién se fue Gabi-. -¿Cómo estás?-. -Me sient…-. Y el llanto me ganó. -Hijo, tranquilo… Tenés que ser fuerte: ya va a pasar. Andá a la pieza y llorá, desa-
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» hogate, todo va a estar mejor, y en diez días voy a ir a verte. Todos te amamos-. -Yo también, má. Sí, me voy a llorar así se me pasa. Má, después te llamo... Llegué a mi habitación sin saber qué hacer. ¡La puta madre! Di vueltas hasta que abrí la valija y saqué las medias, sus medias grises. Mi momento “Colmenares” Un día decidí mudarme a Cafayate. La búsqueda de un “algo” incierto me trajo a estos pagos, y las promesas de un campo laboral vasto y seguro empañaron mis pensamientos, y ocultaron cualquier posibilidad de desarraigo y soledad. Muchos caemos en la misma idea de partir para probar suerte en destinos donde, a la distancia, todo brilla como el oro, incluso las piedras y la mierda. Elegí Cafayate porque prometía contacto intensivo con turistas de todo el mundo, montañas, vino, tranquilidad, dignidad y trabajo. Pero llegué durante la temporada baja y con una economía personal hundida. El trabajo no aparecía, y mis sueños y proyectos se iban desvaneciendo. Al poco tiempo descubrí que había sido una mala idea mudarme, pero estaba en el baile y debía bailar... sin pareja. Drama. Seguro que piensan que soy demasiado dramático. No voy a contradecir a nadie ni responderé insultos. Todos tenemos nuestros minutos cursis y, mientras más telenoveleros nos salgan, mejor. Pero ahora no revuelvan en su interior en busca de momentos “Andrea del Boca” y “Grecia Colmenares”. Este drama es mío y se los quiero contar con detalles. Me llamo Juan y tengo 27 años. Soy Licenciado en Ciencias de la Comunicación y
Nos mirábamos y mordíamos para no llorar, pero igual lloramos. Nadie entendía por qué dos hombres lagrimeaban en plena terminal, en pleno pueblo.
oriundo de San Miguel de Tucumán. Sí, sí, ya sé: mi ciudad de origen y Cafayate no son la Tierra y la Luna. Pero la distancia, aunque sea poca, pesa mucho para quien, hasta entonces, sólo había vivido en la casa materna y no sabía de mundo ni de soledad. Además de ser un forastero, me había quedado solo. Con Gabi nos conocimos en 2010. Llevabámos tres años y casi cinco meses de novios, inmersos en una relación hermosa, divertida y seria. Éramos cómplices y muy compañeros. Nuestros amigos y familiares nos apoyaban, y celebraban el amor que nos unía. En la hora del desenlace él tenía 24 años; estudiaba Teatro en la universidad y vivía con los suyos. Su mirada me parecía irresistible y su sonrisa me trasladaba al cielo. Sentía que Gabi era el hombre que no podía (ni debía) dejar pasar: un ser único que exigía ser aprovechado en el sentido de “enamorar-compartir-proyectar-planificar-amar para siempre”. Gabi valía el drama en todo su esplendor; hizo méritos de principio a fin. Y hoy cuando pienso en él me olvido de todos los calificativos que alguna vez le puse (“bondadoso”, “generoso”, “bienintencionado”) y recuerdo a “ese” muchacho que en el día más triste de Cafayate me regaló sus medias para que yo no tuviese frío.(dx)
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Yo estaba por escribir algo interesante cuando me interrumpe la imagen de una langosta inmóvil y enorme en la ventana. Sobre ella, una langosta macho. Él, inmóvil también. Ella, sin portaligas, sin mover un perfecto pelo lacio de lado a lado. Él no solo no se mueve: tampoco le dice porquerías al oído. Ella no gime ni deja marcadas sus uñas en las rejas. No hay olor a hormonas. Ni una gota de sudor. No se escuchan los latidos del corazón. Ellos cogen; yo estaba por escribir algo interesante.
Por Perro Triciclo, desde San Miguel de Tucumán
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LABERINTOS
Milagros tucumanos “Y tomando los siete panes y los peces, dio gracias, los partió y dio a sus discípulos, y los discípulos a la multitud. Y comieron todos y se saciaron; y recogieron lo que sobró de los pedazos, siete canastas llenas. Y eran los que habían comido cuatro mil hombres, sin contar las mujeres y los niños”. (Nuevo Testamento) Cada domingo los tucumanos reeditan a grandes escalas el prodigio bíblico de la multiplicación de los peces. Miles de platos cocinados parten de las casas tapados en el apuro con repasadores gastados o viejas servilletas con estampas de flores, huérfanas ya de mantel. En su diáspora impregnan la ciudad con olores rancios y grasosos. Cabalgan los alimentos sobre las manos calientes de los portadores, que en ocasiones deben soportar temperaturas que convierten al almuerzo dominical en lo de la tía Mimí en una verdadera noche de San Juan. Es evidente que la práctica genera cambios epiteliales y sensoriales porque las viejas suelen cargar las ofrendas más abrasantes, de tal forma que se puede conocer la edad del tucumano en cuestión con sólo saber si, por ejemplo, lleva un guiso humeante o un inofensivo vitel toné. En el camino al cónclave de las exquisiteces familiares, la comida se saluda en las esquinas entremezclando La clave de toda familia se encuentra, a no dudarlo, en la distribución de la cocinada: su historia, sus tensiones, glorias y miserias.
los vahos. En las largas mesas de destino conviven sin contradicción “El lemon pai” de la tía Daniela, el chorizo bolita del tío Mariano, el pastel de choclo de la Baty, el pan de carne de la Carmen, el pulpo de la Galy y demás. Es asunto de la sociología o de la filosofía política explicar cómo los platos tienden a institucionalizarse pasando del indefinido “un lemon pai” al posesivo “‘mí’ lemon pai” o, más impersonalente, “el x de y”, donde bien puede ocurrir que la mismísima tía-autora use la expresión “el lemon pai de la tía” para referirse a su obra. Se trata de un largo proceso no exento de despiadadas luchas. La clave de toda familia se encuentra, a no dudarlo, en la distribución de la cocinada: su historia, sus tensiones, glorias y miserias. Ahora bien, lo auténticamente milagroso acontece después del almuerzo, cuando los sobrantes se entrecruzan y reparten entre los comensales, que llevan de regreso muestras cuantitativamente despreciables de cada cosa, pero cuya suma alcanza proporciones increíbles. Esta poderosa mezcla hace el camino inverso a la heladera de cada miembro, reingresando, a no dudarlo, un volumen mayor que el original. Le sigue luego la iteración de este proceso, porque se reproduce con frases despiadadas como “probá lo rico que es el chancho de mi suegra que comimos al mediodía, te presto un taper” o “voy a tu casa y llevo un poco del guisito que hizo (¿ayer, la semana pasada, antes de casarse?) la Guada(lupe)”. Con toda probabilidad, todos los tucumanos se han comido recíprocamente todos los platos.(dx)
*Santiago Garmendia es licenciado en Filosofía. Leo Miranda es diseñador gráfico y dibujante.
