Asociación Dianova España, gracias al PNSD, publica el nuevo número de su revista Infonova.

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ASOCIACION DIANOVA ESPAร A. PRIMER SEMESTRE 2014 / REVISTA Nยบ 25

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Financiado por:

ASOCIACIÓN DIANOVA ESPAÑA

Director Gerente:

Santos Manuel Cavero López Calle de Coslada, nº 18 28028, Madrid Tel.: +34 91 468 87 65 Fax: +34 91 468 87 87 E-mail: dianova@dianova.es infonova@dianova.es

Edición: Asociación Dianova España

Diseño y maquetación:

Área de Comunicación Corporativa y Marketing Social Asociación Dianova España Técnico de comunicación: Alejandra del Campo Peñalver Colaboradores: Iris Gonzalo Ayuso José Luis Parra Blaya

Revisión:

Área de Programas y Proyectos Asociación Dianova España Técnicos de proyectos: José Pablo Tobar Quiñones Patricia Couceiro Mosquera

Fotografías

Portada: Luc Viatour, copy left Interiores: propiedad de Asociación Dianova España

Imprime: AFANÍAS

Depósito Legal: M-5821-2014 ISSN en trámite

Asociación Dianova España no comparte necesariamente las opiniones expresadas en los artículos publicados. Los únicos responsables son sus propios autores.

ÍNDICE CARTA DE LA DIRECCIÓN Santos Manuel Cavero López.......................................................................... 5 EDITORIAL José Pablo Tobar Quiñones ............................................................................. 7 INFONOVA EN EL CONTEXTO DEL PLAN DE ACCIÓN SOBRE DROGAS 2013-2016................................................... 9 ADICCIONES EN GENERAL: PROGRAMAS DE INTERVENCIÓN SOCIAL SOBRE CONDUCTAS ADICTIVAS: ¿NUEVOS PERFILES, MISMOS PROBLEMAS? EVALUACIÓN DEL CONTEXTO SOCIAL ACTUAL Antonio Jesús Molina Fernández............................................................. 11 DIANOVA Y LAS ADICCIONES: UN COMPROMISO CON LA SOCIEDAD Rosa María Frías Reina............................................................................. 21 CIGARRILLOS ELECTRÓNICOS: TOXICIDAD, ADICTIVIDAD Y POTENCIAL UTILIDAD TERAPÉUTICA F. Javier Ayesta Ayesta, Mª Jesús García Blanco y Francisco Rodríguez-Lozano.................................................................... 27 ADICCIONES Y JUVENTUD: CLAVES PARA EL DESARROLLO EFICAZ DE LOS PROGRAMAS DE PREVENCIÓN DE LAS DROGODEPENDENCIAS EN EL CONTEXTO ESCOLAR Izaskun Sarabia Gonzalvo/Elisabete Arostegui Santamaría.................... 35 ADICCIONES Y EL MUNDO LABORAL: EL PAPEL DE LAS EMPRESAS ANTE LAS ADICCIONES: UNA ESTRATEGIA DESDE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA María del Mar Villalba Vega.................................................................... 45 NORMATIVA Y ANÁLISIS LEGAL: REFORMAS EN EL CÓDIGO PENAL Y LA LEY DE SEGURIDAD CIUDADANA EN MATERIA DE ADICCIONES. PROPUESTAS URGENTES Carmen Martínez Perza........................................................................... 53 HISTORIA Y REFLEXIONES SOCIALES Y POLÍTICAS: LA INFLUENCIA DE LOS SISTEMAS O MODELOS DE CREENCIAS EN LA EVOLUCIÓN DE LAS POLÍTICAS SOBRE DROGODEPENDENCIAS Javier Arza Porras/José Carrón Sánchez.................................................. 63 3


ÍNDICE CONVERSACIONES ELEMENTALES Carmen Meseguer Hernández................................................................. 71 RESEÑAS: ANÁLISIS DE BRECHAS Y DETERMINACIÓN DE PRIORIDADES EN LA INVESTIGACIÓN SOBRE REDUCCIÓN DE LA DEMANDA DE DROGAS EN AMÉRICA LATINA. BEJARANO-OROZCO, JULIO Patricia Couceiro Mosquera.................................................................... 75 HAN COLABORADO EN ESTE NÚMERO............................................................ 76 SI ESTÁS INTERESADO EN PARTICIPAR............................................................. 79

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CARTA DE LA DIRECCIÓN

CARTA DE LA DIRECCIÓN Santos Manuel Cavero López

Director Gerente Asociación Dianova España

Desde su aparición en 2004, la revista Infonova ha sido un espacio de conocimiento y reflexión sobre diversos aspectos relacionados con las adicciones. Han sido diez años de esfuerzo continuado por acercar al público en general los principales aspectos vinculados a dicho fenómeno mediante la combinación de un formato ágil, un lenguaje sencillo y un tratamiento riguroso de los conceptos en este campo. Aprovechando su décimo aniversario, se ha planteado un cambio en el formato de la revista. Infonova pasa a ser una revista profesional y académica sobre adicciones donde tendrán cabida análisis, estudios e investigaciones llevados a cabo por profesionales provenientes de diferentes disciplinas, con variadas formas de estudio, pluralidad de especialización y diversas metodologías de trabajo.

En este nuevo número de Infonova el lector podrá apreciar los frutos de esta evolución, encontrando una selecta propuesta de artículos, escritos por reputados investigadores, académicos y miembros del Tercer Sector, donde se realiza una rigurosa aproximación a varios de los principales tópicos presentes en el trabajo de las entidades que intervienen en adicciones.

En esta nueva etapa, Infonova quiere ser el escenario para la transmisión de conocimiento, innovación y buenas prácticas asociadas a este ámbito de trabajo. Igualmente, se espera construir un marco para el diálogo y reflexión en el que tengan cabida los principales adelantos e investigaciones que sobre este ámbito se llevan a cabo a nivel nacional e internacional. La revista aspira a ser una herramienta de apoyo y consulta, al servicio de profesionales, educadores, padres de familia, investigadores, etc.

Para finalizar, recordar al lector que proponemos un modelo de comunicación bidireccional: puede hacernos llegar por correo electrónico y por carta sus aportaciones, apreciaciones, dudas y comentarios, así como participar en el foro web, si así lo decide. Muchas gracias y buena lectura. 5


Con la ayuda adecuada, cada persona puede encontrar en sí misma los recursos para lograr su desarrollo personal y su integración social.

VISIÓN

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EDITORIAL

de problemáticas asociadas a la salud, afectan la convivencia familiar y social, el funcionamiento de las instituciones como escuelas, colegios y centros de trabajo. Finalmente, en las fases más avanzadas de evolución del fenómeno, pueden manifestarse problemas de orden público.

EDITORIAL José Pablo Tobar Quiñones

Asociación Dianova España considera que la intervención que se lleve a cabo en el campo de las adicciones debe ser integral y completa, abordando las diversas fases de desarrollo del fenómeno y planteando actuaciones en cada una de ellas. Atendiendo a este principio, ha implementado, desde sus orígenes, gran variedad de actividades, que van desde la prevención y sensibilización hasta ofrecer tratamientos de apoyo a las personas que sufren algún tipo de adicción con el fin de superar esta situación y poder seguir adelante con sus vidas.

Licenciado en Filosofía Técnico de Proyectos Asociación Dianova España

La actual coyuntura social y económica que vive nuestro país plantea un reto profundo a los actores sociales comprometidos con la promoción de mejores condiciones de vida y mejores expectativas de futuro para los colectivos que se encuentran en riesgo y/o especiales situaciones de vulnerabilidad social. Para el caso de las entidades que trabajan en el campo de las adicciones, esta labor resulta más ardua pues se enfrentan a fenómenos que sufren cierto grado de estigma social por lo cual son, a priori, temas que la mayoría de la población prefiere ignorar.

Dentro de su estrategia de intervención, siempre ha considerado importante proporcionar información actualizada y de calidad sobre el fenómeno, que se encuentre al alcance de la sociedad en su conjunto: padres/madres, familias, educadores, profesionales que llevan a cabo la intervención a diferentes niveles, académicos, investigadores, etc.; motivo por el cual vio la luz la revista Infonova en el año 2004.

Esta ausencia de información puede generar problemas de mayor envergadura, capaces de adquirir dimensiones insospechadas, y alterar de manera significativa nuestra forma de convivencia. Es necesario recordar que las adicciones además

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EDITORIAL

Coincidiendo con su décimo aniversario se ha considerado oportuno dar un nuevo enfoque a la revista, pasando de ser una revista de divulgación a una revista profesional y académica sobre las adicciones, con el objetivo final de constituir un espacio de diálogo abierto sobre el fenómeno. Todo ello sin sacrificar la claridad de ideas y el uso amable del lenguaje, para que resulte accesible a cualquier persona interesada en conocer su contenido.

María del Mar Villalba indaga en el delicado mundo de las adicciones en las empresas, señalando los efectos que el fenómeno puede llegar a tener en el ámbito productivo y económico, aportando una serie de indicaciones para que las empresas asuman de manera racional el riesgo de que algunos de sus empleados puedan ser víctimas de adicciones y pueda ofrecerles la ayuda que necesitan sin que con ello se genere el detrimento de su labor productiva.

A lo largo de este número el lector encontrará una serie de textos que abordan diferentes aspectos relacionados con las adiciones. Antonio Jesús Molina hace una profunda reflexión acerca de la evolución sufrida por el fenómeno y las diferentes propuestas de intervención que se han implementado desde la década de los ochenta hasta nuestros días, facilitando una visión de contexto que resultará de utilidad para cualquier persona con interés en este ámbito. Por su parte Rosa Frías presenta un resumen de la historia de intervención de Asociación Dianova España en donde se aprecian estrategias, principios, valores y principales logros alcanzados.

Carmen Martínez Perza hace un análisis detallado de la propuesta de reforma del Código Penal, evaluando las consecuencias que estos cambios pueden tener de cara a personas que sufren algún tipo de adicción y cómo afectaría al trabajo que se realiza desde los diferentes actores sociales en este campo. Este texto forma parte de un proceso de reflexión más amplio que se está llevando a cabo desde el Tercer Sector. Complementando lo anterior, desbordando el ámbito jurídico, el artículo de Javier Arza y José Carrón proponen un modelo de creencias multidimensional, también llamado biopsicosocial, para el estudio de las adicciones.

Abordando un asunto de gran actualidad e interés mediático, tres reconocidos especialistas en el tema del tabaquismo como son Javier Ayesta, Mª Jesús García Blanco y Francisco Rodríguez, presentan un estudio riguroso sobre el fenómeno del cigarrillo electrónico, dando importantes luces sobre aspectos de gran interés sanitario como son su grado de toxicidad con relación a los cigarrillos convencionales, su capacidad para generar adicción y el efecto que puede llegar a tener su utilidad terapéutica.

El texto de Carmen Meseguer recupera una serie de conversaciones elementales que pueden ser de utilidad en el proceso de tratamiento de personas que han sufrido algún tipo de adicción. Su contenido puede ser de utilidad para educadores, mediadores, psicólogos y trabajadores sociales que intervienen de manera cotidiana con este tipo de usuario.

Pasando al ámbito de la prevención en los centros educativos, el texto de Izaskun Sarabia y Elisabete Arostegui, presenta los primeros resultados de una investigación llevada a cabo en la comunidad autónoma del País Vasco. De ella se pueden extraer importantes elementos de cara a consensuar métodos y políticas de evaluación sobre el trabajo que, desde el campo educativo, se está llevando a cabo sobre la prevención de las adicciones. 8


INFONOVA EN EL CONTEXTO DEL PLAN DE ACCIÓN SOBRE DROGAS 2013-2016

INFONOVA EN EL CONTEXTO DEL PLAN DE ACCION SOBRE DROGAS 2013-2016 Asociación Dianova España cuenta con una amplia trayectoria de colaboración con el Plan Nacional sobre Drogas del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, administración que apoya anualmente el funcionamiento de la entidad, a través de la convocatoria para la concesión de ayudas económicas a entidades privadas sin fines de lucro y de ámbito estatal, para la realización de programas supracomunitarios sobre adicciones. Esta labor se enmarca dentro de las competencias de la mencionada administración, tal y como puede apreciarse en su página web: “Corresponde a la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas las funciones de dirección, impulso, coordinación general y supervisión de los servicios encargados de la actualización y ejecución del Plan Nacional sobre Drogas. En el ámbito de las competencias del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, bajo la superior dirección del Secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, asume el impulso de las políticas de reducción de la demanda del consumo de drogas y de los programas de prevención, tratamiento, rehabilitación y reducción de daños”. La revista Infonova, es una publicación periódica editada por Asociación Dianova España, que cuenta con el apoyo de la Delegación de Gobierno sobre el Plan Nacional sobre Drogas, en el marco de la convocatoria de ayudas a entidades privadas sin fines de lucro y de ámbito estatal, con cargo al fondo de bienes decomisados por tráfico ilícito de drogas y otros delitos relacionados en aplicación de la ley 17/2003, de 29 de mayo, para la realización de programas supracomunitarios sobre drogodependencias en el año 2013 (BOE. Num 245, de 12 de octubre de 2013) Infonova es una iniciativa que se inscribe dentro del Plan de Acción sobre Drogas 2013-2016, dentro del eje 4 de intervención “Mejora del conocimiento básico y aplicado”, correspondiendo a la acción número 27 “mejora de la difusión de los datos del sistema de información”, que tiene como destinatarios a profesionales, ONG, instituciones y población en general.

Financiado por:

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Desarrollar acciones y programas que contribuyan activamente a la autonomĂ­a personal y al progreso social.

MISIĂ“N

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ADICCIONES EN GENERAL

“¿Cambian las adicciones o cambian las personas con problemas de adicción? Aquí tengo que estar en desacuerdo con el conferenciante ya que, en mi opinión, cambian las conductas adictivas pero se mantienen las insatisfacciones, los conflictos, las inseguridades, las decisiones, los problemas familiares y de pareja…Cambian las conductas adictivas pero se mantienen los motivos y consecuencias que tienen para las personas y su contexto familiar y social”

PROGRAMAS DE INTERVENCIÓN SOCIAL SOBRE CONDUCTAS ADICTIVAS: ¿NUEVOS PERFILES, MISMOS PROBLEMAS? EVALUACIÓN DEL CONTEXTO SOCIAL ACTUAL

Manuel Muiños, Presidente de PH Salamanca, en las Jornadas sobre Adicciones de la Diputación de Salamanca,

SOCIAL INTERVENTION PROGRAMS FOR ADDICTIVE BEHAVIOURS: NEW PROFILES, SAME PROBLEMS? EVALUATION OF ACTUAL SOCIAL CONTEXT

17/12/2013.

Actualmente las drogas/adicciones no se sitúan entre los 20 principales problemas de los españoles en las encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS 2013); el perfil del consumidor de sustancias ha variado bastante desde los heroinómanos que consumían drogas por vía parenteral (EDADES 2011-12)…Pero, ¿han dejado de ser las drogas/adicciones un problema social en España?; ¿Qué factores han influido en la evolución de este fenómeno?; ¿Dónde se han quedado los aspectos psicosociales, sociológicos, incluso culturales de las adicciones?; ¿Cómo se integran los tradicionales problemas de drogodependencias con los actuales trastornos adictivos sin sustancia? ¿Hacia qué panorama se ha desarrollado el problema social “adicciones”?

Antonio Jesús Molina Fernández Licenciado en Psicología Profesor Universidad Complutense de Madrid RESUMEN En los últimos 30 años, se han realizado una serie de análisis de las tendencias de las drogodependencias tomando como referencia la Medicina, la Psicología, la Psiquiatría y/o la Sociología, intentando explicar los fenómenos y trazar dichas tendencias. Desde una perspectiva de Evaluación psicosocial, el autor pretende mostrar las semejanzas y diferencias del problema social “adicciones” en la actualidad con los enfoques tradicionales que se han utilizado para definir la/s “drogodependencia/s”.

MARCO GENERAL DE LAS ADICCIONES

Palabras clave: Adicción Vs Drogodependencia, Contexto Social, Enfoque Científico-Humanista, Problema social Vs Enfermedad.

En el preámbulo de la constitución de la Organización Mundial de la Salud, se define la salud como “estado de completo bienestar físico, mental y social, y no afecciones o enfermedades” (OMS, 1946). El modelo integral de intervención en salud y enfermedad es el modelo biopsicosocial propuesto por Engel (Mayor, 1995), que considera al individuo como “un ser integrado por las tres áreas biológicas, psicológicas y sociales” (Mayor, 1995). Para este modelo no se entiende la salud como la ausencia de enfermedad (más simplificada en ocasiones a la mera enfermedad orgánica), sino que cualquier alteración o desorden repercute en

ABSTRACT

Last 30 years, there have been done different analysis about tendencies in drug dependences taking as references Medicine, Psychology, Psychiatry, Sociology…trying to explain these phenomenons and to design tendencies. From a perspective of Social Evaluation, the author tries to show the differences and similitudes of “addiction” social problem in actual situation in comparison with usual perspectives that have been used to explain the “drug dependences”.

