INSTITUTO NACIONAL DE LA MUJER
INAM
INFORME DE INVESTIGACIÓN MUJER RURAL HONDUREÑA SU ROL EN LOS PROCESOS PRODUCTIVOS AGROPECUARIOS Y ARTESANALES, INCIDENCIA EN EL MEJORAMIENTO DE CONDICIONES DE VIDA Y EL DESARROLLO RURAL SOSTENIBLE
Dra. Margarita Oseguera de Ochoa Consultora
Fotografía 1. Eva Argentina Andino de Villa Santa, Jamastran, El Paraíso. Corta ramas de izote, materia prima que utiliza para producir papel orgánico, Diciembre 2002
Tegucigalpa M.D.C. Junio 2003
1
“Si en el desarrollo de un país se olvida implicar a las mujeres, es como hacer volar a un pájaro con una sola ala”. Adriaan Van dis
“Ningún país puede promover su desarrollo si se excluye de los planes y programas a la mitad de la población conformada por las mujeres”. PNUD
Fotografía 2. Mujeres de la Empresa Cooperativa La Sureñita, Choluteca, Enero 2003
2
EQUIPO DE INVESTIGACION
Margarita Oseguera de Ochoa (Responsable de la Investigación) Orfylia Pinel S. Rosario Ramírez Contribución en Levantamiento de información bibliográfica Mirian Zulema Ochoa Sandra Argentina Cambur Contribución Levantamiento de información de campo
Liliana Fernández Anubia Navarro Gladis Morales Adelina Avila Leoncia Solórzano Rolando Meléndez
Apoyo Secretarial
Ana María Bran Guevara
3
RECONOCIMIENTOS En la realización de esta investigación se contó con el valioso aporte de un considerable número de personas e instituciones quienes en forma espontánea
facilitaron
la
consulta,
especialmente
en
términos
de
organización de las visitas, introducción a las entrevistas y talleres, acompañamiento
a
la
movilización
y
facilitación
de
información.
Agradecimiento especial a las Mujeres campesinas, indígenas y negras que en forma espontánea y voluntaria respondieron a las entrevistas, los grupos focales, los estudios de caso,
compartiendo con nosotras su
tiempo, sus experiencias de vida, como personas y como miembros de organizaciones. A los Proyectos PROSOC/SAG, PESA Programa Especial para la Seguridad Alimentaria de la FAO/SAG, al INA, INE, PRAF, AFE/P.A.A.R, DIGEPESCA, DICTA, PRONADERS, FOPRIDEH, UNISA, HACER, ATUTO, ACTA, IICA, Proyecto Guayape, Escuela Agrícola Panamericana, CIPE Consultores, a los equipos técnicos de esas instituciones, a la Cooperativa Cuyamel, Caritas de Olancho, FAMA Olancho, La Sureñita, FOMUR Federación Olanchana de Mujeres rurales, EACPAC Empresa Asociativa Campesina de Productores Agropecuarios para el desarrollo de Cuyamel, Confederación de Mujeres Campesinas,
CODIMCA, AHMUC, a sus líderes un especial
reconocimiento, sin sus aportes esta investigación hubiese sido muy limitada. Al Instituto Nacional de la Mujer, por su confianza y apoyo.
A Leoncia Solórzano, Blanca Julia Mejía, Belsahi Herrera, Juana Julia Rodríguez, Concepción Betánco, Adelina Avila, Ing. Gladys Morales, Ing. Rolando Meléndez, Ing. Jorge Garay Pacheco, Ing. Eduardo Durón, , Ing.
4
Liliana Fernández, MSc. Mayra Falck, Lic. Carlos Andrés Zelaya y Lic. Anubia Navarro, que nos acompañaron en el trabajo de campo. TABLA DE CONTENIDO
Concepto
Página
Presentación
10
Capítulo I. Contexto Nacional de la Investigación
14
Capítulo II. Marco Teórico Conceptual
30
Capítulo III. Caracterización General de la Situación de las
46
Mujeres de la zona rural, en un contexto de Análisis de género. Capítulo IV. Resultados de la Investigación
89
Conclusiones
150
Recomendaciones
161
Estrategia de Intervención
171
Bibliografía
177
Anexos:
188
1. Metodología de Investigación
189 5
2. OPDs que ofrecen Servicios de Desarrollo Empresarial y crédito a las MIPYMES
213 CUADROS
1. Cuadro No. 1 Pobreza Rural Según Método de la Línea de Pobreza 2. Cuadro No. 2 Tipología de Pequeños Productores/as Agrícolas 3. Cuadro No. 3 Oferta Nacional de Trabajo
GRAFICAS
1. Gráfica No. 1 Productoras Agrícolas 2. Gráfica No. 2 Caracterización de la Vivienda Rural 3. Gráfica No. 3 Hectáreas de Tierra Entregadas desde 1983-2002 4. Gráfica No. 4 Titulación de Tierras 1983-2002. Comparación por Género
6
SIGLAS
ACTA
Agencia de Cooperación de Ticinio y Asociados
AECI
Agencia Española de Cooperación Internacional
AFE
Administración Forestal del Estado
AHMUC
Asociación Hondureña de Mujeres Campesinas
AHPROCAFE
Asociación Hondureña de Productores de Café
BANADESA
Banco Nacional de Desarrollo Agrícola
BID
Banco Interamericano de Desarrollo
CCD
Comisión Cristiana de Desarrollo
CIENIL
Cooperativa Regional de Petateras Lenca
CIPE Consultores Centro de Investigación, Planeación y Evaluación CODA CODIMCA
Consejo de Desarrollo Rural Consejo para el Desarrollo Integral de la Mujer Campesina
COPROMAZSH Cooperativas Procesadoras de Marañón de la zona sur de Honduras DICTA
Dirección de Ciencia y Tecnología Agropecuaria
DIGEPESCA
Dirección General de Pesca
DINADERS
Dirección Nacional de Desarrollos Rural Sostenible
DOC
Denominación de Origen Controlado
ERP
Estrategia para la Reducción de la Pobreza
FAO
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación
FEHMUC
Federación Hondureña de Mujeres Campesinas
7
FHIA
Fundación Hondureña de Investigación Agrícola
FHIS
Fondo Hondureño de Inversión Social
FIDE
Fundación para el Desarrollo Empresarial
FLACSO
Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales
FONAPROVI
Fondo Nacional de Producción y Vivienda
GEPA
Sociedad
para el Fomento de la Solidaridad del Tercer
Mundo IDH
Indice de Desarrollo Humano
IHCAFE
Instituto Hondureño del Café
IHAH
Instituto Hondureño de Antropología e Historia
IICA
Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura
INAM
Instituto Nacional de la Mujer
INA
Instituto Nacional Agrario
INE
Instituto Nacional de Estadísticas
INFOP
Instituto Nacional de Formación Profesional
JICA
Agencia de Cooperación Japonesa
MIR
Mujer Intibucana Renovada
MIPYME
Micro, Pequeña y Mediana Empresa
MOPAWI
Agencia para el Desarrollo de la Mosquitia
NBI
Necesidades Básicas Insatisfechas
OIT
Organización Internacional del Trabajo
ONG
Organización no Gubernamental
OPDs
Organizaciones Privadas de Desarrollo
OPS
Organización Panamericana de la Salud
PEA
Población Económicamente Activa
PEGAH
Política para la Equidad de Género en el Agro Hondureño
PESA
Programa Especial para la Seguridad Alimentaria
8
PNM
Política Nacional de la Mujer
PNUD
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
PIOM Rural
Política de Igualdad de Oportunidades para la Mujer Rural
PRAF
Programa de Asignación Familiar
PROMICRO
Promoción Microempresarial
PRONADEL
Programa Nacional de Desarrollo Local
PRONADERS
Programa Nacional de Desarrollo Rural Sostenible
PROPAITH
Programa de Promoción y Rescate de la Producción Artesanal Indígena y Tradicional
PROSOC
Proyecto de Desarrollo Rural del Sur Occidente
SAG
Secretaría de Agricultura y Ganadería
SANAA
Servicio
Autónomo
Nacional
de
Acueductos
y
Alcantarillados SERNA
Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente
TLC
Tratado de Libre Comercio
TRAMIL
Programa Centroamericano de Investigación Aplicada a la Medicina Tradicional
9
PRESENTACION
El siglo XXI ha traído el desafío de realizar cambios sustantivos en la forma en que se ha venido manejando el problema de la pobreza que afecta especialmente a la mujer rural, buscando nuevos enfoques de desarrollo y métodos de intervención social, en los que se incluya a la mujer como actora activa del desarrollo en igualdad de condiciones y oportunidades que el hombre. Esta investigación forma parte del Plan Estratégico 2002-2006 del Instituto Nacional de la Mujer INAM, que contempla la urgencia de contar con información actualizada de carácter cualitativo, sobre la contribución de la mujer al mejoramiento de las condiciones de vida de la familia y al desarrollo nacional.
La aprobación de la Política Nacional de la Mujer, Política para la Equidad de Género en el Agro Hondureño y de la Estrategia de Reducción de la Pobreza, han alertado al INAM sobre la necesidad de contar con información actualizada y pertinente sobre las formas en que se desenvuelve la mujer rural y las expresiones de la pobreza en la mujer.
La investigación se orientó hacia los siguientes objetivos:
1. Realizar una identificación de la situación de la mujer rural, dimensionar
sus
aportes
a
la
producción,
transformación
y
10
comercialización de productos agropecuarios y de otras actividades productivas generadoras de ingresos, en camino hacia el logro de la equidad de género y la problemática que enfrenta como actora del desarrollo rural sostenible.
2. Conocer con mayor profundidad las diversas realidades, escenarios, necesidades y aspiraciones de las mujeres rurales en Honduras. La investigación se centra en la mujer rural, económicamente activa, su rol en la reproducción social y su inserción en diferentes procesos productivos agropecuarios, forestales, artesanales, etc. Se aborda a la mujer a nivel individual, en la familia, en la comunidad o formando parte de organizaciones.
Se identifican las estrategias diseñadas para enfrentar la pobreza, incluyendo la diversidad de actividades económicas en que la mujer rural se involucra. El estudio incluye información sobre los rubros productivos, micro y pequeñas empresas que la mujer rural ha constituido para obtener ingresos, las posibilidades y limitaciones de las MIPYMES dirigidas por mujeres y los emprendimientos exitosos.
A lo largo del documento se logra visualizar que el trabajo doméstico sigue siendo la principal tarea de las mujeres rurales, así como la reproducción de la fuerza de trabajo, sigue enfrentada a la problemática que genera el patrón cultural machista, que la sitúa en una posición subordinada y de subvaloración de sus aportes al desarrollo. Un alto porcentaje de las actividades en que se ha involucrado para superar la pobreza han sido de subsistencia.
11
En los resultados de la investigación se exponen experiencias de mujeres que están buscando alternativas a esas condiciones de subordinación, especialmente de orden productivo y organizativo, han logrado construir estrategias
para
redistribuir
los
tiempos
en
la
casa,
sin
que
necesariamente signifique cambios en las relaciones de poder con el compañero o esposo, dejando menos tiempo para algunas tareas, reasignando responsabilidades entre los demás miembros del hogar, intentando modificar los roles tradicionales, de conformidad a las nuevas demandas de tiempo que exigen las tareas productivas generadoras de ingreso. Algunas mujeres rurales han adquirido independencia económica, nuevas responsabilidades y ocupaciones. Las mujeres consultadas hacen valoraciones sobre sus necesidades, aspiraciones, limitaciones, posibilidades y la problemática que enfrentan en la búsqueda de una inclusión activa en la economía del país, en sus diversos contextos y escenarios. El tema del reclamo al Estado por acceso al crédito para organizar pequeñas empresas, la asistencia técnica, acceso a la tierra en condiciones de equidad, se hizo presente a lo largo de toda la investigación.
Este estudio se basa en el enfoque de la Nueva Ruralidad y el Desarrollo Sostenible como el marco teórico que la mayoría de las instituciones están adoptando, tanto porque prioriza lo participativo, sistémico e incluyente, como por los métodos y estrategias de intervención comunitaria, su énfasis en la búsqueda de opciones a los problemas que tradicionalmente ha enfrentado la mujer rural, acceso a educación, capacitación, recursos para la producción, tierra, asistencia técnica, crédito.
12
Las mujeres rurales indudablemente están enfrentando los desafíos de un mundo cambiante que las obliga a revisar su realidad, sus relaciones con los sistemas productivos, su entorno y a buscar alternativas. Algunas instituciones están intentado incidir en este propósito.
La idea de seguir trabajando en la agricultura como generadora de ingresos, está siendo redefinida por algunas mujeres, especialmente por las limitadas posibilidades de tener acceso a la tierra. La alternativa más viable para ellas es crear pequeñas empresas no agrícolas, trabajando en casa o saliendo por períodos cortos, como la mejor alternativa para ampliar su contribución al ingreso familiar. La Política Nacional de la Mujer plantea la necesidad de “potenciar la participación de las mujeres en la producción destinada a los mercados nacionales e internacionales”.
Pese a que la mayoría de las mujeres rurales que han formado pequeñas empresas, todavía no están en condiciones de competir en los mercados, algunas cuentan con experiencias valiosas buscado espacios locales para comercializar sus productos. Las mujeres más experimentadas reconocen que
entrar
en
una
estrategia
de
desarrollo
exige
capacitación,
empoderamiento económico y la posibilidad de acceso y control de los medios de producción.
Este
documento
contiene
información
sobre
las
limitaciones
y
posibilidades de la mujer rural para encontrar, en igualdad de condiciones, alternativas a la pobreza; está estructurado en cuatro partes, inicialmente se presenta el contexto de la investigación y el marco teórico conceptual, para luego dar paso a los resultados de la investigación y los hallazgos más importantes, concluye con un análisis de propuestas.
13
I. EL CONTEXTO NACIONAL DE LA INVESTIGACION 1.1. La población rural y sus características Aún con el acelerado crecimiento urbano, el 51% de la población hondureña está ubicada en la zona rural, concentrada en unas 4,300 comunidades con más de 200 habitantes, y unos 23 mil pequeños caseríos con menos de 200 habitantes, dispersos en todo el país (SANAA, 2003)1. Un alto porcentaje tiene problemas de vías de comunicación, carreteras en mal estado y falta de teléfono, ubicadas en las laderas de las montañas, en suelos de vocación forestal.
Las comunidades rurales hondureñas muestran diferencias, generalmente de orden étnico y geográfico, su población está vinculada productivamente y a diferentes escalas, al uso de los recursos agrícolas, forestales, mineros, artesanales o a los recursos marinos y costeros, como medios para la sobrevivencia; en estos procesos la mujer desempeña un rol fundamental.
SANAA. División de Investigación y Asistencia Técnica. Documento Cobertura de Agua y Saneamiento. Tegucigalpa: 2003.
1
14
Fotografía 3. Caserío del Departamento de Intibucá. Enero 2003
Lo rural productivo en Honduras se ha caracterizado históricamente por un contraste entre la presencia de grandes empresas agrícolas, grandes extensiones de tierra subutilizadas y la pequeña producción agrícola en microespacios de subsistencia; en ellos las mujeres se desenvuelven en condiciones de marginalidad, pobreza, explotación, racismo, maltrato físico y discriminación por género. El sector rural aporta el 70% de las divisas del país, según datos del INE2, destacándose los rubros del café, banano, palma africana, carne, etc. El INE calcula un total de 330.000 productores/as, 122,000 son medianos productores o finqueros; de éstos, un 72% cultivan café, el 71% hortalizas, un 57% tabaco, 43% fríjol, 40% maíz y un 40% tubérculos. Los sistemas agrícolas en Honduras están constituidos por una diversa gama de productos. La mujer rural se desenvuelve en casi todos esos procesos productivos, especialmente en la corta de café, hortalizas, procesamiento del tabaco, cultivo de granos básicos, atención al huerto, etc.
2
INE. Encuesta Agrícola Nacional 2001-2002. Tegucigalpa:2002
15
La producción de las pequeñas parcelas se destina una parte para el consumo, aquí la mujer decide cuanto y como usarla y, otra para la venta, bajo el control casi exclusivo de los hombres. Un importante porcentaje de la producción se realiza en pequeños valles con alta distribución de parcelas y en laderas en pequeñas parcelas de subsistencia, con una importante dinámica interactiva familiar.
La producción agropecuaria genera empleo a más del 40% de la población económicamente activa, cifra que podría elevarse al considerar en las estadísticas el aporte de la mujer. Del total de mujeres en edad de trabajar en el sector rural, que excede al millón de personas, únicamente 30 mil fueron consideradas en la categoría de productoras, PRONADERS (2002)3. Este subregistro estadístico del trabajo de la mujer en la agricultura limita las posibilidades para que acceda a programas de distribución de tierras y otros beneficios, como se explica a lo largo de este documento.
El mayor potencial de desarrollo del país se encuentra en la zona rural, con recursos hasta ahora inexplorados, subutilizados o manejados inadecuadamente: forestales, marinos, mineros, suelos de vocación agrícola, etc., muy poco se reconoce la verdadera capacidad económica y humana que posee el sector rural para impulsar el desarrollo. Aún con la crisis económica, el poco acceso a la tierra en calidad y cantidad, sigue existiendo un importante esfuerzo productivo. La mujer en este contexto forma parte de procesos agrícolas y no agrícolas generadores de ingresos, que están contribuyendo a producir alimentos.
3
PRONADERS. Documento Marco. Tegucigalpa: 2002
16
Históricamente la zona rural ha sido calificada y hasta estereotipada, más por sus limitaciones que por sus aportes a la economía del país; negándosele a la población campesina e indígena el reconocimiento como productores de alimentos y otros bienes. Se ha demostrado que aún con grandes limitaciones y la reducida e inconstante cooperación institucional para el sector pequeño productor agrícola, los campesinos, campesinas y los/las indígenas siguen sembrando, especialmente granos básicos. “Lo rural desde esta nueva dimensión paradigmática tiene un potencial inmenso, positivo y ético inherente a su propia esencia; esa potencialidad como fuerza propulsora encierra una enorme gama de oportunidades”4.
Descuidar este sector es poco estratégico para la economía del país y puede provocar desmotivación para luchar más consistentemente por crecer,
innovar y generar nuevos productos para el mercado, buscar
opciones de largo plazo para potenciar las capacidades locales e impulsar el camino hacia el desarrollo. El enfoque de la Nueva Ruralidad enfatiza que “las comunidades indígenas y campesinas siguen desempeñando un rol preponderante en la economía de los países latinoamericanos”.
4
PNUD. Informe sobre Desarrollo Humano Honduras 2002. Tegucigalpa:2002
17
Fotografía 4. Comunidad del sur del Departamento de Lempira. Enero 2003
1.2. Las expresiones de la pobreza rural
Honduras tiene actualmente una población que alcanza los 6.7 millones de habitantes. Empezó el nuevo siglo con uno de los ingresos per cápita más bajos de América Latina valorado en US$ 1, 142 y un Índice de Paridad del Poder Adquisitivo de USA$ 2,453 para el año 20015. Tiene una base productiva mayoritariamente agropecuaria entre laderas y valles, una economía altamente vulnerable a las fluctuaciones en los precios internacionales y a los efectos de los fenómenos climatológicos, especialmente huracanes y sequías. Honduras es uno de los países latinoamericanos que distribuye en forma menos equitativa la riqueza que genera. Un 24.3% de los habitantes vive con un dólar al día y un 45.1% lo hace con dos dólares al día, los mayores niveles de pobreza se ubican en la zona rural.
5
PNUD. Informe sobre Desarrollo Humano 2002. Tegucigalpa: 2003.
18
De acuerdo al Índice de Desarrollo Humano (IDH) publicado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo6, Honduras se ubica en la posición 116 de 173 países analizados, un desarrollo humano medio, nivel comparable solo con Egipto, Gabón y Nicaragua. Con una reducción de su economía de 1.9% en 1999 generado por el impacto del Huracán Mitch, situación que no ha podido superar.
Se calcula que el 75%7 de los hogares rurales son pobres, viviendo de la explotación de pequeñas parcelas agrícolas ubicadas mayoritariamente en laderas, con carencia de tierra en cantidad y calidad suficientes, por lo que se produce un lento crecimiento económico y como consecuencia un bajo ingreso per cápita, que afecta el mejoramiento de condiciones de vida para las familias rurales.
La pobreza rural tiene sesgo de género, según datos proporcionados por el INE, existe una alta incidencia de pobreza crónica especialmente en la mujer rural. Las estadísticas muestran un incremento de la pobreza en las mujeres de 53.2% a 60.4% entre los años 1991 y 1999, en cambio entre los hombres la situación fue menor, de 34% a 38.4%, la información muestra una tendencia progresiva negativa en relación a la pobreza; estos resultados están vinculados con la falta de acceso y oportunidades para la mujer rural, que la marginan al límite de la sobrevivencia. Estudios recientes de la Población Económicamente Activa femenina rural muestran que la mujer se vincula en actividades de poca remuneración, como mano de obra familiar gratuita o como asalariada temporal.
6 7
PNUD. Informe Sobre Desarrollo Humano Honduras 2002. Tegucigalpa: 2002 INE. Vigésima Tercera Encuesta Permanente de Hogares (Módulo de Mujeres). Tegucigalpa: 2001.
19
En términos generales solamente un reducido porcentaje de población rural cuenta con las condiciones necesarias para integrase activamente a los procesos de desarrollo, tal como se observa en el cuadro número 1.
Cuadro No. 1 Pobreza Rural Según Método de la Línea de Pobreza Método de
Pobres
No pobres
Pobreza Crónica
Pobreza Inercial
las NBI Una o más NBI
55% Ninguna NBI
11%
Pobreza
Integrados
Reciente
Socialmente
19%
15%
Fuente: INE, en base a cifras de la XXVI EPHPM, Utilizando la integración de los métodos Línea de Pobreza y Necesidades Básicas Insatisfechas NBI, a nivel rural
El Informe de Desarrollo Humano de Honduras 20028 registra, que en la zona rural hondureña existe casi un millón y medio de hondureños bajo condiciones de pobreza humana, careciendo de los elementos esenciales para lograr el desarrollo de sus capacidades como seres humanos. Los departamentos con mayores privaciones son Santa Bárbara 38.3%, Lempira 36.6%, Ocotepeque 32.1%, Intibucá 32.1% y Copán 30.5%. El enfoque de género del Indice de Pobreza Humana IPH, muestra a Santa Bárbara con una mayor incidencia de privación en las mujeres 45.6% e Intibucá con 35.5%, determinado por el aislamiento de las comunidades y factores de carácter económico y cultural.
8
PNUD. Informe de Desarrollo Humano de Honduras 2002.
20
Otro tema de análisis son las organizaciones comunitarias, que a pesar de su importancia, únicamente el 24% de los productores/as pertenecen a algún grupo organizado según datos del INE (2002)9, lo que hace suponer que la mayoría de los problemas que genera la producción en pequeña o micro
escala
se
resuelven
aisladamente,
volviéndolas
altamente
vulnerables. La dispersión de las viviendas, comunidades y otros factores, ha provocado actitudes poco propicias a la formación de organizaciones o asociaciones productivas en el sector rural, especialmente de mujeres.
Según datos del PNUD (2000)10 existen cuatro tipologías de productores y productoras a nivel nacional, en su mayoría pobres, con similares características en todos los departamentos del país, representando aproximadamente 2.6 millones de personas, ubicadas en 238 municipios11 (cuadro No. 2).
Cuadro no. 2 Tipología de Pequeños Productores/as Agrícolas Tipología
% 21
Precaristas, campesinos/as
%
sin
tierra Campesinos/as
45.2 %
9
INE. Vigésima Tercera Encuesta Permanente de Hogares (Módulo de Mujeres). Tegucigalpa: 2001. PNUD. Informe Sobre Desarrollo Humano Honduras 2000. Tegucigalpa: 2000 11 PNUD, Informe Desarrollo Humano para Honduras 2000. 10
21
pobres con tierra 29
Campesinos/as
%
finqueros/as intensivos Cooperativas
y
4.8 %.
empresas asociativas Fuente: Datos del PNUD, Informe Desarrollo Humano para Honduras 2000
La atención gubernamental para la pequeña producción rural es reducida, inconstante y selectiva; especialmente en algunas regiones poco accesibles del país, lo que ha traído como consecuencia una progresiva reducción en las cosechas, deterioro de los recursos naturales, especialmente forestales y, una limitada capacidad de gestión que ha retrasado el desarrollo del sector. Las mujeres productoras han tenido muy poco acceso a tecnologías apropiadas, la mayoría enfrentan condiciones económicas limitadas para producir,
comprar
comercializar
sus
semillas
mejoradas,
productos;
sumado
transformar, a
esto,
almacenar
reciben
un
y
apoyo
institucional desarticulado, tanto del Estado como de las ONGs. A esta situación se suma un inadecuado manejo y aprovechamiento de la cooperación externa, por la vía de los programas y proyectos de desarrollo por parte de las comunidades. En buena medida este problema ha sido generado por los mismos técnicos, que generalmente desconocen las particularidades de la dinámica socio-productiva rural y el enfoque de género, para abordar los problemas que afectan el desarrollo.
22
Con frecuencia, las instituciones se conforman con una débil participación de la población y de las autoridades locales en la toma de decisiones, quedando por fuera el diseño de una visión y un plan estratégico de largo plazo, que posibilite al sector rural articular una salida viable al desarrollo.
En términos generales, las causas y el impacto de la pobreza en la mujer rural,
están
relacionadas
con
el
marginamiento
de
los
procesos
productivos generadores de ingreso, el lento crecimiento de la economía rural y el bajo nivel del ingreso per cápita y su desigual distribución. Asimismo de los factores de la producción, el bajo nivel de escolaridad y la baja productividad. La pobreza está referida también al deterioro de los recursos naturales que afectan directamente a la mujer, el acceso a recursos energéticos, al agua no contaminada y a las debilidades de los gobiernos locales para planificar procesos de desarrollo sostenible. El desarrollo de actividades de subsistencia en suelos de vocación forestal, guarda una relación directa con la elevada pobreza en las áreas rurales. (ERP 2001)12. La pobreza es “un síndrome situacional en el que se asocia el infraconsumo, desnutrición, precarias condiciones de las viviendas, bajos niveles
educacionales,
malas
condiciones
sanitarias,
una
inserción
inestable en el aparato productivo, actitud de desaliento, poca integración en los mecanismos de integración social, etc.” (INE 2002)13
La mujer quiere salir de la pobreza, superarla significa para ella dejar de ser subordinada, buscar la igualdad, la equidad y el acceso al poder; como lo han expresado algunas mujeres consultadas en esta investigación. Gobierno de la República. Estrategia para la Reducción de la Pobreza, un compromiso de todos por Honduras, Tegucigalpa, agosto 2001. 13 INE. Vigésima Tercera Encuesta Permanente de Hogares (Módulo de Mujeres). Tegucigalpa: 2001 12
23
“Erradicar la pobreza es salir del mundo de las carencias, pero también es llegar a tener cierto control sobre los recursos y cierto poder de decisión en el hogar, en el gobierno local y en el Estado, construir la ciudadanía, como seres humanos plenos con derechos y saberes. Por eso reducir la pobreza con equidad de género es un gran desafío”14.
1.3. La mujer rural como actora del desarrollo
Existe actualmente consenso sobre la necesidad impostergable de reducir la pobreza que enfrenta la mujer rural, el gobierno de la República ha diseñado una Estrategia en la que se señala la necesidad de vincularla activamente con la planificación del desarrollo, en todos los niveles y en el largo plazo; estimulando su ingreso a procesos económicos sostenibles de generación de ingresos, e impulsando políticas sectoriales de conformidad a las necesidades específicas de las mujeres que buscan con afán salir de la pobreza. Surge entonces la necesidad de cerrar la brecha entre lo que se promulga y planifica y su ejecución.
Para que la mujer pueda desempeñar su papel como actora de desarrollo es necesario aumentar su capacidad productiva, teniendo acceso al capital, recursos, crédito, tierras, tecnología, información, capacitación y asistencia técnica. Se conocen las condiciones de vida y trabajo de la mujer rural, especialmente su responsabilidad en la reproducción de la fuerza de trabajo rural, su desempeño en la producción de alimentos, especialmente de granos básicos, verduras y frutas, aún cuando las condiciones en que Núñez Gabriela. Pobreza y Género un desafío para la Estrategia de la Reducción de la Pobreza. Discurso Inaugural Seminario Taller sobre Género Y Pobreza. Tegucigalpa: 2001.
14
24
realiza los procesos productivos son generalmente difíciles, con altos niveles de marginamiento, violencia y exclusión. “El aporte invisible de las mujeres posibilita la reproducción y mantenimiento de la fuerza de trabajo familiar y contribuye en forma poco reconocida a la economía global del país”15.
Se ha comprobado que la mujer es altamente productiva por la dinámica que permanentemente le toca desempeñar en el hogar y fuera de el, su intervención en la generación de ingresos es determinante para el sostenimiento de la familia. “Su productividad y rentabilidad en manos del capital se transforma en fuente de ganancias” Dierkxsenz W.16, es una de las razones de su alto empleo en la producción agroindustrial y la maquila, por esta razón también es normalmente explotada, maltratada y mal pagada en esos espacios laborales.
Pese a que los datos estadísticos registran una participación reducida de las mujeres en actividades generadoras de ingreso, de un censo a otro se observa un importante crecimiento del número de mujeres a cargo de negocios, pequeñas empresas agrícolas y microempresas no agrícolas, con un crecimiento a tasas anuales del 12%17 en agricultura y por encima del 25% en la pequeña y en la microempresa no agrícola, en forma organizada o individual. Aún cuando esos registros censales no ofrecen una cobertura total sobre el trabajo de la mujer, a nivel de país se ha observado un incremento gradual del registro de la PEA femenina, de 27% en 1990 a un 38% en el año 2000,
Martínez María Antonia y Rosales Sara Elisa. El Acceso de la Mujer a la Tierra en Honduras. Fundación Arias, San José:1995. 16 Dierkxsenz, Wim. Cuadernos de Ciencias Sociales, FLACSO. San José: 1990. 15
17
INE. XVI Censo de Población y Quinto de Vivienda. Tegucigalpa : 2002.
25
mostrando una
tendencia de
1.0
unidades porcentuales por año
aproximadamente. La Encuesta Agrícola Nacional 200118 registra 48,540 mujeres productoras agrícolas, que representan un 9.7% del total del país, divididas en cuatro grupos:
a)
27,299
son
productoras
de
granos
básicos,
mayoritariamente
dedicadas a producir maíz, de ellas 5,222 cultivan fríjoles, 1,782 maicillo;
b)
Un 39% están dedicadas a cultivos permanentes, especialmente al café y en menor medida a productos tales como naranja, banano, cacao, palma africana, etc.
c)
Solamente un 3% se dedica a la silvicultura, explotación de bosques de coníferas y latifoliados.
d)
2% se dedican a cultivos anuales, igualmente a productos tales como cebolla, chile dulce, tomate y papa.
La siguiente gráfica ilustra comparativamente estos datos.
Gráfica No.1 Productoras Agrícolas
18
INE. Encuesta Agrícola Nacional 2001-2002. Tegucigalpa: 2002.
26
PRODUCTORAS AGRICOLAS SEGUN DEDICACION HONDURAS 2000-1. No. PRODUCTORAS "VISIBLES" = 48,540
39%
Granos Basicos Cultivos Anuales Silvicultoras
56% 3%
C. Permanentes
2%
Fuente: INE, Encuesta Agrícola Nacional, AFE-COHDEFOR. Honduras 2001
En el año 2002, había 1,233.675 mujeres rurales a nivel nacional, 590,000 fueron registradas por el INE (2002)19 como económicamente activas PEA, de las cuales: •
46,000
estaban
vinculadas
directamente
al
sector
primario
(realizando diversas actividades agrícola) •
19
272,000 estaban ubicadas en el sector secundario y terciario,
•
102,000 eran asalariadas,
•
118,000 trabajaban por cuenta propia y
•
52,000 ejercían ocupaciones sin remuneración.
INE. Encuesta Agrícola Nacional 2001-2002. Tegucigalpa: 2002
27
No se contabilizan en las estadísticas 643,675 mujeres, probablemente por problemas de recopilación de datos, por tratarse de niñas o mujeres ancianas que están fuera de la actividad productiva o, por falta de una verdadera visibilidad del trabajo de la mujer.
La presencia de las mujeres a cargo de empresas agrícolas es muy limitada, sólo representan el 6% del total de productores/as agrícolas. La producción no agrícola en pequeña escala es el área donde las mujeres encuentran mayores opciones, según los resultados de esta investigación.
Unas 311,000 mujeres están incorporadas a pequeños negocios a nivel nacional, según los datos del INE, aunque de acuerdo a nuestras observaciones y consultas el número podría ser mucho mayor.
La mujer rural ha luchado por un mayor reconocimiento de su rol como actora del desarrollo y un tratamiento igualitario por parte del Estado y de los dueños de los medios de producción. En Honduras históricamente se registran
una
serie
de
acontecimientos
y
movimientos
sociales
encaminados a romper con los lazos de subordinación y marginamiento, como lo comprueban los reclamos y protestas que el movimiento de mujeres organizado ha mantenido por tener derecho a tierra para cultivo, por reformar las políticas agrarias y otras políticas discriminatorias hacia la mujer, por una legislación igualitaria y justa.
Un rol fundamental lo ha desempeñado el Movimiento de Mujeres, a partir de cuyas luchas se han generado cambios de orden normativo y de intervención institucional: generación de leyes y políticas, creación de unidades especializadas en género en las Instituciones del Estado y en el Congreso de la República para que se tomen en cuenta sus propuestas.
28
Desde hace más de 50 años las mujeres luchan por acceso a la tierra, atención del Estado y los beneficios que ofrece el desarrollo. La Federación Hondureña de Mujeres Campesinas FEHMUC,
abrió el camino de la
organización de la mujer rural, entre ellas; la Asociación Nacional de Mujeres Campesinas ANAMUC, el Consejo para el Desarrollo Integral de la Mujer Campesina CODIMCA y otras, hasta la conformación de la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas, que las aglutina. Estas organizaciones introducen un nuevo debate en el tema de la mujer rural, el desarrollo y la necesidad de realizar reformas sustanciales en la forma de legislar, de administrar y de luchar contra la pobreza de la mujer, haciéndose escuchar en el espacio gubernamental. La Creación del Instituto Nacional de la Mujer y la aprobación de la Política nacional de la Mujer, así como otras leyes a favor de la mujer, como la Ley contra la Violencia Doméstica, han venido a fortalecer las iniciativas organizativas en la lucha por la igualdad de condiciones y oportunidades para la mujer rural en Honduras. El INAM como ente coordinador por parte del Estado, está desempeñando un rol estratégico en los procesos de posicionamiento del tema equidad de género e igualdad de oportunidades para la mujer rural en las iniciativas de Estado.
Actualmente también existe mayor interés de algunos países cooperantes por apoyar el financiamiento a iniciativas a favor de búsqueda de mejores y mayores oportunidades para la mujer, PNUD ha sido uno de esos organismos que desde la década del 80 ha venido apoyando la consolidación de Políticas y Programas para incorporar a la mujer rural al desarrollo. Igualmente importantes son los compromisos contraídos por el
29
Estado a nivel internacional, para legislar y apoyar el desarrollo de la mujer. Uno de los compromisos más importantes de esos acuerdos, es combatir las limitaciones, barreras y obstáculos para promover el adelanto y la potenciación
de
la
mujer,
promover
su
independencia
económica.
