Articulo Dr. Mijangos

ETAPAS DEL PROCESO DE DUELO Escrito por: Dr. Sergio Mijangos

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Todo mi mundo se detuvo el día en que él me abandonó..., aprender a caminar sola no fue una tarea fácil. Lo logre únicamente poniendo un pie en frente del otro, paso a paso y dependiendo de mi familia y de mis amigos. Habría sido mucho más simple darme por vencida o solamente salir huyendo, en lugar de enfrentar lo doloroso de la pena.

La viuda del autor cristiano, Walter Trobisch escribió estas palabras en su libro Learning to Walk Alone (Aprendiendo a Caminar Sola) publicado en 2002, varios años después de la muerte de su esposo.

Cargada de pesar, Ingrid Trobisch descubrió que el duelo es el precio que pagamos por amar a alguien, cuando esta persona se va. Lentamente ella pasó por el proceso de duelo y después ella fue capaz de ayudar a otros en sus horas difíciles.

Los consejeros pastorales (y las viudas) han hecho consejería en tiempos de pesar por siglos. C. S. Lewis en su libro A grief observed y en otros de sus libros, ha hecho aportes muy interesantes sobre el duelo.

Según un reporte que apareció en el Harvard Medical School Mental Health Letter, de marzo y abril de 1998, el primer libro de texto profesional en este tema no apareció sino hasta la década de los años sesenta. Tal parece que los profesionales han tendido a ignorar este tema sobre el duelo, sin embargo, es un tema que presenta un reto muy real para todos.

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EL DUELO

Toda la raza humana experimenta el duelo. Las estadísticas acerca de la muerte son impresionantes, el Dr. Gary R. Collins en su revista Christian Counseling (Consejería Cristiana) de 1998 dice que en ese año ocho millones de personas solo en los Estados Unidos sufrieron por la muerte de algún familiar cercano. En ese año hubo 800,000 nuevas viudas o viudos y alrededor de 400,000 personas menores de 25 años murieron. Evidentemente estas cifras han aumentado en el siglo XXI. Sin embargo, el duelo no está limitado a la muerte. El duelo es la emoción o conjunto de emociones que se experimentan cuando se tiene una pérdida de algo o alguien de quien se ha cuidado con interés y atención. Una persona a quien le han amputado una pierna o un brazo, pasa por un proceso de duelo. Cuando una persona carga todas sus pertenencias dentro de un vehículo y se despide de su familia y de sus amigos, el duelo y el pesar viajan con ella.

Un joven puede experimentar duelo cuando una relación romántica termina y, en los años posteriores, un esposo puede experimentar duelo cuando su matrimonio se rompe. El duelo puede afectar también a un empleado cuando pierde su empleo, el cual ha tenido por muchos años.

También los padres experimentan duelo cuando su hija se va a estudiar lejos de casa o cuando su hijo es reclutado por el ejército. Siempre que se pierde a una persona o una posesión que ha provisto seguridad emocional o satisfacción, es muy probable que el duelo aparezca.

La forma en que se maneja el duelo es muy similar a un barco de motor que se mueve con base a vapor. A menos que éste se pueda sacar en una forma controlada, la presión se acumulará y explotará la máquina.

Tarde o temprano el duelo se manifestará, en una forma correcta o incorrecta. Es por eso que al estar con alguien que pasa por el proceso de duelo es conveniente estimularle a buscar una descarga emocional, así el que sufre podrá aceptará la pérdida, y el conocimiento intelectual de la pérdida podrá llegar a asimilarse a nivel emocional.

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E TA PA S D E L D U E L O No existen etapas en el proceso de duelo por las que indiscutiblemente todas las personas pasan, sin embargo, algunas reacciones son muy comunes. El proceso de duelo se ha dividido en diferentes etapas, que parecen mencionarse repetidamente al hablarse de este tema.

1. Etapa de Crisis.

En caso de muerte, ésta dura hasta el funeral. En este tiempo el deudo experimentará varios tipos de emoción, como shock, sorpresa, etc. Esto sucede aun cuando la muerte ya se esperaba.

Existe una sensación similar a estar bajo los efectos de anestesia o flotando en el aire. En ocasiones, se puede llorar con amigos o a solas. Debe tenerse mucho cuidado con el uso de tranquilizantes sin ser prescritos por un médico. Por lo general llorar es una medicina muy efectiva.

Proveyendo ayuda en esta etapa.

Es muy importante hacer sentir al deudo la presencia del consejero y de la familia en todo tiempo. Es importante proveer ayuda en situaciones prácticas, como cuidar de los niños, avisar del fallecimiento por distintos medios a la familia y amigos, hacer compras para la familia, proveerles transporte etc. Es de suma importancia escuchar atentamente. Narrar repetidamente lo sucedido ayudará al deudo a asimilar la realidad de la pérdida.

Mantener al deudo en contacto con la realidad es muy importante. A veces surgen ilusiones o esperanzas de que todo fue solamente una pesadilla. De una forma amable debemos ayudar al individuo a afrontar la realidad de la separación.

2. Etapa del Crisol La segunda etapa generalmente tarda desde el funeral hasta doce semanas después. Las primeras 6 semanas son las más difíciles. En este tiempo el deudo deberá romper las ataduras emocionales con el pasado. Esto es doloroso, pero es saludable. Una de las metas en esta etapa es llegar a entender que “el recuerdo queda, pero el dolor se va”.

En esta etapa viene profunda depresión y una sensación de perder la cabeza, como desesperación. La persona se siente aislada, especialmente porque quienes le apoyaron en la primera etapa se han ido y han vuelto a sus rutinas normales.