Key-words:

Addiction Vs Drug Dependence, Social Context, Scientific-Humanistic Perspective, Social Problem Vs Disorder/Disease.

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ADICCIONES EN GENERAL

los denominados “potenciales de salud” y “balance de salud” (Godoy, 1996). Por tanto, cualquier tipo de tratamiento rehabilitador debería contemplar las tres áreas definidas así como la interconexión entre ellas.

aceptamos la anterior definición de “enfermedad” como “ruptura del equilibrio biopsicosocial, desde un modelo integral”. Además, normalmente definimos las drogodependencias y adicciones como un “fenómeno multifactorial” (Martín y Lorenzo, 2003), donde se integran aspectos individuales con factores del contexto social primario (familia y pareja fundamentalmente) a los que se añaden los elementos del contexto macrosocial (entorno social y cultural, incluyendo el contexto socioeconómico). Estos factores interactúan entre sí, generando en ocasiones situaciones de protección y en otras situaciones de riesgo para las personas en las que se integran estos elementos.

Aplicado a las adicciones, la aceptación generalizada como una “enfermedad crónica con tendencia a la recaída” (NIDA, 1994; PNSD, 2004) nos obliga, estemos o no de acuerdo con esta definición, a contemplar los procesos de rehabilitación y reinserción social como procesos a largo plazo, donde se aborde y prevenga la posibilidad de dicha recaída; además, deberíamos abordar los procesos de intervención en adicciones como procesos integrales, actuando sobre los aspectos biológicos-psicológicos-sociales y las conexiones e influencias que tienen unos aspectos sobre otros.

“Al hablar de consumo de drogas se están barajando tres elementos interactuantes: la sustancia o sustancias que se consumen, la persona que consume y el contexto en el que se produce el consumo. Obviar este hecho, concediendo un peso desproporcionado o exclusivo a cualquiera de estos tres elementos, supone alterar a priori cualquier análisis riguroso que se realice del problema y cualquier solución que se pretenda aplicar”.

“No todas las adicciones son iguales. De hecho, existen importantes diferencias entre ellas. Las adicciones a sustancias químicas, por ejemplo, alteran el funcionamiento del cerebro, a diferencia de la mayoría de las demás adicciones. Sin embargo, consideramos de sumo valor identificar los puntos en común entre tipos de adicciones aparentemente distintos. Las adicciones pueden parecer muy diferentes en la superficie pero ser provocadas por las mismas causas profundas. Hemos decidido, por lo tanto, eludir el debate teórico actualmente en boga acerca de si ciertos tipos de conducta habitual constituyen verdaderas adicciones o si es más acertado clasificarlos como conductas no controladas. Consideramos que las similitudes entre distintas formas de adicción son más importantes que las diferencias, al menos en lo que respecta a la causa de las adicciones y cómo tratarlas eficazmente.”

(Becoña y Martín, 2004).

Desde hace años, el modelo prioritario de actuación está siendo el modelo puramente médico, estando la atención psicológica y la intervención social limitadas. Esta “medicalización” de las adiciones, así como su sucedáneo de la “psicologización” de los problemas con las drogas, no deja de ser muestras del “reduccionismo” que presenta el modelo sanitario de atención. No podemos, por cierto, culpar a la crisis económica actual de esta limitación, ya que está situación se está manteniendo desde hace más de una década, cuando había recursos para abordar modelos complementarios y alternativos.

(Fragmento de “Querer no es Poder”, de A.M.Washton y Donna Boundy).

Dicha “medicalización” se ha justificado mediante las denominadas “evidence-based practices”, modelos basados en la evidencia científica, que fomentaba como válidos los tratamientos que fueran contrastados mediante

Cuando nos acercamos a las drogodependencias o nos referimos a otro tipo de adicciones, como las denominadas comportamentales (juego patológico, teléfonos móviles, internet…), 12


ADICCIONES EN GENERAL

Contexto Social

USO

Variables Moduladoras

Mecanismos Metabólicos

ABUSO

DEPENDENCIA PSICOLÓGICA DEPENDENCIA SOCIAL

Factores Psicopatólgicos Rasgos Personalidad

Mecanismos Neuroadaptación

Mecanismos psicológicos

Refuerzo Positivo Refuerzo Negativo

Síndrome de abstinencia AGUDO

Tolerancia

Señales estimulo Señales discriminativas

DROGODEPENDENCIA

“ensayos clínicos” (NIDA,1994). Debido a la “deshumanización” (Cañas, 2003) que requieren algunos de estos tratamientos para poder ser analizados y contrastados, desde hace algunos años investigadores de prestigio como Erick Brockaerst, Georges De Leon y Rowdy Yates proponen la aceptación de “recovery-based programs”: modelos de rehabilitación basados en aspectos personales, normalmente con metodología de comunidad terapéutica (De Leon, 2003), donde se integran técnicas de diferentes disciplinas en igualdad de condiciones. La recuperación es un proceso personal que se realiza en un entorno social y comunitario. Estos modelos basados en la recuperación están siendo estudiados desde diferentes disciplinas como la psicología social, el trabajo social o la neuropsicología. Investigadores como Rowdy Yates o Antonio Verdejo plantean este factor como uno de los aspectos a estudiar en el futuro inmediato. De hecho, una de las grandes carencias de las “evidence-based practices” y del fenómeno que supone el ”problema social de las drogas”, es la ausencia de la definición de los contextos sociales y de los perfiles adecuados

DEPENDENCIA FÍSICA

Factores Genéticos

Martín y Lorenzo 2003

y actualizados de personas en tratamiento: una adecuada evaluación del problema actual facilitará el diseño, la adaptación, implementación e impacto social (IUDC, 1997) de intervenciones cada vez más eficaces e individualizadas, desde la óptica de un abordaje integral basado en el anteriormente mencionado modelo biopsicosocial (Mayor, 1996). De esta manera, adecuaríamos los programas de tratamiento a las necesidades sociales y de salud de la población atendida, ampliando la perspectiva de los programas clásicos de tratamiento. Porque esto sigue ocurriendo, es el enfoque convencional de “adicto”, vinculado a la epidemia de la heroína, el que sigue determinando el estilo de los programas de intervención actuales en muchas ocasiones.

UN BREVE PASEO POR LA HISTORIA DEL PROBLEMA SOCIAL DE LAS ADICCIONES EN ESPAÑA

Como dice el profesor Enrique Moradiellos, “la practicidad de la historia científico-humanista solo puede ser de otro orden y apoyarse sobre una necesidad social y cultural diferente: la exigencia operativa en todo grupo humano de tener una conciencia de su pasado colectivo y comunitario” (Moradiellos, 2009). Para poder conseguir este 13


ADICCIONES EN GENERAL

objetivo, necesito recordar algunos elementos fundamentales de la historia de la intervención en adicciones en España.

campos como inserción social, malos tratos, menores, cumplimento judicial… Desde principios de los 80 la sociedad civil, de manera más o menos organizada, ya estaba actuando sobre la epidemia de la heroína: ya fuera mediante asociaciones de voluntariado, mediante movimientos familiares, parroquias…De manera más bien desorganizada pero se ponía en marcha una respuesta (APH 1984).

La aparición del Plan Nacional sobre Drogas (PNSD), con categoría de Secretaría de Estado, en el año 1986 fue aplaudida unánimemente al ser una respuesta pública con afán integrador frente a un acuciante problema social como eran las drogodependencias, especialmente la adicción a la heroína por vía parenteral y la “drogodelincuencia” asociada a este consumo de sustancias. De hecho, en ese mismo año 1986 las drogas llegaron a suponer el segundo problema de los españoles según el Centro de Investigaciones Sociológicas CIS. (CIS, 1986). Esta impresión de “problema social” se seguía manteniendo en 1989, cuando la “Encuesta Infancia y Adolescencia” destacaba como mayor riesgo entre los jóvenes “las drogas” (34´9% de los encuestados), seguida por “el alcohol” (16´4%). Los dos indicadores se registraban por separado, la suma conjunta de ambos “riesgos sociales” llegaba al 51´3%, conformando además la cuestión denominada “enajenación o modificación de conducta-pérdida de control de la propia persona” (Aguinaga y Comas, 1991). Como curiosidades, hace 25 años en dicha encuesta se mencionaba como 3º riesgo “El paro o desempleo”. Como valores más inculcados entre los jóvenes españoles (“de esos polvos estos lodos”), “la competitividad” y “el consumo” (Encuesta Infancia y Adolescencia, 1989). Pero estos elementos, su tendencia en los últimos 25 años y su impacto en las adicciones merecen un comentario posterior (y varios libros sobre su repercusión en la estructura social actual que espero alguien esté escribiendo). Volvamos a hablar de las adicciones como problema social.

En estos 27 años han variado los métodos de abordaje y los centros de atención. En los 80, fundamentalmente, nos encontrábamos comunidades terapéuticas gestionadas por ex toxicómanos sin formación que utilizaban métodos exageradamente estrictos y con una gran rigidez de normas y límites (Martín, 2000). Posteriormente aparecieron los programas de mantenimiento (sobre todo, metadona y en menor medida buprenorfina) y de reducción del daño (sobre todo intercambio de jeringuillas), ampliando el abanico de servicios y generando alternativas de atención para las personas (Martín, 2000; Gutiérrez Resa, 2007). Hoy día, la diversidad de servicios es más grande: desde las clínicas privadas que ofrecen servicios ultrarrápidos muy eficaces a corto plazo y con alta credibilidad a pesar de que en muchos casos no ofrecen evaluaciones a medio y largo plazo; los centros religiosos, no profesionalizados, sin programas estructurados y con una gran capacidad de atención inmediata; las comunidades terapéuticas, con equipos multidisciplinares, de larga duración y muy alta exigencia, con un gran porcentaje de abandonos iniciales; los centros de tratamiento ambulatorio, fundamentalmente dispositivos de farmacoterapia y motivación abiertos a todas las personas con problemas (ya sean CTA, UCA, CAD…). (Gutiérrez Resa, 2007)

También la evolución de muchas de las ONG que han colaborado en la intervención sobre drogodependencias y adicciones ha sido diversa (Herrera Gómez, 2003 y 2012): desde las asociaciones del voluntariado, no profesionalizadas y con grandes carencias en su metodología y gestión; hasta las actuales entidades de acción social, que suelen actuar en adicciones y otros

Este proceso de adaptación a las necesidades de los usuarios de los tratamientos y programas ha sido muy eficaz en la actuación sobre personas con problemas de dependencia a opiáceos (especialmente heroína), ya que la red se diseñó pensando en este perfil de personas con problemas de adicción. Pero, posteriormente, y sin 14


ADICCIONES EN GENERAL

haber alcanzado el Impacto social de la epidemia de la heroína (y sin el impacto epidemiológico del VIH/SIDA asociado al consumo de drogas por vía parenteral), han aparecido otros grupos sociales con problemas de adicciones sobre los que no se ha actuado con la misma eficacia, ni en Intervención ni en, sobre todo, prevención. Especialmente, sobre la democratización de la cocaína entre 1999 y 2008, y la ambivalencia del cannabis desde 2004 hasta la actualidad.

la “marihuana” como “la droga de la crisis” (ver el reportaje de La Sexta TV del mismo nombre). Eso sí, dejemos de responsabilizar exclusivamente a los jóvenes de consumir “porros”. Vuelvo a repetir, nos encontramos con tres generaciones de consumidores habituales de cannabis, a los que se les suele sumar el desempleo, el fracaso escolar y los conflictos de pareja (APH, 2013).

Solo dos pinceladas sobre estos problemas sociales de las dicciones:

En el año 2013 la Asociación Proyecto Hombre puso en marcha el denominado “Observatorio PH sobre el perfil del drogodependiente”. En este informe se reconocía la imposibilidad de mencionar un perfil homogéneo de persona atendida en los centros de Proyecto Hombre durante el año 2012 (unas 20.000 personas) y se identificaban una serie de perfiles de atendidos:

¿PODEMOS HABLAR DE “PERFIL DE DROGODEPENDIENTE”?

- A principios de la década de los 90, la cocaína era la droga del éxito empresarial y social, en contraposición a la “drogodelincuencia” de la heroína. No solo estaba bien considerada entre los grupos de influencia, sino que se discutía su potencial adictivo y su “síndrome de abstinencia”. De hecho, este elemento se sigue discutiendo hoy día por parte de muchas personas que han consumido cocaína. Su consumo se popularizó (debido también a la inundación del producto procedente de Colombia, Perú y Bolivia sobre todo) se extendió hasta un extremo salvaje. En 2006, Naciones Unidas hablaba de España como “el segundo consumidor mundial de cocaína tras los Estados Unidos de América” (UNODC, 2006). Respecto a la intervención en adicciones, no se ha llegado a poner en marcha una red asistencial sobre la cocaína con la envergadura y severidad con la que se actuó y se actúa sobre la heroína.

- El mayor porcentaje de personas en tratamiento correspondía a consumidores de “alcohol”, ya fuera en el formato “alcohol en grandes cantidades” o en la combinación “alcohol y drogas”. Especialmente destacable era el grupo de mujeres que combinaba “alcohol y benzodiacepinas”. Como características sociodemográficas, se trataban de personas con edad entre los 35-45 años, que viven en ambientes estructurados, casados y con familia, que han formado o forman parte del circuito laboral y que no están afectados de enfermedades infectocontagiosas (VIH y Hepatitis). - El segundo perfil de atendidos eran las personas consumidoras de cocaína, por vía esnifada. Incluso en plena crisis económica sigue siendo un grupo de personas con problemas de adicción muy numeroso. Suelen ser personas jóvenes (entre 28-38 años), solteras en su mayoría, que trabajan en un 50%, y que presentan en un porcentaje minoritario infección por VIH debido a conductas sexuales de riesgo.

- El caso del cannabis en España es mucho más preocupante: mientras discutimos si es legal o no, se nos acumulan tres generaciones de consumidores de cannabis, se extiende su consumo, se generalizan sus consecuencias y banaliza su gravedad. En el año 2008, la Sociedad Española de Psiquiatría publicó un “Consenso sobre el cannabis” (SEP, 2008), en el que alertaba sobre los riesgos, especialmente sobre la salud mental, que provocaba el abuso combinado con otros factores predisponentes. ¿Resultado? Juzguen ustedes mismos, pero hay quien habla de

El tercer perfil en número era el tradicionalmente denominado “heroinómano”, que se ha convertido en un “policonsumidor” debido al uso generalizado de la mezcla de heroína 15


ADICCIONES EN GENERAL

con cocaína denominada “speedball” (o “revuelto” o “rebujao” o…), además del abuso de otras sustancias como el alcohol y las benzodiacepinas. Este es el perfil que se ha vinculado a la “identidad social” (Jenkins, 1996) “adicto o drogodependiente”. De hecho, los otros perfiles de atendidos suelen utilizarlo como referente negativo (“yo no soy un yonki”), incluso llegando a la utilización despectiva de los términos. En este grupo nos encontramos personas que han “cronificado” su consumo, que han realizado diferentes programas sin resultados eficaces (desde los “libres de drogas” a “mantenimiento en metadona”), que suelen tener problemas con la Justicia (incluyendo ingresos en prisión por problemas derivados directamente del uso de drogas), que presentan un porcentaje de infecciones por hepatitis C y VIH, que han tenido sobredosis (y delirium tremens por el abuso de alcohol), que no trabajan, que no han estudiado, que han vivido o viven en sitios protegidos (albergues, residencias, pisos asistidos) o en la calle…En suma, este es el perfil que el imaginario colectivo ha identificado como los “drogadictos”.

limitaciones de este estudio era el bajo porcentaje de mujeres en los programas de la APH (9%). Esta limitación ya había sido expuesta en otras investigaciones por autores como Nuria Romo (Romo, 2002). El acceso de las mujeres al tratamiento sigue siendo uno de los déficits en los centros y tratamientos. Uno de los motivos que expone Romo en sus estudios es la percepción de cargas familiares por parte de las mujeres drogodependientes. Pero hay más grupos de personas con problemas de adicciones que se escapan de estos perfiles: - Adicciones a TIC y redes sociales: el fenómeno emergente del uso generalizado de internet y redes sociales se puede terminar convirtiendo en un grave trastorno adictivo, especialmente entre las personas que presentan vulnerabilidad o problemas previos de uso indebido de otros comportamientos adictivos (con y sin sustancia). La “ley del juego responsable” (LJR, 2012) no parece suficiente, especialmente debido a su énfasis socioeconómico. Confiemos en que el Foro del Juego Responsable y su Comité comiencen a delimitar claramente las fronteras del riesgo, la publicidad y el consumo de apuestas deportivas, juegos de azar, póker on-line…El uso de figuras socialmente reconocidas para visibilizar el uso lúdico no favorece las estrategias preventivas de las entidades que trabajan para prevenir, evitar o retrasar la aparición de este tipo de adicciones.

