#Savetheday - 50 años de Doctor Who
But not in the name of the Doctor por Doc Pastor, cartel de Borja Carcayú Esas fueron las últimas palabras que salieron de la boca del 11º Doctor, Matt Smith en uno de los momentos cumbres de su vida interpretando a este personaje. Esta sentencia, ya de por sí sorprendente, quedó eclipsada por el plano siguiente, un momento en el que una misteriosa figura se daba la vuelta y mostraba a John Hurt, a su lado las letras “Introducing John Hurt… as the Doctor”. Todos los seguidores de la serie nos quedamos sin respiración. ¿Quién era? Meses de teorías, cierta locura, pensamientos, comentarlo y finalmente la respuesta vino de la mano de Moffat (actual cabeza pensante tras la cabecera). En el mini episodio “The night of the Doctor”, precuela de “The day of the Doctor” (título del especial del 50º aniversario), descubrimos que es el 8 Doctor al que dio vida Paul McGann por primera vez en 1996. O más bien es la regeneración de este, que decide terminar consigo mismo para dar paso al que de momento solo conocemos como “War Doctor”. El 23 de noviembre de 2013, se cumplieron 50 años de la primera emisión de Doctor Who, una veterana serie que cada vez va recogiendo más fans, logrando unas críticas más relevantes, y logrando además unas historias que no dejan de asombrar. A todo esto se suma que el 21 se emitirá el docudrama “An Adventure in Space and Time”, que narra el origen de la serie y sus primeros pasos, y el que se vaya a poder ver ese capítulo especial del aniversario en cine de todo el mundo además de en su emisión en la pequeña pantalla. Sin duda una semana en la que los aficionados a esta cabecera estuvimos encantados,y en la que aguardamos impacientes lo que es un hito en la historia de los seriales televisivos. 2
Disfrutad. Nos vemos en el espacio. PD: O más bien un aviso, el material que veréis en este especial se publicó originalmente en http://docpastor.com en los días de ese aniversario, motivo por el cual en algunos escritos se pueden encontrar incógnitas que se han respondido o spoilers que realmente ya no lo son.
La Consulta está abierta. Con ISSN 2340-5198. http://docpastor.com / doc@docpastor.com Publicación especial con motivo de los 50 años de Doctor Who. Coordinado por Doc Pastor. Portada de Conrado Entiman. Diseño de Jorge Espada García. Contraportada de Doc Pastor. Todas las ilustraciones son propiedad de sus respectivos autores, y han sido realizadas para la publicación original en web de este especial. La Liga de los Caballeros Extraordinarios es una creación de Alan moore y Kevin O´neill, publicada en nuestro país por Planeta DeAgostini. Superlópez es una creación de Jan, publicado actualmente por Ediciones B. Las imágenes que se reproducen son del tomo “El ladrón del tiempo”, contando con el permiso directo del autor. Doctor Who, sus marcas, logos y materiales relacionados (así como la TARDIS) son propiedad de la BBC y sus filiales. Se usan aquí con un único fin divulgativo e informativo, sin interés comercial de ningún tipo. Podéis leer más sobre Doctor Who en http://www.bbc.co.uk/programmes/b006q2x0 Gracias a todas las personas que han colaborado para que sea posible la publicación de este especial de La Consulta está abierta. Visita la #DocShop en http://society6.com/DocPastor 3
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Índice Pág. 6 - LAS NOTAS ORIGINALES DE SYDNEY NEWMAN Y C.E WEBBER PARA ‘DOCTOR WHO’ Pág. 9 - EL DOCTOR Y LA LOCURA Pág. 10 - EL DÍA QUE ME CONVERTÍ EN RIVER SONG Pág. 12 - DOCTOR WHO CONFIDENTIAL: MÁS GRANDE POR DENTRO QUE POR FUERA Pág. 14 - UNA DOCENA DE COSAS QUE MOLAN DE DOCTOR WHO Pág. 18 - LA LITERATURA Y DOCTOR WHO: UN MATRIMONIO DE CINCUENTA AÑOS EN BUSCA DE LAS BODAS DE PLATINO Pág. 20 - AL GENIO SE LE QUEDÓ PEQUEÑO EL LIENZO Y DECIDIÓ PINTAR LAS ESTRELLAS Pág. 22 - CINTA DE ESTUDIO ROLLO B Pág. 23 - LA TARDIS EN LOS NOVENTA Pág. 26 - LA TARDIS ¿PORQUÉ ES UNA CABINA DE TELEFÓNOS? Pág. 28 - OCTAVO DOCTOR, PAUL MCGANN Pág. 30 - BUT PROBABLY NOT THE ONE YOU WERE EXPECTING Pág. 32 - MÁS ALLÁ DE LA SERIE DE TELEVISIÓN 4
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Pág. 34 - DINERO EN LA HUCHA PARA SACIAR AL FAN QUE LLEVAS DENTRO Pág. 36 - EL DOCTOR EN LOS CÓMICS Pág. 37 - CUANDO SUPERLÓPEZ ENCONTRÓ AL DOCTOR Pág. 40 - ¿QUÉ FUE DE JACK? Pág. 46 - THE DRUMS. THE NEVERENDING DRUMS… Pág. 50 - DEL ORIGEN AL MITO: LOS 13 (+1) ROSTROS DEL DOCTOR Pág. 54 - ESE VIRTUOSISMO DEL TRÁILER Pág. 56 - LAS PARTITURAS DEL OPENING Pág. 58 - UN DOCTOR (O DOS) EN LA LIGA DE CABALLEROS. Pág. 59 - UN DANDY EXTRATERRESTRE Pág. 60 - ¿POR QUÉ LAS PAJARITAS MOLAN (TANTO)? OS DAMOS 10 RAZONES Pág. 62 - DIME TÚ, SI NO AMARÍAS A ALGUIEN ASÍ Pág. 64 - UN PEQUEÑO HOMENAJE A TODAS LAS ENCARNACIONES Pág. 66 - 7 CONSEJOS PARA SOBREVIVIR A LA ESPERA DE PETER CAPALDI Pág. 69 - EL DOCTOR INGLÉS Pág. 70 - 20 DETALLES DE AN ADVENTURE IN SPACE AND TIME
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Las notas originales de Sydney Newman y C.E. Webber para “Doctor Who” Sinceramente, no se me ocurría mejor forma de empezar toda esta celebración del quincuagésimo aniversario que hundirme un rato por los archivos de la BBC, y bueno, dejar por aquí las notas que Newman y Webber desarrollaron para esa serie que hoy conocemos tan bien.
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El Doctor y la locura por Cels Piñol, escritor, asesor cultural y creador de Fanhunter Cuando tu pareja no es especialmente seguidora de las series ‘fantásticas’, la que más cuesta incluir en una sesión de sofá es sin duda Doctor Who. “No lo entiendo”, “Este hombre está loco”, “¿Por qué va vestido así?” o simplemente “¿De qué habla?”. No es fácil entrar en la serie. Lo escribí hace algún tiempo para el prólogo de un libro de Marcos Muñoz (@KalElElVigilant): los efectos especiales no ayudaban en las anteriores encarnaciones, la trama puede llegar a ser incomprensible y la historia del personaje lastra un poco la entrada de nuevos espectadores, a menos que seas inglés y la historia de El Doctor te entre de forma natural, casi genética, por herencia de tus padres, abuelos, tíos o amigos. Pero, por otro lado, los capítulos de El Doctor te enganchan debido a lo especial y estrambótico de su imaginería visual: una cabina de policía que es una nave espaciotemporal, dimensiones alternativas donde la historia ha recibido un meneo considerable, esa chica que siempre acompaña al Doctor y que en muchos casos es esencial para la resolución de la aventura… El “voy a ver diez minutos más” de esta serie a ver qué pasa ha convertido en whovian a más de uno.
Y esa es la grandeza de El Doctor: la mezcla de space ópera hiper culta y ultra científica con los elementos más mundanos y callejeros que aportan las companion y ayudantes varios a nivel “del suelo”. Doctor Who es ciencia-ficción, drama, aventura, terror, ficción histórica, western, péplum y romance, todo bajo una misma marquesina y envuelto en una siempre reconocible banda sonora que, todavía no sabemos por qué, nos encandila a muchos. Necesitamos que Doctor Who se programe más en nuestro país. Necesitamos que se expanda y normalice. Y vamos por el buen camino, creo, aunque no va a ser fácil. Quizá si fuéramos víctimas de una invasión Dalek, el Doctor se vería obligado a mostrarse en nuestros hogares (no cuenta su breve aterrizaje en Almería) y los conquistara, defendiéndolos, como ocurre desde hace décadas en la BBC. La locura por El Doctor es contagiosa, como su carisma, como ese febril e hiperactivo estado de tensión del que suele hacer gala en la mayoría de capítulos, con mayor o menor fuerza según el actor que lo interprete. Permitamos que esa locura se extienda. Necesitamos más companions 9
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El día que me convertí en River Song por Marta Berengué, actriz. Fotografía de Jesús Díez ¿Qué ocurre cuando te mezclas con alguien que tiene una gran afición digamos, por ejemplo, a una serie? ¿Y si además de tenerla no duda en hacerte partícipe de ese universo? Verle los ojos brillar de la emoción, que te cuente ilusionado, a grandes rasgos, claro, para no caer en spoilers, el motivo de tal admiración o porqué se trata de una producción única es una experiencia que no se puede expresar con palabras. ¡Ni qué decir tiene el ser parte de una sesión fotográfica! Sí, eso es lo que me ha ocurrido, recientemente, debo añadir, fomentado por la próxima emisión del capítulo en celebración al quincuagésimo aniversario. Y la verdad es que después de haber oído tanto y tan bueno, después de ver cuán fascinante parece ser, llega a suscitar una gran curiosidad y un anhelo por vivirlo también, en primera persona. De modo que me dispuse a verla. La segunda época, claro. Me sorprendió ya el primer capítulo. Me pareció curiosa la manera de mezclar en una rutina cotidiana una serie de sucesos de ciencia ficción. La sensación de verosimilitud, que a cualquiera de nosotros, un día cualquiera, se nos puede presentar un hombre de extravagancia evidente que viaja a través del tiempo y del espacio en una cabina telefónica. Fascinante. Antes de poder salir de mi sorpresa, me asombró la progresión de la historia, cómo en el segundo episodio se nos presenta el fin del mundo. Sí, lo habéis leído bien, el fin del mundo. Solo dos capítulos es lo que hace fal10
ta para prepararte para cualquier cosa. Menos de noventa minutos es lo que se requiere para que tu mente decida desistir especular hacia dónde te va a llevar el enérgico e inquieto capitán de la cabina azul y decidir, simplemente, dejarte llevar. Aun así, a mitad de la primera temporada, y después de haber dejado constancia de la marca británica de la serie, habiendo pasado por tópicos tales como la casa del primer ministro o el mismísimo Charles Dickens, se nos da a entender que no todo es una diversión continua. Sí, el Doctor puede estar dotado de un gran (y peculiar) sentido del humor pero de ser solo así no sería el gran personaje que es. No, su cara oculta y las sospechas de personaje trastornado y desquiciado se hacen evidentes, dando al espectador un aviso: Doctor Who no es una mera serie de viajes en el tiempo, sino que tiene una mayor profundidad, va más allá. En definitiva, una serie que cautiva desde el primer episodio, que te mete en esa cabina de los años cincuenta y no te deja salir (aunque tampoco quieres). De momento solo me estoy iniciando y no sé adónde me llevará, lo único claro es dónde estoy y hacia dónde debo ir: al capítulo siguiente.
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Doctor Who Confidential: Más grande por dentro que por fuera por Rafael Heka, escritor y fundador de 33 Ediciones. Ilustración de Conrado Entiman Cualquier momento de la historia pasada, presente y futura. Cualquier lugar. Cualquiera. Una azulada cabina de la policía londinense abre sus puertas con un resplandor mientras una música explota en tu cerebro y todas las cavidades de éste reverberan provocándote una sensación cósmica de traslación espiritual. ESO, sólo es el principio. A partir de ahí, como el interior de la TARDIS, toda tu mente experimentará el reventar de tu imaginación en expansión camino del infinito. Poco imaginaba la BBC cuando en el año 1963 lanzó esos acordes musicales de cabecera al espacio, que tras 50 años la serie se convertiría en la más longeva de la historia de la televisión planetaria y que el Doctor no sólo se haría famoso, sino que pasaría también a formar parte de la cultura inglesa, y por expansión, de toda la de aquellos que amamos la ciencia-ficción. Y es que el Doctor dejó de ser un extraterrestre curioso del planeta Gallifrey capaz de camuflar su mayestática nave en forma de diminuta cabina de teléfonos policial, para transformarse en lo que, a mi punto de vista lo hará eterno: el paradigma. El Doctor es una constante en el universo, entendida ésta como el ejemplo del honor y la justicia. El continuo perdurar de su esencia más allá de las encarnaciones, no sólo lo hace como dije antes cada vez más creíble, sino también necesario y admirable. Desde sus inicios hemos disfrutado de tra12
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mas de ciencia-ficción soft, hard, cyberpunk, steampunk, y veríamos la esencia de H.G.Wells, de Arthur C. Clarke, los guiones de Douglas Adams, de Neil Gaiman, así como un largo etc de referentes capaces de hacerle a uno caer de espaldas. Subirse a la nave con el Doctor, cosa que a él no le suele gustar, es aventurarse por tortuosas aventuras camino del coraje, el enfrentamiento a lo maligno, inexplicable, o incognoscible. Un vademécum sensorial, potente, único, auténtico y de carácter en donde en ocasiones se nos escapará una carcajada o brotará alguna lágrima. El Doctor ha cambiado de aspecto 11 veces encarnándose en distintos antropoides con personalidades que iban desde lo histriónico a lo profundamente serio y heroico, dejándonos en todas ellas un sabor tan característico que ciertamente acabábamos lamentando su desaparición pese a ser conscientes de esa necesidad intrínseca. No todos han sido fáciles de llevar, eso es cierto también, pero incluso tras el parón de la serie en el año 1989 por motivos contractuales, Doctor Who cada vez ha sido un poco mejor. Tras quedarles libres de nuevo los derechos a la BBC de las garras de las productoras norteamericanas Fox y Universal al anular éstas el lanzamiento de la serie ante el fracaso en su país de la película del 8º Doctor,
en el año 2005 arrancaría lo que ya sería el resurgir glorioso del Doctor por medio de un salto evolutivo en los métodos de filmación, efectos especiales y fuerza dramática.