En ocasiones, también se presenta culpa por lo que se hizo o dejó de hacer. También se experimenta hostilidad y generalmente los dolientes buscan un culpable para exteriorizar esta hostilidad. Por ejemplo, si el médico cometió algún error, si el pastor no estuvo presente cuando se esperaba, si los familiares no mostraron mucho apoyo etc. Los deudos generalmente enfocarán su hostilidad contra esta persona.

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Proveyendo ayuda en esta etapa Nuevamente es importante comunicar presencia física y emocional, escuchar, animar al deudo a expresar sus sentimientos. Es importante chequear periódicamente cómo avanza en su proceso. Ser accesible en esa etapa es de suma importancia.

Para manejar la hostilidad debe de recordarse que nada escapa del control de Dios y que las personas que estuvieron alrededor del deudo hicieron lo que pudieron por ayudarle y apoyarle dentro de lo que estaba a su alcance.

3. Etapa de construcción Es una etapa en la que se consideran muchas opciones para vivir que no están vinculadas con el fallecido. En esta etapa lo peor de la crisis ya ha pasado y se debe de animar al deudo a involucrarse en actividades, las cuales no son intentos de evadir la realidad, sino de adaptarse a ella y son el resultado de haberse enfrentado con valentía a su nueva realidad.

Algunas sugerencias generales para las personas que pasan por el proceso de duelo

1.Reconozca la pérdida: Es importante reconocer, por doloroso que resulte, el hecho de que la persona ha fallecido y que no es un mal sueño. Esto ayudará a evitar futuros conflictos. Si se posterga el proceso de duelo lo único que se hace es atrasarlo y tarde o temprano se tendrá que enfrentar.

Muchas personas se niegan a reconocer su pérdida y dos o tres años más tarde, cuando ya deberían estar saliendo del proceso, aún continúan estancados en él.

2. Viva el dolor: Esta sugerencia está muy relacionada con la anterior. Si la persona se niega a reconocer sus sentimientos, si se niega a ser congruente con lo que está experimentando, lo único que está haciendo es postergar el dolor. Algo triste es que cuando se congelan los sentimientos y no se afrontan, lo único que se hace es llevarlos a cuestas como algo no resuelto.

3. Busque consuelo:

Muchas veces las personas en el duelo tienden a alejarse, sin embargo, es en ese tiempo cuando se necesita más del apoyo de los amigos y familiares.

Tome la iniciativa en buscar personas que le rodeen y le deseen escuchar. Lo ideal sería que las personas buscaran al deudo cuando éste pasa por un tiempo difícil, sin embargo, muchas veces las otras personas no saben qué decir o no saben si realmente el deudo desea tener personas cerca o no. Enviar un mensaje claro y congruente de que se está necesitando gente cerca, tal vez no todo el tiempo pero periódicamente, y que se necesita el

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consuelo que viene de los demás será de mucha importancia.

4. Dese tiempo:

El tiempo tiene un poder curativo si se ha sido congruentes con el momento que le ha tocado vivir. Reconocer que se requerirá tiempo para superar el duelo y adaptarse a la nueva normalidad, es de mucha importancia. Muchas veces el deudo se cansa de sentirse triste sin darse cuenta que para adaptarse a un cambio tan radical en su vida se requerirá de tiempo.

5. Espere altibajos:

No se alarme si hay cambios en el estado de ánimo, es más espere esos cambios ya que son normales. En ocasiones el deudo se siente ya por encima de su tristeza, sin embargo, otros días puede sentirse como que ha retrocedido en ese proceso.

En especial espere altibajos en épocas de aniversarios, por ejemplo, en el aniversario de la muerte del ser querido, la primera Navidad sin él, su primer cumpleaños etc. A esto se le llama “Reacciones de Aniversario” y son perfectamente normales. Acepte sus altibajos y poco a poco se percatará que va superando la tristeza.

6. Maneje los recuerdos:

Algo importante esté en control de sí misma y no sus recuerdos. Hay ocasiones en las que al ver fotografías por largo tiempo o sentarse a recordar será contraproducente ya que deja que los recuerdos tomen control del individuo y en muchas ocasiones echan a perder momentos que podrían ser muy agradables. Será importante que el deudo entienda que él puede decidir sobre estas actividades y los sentimientos.

7. Evite tomar decisiones:

En el proceso de duelo, en especial en la primera etapa y al principio de la segunda etapa, es aconsejable no tomar decisiones que puedan postergarse ya que pueden ser decisiones que se tomen basadas de la emoción que se está viviendo. En estos casos debe de esperarse que llegue un mejor momento para examinar las alternativas y entonces tomar la decisión.

8. Reafirme su fe:

El tiempo de duelo es un buen momento para reafirmar su fe y confianza en Dios. El deudo puede en ocasiones experimentar sentimientos de enojo con Dios por la pérdida y si ese es el caso debe de caminarse con él en este proceso y ayudarle a acercarse a Dios y procesar ese enojo con Él en lugar de alejarse. Es interesante ver en el libro de los Salmos, cómo el rey David abiertamente expresaba sus sentimientos negativos al Señor y después de hacerlo encontraba consuelo y estímulo en su relación con El.

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9. Cuide su salud: En muchas ocasiones debido al pesar se descuida la salud y el proceso de duelo se viene a complicar mĂĄs con problemas de salud. Muchas veces el deudo tiene dificultad para dormir, otros constantemente usan tranquilizantes todo esto los lleva a un deterioro en su salud. Un cheque mĂŠdico serĂĄ de mucha ayuda.

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