Por Santiago Garmendia -texto- y Leo Miranda -ilustración-, desde San Miguel de Tucumán*
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Por Roberto Espinosa -texto- y Jorge Missart -dibujos-, desde San Miguel de Tucum谩n
Fil贸sofa del pueblo, y parienta de la copla y el picaflor
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» -¿Tiene ascendencia indígena? -Sí, este tatarabuelo viene a ser la cuarta generación: él era hijo natural y su padre era español. La madre se llamaba Cruz, era de Purmamarca. Este Gregorio Cruz se casó con una hija de indios, de apellido Mamani, no Mamaní. En Bolivia todavía se acostumbra a decir “Mamani” (con acento en la sílaba del medio). Cruz vivía más arriba de Purmamarca, parece que era empleado. El Camino del Inca pasaba por acá, no por la ruta 9. Conocí su casa con altillo; la gente que pasaba por allí tenía que dejar sus datos. Mi tatarabuelo trabajaba por un sueldo, pero le pagaban con tierras y casi todo este pueblo era de Gregorio Cruz. Él tuvo tres o cuatro hijas y dos hijos, y un título de coronel. Cada manzana era para un hijo. Eso habrá sido como hace 200 años. No sabemos más nada: acá no hay nada escrito, no hay una historia oficial.
el árbol genealógico y llegué hasta un tatarabuelo que se llamaba Gregorio Cruz.
*Roberto Espinosa es escritor y periodista. Jorge Missart es artista plástico.
-¿Cuándo comenzaron a brotar las coplas? -A la tonada de las coplas la aprendí cuando era chica. Yo pasé una infancia muy feliz acá. A mi mamá no le gustaba mucho. Ella y mi papá eran de acá. Mi papá era albañil… Yo hice
Ecos de viento se extravían en la mirada. El retumbo de la tierra tiembla en la caja. Un canto se desnuda en Purmamarca. “Yo soy hija de la luna, mi padre se llama sol, hermana de las estrellas, pariente del picaflor…”. Desde hace mucho tiempo, Barbarita Cruz es un eco de 91 años que perfuma en la Quebrada de Humahuaca. Coplas, vino, dulces, ollas de barro, pinturas germinan bajo ese centenario algarrobo de largos brazos, donde el ómnibus se agachaba para poder pasar. El 9 de diciembre vio la luz entre siete colores. Su sentimiento camina en el libro Manos de barro, alma de pan. Cuatro o cinco veces conversé con ella a lo largo casi cinco lustros en su hermosa casa. Barbarita Cruz lleva en la sangre los silencios de los oprimidos.
-¿Qué significa Purmamarca? -Hay muchas acepciones, que se han puesto también un poco a su antojo. Para mí quiere decir “casa del puma”. “Marca” es caserío y “purma”, puma. Es una palabra quichua. Ese es el significado más certero. Otros dicen que quiere decir “lugar estéril, muy seco” y no puede ser porque esto es como un valle. Otros dice “vergel, valle hermoso”, pero son deducciones de la gente. No sé si Purmamarca surgió por el Puma Viltipoco (legendario cacique de los Humahuacas) o por el animal. Yo alcancé a ver varios pumas en este lugar. Me acuerdo que una noche de luna veníamos caminando de arriba; era una noche muy clara,
“Aquí está esta ollera sin saber qué va a cantar. En las manos tiene barro y en el alma tiene pan. Apuño barro pa’ olla, apuño uva pa’ vino. Cantando voy por la vida recorriendo mi camino. Yo también tengo coplitas dentro de mis pensamientos. Unas no quieren salir, otras se van con el viento”.
No vas a ver cantando gente joven; los que cantan son los grandes. A los chicos les da vergüenza y qué triste avergonzarse de la propia cultura; eso es la ignorancia.
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‘Yo soy hija de la luna, mi padre se llama sol, hermana de las estrellas, pariente del picaflor…’. Desde hace mucho tiempo, Barbarita Cruz es un eco de 91 años que perfuma en la Quebrada de Humahuaca.
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-¿Cuál es la diferencia entre baguala y copla? -En Tafí del Valle cantan baguala, ¡qué hermosa que es! Pero ha desaparecido porque la cantaba la Rosa Guanco. Y ya no la canta nadie. ¿Cuál será el fenómeno? En los lugares férti-
-El canto ha sido su compañero de vida… -La copla me ha gustado siempre. La gente canta muy poco. Todo lo auténtico, las costumbres, el folclore, las comidas... todo va desapareciendo porque la mayor parte de la gente cree que eso es ignorancia, atraso, pobreza, pero los ignorantes son los que piensan así. No vas a ver cantando gente joven; los que cantan son los grandes. A los chicos les da vergüenza y qué triste avergonzarse de la propia cultura; eso es la ignorancia. Por eso dejaron de modelar y de hacer mote, el maíz, que es uno de los platos principales de esta zona. Si lo hacen, lo comen a escondidas para que la gente no los vea.
“Hilando lanas y sueños, olvidando el sufrimiento, las pastoras de la puna cantan coplas con el viento. Esta copla que les canto, como ven, tiene su marca, esta tarde la encontré en un cerro e’ Purmamarca”.
parecía de día y vimos como a 50 metros unas sombras; creíamos que eran perros y no, eran pumas. Los han combatido mucho porque se comen la hacienda.
les se canta la baguala; a medida que sube hacia el norte, se va cantando la copla, que tiene un ritmo más acelerado, más sencillo, más simple. La baguala es hermosa; debe ser por el clima. La vidala se canta en Catamarca
La copla es la filosofía del pueblo; la gente se une y cuenta su vida.
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La caja chirlea el silencio. La voz grave se trepa al aire. El canto de Barbarita hace meditar el viento.
-¿La mayor parte de las coplas que cantan son de su autoría? -Muchas, sí. (El investigador) Juan Alfonso Carrizo recopiló como 5.000 coplas. Para cada cosa de la vida hay una copla, como el tango. La gente se ha acostumbrado mal: como no canta, no practica, llega el carnaval y no se acuerdan de las coplas, y cantan sólo 20 o 30 y las repiten. Antes cada coplera sabía como 100 coplas: entonces sí se podía hacer contrapunto. -¿La cumbia le ha puesto el poncho a la copla en el carnaval purmamarqueño? -La realidad es que bailan cumbia y le me-
“El día que yo muera, no me recen la novena. Tomen chicha, canten coplas y tápenme con arena. Ya me voy, ya me voy yendo, con esta me despido. No sé para dónde voy, no sé de dónde he venido”.(dx)
ten todo el día. ¡Ay, qué cosa! ¿Por qué no hacen zambas, cuecas, carnavalitos..? La cumbia no es folclore nuestro, nos hemos dejado invadir por la música foránea. Es increíble, ¡qué se va hacer! La gente joven no canta, hay pocos hombres que cantan. En Tafí del Valle deben ser unas cuantas personas las que cantan. El origen de la copla es español y en España ha quedado mucho de los árabes, vos sabés. Los árabes son más respetuosos de nuestras costumbres que los mismos españoles. Mi padre contaba que cuando llegaba el carnaval, los árabes se venían en mula a vender sus baratijas… Decía un hombre joven que quería cantar, le convidaban chicha y repetía (imita al Turco). Ellos se sentaban a escuchar, alguna reminiscencia les traía seguramente.