- El cuarto perfil que identificó el Informe 2012 de la APH es el emergente en los centros de atención a adicciones y es el grupo social de “adictos” que la investigación prospectiva (Alvira, 1993) tendrá que estudiar: se trata de los consumidores de cannabis, jóvenes en su mayoría pero no adolescentes (entre 22-26 años pero con extremos por encima de los 50 años), sin estudios ni trabajo, sin pareja, que viven con sus padres y que no tienen alicientes ni expectativas. Para este grupo no hay todavía una serie de dispositivos específicos, teniendo en cuenta las enormes diferencias que presentan con los otros grupos de atendidos. Quizás sea el momento de iniciar en España las estrategias de “intervención temprana” de las que habla el Observatorio Europeo sobre Drogas (EMCDDA, 2010) y no esperar a que este grupo se convierta en una “alarma social”.

- Existe un grupo de personas con estudios universitarios (UNAD, 2013) y profesiones de prestigio que sufren problemas adictivos y que presentan grandes resistencias a realizar cualquier tipo de programa o tratamiento. En ocasiones, es muy complicado que reconozcan el trastorno adictivo, a pesar de haber sufrido graves consecuencias derivadas de dicho problema: pérdidas de prestigio social, enfermedades, bajas laborales, negligencias…En algunos casos, ni el ingreso en prisión les permite aceptar su problema. Hablamos de abogados, médicos, fuerzas del orden público, profesores universitarios, políticos…

Estos eran los resultados del Informe de la APH, entidad que históricamente se ha dedicado a intervención en drogodependencias. Una de las 16


ADICCIONES EN GENERAL

De hecho, mientras detectamos un repunte en la sustancia X o Y (normalmente alguna de las drogas de uso tradicional como heroína, cocaína o alcohol), se nos puede estar echando encima un nuevo formato de trastorno adictivo compuesto por al menos una sustancia “tradicional” (alcohol, cocaína, cannabis, benzodiacepinas, heroína…) combinada con algún problema comportamental (redes sociales, apuestas deportivas, juegos de azar, póker online, compras compulsivas, vigorexia, ortorexia…), con un estilo de vida normalizado y sin presentar consecuencias visibles de la adicción que sufren.

Como dijo Aristóteles: “Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo”. A partir del año 2000 la doctora Nora Volkow (directora del Instituto de Investigación sobre Drogas y Adicciones de los USA/NIDA) realizó una serie de investigaciones sobre la aplicación de las teorías de Damasio para las personas con problemas de drogas. Descubrió que las sustancias alteran determinadas áreas del cerebro, especialmente las vinculadas a análisis, expresión y control emocional, planificación del comportamiento/control ejecutivo, toma de decisiones y condicionamiento del miedo. En concreto, hablamos de las áreas que serían el córtex prefrontal, el córtex cingulado anterior, la amígdala y el sistema límbico.

¿Y qué pueden tener en común estos perfiles sociales tan diversos y heterogéneos? Pues, tal y como decía Manuel Muiños, tendremos que hablar de las causas y las consecuencias de las adicciones. ASPECTOS EMOCIONALES Y CONSECUENCIAS SOCIALES DE LAS ADICCIONES

Lo que nos interesa a nosotros, las personas que consumen sustancias tienen problemas en decidir porque eligen su propia recompensa y para conseguir el refuerzo más inmediato posible; les cuesta ponerse en el lugar de los demás, por mucho que los otros les quieran, aprecien o metan miedo; además, no sienten miedo, por lo que no temen las consecuencias negativas de sus actos ni se plantean los riesgos de sus comportamientos; las personas que consumen sustancias no planifican sus decisiones, sino que las realizan de manera completamente irreflexiva e impulsiva. Por último, tienen dificultades en la “modulación emocional” (Verdejo, 2007), con lo que pueden pasar del “bloqueo afectivo” a la “labilidad emocional” o la “explosión agresiva/ violenta”.

La “teoría del marcador somático” de Damasio (Damasio, 1994) hace mención a la supremacía de los aspectos emocionales sobre los racionales en las huellas que los recuerdos trazan en nuestra memoria. Hay un ejemplo muy sencillo que cualquier persona puede hacer: elija un recuerdo de carácter más racional y otro fundamentalmente emocional. Habitualmente, el recuerdo emocional contará con más detalles y más diversos (olores, colores, sonidos, gestos…) que el racional. Será más que una situación, tendrá un contexto, creará lazos entre recuerdos, de una imagen, un olor… saldrá otra huella de la memoria que creará otro lazo emocional. Hoy sabemos, gracias a las investigaciones de Antonio Damasio y sus libros, que la emoción determina mis decisiones, mi conciencia, mis relaciones personales, el desarrollo de mi inteligencia, mis miedos…tanto o más que la razón. Y que no necesita de ésta para controlarse, sino que la emoción puede tener mecanismos propios de expresión, análisis, gestión…sin necesidad de apelar a que la razón controla la emoción.

Desde ese punto de partida, los diferentes estudios realizados en “neurobiología de la cocaína” por el Grupo de Investigación en Neuropsicología y Adicciones de la Universidad de Granada (Verdejo, Pérez García et als, 2007), han mostrado factores y problemas que no se ponían de manifiesto en las consideraciones clásicas de adicciones: el 17


ADICCIONES EN GENERAL

denominado “cerebro moral” (Volkow, 2006), las alteraciones en el control y expresión de las emociones, el bajo control de impulsos y el consiguiente déficit en toma de decisiones de la población drogodependiente. Este grupo, en diferentes estudios (Fernández Serrano y Verdejo, 2008, Carmelo y Verdejo, 2012) ha mostrado los diferentes déficits que muestran todos los perfiles de drogodependientes (incluyendo el alcohol como droga) frente a la población no consumidora. El próximo paso es buscar los déficits no solo en las drogas, sino en las adicciones en general incluyendo las comportamentales.

Dos tipos de modelos: - (1) los que se basan en la descompensación entre el sistema motivacional y el sistema ejecutivo; - (2) los que se basan en la pérdida de protagonismo del sistema de recompensa en favor del aprendizaje de hábitos automatizados. La cuestión de la etiología resulta en cualquier caso irrelevante en relación con el tratamiento de las adicciones. Partimos de unos procesos neuropsicológicos alterados, y el tratamiento debe orientarse a su recuperación con independencia del origen. En este sentido, la neuropsicología, la medicina y la psicoterapia (combinadas) plantean importantes aplicaciones para el tratamiento de las adicciones” (Verdejo, 2007).

Tras estos estudios, deberíamos sustituir gran parte de los conceptos clásicos en adicciones de tolerancia, dependencia, habituación… por “síndrome amotivacional”, “bloqueos afectivos”, impulsividad, alteración del sistema de recompensas/ gratificaciones a corto plazo, planificación ejecutiva, toma de decisiones y resolución (o no) de problemas, “binge use”/”binge drinking”/”consumo intensivo”… El profesor Antonio Verdejo los explica de la siguiente manera:

¿Y sobre las consecuencias? Desde hace mucho tiempo, en los programas de Intervención se trabaja para corregir los conflictos familiares, problemas de pareja, absentismo laboral, desatención de los hijos, sentimientos de culpabilidad, fracaso e impotencia, tolerancia a frustración, miedos, complejos, inseguridades, traumas…

“Los modelos clásicos de adicción habían enfatizado el papel del llamado “circuito de la recompensa” o “del placer” (el circuito dopaminérgico mesolímbico) en el consumo de drogas. De esta visión provienen los modelos hedónicos, según los cuales las drogas se consumen esencialmente porque son reforzadores potentes, y por tanto, son placenteras (Wise, 1985). Esta hipótesis quedó superada en las formulaciones teóricas de Robinson y Berridge (2000, 2003), que a partir de una serie de experimentos con animales demostraron que el consumo compulsivo de drogas estaba vinculado a un mecanismo motivacional (“wanting”) pero no hedónico (“liking”). Es decir, a través de un proceso de neuromodulación que denominaron “sensibilización al incentivo”, las drogas adquieren la capacidad de hiperactivar los sistemas motivacionales incluso en ausencia de efectos placenteros. Dicho de manera simple, sigues “queriendo” consumir drogas incluso cuando ya ha dejado de “gustarte” tomarlas.

Además de las ideas irracionales, la reestructuración cognitivo-afectiva, el desorden comportamental, la necesidad de recompensas inmediatas, el proyecto de vida reflexivo, la toma de decisiones planificada, la escala de valores, los juicios morales, el control de estímulos, el manejo de contingencias… Consecuencias comunes a todos los tipos de adicciones que se modulan y articulan de manera diferente en función de las diferentes combinaciones de factores individualesmicrosociales-macrosociales, incluyendo aspectos familiares y culturales. Por supuesto, la sustancia principal influye en el modelo de intervención, sobre todo en la primera etapa de abordaje. Pero la manera de desarrollar las estrategias de actuación debe ir mucho más allá de la mera ausencia o presencia del tóxico o la conducta adictiva. En diferentes momentos del proceso de recuperación tenemos que incluir los aspectos personales 18


ADICCIONES EN GENERAL

(miedos, traumas, complejos, vergüenzas, inseguridades…), estrategias de solución de problemas de familia y/o pareja, modulación emocional/prevención de la conducta violenta, prevención de recaídas (incluyendo el consumo social de alcohol y el control de situaciones de riesgo), aspectos sociales (amigos/ red social, tiempo libre, trabajo…). Como vemos, mucho más que la mera presencia o ausencia de la enfermedad.

genética, la psiquiatría y la farmacología se están dando para explicar, de una manera absolutamente determinista, por qué hay personas que no pueden evitar tener un problema biopsicosocial como las adicciones. Olvidándose, en muchos casos, de que cualquier problema de salud, según nos dio la OMS en 1946, es un desequilibrio biopsicosocial y no la “mera presencia o ausencia de enfermedad”. El concepto de “exclusión social” se debe vincular a la “ciudadanía social” (Tezanos, 2001). Por tanto, si queremos corregir la exclusión de las personas con problemas de adicción no solo podemos preocuparnos por el uso o no de los tóxicos, sino que debemos fomentar la participación activa en su entorno de las personas que se están rehabilitando. Eso sí, tenemos que considerar que en las actuales circunstancias, como también dice el profesor Tezanos en su libro La Sociedad Dividida, la desigualdad actual es algo desconocido: se ha llegado a un punto en el que hay personas que son “prescindibles” para el sistema social establecido. Son aquellos que no encajan dentro de la balanza coste/beneficio que hoy día está primando en nuestro contexto. No se trata tan solo de tener o no un trabajo, de poseer o no una casa. Lo que no se nos puede olvidar, y lo hemos perdido de vista en muchas ocasiones, es que los que hemos decidido intervenir en acción social (no solo en drogodependencias y adicciones) no trabajamos ni con pacientes ni con clientes, aunque tengan trastornos y enfermedades y nos paguen por nuestra labor: trabajamos con personas, que es mucho más difícil, mucho más estimulante y mucho más rico que todo lo anterior. Y nos permite aprender, cada día todos los días, de todas y cada una de las personas con las que contactamos cada día. Porque todas esas personas valen per se mucho más que su “trastorno de adicción a…”

FUTURO INMEDIATO: ¿REDENCIÓN O RENDICIÓN?

Como conclusión, las personas que intervenimos en adicciones tenemos que apostar por los “modelos integrales de atención”, donde se aborden no solo los aspectos relacionados con el uso de drogas sino que se incluyan herramientas y recursos para potenciar los aspectos personales, los factores emocionales y cognitivos (tanto en análisis personal como en afrontamiento de emociones sociales) y los objetivos sociales. Para conseguir estos objetivos, hoy día necesitamos planificar “estrategias de reinserción alternativas”: no puede ser igual la vuelta a la vida cotidiana de una persona que ha sido adicta a opiáceos y que tiene una enfermedad crónica que la de un adicto a la cocaína con trabajo o la de un joven consumidor de cannabis que vive con sus padres. Para estos últimos, por cierto, tendrían que estructurarse las anteriormente mencionadas “estrategias de intervención temprana”. Con la reaparición de la Intervención social en el mundo de las adicciones se abre una nueva posibilidad para todos los que nos consideramos profesionales que trabajamos sobre “problemas sociales”. Si conseguimos que esta definición sea fuerte y significativa (al menos con la misma significación con la que la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación/ANECA considera esta área como una de las cuatro fundamentales de la psicología), podremos debatir, rebatir y argumentar desde la perspectiva social esos resultados reduccionistas que desde la

Si no me creen, pónganse a prueba. Sorpréndanse. Si seguimos aprendiendo de cada persona que viene a los programas y tratamientos, 19


ADICCIONES EN GENERAL

igual todavía nos queda mucha guerra que dar. Aunque, lo lamento, en mi humilde opinión esta batalla la hayamos perdido. Pero quedan más batallas por pelear. Muchas más.

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ADICCIONES EN GENERAL

DIANOVA INTERNACIONAL

La Organización Internacional Dianova, o Dianova International, es una asociación que agrupa a todos los miembros de la red Dianova en el mundo, once organizaciones de once países de Europa y América, en torno a una misión, visión y valores comunes, que, entre otras tareas, define la política general de la Red Dianova, coordinando las diferentes iniciativas nacionales, potenciando el intercambio de conocimientos y experiencias generados en sus programas y servicios en adicciones también.

DIANOVA Y LAS ADICCIONES: UN COMPROMISO CON LA SOCIEDAD DIANOVA AND ADDICTIONS: A COMMITMENT TO SOCIETY

El posicionamiento de Dianova Internacional en el mundo le ha permitido lograr las siguientes menciones:

Rosa María Frías Reina Licenciada en Psicología de las Organizaciones Directora de Gestión de Personas Asociación Dianova España

- Es una ONG que dispone de estatus consultivo especial ante el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC).

RESUMEN Dianova cumple, dentro de su fin social como ONG que interviene en el ámbito de las adicciones, su compromiso con la sociedad y con las personas que la conforman ofreciendo ayuda profesional en sus problemas de adicciones. La intervención en adicciones debe realizarse desde una perspectiva multidimensional, ya que muchas son las implicaciones y los efectos que las adicciones, sobre las personas y su entorno, producen, respuesta basada en criterios profesionales y llevados a cabo con una metodología de intervención educativa y terapéutica por equipos interdisciplinares. Palabras Claves: Compromiso con la Sociedad; Adicciones; Principios Metodológicos; Modelo Educativo Terapéutico; Resiliencia.

- Es representante de la sociedad civil ante la Organización de los Estados Americanos (OEA). -

Es asociada oficial de la UNESCO.

- Es miembro del Fórum Europeo de la Sociedad Civil sobre las Drogas (CSF). - Es miembro del Comité de ONG de Viena sobre Drogas (Vienna NGO Committee on Drugs), concretando del “Board of Officers” del Comité. - Y finalmente, es miembro tanto de la Federación Mundial de Comunidades Terapéuticas como de la Federación Europea de Comunidades Terapéuticas. La fuerza de Dianova reside en su capacidad de implementar programas y servicios con resultados concretos, compartiendo buenas y nuevas prácticas, experiencias y conocimientos que garantizan y mejoran la calidad de sus servicios en adicciones.

ABSTRACT

Dianova meets within their social order as NGOs active in the field of addictions, their commitment to society and the people who make offering professional help in their addiction problems. The addiction intervention must be done from a multidimensional perspective, since many are the implications and effects that addictions, about people and their environment, producing, response based on professional criteria and carried out with a methodology of educational and therapeutic intervention by interdisciplinary teams.

COMPROMISO CON LA SOCIEDAD

El compromiso de Dianova con las adicciones, además de establecerse como imperativo en sus fines sociales, se basa en la creencia de que el fenómeno de las adicciones es de carácter multidimensional, por lo que comprende no sólo

Key words:

Commitment to Society; Addictions; Methodological Principles; Therapeutic Educational Model; Resilience.

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ADICCIONES EN GENERAL

el ámbito sanitario de las personas a las que afecta, sino que también tiene repercusiones y razones en otros, como: jurídico (en materia de legislación y control), económico (impacto), político (medidas y estrategias de intervención), criminal (efectos sobre comportamientos), cultural (trascendencia en los hábitos y conductas), social, medioambiental y educativo.

Para Dianova, el concepto de adicción comprende no sólo la dependencia a cualquier tipo de sustancias psicoactivas, independientemente de su status legal o ilegal, sino también las adicciones comportamentales o “sin sustancias”, como el juego patológico, las nuevas tecnologías o los trastornos alimentarios, entre otros. Para el efectivo cumplimiento de su compromiso con la sociedad, los programas de Dianova operan siempre de acuerdo con las definiciones anteriores y siguen los principios terapéuticos validados por la evidencia científica y profesional, contribuyendo, con su esfuerzo por y para las personas, a su desarrollo.

