MUJER RURAL HONDUREÑA

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INSTITUTO NACIONAL DE LA MUJER

INAM

INFORME DE INVESTIGACIÓN MUJER RURAL HONDUREÑA SU ROL EN LOS PROCESOS PRODUCTIVOS AGROPECUARIOS Y ARTESANALES, INCIDENCIA EN EL MEJORAMIENTO DE CONDICIONES DE VIDA Y EL DESARROLLO RURAL SOSTENIBLE

Dra. Margarita Oseguera de Ochoa Consultora

Fotografía 1. Eva Argentina Andino de Villa Santa, Jamastran, El Paraíso. Corta ramas de izote, materia prima que utiliza para producir papel orgánico, Diciembre 2002

Tegucigalpa M.D.C. Junio 2003

1


“Si en el desarrollo de un país se olvida implicar a las mujeres, es como hacer volar a un pájaro con una sola ala”. Adriaan Van dis

“Ningún país puede promover su desarrollo si se excluye de los planes y programas a la mitad de la población conformada por las mujeres”. PNUD

Fotografía 2. Mujeres de la Empresa Cooperativa La Sureñita, Choluteca, Enero 2003

2


EQUIPO DE INVESTIGACION

Margarita Oseguera de Ochoa (Responsable de la Investigación) Orfylia Pinel S. Rosario Ramírez Contribución en Levantamiento de información bibliográfica Mirian Zulema Ochoa Sandra Argentina Cambur Contribución Levantamiento de información de campo

Liliana Fernández Anubia Navarro Gladis Morales Adelina Avila Leoncia Solórzano Rolando Meléndez

Apoyo Secretarial

Ana María Bran Guevara

3


RECONOCIMIENTOS En la realización de esta investigación se contó con el valioso aporte de un considerable número de personas e instituciones quienes en forma espontánea

facilitaron

la

consulta,

especialmente

en

términos

de

organización de las visitas, introducción a las entrevistas y talleres, acompañamiento

a

la

movilización

y

facilitación

de

información.

Agradecimiento especial a las Mujeres campesinas, indígenas y negras que en forma espontánea y voluntaria respondieron a las entrevistas, los grupos focales, los estudios de caso,

compartiendo con nosotras su

tiempo, sus experiencias de vida, como personas y como miembros de organizaciones. A los Proyectos PROSOC/SAG, PESA Programa Especial para la Seguridad Alimentaria de la FAO/SAG, al INA, INE, PRAF, AFE/P.A.A.R, DIGEPESCA, DICTA, PRONADERS, FOPRIDEH, UNISA, HACER, ATUTO, ACTA, IICA, Proyecto Guayape, Escuela Agrícola Panamericana, CIPE Consultores, a los equipos técnicos de esas instituciones, a la Cooperativa Cuyamel, Caritas de Olancho, FAMA Olancho, La Sureñita, FOMUR Federación Olanchana de Mujeres rurales, EACPAC Empresa Asociativa Campesina de Productores Agropecuarios para el desarrollo de Cuyamel, Confederación de Mujeres Campesinas,

CODIMCA, AHMUC, a sus líderes un especial

reconocimiento, sin sus aportes esta investigación hubiese sido muy limitada. Al Instituto Nacional de la Mujer, por su confianza y apoyo.

A Leoncia Solórzano, Blanca Julia Mejía, Belsahi Herrera, Juana Julia Rodríguez, Concepción Betánco, Adelina Avila, Ing. Gladys Morales, Ing. Rolando Meléndez, Ing. Jorge Garay Pacheco, Ing. Eduardo Durón, , Ing.

4


Liliana Fernández, MSc. Mayra Falck, Lic. Carlos Andrés Zelaya y Lic. Anubia Navarro, que nos acompañaron en el trabajo de campo. TABLA DE CONTENIDO

Concepto

Página

Presentación

10

Capítulo I. Contexto Nacional de la Investigación

14

Capítulo II. Marco Teórico Conceptual

30

Capítulo III. Caracterización General de la Situación de las

46

Mujeres de la zona rural, en un contexto de Análisis de género. Capítulo IV. Resultados de la Investigación

89

Conclusiones

150

Recomendaciones

161

Estrategia de Intervención

171

Bibliografía

177

Anexos:

188

1. Metodología de Investigación

189 5


2. OPDs que ofrecen Servicios de Desarrollo Empresarial y crédito a las MIPYMES

213 CUADROS

1. Cuadro No. 1 Pobreza Rural Según Método de la Línea de Pobreza 2. Cuadro No. 2 Tipología de Pequeños Productores/as Agrícolas 3. Cuadro No. 3 Oferta Nacional de Trabajo

GRAFICAS

1. Gráfica No. 1 Productoras Agrícolas 2. Gráfica No. 2 Caracterización de la Vivienda Rural 3. Gráfica No. 3 Hectáreas de Tierra Entregadas desde 1983-2002 4. Gráfica No. 4 Titulación de Tierras 1983-2002. Comparación por Género

6


SIGLAS

ACTA

Agencia de Cooperación de Ticinio y Asociados

AECI

Agencia Española de Cooperación Internacional

AFE

Administración Forestal del Estado

AHMUC

Asociación Hondureña de Mujeres Campesinas

AHPROCAFE

Asociación Hondureña de Productores de Café

BANADESA

Banco Nacional de Desarrollo Agrícola

BID

Banco Interamericano de Desarrollo

CCD

Comisión Cristiana de Desarrollo

CIENIL

Cooperativa Regional de Petateras Lenca

CIPE Consultores Centro de Investigación, Planeación y Evaluación CODA CODIMCA

Consejo de Desarrollo Rural Consejo para el Desarrollo Integral de la Mujer Campesina

COPROMAZSH Cooperativas Procesadoras de Marañón de la zona sur de Honduras DICTA

Dirección de Ciencia y Tecnología Agropecuaria

DIGEPESCA

Dirección General de Pesca

DINADERS

Dirección Nacional de Desarrollos Rural Sostenible

DOC

Denominación de Origen Controlado

ERP

Estrategia para la Reducción de la Pobreza

FAO

Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación

FEHMUC

Federación Hondureña de Mujeres Campesinas

7


FHIA

Fundación Hondureña de Investigación Agrícola

FHIS

Fondo Hondureño de Inversión Social

FIDE

Fundación para el Desarrollo Empresarial

FLACSO

Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales

FONAPROVI

Fondo Nacional de Producción y Vivienda

GEPA

Sociedad

para el Fomento de la Solidaridad del Tercer

Mundo IDH

Indice de Desarrollo Humano

IHCAFE

Instituto Hondureño del Café

IHAH

Instituto Hondureño de Antropología e Historia

IICA

Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura

INAM

Instituto Nacional de la Mujer

INA

Instituto Nacional Agrario

INE

Instituto Nacional de Estadísticas

INFOP

Instituto Nacional de Formación Profesional

JICA

Agencia de Cooperación Japonesa

MIR

Mujer Intibucana Renovada

MIPYME

Micro, Pequeña y Mediana Empresa

MOPAWI

Agencia para el Desarrollo de la Mosquitia

NBI

Necesidades Básicas Insatisfechas

OIT

Organización Internacional del Trabajo

ONG

Organización no Gubernamental

OPDs

Organizaciones Privadas de Desarrollo

OPS

Organización Panamericana de la Salud

PEA

Población Económicamente Activa

PEGAH

Política para la Equidad de Género en el Agro Hondureño

PESA

Programa Especial para la Seguridad Alimentaria

8


PNM

Política Nacional de la Mujer

PNUD

Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo

PIOM Rural

Política de Igualdad de Oportunidades para la Mujer Rural

PRAF

Programa de Asignación Familiar

PROMICRO

Promoción Microempresarial

PRONADEL

Programa Nacional de Desarrollo Local

PRONADERS

Programa Nacional de Desarrollo Rural Sostenible

PROPAITH

Programa de Promoción y Rescate de la Producción Artesanal Indígena y Tradicional

PROSOC

Proyecto de Desarrollo Rural del Sur Occidente

SAG

Secretaría de Agricultura y Ganadería

SANAA

Servicio

Autónomo

Nacional

de

Acueductos

y

Alcantarillados SERNA

Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente

TLC

Tratado de Libre Comercio

TRAMIL

Programa Centroamericano de Investigación Aplicada a la Medicina Tradicional

9


PRESENTACION

El siglo XXI ha traído el desafío de realizar cambios sustantivos en la forma en que se ha venido manejando el problema de la pobreza que afecta especialmente a la mujer rural, buscando nuevos enfoques de desarrollo y métodos de intervención social, en los que se incluya a la mujer como actora activa del desarrollo en igualdad de condiciones y oportunidades que el hombre. Esta investigación forma parte del Plan Estratégico 2002-2006 del Instituto Nacional de la Mujer INAM, que contempla la urgencia de contar con información actualizada de carácter cualitativo, sobre la contribución de la mujer al mejoramiento de las condiciones de vida de la familia y al desarrollo nacional.

La aprobación de la Política Nacional de la Mujer, Política para la Equidad de Género en el Agro Hondureño y de la Estrategia de Reducción de la Pobreza, han alertado al INAM sobre la necesidad de contar con información actualizada y pertinente sobre las formas en que se desenvuelve la mujer rural y las expresiones de la pobreza en la mujer.

La investigación se orientó hacia los siguientes objetivos:

1. Realizar una identificación de la situación de la mujer rural, dimensionar

sus

aportes

a

la

producción,

transformación

y

10


comercialización de productos agropecuarios y de otras actividades productivas generadoras de ingresos, en camino hacia el logro de la equidad de género y la problemática que enfrenta como actora del desarrollo rural sostenible.

2. Conocer con mayor profundidad las diversas realidades, escenarios, necesidades y aspiraciones de las mujeres rurales en Honduras. La investigación se centra en la mujer rural, económicamente activa, su rol en la reproducción social y su inserción en diferentes procesos productivos agropecuarios, forestales, artesanales, etc. Se aborda a la mujer a nivel individual, en la familia, en la comunidad o formando parte de organizaciones.

Se identifican las estrategias diseñadas para enfrentar la pobreza, incluyendo la diversidad de actividades económicas en que la mujer rural se involucra. El estudio incluye información sobre los rubros productivos, micro y pequeñas empresas que la mujer rural ha constituido para obtener ingresos, las posibilidades y limitaciones de las MIPYMES dirigidas por mujeres y los emprendimientos exitosos.

A lo largo del documento se logra visualizar que el trabajo doméstico sigue siendo la principal tarea de las mujeres rurales, así como la reproducción de la fuerza de trabajo, sigue enfrentada a la problemática que genera el patrón cultural machista, que la sitúa en una posición subordinada y de subvaloración de sus aportes al desarrollo. Un alto porcentaje de las actividades en que se ha involucrado para superar la pobreza han sido de subsistencia.

11


En los resultados de la investigación se exponen experiencias de mujeres que están buscando alternativas a esas condiciones de subordinación, especialmente de orden productivo y organizativo, han logrado construir estrategias

para

redistribuir

los

tiempos

en

la

casa,

sin

que

necesariamente signifique cambios en las relaciones de poder con el compañero o esposo, dejando menos tiempo para algunas tareas, reasignando responsabilidades entre los demás miembros del hogar, intentando modificar los roles tradicionales, de conformidad a las nuevas demandas de tiempo que exigen las tareas productivas generadoras de ingreso. Algunas mujeres rurales han adquirido independencia económica, nuevas responsabilidades y ocupaciones. Las mujeres consultadas hacen valoraciones sobre sus necesidades, aspiraciones, limitaciones, posibilidades y la problemática que enfrentan en la búsqueda de una inclusión activa en la economía del país, en sus diversos contextos y escenarios. El tema del reclamo al Estado por acceso al crédito para organizar pequeñas empresas, la asistencia técnica, acceso a la tierra en condiciones de equidad, se hizo presente a lo largo de toda la investigación.

Este estudio se basa en el enfoque de la Nueva Ruralidad y el Desarrollo Sostenible como el marco teórico que la mayoría de las instituciones están adoptando, tanto porque prioriza lo participativo, sistémico e incluyente, como por los métodos y estrategias de intervención comunitaria, su énfasis en la búsqueda de opciones a los problemas que tradicionalmente ha enfrentado la mujer rural, acceso a educación, capacitación, recursos para la producción, tierra, asistencia técnica, crédito.

12


Las mujeres rurales indudablemente están enfrentando los desafíos de un mundo cambiante que las obliga a revisar su realidad, sus relaciones con los sistemas productivos, su entorno y a buscar alternativas. Algunas instituciones están intentado incidir en este propósito.

La idea de seguir trabajando en la agricultura como generadora de ingresos, está siendo redefinida por algunas mujeres, especialmente por las limitadas posibilidades de tener acceso a la tierra. La alternativa más viable para ellas es crear pequeñas empresas no agrícolas, trabajando en casa o saliendo por períodos cortos, como la mejor alternativa para ampliar su contribución al ingreso familiar. La Política Nacional de la Mujer plantea la necesidad de “potenciar la participación de las mujeres en la producción destinada a los mercados nacionales e internacionales”.

Pese a que la mayoría de las mujeres rurales que han formado pequeñas empresas, todavía no están en condiciones de competir en los mercados, algunas cuentan con experiencias valiosas buscado espacios locales para comercializar sus productos. Las mujeres más experimentadas reconocen que

entrar

en

una

estrategia

de

desarrollo

exige

capacitación,

empoderamiento económico y la posibilidad de acceso y control de los medios de producción.

Este

documento

contiene

información

sobre

las

limitaciones

y

posibilidades de la mujer rural para encontrar, en igualdad de condiciones, alternativas a la pobreza; está estructurado en cuatro partes, inicialmente se presenta el contexto de la investigación y el marco teórico conceptual, para luego dar paso a los resultados de la investigación y los hallazgos más importantes, concluye con un análisis de propuestas.

13


I. EL CONTEXTO NACIONAL DE LA INVESTIGACION 1.1. La población rural y sus características Aún con el acelerado crecimiento urbano, el 51% de la población hondureña está ubicada en la zona rural, concentrada en unas 4,300 comunidades con más de 200 habitantes, y unos 23 mil pequeños caseríos con menos de 200 habitantes, dispersos en todo el país (SANAA, 2003)1. Un alto porcentaje tiene problemas de vías de comunicación, carreteras en mal estado y falta de teléfono, ubicadas en las laderas de las montañas, en suelos de vocación forestal.

Las comunidades rurales hondureñas muestran diferencias, generalmente de orden étnico y geográfico, su población está vinculada productivamente y a diferentes escalas, al uso de los recursos agrícolas, forestales, mineros, artesanales o a los recursos marinos y costeros, como medios para la sobrevivencia; en estos procesos la mujer desempeña un rol fundamental.

SANAA. División de Investigación y Asistencia Técnica. Documento Cobertura de Agua y Saneamiento. Tegucigalpa: 2003.

1

14


Fotografía 3. Caserío del Departamento de Intibucá. Enero 2003

Lo rural productivo en Honduras se ha caracterizado históricamente por un contraste entre la presencia de grandes empresas agrícolas, grandes extensiones de tierra subutilizadas y la pequeña producción agrícola en microespacios de subsistencia; en ellos las mujeres se desenvuelven en condiciones de marginalidad, pobreza, explotación, racismo, maltrato físico y discriminación por género. El sector rural aporta el 70% de las divisas del país, según datos del INE2, destacándose los rubros del café, banano, palma africana, carne, etc. El INE calcula un total de 330.000 productores/as, 122,000 son medianos productores o finqueros; de éstos, un 72% cultivan café, el 71% hortalizas, un 57% tabaco, 43% fríjol, 40% maíz y un 40% tubérculos. Los sistemas agrícolas en Honduras están constituidos por una diversa gama de productos. La mujer rural se desenvuelve en casi todos esos procesos productivos, especialmente en la corta de café, hortalizas, procesamiento del tabaco, cultivo de granos básicos, atención al huerto, etc.

2

INE. Encuesta Agrícola Nacional 2001-2002. Tegucigalpa:2002

15


La producción de las pequeñas parcelas se destina una parte para el consumo, aquí la mujer decide cuanto y como usarla y, otra para la venta, bajo el control casi exclusivo de los hombres. Un importante porcentaje de la producción se realiza en pequeños valles con alta distribución de parcelas y en laderas en pequeñas parcelas de subsistencia, con una importante dinámica interactiva familiar.

La producción agropecuaria genera empleo a más del 40% de la población económicamente activa, cifra que podría elevarse al considerar en las estadísticas el aporte de la mujer. Del total de mujeres en edad de trabajar en el sector rural, que excede al millón de personas, únicamente 30 mil fueron consideradas en la categoría de productoras, PRONADERS (2002)3. Este subregistro estadístico del trabajo de la mujer en la agricultura limita las posibilidades para que acceda a programas de distribución de tierras y otros beneficios, como se explica a lo largo de este documento.

El mayor potencial de desarrollo del país se encuentra en la zona rural, con recursos hasta ahora inexplorados, subutilizados o manejados inadecuadamente: forestales, marinos, mineros, suelos de vocación agrícola, etc., muy poco se reconoce la verdadera capacidad económica y humana que posee el sector rural para impulsar el desarrollo. Aún con la crisis económica, el poco acceso a la tierra en calidad y cantidad, sigue existiendo un importante esfuerzo productivo. La mujer en este contexto forma parte de procesos agrícolas y no agrícolas generadores de ingresos, que están contribuyendo a producir alimentos.

3

PRONADERS. Documento Marco. Tegucigalpa: 2002

16


Históricamente la zona rural ha sido calificada y hasta estereotipada, más por sus limitaciones que por sus aportes a la economía del país; negándosele a la población campesina e indígena el reconocimiento como productores de alimentos y otros bienes. Se ha demostrado que aún con grandes limitaciones y la reducida e inconstante cooperación institucional para el sector pequeño productor agrícola, los campesinos, campesinas y los/las indígenas siguen sembrando, especialmente granos básicos. “Lo rural desde esta nueva dimensión paradigmática tiene un potencial inmenso, positivo y ético inherente a su propia esencia; esa potencialidad como fuerza propulsora encierra una enorme gama de oportunidades”4.

Descuidar este sector es poco estratégico para la economía del país y puede provocar desmotivación para luchar más consistentemente por crecer,

innovar y generar nuevos productos para el mercado, buscar

opciones de largo plazo para potenciar las capacidades locales e impulsar el camino hacia el desarrollo. El enfoque de la Nueva Ruralidad enfatiza que “las comunidades indígenas y campesinas siguen desempeñando un rol preponderante en la economía de los países latinoamericanos”.

4

PNUD. Informe sobre Desarrollo Humano Honduras 2002. Tegucigalpa:2002

17


Fotografía 4. Comunidad del sur del Departamento de Lempira. Enero 2003

1.2. Las expresiones de la pobreza rural

Honduras tiene actualmente una población que alcanza los 6.7 millones de habitantes. Empezó el nuevo siglo con uno de los ingresos per cápita más bajos de América Latina valorado en US$ 1, 142 y un Índice de Paridad del Poder Adquisitivo de USA$ 2,453 para el año 20015. Tiene una base productiva mayoritariamente agropecuaria entre laderas y valles, una economía altamente vulnerable a las fluctuaciones en los precios internacionales y a los efectos de los fenómenos climatológicos, especialmente huracanes y sequías. Honduras es uno de los países latinoamericanos que distribuye en forma menos equitativa la riqueza que genera. Un 24.3% de los habitantes vive con un dólar al día y un 45.1% lo hace con dos dólares al día, los mayores niveles de pobreza se ubican en la zona rural.

5

PNUD. Informe sobre Desarrollo Humano 2002. Tegucigalpa: 2003.

18


De acuerdo al Índice de Desarrollo Humano (IDH) publicado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo6, Honduras se ubica en la posición 116 de 173 países analizados, un desarrollo humano medio, nivel comparable solo con Egipto, Gabón y Nicaragua. Con una reducción de su economía de 1.9% en 1999 generado por el impacto del Huracán Mitch, situación que no ha podido superar.

Se calcula que el 75%7 de los hogares rurales son pobres, viviendo de la explotación de pequeñas parcelas agrícolas ubicadas mayoritariamente en laderas, con carencia de tierra en cantidad y calidad suficientes, por lo que se produce un lento crecimiento económico y como consecuencia un bajo ingreso per cápita, que afecta el mejoramiento de condiciones de vida para las familias rurales.

La pobreza rural tiene sesgo de género, según datos proporcionados por el INE, existe una alta incidencia de pobreza crónica especialmente en la mujer rural. Las estadísticas muestran un incremento de la pobreza en las mujeres de 53.2% a 60.4% entre los años 1991 y 1999, en cambio entre los hombres la situación fue menor, de 34% a 38.4%, la información muestra una tendencia progresiva negativa en relación a la pobreza; estos resultados están vinculados con la falta de acceso y oportunidades para la mujer rural, que la marginan al límite de la sobrevivencia. Estudios recientes de la Población Económicamente Activa femenina rural muestran que la mujer se vincula en actividades de poca remuneración, como mano de obra familiar gratuita o como asalariada temporal.

6 7

PNUD. Informe Sobre Desarrollo Humano Honduras 2002. Tegucigalpa: 2002 INE. Vigésima Tercera Encuesta Permanente de Hogares (Módulo de Mujeres). Tegucigalpa: 2001.

19


En términos generales solamente un reducido porcentaje de población rural cuenta con las condiciones necesarias para integrase activamente a los procesos de desarrollo, tal como se observa en el cuadro número 1.

Cuadro No. 1 Pobreza Rural Según Método de la Línea de Pobreza Método de

Pobres

No pobres

Pobreza Crónica

Pobreza Inercial

las NBI Una o más NBI

55% Ninguna NBI

11%

Pobreza

Integrados

Reciente

Socialmente

19%

15%

Fuente: INE, en base a cifras de la XXVI EPHPM, Utilizando la integración de los métodos Línea de Pobreza y Necesidades Básicas Insatisfechas NBI, a nivel rural

El Informe de Desarrollo Humano de Honduras 20028 registra, que en la zona rural hondureña existe casi un millón y medio de hondureños bajo condiciones de pobreza humana, careciendo de los elementos esenciales para lograr el desarrollo de sus capacidades como seres humanos. Los departamentos con mayores privaciones son Santa Bárbara 38.3%, Lempira 36.6%, Ocotepeque 32.1%, Intibucá 32.1% y Copán 30.5%. El enfoque de género del Indice de Pobreza Humana IPH, muestra a Santa Bárbara con una mayor incidencia de privación en las mujeres 45.6% e Intibucá con 35.5%, determinado por el aislamiento de las comunidades y factores de carácter económico y cultural.

8

PNUD. Informe de Desarrollo Humano de Honduras 2002.

20


Otro tema de análisis son las organizaciones comunitarias, que a pesar de su importancia, únicamente el 24% de los productores/as pertenecen a algún grupo organizado según datos del INE (2002)9, lo que hace suponer que la mayoría de los problemas que genera la producción en pequeña o micro

escala

se

resuelven

aisladamente,

volviéndolas

altamente

vulnerables. La dispersión de las viviendas, comunidades y otros factores, ha provocado actitudes poco propicias a la formación de organizaciones o asociaciones productivas en el sector rural, especialmente de mujeres.

Según datos del PNUD (2000)10 existen cuatro tipologías de productores y productoras a nivel nacional, en su mayoría pobres, con similares características en todos los departamentos del país, representando aproximadamente 2.6 millones de personas, ubicadas en 238 municipios11 (cuadro No. 2).

Cuadro no. 2 Tipología de Pequeños Productores/as Agrícolas Tipología

% 21

Precaristas, campesinos/as

%

sin

tierra Campesinos/as

45.2 %

9

INE. Vigésima Tercera Encuesta Permanente de Hogares (Módulo de Mujeres). Tegucigalpa: 2001. PNUD. Informe Sobre Desarrollo Humano Honduras 2000. Tegucigalpa: 2000 11 PNUD, Informe Desarrollo Humano para Honduras 2000. 10

21


pobres con tierra 29

Campesinos/as

%

finqueros/as intensivos Cooperativas

y

4.8 %.

empresas asociativas Fuente: Datos del PNUD, Informe Desarrollo Humano para Honduras 2000

La atención gubernamental para la pequeña producción rural es reducida, inconstante y selectiva; especialmente en algunas regiones poco accesibles del país, lo que ha traído como consecuencia una progresiva reducción en las cosechas, deterioro de los recursos naturales, especialmente forestales y, una limitada capacidad de gestión que ha retrasado el desarrollo del sector. Las mujeres productoras han tenido muy poco acceso a tecnologías apropiadas, la mayoría enfrentan condiciones económicas limitadas para producir,

comprar

comercializar

sus

semillas

mejoradas,

productos;

sumado

transformar, a

esto,

almacenar

reciben

un

y

apoyo

institucional desarticulado, tanto del Estado como de las ONGs. A esta situación se suma un inadecuado manejo y aprovechamiento de la cooperación externa, por la vía de los programas y proyectos de desarrollo por parte de las comunidades. En buena medida este problema ha sido generado por los mismos técnicos, que generalmente desconocen las particularidades de la dinámica socio-productiva rural y el enfoque de género, para abordar los problemas que afectan el desarrollo.

22


Con frecuencia, las instituciones se conforman con una débil participación de la población y de las autoridades locales en la toma de decisiones, quedando por fuera el diseño de una visión y un plan estratégico de largo plazo, que posibilite al sector rural articular una salida viable al desarrollo.

En términos generales, las causas y el impacto de la pobreza en la mujer rural,

están

relacionadas

con

el

marginamiento

de

los

procesos

productivos generadores de ingreso, el lento crecimiento de la economía rural y el bajo nivel del ingreso per cápita y su desigual distribución. Asimismo de los factores de la producción, el bajo nivel de escolaridad y la baja productividad. La pobreza está referida también al deterioro de los recursos naturales que afectan directamente a la mujer, el acceso a recursos energéticos, al agua no contaminada y a las debilidades de los gobiernos locales para planificar procesos de desarrollo sostenible. El desarrollo de actividades de subsistencia en suelos de vocación forestal, guarda una relación directa con la elevada pobreza en las áreas rurales. (ERP 2001)12. La pobreza es “un síndrome situacional en el que se asocia el infraconsumo, desnutrición, precarias condiciones de las viviendas, bajos niveles

educacionales,

malas

condiciones

sanitarias,

una

inserción

inestable en el aparato productivo, actitud de desaliento, poca integración en los mecanismos de integración social, etc.” (INE 2002)13

La mujer quiere salir de la pobreza, superarla significa para ella dejar de ser subordinada, buscar la igualdad, la equidad y el acceso al poder; como lo han expresado algunas mujeres consultadas en esta investigación. Gobierno de la República. Estrategia para la Reducción de la Pobreza, un compromiso de todos por Honduras, Tegucigalpa, agosto 2001. 13 INE. Vigésima Tercera Encuesta Permanente de Hogares (Módulo de Mujeres). Tegucigalpa: 2001 12

23


“Erradicar la pobreza es salir del mundo de las carencias, pero también es llegar a tener cierto control sobre los recursos y cierto poder de decisión en el hogar, en el gobierno local y en el Estado, construir la ciudadanía, como seres humanos plenos con derechos y saberes. Por eso reducir la pobreza con equidad de género es un gran desafío”14.

1.3. La mujer rural como actora del desarrollo

Existe actualmente consenso sobre la necesidad impostergable de reducir la pobreza que enfrenta la mujer rural, el gobierno de la República ha diseñado una Estrategia en la que se señala la necesidad de vincularla activamente con la planificación del desarrollo, en todos los niveles y en el largo plazo; estimulando su ingreso a procesos económicos sostenibles de generación de ingresos, e impulsando políticas sectoriales de conformidad a las necesidades específicas de las mujeres que buscan con afán salir de la pobreza. Surge entonces la necesidad de cerrar la brecha entre lo que se promulga y planifica y su ejecución.

Para que la mujer pueda desempeñar su papel como actora de desarrollo es necesario aumentar su capacidad productiva, teniendo acceso al capital, recursos, crédito, tierras, tecnología, información, capacitación y asistencia técnica. Se conocen las condiciones de vida y trabajo de la mujer rural, especialmente su responsabilidad en la reproducción de la fuerza de trabajo rural, su desempeño en la producción de alimentos, especialmente de granos básicos, verduras y frutas, aún cuando las condiciones en que Núñez Gabriela. Pobreza y Género un desafío para la Estrategia de la Reducción de la Pobreza. Discurso Inaugural Seminario Taller sobre Género Y Pobreza. Tegucigalpa: 2001.

14

24


realiza los procesos productivos son generalmente difíciles, con altos niveles de marginamiento, violencia y exclusión. “El aporte invisible de las mujeres posibilita la reproducción y mantenimiento de la fuerza de trabajo familiar y contribuye en forma poco reconocida a la economía global del país”15.

Se ha comprobado que la mujer es altamente productiva por la dinámica que permanentemente le toca desempeñar en el hogar y fuera de el, su intervención en la generación de ingresos es determinante para el sostenimiento de la familia. “Su productividad y rentabilidad en manos del capital se transforma en fuente de ganancias” Dierkxsenz W.16, es una de las razones de su alto empleo en la producción agroindustrial y la maquila, por esta razón también es normalmente explotada, maltratada y mal pagada en esos espacios laborales.

Pese a que los datos estadísticos registran una participación reducida de las mujeres en actividades generadoras de ingreso, de un censo a otro se observa un importante crecimiento del número de mujeres a cargo de negocios, pequeñas empresas agrícolas y microempresas no agrícolas, con un crecimiento a tasas anuales del 12%17 en agricultura y por encima del 25% en la pequeña y en la microempresa no agrícola, en forma organizada o individual. Aún cuando esos registros censales no ofrecen una cobertura total sobre el trabajo de la mujer, a nivel de país se ha observado un incremento gradual del registro de la PEA femenina, de 27% en 1990 a un 38% en el año 2000,

Martínez María Antonia y Rosales Sara Elisa. El Acceso de la Mujer a la Tierra en Honduras. Fundación Arias, San José:1995. 16 Dierkxsenz, Wim. Cuadernos de Ciencias Sociales, FLACSO. San José: 1990. 15

17

INE. XVI Censo de Población y Quinto de Vivienda. Tegucigalpa : 2002.

25


mostrando una

tendencia de

1.0

unidades porcentuales por año

aproximadamente. La Encuesta Agrícola Nacional 200118 registra 48,540 mujeres productoras agrícolas, que representan un 9.7% del total del país, divididas en cuatro grupos:

a)

27,299

son

productoras

de

granos

básicos,

mayoritariamente

dedicadas a producir maíz, de ellas 5,222 cultivan fríjoles, 1,782 maicillo;

b)

Un 39% están dedicadas a cultivos permanentes, especialmente al café y en menor medida a productos tales como naranja, banano, cacao, palma africana, etc.

c)

Solamente un 3% se dedica a la silvicultura, explotación de bosques de coníferas y latifoliados.

d)

2% se dedican a cultivos anuales, igualmente a productos tales como cebolla, chile dulce, tomate y papa.

La siguiente gráfica ilustra comparativamente estos datos.

Gráfica No.1 Productoras Agrícolas

18

INE. Encuesta Agrícola Nacional 2001-2002. Tegucigalpa: 2002.

26


PRODUCTORAS AGRICOLAS SEGUN DEDICACION HONDURAS 2000-1. No. PRODUCTORAS "VISIBLES" = 48,540

39%

Granos Basicos Cultivos Anuales Silvicultoras

56% 3%

C. Permanentes

2%

Fuente: INE, Encuesta Agrícola Nacional, AFE-COHDEFOR. Honduras 2001

En el año 2002, había 1,233.675 mujeres rurales a nivel nacional, 590,000 fueron registradas por el INE (2002)19 como económicamente activas PEA, de las cuales: •

46,000

estaban

vinculadas

directamente

al

sector

primario

(realizando diversas actividades agrícola) •

19

272,000 estaban ubicadas en el sector secundario y terciario,

102,000 eran asalariadas,

118,000 trabajaban por cuenta propia y

52,000 ejercían ocupaciones sin remuneración.

INE. Encuesta Agrícola Nacional 2001-2002. Tegucigalpa: 2002

27


No se contabilizan en las estadísticas 643,675 mujeres, probablemente por problemas de recopilación de datos, por tratarse de niñas o mujeres ancianas que están fuera de la actividad productiva o, por falta de una verdadera visibilidad del trabajo de la mujer.

La presencia de las mujeres a cargo de empresas agrícolas es muy limitada, sólo representan el 6% del total de productores/as agrícolas. La producción no agrícola en pequeña escala es el área donde las mujeres encuentran mayores opciones, según los resultados de esta investigación.

Unas 311,000 mujeres están incorporadas a pequeños negocios a nivel nacional, según los datos del INE, aunque de acuerdo a nuestras observaciones y consultas el número podría ser mucho mayor.

La mujer rural ha luchado por un mayor reconocimiento de su rol como actora del desarrollo y un tratamiento igualitario por parte del Estado y de los dueños de los medios de producción. En Honduras históricamente se registran

una

serie

de

acontecimientos

y

movimientos

sociales

encaminados a romper con los lazos de subordinación y marginamiento, como lo comprueban los reclamos y protestas que el movimiento de mujeres organizado ha mantenido por tener derecho a tierra para cultivo, por reformar las políticas agrarias y otras políticas discriminatorias hacia la mujer, por una legislación igualitaria y justa.

Un rol fundamental lo ha desempeñado el Movimiento de Mujeres, a partir de cuyas luchas se han generado cambios de orden normativo y de intervención institucional: generación de leyes y políticas, creación de unidades especializadas en género en las Instituciones del Estado y en el Congreso de la República para que se tomen en cuenta sus propuestas.

28


Desde hace más de 50 años las mujeres luchan por acceso a la tierra, atención del Estado y los beneficios que ofrece el desarrollo. La Federación Hondureña de Mujeres Campesinas FEHMUC,

abrió el camino de la

organización de la mujer rural, entre ellas; la Asociación Nacional de Mujeres Campesinas ANAMUC, el Consejo para el Desarrollo Integral de la Mujer Campesina CODIMCA y otras, hasta la conformación de la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas, que las aglutina. Estas organizaciones introducen un nuevo debate en el tema de la mujer rural, el desarrollo y la necesidad de realizar reformas sustanciales en la forma de legislar, de administrar y de luchar contra la pobreza de la mujer, haciéndose escuchar en el espacio gubernamental. La Creación del Instituto Nacional de la Mujer y la aprobación de la Política nacional de la Mujer, así como otras leyes a favor de la mujer, como la Ley contra la Violencia Doméstica, han venido a fortalecer las iniciativas organizativas en la lucha por la igualdad de condiciones y oportunidades para la mujer rural en Honduras. El INAM como ente coordinador por parte del Estado, está desempeñando un rol estratégico en los procesos de posicionamiento del tema equidad de género e igualdad de oportunidades para la mujer rural en las iniciativas de Estado.

Actualmente también existe mayor interés de algunos países cooperantes por apoyar el financiamiento a iniciativas a favor de búsqueda de mejores y mayores oportunidades para la mujer, PNUD ha sido uno de esos organismos que desde la década del 80 ha venido apoyando la consolidación de Políticas y Programas para incorporar a la mujer rural al desarrollo. Igualmente importantes son los compromisos contraídos por el

29


Estado a nivel internacional, para legislar y apoyar el desarrollo de la mujer. Uno de los compromisos más importantes de esos acuerdos, es combatir las limitaciones, barreras y obstáculos para promover el adelanto y la potenciación

de

la

mujer,

promover

su

independencia

económica.

