Dulce Alvarez Carpinteiro

Responder a esto me pone en un compromiso. Se nos exige definirnos demasiado a menudo cuando es más bien imposible definir las fronteras de la personalidad, siempre en continuo cambio, evolución y regresión. ¿Es de todas formas tan importante decir quienes somos en cuatro palabras? ¿No será mejor centrarse en la "sencilla" existencia?