De hecho, tal y como señala Inmaculada Jáuregui: “La vida moderna, hemos subrayado, se caracteriza por un sentimiento profundo de vacuidad que hay que llenarlo como sea. Domina así la estructura de fondo de toda adicción: un continuo llenar y vaciar, reproduciéndose así el llamado ciclo de la dependencia (Peele 1982): cuanto más se intenta llenar el vacío, más vacío se siente uno, para lo cual busca algo que lo llene”. (JÁUREGUI, I. 2002).

Dianova desarrolla acciones para que toda persona que abuse de drogas tenga acceso a un recurso que sea acorde a su deseo y necesidad, apoyando los compromisos necesarios para reducir las consecuencias mundiales de las adicciones.

En línea con lo expuesto anteriormente, la investigadora Carmen Fernández presentó su “Modelo multidimensional para la atención de las adicciones y la violencia familiar” ante la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD) en el año 2007, donde concluyó, en esta repercusión multidimensional de las adicciones, que:

Por ello, y sabiendo que el compromiso con la sociedad y las personas que la conforman justifican la política de ofrecer tratamiento, Dianova favorece la necesaria diversificación de la oferta asistencial, según sus objetivos, incluyendo programas orientados hacia la abstinencia, de corta o larga duración y/o programas de reducción de daños, entre otros.

- Las adicciones se constituyen como un problema de salud pública y de derechos humanos. - Los derechos de las personas con problemas de adicciones deben ser exigidos, en todos sus ámbitos.

Y especialmente en el ámbito de la prevención, con la finalidad última de promover una vida saludable que ayude a modificar las percepciones y de las actitudes con respecto a las drogas y a las conductas adictivas.

- La sola denuncia de los problemas de las adicciones no resuelve el problema. - Los servicios de prevención y tratamiento son prioritarios para dar respuesta a la situación de adicción. - Y la investigación y la formación de recursos humanos especializados, son elementos claves para el conocimiento de las adicciones, su desarrollo y su intervención.

Dianova lleva a cabo estrategias de prevención cuya eficacia ha sido demostrada por la evidencia científica, en línea con la consideración de que únicamente información no es suficiente para modificar actitudes respecto a las adicciones, ni para prevenir conductas adictivas. De hecho, el Plan de Acción sobre Drogas 2013-2016, del Plan Nacional sobre Drogas (PNSD) habla de “el desarrollo de programas de prevención multicomponentes” en materia de adicciones.

La adicción es la situación que caracteriza a un individuo cuando es incapaz de poner fin a su consumo de sustancias o a su comportamiento, a pesar de las considerables consecuencias negativas que acarrea. 22


ADICCIONES EN GENERAL

Las acciones que DIANOVA lleva a cabo en el campo de las adicciones las desarrolla en un marco común compartido y atendiendo a una serie de principios fundamentales, que son inherentes a su cultura de servicio social:

programas e intervenciones que les conciernen, por lo que participan activamente en la definición de sus objetivos y pauta de intervención.

Séptimo Principio. Interdisciplinaridad

La concepción de un equipo interdisciplinario es esencial para el tratamiento y la intervención en adicciones, al permitir confrontar puntos de vista, afinar ideas y comprender problemas en su globalidad, y en los diversos ámbitos donde las adicciones coexisten con las personas, en ese enfoque multidimensional de sus efectos.

Primer principio. Respeto a la persona

La persona, o todas las personas, se sitúan en el centro de las preocupaciones de la red Dianova, y la persona es más importante que los problemas con los cuales está enfrentada: cualquier intervención debe garantizar el respeto de su dignidad y sus derechos fundamentales.

Octavo principio. Cooperación y red

Segundo principio: Dimensión socioeducativa

Dianova considera imprescindible mantener y reforzar las oportunidades de intercambios, referencias y apoyos que hacen posible el trabajo en red, ya que las sinergias de los recursos, la puesta en común de conocimientos y experiencias, permiten proporcionar el mejor servicio a las personas que lo necesitan.

Todos los programas y actividades en el ámbito de las adicciones son elaborados y percibidos como espacios o lugares de aprendizaje dedicados al crecimiento personal y a la adquisición de una mayor autonomía.

Tercer principio. Autonomía

La razón de ser de Dianova es ayudar a las personas a recuperar poder sobre su vida y a ganar en autonomía, favoreciendo la capacidad de construir una vida personal y social floreciente y plena dentro de las reglas y normas fijadas por su entorno social y natural.

EL MODELO EDUCATIVO TERAPÉUTICO

El modelo Educativo Terapéutico describe la metodología empleada por DIANOVA para alcanzar los objetivos de su intervención en el ámbito de las adicciones: -Intervención terapéutica: cuyo objetivo es la corrección o modificación de los factores afectivos, cognitivos, comportamentales y/o patológicos que han colaborado a la instauración del consumo, a su mantenimiento y a la dificultad de abandonar el hábito.

Cuarto principio. Globalidad

El modelo de intervención en adicciones de Dianova se caracteriza por un acompañamiento global, individualizado y de cooperación múltiple, que acoge el conjunto de dificultades y potencialidades de la persona y los de la comunidad donde se desenvuelve y desarrolla su vida: concepto que es condición para la eficacia de todo programa.

-Intervención educativa: que tiene fijado su objetivo en el desarrollo de las capacidades personales que posibilitan un adecuado ajuste entre la persona y la sociedad a la que pertenece.

Quinto principio. Proximidad óptima

Entre los profesionales de Dianova y las personas con problemas de adicción se establece una relación de confianza que refuerce el importante sentimiento de seguridad emocional y consecuentemente, su capacidad de aprendizaje, superación y motivación.

Un dispositivo de especial importancia en el tratamiento residencias de las adicciones es la comunidad terapéutica, que como señala Goñi “en definitiva, aun cuando cada autor subraya unos elementos distintos, la Comunidad Terapéutica se caracteriza como un abordaje terapéutico específico con unas características muy marcadas” (López Goñi. 2005, p. 26).

Sexto principio. Implicación

Las personas con problemas de adicciones son los auténticos actores y protagonistas de los 23


ADICCIONES EN GENERAL

y situaciones que se dan diariamente para que tengan valor educativo. La vida cotidiana constituye parte del currículo educativo de los centros.

PRINCIPIOS METODOLÓGICOS

Aunque existe una variedad importante de servicios e intervenciones por parte de las Comunidades Terapéuticas, a lo largo de la evolución de su historia, la metodología de la Comunidad Terapéutica “se caracteriza por una serie de rasgos y componentes” (Comas. 2010, p. 17) y que a continuación se resumen por este autor:

La organización de la cotidianidad y de los tiempos (para estar solo, para estar en grupo, para el ocio, para el descanso, para el aseo, para la formación, para actividades ocupacionales, para las tareas comunes, etc.) está pautada, trabajando a través de ello, los hábitos propios de la socialización.

-Una Comunidad Terapéutica es un centro residencial.

El personal profesional ejerce como modelo de referencia cercano, implicándose conjuntamente en las actividades de la vida cotidiana, al igual que las propias personas usuarias de la comunidad: se trata de utilizar positivamente la presión que ejerce el grupo de iguales.

-La permanencia en el centro es de duración determinada y definida de antemano con criterios temporales. -Están especializadas en perfiles concretos y establecidos. -El ingreso de la persona tiene carácter de voluntariedad.

El principio de coeducación rige en la intervención educativa y conlleva que la acción educativa evite los roles sexistas, implicando de manera igualitaria a las personas, hombres y mujeres, en las responsabilidades domésticas que asumen con fines educativos.

-Debe existir un equipo técnico multidisciplinar -En la Comunidad Terapéutica se reproduce la vida cotidiana real. -Esta pedagogía de intervención, la vida cotidiana real, logra el aprendizaje social de las personas residentes.

Trabajar desde la perspectiva de la pedagogía de la vida cotidiana posibilita:

-Existen procedimientos de intervención.

-Desarrollar la regularidad y el orden en las actividades.

-Permite la construcción de un proyecto de vida personal y alternativa.

-Facilitar el desarrollo de la auto organización.

-Las personas residentes adoptan progresivas y crecientes responsabilidades.

-Posibilitar normas de convivencia. -Anticipar determinados momentos importantes para las personas.

-Las Comunidades Terapéuticas adoptan una fórmula de coordinación con redes sociales.

-Hacer sentir que su historia personal continúa y que él o ella es el protagonista de su vida.

-Comprenden un sistema de seguimiento y evaluación continuo.

-Aportar situaciones y condiciones para el desarrollo. -Aprender roles y responsabilidades.

De los doce elementos que el profesor Comas establece en su trabajo, Dianova destaca especialmente cuatro principios que rigen su metodología de intervención en adicciones:

-Asumir el grado de autonomía adecuado para cada persona. -Sentir que lo que hace cotidianamente es útil para su propio bienestar y para el de los demás.

La Pedagogía de la Vida Cotidiana

La vida cotidiana es el espacio fundamental donde se desarrolla la intervención educativa. En las comunidades terapéuticas de Dianova están planificados y estructurados los momentos

La Pedagogía del Afecto

En el desarrollo de la persona destaca la importancia y necesidad de la afectividad, entendida 24


ADICCIONES EN GENERAL

en relación con la autoestima, la comunicación, la seguridad, y otros valores y habilidades necesarias para que se produzca el crecimiento integral de la persona.

La Orientación a la Abstinencia

La orientación a la abstinencia es una concepción terapéutica que impregna y engloba la intervención terapéutica de Dianova.

Sin embargo, cuando este desarrollo afectivo se ve truncado por experiencias traumáticas, se hace necesario intervenir desde un enfoque resiliente que genere una actitud resiliente y una mirada esperanzadora con el fin de fortalecer las posibilidades de intervenciones por parte de los profesionales, y reconocer la fortaleza más allá de la vulnerabilidad para mejorar la calidad de vida de las personas a partir de sus propios significados, del modo como ellos perciben y enfrentan el mundo. Estimular una actitud resiliente implica potenciar aspectos que representan elementos poderosos en el desarrollo global de la personalidad. Algunos de estos aspectos son:

En la comunidad terapéutica la persona debe concienciarse paulatinamente de su problema real de consumo y/o adicción y de sus riesgos asociados, así como de la relación que existe entre su adicción y el resto de sus problemáticas. La abstinencia se trabaja tanto en el plano del mensaje y la orientación del proyecto individual, como en el de la realidad. Efectivamente, las personas empiezan aceptando que la comunidad terapéutica es un espacio libre de drogas y que nada alterará esta decisión. Todas las herramientas metodológicas, están orientadas a lograr la abstinencia: el acompañamiento, el equipo interdisciplinar, la contención, el centro y su organización, la observación intensiva, etc. Estas herramientas se suman las unas a las otras para inculcar el concepto de salud y bienestar mediante el no consumo.

-Seguridad emocional: Todas las personas necesitan sentirse seguras, contar con otras personas que aporten protección, disponibilidad y ayuda. Por este motivo, la cercanía y asequibilidad del equipo profesional es fundamental, generando una relación de confianza fruto de la coherencia, el respeto, la valoración sin juicios y el cariño.

La abstinencia se trabaja de forma directa y transversal. Así, efectivamente en todas las actuaciones educativas y terapéuticas, los mensajes son inequívocos respecto a las adicciones. Todas las actuaciones hacen hincapié en los daños que ya les han producido o les pueden producir a largo plazo, todas las actuaciones integran el desarrollo de los factores de protección y minimización de los factores de riesgo.

-Autoestima y valoración personal: Nadie puede establecer relaciones adecuadas con otros si no se acepta a sí mismo/a y no se siente capaz de ser querido/a y con capacidad para darse a otros/as. -Ternura, comunicación, sentirse queridos/as. Se potencia el acercamiento a la persona, hablando, escuchando, y acercándose de forma empática y natural, así como generando respeto mutuo.

De manera transversal, todas las actuaciones abordan los factores de riesgo asociados a la adicción, y apoyan la teoría de la abstinencia como medio de vida saludable, y vehículo para autorregular el comportamiento.

-Relaciones interpersonales: Favorecer relaciones sanas y satisfactorias. La vida en el centro potencia pautas de relaciones interpersonales que incorporen nuevos valores.

La orientación a la abstinencia es una concepción de la vida que está integrada en el modelo de intervención educativa y terapéutica de Dianova y que se articula en todos los niveles y planos de acción, que implica trabajar también la reducción de daños.

-Intimidad: Cada persona tiene su espacio íntimo y personal que debe ser respetado. En la organización de las comunidades terapéuticas y en las actividades individuales y grupales se contempla la atención y el respeto a la intimidad de cada persona. 25


ADICCIONES EN GENERAL

Filosofía de la Convivencia

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Las normas de convivencia que rigen en las comunidades terapéuticas son señales de identidad fuertes, que definen un estilo de trabajo educativo y pedagógico.

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ADICCIONES EN GENERAL

CIGARRILLOS ELECTRÓNICOS: TOXICIDAD, ADICTIVIDAD Y POTENCIAL UTILIDAD TERAPÉUTICA

nicotine delivery systems which liberate nicotine through a heating process, and not a burning one, has increased expectations of achieving a quite less toxic product able to serve to a harm reduction approach. Simultaneously, there is a great concern about its potential use to introduce children and adolescents into nicotine consumption, and to delay smokers quitting efforts. Since this a very recent and heterogeneous phenomenon, evidence regarding their safety or their potential therapeutic usefulness is still very scarce, despite what some promotional tactics sometimes suggest. The article reviews the addictivity of electronic cigarettes, their safety and potential toxicity, their potential usefulness as smoking cessation agents and harm-reduction strategies, and the importance of achieving an adequate regulation on them.

ELECTRONIC CIGARETTES: TOXICITY, ADICTIVITY, AND POTENTIAL THERAPEUTIC USEFULNESS

Key-words:

F. Javier Ayesta Ayesta

Electronic Cigarette, Nicotine, Addictiveness, Toxicity, Harm Reduction.

Director del Máster en Tabaquismo Universidad de Cantabria

Mª Jesús García-Blanco

INTRODUCCIÓN

Presidenta de la Sociedad Española de Especialistas en Tabaquismo (SEDET)

La gran toxicidad de los cigarrillos, que ocasionan la muerte prematura de la mitad de quienes no abandonan su consumo y una pérdida media de 10 años de vida, ha llevado a la búsqueda de productos o de sistemas de liberación de nicotina que sean menos nocivos y que puedan sustituirlos comercialmente. Fruto de este proceso, evidente desde 1950, han sido determinados tipos de cigarrillos (con filtro, bajos en nicotina y alquitrán,…) y diversas estrategias comerciales para desincentivar su consumo (como la introducción en el mercado de los tabacos de mascar o la promoción de los cigarrillos mild, light o ultralight, en aquellos países que lo han permitido). La reciente aparición de los cigarrillos electrónicos, y en general, de los productos denominados ENDS (electronic nicotine delivery systems), ha renovado las esperanzas de poder conseguir y promover productos menos tóxicos (WHO 2009; Proctor 2011., Eriksen et al. 2012).

Francisco Rodríguez-Lozano Presidente del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo (CNPT) RESUMEN La aparición de cigarrillos electrónicos -y de otros dispositivos capaces de liberar nicotina mediante calentamiento y no combustión- ha generado expectativas sobre una posible utilidad como estrategia de reducción de daños a la par que temores de que su difusión sea utilizada como estrategia iniciadora en el consumo de derivados nicotínicos en la población juvenil o de estancamiento en el proceso de cesación de la población ya fumadora. Dado lo reciente del fenómeno y la gran heterogeneidad de los dispositivos existentes, las evidencias científicas actuales sobre su seguridad y potencial utilidad terapéutica son aún muy escasas, pese a lo que diversas tácticas promocionales sugieren en ocasiones. El artículo aborda la adictividad de los cigarrillos electrónicos, su seguridad y potencial toxicidad, su potencial uso clínico en la cesación o en programas de reducción de daño, así como la importancia de establecer una regulación adecuada sobre ellos.

Se desconoce exactamente por qué un producto desarrollado en China en 2004-05 y que llegó a Occidente en 2006-07 ha conseguido el éxito comercial que no habían logrado en los tres últimos decenios las diversas multinacionales del tabaco. Éstas intentaban encontrar un sistema de administración de nicotina inhalada capaz de satisfacer las demandas de las personas fumadoras y que pudiera ser ofertado

Palabras clave: Cigarrillos Electrónicos, Nicotina, Adictividad, Toxicidad, Reducción de Daño. ABSTRACT

The recent appearance of electronic cigarettes, and of similar

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ADICCIONES EN GENERAL

como menos tóxico. La razón del éxito inicial de los cigarrillos electrónicos parece relacionarse con el momento de su lanzamiento, coincidente con las restricciones de consumo de tabaco en lugares cerrados implantadas en muchos países occidentales, con la mayor percepción de riesgo acerca del consumo de tabaco y con la oferta de algo nuevo que puede servir para que intenten la cesación una parte de quienes no lo habían conseguido previamente y desean hacerlo (Palazzolo 2013, Philip Morris Inc. 2013, The Economist 2013).

como en los contenidos de nicotina y los de las otras sustancias; al no estar aún estandarizados los posibles controles de calidad existe también variabilidad dentro de productos que declaran ser homogéneos. Esta heterogeneidad aumenta por el hecho de que, aunque hasta el momento la mayor parte de los cartuchos son de contenido fijo determinado por la empresa que los fabrica, cada vez son más frecuentes los cartuchos rellenables, cuyo contenido en sabores es elegido por los propios consumidores (William & Talbott 2011, Etter et al. 2013, Farsalinos 2013b, Goniewicz et al. 2013, Etter 2014, Goniewicz et al. 2014a).