Erradicar la carga persistente de la pobreza que recae sobre ella y combatir sus causas estructurales. Garantizar el acceso de las mujeres rurales en condiciones de equidad de género a los recursos económicos, incluidos la tierra, el crédito, la ciencia y la tecnología, la capacitación, información, las comunicaciones, y los mercados. La liberación del potencial productivo de la mujer rural es esencial para interrumpir el ciclo de la pobreza, a fin de que pueda compartir plenamente los beneficios del desarrollo y disfrutar del producto de su propio trabajo.

II. MARCO TEÓRICO CONCEPTUAL 2.1

La Nueva Ruralidad y el rol de la Mujer

El desarrollo rural como concepto y como práctica, es un proceso en el tiempo, que facilita la promoción y fomento de oportunidades a la 30


población rural pobre, especialmente a la mujer, en el ámbito productivo, humano, social y ambiental. Diversos enfoques y modelos de desarrollo rural han sido aplicados a lo largo de décadas en el país, intentando elevar los niveles de productividad en el campo para acelerar el desarrollo, pero los resultados han sido muy pobres. La mayoría de estos enfoques excluyó a las mujeres rurales como actoras del desarrollo en su más amplia expresión; la intervención de la mujer se ha reducido a un mejoramiento de su desempeño en el ámbito doméstico. De haberse incluido a la mujer rural en las grandes decisiones y propuestas productivas agropecuarias, los resultados hubiesen sido diferentes, en consideración a las capacidades que

la mujer ha

demostrado, para emprender procesos sostenibles en diferentes ámbitos.

Los modelos y enfoques de desarrollo adoptados durante más de medio siglo, no tomaron en cuenta

el rol que de hecho ha cumplido la mujer

rural en los sistemas productivos agrícolas, no se le reconoce como productora agrícola, por consiguiente ha estado excluida del diseño, implementación y beneficios de los grandes programas agropecuarios: acceso a tierra, asistencia técnica, crédito y otros.

En la década de los 90 se institucionalizó la propuesta del PNUD del Desarrollo Humano Sostenible, como una iniciativa más amplia para buscar alternativas a la pobreza generalizada y en la que se plantea la inclusión de la mujer, bajo los principios de equidad, sostenibilidad, productividad, participación y seguridad humana. Este enfoque continúa vigente y un importante número de programas y proyectos se basan en el.

31


Surge en este mismo marco el enfoque de la “Nueva Ruralidad”20 como una alternativa a la crisis del desarrollo rural y a la poca efectividad de los otros modelos. La propuesta se sustenta teóricamente en un ordenamiento sistémico, que valora las diversas determinaciones que intervienen en las condiciones de vida de la población rural; así como en políticas abiertas, participativas y democráticas, que impulsan el desarrollo humano como objetivo central, el fortalecimiento de la democracia y la participación ciudadana. “Un crecimiento económico con equidad, valorando al ser humano como un ser integral que ejercita y promueve sus capacidades”21.

Este modelo sugiere un nuevo impulso al desarrollo local, a

las

comunidades y municipalidades rurales, mediante la aplicación de metodologías participativas de intervención que posibilitan los procesos autogestionarios, la autoafirmación y el posicionamiento necesarios para el protagonismo de los pueblos. Lo rural se valora desde esta nueva dimensión paradigmática con limitaciones y oportunidades, potenciando estas últimas.

Al construir nuevas estrategias para el desarrollo rural con un enfoque y una lógica de género, se posibilita una mayor comprensión de la producción-reproducción de las pequeñas unidades productivas: quién hace, por cuanto tiempo, qué, quién decide, cuáles son las expectativas de sus miembros, quiénes concentran los beneficios, qué implicaciones tiene la división del trabajo existente, etc. Al mismo tiempo facilita la delimitación adecuada de los grupos de población con los que se quiere trabajar, al considerar las variables de edad, etnia, etc., asociadas al análisis de género. 20

21

IICA/ CIDER. Nueva Ruralidad. Serie Documentos Pedagógicos 003, San José, Costa Rica: 2001.

Op. Cit.

32


El enfoque de la Nueva Ruralidad es una de las bases fundamentales del Programa Nacional de Desarrollo Rural Sostenible PRONADERS y sus proyectos, en momentos en que la reconversión productiva es una prioridad para el país ante los Tratados de Libre Comercio, cuya implementación se avecina. Precisa entonces revertir el problema de la pobreza, ajustar los procesos agropecuarios y potenciar las capacidades de las MIPYMES. El análisis de género y los ajustes que de él se derivan, ha sido asumido por la mayoría de las instituciones públicas y ONGs, vinculadas al desarrollo rural, al menos en el discurso; lo que amplia las posibilidades de identificación de alternativas económicas para las organizaciones productivas, cooperativas, pequeñas empresas o grupos familiares dirigidos por mujeres; en función de sus intereses, habilidades y potencialidades.

La inclusión de los intereses de la mujer como

base fundamental del

desarrollo rural, representa un gran salto histórico para el país, reconociendo que es un proceso de largo alcance, está sirviendo de referente para buscar la democratización de las relaciones sociales en el campo, la participación ciudadana, lograr la equidad en el acceso a recursos,

servicios,

beneficios;

intentando

recuperar

años

de

discriminación y alcanzar niveles de equidad en el ejercicio del poder. Hoy día, no es posible ni tolerable formular alternativas al desarrollo rural, sin que se otorgue a la mujer el papel que le corresponde como actora; en igualdad de derechos, condiciones y oportunidades, sin maltratos por hacer valer sus capacidades.

2.2. Posicionamiento de la Mujer Rural Frente al Desarrollo

33


En el presente siglo la inclusión y posicionamiento de la mujer en los procesos de desarrollo es un tema que forma parte del diseño de las políticas públicas y de la discusión y teorización sobre el desarrollo. El tema género en el debate del desarrollo, es no sólo una necesidad ética sino económica. Es abundante la evidencia empírica sobre los problemas que plantea la marginación de la corriente principal del desarrollo, de un 50% de la población conformada por mujeres,

y los altos costos que

significa renunciar a por lo menos una buena parte del potencial de este recurso humano. Tomar conciencia y reconocer el papel y el valor de la mujer en la sociedad rural es un paso crucial en la búsqueda de nuevas estrategias de desarrollo, enriquecidas con visiones de equidad y perspectiva de género22. La búsqueda de alternativas a los problemas que enfrentan las mujeres rurales ha estado respaldada por los cambios que en las últimas décadas se han dado a nivel mundial, al impacto negativo que ha generado el modelo económico neoliberal en los países pobres. Por estar sometidas a una doble condición de marginalidad, enfrentar mayores niveles de pobreza y discriminación, se busca promover su participación plena y efectiva a la vida económica, social, política y cultural del país.

El tema del desarrollo rural ha vuelto emerger como un tema central en el replanteamiento del modelo de desarrollo, se ha vuelto a retomar el rol de la economía campesina en el abastecimiento de alimentos y la importancia de la mujer en las alternativas de desarrollo. Se reconoce la capacidad productiva de la mujer para impulsar y dirigir procesos de desarrollo, la habilidad para entrar en propuestas de cambio e innovación, la responsabilidad que tiene para honrar sus deudas y compromisos. 22

IICA-CIDER. Género y Nueva Ruralidad. San José, Costa Rica: 2000.

34


“Es imposible hoy día pensar en un crecimiento acelerado y en un desarrollo equitativo, sin plantearse la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. La inclusión del enfoque de género, es hoy no sólo una necesidad ética, sino también económica. (Plan de Gobierno 2002-2006)23. La inclusión de la mujer rural en el desarrollo, es sin duda un elemento esencial de las políticas públicas y de la discusión y teorización sobre el desarrollo.

En

Latinoamérica

a

pesar

de

la

subvaloración

de

la

participación femenina en el mercado de trabajo, en las estadísticas oficiales, en las últimas décadas, el número de mujeres que ingresa a la fuerza laboral ha crecido más rápido que el de los hombres”24. “Existen claras evidencias de que las transformaciones mundiales en curso, que unos perciben como las consecuencias de la globalización económica y otros como un verdadero cambio de época, no son sólo de origen económico, sino que tienen como uno de sus principales ejes, precisamente el cambio de relaciones entre los géneros. Este cambio lleva consigo profundas transformaciones sociales”25. Es necesario comprender la importancia estratégica de la aportación e integración de las mujeres al desarrollo rural, la necesidad de registros estadísticos adecuados para cuantificar su participación económico-productiva. Desde la Conferencia Mundial del año Internacional

de la Mujer,

celebrada en México en 1975, se planteó no sólo la importancia de la participación

económica,

sino

también

política,

como

una

de

los

requerimientos para integrar a la Mujer al Desarrollo; se definieron medidas concretas que fueron retomadas en las Cumbres Mundiales 23 24 25

Gobierno de la República. Plan de Gobierno 2002-2006, Tegucigalpa, 2001 IICA CIDER. Género y Nueva Ruralidad. San José, Costa Rica: 2000. IICA – CIDER. Op. Cit.

35


subsecuentes. Algunas de estas medidas estaban orientadas a promover la información y el ejercicio de los derechos ciudadanos de las mujeres, garantizar el derecho al voto y la elegibilidad de las mujeres a cargos de responsabilidad pública, así como promover su amplia incorporación en todos los niveles de toma de decisiones. En 1985, durante la tercera conferencia mundial en Nairobi, la evaluación de la Situación de la Mujer, reflejó un escaso cumplimiento en las metas anteriormente propuestas y concretamente en materia de participación. Por esta razón se logró traer de nuevo el tema al debate y como resultado se crearon leyes que hoy día sirven de referente para las mujeres, que tratan de superar los problemas que genera la marginalidad.

Fotografía 5. Seminario Taller de consulta. San Nicolás Santa Bárbara. 2003

En esta conferencia, se aprobó el documento “Estrategias de Nairobi Orientadas Hacia el Adelanto de la Mujer”, enfatizando la importancia de fortalecer la participación y el liderazgo, y resaltando la necesidad de impulsar un trabajo conjunto entre los gobiernos, las organizaciones no gubernamentales, el mundo académico y otros actores; que puedan

36


promover la participación de las mujeres en la formulación de políticas y decisiones para el desarrollo. La IV Conferencia Mundial celebrada en Beijing en 1995 exhorta una vez más a los gobiernos, sociedad civil y comunidad internacional, a tomar medidas estratégicas con relación a aspectos de especial preocupación, se plantea nuevamente la desigualdad entre hombres y mujeres en el ejercicio del poder y en la adopción de decisiones a todos los niveles; señalando la falta de mecanismos suficientes para promover el adelanto de la mujer y la falta de respeto, promoción y protección a los derechos humanos.

El proceso de establecimiento de una agenda internacional para el avance en la equidad de género, impulsado por las Naciones Unidas; ha sido acompañado por otras iniciativas regionales. Entre ellas destacan las Cumbres Interamericanas celebradas en Miami en 1994 y la de Santiago de Chile en 1998, las que han incluido compromisos explícitos de los gobiernos dirigidos a aumentar la presencia de las mujeres en posiciones de poder. En el ámbito nacional, los compromisos derivados de la firma de estos convenios internacionales, ha facilitado la creación de un marco legal e institucional para impulsar acciones en la búsqueda de la equidad de género (o la igualdad de oportunidades), así como la apertura de “cuotas” de participación política de la mujer en los organismos de gobierno.

La Ley de Igualdad de Oportunidades propone reducir los obstáculos de orden jurídico, político, sociocultural y económico, que limitan la participación de las Mujeres en los espacios públicos, fortalecer su liderazgo y las prácticas asociativas. Esta Ley ha sido el marco para la

37


definición de nuevas políticas orientadas a incrementar los beneficios para la mujer, elevar sus niveles de productividad y eficiencia en el trabajo y su participación en los procesos productivos y en el desarrollo comunitario.

La Secretaría de Agricultura y Ganadería formuló una Política para la Equidad de Género en el Agro Hondureño 1999-2015, que fue aprobada por el Consejo de Desarrollo Agrícola (CODA) en marzo del año 2000, siendo la instancia responsable de su implementación la Dirección Nacional de Desarrollo Rural Sostenible DINADERS. La misma contempla la necesidad de asegurar a las mujeres rurales mayor igualdad en los beneficios estatales y la cooperación para el desarrollo. Esta Política se articula a la Política Nacional de la Mujer del INAM. Su objetivo es “Institucionalizar y operacionalizar, a partir de planes sectoriales agrícolas, un

proceso

que

permita

el

fortalecimiento

y

la

ampliación

de

oportunidades económicas, sociales, políticas y culturales en igualdad de condiciones a las mujeres rurales, a fin de reducir al año 2015 la brecha de género existente en el agro hondureño”26

Para la implementación de esta política en los Programas y Proyectos dirigidos al sector rural, la Secretaría de Agricultura y Ganadería elaboró un Plan Estratégico con el objetivo de “Impulsar la incorporación del enfoque de género como eje transversal a nivel programático, estructural y operativo de los diferentes proyectos de la DINADERS, dentro del marco conceptual del desarrollo humano sostenible con perspectiva de género y la construcción de una nueva Ruralidad, basados en los ejes de equidad, sustentabilidad, productividad y empoderamiento”27. 26 Secretaría de Agricultura y Ganadería. Política para la Equidad de Género en el Agro Hondureño, Tegucigalpa: 1999. 27 Secretaría de Agricultura y Ganadería. Plan Estratégico de la Política para la Equidad de Género en el Agro Hondureño 2002-2006. Tegucigalpa: 2002.

38


Este Plan Estratégico se propone concretar la ejecución de la Política, convirtiendo el enfoque de género en un eje transversal de los proyectos que se desarrollen para la zona rural. Se trata de una visión de largo plazo, enmarcada en intereses estratégicos, por tanto contempla la inclusión de la mujer rural en una perspectiva de desarrollo diferente a la que hasta hoy se ha impulsado.

La Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente formuló la Política de Equidad de Género 2000-2015 la que expresa: “Es impostergable la participación plena de la mujer en la toma de decisiones relacionadas con los recursos naturales, la energía, gestión ambiental, la conservación de los suelos, la biodiversidad, el cambio climático, el ordenamiento territorial, la protección de cuencas y en general con todas las medidas encaminadas a la prevención de la contaminación y la reducción de la vulnerabilidad del ambiente y cumplir con los compromisos suscritos por Honduras, orientados a la eliminación de las distintas formas de discriminación de la mujer”28. La importancia de estas Políticas para la mujer rural estriba en el reconocimiento de la necesidad de respetar su protagonismo como actora del desarrollo, mediante el fomento e incremento de su participación social y productiva de largo alcance, lo cual significa un gran avance al menos a nivel propositivo para la búsqueda de la equidad y la democracia. Otro reto no menos relevante, es la promoción de Políticas encaminadas a la remoción de los obstáculos que, por razones de género, todavía enfrentan las mujeres para lograr una participación más equitativa. 28 Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente. Política de Equidad de Género 2000-2005 , Tegucigalpa: 2000.

39


2.3 La mujer rural frente a procesos productivos

En las últimas dos décadas, a raíz de la agudización de la pobreza cobró fuerza la implementación de proyectos de generación de ingresos exclusivos para mujeres rurales, como la cría y cuidado de especies menores,

transformación

de

alimentos,

elaboración

de

artesanías,

comercialización de bienes de consumo familiar y producción

de

productos alimenticios en pequeña escala; como una prolongación de las actividades que tradicionalmente ha desarrollado la mujer en el ámbito doméstico. Una sobrecarga de trabajo que corre el riesgo de quedarse en la reproducción y sostenimiento de las condiciones de marginamiento de la mujer rural.

Actualmente, sin embargo, es posible observar

mujeres rurales (pocas

todavía), vinculadas a pequeñas empresas en rubros no tradicionales, con algún potencial económico y una dinámica productiva relativamente sostenible. Las mujeres rurales en el escenario actual, tienen relativamente más opciones para convertirse en promotoras activas del desarrollo y receptoras de sus beneficios. En esta investigación se logró contabilizar 53 actividades productivas diferentes realizadas de manera individual o colectiva. En ellas se aprecia un abanico de motivaciones, desde las optimistas, tesoneras, con visiones de la vida y del trabajo de largo alcance, que exigen un tratamiento diferente por parte del Estado y de las ONGs, en relación a su involucramiento en los procesos de desarrollo; hasta las que se mantienen a la expectativa, dependiendo de las ofertas que se le presentan. Entre las primeras existen las que buscan trascender el espacio privado e

40


incursionar en el público ganando posiciones de liderazgo en la comunidad y fuera de ella. Un número creciente de mujeres se están vinculando a iniciativas locales e institucionales

de

desarrollo,

tanto

en

organizaciones

de

carácter

comunitario, como en proyectos productivos generadores de ingreso. Las mujeres salen de su casa para capacitarse, algunas son seleccionadas como enlace de las instituciones por el nivel que logran adquirir, sin que ello signifique que se haya modificado las relaciones de poder en el interior de la familia o la comunidad; con algunas excepciones, los roles tradicionalmente asignados, se mantienen dentro de los estereotipos, atendiendo construcciones genéricas.

Fotografía 6. Mujer alfarera Lenca, líder de la Comunidad de La Arada, Departamento de Valle. Enero 2003

2.4. Políticas del Estado que involucran a la mujer rural

Así como se requiere una política integral para abordar el tema género, se requieren políticas diferenciadas para tratar el tema de las mujeres

41


rurales.

“Un

reto

muy

importante

es

la

promoción

de

políticas

encaminadas a la remoción de los obstáculos que, por razones de género, todavía enfrentan las mujeres para tener una participación más equitativa, se tiene que partir de la nueva visión de la nueva Ruralidad y de la equidad de género de las mujeres rurales, para presentar luego los elementos políticos conceptuales y programáticos necesarios para la implementación de propuestas alternativas”29.

2.4.1 Política Nacional de la Mujer

La institución responsable de la implementación de la Política Nacional de la Mujer, es el Instituto Nacional de la Mujer, creado por Decreto No. 23298 el 11 de Febrero de 1999. Este Instituto tiene la responsabilidad de “formular, promover y coordinar la ejecución y el seguimiento de la Política Nacional de la Mujer y la integración de la misma al desarrollo sostenible, así como los planes de acción que la operativicen”.

La Política Nacional de la Mujer: Primer Plan Nacional de Igualdad de Oportunidades, promueve la creación de condiciones favorables para superar las brechas de desigualdad que existen entre mujeres y hombres, la promoción de oportunidades equitativas y el avance social, político, económico y cultural de las mujeres. Como se explica a lo largo del documento, históricamente las mujeres han contribuido de manera determinante a los procesos de generación de bienes y servicios para la sociedad en el ámbito reproductivo y en el

29

IICA/CIDER. Género y la Nueva Ruralidad, 2000.

42


sostenimiento de las economías de subsistencia; participando, aunque de forma minoritaria, en sectores dinámicos de la economía. La PNM reconoce que la problemática social y económica de las mujeres rurales es compleja y multicausal, que demanda estrategias estatales de carácter integral y sostenido, que deben partir del reconocimiento de las mujeres como sujetas activas del desarrollo; con derecho a participar en los procesos de formulación y ejecución de políticas socioeconómicas, orientadas a crear condiciones favorables para mejorar la vida de las mujeres, su acceso a la propiedad y su posición como actoras del desarrollo. La PNM se propone: formular, ejecutar y evaluar propuestas atendiendo las necesidades y demandas de las mujeres; diseñar y ejecutar programas y proyectos de formación para fortalecer las capacidades de producción y comercialización de las mujeres en áreas tradicionales y no tradicionales; incluyendo el comercio electrónico, negociación y aspectos jurídicos; buscar la equidad de género en el acceso, uso y control de los recursos productivos, reconociendo la condición histórica de desigualdad que enfrentan las mujeres; vigilar porque se amplíe la cobertura y mejora de la calidad y el acceso de las mujeres a los servicios de agua, energía eléctrica, telefonía y radiocomunicaciones; implementar un sistema de titulación expedito para asegurar la propiedad de la vivienda, la tierra u otros bienes a nombre de la mujer y de la pareja, tal como lo dispone la Ley de Igualdad de Oportunidades para la Mujer.

2.4.2 Política para la Equidad de Género en el Agro Hondureño 1999 2015

43


Fue formulada para ejecutarse en un período de 16 años por las instituciones del Sector Público Agrícola: SAG, INA, AFE-COHDEFOR, IHCAFE, SERNA, BANADESA, IHMA, FONAPROVI, bajo la coordinación de la SAG como ente rector de las políticas del sector; cada institución institucionalizará la perspectiva de género en todas las acciones que se realicen para el desarrollo del sector agrícola y de la población rural.

La Política para la Equidad de Género en el Agro Hondureño se articula con la Política Nacional de la Mujer, bajo la coordinación del INAM, es dirigida a la población agrícola rural. La factibilidad de su implementación depende de la articulación de sus lineamientos en el marco de acción previsto en planes y políticas de gobierno. Se prevé la ejecución de proyectos que incorporen efectivamente a las mujeres al proceso de producción,

organización,

comercialización

y desarrollo

empresarial;

especialmente en aquellos rubros que presenten potencialidades de desarrollo.

Los Principios de la Política son: igualdad de las personas en el área rural, sostenibilidad en el uso de los recursos naturales, promoción de las personas de modo que participen en el proceso de desarrollo y se beneficien con él, eficiencia y eficacia en el desarrollo de acciones en busca de la equidad de género y el desarrollo productivo del sector agrícola. El objetivo general de la misma es institucionalizar y operacionalizar, a partir de las actuales políticas y planes sectoriales agrícolas; un proceso que permita el fortalecimiento y la ampliación de las oportunidades económicas, sociales, políticas y culturales en igualdad de condiciones a las mujeres rurales; a fin de reducir al ańo 2015 la brecha de género existente en el agro hondureño.

44


Los ámbitos de acción de la política son: Fortalecimiento institucional, Información estadística y no estadística para el sector agrícola, acceso y control de los recursos productivos básicos, sector de la agroexportación tradicional y no tradicional, manejo sostenible de los recursos naturales, derechos y participación en la toma de decisiones y desarrollo humano sostenible.

Esta Política para la Equidad de Género en el Agro Hondureño, se refiere a la ausencia y presencia de las mujeres en los procesos económicos y sociales en la zona rural, “intenta corregir la ausencia de las mujeres en aquellos lugares públicos en que están presente los hombres”.30 Hoy día, “cuando se intenta conseguir el objetivo de la inclusión es cuando se descubre que la contrapartida de esta ausencia es la presencia de las mujeres”31, la subvaloración del trabajo de la mujer empieza a ser conocido.

En el año 2001 el Gobierno de la República presentó un Plan Estratégico para

la

implementación de

esta Política

dividido en

tres partes:

Construcción de una institucionalidad multisectorial para la Nueva Ruralidad, Fomento e incremento de la participación social y productiva de las mujeres en el área rural, Participación Social y Política de hombres y mujeres en forma equitativa y democrática. El objetivo que se alcanzará al año 2015 es: “una ampliación de las oportunidades para el desarrollo de la mujer rural”; a dos años de haberse iniciado el proceso de implementación, los logros que se visibilizan están a 30

Mosser, Carolina. La Planificación de género en el tercer mundo: enfrentando las necesidades prácticas y estratégicas de género, 1991. 31 ASTELARRA, JUDITH. Veinte anos de políticas de igualdad de oportunidades en España. (Conferencia Reducción de la Pobreza, Gobernabilidad, Democracia y Equidad de Genero). Managua: 2002.

45


nivel de capacitación e incentivación a las mujeres rurales, para la creación de pequeñas actividades productivas generadoras de ingreso, en los proyectos adscritos a PRONADERS.

La política está en proceso de implementación a través de las diferentes instancias adscritas a la SAG. En las consultas realizadas no quedó claro cómo con las acciones que se realizan en PRONADERS, mediante la ejecución de 15 Proyectos, se superará la desigualdad en el acceso a los recursos productivos, cómo se transformarán los mecanismos que sostienen las relaciones de desigualdad. Los proyectos se quedarán cortos si no transcienden el enfoque productivo de cuantificación de acciones, dada la magnitud de la realidad del desarrollo que es necesario impulsar. Si no se orienta el rumbo de estos procesos hacia una transformación de la mujer rural como actora del desarrollo, los logros serán muy limitados.

“El empoderamiento humano desde la perspectiva de género, no sólo trata de encaminar a las mujeres a un mundo práctico y simbólico, sino a generar la capacidad de transformar, criticar, reconstituir y re-significar la vida. Para dar pasos en este sentido se necesita de la priorización de los intereses prácticos y estratégicos de género”32. Esta es la importancia del fortalecimiento de liderazgos en las mujeres rurales.

III. Caracterización General de la Situación de las Mujeres Rurales

32

Mosser, Carolina. La Planificación de género en el tercer mundo: enfrentando las necesidades

prácticas y estratégicas de género. 1991.

46


Según el Censo de Población y Vivienda realizado por el Instituto Nacional e Estadísticas INE en el año 200133, la población femenina en el país alcanzó una cifra de 3,304,386 que constituye el 50.6% del total nacional, concentrándose en el área rural, 1,233,675 mujeres. La tasa de crecimiento poblacional se estimó en 2.64. Los departamentos que tienen una ligera diferencia a favor de la población femenina son Cortés y Francisco Morazán.

La mayoría de las mujeres llevan sobre sus hombros más del 50% de la carga familiar. “Únicamente un tercio del trabajo femenino es remunerado y el 34% de la fuerza laboral femenina participa en el sector informal de la economía en condiciones difíciles, con salarios inferiores al mínimo”34.

Fotografía 7. Mujeres líderes del Municipio de San Lucas. El Paraíso, elaboran el reloj de las 24 horas de la mujer rural. Fotografía Facilitada por el Proyecto PESA, Seguridad Alimentaria, 2002

33

INE. XVI Censo de Poblacional y V de Vivienda. Tegucigalpa: 2002 Gobierno de la República. Plan de Gobierno 2002-2006, capítulo V, Profundización de la Democracia y la Gobernabilidad, (numeral H, Equidad de Género). Tegucigalpa: 2001.

34

47


Fotografía 8. Reloj de las 24 horas de la mujer rural, San Lucas El Paraíso. Fotografía Facilitada por el Proyecto PESA, 2002

Las mujeres rurales trabajan un tercio más de horas que los hombres, pero reciben una décima parte de los ingresos de éstos, según resultados de una consulta realizada a mujeres por el Proyecto PESA de la Secretaría de Agricultura y Ganadería.

De hecho las mujeres rurales no constituyen una población homogénea, se vinculan a procesos productivos muy diversos de conformidad a factores de edad, estado civil, respaldo familiar, escolaridad, etnia, etc. La mujer joven sin niños ni cónyuge o dependientes, tiene una relativa movilidad para buscar trabajo fuera de la comunidad, la mujer joven con cónyuge y con hijos e hijas pequeños/as, tiene más limitaciones para incorporarse a trabajos remunerados fuera de casa35. Las mujeres mayores de edad con hijas adolescentes u otros familiares adultos en casa, tienen más oportunidades de incorporarse activamente a iniciativas de desarrollo individual o local; según lo observado en esta 35

Chiboga, M. R. Grynspan y L. Pérez. Mujeres de Maíz. San José: IICA, 1996.

48


investigación, las mujeres de tercera edad, dependiendo de su estado de salud, son generalmente activas y contribuyen con el trabajo de la casa.

Fotografía 9. María de Jesús Sánchez, anciana de 94 años Remienda una cortina, Tapahuasca, San Lucas, El Paraíso, Diciembre 2002

Una gran mayoría de mujeres rurales jóvenes dejan los y las hijos/as generalmente con la madre, para buscar empleo fuera de su comunidad y proveer ingresos al hogar. Casi todas las familias rurales tienen al menos un miembro de la misma trabajando como asalariado/a lejos de casa, como estrategia de sobrevivencia.

En términos generales las mujeres experimentan desigualdad en el acceso al trabajo, bajos salarios, inestabilidad, discriminación en la selección y promoción, poco poder de negociación con los empleadores; esta situación se produce generalmente por la falta de conocimiento de ésta, sobre las leyes que la protegen y sus derechos como trabajadora.

Las madres solteras enfrentan una mayor incidencia de pobreza, en el año 2002 en Honduras existían 129,188 hogares con jefatura femenina (INE

49


2002)36, que tienen una pobreza mayor (66%) que el nivel de pobreza que tienen los hogares con jefatura masculina (58%). El mejoramiento de la calidad de vida de las familias rurales deberá empezar por romper las desigualdades de género, haciendo énfasis en las necesidades, intereses y aspiraciones de las mujeres. La Política para la Equidad de Género en el Agro Hondureño publicada por la Secretaría de Agricultura y Ganadería (2002), maneja el discurso que las mujeres constituyen un recurso humano fundamental para el desarrollo del Sector Agrícola por lo que habrá que apoyarles en sus iniciativas.

3.1. Situación educativa

El país presenta en términos generales, grandes limitaciones educativas en la zona rural. Según datos del INE37, el 29% de la población rural es analfabeta no existiendo una mayor diferencia en cuanto a género. Los mayores índices de analfabetismo en la población femenina, se presentan en la población mayor de 35 años, las mujeres de 19 a 35 años de edad son las que poseen mayor escolaridad (7 años), en comparación con el resto de la población. Los años de estudio promedio que cursa la mujer rural son 4.4 lo que representa una escolaridad ligeramente mayor que la de los varones. A comienzos de los años 60, el porcentaje de mujeres analfabetas en Honduras era mayor que en los hombres, pero a comienzos de los 70, la relación se invirtió, siguiendo un ritmo lento pero constante del 2 al 4%

36 37

INE. Vigésimo Tercera Encuesta Permanente de Hogares. Tegucigalpa: 2002 INE. XVI Censo de Poblacional y V de Vivienda. Tegucigalpa: 2002

50


(INE 2001)38, actualmente esta tendencia sigue presentándose. En el área rural, las reducciones han sido bastante pronunciadas llegando a alcanzar, en el caso de las mujeres, cifras entre un 10 y un 15% de incremento de alfabetas. Esta información revela una mejoría importante en el nivel educativo de la mujer que había estado siempre por debajo de los porcentajes del hombre. Con frecuencia el incremento en los niveles educativos en las mujeres conlleva un impacto positivo en el bienestar de las familias. El aumento en la incorporación de la mujer al sistema educativo formal, se muestra en los últimos datos estadísticos del INE39, las mujeres han tenido un mejoramiento significativo en los últimos 30 años, la tasa de matricula combinada (primaria, secundaria y terciaria) en el año 2002 era de 57.8%, la tasa de alfabetismo de 69.4% con 4.4 años de escolaridad promedio. En términos comparativos la situación educativa de la mujer rural va mejorando, se espera que el incremento de sus niveles educativos contribuya a revertir la tendencia de pobreza observada actualmente. En la década del 90, la participación de la mujer en el proceso de desarrollo

aumentó

comparativamente

en

relación

a

las

décadas

anteriores. En esta investigación se logró confirmar (mediante las entrevistas), que la incorporación de la mujer al trabajo productivo generador de ingresos, tiene como uno de sus objetivos más importantes contar con recursos para la educación de los hijos e hijas, además del mejoramiento de la alimentación y la salud familiar.

38 39

INE. INE. XVI Censo de Poblacional y V de Vivienda. Tegucigalpa: 2002 INE. INE. XVI Censo de Poblacional y V de Vivienda. Tegucigalpa: 2002

51


“Haciendo Pichinguitos he logrado educar a mis hijos a nivel de educación secundaria, el mayor ya entró a la Universidad Pedagógica” (Entrevista a Clara González, artesana de Yarumela, La Paz).

Fotografía 10. Señora Clara González, Comunidad de Yarumela, La Paz. Producción Artesanal de objetos de barro. Noviembre 2002

Sobre la calidad de la educación y la inclusión del enfoque de género en el sistema educativo formal, la Secretaría de Educación ha iniciado reformas tanto en el sistema de enseñanza, elaboración de un nuevo currículo para todos los niveles y la elaboración de nuevos materiales educativos que contemplen de manera transversal la igualdad entre mujeres y hombres; así mismo se esta tomando en cuenta la eliminación de estereotipos sobre ambos géneros.

La Secretaría de Educación tiene pendiente la resolución del problema de mejoramiento de la calidad de la educación en la zona rural, el ausentismo de los y las profesores/as, programar los períodos de clases en épocas que

52


coincidan con las posibilidades reales de participación de la niñez que vive en la zona rural y que participan activamente en los procesos de siembra, cosecha, corta de café y otros.

3.2. Condiciones de salud

El logro de la salud es otro factor que influye en las condiciones de vida de la mujer. A pesar que las mujeres rurales actualmente tienen menos hijos que sus madres, persisten los altos niveles de natalidad. Según la Secretaría de Salud40, la tasa de fecundidad en Honduras es de 4.1, lo que contribuye a mantener vulnerable la salud de la mujer. El comportamiento reproductivo de las mujeres rurales se ha caracterizado por el inicio de la maternidad a edades muy tempranas. Según la Encuesta Nacional de Epidemiología y Salud Familiar de 199641, entre 14 y 18 años promedio las adolescentes inician la tarea de ser madres, arriesgando no sólo su salud, sino la de sus niños o niñas, limitando también sus oportunidades de educación. La atención prenatal y al parto siguen siendo insuficientes en la zona rural.

La mujer rural adolescente tiene poco acceso a programas de educación sexual que le permitan valorar los riesgos y la responsabilidad que contrae con la maternidad, tanto para el niño o la niña que nace como para su persona. Así mismo es importante considerar los efectos en su autoestima, cuando por la maternidad temprana se ve limitada a continuar su proceso de formación y desarrollo como persona.

40 41

Secretaría de Salud. Encuesta Epidemiológica y Salud Familiar. Tegucigalpa: 2001 Secretaría de Salud. Encuesta Epidemiología y Salud Familiar. Tegucigalpa: 2001

53


Lograr las condiciones de salud para la mujer rural y su familia es parte de la búsqueda del desarrollo, de contar con una vida digna en el contexto rural en el que les toca vivir.

Fotografía 11. Madre Adolescente Comunidad La Patastera, San Lucas, El Paraíso 2002

3.3. Vivienda y servicios básicos

El tema de la vivienda y los servicios básicos en Honduras ha sido ampliamente estudiado. El 72.90%42 de comunidades rurales a nivel nacional disponen de sistemas de agua, el 35.47% con cloración, una cobertura real de letrinas del 67.00%, servicio de alcantarillado mínimo y únicamente un 15% posee alumbrado eléctrico.

En el Análisis de Satisfacción de Necesidades Básicas, realizado por el INE en su Vigésima Sexta Encuesta Permanente de Hogares 200243, se destacan las siguientes cifras para el área rural:

42

SANAA. División de Investigación y Asistencia Técnica. Cobertura de agua y saneamiento. Tegucigalpa: 2003. 43 INE. Vigésima Sexta Encuesta Permanente de Hogares. Tegucigalpa: 2002.

54


Honduras cuenta con 1,308,019 viviendas en el área rural, de las cuales el 82% son propias. En el área urbana la vivienda alquilada es 7 veces superior que en el área rural.