Erradicar la carga persistente de la pobreza que recae sobre ella y combatir sus causas estructurales. Garantizar el acceso de las mujeres rurales en condiciones de equidad de género a los recursos económicos, incluidos la tierra, el crédito, la ciencia y la tecnología, la capacitación, información, las comunicaciones, y los mercados. La liberación del potencial productivo de la mujer rural es esencial para interrumpir el ciclo de la pobreza, a fin de que pueda compartir plenamente los beneficios del desarrollo y disfrutar del producto de su propio trabajo.
II. MARCO TEÓRICO CONCEPTUAL 2.1
La Nueva Ruralidad y el rol de la Mujer
El desarrollo rural como concepto y como práctica, es un proceso en el tiempo, que facilita la promoción y fomento de oportunidades a la 30
población rural pobre, especialmente a la mujer, en el ámbito productivo, humano, social y ambiental. Diversos enfoques y modelos de desarrollo rural han sido aplicados a lo largo de décadas en el país, intentando elevar los niveles de productividad en el campo para acelerar el desarrollo, pero los resultados han sido muy pobres. La mayoría de estos enfoques excluyó a las mujeres rurales como actoras del desarrollo en su más amplia expresión; la intervención de la mujer se ha reducido a un mejoramiento de su desempeño en el ámbito doméstico. De haberse incluido a la mujer rural en las grandes decisiones y propuestas productivas agropecuarias, los resultados hubiesen sido diferentes, en consideración a las capacidades que
la mujer ha
demostrado, para emprender procesos sostenibles en diferentes ámbitos.
Los modelos y enfoques de desarrollo adoptados durante más de medio siglo, no tomaron en cuenta
el rol que de hecho ha cumplido la mujer
rural en los sistemas productivos agrícolas, no se le reconoce como productora agrícola, por consiguiente ha estado excluida del diseño, implementación y beneficios de los grandes programas agropecuarios: acceso a tierra, asistencia técnica, crédito y otros.
En la década de los 90 se institucionalizó la propuesta del PNUD del Desarrollo Humano Sostenible, como una iniciativa más amplia para buscar alternativas a la pobreza generalizada y en la que se plantea la inclusión de la mujer, bajo los principios de equidad, sostenibilidad, productividad, participación y seguridad humana. Este enfoque continúa vigente y un importante número de programas y proyectos se basan en el.
31
Surge en este mismo marco el enfoque de la “Nueva Ruralidad”20 como una alternativa a la crisis del desarrollo rural y a la poca efectividad de los otros modelos. La propuesta se sustenta teóricamente en un ordenamiento sistémico, que valora las diversas determinaciones que intervienen en las condiciones de vida de la población rural; así como en políticas abiertas, participativas y democráticas, que impulsan el desarrollo humano como objetivo central, el fortalecimiento de la democracia y la participación ciudadana. “Un crecimiento económico con equidad, valorando al ser humano como un ser integral que ejercita y promueve sus capacidades”21.
Este modelo sugiere un nuevo impulso al desarrollo local, a
las
comunidades y municipalidades rurales, mediante la aplicación de metodologías participativas de intervención que posibilitan los procesos autogestionarios, la autoafirmación y el posicionamiento necesarios para el protagonismo de los pueblos. Lo rural se valora desde esta nueva dimensión paradigmática con limitaciones y oportunidades, potenciando estas últimas.
Al construir nuevas estrategias para el desarrollo rural con un enfoque y una lógica de género, se posibilita una mayor comprensión de la producción-reproducción de las pequeñas unidades productivas: quién hace, por cuanto tiempo, qué, quién decide, cuáles son las expectativas de sus miembros, quiénes concentran los beneficios, qué implicaciones tiene la división del trabajo existente, etc. Al mismo tiempo facilita la delimitación adecuada de los grupos de población con los que se quiere trabajar, al considerar las variables de edad, etnia, etc., asociadas al análisis de género. 20
21
IICA/ CIDER. Nueva Ruralidad. Serie Documentos Pedagógicos 003, San José, Costa Rica: 2001.
Op. Cit.
32
El enfoque de la Nueva Ruralidad es una de las bases fundamentales del Programa Nacional de Desarrollo Rural Sostenible PRONADERS y sus proyectos, en momentos en que la reconversión productiva es una prioridad para el país ante los Tratados de Libre Comercio, cuya implementación se avecina. Precisa entonces revertir el problema de la pobreza, ajustar los procesos agropecuarios y potenciar las capacidades de las MIPYMES. El análisis de género y los ajustes que de él se derivan, ha sido asumido por la mayoría de las instituciones públicas y ONGs, vinculadas al desarrollo rural, al menos en el discurso; lo que amplia las posibilidades de identificación de alternativas económicas para las organizaciones productivas, cooperativas, pequeñas empresas o grupos familiares dirigidos por mujeres; en función de sus intereses, habilidades y potencialidades.
La inclusión de los intereses de la mujer como
base fundamental del
desarrollo rural, representa un gran salto histórico para el país, reconociendo que es un proceso de largo alcance, está sirviendo de referente para buscar la democratización de las relaciones sociales en el campo, la participación ciudadana, lograr la equidad en el acceso a recursos,
servicios,
beneficios;
intentando
recuperar
años
de
discriminación y alcanzar niveles de equidad en el ejercicio del poder. Hoy día, no es posible ni tolerable formular alternativas al desarrollo rural, sin que se otorgue a la mujer el papel que le corresponde como actora; en igualdad de derechos, condiciones y oportunidades, sin maltratos por hacer valer sus capacidades.
2.2. Posicionamiento de la Mujer Rural Frente al Desarrollo
33
En el presente siglo la inclusión y posicionamiento de la mujer en los procesos de desarrollo es un tema que forma parte del diseño de las políticas públicas y de la discusión y teorización sobre el desarrollo. El tema género en el debate del desarrollo, es no sólo una necesidad ética sino económica. Es abundante la evidencia empírica sobre los problemas que plantea la marginación de la corriente principal del desarrollo, de un 50% de la población conformada por mujeres,
y los altos costos que
significa renunciar a por lo menos una buena parte del potencial de este recurso humano. Tomar conciencia y reconocer el papel y el valor de la mujer en la sociedad rural es un paso crucial en la búsqueda de nuevas estrategias de desarrollo, enriquecidas con visiones de equidad y perspectiva de género22. La búsqueda de alternativas a los problemas que enfrentan las mujeres rurales ha estado respaldada por los cambios que en las últimas décadas se han dado a nivel mundial, al impacto negativo que ha generado el modelo económico neoliberal en los países pobres. Por estar sometidas a una doble condición de marginalidad, enfrentar mayores niveles de pobreza y discriminación, se busca promover su participación plena y efectiva a la vida económica, social, política y cultural del país.
El tema del desarrollo rural ha vuelto emerger como un tema central en el replanteamiento del modelo de desarrollo, se ha vuelto a retomar el rol de la economía campesina en el abastecimiento de alimentos y la importancia de la mujer en las alternativas de desarrollo. Se reconoce la capacidad productiva de la mujer para impulsar y dirigir procesos de desarrollo, la habilidad para entrar en propuestas de cambio e innovación, la responsabilidad que tiene para honrar sus deudas y compromisos. 22
IICA-CIDER. Género y Nueva Ruralidad. San José, Costa Rica: 2000.
34
“Es imposible hoy día pensar en un crecimiento acelerado y en un desarrollo equitativo, sin plantearse la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. La inclusión del enfoque de género, es hoy no sólo una necesidad ética, sino también económica. (Plan de Gobierno 2002-2006)23. La inclusión de la mujer rural en el desarrollo, es sin duda un elemento esencial de las políticas públicas y de la discusión y teorización sobre el desarrollo.
En
Latinoamérica
a
pesar
de
la
subvaloración
de
la
participación femenina en el mercado de trabajo, en las estadísticas oficiales, en las últimas décadas, el número de mujeres que ingresa a la fuerza laboral ha crecido más rápido que el de los hombres”24. “Existen claras evidencias de que las transformaciones mundiales en curso, que unos perciben como las consecuencias de la globalización económica y otros como un verdadero cambio de época, no son sólo de origen económico, sino que tienen como uno de sus principales ejes, precisamente el cambio de relaciones entre los géneros. Este cambio lleva consigo profundas transformaciones sociales”25. Es necesario comprender la importancia estratégica de la aportación e integración de las mujeres al desarrollo rural, la necesidad de registros estadísticos adecuados para cuantificar su participación económico-productiva. Desde la Conferencia Mundial del año Internacional
de la Mujer,
celebrada en México en 1975, se planteó no sólo la importancia de la participación
económica,
sino
también
política,
como
una
de
los
requerimientos para integrar a la Mujer al Desarrollo; se definieron medidas concretas que fueron retomadas en las Cumbres Mundiales 23 24 25
Gobierno de la República. Plan de Gobierno 2002-2006, Tegucigalpa, 2001 IICA CIDER. Género y Nueva Ruralidad. San José, Costa Rica: 2000. IICA – CIDER. Op. Cit.
35
subsecuentes. Algunas de estas medidas estaban orientadas a promover la información y el ejercicio de los derechos ciudadanos de las mujeres, garantizar el derecho al voto y la elegibilidad de las mujeres a cargos de responsabilidad pública, así como promover su amplia incorporación en todos los niveles de toma de decisiones. En 1985, durante la tercera conferencia mundial en Nairobi, la evaluación de la Situación de la Mujer, reflejó un escaso cumplimiento en las metas anteriormente propuestas y concretamente en materia de participación. Por esta razón se logró traer de nuevo el tema al debate y como resultado se crearon leyes que hoy día sirven de referente para las mujeres, que tratan de superar los problemas que genera la marginalidad.
Fotografía 5. Seminario Taller de consulta. San Nicolás Santa Bárbara. 2003
En esta conferencia, se aprobó el documento “Estrategias de Nairobi Orientadas Hacia el Adelanto de la Mujer”, enfatizando la importancia de fortalecer la participación y el liderazgo, y resaltando la necesidad de impulsar un trabajo conjunto entre los gobiernos, las organizaciones no gubernamentales, el mundo académico y otros actores; que puedan
36
promover la participación de las mujeres en la formulación de políticas y decisiones para el desarrollo. La IV Conferencia Mundial celebrada en Beijing en 1995 exhorta una vez más a los gobiernos, sociedad civil y comunidad internacional, a tomar medidas estratégicas con relación a aspectos de especial preocupación, se plantea nuevamente la desigualdad entre hombres y mujeres en el ejercicio del poder y en la adopción de decisiones a todos los niveles; señalando la falta de mecanismos suficientes para promover el adelanto de la mujer y la falta de respeto, promoción y protección a los derechos humanos.
El proceso de establecimiento de una agenda internacional para el avance en la equidad de género, impulsado por las Naciones Unidas; ha sido acompañado por otras iniciativas regionales. Entre ellas destacan las Cumbres Interamericanas celebradas en Miami en 1994 y la de Santiago de Chile en 1998, las que han incluido compromisos explícitos de los gobiernos dirigidos a aumentar la presencia de las mujeres en posiciones de poder. En el ámbito nacional, los compromisos derivados de la firma de estos convenios internacionales, ha facilitado la creación de un marco legal e institucional para impulsar acciones en la búsqueda de la equidad de género (o la igualdad de oportunidades), así como la apertura de “cuotas” de participación política de la mujer en los organismos de gobierno.
La Ley de Igualdad de Oportunidades propone reducir los obstáculos de orden jurídico, político, sociocultural y económico, que limitan la participación de las Mujeres en los espacios públicos, fortalecer su liderazgo y las prácticas asociativas. Esta Ley ha sido el marco para la
37
definición de nuevas políticas orientadas a incrementar los beneficios para la mujer, elevar sus niveles de productividad y eficiencia en el trabajo y su participación en los procesos productivos y en el desarrollo comunitario.
La Secretaría de Agricultura y Ganadería formuló una Política para la Equidad de Género en el Agro Hondureño 1999-2015, que fue aprobada por el Consejo de Desarrollo Agrícola (CODA) en marzo del año 2000, siendo la instancia responsable de su implementación la Dirección Nacional de Desarrollo Rural Sostenible DINADERS. La misma contempla la necesidad de asegurar a las mujeres rurales mayor igualdad en los beneficios estatales y la cooperación para el desarrollo. Esta Política se articula a la Política Nacional de la Mujer del INAM. Su objetivo es “Institucionalizar y operacionalizar, a partir de planes sectoriales agrícolas, un
proceso
que
permita
el
fortalecimiento
y
la
ampliación
de
oportunidades económicas, sociales, políticas y culturales en igualdad de condiciones a las mujeres rurales, a fin de reducir al año 2015 la brecha de género existente en el agro hondureño”26
Para la implementación de esta política en los Programas y Proyectos dirigidos al sector rural, la Secretaría de Agricultura y Ganadería elaboró un Plan Estratégico con el objetivo de “Impulsar la incorporación del enfoque de género como eje transversal a nivel programático, estructural y operativo de los diferentes proyectos de la DINADERS, dentro del marco conceptual del desarrollo humano sostenible con perspectiva de género y la construcción de una nueva Ruralidad, basados en los ejes de equidad, sustentabilidad, productividad y empoderamiento”27. 26 Secretaría de Agricultura y Ganadería. Política para la Equidad de Género en el Agro Hondureño, Tegucigalpa: 1999. 27 Secretaría de Agricultura y Ganadería. Plan Estratégico de la Política para la Equidad de Género en el Agro Hondureño 2002-2006. Tegucigalpa: 2002.
38
Este Plan Estratégico se propone concretar la ejecución de la Política, convirtiendo el enfoque de género en un eje transversal de los proyectos que se desarrollen para la zona rural. Se trata de una visión de largo plazo, enmarcada en intereses estratégicos, por tanto contempla la inclusión de la mujer rural en una perspectiva de desarrollo diferente a la que hasta hoy se ha impulsado.
La Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente formuló la Política de Equidad de Género 2000-2015 la que expresa: “Es impostergable la participación plena de la mujer en la toma de decisiones relacionadas con los recursos naturales, la energía, gestión ambiental, la conservación de los suelos, la biodiversidad, el cambio climático, el ordenamiento territorial, la protección de cuencas y en general con todas las medidas encaminadas a la prevención de la contaminación y la reducción de la vulnerabilidad del ambiente y cumplir con los compromisos suscritos por Honduras, orientados a la eliminación de las distintas formas de discriminación de la mujer”28. La importancia de estas Políticas para la mujer rural estriba en el reconocimiento de la necesidad de respetar su protagonismo como actora del desarrollo, mediante el fomento e incremento de su participación social y productiva de largo alcance, lo cual significa un gran avance al menos a nivel propositivo para la búsqueda de la equidad y la democracia. Otro reto no menos relevante, es la promoción de Políticas encaminadas a la remoción de los obstáculos que, por razones de género, todavía enfrentan las mujeres para lograr una participación más equitativa. 28 Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente. Política de Equidad de Género 2000-2005 , Tegucigalpa: 2000.
39
2.3 La mujer rural frente a procesos productivos
En las últimas dos décadas, a raíz de la agudización de la pobreza cobró fuerza la implementación de proyectos de generación de ingresos exclusivos para mujeres rurales, como la cría y cuidado de especies menores,
transformación
de
alimentos,
elaboración
de
artesanías,
comercialización de bienes de consumo familiar y producción
de
productos alimenticios en pequeña escala; como una prolongación de las actividades que tradicionalmente ha desarrollado la mujer en el ámbito doméstico. Una sobrecarga de trabajo que corre el riesgo de quedarse en la reproducción y sostenimiento de las condiciones de marginamiento de la mujer rural.
Actualmente, sin embargo, es posible observar
mujeres rurales (pocas
todavía), vinculadas a pequeñas empresas en rubros no tradicionales, con algún potencial económico y una dinámica productiva relativamente sostenible. Las mujeres rurales en el escenario actual, tienen relativamente más opciones para convertirse en promotoras activas del desarrollo y receptoras de sus beneficios. En esta investigación se logró contabilizar 53 actividades productivas diferentes realizadas de manera individual o colectiva. En ellas se aprecia un abanico de motivaciones, desde las optimistas, tesoneras, con visiones de la vida y del trabajo de largo alcance, que exigen un tratamiento diferente por parte del Estado y de las ONGs, en relación a su involucramiento en los procesos de desarrollo; hasta las que se mantienen a la expectativa, dependiendo de las ofertas que se le presentan. Entre las primeras existen las que buscan trascender el espacio privado e
40
incursionar en el público ganando posiciones de liderazgo en la comunidad y fuera de ella. Un número creciente de mujeres se están vinculando a iniciativas locales e institucionales
de
desarrollo,
tanto
en
organizaciones
de
carácter
comunitario, como en proyectos productivos generadores de ingreso. Las mujeres salen de su casa para capacitarse, algunas son seleccionadas como enlace de las instituciones por el nivel que logran adquirir, sin que ello signifique que se haya modificado las relaciones de poder en el interior de la familia o la comunidad; con algunas excepciones, los roles tradicionalmente asignados, se mantienen dentro de los estereotipos, atendiendo construcciones genéricas.
Fotografía 6. Mujer alfarera Lenca, líder de la Comunidad de La Arada, Departamento de Valle. Enero 2003
2.4. Políticas del Estado que involucran a la mujer rural
Así como se requiere una política integral para abordar el tema género, se requieren políticas diferenciadas para tratar el tema de las mujeres
41
rurales.
“Un
reto
muy
importante
es
la
promoción
de
políticas
encaminadas a la remoción de los obstáculos que, por razones de género, todavía enfrentan las mujeres para tener una participación más equitativa, se tiene que partir de la nueva visión de la nueva Ruralidad y de la equidad de género de las mujeres rurales, para presentar luego los elementos políticos conceptuales y programáticos necesarios para la implementación de propuestas alternativas”29.
2.4.1 Política Nacional de la Mujer
La institución responsable de la implementación de la Política Nacional de la Mujer, es el Instituto Nacional de la Mujer, creado por Decreto No. 23298 el 11 de Febrero de 1999. Este Instituto tiene la responsabilidad de “formular, promover y coordinar la ejecución y el seguimiento de la Política Nacional de la Mujer y la integración de la misma al desarrollo sostenible, así como los planes de acción que la operativicen”.
La Política Nacional de la Mujer: Primer Plan Nacional de Igualdad de Oportunidades, promueve la creación de condiciones favorables para superar las brechas de desigualdad que existen entre mujeres y hombres, la promoción de oportunidades equitativas y el avance social, político, económico y cultural de las mujeres. Como se explica a lo largo del documento, históricamente las mujeres han contribuido de manera determinante a los procesos de generación de bienes y servicios para la sociedad en el ámbito reproductivo y en el
29
IICA/CIDER. Género y la Nueva Ruralidad, 2000.
42
sostenimiento de las economías de subsistencia; participando, aunque de forma minoritaria, en sectores dinámicos de la economía. La PNM reconoce que la problemática social y económica de las mujeres rurales es compleja y multicausal, que demanda estrategias estatales de carácter integral y sostenido, que deben partir del reconocimiento de las mujeres como sujetas activas del desarrollo; con derecho a participar en los procesos de formulación y ejecución de políticas socioeconómicas, orientadas a crear condiciones favorables para mejorar la vida de las mujeres, su acceso a la propiedad y su posición como actoras del desarrollo. La PNM se propone: formular, ejecutar y evaluar propuestas atendiendo las necesidades y demandas de las mujeres; diseñar y ejecutar programas y proyectos de formación para fortalecer las capacidades de producción y comercialización de las mujeres en áreas tradicionales y no tradicionales; incluyendo el comercio electrónico, negociación y aspectos jurídicos; buscar la equidad de género en el acceso, uso y control de los recursos productivos, reconociendo la condición histórica de desigualdad que enfrentan las mujeres; vigilar porque se amplíe la cobertura y mejora de la calidad y el acceso de las mujeres a los servicios de agua, energía eléctrica, telefonía y radiocomunicaciones; implementar un sistema de titulación expedito para asegurar la propiedad de la vivienda, la tierra u otros bienes a nombre de la mujer y de la pareja, tal como lo dispone la Ley de Igualdad de Oportunidades para la Mujer.
2.4.2 Política para la Equidad de Género en el Agro Hondureño 1999 2015
43
Fue formulada para ejecutarse en un período de 16 años por las instituciones del Sector Público Agrícola: SAG, INA, AFE-COHDEFOR, IHCAFE, SERNA, BANADESA, IHMA, FONAPROVI, bajo la coordinación de la SAG como ente rector de las políticas del sector; cada institución institucionalizará la perspectiva de género en todas las acciones que se realicen para el desarrollo del sector agrícola y de la población rural.
La Política para la Equidad de Género en el Agro Hondureño se articula con la Política Nacional de la Mujer, bajo la coordinación del INAM, es dirigida a la población agrícola rural. La factibilidad de su implementación depende de la articulación de sus lineamientos en el marco de acción previsto en planes y políticas de gobierno. Se prevé la ejecución de proyectos que incorporen efectivamente a las mujeres al proceso de producción,
organización,
comercialización
y desarrollo
empresarial;
especialmente en aquellos rubros que presenten potencialidades de desarrollo.
Los Principios de la Política son: igualdad de las personas en el área rural, sostenibilidad en el uso de los recursos naturales, promoción de las personas de modo que participen en el proceso de desarrollo y se beneficien con él, eficiencia y eficacia en el desarrollo de acciones en busca de la equidad de género y el desarrollo productivo del sector agrícola. El objetivo general de la misma es institucionalizar y operacionalizar, a partir de las actuales políticas y planes sectoriales agrícolas; un proceso que permita el fortalecimiento y la ampliación de las oportunidades económicas, sociales, políticas y culturales en igualdad de condiciones a las mujeres rurales; a fin de reducir al ańo 2015 la brecha de género existente en el agro hondureño.
44
Los ámbitos de acción de la política son: Fortalecimiento institucional, Información estadística y no estadística para el sector agrícola, acceso y control de los recursos productivos básicos, sector de la agroexportación tradicional y no tradicional, manejo sostenible de los recursos naturales, derechos y participación en la toma de decisiones y desarrollo humano sostenible.
Esta Política para la Equidad de Género en el Agro Hondureño, se refiere a la ausencia y presencia de las mujeres en los procesos económicos y sociales en la zona rural, “intenta corregir la ausencia de las mujeres en aquellos lugares públicos en que están presente los hombres”.30 Hoy día, “cuando se intenta conseguir el objetivo de la inclusión es cuando se descubre que la contrapartida de esta ausencia es la presencia de las mujeres”31, la subvaloración del trabajo de la mujer empieza a ser conocido.
En el año 2001 el Gobierno de la República presentó un Plan Estratégico para
la
implementación de
esta Política
dividido en
tres partes:
Construcción de una institucionalidad multisectorial para la Nueva Ruralidad, Fomento e incremento de la participación social y productiva de las mujeres en el área rural, Participación Social y Política de hombres y mujeres en forma equitativa y democrática. El objetivo que se alcanzará al año 2015 es: “una ampliación de las oportunidades para el desarrollo de la mujer rural”; a dos años de haberse iniciado el proceso de implementación, los logros que se visibilizan están a 30
Mosser, Carolina. La Planificación de género en el tercer mundo: enfrentando las necesidades prácticas y estratégicas de género, 1991. 31 ASTELARRA, JUDITH. Veinte anos de políticas de igualdad de oportunidades en España. (Conferencia Reducción de la Pobreza, Gobernabilidad, Democracia y Equidad de Genero). Managua: 2002.
45
nivel de capacitación e incentivación a las mujeres rurales, para la creación de pequeñas actividades productivas generadoras de ingreso, en los proyectos adscritos a PRONADERS.
La política está en proceso de implementación a través de las diferentes instancias adscritas a la SAG. En las consultas realizadas no quedó claro cómo con las acciones que se realizan en PRONADERS, mediante la ejecución de 15 Proyectos, se superará la desigualdad en el acceso a los recursos productivos, cómo se transformarán los mecanismos que sostienen las relaciones de desigualdad. Los proyectos se quedarán cortos si no transcienden el enfoque productivo de cuantificación de acciones, dada la magnitud de la realidad del desarrollo que es necesario impulsar. Si no se orienta el rumbo de estos procesos hacia una transformación de la mujer rural como actora del desarrollo, los logros serán muy limitados.
“El empoderamiento humano desde la perspectiva de género, no sólo trata de encaminar a las mujeres a un mundo práctico y simbólico, sino a generar la capacidad de transformar, criticar, reconstituir y re-significar la vida. Para dar pasos en este sentido se necesita de la priorización de los intereses prácticos y estratégicos de género”32. Esta es la importancia del fortalecimiento de liderazgos en las mujeres rurales.
III. Caracterización General de la Situación de las Mujeres Rurales
32
Mosser, Carolina. La Planificación de género en el tercer mundo: enfrentando las necesidades
prácticas y estratégicas de género. 1991.
46
Según el Censo de Población y Vivienda realizado por el Instituto Nacional e Estadísticas INE en el año 200133, la población femenina en el país alcanzó una cifra de 3,304,386 que constituye el 50.6% del total nacional, concentrándose en el área rural, 1,233,675 mujeres. La tasa de crecimiento poblacional se estimó en 2.64. Los departamentos que tienen una ligera diferencia a favor de la población femenina son Cortés y Francisco Morazán.
La mayoría de las mujeres llevan sobre sus hombros más del 50% de la carga familiar. “Únicamente un tercio del trabajo femenino es remunerado y el 34% de la fuerza laboral femenina participa en el sector informal de la economía en condiciones difíciles, con salarios inferiores al mínimo”34.
Fotografía 7. Mujeres líderes del Municipio de San Lucas. El Paraíso, elaboran el reloj de las 24 horas de la mujer rural. Fotografía Facilitada por el Proyecto PESA, Seguridad Alimentaria, 2002
33
INE. XVI Censo de Poblacional y V de Vivienda. Tegucigalpa: 2002 Gobierno de la República. Plan de Gobierno 2002-2006, capítulo V, Profundización de la Democracia y la Gobernabilidad, (numeral H, Equidad de Género). Tegucigalpa: 2001.
34
47
Fotografía 8. Reloj de las 24 horas de la mujer rural, San Lucas El Paraíso. Fotografía Facilitada por el Proyecto PESA, 2002
Las mujeres rurales trabajan un tercio más de horas que los hombres, pero reciben una décima parte de los ingresos de éstos, según resultados de una consulta realizada a mujeres por el Proyecto PESA de la Secretaría de Agricultura y Ganadería.
De hecho las mujeres rurales no constituyen una población homogénea, se vinculan a procesos productivos muy diversos de conformidad a factores de edad, estado civil, respaldo familiar, escolaridad, etnia, etc. La mujer joven sin niños ni cónyuge o dependientes, tiene una relativa movilidad para buscar trabajo fuera de la comunidad, la mujer joven con cónyuge y con hijos e hijas pequeños/as, tiene más limitaciones para incorporarse a trabajos remunerados fuera de casa35. Las mujeres mayores de edad con hijas adolescentes u otros familiares adultos en casa, tienen más oportunidades de incorporarse activamente a iniciativas de desarrollo individual o local; según lo observado en esta 35
Chiboga, M. R. Grynspan y L. Pérez. Mujeres de Maíz. San José: IICA, 1996.
48
investigación, las mujeres de tercera edad, dependiendo de su estado de salud, son generalmente activas y contribuyen con el trabajo de la casa.
Fotografía 9. María de Jesús Sánchez, anciana de 94 años Remienda una cortina, Tapahuasca, San Lucas, El Paraíso, Diciembre 2002
Una gran mayoría de mujeres rurales jóvenes dejan los y las hijos/as generalmente con la madre, para buscar empleo fuera de su comunidad y proveer ingresos al hogar. Casi todas las familias rurales tienen al menos un miembro de la misma trabajando como asalariado/a lejos de casa, como estrategia de sobrevivencia.
En términos generales las mujeres experimentan desigualdad en el acceso al trabajo, bajos salarios, inestabilidad, discriminación en la selección y promoción, poco poder de negociación con los empleadores; esta situación se produce generalmente por la falta de conocimiento de ésta, sobre las leyes que la protegen y sus derechos como trabajadora.
Las madres solteras enfrentan una mayor incidencia de pobreza, en el año 2002 en Honduras existían 129,188 hogares con jefatura femenina (INE
49
2002)36, que tienen una pobreza mayor (66%) que el nivel de pobreza que tienen los hogares con jefatura masculina (58%). El mejoramiento de la calidad de vida de las familias rurales deberá empezar por romper las desigualdades de género, haciendo énfasis en las necesidades, intereses y aspiraciones de las mujeres. La Política para la Equidad de Género en el Agro Hondureño publicada por la Secretaría de Agricultura y Ganadería (2002), maneja el discurso que las mujeres constituyen un recurso humano fundamental para el desarrollo del Sector Agrícola por lo que habrá que apoyarles en sus iniciativas.
3.1. Situación educativa
El país presenta en términos generales, grandes limitaciones educativas en la zona rural. Según datos del INE37, el 29% de la población rural es analfabeta no existiendo una mayor diferencia en cuanto a género. Los mayores índices de analfabetismo en la población femenina, se presentan en la población mayor de 35 años, las mujeres de 19 a 35 años de edad son las que poseen mayor escolaridad (7 años), en comparación con el resto de la población. Los años de estudio promedio que cursa la mujer rural son 4.4 lo que representa una escolaridad ligeramente mayor que la de los varones. A comienzos de los años 60, el porcentaje de mujeres analfabetas en Honduras era mayor que en los hombres, pero a comienzos de los 70, la relación se invirtió, siguiendo un ritmo lento pero constante del 2 al 4%
36 37
INE. Vigésimo Tercera Encuesta Permanente de Hogares. Tegucigalpa: 2002 INE. XVI Censo de Poblacional y V de Vivienda. Tegucigalpa: 2002
50
(INE 2001)38, actualmente esta tendencia sigue presentándose. En el área rural, las reducciones han sido bastante pronunciadas llegando a alcanzar, en el caso de las mujeres, cifras entre un 10 y un 15% de incremento de alfabetas. Esta información revela una mejoría importante en el nivel educativo de la mujer que había estado siempre por debajo de los porcentajes del hombre. Con frecuencia el incremento en los niveles educativos en las mujeres conlleva un impacto positivo en el bienestar de las familias. El aumento en la incorporación de la mujer al sistema educativo formal, se muestra en los últimos datos estadísticos del INE39, las mujeres han tenido un mejoramiento significativo en los últimos 30 años, la tasa de matricula combinada (primaria, secundaria y terciaria) en el año 2002 era de 57.8%, la tasa de alfabetismo de 69.4% con 4.4 años de escolaridad promedio. En términos comparativos la situación educativa de la mujer rural va mejorando, se espera que el incremento de sus niveles educativos contribuya a revertir la tendencia de pobreza observada actualmente. En la década del 90, la participación de la mujer en el proceso de desarrollo
aumentó
comparativamente
en
relación
a
las
décadas
anteriores. En esta investigación se logró confirmar (mediante las entrevistas), que la incorporación de la mujer al trabajo productivo generador de ingresos, tiene como uno de sus objetivos más importantes contar con recursos para la educación de los hijos e hijas, además del mejoramiento de la alimentación y la salud familiar.
38 39
INE. INE. XVI Censo de Poblacional y V de Vivienda. Tegucigalpa: 2002 INE. INE. XVI Censo de Poblacional y V de Vivienda. Tegucigalpa: 2002
51
“Haciendo Pichinguitos he logrado educar a mis hijos a nivel de educación secundaria, el mayor ya entró a la Universidad Pedagógica” (Entrevista a Clara González, artesana de Yarumela, La Paz).
Fotografía 10. Señora Clara González, Comunidad de Yarumela, La Paz. Producción Artesanal de objetos de barro. Noviembre 2002
Sobre la calidad de la educación y la inclusión del enfoque de género en el sistema educativo formal, la Secretaría de Educación ha iniciado reformas tanto en el sistema de enseñanza, elaboración de un nuevo currículo para todos los niveles y la elaboración de nuevos materiales educativos que contemplen de manera transversal la igualdad entre mujeres y hombres; así mismo se esta tomando en cuenta la eliminación de estereotipos sobre ambos géneros.
La Secretaría de Educación tiene pendiente la resolución del problema de mejoramiento de la calidad de la educación en la zona rural, el ausentismo de los y las profesores/as, programar los períodos de clases en épocas que
52
coincidan con las posibilidades reales de participación de la niñez que vive en la zona rural y que participan activamente en los procesos de siembra, cosecha, corta de café y otros.
3.2. Condiciones de salud
El logro de la salud es otro factor que influye en las condiciones de vida de la mujer. A pesar que las mujeres rurales actualmente tienen menos hijos que sus madres, persisten los altos niveles de natalidad. Según la Secretaría de Salud40, la tasa de fecundidad en Honduras es de 4.1, lo que contribuye a mantener vulnerable la salud de la mujer. El comportamiento reproductivo de las mujeres rurales se ha caracterizado por el inicio de la maternidad a edades muy tempranas. Según la Encuesta Nacional de Epidemiología y Salud Familiar de 199641, entre 14 y 18 años promedio las adolescentes inician la tarea de ser madres, arriesgando no sólo su salud, sino la de sus niños o niñas, limitando también sus oportunidades de educación. La atención prenatal y al parto siguen siendo insuficientes en la zona rural.
La mujer rural adolescente tiene poco acceso a programas de educación sexual que le permitan valorar los riesgos y la responsabilidad que contrae con la maternidad, tanto para el niño o la niña que nace como para su persona. Así mismo es importante considerar los efectos en su autoestima, cuando por la maternidad temprana se ve limitada a continuar su proceso de formación y desarrollo como persona.
40 41
Secretaría de Salud. Encuesta Epidemiológica y Salud Familiar. Tegucigalpa: 2001 Secretaría de Salud. Encuesta Epidemiología y Salud Familiar. Tegucigalpa: 2001
53
Lograr las condiciones de salud para la mujer rural y su familia es parte de la búsqueda del desarrollo, de contar con una vida digna en el contexto rural en el que les toca vivir.
Fotografía 11. Madre Adolescente Comunidad La Patastera, San Lucas, El Paraíso 2002
3.3. Vivienda y servicios básicos
El tema de la vivienda y los servicios básicos en Honduras ha sido ampliamente estudiado. El 72.90%42 de comunidades rurales a nivel nacional disponen de sistemas de agua, el 35.47% con cloración, una cobertura real de letrinas del 67.00%, servicio de alcantarillado mínimo y únicamente un 15% posee alumbrado eléctrico.
En el Análisis de Satisfacción de Necesidades Básicas, realizado por el INE en su Vigésima Sexta Encuesta Permanente de Hogares 200243, se destacan las siguientes cifras para el área rural:
42
SANAA. División de Investigación y Asistencia Técnica. Cobertura de agua y saneamiento. Tegucigalpa: 2003. 43 INE. Vigésima Sexta Encuesta Permanente de Hogares. Tegucigalpa: 2002.