Lo que podía no ser más que una moda pasajera, se está consolidando en muchos países desarrollados: a partir de 2010 las ventas y consumos han realizado un despegue vertical y han empezado a ser consumidos por jóvenes y adultos jóvenes, por población que no busca la cesación (CDC 2013, Lee et al. 2013). Esta consolidación se atribuye a la especialización del mercado (los cigarrillos electrónicos empiezan a desmarcarse de los cigarrillos convencionales; de hecho, al principio eran exactamente igual a cigarrillos con filtro, e incluso con una luz roja en la punta; ahora ya no) y a la entrada decidida de las grandes tabaqueras en el mercado, al que aportan toda su acumulada experiencia de marketing y promoción y de siembra de incertidumbre sobre la presencia o ausencia de evidencia científica (Andrade 2013a, The Economist 2013).

Lo reciente del fenómeno y su gran heterogeneidad hace que las evidencias científicas directas sobre la seguridad y la potencial utilidad terapéutica de los cigarrillos electrónicos sean muy escasas (Benowitz & Goniewicz 2013, Palazzolo 2013, editorial 2014). Desde la perspectiva de salud pública estos nuevos productos podrían suponer una herramienta para realizar estrategias de reducción de daños eficaces, si se consiguiera dirigirlas y restringirlas a las poblaciones específicas que pueden beneficiarse de ellas. A la par la difusión de estos productos conlleva el riesgo de que se enlentezcan, detengan o reviertan los procesos de desnormalización del consumo de tabaco, procesos que están llevando a mayor cesación y menor iniciación en aquellos países que aplican las diversas medidas de control recogidas en el Convenio Marco sobre el Control del Tabaco (Borland 2011, Cahn & Siegel 2011, O´Connor 2012, Palazzolo 2013).

Los llamados cigarrillos electrónicos son dispositivos con forma de cigarrillo (también hay dispositivos con otras formas) que consisten en un pequeño depósito o cartucho (en general con nicotina, con saborizantes y otros ingredientes utilizados en la fabricación de los cigarrillos) que, mediante un sistema electrónico con una batería recargable y un atomizador, calienta y vaporiza el contenido del cartucho. El vapor producido -fruto de un calentamiento, no de una combustión- se inhala de manera similar al de los cigarrillos tradicionales (“vapeo”).

ADICTIVIDAD

La adictividad de los cigarrillos (y de las diversas preparaciones derivadas del tabaco) depende fundamentalmente de la rapidez con la que la nicotina llega al cerebro, lo cual, a su vez, depende de la vía de administración y del pH de la preparación al ser consumida. Otros componentes pueden influir en la adictividad del tabaco, pero su importancia real es marginal (Ayesta et al. 2014).

En la actualidad los cigarrillos electrónicos son un conjunto absolutamente heterogéneo de productos y cada vez lo va a ser más. Difieren en las estructuras que producen el calentamiento y la vaporización y en la eficacia de las mismas para conseguirlos, así

La vía inhalatoria (fumada) y la intravenosa son las

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ADICCIONES EN GENERAL

que permiten un más rápido acceso de la nicotina a cerebro. Por ello, se asume que el potencial adictivo de los cigarrillos electrónicos es similar -quizá ligeramente menor, dependiendo de sus característicasal de los cigarrillos convencionales y mayor que el de las otras formas de consumo de tabaco que no utilizan la vía pulmonar (como el tabaco oral o las preparaciones diseñadas con finalidad terapéutica). (Bell & Keane 2012, Vansickel 2012).

difiere aún más) y a que una gran parte de los consumidores de cigarrillos electrónicos fuman también -o han fumado- cigarrillos normales, lo que dificulta extremadamente poder diferenciar factores de confusión. Adicionalmente es enorme la heterogeneidad de estos productos, tanto en eficacia de suministro como en contenidos, que en la actualidad tiende a ser de libre elección del consumidor. Por ello, todas las apreciaciones al respecto han de ser indirectas y con un criterio de prudencia, teniendo en cuenta las experiencias pasadas y las potencialidades futuras (Wollscheid & Kremzner 2012).

Este hecho, que podría no ser muy relevante en quienes han sido consumidores regulares de cigarrillos durante mucho tiempo, lo es en quienes consume otras formas de tabaco y, especialmente, aquellas personas en las que los cigarrillos electrónicos suponen la primera forma de contacto con la nicotina o en los exfumadores a quienes un nuevo contacto con la nicotina inhalada (vía cigarrillos electrónicos en este caso) puede ocasionar una recaída. Por este motivo, cada vez que aborda el tema la OMS insiste que los cigarrillos electrónicos son dispositivos que mantienen o pueden generar un trastorno adictivo (WHO 2013).

Nitrosaminas. El contenido en nitrosaminas de los cigarrillos electrónicos es mínimo. El que se detecta se debe a que -al igual que ocurre con los productos utilizados como “terapia sustitutiva con nicotina” (TSN) - la nicotina se extrae de la planta del tabaco y el proceso de purificación no es perfecto, teniendo un gran coste económico disminuir las cantidades residuales. Aunque el contenido suele ser algo mayor que el que proclaman tener las diversas marcas, no parece que esta sea vaya a ser una fuente de toxicidad real (Kim et al. 2013, Goniewicz et al. 2014b).

TOXICIDAD

Aunque no esté estrictamente demostrado, es muy probable que los ENDS en general y los cigarrillos electrónicos en particular sean bastante menos tóxicos que los cigarrillos convencionales, ya que en ellos no se realiza un proceso de combustión y el vapor que se inhala contienen menos sustancias. Los estudios en cultivos celulares muestran una menor toxicidad de estos productos (Bahl et al. 2013, Farsalinos et al. 2013a, Romagna et al. 2013). Desde el punto de vista de la salud pública, más importante que las reacciones adversas ya descritas (Chen 2013, Hua et al. 2013) es la morbi-mortalidad a largo plazo.

Monóxido de carbono, (CO). Al no ser fruto de una combustión, sino de un calentamiento, los niveles de CO son despreciables, por los que la contribución de este gas a la toxicidad del tabaco fumado (fundamentalmente cardiovascular) no existe en este tipo de cigarrillos (Vardavas et al. 2012). Dietilenglicol y compuestos similares. Para facilitar la vaporización este tipo de cigarrillos se emplea propilenglicol, glicerina vegetal y/o polietinelglicol, que están permitidos como excipientes. Estas sustancias se añaden habitualmente a los cigarrillos para mantener su humedad. Aunque no está descartada, la toxicidad derivada de estos compuestos no parece ser grave. Aunque algunos de los primeros cigarrillos electrónicos contenían dietilenglicol (sustancia no permitida en alimentos y fármacos), actualmente no lo tienen (Brstyn 2014).

Determinar y valorar con un mínimo de precisión la intensidad de los riesgos que se derivan del consumo crónico de estos productos va a llevar bastantes años. Esto se debe a que la toxicidad del tabaco es muy diferida (entre 20 y 40 años habitualmente), a que la mayor parte de los consumidores son muy jóvenes (lo que la 29


ADICCIONES EN GENERAL

Nicotina. La nicotina por vía inhalada es potencialmente muy tóxica (Joel et al. 2012, Lippi et al. 2014). Al existir receptores nicotínicos en la médula adrenal (y también en ganglios vegetativos, tanto simpáticos como parasimpáticos), la administración de nicotina da lugar a una liberación de catecolaminas, que origina taquicardia, vasoconstricción y aumento de la presión arterial sistólica y diastólica, liberación que es responsable en gran parte de la toxicidad cardiovascular del consumo de tabaco. Este efecto es muy pequeño con las vías de administración de comienzo diferido, ya que según empieza a producirse el efecto comienzan los mecanismos compensatorios. Sin embargo, es muy intenso por las vías de acción rápida, como la intravenosa y la inhalatoria, ya que para cuando se activan los mecanismos compensatorios ya se han producido los efectos en su máxima intensidad. Se desarrolla tolerancia rápidamente a esta acción, tolerancia que se pierde también rápidamente. Esto explica que los efectos cardiovasculares de fumar sean mayores con el primer cigarrillo del día y que sean especialmente intensos en quienes sólo fuman un cigarrillo al día, lo que justifica la toxicidad cardiovascular de consumos de un número bajo de cigarrillos (entre 1 y 4 al día). Por este mismo motivo es prácticamente inexistente la toxicidad cardiovascular de los preparados de acción diferida (parches, chicles y comprimidos; también porque se usan dosis menores) y es muy baja la toxicidad cardiovascular del “snus” y otras formas de tabaco sin humo.

inicio de acción es algo más diferido), en ningún caso es previsible que sea baja o despreciable a igualdad de dosis de nicotina (Benowitz 1997, Ambrose et al. 2004, Joel et al. 2012, Salahuddin et al. 2012, Lippi et al. 2014). Aditivos. En los cigarrillos convencionales los aditivos componen un 10% aproximadamente del peso del cigarrillo. Cuando hace 20 años las autoridades americanas obligaron a publicar la lista de sustancias empleadas por las tabaqueras, éstas identificaron 599 sin precisar cantidades; se intuye que actualmente utilizan unos 1.400 compuestos. Los principales objetivos de los aditivos en los cigarrillos son: 1) facilitar la liberación de mayor cantidad posible de nicotina, para aumentar el “impacto” (kick); 2) mejorar cualquier aspecto del gusto asociado con el humo de tabaco y corregir cualquier apunte de sabor negativo asociado con el humo de tabaco, entre los que se incluye la irritación directa de la nicotina; 3) ocultar el olor y la visibilidad de la corriente lateral; 4) proporcionar la firma, el gusto único y característico del producto (sólo esto es lo que, en teoría, debería ser secreto comercial) (Rabinoff et al. 2007, Wertz et al. 2007, Bertholon et al. 2013). El contenido en aditivos de los cigarrillos electrónicos varía enormemente entre las diversas marcas y sabores. En cualquier caso, es grande y está en continuo aumento, más con la entrada de las compañías tabaqueras en el mercado de los cigarrillos electrónicos, que aportan su experiencia de añadir aditivos para mejorar la aceptabilidad del producto (su “calidad” desde el punto de vista comercial).

Se desconoce cuál es la contribución exacta de estos efectos cardiovasculares agudos a la toxicidad cardiovascular crónica, ya que ningún estudio ha sido capaz de determinar hasta el momento la responsabilidad de los diversos componentes en la mortalidad cardiovascular del tabaco. En cualquier caso, se considera que, junto con el CO y la arteriosclerosis inducida, estos efectos agudos contribuyen significativamente al riesgo cardiovascular derivado del consumo de cigarrillos. Aunque es posible que la toxicidad cardiovascular de la nicotina de los cigarrillos electrónicos sea menor que la de los cigarrillos convencionales (su

Aunque el uso de la mayor parte de estos aditivos está aprobado para su uso en alimentos, no siempre está probada su seguridad a temperaturas superiores a la ambiental, como la que se origina tras el calentamiento. Algunos aditivos (chocolate, mentol y otros saborizantes) ejercen una función adicional en otros productos de tabaco (y probablemente en los cigarrillos electrónicos): hacerlos más atractivos -menos repulsivos- para los niños y para quienes los consumen por primera vez. Esto dota de mayor importancia la regulación de los aditivos. 30


ADICCIONES EN GENERAL

Toxicidad de la exposición involuntaria a su vapor. La evidencia aquí es aún menor y va a seguir siéndolo durante bastante tiempo. Esto es lógico porque los efectos tóxicos presumiblemente serán menores y porque metodológicamente es mucho más complicado llegar a conclusiones inequívocas, aunque sea más fácil determinar el contenido de las corrientes de humo si se sabe qué moléculas se buscan. El primer estudio sobre la toxicidad del tabaquismo pasivo con cigarrillos se publicó en 1981, el primer informe en 1986 y el informe definitivo de 2006. Cualquier evidencia en una dirección u otra llevará su tiempo.

es escasa y muy deficiente desde el punto de vista metodológico. En su informe de julio de 2013 la OMS afirma que no se ha demostrado científicamente que los cigarrillos electrónicos puedan ser una ayuda en el proceso de cesación tabáquica (WHO 2013). Lo publicado desde entonces no cambia sustancialmente esta afirmación, como recoge la evaluación de The Medical Letter de noviembre de 2013 (Med Lett 2013, 2012). Varios informes muestran que una parte de las personas fumadoras utilizan los cigarrillos electrónicos para dejar de fumar completamente y que esto ha llevado a que hagan más intentos de cesación, algunos de los cuales han fructificado en abstinencias permanentes (Caponnetto et al. 2011, 2013, Polosa et al. 2011, 2013, Siegel et al. 2011, Kasza et al. 2013). Estas informaciones anecdóticas o de estudios no adecuadamente controlados, necesitan ser corroboradas por más estudios controlados, ya que los hasta ahora realizados no han sido concluyentes (Bullen et al. 2013, Meyer et al. 2013, Med Lett 2013). Si se comprobara que pueden ser útiles en el proceso de cesación tabáquica, lo procedente sería regularlos como medicamentos, algo que las compañías comercializadoras de estos productos se oponen sistemáticamente.

La mayor parte de la mortalidad atribuible al tabaquismo pasivo de tabaco de combustión se debe a procesos cardiovasculares (el CDC lo cifra en más del 85%; en cualquier caso es superior a dos tercios). Aunque la asociación epidemiológica es inequívoca, no están bien determinadas qué sustancias presentes en el humo de tabaco, ni a qué niveles, son responsables de su toxicidad cardiovascular (la oncológica se atribuye a los carcinógenos presentes). Por este motivo no hay moléculas que puedan utilizarse como marcadores de riesgo cardiovascular en tabaquismo pasivo. Esto es extrapolable al vapor de los cigarrillos electrónicos, en los que no se ha descartado aún la existencia de toxicidad, aunque se observa que, en general, la toxicidad celular del vapor de los cigarrillos electrónicos es bastante inferior a la del humo de los cigarrillos normales. Esta toxicidad depende también de los aditivos empleados y del contenido en compuestos orgánicos volátiles y partículas finas y ultrafinas, compuestos detectados en los cigarrillos electrónicos (McAulay et al. 2012, Pellegrino et al. 2012, Czogala et al. 2013, Scripp et al. 2013, Williams et al. 2013, Zhang et al. 2013, Behar et al. 2014, Brustyn 2014, Fuoco et. 2014).