El 45% de las viviendas están construidas de adobe, 48% poseen piso de tierra. La vivienda rural es relativamente pequeña, con un promedio de 2.9% cuartos y 5.1 personas por casa.

Más del 65% de las viviendas no tienen acceso a la electricidad, utilizando como alternativas energéticas, velas, ocote, candil o lámparas de gas.

33% no cuentan con servicio sanitario, utilizando como alternativa, letrinas con pozo negro o ningún tipo de eliminación de excretas (Gráfica No2).

Una de cada cinco personas en el país vive en condiciones de hacinamiento.

Estudios realizados por la OPS han advertido que las condiciones de la vivienda influyen en la salud de las personas. El piso de tierra, la falta de agua potable y de servicios sanitarios se relacionan con ambientes contaminados

propensos

a

generar

alta

frecuencia

de

infecciones

gastrointestinales, el mal de chagas, y otras enfermedades.

55


Condiciones de la Vivienda Rural

Fotografía 12. Viviendas rurales. Departamento de Valle, enero 2003

La mujer y los/las niños/as, que pasan una buena cantidad de tiempo en casa, están expuestos a ambientes fríos y húmedos y en otros extremos a ambientes calurosos y polvorientos, por falta de condiciones adecuadas en la vivienda. Cocinar con leña es otro factor de riesgo para la salud de la mujer, los niños y ancianos/as que pasan en constante contacto con el humo, contraen afecciones en las vías respiratorias; actualmente más del 90% de la población rural cocina en fogón, lo cual incide también en el deterioro del medio ambiente. Las condiciones de acceso a servicios básicos ha mejorado en el área rural, pero aún persiste un gran porcentaje de familias viviendo en condiciones precarias que afectan su salud y calidad de vida. (Encuesta Epidemiológica y Salud Familiar 2001)44. 44

Secretaría de Salud. Encuesta Epidemiológica y Salud Familiar. Tegucigalpa: 2001

56


Gráfica No.2 Caracterización de la Vivienda Rural

CARACTERISTICAS DE LA VIVIENDA RURAL EN HONDURAS Eergia Electrica 31.80% 84.70% 62.10%

Inodoro, Letrina Llave detro de la Vivienda/Propiedad

51.80%

Piso de Tierra

60.50% Cocina con Lena

Fuente: Encuesta Nacional de Epidemiología y Salud Familiar 2001

3.3 Oferta de Trabajo y acceso a fuentes de empleo

El 51% del total de la población nacional está en edad de trabajar (tasa de participación), en el caso de las mujeres rurales la oferta de trabajo es muy reducida, según los datos estadísticos (22.5%) en comparación a la del hombre (75.7%), igualmente su participación en la PEA, 277,683 en relación a 960,084 de los hombres (INE 2002)45. El cuadro No.3 ofrece el detalle.

45

INE. Vigésimo Sexta Encuesta Permanente de Hogares. Tegucigalpa: 2002

57


Cuadro No.3 Oferta Nacional de Trabajo

Características

Total

Principales de la Nacional

Total

Total

Urbano

Rural

Oferta de Trabajo Población total

6,697,916

3,064,487

3,633,429

PET

4,806,513

2,305,135

2,501,378

Hombres

2,315,062

1,047,359

1,267,703

Mujeres

2,491,450

1,257,776

1,233,674

PEA

2,444,807

1,207,040

1,237,761

Hombres

1,649,802

689,718

960,084

795,005

517,322

277,683

Ocupados/as

2,351,078

1,135,344

1,215,734

Hombres

1,593,045

646,763

946,282

758,033

488,581

269,452

Desocupados/as

93,729

71,696

22,033

Hombres

56,758

42,955

13,803

Mujeres

36,972

28,741

8,231

Tasa

50.9

52.4

Hombres

71.3

65.9

75.7

Mujeres

31.9

41.1

22.5

Mujeres

Mujeres

49.5

Participación

Fuente: INE. Vigésima Sexta Encuesta Permanente de Hogares. Tegucigalpa: 2002.

Los datos anteriores hacen suponer que la mujer está aportando poco a la economía del país, si los mismos se comparan con las 1, 233,674 mujeres

58


en edad de trabajar. Evidentemente existe un problema de subregistro, pues solamente las maquilas y la agroindustria de exportación han incorporado a los procesos productivos, más de 150.000 mujeres rurales.

La mujer rural busca contar con ingresos sostenibles, pero su acceso a la tierra y a los mercados de bienes y servicios agropecuarios siguen siendo muy limitados; la situación no ha cambiado sustancialmente desde que se aprobó la Ley de Modernización Agrícola en 1992, en la que se estipula el acceso a la tierra para la mujer. Esta situación la ha inducido cada vez más a depender de los mercados de trabajo asalariado; las agroindustrias y los cultivos de exportación que demandan mano de obra menos calificada. Estos mercados de trabajo se han convertido en una opción laboral que crece, demandando mujeres para realizar trabajos delicados como la manipulación de la fruta, es el caso de los cultivos de exportación, bananos, melones, sandías, etc., especialmente en los Departamentos de Cortés, Comayagua, Choluteca y Valle.

Las maquilas están requiriendo mano de obra femenina joven en cantidades considerables, lo cual está generando la migración rural-rural, rural-urbana y rural-semiurbana. Una cantidad considerable de mujeres campesinas se han trasladado a las ciudades para trabajar en las maquilas como es el caso de Choloma y Villanueva en el departamento de Cortés, aún cuando los ingresos sean bajos y se carezca de seguridad social.

Las ramas de actividad económica donde se concentra más empleo, como ocupación principal son: agricultura 38%, comercio 21%, industria 15%, lo que hacen un total del 70% de la población económicamente activa. El 47% de los y las ocupados/as se vinculan a los procesos productivos como

59


asalariados/as y el 41% por cuenta propia; los ingresos promedio de las personas ocupadas a nivel nacional son de Lps. 2,854 por mes, Lps. 3,807 en el área urbana, Lps. 1,800 en el área rural (INE 2002)46. La estructura de la población hondureña es predominantemente joven e incide en que cada persona ocupada tenga que mantener un promedio de 2.7 personas (tasa de dependencia).

3.5. Participación de la Mujer en la generación de empleo.

En negocios agrícolas relativamente grandes, la participación de la mujer rural es muy limitada, solamente el 5% de los productores agrícolas, son mujeres. Según datos del Censo Nacional, la producción no agrícola en pequeña escala es el área donde encuentran mayores opciones para incursionar de manera independiente y generar empleo. A nivel nacional sólo un 38% de las mujeres en edad de trabajar aparece efectivamente incorporada al mercado de trabajo. La comercialización es unos de los factores

determinantes

para

la

sostenibilidad

de

las

actividades

productivas en las que se involucra la mujer rural y es uno de los aspectos en los cuales presenta más debilidad.

Por su parte, los servicios comunales, sociales o personales representan un total de 16.746 negocios de los cuales, 5.551 pertenecen a mujeres y 11.195 a hombres. En transporte, almacenamiento y comunicación, 981 negocios son de mujeres y 3.058 de hombres. Estos datos ilustran la desigual

participación

de

los

géneros

en

actividades

productivas

generadoras de ingreso en áreas de servicios comunales, transporte,

46

INE. XVI Censo de Poblacional y V de Vivienda. Tegucigalpa: 2002.

60


almacenamiento y otras, pero también dan cuenta cómo la mujer está abriendo brecha en el tema de la empresa, aunque sea en pequeña escala. La Política Nacional de la Mujer47 señala: “Las mujeres rurales se vinculan a

la

producción,

transformación

agropecuarios,

acuícolas,

especialmente

las

y

forestales,

necesidades

de

comercialización artesanías, alimentación,

etc.,

de

productos

para

educación,

atender salud,

vestuario de los y las hijas e hijos. En sus diferencias socioeconómicas y étnicas, el aporte de la mujer constituye un bastión humano fundamental en la búsqueda del desarrollo rural,

como lo evidencia su creciente

participación en el ámbito económico- productivo”.

3.6 Acceso al Crédito

Las mujeres en general y especialmente las rurales, han tenido una débil cobertura del crédito institucional o formal y un fuerte predominio del informal, principalmente debido a la falta de acceso a garantías que respalden el pago porque éstas suelen estar en poder de los hombres. Muy pocas instituciones han dispuesto fondos para ellas con excepción de ONGs financieras que ofrecen créditos solidarios, el PRAF, BANADESA y otras, que en los últimos años han otorgado pequeños créditos para grupos de mujeres, interesadas en la creación de Micro, Pequeñas y Medianas Empresas MIPYMES. Una importante cantidad de micronegocios de mujeres son tiendas de consumo, para suplir el déficit que tiene la zona rural de acceso a los mercados, especialmente de alimentos, considerado por ellas como uno de los problemas que enfrenta la población rural. INAM. Política Nacional de la Mujer. Primer Plan Nacional de Igualdad de Oportunidades 20022007. Tegucigalpa: 2002

47

61


Fotografías 13. Mujeres rurales de La Paz y La Esperanza que han obtenido crédito para sus Micronegocios, tienda de consumo y panadería. Diciembre 2002

Para el Banco Nacional de Desarrollo BANADESA, principal banco del Estado que ofrece créditos a la población rural, las mujeres constituyeron durante los últimos años el 8.7%48 de la cartera de préstamos, con montos promedio de Lps. 40.000 para grupos organizados de 10 personas, lo cual representa en términos comparativos apenas un 10% del promedio que se asigna

a

los

hombres,

reflejando

claramente

el

problema

de

la

discriminación y marginamiento de la mujer rural en el acceso al crédito. Hoy día la Confederación de Mujeres Campesinas plantean la importancia de romper este techo y han logrado algunos avances.

Algunas ONGs Financieras cuentan con fondos de crédito especiales para generación de pequeñas empresas lideradas por mujeres. El acceso al crédito es muy importante para las mujeres rurales que no cuentan con recursos propios para emprender actividades productivas, con fines de mejoramiento de ingresos y de la calidad de vida para ellas y su familia.

48

PRONADERS. Proyectos de Desarrollo Rural Bajo Tutela del PRONADERS. Tegucigalpa 2001

62


3.7 Participación de la Mujer en Micro, Pequeñas y Medianas Empresas

Un 52%49 de las microempresas rurales y urbanas en Honduras con tamaño de menos de 5 personas tienen como propietaria a una mujer. La microempresa es una ocupación mayoritariamente de mujeres. El 94% de ellas lo hace bajo la forma de autoempleo, y el 57% se ubica en el estrato de subsistencia. El 69% de las mujeres ocupadas laboran en el comercio minorista u otros servicios, una cuarta parte se ubica en la manufactura y solo un 6% en la dirección de procesos agrícolas. El comercio minorista es el sector mas importante en la generación de empleo para las mujeres, significando en el país un 29% del empleo femenino (233 mil mujeres). 12% de las mujeres laboran como artesanas y operarias. El 54% se encuentran en las edades plenamente activas, entre 25 y 49 años.

Las mujeres mas jóvenes con menor experiencia

representan el 31% de las mujeres ocupadas, tienen ingresos y jornadas de trabajo menores pero crecientes y sin mayores diferencias con los hombres. Los ingresos laborales y las jornadas declinan a partir de los 50 años. (PROMICRO/OIT 2002)50.

Con frecuencia las mujeres rurales jóvenes son contratadas para elaborar productos que requieren habilidad, presteza y resistencia para soportar largas jornadas de trabajo como es el caso de la fabricación de puros, elaborados con hojas de tabaco, tal como se ilustra en la fotografía No. 14.

49 50

OIT. Proyecto Centroamericano de Apoyo a Programas de Microempresas. San José: 2002. PROMICRO/OIT. La mujer Microempresaria en Honduras. Tegucigalpa: 2002

63


Fotografía 14. Mujeres del Departamento de Copán por generaciones han elaborado puros.

De las mujeres que se incorporaron al mercado de trabajo como trabajadoras independientes en el año 2001, el 93% correspondía a formas de autoempleo, tanto en el ámbito agrícola como el no agrícola. El 60% de las mujeres auto empleadas se ubican en el estrato de subsistencia, lo que significa que el 92% de las auto empleadas manejan negocios de escasa productividad. Un 31% de las mujeres microempresarias son jefas de hogar (OIT 2002).

El 13% de las mujeres rurales se catalogan como trabajadoras familiares no remuneradas (103 mil mujeres), el sector más grande de éstas está ubicado en las actividades agrícolas, según el estudio de la OIT. Este dato está referido igualmente a la falta de reconocimiento y valoración del verdadero aporte del trabajo de la mujer rural. De las mujeres rurales que se vinculan a procesos productivos, sea agrícolas y/o ganaderos, muy pocas han podido participar en grupos organizados. Uno de los factores determinantes, según las mujeres

64


consultadas, es la cantidad de tiempo que les ocupa el oficio doméstico que les limita salir de casa; otro es el alto nivel de subordinación, la actitud poco receptiva de los hombres para que ellas participen en actividades que impliquen salir y vincularse con otras personas. La mayoría de las mujeres que hoy están participando en organizaciones, pasaron por grandes luchas internas y conflictos en el hogar para integrarse a los grupos.

Solamente un 13.6% de mujeres rurales aparecen registradas en las estadísticas incorporadas al sistema cooperativo nacional. Según el último Censo de Cooperativas de la Reforma Agraria51, para el año 2001 había unas 4,500 mujeres cooperativistas vinculadas al trabajo de la tierra, dato sumamente bajo en comparación con los niveles de participación de la mujer en la lucha por la tierra.

3.8 Incorporación a procesos productivos

Diversas investigaciones han confirmado que las difíciles condiciones de trabajo de la mujer rural guardan relación con la falta de acceso a los servicios básicos. Una gran cantidad de tiempo y esfuerzo invertido en el trabajo doméstico se debe a la falta de agua, energía eléctrica, leña, etc. Las actividades agrícolas en las que participa la mujer son muy poco reconocidas, igualmente lo es la crianza de los hijos e hijas y el cuidado del hogar.

La mujer rural enfrenta problemas de pobreza y discriminación singulares, probablemente más agudos que los de las mujeres que viven las zonas urbanas, tiene grandes desafíos para emprender el camino hacia su propio 51

INA Censo de Cooperativas de la Reforma Agraria. Tegucigalpa: 2001.51

65


desarrollo y el de su entorno. Les ha tocado asumir un rol protagónico en la reproducción social, apoyando o dirigiendo la producción agrícola de subsistencia muchas veces sola.

“La falta de recursos productivos y de capital, de capacitación, información y participación en la toma de decisiones políticas y económicas genera el progresivo empobrecimiento de las mujeres y de los hogares dirigidos por éstas. Existe un reducido acceso y control de las mujeres sobre la tierra y los servicios para la producción, como: comercialización, almacenamiento, entre otros”52.

La PNM también sostiene que “los esfuerzos por elevar la productividad del trabajo que realizan las mujeres y el mejoramiento de la competitividad de sus pequeñas empresas, son aún deficitarios, es necesario realizar acciones que permitan el ejercicio de los derechos económicos de la mujer y la reducción de los índices de pobreza desde una perspectiva de igualdad de oportunidades entre géneros”.

Los factores que producen y reproducen la pobreza a nivel rural, afectan tanto a hombres como a mujeres, pero por razones de índole históricosocial, cultural, de subordinación y marginamiento, repercuten en mayor medida en la mujer. La carencia de tierra en cantidad y calidad suficiente para las mujeres, se convierte en un factor relevante; el bajo potencial productivo y el deterioro ambiental son también agravantes, que ligados al limitado acceso a tecnología apropiada, al crédito suficiente y oportuno, agua y por supuesto

52

INAM. Política Nacional de la Mujer, Capítulo Economía y Pobreza. Tegucigalpa: 2002

66


información sobre mercados; repercuten en un bajo nivel productivo de las familias y un reducido nivel de ingresos. Esta situación es planteada por la Política para la Equidad de Género en el Agro Hondureña, en estos términos: “Desde un punto de vista operacional, el problema de la inequidad de género se expresa en la falta de correspondencia entre el nivel de contribución de las mujeres rurales al desarrollo agrícola y rural y su desigual participación en los beneficios y en el acceso a las oportunidades económicas, políticas, sociales y culturales”. (PEGAH 2000)53.

Este problema tiene larga historia, el ajuste estructural impulsado por el Estado en la década de los ochenta, impactó fuertemente en la población; se produjo un incremento de la pobreza. Las mujeres asumieron gran parte de las responsabilidades sociales que en cierta medida, dejaron de ser atendidas por el Estado, salud, educación y otros servicio y el paso del Huracán Mitch, empeoró la situación y por consiguiente la de la mujer rural. Otro factor importante que ha impactando negativamente en la mujer rural y que en gran parte es generado por la crisis económica que se volvió crónica, es la constante migración del campo, especialmente de hombres hacia los centros urbanos y semiurbanos del país y hacia los Estados Unidos, dejando a la mujer con la carga de la familia. Esta situación es cada vez mas frecuente, presionando a la mujer a incorporarse a actividades asalariadas o promoviendo pequeños negocios de subsistencia para compensar la caída de los ingresos familiares. 53 Secretaría de Agricultura y Ganadería. Política para la Equidad de Género en el Agro Hondureña. Tegucigalpa: 2000.

67


Sobre la colaboración al ingreso familiar de los emigrantes hacia los Estados Unidos, consultamos en la investigación a varias mujeres que presentaron la situación, algunas manifestaron que su compañero les envía poco, que no ajusta para cubrir todas las necesidades de la familia, por lo que tienen que trabajar en diferentes actividades, otras han mejorado las viviendas con las remesas recibidas y algunas no han recibido apoyo porque sus maridos se casaron y se olvidaron de la mujer y los/las hijos/as. En la mayoría de las comunidades que entraron en la investigación, se encontró que por lo menos una persona por familia, generalmente hombre, ha salido en busca de empleo, algunos apoyan económicamente pero no regresan, tocándole a la mujer la responsabilidad de terminar la crianza de los hijos e hijas.

La idea de que es el hombre quien únicamente sostiene la familia dio paso a que los más importantes beneficios de la cooperación para el desarrollo se hayan canalizado para él, dejando a la mujer como beneficiaria indirecta en la mayoría de los casos. Hoy la mayoría de las agencias de cooperación internacional están planteando un tratamiento más igualitario y nuevas estrategias de intervención para el apoyo a la mujer rural.

Algunas mujeres consultadas en la investigación han explicado que existen instituciones, que llegan a las comunidades mostrando un mayor reconocimiento de su trabajo y su rol en el sostenimiento de la familia, con mayores oportunidades de capacitación y de participación en pequeños proyectos productivos. Se mencionan, PROSOC, PRONADEL, PESA, PROLANCHO. Estos vinculan a la mujer rural en actividades relacionadas con agroindustria, elaboración de artesanía, ebanistería,

68


corte y confección, tiendas de consumo comunitarias, silos metálicos, ventas de productos en pequeña escala y otras. Estas mujeres están adquiriendo nuevas experiencias, seguramente no son la mayoría, pero están buscando alternativas para enfrentar la pobreza; generalmente de una manera distinta a lo que ha venido haciendo el hombre vinculado a la tierra. Su compromiso con la vida las hace buscar constantemente estrategias, especialmente para darle de comer a la familia.

El 100% de las mujeres que se consultaron en esta investigación aseguraron que invierten todos los ingresos que obtienen de las actividades productivas, en atender las necesidades de la familia; lo cual supone un fuerte cuestionamiento al supuesto papel del hombre como único proveedor en el hogar. Las tendencias de la atención institucional hacia la mujer rural, con frecuencia se han sustentado en enfoques desarrollistas y paternalistas, ella como reproductora de roles domésticos, reforzando las condiciones de desigualdad. Por décadas las mujeres rurales en casi todo el país han recibido asistencia de programas y proyectos con ese enfoque, tanto de parte del Estado como de ONGs, con muy pobres resultados. En uno de los recientes talleres de capacitación del Proyecto PESA en San Lucas, El Paraíso; un grupo de mujeres realizó un análisis sobre los problemas que enfrentan, destacándose la falta de recursos económicos y de empleo, las dificultades para sostener la producción de la parcela, falta de agua para riego; el problema del machismo de los hombres que no les

69


permiten

ser

libres

para

capacitarse,

movilizarse

y

buscar

otras

alternativas de vida, etc.

Fotografía15. Situación de la Mujer desde su perspectiva. Proyecto PESA, San Lucas, El Paraíso. Enero 2003

Un considerable número de mujeres consultadas en esta investigación a lo largo del país, manifestaron la aspiración de aprender corte y confección. Las que ya han sido capacitadas, expresaron que los conocimientos y las experiencias adquiridas les han dado la apertura y la motivación de incursionar en nuevas actividades.

Este ha sido el caso de los actuales grupos de mujeres bordadoras de Guajiquiro en el Departamento de la Paz, que fueron primeramente capacitadas en corte y confección y actualmente han emprendido con éxito una pequeña empresa de bordados y, a algunas mujeres jóvenes les ha servido para trabajar en las maquilas.

70


Fotografía 16. Manteles Bordados. Mujer de Guajiquiro, La Paz. Diciembre 2002

El saldo de estas experiencias se cuantifica y cualifica en términos de aprendizaje, las mujeres han tenido la oportunidad de encontrarse con personal técnico capacitado y facilitadores/as, la posibilidad de entrar en procesos de capacitación, recibir asistencia técnica y económica, de interactuar con mujeres que enfrentan los mismos problemas y compartir vivencias, la experiencia de buscar formas de reordenamiento de los tiempos, reconocerse con capacidades, destrezas y creatividad. A través de estas opciones se les ha abierto la oportunidad de incorporarse a nuevos proyectos y nuevas formas de asociación, una mujer entrevistada manifestó: “Si no fuese por esas oportunidades, difícilmente las mujeres saldríamos de la casa”.

El problema que se presenta en términos de desarrollo de la mujer rural con

equidad,

con

este

tipo

de

proyectos,

es

la

reproducción

y

sostenimiento de las condiciones de marginamiento; no se trata de realizar más actividades que sobrecarguen de trabajo a las mujeres, sino de generar en la mujer y en la familia, las capacidades para un verdadero desarrollo integral y sostenible con equidad e igualdad de condiciones.

71


Muchos proyectos no tienen claro este enfoque, lo que limita la sostenibilidad de las acciones que emprenden en el área rural. Algunas mujeres, muy pocas todavía, que han logrado salir de la subordinación y el marginamiento, hoy forman parte de movimientos de mujeres a nivel nacional, de organizaciones comunitarias y de asociaciones productivas, de bienes y servicios, aportando al desarrollo rural.

En las zonas estudiadas se encontró a instituciones que lamentan no haber obtenido una respuesta más participativa por parte de la mujer rural a los proyectos. En términos generales el problema tiene que ver con las limitantes planteadas. En la Investigación encontramos algunos proyectos

interesados

comunitaria y

en

redefinir

las

estrategias

de

intervención

el enfoque de género, para ser consecuentes con los

mandatos de las políticas agrícolas, pero no siempre cuentan con los equipos

técnicos

capacitados

y

comprometidos

para

realizar

esta

facilitación, por lo que el papel orientador del desarrollo se reduce a tareas y pequeños proyectos puntuales. Las mujeres son emprendedoras, luchan por sacar adelante su familia, buscando

oportunidades

de

obtener

ingresos

de

una

manera

independiente, necesitando capacitación y una orientación clara para tener mayor acceso y control de los recursos productivos. La meta para ellas es mejorar los niveles educativos para las hijas y los hijos y tomar sus propias decisiones dentro de la familia y en el medio que les rodea. En esta investigación se encontró que muchas mujeres han tenido la oportunidad de capacitarse, porque llegaron a acuerdos con el compañero de hogar y las hijas mayores quienes asumieron temporalmente el cuidado

72


de la familia; según las entrevistadas el hombre cambia de opinión cuando visualiza que los resultados van a ser positivos para la economía de la familia. El cambio cultural se produce lentamente, por lo que es necesario valorar los tiempos y plazos para obtener resultados sostenibles.

La contribución activa de la mujer rural al combate a la pobreza, obliga a repensar estrategias institucionales de intervención comunitaria, el hombre deberá participar también de procesos de concienciación sobre el tema género y desarrollo; algunos

proyectos como PESA,

ya lo están

haciendo, aunque por lo reciente de la iniciativa todavía no se pueden medir resultados, pero el proceso está resultando interesante y de gran importancia para las mujeres. Sobre este tema Judith Astelarra54

considera que “los cambios no se

producirán si los hombres no cambian también”. Se trata de reconocer el valor de la mujer, las dramáticas e injustas condiciones en que con mucha frecuencia, cumple su papel de madre, de compańera, productora, ciudadana y de constructora de vida, familia y sociedad. “El desarrollo rural tiene rostro de mujer”, es un mensaje del Programa Nacional de

Desarrollo Local

de

Honduras PRONADEL, como un

reconocimiento al aporte de la mujer rural a la reducción de la pobreza y un recordatorio que la mujer constituye el 51% del total de la población nacional. El proceso de posicionamiento de la mujer rural como actora de desarrollo está obligando a replantear las formas tradicionales de enfrentar la pobreza en Honduras.

Astelarra, Judith. Veinte años de Políticas de Igualdad de Oportunidades en España. (Conferencia Reducción de Pobreza, Gobernabilidad, Democracia y Equidad de Género). Managua: 2002

54

73


Fotografía 17. Mujer indígena Lenca, San José, Guajiquiro Febrero 2003

La mujer rural que está incursionando en la formación de pequeñas empresas, muchas de ellas artesanales, enfrenta grandes problemas para entrar al mercado nacional e internacional en condiciones competitivas, por falta de capacitación, crédito, asistencia técnica, acceso a la tierra, etc. El gran desafío de las mujeres rurales que luchan por combatir la pobreza es lograr interactuar en un modelo de desarrollo económico basado en una economía de mercado globalizado, economías abiertas, competitivas y tecnificadas, que buscan calidad, cantidad y diversificación de productos; para la mujer rural este entorno económico es complejo y desconocido, solamente en condiciones de cooperación y formando cadenas productivas y alianzas estratégicas, podrá convertirse en una oportunidad.

Honduras ha entrado en la economía abierta, ha suscrito y está por firmar otros convenios (TLC), para formar parte de alianzas

comerciales con

varios países; en consecuencia, le toca prepararse para competir con productos

de

alta

demanda,

con

calidad

y

diversificación,

sean

agropecuarios, artesanales o de servicios. La reconversión productiva está siendo una prioridad para el país. Existen mujeres rurales que están 74


acumulando experiencias en esta dirección, pero aún no están preparadas para competir en forma sostenible en el mercado internacional.

Fotografía 18. Alimentos Procesados, Mujeres organizadas de La Esperanza, Intibucá. Enero 2003

Este es un momento oportuno para que las mujeres rurales, bajo condiciones de igualdad reciban apoyo, para que se preparen a ingresar a los mercados internacionales. Existen valiosas experiencias

sobre

diversificación productiva y mejoramiento de la calidad en casi todos los departamentos del país, que se pueden potenciar a través de estrategias que tengan en cuenta las necesidades diferenciadas de las productoras rurales.

La mayoría de las mujeres rurales están viendo como se modifica el mundo en que se desenvuelven, algunas aprendiendo a darle valor a su trabajo, elevando

su

autoestima,

mejorando

sus

ingresos.

La

presencia

institucional en la zona rural ha facilitado la apertura de nuevos espacios para las mujeres y promovido alguna vinculación con los distintos sectores de la economía.

Al potenciarse las capacidades de la mujer rural como actora de desarrollo y mejorar su condición integral, no sólo se estará contribuyendo a

75


aumentar la productividad y por lo tanto la competitividad y la viabilidad económica del país, sino que se aseguran cambios de vida dignos para las nuevas generaciones, al fortalecer en los hijos e hijas sus capacidades para salir de la pobreza.

Podríamos afirmar que la mayoría de mujeres rurales han acumulado lecciones aprendidas en los diversos proyectos, experiencias que han permitido iniciar nuevas formas de emprendimiento y relacionamiento humano, valorar sus propias capacidades personales, elevar su autoestima y vinculase a diversos procesos productivos generadores de ingreso.

3.9 Tenencia de la tierra

Una de las mayores expresiones de la desigualdad de género en Honduras, ha sido el derecho al acceso a la tierra. La inseguridad en la tenencia de la tierra, especialmente para los y las pequeños/as productores/as, es un problema que ha generado conflictos y frenado el desarrollo agrícola del país. La mujer ha dado y sigue dando la lucha por el derecho a la tierra y a la búsqueda de alternativas a la pobreza, éste es uno de los más importantes propósitos de la Confederación de Mujeres Campesinas.

El acceso a la tierra es hasta hoy día, limitado y discriminatorio, entendiéndose como acceso a la propiedad debidamente legalizada con control sobre la misma para que la mujer disponga de ella de conformidad a sus intereses y necesidades. Uno de los resultados más importantes de las luchas de las mujeres rurales tanto campesinas como indígenas, ha sido la inclusión explícita de la mujer en las Leyes Agrícolas. La Ley de Modernización Agrícola de 1992

76


señala que la mujer tiene derecho a la tierra en igualdad de condiciones y oportunidades que el hombre. La Política para la Equidad de Género en el Agro enfatiza la importancia de la inclusión de la mujer rural como beneficiaria del apoyo estatal e institucional en general.

La implementación de estas Leyes ha requerido cambios en las estrategias y los mecanismos institucionales para el sector rural, capacitación a funcionarios y personal técnico. Los logros de estos esfuerzos no se cuantifican ni cualifican actualmente, pero han sido diseminados por la constante movilización del personal de las instituciones, sin una focalización expresa y sin medir el impacto social, lo que ha dado como resultado una débil aplicación del articulado legal. Hace falta además que las mujeres rurales conozcan estas leyes y velen por

su

aplicación.

Una

gran

mayoría

de

las

consultadas

en

la

investigación, después de muchos años de aprobadas la Leyes y Políticas no han hecho uso de ellas para su beneficio por desconocimiento de las mismas. La Ley de Modernización del Sector Agrícola55 en su artículo No 79, designa a hombres y mujeres como beneficiarios/as, con igualdad de derechos. Las mujeres pueden ser adjudicatarias de tierra si son solteras mayores de 16 ańos o casadas o en unión de hecho; en este caso, si la pareja lo solicita, el título de propiedad puede salir a nombre de ambos. No obstante, los resultados concretos en la adjudicación de tierras para beneficio de la mujer, siguen siendo limitados.

55

SAG. Ley de Modernización del Sector Agrícola. Tegucigalpa: 1992

77


Según datos proporcionados por el Instituto Nacional Agrario (2002)56, desde el año 1983 a diciembre del 2002 se otorgaron 47,303 títulos equivalentes a 345,816.98 hectáreas a mujeres y 140,124 títulos y 974,035.67 hectáreas a hombres, en 16 departamentos del país, como se detalla en las gráficas 3 y 4. Lo anterior significa que las mujeres solamente tuvieron acceso al 25.2% del total de títulos y al 26% de las hectáreas adjudicadas.

GRAFICA 3 Hectáreas de Tierra entregadas desde 1983 a Diciembre 2002

HECTAREAS DE TIERRAS ENTREGADAS DESDE EL AÑO 1983 A DICIEMBRE DEL 2002 140000 120000 100000 80000

SECTOR INDEPENDIENTE HOMBRES Hectareas

60000

SECTOR INDEPENDIENTE MUJERES Hectareas

40000 20000

C

AT LA N

TI D O CO A M AY LO AG N C UA O P C C O AN H R O TE E LU S FC L P TEC A G O.M RA A R AC OR ISO IA A Z S A AN IN DIO TI S BU LA CA O LE PA C O MP Z TE I P E RA SA N OL QU TA A E BA NC R HO BA R VA A LL YO E R O

0

Fuente: Elaboración propia con datos de INA a Diciembre 2002

56

INA. Registros Estadísticos. Tegucigalpa: 2002

78


GRAFICA 4 Titulación de Tierras 1983-2002 comparación por Género

TITULACION DE TIERRAS DESDE EL AÑO 1983 A DICIEMBRE DEL 2002 20,000 18,000 16,000 14,000 12,000 SECTOR INDEPENDIENTE HOMBRES Titulos SECTOR INDEPENDIENTE MUJERES Titulos

10,000 8,000 6,000 4,000 2,000

E

YO RO

VA LL

R A O TE PE Q U E O LA N SA CH N O TA BA RB AR A

PA Z LA

LE M PI

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EL

LU

TE C A PA RA FC IS O O .M O RA G ZA R AC N IA S A D IO S IN TI BU C A

TE S R H O C

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O PA N

C O

C

N LO

M AY AG

C O

C O

AT LA

N TI D

A

0

Fuente: Elaboración propia con datos de INA a Diciembre 2002

En 1992 se constituyó un comité nacional para la incorporación de la mujer al uso de la tierra, con el objetivo de programar y coordinar las actividades necesarias para dinamizar el proceso, así como el acceso al crédito, a la asistencia técnica, con fines productivos. Se acordó adjudicar tierras a grupos de mujeres, analizar y adecuar los diferentes mecanismos de crédito de acuerdo a las necesidades de las mujeres, sin embargo, los cambios no han sido los esperados.

Hoy día continúan los reclamos de las Organizaciones de Mujeres Campesinas, por incumplimiento de esos acuerdos, las mujeres rurales siguen teniendo limitaciones para acceder a la tierra y otros beneficios que se derivan. 79


La Confederación de Mujeres Campesinas sigue demandando al INA el cumplimiento de la Ley en términos de: •

Titulación de tierras

Dotación de tierras

Asistencia técnica y capacitación

Crédito agropecuario

Apoyo a comercialización de los productos.

3.10 Acceso a crédito para las mujeres rurales

Muy pocas mujeres rurales han tenido acceso al crédito para agricultura, siendo coincidente con el reducido acceso a la tierra y a los bienes productivos. La institución a la que suelen acudir es el Banco Nacional de Desarrollo Agrícola BANADESA, generalmente los préstamos que solicitan las mujeres son por montos pequeños, los cuales no resultan rentables porque incrementan los costos de operación y por ende son menos atractivos para los bancos; además, una limitante significativa ha sido la falta de garantías formales que los bancos exigen que las mujeres no pueden cumplir.

Las mujeres que se han interesado en obtener créditos bancarios han enfrentado limitaciones, derivadas del analfabetismo, poca claridad para identificar alternativas de producción viables, rentables y adaptadas a sus condiciones, falta de seguridad para incursionar en nuevas actividades productivas, falta de tiempo para participar en grupos o asociaciones productivas (Concepción Betanco)57 . 57

Entrevista a Concepción Betanco, presidenta de la Junta Directiva de la Confederación de Mujeres Campesinas. Febrero 2003

80


En la práctica las mujeres que tienen poca tierra, o no la tienen, o no están asociadas, no pueden cumplir con las condiciones establecidas por los bancos u otras instituciones que ofrecen créditos. No usan crédito formal por falta de elegibilidad, siendo la barrera principal la falta de garantías. Una situación distinta se encontró en la Cooperativa La Sureñita, las mujeres consultadas afirmaron que actualmente tienen más posibilidades de obtener créditos por montos considerables, debido al capital que tienen invertido en la producción de marañón.

