ELECTRÓNICA & ROLL – BAILAR

ELECTRÓNICA & ROLL

Autor: SERGIO BIFEIS

Agosto ya está aquí. Pleno verano y se ha retomado la actividad que más felices nos hace: bailar y disfrutar de la música electrónica en la época estival, y vacacional para muchas personas. Para otras, sencillamente es volver a su forma de ganarse la vida. Se ha reactivado una maquinaria que comienza a funcionar a pleno rendimiento para artistas, promotores y todos los agentes/trabajadores que orbitan alrededor de esta industria. Dos años sin temporada de festivales por un lado y sin temporada ibicenca por otro. La rueda vuelve a girar y muchos descubrirán por primera vez sensaciones que algunos hasta teníamos olvidadas.

Durante estos últimos meses hemos visto como se han desarrollado grandes eventos como pueden ser Primavera Sound, Sónar, Mad Cool, Bilbao BBK Live, Weekend Beach Festival, Dreambeach o, más recientemente, Monegros Desert Festival. Todos con un éxito de asistencia apabullante. Las ganas de aprovechar tanto tiempo perdido flotan en el aire y se nota. En este mes que acaba de comenzar, aún quedan muchos más encuentros con el baile a lo largo y ancho del país. Por nombrar algunos tenemos clásicos como Aquasella Festival, grandes citas ya consolidadas como Medusa Sunbeach Festival, DGTL en Barcelona (a primeros de septiembre), nuevas propuestas como una edición de Dreambeach en el Puerto de Santa María o Ultra Beach Costa del Sol. Todos ellos de lo más multitudinarios, y seguramente igual de exitosos que los que se han celebrado el mes anterior. Nos circunscribimos únicamente a España. Si abrimos el melón internacional nos faltarían líneas para nombrar el retorno de la felicidad en forma de festival, pero solo un ejemplo gráfico: Rave The Planet, la vuelta de una especie de Love Parade a las calles de Berlín. Algo realmente sintomático del ímpetu de volver a celebrar un verano a todas luces especial

Pero también se han dado una serie de eventos algo más modestos para los que preferimos otro tipo de encuentros menos masivos para vivir la música electrónica con la misma pasión. En este caso —por experiencia personal— he de hablar de Paraíso. Una tercera edición que se desarrolló el último fin de semana de junio en Madrid y que, efectivamente, cuesta mucho quitar el componente emocional. No quiero hacer una crónica porque ya está hecha y publicada desde hace un mes, pero hay que recalcar que esa sensación de retorno a algo que echabas de menos, va a jugar a favor de cualquier cosa que se haga durante este verano 2022. Reencuentros, bailes, momentos, risas, brindis, abrazos, más bailes, comentarios sobre las sesiones con tus panas, conocer nueva gente, manos al aire, continuar bailando…. Sentirse vivo y en comunidad. Hacía tiempo que no vivía un festival con tanta ilusión. Y es un sentimiento de explosión de felicidad que seguramente se extrapole a muchas personas más con las mismas ganas de regocijarse en un contexto en el que la música electrónica es el telón de fondo y el marco ideal para volver a disfrutar. Ese es el mejor resumen que uno puede hacer para describir lo que se vive en estas situaciones y circunstancias. La nostalgia es un factor que siempre te gana cuando es honesta. Y lo que antes podías hacer por tradición, en esta ocasión adquiere otra dimensión tras dos años en blanco a la fuerza.

Todo esto en un clima en el que el futuro pinta gris. Ante tanta incertidumbre mundial con una guerra en Europa y el miedo a una recesión económica brutal (las noticias no nos dan tregua), quizá estemos en un nuevo verano del amor en el que nos vamos a desquitar de preocupaciones. Hedonismo puro y duro para al menos tener una pizca de felicidad y éxtasis en medio de tanta calma tensa y noticias poco halagüeñas. Una vía de escape necesaria para no perder la cabeza del todo. Si por algo se nos distingue es por saber pasarlo bien. Ahora que por fin podemos, sin restricciones, es nuestro esperado y ansiado momento. El mejor consejo que podemos dar es que sigamos bailando y, ya si eso, que nos quiten lo bailao’. ¡Feliz verano a todos!