Así mismo, algunas personas refieren utilizar los cigarrillos electrónicos para reducir su consumo de cigarrillos. Aunque éste es un colectivo heterogéneo en finalidades, estrategias y resultados, es muy coherente pensar que quien sustituya –de manera total y permanente- los cigarrillos convencionales por los electrónicos probablemente consiga una notable y personal reducción de daño (Caldwell et al. 2012, Shabab et al. 2013, Popova & Ling 2013, Lee et al. 2014). EL DILEMA DE LA REDUCCIÓN DE DAÑOS

En la actualidad entre 5 y 6 millones de personas mueren anualmente por su consumo de tabaco. Es un problema sangrante, que requiere soluciones clínicas y sociales-legislativas y al que los ciudadanos y los profesionales sanitarios no hemos sabido responder adecuadamente. Ante ello, es lógico plantearse la necesidad de promover

EFICACIA EN LA CESACIÓN TABÁQUICA

Aunque es bastante coherente que los cigarrillos electrónicos puedan servir para que una parte de la población fumadora abandone el consumo de cigarrillos e incluso acabe abandonando el consumo de toda forma de nicotina, la evidencia al respecto 31


ADICCIONES EN GENERAL

autoridades sanitarias, evitando el riesgo de que determinados intereses comerciales influyan en las conductas de la población y distorsionen las políticas de salud pública.

estrategias alternativas que puedan suponer una efectiva reducción de daño en la población consumidora de tabaco. La experiencia previa en tabaco respecto a los productos que potencialmente reducen la exposición (PREPs, Potential Reduced-Exposure Products) sugiere que es conveniente ser prudente a la hora de ilusionarse con las expectativas que estos productos pueden generar. Varias razones lo justifican: a) aunque a priori es lógico, nunca se ha observado en tabaco que la reducción del consumo haya conllevado una reducción del daño, por lo que toda esta serie de productos sólo podrían ser útiles con esta finalidad si-siendo ellos mismos menos tóxicosconsiguieran eliminar el consumo de cigarrillos; b) aunque el uso de filtros en los cigarrillos disminuye casi a la mitad el riesgo personal de padecer cáncer de pulmón en quienes fuman, la introducción de los mismos en los años 50 no evitó el incremento poblacional del número de cánceres, probablemente por su efecto desincentivador del consumo;

La mayor parte de los profesionales no dudan de que las formas de tabaco oral y los cigarrillos electrónicos podrían ayudar a algunas personas a promover cambios de conducta y conseguir la cesación o consumos de menor riesgo (Borland 2011, Cahn & Siegel 2011, Le Houezec et al. 2011, O’Connor 2012, Wagener et al. 2012, Benowitz & Goniewicz 2013, Le Houezec & Aubin 2013, Palazzolo 2013). Las dudas surgen sobre la disponibilidad universal de estas estrategias, ya que la evidencia disponible muestra que, a la par que son empleadas por algunas personas en procesos de cesación, esta disponibilidad está siendo utilizada como estrategia iniciadora en el consumo de derivados nicotínicos en la población juvenil o de estancamiento en el proceso de cesación, que posibiliten la vuelta atrás en los consumos, ya que con ellos no se consigue extinguir la conducta adictiva, sino meramente sustituirla (Noel et al 2011, Andrade 2013b, Grana 2013, STIRA 2014)

c) pese a lo que podía esperarse, 30-40 años más tarde se ha comprobado que las reducciones de los contenidos en nicotina y alquitrán de los cigarrillos que ocurrieron en los años 70 no dieron lugar a cigarrillos menos tóxicos desde el punto de vista cardiovascular o respiratorio, incrementándose también otros tipos histológicos de cánceres pulmonares (esto independientemente del factor desincentivador de la cesación);

CONCLUSIONES

Los cigarrillos electrónicos -y los ENDS en general- son un conjunto muy heterogéneo de productos. Su mercado está en la actualidad en franca expansión. Los nuevos diseños y el marketing de los cigarrillos electrónicos muestran que el principal público destinatario (target population) no son los fumadores de mediana edad que se plantean dejar de fumar o sustituir su consumo por uno más seguro aunque parte de esta población sí que puede utilizarlos con este fin.

d) los documentos internos de la industria muestran que las grandes tabaqueras promovieron en los años 90 el discurso sobre reducción de daño asociada al consumo de tabacos sin humo (un tipo de productos menos tóxicos que los cigarrillos, aunque no inocuos) y que lo hacían con el interés fundamental de consolidar su cuota de mercado en este sector y evitar pérdidas mayores en el de los cigarrillos convencionales.

De acuerdo a las propuestas contenidas en el artículo 18 de la revisión de la directiva de la Unión Europea sobre productos del tabaco aprobada en diciembre de 2013, es absolutamente necesario realizar una regulación del mercado de los cigarrillos electrónicos, especialmente de sus contenidos y de sus técnicas promocionales (incluyendo los

En cualquier caso, al igual que ocurre con el resto de sustancias adictivas, las políticas de reducción de daños deben ser realizadas por las 32


ADICCIONES EN GENERAL

diseños), regulación que debe ser muy similar a la que se considera conveniente realizar con otros productos de tabaco que contiene nicotina.

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La evidencia científica sobre la seguridad de los cigarrillos electrónicos es muy limitada. En cualquier caso, es casi seguro que son mucho menos tóxicos que los cigarrillos convencionales, aunque no inocuos. Se tardarán décadas en determinar la toxicidad real de estos preparados.

Lee Y.O., Hebert C.J., Nonnemaker J.M., Kim A.E. Multiple tobacco product use among adults in the United States: Cigarettes, cigars, electronic cigarettes, hookah, smokeless tobacco, and snus. Prev Med. 2014. pii: S0091-7435(14)00031-0.doi:10.1016/j. ypmed.2014.01.014.

La evidencia científica sobre la eficacia de los cigarrillos electrónicos para facilitar el proceso de cesación o para sustituir el consumo de los cigarrillos convencionales es muy limitada, aunque hay estudios no controlados que parecen sugerirlo. Si la evidencia científica acabara mostrando que estos nuevos mecanismos de dispensación de nicotina pueden ser útiles para la cesación tabáquica o para abandonar el consumo de cigarrillos, probablemente convendría regularlos como se hace con otros productos con indicaciones terapéuticas.

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Por ello, hasta que no haya una evidencia fidedigna y contrastable, los profesionales sanitarios no deberían recomendarlos. La OMS es muy clara al respecto: señala que se debería desaconsejar firmemente el uso de estos productos (WHO 2013).

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Si bien es posible que los cigarrillos electrónicos puedan servir como estrategia de reducción de daños, esta debería ser una política de las agencias de salud pública, quienes deberían regular y controlar el uso, la difusión y la promoción de los productos.

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it was developed a focal group with experts of the Etorkintza Foundation, confirming that certain conditions related to the school, the management style, level of implication of the teachers team and the students body, as well as the quality of the interaction with social community agents, are determining the efficiency of these interventions.

CLAVES PARA EL DESARROLLO EFICAZ DE LOS PROGRAMAS DE PREVENCIÓN DE LAS DROGODEPENDENCIAS EN EL CONTEXTO ESCOLAR*

Drug Prevention, School, Variables, Efficiency.

Key-words:

Tras décadas de investigación y evaluación sobre la efectividad de los programas de prevención de drogodependencias en el ámbito escolar, se ha demostrado que los más exitosos son aquellos que incluyen el entrenamiento en habilidades sociales: comunicación, asertividad, empatía, resistencia a la presión y negociación (Andrade, Pérez de la Barrera, Alfaro, Sánchez, y López 2009; Epstein, Bang y Botvin, 2007; Epstein y Botvin, 2008; Epstein et al, 2007; Hecht, Graham y Elek, 2006; Nichols, Graber, BrooksGun, y Botvin 2006; Poelen, Engels, Van Der Vorst, Scholte, y Vermulst 2007); habilidades cognitivas: autocontrol, toma de decisiones y planeación del futuro (Audrian-McGovern, Rodríguez, Tercyak Neuner y Moss, 2006; Faggiano, Vigna – Taglianti, Versino, Zambon, Borraccino y Lemma, 2008; López – Torrecillas, Peralta, Muñoz-Rivas y Godoy, 2003; Luengo, Romero, Gómez – Fragüela, Guerra y Lence, 2008 y Seal 2006) y habilidades emocionales: expresión de emociones, manejo de la ira y del estrés (Becoña y Míguez, 2004; Fishbein, HermanStahl, Eldreth, Paschall, Hyde, Hubal, Hubbard, Willimans, Ialongo, 2006; Llorens, Perelló y Palmer, 2004), además de proporcionar conocimientos sobre drogas y desmitificar creencias erróneas asociadas a éstas (NIDA, 2003).

KEYS TO DEVELOPING EFFECTIVE PREVENTION PROGRAMS OF DRUG ADDICTION IN SCHOOL Izaskun Sarabia Gonzalvo Diplomada en Educación Social Licenciada en Pedagogía Máster en Drogodependencias

Elisabete Arostegui Santamaría Licenciada en Psicología por la Universidad de Deusto Instituto Deusto de Drogodependencias RESUMEN La eficacia de la prevención de las drogodependencias en el contexto escolar depende de más variables que las relativas a la elección de un programa adecuado. Para identificar las pautas facilitadoras de un mayor impacto se estudiaron las características de 143 centros de Bizkaia, se entrevistó a 18 profesionales docentes y se desarrolló un grupo focal con expertos de la Fundación Etorkintza, confirmando así que determinadas condiciones relativas al centro, su estilo directivo, el nivel de implicación del equipo y el alumnado, así como la calidad de la interacción con los/as agentes sociales comunitarios condicionan la eficacia de estas intervenciones. Palabras clave: Prevención de Drogodependencias, Escuela, Variables, Efectividad.

Sin embargo, contar únicamente con un programa que cumpla estos criterios de calidad no garantiza realmente su eficiencia y la efectividad si sus contenidos curriculares no se integran en el marco de un proyecto coordinado y asumido por el propio centro educativo y la comunidad escolar en su totalidad. La concurrencia en el alcance de este objetivo también dependerá del grado de implicación de la familia y de los y las mediadoras sociales que vayan a apoyar la implementación del programa, quienes constituyen los otros vértices

ABSTRACT

The efficiency of drug prevention in the school depends on more variables than on the choice of an appropriate program. To identify the helpful patterns of a great impact, the characteristics of 143 school centers in Bizkaia were studied, 18 educational professionals were interviewed, and

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ADICCIONES Y JUVENTUD

que favorecen la efectividad de esta intervención integral (Alonso y otros, 2001; Martínez-González, 1996; Notó y Dolors, 2002).

Con el objetivo de identificar las pautas de éxito e impacto de los programas de prevención de las drogodependencias relacionadas con las cuestiones que afectan al ámbito escolar se utilizaron dos metodologías de investigación: la cuantitativa y la cualitativa.

En lo que al centro educativo y sus características se refiere, cabe señalar que la propia escuela ha sufrido grandes transformaciones en poco tiempo (Enguita, 1999; Gavidia 2001). Los cambios relacionados con su estructura y funcionamiento interno (Calero, 2010), con la entrada de las nuevas tecnologías en las aulas (Montero, y Gewerc, 2011; Pérez y Martínez, 2010; San Martín Alonso, Peirats y Sales, 2011), con la diversidad de alumnado (Llorente, Ortega, y Torrico, 2012 ; Martínez, B., 2005), la conflictividad en las aulas (Iglesias, 2011; Raga y Martín, 2011; Rodríguez, 2011) y la delegación de muchas funciones educativas, entre otras cuestiones, han obligado a la escuela y al profesorado a replantearse su papel y su rol social en la actualidad (Beraza y Cerdeiriña, 2011 y Guerra, 2010). De hecho, la escuela vive un proceso de cuestionamiento permanente hacia su función y la de sus miembros (Gairín, J., y Rodríguez-Gómez, 2011), lo que genera posturas defensivas y/o más activas de denuncia ante la dificultad que se percibe en el medio escolar en la tarea de promocionar en solitario, sin la concurrencia de otros/as agentes o instancias de socialización y desarrollo, líneas de actuación prosociales tan difíciles de mantener sin el apoyo del entorno más próximo al menor.

Mediante el método cuantitativo se elaboró un cuestionario con 44 ítems destinados a conocer las características y circunstancias reales del medio en el que se desarrolla la intervención preventiva, así como las características que se consideran deseables para facilitar esta tarea y que están relacionadas tanto con el ámbito escolar como con las personas implicadas en este medio. A través del método cualitativo, por otro lado, se recogió la opinión y la valoración de los y las profesionales docentes y miembros de los equipos técnicos de referencia en torno a la implementación de los programas de prevención de las drogodependencias, organizando para ello dos grupos de informantes. Por un lado, y mediante entrevistas semiestructuradas, se entrevistó a las personas que desarrollan los programas de forma directa sobre el alumnado. Por otro lado se organizó un grupo focal de expertos con los y las técnicas de prevención de la Fundación Etorkintza. PARTICIPANTES

Para la “pasación” del cuestionario fue seleccionada de forma aleatoria pero con representatividad en cuanto a titularidad, etapas educativas y tamaño del centro, una muestra razonada de 143 centros escolares en los que interviene la Fundación Etorkintza. Los centros muestrales se escogieron al azar y de forma proporcional a las características requeridas, es decir, fueron distribuidos por municipios, nivel formativo y titularidad del centro. Entre aquellos con iguales características se optó por la selección al azar. Para que ésta fuera totalmente aleatoria, en la base de datos que se confeccionó se dispuso únicamente de los códigos de identificación del centro y no su nombre.

Estas circunstancias o necesidades hacen que en la mayoría de los centros se haya requerido la presencia de profesionales externos de referencia que han ido incorporando aquellos proyectos complementarios que apoyan al profesorado en situaciones de dificultad en el aula. METODOLOGÍA

Esta experiencia que como referente externo mantiene la Fundación Etorkintza desde el año 1996 en diversos centros escolares del País Vasco ha permitido identificar los factores, condicionantes y características estructurales y de configuración de los centros escolares que facilitan el desarrollo de los programas y, por ende, su impacto. 36


ADICCIONES Y JUVENTUD

Una vez pasados los cuestionarios se seleccionó a 18 profesionales de los 143 centros encuestados. Para que los y las profesionales docentes de la muestra de centros elegidos fuera representativa, se tuvo en cuenta en la selección, el municipio y la titularidad del centro. Ante iguales condiciones se eligieron los centros en los que la persona que había rellenado el cuestionario mostraba un argumento más elaborado y aportaba más información de la que recogía el propio cuestionario. El guión de entrevista constaba de 12 cuestiones que permitían ampliar y verter otras opiniones de la persona entrevistada que no hubieran sido consideradas en la elaboración del guión inicial pero que estaban relacionadas con el tema objeto de estudio; todo ello con el fin de obtener el máximo de información posible acerca de los temas tratados.

cada centro que por sus funciones y relación con la tarea preventiva fuera idónea para contestar, y que además mostrara su disponibilidad para cumplimentar el cuestionario; se establecía una fecha y la persona entrevistadora acudía al mismo centro educativo para facilitar con ello la tarea del personal docente. Todo el contenido de las entrevistas fue grabado, previa autorización y consentimiento de la persona entrevistada, para posteriormente transcribirlo y facilitar, con ello, el análisis del contenido. Las entrevistas tuvieron una duración media de entre 30 y 60 minutos dependiendo de la voluntad de los y las entrevistados de extenderse en las diversas cuestiones que contenía el guión. El grupo de expertos se realizó en las instalaciones que tiene la Fundación Etorkintza en Bilbao.

El objetivo que persiguió el grupo de expertos fue el de crear un espacio inicial de reflexión, discusión e intercambio de ideas, y posteriormente de consenso, en torno al diagnóstico o situación real del trabajo preventivo en el ámbito educativo, lagunas y necesidades, así como de las variables de ese contexto que demostraban contribuir al óptimo desarrollo de esta labor. Para facilitar el intercambio de ideas y el desarrollo fluido del grupo se administró a los y las participantes, de forma previa, un listado que contenía los cinco temas sobre los que iba a girar el contenido del grupo focal con el fin de que pudieran anticipar sus reflexiones y elaborar su propio discurso. Las personas que integraron este grupo de discusión fueron siete profesionales técnicos y técnicas del área de prevención de la Fundación Etorkintza.

Debido a la complejidad para contactar y acceder a todos los centros, el trabajo de campo se ha desarrollado durante los años 2011–2012. En 2013 se procedió a realizar el informe final con todos los datos recabados. RESULTADOS

Para facilitar y sintetizar la información más relevante se ha optado por prescindir de las citas textuales procedentes de las entrevistas realizadas a profesionales y al grupo de expertos, puesto que éstas refrendan en todo momento las conclusiones e interpretaciones que figuran en el texto tras el análisis cuantitativo de los datos. La síntesis elaborada de estas opiniones aparece en el encabezamiento de cada uno de los puntos que aparece a continuación al que le sigue el análisis de la información numérica.

PROCEDIMIENTO

La información obtenida en los cuestionarios se volcó en una base de datos del programa SPSS.18 para su posterior análisis.

1. El clima del centro y su estilo de dirección son dos condicionantes básicos y determinan en uno u otro sentido que un programa de prevención se pueda desarrollar de forma efectiva y eficaz.

Para la pasación de las entrevistas se contó con personal licenciado formado y con experiencia previa en el campo investigador y docente, quien en primer lugar contactaba con la persona del equipo docente y/o directivo de

El 55,9% de las personas encuestadas manifestó percibir un clima correcto en el centro, sólo un 1,4% lo consideró malo; con relación a la Dirección, y pese a que en un 45,5% de los casos no se pudieron recoger evidencias 37


ADICCIONES Y JUVENTUD

al respecto, el 42,7% identificó un estilo de dirección voluntario y de liderazgo participativo (50,3%), un equipo directivo integrado por personal interesado en la tarea educativa (77,6%) e implicado en el desarrollo de los programas de salud y drogodependencias (53,1%). Los equipos directivos faltos de implicación (40,6%) achacaban esta desmotivación a la exigencia curricular en la que normalmente están inmersos (13,3%).

4. Resulta imprescindible colaborar con todo tipo de agentes y profesionales relacionados con el/la infante, adolescente y el o la joven en situación de conflicto. Los recursos externos municipales más requeridos para paliar los problemas que surgen con mayor frecuencia son los pertenecientes al área de Euskera (51%) y a la de los Servicios Sociales (47,6%). 5. Una intervención temprana (en las etapas de infantil y primaria) repercute en una mayor eficacia en la prevención de conductas de riesgo, entre otras, en la del consumo de drogas.

2. La estabilidad del equipo docente favorece la aplicación del programa, ya que la durabilidad y permanencia de los proyectos y su continuidad ayuda a gestionar e implementar las actividades con mayor eficiencia.