54
•
Honduras cuenta con 1,308,019 viviendas en el área rural, de las cuales el 82% son propias. En el área urbana la vivienda alquilada es 7 veces superior que en el área rural.
•
El 45% de las viviendas están construidas de adobe, 48% poseen piso de tierra. La vivienda rural es relativamente pequeña, con un promedio de 2.9% cuartos y 5.1 personas por casa.
•
Más del 65% de las viviendas no tienen acceso a la electricidad, utilizando como alternativas energéticas, velas, ocote, candil o lámparas de gas.
•
33% no cuentan con servicio sanitario, utilizando como alternativa, letrinas con pozo negro o ningún tipo de eliminación de excretas (Gráfica No2).
•
Una de cada cinco personas en el país vive en condiciones de hacinamiento.
Estudios realizados por la OPS han advertido que las condiciones de la vivienda influyen en la salud de las personas. El piso de tierra, la falta de agua potable y de servicios sanitarios se relacionan con ambientes contaminados
propensos
a
generar
alta
frecuencia
de
infecciones
gastrointestinales, el mal de chagas, y otras enfermedades.
55
Condiciones de la Vivienda Rural
Fotografía 12. Viviendas rurales. Departamento de Valle, enero 2003
La mujer y los/las niños/as, que pasan una buena cantidad de tiempo en casa, están expuestos a ambientes fríos y húmedos y en otros extremos a ambientes calurosos y polvorientos, por falta de condiciones adecuadas en la vivienda. Cocinar con leña es otro factor de riesgo para la salud de la mujer, los niños y ancianos/as que pasan en constante contacto con el humo, contraen afecciones en las vías respiratorias; actualmente más del 90% de la población rural cocina en fogón, lo cual incide también en el deterioro del medio ambiente. Las condiciones de acceso a servicios básicos ha mejorado en el área rural, pero aún persiste un gran porcentaje de familias viviendo en condiciones precarias que afectan su salud y calidad de vida. (Encuesta Epidemiológica y Salud Familiar 2001)44. 44
Secretaría de Salud. Encuesta Epidemiológica y Salud Familiar. Tegucigalpa: 2001
56
Gráfica No.2 Caracterización de la Vivienda Rural
CARACTERISTICAS DE LA VIVIENDA RURAL EN HONDURAS Eergia Electrica 31.80% 84.70% 62.10%
Inodoro, Letrina Llave detro de la Vivienda/Propiedad
51.80%
Piso de Tierra
60.50% Cocina con Lena
Fuente: Encuesta Nacional de Epidemiología y Salud Familiar 2001
3.3 Oferta de Trabajo y acceso a fuentes de empleo
El 51% del total de la población nacional está en edad de trabajar (tasa de participación), en el caso de las mujeres rurales la oferta de trabajo es muy reducida, según los datos estadísticos (22.5%) en comparación a la del hombre (75.7%), igualmente su participación en la PEA, 277,683 en relación a 960,084 de los hombres (INE 2002)45. El cuadro No.3 ofrece el detalle.
45
INE. Vigésimo Sexta Encuesta Permanente de Hogares. Tegucigalpa: 2002
57
Cuadro No.3 Oferta Nacional de Trabajo
Características
Total
Principales de la Nacional
Total
Total
Urbano
Rural
Oferta de Trabajo Población total
6,697,916
3,064,487
3,633,429
PET
4,806,513
2,305,135
2,501,378
Hombres
2,315,062
1,047,359
1,267,703
Mujeres
2,491,450
1,257,776
1,233,674
PEA
2,444,807
1,207,040
1,237,761
Hombres
1,649,802
689,718
960,084
795,005
517,322
277,683
Ocupados/as
2,351,078
1,135,344
1,215,734
Hombres
1,593,045
646,763
946,282
758,033
488,581
269,452
Desocupados/as
93,729
71,696
22,033
Hombres
56,758
42,955
13,803
Mujeres
36,972
28,741
8,231
Tasa
50.9
52.4
Hombres
71.3
65.9
75.7
Mujeres
31.9
41.1
22.5
Mujeres
Mujeres
49.5
Participación
Fuente: INE. Vigésima Sexta Encuesta Permanente de Hogares. Tegucigalpa: 2002.
Los datos anteriores hacen suponer que la mujer está aportando poco a la economía del país, si los mismos se comparan con las 1, 233,674 mujeres
58
en edad de trabajar. Evidentemente existe un problema de subregistro, pues solamente las maquilas y la agroindustria de exportación han incorporado a los procesos productivos, más de 150.000 mujeres rurales.
La mujer rural busca contar con ingresos sostenibles, pero su acceso a la tierra y a los mercados de bienes y servicios agropecuarios siguen siendo muy limitados; la situación no ha cambiado sustancialmente desde que se aprobó la Ley de Modernización Agrícola en 1992, en la que se estipula el acceso a la tierra para la mujer. Esta situación la ha inducido cada vez más a depender de los mercados de trabajo asalariado; las agroindustrias y los cultivos de exportación que demandan mano de obra menos calificada. Estos mercados de trabajo se han convertido en una opción laboral que crece, demandando mujeres para realizar trabajos delicados como la manipulación de la fruta, es el caso de los cultivos de exportación, bananos, melones, sandías, etc., especialmente en los Departamentos de Cortés, Comayagua, Choluteca y Valle.
Las maquilas están requiriendo mano de obra femenina joven en cantidades considerables, lo cual está generando la migración rural-rural, rural-urbana y rural-semiurbana. Una cantidad considerable de mujeres campesinas se han trasladado a las ciudades para trabajar en las maquilas como es el caso de Choloma y Villanueva en el departamento de Cortés, aún cuando los ingresos sean bajos y se carezca de seguridad social.
Las ramas de actividad económica donde se concentra más empleo, como ocupación principal son: agricultura 38%, comercio 21%, industria 15%, lo que hacen un total del 70% de la población económicamente activa. El 47% de los y las ocupados/as se vinculan a los procesos productivos como
59
asalariados/as y el 41% por cuenta propia; los ingresos promedio de las personas ocupadas a nivel nacional son de Lps. 2,854 por mes, Lps. 3,807 en el área urbana, Lps. 1,800 en el área rural (INE 2002)46. La estructura de la población hondureña es predominantemente joven e incide en que cada persona ocupada tenga que mantener un promedio de 2.7 personas (tasa de dependencia).
3.5. Participación de la Mujer en la generación de empleo.
En negocios agrícolas relativamente grandes, la participación de la mujer rural es muy limitada, solamente el 5% de los productores agrícolas, son mujeres. Según datos del Censo Nacional, la producción no agrícola en pequeña escala es el área donde encuentran mayores opciones para incursionar de manera independiente y generar empleo. A nivel nacional sólo un 38% de las mujeres en edad de trabajar aparece efectivamente incorporada al mercado de trabajo. La comercialización es unos de los factores
determinantes
para
la
sostenibilidad
de
las
actividades
productivas en las que se involucra la mujer rural y es uno de los aspectos en los cuales presenta más debilidad.
Por su parte, los servicios comunales, sociales o personales representan un total de 16.746 negocios de los cuales, 5.551 pertenecen a mujeres y 11.195 a hombres. En transporte, almacenamiento y comunicación, 981 negocios son de mujeres y 3.058 de hombres. Estos datos ilustran la desigual
participación
de
los
géneros
en
actividades
productivas
generadoras de ingreso en áreas de servicios comunales, transporte,
46
INE. XVI Censo de Poblacional y V de Vivienda. Tegucigalpa: 2002.
60
almacenamiento y otras, pero también dan cuenta cómo la mujer está abriendo brecha en el tema de la empresa, aunque sea en pequeña escala. La Política Nacional de la Mujer47 señala: “Las mujeres rurales se vinculan a
la
producción,
transformación
agropecuarios,
acuícolas,
especialmente
las
y
forestales,
necesidades
de
comercialización artesanías, alimentación,
etc.,
de
productos
para
educación,
atender salud,
vestuario de los y las hijas e hijos. En sus diferencias socioeconómicas y étnicas, el aporte de la mujer constituye un bastión humano fundamental en la búsqueda del desarrollo rural,
como lo evidencia su creciente
participación en el ámbito económico- productivo”.
3.6 Acceso al Crédito
Las mujeres en general y especialmente las rurales, han tenido una débil cobertura del crédito institucional o formal y un fuerte predominio del informal, principalmente debido a la falta de acceso a garantías que respalden el pago porque éstas suelen estar en poder de los hombres. Muy pocas instituciones han dispuesto fondos para ellas con excepción de ONGs financieras que ofrecen créditos solidarios, el PRAF, BANADESA y otras, que en los últimos años han otorgado pequeños créditos para grupos de mujeres, interesadas en la creación de Micro, Pequeñas y Medianas Empresas MIPYMES. Una importante cantidad de micronegocios de mujeres son tiendas de consumo, para suplir el déficit que tiene la zona rural de acceso a los mercados, especialmente de alimentos, considerado por ellas como uno de los problemas que enfrenta la población rural. INAM. Política Nacional de la Mujer. Primer Plan Nacional de Igualdad de Oportunidades 20022007. Tegucigalpa: 2002
47
61
Fotografías 13. Mujeres rurales de La Paz y La Esperanza que han obtenido crédito para sus Micronegocios, tienda de consumo y panadería. Diciembre 2002
Para el Banco Nacional de Desarrollo BANADESA, principal banco del Estado que ofrece créditos a la población rural, las mujeres constituyeron durante los últimos años el 8.7%48 de la cartera de préstamos, con montos promedio de Lps. 40.000 para grupos organizados de 10 personas, lo cual representa en términos comparativos apenas un 10% del promedio que se asigna
a
los
hombres,
reflejando
claramente
el
problema
de
la
discriminación y marginamiento de la mujer rural en el acceso al crédito. Hoy día la Confederación de Mujeres Campesinas plantean la importancia de romper este techo y han logrado algunos avances.
Algunas ONGs Financieras cuentan con fondos de crédito especiales para generación de pequeñas empresas lideradas por mujeres. El acceso al crédito es muy importante para las mujeres rurales que no cuentan con recursos propios para emprender actividades productivas, con fines de mejoramiento de ingresos y de la calidad de vida para ellas y su familia.
48
PRONADERS. Proyectos de Desarrollo Rural Bajo Tutela del PRONADERS. Tegucigalpa 2001
62
3.7 Participación de la Mujer en Micro, Pequeñas y Medianas Empresas
Un 52%49 de las microempresas rurales y urbanas en Honduras con tamaño de menos de 5 personas tienen como propietaria a una mujer. La microempresa es una ocupación mayoritariamente de mujeres. El 94% de ellas lo hace bajo la forma de autoempleo, y el 57% se ubica en el estrato de subsistencia. El 69% de las mujeres ocupadas laboran en el comercio minorista u otros servicios, una cuarta parte se ubica en la manufactura y solo un 6% en la dirección de procesos agrícolas. El comercio minorista es el sector mas importante en la generación de empleo para las mujeres, significando en el país un 29% del empleo femenino (233 mil mujeres). 12% de las mujeres laboran como artesanas y operarias. El 54% se encuentran en las edades plenamente activas, entre 25 y 49 años.
Las mujeres mas jóvenes con menor experiencia
representan el 31% de las mujeres ocupadas, tienen ingresos y jornadas de trabajo menores pero crecientes y sin mayores diferencias con los hombres. Los ingresos laborales y las jornadas declinan a partir de los 50 años. (PROMICRO/OIT 2002)50.
Con frecuencia las mujeres rurales jóvenes son contratadas para elaborar productos que requieren habilidad, presteza y resistencia para soportar largas jornadas de trabajo como es el caso de la fabricación de puros, elaborados con hojas de tabaco, tal como se ilustra en la fotografía No. 14.
49 50
OIT. Proyecto Centroamericano de Apoyo a Programas de Microempresas. San José: 2002. PROMICRO/OIT. La mujer Microempresaria en Honduras. Tegucigalpa: 2002
63
Fotografía 14. Mujeres del Departamento de Copán por generaciones han elaborado puros.
De las mujeres que se incorporaron al mercado de trabajo como trabajadoras independientes en el año 2001, el 93% correspondía a formas de autoempleo, tanto en el ámbito agrícola como el no agrícola. El 60% de las mujeres auto empleadas se ubican en el estrato de subsistencia, lo que significa que el 92% de las auto empleadas manejan negocios de escasa productividad. Un 31% de las mujeres microempresarias son jefas de hogar (OIT 2002).
El 13% de las mujeres rurales se catalogan como trabajadoras familiares no remuneradas (103 mil mujeres), el sector más grande de éstas está ubicado en las actividades agrícolas, según el estudio de la OIT. Este dato está referido igualmente a la falta de reconocimiento y valoración del verdadero aporte del trabajo de la mujer rural. De las mujeres rurales que se vinculan a procesos productivos, sea agrícolas y/o ganaderos, muy pocas han podido participar en grupos organizados. Uno de los factores determinantes, según las mujeres
64
consultadas, es la cantidad de tiempo que les ocupa el oficio doméstico que les limita salir de casa; otro es el alto nivel de subordinación, la actitud poco receptiva de los hombres para que ellas participen en actividades que impliquen salir y vincularse con otras personas. La mayoría de las mujeres que hoy están participando en organizaciones, pasaron por grandes luchas internas y conflictos en el hogar para integrarse a los grupos.
Solamente un 13.6% de mujeres rurales aparecen registradas en las estadísticas incorporadas al sistema cooperativo nacional. Según el último Censo de Cooperativas de la Reforma Agraria51, para el año 2001 había unas 4,500 mujeres cooperativistas vinculadas al trabajo de la tierra, dato sumamente bajo en comparación con los niveles de participación de la mujer en la lucha por la tierra.
3.8 Incorporación a procesos productivos
Diversas investigaciones han confirmado que las difíciles condiciones de trabajo de la mujer rural guardan relación con la falta de acceso a los servicios básicos. Una gran cantidad de tiempo y esfuerzo invertido en el trabajo doméstico se debe a la falta de agua, energía eléctrica, leña, etc. Las actividades agrícolas en las que participa la mujer son muy poco reconocidas, igualmente lo es la crianza de los hijos e hijas y el cuidado del hogar.
La mujer rural enfrenta problemas de pobreza y discriminación singulares, probablemente más agudos que los de las mujeres que viven las zonas urbanas, tiene grandes desafíos para emprender el camino hacia su propio 51
INA Censo de Cooperativas de la Reforma Agraria. Tegucigalpa: 2001.51
65
desarrollo y el de su entorno. Les ha tocado asumir un rol protagónico en la reproducción social, apoyando o dirigiendo la producción agrícola de subsistencia muchas veces sola.
“La falta de recursos productivos y de capital, de capacitación, información y participación en la toma de decisiones políticas y económicas genera el progresivo empobrecimiento de las mujeres y de los hogares dirigidos por éstas. Existe un reducido acceso y control de las mujeres sobre la tierra y los servicios para la producción, como: comercialización, almacenamiento, entre otros”52.
La PNM también sostiene que “los esfuerzos por elevar la productividad del trabajo que realizan las mujeres y el mejoramiento de la competitividad de sus pequeñas empresas, son aún deficitarios, es necesario realizar acciones que permitan el ejercicio de los derechos económicos de la mujer y la reducción de los índices de pobreza desde una perspectiva de igualdad de oportunidades entre géneros”.
Los factores que producen y reproducen la pobreza a nivel rural, afectan tanto a hombres como a mujeres, pero por razones de índole históricosocial, cultural, de subordinación y marginamiento, repercuten en mayor medida en la mujer. La carencia de tierra en cantidad y calidad suficiente para las mujeres, se convierte en un factor relevante; el bajo potencial productivo y el deterioro ambiental son también agravantes, que ligados al limitado acceso a tecnología apropiada, al crédito suficiente y oportuno, agua y por supuesto
52
INAM. Política Nacional de la Mujer, Capítulo Economía y Pobreza. Tegucigalpa: 2002
66
información sobre mercados; repercuten en un bajo nivel productivo de las familias y un reducido nivel de ingresos. Esta situación es planteada por la Política para la Equidad de Género en el Agro Hondureña, en estos términos: “Desde un punto de vista operacional, el problema de la inequidad de género se expresa en la falta de correspondencia entre el nivel de contribución de las mujeres rurales al desarrollo agrícola y rural y su desigual participación en los beneficios y en el acceso a las oportunidades económicas, políticas, sociales y culturales”. (PEGAH 2000)53.
Este problema tiene larga historia, el ajuste estructural impulsado por el Estado en la década de los ochenta, impactó fuertemente en la población; se produjo un incremento de la pobreza. Las mujeres asumieron gran parte de las responsabilidades sociales que en cierta medida, dejaron de ser atendidas por el Estado, salud, educación y otros servicio y el paso del Huracán Mitch, empeoró la situación y por consiguiente la de la mujer rural. Otro factor importante que ha impactando negativamente en la mujer rural y que en gran parte es generado por la crisis económica que se volvió crónica, es la constante migración del campo, especialmente de hombres hacia los centros urbanos y semiurbanos del país y hacia los Estados Unidos, dejando a la mujer con la carga de la familia. Esta situación es cada vez mas frecuente, presionando a la mujer a incorporarse a actividades asalariadas o promoviendo pequeños negocios de subsistencia para compensar la caída de los ingresos familiares. 53 Secretaría de Agricultura y Ganadería. Política para la Equidad de Género en el Agro Hondureña. Tegucigalpa: 2000.
67
Sobre la colaboración al ingreso familiar de los emigrantes hacia los Estados Unidos, consultamos en la investigación a varias mujeres que presentaron la situación, algunas manifestaron que su compañero les envía poco, que no ajusta para cubrir todas las necesidades de la familia, por lo que tienen que trabajar en diferentes actividades, otras han mejorado las viviendas con las remesas recibidas y algunas no han recibido apoyo porque sus maridos se casaron y se olvidaron de la mujer y los/las hijos/as. En la mayoría de las comunidades que entraron en la investigación, se encontró que por lo menos una persona por familia, generalmente hombre, ha salido en busca de empleo, algunos apoyan económicamente pero no regresan, tocándole a la mujer la responsabilidad de terminar la crianza de los hijos e hijas.
La idea de que es el hombre quien únicamente sostiene la familia dio paso a que los más importantes beneficios de la cooperación para el desarrollo se hayan canalizado para él, dejando a la mujer como beneficiaria indirecta en la mayoría de los casos. Hoy la mayoría de las agencias de cooperación internacional están planteando un tratamiento más igualitario y nuevas estrategias de intervención para el apoyo a la mujer rural.
Algunas mujeres consultadas en la investigación han explicado que existen instituciones, que llegan a las comunidades mostrando un mayor reconocimiento de su trabajo y su rol en el sostenimiento de la familia, con mayores oportunidades de capacitación y de participación en pequeños proyectos productivos. Se mencionan, PROSOC, PRONADEL, PESA, PROLANCHO. Estos vinculan a la mujer rural en actividades relacionadas con agroindustria, elaboración de artesanía, ebanistería,
68
corte y confección, tiendas de consumo comunitarias, silos metálicos, ventas de productos en pequeña escala y otras. Estas mujeres están adquiriendo nuevas experiencias, seguramente no son la mayoría, pero están buscando alternativas para enfrentar la pobreza; generalmente de una manera distinta a lo que ha venido haciendo el hombre vinculado a la tierra. Su compromiso con la vida las hace buscar constantemente estrategias, especialmente para darle de comer a la familia.
El 100% de las mujeres que se consultaron en esta investigación aseguraron que invierten todos los ingresos que obtienen de las actividades productivas, en atender las necesidades de la familia; lo cual supone un fuerte cuestionamiento al supuesto papel del hombre como único proveedor en el hogar. Las tendencias de la atención institucional hacia la mujer rural, con frecuencia se han sustentado en enfoques desarrollistas y paternalistas, ella como reproductora de roles domésticos, reforzando las condiciones de desigualdad. Por décadas las mujeres rurales en casi todo el país han recibido asistencia de programas y proyectos con ese enfoque, tanto de parte del Estado como de ONGs, con muy pobres resultados. En uno de los recientes talleres de capacitación del Proyecto PESA en San Lucas, El Paraíso; un grupo de mujeres realizó un análisis sobre los problemas que enfrentan, destacándose la falta de recursos económicos y de empleo, las dificultades para sostener la producción de la parcela, falta de agua para riego; el problema del machismo de los hombres que no les
69
permiten
ser
libres
para
capacitarse,
movilizarse
y
buscar
otras
alternativas de vida, etc.
Fotografía15. Situación de la Mujer desde su perspectiva. Proyecto PESA, San Lucas, El Paraíso. Enero 2003
Un considerable número de mujeres consultadas en esta investigación a lo largo del país, manifestaron la aspiración de aprender corte y confección. Las que ya han sido capacitadas, expresaron que los conocimientos y las experiencias adquiridas les han dado la apertura y la motivación de incursionar en nuevas actividades.
Este ha sido el caso de los actuales grupos de mujeres bordadoras de Guajiquiro en el Departamento de la Paz, que fueron primeramente capacitadas en corte y confección y actualmente han emprendido con éxito una pequeña empresa de bordados y, a algunas mujeres jóvenes les ha servido para trabajar en las maquilas.
70
Fotografía 16. Manteles Bordados. Mujer de Guajiquiro, La Paz. Diciembre 2002
El saldo de estas experiencias se cuantifica y cualifica en términos de aprendizaje, las mujeres han tenido la oportunidad de encontrarse con personal técnico capacitado y facilitadores/as, la posibilidad de entrar en procesos de capacitación, recibir asistencia técnica y económica, de interactuar con mujeres que enfrentan los mismos problemas y compartir vivencias, la experiencia de buscar formas de reordenamiento de los tiempos, reconocerse con capacidades, destrezas y creatividad. A través de estas opciones se les ha abierto la oportunidad de incorporarse a nuevos proyectos y nuevas formas de asociación, una mujer entrevistada manifestó: “Si no fuese por esas oportunidades, difícilmente las mujeres saldríamos de la casa”.
El problema que se presenta en términos de desarrollo de la mujer rural con
equidad,
con
este
tipo
de
proyectos,
es
la
reproducción
y
sostenimiento de las condiciones de marginamiento; no se trata de realizar más actividades que sobrecarguen de trabajo a las mujeres, sino de generar en la mujer y en la familia, las capacidades para un verdadero desarrollo integral y sostenible con equidad e igualdad de condiciones.
71
Muchos proyectos no tienen claro este enfoque, lo que limita la sostenibilidad de las acciones que emprenden en el área rural. Algunas mujeres, muy pocas todavía, que han logrado salir de la subordinación y el marginamiento, hoy forman parte de movimientos de mujeres a nivel nacional, de organizaciones comunitarias y de asociaciones productivas, de bienes y servicios, aportando al desarrollo rural.
En las zonas estudiadas se encontró a instituciones que lamentan no haber obtenido una respuesta más participativa por parte de la mujer rural a los proyectos. En términos generales el problema tiene que ver con las limitantes planteadas. En la Investigación encontramos algunos proyectos
interesados
comunitaria y
en
redefinir
las
estrategias
de
intervención
el enfoque de género, para ser consecuentes con los
mandatos de las políticas agrícolas, pero no siempre cuentan con los equipos
técnicos
capacitados
y
comprometidos
para
realizar
esta
facilitación, por lo que el papel orientador del desarrollo se reduce a tareas y pequeños proyectos puntuales. Las mujeres son emprendedoras, luchan por sacar adelante su familia, buscando
oportunidades
de
obtener
ingresos
de
una
manera
independiente, necesitando capacitación y una orientación clara para tener mayor acceso y control de los recursos productivos. La meta para ellas es mejorar los niveles educativos para las hijas y los hijos y tomar sus propias decisiones dentro de la familia y en el medio que les rodea. En esta investigación se encontró que muchas mujeres han tenido la oportunidad de capacitarse, porque llegaron a acuerdos con el compañero de hogar y las hijas mayores quienes asumieron temporalmente el cuidado
72
de la familia; según las entrevistadas el hombre cambia de opinión cuando visualiza que los resultados van a ser positivos para la economía de la familia. El cambio cultural se produce lentamente, por lo que es necesario valorar los tiempos y plazos para obtener resultados sostenibles.
La contribución activa de la mujer rural al combate a la pobreza, obliga a repensar estrategias institucionales de intervención comunitaria, el hombre deberá participar también de procesos de concienciación sobre el tema género y desarrollo; algunos
proyectos como PESA,
ya lo están
haciendo, aunque por lo reciente de la iniciativa todavía no se pueden medir resultados, pero el proceso está resultando interesante y de gran importancia para las mujeres. Sobre este tema Judith Astelarra54
considera que “los cambios no se
producirán si los hombres no cambian también”. Se trata de reconocer el valor de la mujer, las dramáticas e injustas condiciones en que con mucha frecuencia, cumple su papel de madre, de compańera, productora, ciudadana y de constructora de vida, familia y sociedad. “El desarrollo rural tiene rostro de mujer”, es un mensaje del Programa Nacional de
Desarrollo Local
de
Honduras PRONADEL, como un
reconocimiento al aporte de la mujer rural a la reducción de la pobreza y un recordatorio que la mujer constituye el 51% del total de la población nacional. El proceso de posicionamiento de la mujer rural como actora de desarrollo está obligando a replantear las formas tradicionales de enfrentar la pobreza en Honduras.
Astelarra, Judith. Veinte años de Políticas de Igualdad de Oportunidades en España. (Conferencia Reducción de Pobreza, Gobernabilidad, Democracia y Equidad de Género). Managua: 2002
54
73
Fotografía 17. Mujer indígena Lenca, San José, Guajiquiro Febrero 2003
La mujer rural que está incursionando en la formación de pequeñas empresas, muchas de ellas artesanales, enfrenta grandes problemas para entrar al mercado nacional e internacional en condiciones competitivas, por falta de capacitación, crédito, asistencia técnica, acceso a la tierra, etc. El gran desafío de las mujeres rurales que luchan por combatir la pobreza es lograr interactuar en un modelo de desarrollo económico basado en una economía de mercado globalizado, economías abiertas, competitivas y tecnificadas, que buscan calidad, cantidad y diversificación de productos; para la mujer rural este entorno económico es complejo y desconocido, solamente en condiciones de cooperación y formando cadenas productivas y alianzas estratégicas, podrá convertirse en una oportunidad.
Honduras ha entrado en la economía abierta, ha suscrito y está por firmar otros convenios (TLC), para formar parte de alianzas
comerciales con
varios países; en consecuencia, le toca prepararse para competir con productos
de
alta
demanda,
con
calidad
y
diversificación,
sean
agropecuarios, artesanales o de servicios. La reconversión productiva está siendo una prioridad para el país. Existen mujeres rurales que están 74
acumulando experiencias en esta dirección, pero aún no están preparadas para competir en forma sostenible en el mercado internacional.
Fotografía 18. Alimentos Procesados, Mujeres organizadas de La Esperanza, Intibucá. Enero 2003
Este es un momento oportuno para que las mujeres rurales, bajo condiciones de igualdad reciban apoyo, para que se preparen a ingresar a los mercados internacionales. Existen valiosas experiencias
sobre
diversificación productiva y mejoramiento de la calidad en casi todos los departamentos del país, que se pueden potenciar a través de estrategias que tengan en cuenta las necesidades diferenciadas de las productoras rurales.
La mayoría de las mujeres rurales están viendo como se modifica el mundo en que se desenvuelven, algunas aprendiendo a darle valor a su trabajo, elevando
su
autoestima,
mejorando
sus
ingresos.
La
presencia
institucional en la zona rural ha facilitado la apertura de nuevos espacios para las mujeres y promovido alguna vinculación con los distintos sectores de la economía.
Al potenciarse las capacidades de la mujer rural como actora de desarrollo y mejorar su condición integral, no sólo se estará contribuyendo a
75
aumentar la productividad y por lo tanto la competitividad y la viabilidad económica del país, sino que se aseguran cambios de vida dignos para las nuevas generaciones, al fortalecer en los hijos e hijas sus capacidades para salir de la pobreza.
Podríamos afirmar que la mayoría de mujeres rurales han acumulado lecciones aprendidas en los diversos proyectos, experiencias que han permitido iniciar nuevas formas de emprendimiento y relacionamiento humano, valorar sus propias capacidades personales, elevar su autoestima y vinculase a diversos procesos productivos generadores de ingreso.
3.9 Tenencia de la tierra
Una de las mayores expresiones de la desigualdad de género en Honduras, ha sido el derecho al acceso a la tierra. La inseguridad en la tenencia de la tierra, especialmente para los y las pequeños/as productores/as, es un problema que ha generado conflictos y frenado el desarrollo agrícola del país. La mujer ha dado y sigue dando la lucha por el derecho a la tierra y a la búsqueda de alternativas a la pobreza, éste es uno de los más importantes propósitos de la Confederación de Mujeres Campesinas.
El acceso a la tierra es hasta hoy día, limitado y discriminatorio, entendiéndose como acceso a la propiedad debidamente legalizada con control sobre la misma para que la mujer disponga de ella de conformidad a sus intereses y necesidades. Uno de los resultados más importantes de las luchas de las mujeres rurales tanto campesinas como indígenas, ha sido la inclusión explícita de la mujer en las Leyes Agrícolas. La Ley de Modernización Agrícola de 1992
76
señala que la mujer tiene derecho a la tierra en igualdad de condiciones y oportunidades que el hombre. La Política para la Equidad de Género en el Agro enfatiza la importancia de la inclusión de la mujer rural como beneficiaria del apoyo estatal e institucional en general.
La implementación de estas Leyes ha requerido cambios en las estrategias y los mecanismos institucionales para el sector rural, capacitación a funcionarios y personal técnico. Los logros de estos esfuerzos no se cuantifican ni cualifican actualmente, pero han sido diseminados por la constante movilización del personal de las instituciones, sin una focalización expresa y sin medir el impacto social, lo que ha dado como resultado una débil aplicación del articulado legal. Hace falta además que las mujeres rurales conozcan estas leyes y velen por
su
aplicación.
Una
gran
mayoría
de
las
consultadas
en
la
investigación, después de muchos años de aprobadas la Leyes y Políticas no han hecho uso de ellas para su beneficio por desconocimiento de las mismas. La Ley de Modernización del Sector Agrícola55 en su artículo No 79, designa a hombres y mujeres como beneficiarios/as, con igualdad de derechos. Las mujeres pueden ser adjudicatarias de tierra si son solteras mayores de 16 ańos o casadas o en unión de hecho; en este caso, si la pareja lo solicita, el título de propiedad puede salir a nombre de ambos. No obstante, los resultados concretos en la adjudicación de tierras para beneficio de la mujer, siguen siendo limitados.
55
SAG. Ley de Modernización del Sector Agrícola. Tegucigalpa: 1992
77
Según datos proporcionados por el Instituto Nacional Agrario (2002)56, desde el año 1983 a diciembre del 2002 se otorgaron 47,303 títulos equivalentes a 345,816.98 hectáreas a mujeres y 140,124 títulos y 974,035.67 hectáreas a hombres, en 16 departamentos del país, como se detalla en las gráficas 3 y 4. Lo anterior significa que las mujeres solamente tuvieron acceso al 25.2% del total de títulos y al 26% de las hectáreas adjudicadas.
GRAFICA 3 Hectáreas de Tierra entregadas desde 1983 a Diciembre 2002
HECTAREAS DE TIERRAS ENTREGADAS DESDE EL AÑO 1983 A DICIEMBRE DEL 2002 140000 120000 100000 80000
SECTOR INDEPENDIENTE HOMBRES Hectareas
60000
SECTOR INDEPENDIENTE MUJERES Hectareas
40000 20000
C
AT LA N
TI D O CO A M AY LO AG N C UA O P C C O AN H R O TE E LU S FC L P TEC A G O.M RA A R AC OR ISO IA A Z S A AN IN DIO TI S BU LA CA O LE PA C O MP Z TE I P E RA SA N OL QU TA A E BA NC R HO BA R VA A LL YO E R O
0
Fuente: Elaboración propia con datos de INA a Diciembre 2002
56
INA. Registros Estadísticos. Tegucigalpa: 2002
78
GRAFICA 4 Titulación de Tierras 1983-2002 comparación por Género
TITULACION DE TIERRAS DESDE EL AÑO 1983 A DICIEMBRE DEL 2002 20,000 18,000 16,000 14,000 12,000 SECTOR INDEPENDIENTE HOMBRES Titulos SECTOR INDEPENDIENTE MUJERES Titulos
10,000 8,000 6,000 4,000 2,000
E
YO RO
VA LL
R A O TE PE Q U E O LA N SA CH N O TA BA RB AR A
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N LO
M AY AG
C O
C O
AT LA
N TI D
A
0
Fuente: Elaboración propia con datos de INA a Diciembre 2002
En 1992 se constituyó un comité nacional para la incorporación de la mujer al uso de la tierra, con el objetivo de programar y coordinar las actividades necesarias para dinamizar el proceso, así como el acceso al crédito, a la asistencia técnica, con fines productivos. Se acordó adjudicar tierras a grupos de mujeres, analizar y adecuar los diferentes mecanismos de crédito de acuerdo a las necesidades de las mujeres, sin embargo, los cambios no han sido los esperados.
Hoy día continúan los reclamos de las Organizaciones de Mujeres Campesinas, por incumplimiento de esos acuerdos, las mujeres rurales siguen teniendo limitaciones para acceder a la tierra y otros beneficios que se derivan. 79
La Confederación de Mujeres Campesinas sigue demandando al INA el cumplimiento de la Ley en términos de: •
Titulación de tierras
•
Dotación de tierras
•
Asistencia técnica y capacitación
•
Crédito agropecuario
•
Apoyo a comercialización de los productos.
3.10 Acceso a crédito para las mujeres rurales
Muy pocas mujeres rurales han tenido acceso al crédito para agricultura, siendo coincidente con el reducido acceso a la tierra y a los bienes productivos. La institución a la que suelen acudir es el Banco Nacional de Desarrollo Agrícola BANADESA, generalmente los préstamos que solicitan las mujeres son por montos pequeños, los cuales no resultan rentables porque incrementan los costos de operación y por ende son menos atractivos para los bancos; además, una limitante significativa ha sido la falta de garantías formales que los bancos exigen que las mujeres no pueden cumplir.
Las mujeres que se han interesado en obtener créditos bancarios han enfrentado limitaciones, derivadas del analfabetismo, poca claridad para identificar alternativas de producción viables, rentables y adaptadas a sus condiciones, falta de seguridad para incursionar en nuevas actividades productivas, falta de tiempo para participar en grupos o asociaciones productivas (Concepción Betanco)57 . 57
Entrevista a Concepción Betanco, presidenta de la Junta Directiva de la Confederación de Mujeres Campesinas. Febrero 2003
80
En la práctica las mujeres que tienen poca tierra, o no la tienen, o no están asociadas, no pueden cumplir con las condiciones establecidas por los bancos u otras instituciones que ofrecen créditos. No usan crédito formal por falta de elegibilidad, siendo la barrera principal la falta de garantías. Una situación distinta se encontró en la Cooperativa La Sureñita, las mujeres consultadas afirmaron que actualmente tienen más posibilidades de obtener créditos por montos considerables, debido al capital que tienen invertido en la producción de marañón.
