INFLUENZA La influenza es una enfermedad respiratoria contagiosa provocada por los virus de la influenza. Puede causar una enfermedad leve a grave. Los resultados graves de la infección por influenza pueden ser la hospitalización o la muerte. Las personas mayores, niños pequeños y los enfermos crónicos corren un alto riesgo de presentar graves complicaciones por la influenza. Existen dos tipos de virus de influenza (gripe) A y B. Los virus de influenza A y B que generalmente se diseminan entre las personas (virus de influenza humana) todos los años causan epidemias de influenza estacional. Los virus de influenza tipo A pueden dividirse en diferentes subtipos dependiendo de los genes que constituyen las proteínas de superficie. Durante el transcurso de la temporada de influenza, hay circulación de los diferentes tipos (A y B) y subtipos (influenza A) que provocan enfermedades. Los virus de la influenza pueden cambiar de dos maneras diferentes: transformación antigénica y variación antigénica. Los virus de la influenza A también pueden ser hallados en diferentes animales como son patos, pollos, cerdos, gallinas, caballos y focas. Los "antígenos" son estructuras moleculares que se encuentran en la superficie de los virus, son reconocidas por el sistema inmunitario y son capaces de desencadenar una respuesta inmunitaria (producción de anticuerpos). El virus de la influenza tipo A (H1N1) que surgió en 2009 causó la primera pandemia de influenza en más de 40 años. Propagación de la influenza: De persona a persona Las personas con influenza pueden contagiar a otros, hasta unos 2 metros de distancia aproximadamente. La mayoría de los expertos creen que los virus de la influenza se diseminan principalmente a través de las gotitas que se producen al toser, estornudar o hablar. Estas gotitas pueden terminar en la boca o en la nariz de quienes se encuentran cerca o posiblemente inhalarlas y llegar a los pulmones. Siendo algo poco frecuente, una