“Esa copla que has cantado, la cantan en la vertiente, viene de la salamanca y hace que el diablo se tiente. Las penas no las conozco, nunca las dejo acercar, si me llegan algún día las mando al fondo del mar”.
La gente se ha acostumbrado mal: como no canta, no practica, llega el carnaval y no se acuerdan de las coplas, y cantan sólo 20 o 30 y las repiten. Antes cada coplera sabía como 100 coplas: entonces sí se podía hacer contrapunto.
-¿Canta todos los días? -Cada día por medio tendría que cantar. La guascada –el palo- viene de guasca porque castiga la caja. Esta caja viene de Abra Pampa. De un lado es de cuero de chivo y del otro, de mondongo, de panza de vaca. A mí no me gusta que vibre mucho.
y en La Rioja. Con la copla, vos podés cantar a contrapunto; con la baguala, no. La baguala tiene muchos falsetes, sostenidos, graves. En la verdadera baguala primero se recita el verso y después se canta: hasta que vos quieras contestar ya te has olvidado. La baguala se ha convertido en un espectáculo; ya no es folclore, no es un canto popular, en cambio, la copla sigue, se hace una ronda para cantar. La copla es la filosofía del pueblo; la gente se une y cuenta su vida. Hay una especie de unión, de fraternidad, a medida de que llega a La Quiaca se hace más acelerada. Debe ser el clima o la altura que influye.
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Por Carolina Zarzoso Paoloni -texto y fotos-, desde la Ciudad de Buenos Aires Hace algunos años una amiga (Florencia Mallagray) me contó que por la radio de Jujuy anunciaron la muerte de Barbarita Cruz y que todo el pueblo de Purmamarca se movilizó a la plaza para despedirla con un profundo dolor, pero Barbarita estaba muy campante tomando el té en su casa, a sólo media cuadra del lugar. Ese fue mi primer contacto con esta mujer que, hasta entonces, para mí sólo era un nombre que se repetía en canciones folklóricas, casi como una leyenda norteña. Flor me habló de ella, dijo que la conocía y que podíamos ir a visitarla cuando quisiése-
Barbarita Cruz y una vida de película
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Prelorán Entre los directores de cine argentino que más admiro está Jorge Prelorán (19332009), referente indiscutido del documental etnobiográfico, que supo llevar a la pantalla cientos de historias de vida, narradas desde lo más profundo, desde lo más íntimo y con
mos. Me propuso enseguida hacer una película con su historia y yo, por supuesto, le dije que sí. Desde entonces este proyecto pasó por varias instancias y varios concursos; quedó preseleccionado en el Nosotros de la Televisión Digital Abierta (TDA) y en el Raymundo Gleyzer del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), y finalmente ganó el concurso provincial de proyectos documentales Julio Lencina de la Secretaría de Cultura de Jujuy. A lo largo de éstos años de espera pasaron cosas maravillosas y poco a poco fui conociendo más a la increíble mujer que es Barbarita, no sólo por las visitas que pudimos hacerle sino también y especialmente por los relatos que me llegaron de ella: “mails” de todo el país, llenos de anécdotas, cargados de mucho amor y dulzura, de gente que recuerda el momento mágico en el que Barbarita pasó por sus vidas marcándolas para siempre.
mucho respeto. Supe que Jorge era amigo de Barbarita y que, si bien no había llegado a hacer una película sobre ella, sí había escrito un libro para la colección Shamanes entre nosotros, que estaba armando antes de su partida. El manuscrito de Jorge llegó a mis manos y su lectura encendió en mí una nueva lucecita que nos acompañó durante el rodaje. Con todo listo y preparado, partimos a instalarnos un par de semanas en Purmamarca para la filmación de la película. Pero, como suele suceder en los documentales, los imprevistos no tardaron en llegar. El clima cambió repentinamente y la salud de Barbarita se vio afectada, situación que demoró unos días nuestro encuentro. Sobre la marcha modificamos los planes y salimos por el pueblo en búsqueda de testimonios. Cada una de las personas con las que hablamos nos abrió las puertas de sus casas y de sus almas, recordando anécdotas e historias junto a ella, y mostrándonos lo que Barbarita les enseñó y les dejó. Alumnas, olleras, pintores, copleras, amigas, vecinos, sobrinos, hilanderas, músicos… todos en el norte hablan de esta mujer multifacética que hasta el día de hoy, con 91 años, sigue recibiéndolos para compartir lo que tiene y lo que sabe, como lo hizo durante toda su vida con quien se cruzara por su camino.
*Carolina Zarzoso Paoloni es licenciada en Comunicación Social y realizadora audiovisual. Sola en Purmamarca viene a ser su ópera prima.
como lo hizo durante toda su vida, con quien se cruzara por su camino.
Todos en el norte hablan de esta mujer multifacética que hasta el día de hoy, con 91 años, sigue recibiéndolos para compartir lo que tiene y lo que sabe,
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Modelada con arcilla Cada día de rodaje comenzaba muy temprano, con el descubrimiento de amaneceres entre cerros de colores, y el contacto con el aire fresco de las mañanas y el calor del sol que enseguida empezaba a transformarlo todo. Los encuentros con Barbarita fueron muy intensos. Al principio ella nos esperaba muy coqueta aunque no muy convencida de querer hacer la película. Nos contó que cientos de veces quisieron filmarla pero que nunca accedió porque no le gustan las cámaras, porque le incomoda hablar de ella, porque no le interesa que la recuerden, porque ama la libertad ante todas las cosas y quiere poder hacer lo que tenga ganas cada día, sin depender de obligaciones que la limiten. Pero esas resistencias fueron desapareciendo a lo largo de los encuentros y de repente terminaba siendo la misma Barbarita quien nos indica-
Charlamos de la vida, de su infancia, de sus estudios, de las tradiciones, de leyendas, de recetas, de arte, de viajes, de amores. Barbarita es una mujer sabia, con un carácter muy fuerte, que sabe lo que quiere y siempre fue consecuente con sus convicciones.
Perfume de rosas Me conmueve descubrir mujeres así, que se animan a ser quienes quieren ser, que se anteponen a los mandatos sociales de la época y se juegan por sus pasiones, por sus sueños, por sus proyectos. “Yo no me casé, no me quise casar porque decía que la mujer se puede defender sola, no tiene la necesidad de casarse. Yo no me iba a casar porque para mí esas mujeres eran esclavas del marido y yo no quería ser esclava de ningún hombre, de nadie. Yo quería hacer cosas, aprender, trabajar, enseñar, ser libre”, dice Barbarita, con una claridad que es admirable. Su mirada transmite paz y cada vez que sonríe todo se ilumina alrededor. Nos despedimos con el alma hinchada de tanto cariño, entre lágrimas contenidas, abrazos y nudo en
ba dónde poner la cámara para obtener un mejor encuadre. Charlamos de la vida, de su infancia, de sus estudios, de las tradiciones, de leyendas, de recetas, de arte, de viajes, de amores. Barbarita es una mujer sabia, con un carácter muy fuerte, que sabe lo que quiere y siempre fue consecuente con sus convicciones. Su piel parece modelada con la misma arcilla con la que enseñó a hacer sus angelitos. Su voz, que narra historias y canta coplas, resuena como un eco en cada rinconcito de Purmamarca.