Según
datos
proporcionados
por
las
organizaciones
de
mujeres
campesinas, las principales actividades que demandan crédito son: •
Adquisición de insumos para la producción
•
Adquisición de equipos para mejorar la producción
•
Compra de productos para la comercialización (pequeños negocios)
•
Recursos para cubrir emergencias familiares.
3.10.1 Bancos Comunales y Cajas Rurales de Ahorro y Crédito
Considerando las limitaciones de acceso al crédito con la banca privada y estatal, se han creado las Cajas Rurales y los Bancos comunales y aprobado la Ley que regula las OPDs Financieras que facilitan apoyo crediticio a la población, con respaldo económico internacional. Los Bancos Comunales son la modalidad de intermediación financiera nobancaria más conocida a nivel nacional, que opera en áreas rurales entre pobladores de bajos recursos. Considerando las facilidades para tener acceso, las mujeres rurales han encontrado en ellos la posibilidad de 81
iniciar sus pequeños negocios. Son entidades promovidas por ONG's con fondos de la cooperación internacional. De mantenerse la tendencia de crecimiento, para finales del año 2003 habrán unos 600 Bancos Comunales en todo el país, manejando ahorros con un valor de Lps. 20 millones aproximadamente que beneficiarían a unas 18,000 personas en las comunidades más pobres.
3.10.2 Cajas Rurales de Ahorro y Crédito (CR)
Las Cajas Rurales de Ahorro y Crédito son empresas comunales integradas y gestionadas por familias rurales, que ofrecen servicios financieros a sus socios y personas particulares. Constituyen una de las modalidades de intermediación financiera no bancaria más importante, con presencia en la mayoría de los departamentos del país. Se amparan en el Decreto Legislativo No. 201-93 del 13 de Octubre de 1993 "Ley de Cajas de Ahorro y Crédito Rural"58. A mediados del año 2,000 habían unas 3,000 cajas en las áreas más pobres del país, integradas por unos 65,000 miembros, manejando un capital de Lps 14 millones, para un promedio de Lps 5,900 por caja.
La mayoría de las mujeres consultadas en la investigación, conocen los dos sistemas de crédito y ahorro y muchas se mantienen vinculadas a uno de ellos de manera activa. Reconocen su importancia como alternativa a las necesidades comunitarias tanto productivas como de orden familiar, pocas mujeres todavía tienen cuentas de ahorro, distinguiéndose porque pagan más rápido los préstamos que los varones, aún con montos similares. 58
Honduras. Congreso Nacional. Ley de Cajas de Ahorro y Crédito Rural. Decreto Legislativo No. 201-93, 13 Octubre 1993. Tegucigalpa: 1993
82
3.11 Acceso a Capacitación
La capacitación y los servicios de asistencia técnica agrícola dirigida a las mujeres rurales, se iniciaron en los años cincuenta, según datos del Instituto Nacional Agrario, estos fueron ejecutados por medio de la Secretaría de Recursos Naturales, el INA y complementados por el Instituto Nacional de Formación Profesional INFOP. En 1980 se creó en el Programa Nacional de Extensión Agropecuaria de la SAG, una sección de cooperación con la mujer y la juventud rural, la cual posteriormente se orientó a la parte productiva. Hoy día la cooperación internacional y las ONGs, han ampliado esta oferta, superando el aporte del Estado en la implementación de programas y proyectos de desarrollo rural con una mayor inclusión de la mujer en procesos de capacitación. Al posibilitarse la inclusión de la mujer en procesos de capacitación y desarrollo se espera a mediano y largo plazo, una reconversión de la crisis rural. La Estrategia gubernamental de Reducción de la Pobreza ERP también plantea la necesidad de invertir en capital humano, en el fortalecimiento de la mujer, para elevar el nivel de ingresos y la diversificación de la producción a nivel nacional. Algunas
mujeres
rurales
se
están
capacitando
actualmente
para
trascender las actividades tradicionales, especialmente producir y procesar alimentos; se han vinculado a una amplia gama de rubros, algunas con inversiones a nivel de capital fijo (infraestructura) y capital circulante, con fondos de préstamos para: procesar carne de cerdo, sembrar marañón,
83
plátanos, camarón, ampliar el rubro artesanal en calidad y nuevos diseños, procesar lácteos, construir silos, etc. Otras,
la
mayoría,
trabajan
en
forma
individual,
con
inversiones
personales, o con préstamos de menor cuantía que obtienen a través del Estado, de ONGs, o de prestamistas. Los rubros son variados, desde la compra y venta de pescado, elaboración de casabe, flores de tusa, papel orgánico, cultivo de flores naturales, etc. En todos los casos las mujeres se capacitan y siguen atendiendo la crianza de los hijos e hijas y los quehaceres de la casa.
Los temas de capacitación más frecuentes se han orientado a preparar a la mujer para que incursione en nuevas actividades productivas o fortalezca las que conoce, incorpore calidad, nuevos diseños, etc., en la elaboración de artesanías de barro con diferentes formas y colores, elaboración de envasados de frutas, encurtidos, elaboración de flores y objetos de tusa, jabones, shampoo, procesamiento de semillas y tubérculos, medicina natural, siembra y venta de flores naturales, elaboración de tejidos, bordados, café orgánico, elaboración de papel orgánico, procesamiento de lácteos,
procesamiento
de
alimentos,
medicina
natural
curativa
y
preventiva, silos para almacenar granos, cría de aves criollas, cerdos y otras
especies
elaboración
de
menores, vinos,
tiendas
elaboración
de
consumo,
tejidos,
de
velas
parafina,
de
bordados, pesca
y
comercialización de pescado, elaboración de artesanías de junco, tule, yute, etc. La mayoría de las mujeres rurales participan en los procesos de capacitación con entusiasmo e interés, para muchas han marcado una nueva etapa en sus vidas, elevando su autoestima.
84
La mujer rural es: Luchadora, esposa o compañera, madre y productora agrícola, cría ganado y cultiva, cosecha, elabora, comercializa y prepara los alimentos. La mujer rural cultiva productos para el consumo familiar y colabora en la producción de cultivos comerciales, con frecuencia carece de tierra y trabaja únicamente como asalariada. Las mujeres rurales también son extensionistas agrícolas, especialistas agropecuarias y empresarias, lo que evidencia su aportación esencial al desarrollo rural.
3.12 Las mujeres indígenas Las mujeres indígenas constituyen un importante sector de la población rural hondureña. Actualmente existen ocho grupos étnicos reconocidos: Lencas, Tolupanes, Garífunas, Misquitos, Pech, Tawuahkas, Chortis e Isleños (comunidades negras de habla inglesa), constituyendo una rica diversidad étnica dispersa a lo largo del territorio nacional, que representa un promedio de medio millón de habitantes. Las poblaciones Garífunas se ubican al norte del país en 53 comunidades, los Misquitos en 84 comunidades en el departamento de Gracias a Dios; los Lencas en 612 comunidades en los departamentos de La Paz, Valle, Intibucá, Lempira y Ocotepeque; los Pech (Payas) con 1,600 habitantes ubicados en Olancho y Gracias a Dios; los Tawahkas (Sumos) en 7 comunidades en el Patuca, Olancho; los Xicaques (Tolupanes) en 143
85
comunidades en los departamentos de Yoro y Francísco Morazán; los Chortis con 3,500 habitantes en Copán y Ocotepeque. Las poblaciones indígenas en su mayoría enfrentan graves problemas de pobreza, practican una economía de subsistencia basada principalmente en el cultivo de maíz, frijoles, yuca, papa y plátanos. Las principales fuentes de ingreso provienen de la venta de una parte de su producción en los mercados locales, algunos aprovechan en pequeña escala, productos no
maderables
de
los
bosques,
extraen
resina
de
pino,
plantas
medicinales.
Actualmente la mayoría de las etnias se encuentran en una fase de ladinización,
pese
a
ello,
en
algunas
comunidades
Lencas
del
Departamento de Lempira, particularmente en Goascotoro, se ha iniciado un proceso de reivindicación de la etnicidad; al norte del país, el pueblo Garífuna (incluyendo Belice, Guatemala, Honduras, Nicaragua y el Caribe), logró que la UNESCO reconociera su cultura como patrimonio de la humanidad, como una medida para mantener sus tradiciones. En esta investigación consultamos a las mujeres indígenas lencas ubicadas en los departamentos de La Paz, Lempira, Santa Bárbara, Intibucá, Valle y a las Garífunas de Atlántida y Colón, acerca de su nivel organizativo, su contribución a la economía rural y manejo de los recursos naturales.
Las mujeres indígenas comparten junto a las campesinas y negras, similares problemas de marginamiento y exclusión; aunque su situación de rezago es generalmente más aguda. Según estudios realizados por la Secretaría de Salud, los padecimientos físicos de estas mujeres son
86
mayormente de origen infeccioso y parasitario, vinculados a la falta de agua potable, viviendas en mal estado, entornos insalubres, etc. Varias ONGs como La Comisión Cristiana de Desarrollo CCD y el Programa TRAMIL para Centroamérica, están facilitando procesos que fortalezcan el uso comunitario de plantas medicinales en los Departamentos de Intibucá, La Paz y Santa Bárbara con las mujeres lencas y en los departamentos de Atlántida y Colón con las garífunas, con fines de mejoramiento de las condiciones de salud. En Centro de Investigación TRAMIL Centroamérica ha realizado estudios sobre los conocimientos de las mujeres indígenas en relación al manejo de los recursos naturales, manejo y reproducción de plantas medicinales, salud reproductiva, embarazos, alumbramiento, concepción, mitos y ritos propiciatorios de la fertilidad, herbolaria, prácticas y procedimientos ginecológicos, con el propósito de recuperar las tradiciones y el conocimiento de las poblaciones indígenas y la función que cumplen en las comunidades.
Las terapeutas indígenas son mujeres reconocidas en las comunidades rurales por su pericia en el tratamiento de enfermedades y en la atención a partos, la Secretaría de Salud ha reconocido su labor en las zonas más aisladas del país, algunas han sido capacitadas. Su importancia radica en la actitud de servicio que asumen, sean parteras, yerberas, sobadoras, curanderas, hoy representan uno de los bastiones donde con mayor fuerza se conserva el conocimiento indígena. El aporte de estas mujeres a la salud de la población, resuelve en parte el problema de la falta de acceso al sistema oficial de salud y al encarecimiento de los servicios médicos.
La mujer indígena es una trabajadora activa y silenciosa, su aporte a la economía familiar
ha estado por siglos invisibilizado con muy pocos
87
cambios a lo largo del tiempo, hoy día existe un mayor conocimiento de esta situación, en parte por el aporte institucional. Trabajan la agricultura, en tareas de siembra y de recolección de cosecha, cría de animales domésticos, elaboración de artesanías, tejidos de vistosos colores, etc. Actualmente las poblaciones indígenas lenca están recibiendo mayor asistencia externa.
Fotografía 19. Mujer indígena Lenca, tejedora de pañuelos de lana Comunidad de San José, Departamento de la Paz. 2002
Un grupo de mujeres lencas de Quebrada Honda en Intibucá, se han organizado para detener el deterioro de los recursos naturales en la zona, bajo la dirección de la Alcaldía Municipal. Aprovechando ese espacio colectivo, discuten sobre los problemas de las sequías, la escasez de agua, leña, la pérdida de los animales silvestres y su impacto en las condiciones de vida. Han decidido retomar las costumbres ancestrales sobre el cuidado de la naturaleza. La mujer indígena es apreciada por los conocimientos que posee acerca de la utilización sostenible de los recursos naturales, la conservación de suelos, agua, manejo de plagas y conservación de los recursos naturales.
88
Participan en actividades comunitarias y en los rituales, casi siempre dirigidos por los hombres. Un estudio realizado con las mujeres lencas en el ańo 2000 (Oseguera M. y Torres C.)59 destacó que en aquellas comunidades que presentan un alto grado de expulsión migratoria, las mujeres indígenas son las que en general se quedan a cargo de la familia. Las líderes que han recibido capacitaciones sistemáticas por parte de ONGs, han ampliado los márgenes de acción pública, por lo que es más frecuente hoy encontrar mujeres indígenas formando parte de directivas comunales.
La población lenca es y ha sido muy industriosa, a lo largo del tiempo ha generado una producción artesanal muy variada, arraigada en sus tradiciones y rituales, lo cual representa una gran riqueza para Honduras. Algunas instituciones cooperantes les acompañan a recuperar las tradiciones, otras hacen énfasis en la seguridad alimentaria, en el fortalecimiento a la producción artesanal, entre ellas: la Comisión Cristiana de Desarrollo CCD, el PRAF, FAO Lempira Sur, Programa Especial de Seguridad Alimentaria PESA, FOPRIDEH, CIPE Consultores y otras.
59 Oseguera de Ochoa, Margarita y Torres, Corina. Biodiversidad y Comunidades Indígenas Lencas en Honduras. Tegucigalpa: 2001.
89
Fotografía 20. Mujer Indígena de Goascotoro, Intibucá, Cultivos de Plantas Medicinales en el Huerto. Enero 2003
IV. RESULTADOS DE LA INVESTIGACION 4.1 Participación de la Mujer Rural en la Producción Agrícola
Se ha comprobado que la mujer rural desempeña un rol fundamental en la producción agrícola en pequeña escala, especialmente en granos básicos, pero este aporte ha sido muy poco reconocido. La mujer rural por lo general no administra la producción agrícola, a menos que ella sea la dueña o responsable directa cuando el hombre emigra o se queda viuda. Comparte las tareas con los hijos e hijas y otros miembros de la familia. Muchas mujeres solas con acceso a tierra para cultivo, que tienen hijos e hijas pequeńos/as, se ven obligadas a contratar fuerza de trabajo que les ayude en la atención de la parcela. La siembra demanda generalmente un trabajo igualmente compartido del hombre y la mujer, aunque éstas realicen además las tareas de la casa.
90
Según un testimonio de una mujer campesina (Maria Ochoa comunidad Valle de Angeles), “Las mujeres de por aquí realizamos el mismo trabajo que el hombre, porque la mujer agarra el azadón y trabaja a la par del hombre, luego de haber hecho el oficio de la casa y hace el trabajo de la casa después de venir de trabajar con el hombre en el campo, ahora las mujeres hacen hasta sus propios abonos, son mujeres organizadas que se agrupan y hacen hasta ese trabajo”.
La agricultura en cualquier escala que sea, demanda el empleo de un importante esfuerzo físico, aunque no siempre las actividades productivas demandan una gran cantidad de mano de obra. Muchas mujeres desarrollan la fuerza necesaria para atender el trabajo de la parcela, igual realizan otras actividades productivas, elaboración de artesanías, crianza de aves, cerdos, conejos, procesamiento de alimentos, etc.
Estudios
realizados por el IICA y la FAO han constatado el importante aporte de la mujer
en
las
actividades
de
poscosecha
como
el
transporte,
almacenamiento en silos o en trojas, el secado, la selección, el empaque y otras tareas.
La participación de la mujer no esta restringida a cultivos específicos ni a cultivos para el autoconsumo, en la investigación se constató que la mujer incursiona en todo tipo de cultivos y algunas ya están pendientes de lo que demandan los mercados de las ciudades. Las mujeres del Municipio de Valle de Angeles por ejemplo, cultivan hortalizas como tomate, chile, cebolla, repollo, pepinos, rábano, remolacha, lechuga y otros productos, porque tienen mucha demanda en Tegucigalpa; la mayoría
vende
directamente en la ciudad o a otras mujeres intermediarias que tienen puestos de venta en los mercados de la capital.
91
Generalmente la mujer rural a diferencia del hombre, prefiere vender directamente en sus comunidades a los consumidores y en ocasiones a los compradores que llegan a las localidades, porque invierte menos tiempo en el proceso, se les facilita el transporte y el pago es inmediato, pero enfrenta el agravante de vender a precios mas bajos que los del mercado, porque generalmente no conoce sobre éstos ni como calcularlos.
En esta investigación se constató que los precios de los productos son asignados por referencia de los precios locales, sin contabilizar el trabajo personal invertido. Estas formas de venta limitan la posibilidad de la mujer a recibir precios justos por sus productos, limitándola a mejorar los ingresos de la familia, manteniéndola en la sobrevivencia. Las mujeres rurales productoras no tienen acceso a información sobre precios ni a espacios de negociación para vender sus productos; esta situación no es de su exclusividad, forma parte del marginamiento que enfrenta la población rural en su conjunto.
El trabajo de la mujer rural en la agricultura, no es justamente remunerado o no se remunera en ninguna forma, no se contabiliza, ni se valora socialmente. Algunos programas y proyectos de instituciones públicas y privadas reproducen y legitiman esta situación, al manejar el trabajo de las mujeres productoras agrícolas de una manera marginal, asignándoles pocos recursos de apoyo y excluyéndolas de los programas de asistencia técnica. La Política para la Equidad de Género en el Agro hace referencia a esta problemática. En las actividades pecuarias en pequeńa escala se da el patrón del trabajo compartido entre el hombre y la mujer, la mujer apoya en el ordeño, el cuidado y la alimentación de los animales. La ganadería menor ha sido y
92
es una actividad que atienden las mujeres. Según las consultadas, los hombres son los que reciben las capacitaciones sobre ganadería que ofrecen la Secretaria de Agricultura y Ganadería y otras instituciones, pero ellas también atienden el ganado.
En la avicultura es la mujer junto a los menores de la casa, la responsable de la alimentación de las aves y la recolección de los huevos y es quien exclusivamente se encarga de la venta de las gallinas y los huevos. Cuando se trata de producciones avícolas más grandes, destinadas al comercio, las mujeres se asocian con otras, usan galpones grandes y un tratamiento tecnificado para aves, sean ponedoras o de engorde. En el Valle de Jamastran en el Departamento del El Paraíso, las mujeres consultadas han tenido éxito en la crianza de gallinas; han recibido capacitación, asistencia técnica y financiamiento del Proyecto PRODERCO de la SAG, las mujeres se encargan de todo el proceso de atención de las aves, solamente acuden a los hombres para que construyan los galpones.
Históricamente la mujer rural ha participado en la producción agrícola, pero la dimensión de su aporte no ha sido valorada ni registrada en las estadísticas tal como se alude a lo largo de este documento. Hoy día se percibe más interés por parte del Estado en conocer
los problemas de
marginamiento y exclusión que enfrenta la mujer rural vinculada a actividades agrícolas, por el impacto negativo que tiene para el desarrollo. La inequidad de género en el agro se expresa mayormente en la falta de correspondencia entre su nivel de contribución al desarrollo agrícola y rural y la desigual participación en los beneficios y el acceso a oportunidades económicas, políticas, sociales y culturales.
93
Debido a la inequitativa distribución de la tierra en Honduras, la mayoría de la población rural únicamente tiene acceso a parcelas de reducido tamaño, estas se han distribuido en mayor número a los hombres. En esta investigación se constató que estas pequeńas unidades de producción agropecuaria son vitales para enfrentar las necesidades de alimentación de la familia. Es en estas parcelas donde se produce buena parte de los alimentos que se consumen a nivel nacional que generalmente no se venden por excedente sino por la necesidad de comprar otros bienes para la sobrevivencia, o por falta de condiciones para almacenar. Las mujeres dedicadas a la producción de granos básicos del Valle de Jamastrán, lamentan que no están recibiendo el apoyo necesario por parte del Estado para salir adelante. Un estudio realizado por Brenda Kleysen y Fabiola Campillo (1996)60 sobre la importancia del trabajo de las productoras de alimentos en 18 países de América (entre ellos Honduras), encontró que las estadísticas oficiales sobre empleo, no reflejan en su exacta dimensión la participación de la mujer en el sector agropecuario. En efecto, las estimaciones surgidas de la investigación revelan que su participación es dos a cinco veces superior a lo que muestran las estadísticas nacionales.
Otro estudio realizado por el BID y el IICA en 199661, sobre Las Productoras Agropecuarias afirma,
que las pequeñas unidades de
producción agropecuaria son simultáneamente unidades de producción económica y de reproducción social. La supervivencia familiar exige llevar a cabo todas las tareas involucradas en ambas funciones.
Kleysen Brenda y Fabiola Campillo. Productoras de Alimentos en 18 Países de América Latina y el Caribe. Perspectivas, Género y Desarrollo Rural. 1997 61 Kleysen, Brenda. Ed. Productoras Agropecuarias en América del Sur. San José: BID/IICA, 1996. 60
94
Las mujeres lencas de Intibucá son reconocidas porque siembran papa, entre otros cultivos comestibles y medicinales; es frecuente que ellas sean las responsables de todo el proceso productivo, hasta su comercialización. Los tubérculos como la yuca que producen las mujeres garífunas del norte del país, para elaborar el casabe, son con frecuencia cosechados por ellas mismas, ocupándose también de su procesamiento y venta.
En el cultivo de algunas plantas textiles como la palma de junco, la fibra de tule y la siembra de frutales fuera del predio de la casa, la participación de las mujeres es limitada, pero es ella por tradición junto a los niños y niñas, la responsable del proceso de recolección y procesamiento hasta la elaboración de objetos. Algunas mujeres consultadas en la investigación, aún no se reconocen a sí mismas como trabajadoras agrícolas, consideran que su trabajo en la agricultura es un aporte complementario de escaso o ningún valor, entre sus responsabilidades no contabilizan el tiempo dedicado a la parcela. Es probable que no exista ninguna mujer rural en Honduras que no sepa cómo se prepara la tierra, siembra y cosecha los alimentos, considerando la permanente vinculación que tiene con el proceso productivo.
En varias regiones del país la producción de granos básicos ha entrado en crisis, por el poco acceso a la tierra y a la asistencia técnica, limitados recursos para la siembra y el alto grado de deterioro de los suelos, los cambios climáticos y la falta de agua; las cosechas se han reducido sustancialmente, departamentos que otrora eran los que abastecían el mercado nacional, hoy no producen lo suficiente ni para consumo local.
Esta situación puede cambiar si se ponen en práctica condiciones favorables, por ejemplo, en algunas comunidades de los municipios del sur
95
del departamento de Lempira se registra en los últimos años un incremento importante en la producción de maíz, por los cambios que se están implementando en los métodos de siembra en ladera y el control de las quemas en los campos de cultivo.
Según datos proporcionados por las campesinas y los/las agrónomos/as que laboraron con el Proyecto Lempira Sur, hoy en manos de la Secretaría de Recursos Naturales, existe relación entre el uso de la técnica del manejo del rastrojo, consistente en la recuperación y mantenimiento de la vegetación natural en las laderas para retener el suelo y la humedad y la siembra de maíz en laderas entre los arbustos (guachipilin y aceituno); dando como resultado un incremento en el rendimiento por manzana de tierra cultivada. La participación de la mujer en estas actividades de manejo de la parcela es muy importante, conoce la técnica de conservación (rastrojo) y valora sus beneficios, tanto por el incremento de la producción como por la disponibilidad de leña.
“La adopción de tecnologías de manejo de suelos como no quema, labranza mínima, barreras vivas, distanciamiento de siembra, manejo de rastrojos, ha contribuido al incremento de la producción y la productividad de los pequeños y medianos productores en los Municipios del sur de Lempira. Alrededor de 1,000 familias lograron incrementar sus rendimientos promedio en maíz de 21 quintales a 48 quintales, en parcelas de dos manzanas; en fríjol de 6 quintales a 14 quintales en parcelas de media manzana”
(Lempira
Sur
2000)62.
Durante
el
levantamiento
de
la
información se logró observar a grupos de mujeres en las parcelas, recolectando maíz y extrayendo leña.
62
FAO. Lempira Sur 1994-1998, Informe de Experiencia. Tegucigalpa: 2000
96
Fotografía 21. Parcela de Maíz con rastrojo. Sur de Lempira. Enero 2003
Las diferentes formas de inserción de la mujer al sector agrícola ya han sido estudiadas anteriormente, Martínez y Rosales63 registran seis tendencias mas frecuentes de inserción de las mujeres a la producción agrícola, en esta investigación hemos corroborado que se mantienen vigentes: 1. Trabajo en forma individual o colectiva para el autoconsumo familiar o de subsistencia (producción de hortalizas y frutas, pecuaria
de
especies
menores),
aportando
una
proporción
significativa a la ingesta alimentaria familiar. El trabajo colectivo se vincula a la Reforma Agraria.
2. Apoyo al trabajo agrícola del esposo o compańero de hogar quien es el responsable principal de la actividad.
63 63
Martínez María Antonia y Rosales Sara Elisa. El Acceso de la Mujer a la Tierra en Honduras. San José: Fundación Arias,1995.
97
3. Realización
de
tareas
en
la
producción,
procesamiento
y
comercialización en pequeńa escala, individual y colectiva. 4. Participación en actividades forestales: recolección de leńa, frutas, fibras naturales, plantas medicinales y similares, que al ser transformadas en alimentos, medicamentos y otros, representan ingresos monetarios para la familia. La generación de ingresos es reducida. 5. Proletaria rural o asalariada. La participación de las mujeres es significativa en las empacadoras de bananos (52%
son mujeres),
gana salarios inferiores al de los hombres en jornadas de 12 horas. 6. Miembras de cooperativas agrícolas en el marco de la Ley de Reforma Agraria. Su participación ha sido limitada, en 1989 solamente un 15.4% eran mujeres.
4.2 La mujer rural vinculada a otros rubros agrícolas.
La caficultura ha sido uno de los primeros espacios de empleo de la mujer rural, desempeñando un rol muy importante en el período de corte de la fruta. Según datos proporcionados por el Informe sobre Desarrollo Humano Honduras 200264, la participación laboral femenina en el cultivo de café representa aproximadamente el 60%. El café forma parte del sector agro exportador tradicional, se produce generalmente en pequeñas parcelas.
64
PNUD. Informe sobre Desarrollo Humano Honduras 2002. Tegucigalpa: 2002
98
Las mujeres rurales también se incorporan como asalariadas en las plantas empacadoras de banano y camarón y en las plantaciones de melón y sandía, representando el 40%. La fuerza de trabajo de la mujer es apreciada especialmente en el volteo de frutas, recolección y empaque.
Las mujeres desarrollan en pequeńa y mediana escala agroindustrias caseras, generalmente derivadas de las actividades agrícolas. En la investigación se encontró a mujeres que elaboran productos de sábila en los departamentos de Santa Bárbara y El Paraíso, ellas mismas siembran la planta, la cuidan y recolectan las hojas para elaborar shampoo y enjuagues para el pelo.
4.3 Huertos Familiares y Seguridad Alimentaria
El huerto familiar es un espacio productivo de extraordinaria importancia para la familia rural hondureña, ha sido el entorno que por naturaleza ha acompañado la vivienda y ha dado vida al campo. En adecuadas condiciones de suelos, agua y clima, se convierte en un valioso complemento de la dieta alimenticia de la población rural. Constituye un espacio productivo altamente apreciado por la mujer en el que invierte gran parte de su tiempo.
“El huerto es como un refugio para disipar los problemas cotidianos”, según testimonio de una mujer entrevistada.
99
Fotografía 22. Mujer Campesina en su huerto, una forma De riego por goteo. Santa Bárbara. Enero 2003
Los huertos, como pequeńas unidades de producción, se desarrollan en los alrededores de las viviendas bajo el cuidado de la mujer y los menores, la cosecha es generalmente utilizada para el consumo familiar. Un huerto puede albergar vegetales, legumbres, plantas medicinales, flores, frutas, ganadería menor, conejos, cerdos, aves, etc.
Los cultivos más comunes que se observan en los huertos a nivel nacional, son las musáceas, cítricos y mangos; la otra parte del huerto, la conforman los animales domésticos, siendo la gallina la más común. La cría de cerdos y ganado vacuno ha disminuido sustancialmente por la alimentación y los espacios que requieren y por la precariedad de las condiciones económicas de la familia. Fotografías 23. Vivienda sin huerto por falta de agua.
Huerto reducido al límite. Enero 2003
100
En algunas regiones del país, particularmente en el departamento de Valle los huertos habían casi desaparecido en la época en que se levantó la información de campo (Noviembre, Diciembre, Enero, Febrero), en otros departamentos como el sur de Francisco Morazán, algunos municipios de El Paraíso y Choluteca, este espacio productivo se redujo sustancialmente a unos cuantos árboles frutales, como resultado de los prolongados veranos y la falta de agua para regar.
La situación es resentida por las mujeres consultadas ya que ello limita las posibilidades de sostenibilidad alimentaria de la familia y la pérdida de una tradición. El factor agua para la vida de la población rural, debe ser objeto de mayor atención
por
parte
de
los
organismos
competentes
del
Estado,
considerando la progresiva reducción de este elemento y sus fuentes, en la zona rural; el agua es un recurso vital para el desarrollo.
Mantener la siembra de hortalizas, verduras, frutas, flores, tubérculos, plantas medicinales, granos básicos en pequeńa escala, papas y otros comestibles responde generalmente a ecosistemas con mayor incidencia de lluvias y a la intervención de Programas y Proyectos de desarrollo rural que invierten en infraestructura para riego. La variedad de los cultivos depende también de las zonas ecológicas del país, la yuca por ejemplo que utilizan las mujeres garífunas para elaborar el casabe se produce en mejores condiciones en la zona atlántica.
101
Fotografía 24. Plantación de yuca Comunidad de Corosal, Atlántida. Diciembre 2002
El cultivo del huerto en condiciones adecuadas beneficia directamente a la familia, es una ayuda para la alimentación y cuando se presenta una buena cosecha se vende. Los ingresos obtenidos suelen ser administrados por la mujer.
Este espacio productivo complementa la alimentación de la familia, cuando se dan las condiciones de calidad de suelo, acceso al agua para riego, condiciones climáticas adecuadas, herramientas e insumos agrícolas, tecnología apropiada. Según estudios realizados por la FAO, existe relación entre la calidad de vida de las familias que tienen huertos con abundantes y diversos productos y las que no lo tienen.
El huerto que históricamente acompañó muchas viviendas rurales en Honduras, se está perdiendo en varias regiones del país, especialmente en el Sur, parte del Centro y de Oriente. Casi todos son temporales como se observó en esta investigación, dependen del agua de lluvia para sostenerse, muy pocas plantas resisten las sequías prolongadas. Esta pérdida es uno de los problemas más graves que afectan a la población rural y su economía. Bajo las condiciones actuales de escasez de agua, casi 7 meses al año, es difícil que esta alternativa alimentaria, se convierta
102
en una opción para la población rural, a menos que se realicen grandes inversiones para instalar sistemas de riego y mejoramiento de la calidad del suelo. Muchos huertos solo existen en épocas de invierno.
Fotografía 25. Vivienda aldea Municipio de Nacaome, Valle. La mayoría de las viviendas de la zona no tenían huerto en Enero 2003
Este espacio productivo ha sido de mucho interés para las mujeres rurales, por la necesidad de contar con alimentos de acceso inmediato para la familia; una enorme cantidad de recursos económicos y humanos se han invertido con este propósito, pero los resultados han sido muy reducidos. Las mujeres rurales son protagonistas en el tema de la seguridad alimentaria, enfrentando además de las condiciones de pobreza y pobreza extrema, los problemas que se derivan de la escasez de alimentos íntimamente vinculada a la escasez de agua, tanto para riego como para consumo humano. El Estado, la FAO y otras agencias de cooperación internacional, siguen buscando alternativas que viabilicen el tema del huerto, por considerarlo básico en relación al acceso de alimentos para la familia rural pero no se logran resultados de largo plazo, por las condiciones anteriormente apuntadas. El Proyecto Lempira Sur, en el Departamento de Lempira, inició operaciones en 1988 con el propósito de restaurar la capacidad productiva
103
de una de las zonas más afectadas por la pobreza, poniendo énfasis en los mecanismos de protección y aprovechamiento de los recursos hídricos y en la formación de conciencia sobre los efectos en los sistemas productivos y el manejo adecuado de los recursos naturales.
En 1995 la orientación de este Proyecto se centró en la finca y la microcuenca, incorporando como eje central a la familia y la comunidad. La meta fue mejorar la disponibilidad y el acceso de la población a los alimentos básicos. Hoy día se puede observar un considerable número de mujeres de esa zona, vinculadas directamente a la producción de granos básicos, lácteos, hortalizas, alimentos procesados, artesanías en barro, silos de metal y otros. Venden y compran productos en las comunidades fronterizas con la Republica de El Salvador.
Fotografía 26. Mujeres del Municipio de Olocingo, Lempira Comercializando productos con El Salvador, cruzando el Río Lempas. Enero 2003
Algunas agroindustrias caseras de alimentos envasados extraen los insumos de los huertos y la producción de la parcela; elaboran especialmente encurtidos que tiene alta demanda en las comunidades, especialmente en el verano cuando escasea el alimento; por ello se ha convertido en una actividad que genera ingresos para la mujer. La mayoría
104
de las pequeñas empresas de envasados son de subsistencia, de autoempleo, no están registradas oficialmente ni tienen control de calidad. Algunas mujeres del sur del Departamento de Lempira están vendiendo estos productos en la frontera con El Salvador, con buena demanda.
Este departamento sigue siendo señalado como uno de los más pobres del país con un bajo índice de desarrollo humano y menor índice de potenciación de género; sin embargo, los aspectos observados en esta investigación, en siete municipios del mismo (Cololaca, Guarita, San Juan Guarita, Mapulaca, Tomalá, Candelaria y Tambla, reflejan una situación diferente en lo relativo a la reactivación de actividades productivas. El Programa Especial para la Seguridad Alimentaria en Honduras PESA, con el apoyo de la FAO y la Agencia Española de Cooperación Internacional AECI, está promoviendo un proceso comunitario para asegurar la alimentación en los Municipios de San Lucas, San Antonio de Flores y Morolica, al sur oriente del país, con el propósito de aumentar la disponibilidad de alimentos mejorando el acceso a los mismos, incidiendo en los sistemas de producción con el uso de tecnologías sostenibles y el manejo adecuado de los recursos naturales.
Este programa ha involucrado activamente a la mujer en el cultivo de huertos,
el
procesamiento
capacitándolas
sobre
estos
de
alimentos,
aspectos,
así
y
la
como
ganadería también
menor,
sobre
la
problemática local y el tema mujer y desarrollo.
105
Fotografía 27. Mujer Campesina de San Lucas, El Paraíso. Participando en recolección de hortalizas. Fotografía de PESA
Una de las dificultades más graves que enfrentan las mujeres rurales son los bajos índices nutricionales, especialmente en los niños y niñas, derivado de las condiciones de pobreza y pobreza extrema. En los últimos años en Honduras se han tenido que importar alimentos por los limitados resultados de las cosechas y la producción en general, encareciendo la canasta básica. El tema de la alimentación ha ocupado a expertos e involucrado a muchos proyectos, sin que hasta hoy se hayan visto resultados significativos.
Por casi 50 años la FAO ha intentado posicionar el tema de la distribución de tierra para producir alimentos en los gobiernos de todo el mundo, los objetivos más importantes han sido que los países produzcan suficientes alimentos para la población, con calidad y en la cantidad necesaria. La vía ha sido la inclusión de la mujer rural en la diversificación de huertos familiares, asistencia técnica a la producción de granos básicos, etc. para abaratar el costo de los alimentos. En Honduras también se han hecho y se
siguen
dando
estos
esfuerzos
como
lo
constatamos
en
los
departamentos de Lempira y El Paraíso.