Pero ¿cómo ha podido mantenerse 50 años una serie de televisión? La historia de la ciencia-ficción catódica está plagada de territorios propios bien definidos: Star Trek, Galáctica, Espacio 1999, Star Gate, Babylon 5, Firefly, Enano Rojo, etc, etc. Tan sólo Star Gate y Star Trek me parecen dignas candidatas a mantener la longevidad del Doctor Who, y si os soy sincero, apostaría únicamente por Star Trek dada su mayor representación a nivel paradigmático y social. Mantenerse, es dar a los demás aquello que necesitan o les es valioso. Si Star Trek nos hace viajar al interior de nosotros mismos con historias cargadas de contenido humano, Doctor Who nos explota la imaginación con aventuras sorprendentes de mano de alguien con quien siempre queríamos contar, de quien siempre nos podríamos fiar, y que es capaz incluso de aportarnos las llaves de nuestro propia evolución espiritual. ¿Cómo no estar dispuesto? ¿Acaso hay algo más valioso, que aquel que nos brinda ser más grandes por dentro, que por fuera…? 13
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Una docena de cosas que molan de Doctor Who Texto e ilustración de Doc Pastor Hay series de televisión que comienzan de una forma más o menos discreta, y poco a poco se van haciendo conuna legión de fans bien merecida. No es del todo cierto decir que era una apuesta desconocida, ya que tenía una larga trayectoria, pero cuando en 2005 se lanzó de nuevo la cabecera todo era aire, ahora más de un lustro después la historia sigue y no parece que vaya a terminar en breve.
1. lleva cincuenta años Lo que no quiere decir que lleve 50 años de emisión constante, pero sí que comenzó en 1963, el 23 de noviembre. Protagonizada por William Hartnell como el 1er Doctor, pretendiendo ser una serie educativa y que rápidamente pasó a ser de aventuras (con muchos monstruos y marcianos).
2. el doctor nunca muere Más exactamente habría que decir que el personaje no lo hace, pero sí sus encarnaciones, cada vez que se acerca su momento final sufre una proceso llamado “regeneración” por el que sigue viviendo aunque realmente sea una persona completamente diferente.
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3. tiene varios niveles de lecturas Por supuesto que uno puede elegir quedarse solo en la superficie, es una muy entretenida serie de aventuras y eso siempre gusta. Claro, que también puede profundizar en los dilemas morales que pueblan los episodios, incluyendo el hecho de si realmente el Doctor es un héroe o un hombre al que temer. O ambos.
4. el vestuario está cuidado al detalle Ya desde 1963 la necesidad de recrear la historia ha hecho que se apueste por un cuidado vestuario, pero con el paso del tiempo esto además se convirtió en una muestra de la personalidad del protagonista. Cada una de sus encarnaciones lleva prendas características que representan su personalidad (que siempre es excéntrica).
5. aparecen personajes históricos en versión de molar
Shakespeare, La reina Isabel, Van Gogh (en un precioso capítulo titulado “Vincent”), Charles Dickens (interpretado por el enorme Simon Callow), y otros muchos. Todos ellos convenientemente retocados para la ocasión, en una versión siempre carismática e icónica de los mismos.
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6. un héroe lo es según la medida de sus villanos Si no tienes grandes enemigos, entonces es que algo va mal. Algo totalmente aplicable a el Doctor, que a lo largo de cinco décadas se ha enfrentado a amenazas de todo tipo e incluso al final del Universo conocido. Dos villanos destacan por encima de todos los demás, los temibles Dalek y El Amo (un reflejo oscuro del protagonista).
7. es tremendamente británica Esto es así, ni bueno ni malo, pero es muy (pero que muy) británica. Con sus tópicos, clichés, formatos de narración y ese humor que tanto nos gusta a algunos (¡Salve, oh Monty Python!). O te gusta o no, no hay punto medio con esto.
8. no hay nada imposible Una de las máximas de la serie es que todo, literalmente, puede pasar. Hay que aceptarlo, no buscar sentido a las cosas que son imposibles y sencillamente disfrutar con ello. El Doctor puede cruzarse con ballenas espaciales, con vampiros, o enamorar a Marilyn Monroe. E incluso volver de más allá de la existencia.
9. cualquiera puede ser un compañero Desde el primer episodio el Doctor ha viajado con compañeros (antes más bien sus ayudantes, hoy en día compañeros en toda regla),que han sido humanos en su gran mayoría. Gente normal y corriente que un día se cruzan en su camino, y entonces empieza un increíble viaje por las estrellas. Estad atentos, igual sois los siguientes.
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10. viaja en una cabina de teléfono Una cabina de teléfono que además es azul. El más puro delirio pop británico de los sesenta conformado en un icono absoluto con personalidad propia. Claro, que realmente es una nave de fantásticas habilidades, que está viva y se lo pasa bomba de aventura en aventura.
11. john hurt será (o ha sido) el doctor En el último episodio emitido, en mayo de este 2013, se hizo una sorprendente revelación: la existencia de una desconocida encarnación del Doctor, y además interpretada por John Hurt. Quién es exactamente es algo que se desconoce, al menos hasta la emisión de “The day of the Doctor” en unos días, aunque el que suscribe piensa que es el 8º al que dio vida Paul McGann en 1996.
12.el 23 de noviembre en cines ¿Hace falta decir más? Sí, también en nuestro país (servidor ya tiene su entrada). Cinesa proyectará en pantalla grande y en 3D el esperado episodio especial del 50º aniversario, un hito en la historia de la televisión y que además podrá verse en cine. Run!
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La literatura y Doctor Who: un matrimonio de cincuenta años en busca de las bodas de Platino por Víctor Alós Yus, Editor de Sepelaci Edicions Cincuenta años no se cumplen todos los días. Es un momento importante en la vida de cualquiera, sea una persona, un objeto o, en el caso que nos ocupa, un personaje de ficción. Alguien que ha superado año tras año las duras condiciones que impone la televisión y que ha conseguido, con descansos incluidos, resistir medio siglo ofreciendo entretenimiento, magia y emoción a varias generaciones de espectadores. Doctor Who cumple cincuenta años siendo un referente para la ciencia ficción televisiva y eso ha sido posible gracias a los argumentos y guiones de sus episodios. La presencia de grandes aficionados al género han acercado al público general tramas que de otra manera no habrían llegado de ninguna manera hasta ellos. 18
La rica imaginación de los responsables de los guiones se ha nutrido de muchas fuentes, alguna de ellas muy reconocibles. Otras, posiblemente no tanto, sobre todo para los espectadores que veían el programa desde otros países alejados de la cultura anglosajona. Pero alguna de esas inspiradas historias tienen su origen en obras de la literatura universal. Como buenos ingleses, los creadores y desarrolladores de Doctor Who tienen entre sus referencias a los grandes escritores que, a lo largo de la historia han aportado obras que han trascendido los siglos y que hoy son grandes aportaciones a la Humanidad, así en mayúsculas. Quizá sea en la nueva etapa de la serie don-
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de hemos sido más conscientes de ello. En parte, para qué vamos a engañarnos, porque es en esta etapa donde se ha actualizado la mitología del personaje y se ha hecho más accesible para los no-anglosajones. En las aventuras del noveno, décimo y undécimo Doctor, este y su acompañante han viajado hasta escenarios claramente reconocibles y donde se han visto involucrados en situaciones en las que se han unido a personajes tan importantes en el mundo literario como Charles Dickens o el mismísimo William Shakespeare, en sendos episodios. Las obras de estos también han sido la excusa para tejer la amenaza de la semana en
algún episodio, aunque es en los especiales de Navidad donde más presente está el ambiente literario. Los de los años 2011 y 2012, por poner solo dos ejemplos, transcurrían en mundos surgidos de dos libros sobradamente conocidos. El Cuento de Navidad de Dickens y el fascinante universo de Narnia. Dos ejemplos, de los muchos que habitan esta sorprendente serie, que demuestran que las buenas historias no se destruyen nunca, solo pasan a otros formatos y visitan otros mundos y tiempos. Y en este caso, lo diremos. La TARDIS es más grande por dentro y allí encontramos miles de historias que nos aguardan. ¡Sigamos el viaje!
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Al genio se le quedó pequeño el lienzo y decidió pintar las estrellas por Claudia Gavilán, historiadora del Arte. Ilustración de Pepe Rubíes Me hice fan del Doctor por pura casualidad, cuando vivía en Irlanda un día lo pillé por la tele, “Los Fuegos de Pompeya”, yo, inocente de mí pensé que era un documental de Roma, y como soy historiadora, decidí verlo. Cuál sería mi sorpresa al ver aparecer al Doctor tan enérgico, tan inteligente, tan sexy, quedé fascinada, desde entonces buscaba todas las tardes en que canal y que días lo ponían y se convirtió en un ritual el verlo en cuanto 20
lo emitían. Cuando un amigo me comentó que habían hecho uno sobre Van Gogh me lance como loca a verlo, pues no en vano es mi pintor favorito. Y es un capítulo que me sorprendió gratamente. El personaje de Van Gogh es complicado, todo el mundo conoce los girasoles, que, en
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el capítulo, según lo veo yo es la parte más bonita, cuando Amy le llena la casa de estas flores para inspirarlo en lo que será su obra más conocida. Pero Van Gogh es mucho más, es un mundo, y es un mundo melancólico y bonito a la vez, desde su infancia no encontraba su sitio, desde siempre tuvo algo en su cabeza que no encajaba, y en su obra se ve en las pinceladas agresivas y circulares, como un sol, que según los psiquiatras es símbolo claro de locura.
cuando conoce al Doctor, pero Van Gogh sigue solo y durante toda su vida estará solo porque nadie le comprendía; Y porque él mismo no era capaz de vivir con nadie, el famoso episodio del corte de oreja fue después de una pelea brutal que tuvo con su amigo Gauguin que había ido a vivir con él, le había perseguido por toda la casa, cuchillo en mano, y claro Gauguin salió huyendo y por los remordimientos Van Gogh decidió afeitarse algo más de la cuenta… La relación con su hermano fue su sustento, lo demuestran la gran cantidad de cartas que se intercambian a lo largo de su vida y a través de las cuales se ve perfectamente la evolución del autor, Van Gogh pintaba a través del sentimiento, cada pincelada era una de sus pulsaciones, hasta que no pudo más, el autor que hoy se vende por millones no vendió más que un solo cuadro en su vida y este fue a su propio hermano.
Su obra de la primera época es oscura, era el sacerdote de una comunidad minera y pinta toda la dureza de esta vida y su oscuridad. Van Gogh se enamoró, pero ella era prostituta y encima tenía un hijo, un auténtico escándalo de relación para la época, así que tampoco logró ser feliz con ella…
En el capítulo se aprecia la luz y el color de Van Gogh pero también su soledad y su sensación de no encajar en ningún sitio. Una escena que me hizo llorar fue cuando le llevan al museo y el guía dice que él es el pintor de pintores, y lloré más aún cuando descubren que a pesar de todo él muere solo en una habitación del hospital psiquiátrico.