El proyecto de la película Sola en Purmamarca nació en el año 2009; fue filmado en enero de 2014 y será estrenado el 29 de noviembre en el pueblo de Barbarita Cruz.
La cultura de Purmamarca, una pequeña localidad del noroeste argentino, se da a conocer a partir de la historia de vida de Barbarita Cruz, una de sus más antiguas habitantes. En condiciones adversas, ella dedicó su vida a revalorizar las tradiciones y a reivindicar el ser coya. Enseñó a pintar y a modelar con arcilla; escribió y cantó numerosas coplas; refugió en su hogar a grandes artistas y siempre se caracterizó por hacer de la libertad su filosofía de vida.
SOLA EN PURMAMARCA (Ficha técnica) Guión y dirección: Carolina Zarzoso Paoloni Idea original e investigación: Florencia Mallagray Producción: Adriana Raffoul Sinchicay y Carolina Zarzoso Paoloni Iluminación y cámara: Ariel Contini Sonido y música original: Gabriel Petrelli Edición: Josefina Llobet
¡PLUS! Escaneá el código con tu celular y mirá el tráiler del documental facebook.com/BarbaritaCruz.SolaEnPurmamarca
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‘Tengo una copla que dice: la vida es triste y hermosa, tiene perfume de rosas. Donde se encuentran espinas, también vuelan mariposas. Eso es, no hay mucho más’, define Barbarita Cruz.
la garganta, sabiendo que en esos días de rodaje no sólo había nacido una película, sino también una hermosa y eterna amistad. “¿Si me arrepiento de algo? No, para mí la vida… tengo una copla que dice: ‘la vida es triste y hermosa, tiene perfume de rosas. Donde se encuentran espinas, también vuelan mariposas’. Eso es, no hay mucho más. Hay gente que se queja de que la vida la engañó, pero no, nosotros queremos engañar a la vida. La vida es linda, no es todo tan triste, hay que saberla vivir a la vida, eso es lo que pasa, ¡hay que saberla vivir!”.(dx)
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CALIGRAFÍAS
Me inspira haber vivido Ángel Leiva es poeta, pintor y tucumano de Simoca. Las amarguras de la década de 1970 lo llevaron a abandonar la tierra del azúcar para seguir militando en el campo cultural en Estados Unidos y España. En la patria de Cervantes encontró Leiva un segundo hogar en el que pudo desarrollar una obra generosa y formar a varias generaciones de poetas. En el ínterin trató a Jorge Luis Borges, Ernesto Sabato, Julio Cortázar, Mario Vargas Llosa, Juan Rulfo... Y cada año volvió a la provincia; esta última vez, para participar del X Mayo de las Letras, y hablar sobre la memoria, el exilio, la importancia de la experiencia y el espacio que ocupa la poesía en un mundo caracterizado por lo efímero. -En reiteradas oportunidades usted reveló que escribe y pinta a partir de las emociones, de la memoria y de lo vivido. En su
Hablo de lo que veo, de la gente, de las familias durmiendo en las calles... No lo hago como un panfleto ni desde una tribuna política, al contrario, creo en la hondura de la poesía.
oficio, ¿qué papeles tienen la inspiración y la experiencia? -Hace poco tiempo se descubrió que en el Pozo de Vargas estaban los restos de gente muy allegada a mí, que yo conocí, como Dardo Molina y Hernán González, que desaparecieron durante la dictadura. Para mí fue muy importante ir hasta ese sitio. Ahora, seguramente, vendrá una respuesta a ese instante, a esta emoción que yo recupero con la creatividad. No porque sea un autor realista ni costumbrista. Alguien dice por ahí muy bien, un estudioso, que la poesía es inclasificable porque responde a la emoción, en este caso que despiertan los desaparecidos. Yo hablo de lo que veo, de la gente, de las familias durmiendo en las calles... No lo hago como un panfleto ni desde una tribuna política, al contrario, creo en la hondura de la poesía. -¿Cómo aparecen las obsesiones y los dolores propios a la hora de escribir y de pintar? -Alguna vez conversé sobre este tema con Cortázar. En el año 71 él me decía: “Ángel, quiero hablar de lo que está pasando en nuestra realidad latinoamericana”. Mi interés ahora es que se sepa todo lo que se supone que pasó y cuál es la resultante de
*Ana Nores es licenciada en Ciencias de la Comunicación. Bautista Eusebio es artista.
Por Ana Nores -texto- y Bautista Eusebio -fotografía-, desde San Miguel de Tucumán
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También estoy enfermo y en algún sentido me considero un sobreviviente más. Pero vengo acá cada año, desde la democracia, para retomar el contacto con la música de mi lengua, con la tierra y los jóvenes.
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Por qué Ángel Leiva Porque se fue y volvió cada vez que pudo. Porque con sus pinturas y poemas reinventó Tucumán a la distancia. Porque una enfermedad lo obliga a usar anteojos de sol incluso de noche. Porque en 1982 publicó un libro titulado Música en los aeropuertos. Y porque lleva sombrero negro y es un ex exiliado reconciliado con su historia.
» que vayan apareciendo nuestros muertos, de los que yo podría haber sido uno más. No porque haya tenido participación de tipo guerrillera, porque mi función ha sido siempre la creación, hablar públicamente y eso me costó antes de marcharme una decisión: perder mi país, mi familia y mi trabajo. -La memoria, la tierra y el campesinado son temas recurrentes en su obra. ¿Qué significa Tucumán para usted? ¿Qué recoge cada vez que vuelve? -Siento un poco de pena porque mi familia y amigos van buscando otros rumbos y algunos, por la ley de la vida, ya no están. Yo también estoy enfermo y en algún sentido me considero un sobreviviente más. Pero vengo acá cada año, desde la democracia, para retomar el contacto con la música de mi lengua, con la tierra y los jóvenes. No es una cuestión de chauvinismo con Tucumán, no. Yo hablo de patria en algún texto, de patria del corazón, de patrias que se van asumiendo en el tiempo porque, al fin y al cabo, mi patria es el idioma. Sin dudas mis emociones más fuertes están en Tucumán y a eso lo uno –como una manera de hacer el pan- con la historia de cada lugar donde vivo. -Relaciono su interés por la juventud con las referencias a la “actitud libertaria”
y a la independencia que usted suele mencionar como necesarias para encarar el proceso creativo. -En el mundo que se vive es muy difícil ser independiente o no estar esperando una beca o una subvención, que a veces tampoco son otorgadas justicieramente. -¿Cómo escribe? ¿Cómo pinta? -Yo no sé sobre lo que voy a escribir sino que tengo una sensación. De pronto, conocí algo o alguien y todo lo que me ha sugerido esa persona, ese objeto, esa cosa, madura en mí. En algún instante necesito decirlo y lo escribo en un cuaderno. Con el tiempo, se va acumulando obra, y voy leyéndola y pasándola en limpio. En la pintura, al igual que en la escritura, salgo a buscar la inspiración. Pinto mucho con música, puede ser con la de (Astor) Piazzolla o con la de (Johannes) Brahms, pero no tengo un tema, sino que me propongo encontrarlo. Pero, si volvemos al concepto romántico de inspiración, me inspira el hecho de haber vivido las cosas. Quiero que, cuando me lean, piensen que lo que he querido decir es, en principio, un sentimiento. Un sentimiento que va acompañado de un acto de la conciencia porque uno no se puede hacer el distraído con las cosas y no decirlas.(dx)
DIXI EXHIBE
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Eugenia González (Chew) Nombre: Boo Técnica: fibras y lápices sobre papel facebook.com/chew
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CALIGRAFÍAS
Sobrevivientes A lo largo de nuestra historia vivimos en diferentes condiciones. Dejamos de ser hijos alguna vez; somos padres; amigos y, en una de esas, enemigos después; maridos, esposas y eventualmente somos los ex de alguien. Dejamos de ser estudiantes y comenzamos a ser licenciados, doctores, ingenieros, comerciantes, empresarios, desocupados… El espectro de todo cuanto podemos ser, hemos sido o seremos es largo y azaroso. Pero existe una condición, la de sobreviviente, que atraviesa y determina a ciertos seres mayores, ancianos, y herederos de una memoria dolorosa e imborrable. Sobrevivir un holocausto, sobrevivir un naufragio, un terremoto, un desastre sin precedentes, una epidemia o un aniquilamiento total, absoluto y feroz. Muchas condiciones son atravesadas y se van, pero la de sobreviviente permanece en el medio del cuerpo, del alma, del nombre y de la vida. El polaco Faivel Wichter era un niño en 1943 o, quizás, entonces ya era un hombre. Tenía trece años recién cumplidos, pero todavía no había cambiado la voz ni el cuerpo, y hacía travesuras y conservaba la brutal honestidad para con la vida. Un invierno se lo llevaron con su familia y ya nunca más. Nunca más la vida como era con sus juegos,
*Guido Mossé es licenciado en Letras y docente. Néstor Martin es caricaturista e historietista.