106
Fotografía 28. Mujeres Campesinas, madre e hijas de San Lucas, El Paraíso. Se capacitan en producción de hortalizas en su huerto. Dic. 2002
4.4 VINCULACION DE LA MUJER RURAL A ACTIVIDADES NO AGRICOLAS GENERADORAS DE INGRESO
Un considerable número de mujeres rurales al no tener acceso a la tierra para agricultura y a sus bajos rendimientos han tomado la decisión de formar pequeñas empresas, la mayoría de ellas de subsistencia, como alternativa para generar ingresos; es a través de éstos que se busca cubrir las necesidades de la familia: mejoramiento de viviendas, la escuela y colegios.
La búsqueda
de
un
balance
genérico en
la
distribución de
oportunidades, está facilitando que la mujer rural hondureña
las
acceda a
nuevos conocimientos, destrezas y habilidades; no sólo motivada por los alimentos y bienes de consumo para la familia, sino porque valora es costo de oportunidad para su propio desarrollo. El manejar sus ingresos, tomar las decisiones sobre qué hacer con ellos, le está permitiendo a la mujer rural elevar su autoestima.
107
Muchas mujeres rurales están organizadas o están intentando hacerlo. Se les encuentra vinculadas a una amplia gama de rubros, algunas con inversiones considerables de
capital fijo (infraestructura) y capital
circulante, con fondos de préstamos que han pagado o están pagando, como La Sureñita que procesa semillas y pasas de marañón, las que procesan carne de cerdo, las que siembran y comercializan camarón en el mercado internacional, las alfareras Lencas, las que procesan lácteos, construyen silos, etc. Otras con menores inversiones y préstamos
pequeños, elaboran pan,
dulces, compran pescado, elaboran casabe, confeccionan flores de tusa, papel orgánico, cultivan flores naturales, etc., también incursionando en actividades que les generen ingresos, generalmente módicos, pero que contribuyen a elevar un poco sus niveles de desarrollo humano.
Las actividades más comunes que realizan las mujeres que se consultaron en esta investigación fueron: elaboración de artesanías de barro con diferentes
formas
y
colores,
elaboración
de
envasados
de
frutas,
encurtidos, elaboración de flores y objetos de tusa, jabones, champúes, procesamiento de semillas y tubérculos, siembra y venta de flores naturales, elaboración de tejidos, bordados, café orgánico, elaboración de papel
orgánico,
procesamiento
de
lácteos
(quesos
y
mantequilla),
elaboración de alimentos (rosquillas, dulces, comida, rosquetes, tajaditas de plátano, casabe), medicina natural curativa y preventiva, silos para almacenar granos, cría de aves, tiendas de consumo, tejidos, bordados, elaboración de vinos, elaboración de velas de parafina, comercialización de pescado, elaboración de artesanías de junco y yute, etc.
108
Fotografía 29. Galpón para Gallinas ponedoras. El Paraíso
Fotografía 30. Gallinas Ponedoras. El Paraíso.
Grupos de mujeres de Villa Santa. Enero. 2003
La valoración del trabajo de la mujer en el campo es parte fundamental en la búsqueda de alternativas para combatir la pobreza, como actora de desarrollo, merece un trato justo en el acceso a la tierra y otros medios de producción.
4.5 OTRAS ACTIVIDADES PRODUCTIVAS GENERADORAS DE INGRESOS
4.5.1 Alfarería Lenca
La mujer lenca tiene una trayectoria de varios siglos en la elaboración de cerámica y utensilios de barro. Las alfareras lencas se ubican en los departamentos del sur, centro y occidente del país, en donde el barro es un bien altamente considerado por su utilidad en la alfarería. Las mujeres han transmitido de generación en generación los procedimientos para la elaboración de vasijas de diferentes tamaños, estilos, acabados y colores. Existe una cierta especialización por zonas geográficas de las alfareras a nivel nacional.
109
“En Honduras la alfarería de tipo tradicional prehispánica es una actividad eminentemente femenina, desarrollada en la región central, occidental y en la costa pacifica de Honduras, amplia área de asentamiento del pueblo Lenca: Goascorán, Guajiquiro, Camasca, La Campa, La Arada, y muchos otros. Actualmente enfrenta el problema de apropiación por parte de particulares de los terrenos de donde se extrae la arcilla”65
La fabricación de alfarería es esencialmente manual, utilizando como materiales la arcilla, agua, una mesa de trabajo, horno y leńa. Existen varias técnicas para la elaboración de objetos: vaciado orbital, enrollado sencillo, enrollado compuesto, enrollado orbital sencillo y compuesto, moldeado
convexo,
moldeado
cóncavo,
moldeado
plano,
oloteado,
vueleteado, alisado, raspado. Otras técnicas complementan el acabado, pulido o bruńido, engobe, impresión total y parcial, incisión, acanalado, pastillaje, chiches, trenzado, cenefas, pintura negativa, manchado o chorreado, pintura monocromada positiva, pintura bicromada positiva, pintura polícroma positiva. Todos los objetos son quemados, en hornos o al rás del suelo. Existen vetas de arcilla en varias regiones del país que se distinguen por su color café rojizo muy intenso, debido a la presencia de óxido de hierro; cuando el objeto es horneado adquiere un color anaranjado oscuro; también existe barro de otros colores como el negro, que le da una vistosa particularidad a los objetos. Las mujeres transportan la arcilla en la cabeza, algunas utilizan bestias de carga, carretas de bueyes o carros, cuando se trata de grandes cantidades. En la tradición lenca, se cree que las fases lunares y el clima influyen en la calidad del barro, cuando hay 65
Castegnaro, Foletti Alessadra. Tradiciones Artesanales. Tegucigalpa:1989.
110
luna nueva o luna llena piensan que el barro no sirve porque “toda la tierra está en movimiento”. Los meses de octubre y noviembre son considerados los mejores para extraer el barro porque la tierra esta húmeda, aunque hoy día esta tradición ha cambiado, pues elaboran productos durante todo el año. También elaboran vasijas de barro para transporte de líquidos como el cántaro, para conservación de alimentos como la tinaja, el apaste para servicio, el jarro cafetero, las ollas para cocinar sobre el fuego, el sartén, el comal, etc., estos artículos conforman la alfarería utilitaria. También se fabrican vasijas ceremoniales como el incensario y el candelero, y vasijas para adorno con diferentes diseños. Históricamente la producción de objetos de barro estuvo dirigida al mercado campesino e indígena, con la llegada de artículos de plástico y aluminio a la zona rural se está sustituyendo la tradición del barro. Hoy día muchas mujeres alfareras están elaborando objetos decorativos con variados diseños, han mejorado la calidad y los acabados para su venta a nivel nacional e internacional; comunidades completas se han involucrado y están saliendo adelante con la elaboración y venta de estos productos. Algunas instituciones y personas han apoyado estas iniciativas como el Instituto Hondureño de Antropología e Historia, el Instituto de Turismo, la cooperación Suiza, ACTA de Honduras y otras.
Las mujeres lencas de San José, Guajiquiro, han mantenido el estilo arqueológico,
tradicional,
predominando
el
uso
de
engobes
rojos,
anaranjados, blancos y cremas, negro chorreado con tintes vegetales. Elaboran colgantes, ollas e incensarios, similares a los que hacían los antepasados mayas.
111
Las mujeres de Yarumela, Departamento de Comayagua, han desarrollado con mucha calidad, el estilo de la imaginería religiosa, elaboran “nacimientos navideños” completos, en diferentes tamaños, de vistosos colores, aplican pintura de aceite para destacar los detalles que tienen las figuras. Hacen iglesias y fachadas de casas, siguiendo la línea colonial religiosa.
En Goascorán, Paso Hondo, El Carreto y otras aldeas aledañas en el departamento de Valle, las mujeres se han especializado en hacer gallos de diferentes colores y tamaños, desde hace unos 40 años. Las mujeres de La Campa son afamadas por sus cántaros, jarros y ollas finamente trabajadas, recubiertos con engobe rojo, con dibujos realizados con engobe blanco. Las de Guajiquiro producen tinajas, ollas, comales, incensarios
y
han
ido
integrando
nuevas
piezas
con
inspiración
arqueológica. Utilizando la corteza del ocote logran una coloración negra especial y han recuperado el uso de la técnica del “chorreado”. Las mujeres de la Arada han evolucionado incorporando decoración que recupera figuras antropológicas y de la naturaleza. Desde 1986 se formó una organización de alfareras denominada MAGU que, ha logrado destacarse por la producción de piezas arqueológicas y contemporáneas, con asistencia técnica antropológica. Estas artesanas han recuperado distintas técnicas, la alfarería en negro y la decoración al negativo. Han diversificado la producción con decoraciones vistosas y sobrias, que están teniendo demanda a nivel nacional e internacional.
112
En 1989 se formó la Asociación Regional Alfarera Lenca, con el apoyo de PROPAITH y el Instituto Hondureño de Antropología e Historia, cuenta con personería jurídica, tiene una membresía de 150 alfareras de los siguientes departamentos: Valle: La Arada, Paso Hondo, Rinconada;
Francisco
Morazán: Ojojona, Santa Ana, Guerizne; La Paz: San José de Guajiquiro, Comayagua: Yarumela, El Porvenir; Intibucá: Cofradía y Lempira: La Campa
PROPAITH les ha capacitado de forma continua sobre diferentes temas: mejoramiento y diversificación de la producción, acabados, nuevos diseños,
fomentándoles
la
elaboración
de
piezas
de
inspiración
arqueológica. Actualmente desarrollan cuatro líneas de producción: arqueológica, tradicional, contemporánea y navideña, por la calidad y belleza de las piezas que elaboran, existe demanda a nivel nacional y con frecuencia internacional; esta última se realiza a través de instituciones que tienen los contactos y conocen los procedimientos de exportación.
En la investigación de campo no se encontraron mujeres alfareras que comercialicen en forma directa a nivel internacional, hace falta un camino por recorrer todavía, considerando las implicaciones de carácter técnico, idioma, conocimiento de normas, reglas, exigencias de calidad, diseños, etc., que requiere el mercado internacional; las mujeres consultadas estuvieron de acuerdo con la forma actual de venta de sus productos, no se sienten preparadas para hacerlo ellas mismas.
Todas las organizaciones de alfareras cuentan con un capital mínimo de operación y un puesto de venta local para comercializar los productos, con la ayuda de las instituciones mencionadas; han participado en ferias nacionales e internacionales. Aunque no se lograron registrar los montos
113
de los ingresos que perciben, la mayoría de las mujeres entrevistadas consideran que el dinero que reciben por concepto de ventas, les está sirviendo para salir adelante con su familia, mejorar la vivienda, enviar los hijos e hijas a la escuela y colegio, comprar ropa, medicinas y alimentos. Todas las alfareras consultadas se sentían contentas con el trabajo. “La producción artesanal constituye una opción válida por razones económicas y socioculturales. Genera un
reforzamiento de la identidad
cultural étnica y nacional. Además, representa una importante fuente alternativa de ingresos en algunas zonas rurales y posee una dimensión familiar y comunitaria muy importante, contribuyendo a evitar la migración hacia las zonas urbanas
y la disgregación familiar, étnica y
social. Para muchas mujeres y madres, es una digna alternativa de trabajo y fuente de ingresos”66.
Fotografías 31. Mujeres Lencas de la Comunidad de La Arada, Valle. Alfarería MAGU. Enero 2003
66
Castegnaro, Foletti Alessadra. Tradiciones Artesanales. Tegucigalpa:1989.
114
Fotografías 32. Alfarería Lenca, Imaginería Religiosa. Yarumela,La Paz
115
Fotografía 33. Alfarería Lenca de Guajiquiro, La Paz
4.5.2. Elaboración de artesanía de tule
Otra de las tradiciones importantes de la cultura indígena Lenca, es la elaboración manual de productos derivados del junco y el tule que realiza la mujer. El arte de tejer esteras o petates de tule es común en el área centroamericana, transmitido y conservado por mujeres artesanas. Las esteras fueron y son utilizadas por los Mayas y Lencas y otras culturas indígenas, como camas y alfombras para sentarse, comer y socializar; su importancia se registra en murales, códices, tallados en piedra, como el de la casa del pueblo Popul Nah en Copán Ruinas. Actualmente, el petate sigue siendo utilizado por un considerable número de pobladores rurales en todo el país. El Departamento de Santa Bárbara ha sido históricamente el gran productor de petates de tule elaborados por mujeres, la comunidad de El Níspero concentra el mayor número de petateras activas.
La elaboración del petate conlleva un trabajo complejo, desde el cultivo de la planta en lugares adecuados, hasta el trabajo con la fibra: partir,
116
blanquear, secar y tejer. La fibra la cultivan los hombres de las comunidades y las mujeres la procesan, la tiñen con tintes vegetales como el palo de brasil, la yuquilla, la saca tinta y otras; la combinación de colores le da al petate más vistosidad. Para tejer un petate una mujer experimentada se demora 2 o 3 días, utilizando únicamente las manos, una piedra plana y una aguja de madera. Las petateras han respetado las técnicas tradicionales de preparación de la fibra y el tejido y su forma de producción a través de la familia. Actualmente están incorporando nuevos diseños y colores.
En el presente ha bajado la producción de petates, debido a que la producción de tule se ha reducido y a los cambios en patrones de vida con la introducción del colchón de algodón. Sin embargo se han incorporado otros productos como bolsos para mujer, manteles individuales para mesa de comedor, cubre maceteros, alfombras, caminos de mesa con motivos tradicionales o modernos, vaseras, carteras, petates para cuna, cojines, etc. que están siendo bien recibidos en el mercado local.
La ONG PROPAITH, ha colaborado para que las mujeres se organicen en una Cooperativa Regional de Petateras Lencas: CIENIL, integrando a 4 comunidades productoras: El Níspero, Sinaí y Santa Cruz. Se han asociado 80 artesanas, cuentan con Personería Jurídica desde 1997. Las artesanas, con el tiempo, han ido introduciendo nuevos diseños, como el teñido de la fibra y de la técnica del calado; la comercialización se realiza en el espacio local. Estas mujeres elaboran productos de especial belleza y calidad, el problema que enfrentan es de acceso a
mercados y por
consiguiente a ingresos adecuados a los costos de producción y sostenibles.
117
Fotografías 34. Mujeres en proceso de extracción de Tinte. Productos de Tule. Santa Bárbara. Dic. 02
4.5.3 Elaboración de Artesanías de junco
Las artesanías de junco también procede de Santa Bárbara, uno de los departamentos con mayor tradición lenca. El primer producto que se elaboró fueron los sombreros de junco y palmilla, han sido famosos por su belleza
y
durabilidad.
Se
conoce
que
esta
tradición
viene
aproximadamente desde hace dos siglos, según datos de la Municipalidad de Santa Bárbara, en 1884 se reportaron 327 hombres y 629 mujeres que elaboraban sombreros, produciendo unos 17.000 unidades al año.
Las comunidades que trabajan el junco son: Ceguaca, La Arada, San Francísco, Concepción del Sur, Santa Rita y la cabecera departamental Santa Bárbara. Esta industria fue floreciente hasta los años 50, cuando se logró exportar a Centroamérica, hoy día se sigue produciendo, pero en menor cantidad, debido en parte a la disminución de las ventas, ocasionadas
por los cambios en los patrones de consumo, (el hombre
prácticamente dejó de usar sombrero). Actualmente se calculan una 25,000 artesanas del junco, elaborando una amplia gama de productos.
118
Las comunidades de Santa Rita, Los Bancos y Ceguaca se han especializado en cultivar el junco para venderlo a las mujeres artesanas. La técnica del enrollado aparentemente fue introducida en los años 70 por artesanos del Ecuador. Los sombreros más finos son producidos por mujeres en las comunidades de San Francisco de Ojuera, Los Bancos y Ceguaca. En Ilama se producen cestas y sombreros de palma. La Arada se ha especializado en producir objetos de junco enrollado. En los años 80 se introdujo el teñido de las fibras con tintes químicos y la realización de distintos motivos.
PROPAITH e IHAH, promovieron la organización de la cooperativa regional COMARAL, con 60 afiliadas de La Arada y Ocotal; cuentan con su personería jurídica. Actualmente la cooperativa funciona con buen suceso y ha incrementado el número de socias. La producción con la técnica de enrollado se ha diversificado, introduciendo una línea de motivos arqueológicos y arte rupestre.
La combinación de colores ha cambiado hacia gamas más sobrias y naturales, de conformidad a la demanda internacional. La institución facilitadora trajo un experto para capacitar sobre combinación de tintes, preparación de fibras y teñido, lo que ha mejorado visiblemente la calidad y resistencia de los colores. En los sombreros se introdujeron nuevos diseños de ala ancha y se capacitó a las artesanas para darles un acabado diferente, los sombreros de mujer se han adornado con cintas y flores.
Actualmente las artesanas buscan la comercialización directa y precios justos, la promoción de los productos a nivel nacional e internacional, pero
119
hasta la fecha les ha faltado una estrategia de mercado y apoyo institucional con este propósito; a pesar de que se cuenta con productos de calidad y belleza que pueden venderse en cualquier mercado. Algunas artesanas
han
participado
en
ferias
nacionales
e
internacionales,
disponen de catálogos para promocionar los productos y una etiqueta para autentificación del mismo: DOC (Denominación Orígen Controlado).
Han
recibido
capacitación
en
análisis
de
costos
y
beneficios,
administración y mercadeo. Tienen un puesto de venta en la Comunidad de La Arada, sede de la Cooperativa.
Los productos de junco enrollados son de gran belleza, se destacan, las tortilleras, individuales, aislantes, paneras,
cesta con anillos para
servilletas, azafates, cofres, porta cepillos, carteras, violeteras, juegos de junco enrollado para paseos campestres, sombreros, juegos de cestas, porta lentes, portalápices, ganchos para el pelo, etc.
Fotografías 35. Mujeres artesanas de Santa Bárbara y sus productos. Enero 2003
120
Artesanía Junco típica de Santa Bárbara
4.5.4. Elaboración de flores y otros objetos de tusa
La elaboración de flores con diferentes materiales como papelillo, papel china, papel lustroso y otros, tiene una larga historia en los pueblos de Honduras, tanto para adornar las viviendas como para elaborar coronas y ramos para honrar a los difuntos.
En el sur y centro del país ha existido una mayor tradición de elaboración de flores de papelillo y recientemente de tusa. Hoy día una considerable cantidad de mujeres dispersas en las comunidades rurales elaboran flores de tusa por encargo, con presteza, calidad y belleza. En el departamento de Santa Bárbara, en Nueva Celilac, las mujeres han desarrollado una producción
importante; reflejo de
la
imaginería tradicional,
flores,
ramilletes, trenzas, coronas, muñecas, animales, decoraciones navideñas, etc. Algunas personas opinan que el uso de la tusa para elaborar flores viene desde tiempos prehispánicos, por la importancia que el maíz tenía para la vida de la población.
121
Las artesanas utilizan preferentemente la tusa blanca, las mujeres la tiñen con anilina o pinturas especiales para obtener colores brillantes, con los cuales elaboran un producto multicolor de fuertes contrastes. Las artesanas de Nueva Celilac elaboran una gran variedad de flores, animales, ángeles, figuras humanas, etc. En las comunidades de Sabana Grande, Opimuca, Manzanillo, Tule e Infiernitos, desde hace 20 años se empezó
a producir flores, coronas y
arreglos diversos con flores de tusa. Actualmente las mujeres venden la flor sin pintar a la empresa ATUTO, quién define el precio de cada flor; las ha capacitado, les facilita la materia prima, controla la calidad de los productos y los comercializa en el mercado internacional.
La tusa
presenta distintos tonos de color natural, blanco, amarillo, morado, café, lo que permite combinaciones de colores, han incorporado ingeniosamente las semillas de árboles y arbustos silvestres a las flores de tuza, dándole una vistosidad especial.
Las mujeres de las comunidades que elaboran las flores no participan en la elaboración final de los arreglos: coronas, ramos, etc., ni comercializan a nivel internacional. Cuando tienen un excedente de flores (que es poco frecuente), ellas mismas lo venden directamente en los mercados y tiendas de artesanías en Tegucigalpa, una del grupo sale a vender. Por el carácter informal de la vinculación con la empresa que les solicita las flores, no se genera ningún compromiso laboral, ni existe protección del Estado para ellas. Están sometidas a jornadas de trabajo agotadoras; cuando los pedidos son grandes y con tiempo limitado, las mujeres suelen trabajar hasta altas horas de la noche y al día siguiente siguen trabajando.
122
Las artesanas han recibido capacitación para elaborar diferentes tipos de flores que venden casi todo el año. Desde el año 1996 contaron con el apoyo de PROPAITH y el IHAH, han formado una Cooperativa Regional COMIFLOR, que se inició con 22 artesanas, actualmente cuenta con Personería Jurídica. Han sido capacitadas en nuevos diseños y teñido con tintes vegetales. En esta actividad participan sólo mujeres de todas las edades, con el apoyo de algunos niños, han logrado incorporarse activamente en la elaboración de flores de tusa, no sólo por sus habilidades manuales, sino porque pueden combinan
la actividad
artesanal con el oficio de la casa. En la investigación de campo pudimos observar que en casi todas las casas de las aldeas seleccionadas, las mujeres elaboraban flores, el diseño y el control de calidad lo define y realiza la empresa a través de su personal técnico que es quién las contacta en las comunidades.
Las mujeres productoras solamente intervienen en una parte de la cadena productiva como mano de obra barata, el resto del proceso, el acabado, lo realiza la empresa comercializadora. Muy pocas de ellas conocen cómo son exportadas las flores, que han confeccionado desde sus pequeñas comunidades, hacia los mercados internacionales.
En Nueva Celilac se formó la Cooperativa Regional CIFMAL, con el apoyo de PROPAITH, con 30 artesanas. Han recibido capacitación en tintes vegetales. Tanto la COMIFLOL como la CIFMAL han protegido sus productos con el sello y la etiqueta DOC, ambos grupos han tenido financiamiento y comercializan sus productos a través de sus tiendas locales o mediante su participación en ferias locales o nacionales, ellas administran sus ingresos.
123
Fotografía 36. Niñas, niños y Adolescentes de las comunidades de Sabanagrande participan activamente en la elaboración de flores de tusa. Noviembre 2002.
4.5.5. Siembra y Comercialización de Flores Naturales
Es
una
actividad
realizada
especialmente
por
mujeres
rurales,
generalmente en zonas templadas con abundante agua. Las comunidades ubicadas
en
las
montañas
aledañas
a
la
capital
Tegucigalpa,
especialmente de la montaña La Tigra, han tenido como tradición la siembra de flores para la venta, realizada en pequeños predios próximos a las viviendas. Las mujeres seleccionan las semillas o los tallos y ellas mismas siembran de manera tradicional, con ayuda de los demás miembros de la familia; las flores más comunes son los claveles, cartuchos, margaritas, hortensias, pompones, vara de San José, búcaros, reinas, inmortales, etc.
Con la apertura de las ferias de los sábados en Tegucigalpa han ampliado los mercados, venden también en Danlí, Comayagua y algunas llegan hasta San Pedro Sula, esta ha resultado una buena fuente de ingresos, por lo que actualmente la mayoría de las familias se dedican a la siembra y venta de flores. En el Piliguín por ejemplo se dan las condiciones propicias para la producción, dependiendo de la extensión de la parcela sembrada
124
así son los ingresos; una gran mayoría son pequeñas unidades por lo que la producción no les ajusta más que para la sobrevivencia. Con el incremento del costo de vida, una importante cantidad de hombres se desplazan a diario a la capital o a sus alrededores para asalariarse, aprovechando la cercanía y las facilidades de transporte en bus. Con ello han dejado prácticamente a las mujeres al mando de la producción de flores. Algunas de las consultadas mencionaron que obtienen ingresos variados, por semana un promedio de 250 Lempiras, en días festivos como Día de la Madre, Día de Difuntos, etc., las ventas pueden alcanzar los 4.000 Lempiras semanalmente.
Fotografías 37. Producción de flores naturales con métodos tradicionales. El Piliguin, Noviembre 02
125
Por el carácter familiar de la producción de flores, las mujeres trabajan individualmente sus parcelas y realizan simultáneamente toda la faena de la casa. Han hecho intentos por hacer viveros comunales, sin buenos resultados. El INFOP, IICA, JICA les ha prestado alguna cooperación. Muestran interés por recibir más asistencia técnica para mejorar la producción, porque las flores tienen buen mercado y el retorno del dinero es relativamente rápido.
En los Departamentos de Intibucá y Santa Bárbara se encontraron grupos de mujeres dedicadas a la siembra de flores, con cierta tecnificación; han recibido apoyo económico del PRAF y asistencia técnica de la FHIA para la siembra de predios no mayores de una manzana, utilizando semillas importadas de claveles y rosas, que requieren fumigación cada 4 días. Estos grupos han enfrentado problemas de comercialización, por lo que los ingresos no son constantes.
4.5.6. Elaboración de Rosquillas y Pan
Las rosquillas forman parte de la tradición alimenticia de la población hondureña, muy probablemente se producen en todas las comunidades rurales del país, pero se destacan algunas regiones por la calidad y la cantidad orientada a la venta, como el Municipio de Sabanagrande, en el departamento de Francisco Morazán, Juticalpa en Olancho, Danlí en El Paraíso y San Marcos de Colón, en Choluteca.
La elaboración de rosquillas se produce en pequeñas empresas familiares, algunas contratan hasta 10 operarias. Su elaboración demanda de las mujeres una considerable inversión de tiempo, por la preparación previa de los ingredientes; teniendo la ventaja de que la mayoría de la materia
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prima se encuentra en todas las comunidades rosquilleras (maíz, cuajada o queso), en la investigación se encontró que algunas productoras compran los insumos a sus propios familiares.
Las productoras usan recetas que se han transmitido de generación en generación; generalmente no acceden a crédito ni asistencia técnica. La mayoría venden el producto en su propia casa, en forma ambulante o en puestos de venta en las mismas comunidades; eventualmente exportan, especialmente a los Estados Unidos, por la demanda que tienen en la Comunidad Latina.
En su mayoría estas pequeñas empresas no llevan libros de cuentas, control de gastos, ni de ganancias, no incluyen además el costo de la fuerza de trabajo, el tiempo invertido, poniéndo en riesgo su sostenibilidad. Por el tipo y la forma en que se realiza la producción de rosquillas, las mujeres consultadas en esta investigación no pertenecen a ninguna organización de mujeres, consecuentemente, están aisladas de las organizaciones de mujeres, desconocen las leyes y sus derechos y enfrentan grandes limitaciones para potenciar su propio desarrollo como mujer.
El Programa de Asignación Familiar PRAF y otras instituciones, han favorecido la creación de micro empresas de panadería con pequeños montos de crédito, en sus áreas de influencia, con el propósito de llenar una demanda local de alimentos y de proporcionar una opción de ingresos para la mujer, pero por su pequeña dimensión no constituyen una alternativa a largo plazo para mejoramiento de condiciones de vida, ni son una opción de desarrollo; las mujeres que participantes se reparten al día
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Lempiras 40.00 cada una. Con frecuencia las que elaboran rosquillas trabajan de manera independiente.
Fotografías 38. Mujeres de Intibucá, Olancho y El Paraíso, elaboran pan y rosquillas como principal actividad generadora de ingresos. Enero 2003.
4.5.7. Actividades Acuícolas
En la investigación no se encontró suficiente información sobre las actividades que involucran a la mujer rural en la pesca con fines de mejoramiento de ingresos, sin embargo se conoció a algunas que
viven
cerca de ríos y lagunas, que pescan por cuenta propia para consumo familiar.
La mujer Garífuna no pesca, a pesar de su vinculación directa en la comercialización y procesamiento de este producto; esta actividad por cultura y división del trabajo la realizan los hombres. Algunas mujeres garífunas han acompañado a los hombres a la captura directa de pescado
128
en mar abierto, pero no es la costumbre. Los pescadores traen el producto a la playa y del resto se encargan las mujeres, ellas compran el pescado con fondos provenientes muchas veces de préstamos a altos intereses. La venta de pescado fresco es para buena parte de las familias garífunas la única fuente de ingreso, por lo que la mayoría de ellas suelen ser muy pobres.
Por lo estacionario de la actividad no siempre pueden proveerse de pescado, ello las obliga a buscar otras fuentes de empleo. La venta de pan de coco que era otra importante actividad generadora de ingreso, se ha reducido
sustancialmente,
por
una
enfermedad
denominada
“amarillamiento letal del coco ALC”, que destruyó casi todos los cocoteros de la zona atlántica del país.
Las mujeres que cultivan camarón y otras especies acuáticas en la zona Sur del país, se han organizado en cooperativas, en las que participan también hombres. La comunidad de Playa Grande, en el Departamento de Valle, cuenta con un grupo de mujeres líderes que deciden sobre los destinos de la organización, poseen lagunas de mediano tamaño, conocen la actividad y se vinculan directamente a la producción.
Sacan buenas cosechas que venden principalmente en El Salvador, lo que les ha permitido mejorar las condiciones de vida que fueron seriamente afectadas con el paso del Huracán Mitch que además de destruirles sus viviendas, enseres domésticos, animales y la cosecha de camarón; afectó también la infraestructura de las lagunas.
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Fotografía 39. Mujeres de Playa Grande, Valle, cultivan y producen camarón formando parte de una Cooperativa. Diciembre 2002.
El problema mayor que afrontan es la falta de tecnificación para mejorar las especies, la conservación del producto y el acceso a otros mercados.
4.5.8. Fabricación de Artesanías de Tuno
En esta investigación no se visitó la Mosquitia hondureña, sin embargo, el Instituto Hondureño de Antropología facilitó la siguiente información sobre las mujeres misquitas que viven en las riberas del Río Patuca, dedicadas a la elaboración de artesanías de tuno: Las mujeres fueron capacitadas por la Iglesia Morava y la ONG MOPAWI en los años 70, para realizar actividades artesanales que les permitieran obtener algunos ingresos monetarios. Iniciaron elaborando cuadros y tarjetas decorativas, mediante la técnica del collage, que consiste en hacer figuras con pequeños pedazos de tuno de diferentes colores y tamaños, utilizan también la corteza de árbol de hule y del higuero. Unas 160 mujeres ubicadas en las comunidades de Wampusirpe, Kurpa, Tukru, Bilalmuk, Pimienta, Panzana, Nueva Esperanza y Kraosirpe, se dedican a la fabricación de artesanías de tuno, con vistosos diseños y 130
colores inspirados en el arte rupestre. Estas se han organizado para mejorar la producción y la comercialización denominada “Tunu Mairin Asla”, en lengua misquita. Estas mujeres son acompañadas por una promotora enlace facilitada por MOPAWI, quienes también les apoyan en la comercialización. Las mujeres Tawahkas elaboran hamacas, bolsos y cestas colgantes llamadas “uslún”, con materiales de la zona, distintas clases de bejucos y corteza de árboles, el uso de cobijas y prendas de vestir se mantiene entre los y las poblbadores/as más tradicionales. Con el apoyo de PROPAITH y otras instituciones crearon La Asociación de Artesanas Tawahkas, con el objeto de mejorar la producción y ampliar el acceso al mercado. La comercialización directa representa muchas dificultades derivada de la lejanía de la zona respecto a la capital, además del acceso a las comunidades por medio de cayucos, los costos de la movilización son altos.
4.5.9. Elaboración de Shampoo y Enjuagues de Pelo
Es esta una de las nuevas actividades que actualmente está realizando la mujer rural, organizadas en microempresas. Las mujeres de El Paraíso han sido capacitadas por la Escuela Agrícola Panamericana El Zamorano, para la fabricación de shampoo y enjuagues de cabello que también están elaborando en los Departamentos del Occidente del país, en Intibucá y Santa Bárbara.
Es una actividad productiva con demanda, y venta a nivel local y en las ciudades del país, accesible en varios supermercados; cuentan con
131
autorización de la Secretaría de Industria y Comercio. El producto lo elaboran con extracto de sábila, planta que ellas cultivan en pequeños predios cerca de sus viviendas; En las comunidades de El Paraíso inicialmente sembraban en huertos caseros, actualmente han comprado predios. Tienen sus propios locales de trabajo. La asistencia técnica de la Escuela Agrícola Panamericana les ha ayudado a elaborar productos con calidad, buena presentación y manejo de registros contables. En vista que la materia prima principal la obtienen de la propia localidad, la ampliación de las áreas de siembra, el conocimiento de la técnica y los procedimientos de mercado, tienen posibilidades de sostenibilidad. No se tuvo acceso a información sobre ingresos y cada cuánto los reciben las involucradas, pero por lo que se pudo observar en su estilo de vida, que las condiciones económicas de estas mujeres son relativamente favorables.
Fotografías 40. Siembra de sábila y productos elaborados: shampoo y enjuagues de pelo. El Paraíso. Febrero 2003
4.5.10. Procesamiento de Alimentos
Las actividades más comunes que realizan las mujeres en este rubro son: Elaboración de embutidos y mermeladas de frutas. Generalmente se trata
132
de pequeñas empresas dirigidas por ellas, utilizando principalmente los productos que obtienen de huerto, para la elaboración de embutidos de vegetales, mermeladas, salsa de tomate y especies, productos que tienen buena acogida en los mercados local y regional.
Los vegetales envasados (encurtidos) forman parte de la dieta de la familia rural, que las mujeres rurales preparan empíricamente; pero existen grupos
productivos
procedimientos
que
que
han
ayudan
a
sido la
capacitados conservación
con y
a
técnicas
y
presentarlos
adecuadamente.
En las comunidades del Departamento de Lempira, próximas a la frontera con El Salvador se tiene demanda del producto desde ese país. Los precios de venta son bajos, cada unidad tiene un valor de L. 25.00 limitando la posibilidad de crecimiento de estas pequeñas empresas que además de ser temporales, dependen de cosechas generalmente de invierno.
Las mermeladas se producen en varios departamentos del país, se observa que cada vez mejoran la calidad y la presentación del producto, se elaboran con frutas de temporada, generalmente mora, guayaba, mango, y otras de buen sabor. Se venden a nivel local, pero ya pueden encontrarse en supermercados de las ciudades grandes, lo que les abre la posibilidad de crecer.
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Fotografía 41. Mujer de Gualcinse, Lempira. Elabora envasados con productos del huerto, los vende en la localidad y en las comunidades de la frontera con El Salvador. Enero 2003
Producción de Plantas Medicinales
Esta actividad productiva la realizan generalmente las mujeres indígenas lencas, consultamos a las que viven en el Departamento de Intibucá, por ser el departamento mayor productor de plantas medicinales a nivel nacional. Se registraron 46 especies de plantas medicinales, pero no todas son procesadas para la venta, sino que son conservadas como parte de su reserva cultural. Actualmente la mayoría son sembradas en los huertos caseros, pero en algunas comunidades están cultivando predios especiales con el apoyo de la Comisión Cristiana de Desarrollo CCD.
Los cultivos siguen los procedimientos tradicionales de siembra y cosecha, actualmente las mujeres se están capacitando para elaborar esencias que se venden en la ciudad de La Esperanza. Por lo reducido de la actividad y el bajo precio de estos productos, los ingresos percibidos no logran ser alternativa para mejorar los ingresos de las familias. El valor especial de esta actividad productiva es la recuperación del patrimonio cultural indígena.