Las principales etapas en las que se implementa el programa de promoción de la salud, prevención de adicciones y detección precoz de situaciones de riesgo son la de educación primaria (72%) y secundaria (51%).

Los centros facilitadores cuentan con un profesorado estable en el 83,9% de los casos, donde un 81,8% de los y las tutoras se implican en el programa de prevención. Quienes no lo hacen (18,2%) aducen que se encuentran inmersos en el desarrollo de otros programas (11,8%).

6. Las acciones preventivas son eficaces si se desarrollan de forma estable y continuada a lo largo del periodo escolar.

El perfil tipo de la persona encargada del desarrollo del programa en el centro es el de una mujer que ocupa la figura de orientadora, que cuenta con titulación universitaria (licenciatura), de una edad media de 45,26 años. El tiempo significativo de ejercicio de la profesión en el contexto docente varía: el 34% dispone de entre 1 y 4 años de experiencia o más de 10 años en el ejercicio de la profesión (25,8%); un 21% dispone de entre 5 - 9 años de ejercicio profesional en el contexto escolar.

El programa se lleva adelante a lo largo del curso escolar en un 84,6% de los centros, y en su gran mayoría (79,7%) el tipo de prevención desarrollada es de carácter universal. Se trata de evitar que el programa se reduzca a una serie de intervenciones puntuales y sin coherencia con relación a un proyecto finalista. CONCLUSIONES

Los factores que favorecen una intervención adecuada y eficaz en materia de prevención de adicciones y de detección precoz de dificultades en el ámbito escolar percibidos como favorecedores o de ayuda para el desarrollo y logro de los objetivos de cualquier programa que se desee implantar en este contexto abarcan seis aspectos: aspectos relacionados con el municipio en el que se sitúan los centros educativos; aspectos generales del propio centro educativo; aspectos relacionados con la dirección del centro educativo; aspectos relacionados con el profesorado; con la figura que desarrolla el asesoramiento externo y aspectos relacionados con el alumnado.

3. Los programas preventivos deben ser globales e integrales: dirigidos a toda la población escolar, desarrollados a lo largo de todo el curso y en todas las etapas educativas. La media de aulas implicadas en los programas preventivos o de salud es de 11,83%, casi 12% por centro. En un 72,7% de los casos recibe el programa un máximo de 300 alumnos/as destinatarios/as. Las principales problemáticas trabajadas en los programas de prevención selectiva son el consumo de drogas (11,9%) y las dificultades de relación (10,5%). 38


ADICCIONES Y JUVENTUD

Aspectos relacionados con la dirección del centro educativo

Aspectos relacionados con el municipio

La diferencia en cuanto a la calidad de los diversos programas preventivos promocionados por los ayuntamientos se relaciona directamente con la apuesta, motivación e interés de los responsables políticos por su ejecución y desarrollo, y no necesariamente con las características del municipio. Los centros educativos valoran de manera muy positiva la figura del técnico o técnica municipal como filtro y garante de estos programas, como referencia externa fundamental de contraste, apoyo y motivación para el desarrollo de estrategias y procesos que no están integrados, asumidos o vividos por el propio sistema escolar y que son considerados en ocasiones externos al mismo.

La dirección, preferiblemente, debe ejercer sus funciones de forma voluntaria, es decir, procurando que su motivación sea intrínseca, interesada e implicada de manera activa en los programas preventivos. Su estilo de liderazgo, en la medida de lo posible, también debe ser participativo o capaz de generar cauces para ello y para representar a todos los agentes educativos, toda vez que favorece un ambiente positivo de trabajo. Aspectos relacionados con el profesorado

Es fundamental que la persona que desarrolla la tarea y las acciones de prevención reciba la formación necesaria para ello, que su labor sea reconocida y que perciba autoeficacia, que crea en el éxito y en la importancia de las estrategias preventivas que desarrolla más que en los procedimientos y herramientas desplegadas, las cuales son adaptables a cada caso y/o estilo de cada profesional.

Para lograr una mayor eficacia y eficiencia de estas actuaciones es esencial crear una estructura de red entre los diferentes agentes educativos y comunitarios del municipio, así como dar a conocer y ofertar todos los recursos comunitarios disponibles en los diferentes ámbitos de desarrollo de la persona: educativo, extraescolar, cultural, ocio y tiempo libre, contexto festivo, etc. También es importante contar con el apoyo económico e institucional suficiente que garantice la continuidad de estas intervenciones multisectoriales e interdisciplinares.

Además de tener una actitud proactiva, el profesorado ha de disponer de tiempo para desarrollar esta tarea sin que le suponga una sobrecarga en su labor docente. Para ello es conveniente que cuente con la programación de los temas a tratar desde el inicio del curso, que disponga de una estructura de coordinación sólida entre el profesorado y que mantenga un contacto fluido y de confianza con la figuras de referencia externas para derivar las consultas que surjan de la práctica profesional con el alumnado. También se deben potenciar espacios de encuentro, comunicación y participación entre el profesorado y las familias, fomentando el compromiso compartido y el trabajo común de ambas instancias en la educación de los y las menores.

Aspectos generales del centro educativo

Los sistemas organizativos del centro escolar liderados por una figura de referencia que asuma la gestión de la tarea preventiva facilita la implementación y estabilidad de estos programas. Un aspecto clave en esta organización es la creación de estructuras de información, coordinación y participación entre los diferentes agentes de la comunidad escolar en los que prevalezcan los criterios compartidos y se potencie la confianza y el compromiso con la educación de los y las menores; estructuras capaces de diseñar y desarrollar los programas adaptando los objetivos y contenidos al momento evolutivo y a las necesidades concretas del alumnado, así como a las características socioeconómicas del contexto en el que se sitúa el centro escolar.

Aspectos relacionados con la figura de asesoramiento externo

Se ha confirmado la importancia de recibir el apoyo necesario por parte de una figura de referencia o asesoría externa experta en programas de prevención; un referente que disponga de conocimientos sobre el centro, el alumnado y el contexto escolar encargada de dirigir y liderar de manera participativa sus intervenciones hacia 39


ADICCIONES Y JUVENTUD

el profesorado (ofreciéndole herramientas) y el alumnado (a través de intervenciones directas). Se considera que esa figura debe contar con ciertas competencias personales y profesionales que la distingan como especialista en los programas que se necesite implementar en el centro. Estas competencias son, entre otras, la capacidad para tomar decisiones y ofrecer respuestas inmediatas y eficaces, acudir cuando es necesario al propio centro escolar, ser flexible y capaz de adaptarse a las necesidades e intereses del centro educativo; capaz de facilitar herramientas prácticas y de entender y responder a las necesidades planteadas en este contexto de aprendizaje.

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Aspectos relacionados con el alumnado

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El alumnado, a pesar de constituir la población destinataria y la parte interesada por excelencia en cualquier programa preventivo, no suele ser el agente más representativo en la decisión última referida al tipo de programa que se va a desarrollar. Debería haber más experiencias de participación activa e incorporación del alumnado en el desarrollo de los programas.

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Se deben priorizar los programas de prevención y detección precoz que incorporen estrategias no solo globales, sino también herramientas específicas y selectivas en las que se preste atención y se incida sobre el desarrollo psicológico, emocional y fisiológico del alumnado de cara a prevenir las conductas de riesgo con las que ineludiblemente va a encontrarse a lo largo de su desarrollo.

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Se debe evitar la delegación de la responsabilidad educativa exclusivamente en la escuela, por lo que resulta de vital importancia la implicación de las familias en el diseño, desarrollo y evaluación de los programas, o al menos facilitándoles las pautas que permitan continuar esa educación en casa.

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*El presente artículo está basado en la investigación titulada “Manual de Buenas Prácticas para el trabajo en promoción de la salud y prevención de las drogodependencias en el ámbito escolar” encargado por la Fundación Etorkintza al Instituto Deusto de Drogodependencias de la Universidad de Deusto.

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Centro Educativo Terapé

para menores con problem Son espacios específicos y profesionales donde se atienden a menores y a su desarrollo integral en sus diversas dimensiones como personas, combinando la calidad técnica y la calidez humana, en un entorno convivencial y formativo que garantiza los recursos profesionales y materiales adecuados para su finalidad y basado en la calidez que facilita las relaciones afectivas, inspiradas en los estilos y características de una familia normalizada. El servicio conlleva una intervención paralela en el medio socio-familiar de cada menor, trabajando con su familia de origen o persona de referencia, para obtener el apoyo necesario que permita superar la situación que motivó el uso de estos servicios profesionales y retorne a su medio familiar con éxito.

Dianova tiene una amplia experiencia en el tratamiento de los trastornos de conducta, que lleva asociado a veces procesos de adicciones, identificándose como organización referente en el sector, con equipos profesionales cualificados que prestan soluciones efectivas y personalizadas. El éxito de sus programas radica en el desarrollo evolutivo del/a adolescente desde una perspectiva socio-construccionista y donde la intervención se realiza desde un proyecto de desarrollo educativo-terapéutico individualizado y adaptado. El enfoque global e integral abarca la educación emocional, social, formal y la educación para la vida, apoyando los procesos de desarrollo madurativo de la persona por medio de un planteamiento terapéutico orientado a favorecer la conformación de una personalidad positiva, resiliente, a través de una metodología que parte del potencial de la persona.

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ADICCIONES Y EL MUNDO LABORAL

EL PAPEL DE LAS EMPRESAS ANTE LAS ADICCIONES: UNA ESTRATEGIA DESDE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA

El ser humano necesita obtener cierto grado de satisfacción para poder vivir, lo cual se consigue realizando actividades diversas, como el sexo, el deporte, la cultura, la familia, el trabajo, las aficiones, etc. A medida que el hombre posee más intereses y aficiones, mayor será la probabilidad de ser feliz. Cuando se dan carencias en algún aspecto importante en este sentido, pueden compensarse por las satisfacciones en otras áreas de la vida. Al contrario, cuando una persona se encuentra insatisfecha y frustrada en una o varias áreas importantes de lo que llamamos bienestar o felicidad, puede entonces concentrar su atención en una sola, siendo entonces alto el riesgo de adicción. Siendo así, se entiende a la adicción como una afición patológica que, al causar dependencia, restringe la libertad individual (Alonso- Fernández, 1996).

THE ROLE OF FIRMS TO ADDICTIONS: A STRATEGY FOR CORPORATE SOCIAL RESPONSIBILITY María del Mar Villalba Vega Licenciada en Psicología por la Universidad de Sevilla Técnico Superior de Responsabilidad Social Empresarial Instituto Europeo de Estudios Empresariales RESUMEN Análisis de los problemas originados por las adicciones en el ámbito laboral, repercusiones, diagnósticos, soluciones y programas de prevención desde la estrategia de la Responsabilidad social corporativa. Se describen las adicciones desde el punto de vista de salud laboral sugiriendo pautas y enfoque desde la legislación vigente y la Responsabilidad social de las empresas. Palabras clave: Adicciones, Salud Laboral, Responsabilidad Social Empresarial, Prevención, Inserción Laboral.

Los datos que nos ofrece la Organización Mundial de la Salud, nos dicen que unos 205 millones de personas consumen drogas ilícitas en el mundo y el consumo de estas sustancias supone uno de los 20 factores principales de riesgos para la salud de las personas. Según datos del Ministerio de Sanidad, Servicios sociales e Igualdad, los resultados más relevantes son los siguientes:

ABSTRACT

- El alcohol y el tabaco son las drogas que presentan una mayor prevalencia entre la población trabajadora. Entre las sustancias ilegales, el cannabis y la cocaína en polvo son las que tienen una mayor tasa de consumo.

Analysis of the problems caused by addiction in the workplace, impact, diagnosis, prevention programs and solutions from strategy of corporate social responsibility. Addictions are described from the point of view of occupational health and suggesting guidelines focus from current legislation and the social responsibility of business.

- En relación con la edad y el sexo, los hombres consumen más sustancias que las mujeres, excepto en cuanto a los hipnosedantes. Y el consumo se localiza principalmente entre los más jóvenes (16-34 años).

Key-words:

Addiction, Occupational Health, Corporate Responsibility, Prevention, Employment.

Social

“La salud es el estado de completo Bienestar físico, mental y social, y no solo la ausencia de enfermedad.” (Preámbulo de la Constitución de la Organización Mundial de la Salud, 22 de julio de 1946) Dentro de esta concepción amplia de salud, concebimos a la persona de una forma integral, en continua relación con sus condiciones personales, sociales y laborales.

- En cuanto a la situación laboral, son los hombres en situación de desempleo los que más consumen frente a los que se encuentran en activo. Por el contrario, en la mujer desempleada sólo se han encontrado diferencias significativas en cuanto a los hipnóticos. Los sectores de actividad en los que se 45


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registra una mayor tasa de consumo son, en general, la agricultura, la pesca, la ganadería, la hostelería, la construcción, el transporte y el comercio.

Las adicciones deben ser tratadas como una cuestión de salud dentro del ámbito laboral analizando la influencia que puedan tener las condiciones de trabajo en la seguridad y salud de los trabajadores. Pese a que existe obligación legal de la protección a la salud, cuando acometemos la realidad de las drogodependencias en el ámbito laboral, nos encontramos ante verdaderas dificultades para que se aborde como un tratamiento integral de la salud.

- La satisfacción laboral también aparece como una variable relevante, puesto que, tanto hombres como mujeres que se declaran insatisfechos con su trabajo consumen más cannabis. Del mismo modo, aquellos que perciben que tienen peores condiciones laborales en cuanto a salario y seguridad presentan una mayor tasa de consumo de hipnosedantes, cannabis y cocaína.

Detectar las necesidades de los trabajadores y desarrollar políticas y estrategias para prevenir el consumo de sustancias en el ámbito laboral es una necesidad.

- Igualmente, aquellas personas cuyos trabajos implican un mayor nivel de peligrosidad o penosidad, así como aquellos que están expuestos a más factores de riesgos psicosociales presentan una mayor prevalencia de consumo de hipnosedantes, cannabis y cocaína.

Mención aparte merecerían nuevas adicciones surgidas, que tiene una notable importancia en el ámbito laboral, nos referimos a la adicción a Internet, o la adicción al trabajo.

Sin duda, tal y como reconoce casi la mitad de la población encuestada, el consumo de sustancias en el ámbito laboral es un problema importante porque, no sólo puede incidir negativamente en el rendimiento, sino que también pueden influir negativamente en las relaciones entre los compañeros y, por tanto, en el ambiente laboral, así como aumentar el riesgo de accidentes laborales. Frente a estos datos, es relevante que tan sólo el 20% de las personas encuestadas dicen que en su trabajo conocen a algún compañero con estos problemas.

Internet es muchas cosas, pero ante todo un utensilio, un instrumento, que como tal puede utilizarse de manera correcta o incorrecta. Además de provocar un cambio en nuestra interacción y contemplación del mundo, es un instrumento de información, de comunicación, de trabajo, de ocio, de compra y venta. Por lo general sus ventajas y beneficios son grandes, mejorando la capacidad de información y de trabajo, y con ello y de modo notable la calidad de vida. Respecto al lado negativo de Internet, no solamente tenemos que considerar la impunidad que puede representar para ciertas conductas delictivas (pornografía infantil, estafas, tráfico de estupefacientes, etc.), sino el hecho de que muchas personas vulnerables pueden quedar enganchadas a la red, tanto formando en la mente del sujeto una realidad virtual que desmejora su capacidad de adaptación respecto a la realidad diaria, sino la dependencia psicológica de su uso; más bien el problema estaría en los propios individuos (y no en la red), obviamente dependientes, por lo cual el tratamiento estaría centrado en eliminar la dependencia y aumentar el autocontrol. La adicción supone una pauta de uso anómala –un tiempo excesivo de conexión– recurrente, que se prolonga

[Observatorio Español sobre Drogas (2011). Encuesta 2007-2008 sobre consumo de sustancias psicoactivas en el ámbito laboral en España. Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad.]

Los problemas derivados del consumo de sustancias adictivas en el ámbito laboral, afectan negativamente al clima laboral de la empresa, a la salud de las personas y a los objetivos de la organización. Algunas de las consecuencias más visibles del problema son: el alargamiento del período de baja por enfermedad, la frustración de la trayectoria profesional, siniestralidad laboral, absentismo, mal clima de trabajo y disminución de la productividad. 46


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en el tiempo pese a sus consecuencias negativas, apartándose de la utilización normal y provechosa que hace de Internet la mayoría de las personas.

coordinación con sindicatos y asociaciones empresariales en las Comunidades Autónomas que no dispongan de ellas.

El término adicción al trabajo se generó a finales de los años sesenta, para referirse a la obsesión de algunas personas por el trabajo, exceso que incluso llega a afectar a su salud (ansiedad, irritabilidad, estrés, problemas cardiovasculares...), además de provocar conflictos en las relaciones personales y familiares. Por una parte, hay unas características internas en la persona, que lo hacen más o menos vulnerable, pero, indudablemente, hay una directa fuerte presión por parte de una sociedad basada en la cultura del éxito profesional y que ha transformado al trabajo en una mercancía más.