Por Guido Mossé -texto- y Néstor Martín -ilustraciones-, desde San Miguel de Tucumán
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Y Faivel Wichter sobrevive. A las balas, al frío, a la incertidumbre, al hambre… Sobreviviente es ser viviente a toda cosa y por sobre todas las cosas.
sus escondidas, el presumir del amor y la fuerza pujante de lo que respira, ya nunca más. Faivel se encontró inesperadamente solo en Plaszow, un campo de concentración nazi cercano a Cracovia. Su historia y la de otros 200.000 cautivos es la fuente divina de la inspiración de Steven Spielberg que, con todos sus aciertos y jugadas tramposas, puso en la pantalla la lista de Oskar Schindler: una lista que es vida y que a muchos nos permitió ver por primera vez un acontecimiento transcendente. Un acontecimiento único que, más de 70 años después, Wichter recordó en el teatro Alberdi durante aquella noche que se calló para que podamos escuchar la voz de un hombre que superó el Holocausto y de un nombre en la lista de Schindler. El niño sigue vivo y sigue diciendo, sigue hablando, su voz sigue siendo voz… la voz del sobreviviente. Un sueño, una sinagoga Wichter nace en Markúsev, cerca de la ciudad de Lublin, en Polonia. Durante una noche cerrada, los nazis circulan por las calles. Hace frío bajo cero y, cada tanto, se oyen pasos apresurados corriendo entre las sombras. El miedo se adivina en el eco de los pies sobre el adoquinado. Tres figuras pequeñas y aterrorizadas buscan re-
fugio en el templo, en la casa de dios, con la secreta esperanza de que la protección divina aparezca, y borre el odio, la crueldad y la muerte que camina con botas, lleva un águila negra en el hombro y habla un alemán criminal. Tres niños. Ocultos entre los rollos sagrados, rezan, callan, intentan dormir. Tres niños. Un sueño atroz asalta el alma de uno de ellos. Ya despierto, el muchachito insiste en abandonar el oscuro salón. Insiste. Su hermana duda y tiene miedo. Huir. Escapar ya mismo, salvarse ante todo. Sobrevivir… por primera vez. El otro niño, entregado al destino incierto, se pone de pie y decide seguir a Faivel. “Vamos, ¡levántate!”, dicen a la niña, que no puede moverse. Un miedo visceral la entierra viva en la kheilá. Faivel había soñado la muerte sobre el templo. Y esa misma noche escapó por primera vez del fin que a todos llega, pero que en esos años de 1940 buscaba sin piedad y sin descanso a los judíos. Salieron los dos niños del templo y, frente a sus vitrales hermosos, esperaron la llegada del día, del sol, de la tregua. En la madrugada, un batallón de las SS, las implacables fuerzas de élite alemanas, rodearon la triste y célebre sinagoga, y no pararon de dispararle hasta que la vieron derrumbada. Los nazis dispararon
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» durante horas mientras las paredes cedían, los vidrios estallaban, y los gritos de miedo, de terror y de muerte se apagaban. Muchos murieron esa vez y muchos siguieron muriendo en los días subsiguientes. Seis millones de vidas perdidas dejaron un hueco de silencio en el medio de la humanidad, un silencio triste que Faivel Wichter recorre tímidamente en 2013 en el escenario principal del teatro Alberdi. Faivel miraba desde el otro lado de la calle. “Mi hermana…”, murmura. Basta de juegos, basta de confidencias, basta de hermana para siempre. Y él sobrevive. A las balas, al frío, a la incertidumbre, al hambre… Sobreviviente es ser viviente a toda cosa y por sobre todas las cosas. La lista de Schindler tuvo 1.200 nombres. Casi todos ellos ya se fueron del mundo. Un niño que fue y siempre es niño en alguna hora del día cuenta su historia en un teatro lleno, en Tucumán, en 2013. Parece increíble. Faivel Wichter sobrevive todavía, sobrevive la vida cotidiana y la conciencia dolorosa de saber quién es, quién fue y quiénes no pudieron seguir siendo. Es un sobreviviente. Mis abuelos también. Adivino en esa secreta relación un vínculo que no se resigna. Ver a este niño es ver también a los míos. Y escucharlo es escuchar a mi abuela, que también hablaba con la voz de los que padecieron la atrocidad. Yo ya no la oigo, pero sigue hablándole a mi corazón. Muchos años después, mi abuela sigue hablándole a mi corazón.(dx)
CALIGRAFÍAS
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La poesía ¿Qué es la poesía? La música de las palabras. El verso. El ritmo. ¿Qué es un poema? ¿Qué es la poesía? La poesía es un conjunto de palabras Que suenan gracias al orden dispuesto de quien la elabora Y a la música escondida en sus palabras. Si yo digo río estoy escuchándolo pasar a él con todos sus peces, Si yo digo viento lo siento silbar. Porque hay palabras que tienen una música y armonía en el pronunciamiento, Como ser Manuel Como ser Luna Como ser Tristeza Como ser Caramelo Como ser Caracol. Si a estas palabras las ordenas de buena manera Y tratas de representar con ella un sentimiento Ya te sentirás poeta Ya te sentirás canción. Si sigues prestando atención Verás que el verso es una porción del universo Y que al tejerlo con otros Irá tomando consistencia tu existencia Porque has mostrado en toda esa unión El poema.(dx)
*Alejandro Nicolau es músico, cuentista e ilustrador. Delfina Cossio es diseñadora, ilustradora y estudiante de Cine.