134
4.5.12. Procesamiento y Comercialización de Semillas de Jícaro
Esta actividad es realizada por grupos de mujeres de la Comunidad de El Guayabo en el Departamento de Valle, el jícaro es un arbusto común en esa zona, las semillas de su fruto, molidas se utilizan para hacer bebidas refrescantes. Las mujeres realizan todo el proceso productivo, desde el corte de la fruta hasta su venta en bolsas.
En este rubro enfrentan dos problemas: garantizar materia prima a futuro, pues ellas no siembran el jícaro, ya que es una especie que crece silvestre, en la zona y la posibilidad de tener acceso al agua para lavar la semilla. Este grupo de mujeres está siendo apoyado por PRONADEL, venden el producto en los alrededores de la comunidad y en Choluteca, en donde tiene demanda, por ser uno de los alimentos que forman parte de la dieta alimenticia de la población de la zona sur. La producción se realiza en pequeñas cantidades por lo cual los ingresos son reducidos, teniendo que combinarla
con
otras
actividades
productivas,
especialmente
la
elaboración de pan.
Fotografías 42. El jícaro es un arbusto que crece naturalmente en la zona sur del país, cuya semilla se extrae para refresco. Enero 2003
135
4.5.13. Elaboración de Casabe
Es propio de la población garífuna, las mujeres son las encargadas de su elaboración, son generalmente las responsables directas del sostenimiento del hogar, considerando que una importante cantidad de hombres han ido emigrando
hacia
los
Estados
Unidos
o
a
trabajar
en
barcos
internacionales.
El casabe es uno de los alimentos más importantes para la población garífuna del norte del país, se elabora con harina de yuca, siguiendo un procedimiento ancestral. Las plantaciones de yuca son comunes de la zona, es el cultivo por excelencia de este grupo poblacional, se siembra en los alrededores de las comunidades, con frecuencia por las mismas mujeres que procesan, pero como las cosechas son reducidas, compran también en el mercado local. En las Comunidades de El Corozal y Sambo Creek, cuentan con una organización apoyada por CODIMCA. La elaboración de casabe consume considerable cantidad de tiempo; las mujeres invierten hasta tres días a la semana para prepararlo empezando por la recolección de la yuca, hasta su fase final, que realizan con gran presteza y calidad. Esta actividad la realizan generalmente las mujeres mayores de la familia, semanalmente trabajan unos 20 quintales de yuca y de cada quintal sacan 30 hojuelas, que es el producto final.
La comercialización se hace principalmente en la ciudad de La Ceiba, pero también venden a otras regiones del norte como en las Islas de la Bahía; existe interés de exportar a los Estados Unidos a través de un intermediario, pero esa idea no se ha concretado formalmente. Pese a que
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es un producto muy elaborado que requiere una buena inversión del tiempo, laborable de las mujeres, es un alimento que se vende a bajo costo, cada hojuela tiene un valor en el sitio de L. 12.00, fuera de la comunidad se puede vender hasta por L. 16.00. Los ingresos que obtienen son bajos y por consiguiente contribuyen muy poco a mejorar las condiciones de vida de las familias, por esta razón las mujeres se involucran en otras actividades como la venta de comidas y pescado fresco.
Las mujeres de estas comunidades mantienen su organización activa, cuentan con su propio local para realizar actividades de capacitación, para sesiones y diversas actividades sociales. Anteriormente recibieron apoyo de ONGs, ala hora de levantar la información no contaban con cooperación.
Fotografía 43. Mujer garífuna muestra el procedimiento para la elaboración de casabe. Corosal 2003.
4.5.14. Procesamiento de Café
La participación de las mujeres en las actividades productivas del café tiene larga historia, han sido principalmente encargadas de la cosecha de los granos junto a los niños y las niñas, pero generalmente no son dueñas de las parcelas, trabajan como jornaleras. La participación en el
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procesamiento del grano ha sido inducida principalmente por la Asociación Hondureña del Café APROCAFE, especialmente en el Occidente del país. Actualmente están siendo capacitadas para entrar a la producción de café orgánico en pequeñas parcelas, dirigidas por ellas. En la investigación de campo se consultó a las socias de la Cooperativa San Rafael, Intibucá, afiliadas a la Red Comal que tiene su sede en Siguatepeque. Cuentan con sus propios cultivos pero también compran café para tostar, unas 50 libras a la semana; han recibido apoyo de la Cooperación Sueca para la compra de equipo. El café molido empacado en bolsas se vende en Siguatepeque. Igualmente se consultó a mujeres del Departamento de Lempira que están procesando el café para vender en bolsas. Las producciones son relativamente pequeñas pero se están abriendo mercado, especialmente en el norte del país.
La siembra y procesamiento de café orgánico ha cobrado interés en los últimos años a nivel mundial, por lo que experiencias como estas podrían dar buen resultado para las mujeres rurales de las zonas occidental, central y oriental del país. Poder tener acceso a la tierra es el punto de partida.
Fotografía 44. Las mujeres de la Cooperativa San Rafael, Intibucá, comercializan café en bolsas.
138
4.5.15. Elaboración de Papel Orgánico
Es una de las actividades productivas más recientes que realiza la mujer rural en varias regiones del país, introducida por los proyectos para ampliar las posibilidades de obtención de ingresos para la familia. Su elaboración demanda un largo procedimiento, desde la selección del la planta con la cual se va a trabajar, hasta la preparación de las tablas para el secado. Existen varios tipos de papel, diferenciados por la textura, grosor y color que le da la variedad de plantas y cortezas utilizadas, tales como el gazpacho de la caña de azúcar, piñuela, amate, la hoja de valeriana, el izote, la penca del plátano, etc., que colectan normalmente en los alrededores de las viviendas. Las hojas se cortan en trozos pequeños, se cocen a fuego lento y seguidamente se lavan, prosigue colocarlas en tinas con cloro para obtener un color más parejo y después las licuan; con la pasta lista la pasan a moldes con el tamaño deseado y se colocan en una mesa para secado. Es una actividad no tradicional muy interesante que han aprendido mujeres de varias regiones del país; el papel es utilizado para hacer sobres, flores, floreros, decorar objetos, etc. Pese a lo novedoso de la actividad y la calidad del producto que se extrae, actualmente no tiene un canal de comercialización ágil, a no ser que sea a través de los propios proyectos de Cooperación en ferias, por lo cual no es una fuente constante de ingresos para las mujeres involucradas.
139
El mercado es limitado, teniendo en cuenta el potencial que tienen las mujeres para producir. El precio de cada hoja de papel es de L. 10.00, pero ya elaborado como tarjetas pueden venderlo hasta por L. 25.00.
FotografĂas 45. Mujer artesana capacitada para elaborar papel orgĂĄnico. ParaĂso, enero 2003
140
4.5.16. Bordados
El Departamento de La Paz ha sido conocido por la calidad de los bordados que realizan las mujeres. En la investigación se conoció la experiencia de los grupos organizados de mujeres del municipio de Guajiquiro, que elaboran y bordan manteles y vestidos de mujer con un buen acabado. Han sido capacitadas por ONGs. Actualmente comercializan sus productos en la misma zona y en ferias artesanales, las ventas no son constantes por lo que las posibilidades que esta actividad se convierta a corto plazo, en alternativa sostenida de ingresos, es poco posible.
Por la calidad de productos que las mujeres elaboran, podrían participar en cadenas productivas de más largo alcance, aún con las limitaciones de acceso a los centros urbanos.
Fotografía 46. Bordados de Guajiquiro, La Paz, 2003
4.5.17. Tejidos
La elaboración de tejidos forma parte de la tradición cultural de la mujer Lenca,
especialmente del departamento de Intibucá; son conocidos los 141
pañuelos de vistosos colores que las mujeres confeccionan en telares de madera
tradicionales, utilizando lanas que
Guatemala.
En
casi
todas
las
traen generalmente
comunidades
consultadas
en
de ese
departamento, se encontraron a mujeres experimentadas en la elaboración de pañuelos de diferentes tamaños, colchas, bolsas, etc. y más de una vivienda tenía su propio telar.
Con el apoyo de algunas instituciones como PROPAITH y el IHAH, hoy día se han dado a conocer más estos tejidos y existen Proyectos que intentan apoyar a las indígenas para ampliar su producción. Hasta la fecha la elaboración de tejidos ha sido una actividad que las mujeres han realizado para abastecer a la familia y vender para subsistir, pero cuentan un importante potencial,
experiencia y voluntad de trabajo, que puede
facilitar la apertura de un proceso de producción y comercialización más amplio, que redunde en el mejoramiento de la calidad de vida de esas mujeres y sus familias.
4.5.18. Tajaditas de Plátano
Es una actividad productiva con demanda local realizada en varias regiones del país, en la investigación se consultó a una microempresa de la comunidad de Quebrada Larga: “Nueva Esperanza”, en el Departamento de El Paraíso, que está formada por 8 mujeres, tienen tres años de existir. El plátano lo obtienen en la propia comunidad, cuentan con una parcela prestada, pero con las ganancias han comprado un predio para tener su propia plantación. La producción máxima es 1,000 bolsas de tajaditas por semana.
142
Fotografía 47. Tajaditas de plátano empacadas para venta. Quebrada Honda. El Paraíso. 2003
El producto lo venden en la zona y en la ciudad de Danlí, en empaque de dos tamaños que comercializan a L. 3.00 y a L.10.00,
Una de las
iniciadoras de la actividad recientemente fue invitada a participar en la Primera Exposición Latinoamericana de Empresas Campesinas en la ciudad de Santiago de Chile, en la cual vendió el producto con buen suceso.
Esta
experiencia
le
dado
fortaleza,
confianza
y
están
periódicamente ampliando la producción. Cuentan con local propio pero de reducido tamaño.
Las jornadas de estas mujeres se extienden desde las 4.00 a.m hasta las 8 p.m, y los ingresos que reciben se gastan en su totalidad en atender las necesidades de la casa. Esta pequeña empresa, con adecuado apoyo técnico y financiero tiene buenas posibilidades de crecimiento.
143
4.5.19. Construcción de Silos metálicos para almacenar granos básicos
La construcción se silos metálicos como alternativa productiva generadora de ingresos, no ha sido tradicionalmente una actividad de mujeres, las capacitaciones para su fabricación se han ofrecido especialmente para los varones; sin embargo, en los últimos años grupos de mujeres se han dispuesto incursionar en esta actividad en varias regiones del país; hoy se conoce a varias mujeres rurales con pericia para producir no solo silos sino además cazuelejas para hornear pan y otros utensilios para la casa.
Los silos son particularmente importantes para almacenar granos básicos, es frecuente verlos formando parte del entorno de las viviendas de los pequeños valles del centro, oriente y occidente del país; aunque con la reducción de las cosechas en algunas regiones, se corre el riesgo de que su producción disminuya o llegue a desaparecer. En la investigación se encontró a una mujer en la Comunidad de Olosingo, en el Departamento de Lempira, que dirige una pequeña empresa de construcción de silos, manejando la técnica con gran habilidad.
Fotografía 48. Mujer microempresaria de silos. Olosingo, Intibucá. 2003
144
Por la calidad del producto que elabora tiene gran demanda en la región, ha logrado construir hasta 200 silos para un sólo pedido. Esta mujer además de dedicarse a esta actividad, realiza el trabajo doméstico y hasta elabora pasteles para la venta. Según la documentación consultada, existen otras experiencias de grupos de mujeres en otros departamentos como en Yoro dedicadas a la elaboración de silos metálicos.
4.5.20. Procesamiento de semillas de Marañón
“Mejorar sobre la marcha, cambiar el individualismo, mejorar los niveles educativos, apropiarse de nuevos conocimientos en materia de trabajo, organización y administración de la fuerza laboral, y aumentar la auto estima, fueron los primeros problemas que tuvimos que enfrentar en la Sureñita”. Testimonio de mujer líder, Diciembre 2002.
Entre 1978-1984, el Instituto Nacional Agrario INA promovió una masiva siembra de plantas de marañón, logrando incorporar 2,809.2 hectáreas, con un promedio de 131 árboles por hectárea, o sea 368 mil árboles. Organizó 74 grupos que representaban 1,525 productores. El INA retiró el apoyo y lo retomó la Fundación Friedrich Ebert Stiftung (FES) y otras entidades, comienzando por animar a las mujeres a mantener sus grupos y concretar pequeñas empresas para dedicarse a tareas productivas. Casi el 50% de las socias de la empresa son madres solteras.
En vista de la intensidad del trabajo, el tiempo que demandó a las mujeres esta actividad productiva y la necesidad de obtener el fruto para trabajar, las mujeres tuvieron que realizar una reunión con los hombres en Namasigue
para
que
las
apoyaran,
especialmente
solicitaron
un
145
acompañamiento solidario y la garantía de contar con la fruta del marañón cuya producción está en manos de ellos.
“Muchos hombres se enojaban con nosotras porque sus compañeros se reían de ellos porque su mujer estaba en el centro de trabajo y ellos en la casa. Mi esposo me dijo: !Que bien, yo en la casa y mi mujer en la cooperativa!. Pero lo convencí que él como productor y yo como procesadora de la semilla de marañón podríamos mejorar y aceptó. Además dono un terreno para impulsar el cultivo”.
“El principio no fue fácil, pero pronto nuestros maridos nos ayudaron a halar el material para construir las plantas procesadoras y comenzar a desarrollar este proyecto. Fue una experiencia importante, porque además de la unión en la casa se logro la unión en el trabajo. Al principio ganaba poco, de 100 a 150 lempiras, al mes, que era poco, pero soñábamos con ganar dólares”. (Testimonio de Eloisa de Jesús Obando. Enero, 2002). Ahora ganan de 80 a 100 lempiras diarios. Comenzaron procesando 80 quintales de semilla, actualmente son 2.700 quintales.
En marzo de 1985 comenzó el proyecto de procesamiento de pasas de marañón con el fin de generar empleos e ingresos a un conjunto de mujeres campesinas: “3 de Octubre”, “10 de Julio”, “Astros del Sur”, “Corazón de Jesús” y “Libertadores del Sur”. Desde un inicio se buscó la autogestión y autosostenibilidad del proyecto.
La Sureñita transforma el llamado falso fruto del marañón para comercializarse en el mercado nacional con mercado internacional en Alemania, Francia y Bélgica. Obtuvo su personería jurídica el 2 de Octubre de 1992, con 55 asociadas distribuidas en cinco grupos pre cooperativos,
146
quienes trabajan en tres plantas procesadoras de semillas y fruto del marañón, cuentan un documento privado de compra-venta del terreno de las oficinas principales.
El proceso que se sigue para elaborar es el
siguiente: •
Recolección de la fruta en la finca
•
Limpieza y clasificado
•
Lavado y almacenamiento
•
Horneado en aceite
•
Despulpado
•
Dorado para despergaminación
•
Despergaminado
•
Desinfección
•
Almacenado en recipientes de plástico
•
Adición de sabores
•
Embasado en bolsas plásticas
•
Pesado, sellado
•
Comercialización
Las cuatro organizaciones de
mujeres citadas, crearon el Comité
Coordinador de Cooperativas Procesadoras de marañón de la Zona Sur de Honduras (COPROMAZSH). La creación de este Comité permite una visión de conjunto de las cuatro empresas cooperativas, el diseño de políticas administrativas, supervisión
y evaluación en materia de producción,
control de calidad, comercialización y educación. La Fundación Ebert Stiftung, representada por el Señor A. Friedrich Kramme - Stermose, buscó el mercado alemán mediante el apoyo de la
147
Sociedad para el Fomento de la Solidaridad del Tercer Mundo GEPA; antes de los primeros envíos hacia Alemania, se llevaron muestras para promover el producto. Fue a partir de 1994 cuando entraron a la producción comercial fuerte.
“Ahora que el proceso está en marcha, nosotras nos hemos mirado amenazadas por los empresarios, hay gente que está interesada inclusive en comprar nuestras empresas y no miramos voluntad política de parte del Estado de Honduras para ayudarnos”. (Testimonio Belsahí Herrera, enero 2003)
En materia de precios, las cooperativas llevan control de sus costos de producción y luego investigan los precios con los compradores de Alemania, con GEPA, por ejemplo. Para el futuro, las mujeres piensan comprar tierras para ampliar su pequeña plantación de marañón, ya que tienen 5 hectáreas en La Sureñita, Azacualpa, y una en La Constancia, donde esta la cooperativa Paz y Unión, pero hay mucha competencia, ya que de Nicaragua y El Salvador vienen a comprar la fruta de marañón a los hombres, con el riesgo de quedar desabastecidas. Durante 1999, hubo 5 exportaciones a Europa.
Para Alemania exportaron 40.400 kilogramos por un valor de US$275,779 y a Costa Rica 4,924 kilogramos por un valor de US$29.008 para un total de las exportaciones, al 30 de noviembre de 1999, de 45,324 kilogramos por un valor de US$304,787. Desde el año 2.000 exportan a Bélgica, con el apoyo de Osfam. En esta investigación no se logró obtener datos actualizados sobre la cartera que maneja la cooperativa por políticas de la misma, ni a cuanto asciende los beneficios económicos para cada socia.
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La venta en el mercado local se realiza mediante acuerdo con la Comercializadora Hondureña, propiedad del Señor Guillermo Aguilera, quien al 30 de noviembre de 1999 había vendido más de 18 mil libras de almendras, el 20% de la producción total. A la fecha la Sureñita sigue vendiendo localmente a través de esta misma empresa con quien están satisfechas.
La Cooperativa ha dispuesto la suma de 532 mil lempiras para el mejoramiento de 116 viviendas de las mujeres participantes en el proyecto, construcción de 90 letrinas, 10 hornos de gas propano para la eliminación del consumo de leña donde no exista energía eléctrica y un horno eléctrico en las plantas de La Sureñita, donde hay fluido eléctrico. Ha realizado obras de beneficio comunitario, financió el pago de mano de obra para la construcción de ramplas en las comunidades de Azacualpa, La Constancia y San Agustín en los ríos y quebradas que quedaron incomunicadas, después el huracán Mitch.
Esta cooperativa de mujeres ha demostrado solidez por lo que tiene acceso a ofertas de préstamos en la banca privada, en dólares, las puertas están abiertas para futuros créditos. Actualmente cuenta con una membresía de 115 afiliadas.
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Fotografías 49. Procesamiento de la semilla de marañón. La Sureñita. Choluteca. Enero 2003.
Según datos del PNUD. “El país registró una mejora del índice de desarrollo relativo al género, al pasar de 0.600, en 1998, a 0.633 en el 2002...Los progresos registrados en la equidad de género en el país, así como en sus diferentes departamento, están asociados a un aumento en la escolaridad de las mujeres, a un incremento de su participación en la fuerza laboral y al aumento en los ingresos por trabajo, entre otras causas”67. 67
PNUD. Informe sobre Desarrollo Humano Honduras 2002. Tegucigalpa: 2002.
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CONCLUSIONES 1. Los hallazgos de la investigación ilustran sobre los cambios que se están produciendo en la mujer rural, asociado no sólo a su trabajo en la producción de granos básicos, atención al huerto y la ganadería menor para enfrentar la sobrevivencia. Se encontró una mujer que además de asumir la reproducción social, está buscando formas de aportar al ingreso de la familia y a la economía del país, mediante la realización de una amplia diversidad de actividades agrícolas y no agrícolas.
2. En el campo hombres y mujeres han seguido pautas y expectativas sociales, cumplido roles sociales que les han sido asignados y son puestos en práctica de acuerdo a normas, leyes, prescripciones y estereotipos; actualmente se cuestiona la vigencia estos roles, formando parte importante de las discusiones y luchas de los movimientos de mujeres. 3. La mujer rural posee una diversidad de perfiles, con condiciones, intereses y necesidades distintas. Existen desigualdades en los niveles de desarrollo y la participación productiva en las diferentes regiones del país, tanto de orden geográfico, demográfico, étnico, educativo, posibilidades de acceso a la tierra y a los medios de producción. Las necesidades e intereses de las artesanas Lencas del centro, sur y occidente del país por ejemplo, son diferentes a los de las mujeres garífunas del atlántico norte.
151
4. Los obstáculos que impiden que las mujeres rurales participen ampliamente en la economía son de índole estructural, lo que obliga a revisar todo el sistema socioeconómico y buscar soluciones integrales, bajo el criterio que las mujeres no serán las únicas beneficiarias. La continuidad de los procesos democráticos servirá como base para ir afianzando los conceptos de equidad de género.
5. La concentración de mujeres en los estratos más pobres de la sociedad constituye una barrera operativa que supera el ámbito específico de la mujer, se remonta a una limitación más estructural como es el desconocimiento, sobre como reducir la pobreza. Muchas de las políticas sectoriales, que introducen las modificaciones necesarias para focalizar a la mujer no son suficientes para producir un impacto definitivo en su productividad y calidad de vida.
6. En el país existen avances en materia de diseño de políticas y de estrategias, se reconoce que se están dando las primeras bases para incorporar
a la mujer en las políticas sectoriales, pero en la
investigación de campo, no se encontró suficientes evidencias sobre los resultados de su implementación. Se busca la igualdad de condiciones para la mujer rural, pero para
que
las
leyes
y
políticas
así
persisten las dificultades como
las
medidas
de
implementación y las estrategias emitidas puedan traducirse en acciones
concretas
de
desarrollo
con
equidad,
es
necesario
esclarecer cómo cerrar la brecha entre esas políticas y su implementación, cambiar el enfoque de desarrollo incorporando el mejoramiento cualitativo en la vida de las mujeres.
152
7. De los múltiples problemas que pueden identificarse para avanzar en el proceso de inserción de la mujer rural al desarrollo, se visualizan como fundamentales: la necesidad de concienciar a los gobiernos y a la sociedad en general sobre el verdadero rol de la mujer rural y de su ubicación en los sectores más pobres; el otro se refiere a vacíos evidentes de información estadística que aseguren un seguimiento a la eficiencia de la aplicación de las políticas.
8. Los esfuerzos por apoyar a la mujeres rurales tanto desde el Estado, como la Cooperación Internacional, ONGs, etc. han tenido un corte más paternalista-asistencialista que un interés por
potenciar sus
capacidades de la mujer rural, estimulándola a luchar por eliminar la desigualdad de género, uno de los principales obstáculos para que potencie sus capacidades como actora de desarrollo; cambiar a este último enfoque llevará tiempo todavía. 9. Un número importante, no contabilizado, de mujeres rurales a nivel nacional, se ha involucrado en pequeńos proyectos productivos bajo un enfoque institucional asistencialista; pequeños, poco sostenibles, algunos reproducen su condición de marginalidad, no sólo porque son de subsistencia, sino también por el enfoque con que se socializan. Algunas de estas experiencias han resultado negativas por no haber partido de los propios intereses y oportunidades de la mujer, ello las ha desanimado para participar nuevamente en organizaciones y proyectos con una perspectiva más amplia económica y políticamente, como la lucha por el acceso a la tierra, u otros factores de la producción, el acceso al crédito y la asistencia técnica, etc. Esto ha limitado el desarrollo de sus capacidades, creatividad e independencia.
153
10.
El INAM bajo el amparo de una serie de Leyes y Políticas de
Estado y con el apoyo de la cooperación internacional, está buscando abrir los espacios a la mujer rural como actora del desarrollo. La Política Nacional de la Mujer, Políticas Públicas con Equidad de Género para la Reducción de la Pobreza 2002, Política para la Equidad de Género en el Agro Hondureño, Política de Equidad de Género 2000-2005, la Ley para el Desarrollo Rural Sostenible están reforzado el tema de la inclusión de la mujer rural al desarrollo.
11.
Existe una creciente participación de la mujer en actividades
productivas generadoras de ingreso, más que una respuesta a momentos de extrema necesidad, tiene un carácter estructural y permanente, lo que debe ser considerado en la formulación y aplicación de políticas públicas. Muchos proyectos de generación de ingresos siguen esquemas tradicionales, tanto a nivel de gobierno como de la cooperación externa, no están ayudando lo suficiente a potenciar las capacidades de la mujer como actora de desarrollo, no transcienden en la búsqueda del bienestar a mayores niveles de desarrollo.
12.
El trabajo doméstico que realiza la mujer rural sigue pesando
y limitando a la mujer el desarrollo pleno de sus potencialidades, tiene un valor incalculable en términos de desarrollo del capital humano. No se logra sin embargo contabilizar la contribución femenina al crecimiento económico ni al desarrollo sostenible; este hecho se refleja en el diseño e implementación de políticas a nivel
154
macro, en la reticencia a aceptar la importancia económica y social de insertar a la mujer en los planes de desarrollo. 13.
Las mujeres rurales necesitan tierra y quieren decidir sobre lo
que producen. La Secretaría de Agricultura y Ganadería SAG, el Instituto Nacional Agrario INA, conocen esta situación, pero el proceso de entrega de tierras a las mujeres rurales sigue siendo lento y en cantidades minoritarias por lo cual continuarán en desventaja comparativa con los hombres, los indicadores expuestos en el documento confirman esta situación. Las mujeres organizadas que han logrado algunos predios con el Instituto Nacional Agrario para siembra, hasta la fecha muy pocas; ellas toman decisiones y trabajan directamente, contratan a hombres como mano de obra para que realicen ciertas actividades como la limpieza del terreno. El elemento cultural sigue siendo determinante, en las actividades agrícolas.
14.
En la investigación se encontró a mujeres que consideran su
contribución a la producción agrícola, complementaria y marginal; la mayoría de estas mujeres prefieren no involucrarse directamente en la toma de decisiones sobre agricultura para no alterar la relación con la pareja. Sigue considerándose importante al decidir la participación en proyectos productivos generadores de ingreso, elaborar
o
procesar
productos
alimenticios,
artesanales
o
incursionar en proyectos de ganadería menor, una forma de reproducir los roles tradicionales reproductivos. En la investigación se encontró a muchas mujeres que prefieren formar pequeñas empresas sin tener que salir de casa pera no enfrentar el rechazo de sus compañeros de hogar, optimizando al máximo su tiempo.
155
15.
La diversificación de las pequeñas parcelas y los huertos, no
han ofrecido en el tiempo, el suficiente seguimiento y monitoreo a la calidad de los productos que se cosechan, ni sobre los resultados de la misma. Ha faltado análisis con las mujeres rurales, sobre el uso concreto y sostenido de los productos alimenticios del huerto y la parcela para consumo de la familia y por consiguiente, los cambios en la dieta alimenticia y la nutrición, que le son consecuentes. Hace falta más análisis, profundizar sobre el tema con las mujeres rurales, sobre el problema de la pérdida del huerto en amplias regiones del país. 16.
El objetivo principal de la vinculación de las mujeres rurales a
la producción agropecuaria, acuícola o artesanal
es producir o
comprar alimentos para la familia, lo que le ha dado el crédito de responsable directa de la seguridad alimentaria. La mayoría de las familias rurales son numerosas, espacios de convivencia de una o más familias nucleares, unidas por lazos de parentesco. 17.
Una importante cantidad de mujeres rurales al no tener acceso
a la tierra para agricultura, o al tenerla en cantidades mínimas, o de mala calidad, han generando proyectos productivos alternativos a la agricultura, con asistencia institucional o sin ella, formando pequeñas empresas; con el producto de las cuales están comprando alimentos para la familia, mejorando sus viviendas, enviando los hijos e hijas a la escuela, colegios e incluso a
la universidad. El
incremento en la escolarización de las niñas conducirá a un cambio sostenido en los procesos de mejoramiento de la calidad de vida en el área rural.
156
18.
Muchas
mujeres
rurales
que
participan
en
procesos
productivos generadores de ingresos con algún nivel de ganancia y ahorro, han pasado por los procesos de capacitación que se señalaron al principio y les ha tocado sortear una serie de vicisitudes frente a sus familias y comunidades, derivadas de la subvaloración, discriminación y la falta de confianza. Aún cuando en la mayoría su nivel educativo no trasciende la educación primaria, algunas han logrado desarrollar capacidades para el manejo de la producción, manejando tecnologías no tradicionales, como aquellas que elaboran shampoo, acondicionadores, nuez de marañón y otros productos.
19.
Bajo las condiciones actuales en que las mujeres rurales
atienden las pequeñas empresas significa una sobrecarga de trabajo, por la atención a las responsabilidades domésticas y las de producción. Muy pocas han logrado incorporar a la familia, especialmente a los varones, a los quehaceres de la casa para liberar el tiempo de ellas e incrementar sus capacidades productivas.
20.
Aunque el estado civil no es una condición para que la mujer
se involucre en procesos productivos no agrícolas, generadores de ingresos, existe un alto porcentaje de mujeres que participan activamente
en
estos
procesos
que
son:
solteras,
viudas,
abandonadas por los maridos o compañeros de hogar.
157
21.
La aplicación de las políticas hacia la mujer rural se han
centrado en la promoción de actividades productivas generadoras de ingreso de menor tamaño, de manera individual o colectiva; la asistencia técnica y pequeños montos de crédito, están orientados hacia los roles domésticos y reproductivos de las mujeres, mas que a una capacitación amplia y sostenida socio empresarial y técnica. Persisten las limitaciones a nivel de aplicación de políticas, para tomar en cuenta a la mujer como sujeto fundamental del desarrollo, más allá de sus roles domésticos, reproductivos o productivos secundarios que tradicionalmente se le asignan. 22.
La mayoría de empresas de las mujeres rurales son pequeñas,
de subsistencia, que dan empleo a más de medio millón de personas, pero funcionan con muchas carencias para entrar en
mercados
nacionales e internacionales; bajo esas condiciones no tienen posibilidad de entrar en esta competencia. La apertura de los mercados internacionales con productos de mayor calidad y bajo costo, pone en peligro estas empresas, trayendo como consecuencia un incremento del desempleo y por consiguiente el agravamiento de la pobreza. 23.
Existe
un
pequeño
grupo de
mujeres
rurales
que
ha
desarrollado pequeñas empresas con alguna capacidad instalada, con potencial de crecimiento, disponibilidad de materia prima a nivel local. Son personas hábiles en los procesos productivos que generan, que podrían elevar su nivel de competitividad con el apoyo estatal, es el caso de las empresas de la Cooperativa la Sureñita, de las alfareras Lencas, las artesanas del junco y tule de Santa Bárbara y las que siembran y comercializan camarón, que han logrado algún
158
nivel de crecimiento y ventas locales e internacionales, pero vulnerables en su sostenibilidad. 24.
Muy pocas mujeres rurales, las menos, han creado medianas
empresas con instalaciones propias, contado con asistencia técnica y crediticia sostenida, con una visión de desarrollo de largo alcance, con una importante calidad y novedad
de los productos que en
algunos casos les está permitiendo incursionar en
mercados
competitivos, no sólo a nivel local o nacional, sino que están saliendo a Centroamérica, Norteamérica y Europa. Indudablemente estas experiencias que a veces involucran comunidades rurales enteras, están provocando cambios importantes no sólo en la mujer misma, que está valorándose más sus capacidades y potencialidades, sino a nivel familiar. La vinculación a procesos productivos exitosos generadores de ingresos, les está obligando a replantearse el tema del manejo del tiempo en el hogar y a buscar alternativas. Con frecuencia las mujeres ganan más que los hombres, lo que les ha dado mayores oportunidades para que sean tomadas en cuenta. 25.
La incursión de la mujer rural en la comercialización de sus
productos, con apoyo institucional, está reforzando su capacidad de negociación. Existen ejemplos de grupos organizados de mujeres rurales que han desarrollado una experiencia y habilidad como productoras y negociadoras, es el caso de la Sureńita en Choluteca, de las alfareras de San José,
Yarumela, La Arada y otras
comunidades en los Departamentos de La Paz y Valle, de las floristas de tusa de las aldeas del Municipio de Sabanagrande, las tejedoras indígenas
de
Intibucá,
las
que
elaboran
jabones,
shampoo,
acondicionadores, medicinas naturales, en diversas zonas del país 159
como en El Paraíso, Francisco Morazán, Santa Bárbara, Intibucá, Lempira, Copán, las que trabajan el junco y el yute en Santa Bárbara.
26.
Todas
las
mujeres
entrevistadas
invierten
sus
ingresos
principalmente la seguridad alimentaria de la familia, vestuario, medicinas, educación de los hijos e hijas y vivienda. Existe interés en capacitarse para mejorar la calidad de sus productos y por consiguiente los ingresos. El tema de ampliación del mercado y conocer sus reglas, está presente en todas las demandas de las mujeres productoras. 27. están
Existen casos de organizaciones productivas de mujeres que contribuyendo
económicamente
en
el
desarrollo
de
la
comunidad, en el mejoramiento de escuelas, instalación de sistemas de agua, protección de los recursos naturales, mejoramiento de caminos, apertura de tiendas de consumo a precios cómodos, etc. La mujer, por la necesidad que tiene de ver resueltos los problemas centrales de sobrevivencia, cuando tiene oportunidad contribuye con recursos económicos o participando en diversas actividades a un nivel más amplio que el de su propio hogar, para mejorar los servicios comunitarios. 28.
La verdadera valoración del trabajo de la mujer rural y su
contribución económica, requiere disponer de datos del costo específico de cada una de las actividades que ella realiza. Existen proyectos que hoy día están haciendo mediciones del aporte económico
del
trabajo
de
las
mujeres
rurales
mediante
la
metodología de “uso del tiempo”, tanto en la esfera productiva como
160
en la reproductiva; se trata de una contabilización matemática de los minutos destinados para el desarrollo de las actividades en un día típico, haciendo diferencias por la estacionalidad de la producción agrícola. El cálculo se realiza por medio del “costo de oportunidad”, que otorga una remuneración al tiempo destinado a las actividades domésticas, su relación de costo en la esfera productiva, como cuenta propia en la misma localidad.
29.
La Estrategia para la Reducción de la Pobreza, formulada por
el gobierno, no contempla una propuesta específica para atender la realidad de la mujer rural, señala en términos generales el mejoramiento de la equidad y seguridad en el acceso a la tierra, la importancia del desarrollo sostenible, el mejoramiento de la competitividad de las pequeñas empresas rurales y el mejoramiento de las condiciones sociales del área, pero no ofrece mayores especificaciones sobre cómo la mujer rural va a ser beneficiada con la propuesta.
30.
El gobierno creó recientemente el Programa Nacional de
Competitividad para hacerle frente a su aportación en el marco de los Tratados de Libre Comercio TLC, pero las mujeres rurales tienen grandes limitaciones para entrar en esos mercados competitivos que exigen productos de calidad altamente diversificados. La estrategia de competitividad contempla identificar áreas geográficas con potencial para exportación, la creación de competencias, estimular el encadenamiento entre las pequeñas y las grandes empresas para ampliar
la
exportación;
creación
de
Centros
de
Innovación
Tecnológica, búsqueda de certificación y el mejoramiento constante de la calidad de los productos hondureños, posicionar al país a nivel
161
internacional con sus productos, realizar alianzas con Centros de Educación Superior para formar especialistas. Las mujeres rurales que han formado pequeñas empresas en su mayoría no están preparadas para participar en procesos competitivos.
RECOMENDACIONES 1. El Estado deberá contemplar más claramente, en la planificación del desarrollo, la inclusión de la mujer en una dimensión integral. Una estrategia de desarrollo no puede prescindir de la mujer en todos los niveles, su inserción requiere de un conocimiento amplio sobre las diferentes actividades económicas en que se involucra, identificar y eliminar las barreras que impiden su acceso a las acciones de política.
