Como todos los años, hacemos un balance de la situación del mercado con una mirada retrospectiva y analizando el presente y el futuro; nuestro objetivo no es tanto describir la situación presente, sino identificar señales y tendencias que nos permitan planificar el futuro inmediato. Habiendo superado los tormentosos tiempos de crisis, nos encontramos ahora en un periodo de calma, tanto a nivel local y nacional como global. Dejando a un lado la geopolítica, el mundo parece haberse estabilizado, poco a poco encuentra su rumbo y las previsiones de crecimiento económico han sido corregidas al alza -con cautela- no sólo para la eurozona sino también para otras zonas del mundo, a pesar de las preocupaciones que existen en torno a los elevados niveles de deuda pública y privada y de la fragilidad de un sistema financiero basado en el crédito.