Por Alejandro Nicolau -texto- y Delfina Cossio -ilustración-, desde San Miguel de Tucumán
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CALIGRAFÍAS
Inminencia vegetal Bambú Fuiste contundente después, cuando todo había terminado. Era fácil ser contundente: hacía meses que Uno había improvisado un bolso con su ropa y se había llevado con él todas las explicaciones. Ni siquiera volvió por lo demás. Tuve que llenar cajas para enterrarlo. Las cerré, las apilé. Tres días destripándolo y enterrándolo como a un descuartizado. No volví a armarlo. Se armó solo, meses después, pero ya era tarde: sus partes no encajaban. Su lengua de muñeco mal cosido trastabillaba. Lo despedacé para encontrar respuestas. No encontré nada. Tuve que salir a buscar. Uno había sembrado partes en tierras ajenas. Usé rastrillo y pala. Me destrocé las uñas escarbando en la noche fondo de pozo. El que busca, encuentra. Ella me lo dijo todo. Cualquiera se delata con la punta de una pala apuntando a la garganta. Nadie más reclamó sus pedazos. Guardé algunos para enterrarlos en las noches por venir. Confieso que no supe descifrarte enseguida, ignoraba el lenguaje de la clorofila. Quise pensar que las casualidades existían, que el bambú no era capaz de ejecutar gestos simbólicos. Tu tronco se secó. La cloro-
fila se ausentó de vos, como él de mí. Las fibras amarillentas se desintegraron en mis manos, se hicieron polvo. Lo barrí, lo junté en una pala y lo tiré. Esperé que mi rama siguiera el mismo destino. Me imaginé amarillenta, desintegrada hasta el polvo. Pero no. Quebrada la simbiosis, mi rama verde brilla y se ramifica. Sigo alimentándola. Ella sola aprendió a buscar la luz. Apenas recuerda. Menta Vos lo supiste mucho antes que yo. Me distraje; necesitaba distraerme, tomar aire. Cuando te traje a casa, sólo pensé en que cumplieras tu propósito. Mantuve vivas tus pequeñas hojas verde oscuro. No te creí simbólica ni oracular. Estabas más enredada a Dos de lo que hubiera imaginado. Yo, también. No te secaste de a poco, no te desintegraste en mis manos. Volví y encontré tu maceta vacía. Te habías arrancado de cuajo. Lo atribuí a mi ausencia, a la falta de agua. Me olvidé de vos. Dos reclamaba atención constante. Su fragilidad no daba lugar a la más mínima distracción. Unas horas de ausencia lo desmoronaban como días sin agua. Dos vivía solo en su ramificarse: su
*Laura Rossi es licenciada en Letras, docente y escritora. Su blog es laurarossiblog.blogspot.com.ar
Por Laura Rossi -texto y fotografías-, desde Rosario (Santa Fe)
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» De lejos, escuché el eco de la savia profunda, su rebelión contra la piedra. Lo escuché y me puse, por fin, de pie. Tu maceta no estaba vacía: te habías hecho a un costado. Como a mí, te acunó la tierra oscura, te alimentó la lluvia. Te hiciste nueva. Tu lengua prístina gritó verde, recién nacida.
urgencia terminó lo que nunca llegó a empezar. Lo confundí con una semilla. Intenté alimentarla, aguanté mis miedos para verla crecer. Pero Dos estaba seco: era una piedra disfrazada de semilla. El esfuerzo me dejó exhausta. Me olvidé de vos, de tu maceta vacía. No es excusa, pero también me olvidé de mí. El humo sostuvo las horas. No me alimenté ni me di calor. Las piedras pueden –si quieren- ser crueles: transitan lo orgánico como extranjeras de paso. El sudor, las lágrimas, la sangre les son ajenos. De lejos, escuché el eco de la savia profunda, su rebelión contra la piedra. Lo escuché y me puse, por fin, de pie. Tu maceta no estaba vacía: te habías hecho a un costado. Como a mí, te acunó la tierra oscura, te alimentó la lluvia. Te hiciste nueva. Tu lengua prístina gritó verde, recién nacida. Romero Tus hojas son espinas sin fuerza, no me lastiman. Reconozco tu olor, me calma de a ratos. Te paladeo acre como un enigma que quizás nunca se resuelva. No busco resoluciones. Tres lo sabe. Puedo deshojarlo: sé hasta dónde llega mi escalpelo. Tres recibe mi agua sin inundarse. No me deshidrata ni me quita el aire. Vuelvo a empezar. Esta vez, estoy atenta al presentimiento vegetal. Lleno mis pulmones de aire y espero. Tus espinas son blandas y todavía brillan.(dx)
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HIPร TESIS
La vida en singular Por Laly Rosales, desde San Miguel de Tucumรกn*
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*La autora dirige esta publicación.
La soledad es un gran espejo que te muestra lo que sos: espanta la mentira piadosa y te deja pensar mucho más de lo que querés.
La gente le tiene miedo, le huye, la sufre. Los poetas se han inspirado en ella; los músicos le han dedicado canciones y los pintores la han necesitado para sus creaciones. Hay quienes no la conocen y se sienten afortunados; hay quienes la lloran y quienes escapan de ella de relación en relación. No hay dudas de que estar acompañado por el ser amado es la situación ideal. Pero no vamos a negar que alguna vez hemos pensado, como dice Fito, que “estar contigo es estar solo dos veces, es la soledad al cuadrado”. La soledad es ese estado que genera temor y angustia con sólo pensarlo. A la soledad todos la hemos sentido alguna vez aunque no haya sido real. Alguien supo decirme “mientras tengas un libro, jamás estarás sola” y “mientras haya música, estamos acompañados”, pero, ¿a quién le comentas el párrafo interesante del libro o le cantás la canción? La soledad tiene muchos beneficios y mala prensa. Y, por cierto, la compañía está sobrevalorada. Hablo de la soledad de los que no tienen pareja y llevan una vida en singular. Esa soledad que espera en casa cuando uno llega y te abraza en silencio, y que no te juzga por quitarte los zapatos y el corpiño, y tirarlos en cualquier parte. Esa soledad que baila a tu lado con la música La soledad es buena amiga de la independencia y mejor consejera que la almohada.