Según

datos

proporcionados

por

las

organizaciones

de

mujeres

campesinas, las principales actividades que demandan crédito son: •

Adquisición de insumos para la producción

Adquisición de equipos para mejorar la producción

Compra de productos para la comercialización (pequeños negocios)

Recursos para cubrir emergencias familiares.

3.10.1 Bancos Comunales y Cajas Rurales de Ahorro y Crédito

Considerando las limitaciones de acceso al crédito con la banca privada y estatal, se han creado las Cajas Rurales y los Bancos comunales y aprobado la Ley que regula las OPDs Financieras que facilitan apoyo crediticio a la población, con respaldo económico internacional. Los Bancos Comunales son la modalidad de intermediación financiera nobancaria más conocida a nivel nacional, que opera en áreas rurales entre pobladores de bajos recursos. Considerando las facilidades para tener acceso, las mujeres rurales han encontrado en ellos la posibilidad de 81


iniciar sus pequeños negocios. Son entidades promovidas por ONG's con fondos de la cooperación internacional. De mantenerse la tendencia de crecimiento, para finales del año 2003 habrán unos 600 Bancos Comunales en todo el país, manejando ahorros con un valor de Lps. 20 millones aproximadamente que beneficiarían a unas 18,000 personas en las comunidades más pobres.

3.10.2 Cajas Rurales de Ahorro y Crédito (CR)

Las Cajas Rurales de Ahorro y Crédito son empresas comunales integradas y gestionadas por familias rurales, que ofrecen servicios financieros a sus socios y personas particulares. Constituyen una de las modalidades de intermediación financiera no bancaria más importante, con presencia en la mayoría de los departamentos del país. Se amparan en el Decreto Legislativo No. 201-93 del 13 de Octubre de 1993 "Ley de Cajas de Ahorro y Crédito Rural"58. A mediados del año 2,000 habían unas 3,000 cajas en las áreas más pobres del país, integradas por unos 65,000 miembros, manejando un capital de Lps 14 millones, para un promedio de Lps 5,900 por caja.

La mayoría de las mujeres consultadas en la investigación, conocen los dos sistemas de crédito y ahorro y muchas se mantienen vinculadas a uno de ellos de manera activa. Reconocen su importancia como alternativa a las necesidades comunitarias tanto productivas como de orden familiar, pocas mujeres todavía tienen cuentas de ahorro, distinguiéndose porque pagan más rápido los préstamos que los varones, aún con montos similares. 58

Honduras. Congreso Nacional. Ley de Cajas de Ahorro y Crédito Rural. Decreto Legislativo No. 201-93, 13 Octubre 1993. Tegucigalpa: 1993

82


3.11 Acceso a Capacitación

La capacitación y los servicios de asistencia técnica agrícola dirigida a las mujeres rurales, se iniciaron en los años cincuenta, según datos del Instituto Nacional Agrario, estos fueron ejecutados por medio de la Secretaría de Recursos Naturales, el INA y complementados por el Instituto Nacional de Formación Profesional INFOP. En 1980 se creó en el Programa Nacional de Extensión Agropecuaria de la SAG, una sección de cooperación con la mujer y la juventud rural, la cual posteriormente se orientó a la parte productiva. Hoy día la cooperación internacional y las ONGs, han ampliado esta oferta, superando el aporte del Estado en la implementación de programas y proyectos de desarrollo rural con una mayor inclusión de la mujer en procesos de capacitación. Al posibilitarse la inclusión de la mujer en procesos de capacitación y desarrollo se espera a mediano y largo plazo, una reconversión de la crisis rural. La Estrategia gubernamental de Reducción de la Pobreza ERP también plantea la necesidad de invertir en capital humano, en el fortalecimiento de la mujer, para elevar el nivel de ingresos y la diversificación de la producción a nivel nacional. Algunas

mujeres

rurales

se

están

capacitando

actualmente

para

trascender las actividades tradicionales, especialmente producir y procesar alimentos; se han vinculado a una amplia gama de rubros, algunas con inversiones a nivel de capital fijo (infraestructura) y capital circulante, con fondos de préstamos para: procesar carne de cerdo, sembrar marañón,

83


plátanos, camarón, ampliar el rubro artesanal en calidad y nuevos diseños, procesar lácteos, construir silos, etc. Otras,

la

mayoría,

trabajan

en

forma

individual,

con

inversiones

personales, o con préstamos de menor cuantía que obtienen a través del Estado, de ONGs, o de prestamistas. Los rubros son variados, desde la compra y venta de pescado, elaboración de casabe, flores de tusa, papel orgánico, cultivo de flores naturales, etc. En todos los casos las mujeres se capacitan y siguen atendiendo la crianza de los hijos e hijas y los quehaceres de la casa.

Los temas de capacitación más frecuentes se han orientado a preparar a la mujer para que incursione en nuevas actividades productivas o fortalezca las que conoce, incorpore calidad, nuevos diseños, etc., en la elaboración de artesanías de barro con diferentes formas y colores, elaboración de envasados de frutas, encurtidos, elaboración de flores y objetos de tusa, jabones, shampoo, procesamiento de semillas y tubérculos, medicina natural, siembra y venta de flores naturales, elaboración de tejidos, bordados, café orgánico, elaboración de papel orgánico, procesamiento de lácteos,

procesamiento

de

alimentos,

medicina

natural

curativa

y

preventiva, silos para almacenar granos, cría de aves criollas, cerdos y otras

especies

elaboración

de

menores, vinos,

tiendas

elaboración

de

consumo,

tejidos,

de

velas

parafina,

de

bordados, pesca

y

comercialización de pescado, elaboración de artesanías de junco, tule, yute, etc. La mayoría de las mujeres rurales participan en los procesos de capacitación con entusiasmo e interés, para muchas han marcado una nueva etapa en sus vidas, elevando su autoestima.

84


La mujer rural es: Luchadora, esposa o compañera, madre y productora agrícola, cría ganado y cultiva, cosecha, elabora, comercializa y prepara los alimentos. La mujer rural cultiva productos para el consumo familiar y colabora en la producción de cultivos comerciales, con frecuencia carece de tierra y trabaja únicamente como asalariada. Las mujeres rurales también son extensionistas agrícolas, especialistas agropecuarias y empresarias, lo que evidencia su aportación esencial al desarrollo rural.

3.12 Las mujeres indígenas Las mujeres indígenas constituyen un importante sector de la población rural hondureña. Actualmente existen ocho grupos étnicos reconocidos: Lencas, Tolupanes, Garífunas, Misquitos, Pech, Tawuahkas, Chortis e Isleños (comunidades negras de habla inglesa), constituyendo una rica diversidad étnica dispersa a lo largo del territorio nacional, que representa un promedio de medio millón de habitantes. Las poblaciones Garífunas se ubican al norte del país en 53 comunidades, los Misquitos en 84 comunidades en el departamento de Gracias a Dios; los Lencas en 612 comunidades en los departamentos de La Paz, Valle, Intibucá, Lempira y Ocotepeque; los Pech (Payas) con 1,600 habitantes ubicados en Olancho y Gracias a Dios; los Tawahkas (Sumos) en 7 comunidades en el Patuca, Olancho; los Xicaques (Tolupanes) en 143

85


comunidades en los departamentos de Yoro y Francísco Morazán; los Chortis con 3,500 habitantes en Copán y Ocotepeque. Las poblaciones indígenas en su mayoría enfrentan graves problemas de pobreza, practican una economía de subsistencia basada principalmente en el cultivo de maíz, frijoles, yuca, papa y plátanos. Las principales fuentes de ingreso provienen de la venta de una parte de su producción en los mercados locales, algunos aprovechan en pequeña escala, productos no

maderables

de

los

bosques,

extraen

resina

de

pino,

plantas

medicinales.

Actualmente la mayoría de las etnias se encuentran en una fase de ladinización,

pese

a

ello,

en

algunas

comunidades

Lencas

del

Departamento de Lempira, particularmente en Goascotoro, se ha iniciado un proceso de reivindicación de la etnicidad; al norte del país, el pueblo Garífuna (incluyendo Belice, Guatemala, Honduras, Nicaragua y el Caribe), logró que la UNESCO reconociera su cultura como patrimonio de la humanidad, como una medida para mantener sus tradiciones. En esta investigación consultamos a las mujeres indígenas lencas ubicadas en los departamentos de La Paz, Lempira, Santa Bárbara, Intibucá, Valle y a las Garífunas de Atlántida y Colón, acerca de su nivel organizativo, su contribución a la economía rural y manejo de los recursos naturales.

Las mujeres indígenas comparten junto a las campesinas y negras, similares problemas de marginamiento y exclusión; aunque su situación de rezago es generalmente más aguda. Según estudios realizados por la Secretaría de Salud, los padecimientos físicos de estas mujeres son

86


mayormente de origen infeccioso y parasitario, vinculados a la falta de agua potable, viviendas en mal estado, entornos insalubres, etc. Varias ONGs como La Comisión Cristiana de Desarrollo CCD y el Programa TRAMIL para Centroamérica, están facilitando procesos que fortalezcan el uso comunitario de plantas medicinales en los Departamentos de Intibucá, La Paz y Santa Bárbara con las mujeres lencas y en los departamentos de Atlántida y Colón con las garífunas, con fines de mejoramiento de las condiciones de salud. En Centro de Investigación TRAMIL Centroamérica ha realizado estudios sobre los conocimientos de las mujeres indígenas en relación al manejo de los recursos naturales, manejo y reproducción de plantas medicinales, salud reproductiva, embarazos, alumbramiento, concepción, mitos y ritos propiciatorios de la fertilidad, herbolaria, prácticas y procedimientos ginecológicos, con el propósito de recuperar las tradiciones y el conocimiento de las poblaciones indígenas y la función que cumplen en las comunidades.

Las terapeutas indígenas son mujeres reconocidas en las comunidades rurales por su pericia en el tratamiento de enfermedades y en la atención a partos, la Secretaría de Salud ha reconocido su labor en las zonas más aisladas del país, algunas han sido capacitadas. Su importancia radica en la actitud de servicio que asumen, sean parteras, yerberas, sobadoras, curanderas, hoy representan uno de los bastiones donde con mayor fuerza se conserva el conocimiento indígena. El aporte de estas mujeres a la salud de la población, resuelve en parte el problema de la falta de acceso al sistema oficial de salud y al encarecimiento de los servicios médicos.

La mujer indígena es una trabajadora activa y silenciosa, su aporte a la economía familiar

ha estado por siglos invisibilizado con muy pocos

87


cambios a lo largo del tiempo, hoy día existe un mayor conocimiento de esta situación, en parte por el aporte institucional. Trabajan la agricultura, en tareas de siembra y de recolección de cosecha, cría de animales domésticos, elaboración de artesanías, tejidos de vistosos colores, etc. Actualmente las poblaciones indígenas lenca están recibiendo mayor asistencia externa.

Fotografía 19. Mujer indígena Lenca, tejedora de pañuelos de lana Comunidad de San José, Departamento de la Paz. 2002

Un grupo de mujeres lencas de Quebrada Honda en Intibucá, se han organizado para detener el deterioro de los recursos naturales en la zona, bajo la dirección de la Alcaldía Municipal. Aprovechando ese espacio colectivo, discuten sobre los problemas de las sequías, la escasez de agua, leña, la pérdida de los animales silvestres y su impacto en las condiciones de vida. Han decidido retomar las costumbres ancestrales sobre el cuidado de la naturaleza. La mujer indígena es apreciada por los conocimientos que posee acerca de la utilización sostenible de los recursos naturales, la conservación de suelos, agua, manejo de plagas y conservación de los recursos naturales.

88


Participan en actividades comunitarias y en los rituales, casi siempre dirigidos por los hombres. Un estudio realizado con las mujeres lencas en el ańo 2000 (Oseguera M. y Torres C.)59 destacó que en aquellas comunidades que presentan un alto grado de expulsión migratoria, las mujeres indígenas son las que en general se quedan a cargo de la familia. Las líderes que han recibido capacitaciones sistemáticas por parte de ONGs, han ampliado los márgenes de acción pública, por lo que es más frecuente hoy encontrar mujeres indígenas formando parte de directivas comunales.

La población lenca es y ha sido muy industriosa, a lo largo del tiempo ha generado una producción artesanal muy variada, arraigada en sus tradiciones y rituales, lo cual representa una gran riqueza para Honduras. Algunas instituciones cooperantes les acompañan a recuperar las tradiciones, otras hacen énfasis en la seguridad alimentaria, en el fortalecimiento a la producción artesanal, entre ellas: la Comisión Cristiana de Desarrollo CCD, el PRAF, FAO Lempira Sur, Programa Especial de Seguridad Alimentaria PESA, FOPRIDEH, CIPE Consultores y otras.

59 Oseguera de Ochoa, Margarita y Torres, Corina. Biodiversidad y Comunidades Indígenas Lencas en Honduras. Tegucigalpa: 2001.

89


Fotografía 20. Mujer Indígena de Goascotoro, Intibucá, Cultivos de Plantas Medicinales en el Huerto. Enero 2003

IV. RESULTADOS DE LA INVESTIGACION 4.1 Participación de la Mujer Rural en la Producción Agrícola

Se ha comprobado que la mujer rural desempeña un rol fundamental en la producción agrícola en pequeña escala, especialmente en granos básicos, pero este aporte ha sido muy poco reconocido. La mujer rural por lo general no administra la producción agrícola, a menos que ella sea la dueña o responsable directa cuando el hombre emigra o se queda viuda. Comparte las tareas con los hijos e hijas y otros miembros de la familia. Muchas mujeres solas con acceso a tierra para cultivo, que tienen hijos e hijas pequeńos/as, se ven obligadas a contratar fuerza de trabajo que les ayude en la atención de la parcela. La siembra demanda generalmente un trabajo igualmente compartido del hombre y la mujer, aunque éstas realicen además las tareas de la casa.

90


Según un testimonio de una mujer campesina (Maria Ochoa comunidad Valle de Angeles), “Las mujeres de por aquí realizamos el mismo trabajo que el hombre, porque la mujer agarra el azadón y trabaja a la par del hombre, luego de haber hecho el oficio de la casa y hace el trabajo de la casa después de venir de trabajar con el hombre en el campo, ahora las mujeres hacen hasta sus propios abonos, son mujeres organizadas que se agrupan y hacen hasta ese trabajo”.

La agricultura en cualquier escala que sea, demanda el empleo de un importante esfuerzo físico, aunque no siempre las actividades productivas demandan una gran cantidad de mano de obra. Muchas mujeres desarrollan la fuerza necesaria para atender el trabajo de la parcela, igual realizan otras actividades productivas, elaboración de artesanías, crianza de aves, cerdos, conejos, procesamiento de alimentos, etc.

Estudios

realizados por el IICA y la FAO han constatado el importante aporte de la mujer

en

las

actividades

de

poscosecha

como

el

transporte,

almacenamiento en silos o en trojas, el secado, la selección, el empaque y otras tareas.

La participación de la mujer no esta restringida a cultivos específicos ni a cultivos para el autoconsumo, en la investigación se constató que la mujer incursiona en todo tipo de cultivos y algunas ya están pendientes de lo que demandan los mercados de las ciudades. Las mujeres del Municipio de Valle de Angeles por ejemplo, cultivan hortalizas como tomate, chile, cebolla, repollo, pepinos, rábano, remolacha, lechuga y otros productos, porque tienen mucha demanda en Tegucigalpa; la mayoría

vende

directamente en la ciudad o a otras mujeres intermediarias que tienen puestos de venta en los mercados de la capital.

91


Generalmente la mujer rural a diferencia del hombre, prefiere vender directamente en sus comunidades a los consumidores y en ocasiones a los compradores que llegan a las localidades, porque invierte menos tiempo en el proceso, se les facilita el transporte y el pago es inmediato, pero enfrenta el agravante de vender a precios mas bajos que los del mercado, porque generalmente no conoce sobre éstos ni como calcularlos.

En esta investigación se constató que los precios de los productos son asignados por referencia de los precios locales, sin contabilizar el trabajo personal invertido. Estas formas de venta limitan la posibilidad de la mujer a recibir precios justos por sus productos, limitándola a mejorar los ingresos de la familia, manteniéndola en la sobrevivencia. Las mujeres rurales productoras no tienen acceso a información sobre precios ni a espacios de negociación para vender sus productos; esta situación no es de su exclusividad, forma parte del marginamiento que enfrenta la población rural en su conjunto.

El trabajo de la mujer rural en la agricultura, no es justamente remunerado o no se remunera en ninguna forma, no se contabiliza, ni se valora socialmente. Algunos programas y proyectos de instituciones públicas y privadas reproducen y legitiman esta situación, al manejar el trabajo de las mujeres productoras agrícolas de una manera marginal, asignándoles pocos recursos de apoyo y excluyéndolas de los programas de asistencia técnica. La Política para la Equidad de Género en el Agro hace referencia a esta problemática. En las actividades pecuarias en pequeńa escala se da el patrón del trabajo compartido entre el hombre y la mujer, la mujer apoya en el ordeño, el cuidado y la alimentación de los animales. La ganadería menor ha sido y

92


es una actividad que atienden las mujeres. Según las consultadas, los hombres son los que reciben las capacitaciones sobre ganadería que ofrecen la Secretaria de Agricultura y Ganadería y otras instituciones, pero ellas también atienden el ganado.

En la avicultura es la mujer junto a los menores de la casa, la responsable de la alimentación de las aves y la recolección de los huevos y es quien exclusivamente se encarga de la venta de las gallinas y los huevos. Cuando se trata de producciones avícolas más grandes, destinadas al comercio, las mujeres se asocian con otras, usan galpones grandes y un tratamiento tecnificado para aves, sean ponedoras o de engorde. En el Valle de Jamastran en el Departamento del El Paraíso, las mujeres consultadas han tenido éxito en la crianza de gallinas; han recibido capacitación, asistencia técnica y financiamiento del Proyecto PRODERCO de la SAG, las mujeres se encargan de todo el proceso de atención de las aves, solamente acuden a los hombres para que construyan los galpones.

Históricamente la mujer rural ha participado en la producción agrícola, pero la dimensión de su aporte no ha sido valorada ni registrada en las estadísticas tal como se alude a lo largo de este documento. Hoy día se percibe más interés por parte del Estado en conocer

los problemas de

marginamiento y exclusión que enfrenta la mujer rural vinculada a actividades agrícolas, por el impacto negativo que tiene para el desarrollo. La inequidad de género en el agro se expresa mayormente en la falta de correspondencia entre su nivel de contribución al desarrollo agrícola y rural y la desigual participación en los beneficios y el acceso a oportunidades económicas, políticas, sociales y culturales.

93


Debido a la inequitativa distribución de la tierra en Honduras, la mayoría de la población rural únicamente tiene acceso a parcelas de reducido tamaño, estas se han distribuido en mayor número a los hombres. En esta investigación se constató que estas pequeńas unidades de producción agropecuaria son vitales para enfrentar las necesidades de alimentación de la familia. Es en estas parcelas donde se produce buena parte de los alimentos que se consumen a nivel nacional que generalmente no se venden por excedente sino por la necesidad de comprar otros bienes para la sobrevivencia, o por falta de condiciones para almacenar. Las mujeres dedicadas a la producción de granos básicos del Valle de Jamastrán, lamentan que no están recibiendo el apoyo necesario por parte del Estado para salir adelante. Un estudio realizado por Brenda Kleysen y Fabiola Campillo (1996)60 sobre la importancia del trabajo de las productoras de alimentos en 18 países de América (entre ellos Honduras), encontró que las estadísticas oficiales sobre empleo, no reflejan en su exacta dimensión la participación de la mujer en el sector agropecuario. En efecto, las estimaciones surgidas de la investigación revelan que su participación es dos a cinco veces superior a lo que muestran las estadísticas nacionales.

Otro estudio realizado por el BID y el IICA en 199661, sobre Las Productoras Agropecuarias afirma,

que las pequeñas unidades de

producción agropecuaria son simultáneamente unidades de producción económica y de reproducción social. La supervivencia familiar exige llevar a cabo todas las tareas involucradas en ambas funciones.

Kleysen Brenda y Fabiola Campillo. Productoras de Alimentos en 18 Países de América Latina y el Caribe. Perspectivas, Género y Desarrollo Rural. 1997 61 Kleysen, Brenda. Ed. Productoras Agropecuarias en América del Sur. San José: BID/IICA, 1996. 60

94


Las mujeres lencas de Intibucá son reconocidas porque siembran papa, entre otros cultivos comestibles y medicinales; es frecuente que ellas sean las responsables de todo el proceso productivo, hasta su comercialización. Los tubérculos como la yuca que producen las mujeres garífunas del norte del país, para elaborar el casabe, son con frecuencia cosechados por ellas mismas, ocupándose también de su procesamiento y venta.

En el cultivo de algunas plantas textiles como la palma de junco, la fibra de tule y la siembra de frutales fuera del predio de la casa, la participación de las mujeres es limitada, pero es ella por tradición junto a los niños y niñas, la responsable del proceso de recolección y procesamiento hasta la elaboración de objetos. Algunas mujeres consultadas en la investigación, aún no se reconocen a sí mismas como trabajadoras agrícolas, consideran que su trabajo en la agricultura es un aporte complementario de escaso o ningún valor, entre sus responsabilidades no contabilizan el tiempo dedicado a la parcela. Es probable que no exista ninguna mujer rural en Honduras que no sepa cómo se prepara la tierra, siembra y cosecha los alimentos, considerando la permanente vinculación que tiene con el proceso productivo.

En varias regiones del país la producción de granos básicos ha entrado en crisis, por el poco acceso a la tierra y a la asistencia técnica, limitados recursos para la siembra y el alto grado de deterioro de los suelos, los cambios climáticos y la falta de agua; las cosechas se han reducido sustancialmente, departamentos que otrora eran los que abastecían el mercado nacional, hoy no producen lo suficiente ni para consumo local.

Esta situación puede cambiar si se ponen en práctica condiciones favorables, por ejemplo, en algunas comunidades de los municipios del sur

95


del departamento de Lempira se registra en los últimos años un incremento importante en la producción de maíz, por los cambios que se están implementando en los métodos de siembra en ladera y el control de las quemas en los campos de cultivo.

Según datos proporcionados por las campesinas y los/las agrónomos/as que laboraron con el Proyecto Lempira Sur, hoy en manos de la Secretaría de Recursos Naturales, existe relación entre el uso de la técnica del manejo del rastrojo, consistente en la recuperación y mantenimiento de la vegetación natural en las laderas para retener el suelo y la humedad y la siembra de maíz en laderas entre los arbustos (guachipilin y aceituno); dando como resultado un incremento en el rendimiento por manzana de tierra cultivada. La participación de la mujer en estas actividades de manejo de la parcela es muy importante, conoce la técnica de conservación (rastrojo) y valora sus beneficios, tanto por el incremento de la producción como por la disponibilidad de leña.

“La adopción de tecnologías de manejo de suelos como no quema, labranza mínima, barreras vivas, distanciamiento de siembra, manejo de rastrojos, ha contribuido al incremento de la producción y la productividad de los pequeños y medianos productores en los Municipios del sur de Lempira. Alrededor de 1,000 familias lograron incrementar sus rendimientos promedio en maíz de 21 quintales a 48 quintales, en parcelas de dos manzanas; en fríjol de 6 quintales a 14 quintales en parcelas de media manzana”

(Lempira

Sur

2000)62.

Durante

el

levantamiento

de

la

información se logró observar a grupos de mujeres en las parcelas, recolectando maíz y extrayendo leña.

62

FAO. Lempira Sur 1994-1998, Informe de Experiencia. Tegucigalpa: 2000

96


Fotografía 21. Parcela de Maíz con rastrojo. Sur de Lempira. Enero 2003

Las diferentes formas de inserción de la mujer al sector agrícola ya han sido estudiadas anteriormente, Martínez y Rosales63 registran seis tendencias mas frecuentes de inserción de las mujeres a la producción agrícola, en esta investigación hemos corroborado que se mantienen vigentes: 1. Trabajo en forma individual o colectiva para el autoconsumo familiar o de subsistencia (producción de hortalizas y frutas, pecuaria

de

especies

menores),

aportando

una

proporción

significativa a la ingesta alimentaria familiar. El trabajo colectivo se vincula a la Reforma Agraria.

2. Apoyo al trabajo agrícola del esposo o compańero de hogar quien es el responsable principal de la actividad.

63 63

Martínez María Antonia y Rosales Sara Elisa. El Acceso de la Mujer a la Tierra en Honduras. San José: Fundación Arias,1995.

97


3. Realización

de

tareas

en

la

producción,

procesamiento

y

comercialización en pequeńa escala, individual y colectiva. 4. Participación en actividades forestales: recolección de leńa, frutas, fibras naturales, plantas medicinales y similares, que al ser transformadas en alimentos, medicamentos y otros, representan ingresos monetarios para la familia. La generación de ingresos es reducida. 5. Proletaria rural o asalariada. La participación de las mujeres es significativa en las empacadoras de bananos (52%

son mujeres),

gana salarios inferiores al de los hombres en jornadas de 12 horas. 6. Miembras de cooperativas agrícolas en el marco de la Ley de Reforma Agraria. Su participación ha sido limitada, en 1989 solamente un 15.4% eran mujeres.

4.2 La mujer rural vinculada a otros rubros agrícolas.

La caficultura ha sido uno de los primeros espacios de empleo de la mujer rural, desempeñando un rol muy importante en el período de corte de la fruta. Según datos proporcionados por el Informe sobre Desarrollo Humano Honduras 200264, la participación laboral femenina en el cultivo de café representa aproximadamente el 60%. El café forma parte del sector agro exportador tradicional, se produce generalmente en pequeñas parcelas.

64

PNUD. Informe sobre Desarrollo Humano Honduras 2002. Tegucigalpa: 2002

98


Las mujeres rurales también se incorporan como asalariadas en las plantas empacadoras de banano y camarón y en las plantaciones de melón y sandía, representando el 40%. La fuerza de trabajo de la mujer es apreciada especialmente en el volteo de frutas, recolección y empaque.

Las mujeres desarrollan en pequeńa y mediana escala agroindustrias caseras, generalmente derivadas de las actividades agrícolas. En la investigación se encontró a mujeres que elaboran productos de sábila en los departamentos de Santa Bárbara y El Paraíso, ellas mismas siembran la planta, la cuidan y recolectan las hojas para elaborar shampoo y enjuagues para el pelo.

4.3 Huertos Familiares y Seguridad Alimentaria

El huerto familiar es un espacio productivo de extraordinaria importancia para la familia rural hondureña, ha sido el entorno que por naturaleza ha acompañado la vivienda y ha dado vida al campo. En adecuadas condiciones de suelos, agua y clima, se convierte en un valioso complemento de la dieta alimenticia de la población rural. Constituye un espacio productivo altamente apreciado por la mujer en el que invierte gran parte de su tiempo.

“El huerto es como un refugio para disipar los problemas cotidianos”, según testimonio de una mujer entrevistada.

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Fotografía 22. Mujer Campesina en su huerto, una forma De riego por goteo. Santa Bárbara. Enero 2003

Los huertos, como pequeńas unidades de producción, se desarrollan en los alrededores de las viviendas bajo el cuidado de la mujer y los menores, la cosecha es generalmente utilizada para el consumo familiar. Un huerto puede albergar vegetales, legumbres, plantas medicinales, flores, frutas, ganadería menor, conejos, cerdos, aves, etc.

Los cultivos más comunes que se observan en los huertos a nivel nacional, son las musáceas, cítricos y mangos; la otra parte del huerto, la conforman los animales domésticos, siendo la gallina la más común. La cría de cerdos y ganado vacuno ha disminuido sustancialmente por la alimentación y los espacios que requieren y por la precariedad de las condiciones económicas de la familia. Fotografías 23. Vivienda sin huerto por falta de agua.

Huerto reducido al límite. Enero 2003

100


En algunas regiones del país, particularmente en el departamento de Valle los huertos habían casi desaparecido en la época en que se levantó la información de campo (Noviembre, Diciembre, Enero, Febrero), en otros departamentos como el sur de Francisco Morazán, algunos municipios de El Paraíso y Choluteca, este espacio productivo se redujo sustancialmente a unos cuantos árboles frutales, como resultado de los prolongados veranos y la falta de agua para regar.

La situación es resentida por las mujeres consultadas ya que ello limita las posibilidades de sostenibilidad alimentaria de la familia y la pérdida de una tradición. El factor agua para la vida de la población rural, debe ser objeto de mayor atención

por

parte

de

los

organismos

competentes

del

Estado,

considerando la progresiva reducción de este elemento y sus fuentes, en la zona rural; el agua es un recurso vital para el desarrollo.

Mantener la siembra de hortalizas, verduras, frutas, flores, tubérculos, plantas medicinales, granos básicos en pequeńa escala, papas y otros comestibles responde generalmente a ecosistemas con mayor incidencia de lluvias y a la intervención de Programas y Proyectos de desarrollo rural que invierten en infraestructura para riego. La variedad de los cultivos depende también de las zonas ecológicas del país, la yuca por ejemplo que utilizan las mujeres garífunas para elaborar el casabe se produce en mejores condiciones en la zona atlántica.

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Fotografía 24. Plantación de yuca Comunidad de Corosal, Atlántida. Diciembre 2002

El cultivo del huerto en condiciones adecuadas beneficia directamente a la familia, es una ayuda para la alimentación y cuando se presenta una buena cosecha se vende. Los ingresos obtenidos suelen ser administrados por la mujer.

Este espacio productivo complementa la alimentación de la familia, cuando se dan las condiciones de calidad de suelo, acceso al agua para riego, condiciones climáticas adecuadas, herramientas e insumos agrícolas, tecnología apropiada. Según estudios realizados por la FAO, existe relación entre la calidad de vida de las familias que tienen huertos con abundantes y diversos productos y las que no lo tienen.

El huerto que históricamente acompañó muchas viviendas rurales en Honduras, se está perdiendo en varias regiones del país, especialmente en el Sur, parte del Centro y de Oriente. Casi todos son temporales como se observó en esta investigación, dependen del agua de lluvia para sostenerse, muy pocas plantas resisten las sequías prolongadas. Esta pérdida es uno de los problemas más graves que afectan a la población rural y su economía. Bajo las condiciones actuales de escasez de agua, casi 7 meses al año, es difícil que esta alternativa alimentaria, se convierta

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en una opción para la población rural, a menos que se realicen grandes inversiones para instalar sistemas de riego y mejoramiento de la calidad del suelo. Muchos huertos solo existen en épocas de invierno.

Fotografía 25. Vivienda aldea Municipio de Nacaome, Valle. La mayoría de las viviendas de la zona no tenían huerto en Enero 2003

Este espacio productivo ha sido de mucho interés para las mujeres rurales, por la necesidad de contar con alimentos de acceso inmediato para la familia; una enorme cantidad de recursos económicos y humanos se han invertido con este propósito, pero los resultados han sido muy reducidos. Las mujeres rurales son protagonistas en el tema de la seguridad alimentaria, enfrentando además de las condiciones de pobreza y pobreza extrema, los problemas que se derivan de la escasez de alimentos íntimamente vinculada a la escasez de agua, tanto para riego como para consumo humano. El Estado, la FAO y otras agencias de cooperación internacional, siguen buscando alternativas que viabilicen el tema del huerto, por considerarlo básico en relación al acceso de alimentos para la familia rural pero no se logran resultados de largo plazo, por las condiciones anteriormente apuntadas. El Proyecto Lempira Sur, en el Departamento de Lempira, inició operaciones en 1988 con el propósito de restaurar la capacidad productiva

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de una de las zonas más afectadas por la pobreza, poniendo énfasis en los mecanismos de protección y aprovechamiento de los recursos hídricos y en la formación de conciencia sobre los efectos en los sistemas productivos y el manejo adecuado de los recursos naturales.

En 1995 la orientación de este Proyecto se centró en la finca y la microcuenca, incorporando como eje central a la familia y la comunidad. La meta fue mejorar la disponibilidad y el acceso de la población a los alimentos básicos. Hoy día se puede observar un considerable número de mujeres de esa zona, vinculadas directamente a la producción de granos básicos, lácteos, hortalizas, alimentos procesados, artesanías en barro, silos de metal y otros. Venden y compran productos en las comunidades fronterizas con la Republica de El Salvador.

Fotografía 26. Mujeres del Municipio de Olocingo, Lempira Comercializando productos con El Salvador, cruzando el Río Lempas. Enero 2003

Algunas agroindustrias caseras de alimentos envasados extraen los insumos de los huertos y la producción de la parcela; elaboran especialmente encurtidos que tiene alta demanda en las comunidades, especialmente en el verano cuando escasea el alimento; por ello se ha convertido en una actividad que genera ingresos para la mujer. La mayoría

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de las pequeñas empresas de envasados son de subsistencia, de autoempleo, no están registradas oficialmente ni tienen control de calidad. Algunas mujeres del sur del Departamento de Lempira están vendiendo estos productos en la frontera con El Salvador, con buena demanda.

Este departamento sigue siendo señalado como uno de los más pobres del país con un bajo índice de desarrollo humano y menor índice de potenciación de género; sin embargo, los aspectos observados en esta investigación, en siete municipios del mismo (Cololaca, Guarita, San Juan Guarita, Mapulaca, Tomalá, Candelaria y Tambla, reflejan una situación diferente en lo relativo a la reactivación de actividades productivas. El Programa Especial para la Seguridad Alimentaria en Honduras PESA, con el apoyo de la FAO y la Agencia Española de Cooperación Internacional AECI, está promoviendo un proceso comunitario para asegurar la alimentación en los Municipios de San Lucas, San Antonio de Flores y Morolica, al sur oriente del país, con el propósito de aumentar la disponibilidad de alimentos mejorando el acceso a los mismos, incidiendo en los sistemas de producción con el uso de tecnologías sostenibles y el manejo adecuado de los recursos naturales.

Este programa ha involucrado activamente a la mujer en el cultivo de huertos,

el

procesamiento

capacitándolas

sobre

estos

de

alimentos,

aspectos,

así

y

la

como

ganadería también

menor,

sobre

la

problemática local y el tema mujer y desarrollo.

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Fotografía 27. Mujer Campesina de San Lucas, El Paraíso. Participando en recolección de hortalizas. Fotografía de PESA

Una de las dificultades más graves que enfrentan las mujeres rurales son los bajos índices nutricionales, especialmente en los niños y niñas, derivado de las condiciones de pobreza y pobreza extrema. En los últimos años en Honduras se han tenido que importar alimentos por los limitados resultados de las cosechas y la producción en general, encareciendo la canasta básica. El tema de la alimentación ha ocupado a expertos e involucrado a muchos proyectos, sin que hasta hoy se hayan visto resultados significativos.

Por casi 50 años la FAO ha intentado posicionar el tema de la distribución de tierra para producir alimentos en los gobiernos de todo el mundo, los objetivos más importantes han sido que los países produzcan suficientes alimentos para la población, con calidad y en la cantidad necesaria. La vía ha sido la inclusión de la mujer rural en la diversificación de huertos familiares, asistencia técnica a la producción de granos básicos, etc. para abaratar el costo de los alimentos. En Honduras también se han hecho y se

siguen

dando

estos

esfuerzos

como

lo

constatamos

en

los

departamentos de Lempira y El Paraíso.