2. Es necesario incrementar la participación y la representación de la mujer en la vida política, ya que esto se traduce generalmente en cambios positivos para las mujeres en todas las demás esferas de la sociedad. El INAM congruente con su Plan Estratégico 2002 – 2006, deberá seguir promoviendo un amplio y sostenido proceso de capacitación,
con
gubernamentales,
la
concurrencia
ONGs
y
las
de
otras
Organizaciones
instituciones de
Mujeres
Campesinas, sobre los temas de participación social y política de la mujer; que le permita discernir sobre la importancia de involucrarse en la toma de decisiones y vincularse concientemente a procesos de desarrollo de largo alcance.
162
3. Las mujeres deben estar presentes activamente en la construcción de las propuestas dirigidas a ellas, especialmente cuando se trata de políticas,
planes,
programas,
proyectos
y
estrategias
de
implementación así como en su ejecución, seguimiento y evaluación. Buscar el desarrollo de sus capacidades, acceso a los recursos productivos y garantizar su participación en la toma de decisiones, para alcanzar reivindicaciones que las inscriban en un proyecto de transformación de largo alcance. 4. Cuando las políticas se dirigen a la unidad familiar, minimiza a la mujer porque la figura masculina termina tomando las decisiones, manteniendo la subordinación y el marginamiento, por lo que “es necesario disponer de medidas que permitan compensar las desventajas históricas y sociales que impiden al hombre y a la mujer actuar en igualdad de condiciones, la equidad lleva a la igualdad; el empoderamiento es imprescindible para alcanzar esta equidad e igualdad de género”. (Política de Equidad de Género 2000-2005). El Estado está llamado a proveer las condiciones necesarias para que las Leyes sean conocidas por las mismas mujeres, se cumplan y permitan a la mujer rural un verdadero proceso de inserción al desarrollo. El Estado deberá vigilar que el enfoque de género esté presente en los programas y proyectos que se ejecuten para impulsar el desarrollo del país.
5. Es necesario continuar con los cambios en los enfoques de los servicios de asistencia técnica, capacitación, crédito, ofrecidos por el Estado, la cooperación externa y las ONGs. Potenciar la capacidad de la mujer rural para que entre de una manera más directa en los procesos de desarrollo, no sólo está demandando la equidad en el
163
acceso a recursos, servicios, beneficios y poder, sino un cambio en la forma de relacionamiento entre personas, que redunde en el fortalecimiento a los procesos democráticos. Es necesario que se tome en cuenta el nivel, la naturaleza y las especificidades del trabajo femenino, que no le considere sólo por sus necesidades inmediatas, sino que se busque producir efectos a largo plazo.
6. Es necesario identificar los obstáculos a la participación de la mujer en la toma de decisiones, buscar tecnologías y nuevas estrategias que permitan agilizar las tareas de la mujer rural, a fin de que ésta pueda disponer de más tiempo para participar en actividades educativas, económicas, sociales y políticas. Promover a la mujer asignando recursos y posicionándola en las estrategias de desarrollo.
7. Debe superarse la idea que el trabajo agrícola no es trabajo de mujeres y que por ello la mujer no necesita acceder a la tenencia de la tierra.
La mujer tiene derecho a que se le faciliten predios de
tierra de calidad y en cantidad para desarrollar procesos productivos rentables destinados al mercado nacional e internacional; desde luego que participa en estos espacios.
8. Los fondos de crédito deben responder a las necesidades de financiamiento en función de diferentes opciones de producción e ingreso de la mujer rural. Perfeccionar la capacitación de las mujeres en aspectos relacionados con el manejo de cuentas y comercialización.
9. Es necesario crear un ambiente político más favorable para las empresas de mujeres, el intercambio entre redes, capacitación de
164
género para quienes toman decisiones, recolección de información y estadísticas desagregadas por sexo. Promover desde el INAM instancias de diálogo entre las mujeres y los que toman decisiones políticas.
10.
Las
mujeres
rurales
requieren
apoyo
de
instituciones
educativas y de investigación agropecuaria como el CURLA/UNAH, la Escuela Agrícola Panamericana El Zamorano, la Escuela Nacional de Agricultura, el IICA el CATIE y otras,
que les ayude a investigar
y orientar los procesos productivos, de mercadeo, y desarrollar programas y proyectos sostenibles en el manejo y aprovechamiento de los recursos forestales. 11.
Las mujeres rurales también requieren asesoría de expertas,
para orientar el logro de sus intereses estratégicos. El INAM podría definir una estrategia en esta dirección.
12.
Es necesario crear un sistema de información, contar con un
registro de datos y actividades relevantes, para darle seguimiento a las acciones emprendidas por el Estado y las ONGs sobre la implementación de las políticas y estrategias que favorecen a la mujer rural. 13.
Considerando el surgimiento de pequeñas empresas de
mujeres
con
sus
propias
particularidades,
algunas
de
ellas
elaborando productos de calidad y con posibilidades de exportación, habrá
que
retomar
el
tema
del
fortalecimiento,
fomento
y
consolidación de estas actividades, valorar el aporte de la mujer
165
empresaria y elevar su nivel de competitividad como alternativa para el desarrollo. 14.
Los técnicos facilitadores de las Instituciones deberán contar
con conocimiento sobre el enfoque de equidad género para el desarrollo rural. Con frecuencia las instituciones carecen de recurso humano especializado y sensibilizado en la temática, que manejen información sobre la situación de la mujer rural y conozca las políticas que se han formulado para posicionarla en el marco del desarrollo.
15.
Debe
promoverse
el
fortalecimiento
de
organizaciones
comunitarias con programas de capacitación sostenidos, para que incrementen sus posibilidades de negociación política y económica y su capacidad para la formación de alianzas estratégicas y redes colaborativas.
16.
En el momento actual pocas pequeñas empresas de mujeres
rurales
pueden
participan
en
el
Programa
Nacional
de
Competitividad, salvo si se les incluye en las estrategias del gobierno para el sector MIPYMES, acceso a servicios financieros y no financieros, a información, capacitación técnico-empresarial de conformidad a los requerimientos diferenciados de las mujeres, alternativas de financiamiento e inversión a largo plazo, innovación tecnológica, diversificación de productos, estudios de calidad, mercado y el desarrollo de estrategias sostenidas de comercialización a nivel nacional e internacional, pudiendo participar en cadenas y redes empresariales. Por tratarse de pequeñas empresas pero con potencial para entrar en una dinámica económica altamente
166
competitiva, habrá que hacer investigaciones especiales del potencial de cada una de ellas. 17.
Es necesario tomar en cuenta la propuesta del gobierno de
potenciar el sector productivo que entrará en los Tratados de Libre Comercio, ha priorizado los sectores productivos: agroindustria, forestal, muebles de madera, turismo, textiles, entre las cuales se podrían ubicarse algunas pequeñas empresas de mujeres, haciendo alianzas
con
empresas
competitivas,
de
conformidad
a
sus
capacidades. Actualmente el gobierno a través de la Secretaría de Industria y Comercio y FIDE están formulando la Política de las MIPYMES mediante un proceso de consulta, con el propósito de fortalecer este sector de la economía, valorando el importante rol que desempeñan en la generación de empleo y en la producción del país.
18. las
Es importante que se realice un estudio específico sobre cómo pequeñas
empresas
de
mujeres
pueden
aprovechar
las
disposiciones a favor de las micoempresas en Honduras, para elevar su nivel de competitividad en función de su inclusión en los tratados internacionales.
19.
Para ofrecer una intervención institucional estatal y privada
sostenida, coordinada, que de seguimiento a la aplicación de las políticas a favor de la mujer rural, sería importante considerar la creación de una instancia que podría llamarse Consejo de Política de la Mujer Rural o una Dirección General de Promoción de la Mujer Rural, funcionando bien en el INAM, la SAG o en otra institución estatal, contando con la participación activa de las organizaciones de mujeres campesinas e indígenas a nivel nacional, tanto las de
167
orden social como productivo, con la asesoría del INAM, con el acompañamiento de ONGs; sus funciones serían las de dar seguimiento de cerca a la implementación de las políticas aprobadas, preparar la formulación de otras, dar seguimiento a planes, programas y proyectos específicos a favor de las mujeres rurales, avanzar con la incorporación de la perspectiva de género en los programas de desarrollo municipal y en los proyectos de asistencia técnica municipal, así como promover la integración del enfoque de equidad de género en políticas, planes, programas y proyectos socioeconómicos del Estado. Ofrecer el servicio de información sobre redes de colaboración internacional hacia la mujer rural, promover el proyecto de desarrollo en áreas fronterizas recientemente creado por el gobierno. Esta instancia deberá desempeñar un estratégico en el proceso de involucramiento de la mujer rural al desarrollo del país. 20.
Existe la necesidad de contar con un Plan detallado de
Ejecución de las Políticas para la mujer rural, que identifique las verdaderas capacidades institucionales para viabilizar y sostener la formulación y aplicación plena de todas las Leyes y Políticas que se han formulado y se formulen para impulsar el desarrollo, de la mujer rural, en su más amplia dimensión. Que de seguimiento a la transversalidad del enfoque de género en las decisiones y acciones de las instituciones vinculadas al sector publico agrícola, a la incorporación del concepto género en los sistemas de información. 21.
La búsqueda de un balance genérico en la distribución de las
oportunidades educativas impulsado por el sistema educativo nacional, facilitaría a la mujer hondureña acceso a nuevos
168
conocimientos, destrezas y habilidades, no solo para asegurar alimentos a la familia sino para su propio desarrollo como persona. 22.
Es
necesario
establecer
proyectos
acelerados
para
la
alfabetización de las mujeres rurales en los que se incluya planes de formación integral adecuados a sus necesidades, para darles mayor posibilidad de incorporarse al desarrollo nacional.
23.
Es necesario socializar más ampliamente las experiencias de
mujeres rurales que han logrado resultados sostenidos en los procesos productivos. Existe potencial en algunos grupos de mujeres (muy pocos) para entrar en
procesos de competitividad y en
mercados internacionales, las mejores prácticas están en aquellas organizaciones que han tenido una capacitación amplia, un seguimiento y evaluación constante de los procesos y experiencias.
24.
Es necesario elevar en nivel de competitividad. La mayoría de
los problemas que enfrentan actualmente las pequeñas empresas de las mujeres rurales tiene que ver con la baja productividad, con la escasa disponibilidad de instrumentos financieros adecuados a sus necesidades, con el limitado acceso a mano de obra calificada, a una tecnología actualizada que les permita mejorar sus procesos productivos, la calidad de sus productos y a mejorar la capacidad de gestión. 25.
Es necesario elevar el nivel de empresarialidad. Honduras no
tiene desarrollada una cultura empresarial que viabilice y dinamice el proceso de desarrollo de las MIPYMES elevándola a niveles de competitividad. Pese a la importancia que tiene el sector para la
169
economía del país y la gran cantidad de población que absorbe, este sector no mantiene una estrategia de crecimiento, de organización, innovación, de coordinación interinstitucional, es necesario revertir esta situación para entrar en la nueva dinámica económica en la que el país está inmerso. 26.
Considerando que la presencia de las mujeres a cargo de
negocios agrícolas relativamente sostenibles, es muy limitada todavía (solamente son el 5% de los productores agrícolas, según datos del Censo Nacional), pero con un importante potencial de desarrollo, es necesario definir estrategias institucionales, con el apoyo de
la
cooperación
internacional, para
potenciar
estas
capacidades en todos los departamentos del país.
27.
Es necesario realizar estudios diferenciados por estrato
productivo, realizar una clasificación de MIPYMES de mujeres. Al ser sectores tan vulnerables, su situación se modifica rápidamente, es necesario realizar seguimientos anuales, las Encuestas del INE son fundamentales, con adecuados diseños maestrales hacia el sector MIPYME.
28.
Apoyar la generación de economías de escala, aprovechando al
máximo los beneficios que la aglomeración sinérgica pueda facilitar. Si estas pequeñas empresas siguen actuando individualmente difícilmente pueden crecer en las condiciones actuales del entorno competitivo. Es necesario fomentar la asociatividad para diversos fines, asesorías técnicas, mercados, compra de insumos, desarrollo de
sistemas
de
información,
modernos
métodos
gerenciales,
exportar, etc. Integrarse a clusters, distritos industriales y otros.
170
Crear una masa crítica de PYMES con capacidad competitiva que sirvan de modelo para motivar e incentivar a otras microempresas de mujeres a dar el salto a la competitividad, que no se perpetúen en la subsistencia, convertirse en alternativa a la pobreza.
29.
Las
pequeñas
empresas
de
mujeres
rurales
requieren
soluciones innovadoras, iniciativas estratégicas, acompañamientos de ONGs calificadas, capacitadas, que les permita reforzar su crecimiento. Es necesario implementar un Plan Estratégico de Capacitación estratégicas
para para
socializar
las
incorporar
a
mejores una
prácticas.
variedad
de
Alianzas entidades
relacionadas e interesadas, que podrían poner a disposición recursos humanos y financieros para innovarlas, ayudarles a entrar a mercados en condiciones competitivas.
30.
Es conveniente la formulación e implementación de una
política macroeconómica y social basada en la producción con enfoque
de
género,
políticas
reproductivas
para
mejorar
las
condiciones productivas y de trabajo doméstico, políticas para la reproducción de la fuerza de trabajo, que faciliten el acceso a la educación salud, empleo. Se trata de un enfoque de política sobre la participación de la mujer como actora activa del desarrollo.
171
ESTRATEGIA DE INTERVENCION PARA EL DESARROLLO DE LA MUJER RURAL HONDUREÑA
Presentación
Los resultados de la investigación destacan que existe en el país una significativa participación de mujeres rurales en actividades productivas generadoras de ingreso, que benefician directamente a la familia. Mujeres emprendedoras con voluntad de trabajo, que demandan una mayor inclusión en el desarrollo rural, alfabetización, capacitación en aspectos de orden social, equidad de género, liderazgo, prácticas asociativas, conocimiento de leyes que protejan los derechos de las mujeres y otras. Requieren además formación en aspectos económicos, asistencia técnica, financiera,
acceso
a
la
información
para
la
toma
de
decisiones,
capacitación en gestión empresarial, mercadeo, y otras materias que refuercen sus capacidades para incorporarse con éxito en el proceso productivo. La propuesta de estrategia, surge de los hallazgos de la investigación y de la valoración de la importancia que tiene la participación de las mujeres en el desarrollo nacional. Su objetivo es aportar a la creación de oportunidades sociales, económicas y políticas para que la mujer rural se beneficie de las oportunidades que ofrece el desarrollo rural,
en
condiciones de equidad de género; tomando en cuenta las especificidades del trabajo femenino, sus necesidades diferenciadas inmediatas y de largo alcance. En términos generales, un ambiente propicio favorable al logro de la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres.
172
Esta Estrategia se enmarca dentro de la Política para la Equidad de Género en el Agro Hondureño, la Política Nacional de la Mujer, el Programa Nacional de Desarrollo Rural Sostenible, el Plan Nacional de Gobierno 2002-2006, la Estrategia para la Reducción de la Pobreza, el Programa Nacional de Competitividad.
LA ESTRATEGIA
La Estrategia se sustenta en dos ejes:
1. Fortalecimiento de la capacidad de desarrollo de la mujer en el marco de la búsqueda de un balance genérico en la distribución de las oportunidades: culturales, educativas, de capacitación, de formación, comprensión de su rol en la sociedad y del incremento de sus capacidades para ocupar espacios en toma de decisiones en la vida política y en el ámbito local.
2. Promoción de su independencia económica a través de una mayor apertura de acceso a la tierra de calidad y en la cantidad acorde a sus necesidades, a los fondos de crédito y a la asistencia técnica, para desarrollar procesos productivos rentables destinados al mercado
nacional
e
internacional
mediante
la
generación
empresarial; como medio para hacerle frente a la pobreza que recae mayormente sobre ella.
173
Lineamientos de la Estrategia El Problema
La Estrategia
La mujer rural enfrenta
Promover la búsqueda de las condiciones necesarias
situaciones de discriminación
para potenciar a la mujer rural como actora del
y de exclusión social,
desarrollo, en igualdad de condiciones y oportunidades
económica y política por
que el hombre, a través de:
razones de género. La vigilancia en la aplicación de Leyes, Políticas y Programas, buscando la eliminación de los obstáculos
que
dificultan
su
participación
activa, en todas las esferas de la vida pública y privada.
La aplicación de las Leyes relativas al acceso a la tierra, a los servicios, al crédito y demás oportunidades que ofrece el desarrollo, en condiciones de equidad de género.
El fomento y la supervisión de la eliminación de aspectos discriminatorios por razones sexistas, étnicas o sociales en el sistema de educación formal y no formal, en el marco de la educativo nacional.
La promoción y elaboración de programas de enseñanza
y
material
didáctico,
para
la
educación formal y no formal, teniendo en cuenta los intereses y necesidades específicas de la mujer rural.
La formulación de programas de educación que promuevan el desarrollo de sus capacidades para la actividad productiva, aumentando la capacitación técnica para la elaboración de
174
productos de calidad, el mejoramiento de la administración, gestión y comercialización de sus productos.
Las
mujeres
concentran los
mayormente
estratos
más pobres.
rurales
se
A través de la cooperación del Estado, las
en
Agencias
poblacionales
ONGs,
Internacionales
de
Desarrollo,
las
promover la creación de programas
innovadores que reconozcan y fortalezcan el papel
decisivo
generadora
de
de
la
mujer
ingresos
para
rural la
como familia,
apoyándola con estrategias de empoderamiento para la toma de decisiones.
Establecer un entorno interinstitucional, que permita
desarrollar
políticas,
programas
y
mecanismos que favorezcan la incorporación de la mujer rural a los servicios del desarrollo en forma coordinada: crédito, asistencia técnica, capacitación, información, etc.
Adoptar medidas de política,
estrategias y
líneas de acción, para fortalecer la pequeña y mediana empresa rural dirigida o promovida por mujeres. Apoyándoles en aspectos de gestión empresarial, certificación
contabilidad, de
calidad,
mercadeo, redes
de
comercialización, etc.
Aprovechar
los
Financieras
(véase
servicios anexo
de 2),
las
OPDs
promover
el
desarrollo de nuevos instrumentos de servicios financieros, con mayor cobertura y facilidades para que las mujeres rurales tengan un mejor acceso a recursos financieros para desarrollar
175
sus empresas.
Facilitar el acceso a la información tecnológica y a la promoción de mecanismos de fomento a la innovación.
Crear mecanismos de carácter educativo y de capacitación,
específicos
para
la
mujer
productora para el fomento de la cultura empresarial.
Integrar a las mujeres rurales, sus perspectivas y conocimientos, en la adopción de decisiones en materia de ordenación de los recursos y en la formulación desarrollo
de
políticas
sostenible,
y
programas
particularmente
de las
destinados a atender y prevenir la degradación ambiental y la conservación de los recursos naturales.
Propiciar la integración de redes de cooperación entre las empresas de las mujeres rurales.
Adecuar el marco institucional y jurídico a los mecanismos que faciliten la incorporación de mujeres empresarias.
Apoyar y facilitar la promoción, organización de enlaces empresariales, ferias y exposiciones nacionales, regionales e internacionales.
Sistematizar
las
experiencias
de
redes
empresariales de mujeres u otros mecanismos que existan o hayan existido en Honduras;
176
como marco de referencia para la incorporación de
las
mujeres
rurales
a
los
mercados
internacionales (TLC, PPP, etc.).
Promover la capacitación del personal con base de conocimientos sobre la realidad de la mujer rural y el enfoque de género, para habilitarlo en la prestación de servicios especializados para las mujeres rurales productoras/empresarias.
Grupos de mujeres con posibilidades de desarrollo empresarial identificados en la investigación: •
Asociación Regional de Alfarería Lenca (Departamentos de Valle, Francisco Morazán, Comayagua, La Paz, Intibucá y Lempira)
•
COMIFLOL: Cooperativa Regional (Sabanagrande, flores de tusa)
•
CIFMAL: Santa Bárbara (flores de tusa)
•
Grupos de mujeres productoras de papel orgánico (Departamentos de El Paraíso y Valle)
•
Cooperativa de mujeres para el procesamiento y comercialización del marañón (Choluteca)
•
Cooperativa productora de camarón (Valle)
•
COMARAL: Artesanías en junco
•
Grupos de mujeres productoras de shampoo, jabones y enjuagues (Santa Bárbara, El Paraíso)
•
Grupos de mujeres bordadoras (La Paz y Cortés)
•
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188
ANEXOS
189
ANEXO 1
METODOLOGÍA DE INVESTIGACION
Partiendo de los objetivos de la investigación, la consulta se centró en la contribución de las mujeres rurales a los sistemas agropecuarios de las pequeñas unidades de producción y el de las mujeres que se han vinculado directamente en procesos productivos diversos, generadores de ingresos, sus aportes a la economía familiar y las posibilidades de inserción al desarrollo rural sostenible.
La premisa de la investigación fue, que todas las actividades que realizan las mujeres rurales son económicas, que sirven para satisfacer las necesidades de la familia, desarrolladas en la esfera reproductiva y productiva, muchas de ellas generadoras de ingresos.
El Punto de Partida
La investigación se inició con una amplia compilación y revisión bibliográfica sobre la temática de la mujer rural, en diversos contextos y desde diferentes perspectivas de análisis, enfocando el interés hacia su aporte al desarrollo rural sostenible. El punto de referencia fue siempre la Política Nacional de la Mujer PNM, la Política para la Equidad de Género en el Agro Hondureño y la Política de Igualdad de Oportunidades para la Mujer Rural, PIOM Rural. Se consultó la información estadística de los últimos cinco años disponible en el Instituto Nacional de estadísticas INE, incluyendo la Encuesta Agrícola Nacional hasta el año 2002, la Encuesta de Granos Básicos, la
190
Encuesta de Hogares, información sobre vivienda, población y pobreza. Datos sobre titulación de tierras compilados por el Instituto Nacional Agrario INA y otros contemplados en los Informes de Desarrollo Humano de Honduras del PNUD.
La consulta a fuentes secundarias se realizó para conocer como ha sido abordado el tema de la mujer rural, las orientaciones teóricas y metodológicas y los resultados de otras investigaciones sobre el tema.
Población Estudiada
La información primaria se recogió a través de entrevistas a las mujeres rurales, campesinas, indígenas y negras, en diferentes regiones del país, procurando tener una muestra representativa de la diversidad cultural y de actividades productivas en que la mujer se involucra. Se les abordó en sus hogares, huertos, en Centros de Capacitación, Centros de Trabajo, en Casas Comunales, Oficinas de las Organizaciones, etc. Se visitaron unas 70 comunidades rurales, muchas de ellas ubicadas en zonas inhóspitas y poco accesibles. Se consultó a un promedio de 600 mujeres rurales.
Se entrevistó a mujeres que han participado en procesos de capacitación sistemática que hoy sirven de facilitadoras, a parejas que han roto los esquemas tradicionales y que participan apoyando los procesos de autovaloración y cambio de otras mujeres y hombres.
La consulta fue individual y grupal. La selección de las mujeres se hizo de manera intencional, buscando aquellas que están haciendo la diferencia a nivel nacional o que siguen la tendencia tradicional de inserción productiva, con los siguientes criterios:
191
•
Mujeres rurales que además de atender el oficio doméstico, dedican buena parte de su tiempo a la siembra de granos básicos y al huerto familiar y las que,
•
Mujeres rurales que además de atender el oficio doméstico y el huerto. Se dedican a proyectos productivos generadores de ingresos y a la venta de servicios.
•
Mujeres rurales vinculadas a actividades agropecuarias que han participado en capacitaciones ofrecidas por diferentes instituciones, consultándose también a las que
no han sido capacitadas en los
últimos años. Todas aportando a la seguridad alimentaria de la familia. •
Mujeres rurales que han recibido capacitaciones para insertarse en procesos productivos diversos, vinculadas a actividades generadoras de ingreso: artesanías, procesamiento de alimentos, pecuarias, avícolas, pesca, etc.
• Se
Mujeres rurales en actividades de servicio
seleccionaron
de
manera
intencional
mujeres
organizadas
con
experiencias productivas exitosas, otras en proceso de consolidación y mujeres
no
organizadas.
Se
tomo
en
cuenta
su
vinculación
a
organizaciones de primer y segundo nivel como la Confederación Hondureña de Mujeres Rurales, su inclusión en programas y proyectos productivos promovidos por instituciones Estatales como la Secretaría de
192
Agricultura y Ganadería, la Cooperación Internacional, ONGs, y mujeres independientes que no han recibido apoyo. Se convocó a las mujeres para que con sus propias voces ofrecieran sus percepciones de la realidad socioeconómica en la que viven y sus perspectivas como productoras. Se entrevistó al personal de campo de los proyectos promovidos por instituciones y organizaciones nacionales e internacionales, sobre las metodologías de intervención comunitaria, en el interés de conocer como se está logrando el involucramiento de las mujeres rurales a los procesos de cambio y las formas en que se aplican las Leyes y las Políticas.
Técnicas e Instrumentos para recolección de Información
En la
consulta se utilizaron instrumentos que facilitan la obtención de
información cualitativa, como la entrevista semiestructurada, grupos focales, estudio de casos, con el objeto de conocer desde la propia vivencia de las mujeres, su simbología, valoraciones sobre su problemática, la diversidad de roles que realiza, los límites del tiempo, sus espacios y las condicionantes para incorporarse activamente a los procesos de desarrollo rural.
La metodología de investigación seleccionada, especialmente la entrevista en profundidad y la observación participante, facilitó encontrar la relación entre lo manifiesto y lo que la realidad o su entorno mostraba, una mujer interactuando en un ámbito diferenciado, más halla de su “cocina”.
El
proceso metodológico seleccionado permitió conocer las expresiones del nuevo perfil de las mujeres rurales vinculadas actualmente en los procesos de desarrollo rural.
193
Se utilizó la técnica de grupo focal para consultar a las organizaciones de mujeres rurales que tienen una importante trayectoria. Se realizaron cinco jornadas en diferentes regiones del país, Corosal, Atlántida, San Nicolás y Concepción en Santa Bárbara, Choluteca, El Guayabo, Valle. El trabajo en grupo facilitó la discusión sobre los temas productivos, familia, pobreza y alternativas de desarrollo, etc, permitió una interacción dinámica entre las participantes.
El debate fue conducido por moderadoras (del equipo de
investigación) apoyadas de una guía de preguntas.
Se estimuló a las participantes para que respondieran a preguntas abiertas de fácil comprensión para que las mujeres socializaran sus conocimientos, opiniones e inquietudes. Se convirtió además es un espacio educativo para quienes participaron.
El tiempo destinado a cada grupo dependió del nivel de motivación de las participantes, cada jornada duró un promedio de seis horas y en un caso ocho horas. Para procesar la información se utilizó la técnica de análisis de contenido.
El levantamiento de la información de campo se completó con el filmado (20 horas) de las entrevistas y de las actividades productivas realizadas por las mujeres, así mismo se hizo un registro fotográfico. La consulta a las comunidades rurales permitió conocer
de cerca la
diversa y rica participación de las mujeres en procesos productivos, tanto las actividades generadoras de ingresos como las que se realizan para el autoconsumo,
su incidencia en la economía familiar y local, su
194
participación en la toma de decisiones sobre el rumbo de la vida en el hogar.
Zona Geográfica
El trabajo de campo se realizó en 12 departamentos del país: Atlántida, Colón, Comayagua, Choluteca, Francisco Morazán, El Paraíso, Intibucá, La Paz, Lempira, Olancho, Santa Bárbara y Valle. Se consideró la importancia de contar con una representación de grupos de mujeres campesinas, indígenas y negras diseminadas en esos departamentos, abarcando los cuatro puntos cardinales. Se visitaron comunidades costeras del norte y sur del país, de los departamentos del centro y fronterizas con Nicaragua y El Salvador, un recorrido de aproximadamente tres mil kilómetros.
Las zonas geográficas fueron seleccionadas en base a: •
Variedad de sistemas agroecológicos
•
Diversidad de actividades productivas
•
Diversidad de grupos étnicos
•
Existencia de economías de pequeña producción
•
Presencia de Instituciones facilitando procesos económicos y sociales
195
Consulta a Mujeres Rurales Diferentes Contextos de País
Departamento de El Paraíso
Departamento de Colón
Departamento de La Paz Departamento de Atlántida
Talleres de Consulta Se realizaron 4 talleres con mujeres rurales de diferentes organizaciones y contextos geográficos. Previo se definieron los criterios y el ordenamiento del proceso, de tal manera que se lograse la mayor participación posible.
196
Se tomaron en cuenta las particularidades organizativas y aspectos culturales de las mujeres, necesarios para lograr mejores resultados.
El ordenamiento fue el siguiente:
1. Identificación
de
las
diferentes
organizaciones
campesinas
a
consultar, su representatividad a nivel local, regional y nacional, zona geográfica, lo organizativo y experiencias productivas. 2. Para la selección de las participantes, se solicitó a las organizaciones de mujeres rurales, invitar a sus dirigentas,
con capacitación y
vínculos directos con la producción agrícola u otras actividades generadoras de ingreso; que tuviesen una rol activo y presencia política organizacional.
3. Se decidió realizar estos talleres en zonas geográficas que reunieran criterios de prioridad en los planes de crecimiento económico del país, que representara la problemática de la mujer rural en diferentes contextos y culturas.
Los talleres se llevaron a cabo en:
1. Comunidad del Guayabo en el departamento de Valle. Lugar: Vivienda de la Sra. Graciela Alcerro Fecha: 27 de Diciembre 2000 Numero de Participantes: 20
2. Ciudad de Choluteca. Lugar: Oficinas Administrativas de la Sureñita
197
Fecha: 30 de Diciembre 2002. Numero de Participantes: 36 3. Comunidades de Corozal y Sambo Creek en el Departamento de Atlántida. Lugar: Centro de Usos Múltiples Comunidad de Corozal Fecha: 6 de Enero 2003. Numero de Participantes: 40 4. Comunidades de San Nicolás y Concepción Sur en el departamento de Santa Bárbara. Lugar: Salón Parroquial Fecha: 10 y 11 de enero 2003. Numero de Participantes: 110
Es importante destacar que en la realización de los talleres de Corozal y Santa Bárbara el equipo de investigación se hizo acompañar de 2 mujeres facilitadoras de COHDINCA quienes desempeñaron un papel muy importante en la introducción del proceso de consulta, por tratarse de mujeres de cultura negra e indígena.
Objetivos de los talleres: •
Identificar la percepción que las mujeres tienen sobre su aporte al sistema productivo agrícola y a la economía familiar.
•
Propiciar la discusión y el análisis sobre los aportes de la mujer rural a la economía familiar mediante la realización de actividades productivas generadoras de ingreso no agrícolas.
198
•
Experiencias organizativas y posibilidades de desarrollo de la mujer rural.
•
Identificar el grado de conocimiento y aplicabilidad de las Leyes a favor de la mujer, por parte de las participantes en los talleres.
Proceso de implementación:
Se utilizó una metodología participativa que permitiera reconstruir algunas experiencias de las mujeres, y, conocer su participaron en proyectos productivos, de capacitación, o de asistencia técnica. Cada taller fue desarrollado en un día, las mujeres se incorporaron por la mañana temprano, las que venían de lugares lejanos se presentaron con un día anticipación. La mayoría de las organizaciones hicieron presentaciones de sus productos y los respectivos procesos de elaboración.
Programa de Trabajo de los Talleres:
-
Bienvenida
-
Presentación de las participantes
-
Presentación y discusión de los objetivos de la Investigación
-
Charla introductoria para abordar colectivamente los temas de consulta
-
Análisis
en grupos de 6 participantes
con apoyo de una
facilitadora en cada grupo. -
Plenaria
-
Conclusiones
199
-
Visita a las Comunidades donde se realizó el taller, viviendas, entornos, etc.
Para ampliar la información de los talleres, se realizaron entrevistas a algunas mujeres líderes aprovechando su presencia en las jornadas. Todo el proceso de los talleres fue registrado mediante filmados, grabaciones y fotografías.
Resultado de los Talleres:
Los talleres facilitaron el registro de las formas en que la mujer rural está visibilizando sus condiciones de vida y de trabajo, marginamiento, subordinación y posibilidades de cambio. Se convirtieron en espacios de reflexión y acercamiento entre las participantes, posibilitando un análisis conjunto de cómo mejorar en el futuro. Los talleres permitieron obtener información sobre las expectativas que las mujeres rurales tienen del trabajo institucional, sus necesidades concretas y de orden político participativo, así como su rol en el desarrollo del país. El objetivo previsto nuevas leyes que
de conocer la opinión de la mujer rural sobre las la benefician,
se logró parcialmente dado que las
mujeres participantes en los talleres pese a su rol como dirigentas de organizaciones, desconocen los aspectos
importantes de estas leyes
aunque en su mayoría saben que existen.
Los Talleres fueron realizados con éxito, por la actitud de colaboración que todas las mujeres invitadas mostraron, la información recabada constituyó una base importante para el análisis de la realidad de las mujeres rurales en Honduras.