Cuando empieza a pintar ya con sus característicos colores vivos y brillantes, (sobre todo el amarillo que es una estética que domina todas las escenas de día del capítulo) es que ya está en Arles, y está fascinado por la luz sureña, saliendo de la oscuridad del norte es
Van Gogh fue un genio fuera de época, y como todos los genios estaba adelantado a su momento, y esto es algo muy grande con lo que hay que saber vivir, quizá al genio se le quedó pequeño el lienzo y decidió pintar las estrellas. 21
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El día de hoy está dedicado al 8º Doctor, desde hace mucho mi predilecto (sin motivo concreto) y uno que es ciertamente desconocido para el público, por eso en parte he querido dar un poco de fondo. Ha sorprendido que Moffat lo usara, o más bien que finalmente lo mostrara contando con Paul McGann y sorprendiéndonos a todos. A lo que solo se puede decir que sin duda este guionista sabe bien qué hacer para tener al público contento. Hace unas horas el crítico James Ruthven nos ha hablado de la cinta de 1996, la única vez en la que habíamos podido ver a esta encarnación (hasta hace poco, quiero decir), pero ahora voy un paso más allá y os dejo el rollo B del estudio. Casi dos horas de material descartado, escenas con pantalla verde, y un material que solo es apto para los muy seguidores del personaje. http://www.youtube.com/watch?v=kbzj-LfI7D0
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La TARDIS en los noventa por James Ruthven, crítico Cincuenta años se dice muy rápido, y sin embargo ha llovido mucho desde entonces. Los años sesenta presenciaron el nacimiento de la cultura hippy, del rock como lo conocemos hoy día, de una nueva forma de hacer cine y, entrando en el género que nos atañe, nos llevó “donde nadie ha llegado jamás”. Decir que soy fan del doctor Who sería mentir descaradamente. No lo soy. Apenas he visto un puñado de episodios de la nueva “generación” (con Christopher Eccleston y David Tennant en el papel protagonista). Desco-
nozco completamente el mundo que rodea la serie. No obstante, uno de natural curioso conocía de antemano la historia básica de este personaje, extraterrestre de procedencia, de una raza llamada los Señores del Tiempo y con un inusual vehículo de transporte espaciotemporal oculto baja la apariencia de una típica cabina policíaca británica. Y entonces me dijeron “¿Por qué no escribes sobre la película de 1996 para un especial de Doctor Who?”. ¿Quien, yo? Si no sé nada del mundillo. “Precisamente”, fue la respuesta. A 23
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riesgo de caer en una trampa de la que probablemente no salga con vida, os traigo un comentario de la película desde la perspectiva de alguien ajeno al fenómeno. Sintetizando la película: en el planeta Skaro, El Maestro ha sido condenado a muerte por varios crímenes. Su última voluntad es que sus restos sean enterradas en Gallifrey por su némesis, El Doctor (Sylvester McCoy). Durante el viaje a bordo de la TARDIS, la caja donde se encuentran los restos del Maestro se rompe y un extraño líquido sale de ella, se cuela en los controles de la TARDIS y obliga a hacer un aterrizaje de emergencia. El Doctor aparece de improviso en Chinatown, San Francisco, en 1999. Con tan mala fortuna que aparece justo enmedio de una pelea de bandas y acaba herido de gravedad. Chang Lee, el chico al que estaban disparando en realidad, llama a una ambulancia y el Doctor es trasladado al hospital donde la doctora Grace Holloway (Daphne Ashbrook) intenta operarle, pese a los intentos del hombre por hacerle entender que no es humano, pero pierde a su paciente. Mientras, la extraña sustancia ha seguido al doctor fuera de la TARDIS y se ha apoderado del cuerpo del conductor de la ambulancia, Bruce (Eric Roberts). El problema que me encuentro es que, al no ser fan del Doctor Who, me quedan muchas preguntas en el aire. ¿Quién es El Maestro? ¿Qué ha hecho para ser condenado a muerte? ¿Por qué el Doctor es su némesis? ¿Qué ocurre con el Doctor cuando muere? Lo que si se puede comentar sin estar dentro del mundillo, es que se trata de una película que se nutre de Hollywood en su presentación, intentando acercar el personaje a un nuevo tipo de público. Y es que la cinta tiene un tono bastante oscuro, no directamente en la trama (que también un poco) sino también en la fotografía y la iluminación. La mayor parte de la historia sucede de noche o en lugares cerrados con una iluminación mínima 24
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o, por decirlo de alguna manera, extraña. Y eso me hace pensar en películas rompedoras de aquellos años como Terminator 2 o Super Mario Bros (que también se puede ser rompedor para mal). Leo por ahí, documentándome un poco, que la serie finalizó siete años antes de esta película, por lo que entiendo que esta cinta intentara recuperar el fenómeno a través de “lo que estaba de moda” en el aspecto audiovisual del momento. También se nota su época, su momento. Y es que encontramos muchos clichés de los noventa en ella, típicamente americanos, especialmente en lo que respecta a los vestuarios (exceptuando, claro, al Doctor). Por ejemplo, podemos ver a la gente de los barrios bajos en los que aterriza el doctor vestidos a lo negratas, aunque sean más bien tirando a gente de descendencia asiática. Los años noventa fueron cuando empezó a calar la moda “haz lo que quieras”, que dejaba atrás los inocentes sesenta y setenta y cerraba los ochenta de forma abrupta. Esto influyó tanto en la moda como en aspectos sociales, y caló especialmente en la juventud que encontró de repente una mayor libertad y bonanza respecto a generaciones pasadas. Creo que si la película se hubiera hecho unos años después, muy posiblemente se habría incluido en la trama elefecto 2000 (aquello de que antes los ordenadores indicaban el año sólo con las dos últimas cifras y aquellas paranoias de lo que ocurriría si no se alargaba hasta las cuatro cifras y creyeran regresar a 1900) que se puso tan de moda precisamente en el año en el que la acción de la misma toma lugar. Con un par de vueltas de tuerca británicas y típicas del Doctor, tal vez hubiera hasta colado. Se trata, en conclusión, de una película decente, aceptable para su momento y entretenida, y con un final abierto para que sigamos las aventuras del Doctor. ¿Lo haríais si no fuerais fans? 25
Ilustración de Borja Yagüe
El Doctor Viaja a bordo de su TARDIS, una asombrosa máquina capaz de ir a través del tiempo y el espacio, además de ser más grande por dentro que por fuera (explicado por Tom Baker, Cuarto Doctor, como que el interior y el exterior están en dimensiones distintas). Pero sin duda lo más característico de esta asombrosa nave es su forma, la de una vieja cabina de teléfono (azul) del Londres de los años sesenta.
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¿Y porqué? Bien, todas las TARDIS tienen lo que se denomina un circuito camaleónico y hace lo que su nombre indica. Recogen datos del exterior y asumen un aspecto que ayudará a que pasen desapercibidas, pero en este caso no funciona y eso hace que se haya quedado atascada. De hecho en los primeros episodios de la serie, es el propio Doctor (encarnado por William Hartnell) el primero en sorprenderse de que permanezca igual y no haya cambiado al ir a otra época. Posteriormente se ha sabido que se ha llegado a reparar el error, pero como está viva (sí, de verdad, estos esquifes no son solo máquinas. Son producto de la asombrosa tecnología de los Señores del Tiempo) prefiere seguir así, más que nada es que a ella (es chica, o al menos así la considera el Doctor, y en un episodio toma forma humana y es mujer) le gusta ser así.
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Octavo Doctor, Paul McGann por Doc Pastor, ilustración de Joseba Morales Tras un más que merecido descanso, se intentó relanzar la franquicia. Para ello se preparó una producción de gran coste (más o menos), con una TARDIS renovada (que en mi opinión lucía mejor que nunca), un capítulo piloto potente que podía funcionar de forma unitaria, se recuperaba a los villanos más temibles de todos (Los Dalek y El Amo), además de dar un lavado de cara y modernidad. Por supuesto fue un fracaso, al menos para las pretensiones de la FOX de lanzar toda una nueva serie, que ha quedado solo como película que entra en el canon (y sigue en el Whoverso expandido) pero que no llegó a nada más. Paul McGann encarna a un Doctor más victoriano, en referencia al primero, que sufre ataques de amnesia y que se encuentra de pronto con tener que luchar por su vida. En parte el problema que tuvo fue la intervención americana, el que paga manda, con lo que se intentó adaptar en cierta medida a los gustos del público del país pero sin lograr un buen resultado. Doctor Who es demasiado británico, y poner a Eric Roberts para ser El Amo es un acierto (es un gran actor) pero lo de vestirle con chupa de cuero y gafas, además de hacer que lanzara ácido, es… En fin, ved la película, que os llevará poco y está dentro de la continuidad. 28
Por otro lado la personalidad de este Octavo Doctor se ha desarrollado mucho más en el resto del Whoverso, de hecho es el que más aventuras ha vivido, mostrando una profundidad que no tenía en 1996 ya que fue un producto de una única aparición.
El paso del Séptimo al Octavo En un primer momento estuvo a punto de no seguir la línea cronológica, pero finalmente se apostó por ello y es la oportunidad de ver a Sylvester McCoy luciendo de nuevo la americana y el jersey que tanto le caracterizan. Morirá en un hospital, y mientras su cuerpo está en la morgue sufrirá la tan fantástica transformación que le llevará a tener el rostro del Octavo.
La interferencia americana El que paga manda, y la FOX pretendía adecuar una serie tan británica al público americano. Por eso la acción se desarrolla allí, El Amo es interpretado por Eric Roberts y no termina de tener ese toque inglés tan característico. Aunque pudo ser peor. Info extraída de mi Guía de iniciación (rápida) a Doctor Who, páginas 35-36.
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But probably not the one you were expecting por Marcos Muñoz, escritor y periodista A estas alturas ya no sé cuantas veces he mirado el episodio The Night of the Doctor. Digo episodio y debería decir mini-episodio, porque la pieza no llega a los 8 minutos de duración. Y sin embargo tiene un inicio, un desarrollo y un desenlace, tiene conflictos varios, planta semillas argumentales y resuelve otras, cumple el sueño de un buen puñado de fans y demuestra que Paul McGann sigue teniendo a flor de piel el personaje que interpretara sólo una vez ante las cámaras en 1996 pero al que ha dado voz en docenas de audiodramas: el Octavo Doctor. Hablamos de Doctor Who, por supuesto. A veces me recorre el pensamiento, “¿de qué sinó?”. Aquella película que falló en su intento por llevar de nuevo la serie a las pantallas británicas, una serie nunca cancelada pero que había sido abandonada por la BBC en 1989, no tuvo continuidad directa cuando, con un esfuerzo 30
titánico de Russell T Davies, Jane Tranter y otros, Doctor Who volvió en 2005. La película arrancaba con el Séptimo Doctor (Sylvester McCoy) que tras algunas escenas era asesinado y se regeneraba dramáticamente (podríamos decir romántica, góticamente) en el Octavo; la serie de 2005 empezaba con un Noveno Doctor que parecía haberse regenerado no hacía mucho y que, poco a poco, descubríamos que había jugado un papel esencial en la Guerra del Tiempo, la Última Gran Guerra del Tiempo que había acabado con los Daleks y con los Señores del Tiempo. Tan esencial como que había prendido la mecha de su genocidio. ¿O acaso no había sido el Noveno quien había participado en la Guerra del Tiempo? ¿Fue el Octavo? El misterio quedó en el aire y, con la llegada de dos nuevos Doctores y un nuevo showrunner, no pareció irse a desvelar nunca. Hasta que de pronto, en los compases finales del último episodio de la Temporada 7 (de la era moderna de Doctor Who; 33 del conjunto), The Name of the Doctor, encontramos a un hombre desconocido agazapado en el interior del Doctor: un anciano que no corresponde con ninguno de sus 11 rostros, lo que ya desde el principio elimina la posibilidad de que se tratase de un Octavo Doctor anciano. Una persona que es una de las regeneraciones del Doctor, pero de la que él mismo abomina, que rechaza hasta el punto de considerar que no merece el nombre de Doctor. El actor es el legendario John Hurt. Su tiempo en pantalla a duras penas alcanza el minuto, y la mayor parte de él está de espaldas. Pero como gran cliffhanger final de temporada, lo cambia todo, sube las cotas de
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epicidad hasta el 11 y no sólo con la duda del “¿qué pasará ahora?”. No, eso sería demasiado fácil: también del “¿qué pasó antes?” Y eso es lo que nos lleva de nuevo a The Night of the Doctor: porque además de dar una clase interpretativa impartida por McGann (cuando parecía que ya nadie se acordaba de él), el guión de Steven Moffat le permite filigranas como, con una sola frase, convertir en canon todas las audioaventuras de Big Finish del Octavo Doctor, exactamente igual que si las hubiera producido la BBC. Pero además recoge esa pregunta del “¿qué pasó antes?”, le da una respuesta sólida, directa a la mandíbula, y dibuja la base del Doctor Guerrero de John Hurt, de nuevo en un tiempo récord. Lo que viene ahora, el 50º aniversario con
Matt Smith, David Tennant y John Hurt retomando sus papeles, con esos trailers que prometen el retorno de los zygons, muy recordados aunque en la serie clásica sólo aparecieran una vez, pero también un anhelado vistazo a la Última Gran Guerra del Tiempo y, promete Moffat, la exploración del origen de nuestro héroe y un giro copernicano en el foco de las aventuras del Doctor. Tras La Noche llega El Día del Doctor. Las apuestas están altas, las fichas dispuestas sobre el tapete: puede ser una jugada larga o un “todo a una carta”. Lo que está claro es que Doctor Who, a sus 50 años, no es precisamente un artefacto de pura nostalgia o arqueología televisiva. Doctor Who es, en estos momentos LA SERIE. ¿Cuál, si no? 31
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Más allá de la serie de televisión
por Lander Arteaga Egiluz, comunicador 3.0 y ayudante de realización en Canal 24 horas Ilustración de Nelle Carver Cuando hace unos días, Doc Pastor me pidió escribir sobre Doctor Who, me sentí abrumado. Es una serie legendaria, sus 50 años no es algo habitual, y mis conocimientos sobre ella, si tal vez superan a los de la mayoría de la gente común, son realmente insignificantes al lado de cualquier fan whovian. Una tarea ardua pero ante la cual opte por no acobardarme. Siguiendo un pequeño consejo de mi Doctor particular (Doc Pastor, claro), opté por plantearme una pregunta con difícil respuesta, una pregunta cercana a la clásica “Doctor Who?”, una pregunta más mundana: ¿Qué es Doctor Who? Bote pronto, la respuesta parece sencilla: 32
Doctor Who es una serie, o un serial, británico que nace en noviembre de 1963, y que nos cuenta la historia del Doctor, un señor del tiempo, que viaja con su peculiar nave, una cabina de policía inglesa de color azul, a través del tiempo y del espacio. Con más o menos acierto, la respuesta ha sido sencilla de escribir… pero, ¿es Doctor Who algo tan sencillo? Desgraciadamente, no. Doctor Who es una producción televisiva que, a día de hoy, debería ser un ejemplo de estudio para conceptos tan de moda (y mucho menos modernos de lo que parecen)
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como crossmedia o transmedia. Doctor Who es, ante todo, una idea adelantada a su tiempo, una idea que fue creciendo año a año, y que con la última, y más reciente etapa, ha podido desarrollarse en su totalidad. Doctor Who es un proyecto crossmedia y transmedia que se inició muchos años antes de que estas rimbombantes palabras se empezarán a utilizar. Como muchos sabréis, el serial original nació con vocación educacional, buscaba dar a inculcar a los pequeños de las casas conocimientos que iban desde innovaciones tecnológicas a datos históricos, según la época y la temática de cada episodio. Esto, así explicado no nos dice nada, pero demuestra que ya, desde su concepción, Doctor Who buscaba una interrelación con el espectador, no tan habitual en aquella lejana época televisiva. Otro dato interesante. Menos de un año después de su primera emisión, la serie lanzaba al mercado sus primeros objetos de merchandising, algo habitual hoy en día, pero absolutamente raro antes del “boom” mercantil de la película “La guerra de la galaxias”. En 1964, lanza se lanza un juego de mesa centrado en el segundo serial, “The Daleks”. Los jugadores tenían la misión de ayudar al Doctor, evitando la “Invasión Dalek”. Una innovación para época, que vuelve a esconder un nuevo intento de involucrar al espectador y seguidor de Doctor Who en la propia historia, en las aventuras mostradas en televisión. Durante las siguientes décadas, tanto cuando la serie seguía en emisión como cuando no lo estuvo, Doctor Who fue expandiendo su universo, siendo permeable a casi todas las novedades que le permitían acercarse al espectador. Libros, comics o la revista oficial (Doctor Who Magazine), han sido un clásico a lo largo del tiempo, pero no deben impedirnos ver como surgieron, desde muy pronto, los primeros audio-libros, los juegos de rol en la década de los ochenta o los juegos de orde-
nador en los años posteriores. Siempre aprovechando los últimos avances tecnológicos o la última moda para acercarse más al fan. El último paso ha sido la interactividad digital. El 5 de junio de 2010, en paralelo al episodio emitido ese día, la BBC lanzó un juego online interactivo de dos horas de duración (The Adventure Games), donde los jugadores interactuaban con el décimo Doctor, con el propio Matt Smith. Ese día, la idea inicial de acercar lo más posible la serie al espectador, culminó en la más absoluta integración entre Doctor Who y sus seguidores: la total interactividad. Si repasáis lo leído hasta ahora, veréis que la definición que os daba al inicio sobre qué es Doctor Who, se hace cada más pequeña, más imprecisa, a cada línea que hemos ido leyendo. Doctor Who es mucho más que una simple serie, no es solamente una producción televisiva con mucho merchandising a su alrededor. Simplificando mucho las explicaciones, Doctor Who es una idea transmedia adelantada a su tiempo, un proyecto que se fue expandiendo por todos los medios que le fue posible (crossmedia), desde el papel a mundo digital, pasando por los audio-libros, los juegos de mesa, siempre buscando un acercamiento, una unión con sus seguidores, hasta que consiguió la interactividad (transmedia). Para mí como fan, Doctor Who es una pequeña gran joya de la historia, pasada y reciente, de la televisión. Para mí como comunicador, Doctor Who es un ejemplo a seguir y del que aprender.