que más te gusta a todo volumen. Vivir con la soledad te permite crecer porque te desafía constantemente a ejercitar la memoria y a recordar que siempre tenés que llevar la toalla cuando te bañás. Que vos y sólo vos tenés que pagar la factura de la luz, y sacar la basura. Vivir con la soledad te vuelve más creativa a la hora de cocinar con los tres ingredientes que hay en la heladera. Vivir con la soledad ayuda a ser más paciente con uno mismo. La soledad no te gastó el crédito del celular; la soledad no te hizo olvidar el horno prendido ni quemar la tostada; la soledad no tuvo la culpa de la casa desordenada y la pila de platos en la bacha. La soledad no te esconde la ropa ni te patea la zapatilla abajo de la cama; no te come la pizza fría que dejaste en la heladera ni te pide explicaciones por las horas que pasaste en la cama o por la exagerada limpieza de los sábados. A la soledad no le importa cómo usás la pasta dental. La soledad es un gran espejo que te muestra lo que sos: espanta la mentira piadosa y te deja pensar mucho más de lo que querés. La soledad te mantiene alerta con todos los sentidos puestos en tu mundo: te induce a luchar, decidir y mirar, mirar bien. Te hace reír. La soledad es buena amiga de la independencia y mejor consejera que la almohada. No hay por qué temerle porque es una oportunidad para el equilibrio y el bienestar personal. La soledad no es sinónimo de tristeza ni símbolo de libertad. La soledad te muestra que los errores y los aciertos son tuyos, solo tuyos, y cuando, te sentís a gusto con ella y sus verdades, se va.(dx)
Por Sergio Paz -texto-, desde San Miguel de Tucumán, y Gabi Rubí -ilustración-, desde Buenos Aires*
HIPÓTESIS
Máquina para soltar lo que ya fue
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La luz que toca la puerta de la mañana. La casa bosteza, se despereza, abre todas sus ventanas. Deja sus pies sobre un tapiz vegetal. Los goznes no se quejan. Los espejos prefieren decir nada si los pájaros cantan. Murmura la canilla un lejano lugar claro como el agua. Una gota pasa por su morada. Se detiene. Vacila. La arrasa. Y pasa. Sin saber si volverá. Vacía y tendida descansa la cama o sueña cuando era nube en andas sobre un algodonal. Murmura el viento sobre la almohada. Se posa. Reposa. Y pasa, llenando los rincones de nada. Hojea estupefacto un libro. Repasa las perchas pendulares. Vive un instante y cambia. Escaleras abajo, los ángulos en 90º, discuten sobre dónde estaba antes el mar. La duela del piso sostiene, entre las líneas de su mano, todo un orbe de muebles, en pleno tránsito, según la ciudad. Algo se dan las sombras sobre la mesa. Una taza inmóvil. El aroma del té, invadiendo donde antes olía a nada. Una tostada untada sobre una delicada capa de jalea. Un lugar. Algo se dan las sombras. Algo comparten. Parten con. Se van. Sin decir ni una palabra. Así nomás. Las siluetas de los muebles parecen husmear una sorda presencia. Fotos, recuerdos, adornos, marcan distintas horas en las mareas de un reloj detenido, sobre una pared que es una puerta. Por el tamiz del cristal, unos haces dibujan lo que afuera el día. Y todo parece subir, decir adiós, entre las motas de polvo, por una escalera de luz, hacia el sol. Los cerrojos susurran que solo existe una llave. La luna y su locura. Y que es un puerto, del que solo se va. Parado en la vereda de nuevo, como una hoja en blanco empujada hacia el viento de la mañana. Vacío. Nuevo. Otra vez por zarpar.(dx)
*Sergio Paz es miembro del Grupo Creativo Mandrágora y del Grupo ÍndigoArte/Teatral. Gabi Rubí es dibujante y publica sus obras en gabirubi.blogspot.com.ar
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Vacía y tendida descansa la cama o sueña cuando era nube en andas sobre un algodonal. Murmura el viento sobre la almohada. Se posa. Reposa. Y pasa, llenando los rincones de nada. Hojea estupefacto un libro. Repasa las perchas pendulares. Vive un instante y cambia.
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HIPÓTESIS
Mi dragón Por Ana Jeger -texto- y Guadalupe Mothe -dibujo-, desde San Miguel de Tucumán
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*Ana Jeger es escribidora y cancionista. Guadalupe Mothe es ilustradora.
Mi sed de aventuras va a colmarse a bordo de su ancho lomo anaranjado con escamas de espejos que brillan al sol. Juntos haremos viajes ‘findelmundistas’, y veremos cosas que ni los niños con menos televisión y más fantasía han podido imaginar jamás.
Vamos a decir la verdad. Con una mano en el corazón (y otra en el bolsillo, que hace frío), he de asumir las cosas como son. Ya sé que soy un punto ínfimo en el cosmos. Sé que soy pequeña y frágil, un número, una cifra despreciable en los porcentajes de todo, de lo que sea. Tengo voz pero aún si grito, nadie se entera. Me lleno de moretones de sólo estar y la comida en general me cae mal. Me enamoro de quien nunca deshoja margaritas pensando en mí y quien me quiere, me quiere mal. Mi rutina es aburrida y, cuando amanecen días extraordinarios, me quedo dormida y no escucho el despertador. Muy racional para ser artista y demasiado sentimental para ser corredora de bolsa. Para morir joven ya estoy vieja y para contar con la sabiduría que da el tiempo me faltan todavía varias decenas de años por vivir. Esa es la historia. Pero ya no más. Va a acabarse este reinado de la nada pronto, muy pronto: el día en el que consiga mi dragón naranja. Nada puede hacer más feliz a alguien que adquirir por fin el dragón que estaba esperando. Si viene por encomienda o hay que buscarlo en algún lado, lo mismo da, tenerlo conmigo bien vale cualquier sacrificio. Con él haré vuelos impensados hacia cualquier parte. Mi sed de aventuras va a colmarse a bordo de su ancho lomo anaranjado con escamas de espejos que brillan al sol. Juntos haremos viajes “findelmundistas”, y veremos cosas que ni los niños
con menos televisión y más fantasía han podido imaginar jamás. Comprarse un dragón es como hacer una pequeña inversión al infinito, que no se les olvide. Además, está el fuego. Mi dragón y yo incendiaremos todos los corazones. Será esta la porción de luz que me convierta en poeta, lo que me falta de amor y de espanto. Vamos a hacer llorar a todos los que nos lastimaron, amantes y domadores, pero no por vengativos sino así nada más porque sí, sólo con nuestra mirada de fuego y altura. Porque hemos de ser felices los dos, viviendo a nuestro antojo, sintiéndonos parte del universo, poderosa combinación de humano y dragón, mezcla de magia y tierra firme. Cuando tenga un dragón nada se me escapará de las manos. Tampoco tu mano. Ni la voz de mis muertos. Ni mi propia voz, que se va guardando, chiquitita, en mi garganta, como si estuviera de paso. Cuando le haga una casita debajo de mi cama nunca más pasaré frío; el invierno será como un juego de brisas que no duelen en los huesos y amaneceré para verte, y mi dragón morderá su correa para que lo saquemos a pasear. Yo sé, hoy aún es pronto y duro, y un poco triste también. Pero pasará, todo pasará como las estaciones. Voy a hacer que pase como un mal recuerdo el día que llegue a casa mi dragón. Van a ver cuando lo consiga y sea la más luminosa de mi cuadra. Van a ver cuando consiga a mi dragón.(dx)
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INDIVIDUALES
Disfrutar para triunfar Por Graciela Colombres Garmendia -texto- y Cecilia Gallardo -fotografías-, desde San Miguel de Tucumán*
No importan las trabas, el rechazo terco e injustificado, y el extenso y meticuloso proceso de elaboración. Al final, Rosalba Mirabella (1975, San Miguel de Tucumán) se queda con Muñecos del destino cuando tiene que elegir el trabajo que mejor la representa. El principal motivo es irrefutable: disfrutó mucho haciéndolo. La telenovela protagonizada por títeres, que la Televisión Pública transmitió en 2012, marcó un hito en las carreras de esta artista plástica y de su marido, Patricio García, coguionista y director de la serie. Pero hay un antes y queda un largo después en la vida de Mirabella. La punta de esa historia a medio escribir emergió durante esta entrevista con almuerzo o viceversa en Muña Muña, el encantador comedor-verdulería-vivero-centro culturaletcétera de Barrio Norte.