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Fotografía 28. Mujeres Campesinas, madre e hijas de San Lucas, El Paraíso. Se capacitan en producción de hortalizas en su huerto. Dic. 2002

4.4 VINCULACION DE LA MUJER RURAL A ACTIVIDADES NO AGRICOLAS GENERADORAS DE INGRESO

Un considerable número de mujeres rurales al no tener acceso a la tierra para agricultura y a sus bajos rendimientos han tomado la decisión de formar pequeñas empresas, la mayoría de ellas de subsistencia, como alternativa para generar ingresos; es a través de éstos que se busca cubrir las necesidades de la familia: mejoramiento de viviendas, la escuela y colegios.

La búsqueda

de

un

balance

genérico en

la

distribución de

oportunidades, está facilitando que la mujer rural hondureña

las

acceda a

nuevos conocimientos, destrezas y habilidades; no sólo motivada por los alimentos y bienes de consumo para la familia, sino porque valora es costo de oportunidad para su propio desarrollo. El manejar sus ingresos, tomar las decisiones sobre qué hacer con ellos, le está permitiendo a la mujer rural elevar su autoestima.

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Muchas mujeres rurales están organizadas o están intentando hacerlo. Se les encuentra vinculadas a una amplia gama de rubros, algunas con inversiones considerables de

capital fijo (infraestructura) y capital

circulante, con fondos de préstamos que han pagado o están pagando, como La Sureñita que procesa semillas y pasas de marañón, las que procesan carne de cerdo, las que siembran y comercializan camarón en el mercado internacional, las alfareras Lencas, las que procesan lácteos, construyen silos, etc. Otras con menores inversiones y préstamos

pequeños, elaboran pan,

dulces, compran pescado, elaboran casabe, confeccionan flores de tusa, papel orgánico, cultivan flores naturales, etc., también incursionando en actividades que les generen ingresos, generalmente módicos, pero que contribuyen a elevar un poco sus niveles de desarrollo humano.

Las actividades más comunes que realizan las mujeres que se consultaron en esta investigación fueron: elaboración de artesanías de barro con diferentes

formas

y

colores,

elaboración

de

envasados

de

frutas,

encurtidos, elaboración de flores y objetos de tusa, jabones, champúes, procesamiento de semillas y tubérculos, siembra y venta de flores naturales, elaboración de tejidos, bordados, café orgánico, elaboración de papel

orgánico,

procesamiento

de

lácteos

(quesos

y

mantequilla),

elaboración de alimentos (rosquillas, dulces, comida, rosquetes, tajaditas de plátano, casabe), medicina natural curativa y preventiva, silos para almacenar granos, cría de aves, tiendas de consumo, tejidos, bordados, elaboración de vinos, elaboración de velas de parafina, comercialización de pescado, elaboración de artesanías de junco y yute, etc.

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Fotografía 29. Galpón para Gallinas ponedoras. El Paraíso

Fotografía 30. Gallinas Ponedoras. El Paraíso.

Grupos de mujeres de Villa Santa. Enero. 2003

La valoración del trabajo de la mujer en el campo es parte fundamental en la búsqueda de alternativas para combatir la pobreza, como actora de desarrollo, merece un trato justo en el acceso a la tierra y otros medios de producción.

4.5 OTRAS ACTIVIDADES PRODUCTIVAS GENERADORAS DE INGRESOS

4.5.1 Alfarería Lenca

La mujer lenca tiene una trayectoria de varios siglos en la elaboración de cerámica y utensilios de barro. Las alfareras lencas se ubican en los departamentos del sur, centro y occidente del país, en donde el barro es un bien altamente considerado por su utilidad en la alfarería. Las mujeres han transmitido de generación en generación los procedimientos para la elaboración de vasijas de diferentes tamaños, estilos, acabados y colores. Existe una cierta especialización por zonas geográficas de las alfareras a nivel nacional.

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“En Honduras la alfarería de tipo tradicional prehispánica es una actividad eminentemente femenina, desarrollada en la región central, occidental y en la costa pacifica de Honduras, amplia área de asentamiento del pueblo Lenca: Goascorán, Guajiquiro, Camasca, La Campa, La Arada, y muchos otros. Actualmente enfrenta el problema de apropiación por parte de particulares de los terrenos de donde se extrae la arcilla”65

La fabricación de alfarería es esencialmente manual, utilizando como materiales la arcilla, agua, una mesa de trabajo, horno y leńa. Existen varias técnicas para la elaboración de objetos: vaciado orbital, enrollado sencillo, enrollado compuesto, enrollado orbital sencillo y compuesto, moldeado

convexo,

moldeado

cóncavo,

moldeado

plano,

oloteado,

vueleteado, alisado, raspado. Otras técnicas complementan el acabado, pulido o bruńido, engobe, impresión total y parcial, incisión, acanalado, pastillaje, chiches, trenzado, cenefas, pintura negativa, manchado o chorreado, pintura monocromada positiva, pintura bicromada positiva, pintura polícroma positiva. Todos los objetos son quemados, en hornos o al rás del suelo. Existen vetas de arcilla en varias regiones del país que se distinguen por su color café rojizo muy intenso, debido a la presencia de óxido de hierro; cuando el objeto es horneado adquiere un color anaranjado oscuro; también existe barro de otros colores como el negro, que le da una vistosa particularidad a los objetos. Las mujeres transportan la arcilla en la cabeza, algunas utilizan bestias de carga, carretas de bueyes o carros, cuando se trata de grandes cantidades. En la tradición lenca, se cree que las fases lunares y el clima influyen en la calidad del barro, cuando hay 65

Castegnaro, Foletti Alessadra. Tradiciones Artesanales. Tegucigalpa:1989.

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luna nueva o luna llena piensan que el barro no sirve porque “toda la tierra está en movimiento”. Los meses de octubre y noviembre son considerados los mejores para extraer el barro porque la tierra esta húmeda, aunque hoy día esta tradición ha cambiado, pues elaboran productos durante todo el año. También elaboran vasijas de barro para transporte de líquidos como el cántaro, para conservación de alimentos como la tinaja, el apaste para servicio, el jarro cafetero, las ollas para cocinar sobre el fuego, el sartén, el comal, etc., estos artículos conforman la alfarería utilitaria. También se fabrican vasijas ceremoniales como el incensario y el candelero, y vasijas para adorno con diferentes diseños. Históricamente la producción de objetos de barro estuvo dirigida al mercado campesino e indígena, con la llegada de artículos de plástico y aluminio a la zona rural se está sustituyendo la tradición del barro. Hoy día muchas mujeres alfareras están elaborando objetos decorativos con variados diseños, han mejorado la calidad y los acabados para su venta a nivel nacional e internacional; comunidades completas se han involucrado y están saliendo adelante con la elaboración y venta de estos productos. Algunas instituciones y personas han apoyado estas iniciativas como el Instituto Hondureño de Antropología e Historia, el Instituto de Turismo, la cooperación Suiza, ACTA de Honduras y otras.

Las mujeres lencas de San José, Guajiquiro, han mantenido el estilo arqueológico,

tradicional,

predominando

el

uso

de

engobes

rojos,

anaranjados, blancos y cremas, negro chorreado con tintes vegetales. Elaboran colgantes, ollas e incensarios, similares a los que hacían los antepasados mayas.

111


Las mujeres de Yarumela, Departamento de Comayagua, han desarrollado con mucha calidad, el estilo de la imaginería religiosa, elaboran “nacimientos navideños” completos, en diferentes tamaños, de vistosos colores, aplican pintura de aceite para destacar los detalles que tienen las figuras. Hacen iglesias y fachadas de casas, siguiendo la línea colonial religiosa.

En Goascorán, Paso Hondo, El Carreto y otras aldeas aledañas en el departamento de Valle, las mujeres se han especializado en hacer gallos de diferentes colores y tamaños, desde hace unos 40 años. Las mujeres de La Campa son afamadas por sus cántaros, jarros y ollas finamente trabajadas, recubiertos con engobe rojo, con dibujos realizados con engobe blanco. Las de Guajiquiro producen tinajas, ollas, comales, incensarios

y

han

ido

integrando

nuevas

piezas

con

inspiración

arqueológica. Utilizando la corteza del ocote logran una coloración negra especial y han recuperado el uso de la técnica del “chorreado”. Las mujeres de la Arada han evolucionado incorporando decoración que recupera figuras antropológicas y de la naturaleza. Desde 1986 se formó una organización de alfareras denominada MAGU que, ha logrado destacarse por la producción de piezas arqueológicas y contemporáneas, con asistencia técnica antropológica. Estas artesanas han recuperado distintas técnicas, la alfarería en negro y la decoración al negativo. Han diversificado la producción con decoraciones vistosas y sobrias, que están teniendo demanda a nivel nacional e internacional.

112


En 1989 se formó la Asociación Regional Alfarera Lenca, con el apoyo de PROPAITH y el Instituto Hondureño de Antropología e Historia, cuenta con personería jurídica, tiene una membresía de 150 alfareras de los siguientes departamentos: Valle: La Arada, Paso Hondo, Rinconada;

Francisco

Morazán: Ojojona, Santa Ana, Guerizne; La Paz: San José de Guajiquiro, Comayagua: Yarumela, El Porvenir; Intibucá: Cofradía y Lempira: La Campa

PROPAITH les ha capacitado de forma continua sobre diferentes temas: mejoramiento y diversificación de la producción, acabados, nuevos diseños,

fomentándoles

la

elaboración

de

piezas

de

inspiración

arqueológica. Actualmente desarrollan cuatro líneas de producción: arqueológica, tradicional, contemporánea y navideña, por la calidad y belleza de las piezas que elaboran, existe demanda a nivel nacional y con frecuencia internacional; esta última se realiza a través de instituciones que tienen los contactos y conocen los procedimientos de exportación.

En la investigación de campo no se encontraron mujeres alfareras que comercialicen en forma directa a nivel internacional, hace falta un camino por recorrer todavía, considerando las implicaciones de carácter técnico, idioma, conocimiento de normas, reglas, exigencias de calidad, diseños, etc., que requiere el mercado internacional; las mujeres consultadas estuvieron de acuerdo con la forma actual de venta de sus productos, no se sienten preparadas para hacerlo ellas mismas.

Todas las organizaciones de alfareras cuentan con un capital mínimo de operación y un puesto de venta local para comercializar los productos, con la ayuda de las instituciones mencionadas; han participado en ferias nacionales e internacionales. Aunque no se lograron registrar los montos

113


de los ingresos que perciben, la mayoría de las mujeres entrevistadas consideran que el dinero que reciben por concepto de ventas, les está sirviendo para salir adelante con su familia, mejorar la vivienda, enviar los hijos e hijas a la escuela y colegio, comprar ropa, medicinas y alimentos. Todas las alfareras consultadas se sentían contentas con el trabajo. “La producción artesanal constituye una opción válida por razones económicas y socioculturales. Genera un

reforzamiento de la identidad

cultural étnica y nacional. Además, representa una importante fuente alternativa de ingresos en algunas zonas rurales y posee una dimensión familiar y comunitaria muy importante, contribuyendo a evitar la migración hacia las zonas urbanas

y la disgregación familiar, étnica y

social. Para muchas mujeres y madres, es una digna alternativa de trabajo y fuente de ingresos”66.

Fotografías 31. Mujeres Lencas de la Comunidad de La Arada, Valle. Alfarería MAGU. Enero 2003

66

Castegnaro, Foletti Alessadra. Tradiciones Artesanales. Tegucigalpa:1989.

114


Fotografías 32. Alfarería Lenca, Imaginería Religiosa. Yarumela,La Paz

115


Fotografía 33. Alfarería Lenca de Guajiquiro, La Paz

4.5.2. Elaboración de artesanía de tule

Otra de las tradiciones importantes de la cultura indígena Lenca, es la elaboración manual de productos derivados del junco y el tule que realiza la mujer. El arte de tejer esteras o petates de tule es común en el área centroamericana, transmitido y conservado por mujeres artesanas. Las esteras fueron y son utilizadas por los Mayas y Lencas y otras culturas indígenas, como camas y alfombras para sentarse, comer y socializar; su importancia se registra en murales, códices, tallados en piedra, como el de la casa del pueblo Popul Nah en Copán Ruinas. Actualmente, el petate sigue siendo utilizado por un considerable número de pobladores rurales en todo el país. El Departamento de Santa Bárbara ha sido históricamente el gran productor de petates de tule elaborados por mujeres, la comunidad de El Níspero concentra el mayor número de petateras activas.

La elaboración del petate conlleva un trabajo complejo, desde el cultivo de la planta en lugares adecuados, hasta el trabajo con la fibra: partir,

116


blanquear, secar y tejer. La fibra la cultivan los hombres de las comunidades y las mujeres la procesan, la tiñen con tintes vegetales como el palo de brasil, la yuquilla, la saca tinta y otras; la combinación de colores le da al petate más vistosidad. Para tejer un petate una mujer experimentada se demora 2 o 3 días, utilizando únicamente las manos, una piedra plana y una aguja de madera. Las petateras han respetado las técnicas tradicionales de preparación de la fibra y el tejido y su forma de producción a través de la familia. Actualmente están incorporando nuevos diseños y colores.

En el presente ha bajado la producción de petates, debido a que la producción de tule se ha reducido y a los cambios en patrones de vida con la introducción del colchón de algodón. Sin embargo se han incorporado otros productos como bolsos para mujer, manteles individuales para mesa de comedor, cubre maceteros, alfombras, caminos de mesa con motivos tradicionales o modernos, vaseras, carteras, petates para cuna, cojines, etc. que están siendo bien recibidos en el mercado local.

La ONG PROPAITH, ha colaborado para que las mujeres se organicen en una Cooperativa Regional de Petateras Lencas: CIENIL, integrando a 4 comunidades productoras: El Níspero, Sinaí y Santa Cruz. Se han asociado 80 artesanas, cuentan con Personería Jurídica desde 1997. Las artesanas, con el tiempo, han ido introduciendo nuevos diseños, como el teñido de la fibra y de la técnica del calado; la comercialización se realiza en el espacio local. Estas mujeres elaboran productos de especial belleza y calidad, el problema que enfrentan es de acceso a

mercados y por

consiguiente a ingresos adecuados a los costos de producción y sostenibles.

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Fotografías 34. Mujeres en proceso de extracción de Tinte. Productos de Tule. Santa Bárbara. Dic. 02

4.5.3 Elaboración de Artesanías de junco

Las artesanías de junco también procede de Santa Bárbara, uno de los departamentos con mayor tradición lenca. El primer producto que se elaboró fueron los sombreros de junco y palmilla, han sido famosos por su belleza

y

durabilidad.

Se

conoce

que

esta

tradición

viene

aproximadamente desde hace dos siglos, según datos de la Municipalidad de Santa Bárbara, en 1884 se reportaron 327 hombres y 629 mujeres que elaboraban sombreros, produciendo unos 17.000 unidades al año.

Las comunidades que trabajan el junco son: Ceguaca, La Arada, San Francísco, Concepción del Sur, Santa Rita y la cabecera departamental Santa Bárbara. Esta industria fue floreciente hasta los años 50, cuando se logró exportar a Centroamérica, hoy día se sigue produciendo, pero en menor cantidad, debido en parte a la disminución de las ventas, ocasionadas

por los cambios en los patrones de consumo, (el hombre

prácticamente dejó de usar sombrero). Actualmente se calculan una 25,000 artesanas del junco, elaborando una amplia gama de productos.

118


Las comunidades de Santa Rita, Los Bancos y Ceguaca se han especializado en cultivar el junco para venderlo a las mujeres artesanas. La técnica del enrollado aparentemente fue introducida en los años 70 por artesanos del Ecuador. Los sombreros más finos son producidos por mujeres en las comunidades de San Francisco de Ojuera, Los Bancos y Ceguaca. En Ilama se producen cestas y sombreros de palma. La Arada se ha especializado en producir objetos de junco enrollado. En los años 80 se introdujo el teñido de las fibras con tintes químicos y la realización de distintos motivos.

PROPAITH e IHAH, promovieron la organización de la cooperativa regional COMARAL, con 60 afiliadas de La Arada y Ocotal; cuentan con su personería jurídica. Actualmente la cooperativa funciona con buen suceso y ha incrementado el número de socias. La producción con la técnica de enrollado se ha diversificado, introduciendo una línea de motivos arqueológicos y arte rupestre.

La combinación de colores ha cambiado hacia gamas más sobrias y naturales, de conformidad a la demanda internacional. La institución facilitadora trajo un experto para capacitar sobre combinación de tintes, preparación de fibras y teñido, lo que ha mejorado visiblemente la calidad y resistencia de los colores. En los sombreros se introdujeron nuevos diseños de ala ancha y se capacitó a las artesanas para darles un acabado diferente, los sombreros de mujer se han adornado con cintas y flores.

Actualmente las artesanas buscan la comercialización directa y precios justos, la promoción de los productos a nivel nacional e internacional, pero

119


hasta la fecha les ha faltado una estrategia de mercado y apoyo institucional con este propósito; a pesar de que se cuenta con productos de calidad y belleza que pueden venderse en cualquier mercado. Algunas artesanas

han

participado

en

ferias

nacionales

e

internacionales,

disponen de catálogos para promocionar los productos y una etiqueta para autentificación del mismo: DOC (Denominación Orígen Controlado).

Han

recibido

capacitación

en

análisis

de

costos

y

beneficios,

administración y mercadeo. Tienen un puesto de venta en la Comunidad de La Arada, sede de la Cooperativa.

Los productos de junco enrollados son de gran belleza, se destacan, las tortilleras, individuales, aislantes, paneras,

cesta con anillos para

servilletas, azafates, cofres, porta cepillos, carteras, violeteras, juegos de junco enrollado para paseos campestres, sombreros, juegos de cestas, porta lentes, portalápices, ganchos para el pelo, etc.

Fotografías 35. Mujeres artesanas de Santa Bárbara y sus productos. Enero 2003

120


Artesanía Junco típica de Santa Bárbara

4.5.4. Elaboración de flores y otros objetos de tusa

La elaboración de flores con diferentes materiales como papelillo, papel china, papel lustroso y otros, tiene una larga historia en los pueblos de Honduras, tanto para adornar las viviendas como para elaborar coronas y ramos para honrar a los difuntos.

En el sur y centro del país ha existido una mayor tradición de elaboración de flores de papelillo y recientemente de tusa. Hoy día una considerable cantidad de mujeres dispersas en las comunidades rurales elaboran flores de tusa por encargo, con presteza, calidad y belleza. En el departamento de Santa Bárbara, en Nueva Celilac, las mujeres han desarrollado una producción

importante; reflejo de

la

imaginería tradicional,

flores,

ramilletes, trenzas, coronas, muñecas, animales, decoraciones navideñas, etc. Algunas personas opinan que el uso de la tusa para elaborar flores viene desde tiempos prehispánicos, por la importancia que el maíz tenía para la vida de la población.

121


Las artesanas utilizan preferentemente la tusa blanca, las mujeres la tiñen con anilina o pinturas especiales para obtener colores brillantes, con los cuales elaboran un producto multicolor de fuertes contrastes. Las artesanas de Nueva Celilac elaboran una gran variedad de flores, animales, ángeles, figuras humanas, etc. En las comunidades de Sabana Grande, Opimuca, Manzanillo, Tule e Infiernitos, desde hace 20 años se empezó

a producir flores, coronas y

arreglos diversos con flores de tusa. Actualmente las mujeres venden la flor sin pintar a la empresa ATUTO, quién define el precio de cada flor; las ha capacitado, les facilita la materia prima, controla la calidad de los productos y los comercializa en el mercado internacional.

La tusa

presenta distintos tonos de color natural, blanco, amarillo, morado, café, lo que permite combinaciones de colores, han incorporado ingeniosamente las semillas de árboles y arbustos silvestres a las flores de tuza, dándole una vistosidad especial.

Las mujeres de las comunidades que elaboran las flores no participan en la elaboración final de los arreglos: coronas, ramos, etc., ni comercializan a nivel internacional. Cuando tienen un excedente de flores (que es poco frecuente), ellas mismas lo venden directamente en los mercados y tiendas de artesanías en Tegucigalpa, una del grupo sale a vender. Por el carácter informal de la vinculación con la empresa que les solicita las flores, no se genera ningún compromiso laboral, ni existe protección del Estado para ellas. Están sometidas a jornadas de trabajo agotadoras; cuando los pedidos son grandes y con tiempo limitado, las mujeres suelen trabajar hasta altas horas de la noche y al día siguiente siguen trabajando.

122


Las artesanas han recibido capacitación para elaborar diferentes tipos de flores que venden casi todo el año. Desde el año 1996 contaron con el apoyo de PROPAITH y el IHAH, han formado una Cooperativa Regional COMIFLOR, que se inició con 22 artesanas, actualmente cuenta con Personería Jurídica. Han sido capacitadas en nuevos diseños y teñido con tintes vegetales. En esta actividad participan sólo mujeres de todas las edades, con el apoyo de algunos niños, han logrado incorporarse activamente en la elaboración de flores de tusa, no sólo por sus habilidades manuales, sino porque pueden combinan

la actividad

artesanal con el oficio de la casa. En la investigación de campo pudimos observar que en casi todas las casas de las aldeas seleccionadas, las mujeres elaboraban flores, el diseño y el control de calidad lo define y realiza la empresa a través de su personal técnico que es quién las contacta en las comunidades.

Las mujeres productoras solamente intervienen en una parte de la cadena productiva como mano de obra barata, el resto del proceso, el acabado, lo realiza la empresa comercializadora. Muy pocas de ellas conocen cómo son exportadas las flores, que han confeccionado desde sus pequeñas comunidades, hacia los mercados internacionales.

En Nueva Celilac se formó la Cooperativa Regional CIFMAL, con el apoyo de PROPAITH, con 30 artesanas. Han recibido capacitación en tintes vegetales. Tanto la COMIFLOL como la CIFMAL han protegido sus productos con el sello y la etiqueta DOC, ambos grupos han tenido financiamiento y comercializan sus productos a través de sus tiendas locales o mediante su participación en ferias locales o nacionales, ellas administran sus ingresos.

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Fotografía 36. Niñas, niños y Adolescentes de las comunidades de Sabanagrande participan activamente en la elaboración de flores de tusa. Noviembre 2002.

4.5.5. Siembra y Comercialización de Flores Naturales

Es

una

actividad

realizada

especialmente

por

mujeres

rurales,

generalmente en zonas templadas con abundante agua. Las comunidades ubicadas

en

las

montañas

aledañas

a

la

capital

Tegucigalpa,

especialmente de la montaña La Tigra, han tenido como tradición la siembra de flores para la venta, realizada en pequeños predios próximos a las viviendas. Las mujeres seleccionan las semillas o los tallos y ellas mismas siembran de manera tradicional, con ayuda de los demás miembros de la familia; las flores más comunes son los claveles, cartuchos, margaritas, hortensias, pompones, vara de San José, búcaros, reinas, inmortales, etc.

Con la apertura de las ferias de los sábados en Tegucigalpa han ampliado los mercados, venden también en Danlí, Comayagua y algunas llegan hasta San Pedro Sula, esta ha resultado una buena fuente de ingresos, por lo que actualmente la mayoría de las familias se dedican a la siembra y venta de flores. En el Piliguín por ejemplo se dan las condiciones propicias para la producción, dependiendo de la extensión de la parcela sembrada

124


así son los ingresos; una gran mayoría son pequeñas unidades por lo que la producción no les ajusta más que para la sobrevivencia. Con el incremento del costo de vida, una importante cantidad de hombres se desplazan a diario a la capital o a sus alrededores para asalariarse, aprovechando la cercanía y las facilidades de transporte en bus. Con ello han dejado prácticamente a las mujeres al mando de la producción de flores. Algunas de las consultadas mencionaron que obtienen ingresos variados, por semana un promedio de 250 Lempiras, en días festivos como Día de la Madre, Día de Difuntos, etc., las ventas pueden alcanzar los 4.000 Lempiras semanalmente.

Fotografías 37. Producción de flores naturales con métodos tradicionales. El Piliguin, Noviembre 02

125


Por el carácter familiar de la producción de flores, las mujeres trabajan individualmente sus parcelas y realizan simultáneamente toda la faena de la casa. Han hecho intentos por hacer viveros comunales, sin buenos resultados. El INFOP, IICA, JICA les ha prestado alguna cooperación. Muestran interés por recibir más asistencia técnica para mejorar la producción, porque las flores tienen buen mercado y el retorno del dinero es relativamente rápido.

En los Departamentos de Intibucá y Santa Bárbara se encontraron grupos de mujeres dedicadas a la siembra de flores, con cierta tecnificación; han recibido apoyo económico del PRAF y asistencia técnica de la FHIA para la siembra de predios no mayores de una manzana, utilizando semillas importadas de claveles y rosas, que requieren fumigación cada 4 días. Estos grupos han enfrentado problemas de comercialización, por lo que los ingresos no son constantes.

4.5.6. Elaboración de Rosquillas y Pan

Las rosquillas forman parte de la tradición alimenticia de la población hondureña, muy probablemente se producen en todas las comunidades rurales del país, pero se destacan algunas regiones por la calidad y la cantidad orientada a la venta, como el Municipio de Sabanagrande, en el departamento de Francisco Morazán, Juticalpa en Olancho, Danlí en El Paraíso y San Marcos de Colón, en Choluteca.

La elaboración de rosquillas se produce en pequeñas empresas familiares, algunas contratan hasta 10 operarias. Su elaboración demanda de las mujeres una considerable inversión de tiempo, por la preparación previa de los ingredientes; teniendo la ventaja de que la mayoría de la materia

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prima se encuentra en todas las comunidades rosquilleras (maíz, cuajada o queso), en la investigación se encontró que algunas productoras compran los insumos a sus propios familiares.

Las productoras usan recetas que se han transmitido de generación en generación; generalmente no acceden a crédito ni asistencia técnica. La mayoría venden el producto en su propia casa, en forma ambulante o en puestos de venta en las mismas comunidades; eventualmente exportan, especialmente a los Estados Unidos, por la demanda que tienen en la Comunidad Latina.

En su mayoría estas pequeñas empresas no llevan libros de cuentas, control de gastos, ni de ganancias, no incluyen además el costo de la fuerza de trabajo, el tiempo invertido, poniéndo en riesgo su sostenibilidad. Por el tipo y la forma en que se realiza la producción de rosquillas, las mujeres consultadas en esta investigación no pertenecen a ninguna organización de mujeres, consecuentemente, están aisladas de las organizaciones de mujeres, desconocen las leyes y sus derechos y enfrentan grandes limitaciones para potenciar su propio desarrollo como mujer.

El Programa de Asignación Familiar PRAF y otras instituciones, han favorecido la creación de micro empresas de panadería con pequeños montos de crédito, en sus áreas de influencia, con el propósito de llenar una demanda local de alimentos y de proporcionar una opción de ingresos para la mujer, pero por su pequeña dimensión no constituyen una alternativa a largo plazo para mejoramiento de condiciones de vida, ni son una opción de desarrollo; las mujeres que participantes se reparten al día

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Lempiras 40.00 cada una. Con frecuencia las que elaboran rosquillas trabajan de manera independiente.

Fotografías 38. Mujeres de Intibucá, Olancho y El Paraíso, elaboran pan y rosquillas como principal actividad generadora de ingresos. Enero 2003.

4.5.7. Actividades Acuícolas

En la investigación no se encontró suficiente información sobre las actividades que involucran a la mujer rural en la pesca con fines de mejoramiento de ingresos, sin embargo se conoció a algunas que

viven

cerca de ríos y lagunas, que pescan por cuenta propia para consumo familiar.

La mujer Garífuna no pesca, a pesar de su vinculación directa en la comercialización y procesamiento de este producto; esta actividad por cultura y división del trabajo la realizan los hombres. Algunas mujeres garífunas han acompañado a los hombres a la captura directa de pescado

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en mar abierto, pero no es la costumbre. Los pescadores traen el producto a la playa y del resto se encargan las mujeres, ellas compran el pescado con fondos provenientes muchas veces de préstamos a altos intereses. La venta de pescado fresco es para buena parte de las familias garífunas la única fuente de ingreso, por lo que la mayoría de ellas suelen ser muy pobres.

Por lo estacionario de la actividad no siempre pueden proveerse de pescado, ello las obliga a buscar otras fuentes de empleo. La venta de pan de coco que era otra importante actividad generadora de ingreso, se ha reducido

sustancialmente,

por

una

enfermedad

denominada

“amarillamiento letal del coco ALC”, que destruyó casi todos los cocoteros de la zona atlántica del país.

Las mujeres que cultivan camarón y otras especies acuáticas en la zona Sur del país, se han organizado en cooperativas, en las que participan también hombres. La comunidad de Playa Grande, en el Departamento de Valle, cuenta con un grupo de mujeres líderes que deciden sobre los destinos de la organización, poseen lagunas de mediano tamaño, conocen la actividad y se vinculan directamente a la producción.

Sacan buenas cosechas que venden principalmente en El Salvador, lo que les ha permitido mejorar las condiciones de vida que fueron seriamente afectadas con el paso del Huracán Mitch que además de destruirles sus viviendas, enseres domésticos, animales y la cosecha de camarón; afectó también la infraestructura de las lagunas.

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Fotografía 39. Mujeres de Playa Grande, Valle, cultivan y producen camarón formando parte de una Cooperativa. Diciembre 2002.

El problema mayor que afrontan es la falta de tecnificación para mejorar las especies, la conservación del producto y el acceso a otros mercados.

4.5.8. Fabricación de Artesanías de Tuno

En esta investigación no se visitó la Mosquitia hondureña, sin embargo, el Instituto Hondureño de Antropología facilitó la siguiente información sobre las mujeres misquitas que viven en las riberas del Río Patuca, dedicadas a la elaboración de artesanías de tuno: Las mujeres fueron capacitadas por la Iglesia Morava y la ONG MOPAWI en los años 70, para realizar actividades artesanales que les permitieran obtener algunos ingresos monetarios. Iniciaron elaborando cuadros y tarjetas decorativas, mediante la técnica del collage, que consiste en hacer figuras con pequeños pedazos de tuno de diferentes colores y tamaños, utilizan también la corteza de árbol de hule y del higuero. Unas 160 mujeres ubicadas en las comunidades de Wampusirpe, Kurpa, Tukru, Bilalmuk, Pimienta, Panzana, Nueva Esperanza y Kraosirpe, se dedican a la fabricación de artesanías de tuno, con vistosos diseños y 130


colores inspirados en el arte rupestre. Estas se han organizado para mejorar la producción y la comercialización denominada “Tunu Mairin Asla”, en lengua misquita. Estas mujeres son acompañadas por una promotora enlace facilitada por MOPAWI, quienes también les apoyan en la comercialización. Las mujeres Tawahkas elaboran hamacas, bolsos y cestas colgantes llamadas “uslún”, con materiales de la zona, distintas clases de bejucos y corteza de árboles, el uso de cobijas y prendas de vestir se mantiene entre los y las poblbadores/as más tradicionales. Con el apoyo de PROPAITH y otras instituciones crearon La Asociación de Artesanas Tawahkas, con el objeto de mejorar la producción y ampliar el acceso al mercado. La comercialización directa representa muchas dificultades derivada de la lejanía de la zona respecto a la capital, además del acceso a las comunidades por medio de cayucos, los costos de la movilización son altos.

4.5.9. Elaboración de Shampoo y Enjuagues de Pelo

Es esta una de las nuevas actividades que actualmente está realizando la mujer rural, organizadas en microempresas. Las mujeres de El Paraíso han sido capacitadas por la Escuela Agrícola Panamericana El Zamorano, para la fabricación de shampoo y enjuagues de cabello que también están elaborando en los Departamentos del Occidente del país, en Intibucá y Santa Bárbara.

Es una actividad productiva con demanda, y venta a nivel local y en las ciudades del país, accesible en varios supermercados; cuentan con

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autorización de la Secretaría de Industria y Comercio. El producto lo elaboran con extracto de sábila, planta que ellas cultivan en pequeños predios cerca de sus viviendas; En las comunidades de El Paraíso inicialmente sembraban en huertos caseros, actualmente han comprado predios. Tienen sus propios locales de trabajo. La asistencia técnica de la Escuela Agrícola Panamericana les ha ayudado a elaborar productos con calidad, buena presentación y manejo de registros contables. En vista que la materia prima principal la obtienen de la propia localidad, la ampliación de las áreas de siembra, el conocimiento de la técnica y los procedimientos de mercado, tienen posibilidades de sostenibilidad. No se tuvo acceso a información sobre ingresos y cada cuánto los reciben las involucradas, pero por lo que se pudo observar en su estilo de vida, que las condiciones económicas de estas mujeres son relativamente favorables.

Fotografías 40. Siembra de sábila y productos elaborados: shampoo y enjuagues de pelo. El Paraíso. Febrero 2003

4.5.10. Procesamiento de Alimentos

Las actividades más comunes que realizan las mujeres en este rubro son: Elaboración de embutidos y mermeladas de frutas. Generalmente se trata

132


de pequeñas empresas dirigidas por ellas, utilizando principalmente los productos que obtienen de huerto, para la elaboración de embutidos de vegetales, mermeladas, salsa de tomate y especies, productos que tienen buena acogida en los mercados local y regional.

Los vegetales envasados (encurtidos) forman parte de la dieta de la familia rural, que las mujeres rurales preparan empíricamente; pero existen grupos

productivos

procedimientos

que

que

han

ayudan

a

sido la

capacitados conservación

con y

a

técnicas

y

presentarlos

adecuadamente.

En las comunidades del Departamento de Lempira, próximas a la frontera con El Salvador se tiene demanda del producto desde ese país. Los precios de venta son bajos, cada unidad tiene un valor de L. 25.00 limitando la posibilidad de crecimiento de estas pequeñas empresas que además de ser temporales, dependen de cosechas generalmente de invierno.

Las mermeladas se producen en varios departamentos del país, se observa que cada vez mejoran la calidad y la presentación del producto, se elaboran con frutas de temporada, generalmente mora, guayaba, mango, y otras de buen sabor. Se venden a nivel local, pero ya pueden encontrarse en supermercados de las ciudades grandes, lo que les abre la posibilidad de crecer.

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Fotografía 41. Mujer de Gualcinse, Lempira. Elabora envasados con productos del huerto, los vende en la localidad y en las comunidades de la frontera con El Salvador. Enero 2003

Producción de Plantas Medicinales

Esta actividad productiva la realizan generalmente las mujeres indígenas lencas, consultamos a las que viven en el Departamento de Intibucá, por ser el departamento mayor productor de plantas medicinales a nivel nacional. Se registraron 46 especies de plantas medicinales, pero no todas son procesadas para la venta, sino que son conservadas como parte de su reserva cultural. Actualmente la mayoría son sembradas en los huertos caseros, pero en algunas comunidades están cultivando predios especiales con el apoyo de la Comisión Cristiana de Desarrollo CCD.

Los cultivos siguen los procedimientos tradicionales de siembra y cosecha, actualmente las mujeres se están capacitando para elaborar esencias que se venden en la ciudad de La Esperanza. Por lo reducido de la actividad y el bajo precio de estos productos, los ingresos percibidos no logran ser alternativa para mejorar los ingresos de las familias. El valor especial de esta actividad productiva es la recuperación del patrimonio cultural indígena.

