![](https://assets.isu.pub/document-structure/230206153417-8617b22264f92ea3a16c952c64714c81/v1/f084401c25d5bfd8a12e6e68acba0791.jpeg?width=720&quality=85%2C50)
3 minute read
MARICAS SALA APOLO
from DJ Mag ES #144
Pues bien, el pasado 21 de enero Nitsa y Astin se llenaron de technoturistas. La diferencia es que la gran mayoría de ellos no cogieron un avión para este tipo de turismo. Máxime se utilizaron trenes de cercanías, metro, autobuses metropolitanos y, probablemente, bastantes taxis. De igual forma, siguen siendo technoturistas. Turistas de techno en su propia ciudad: Barcelona. La presencia de la comunidad LGTBIQ+ en la escena de música electrónica en la ciudad es un hecho. No obstante, presencia no significa asistencia. Lugares con la etiqueta gay friendly o LGTBIQ+ friendly no se refiere solo a que sean espacios dirigidos al público de estos colectivos, sino que se señalizan como lugares seguros. Lugares en los que hablar, expresarse y, por supuesto, enamorarse y vivir pasiones. No para hacer guetto, más bien para encontrar un tipo de libertad con la que resulte innecesario tener que estar con el radar activado por si pasa algo. Lugares que no abundan y, por lo tanto, convierten en technoturistas a los propios ciudadanos de Barcelona. Maricas se creó a finales de la pasada década para llenar ese vacío, planteando un sentido de comunidad trabajado desde la libertad, la igualdad y el respeto.
Maricas, fundado por ISAbella, Gina Guasch y Eloisa Blitzer, ha conseguido —a base de petarlo en Barcelona— llevar su legado a cantidad de ciudades europeas durante los últimos meses. La velada del quinto aniversario en Apolo fue corta pero intensa. Los sets empezaron poco después de media noche, pero a los asistentes se les alargó un poco más de la cuenta la previa. A eso de las dos de la madrugada, la cola para entrar no bajaba de los 45 minutos de tiempo de espera en el desamparo de una noche de temperaturas gélidas. Después, otros tantos minutos largos de paciencia para dejar los abrigos en el guardarropa. Desde Astin se podía sentir cómo el espacio disponible para bailar iba disminuyendo a marchas forzadas mientras una legión de clubbers accedía tanto por la entrada principal como por la entrada de la terraza sin pausa. Pero con prisa, pues la cuenta atrás para el cierre de puertas parecía acelerarse sin control a ritmo 1.5x.
JOVENDELAPERLA, cofundadora del club madrileño Culpa junto a Berenice, abrió Nitsa para los más disciplinados con samples vocales sacado de temas pop con ritmos aligerados, tirando por momentos hacia el drum and bass y jungle mientras Selectya Glossy hacía lo suyo en la planta baja con unos bpm mucho más relajados en los que entraban y salían –a discreción– balas destellantes de reggaetón, dancehall, ampaiano y kuduro. Al ritmo que bajaba el oxígeno disponible en la pista, DJ Saliva de Herrensauna Berlín salió a la carga con las pulsaciones bien altas para trocar la sala en una película de ciencia ficción de los 90 al más puro estilo Blade Runner o Matrix con una mezcla de electro y nu skool. Para el momento en el que la artista cubanoespañola y talento emergente Toccororo se puso a cargo de la sala, la planta de arriba había tomado un camino de no retorno con el b2b de larga duración que disfrutaron mano a mano ISAbella y Octo Octa. Cuatro horas en las que no hubo prisa con una puesta en escena especialmente sobria y proyecciones repetitivas que obligaban a centrar la atención en los ecos y resonancias. Poco más que eso. En mitad de una oscuridad inusitada, ambas DJ se tomaban su tiempo para construir cada mix. No hablo de lanzar una intro vocal para hacer entrar el beat –no fuere que el público pierda interés. No existió esa preocupación. Hablo de 2 a 3 minutos de preparación para muchos de los temas que hacen saborear cada entrada del beat como si fuese miel sobre hojuelas. Bashkka, nacida en Munich, con herencia turca y desarrollada en la escena Ballroom de Nueva York, se cargó la responsabilidad de echar el cierre a la sala de abajo con una selección de tracks de las que te obligan a sacar a pasear Shazam sin miedo ni disimulo.
No hace falta echarle mucha imaginación para intuir que noches de Sold Out como la que se vivió en Barcelona de la mano de Maricas sientan precedentes e inspiran tanto a las propias creadoras como a la totalidad de asistentes que, difícilmente, van a querer conformarse con menos en una ciudad que tiene el deber de convertir lo extraordinario en natural.
![](https://assets.isu.pub/document-structure/230206153417-8617b22264f92ea3a16c952c64714c81/v1/4578f345a38c0bf0cd49563ee0b88ecb.jpeg?width=720&quality=85%2C50)
Fotografías: Anna Alvarez Ortega @pinusflash