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Dinero en la hucha para saciar al fan que llevas dentro por Sebas Cepe, redactor de gencomics Si estás leyendo esto y como yo eres fan del Doctor seguro que una de las cosas que más deseas tener entre tus manos es un destornillador sónico cómo el del tercer Doctor, el cuarto, decimo o undécimo o el más clásico de todos. Esto por supuesto es solo la punta del iceberg de lo que ofrece Doctor Who en merchandising, no hay que olvidar que es una serie que cumple 50 años de historia y que a lo largo de estas 5 décadas ha vivido varios momentos en los cuales movía muchísimo fandom y por ende la BBC ha aprovechado el filón para sacar el máximo provecho a la serie. Por supuesto lo primero que uno piensa es en hacerse con la serie en DVD pero por desgracia en España solo nos han llegado las 3 primeras y actualmente parece que solo están disponibles la primera y la segunda. Si quie-
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res disfrutar no solo de todas las temporadas modernas sino de las temporadas antiguas debes de mirar en el extranjero (y sobretodo debes de tener un gran nivel de ingles). Fijaos si hay diferencia en este aspecto que ya puedes reservar el DVD con el especial “The Day of the Doctor”, por si verlo en el cine una vez te ha sabido a poco. Algo que de seguro NO podéis dejar pasar por alto es la banda sonora de la serie. También podéis encontrar la música de las nuevas temporadas en spotify pero a mi ya me ha pasado alguna vez de superar el límite de veces que te permiten escuchar “This is Gallifrey: Our Childhood. Our Home”. Preciosa. En general para encontrar el mejor y más variado material tienes que buscar en Reino Unido. Actualmente tenemos una gran cantidad de merchandising para elegir centrado en
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el Doctor, sus enemigos y sus compañeros, como por ejemplo una gran variedad de figuras y muñecos como estas divertidas figuras Lego o extrañas versiones del Doctor Mr. Potato. Figuras centradas en la serie antigua y en la moderna, juegos de mesa (¡Un monopoly! ¿Qué podrás comprar? ¿Planetas?), camisetas, ¿Os acordáis de “Donde está Wally”? Pues aquí tenéis un ¿Dónde está el Doctor? Y no os perdáis tampoco esta sección dedicada a losDaleks donde podéis encontrar camisetas, tazas, figuras, dvd’s con los capítulos protagonizados por ellos… absolutamente de todo. ¿Y que tal algún videojuego? Por desgracia no se ha prodigado mucho el Doctor en ese aspecto aunque algo si que hay para PS3, Wii y Nintendo DS. Si pasamos al lado opuesto de la interactividad tenemos una ingente cantidad de libros dedicados a Doctor Who ya sea narrando nuevas aventuras o adaptando algunas ya conocidas. De entre todas las lecturas que tenéis disponibles destacaría dos que están orientadas a analizar la serie de una forma más profunda y metódica: Inside The Tardis de James Chapman, editado en 2006, en parte celebración de la nueva serie, en parte introducción y repaso a la historia de la misma. Un libro ameno, didáctico y bien desarrollado. El otro libro es Chicks Unravel Time de Lynne M. Thomas y Deborah Stanish; se trata de una colección de ensayos temporada a temporada desde el inicio de la serie con artículos bastante interesantes. Siento no haber podido recomendar más artículos en español pero como ya he comentado si quieres tener lo mejor en merchandising del Doctor tienes que buscar en la fuente. Ya sea para comprar los dvds, un destornillador sónico o la figura de tu doctor favorito (¡O las de todos!) vas a tener que empezar a meter dinero en la hucha para saciar al fan que llevas dentro. 35
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El Doctor en los cómics
por Raúl J. Sinovas, gerente de Shogun Cómics Si hay algo que defina a los seguidores de Dr. Who es la perseverancia. La obsesiva forma de no perderse un episodio, de conseguir nuestro merchandising, de leer e informarnos sobre nuestros personajes favoritos, y hasta discutir sobre el funcionamiento de nuestro destornillador sónico. Si además de eso vives en un planeta alejado de la galaxia civilizada como es España hay tareas hercúleas; una de ellas, conseguir comics de Dr. Who. Vamos a intentar comentaros las diferentes posibilidades lectoras de nuestro Gallyfreita favorito. Los primeros títulos que encontramos del Dr. Se remontan a los semanarios ingleses que apoyaban la serie en las famosas tiras dominicales. Según fue creciendo su fama las historias fueron ampliándose y en lugar de ser una mera translación de los episodios tomaban carices diferentes hasta que llego la ahora todopoderosa Marvel Comics y se hizo con los derechos del Doctor creando el “Doctor Who Weekly”, donde autores de la talla de Alan Moore o Dave Gibbons expandieron el universo conocido en el espacio y el tiempo. A vosotros mitómanos quiero lanzaros en la búsqueda y caza de quizá una de las historias que siempre quisimos ver en pantalla pero que se perdieron a causa de la no aparición de la serie, no es otra que “Doctor Who: The Flood” en la que vemos por fin la regeneración acaecida entre el 8º y el 9º Doctor. Pero no solo de comics antiguos vive el 36
“whoiota”. Actualmente existen dos líneas de colección paralelas: “Doctor Who Classics”, que engloba las aventuras de los 9 primeros doctores de la época clásica, y que en ocasiones son las reimpresiones clásicas y en mucho es la revisitación de los episodios de la serie original; y “Doctor Who Adventures” donde vemos en la última época las desventuras de Amy y Rory acompañando al Doctor.
Anexo: Sí, Esto va por vosotros mis coleccionistas, la segunda caza del tesoro es la de la 5º temporada de “Torchwood” a modo de “tie-in” escrito por el propio John Barrowman. ¿Qué más podéis pedir? Bueno…si…Que los publiquen en España!!!
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Cuando Superlópez encontró al Doctor por Doc Pastor, con bocetos cedidos por Jan Superlópez no necesita presentación alguna (y menos este año en el que celebra su 40º aniversario).Tampoco el Doctor (y menos este año en el que celebra su 50º). Ahora, se coge a ambos, se mezclan en una aventura, y lo que tenemos es “El ladrón del tiempo”. Una incursión en toda regla en la ciencia ficción y en la aventura, al más puro estilo de la serie británica.
te. Aunque solamente nuestro protagonista de capa y bigote se da cuenta de ello, o no del todo, ya que el malvado profesor se cruzará con el Doctor Whoof. Doctor Who? (dicho en inglés). No, Doctor Whoof. Un viajero temporal del planeta Gallynafría, que a bordo de su TARDANIS (a mad man with a blue box!) se enfrente a mal-
Jan es un buen conocedor de los géneros y no duda en usarlos, siempre está al tanto de la actualidad de la que empapa a sus páginas, y de hecho esta no es la primera vez, ni la última, que la historia se nutre en buena medida de lo que realmente no es más que un reflejo del día a día. No hay que olvidar que la crítica social es un tema habitual en la obra de este autor, desde esa conocida viñeta en contra de la droga, al apoyo al 15M, y sencillamente haciendo desde hace décadas lo que hoy se considera uno de los puntos novedosos de la llamada “Novela Gráfica”. Pero este señor, es lo que es, es un dibujante de tebeos en la definición más pura del término, motivo por el cual nada está fuera de su mirada y de sus capacidades creativas. Pero hay que decir que en esta ocasión se vuelca totalmente en la aventura y deja de lado esa visión que podríamos denominar reivindicativo, algo que por otro lado también es de agradecer ya que no podemos olvidar que en esencia (bajo cierto prisma del humor) Superlópez es un superhéroe, con sus poderes y sus villanos temibles. Justo uno de ellos, el inquietante Escariano Avieso (¿quién mejor?), crea una máquina del tiempo con la que viaja por el pasado interfiriendo en la infancia de los grandes dictadores del pasado siglo (incluyendo a Francisco Franco) lo que causa problemas en el presen37
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poradas (se cita a lo ángeles, que hicieron aparición en uno de los mejores episodios de estos años, “Blink”), o el interior de su fantástica nave. Es cierto que en este caso la crítica social que muchos amamos en Superlópez no está presente, pero sí todo un homenaje a la desatada creatividad y locura que puebla el universo del Doctor (ya sea Who o Whoof). Jan logra captar totalmente esos capítulos en los que todo puede pasar, en los que un simple cambio puede romper todo el tiempo, y en los que correr para llegar antes de que el reloj se pare es la única opción. Si uno cierra los ojos por un momento, casi puede escuchar al gallynafriano diciendo “Run!”.
vados como the Master o los Traleks, con la ayuda de su destornillador ultrafónico. Pero además de todo esto, sin duda el mejor punto de referencia de este sosias es su aspecto físico, que combina un poco de David Tennant (10º Doctor) con ese inolvidable corte de pelo del que llegan a reírse en la propia serie, junto con el más reconocible detalle de Tom Baker (4º Doctor), su larga y colorida bufanda. Además de llevar tirantes, algo que nos hace pensar en Matt Smith (11º Doctor, que está viviendo sus últimos momentos al frente de la veterana cabecera). Un auténtico repaso por muchos de los elementos más icónicos de Doctor Who, como el hecho de sus dos corazones (aunque en esta obra son bastantes más), los enemigos con los ha combatido en las últimas tem38
Claro que esta no es la primera vez que el dibujante hace un homenaje de esta categoría, y es imposible no hacer cita a una de sus mejores obras, “El señor de los chupetes”, historia que se inspira en el relato de Tolkien, “El señor de los anillos”. Y tampoco es nuevo que el héroe viaje por el tiempo, algo que ya pudimos ver en “La acera del tiempo” o en “La casa amarilla”, cuando irá hasta el siglo XIX encontrándose de lleno con Van Gogh y su dramática vida. Algo que también le sucedió al Doctor en “Vincent and the Doctor”, con algunos de los momentos más bellos de toda la serie (y personalmente, el capítulo más precioso de todos). Aventura, emoción, héroes, villanos, humor, referencias, tortazos… ¿Hace falta algo más? Una historieta para seguidores de Superlópez y amantes del Doctor Who, disfrutaréis con ella. Nada mejor para calentar motores antes de ver los nuevos capítulos de la serie.