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4.5.12. Procesamiento y Comercialización de Semillas de Jícaro

Esta actividad es realizada por grupos de mujeres de la Comunidad de El Guayabo en el Departamento de Valle, el jícaro es un arbusto común en esa zona, las semillas de su fruto, molidas se utilizan para hacer bebidas refrescantes. Las mujeres realizan todo el proceso productivo, desde el corte de la fruta hasta su venta en bolsas.

En este rubro enfrentan dos problemas: garantizar materia prima a futuro, pues ellas no siembran el jícaro, ya que es una especie que crece silvestre, en la zona y la posibilidad de tener acceso al agua para lavar la semilla. Este grupo de mujeres está siendo apoyado por PRONADEL, venden el producto en los alrededores de la comunidad y en Choluteca, en donde tiene demanda, por ser uno de los alimentos que forman parte de la dieta alimenticia de la población de la zona sur. La producción se realiza en pequeñas cantidades por lo cual los ingresos son reducidos, teniendo que combinarla

con

otras

actividades

productivas,

especialmente

la

elaboración de pan.

Fotografías 42. El jícaro es un arbusto que crece naturalmente en la zona sur del país, cuya semilla se extrae para refresco. Enero 2003

135


4.5.13. Elaboración de Casabe

Es propio de la población garífuna, las mujeres son las encargadas de su elaboración, son generalmente las responsables directas del sostenimiento del hogar, considerando que una importante cantidad de hombres han ido emigrando

hacia

los

Estados

Unidos

o

a

trabajar

en

barcos

internacionales.

El casabe es uno de los alimentos más importantes para la población garífuna del norte del país, se elabora con harina de yuca, siguiendo un procedimiento ancestral. Las plantaciones de yuca son comunes de la zona, es el cultivo por excelencia de este grupo poblacional, se siembra en los alrededores de las comunidades, con frecuencia por las mismas mujeres que procesan, pero como las cosechas son reducidas, compran también en el mercado local. En las Comunidades de El Corozal y Sambo Creek, cuentan con una organización apoyada por CODIMCA. La elaboración de casabe consume considerable cantidad de tiempo; las mujeres invierten hasta tres días a la semana para prepararlo empezando por la recolección de la yuca, hasta su fase final, que realizan con gran presteza y calidad. Esta actividad la realizan generalmente las mujeres mayores de la familia, semanalmente trabajan unos 20 quintales de yuca y de cada quintal sacan 30 hojuelas, que es el producto final.

La comercialización se hace principalmente en la ciudad de La Ceiba, pero también venden a otras regiones del norte como en las Islas de la Bahía; existe interés de exportar a los Estados Unidos a través de un intermediario, pero esa idea no se ha concretado formalmente. Pese a que

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es un producto muy elaborado que requiere una buena inversión del tiempo, laborable de las mujeres, es un alimento que se vende a bajo costo, cada hojuela tiene un valor en el sitio de L. 12.00, fuera de la comunidad se puede vender hasta por L. 16.00. Los ingresos que obtienen son bajos y por consiguiente contribuyen muy poco a mejorar las condiciones de vida de las familias, por esta razón las mujeres se involucran en otras actividades como la venta de comidas y pescado fresco.

Las mujeres de estas comunidades mantienen su organización activa, cuentan con su propio local para realizar actividades de capacitación, para sesiones y diversas actividades sociales. Anteriormente recibieron apoyo de ONGs, ala hora de levantar la información no contaban con cooperación.

Fotografía 43. Mujer garífuna muestra el procedimiento para la elaboración de casabe. Corosal 2003.

4.5.14. Procesamiento de Café

La participación de las mujeres en las actividades productivas del café tiene larga historia, han sido principalmente encargadas de la cosecha de los granos junto a los niños y las niñas, pero generalmente no son dueñas de las parcelas, trabajan como jornaleras. La participación en el

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procesamiento del grano ha sido inducida principalmente por la Asociación Hondureña del Café APROCAFE, especialmente en el Occidente del país. Actualmente están siendo capacitadas para entrar a la producción de café orgánico en pequeñas parcelas, dirigidas por ellas. En la investigación de campo se consultó a las socias de la Cooperativa San Rafael, Intibucá, afiliadas a la Red Comal que tiene su sede en Siguatepeque. Cuentan con sus propios cultivos pero también compran café para tostar, unas 50 libras a la semana; han recibido apoyo de la Cooperación Sueca para la compra de equipo. El café molido empacado en bolsas se vende en Siguatepeque. Igualmente se consultó a mujeres del Departamento de Lempira que están procesando el café para vender en bolsas. Las producciones son relativamente pequeñas pero se están abriendo mercado, especialmente en el norte del país.

La siembra y procesamiento de café orgánico ha cobrado interés en los últimos años a nivel mundial, por lo que experiencias como estas podrían dar buen resultado para las mujeres rurales de las zonas occidental, central y oriental del país. Poder tener acceso a la tierra es el punto de partida.

Fotografía 44. Las mujeres de la Cooperativa San Rafael, Intibucá, comercializan café en bolsas.

138


4.5.15. Elaboración de Papel Orgánico

Es una de las actividades productivas más recientes que realiza la mujer rural en varias regiones del país, introducida por los proyectos para ampliar las posibilidades de obtención de ingresos para la familia. Su elaboración demanda un largo procedimiento, desde la selección del la planta con la cual se va a trabajar, hasta la preparación de las tablas para el secado. Existen varios tipos de papel, diferenciados por la textura, grosor y color que le da la variedad de plantas y cortezas utilizadas, tales como el gazpacho de la caña de azúcar, piñuela, amate, la hoja de valeriana, el izote, la penca del plátano, etc., que colectan normalmente en los alrededores de las viviendas. Las hojas se cortan en trozos pequeños, se cocen a fuego lento y seguidamente se lavan, prosigue colocarlas en tinas con cloro para obtener un color más parejo y después las licuan; con la pasta lista la pasan a moldes con el tamaño deseado y se colocan en una mesa para secado. Es una actividad no tradicional muy interesante que han aprendido mujeres de varias regiones del país; el papel es utilizado para hacer sobres, flores, floreros, decorar objetos, etc. Pese a lo novedoso de la actividad y la calidad del producto que se extrae, actualmente no tiene un canal de comercialización ágil, a no ser que sea a través de los propios proyectos de Cooperación en ferias, por lo cual no es una fuente constante de ingresos para las mujeres involucradas.

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El mercado es limitado, teniendo en cuenta el potencial que tienen las mujeres para producir. El precio de cada hoja de papel es de L. 10.00, pero ya elaborado como tarjetas pueden venderlo hasta por L. 25.00.

FotografĂ­as 45. Mujer artesana capacitada para elaborar papel orgĂĄnico. ParaĂ­so, enero 2003

140


4.5.16. Bordados

El Departamento de La Paz ha sido conocido por la calidad de los bordados que realizan las mujeres. En la investigación se conoció la experiencia de los grupos organizados de mujeres del municipio de Guajiquiro, que elaboran y bordan manteles y vestidos de mujer con un buen acabado. Han sido capacitadas por ONGs. Actualmente comercializan sus productos en la misma zona y en ferias artesanales, las ventas no son constantes por lo que las posibilidades que esta actividad se convierta a corto plazo, en alternativa sostenida de ingresos, es poco posible.

Por la calidad de productos que las mujeres elaboran, podrían participar en cadenas productivas de más largo alcance, aún con las limitaciones de acceso a los centros urbanos.

Fotografía 46. Bordados de Guajiquiro, La Paz, 2003

4.5.17. Tejidos

La elaboración de tejidos forma parte de la tradición cultural de la mujer Lenca,

especialmente del departamento de Intibucá; son conocidos los 141


pañuelos de vistosos colores que las mujeres confeccionan en telares de madera

tradicionales, utilizando lanas que

Guatemala.

En

casi

todas

las

traen generalmente

comunidades

consultadas

en

de ese

departamento, se encontraron a mujeres experimentadas en la elaboración de pañuelos de diferentes tamaños, colchas, bolsas, etc. y más de una vivienda tenía su propio telar.

Con el apoyo de algunas instituciones como PROPAITH y el IHAH, hoy día se han dado a conocer más estos tejidos y existen Proyectos que intentan apoyar a las indígenas para ampliar su producción. Hasta la fecha la elaboración de tejidos ha sido una actividad que las mujeres han realizado para abastecer a la familia y vender para subsistir, pero cuentan un importante potencial,

experiencia y voluntad de trabajo, que puede

facilitar la apertura de un proceso de producción y comercialización más amplio, que redunde en el mejoramiento de la calidad de vida de esas mujeres y sus familias.

4.5.18. Tajaditas de Plátano

Es una actividad productiva con demanda local realizada en varias regiones del país, en la investigación se consultó a una microempresa de la comunidad de Quebrada Larga: “Nueva Esperanza”, en el Departamento de El Paraíso, que está formada por 8 mujeres, tienen tres años de existir. El plátano lo obtienen en la propia comunidad, cuentan con una parcela prestada, pero con las ganancias han comprado un predio para tener su propia plantación. La producción máxima es 1,000 bolsas de tajaditas por semana.

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Fotografía 47. Tajaditas de plátano empacadas para venta. Quebrada Honda. El Paraíso. 2003

El producto lo venden en la zona y en la ciudad de Danlí, en empaque de dos tamaños que comercializan a L. 3.00 y a L.10.00,

Una de las

iniciadoras de la actividad recientemente fue invitada a participar en la Primera Exposición Latinoamericana de Empresas Campesinas en la ciudad de Santiago de Chile, en la cual vendió el producto con buen suceso.

Esta

experiencia

le

dado

fortaleza,

confianza

y

están

periódicamente ampliando la producción. Cuentan con local propio pero de reducido tamaño.

Las jornadas de estas mujeres se extienden desde las 4.00 a.m hasta las 8 p.m, y los ingresos que reciben se gastan en su totalidad en atender las necesidades de la casa. Esta pequeña empresa, con adecuado apoyo técnico y financiero tiene buenas posibilidades de crecimiento.

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4.5.19. Construcción de Silos metálicos para almacenar granos básicos

La construcción se silos metálicos como alternativa productiva generadora de ingresos, no ha sido tradicionalmente una actividad de mujeres, las capacitaciones para su fabricación se han ofrecido especialmente para los varones; sin embargo, en los últimos años grupos de mujeres se han dispuesto incursionar en esta actividad en varias regiones del país; hoy se conoce a varias mujeres rurales con pericia para producir no solo silos sino además cazuelejas para hornear pan y otros utensilios para la casa.

Los silos son particularmente importantes para almacenar granos básicos, es frecuente verlos formando parte del entorno de las viviendas de los pequeños valles del centro, oriente y occidente del país; aunque con la reducción de las cosechas en algunas regiones, se corre el riesgo de que su producción disminuya o llegue a desaparecer. En la investigación se encontró a una mujer en la Comunidad de Olosingo, en el Departamento de Lempira, que dirige una pequeña empresa de construcción de silos, manejando la técnica con gran habilidad.

Fotografía 48. Mujer microempresaria de silos. Olosingo, Intibucá. 2003

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Por la calidad del producto que elabora tiene gran demanda en la región, ha logrado construir hasta 200 silos para un sólo pedido. Esta mujer además de dedicarse a esta actividad, realiza el trabajo doméstico y hasta elabora pasteles para la venta. Según la documentación consultada, existen otras experiencias de grupos de mujeres en otros departamentos como en Yoro dedicadas a la elaboración de silos metálicos.

4.5.20. Procesamiento de semillas de Marañón

“Mejorar sobre la marcha, cambiar el individualismo, mejorar los niveles educativos, apropiarse de nuevos conocimientos en materia de trabajo, organización y administración de la fuerza laboral, y aumentar la auto estima, fueron los primeros problemas que tuvimos que enfrentar en la Sureñita”. Testimonio de mujer líder, Diciembre 2002.

Entre 1978-1984, el Instituto Nacional Agrario INA promovió una masiva siembra de plantas de marañón, logrando incorporar 2,809.2 hectáreas, con un promedio de 131 árboles por hectárea, o sea 368 mil árboles. Organizó 74 grupos que representaban 1,525 productores. El INA retiró el apoyo y lo retomó la Fundación Friedrich Ebert Stiftung (FES) y otras entidades, comienzando por animar a las mujeres a mantener sus grupos y concretar pequeñas empresas para dedicarse a tareas productivas. Casi el 50% de las socias de la empresa son madres solteras.

En vista de la intensidad del trabajo, el tiempo que demandó a las mujeres esta actividad productiva y la necesidad de obtener el fruto para trabajar, las mujeres tuvieron que realizar una reunión con los hombres en Namasigue

para

que

las

apoyaran,

especialmente

solicitaron

un

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acompañamiento solidario y la garantía de contar con la fruta del marañón cuya producción está en manos de ellos.

“Muchos hombres se enojaban con nosotras porque sus compañeros se reían de ellos porque su mujer estaba en el centro de trabajo y ellos en la casa. Mi esposo me dijo: !Que bien, yo en la casa y mi mujer en la cooperativa!. Pero lo convencí que él como productor y yo como procesadora de la semilla de marañón podríamos mejorar y aceptó. Además dono un terreno para impulsar el cultivo”.

“El principio no fue fácil, pero pronto nuestros maridos nos ayudaron a halar el material para construir las plantas procesadoras y comenzar a desarrollar este proyecto. Fue una experiencia importante, porque además de la unión en la casa se logro la unión en el trabajo. Al principio ganaba poco, de 100 a 150 lempiras, al mes, que era poco, pero soñábamos con ganar dólares”. (Testimonio de Eloisa de Jesús Obando. Enero, 2002). Ahora ganan de 80 a 100 lempiras diarios. Comenzaron procesando 80 quintales de semilla, actualmente son 2.700 quintales.

En marzo de 1985 comenzó el proyecto de procesamiento de pasas de marañón con el fin de generar empleos e ingresos a un conjunto de mujeres campesinas: “3 de Octubre”, “10 de Julio”, “Astros del Sur”, “Corazón de Jesús” y “Libertadores del Sur”. Desde un inicio se buscó la autogestión y autosostenibilidad del proyecto.

La Sureñita transforma el llamado falso fruto del marañón para comercializarse en el mercado nacional con mercado internacional en Alemania, Francia y Bélgica. Obtuvo su personería jurídica el 2 de Octubre de 1992, con 55 asociadas distribuidas en cinco grupos pre cooperativos,

146


quienes trabajan en tres plantas procesadoras de semillas y fruto del marañón, cuentan un documento privado de compra-venta del terreno de las oficinas principales.

El proceso que se sigue para elaborar es el

siguiente: •

Recolección de la fruta en la finca

Limpieza y clasificado

Lavado y almacenamiento

Horneado en aceite

Despulpado

Dorado para despergaminación

Despergaminado

Desinfección

Almacenado en recipientes de plástico

Adición de sabores

Embasado en bolsas plásticas

Pesado, sellado

Comercialización

Las cuatro organizaciones de

mujeres citadas, crearon el Comité

Coordinador de Cooperativas Procesadoras de marañón de la Zona Sur de Honduras (COPROMAZSH). La creación de este Comité permite una visión de conjunto de las cuatro empresas cooperativas, el diseño de políticas administrativas, supervisión

y evaluación en materia de producción,

control de calidad, comercialización y educación. La Fundación Ebert Stiftung, representada por el Señor A. Friedrich Kramme - Stermose, buscó el mercado alemán mediante el apoyo de la

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Sociedad para el Fomento de la Solidaridad del Tercer Mundo GEPA; antes de los primeros envíos hacia Alemania, se llevaron muestras para promover el producto. Fue a partir de 1994 cuando entraron a la producción comercial fuerte.

“Ahora que el proceso está en marcha, nosotras nos hemos mirado amenazadas por los empresarios, hay gente que está interesada inclusive en comprar nuestras empresas y no miramos voluntad política de parte del Estado de Honduras para ayudarnos”. (Testimonio Belsahí Herrera, enero 2003)

En materia de precios, las cooperativas llevan control de sus costos de producción y luego investigan los precios con los compradores de Alemania, con GEPA, por ejemplo. Para el futuro, las mujeres piensan comprar tierras para ampliar su pequeña plantación de marañón, ya que tienen 5 hectáreas en La Sureñita, Azacualpa, y una en La Constancia, donde esta la cooperativa Paz y Unión, pero hay mucha competencia, ya que de Nicaragua y El Salvador vienen a comprar la fruta de marañón a los hombres, con el riesgo de quedar desabastecidas. Durante 1999, hubo 5 exportaciones a Europa.

Para Alemania exportaron 40.400 kilogramos por un valor de US$275,779 y a Costa Rica 4,924 kilogramos por un valor de US$29.008 para un total de las exportaciones, al 30 de noviembre de 1999, de 45,324 kilogramos por un valor de US$304,787. Desde el año 2.000 exportan a Bélgica, con el apoyo de Osfam. En esta investigación no se logró obtener datos actualizados sobre la cartera que maneja la cooperativa por políticas de la misma, ni a cuanto asciende los beneficios económicos para cada socia.

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La venta en el mercado local se realiza mediante acuerdo con la Comercializadora Hondureña, propiedad del Señor Guillermo Aguilera, quien al 30 de noviembre de 1999 había vendido más de 18 mil libras de almendras, el 20% de la producción total. A la fecha la Sureñita sigue vendiendo localmente a través de esta misma empresa con quien están satisfechas.

La Cooperativa ha dispuesto la suma de 532 mil lempiras para el mejoramiento de 116 viviendas de las mujeres participantes en el proyecto, construcción de 90 letrinas, 10 hornos de gas propano para la eliminación del consumo de leña donde no exista energía eléctrica y un horno eléctrico en las plantas de La Sureñita, donde hay fluido eléctrico. Ha realizado obras de beneficio comunitario, financió el pago de mano de obra para la construcción de ramplas en las comunidades de Azacualpa, La Constancia y San Agustín en los ríos y quebradas que quedaron incomunicadas, después el huracán Mitch.

Esta cooperativa de mujeres ha demostrado solidez por lo que tiene acceso a ofertas de préstamos en la banca privada, en dólares, las puertas están abiertas para futuros créditos. Actualmente cuenta con una membresía de 115 afiliadas.

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Fotografías 49. Procesamiento de la semilla de marañón. La Sureñita. Choluteca. Enero 2003.

Según datos del PNUD. “El país registró una mejora del índice de desarrollo relativo al género, al pasar de 0.600, en 1998, a 0.633 en el 2002...Los progresos registrados en la equidad de género en el país, así como en sus diferentes departamento, están asociados a un aumento en la escolaridad de las mujeres, a un incremento de su participación en la fuerza laboral y al aumento en los ingresos por trabajo, entre otras causas”67. 67

PNUD. Informe sobre Desarrollo Humano Honduras 2002. Tegucigalpa: 2002.

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CONCLUSIONES 1. Los hallazgos de la investigación ilustran sobre los cambios que se están produciendo en la mujer rural, asociado no sólo a su trabajo en la producción de granos básicos, atención al huerto y la ganadería menor para enfrentar la sobrevivencia. Se encontró una mujer que además de asumir la reproducción social, está buscando formas de aportar al ingreso de la familia y a la economía del país, mediante la realización de una amplia diversidad de actividades agrícolas y no agrícolas.

2. En el campo hombres y mujeres han seguido pautas y expectativas sociales, cumplido roles sociales que les han sido asignados y son puestos en práctica de acuerdo a normas, leyes, prescripciones y estereotipos; actualmente se cuestiona la vigencia estos roles, formando parte importante de las discusiones y luchas de los movimientos de mujeres. 3. La mujer rural posee una diversidad de perfiles, con condiciones, intereses y necesidades distintas. Existen desigualdades en los niveles de desarrollo y la participación productiva en las diferentes regiones del país, tanto de orden geográfico, demográfico, étnico, educativo, posibilidades de acceso a la tierra y a los medios de producción. Las necesidades e intereses de las artesanas Lencas del centro, sur y occidente del país por ejemplo, son diferentes a los de las mujeres garífunas del atlántico norte.

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4. Los obstáculos que impiden que las mujeres rurales participen ampliamente en la economía son de índole estructural, lo que obliga a revisar todo el sistema socioeconómico y buscar soluciones integrales, bajo el criterio que las mujeres no serán las únicas beneficiarias. La continuidad de los procesos democráticos servirá como base para ir afianzando los conceptos de equidad de género.

5. La concentración de mujeres en los estratos más pobres de la sociedad constituye una barrera operativa que supera el ámbito específico de la mujer, se remonta a una limitación más estructural como es el desconocimiento, sobre como reducir la pobreza. Muchas de las políticas sectoriales, que introducen las modificaciones necesarias para focalizar a la mujer no son suficientes para producir un impacto definitivo en su productividad y calidad de vida.

6. En el país existen avances en materia de diseño de políticas y de estrategias, se reconoce que se están dando las primeras bases para incorporar

a la mujer en las políticas sectoriales, pero en la

investigación de campo, no se encontró suficientes evidencias sobre los resultados de su implementación. Se busca la igualdad de condiciones para la mujer rural, pero para

que

las

leyes

y

políticas

así

persisten las dificultades como

las

medidas

de

implementación y las estrategias emitidas puedan traducirse en acciones

concretas

de

desarrollo

con

equidad,

es

necesario

esclarecer cómo cerrar la brecha entre esas políticas y su implementación, cambiar el enfoque de desarrollo incorporando el mejoramiento cualitativo en la vida de las mujeres.

152


7. De los múltiples problemas que pueden identificarse para avanzar en el proceso de inserción de la mujer rural al desarrollo, se visualizan como fundamentales: la necesidad de concienciar a los gobiernos y a la sociedad en general sobre el verdadero rol de la mujer rural y de su ubicación en los sectores más pobres; el otro se refiere a vacíos evidentes de información estadística que aseguren un seguimiento a la eficiencia de la aplicación de las políticas.

8. Los esfuerzos por apoyar a la mujeres rurales tanto desde el Estado, como la Cooperación Internacional, ONGs, etc. han tenido un corte más paternalista-asistencialista que un interés por

potenciar sus

capacidades de la mujer rural, estimulándola a luchar por eliminar la desigualdad de género, uno de los principales obstáculos para que potencie sus capacidades como actora de desarrollo; cambiar a este último enfoque llevará tiempo todavía. 9. Un número importante, no contabilizado, de mujeres rurales a nivel nacional, se ha involucrado en pequeńos proyectos productivos bajo un enfoque institucional asistencialista; pequeños, poco sostenibles, algunos reproducen su condición de marginalidad, no sólo porque son de subsistencia, sino también por el enfoque con que se socializan. Algunas de estas experiencias han resultado negativas por no haber partido de los propios intereses y oportunidades de la mujer, ello las ha desanimado para participar nuevamente en organizaciones y proyectos con una perspectiva más amplia económica y políticamente, como la lucha por el acceso a la tierra, u otros factores de la producción, el acceso al crédito y la asistencia técnica, etc. Esto ha limitado el desarrollo de sus capacidades, creatividad e independencia.

153


10.

El INAM bajo el amparo de una serie de Leyes y Políticas de

Estado y con el apoyo de la cooperación internacional, está buscando abrir los espacios a la mujer rural como actora del desarrollo. La Política Nacional de la Mujer, Políticas Públicas con Equidad de Género para la Reducción de la Pobreza 2002, Política para la Equidad de Género en el Agro Hondureño, Política de Equidad de Género 2000-2005, la Ley para el Desarrollo Rural Sostenible están reforzado el tema de la inclusión de la mujer rural al desarrollo.

11.

Existe una creciente participación de la mujer en actividades

productivas generadoras de ingreso, más que una respuesta a momentos de extrema necesidad, tiene un carácter estructural y permanente, lo que debe ser considerado en la formulación y aplicación de políticas públicas. Muchos proyectos de generación de ingresos siguen esquemas tradicionales, tanto a nivel de gobierno como de la cooperación externa, no están ayudando lo suficiente a potenciar las capacidades de la mujer como actora de desarrollo, no transcienden en la búsqueda del bienestar a mayores niveles de desarrollo.

12.

El trabajo doméstico que realiza la mujer rural sigue pesando

y limitando a la mujer el desarrollo pleno de sus potencialidades, tiene un valor incalculable en términos de desarrollo del capital humano. No se logra sin embargo contabilizar la contribución femenina al crecimiento económico ni al desarrollo sostenible; este hecho se refleja en el diseño e implementación de políticas a nivel

154


macro, en la reticencia a aceptar la importancia económica y social de insertar a la mujer en los planes de desarrollo. 13.

Las mujeres rurales necesitan tierra y quieren decidir sobre lo

que producen. La Secretaría de Agricultura y Ganadería SAG, el Instituto Nacional Agrario INA, conocen esta situación, pero el proceso de entrega de tierras a las mujeres rurales sigue siendo lento y en cantidades minoritarias por lo cual continuarán en desventaja comparativa con los hombres, los indicadores expuestos en el documento confirman esta situación. Las mujeres organizadas que han logrado algunos predios con el Instituto Nacional Agrario para siembra, hasta la fecha muy pocas; ellas toman decisiones y trabajan directamente, contratan a hombres como mano de obra para que realicen ciertas actividades como la limpieza del terreno. El elemento cultural sigue siendo determinante, en las actividades agrícolas.

14.

En la investigación se encontró a mujeres que consideran su

contribución a la producción agrícola, complementaria y marginal; la mayoría de estas mujeres prefieren no involucrarse directamente en la toma de decisiones sobre agricultura para no alterar la relación con la pareja. Sigue considerándose importante al decidir la participación en proyectos productivos generadores de ingreso, elaborar

o

procesar

productos

alimenticios,

artesanales

o

incursionar en proyectos de ganadería menor, una forma de reproducir los roles tradicionales reproductivos. En la investigación se encontró a muchas mujeres que prefieren formar pequeñas empresas sin tener que salir de casa pera no enfrentar el rechazo de sus compañeros de hogar, optimizando al máximo su tiempo.

155


15.

La diversificación de las pequeñas parcelas y los huertos, no

han ofrecido en el tiempo, el suficiente seguimiento y monitoreo a la calidad de los productos que se cosechan, ni sobre los resultados de la misma. Ha faltado análisis con las mujeres rurales, sobre el uso concreto y sostenido de los productos alimenticios del huerto y la parcela para consumo de la familia y por consiguiente, los cambios en la dieta alimenticia y la nutrición, que le son consecuentes. Hace falta más análisis, profundizar sobre el tema con las mujeres rurales, sobre el problema de la pérdida del huerto en amplias regiones del país. 16.

El objetivo principal de la vinculación de las mujeres rurales a

la producción agropecuaria, acuícola o artesanal

es producir o

comprar alimentos para la familia, lo que le ha dado el crédito de responsable directa de la seguridad alimentaria. La mayoría de las familias rurales son numerosas, espacios de convivencia de una o más familias nucleares, unidas por lazos de parentesco. 17.

Una importante cantidad de mujeres rurales al no tener acceso

a la tierra para agricultura, o al tenerla en cantidades mínimas, o de mala calidad, han generando proyectos productivos alternativos a la agricultura, con asistencia institucional o sin ella, formando pequeñas empresas; con el producto de las cuales están comprando alimentos para la familia, mejorando sus viviendas, enviando los hijos e hijas a la escuela, colegios e incluso a

la universidad. El

incremento en la escolarización de las niñas conducirá a un cambio sostenido en los procesos de mejoramiento de la calidad de vida en el área rural.

156


18.

Muchas

mujeres

rurales

que

participan

en

procesos

productivos generadores de ingresos con algún nivel de ganancia y ahorro, han pasado por los procesos de capacitación que se señalaron al principio y les ha tocado sortear una serie de vicisitudes frente a sus familias y comunidades, derivadas de la subvaloración, discriminación y la falta de confianza. Aún cuando en la mayoría su nivel educativo no trasciende la educación primaria, algunas han logrado desarrollar capacidades para el manejo de la producción, manejando tecnologías no tradicionales, como aquellas que elaboran shampoo, acondicionadores, nuez de marañón y otros productos.

19.

Bajo las condiciones actuales en que las mujeres rurales

atienden las pequeñas empresas significa una sobrecarga de trabajo, por la atención a las responsabilidades domésticas y las de producción. Muy pocas han logrado incorporar a la familia, especialmente a los varones, a los quehaceres de la casa para liberar el tiempo de ellas e incrementar sus capacidades productivas.

20.

Aunque el estado civil no es una condición para que la mujer

se involucre en procesos productivos no agrícolas, generadores de ingresos, existe un alto porcentaje de mujeres que participan activamente

en

estos

procesos

que

son:

solteras,

viudas,

abandonadas por los maridos o compañeros de hogar.

157


21.

La aplicación de las políticas hacia la mujer rural se han

centrado en la promoción de actividades productivas generadoras de ingreso de menor tamaño, de manera individual o colectiva; la asistencia técnica y pequeños montos de crédito, están orientados hacia los roles domésticos y reproductivos de las mujeres, mas que a una capacitación amplia y sostenida socio empresarial y técnica. Persisten las limitaciones a nivel de aplicación de políticas, para tomar en cuenta a la mujer como sujeto fundamental del desarrollo, más allá de sus roles domésticos, reproductivos o productivos secundarios que tradicionalmente se le asignan. 22.

La mayoría de empresas de las mujeres rurales son pequeñas,

de subsistencia, que dan empleo a más de medio millón de personas, pero funcionan con muchas carencias para entrar en

mercados

nacionales e internacionales; bajo esas condiciones no tienen posibilidad de entrar en esta competencia. La apertura de los mercados internacionales con productos de mayor calidad y bajo costo, pone en peligro estas empresas, trayendo como consecuencia un incremento del desempleo y por consiguiente el agravamiento de la pobreza. 23.

Existe

un

pequeño

grupo de

mujeres

rurales

que

ha

desarrollado pequeñas empresas con alguna capacidad instalada, con potencial de crecimiento, disponibilidad de materia prima a nivel local. Son personas hábiles en los procesos productivos que generan, que podrían elevar su nivel de competitividad con el apoyo estatal, es el caso de las empresas de la Cooperativa la Sureñita, de las alfareras Lencas, las artesanas del junco y tule de Santa Bárbara y las que siembran y comercializan camarón, que han logrado algún

158


nivel de crecimiento y ventas locales e internacionales, pero vulnerables en su sostenibilidad. 24.

Muy pocas mujeres rurales, las menos, han creado medianas

empresas con instalaciones propias, contado con asistencia técnica y crediticia sostenida, con una visión de desarrollo de largo alcance, con una importante calidad y novedad

de los productos que en

algunos casos les está permitiendo incursionar en

mercados

competitivos, no sólo a nivel local o nacional, sino que están saliendo a Centroamérica, Norteamérica y Europa. Indudablemente estas experiencias que a veces involucran comunidades rurales enteras, están provocando cambios importantes no sólo en la mujer misma, que está valorándose más sus capacidades y potencialidades, sino a nivel familiar. La vinculación a procesos productivos exitosos generadores de ingresos, les está obligando a replantearse el tema del manejo del tiempo en el hogar y a buscar alternativas. Con frecuencia las mujeres ganan más que los hombres, lo que les ha dado mayores oportunidades para que sean tomadas en cuenta. 25.

La incursión de la mujer rural en la comercialización de sus

productos, con apoyo institucional, está reforzando su capacidad de negociación. Existen ejemplos de grupos organizados de mujeres rurales que han desarrollado una experiencia y habilidad como productoras y negociadoras, es el caso de la Sureńita en Choluteca, de las alfareras de San José,

Yarumela, La Arada y otras

comunidades en los Departamentos de La Paz y Valle, de las floristas de tusa de las aldeas del Municipio de Sabanagrande, las tejedoras indígenas

de

Intibucá,

las

que

elaboran

jabones,

shampoo,

acondicionadores, medicinas naturales, en diversas zonas del país 159


como en El Paraíso, Francisco Morazán, Santa Bárbara, Intibucá, Lempira, Copán, las que trabajan el junco y el yute en Santa Bárbara.

26.

Todas

las

mujeres

entrevistadas

invierten

sus

ingresos

principalmente la seguridad alimentaria de la familia, vestuario, medicinas, educación de los hijos e hijas y vivienda. Existe interés en capacitarse para mejorar la calidad de sus productos y por consiguiente los ingresos. El tema de ampliación del mercado y conocer sus reglas, está presente en todas las demandas de las mujeres productoras. 27. están

Existen casos de organizaciones productivas de mujeres que contribuyendo

económicamente

en

el

desarrollo

de

la

comunidad, en el mejoramiento de escuelas, instalación de sistemas de agua, protección de los recursos naturales, mejoramiento de caminos, apertura de tiendas de consumo a precios cómodos, etc. La mujer, por la necesidad que tiene de ver resueltos los problemas centrales de sobrevivencia, cuando tiene oportunidad contribuye con recursos económicos o participando en diversas actividades a un nivel más amplio que el de su propio hogar, para mejorar los servicios comunitarios. 28.

La verdadera valoración del trabajo de la mujer rural y su

contribución económica, requiere disponer de datos del costo específico de cada una de las actividades que ella realiza. Existen proyectos que hoy día están haciendo mediciones del aporte económico

del

trabajo

de

las

mujeres

rurales

mediante

la

metodología de “uso del tiempo”, tanto en la esfera productiva como

160


en la reproductiva; se trata de una contabilización matemática de los minutos destinados para el desarrollo de las actividades en un día típico, haciendo diferencias por la estacionalidad de la producción agrícola. El cálculo se realiza por medio del “costo de oportunidad”, que otorga una remuneración al tiempo destinado a las actividades domésticas, su relación de costo en la esfera productiva, como cuenta propia en la misma localidad.

29.

La Estrategia para la Reducción de la Pobreza, formulada por

el gobierno, no contempla una propuesta específica para atender la realidad de la mujer rural, señala en términos generales el mejoramiento de la equidad y seguridad en el acceso a la tierra, la importancia del desarrollo sostenible, el mejoramiento de la competitividad de las pequeñas empresas rurales y el mejoramiento de las condiciones sociales del área, pero no ofrece mayores especificaciones sobre cómo la mujer rural va a ser beneficiada con la propuesta.

30.

El gobierno creó recientemente el Programa Nacional de

Competitividad para hacerle frente a su aportación en el marco de los Tratados de Libre Comercio TLC, pero las mujeres rurales tienen grandes limitaciones para entrar en esos mercados competitivos que exigen productos de calidad altamente diversificados. La estrategia de competitividad contempla identificar áreas geográficas con potencial para exportación, la creación de competencias, estimular el encadenamiento entre las pequeñas y las grandes empresas para ampliar

la

exportación;

creación

de

Centros

de

Innovación

Tecnológica, búsqueda de certificación y el mejoramiento constante de la calidad de los productos hondureños, posicionar al país a nivel

161


internacional con sus productos, realizar alianzas con Centros de Educación Superior para formar especialistas. Las mujeres rurales que han formado pequeñas empresas en su mayoría no están preparadas para participar en procesos competitivos.

RECOMENDACIONES 1. El Estado deberá contemplar más claramente, en la planificación del desarrollo, la inclusión de la mujer en una dimensión integral. Una estrategia de desarrollo no puede prescindir de la mujer en todos los niveles, su inserción requiere de un conocimiento amplio sobre las diferentes actividades económicas en que se involucra, identificar y eliminar las barreras que impiden su acceso a las acciones de política.