200
Mujeres organizadas Comunidad de El Guayabo. Mujeres líderes de La Sureñita. Choluteca Dic. 02 Departamento de Valles. Diciembre 2002
Taller San Nicolás, Santa Bárbara, Enero 2003
Taller Concepción, Santa Bárbara, Enero2003
Taller Mujeres Garífunas de Corosal y Sambo Creek, Departamento de Atlántida. Enero 2003
201
ANEXO MUJERES ENTREVISTADAS LEVANTAMIENTO DE INFORMACION DE CAMPO POR DEPARTAMENTO ATLÁNTIDA NOMBRE
LUGAR
SIXTA MARTINEZ
COROZAL
JUANA ISABEL GARCIA
COROZAL
LILIAN LOPEZ
COROZAL
BRIGIDA VALDES
COROZAL
FLORESNCIA WILLIAMS
COROZAL
ANDREA GUITY
COROZAL
LEONCIA CHAVEZ
COROZAL
ADOSTA GAMBOA VICTORIA FERNÁNDEZ CARMEN FERNÁNDEZ ONDINA MARTINEZ BASILIA CABALLERO LORENA CABALLERO VERÓNICA SUAZO DARLIN PALACIOS ANATOLIA GUITY SATURNINA MIGEL
SAMBO CREECK SAMBO CREECK SAMBO CREECK SAMBO CREECK SAMBO CREECK SAMBO CREECK SAMBO CREECK SAMBO CREECK SAMBO CREECK SAMBO CREECK
ACTIVIDAD PRINCIPAL CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA: CASABE CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA: CASABE CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA: CASABE CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA: CASABE CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA: CASABE CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA: CASABE CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA: CASABE PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO
ASOCIACION/APOYO INSTITUCIONAL GARIFUNAS EN ACCION CODIMCA SIEMPRE UNIDAS
SIEMPRE UNIDAS
SIEMPRE UNIDAS
SIEMPRE UNIDAS
SIEMPRE UNIDAS
SIEMPRE UNIDAS
SIEMPRE UNIDAS SOCIAL MUJERES SOCIAL MUJERES SOCIAL MUJERES SIEMPRE UNIDAS SIEMPRE UNIDAS SIEMPRE UNIDAS SIEMPRE UNIDAS GARIFUNAS EN ACCION CODIMCA GARIFUNAS EN ACCION CODIMCA
202
FLAVIA BERNARDEZ LUCILA GUITY AMERICA LOPEZ MARIANA DAVID JUANA DAVID NICASIA LOPEZ MARIA MAGDALENA ZAPATA MARIA GIL VALERIO RUTH FERNÁNDEZ ODALMI FERNÁNDEZ ONY SILVIA CHAVEZ MARCELA MARTINEZ
SAMBO CREECK SAMBO CREECK SAMBO CREECK SAMBO CREECK SAMBO CREECK SAMBO CREECK SAMBO CREECK
PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO
SIEMPRE UNIDAS
SAMBO CREECK SAMBO CREECK SAMBO CREECK SAMBO CREECK COROZAL
PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO
GARIFUNAS EN ACCION CODIMCA SIEMPRE UNIDAS
CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA:CASABE CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA:CASABE CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA: CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA: CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA: CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA: CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA: CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA: CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA: CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA: CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE
GARIFUNAS EN ACCION CODIMCA
TELMA LETICIA LOBOS
COROZAL
ALEJANDRA MARTINEZ
COROZAL
VICENTA FERNÁNDEZ
COROZAL
OLIVIA ORTEZ
COROZAL
VICENTE GARCIA
COROZAL
OLIVIA ORTEZ
COROZAL
VTE GARCIA
COROZAL
JULIA SUAZO
COROZAL
DAYONI R. GUITY
COROZAL
DALMY FERNANDEZ
COROZAL
SIEMPRE UNIDAS GARIFUNAS EN ACCION CODIMCA GARIFUNAS EN ACCION CODIMCA SIEMPRE UNIDAS GARIFUNAS EN ACCION CODIMCA GARIFUNAS EN ACCION CODIMCA
SIEMPRE UNIDAS SIEMPRE UNIDAS
GARIFUNAS EN ACCION CODIMCA CODIMCA CODIMCA CODIMCA CODIMCA CODIMCA CODIMCA CODIMCA CODIMCA CODIMCA
203
LEONCIA SOLÓRZANO
COROZAL
NATALIA GUITY
COROZAL
YUCA: CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA: CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA:
CODIMCA CODIMCA
COLON NOMBRE HONORIA VASQUEZ
LUGAR LUCINDA, BALFATE
ACTIVIDAD PRINCIPAL
ASOCIACION/APOYO INSTITUCIONAL
SIEMBRA DE YUCA. PESCA ARTESANAL EN EL RIO
CODIMCA
COMAYAGUA NOMBRE ALBINA GIRON ALFARERIA LOS PINOS
LUGAR EL PORVENIR, SIGUATEPEQUE EL PORVENIR, SIGUATEPEQUE
ACTIVIDAD PRINCIPAL ALFARERIA: OLLAS, MACETERAS ALFARERIA LENCA
ASOCIACION/APOYO INSTITUCIONAL
PROPAITH
CHOLUTECA
NOMBRE
LUGAR
ROSIBEL DE JESÚS MUÑOZ ELVIA MENDEZ SANTOS MARIA DE LOS SANTOS MUÑOZ ANA ESPERANZA GOMEZ ADALENYS CRUZ
MANASIGUE
SAN AGUSTIN
BELSAHI HERRERA
EL TRIUNFO
ELOISA DE JESÚS OBANDO
EL TRIUNFO
MANASIGUE EL TRIUNFO EL TRIUNFO
ACTIVIDAD PRINCIPAL PROCESAMIENTO DE SEMILLA DE MARANON PROCESAMIENTO DE SEMILLA DE MARANON PROCESAMIENTO DE SEMILLA DE MARANON PROCESAMIENTO DE SEMILLA DE MARANON PROCESAMIENTO DE SEMILLA DE MARANON PROCESAMIENTO DE SEMILLA DE MARANON PROCESAMIENTO DE SEMILLA DE MARANON
ASOCIACION/APOYO INSTITUCIONAL
LA CONSTANCIA LA CONSTANCIA COOPERATIVA PAZ Y UNION COOPERATIVA PAZ Y UNION COOPERATIVA PAZ Y UNION NUEVA ESPERANZA NUEVA ESPERANZA
204
MARLENE CRUZ FUNEZ DOMINGA GUIDO
SAN AGUSTIN SAN AGUSTIN
PROCESAMIENTO DE SEMILLA DE MARANON PROCESAMIENTO DE SEMILLA DE MARANON
FRANCISCO
NUEVA ESPERANZA NUEVA ESPERANZA
MORAZAN ACTIVIDAD PRINCIPAL
ASOCIACION/APOYO INSTITUCIONAL
OFICINA AMUCTEGUCIGALPA TEGUCIGALPA
AGRICULTURA, CAJAS RURALES COORDINADORA NACIONAL
AMUC
CERRO GRANDE, VALLE DE ANGELES
TIENDA DE CONSUMO, HUERTO FAMILIAR
NOMBRE
LUGAR
JUANA JULIA RODRÍGUEZ MARIA CONCEPCIÓN BETANCO MARIA JANETH MEJIA MARIA CARLOTA OCHOA
CONFEDERACIÓN DE MUJERES CAMPESINAS AUXILIO MUNDIAL
MONTANA GRANDE, CULTIVO DE HORTALIZAS Y MAIZ, VENTA DE SANTA LUCIA CARRETERA
REINA ZEPEDA MARIA LUISA ARAUJO MARIA COELLO LAINEZ MARGARITA GODOY ROSARIO ARAUJO ARAUJO
EL PILIGUIN EL PILIGUIN
CULTIVO DE FLORES
EL PILIGUIN
CULTIVO DE FLORES
EL PILIGUIN
CULTIVO DE FLORES
EL PILIGUIN
GLADYS LOPEZ
AZACUALPA, REITOCA
ADELINA AVILA
SABANAGRANDE
EDUARDO DURON
SABANAGRANDE
CULTIVO DE MARGARITAS Y FLORES DELA ESTACION CULTIVO DE PAPAS, MANZANILLA, HORTALIZAS COORDINADORA ARTESANIAS: FLORES DE TUSA GERENTE ATUTO EXPORTACIÓN DE ARTESANIAS
GABRIELA CIVILA ORTEGA MARIA INES ORTEZ CANDIDA ROSA ORTEZ
OPIMUCA, LA VENTA OPIMUCA, LA VENTA OPIMUCA, LA VENTA
DAISY CARRASCO MARIA VALERIA FUNEZ
CULTIVO DE FLORES
ELABORACIÓN DE FLORES DE TUSA ELABORACIÓN DE FLORES DE TUSA
ATUTO ATUTO ATUTO ATUTO
ELABORACIÓN DE FLORES DE TUSA, CULTIVO DE MAIZ.
ATUTO
LA CANADA, LA VENTA
ELABORACIÓN DE FLORES DE TUSA,
ATUTO
SABANAGRANDE
ELABORACIÓN DE FLORES DE TUSA
CULTIVO DE MAIZ.
ATUTO
205
INTIBUCA
NOMBRE
LUGAR
ACTIVIDAD PRINCIPAL
ASOCIACION/APOYO INSTITUCIONAL
PRAF
MARIA SANTOS DIAZ
LA ESPERANZA
COMERCIALIZADORA DE PRODUCTOS AGROPECUARIOS Y ARTESANALES
ISABEL GOMEZ
LA ESPERANZA
COORDINADORA
MARIA MARICELA MENA
BARRIO SANTA CLARA, LA ESPERANZA
PANADERIA
URSULA SÁNCHEZ VASQUEZ ELEUTERIA MEJIA
SANTA CATALINA JESÚS DE OTORO
CULTIVO DE CLAVELES Y FLORES DE LA ESTACION TOSTADORA DE CAFÉ
ISIDORA GARCIA
JESÚS DE OTORO
TOSTADORA DE CAFÉ
CULTIVO MAIZ, FRIJOLES, PAPAS, REPOLLOS, FRESA
ESPERANZA REYES
NAPOLEÓN AMADOR ESPERANZA MEZA
LA ESPERANZA
APOYO A ACTIVIDADES FAMILIARES
LA ESPERANZA
CULTIVO DE FRESAS
ASOCIACIÓN DE MUJERES INTIBUCANAS RENOVADAS PRAF FIA APROCAFE, COOPERATIVA SAN RAFAEL APROCAFE, COOPERATIVA SAN RAFAEL APROCAFE, COOPERATIVA SAN RAFAEL SG/PROSOC FAPRIN SG/PROSOC FAPRIN
LEMPIRA
NOMBRE
LUGAR
RAFAELA MELCHOR
QUELEPA
CLEMENTINA DE CRUZ
EL ROBLON
TIMOTEO CRUZ ALEMAN ALBA ORTEGA
EL ROBLON OLISINGOGUARITA
ACTIVIDAD PRINCIPAL ESCUELA DE CAMPO: MANEJO DE RECURSOS NATURALES, AGRICULTURA ORGANISA, HORTALIZAS. PREPARA Y VENDE ESPECIAS, MEDICINAS NATURALES Y CAFÉ MOLIDO
PRODUCTORA DE LECHE, QUESO Y MANTEQUILLA
ASOCIACION/APOYO INSTITUCIONAL
PROYECTO LEMPIRA SUR
PROYECTO LEMPIRA SUR PROYECTO LEMPIRA SUR PROYECTO LEMPIRA SUR
206
MARGARITA CASTILLO
LA ALONDRA, GUALCINCE
HUERTO FAMILIAR, EMBASADOS/ CRIA DE AVES
PROYECTO LEMPIRA SUR
MARIA AMPARO MELENDEZ
GUANIGIQUIL, LA VIRTUD
FABRICACIÓN DE SILOS
PROYECTO LEMPIRA SUR
OLANCHO
NOMBRE LUBINA MARTINEZ LUISA VICTORIA RUIZ REINA CÁLIZ DE MIRALDA MARIA JUSTINA ALVAREZ SANDRA MEZA ING. JOVANNI BOBADILLA TRINIDAD FELIPA EUCEDA ING. LIZZETE BALTODANO GUILLERMINA GUIFARRO
LUGAR LA AVISPA, OLANCHO LA CONCEPCIÓN, OLANCHO JUTICALPA, OLANCHO
LA HOYA, JUTICALPA JUTICALPA SANTA MARIA DEL REAL CATACAMAS COLONIA LA UNION
EL NOMBRE MARIA ELENA LOPEZ FIDELINA RODRÍGUEZ ANTONIA RODRÍGUEZ
ACTIVIDAD PRINCIPAL
ASOCIACION/APOYO INSTITUCIONAL
FOGONES DONA JUSTA (PROMOTORA) ELABORACIÓN Y VENTA DE ROSQUILLAS COORDINADORA FOMUR
PROYECTO SAG/GUAYAPE PROYECTO SAG/GUAYAPE
PULPERÍA , VENTA DE ROPA USADA CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS
30 DE ENERO. ANACH
ASISTENCIA TÉCNICA PROYECTO AFE/PAAR
AFE/PAAR
CLUB DE AMAS DE CASA
CLUB DE AMAS DE CASA MUNICIPALIDAD DE CATACAMAS
MANEJO DE LA CUENCA DEL RIO CATACAMAS
FOMUR
CRIA DE AVES, CULTIVO Y VENTA DE ACHOTE, ELABORACIÓN Y VENTA DE DULCES
PARAISO
LUGAR
ACTIVIDAD PRINCIPAL
ASOCIACION/APOYO INSTITUCIONAL
LA MONTANA, SAN LUCAS
HUERTO FAMILIAR/GANADO VACUNO HUERTO FAMILIAR, AVES
PESA/FAO/ SAG
HUERTO FAMILIAR
ZAMORANO
LA MONTANA, SAN LUCAS LA MONTANA, SAN LUCAS
ZAMORANO
207
ROGELIA DONES IRIS JIMÉNEZ IRMA PEREZ MARIA DE JESUS SANCHEZ DILIA CACERES SANCHEZ EVA ARGENTINA ANDINO
SAN LUCAS MANDASTA, SAN ANTONIO DE FLORES APALIPI, SAN ANTONIO DE FLORES
TAPAHUASCA, SAN LUCAS TAPAHUASCA, SAN LUCAS VILLA SANTA, DANLI
ANA NUNEZ
VILLA SANTA, DANLI ENA ESPERANZA QUEBRADA BECERRA LARGA, DANLI REINA MARGARITA QUEBRADA SOSA LARGA, DANLI DELFA RAMONA QUEBRADA SIERRA LARGA, DANLI MATILDE EL OBRAJE RODRÍGUEZ MARCIA MARINA RODRÍGUEZ FRANCISCA AYESTAS
EL OBRAJE EL OBRAJE
ARTICULOS DE CANAMO: CARTERAS, PANTALLAS, ADORNOS.
MOLINO DE MAIZ
PESA
CULTIVO Y VENTA DE CAFÉ CAFÉ Y HUERTO FAMILIAR, AGRICULTURA, PAPEL ORGANICO: TARJETAS, SOBRES, FLOREROS CRIA DE GALLINAS Y CERDOS
PESA/ SAG
PROSOC
CULTIVO Y VENTA DE MAIZ Y FRIJOLES. ELABORACION DE ROSQUILLAS Y PAN. CULTIVO Y VENTA DE MAIZ , FRIJOLES Y YUCA, ROSQUILLAS.
AMUC
CULTIVO DE FRIJOLES
PROSOC PROSOC
GRUPO LA UNION, AMUC FEMUC
PAZ
MARIA DAISY MARADIAGA
YARUMELA
MARIA EDITH VALLADARES
YARUMELA
BLANCA AZUCENA GONZALES
YARUMELA
CLARA GONZALES
YARUMELA
ELABORACIÓN DE IMAGINERIA RELIGIOSA ELABORACIÓN DE IMAGINERIA RELIGIOSA ELABORACIÓN DE IMAGINERIA RELIGIOSA ELABORACIÓN DE IMAGINERIA RELIGIOSA
ROSA CASTILLO
YARUMELA
PROFA. LUDOVINA
PROSOC
PROSOC
ACTIVIDAD PRINCIPAL
CASERIO LOS PUENTES, OPATORO YARUMELA
PESA / SAG
TAJADITAS DE PLATANO, DULCE Y PINOL DE PLATANO TAJADITAS DE PLATANO, DULCE Y PINOL DE PLATANO TAJADITAS DE PLATANO, DULCE Y PINOL DE PLATANO
LUGAR
JUANA ELVIA MARTINEZ
PESA / PRONADEL
CAJA RURAL AMOR Y FE
LA NOMBRE
PESA/ FAO / SAG
ELABORACIÓN DE IMAGINERIA RELIGIOSA TEJIDOS Y BORDADOS POR ENCARGO, CANASTAS MAESTRA
ASOCIACION/APOYO INSTITUCIONAL
PROSOC Y SAG, GENECAN, 2000 GRUPO COMIBOL
208
DE LUQUE SAN JOSE, GUAJIQUIRO
ASLFARERIA LENCA
SANTA NOMBRE
LUGAR
GRUPO COMIBOL TRAMIL
BARBARA ACTIVIDAD PRINCIPAL
ASOCIACION/APOYO INSTITUCIONAL
JUANA FUNEZ NEJAPA MARIA HENRIQUEZ SAM JERÓNIMO HERNÁNDEZ ONEIDA DUBON SANTA CRUZ, ELABORACIÓN DE PETATES DE SAN NICOLAS TULE, CULTIVO DE GRANOS
CODIMCA CODIMCA
URSINA ROMERO
SANTA CRUZ, SAN NICOLAS
LAS ROSAS, CODIMCA
JESUCITA LOPEZ
SANTA CRUZ, SAN NICOLAS
FILOMENA MARTINEZ
SANTA CRUZ, SAN NICOLAS
ELIGIA ZAVALA
SANTA CRUZ, SAN NICOLAS
FLORENCIA RODRÍGUEZ
SANTA CRUZ, SAN NICOLAS
ELBERTA PERDOMO
SANTA CRUZ, SAN NICOLAS
FLORIDA TEJEDA
SANTA CRUZ, SAN NICOLAS
RAMONA BOBADILLA
SANTA CRUZ, SAN NICOLAS
DEISY LIDIA PERDOMO
SANTA CRUZ, SAN NICOLAS
CANDIDA HERNÁNDEZ
SANTA CRUZ, SAN NICOLAS
BLANCA NIEVE PERDOMO
SANTA CRUZ, SAN NICOLAS
RAMONA NÚÑEZ
SANTA CRUZ,
BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS. ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS. ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS. ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS. ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS. ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS. ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS. ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS. ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS. ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS. ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS. ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS. ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS
LAS ROSAS, CODIMCA
LAS ROSAS, CODIMCA
LAS ROSAS, CODIMCA
LAS ROSAS, CODIMCA
LAS ROSAS, CODIMCA
LAS ROSAS, CODIMCA
LAS ROSAS, CODIMCA
LAS ROSAS, CODIMCA
LAS ROSAS, CODIMCA
LAS ROSAS, CODIMCA
LAS ROSAS, CODIMCA
LAS ROSAS, CODIMCA
209
SAN NICOLAS DELIA ISABEL NIÑEZ
SANTA CRUZ, SAN NICOLAS
DOMITILA HERNÁNDEZ
SANTA CRUZ, SAN NICOLAS
NORA QUINTANILLA DILORES FUNEZ
SANTA CRUZ, SAN NICOLAS SANTA CRUZ, SAN NICOLAS ZOILA HERNÁNDEZ SANTA CRUZ, SAN NICOLAS SANTA CRUZ, SAN CARMEN NICOLAS ALVARADO LIDIA PAZ SAN NICOLACITO MARIA CONCEPCIÓN MEMBRENO ESTHER FUNEZ REYES
SAN NICOLACITO
SONIA MARICELA BENITEZ
SAN NICOLACITO
JUANA NÚÑEZ
SAN NICOLACITO, NEJAPA SAN NICOLACITO SAN NICOLACITO SAN NICOLACITO NUEVO CELILAC SAN NICOLAS
XIOMARA MEMBRENO SARA LUCIA ALVARADO ABELINA REYES ELY DAYSI ORELLANA IRMA ARGENTINA RODRÍGUEZ MARIBEL SORTO MARIA HERNÁNDEZ ANABEL DUBON GARCIA JULIA LOPEZ
SAN NICOLACITO
BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS. ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS. ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS.
TRABAJO EN JUNCO Y TULE TRABAJO EN JUNCO Y TULE TRABAJO EN JUNCO Y TULE TRABAJO EN JUNCO Y TULE GALLINAS PONEDORAS, SIEMBRA GRANOS BASICOS GALLINAS PONEDORAS, SIEMBRA GRANOS BASICOS GALLINAS PONEDORAS, SIEMBRA GRANOS BASICOS GALLINAS PONEDORAS, SIEMBRA GRANOS BASICOS HORTALIZAS. VIVEROS DE CAFÉ HORTALIZAS. VIVEROS DE CAFÉ HORTALIZAS. VIVEROS DE CAFE CULTIVO DE FRESAS ARTESANIA JUNCO, HAMACAS
SANTA CRUZ, ELABORACIÓN DE SAN NICOLAS SOMBREROS SAN JERÓNIMO SIEMBRA Y COMERCIALIZACION DE CAFÉ Y FRUTAS SAN JERÓNIMO SIEMBRA Y COMERCIALIZACION DE CAFÉ Y FRUTAS SAN JERÓNIMO SIEMBRA Y COMERCIALIZACION DE CAFÉ Y FRUTAS
LAS ROSAS, CODIMCA
LAS ROSAS, CODIMCA
NUEVO AMANECER NUEVO AMANECER NUEVO AMANECER NUEVO AMANECER FE Y ESPERANZA
FE Y ESPERANZA
FE Y ESPERANZA
FE Y ESPERANZA
FE Y ESPERANZA/CODIMCA FE Y ESPERANZA FE U ESPERANZA NUEVA ESTRELLA NUEVA ESTRELLA NUEVA ESTRELLA NUEVA ESTRELLA SUPERACION
SUPERACION
BRISAS DEL CAMPO
210
GLORIA ESPERANZA RIOS
SAN JERÓNIMO SIEMBRA Y COMERCIALIZACION DE CAFÉ Y FRUTAS FLORENTINA SAN JERÓNIMO SIEMBRA Y LOPEZ COMERCIALIZACION DE CAFÉ Y FRUTAS SANTOS EL NÍSPERO TRABAJO DE JUNCO Y CABALLERO TULE LUCILA FUNEZ EL NÍSPERO TRABAJO DE JUNCO Y TULE SOTERA DUBON EL NÍSPERO TRABAJO DE JUNCO Y TULE CATALINA EL NÍSPERO TRABAJO DE JUNCO Y MEMBRENO TULE ANITA ALVARADO EL NÍSPERO TRABAJO DE JUNCO Y TULE MARIA ESPERANZA SANTA CRUZ, TULE: PETATES. CARTERAS, LOPEZ SAN NICOLAS CULTIVO GRANOS BASICOS IRMA ARACELI SANTA CRUZ, TULE: PETATES. CARTERAS, BENITEZ SAN NICOLAS CULTIVO GRANOS BASICOS TULE: PETATES. CARTERAS, ERCILIA CULTIVO GRANOS BASICOS HERNANDEZ ELABORACIÓN DE PETATES, ROSA ROMERO EL NISPERO COBERTORES , MACETERAS, DUBON LUCITANA HERNÁNDEZ
EL NISPERO
MARIA VICTORIA DUBON
EL NISPERO
ALICIA PERDOMO
EL NISPERO
JACQUELINE ROMERO
EL NISPERO
BENEDICTA DUBON
EL NISPERO
TERESA SÁNCHEZ
EL NISPERO
ELSI MARILY ALVARADO
EL NISPERO
NOLVIA LUCINDA DUBON
EL NISPERO
NIEVES CANALES
EL NISPERO
CARTERAS DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS. ELABORACIÓN DE PETATES, COBERTORES , MACETERAS, CARTERAS DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS. ELABORACIÓN DE PETATES, COBERTORES , MACETERAS, CARTERAS DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS. ELABORACIÓN DE PETATES, COBERTORES , MACETERAS, CARTERAS DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS. ELABORACIÓN DE PETATES, COBERTORES , MACETERAS, CARTERAS DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS. ELABORACIÓN DE PETATES, COBERTORES , MACETERAS, CARTERAS DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS. ELABORACIÓN DE PETATES, COBERTORES , MACETERAS, CARTERAS DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS. ELABORACIÓN DE PETATES, COBERTORES , MACETERAS, CARTERAS DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS. ELABORACIÓN DE PETATES, COBERTORES , MACETERAS, CARTERAS DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS. ELABORACIÓN DE PETATES,
BRISAS DEL CAMPO
BRISAS DEL CAMPO
DIOS ES AMOR DIOS ES AMOR DIOS ES AMOR DIOS ES AMOR DIOS ES AMOR NUEVO AMANECER NUEVO AMANECER NUEVO AMANECER BRISAS DEL CAMPO
TRABAJANDO UNIDAS
TRABAJANDO UNIDAS
TRABAJANDO UNIDAS
TRABAJANDO UNIDAS
TRABAJANDO UNIDAS
TRABAJANDO UNIDAS
TRABAJANDO UNIDAS
TRABAJANDO UNIDAS
TRABAJANDO UNIDAS
211
AIDA JESÚS SANTA CRUZ
EL NISPERO
JOSEFA CABALLERO
EL NISPERO
MARIA ESPERANZA LOPEZ MARIA PAOLA CORTES EDILMINA SORTO
SAN NICOLAS SAN NICOLAS SAN NICOLAS
DOMINGA VEGA
SAN NICOLAS, NUEVO CELILAC
PETRONA ERAZO
Bo. LA LIBERTAD, SANTA BARBARA
FIDELINA MEJIA
SAN NICOLAS
APOLINARIA VILLANUEVA
TERESA DE JESÚS PEREZ LASTENIA CASTRO KENSY CAROLINA VALLE
CAPULIN, NUEVO CELILAC GUAYABITO
COBERTORES , MACETERAS, CARTERAS DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS. ELABORACIÓN DE PETATES, COBERTORES , MACETERAS, CARTERAS DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS. ELABORACIÓN DE PETATES, COBERTORES , MACETERAS, CARTERAS DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS.
ELABORACIÓN ARTICULOS DE JUNCO ELABORACIÓN ARTICULOS DE JUNCO ELABORACIÓN ARTICULOS DE JUNCO SIEMBRA Y COMERCIALIZACION DE MAIZ, FRIJOLES Y HORTALIZAS. PREPARACIN Y VENTA DE ESPECIAS Y DE COMIDAS CASERAS. MEDICINA NATURAL, ELABORACIÓN DE SHAMPOO Y ACONDICIONADORES DE PELO. PANADERIAS. GRANOS BÁSICOS, VIVEROS DE CAFÉ Y PLANTAS ORNAMENTALES. ELABORACIÓN DE HAMACAS, COSTURA. HUERTO FAMILIAR: CANA, PINA, YUCA, ÁRBOLES FRUTALES.
Bo. EL JILOTE, MEDICINA NATURAL, SANTA BARBARA HORTALIZAS
SAN NICOLAS
ELABORACIÓN DE DESINFECTANTES. CONFECCION Y VENTA DE ROPA.
TRABAJANDO UNIDAS
TRABAJANDO UNIDAS
BRISAS DEL CAMPO BRISAS DEL CAMPO
FE Y ESPERANZA, CODIMCA NUEVO AMANECER CODIMCA MUJERES SAN NICOLAS, CODIMCA BRISAS DEL SOL, CODIMCA
NUEVOS HORIZONTES CODIMCA AMOR Y PAZ, ZAMORANO
CODIMCA
VALLE NOMBRE
LUGAR
ACTIVIDAD PRINCIPAL
ASOCIACION/APOYO INSTITUCIONAL
MARIA MAGDALENA
LA ARADA
ARTESANIA LENCA
UBALDINA MANZANARES MARIA VENTURA GUTIERREZ DOMITILA
LA ARADA
ARTESANIA LENCA
LA ARADA
ARTESANIA LENCA
LA ARADA
ARTESANIA LENCA
COOPERATIVA SIALMAGUL COOPERATIVA SIALMAGUL COOPERATIVA SIALMAGUL COOPERATIVA SIALMAGUL
MARIA DE LOS ANGELES LEON
EL CHIFLON, NACAOME
ELABORACIÓN DE PAPEL Y MANUALIDADES DE PLANTAS
212
DORIS GUEVARA
EL CHIFLON, NACAOME
MARTHA LUZ POSADA
EL CHIFLON, NACAOME
MARIA GEORGINA RODRÍGUEZ
EL GUAYABO, SAN FRANCISCO DE CORAY
MARIA VALERIA FUNEZ
PLAYA GRANDE
MARIA SANTIAGO MARTINEZ
PLAYA GRANDE
CANDIDA ROSA CÁLIX
PLAYA GRANDE
GRACIELA ALCERRO
PLAYA GRANDE
GLADYS ONEIDA CRUZ MARIA ANTONIA RODRIGUEZ
PLAYA GRANDE
CLEMENTINA CRUZ
CLAUDIA
IRIS NÚÑEZ
DIONISIA ORTEGA
EL GUAYABO, SAN FRANCISDCO DE CORAY EL GUAYABO, SAN FRANCISDCO DE CORAY EL GUAYABO, SAN FRANCISDCO DE CORAY EL GUAYABO, SAN FRANCISDCO DE CORAY EL GUAYABO, SAN FRANCISDCO DE CORAY
FIBROSAS ELABORACIÓN DE PAPEL Y MANUALIDADES DE PLANTAS FIBROSAS ELABORACIÓN DE PAPEL Y MANUALIDADES DE PLANTAS FIBROSAS SIEMBRA, PROCESADO Y COMERCIALIZACION DE LA SEMILLA DE JICARO (MORRO). SIEMBRA, PESCA Y COMERCIALIZACION DE CAMARON
PROYECTO PEPPRONADEL
SIEMBRA, CULTIVO Y COMERCIALIZACION DE CAMARON SIEMBRA, CULTIVO Y COMERCIALIZACION DE CAMARON SIEMBRA, CULTIVO Y COMERCIALIZACION DE CAMARON
SIEMBRA, PROCESADO Y COMERCIALIZACION DE LA SEMILLA DE JICARO (MORRO). SIEMBRA, PROCESADO Y COMERCIALIZACION DE LA SEMILLA DE JICARO (MORRO). SIEMBRA, PROCESADO Y COMERCIALIZACION DE LA SEMILLA DE JICARO (MORRO). SIEMBRA, PROCESADO Y COMERCIALIZACION DE LA SEMILLA DE JICARO (MORRO). SIEMBRA, PROCESADO Y COMERCIALIZACION DE LA SEMILLA DE JICARO (MORRO).
213
ANEXO 2 OPDs QUE OFRECEN SERVICIOS DE DESARROLLO EMPRESARIAL Y CREDITO A LAS MIPYMES No. 1
TIPO DE APOYO
INSTITUCIÓN FOPRIDEH Asesores para el Desarrollo
Crédito,
ASEPADE 2
Asociación Cristiana de Desarrollo Integral – ALFALIT
3
Asistencia
Técnica
Asociación Comunitario
Desarrollo
de
Oriente
Atlántida, La Paz, Choluteca, Francisco Morazán.
Microempresas
El
Rurales
de
COBERTURA
Paraíso,
Francisco
Morazán, Atlántida.
Capacitación
Olancho, El Paraíso,
de
Honduras – ADECOH 4
Asociación San José Obrero ASJO
5
Asociación
de
Instituciones
Educación
Choluteca
Educación Vocacional
Cortés
Evangélicas de Honduras AIEH 6
Asociación
Hondureña
para
el
Francisco Morazán, Olancho,
Desarrollo de la Juventud y la
Varios
Yoro, Cortés
Varios
Lempira, Olancho, Atlántida,
Mujer Rural – AHDEJUMUR 7
Asociación
Hondureña
de
Desarrollo – AHDE 8
Colón
Asociación de Investigación para
Capacitación,
Cortés,
el
Asistencia Técnica
Comayagua
Asistencia Técnica
Francisco Morazán, Intibucá
Desarrollo
Ecológico
y
Yoro,
Atlántida,
Socioeconómico – ASIDE 9
Asociación de Desarrollo Social y Asistencia de Honduras – ADESAH
10
Alianza para el Desarrollo Rural
Varios
Valle, Choluteca, El Paraíso,
de Honduras – ALDERH
Varios
Comayagua,
La
Paz,
Francisco Morazán 11
ADRA – OFASA de Honduras
12
Centro de Desarrollo Humano
Capacitación
CDH
Crédito,
Francisco Morazán
Varios Técnica,
Francisco Morazán
Asistencia
Técnica, Productividad 13
Centro de Estudios y Promoción
Capacitación,
de Desarrollo CEPROD
Asistencia
Cortés, Francisco Morazán
Técnica,
Producción 14
Centro Asesor para el Desarrollo
Capacitación
El
de
Ocupacional, Mercadeo
Morazán, Cortés
Crédito
Ocotepeque, Puerto Lempira,
Recursos
Humanos
de
Paraíso,
Francisco
Honduras CADERH 15
Comisión Cristiana de Desarrollo
Rural
214
– CCD 16
Centro
Alternativo de
Valle, Santa Bárbara
Investigación,
Planeación y Evaluación
Francisco Morazán Asistencia Técnica
CIPE Consultores 17
Centro San Juan Bosco CSJB
18
CARE Honduras
Asistencia Técnica
Atlántida
Crédito,
A Nivel Nacional
Asistencia técnica 19
Centro de Comunicación Popular
Varios
Francisco Morazán
de Honduras – CENCOPH 20
Centro Cristiano de Emergencia y
Crédito
a
Desarrollo Integral Vida Eterna
Microempresarios
Francisco
CCEDIVE
Educación
Choluteca
Pequeña
Olancho,
El
Paraíso, Morazán,
Industria 21
Centro
de
Estudios
de
Investigación para el Desarrollo
Departamento de Colón Capacitación
de Honduras – CEIDH 22
Cooperación
Técnica
Nacional
23
Fundación Horizontes de Amistad
Educación
La Paz, Intibucá, Yoro, Colón
CTN
– FHA 24
Cortés Varios
Federación
de
Comunitario
de
Desarrollo Honduras
Lempira, Francisco Morazán Varios
FEDECOH 25
Familia y Medio Ambiente FAMA
Educación, Crédito
El
Paraíso,
Francisco
Morazán 26
27
28
Fundación
Hondureña
de
Capacitación,
Rehabilitación e Integración del
Asistencia
Limitado – FUHRIL
Crédito
Fundación
Técnica,
de
Asistencia
Desarrollo Integral Comunitario –
Financiera
FUNDHICOMUN
Microempresarios
Fundación
Hondureña
Francisco Morazán, Valle
Hondureña
para
el
Técnica
y
Francisco
a
Choluteca, El Paraíso
Capacitación, Crédito
Morazán,
Francisco Morazán
Desarrollo de la Mujer FUNHDEMU 29
Fundación Internacional para la
Crédito
Asistencia Comunitaria FINCA
Microempresas
a
Copán, Comayagua,
Choluteca, Cortés,
Santa
Bárbara, Valle, La Paz, Colón, Ocotepeque
Francisco
Morazán 30
Grupo Juvenil DION
Educación
a
Distrito Central
Microempresas, crédito
215
31
Hermandad de Honduras
Desarrollo Empresarial,
Ocotepeque, Lempira, Copán
Capacitación, Asistencia
Técnica,
Crédito 32
Instituto Hondureño de Desarrollo
Administración
Rural – IHDER
Empresas
Distrito Central, Intibucá Rurales,
Créditos 33
Instituto
para
el
Desarrollo
Hondureño – IDH
Capacitación, Asistencia
Francisco Técnica,
Crédito 34
Desarrollo
Integral
de
la
Santa Varios
Katalysis/Honduras
Bárbara,
Comayagua,
Comunidad – INHDEI 35
Olancho,
El
Paraíso
Instituto Hondureño de Estudios y
Morazán,
Comayagua,
Olancho, La
Paz,
Francisco Morazán Compañeros
en Desarrollo
Asistencia
Técnica,
Olancho, Yoro, Cortés,
Capacitación, Monitoreo, Evaluación a Microempresas
36
Mosquitia Pawisa Agencia para el
Capacitación,
Gracias
Desarrollo
Asistencia Técnica
Olancho
Organización para el Desarrollo
Capacitación,
Cortés, Santa Bárbara, Yoro
Empresarial Femenino – ODEF
Asistencia
de
la
Mosquitia
a
Dios,
Colón,
(MOPAWI) 37
Técnica,
Crédito 38
Proyecto Aldea Global – PAG
Comayagua, Ocotepeque Educación
39
PLAN en Honduras
Copán, Educación
Lempira,
Francisco
Morazán, Choluteca, La Paz, Santa Bárbara, Comayagua
40
VISION Mundial Internacional
Copán,
Francisco
Morazán,
Ocotepeque, Educación, Crédito
Lempira,
Cortés,
Intibucá,
Valle,
Choluteca, Yoro. 41
World Relief de Honduras WRH
Crédito,
Olancho,
asistencia técnica
Francisco
El
Paraíso, Morazán,
Comayagua, Choluteca. Fuente. Elaboración propia con información de FOPRIDEH, Directorio de Instituciones Afiliadas. Tegucigalpa: 2000
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