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¿Qué fue de Jack?
por Jorge Domínguez, videoblogger en Odacchin Ésta pregunta no es sobre el archiconocido pirata Jack Sparrow, interpretado por Johnny Depp, actor del cual nunca me digné a ver ninguna película. Tampoco sobre Jack Dawson (interpretado por Leonardo DiCaprio) uno de los protagonistas de “Titanic”, que se hundió en el fondo del Atlántico norte, muerto por hipotermia intentando rescatar de ese modo a su amada del agua helada. Esto va sobre otro Jack, uno a lo mejor no tan conocido, pero con mucha más historia a sus espaldas que los dos anteriores. En efecto, voy a hablar del Capitán Jack Harkness. Cuando a John Barrowman le ofrecieron el papel de éste increíble personaje del siglo LI, el de un timador pansexual (capaz de ser atraído sexualmente por cualquiera independientemente de su sexo, de su género y, 40
seguramente, de cualquier criatura dotada de inteligencia) viajero del tiempo y el espacio desde su primera aparición, probablemente nunca se imaginó que acabaría siendo el protagonista de su propia serie de ciencia ficción, “Torchwood”. Cuatro emocionantes temporadas de las que actualmente no se conoce intención de continuar, y es que así es “Doctor Who”, capaz de sorprender a cualquiera gracias a las ingeniosas locuras de sus guionistas, liderados actualmente por Steven Moffat. Curioso es que el Doctor lo rescatase, después de que intentara timarlo provocando un problema capaz de destruir la humanidad con una ambulancia espacial y un niño con una máscara de gas, lo acogió en la TARDIS hasta el final de la primera temporada, dándole tiempo así a demostrar el buen actor que
es llegando incluso a enfrentarse cara a cara contra tres Daleks, quedándose sin munición, y aceptando de frente su propia muerte. No obstante, más curioso es el destino que le dieron a ese personaje pocos minutos más tarde, haciendo que Rose, convertida en ese momento en el Bad Wolf, no sólo le devolviese la vida, sino que se la diese eternamente, convirtiéndolo en un punto fijo en el tiempo y en el espacio, siendo abandonado en un frío satélite por su primer salvador cerca del año doscientos mil. ¿Bendición o maldición? La verdad es que creo que ni el propio Jack sabría responder a esa pregunta, si se estuviesen refiriendo a su inmortalidad, claro, inmortalidad que desconocía hasta que regresando en el tiempo gracias a su muñequera (quién tuviera una de esas, ¿verdad?). Fue asesinado tantas veces, y de tantas formas distintas, que bien podría haber sido el tema de un libro más largo que “La historia interminable” de Michael Ende, y con más historias que las que Scherehe-
rezade le contaba al sultán Shahriar con el fin de aplacar su sed de sangre de vírgenes inocentes(“Las mil y una noches”). Lo cierto es que debe ser horrible vivir eternamente, en perspectiva, ver como todo a tu alrededor cambia y muere salvo tú mismo, sin opción a compartir destino con tus seres queridos, de tenerlos, obviamente. Posterior al abandono de Jack a su suerte, en una serie perteneciente al universo del Doctor, éste se convierte en el protagonista principal, guardando siempre paralelismos con la cabecera en la que surgió inicialmente el personaje. Y es que Jack no es un humano cualquiera, es el capitán, un hombre que ha viajado con el renegado Señor del Tiempo, y eso cambia a cualquiera. En ésta nueva serie, “Torchwood” (anagrama de “Doctor Who”), nos sitúan permanentemente, salvo por flashbacks, en el siglo XXI con el Capitán liderando una organización secreta con eese nommbre, nacida en el siglo 41
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tal, tienes toda la existencia para disfrutar de tus aciertos, de tus buenos momentos, pero también de lamentarte de tus fracasos y errores, y Jack ha tenido mucho de estos últimos. hora bien, volviendo a la pregunta que da paso a éste texto, ¿qué fue de Jack?, hay numerosas teorías en internet, pero intentaré comentar la jugada de los guionistas, para luego dar una posible vía de escape a su situación actual. Desde hace dos años no se tiene constancia de que vayan a continuar la serie de la que es protagonista, no se sabe siquiera si tienen previsto explicar, de alguna manera, cómo mueren los dos hombres que actualmente son inmortales, porque pensándolo fríamente, una vez se llegue al punto temporal de “Utopía”, una vez destruidos los últimos restos del universo, ni Jack ni Rex, el cual obtuvo la vida eterna al final de la cuarta temporada de Torchwood, podrían sobrevivir. De ningún modo pueden morir, entonces algo falla, hay dos argumentos que se contradicen y parecen igual de ciertos, ni ellos pueden morir, ni puede haber nada que sobreviva al fin del universo, ergo algo falla. La carta de sus creadores, de momento, es la de no continuar, no volver a tratar sobre el Capitán, ni siquiera en la serie de donde surge inicialmente, y es una jugada válida, obviamente, pero lo mínimo que podrían hacer es darle un buen final, y no dejarlo abierto, ¿no? XIX a manos de la reina Victoria de Inglaterra, cuya misión es combatir toda amenaza proveniente del espacio exterior. A lo largo sus cuatro temporadas, se puede ver la vida de éste enigmático sujeto, cómo se ve obligado a continuar a pesar de ir perdiendo poco a poco a sus amigos, a su novio, e incluso a su nieto, al cual tuvo que sacrificar para salvar a una décima parte de la población infantil humana perdiendo así por completo el cariño de su hija. Pero es otro de los problemas de ser inmor42
Aquí es donde entramos en el terreno de las teorías, y es que a falta de unos días para ver “The Day of The Doctor” (un capítulo que promete resolver muchas preguntas y cabos sueltos de la serie), siempre cabe la esperanza de que le dediquen un poco de tiempo a Jack. Aunque de momento no se tengan evidencias de que forme parte del guión del capítulo, pero como siempre sucede con ésta serie, podría haber alguna sorpresa, y eso es lo que por lo menos yo espero, ya que tienen que dar la talla con un capítulo de 75 minutos que conmemora el 50 aniversario del show
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más longevo de la televisión. Siempre es de agradecer que no desvelen todas las sorpresas en la promoción del episodio, siempre deben tener un as en la manga que deje boquiabiertos a los telespectadores a medida que avance el reloj. En éste punto, quienes conozcan al personaje igual piensan que me he olvidado de las palabras que le dedicó al Doctor y a Martha Jones al final de “Last of the Time Lords”, en un comentario fortuito, desvelándoles que en su juventud le llamaban “el rostro de Boe”, personaje que en esa misma temporada habia muerto advirtiéndole al Doctor de que no estaba solo en el universo. Muchos por aquél entonces, entre los cuales me incluyo, se creyeron que él era esa cabeza gigante, no obstante, valoremos que se supone que Jack es inmortal, “un punto fijo en el tiempo”, así lo denominó el 10º Doctor. Entonces éste no se debería haber muerto
frente al mismo, porque se contradeciría a si misma la propia serie, y tratándolo un poco más extensamente, no explicaría qué sucede con el otro ser inmortal, Rex, cuya existencia dudo estuviese pensada por aquél entonces, sin embargo debe explicarse también para dar más realismo a la serie y no dejar ni un solo cabo suelto, a ser posible. ¿Con qué podemos continuar? Bueno, hay un detalle que no quedó ciego a ojos de nadie, y es que entre las diversas fotos que nos han mostrado sobre el especial que se emite ésta semana, se ve a Clara Oswald con un manipulador del vórtice en su poder, una de esas muñequeras como la que llevaba el Capitán Jack Harkness y la Profesora River Song, la mujer del Doctor. Claro, podría ser que se la diese esta última, pero ella ya ha sido exprimida bastante en la última época, lleva apareciendo en la serie desde la cuarta temporada, y de hecho en el anterior capítulo, “The name of The Doctor”, también sale, sin embargo,
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una vieja aparición como la de Jack sería rompedora, interesante, y bastante necesaria, la verdad. Mi propuesta (mitad teoría), es que Jack puede salir en ese capítulo que nos tiene a todos en vilo, del mismo modo que aparece Rose en un punto de su línea temporal nada claro de momento, ya que si el 10º Doctor que vemos es el auténtico, y no su metacrisis con Donna Noble, entonces seguramente es el Doctor antes de la batalla final contra el Amo de la cuarta temporada, el que estuvo apurando su vida todo lo que pudo y más. Sin embargo, de ser ese, no podría ser la misma Rose que quedó atrapada en el mundo paralelo dos veces, una de ellas con ese Doctor semihumano, ¿o si? Lo que tengo claro, es que parece que ella posee en algún momento de la trama de nuevo los poderes regalados por
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la TARDIS en la primera temporada, los cuales permitieron salvar al Doctor, y devolverle la vida a Jack, ¿los obtuvo de nuevo o nunca los perdió? Vuelve a ser Bad Wolf quien vemos en escena pero, ¿es la Rose de la primera temporada? Dudo esto último, no vería necesidad entonces de cambiar su aspecto, pero todo es posible, y siempre puede justificarse como una necesidad del guión para que no fuese obvio que era la misma Rose de aquel momento. Ahora bien, ¿dónde está mi punto? Si Jack aparece en ese capítulo, y Rose tiene de nuevo esos poderes, es factible que se encuentren, entonces él podría pedir que le devuelva la mortalidad, pero no a corto plazo, esto es, quiere ser mortal y morir algún día, pero no hacerlo pronto (y así llegar a ser algún día el Rostro de Boe que murió en la tercera tem-
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porada), y de paso pedir lo mismo para su amigo Rex, ¿no es eso acaso posible?
a una contradicción, si Rex es inmortal, y el universo muere, ¿Qué pasa con él?
Independientemente de la historia que nos cuenten en el especial, ésto podría suceder a lo largo de la misma, y solo dejaría una pequeña pero importante cuestión sobre Jack, y es su serie, la cual concluyó hace 2 años con un final abierto. Este, a mi entender, da buen pie a una nueva temporada, la cual podría mostrar la historia antes de ese encuentro, o después, permitiendo así que se mantengan inmortales Jack y Rex hasta el final de la serie, o bien iniciándolo con esa premisa (la de que ya no son inmortales), desaprovechando así la idea de que Rex es inmortal y dándole continuidad a esa idea. Aunque también es cierto que Jack podría no comentar nada sobre Rex a Rose, con lo cual volveríamos a un problema que traté anteriormente y me ha llevado
Obviamente, son solo teorías basadas en la premisa de que el Capitán sea una sorpresa en el especial de éste sábado, si no lo es, algunas de estas ideas se podrían aprovechar, pero otras quedarían descartadas casi por completo, de todos modos, esa es la magia de ésta serie, de ésta historia. Podemos inventarnos mil maneras de continuarla a partir de un punto, pero raro es el momento en el que nos sentimos defraudados cuando vemos el siguiente capítulo y pensamos que nosotros podríamos haberlo hecho mejor, ya que admitámoslo, la serie está en buenas manos, puede que en algún momento se equivoquen, pero como todos, son humanos. Bueno, como todos, salvo el Doctor, claro.
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The Drums. The neverending drums… por César Hernández López, crítico cinematográfico Cualquier héroe que se precie debe tener un villano a su altura, debió pensar Arthur Conan Doyle cuando creó al Profesor Moriarty para que se enfrentara a su Sherlock Holmes, lo mismo que debieron pensar Terrance Dicks y Barry Letts en el momento de presentar un rival en condiciones para el viajero temporal más reconocible de la ficción audiovisual. Corría el año 1971, “Terror of The Autons”, El Doctor había superado dos regeneraciones y se paseaba por la Tierra con la cara de Jon Pertwee cuando tuvo lugar el reencuentro con el que había sido su amigo de la infancia y que ahora se presentaba como una auténtica amenaza con el rostro (y la magnética y malévola sonrisa) de Roger Delgado, que le interpretaría hasta su muerte en 1973 a lo largo de 8 seriales y 46 episodios, despidiéndose en “Frontier in Space” de la forma que cualquier villano querría: disparando a su archienemigo antes de desaparecer. Pero el personaje sobreviviría; una de sus características principales es su capacidad de volver de prácticamente cualquier tipo de muerte o eliminación, incluyendo el límite de regeneraciones presente en la parte clásica de 46
Doctor Who, y regresaría con las caras (irreconocibles bajo maquillaje) de Peter Pratt y Geofrey Beevers, en una versión físicamente destruida del villano, permanentemente en busca de una nueva forma de regenerarse y continuar viviendo. Lo conseguiría siendo interpretado por Anthony Ainley y ayudando a los Time Lords (y al Doctor) y recibiendo un nuevo ciclo de regeneraciones a cambio, aunque le duraría sólo hasta la cancelación de la serie clásica en 1989. Cruzando el charco y a mediados de los 90 nos llegaría la versión americana, que volvería a rescatar al malévolo Lord del Tiempo y a poner en dificultades al planeta en el San Francisco de 1999, con una interpretación tan histriónica como divertida por parte de Eric Roberts. Después de aquel intento, no volvimos a saber nada de The Master hasta la tercera temporada de la nueva serie, cuando el Doctor se le encuentra en el Final del Universo, más allá del año 100 trillones, camuflado en la forma humana de Derek Jacobi y re descubriéndose a sí mismo antes de regenerarse en una versión más joven (y rubia) pero igual de ambiciosa, John Simm, invadido por un cuatro notas de tambores en su cabeza.
