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Justicia ambiental
LOS ESTUDIANTES TAMBIÉN HICIERON HINCAPIÉ EN LA NECESIDAD DE CENTRAR LA ACCIÓN CLIMÁTICA DEL DISTRITO EN LA JUSTICIA AMBIENTAL Y LA EQUIDAD.
Los datos demuestran que el cambio climático afecta de manera desproporcionada a los jóvenes, las personas de color y las personas en situación de pobreza.
Según la Junta de Conservación del Agua de Colorado, se espera que las temperaturas medias aumenten entre 2.5 y 5 ºF para el año 2050 en Colorado,1 pero las temperaturas en Denver pueden aumentar más rápidamente debido al gran porcentaje de superficies cubiertas por hormigón que atrapa el calor (un fenómeno conocido como “efecto islas de calor urbano”).
El aumento de las temperaturas representa un peligro que amenaza con empeorar la calidad del aire, aumentar la gravedad y frecuencia de los incendios forestales, y disminuir la disponibilidad y calidad del agua. Esos cambios también aumentarán la demanda de energía para los equipos de aire acondicionado.
Las comunidades ya consideradas vulnerables enfrentarán las consecuencias más graves de cada uno de estos impactos climáticos.
El peso del gasto energético suele ser mayor en las comunidades de bajos ingresos y las comunidades de color (representa aproximadamente el 5 % o más de sus ingresos mensuales).
Estas comunidades también tienen más probabilidades de vivir en vecindarios con más superficies impermeables y menos espacios verdes y árboles urbanos, lo que conlleva una mayor vulnerabilidad al efecto isla de calor urbano.
Los problemas de la calidad del aire, incluida la contaminación procedente de las instalaciones industriales, tienden a afectar a estas comunidades con mayor gravedad y frecuencia.
Combinados con las barreras institucionalizadas que llevan a ingresos promedio más bajos y a una mayor carga preexistente en temas de salud, los problemas relacionados con el clima disminuirán la resiliencia de estas comunidades y su capacidad para enfrentar desastres naturales y los efectos nocivos cotidianos de un clima más extremo.