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» -Si tuvieses que elegir una obra como carta de presentación, ¿cuál sería? -Aunque no diría que es solo mía, elegiría Muñecos del destino, proyecto que realicé junto con mi esposo. La segunda opción, que sí reconozco como propia, es la serie de fotos Álbum. Este trabajo surgió en 2007, cuando fui a una residencia de artes visuales en Pinamar, que consistía en 15 días de convivencia en un hotel con un grupo de artistas. Había que hacer obras experimentales; yo no había trabajado con fotografía todavía y en el hotel había unas fotos de archivo que mostraban a veraneantes de los años 20 o 30. Yo sacaba un portarretratos sin que nadie me viese, hacía una réplica a la imagen con masilla epoxi, tomaba una foto que luego hacía enmarcar y la ponía en el lugar de la original. Era como un juego con la gente que estaba ahí. De regreso a mi taller, se me ocurre hacer lo mismo, no ya como una intervención en un espacio sino como una obra de mi autoría con mi propio álbum de fotos. A esta altura de la charla, la mesa del bar ya tiene tres jugos de frutas por la mitad. Uno de maracuyá y naranja; otro de zanahoria, manzana y pera, y, el último, de manzana, pomelo y naranja. Otros zumos vendrán después: una recomendable limo-
Hemos pasado años pensando en la idea de Muñecos del destino y matándonos de la risa con lo que se nos ocurría. Era como un chiste interno: ninguno de los dos se imaginaba que lo íbamos a concretar.
*Graciela Colombres Garmendia es periodista y licenciada en Ciencias de la Comunicación. Cecilia Gallardo es fotógrafa.
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nada de limón, menta y miel, y el “jugo resaca” con manzana, limón y jengibre. Para cortar toda posibilidad de empalagamiento llega la entrada: “dips” de mayonesa vegana de zanahoria; de puré de garbanzos al estilo árabe con limón; de ajo asado y de berenjenas asadas con perejil. Por supuesto que no falta el pan hecho en casa. -¿Por qué cree que tuvo tanto éxito Muñecos del destino? -El éxito es bastante relativo. La divulgación a la que llegamos no tuvo precedentes, eso sí, y, según mi opinión, hubo dos motivos para que eso sucediera. Uno es que es una serie local, que acá resultó original y novedosa. Por otro lado, fue una de las primeras miniseries del interior del país que logró acceder a Canal 7. Otro motivo más íntimo, por decirlo así, es que nosotros hemos disfrutado muchísimo con esta producción. ¿Viste cuando decís ‘este es el trabajo que quiero hacer’? Hemos pasado años pensando en la idea y matándonos de la risa con lo que se nos ocurría. Era como un chiste interno: ninguno de los dos se imaginaba que lo íbamos a concretar. Transcurrió mucho tiempo hasta que apareció el subsidio... Fue increíble terminar el proyecto. Allí volcamos nuestra experiencia en cortos y en artes plásticas, y el aporte de mucha gente talentosa. -No fue fácil proyectar la serie en la provincia. ¿Por qué? -Canal 10 nos rechazó en forma rotunda e inmotivada: Muñecos del destino nunca fue de su interés. Los directivos de la emisora tomaron una posición muy estúpida porque este programa nos beneficiaba a todos y ellos podrían haber aprovechado el
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» La idiosincrasia local acepta las ‘cosas raras’, entre comillas, sólo si vienen de afuera o si primero fueron validadas en otra parte. Es un misterio por qué los tucumanos no valoramos la obra del comprovinciano.
de plata que nunca recuperamos. Yo quedé mal con este asunto y nadie me dio una respuesta. Presenté todos los papeles que justifican los gastos que hicimos, pero no sirvió de nada. No nos quedaron ganas de volver a trabajar acá.
subsidio que ganamos. Después, la Televisión Pública nos pidió que acreditásemos la transmisión en una señal local. Entonces, Patricio se plantó en Canal 10 hasta que el director se vio obligado a acceder. ¿Qué hizo? Pasó la serie completa durante la mañana de un Viernes Santo: este maratón desvirtuó el concepto de la novela que crea expectativa capítulo a capítulo. Pero al menos nos permitió ingresar en la programación de Canal 7.
El sabor amargo cede gracias a la entrada oportuna de cuatro platos principales: sopa crema de calabaza con jengibre; moussaka de verduras de estación (apto para celíacos y veganos); tarta de brócoli con queso gratinado, y panqueques de verduras y hongos con salsa rosa. Para rematar el banquete aparecen dos postres muy seductores: la torta vegana de chocolate con arándanos y limón glaciado, y un bizcochuelo con relleno de limón y merengue. Estas exquisiteces también pueden ser degustadas por la tarde, con alguna infusión.
-¿Se viene la segunda parte? -Está escrita y tenemos todas las escenografías, pero no hemos ganado los concursos en los que presentamos el proyecto. Patricio tiene la idea de no hacerlo en Tucumán, por una cuestión tributaria. La Dirección de Rentas nos sacó un montón
-¿Tucumán inspira al artista o conspira contra él? -Conspira. Hay que hacer un gran esfuerzo para no desmotivarse por completo. En general, tenemos mucho miedo a lo distinto y muchos prejuicios. La idiosincrasia local acepta las “cosas raras”, entre comi-
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¡PLUS! rosalbamirabella.com facebook.com/tiendadeverduras Muña Muña ofrece un plato distinto como menú del día (Rivadavia 727, San Miguel de Tucumán. Abierto de lunes a sábados. 0381 421 3702)
llas, sólo si vienen de afuera o si primero fueron validadas en otra parte. Es un misterio por qué los tucumanos no valoramos la obra del comprovinciano. -¿En qué estás trabajando? -Tuve una hija hace un año y pretendo aprovechar sus primeros años de vida. Eso no me deja mucho tiempo. Hace poco presenté Álbum II, una selección de fotografías a color con escenas “chiquitas” en la oscuridad y fragmentos iluminados. Tengo la intención de hacer una serie de pinturas, pero será para más adelante. Creo que cuando uno empieza a pensar mucho en una idea y no la elabora, puede crear un castillo en el aire. Hay que hacer, hacer, pararse y pensar. Al hacer se abren las posibilidades.(dx)
Por qué Rosalba Mirabella
Esta licenciada en Artes Plásticas (Universidad Nacional de Tucumán) encarna el perfil del artista independiente. En su obra prevalece la búsqueda y la experimentación: no hay concesiones para el qué dirán ni temor de saltar el cerco que encorseta la creatividad. Con su marido, Patricio García, conforma una sociedad virtuosa para la cultura vernácula (además de una familia no convencional). Mirabella, por último, porta un apellido precioso.
Por qué Muña Muña La propuesta gastronómica de este restaurante demuestra que la comida sana puede ser un manjar de lo más ingenioso y divertido. Muña Muña cierra el círculo con una variedad de ofertas para el buen vivir: verduras seleccionadas y compradas a productores locales; plantas apropiadas para el clima de la ciudad, y un espacio destinado a talleres que ayudan al equilibrio físico, mental y emocional. ¿Cómo contener las ganas de entrar?
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