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El personaje Nacido en Gallifrey fue amigo de el Doctor en la infancia de ambos, cuando nada hacía sospechar que The Master se convertiría en el villano que conocemos, más bien todo lo contrario, era un alumno aún más brillante que El Doctor. Enfrentado la Cisma Desenfranada, un desgarro en el tejido del tiempo que muestra todo el vórtice temporal, una de las iniciaciones de los jóvenes Time Lords para entrar en la Academia, el joven Amo pierde la razón. “Unos se llenan de inspiración, algunos salen corriendo y otros se vuelven locos” en palabras del Doctor, que atribuye la malvada personalidad de su antiguo amigo a aquél momento concreto. Lo que desconoce El Doctor hasta su décima regeneración es que aquél momento fue elegido por los Time Lords, atrapados eternamente en la Guerra del Tiempo con los Daleks, para crear un puente que les permitiera regresar. Introdujeron cuatro notas de tambor, cuatro golpes que representan el latido del corazón de un Time Lord y que se llevan reproduciendo en la cabeza de The Master desde que tenía 8 años. Para volver
loco a cualquiera. Otra cosa es que esa locura derive en planes de conquistar el Universo, motivo por el que nuestro villano eligió ese nombre. Capaz de sobrevivir a casi cualquier cosa y de regresar una y otra vez, The Master también tiene unos poderes de persuasión tremendos, en la época clásica su voz puede controlar las mentes más simples (al estilo de Saruman, otro de los grandes villanos “británicos”), además de ser capaz de hipnotizar a cualquiera. Al igual que el Doctor siempre lleva consigo un Destornillador Sónico, el Amo carga con un arma de nombre “tissue compression eliminator” capaz de encoger a sus víctimas hasta causarles la muerte. En la última regeneración del villano se presenta un nuevo gadget, el Láser Sónico, capaz de matar de un disparo o bien de acelerar el proceso de envejecimiento del objetivo y que sólamente puede ser utilizado por The Master gracias a un dispositivo de seguridad biométrico. En la época clasica podemos disfrutar de la TARDIS del Amo, una nave con las mismas capacidades de la cabina azul, pero que no tiene dañado el Circuito Camaleónico y, por tanto, puede mostrar todo tipo de formas
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para pasar desapercibida en la época en la que se materializa. La forma más común de representarla es una columna arquitectónica, pero también ha aparecido como una chimenea, un reloj de pared, un árbol, incluso de una Dama de Hierro o de una cabina de policía. Después de la Guerra del Tiempo no hay constancia de que The Master tenga una TARDIS y por tanto la última de su especie es la del Doctor, que roba para sus malvados planes. The Master se ha enfrentado a todas las regeneraciones de El Doctor salvo la Novena y la Undécima, aunque los ciclos de William Hartnell y Patrick Troughton fueron antes de la creación del personaje, estas versiones se encontraron con él en el especial “The Five Doctors”, donde el malvado se gana un nuevo ciclo de regeneraciones de manos de los Time Lords por ayudar a su rival y antiguo amigo, el Doctor.
Los intérpretes Roger Caesar Marius Bernard de Delgado Torres Castillo Roberto, nacido en Whitechapel de padre español, es, probablemente, el actor más reconocible en el papel del villano de Gallifrey. Acostumbrado a interpretar villanos, su rostro era muy reconocible para el público de la época y era perfecto para mostrar el estilo y el carisma que pretendían en The Master, reminiscente de la película Svengali (Archie Mayo, 1931) tanto como del Profesor Moriarty de Conan Doyle. Misterioso, educado, elegante, manipulador, con habilidades hipnóticas y planes retorcidos… 48
Los siguientes intérpretes recogieron la “cáscara” de un personaje, puesto que El Amo estaba pasando por malos momentos tratando de conseguir una nueva regeración y pasando por parasitar otros cuerpos y fue Anthony Ainley, otra de las caras más reconocibles, quien volvió a darle un aspecto respetable, remanente del que le había otorgado Delgado, hasta la cancelación de la serie. Ainley, fallecido en 2004, es recordado principalmente por haber interpretado al Amo, aunque también por interpretar a Lord Charles Gilmour en la famosísima “Upstairs, Downstairs” (Arriba y Abajo, 1971-75), solía aparecer en los créditos con anagramas de su nombre, tal y como hacía The Master en la serie. Quién recogería el papel en EEUU, Eric Roberts, único interprete no británico del papel, llevaría al villano hasta unos gustos mucho más americanos, lo que para muchos fue una traición a la serie original, pero que personalmente me resulta muy divertido. Una vez que “Doctor Who” fue relanzada en 2005 se sospechaba que tarde o temprano The Master volvería a aparecer y así lo hizo en la tercera temporada del reboot, sin saber quién era realmente y con uno de los intérpretes más británicos que se puedan imaginar, Derek Jacobi, aunque fuera momentáneamente para dar paso a John Simm, un actor que representa otra vuelta de tuerca en la azarosa vida de The Master, volviendo a la juventud que se le había negado en la mayoría de sus apariciones anteriores, tan carismático, divertido y acelerado como el Décimo Doctor al que se enfrenta, una
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actualización de la dualidad de estos dos personajes. Resulta curioso ver cómo hoy en día podemos ver el mismo proceso de rejuvenecimiento y actualización del Profesor Moriarty en Sherlock, la otra serie de Moffat, actual showrunner de Doctor Who. El Doctor se ha enfrentado a todo tipo de seres malvados o peligrosos, razas míticas capaces de conquistar galaxias y supervillanos con poderes cuasi divinos, incluso ha derrotado a
peligrosos criminales de su propia raza, como The Rani, pero ninguno de ellos ha estado realmente a la altura intelectual de El Doctor como ha sabido estarlo The Master. Después de haber sobrevivido a la destrucción de un planeta, a varios ciclos de regeneraciones y a un sinfín de cuerpos temporales, estamos seguros de que The Master regresará otra vez para intentar poner el Universo bajo su dominio.
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Del origen al mito: los 11 rostros del Doctor por Antonio Cabello Ruiz, Co-Creador de esenciacine.com El personaje del Doctor ha sido en las últimas décadas uno de los papeles más codiciados. Once doctores. Once intérpretes que han dejado su impronta en el carisma de esta serie, teniendo una influencia muy importante en la ficción televisiva inglesa y norteamericana. No obstante, todo doctor tiene mucho que deber a sus antagonistas, ya sean los Daleks, los ciberhombres o el Maestro. Además, los doctores viajan en su TARDIS con una serie de acompañantes que buscan preservar su gran poder, engrandeciendo la figura de este icono cultural de la segunda mitad del siglo XX. Un icono que ha sido encarnado por once hombres, de ahí que mi función en este pequeño reportaje sea descubriros al actor que está detrás del icono. La nómina de actores que han interpretado 50
al Doctor comienza en 1963, hace cincuenta años. William Hartnell (1963-1966) se inicio como tantos otros en el mundo del teatro con obras como “Miss Elizabeth´s Prisoner” (1924) donde conoció a su mujer, la actriz Heather McIntyre. La Segunda Guerra Mundial cortaría la carrera cinematográfica de Hartnell, principalmente definida por papeles cómicos. Sin embargo, su interpretación en “The Way Ahead” (1944) haría que su carrera girará hacia papeles de policías o matones, lo que veríamos en su primer papel regular para la televisión en “The Army Game” (1957-1961). En 1963 trabaja en “This Sporting Life”, película que llama la atención de la fallecida productora Verity Lambert que se encargaba del desarrollo de “Doctor Who”. Hartenll dudó a la hora de interpretar al Doctor, pero finalmente aceptó para huir del en-
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casillamiento que había vivido su carrera. El actor dejaría la serie por la marcha de Lambert y por sus problemas de salud, pero haría un último trabajo interpretativo al encarnar al Doctor en “The Three Doctors” (1972). El actor sería sustituido tras su fallecimiento por Richard Hurndall, actor que encarnó al primer doctor en “The Five Doctors”. Apunten el nombre del primer Doctor porque directamente sugirió que le sustituyera Patrick Thoughton(1966-1969). El nuevo Doctor coincidió con Hartnell en “Escape” (1948), pero desarrolló una carrera muy prolífica en la televisión convirtiéndose en el primer intérprete de Robin Hood (1953) para la BBC, y trabajando en ficciones como “The Old Curiosity” (1962) o “Pablo de Tarso” (1960). Sin embargo, no interpretaría durante mucho tiempo al Doctor, las razones que motivaron su marcha señalaban al gran flujo de trabajo que le suponía (44 episodios por temporada). No obstante, el actor volvería a encarnar al Doctor en tres ocasiones: “The Three Doctors” (1972), “The Five Doctors” (1983) y “The Two Doctors” (1985). Su carrera tras abandonar la serie prosiguió con numerosos papeles televisivos y cinematog ráficos, entre ellos el icónico Padre Brennan de “La profecía” (1976). El papel sería retomado por el intérprete inglés Jon Pertwee (1970-1974), actor de actores como se dice en la profesión. Al igual que
los dos anteriores doctores, Pertwee sortearía los designios de la II Guerra Mundial para construirse una carrera con fuertes papeles cómicos. Su registro cambiará con la magnífica “The House That Dripped Blood” (1971) que rodó durante su participación en “Doctor Who”. Segundo actor que mayor tiempo interpreto el papel de Doctor. Su dedicación al teatro (“Doctor Who – The Ultimate Adventure”, 1989), y al doblaje de animación marcarían el final de su carrera, exceptuando “The Five Doctors” y el especial del Doctor, “Dimensions in Time” (1993). Cuarta encarnación del Doctor, la más larga de la historia de la serie (1974-1981) para un actor, Tom Baker, que se iniciaría con mitos como Laurence Olivier o Pier Paolo Pasolini. Berry Letts sería el encargado de recomendar su llegada al serial, gracias a sus anteriores trabajos con Bill Slater, una de las voces más autorizadas de la BBC setentera. Baker venía de trabajar en la construcción, incluso le habían dejado ropa para dar una rueda de prensa, pero consiguió ganarse al público con una de las interpretaciones más carismáticas y recordadas del Doctor. Los cambios del nuevo productor de la serie en 1981, pondrán punto y final a su participación, aunque regresaría para “Dimensions in Time” y colaboraciones en audio que le reencontraron con parte de su equipo, pero no con Elisabeth Sladen (Sarah Jane) porque falleció antes de la grabación. Cabe destacar que interpretaría a Sherlock Holmes en la miniserie “El perro de los Baskervilles” (1982). La serie proseguiría con Peter Davison (1981-1984) que también apareció en los especiales “Dimensions in Time” y “Time 51
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Crash” (2007). En su carrera destaca la miniserie “All Creatures Great and Small” (19781990) donde realizo 65 episodios, mientras que en la actualidad forma parte del elenco de “Law & Order: UK”. Posteriormente, Colin Baker (1984-1986) que había interpretado al comandante Maxil, se convertiría en la sexta encarnación del protagonista. La carrera del actor inglés contempla la saga de “The Stranger”, pero hoy en día su papel en la ficción se reduce a trabajos esporádicos. Sylvester McCoy (1987-1989) sería la última encarnación durante la primera etapa de la serie. Cómico callejero en sus primeros años, aunque tanteo la posibilidad de convertirse en sacerdote. Descubierto por el intérprete Ken Campbell, granjeándose su nombre artístico, y desembocando en programas televisivos como “Vision On” (1964-1977). Pocos actores pueden contar que han interpretado al mítico Buster Keaton, ése era McCoy, un rostro que tuvo que regenerarse así mismo porque Colin Baker se negó a hacerlo. El proceso dramático de su personaje fue desde la comedia hasta un lado esotérico desconocido en las anteriores encarnaciones. Resulta curioso señalar que fue el segundo actor considerado para participar en la trilogía de “El Señor de los Anillos”, pero al igual que Tom Baker no formó parte del reparto final. Su carrera proseguirá en el teatro y la televisión con una gran lista de títulos, y actualmente podemos verle en “El Hobbit” (2012). El británico Paul McGann interpretaría la octava encarnación del Doctor en la película para televisión de 1996, aunque destacaría en “The Monocled Mutineer” (1986), donde interpreta al desertor y criminal Percy Toplis, siendo duramente criticado por el conservadurismo. Forma parte de la generación interpretativa conocida como Brit Pack, junto a Tim Roth, Colin Firth o Gary Oldman… ¡Se dice pronto! El episodio para televisión de la serie fue un gran éxito en Reino Unido, pero lo que podía haber sido un piloto para 52
relanzar la serie, no consiguió el éxito esperado en Estados Unidos, y Fox se desvinculó de la producción. Proseguiría en el imaginario a través de sus apariciones en la radio, así como en un mini-episodio titulado “La noche del Doctor” (2013). En los últimos años, sobresale su trabajo en la desconocida joya, “Luther” (2010-2011). 2005, la BBC recupera todos los derechos de la serie. Christopher Eccleston sería la novena encarnación, cosechando el National
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tective en “Broadchurch”, pero ha seguido apareciendo en diversos especiales sobre el reconocido Doctor. El último Doctor hasta la fecha ha sido encarnado por Matt Smith, reconocido actor por “Party Animals” (2007). Relativamente desconocido al retomar el papel del Doctor, se convertiría con 26 años en el actor más joven en interpretar el icónico papel. En el último capítulo de la séptima temporada de la serie, John Hurt interpreta a una antigua encarnación del Doctor que era desconocida. El intérprete inglés que ha sido nominado en dos ocasiones al Óscar, hoy en día atesora una dilatada carrera con películas como “El hombre elefante” (1980), o la saga “Harry Potter”. Pero todo tiene su fin, y el papel ha sido asumido por el veterano Peter Capaldi, todo un giro al apostar por un rostro conocido que viene de “The thick of it” (2005) y “In the loop” (2009), pero su experiencia no solo se remite a su currículum porque también ha tenido entrada en papeles secundarios en la serie moderna y en “Torchwood: Children of Earth”.