2. Es necesario incrementar la participación y la representación de la mujer en la vida política, ya que esto se traduce generalmente en cambios positivos para las mujeres en todas las demás esferas de la sociedad. El INAM congruente con su Plan Estratégico 2002 – 2006, deberá seguir promoviendo un amplio y sostenido proceso de capacitación,

con

gubernamentales,

la

concurrencia

ONGs

y

las

de

otras

Organizaciones

instituciones de

Mujeres

Campesinas, sobre los temas de participación social y política de la mujer; que le permita discernir sobre la importancia de involucrarse en la toma de decisiones y vincularse concientemente a procesos de desarrollo de largo alcance.

162


3. Las mujeres deben estar presentes activamente en la construcción de las propuestas dirigidas a ellas, especialmente cuando se trata de políticas,

planes,

programas,

proyectos

y

estrategias

de

implementación así como en su ejecución, seguimiento y evaluación. Buscar el desarrollo de sus capacidades, acceso a los recursos productivos y garantizar su participación en la toma de decisiones, para alcanzar reivindicaciones que las inscriban en un proyecto de transformación de largo alcance. 4. Cuando las políticas se dirigen a la unidad familiar, minimiza a la mujer porque la figura masculina termina tomando las decisiones, manteniendo la subordinación y el marginamiento, por lo que “es necesario disponer de medidas que permitan compensar las desventajas históricas y sociales que impiden al hombre y a la mujer actuar en igualdad de condiciones, la equidad lleva a la igualdad; el empoderamiento es imprescindible para alcanzar esta equidad e igualdad de género”. (Política de Equidad de Género 2000-2005). El Estado está llamado a proveer las condiciones necesarias para que las Leyes sean conocidas por las mismas mujeres, se cumplan y permitan a la mujer rural un verdadero proceso de inserción al desarrollo. El Estado deberá vigilar que el enfoque de género esté presente en los programas y proyectos que se ejecuten para impulsar el desarrollo del país.

5. Es necesario continuar con los cambios en los enfoques de los servicios de asistencia técnica, capacitación, crédito, ofrecidos por el Estado, la cooperación externa y las ONGs. Potenciar la capacidad de la mujer rural para que entre de una manera más directa en los procesos de desarrollo, no sólo está demandando la equidad en el

163


acceso a recursos, servicios, beneficios y poder, sino un cambio en la forma de relacionamiento entre personas, que redunde en el fortalecimiento a los procesos democráticos. Es necesario que se tome en cuenta el nivel, la naturaleza y las especificidades del trabajo femenino, que no le considere sólo por sus necesidades inmediatas, sino que se busque producir efectos a largo plazo.

6. Es necesario identificar los obstáculos a la participación de la mujer en la toma de decisiones, buscar tecnologías y nuevas estrategias que permitan agilizar las tareas de la mujer rural, a fin de que ésta pueda disponer de más tiempo para participar en actividades educativas, económicas, sociales y políticas. Promover a la mujer asignando recursos y posicionándola en las estrategias de desarrollo.

7. Debe superarse la idea que el trabajo agrícola no es trabajo de mujeres y que por ello la mujer no necesita acceder a la tenencia de la tierra.

La mujer tiene derecho a que se le faciliten predios de

tierra de calidad y en cantidad para desarrollar procesos productivos rentables destinados al mercado nacional e internacional; desde luego que participa en estos espacios.

8. Los fondos de crédito deben responder a las necesidades de financiamiento en función de diferentes opciones de producción e ingreso de la mujer rural. Perfeccionar la capacitación de las mujeres en aspectos relacionados con el manejo de cuentas y comercialización.

9. Es necesario crear un ambiente político más favorable para las empresas de mujeres, el intercambio entre redes, capacitación de

164


género para quienes toman decisiones, recolección de información y estadísticas desagregadas por sexo. Promover desde el INAM instancias de diálogo entre las mujeres y los que toman decisiones políticas.

10.

Las

mujeres

rurales

requieren

apoyo

de

instituciones

educativas y de investigación agropecuaria como el CURLA/UNAH, la Escuela Agrícola Panamericana El Zamorano, la Escuela Nacional de Agricultura, el IICA el CATIE y otras,

que les ayude a investigar

y orientar los procesos productivos, de mercadeo, y desarrollar programas y proyectos sostenibles en el manejo y aprovechamiento de los recursos forestales. 11.

Las mujeres rurales también requieren asesoría de expertas,

para orientar el logro de sus intereses estratégicos. El INAM podría definir una estrategia en esta dirección.

12.

Es necesario crear un sistema de información, contar con un

registro de datos y actividades relevantes, para darle seguimiento a las acciones emprendidas por el Estado y las ONGs sobre la implementación de las políticas y estrategias que favorecen a la mujer rural. 13.

Considerando el surgimiento de pequeñas empresas de

mujeres

con

sus

propias

particularidades,

algunas

de

ellas

elaborando productos de calidad y con posibilidades de exportación, habrá

que

retomar

el

tema

del

fortalecimiento,

fomento

y

consolidación de estas actividades, valorar el aporte de la mujer

165


empresaria y elevar su nivel de competitividad como alternativa para el desarrollo. 14.

Los técnicos facilitadores de las Instituciones deberán contar

con conocimiento sobre el enfoque de equidad género para el desarrollo rural. Con frecuencia las instituciones carecen de recurso humano especializado y sensibilizado en la temática, que manejen información sobre la situación de la mujer rural y conozca las políticas que se han formulado para posicionarla en el marco del desarrollo.

15.

Debe

promoverse

el

fortalecimiento

de

organizaciones

comunitarias con programas de capacitación sostenidos, para que incrementen sus posibilidades de negociación política y económica y su capacidad para la formación de alianzas estratégicas y redes colaborativas.

16.

En el momento actual pocas pequeñas empresas de mujeres

rurales

pueden

participan

en

el

Programa

Nacional

de

Competitividad, salvo si se les incluye en las estrategias del gobierno para el sector MIPYMES, acceso a servicios financieros y no financieros, a información, capacitación técnico-empresarial de conformidad a los requerimientos diferenciados de las mujeres, alternativas de financiamiento e inversión a largo plazo, innovación tecnológica, diversificación de productos, estudios de calidad, mercado y el desarrollo de estrategias sostenidas de comercialización a nivel nacional e internacional, pudiendo participar en cadenas y redes empresariales. Por tratarse de pequeñas empresas pero con potencial para entrar en una dinámica económica altamente

166


competitiva, habrá que hacer investigaciones especiales del potencial de cada una de ellas. 17.

Es necesario tomar en cuenta la propuesta del gobierno de

potenciar el sector productivo que entrará en los Tratados de Libre Comercio, ha priorizado los sectores productivos: agroindustria, forestal, muebles de madera, turismo, textiles, entre las cuales se podrían ubicarse algunas pequeñas empresas de mujeres, haciendo alianzas

con

empresas

competitivas,

de

conformidad

a

sus

capacidades. Actualmente el gobierno a través de la Secretaría de Industria y Comercio y FIDE están formulando la Política de las MIPYMES mediante un proceso de consulta, con el propósito de fortalecer este sector de la economía, valorando el importante rol que desempeñan en la generación de empleo y en la producción del país.

18. las

Es importante que se realice un estudio específico sobre cómo pequeñas

empresas

de

mujeres

pueden

aprovechar

las

disposiciones a favor de las micoempresas en Honduras, para elevar su nivel de competitividad en función de su inclusión en los tratados internacionales.

19.

Para ofrecer una intervención institucional estatal y privada

sostenida, coordinada, que de seguimiento a la aplicación de las políticas a favor de la mujer rural, sería importante considerar la creación de una instancia que podría llamarse Consejo de Política de la Mujer Rural o una Dirección General de Promoción de la Mujer Rural, funcionando bien en el INAM, la SAG o en otra institución estatal, contando con la participación activa de las organizaciones de mujeres campesinas e indígenas a nivel nacional, tanto las de

167


orden social como productivo, con la asesoría del INAM, con el acompañamiento de ONGs; sus funciones serían las de dar seguimiento de cerca a la implementación de las políticas aprobadas, preparar la formulación de otras, dar seguimiento a planes, programas y proyectos específicos a favor de las mujeres rurales, avanzar con la incorporación de la perspectiva de género en los programas de desarrollo municipal y en los proyectos de asistencia técnica municipal, así como promover la integración del enfoque de equidad de género en políticas, planes, programas y proyectos socioeconómicos del Estado. Ofrecer el servicio de información sobre redes de colaboración internacional hacia la mujer rural, promover el proyecto de desarrollo en áreas fronterizas recientemente creado por el gobierno. Esta instancia deberá desempeñar un estratégico en el proceso de involucramiento de la mujer rural al desarrollo del país. 20.

Existe la necesidad de contar con un Plan detallado de

Ejecución de las Políticas para la mujer rural, que identifique las verdaderas capacidades institucionales para viabilizar y sostener la formulación y aplicación plena de todas las Leyes y Políticas que se han formulado y se formulen para impulsar el desarrollo, de la mujer rural, en su más amplia dimensión. Que de seguimiento a la transversalidad del enfoque de género en las decisiones y acciones de las instituciones vinculadas al sector publico agrícola, a la incorporación del concepto género en los sistemas de información. 21.

La búsqueda de un balance genérico en la distribución de las

oportunidades educativas impulsado por el sistema educativo nacional, facilitaría a la mujer hondureña acceso a nuevos

168


conocimientos, destrezas y habilidades, no solo para asegurar alimentos a la familia sino para su propio desarrollo como persona. 22.

Es

necesario

establecer

proyectos

acelerados

para

la

alfabetización de las mujeres rurales en los que se incluya planes de formación integral adecuados a sus necesidades, para darles mayor posibilidad de incorporarse al desarrollo nacional.

23.

Es necesario socializar más ampliamente las experiencias de

mujeres rurales que han logrado resultados sostenidos en los procesos productivos. Existe potencial en algunos grupos de mujeres (muy pocos) para entrar en

procesos de competitividad y en

mercados internacionales, las mejores prácticas están en aquellas organizaciones que han tenido una capacitación amplia, un seguimiento y evaluación constante de los procesos y experiencias.

24.

Es necesario elevar en nivel de competitividad. La mayoría de

los problemas que enfrentan actualmente las pequeñas empresas de las mujeres rurales tiene que ver con la baja productividad, con la escasa disponibilidad de instrumentos financieros adecuados a sus necesidades, con el limitado acceso a mano de obra calificada, a una tecnología actualizada que les permita mejorar sus procesos productivos, la calidad de sus productos y a mejorar la capacidad de gestión. 25.

Es necesario elevar el nivel de empresarialidad. Honduras no

tiene desarrollada una cultura empresarial que viabilice y dinamice el proceso de desarrollo de las MIPYMES elevándola a niveles de competitividad. Pese a la importancia que tiene el sector para la

169


economía del país y la gran cantidad de población que absorbe, este sector no mantiene una estrategia de crecimiento, de organización, innovación, de coordinación interinstitucional, es necesario revertir esta situación para entrar en la nueva dinámica económica en la que el país está inmerso. 26.

Considerando que la presencia de las mujeres a cargo de

negocios agrícolas relativamente sostenibles, es muy limitada todavía (solamente son el 5% de los productores agrícolas, según datos del Censo Nacional), pero con un importante potencial de desarrollo, es necesario definir estrategias institucionales, con el apoyo de

la

cooperación

internacional, para

potenciar

estas

capacidades en todos los departamentos del país.

27.

Es necesario realizar estudios diferenciados por estrato

productivo, realizar una clasificación de MIPYMES de mujeres. Al ser sectores tan vulnerables, su situación se modifica rápidamente, es necesario realizar seguimientos anuales, las Encuestas del INE son fundamentales, con adecuados diseños maestrales hacia el sector MIPYME.

28.

Apoyar la generación de economías de escala, aprovechando al

máximo los beneficios que la aglomeración sinérgica pueda facilitar. Si estas pequeñas empresas siguen actuando individualmente difícilmente pueden crecer en las condiciones actuales del entorno competitivo. Es necesario fomentar la asociatividad para diversos fines, asesorías técnicas, mercados, compra de insumos, desarrollo de

sistemas

de

información,

modernos

métodos

gerenciales,

exportar, etc. Integrarse a clusters, distritos industriales y otros.

170


Crear una masa crítica de PYMES con capacidad competitiva que sirvan de modelo para motivar e incentivar a otras microempresas de mujeres a dar el salto a la competitividad, que no se perpetúen en la subsistencia, convertirse en alternativa a la pobreza.

29.

Las

pequeñas

empresas

de

mujeres

rurales

requieren

soluciones innovadoras, iniciativas estratégicas, acompañamientos de ONGs calificadas, capacitadas, que les permita reforzar su crecimiento. Es necesario implementar un Plan Estratégico de Capacitación estratégicas

para para

socializar

las

incorporar

a

mejores una

prácticas.

variedad

de

Alianzas entidades

relacionadas e interesadas, que podrían poner a disposición recursos humanos y financieros para innovarlas, ayudarles a entrar a mercados en condiciones competitivas.

30.

Es conveniente la formulación e implementación de una

política macroeconómica y social basada en la producción con enfoque

de

género,

políticas

reproductivas

para

mejorar

las

condiciones productivas y de trabajo doméstico, políticas para la reproducción de la fuerza de trabajo, que faciliten el acceso a la educación salud, empleo. Se trata de un enfoque de política sobre la participación de la mujer como actora activa del desarrollo.

171


ESTRATEGIA DE INTERVENCION PARA EL DESARROLLO DE LA MUJER RURAL HONDUREÑA

Presentación

Los resultados de la investigación destacan que existe en el país una significativa participación de mujeres rurales en actividades productivas generadoras de ingreso, que benefician directamente a la familia. Mujeres emprendedoras con voluntad de trabajo, que demandan una mayor inclusión en el desarrollo rural, alfabetización, capacitación en aspectos de orden social, equidad de género, liderazgo, prácticas asociativas, conocimiento de leyes que protejan los derechos de las mujeres y otras. Requieren además formación en aspectos económicos, asistencia técnica, financiera,

acceso

a

la

información

para

la

toma

de

decisiones,

capacitación en gestión empresarial, mercadeo, y otras materias que refuercen sus capacidades para incorporarse con éxito en el proceso productivo. La propuesta de estrategia, surge de los hallazgos de la investigación y de la valoración de la importancia que tiene la participación de las mujeres en el desarrollo nacional. Su objetivo es aportar a la creación de oportunidades sociales, económicas y políticas para que la mujer rural se beneficie de las oportunidades que ofrece el desarrollo rural,

en

condiciones de equidad de género; tomando en cuenta las especificidades del trabajo femenino, sus necesidades diferenciadas inmediatas y de largo alcance. En términos generales, un ambiente propicio favorable al logro de la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres.

172


Esta Estrategia se enmarca dentro de la Política para la Equidad de Género en el Agro Hondureño, la Política Nacional de la Mujer, el Programa Nacional de Desarrollo Rural Sostenible, el Plan Nacional de Gobierno 2002-2006, la Estrategia para la Reducción de la Pobreza, el Programa Nacional de Competitividad.

LA ESTRATEGIA

La Estrategia se sustenta en dos ejes:

1. Fortalecimiento de la capacidad de desarrollo de la mujer en el marco de la búsqueda de un balance genérico en la distribución de las oportunidades: culturales, educativas, de capacitación, de formación, comprensión de su rol en la sociedad y del incremento de sus capacidades para ocupar espacios en toma de decisiones en la vida política y en el ámbito local.

2. Promoción de su independencia económica a través de una mayor apertura de acceso a la tierra de calidad y en la cantidad acorde a sus necesidades, a los fondos de crédito y a la asistencia técnica, para desarrollar procesos productivos rentables destinados al mercado

nacional

e

internacional

mediante

la

generación

empresarial; como medio para hacerle frente a la pobreza que recae mayormente sobre ella.

173


Lineamientos de la Estrategia El Problema

La Estrategia

La mujer rural enfrenta

Promover la búsqueda de las condiciones necesarias

situaciones de discriminación

para potenciar a la mujer rural como actora del

y de exclusión social,

desarrollo, en igualdad de condiciones y oportunidades

económica y política por

que el hombre, a través de:

razones de género. La vigilancia en la aplicación de Leyes, Políticas y Programas, buscando la eliminación de los obstáculos

que

dificultan

su

participación

activa, en todas las esferas de la vida pública y privada.

La aplicación de las Leyes relativas al acceso a la tierra, a los servicios, al crédito y demás oportunidades que ofrece el desarrollo, en condiciones de equidad de género.

El fomento y la supervisión de la eliminación de aspectos discriminatorios por razones sexistas, étnicas o sociales en el sistema de educación formal y no formal, en el marco de la educativo nacional.

La promoción y elaboración de programas de enseñanza

y

material

didáctico,

para

la

educación formal y no formal, teniendo en cuenta los intereses y necesidades específicas de la mujer rural.

La formulación de programas de educación que promuevan el desarrollo de sus capacidades para la actividad productiva, aumentando la capacitación técnica para la elaboración de

174


productos de calidad, el mejoramiento de la administración, gestión y comercialización de sus productos.

Las

mujeres

concentran los

mayormente

estratos

más pobres.

rurales

se

A través de la cooperación del Estado, las

en

Agencias

poblacionales

ONGs,

Internacionales

de

Desarrollo,

las

promover la creación de programas

innovadores que reconozcan y fortalezcan el papel

decisivo

generadora

de

de

la

mujer

ingresos

para

rural la

como familia,

apoyándola con estrategias de empoderamiento para la toma de decisiones.

Establecer un entorno interinstitucional, que permita

desarrollar

políticas,

programas

y

mecanismos que favorezcan la incorporación de la mujer rural a los servicios del desarrollo en forma coordinada: crédito, asistencia técnica, capacitación, información, etc.

Adoptar medidas de política,

estrategias y

líneas de acción, para fortalecer la pequeña y mediana empresa rural dirigida o promovida por mujeres. Apoyándoles en aspectos de gestión empresarial, certificación

contabilidad, de

calidad,

mercadeo, redes

de

comercialización, etc.

Aprovechar

los

Financieras

(véase

servicios anexo

de 2),

las

OPDs

promover

el

desarrollo de nuevos instrumentos de servicios financieros, con mayor cobertura y facilidades para que las mujeres rurales tengan un mejor acceso a recursos financieros para desarrollar

175


sus empresas.

Facilitar el acceso a la información tecnológica y a la promoción de mecanismos de fomento a la innovación.

Crear mecanismos de carácter educativo y de capacitación,

específicos

para

la

mujer

productora para el fomento de la cultura empresarial.

Integrar a las mujeres rurales, sus perspectivas y conocimientos, en la adopción de decisiones en materia de ordenación de los recursos y en la formulación desarrollo

de

políticas

sostenible,

y

programas

particularmente

de las

destinados a atender y prevenir la degradación ambiental y la conservación de los recursos naturales.

Propiciar la integración de redes de cooperación entre las empresas de las mujeres rurales.

Adecuar el marco institucional y jurídico a los mecanismos que faciliten la incorporación de mujeres empresarias.

Apoyar y facilitar la promoción, organización de enlaces empresariales, ferias y exposiciones nacionales, regionales e internacionales.

Sistematizar

las

experiencias

de

redes

empresariales de mujeres u otros mecanismos que existan o hayan existido en Honduras;

176


como marco de referencia para la incorporación de

las

mujeres

rurales

a

los

mercados

internacionales (TLC, PPP, etc.).

Promover la capacitación del personal con base de conocimientos sobre la realidad de la mujer rural y el enfoque de género, para habilitarlo en la prestación de servicios especializados para las mujeres rurales productoras/empresarias.

Grupos de mujeres con posibilidades de desarrollo empresarial identificados en la investigación: •

Asociación Regional de Alfarería Lenca (Departamentos de Valle, Francisco Morazán, Comayagua, La Paz, Intibucá y Lempira)

COMIFLOL: Cooperativa Regional (Sabanagrande, flores de tusa)

CIFMAL: Santa Bárbara (flores de tusa)

Grupos de mujeres productoras de papel orgánico (Departamentos de El Paraíso y Valle)

Cooperativa de mujeres para el procesamiento y comercialización del marañón (Choluteca)

Cooperativa productora de camarón (Valle)

COMARAL: Artesanías en junco

Grupos de mujeres productoras de shampoo, jabones y enjuagues (Santa Bárbara, El Paraíso)

Grupos de mujeres bordadoras (La Paz y Cortés)

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188


ANEXOS

189


ANEXO 1

METODOLOGÍA DE INVESTIGACION

Partiendo de los objetivos de la investigación, la consulta se centró en la contribución de las mujeres rurales a los sistemas agropecuarios de las pequeñas unidades de producción y el de las mujeres que se han vinculado directamente en procesos productivos diversos, generadores de ingresos, sus aportes a la economía familiar y las posibilidades de inserción al desarrollo rural sostenible.

La premisa de la investigación fue, que todas las actividades que realizan las mujeres rurales son económicas, que sirven para satisfacer las necesidades de la familia, desarrolladas en la esfera reproductiva y productiva, muchas de ellas generadoras de ingresos.

El Punto de Partida

La investigación se inició con una amplia compilación y revisión bibliográfica sobre la temática de la mujer rural, en diversos contextos y desde diferentes perspectivas de análisis, enfocando el interés hacia su aporte al desarrollo rural sostenible. El punto de referencia fue siempre la Política Nacional de la Mujer PNM, la Política para la Equidad de Género en el Agro Hondureño y la Política de Igualdad de Oportunidades para la Mujer Rural, PIOM Rural. Se consultó la información estadística de los últimos cinco años disponible en el Instituto Nacional de estadísticas INE, incluyendo la Encuesta Agrícola Nacional hasta el año 2002, la Encuesta de Granos Básicos, la

190


Encuesta de Hogares, información sobre vivienda, población y pobreza. Datos sobre titulación de tierras compilados por el Instituto Nacional Agrario INA y otros contemplados en los Informes de Desarrollo Humano de Honduras del PNUD.

La consulta a fuentes secundarias se realizó para conocer como ha sido abordado el tema de la mujer rural, las orientaciones teóricas y metodológicas y los resultados de otras investigaciones sobre el tema.

Población Estudiada

La información primaria se recogió a través de entrevistas a las mujeres rurales, campesinas, indígenas y negras, en diferentes regiones del país, procurando tener una muestra representativa de la diversidad cultural y de actividades productivas en que la mujer se involucra. Se les abordó en sus hogares, huertos, en Centros de Capacitación, Centros de Trabajo, en Casas Comunales, Oficinas de las Organizaciones, etc. Se visitaron unas 70 comunidades rurales, muchas de ellas ubicadas en zonas inhóspitas y poco accesibles. Se consultó a un promedio de 600 mujeres rurales.

Se entrevistó a mujeres que han participado en procesos de capacitación sistemática que hoy sirven de facilitadoras, a parejas que han roto los esquemas tradicionales y que participan apoyando los procesos de autovaloración y cambio de otras mujeres y hombres.

La consulta fue individual y grupal. La selección de las mujeres se hizo de manera intencional, buscando aquellas que están haciendo la diferencia a nivel nacional o que siguen la tendencia tradicional de inserción productiva, con los siguientes criterios:

191


Mujeres rurales que además de atender el oficio doméstico, dedican buena parte de su tiempo a la siembra de granos básicos y al huerto familiar y las que,

Mujeres rurales que además de atender el oficio doméstico y el huerto. Se dedican a proyectos productivos generadores de ingresos y a la venta de servicios.

Mujeres rurales vinculadas a actividades agropecuarias que han participado en capacitaciones ofrecidas por diferentes instituciones, consultándose también a las que

no han sido capacitadas en los

últimos años. Todas aportando a la seguridad alimentaria de la familia. •

Mujeres rurales que han recibido capacitaciones para insertarse en procesos productivos diversos, vinculadas a actividades generadoras de ingreso: artesanías, procesamiento de alimentos, pecuarias, avícolas, pesca, etc.

• Se

Mujeres rurales en actividades de servicio

seleccionaron

de

manera

intencional

mujeres

organizadas

con

experiencias productivas exitosas, otras en proceso de consolidación y mujeres

no

organizadas.

Se

tomo

en

cuenta

su

vinculación

a

organizaciones de primer y segundo nivel como la Confederación Hondureña de Mujeres Rurales, su inclusión en programas y proyectos productivos promovidos por instituciones Estatales como la Secretaría de

192


Agricultura y Ganadería, la Cooperación Internacional, ONGs, y mujeres independientes que no han recibido apoyo. Se convocó a las mujeres para que con sus propias voces ofrecieran sus percepciones de la realidad socioeconómica en la que viven y sus perspectivas como productoras. Se entrevistó al personal de campo de los proyectos promovidos por instituciones y organizaciones nacionales e internacionales, sobre las metodologías de intervención comunitaria, en el interés de conocer como se está logrando el involucramiento de las mujeres rurales a los procesos de cambio y las formas en que se aplican las Leyes y las Políticas.

Técnicas e Instrumentos para recolección de Información

En la

consulta se utilizaron instrumentos que facilitan la obtención de

información cualitativa, como la entrevista semiestructurada, grupos focales, estudio de casos, con el objeto de conocer desde la propia vivencia de las mujeres, su simbología, valoraciones sobre su problemática, la diversidad de roles que realiza, los límites del tiempo, sus espacios y las condicionantes para incorporarse activamente a los procesos de desarrollo rural.

La metodología de investigación seleccionada, especialmente la entrevista en profundidad y la observación participante, facilitó encontrar la relación entre lo manifiesto y lo que la realidad o su entorno mostraba, una mujer interactuando en un ámbito diferenciado, más halla de su “cocina”.

El

proceso metodológico seleccionado permitió conocer las expresiones del nuevo perfil de las mujeres rurales vinculadas actualmente en los procesos de desarrollo rural.

193


Se utilizó la técnica de grupo focal para consultar a las organizaciones de mujeres rurales que tienen una importante trayectoria. Se realizaron cinco jornadas en diferentes regiones del país, Corosal, Atlántida, San Nicolás y Concepción en Santa Bárbara, Choluteca, El Guayabo, Valle. El trabajo en grupo facilitó la discusión sobre los temas productivos, familia, pobreza y alternativas de desarrollo, etc, permitió una interacción dinámica entre las participantes.

El debate fue conducido por moderadoras (del equipo de

investigación) apoyadas de una guía de preguntas.

Se estimuló a las participantes para que respondieran a preguntas abiertas de fácil comprensión para que las mujeres socializaran sus conocimientos, opiniones e inquietudes. Se convirtió además es un espacio educativo para quienes participaron.

El tiempo destinado a cada grupo dependió del nivel de motivación de las participantes, cada jornada duró un promedio de seis horas y en un caso ocho horas. Para procesar la información se utilizó la técnica de análisis de contenido.

El levantamiento de la información de campo se completó con el filmado (20 horas) de las entrevistas y de las actividades productivas realizadas por las mujeres, así mismo se hizo un registro fotográfico. La consulta a las comunidades rurales permitió conocer

de cerca la

diversa y rica participación de las mujeres en procesos productivos, tanto las actividades generadoras de ingresos como las que se realizan para el autoconsumo,

su incidencia en la economía familiar y local, su

194


participación en la toma de decisiones sobre el rumbo de la vida en el hogar.

Zona Geográfica

El trabajo de campo se realizó en 12 departamentos del país: Atlántida, Colón, Comayagua, Choluteca, Francisco Morazán, El Paraíso, Intibucá, La Paz, Lempira, Olancho, Santa Bárbara y Valle. Se consideró la importancia de contar con una representación de grupos de mujeres campesinas, indígenas y negras diseminadas en esos departamentos, abarcando los cuatro puntos cardinales. Se visitaron comunidades costeras del norte y sur del país, de los departamentos del centro y fronterizas con Nicaragua y El Salvador, un recorrido de aproximadamente tres mil kilómetros.

Las zonas geográficas fueron seleccionadas en base a: •

Variedad de sistemas agroecológicos

Diversidad de actividades productivas

Diversidad de grupos étnicos

Existencia de economías de pequeña producción

Presencia de Instituciones facilitando procesos económicos y sociales

195


Consulta a Mujeres Rurales Diferentes Contextos de País

Departamento de El Paraíso

Departamento de Colón

Departamento de La Paz Departamento de Atlántida

Talleres de Consulta Se realizaron 4 talleres con mujeres rurales de diferentes organizaciones y contextos geográficos. Previo se definieron los criterios y el ordenamiento del proceso, de tal manera que se lograse la mayor participación posible.

196


Se tomaron en cuenta las particularidades organizativas y aspectos culturales de las mujeres, necesarios para lograr mejores resultados.

El ordenamiento fue el siguiente:

1. Identificación

de

las

diferentes

organizaciones

campesinas

a

consultar, su representatividad a nivel local, regional y nacional, zona geográfica, lo organizativo y experiencias productivas. 2. Para la selección de las participantes, se solicitó a las organizaciones de mujeres rurales, invitar a sus dirigentas,

con capacitación y

vínculos directos con la producción agrícola u otras actividades generadoras de ingreso; que tuviesen una rol activo y presencia política organizacional.

3. Se decidió realizar estos talleres en zonas geográficas que reunieran criterios de prioridad en los planes de crecimiento económico del país, que representara la problemática de la mujer rural en diferentes contextos y culturas.

Los talleres se llevaron a cabo en:

1. Comunidad del Guayabo en el departamento de Valle. Lugar: Vivienda de la Sra. Graciela Alcerro Fecha: 27 de Diciembre 2000 Numero de Participantes: 20

2. Ciudad de Choluteca. Lugar: Oficinas Administrativas de la Sureñita

197


Fecha: 30 de Diciembre 2002. Numero de Participantes: 36 3. Comunidades de Corozal y Sambo Creek en el Departamento de Atlántida. Lugar: Centro de Usos Múltiples Comunidad de Corozal Fecha: 6 de Enero 2003. Numero de Participantes: 40 4. Comunidades de San Nicolás y Concepción Sur en el departamento de Santa Bárbara. Lugar: Salón Parroquial Fecha: 10 y 11 de enero 2003. Numero de Participantes: 110

Es importante destacar que en la realización de los talleres de Corozal y Santa Bárbara el equipo de investigación se hizo acompañar de 2 mujeres facilitadoras de COHDINCA quienes desempeñaron un papel muy importante en la introducción del proceso de consulta, por tratarse de mujeres de cultura negra e indígena.

Objetivos de los talleres: •

Identificar la percepción que las mujeres tienen sobre su aporte al sistema productivo agrícola y a la economía familiar.

Propiciar la discusión y el análisis sobre los aportes de la mujer rural a la economía familiar mediante la realización de actividades productivas generadoras de ingreso no agrícolas.

198


Experiencias organizativas y posibilidades de desarrollo de la mujer rural.

Identificar el grado de conocimiento y aplicabilidad de las Leyes a favor de la mujer, por parte de las participantes en los talleres.

Proceso de implementación:

Se utilizó una metodología participativa que permitiera reconstruir algunas experiencias de las mujeres, y, conocer su participaron en proyectos productivos, de capacitación, o de asistencia técnica. Cada taller fue desarrollado en un día, las mujeres se incorporaron por la mañana temprano, las que venían de lugares lejanos se presentaron con un día anticipación. La mayoría de las organizaciones hicieron presentaciones de sus productos y los respectivos procesos de elaboración.

Programa de Trabajo de los Talleres:

-

Bienvenida

-

Presentación de las participantes

-

Presentación y discusión de los objetivos de la Investigación

-

Charla introductoria para abordar colectivamente los temas de consulta

-

Análisis

en grupos de 6 participantes

con apoyo de una

facilitadora en cada grupo. -

Plenaria

-

Conclusiones

199


-

Visita a las Comunidades donde se realizó el taller, viviendas, entornos, etc.

Para ampliar la información de los talleres, se realizaron entrevistas a algunas mujeres líderes aprovechando su presencia en las jornadas. Todo el proceso de los talleres fue registrado mediante filmados, grabaciones y fotografías.

Resultado de los Talleres:

Los talleres facilitaron el registro de las formas en que la mujer rural está visibilizando sus condiciones de vida y de trabajo, marginamiento, subordinación y posibilidades de cambio. Se convirtieron en espacios de reflexión y acercamiento entre las participantes, posibilitando un análisis conjunto de cómo mejorar en el futuro. Los talleres permitieron obtener información sobre las expectativas que las mujeres rurales tienen del trabajo institucional, sus necesidades concretas y de orden político participativo, así como su rol en el desarrollo del país. El objetivo previsto nuevas leyes que

de conocer la opinión de la mujer rural sobre las la benefician,

se logró parcialmente dado que las

mujeres participantes en los talleres pese a su rol como dirigentas de organizaciones, desconocen los aspectos

importantes de estas leyes

aunque en su mayoría saben que existen.

Los Talleres fueron realizados con éxito, por la actitud de colaboración que todas las mujeres invitadas mostraron, la información recabada constituyó una base importante para el análisis de la realidad de las mujeres rurales en Honduras.

