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Editorial - Elogio al Agricultor

Elogio del Agricultor

“ La agricultura es la p rof esió n p rop ia del sab io, la má s adecuada al sencillo y la ocup ació n má s digna p ara todo homb re lib re” . Marco Tulio Ciceró n ( 106 - 43 a.C.) Orador y p olítico de la Antigua Roma.

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Má s de 2000 añ os han trascurrido desde esa sentencia, tiemp o en q ue las f ormas de las p rá cticas agrícolas f ueron acomp asando la ev olució n de la humanidad, incorp orando tecnología a la p ar del p rogreso del conocimiento humano. Desde la f orma de trab aj ar la tierra, los imp lementos utilizados, hasta el p otencial tecnoló gico q ue encierra la minú scula semilla, o el mismo mercado, la agricultura moderna solo recuerda a la ref erida p or Ciceró n en tres elementos: el homb re, la tierra y el clima. No es menor, el ofi cio sigue siendo el mismo en cuanto al sacrifi cio que imp lica, lo imp redecib le del resultado tras el esf uerzo en cada siemb ra y la ingrata dep endencia de mercados tan aj enos a las v icisitudes del trab aj o de la tierra.

La ingratitud del ofi cio se extiende a la incomp rensió n q ue p or el mismo tiene el resto de la sociedad. No solo se ignora el desv elo del agricultor en p rocura del logro de cada cosecha, sino q ue desde el có modo á mb ito urb ano se le acusa p or la dep redació n de los recursos naturales o la contaminació n del medio amb iente. Cuando la realidad indica que el agricultor de ofi cio, el homb re con la p asió n p or trab aj ar la tierra, es el p rincip al interesado en su conserv ació n a trav é s de un uso q ue le p ermita conserv ar su p otencial p roductiv o añ o tras añ o. quien dep reda el recurso tierra no merece llamarse agricultor, sino op ortunista en el negocio de los granos.

En nuestro p aís la agricultura tuv o sus inicios a mediados del siglo p asado. Por entonces el p aís b uscó op ciones p roductiv as má s intensiv as en el uso del recurso tierra como alternativ a a las p rá cticas ganaderas má s tradicionales. Eran tiemp os en q ue no se contab a con el necesario conocimiento tecnoló gico p ara el uso sustentab le de los recursos naturales ni una clara conciencia de la necesidad de cuidar de los mismos. Los sub sidios agrícolas en las economías industrializadas terminaron p or limitar el negocio agrícola a la p roducció n p ara el mercado domé stico. Como resultado la agricultura quedó confi nada a las mej ores tierras del litoral.

Con el camb io de siglo y gracias a una sostenida demanda mundial p or alimentos, se dieron las condiciones p ara q ue se reiv indicara la agricultura como negocio dinamizador de la economía, no solo por la exportación de granos sino como resp onsab le directa en la intensifi cación de la producción de carne.

En el agro negocio de exportación del siglo XXI cada grano comercializado incorp ora el marav illoso v alor agregado de la b iotecnología ap licada a la p roducción de alimentos, no obstante, el ofi cio de agricultor mantiene las condiciones de sab iduría, humildad y dignidad con q ue lo defi nió Cicerón hace 2000 años.

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