Television Awards por su trabajo. “28 days later” o “Los otros” son trabajos recordados del actor, el cual se encuentra en las pantallas con “Thor: The Dark World”. Sin embargo, David Tennant (2005-2009) sería la décima encarnación, alcanzando altas cotas de popularidad por su interpretación, aunque había trabajado en el cine con películas como “Harry Potter y el cáliz de fuego” (2004); o en el teatro, donde llegaría a hacer de Romeo o Hamlet en su dilatada carrera. En el plano televisivo, actualmente trabaja como de-
En la televisión al igual que en el teatro o en el cine existen personajes que te marcan. Interpretar al Doctor te lanza como estrella, es decir, te pone en el panorama televisivo mundial, pero no por eso es fácil. Podemos decir que es un trabajo efímero pero que tiene su eco en la historia de esta longeva serie que regresa sobre sus pies para consolidar su propio camino. Hoy os animo a ver los trabajos de estos actores, almas de la serie, que a través de sus interpretaciones han construido un imaginario preciosista. Sus carreras son ejemplos del duro trabajo de un actor, desde encontrar el papel clave hasta pulir un determinado estilo interpretativo, así el actor desaparece en una suerte de personaje que tienen mucho que decir en los próximos cincuenta años. 53
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Ese virtuosismo del tráiler por Pedro del Río, realizador audiovisual Escribir sobre una serie que nunca has visto se antoja una tarea en principio casi imposible, a la par que innecesaria por la imposibilidad de desarrollar un análisis mínimamente práctico para cualquier lector que quiera acercarse al producto. Partiendo de esa base, y teniendo en cuenta que jamás he visto “Doctor Who”, mi intención con este breve texto es simplemente la de acercarme como espectador virgen a una serie que cumple ahora su 50 aniversario en plena forma gracias a su capacidad para reinventarse a sí misma manteniendo su esencia a lo largo de los años, hazaña tan sólo equiparable en el mundo del largometraje a la realizada por los responsables de otro célebre personaje de ficción inglés, James Bond. Tengo algunos datos. Sé que la serie arrancó en los años 60 en la BBC, que ha sufrido parones de muchas temporadas, que se han perdido multitud de capítulos por la política de reutilización de cintas en la cadena aquellos años, y que la gran actualización del formato se ha producido en la última década con la entrada de gente como Steven Moffat (“Sherlock”) en el proyecto. También sé que el personaje principal, el Doctor, viaja a través del tiempo y del espacio, y que entre sus características principales está el ir cambiando sus encarnaciones, lo que permite (y obliga), a que cada cierto tiempo el actor que lo interpreta varíe. 54
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Como aficionado a la ciencia-ficción y al fantástico, el no haber visto ni siquiera las últimas temporadas de “Doctor Who” se debe más a mi naturaleza perezosa que a la falta de interés, y de la misma forma que te acabas planteando como una obligación moral ver “El ala oeste de la Casa Blanca” y nunca lo haces porque sabes que tiene siete temporadas de más de veinte capítulos cada una, “Doctor Who” multiplica esta sensación al enfrentarte al dilema de acometer cincuenta años de ficción. Ese virtuosismo en la captación de nuevos espectadores cuyos progenitores ni siquiera habían nacido cuando empezó la emisión me provoca una mezcla de respeto y admiración, y acentúa la necesidad de comprender cuál es la clave de su éxito, y sobre todo qué porcentaje hay de talento y cuánto de azar para conseguir mantenerse 50 años en activo sin agotar al público. El visionado del tráiler lanzado por BBC para el capítulo conmemorativo del cincuentenario del Doctor nos da bastantes pistas acerca de una serie que más allá de su género, de los efectos especiales más o menos modernos o de su carácter para todos los públicos, ha sabido desarrollar un carismático personaje principal con el que siempre se ha cuidado al máximo la calidad interpretativa del actor que lo interpretara en cada momento.
El tráiler, con una estética actual que recuerda a las campañas publicitarias realizadas en los últimos años para revitalizar sagas y personajes también clásicos, desde el antes citado 007 a Batman, pasando por Star Trek o Superman, repasa en un minuto a la gran mayoría de actores que han encarnado al doctor, siendo la presencia de un gran intérprete como John Hurt uno de los grandes alicientes de una celebración que personalmente me está convenciendo para comenzar a ver esta gran cuenta pendiente que tengo con la ficción televisiva, comprobando en directo cómo sus responsables han sabido adaptarse a los tiempos de la misma forma que gente como J.J. Abrams o Sam Mendes lo han hecho con otras longevas sagas como son las de Star Trek o Bond. 55
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Tuituittit anananannaaa narananaa Algo así es lo que hacemos al intentar entonar esa compleja melodía, y en mi caso además solo logro llegar a los primeros segundos y entro en bucle. Me ha parecido interesante, más por pura curiosidad, dejaros las partituras de esta tan conocida sintonía.
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Un dandy extraterrestre
por Teresa Torres Minuelo, blogger de moda en Firenze Fashion
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Al oír el término “ciencia ficción”, inconscientemente, suelo pensar en personajes excéntricos vestidos de manera extraña y que poco tienen que ver con el sentido clásico de la elegancia. Doctor Who ha roto mis esquemas. ¿Quién me iba a decir a mí que un personaje sin nombre propio, extraterrestre y viajero en el tiempo se vestiría de forma impecable? Aunque quizá todo cobre sentido al saber que esta serie, la serie de ciencia ficción de mayor duración del mundo, es un icono de la cultura popular británica.
nan siempre su cuello y hace del chaleco su prenda estrella, ya sea de botonadura doble o simple. Incluso en imágenes filtradas del especial vemos que recupera la chupa de doble botonadura y cuellos redondos que permite mostrar su corbatín y los botones de su chaleco, con evidentes similitudes a la moda de principios del XIX, siglo por excelencia del dandismo. Apuntar además, que el misterioso Doctor viste siempre en tonos apagados y discretos, completando su elegante atuendo con reloj de bolsillo y un peinado impecable.
El Doctor Who, a pesar de sus múltiples regeneraciones, siempre ha sido fiel al estilo dandy. Pajaritas, corbatas o pañuelos ador-
¿Un extraterrestre? Sí, pero con muy buen gusto.
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Un Doctor (o dos) en la Liga de Caballeros Como declarado fan de “Doctor Who”, emblema de los seriales británicos por excelencia y derecho propio, no puedo evitar que el vello se me erice cuando en una misma página hacen aparición un Cibermen (en su iniciática versión de los años sesenta), además de la primera y última encarnación del Doctor paseando juntos en alguna fantástica aventura temporal, en la que debe estar implicado Jack Harknees que un par de viñetas antes que ellos está por detrás de los protagonistas de este tomo. (Extracto de mi artículo “La liga del S. XXI: referencias por doquier”, para la revista MEW Magazine de febrero de 2013. Repor entero en http://issuu.com/magazinestarweb/docs/mewmagazine_febrero_2013 ,páginas 100 a 103).
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¿Por qué las pajaritas molan (tanto)?
Por Pedro-Ángel Cuevas, bohemio con bigote pelirrojo y pajarita (Fuma en pipa y Actuó con La Fura Dels Baus) Como nuestro querido y cumpleañero Doctor dice, “Las pajaritas molan”, y es que son sublimes. Voy a dar unos cuántos motivos por los que este complemento es sencillamente genial. Y si alguno os preguntáis: -”¿Quién es este tipo para decir si las pajaritas molan o no?”, pues os puedo decir que yo ya hice la comunión con una (para pesar de mi madre) y las sigo llevando en cuanto la ocasión me lo permite. Sin más dilación:
10 razones por la que las pajaritas molan 1-Porque la ha llevado el Doctor. No sólo nuestro actual “Doc” encarnado por Matt Smith, la corbata de lazo del primer Doctor dio paso a la pajarita (propiamente dicha) que lucieron el 3º y 4º. 2-Una pajarita no es una corbata, es al mismo tiempo elegante y divertida. 3-Tiene personalidad, (absténganse de llevarla si lo hacen por moda y no por gusto, estarán ridículos). 4-A diferencia de la corbata, no verás a ningún cuñado borracho con una alrededor de la cabeza bailando cual poseso. (Lo que es un plus en la dignidad de éste complemento.) 5-Conjuga el clasicismo y modernidad, ¡qué diablos!, una pajarita es atemporal. 6-Es ese toque de “rebeldía cool” de salirse de
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la aburrida rutina de la corbata rectilínea e imprimir carácter y personalidad. 7-Las pajaritas son bohemias. (Hacedme caso a mí que de eso entiendo un poco). 8-De la elegancia de una pajarita negra a la nota de color de una roja. Versatili-
dad total sin perder su “je ne sais quoi”. 9-”Las pajaritas son sexys” (dice mi novia). 10-Si un señor del tiempo la lleva, mola. ¡Es un señor del tiempo! ¡Sus complementos molan!
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Dime tú, si no amarías a alguien así por Sebas Cepe, redactor de gencomics Seguramente será una exageración, pero soy un hombre que exagera exageradamente en ciertas ocasiones, pero yo amo al Doctor. No, no de la manera que Rose Tyler amaba al doctor sino más bien con una visión más cercana a la que tenía Amy Pond, no tanto de amor carnal como si de admiración y gran cariño. Esto es así porque es muy fácil admirar al Doctor, no por el hecho de ser un Señor del Tiempo, de poseer una impresionante máquina con la cual viajar por todo el tiempo y el espacio conocido y desconocido o por poder engañar a la muerte y regenerarse cuantas ve62
ces desee para seguir viviendo unos cuantos siglos más. Al Doctor se le admira, o por lo menos yo lo hago, por su persona, porque dentro de ese cuerpo de extraterrestre se encuentran dos corazones que a la vez hacen alusión a su condición de no-humano y la de poseer más corazón que ningún otro ser en todo el universo. A pesar de cruzarse con todo tipo de criaturas horribles, de verse envuelto en los enfrentamientos más grandes y peligrosos, el Doctor respeta la vida de todo ser vivo y solo se
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enfrenta a todas sus aventuras usando únicamente como arma un destornillador sónico, su gran inteligencia y su afición a conseguir lo imposible. Consigue que tengamos fe en él pero no de la manera que uno tiene fe en un dios sino de la manera en la que uno cree en que su mejor amigo va a estar ahí cuando más lo necesites. Si todo se va al garete, si acabas entre la espada y la pared pudiendo llegar a tener a la muerte frente a frente, aunque solo quede un segundo para perderlo todo, sabes que él hará todo lo posible por salvarte y llevarte de vuelta a casa, aunque le vaya una de sus vidas en ello. Esto último se dice muy fácil, sobre todo cuando recordamos que Los Señores del Tiempo pueden regenerarse y seguir viviendo, pero esto es una verdad a medias ya que, como el propio Doctor dijo, aún a pesar de mantener sus recuerdos y las cosas más fundamentales de su ser si él se regenera es como morir de verdad, la persona que has conocido se va, se va su cara, sus ojos, su sonrisa y la sustituye otra que tal vez no te recuerde al Doctor que has conocido.
Por supuesto el Doctor no es perfecto ya que la TARDIS casi siempre le lleva donde ella quiere, puede acabar metiéndote en los lugares más oscuros y tenebrosos del cosmos (sin quererlo, por supuesto) y en ocasiones hemos visto como el dolor puede llegar a convertirle en un ser oscuro y casi sin piedad. Él no es perfecto ya que como cualquier persona con corazón cuando se lo rompen sufre y devuelve este sufrimiento al mundo. Pero ahí estarán siempre sus compañeros para recordarle quién es él, que a pesar de padecer la soledad más grande y triste de todo el universo siempre usará su destornillador sónico para ayudar a quien lo necesite. Así es el Doctor, alguien que no quiere luchar ni matar, pero que hará todo lo posible para que no sufras, alguien que solo quiere que seamos sus compañeros en su viaje eterno para mostrarnos las estrellas, los planetas y la historia pasada y futura del universo. Alguien que vive para compartir el universo contigo. Dime tú, si no amarías a alguien así.
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Un pequeño homenaje a todas las encarnaciones por Doc Pastor
“The day of the Doctor” prometía ser un capítulo muy especial, una conmemoración del medio siglo de vida de “Doctor Who”. Para ello la BBC no ha escatimado en medios, algo que se ve en el resultado final, dando un episodio cuidado al detalle, lleno de referencias desde el primer minuto y (literalmente) hasta el último. Un auténtico ejercicio de observación para los que somos seguidores de la cabecera, ya que además de disfrutar de la trama podíamos perdernos intentando encontrar todos los guiños que hay, y son muchos, os lo aviso desde ya. Steven Moffat, actual showrunner y mago al frente de la serie, tenía la dura tarea de lograr un metraje que siguiera en parte las pautas de las anteriores celebraciones, “The three Doctors” (1973) y “The five Doctors” (1983), pero haciéndolo dentro de la historia actual y además dar respuesta a la aparición de John Hurt como una desconocida encarnación del protagonista. En parte ya dejó algo explicado en “The night of the Doctor”, mini episodio con Paul McGann (8º Doctor) en la que es su segunda interpretación televisiva (no así del personaje, ya que desde 1996 ha vivido muchas aventuras), pero sin entrar en profundidad ya que tenía 75 minutos para contarlo. ¿Y qué encontrará el aficionado? Pues muy posiblemente no lo que se espera, algo que por otro lado (y perdón por la repetición de términos) es muy esperable en esta producción, pero sí algo que funciona dentro del conjunto de este medio siglo. Sin entrar en materia, para no dar spoilers ya que hay gen64
te que seguramente no lo haya visto, hay que decir que se centra totalmente en la redención y que apuesta por darnos una introspec-
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el porqué de sus actos. Y lo más importante, haciendo que él mismo lo sepa también. Pero claro está, esto no deja de ser mi opinión como entusiasta de la serie (desde su entrañable época de los sesenta) que puede no ser compartida por otros, aunque en general a la salida del cine (no olvidemos que se proyectó en pantalla grande) los aplausos indicaban que sí se había logrado conquistar a la mayoría del público. “Me ha encantado, ha sido super emocionante” fue uno de los comentarios que pude recoger, un entusiasta “estoy sin palabras” que de hecho se pudo ver en la propia sala con algunos de los silencios que lograron algunas escenas, “ha cumplido las expectativas, aunque ha sido muy corto” dijo una espectadora a lo que su novio completó con que “es un pequeño homenaje a todas las encarnaciones. Hay detalles de cada uno”. Por supuesto también había otros veredictos menos favorables, desde los que simplemente elogiaban la calidad visual del producto con un “se ha notado el esfuerzo económico”, o que no habían sido ganados por lo visto como dejaba claro una chica con una bufanda de Tom Baker, “no me ha terminado de convencer, ha sido lento”. Ahora ya solo nos queda la espera hasta el especial de Navidad, que supondrá la entrada en toda regla de Peter Capaldi, con una encarnación que muchos esperamos sea más oscura (y un servidor no deja de pensar en el Valeyard, así os lo digo), y empezar así toda una nueva temporada de imposibles.