200


Mujeres organizadas Comunidad de El Guayabo. Mujeres líderes de La Sureñita. Choluteca Dic. 02 Departamento de Valles. Diciembre 2002

Taller San Nicolás, Santa Bárbara, Enero 2003

Taller Concepción, Santa Bárbara, Enero2003

Taller Mujeres Garífunas de Corosal y Sambo Creek, Departamento de Atlántida. Enero 2003

201


ANEXO MUJERES ENTREVISTADAS LEVANTAMIENTO DE INFORMACION DE CAMPO POR DEPARTAMENTO ATLÁNTIDA NOMBRE

LUGAR

SIXTA MARTINEZ

COROZAL

JUANA ISABEL GARCIA

COROZAL

LILIAN LOPEZ

COROZAL

BRIGIDA VALDES

COROZAL

FLORESNCIA WILLIAMS

COROZAL

ANDREA GUITY

COROZAL

LEONCIA CHAVEZ

COROZAL

ADOSTA GAMBOA VICTORIA FERNÁNDEZ CARMEN FERNÁNDEZ ONDINA MARTINEZ BASILIA CABALLERO LORENA CABALLERO VERÓNICA SUAZO DARLIN PALACIOS ANATOLIA GUITY SATURNINA MIGEL

SAMBO CREECK SAMBO CREECK SAMBO CREECK SAMBO CREECK SAMBO CREECK SAMBO CREECK SAMBO CREECK SAMBO CREECK SAMBO CREECK SAMBO CREECK

ACTIVIDAD PRINCIPAL CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA: CASABE CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA: CASABE CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA: CASABE CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA: CASABE CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA: CASABE CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA: CASABE CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA: CASABE PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO

ASOCIACION/APOYO INSTITUCIONAL GARIFUNAS EN ACCION CODIMCA SIEMPRE UNIDAS

SIEMPRE UNIDAS

SIEMPRE UNIDAS

SIEMPRE UNIDAS

SIEMPRE UNIDAS

SIEMPRE UNIDAS

SIEMPRE UNIDAS SOCIAL MUJERES SOCIAL MUJERES SOCIAL MUJERES SIEMPRE UNIDAS SIEMPRE UNIDAS SIEMPRE UNIDAS SIEMPRE UNIDAS GARIFUNAS EN ACCION CODIMCA GARIFUNAS EN ACCION CODIMCA

202


FLAVIA BERNARDEZ LUCILA GUITY AMERICA LOPEZ MARIANA DAVID JUANA DAVID NICASIA LOPEZ MARIA MAGDALENA ZAPATA MARIA GIL VALERIO RUTH FERNÁNDEZ ODALMI FERNÁNDEZ ONY SILVIA CHAVEZ MARCELA MARTINEZ

SAMBO CREECK SAMBO CREECK SAMBO CREECK SAMBO CREECK SAMBO CREECK SAMBO CREECK SAMBO CREECK

PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO

SIEMPRE UNIDAS

SAMBO CREECK SAMBO CREECK SAMBO CREECK SAMBO CREECK COROZAL

PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO PROCESAMIENTO Y VENTA DE PESCADO

GARIFUNAS EN ACCION CODIMCA SIEMPRE UNIDAS

CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA:CASABE CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA:CASABE CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA: CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA: CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA: CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA: CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA: CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA: CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA: CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA: CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE

GARIFUNAS EN ACCION CODIMCA

TELMA LETICIA LOBOS

COROZAL

ALEJANDRA MARTINEZ

COROZAL

VICENTA FERNÁNDEZ

COROZAL

OLIVIA ORTEZ

COROZAL

VICENTE GARCIA

COROZAL

OLIVIA ORTEZ

COROZAL

VTE GARCIA

COROZAL

JULIA SUAZO

COROZAL

DAYONI R. GUITY

COROZAL

DALMY FERNANDEZ

COROZAL

SIEMPRE UNIDAS GARIFUNAS EN ACCION CODIMCA GARIFUNAS EN ACCION CODIMCA SIEMPRE UNIDAS GARIFUNAS EN ACCION CODIMCA GARIFUNAS EN ACCION CODIMCA

SIEMPRE UNIDAS SIEMPRE UNIDAS

GARIFUNAS EN ACCION CODIMCA CODIMCA CODIMCA CODIMCA CODIMCA CODIMCA CODIMCA CODIMCA CODIMCA CODIMCA

203


LEONCIA SOLÓRZANO

COROZAL

NATALIA GUITY

COROZAL

YUCA: CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA: CULTIVO Y PROCESAMIENTO DE YUCA:

CODIMCA CODIMCA

COLON NOMBRE HONORIA VASQUEZ

LUGAR LUCINDA, BALFATE

ACTIVIDAD PRINCIPAL

ASOCIACION/APOYO INSTITUCIONAL

SIEMBRA DE YUCA. PESCA ARTESANAL EN EL RIO

CODIMCA

COMAYAGUA NOMBRE ALBINA GIRON ALFARERIA LOS PINOS

LUGAR EL PORVENIR, SIGUATEPEQUE EL PORVENIR, SIGUATEPEQUE

ACTIVIDAD PRINCIPAL ALFARERIA: OLLAS, MACETERAS ALFARERIA LENCA

ASOCIACION/APOYO INSTITUCIONAL

PROPAITH

CHOLUTECA

NOMBRE

LUGAR

ROSIBEL DE JESÚS MUÑOZ ELVIA MENDEZ SANTOS MARIA DE LOS SANTOS MUÑOZ ANA ESPERANZA GOMEZ ADALENYS CRUZ

MANASIGUE

SAN AGUSTIN

BELSAHI HERRERA

EL TRIUNFO

ELOISA DE JESÚS OBANDO

EL TRIUNFO

MANASIGUE EL TRIUNFO EL TRIUNFO

ACTIVIDAD PRINCIPAL PROCESAMIENTO DE SEMILLA DE MARANON PROCESAMIENTO DE SEMILLA DE MARANON PROCESAMIENTO DE SEMILLA DE MARANON PROCESAMIENTO DE SEMILLA DE MARANON PROCESAMIENTO DE SEMILLA DE MARANON PROCESAMIENTO DE SEMILLA DE MARANON PROCESAMIENTO DE SEMILLA DE MARANON

ASOCIACION/APOYO INSTITUCIONAL

LA CONSTANCIA LA CONSTANCIA COOPERATIVA PAZ Y UNION COOPERATIVA PAZ Y UNION COOPERATIVA PAZ Y UNION NUEVA ESPERANZA NUEVA ESPERANZA

204


MARLENE CRUZ FUNEZ DOMINGA GUIDO

SAN AGUSTIN SAN AGUSTIN

PROCESAMIENTO DE SEMILLA DE MARANON PROCESAMIENTO DE SEMILLA DE MARANON

FRANCISCO

NUEVA ESPERANZA NUEVA ESPERANZA

MORAZAN ACTIVIDAD PRINCIPAL

ASOCIACION/APOYO INSTITUCIONAL

OFICINA AMUCTEGUCIGALPA TEGUCIGALPA

AGRICULTURA, CAJAS RURALES COORDINADORA NACIONAL

AMUC

CERRO GRANDE, VALLE DE ANGELES

TIENDA DE CONSUMO, HUERTO FAMILIAR

NOMBRE

LUGAR

JUANA JULIA RODRÍGUEZ MARIA CONCEPCIÓN BETANCO MARIA JANETH MEJIA MARIA CARLOTA OCHOA

CONFEDERACIÓN DE MUJERES CAMPESINAS AUXILIO MUNDIAL

MONTANA GRANDE, CULTIVO DE HORTALIZAS Y MAIZ, VENTA DE SANTA LUCIA CARRETERA

REINA ZEPEDA MARIA LUISA ARAUJO MARIA COELLO LAINEZ MARGARITA GODOY ROSARIO ARAUJO ARAUJO

EL PILIGUIN EL PILIGUIN

CULTIVO DE FLORES

EL PILIGUIN

CULTIVO DE FLORES

EL PILIGUIN

CULTIVO DE FLORES

EL PILIGUIN

GLADYS LOPEZ

AZACUALPA, REITOCA

ADELINA AVILA

SABANAGRANDE

EDUARDO DURON

SABANAGRANDE

CULTIVO DE MARGARITAS Y FLORES DELA ESTACION CULTIVO DE PAPAS, MANZANILLA, HORTALIZAS COORDINADORA ARTESANIAS: FLORES DE TUSA GERENTE ATUTO EXPORTACIÓN DE ARTESANIAS

GABRIELA CIVILA ORTEGA MARIA INES ORTEZ CANDIDA ROSA ORTEZ

OPIMUCA, LA VENTA OPIMUCA, LA VENTA OPIMUCA, LA VENTA

DAISY CARRASCO MARIA VALERIA FUNEZ

CULTIVO DE FLORES

ELABORACIÓN DE FLORES DE TUSA ELABORACIÓN DE FLORES DE TUSA

ATUTO ATUTO ATUTO ATUTO

ELABORACIÓN DE FLORES DE TUSA, CULTIVO DE MAIZ.

ATUTO

LA CANADA, LA VENTA

ELABORACIÓN DE FLORES DE TUSA,

ATUTO

SABANAGRANDE

ELABORACIÓN DE FLORES DE TUSA

CULTIVO DE MAIZ.

ATUTO

205


INTIBUCA

NOMBRE

LUGAR

ACTIVIDAD PRINCIPAL

ASOCIACION/APOYO INSTITUCIONAL

PRAF

MARIA SANTOS DIAZ

LA ESPERANZA

COMERCIALIZADORA DE PRODUCTOS AGROPECUARIOS Y ARTESANALES

ISABEL GOMEZ

LA ESPERANZA

COORDINADORA

MARIA MARICELA MENA

BARRIO SANTA CLARA, LA ESPERANZA

PANADERIA

URSULA SÁNCHEZ VASQUEZ ELEUTERIA MEJIA

SANTA CATALINA JESÚS DE OTORO

CULTIVO DE CLAVELES Y FLORES DE LA ESTACION TOSTADORA DE CAFÉ

ISIDORA GARCIA

JESÚS DE OTORO

TOSTADORA DE CAFÉ

CULTIVO MAIZ, FRIJOLES, PAPAS, REPOLLOS, FRESA

ESPERANZA REYES

NAPOLEÓN AMADOR ESPERANZA MEZA

LA ESPERANZA

APOYO A ACTIVIDADES FAMILIARES

LA ESPERANZA

CULTIVO DE FRESAS

ASOCIACIÓN DE MUJERES INTIBUCANAS RENOVADAS PRAF FIA APROCAFE, COOPERATIVA SAN RAFAEL APROCAFE, COOPERATIVA SAN RAFAEL APROCAFE, COOPERATIVA SAN RAFAEL SG/PROSOC FAPRIN SG/PROSOC FAPRIN

LEMPIRA

NOMBRE

LUGAR

RAFAELA MELCHOR

QUELEPA

CLEMENTINA DE CRUZ

EL ROBLON

TIMOTEO CRUZ ALEMAN ALBA ORTEGA

EL ROBLON OLISINGOGUARITA

ACTIVIDAD PRINCIPAL ESCUELA DE CAMPO: MANEJO DE RECURSOS NATURALES, AGRICULTURA ORGANISA, HORTALIZAS. PREPARA Y VENDE ESPECIAS, MEDICINAS NATURALES Y CAFÉ MOLIDO

PRODUCTORA DE LECHE, QUESO Y MANTEQUILLA

ASOCIACION/APOYO INSTITUCIONAL

PROYECTO LEMPIRA SUR

PROYECTO LEMPIRA SUR PROYECTO LEMPIRA SUR PROYECTO LEMPIRA SUR

206


MARGARITA CASTILLO

LA ALONDRA, GUALCINCE

HUERTO FAMILIAR, EMBASADOS/ CRIA DE AVES

PROYECTO LEMPIRA SUR

MARIA AMPARO MELENDEZ

GUANIGIQUIL, LA VIRTUD

FABRICACIÓN DE SILOS

PROYECTO LEMPIRA SUR

OLANCHO

NOMBRE LUBINA MARTINEZ LUISA VICTORIA RUIZ REINA CÁLIZ DE MIRALDA MARIA JUSTINA ALVAREZ SANDRA MEZA ING. JOVANNI BOBADILLA TRINIDAD FELIPA EUCEDA ING. LIZZETE BALTODANO GUILLERMINA GUIFARRO

LUGAR LA AVISPA, OLANCHO LA CONCEPCIÓN, OLANCHO JUTICALPA, OLANCHO

LA HOYA, JUTICALPA JUTICALPA SANTA MARIA DEL REAL CATACAMAS COLONIA LA UNION

EL NOMBRE MARIA ELENA LOPEZ FIDELINA RODRÍGUEZ ANTONIA RODRÍGUEZ

ACTIVIDAD PRINCIPAL

ASOCIACION/APOYO INSTITUCIONAL

FOGONES DONA JUSTA (PROMOTORA) ELABORACIÓN Y VENTA DE ROSQUILLAS COORDINADORA FOMUR

PROYECTO SAG/GUAYAPE PROYECTO SAG/GUAYAPE

PULPERÍA , VENTA DE ROPA USADA CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS

30 DE ENERO. ANACH

ASISTENCIA TÉCNICA PROYECTO AFE/PAAR

AFE/PAAR

CLUB DE AMAS DE CASA

CLUB DE AMAS DE CASA MUNICIPALIDAD DE CATACAMAS

MANEJO DE LA CUENCA DEL RIO CATACAMAS

FOMUR

CRIA DE AVES, CULTIVO Y VENTA DE ACHOTE, ELABORACIÓN Y VENTA DE DULCES

PARAISO

LUGAR

ACTIVIDAD PRINCIPAL

ASOCIACION/APOYO INSTITUCIONAL

LA MONTANA, SAN LUCAS

HUERTO FAMILIAR/GANADO VACUNO HUERTO FAMILIAR, AVES

PESA/FAO/ SAG

HUERTO FAMILIAR

ZAMORANO

LA MONTANA, SAN LUCAS LA MONTANA, SAN LUCAS

ZAMORANO

207


ROGELIA DONES IRIS JIMÉNEZ IRMA PEREZ MARIA DE JESUS SANCHEZ DILIA CACERES SANCHEZ EVA ARGENTINA ANDINO

SAN LUCAS MANDASTA, SAN ANTONIO DE FLORES APALIPI, SAN ANTONIO DE FLORES

TAPAHUASCA, SAN LUCAS TAPAHUASCA, SAN LUCAS VILLA SANTA, DANLI

ANA NUNEZ

VILLA SANTA, DANLI ENA ESPERANZA QUEBRADA BECERRA LARGA, DANLI REINA MARGARITA QUEBRADA SOSA LARGA, DANLI DELFA RAMONA QUEBRADA SIERRA LARGA, DANLI MATILDE EL OBRAJE RODRÍGUEZ MARCIA MARINA RODRÍGUEZ FRANCISCA AYESTAS

EL OBRAJE EL OBRAJE

ARTICULOS DE CANAMO: CARTERAS, PANTALLAS, ADORNOS.

MOLINO DE MAIZ

PESA

CULTIVO Y VENTA DE CAFÉ CAFÉ Y HUERTO FAMILIAR, AGRICULTURA, PAPEL ORGANICO: TARJETAS, SOBRES, FLOREROS CRIA DE GALLINAS Y CERDOS

PESA/ SAG

PROSOC

CULTIVO Y VENTA DE MAIZ Y FRIJOLES. ELABORACION DE ROSQUILLAS Y PAN. CULTIVO Y VENTA DE MAIZ , FRIJOLES Y YUCA, ROSQUILLAS.

AMUC

CULTIVO DE FRIJOLES

PROSOC PROSOC

GRUPO LA UNION, AMUC FEMUC

PAZ

MARIA DAISY MARADIAGA

YARUMELA

MARIA EDITH VALLADARES

YARUMELA

BLANCA AZUCENA GONZALES

YARUMELA

CLARA GONZALES

YARUMELA

ELABORACIÓN DE IMAGINERIA RELIGIOSA ELABORACIÓN DE IMAGINERIA RELIGIOSA ELABORACIÓN DE IMAGINERIA RELIGIOSA ELABORACIÓN DE IMAGINERIA RELIGIOSA

ROSA CASTILLO

YARUMELA

PROFA. LUDOVINA

PROSOC

PROSOC

ACTIVIDAD PRINCIPAL

CASERIO LOS PUENTES, OPATORO YARUMELA

PESA / SAG

TAJADITAS DE PLATANO, DULCE Y PINOL DE PLATANO TAJADITAS DE PLATANO, DULCE Y PINOL DE PLATANO TAJADITAS DE PLATANO, DULCE Y PINOL DE PLATANO

LUGAR

JUANA ELVIA MARTINEZ

PESA / PRONADEL

CAJA RURAL AMOR Y FE

LA NOMBRE

PESA/ FAO / SAG

ELABORACIÓN DE IMAGINERIA RELIGIOSA TEJIDOS Y BORDADOS POR ENCARGO, CANASTAS MAESTRA

ASOCIACION/APOYO INSTITUCIONAL

PROSOC Y SAG, GENECAN, 2000 GRUPO COMIBOL

208


DE LUQUE SAN JOSE, GUAJIQUIRO

ASLFARERIA LENCA

SANTA NOMBRE

LUGAR

GRUPO COMIBOL TRAMIL

BARBARA ACTIVIDAD PRINCIPAL

ASOCIACION/APOYO INSTITUCIONAL

JUANA FUNEZ NEJAPA MARIA HENRIQUEZ SAM JERÓNIMO HERNÁNDEZ ONEIDA DUBON SANTA CRUZ, ELABORACIÓN DE PETATES DE SAN NICOLAS TULE, CULTIVO DE GRANOS

CODIMCA CODIMCA

URSINA ROMERO

SANTA CRUZ, SAN NICOLAS

LAS ROSAS, CODIMCA

JESUCITA LOPEZ

SANTA CRUZ, SAN NICOLAS

FILOMENA MARTINEZ

SANTA CRUZ, SAN NICOLAS

ELIGIA ZAVALA

SANTA CRUZ, SAN NICOLAS

FLORENCIA RODRÍGUEZ

SANTA CRUZ, SAN NICOLAS

ELBERTA PERDOMO

SANTA CRUZ, SAN NICOLAS

FLORIDA TEJEDA

SANTA CRUZ, SAN NICOLAS

RAMONA BOBADILLA

SANTA CRUZ, SAN NICOLAS

DEISY LIDIA PERDOMO

SANTA CRUZ, SAN NICOLAS

CANDIDA HERNÁNDEZ

SANTA CRUZ, SAN NICOLAS

BLANCA NIEVE PERDOMO

SANTA CRUZ, SAN NICOLAS

RAMONA NÚÑEZ

SANTA CRUZ,

BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS. ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS. ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS. ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS. ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS. ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS. ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS. ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS. ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS. ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS. ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS. ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS. ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS

LAS ROSAS, CODIMCA

LAS ROSAS, CODIMCA

LAS ROSAS, CODIMCA

LAS ROSAS, CODIMCA

LAS ROSAS, CODIMCA

LAS ROSAS, CODIMCA

LAS ROSAS, CODIMCA

LAS ROSAS, CODIMCA

LAS ROSAS, CODIMCA

LAS ROSAS, CODIMCA

LAS ROSAS, CODIMCA

LAS ROSAS, CODIMCA

209


SAN NICOLAS DELIA ISABEL NIÑEZ

SANTA CRUZ, SAN NICOLAS

DOMITILA HERNÁNDEZ

SANTA CRUZ, SAN NICOLAS

NORA QUINTANILLA DILORES FUNEZ

SANTA CRUZ, SAN NICOLAS SANTA CRUZ, SAN NICOLAS ZOILA HERNÁNDEZ SANTA CRUZ, SAN NICOLAS SANTA CRUZ, SAN CARMEN NICOLAS ALVARADO LIDIA PAZ SAN NICOLACITO MARIA CONCEPCIÓN MEMBRENO ESTHER FUNEZ REYES

SAN NICOLACITO

SONIA MARICELA BENITEZ

SAN NICOLACITO

JUANA NÚÑEZ

SAN NICOLACITO, NEJAPA SAN NICOLACITO SAN NICOLACITO SAN NICOLACITO NUEVO CELILAC SAN NICOLAS

XIOMARA MEMBRENO SARA LUCIA ALVARADO ABELINA REYES ELY DAYSI ORELLANA IRMA ARGENTINA RODRÍGUEZ MARIBEL SORTO MARIA HERNÁNDEZ ANABEL DUBON GARCIA JULIA LOPEZ

SAN NICOLACITO

BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS. ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS. ELABORACIÓN DE PETATES DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS, CARTERAS, ARTESANIAS.

TRABAJO EN JUNCO Y TULE TRABAJO EN JUNCO Y TULE TRABAJO EN JUNCO Y TULE TRABAJO EN JUNCO Y TULE GALLINAS PONEDORAS, SIEMBRA GRANOS BASICOS GALLINAS PONEDORAS, SIEMBRA GRANOS BASICOS GALLINAS PONEDORAS, SIEMBRA GRANOS BASICOS GALLINAS PONEDORAS, SIEMBRA GRANOS BASICOS HORTALIZAS. VIVEROS DE CAFÉ HORTALIZAS. VIVEROS DE CAFÉ HORTALIZAS. VIVEROS DE CAFE CULTIVO DE FRESAS ARTESANIA JUNCO, HAMACAS

SANTA CRUZ, ELABORACIÓN DE SAN NICOLAS SOMBREROS SAN JERÓNIMO SIEMBRA Y COMERCIALIZACION DE CAFÉ Y FRUTAS SAN JERÓNIMO SIEMBRA Y COMERCIALIZACION DE CAFÉ Y FRUTAS SAN JERÓNIMO SIEMBRA Y COMERCIALIZACION DE CAFÉ Y FRUTAS

LAS ROSAS, CODIMCA

LAS ROSAS, CODIMCA

NUEVO AMANECER NUEVO AMANECER NUEVO AMANECER NUEVO AMANECER FE Y ESPERANZA

FE Y ESPERANZA

FE Y ESPERANZA

FE Y ESPERANZA

FE Y ESPERANZA/CODIMCA FE Y ESPERANZA FE U ESPERANZA NUEVA ESTRELLA NUEVA ESTRELLA NUEVA ESTRELLA NUEVA ESTRELLA SUPERACION

SUPERACION

BRISAS DEL CAMPO

210


GLORIA ESPERANZA RIOS

SAN JERÓNIMO SIEMBRA Y COMERCIALIZACION DE CAFÉ Y FRUTAS FLORENTINA SAN JERÓNIMO SIEMBRA Y LOPEZ COMERCIALIZACION DE CAFÉ Y FRUTAS SANTOS EL NÍSPERO TRABAJO DE JUNCO Y CABALLERO TULE LUCILA FUNEZ EL NÍSPERO TRABAJO DE JUNCO Y TULE SOTERA DUBON EL NÍSPERO TRABAJO DE JUNCO Y TULE CATALINA EL NÍSPERO TRABAJO DE JUNCO Y MEMBRENO TULE ANITA ALVARADO EL NÍSPERO TRABAJO DE JUNCO Y TULE MARIA ESPERANZA SANTA CRUZ, TULE: PETATES. CARTERAS, LOPEZ SAN NICOLAS CULTIVO GRANOS BASICOS IRMA ARACELI SANTA CRUZ, TULE: PETATES. CARTERAS, BENITEZ SAN NICOLAS CULTIVO GRANOS BASICOS TULE: PETATES. CARTERAS, ERCILIA CULTIVO GRANOS BASICOS HERNANDEZ ELABORACIÓN DE PETATES, ROSA ROMERO EL NISPERO COBERTORES , MACETERAS, DUBON LUCITANA HERNÁNDEZ

EL NISPERO

MARIA VICTORIA DUBON

EL NISPERO

ALICIA PERDOMO

EL NISPERO

JACQUELINE ROMERO

EL NISPERO

BENEDICTA DUBON

EL NISPERO

TERESA SÁNCHEZ

EL NISPERO

ELSI MARILY ALVARADO

EL NISPERO

NOLVIA LUCINDA DUBON

EL NISPERO

NIEVES CANALES

EL NISPERO

CARTERAS DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS. ELABORACIÓN DE PETATES, COBERTORES , MACETERAS, CARTERAS DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS. ELABORACIÓN DE PETATES, COBERTORES , MACETERAS, CARTERAS DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS. ELABORACIÓN DE PETATES, COBERTORES , MACETERAS, CARTERAS DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS. ELABORACIÓN DE PETATES, COBERTORES , MACETERAS, CARTERAS DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS. ELABORACIÓN DE PETATES, COBERTORES , MACETERAS, CARTERAS DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS. ELABORACIÓN DE PETATES, COBERTORES , MACETERAS, CARTERAS DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS. ELABORACIÓN DE PETATES, COBERTORES , MACETERAS, CARTERAS DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS. ELABORACIÓN DE PETATES, COBERTORES , MACETERAS, CARTERAS DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS. ELABORACIÓN DE PETATES,

BRISAS DEL CAMPO

BRISAS DEL CAMPO

DIOS ES AMOR DIOS ES AMOR DIOS ES AMOR DIOS ES AMOR DIOS ES AMOR NUEVO AMANECER NUEVO AMANECER NUEVO AMANECER BRISAS DEL CAMPO

TRABAJANDO UNIDAS

TRABAJANDO UNIDAS

TRABAJANDO UNIDAS

TRABAJANDO UNIDAS

TRABAJANDO UNIDAS

TRABAJANDO UNIDAS

TRABAJANDO UNIDAS

TRABAJANDO UNIDAS

TRABAJANDO UNIDAS

211


AIDA JESÚS SANTA CRUZ

EL NISPERO

JOSEFA CABALLERO

EL NISPERO

MARIA ESPERANZA LOPEZ MARIA PAOLA CORTES EDILMINA SORTO

SAN NICOLAS SAN NICOLAS SAN NICOLAS

DOMINGA VEGA

SAN NICOLAS, NUEVO CELILAC

PETRONA ERAZO

Bo. LA LIBERTAD, SANTA BARBARA

FIDELINA MEJIA

SAN NICOLAS

APOLINARIA VILLANUEVA

TERESA DE JESÚS PEREZ LASTENIA CASTRO KENSY CAROLINA VALLE

CAPULIN, NUEVO CELILAC GUAYABITO

COBERTORES , MACETERAS, CARTERAS DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS. ELABORACIÓN DE PETATES, COBERTORES , MACETERAS, CARTERAS DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS. ELABORACIÓN DE PETATES, COBERTORES , MACETERAS, CARTERAS DE TULE, CULTIVO DE GRANOS BÁSICOS.

ELABORACIÓN ARTICULOS DE JUNCO ELABORACIÓN ARTICULOS DE JUNCO ELABORACIÓN ARTICULOS DE JUNCO SIEMBRA Y COMERCIALIZACION DE MAIZ, FRIJOLES Y HORTALIZAS. PREPARACIN Y VENTA DE ESPECIAS Y DE COMIDAS CASERAS. MEDICINA NATURAL, ELABORACIÓN DE SHAMPOO Y ACONDICIONADORES DE PELO. PANADERIAS. GRANOS BÁSICOS, VIVEROS DE CAFÉ Y PLANTAS ORNAMENTALES. ELABORACIÓN DE HAMACAS, COSTURA. HUERTO FAMILIAR: CANA, PINA, YUCA, ÁRBOLES FRUTALES.

Bo. EL JILOTE, MEDICINA NATURAL, SANTA BARBARA HORTALIZAS

SAN NICOLAS

ELABORACIÓN DE DESINFECTANTES. CONFECCION Y VENTA DE ROPA.

TRABAJANDO UNIDAS

TRABAJANDO UNIDAS

BRISAS DEL CAMPO BRISAS DEL CAMPO

FE Y ESPERANZA, CODIMCA NUEVO AMANECER CODIMCA MUJERES SAN NICOLAS, CODIMCA BRISAS DEL SOL, CODIMCA

NUEVOS HORIZONTES CODIMCA AMOR Y PAZ, ZAMORANO

CODIMCA

VALLE NOMBRE

LUGAR

ACTIVIDAD PRINCIPAL

ASOCIACION/APOYO INSTITUCIONAL

MARIA MAGDALENA

LA ARADA

ARTESANIA LENCA

UBALDINA MANZANARES MARIA VENTURA GUTIERREZ DOMITILA

LA ARADA

ARTESANIA LENCA

LA ARADA

ARTESANIA LENCA

LA ARADA

ARTESANIA LENCA

COOPERATIVA SIALMAGUL COOPERATIVA SIALMAGUL COOPERATIVA SIALMAGUL COOPERATIVA SIALMAGUL

MARIA DE LOS ANGELES LEON

EL CHIFLON, NACAOME

ELABORACIÓN DE PAPEL Y MANUALIDADES DE PLANTAS

212


DORIS GUEVARA

EL CHIFLON, NACAOME

MARTHA LUZ POSADA

EL CHIFLON, NACAOME

MARIA GEORGINA RODRÍGUEZ

EL GUAYABO, SAN FRANCISCO DE CORAY

MARIA VALERIA FUNEZ

PLAYA GRANDE

MARIA SANTIAGO MARTINEZ

PLAYA GRANDE

CANDIDA ROSA CÁLIX

PLAYA GRANDE

GRACIELA ALCERRO

PLAYA GRANDE

GLADYS ONEIDA CRUZ MARIA ANTONIA RODRIGUEZ

PLAYA GRANDE

CLEMENTINA CRUZ

CLAUDIA

IRIS NÚÑEZ

DIONISIA ORTEGA

EL GUAYABO, SAN FRANCISDCO DE CORAY EL GUAYABO, SAN FRANCISDCO DE CORAY EL GUAYABO, SAN FRANCISDCO DE CORAY EL GUAYABO, SAN FRANCISDCO DE CORAY EL GUAYABO, SAN FRANCISDCO DE CORAY

FIBROSAS ELABORACIÓN DE PAPEL Y MANUALIDADES DE PLANTAS FIBROSAS ELABORACIÓN DE PAPEL Y MANUALIDADES DE PLANTAS FIBROSAS SIEMBRA, PROCESADO Y COMERCIALIZACION DE LA SEMILLA DE JICARO (MORRO). SIEMBRA, PESCA Y COMERCIALIZACION DE CAMARON

PROYECTO PEPPRONADEL

SIEMBRA, CULTIVO Y COMERCIALIZACION DE CAMARON SIEMBRA, CULTIVO Y COMERCIALIZACION DE CAMARON SIEMBRA, CULTIVO Y COMERCIALIZACION DE CAMARON

SIEMBRA, PROCESADO Y COMERCIALIZACION DE LA SEMILLA DE JICARO (MORRO). SIEMBRA, PROCESADO Y COMERCIALIZACION DE LA SEMILLA DE JICARO (MORRO). SIEMBRA, PROCESADO Y COMERCIALIZACION DE LA SEMILLA DE JICARO (MORRO). SIEMBRA, PROCESADO Y COMERCIALIZACION DE LA SEMILLA DE JICARO (MORRO). SIEMBRA, PROCESADO Y COMERCIALIZACION DE LA SEMILLA DE JICARO (MORRO).

213


ANEXO 2 OPDs QUE OFRECEN SERVICIOS DE DESARROLLO EMPRESARIAL Y CREDITO A LAS MIPYMES No. 1

TIPO DE APOYO

INSTITUCIÓN FOPRIDEH Asesores para el Desarrollo

Crédito,

ASEPADE 2

Asociación Cristiana de Desarrollo Integral – ALFALIT

3

Asistencia

Técnica

Asociación Comunitario

Desarrollo

de

Oriente

Atlántida, La Paz, Choluteca, Francisco Morazán.

Microempresas

El

Rurales

de

COBERTURA

Paraíso,

Francisco

Morazán, Atlántida.

Capacitación

Olancho, El Paraíso,

de

Honduras – ADECOH 4

Asociación San José Obrero ASJO

5

Asociación

de

Instituciones

Educación

Choluteca

Educación Vocacional

Cortés

Evangélicas de Honduras AIEH 6

Asociación

Hondureña

para

el

Francisco Morazán, Olancho,

Desarrollo de la Juventud y la

Varios

Yoro, Cortés

Varios

Lempira, Olancho, Atlántida,

Mujer Rural – AHDEJUMUR 7

Asociación

Hondureña

de

Desarrollo – AHDE 8

Colón

Asociación de Investigación para

Capacitación,

Cortés,

el

Asistencia Técnica

Comayagua

Asistencia Técnica

Francisco Morazán, Intibucá

Desarrollo

Ecológico

y

Yoro,

Atlántida,

Socioeconómico – ASIDE 9

Asociación de Desarrollo Social y Asistencia de Honduras – ADESAH

10

Alianza para el Desarrollo Rural

Varios

Valle, Choluteca, El Paraíso,

de Honduras – ALDERH

Varios

Comayagua,

La

Paz,

Francisco Morazán 11

ADRA – OFASA de Honduras

12

Centro de Desarrollo Humano

Capacitación

CDH

Crédito,

Francisco Morazán

Varios Técnica,

Francisco Morazán

Asistencia

Técnica, Productividad 13

Centro de Estudios y Promoción

Capacitación,

de Desarrollo CEPROD

Asistencia

Cortés, Francisco Morazán

Técnica,

Producción 14

Centro Asesor para el Desarrollo

Capacitación

El

de

Ocupacional, Mercadeo

Morazán, Cortés

Crédito

Ocotepeque, Puerto Lempira,

Recursos

Humanos

de

Paraíso,

Francisco

Honduras CADERH 15

Comisión Cristiana de Desarrollo

Rural

214


– CCD 16

Centro

Alternativo de

Valle, Santa Bárbara

Investigación,

Planeación y Evaluación

Francisco Morazán Asistencia Técnica

CIPE Consultores 17

Centro San Juan Bosco CSJB

18

CARE Honduras

Asistencia Técnica

Atlántida

Crédito,

A Nivel Nacional

Asistencia técnica 19

Centro de Comunicación Popular

Varios

Francisco Morazán

de Honduras – CENCOPH 20

Centro Cristiano de Emergencia y

Crédito

a

Desarrollo Integral Vida Eterna

Microempresarios

Francisco

CCEDIVE

Educación

Choluteca

Pequeña

Olancho,

El

Paraíso, Morazán,

Industria 21

Centro

de

Estudios

de

Investigación para el Desarrollo

Departamento de Colón Capacitación

de Honduras – CEIDH 22

Cooperación

Técnica

Nacional

23

Fundación Horizontes de Amistad

Educación

La Paz, Intibucá, Yoro, Colón

CTN

– FHA 24

Cortés Varios

Federación

de

Comunitario

de

Desarrollo Honduras

Lempira, Francisco Morazán Varios

FEDECOH 25

Familia y Medio Ambiente FAMA

Educación, Crédito

El

Paraíso,

Francisco

Morazán 26

27

28

Fundación

Hondureña

de

Capacitación,

Rehabilitación e Integración del

Asistencia

Limitado – FUHRIL

Crédito

Fundación

Técnica,

de

Asistencia

Desarrollo Integral Comunitario –

Financiera

FUNDHICOMUN

Microempresarios

Fundación

Hondureña

Francisco Morazán, Valle

Hondureña

para

el

Técnica

y

Francisco

a

Choluteca, El Paraíso

Capacitación, Crédito

Morazán,

Francisco Morazán

Desarrollo de la Mujer FUNHDEMU 29

Fundación Internacional para la

Crédito

Asistencia Comunitaria FINCA

Microempresas

a

Copán, Comayagua,

Choluteca, Cortés,

Santa

Bárbara, Valle, La Paz, Colón, Ocotepeque

Francisco

Morazán 30

Grupo Juvenil DION

Educación

a

Distrito Central

Microempresas, crédito

215


31

Hermandad de Honduras

Desarrollo Empresarial,

Ocotepeque, Lempira, Copán

Capacitación, Asistencia

Técnica,

Crédito 32

Instituto Hondureño de Desarrollo

Administración

Rural – IHDER

Empresas

Distrito Central, Intibucá Rurales,

Créditos 33

Instituto

para

el

Desarrollo

Hondureño – IDH

Capacitación, Asistencia

Francisco Técnica,

Crédito 34

Desarrollo

Integral

de

la

Santa Varios

Katalysis/Honduras

Bárbara,

Comayagua,

Comunidad – INHDEI 35

Olancho,

El

Paraíso

Instituto Hondureño de Estudios y

Morazán,

Comayagua,

Olancho, La

Paz,

Francisco Morazán Compañeros

en Desarrollo

Asistencia

Técnica,

Olancho, Yoro, Cortés,

Capacitación, Monitoreo, Evaluación a Microempresas

36

Mosquitia Pawisa Agencia para el

Capacitación,

Gracias

Desarrollo

Asistencia Técnica

Olancho

Organización para el Desarrollo

Capacitación,

Cortés, Santa Bárbara, Yoro

Empresarial Femenino – ODEF

Asistencia

de

la

Mosquitia

a

Dios,

Colón,

(MOPAWI) 37

Técnica,

Crédito 38

Proyecto Aldea Global – PAG

Comayagua, Ocotepeque Educación

39

PLAN en Honduras

Copán, Educación

Lempira,

Francisco

Morazán, Choluteca, La Paz, Santa Bárbara, Comayagua

40

VISION Mundial Internacional

Copán,

Francisco

Morazán,

Ocotepeque, Educación, Crédito

Lempira,

Cortés,

Intibucá,

Valle,

Choluteca, Yoro. 41

World Relief de Honduras WRH

Crédito,

Olancho,

asistencia técnica

Francisco

El

Paraíso, Morazán,

Comayagua, Choluteca. Fuente. Elaboración propia con información de FOPRIDEH, Directorio de Instituciones Afiliadas. Tegucigalpa: 2000

216


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