ción muy profundad en el personaje, seguramente mayor de lo que se ha hecho nunca, haciendo que entendemos mejor quién es él y
PD: Si alguno quiere más, le recomiendo que se vea el divertido “Doctor Who: The Day of the Doctor: The Five(ish) Doctors Reboot” protagonizado por Peter Davison (5º), Sylvester McCoy (7º) y Colin Baker (6º), con su propia visión del aniversario cargada de humor británico y de bastante mala leche (y auto parodia, mucha auto parodia). 65
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7 consejos para sobrevivir a la espera de Peter Capaldi por Yolanda Parra, Whovian (y seriéfila, en general) ¿Quién no ha deseado poseer una máquina del tiempo como la TARDIS? ¿Nadie, verdad? Pero si preguntara qué sería lo primero que haríais con ella, seguro que muchos de vosotros contestaríais que para retroceder en el tiempo y ver algún capítulo perdido o avanzar hacia el futuro para ver en primicia el próximo episodio… y es que así somo los whovians unos impacientes que vivimos los días contando los que faltan para una nueva dosis de Doctor Who. Mientras tanto la BBC nos alimenta la existencia con adelantos en forma de precuelas, fotos, vídeos, entrevistas, etc. Pero lo más factible es el consuelo mutuo que nos damos entre la gran comunidad whovian, ya que nos reunimos a través de las redes sociales no solo para teorizar y compartir experiencias, sino que nos juntamos para compartir la espera y hacerla lo más amena posible (como si de una terapia de grupo fuera). Nos sentimos en estos tiempos como quien espera por su Doctor, por algo Steven Moffat quiso que nos identificáramos con ‘La chica que esperó’ y ‘El Centurión Romano que esperó 2.000 años.’ 66
Hemos sobrevivido 6 meses de espera para el 50 aniversario, y dentro de muy poco nos adentraremos en una nueva espera hacia el especial de Navidad y hacia la 8ª temporada, con Peter Capaldi, la cual no será estrenada hasta otoño de 2014. Por eso aquí van unos consejos para sobrevivir una nueva espera compartida en la que embarcaremos tras el 50 aniversario.
1. Ver la serie Clásica: Si tienes algún episodio o temporada pendiente no lo dudes comienza por ahí, muchos de los episodios están en la red y subtitulados. Es la ventaja de ser fan de una de las series mas longevas de la TV, que nunca la terminas de ver, siempre
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hay algo nuevo.
2. Ver alguno de los muchos Spin-off que tiene Doctor Who: El amplio univer-
so de Doctor Who ha dado para la creación de nuevas series como lo son ‘Torchwood’, ‘Las aventuras de Sarah Jane’ e incluso las aventuras de ‘K-9′ si quieres algo entretenido y ampliar tus conocimientos en cuanto a la mitología del Doctor no lo dudes.
3.Leer novelas,cómics y escuchar audiobooks: Muchas de las aventuras de nuestros
doctores favoritos aún siguen en forma de novelas, cómics y audiolibros.
4. Construye tu propia TARDIS:
En Internet encontraras tutoriales y planos de como construir una TARDIS, saca el ingenio que llevas dentro y siéntete como el Doctor cuando arregla su propia TARDIS.
5. Escribir fanfics, dibujar fanarts:
Siempre tienes la oportunidad de ser tú el guionista y darle imaginación para construir una historia paralela entorno al Doctor, también luego podrás compartirlo con el resto de whovians a través de las redes sociales e intercambiar las historias.
6. Haz tu propio merchandising o Cosplay: Por Internet encontrareis gran número
de tutoriales entorno a manualidades y disfraces para hacer uno mismo en casa y de la manera más económica posible.
7. Ver la filmografía de los actores que participan en Doctor Who: Doctor Who
nos ha dado 13 doctores incluidos John Hurt + el nuevo Peter Capaldi y centenares de acompañantes, por lo que existe una extensa filmografia en la que participa gran cantidad de los actores que hacen la serie posible, además de las series, producciones y libros en los que participa los guionistas actuales de Doctor Who como Steven Moffat, Mark Gatiss, Neil Gaiman, Chris Chibnall…
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El Doctor inglés
por Patricia Losa, profesora en Speaking 2gether Ilustración de Doc Pastor Cuando Doc Pastor me sugirió que escribiera un artículo sobre Doctor Who, lo primero que me vino a la mente fue el escaparate de Lonely Planet, en Londres. Lonely Planet es una franquicia británica de merchandising, coleccionismo y literatura convencional y gráfica, y su sede londinense es un templo al consumismo de género. Si seguimos con la alegoría, lo que tienen montado en honor a Doctor Who podría considerarse, en consecuencia, como un auténtico altar. Estantes diversos con todo tipo de productos de la más diversa índole y función demuestran una devoción casi estática presente por toda la ciudad. Ese extraterrestre multirreencarnado y peculiar goza de una popularidad comparable, quizás, únicamente con la de Harry Potter, lo que me lleva a pensar que, para un londinense medio, quizá incluso para un británico medio, el Doctor no es simplemente un producto de entretenimiento más o menos “friki” con un extraordinario don para mantenerse en pantalla a lo largo de las décadas. Es más que eso. Es un símbolo. Es el superhéroe inglés por antonomasia. Veamos, analicémoslo detenidamente. Supepoderes tiene. Es capaz de reencarnarse en personas adultas una y otra vez. Posee una riada de conocimientos de lo más variopinto. Incluso el hecho de que haya sido capaz de pasarse 50 años convenciendo a toda una caterva de tiernas muchachas para que lo acompañen en sus tropelías por todo lo largo, ancho y duradero del universo ya entra dentro de mi definición de sobrehumano. Además, conduce un vehículo lleno de recursos que, si bien carece del porte de un Batmóvil, decididamente derrocha personalidad. Tiene aliados recurrentes y archienemigos declarados. Es un superhéroe.
Y es inglés. Me da igual que haya venido del planeta tal y que pertenezca a la raza cual de viajeros en el tiempo: el tipo es Made in England 100%. No solo por su peculiar interpretación de la moda y ese sentido del humor que no siempre es fácil de entender. Derrocha flema y parece aceptar con una naturalidad casi caballeresca cada vez que el mundo está a punto de caerse en pedazos. Mira a su alrededor con una sonrisa y trata de convencer a los presentes de que tiene todo bajo control, que sabe lo que hay que hacer, pero hay algo en su porte que hace que te preguntes cómo demonios se las va a apañar para salvarnos a todos ese lechugino recién caído de una higuera con pinta de ponerse bermudas, chanclas y calcetines blancos cuando va a la playa. Nada puede haber más inglés que la excentricidad de un personaje que va absolutamente por libre, independientemente de la época, el lugar y la compañía que tenga al lado. Quizá sea esa la clave de su encanto: el hecho de que no resuelve las situaciones peliagudas a base de puñetazos y explosiones como haría un buen machote americano, sino de saber lo que hay que hacer justo en el momento preciso. Y sin perder esa especie de candidez infantil, como si todo fuera alguna clase de juego desmadrado. Doctor Who es un producto británico para consumidores británicos que, no obstante, ha sabido hacerse un hueco en el corazón del fandom mundial. Será por el carisma de sus personajes. O por el ingenio de sus tramas. O quizás haya sido algún tipo de pacto con quién sabe qué mística entidad primigenia. ¿Quién sabe? El universo es muy grande. Y si tenemos a un británico recorriéndolo en una TARDIS, las posibilidades son infinitas… 69
#Savetheday - 50 años de Doctor Who
20 detalles de An Adventure In Space And Time por Doc Pastor
A la hora de ver un docudrama hay que tener en cuenta que es una ficción, basada (o inspirada) en hechos reales, pero con todo una mentira teatralizada. Por eso mismo no se puede tomar An Adventure in Space and Time por fiel reflejo de lo que fueron los años de William Hartnell al frente de Doctor Who, ya que se toma bastantes licencias
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a fin de hacer que la narrativa sea más fluida, y además así condensar de forma emotiva algunos momentos que fueron más dramáticos que otra cosa en ocasiones. Por supuesto no hay que olvidar que no deja de ser una TV Movie hecha por la BBC sobre ella misma, por lo que está cuidada al milí-
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metro ya desde la elección de David Bradley para dar vida al veterano actor. Otro aplauso hay que dárselo al buen juicio que ha tenido el reparto, destacando Jessica Raine como Verity Lambert, y un Brian Cox que se come cada escena para dar vida a Sydney Newman (por cierto, si queréis ver las notas originales para la serie, aquí podéis hacerlo). Pero personalmente, lo que más me ha gustado ha sido la cantidad de detalles y guiños que hay a lo largo del metraje. Aquí van algunos de ellos... 1) Adventures in Space and Time: Es el título de un documental de 1999, dirigido por Michael Wadding, con los actores y equipo implicados en la serie original. 2) Pathfinders in Space: Serie de 1960, producida también por Sydney Newman, que en cierta medida se considera la precursora de Doctor Who (salvando distancias). 3) Peter Cushing: Si uno se fija bien, en la escena en la que están decidiendo quién será el Doctor hay una foto de este gran actor, que interpretó al Dr. Who (un humano, que era doctor y se apellidaba Who), en las dos películas que se hicieron en la década de los 60. 4) Partituras: La extraña sintonía de esta serie fue compuesta por Ron Grainer, con unas partituras que hacen aparición en esta historia y que puedes ver aquí.
5) 600 años: En un principio la edad que se dio al personaje fue aproximada, por otro lado ha sido siempre uno de los puntos más contradictorios de toda la producción. 6) Doctor Who?: Fue el propio William Hartnell el primero en pronunciar esas palabras, aquí recoge el testigo David Bradley logrando que en ese preciso instante nos parezca estar viendo al actor original. 7) Magic Box: La TARDIS, una preciosa forma por la que se han referido así a ella, y al personaje principal como «A daft old man who stole a magic box». 8) The Wind in the Willows: Libro que vemos leyendo a la nieta de William Hartnell, es un auténtico clásico de la literatura infantil inglesa, que si no has leído debes hacerlo. Escrito por Kenneth Grahame y publicado en 1908. 9) Marco Polo: Uno de los episodios más recordados y queridos, a pesar de ser uno de los perdidos. Se hace aquí referencia a él, tanto en palabra de los actores como en lo que llegamos a ver en pantalla. 10) Terry Nation: Dalek. Solo el nombre ya da miedo, él fue el genio detrás de ellos. Es mentado aquí, y por supuesto su temible creación hace aparición. 11) Muerte de Kennedy: John Fitzgerald Kennedy murió asesinado en Dallas, Texas, el 22 de noviembre de 1963. Solo un día 71
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antes de la emisión del primer episodio del serial. 12) Daily Mirror: Periódico que lee Sydney Newman y en el que vemos en primera plana la muerte de Kennedy. De corte sensacionalista (pero en el sentido británico, en España no lo entendemos así), destaca por la importancia que siempre ha dado a la fotografía. 13) Peter Hawkins: El hombre encargado de poner esa voz que caracteriza a un Dalek, interpretado por Nicholas Briggs quien lo hace en la actualidad. 14) The Degaullek: Viñeta humorística en la que aparecía Charles de Gaulle caracterizado de Dalek, se publicó realmente. 15) The Dr. Who Annual: La primera publicación en llevar ese nombre (posteriormente Doctor Who, cuando se definió que era un nombre y no tenía por tanto diminutivo como si fuera un médico) se lanzó en 1965. En esta película se ha cambiado la imagen para ajustarse a los rasgos de David Bradley, ya que en un origen era con el rostro de William Hartnell. 72
16) Marcha de Verity: Tras casi dos años de trabajo al frente de la serie, su joven productora se marchó (aunque seguiría trabajando junto a Sydney Newman, pero en otra cabecera). Según comentó ella, solo fue porque sentía que era el momento y que debía dejar paso a otro enfoque. 17) Enfermedad de Hartnell: El actor padecía arterioesclerosis, lo que iba en detrimento de su trabajo, además de que la marcha de Verity le afectó mucho y más ser el único que quedaba del reparto original. Esto, junto con los problemas con el nuevo equipo terminó haciendo que su marcha fuera irremediable. 18) I don’t want to go: Palabras que vemos salir de la boca de David Bradley siendo William Hartnell, y que son las mismas que dijo David Tennant en los últimos momentos de vida del 10.º Doctor. 19) Matt Smith: Actor que da vida al 11º Doctor, y que aparece en un momento de cameo para unir el pasado con el futuro. Y además fue aquí cuando el que escribe no pudo evitar llorar.
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20) En “Doctor Who” hay muchos momentos dramáticos y tristes, es casi imposible no llorar con la despedida del 10º y Rose con la frase “estoy quemando un sol para decirte adiós“. Pero por encima de todos está la primera marcha, cuando el Doctor de William Hartnell deja atrás a su nieta (no olvidemos que viajaba con ella) para que pueda ser feliz y tener una vida que le sería imposible con él. Esta es la mejor forma de terminar este especial, con un adiós pero con la misma promesa que hizo el personaje hace tantos años… http://www.youtube.com/watch?v=Um5Cn5eHsGo
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A LA VENTA EN 2014