-Se elaborará un modelo marco de intervención integral en el lugar de trabajo para la prevención, asistencia e inserción social. -Se fomentará la implicación de grandes empresas en proyectos de reducción de la demanda de drogas a través de sus programas de Responsabilidad Social Corporativa (RSC).” Para el objetivo general de facilitar la incorporación a la sociedad de las personas en proceso de rehabilitación a través de programas de formación integral y de preparación e inserción laboral.

Son personas dedicadas casi exclusivamente a su trabajo, aunque para ello tengan que sacrificar su tiempo libre, lo que los lleva con el tiempo, al aislamiento social.

“Se elaborará un protocolo para diseñar itinerarios personalizados de inserción de drogodependientes en proceso de rehabilitación que se implementará en centros de asistencia a drogodependientes y en Instituciones Penitenciarias. Se diseñará un instrumento para la evaluación de la efectividad de estas medidas.”

La ley 31/95 de Prevención de Riesgos Laborales traslada los principios preventivos de la salud en el ámbito del trabajo. La empresa es el lugar adecuado para desarrollar políticas y planes de prevención en materia de drogodependencias que permitan prevenir este tipo de situaciones.

(Plan de Acción sobre Drogas. España 2013-2016).

Según el Libro Verde sobre responsabilidad social empresarial (RSE), de la Unión Europea (UE), la Responsabilidad Social de las Empresas es “la integración voluntaria, por parte de las empresas, de las preocupaciones sociales y medioambientales en sus operaciones comerciales y sus relaciones con sus interlocutores”. Estos interlocutores, grupos de interés o “stakeholders” pueden ser tanto externos (consumidores, proveedores...), como internos (empleados y directivos).

Son necesarias estrategias y actuaciones conjuntas y coordinadas tanto por parte de las empresas como de los trabajadores y sus representantes sindicales, conjuntamente con los servicios de prevención de riesgos laborales y la propia Administración para intentar prevenir esta problemática. Desde esta filosofía el Plan de Acción sobre Drogas 2013-2016 contempla 36 acciones para los 6 Ejes y los 14 Objetivos Generales de la Estrategia Nacional sobre Drogas 2009-2016.

En España el Consejo Estatal de Responsabilidad Social de las Empresas, órgano consultivo adscrito al Ministerio de Trabajo e Inmigración (2008), define la responsabilidad social como “un conjunto de compromisos de diverso orden económico, social y medioambiental adoptados por las empresas, las organizaciones e instituciones públicas y privadas que constituyen un valor añadido al cumplimiento

Dentro del eje 2 de reducción de la demanda, una de las acciones que se plantean en el plan para el objetivo general de disminuir el consumo de drogas legales e ilegales: “La elaboración de un plan de prevención en el ámbito laboral, creando plataformas de 47


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de sus obligaciones legales, contribuyendo a la vez, al progreso social y económico en el marco de un desarrollo sostenible.”

- Abarca aspectos sociales y ambientales. - Tiene en cuenta las relaciones de la organización con grupos internos y externos, que tengan intereses en la actividad desarrollada.

Del mismo modo La Ley de Economía Sostenible fortalece este organismo, creado mediante el Real Decreto 221/2008, al establecer que, para las sociedades anónimas de más de 1.000 trabajadores, el informe anual ha de remitirse al Consejo, que hará un adecuado seguimiento sobre el grado de implantación de las políticas de Responsabilidad Social. Lo que hasta este momento era una estrategia voluntaria, con la Ley de Economía Sostenible, la Responsabilidad Social de las Empresas pasa a ser obligatoria o se incentiva su implantación.

Tradicionalmente, las actuaciones de Responsabilidad Social Empresarial en el ámbito interno de la empresa han recibido una menor atención que las dirigidas a los “stakeholders“ externos. Esta situación se explica porque, hasta hace poco, la calidad del empleo era considerada competencia exclusiva del derecho laboral, el cual se centra, fundamentalmente, en garantizar unas condiciones laborales dignas, como puede ser la no discriminación, la prohibición del trabajo infantil, etc. No obstante, hay muchos aspectos personales que conciernen al empleado y no están regulados por la legislación laboral. Por este motivo, algunas empresas han decidido ir más allá de la ley, integrando voluntariamente y de una forma más amplia las necesidades de sus empleados mediante políticas de Responsabilidad Social interna.

La nueva Ley de Economía Sostenible dedica el artículo 39 a la promoción y difusión entre las empresas privadas, los principios de la Responsabilidad Social Empresarial. La norma Internacional ISO 26000 Guía de Responsabilidad Social establece la siguiente definición de la responsabilidad social: “La responsabilidad de una organización ante los impactos que sus decisiones y actividades ocasionan en la sociedad y el medioambiente, mediante un comportamiento transparente y ético que contribuya al desarrollo sostenible, incluyendo la salud y el bienestar de la sociedad; tomando en consideración las expectativas de sus partes interesadas; cumpliendo con la legislación aplicable y siendo coherente con la normativa internacional de comportamiento; debe estar integrada en toda la organización y llevar a la práctica en sus relaciones.”

Es bajo este concepto cuando podemos considerar que las empresas tienen mucho que aportar al problema de las adicciones, más allá de lo marcado legalmente. Creemos importante destacar que como en todo proceso, lo importante es comenzar. El proceso de desarrollo de la responsabilidad Social es un camino que debe recorrerse paso a paso y de acuerdo a los tiempos propios de cada organización. Es erróneo considerar que una acción de Responsabilidad Social debe consistir, irremediablemente, en un proyecto de grandes dimensiones así como que la RSE “es para las empresas grandes”.

Como puede observarse en todas estas definiciones hay una serie de elementos comunes que van a constituir los principios de la responsabilidad social: - Se entiende como una actuación voluntaria de las organizaciones.

Las acciones que se pueden llevar a cabo bajo el concepto de la Responsabilidad Social, son tan dinámicas y variadas como lo es la propia creatividad.

- Supone cumplir con la legislación vigente e ir mas allá de los requisitos establecidos por ésta. - Se integra en el modelo general de gestión de las organizaciones. 48


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En concreto, las empresas pueden incluir el problema de las adicciones en su estrategia de responsabilidad social desde distintos ámbitos:

que sean razonablemente factibles para identificar y adoptar medidas de prevención o corrección. En cuanto a su responsabilidad social interna, se barajan un conjunto de elementos básicos relacionados con la salud y la calidad de vida del trabajador como ser biopsicosocial. Se abordarían factores objetivos del entorno laboral que influyen en su calidad de vida, articulando cambios dirigidos al logro de un puesto de trabajo saludable. La OMS define entorno de trabajo saludable de la siguiente manera: “Un entorno de trabajo saludable es aquel en el que los trabajadores y jefes colaboran en un proceso de mejora continua para promover y proteger la salud, seguridad y bienestar de los trabajadores y la sustentabilidad del ambiente de trabajo en base a las siguientes indicadores: la salud y la seguridad concernientes al ambiente físico de trabajo. La salud, la seguridad y el bienestar concernientes al medio psicosocial del trabajo incluyendo la organización del mismo y la cultura del espacio de trabajo. Los recursos de salud personales en el ambiente de trabajo, y las formas en que la comunidad busca mejorar la salud de los trabajadores, sus familias y de otros miembros de la comunidad”.

Sensibilización y prevención de las adicciones y promoción de hábitos saludables

Con sus propios trabajadores, a través de las políticas de personal y de los órganos de comunicación corporativa (publicaciones periódicas, páginas web, etc.). Cuando no se dan medidas preventivas, la actuación ante la gran mayoría de los casos llega cuando la adicción ya ha alcanzado niveles alarmantes o cuando el sujeto toca fondo. Otra consecuencia es que se actúa más sobre las consecuencias (absentismo, bajas) que sobre las causas o factores de influencia. Las políticas y los programas en materia de consumo de alcohol y de drogas en las empresas deberían promover la prevención, la reducción y el tratamiento de los problemas relacionados con el consumo de alcohol y drogas que se plantean en el lugar de trabajo. Los problemas relacionados con el consumo de alcohol y de drogas deberían considerarse como problemas de salud y por consiguiente, tratarse sin discriminación alguna, como cualquier otro problema de salud en el trabajo y quedar dentro del alcance de los servicios de salud (públicos o privados, según corresponda).

Detección del problema en el ámbito laboral

El centro de trabajo es un espacio idóneo para la detección precoz de los problemas provocados por el uso y abuso de drogas.

La planificación relativa a estos problemas debería establecerse tras consulta con las organizaciones de empresarios y de trabajadores más representativas.

Para evitar toda ambigüedad e incertidumbre en su política, el empresario debería aplicar idénticas restricciones o prohibiciones en materia de alcohol tanto al personal de dirección como a los trabajadores.

Los empresarios y los trabajadores y sus representantes deberían evaluar conjuntamente los efectos del consumo de alcohol y drogas en el lugar de trabajo y deberían colaborar para elaborar, por escrito, una política para la empresa. Creación de entornos saludables de trabajo

Para fomentar la seguridad y la salud en el lugar de trabajo se deberían llevar a cabo programas de información, instrucción y capacitación sobre el alcohol y las drogas que deberían, en la medida de lo posible, ser integrados en los progresos de salud más amplios.

Cuando hay indicaciones de que existen condiciones de trabajo que influyen en los problemas relacionados con el consumo de alcohol y drogas, las empresas en colaboración con los trabajadores y sus representantes, deberían adoptar disposiciones

En cuanto a la confidencialidad los empleadores deberían establecer un sistema para proteger el carácter confidencial de toda la información que le faciliten en lo que atañe a los problemas relacionados con el consumo de alcohol y drogas.

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Habría que comunicar a los trabajadores las excepciones a la confidencialidad que surgen a raíz de principios jurídicos y de ética profesional.

conducir, o la propia ingesta de alcohol en las comidas o descansos en horario laboral.Se puede deducir que buena parte de los comportamientos son fácilmente observables. En los casos en los que hay un marco de actuación específico la identificación por parte de compañeros y supervisores puede estar más presente. Pero esta actuación debe constituir una garantía de protección de la persona afectada.

Los análisis toxicológicos para determinar el consumo de alcohol y de drogas en el ámbito del trabajo plantean problemas fundamentales de orden moral, ético y jurídico, de ahí que haya que decidir si es justo y apropiado realizarlos. La estabilidad que ofrece un empleo es a menudo un factor importante para facilitar la superación de los problemas relacionados con el consumo del alcohol y de drogas. Por esta razón los copartícipes sociales deberían reconocer el papel especial que el lugar de trabajo puede desempeñar para ayudar a las personas que tienen estos problemas.

Generalmente la actuación de las empresas ante los casos detectados es optar por el despido como forma de solucionar el problema. Desde el punto de vista de la práctica particular de empresas, se observa la existencia de diferentes tipos de actuación: intervención paternalista y asistencial (sobre todo si se trata de un “buen trabajador”).

Los trabajadores que quieran recibir tratamiento y rehabilitación para sus problemas relacionados con las drogas y el alcohol no deberían ser objeto de discriminación por parte del empleador y deberían gozar de la seguridad de empleo usual y de las oportunidades de traslado y ascenso profesional. Del mismo modo debería reconocerse que el empleador tiene autoridad para sancionar a los trabajadores cuya conducta profesional sea impropia como consecuencias de problemas relacionados con el consumo de drogas y alcohol. Sin embargo, es preferible que los remitan a los servicios de asesoramiento, tratamiento y rehabilitación, en vez de aplicarles sanciones disciplinarias. Si un trabajador no colabora plenamente con el tratamiento, el empleador podrá tomar medidas disciplinarias que considere oportunas.

En cualquier caso, las empresas se enfrentan a diferentes problemas: la no disponibilidad de un puesto distinto para la persona afectada, el coste económico de contratar a otra en caso de baja. Son razones aludidas sobre todo por las pequeñas empresas, aunque son precisamente entre las pequeñas donde se pueden identificar un mayor número de prácticas asistenciales, en buena medida favorecidas por las relaciones sociales más estrechas. Otras veces la situación es el intento de apelar al compromiso y la responsabilidad individual, aunque en la mayoría de las veces, resulta más voluntarioso que efectivo fuera de un marco de actuación. Lo cual termina generando impotencia. En las empresas que tienen programas específicos, donde el problema es tratado como un problema de salud, que incluyen medidas y protocolos de actuación desde la identificación hasta la reincorporación tras la rehabilitación, el abordaje está más estructurado, permite un seguimiento mayor, e incluye medidas de prevención añadidas. Estos Programas de asistencia proporcionarán a las personas información, asesoramiento y orientación hacia un tratamiento especializado de atención a su problema de salud:

El empleador debería aplicar el principio de no discriminación en el empleo a los trabajadores que consumen o consumían alcohol y drogas. Los mecanismos de identificación de consumo son variados pero se centran, la mayoría, en los efectos que produce en el desempeño laboral. La observación, los incidentes o incluso accidentes laborales, los despistes, la retirada de carnet de 50


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- Detección de casos y canalización de demandas. - Evaluación de las demandas de actuación. - Información y asesoramiento.

puede suponer traspaso de derechos individuales. Por ello, la formación, la información y la facilitación de medios –siempre salvando la confidencialidadse configuran como los únicos instrumentos para combatir un problema cuyos efectos son notorios pero ocultos. Se hace necesario actuar sobre el factor humano, sobre el trabajador de modo individual, aunque sea igualmente necesario replantear aspectos organizativos que estuvieran influyendo en el tenimiento de la conducta adictiva o hubieran estado presentes en su origen.

- Oferta de tratamiento. - Derivación hacia los centros de tratamientos especializados. - Seguimiento del proceso de tratamiento. - Determinación del proceso de alta (planificar la reinserción laboral).

En sus políticas de Recursos Humanos

La acción social de la empresa es la dedicación de parte de sus recursos humanos, técnicos o financieros a proyectos de desarrollo de la sociedad, siempre gestionados con sentido empresarial. Las empresas con su enorme potencial de comunicación, pueden contribuir a la sensibilización de la sociedad sobre la necesidad de integración de los colectivos vulnerables, favoreciendo en sus políticas de selección de personal la inclusión de colectivos en riesgos de exclusión, en este caso personas en cuya trayectoria vital hayan habido problemas de adicción y se encuentran recuperados.

BIBLIOGRAFÍA - Carta de las Naciones Unidas, “Constitución de la Organización Mundial de la Salud”, 22 de julio de 1946. - Comisión de las comunidades europeas. (2001). “Libro Verde sobre Responsabilidad Social de las empresas”. Comisión Europea, Bruselas. - Consejo Estatal de Responsabilidad Social de las Empresas, órgano consultivo adscrito al Ministerio de Trabajo e Inmigración. - Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad. Observatorio Español sobre Drogas (2011). “Encuesta 2007-

A través de esta perspectiva, la inserción laboral ha de abordarse sin abstraer a la persona de su medio social y sus redes relacionales. Se presenta como una oportunidad para las empresas para desarrollar su Responsabilidad Social Corporativa, a través de la inserción sociolaboral de personas en riesgo de exclusión.

2008 sobre consumo de sustancias psicoactivas en el ámbito laboral en España.” - Organización Mundial de la Salud, (2010). “Entornos laborales saludables: fundamentos y modelo de la OMS: contextualización, prácticas y literatura de apoyo.” - “El Plan de Acción sobre Drogas 2013-2016.” Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.

En este sentido, para una empresa ejercer su Responsabilidad Social presenta importante ventajas y beneficios no sólo en la sociedad, sino también en la propia empresa.

- Ley 2/2011, de 4 de marzo, de Economía Sostenible. - “Las drogas en el marco de la ley de prevención de riesgos Laborales”. Revista de la Sociedad Española de Salud Laboral en la

En resumen, nos encontramos con un problema del que conocemos su existencia y valoramos su gravedad, pero los efectos que tiene sobre el entorno laboral y la ocurrencia de accidentes laborales no están cuantificados de un modo totalmente claro. Tampoco la detección de estas conductas resulta nada sencilla debido a lo que

Administración Pública. Javier González Caballero. Instituto Nacional de la Seguridad Social. 2012. - Ley 31/95 de Prevención de Riesgos Laborales. - Libro Verde “Fomentar un marco Europeo para la Responsabilidad Social de las Empresas” (2001). Unión Europea.

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Tolerancia Es el respeto a la diferencia. Se traduce en libertad de elección y diálogo, elevados a la categoría de principios fundamentales. Es asimismo, la aplicación de las reglas y de los comportamientos democráticos, en el respeto de la legalidad.

Internacionalidad El aspecto multicultural y pluralísta del compromiso y de la solidaridad. Se traduce en acciones o comportamientos flexibles y dinámicos, cuya adaptación a situaciones muy diferentes es necesaria para lograr el éxito de los proyectos.

VALORES

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NORMATIVA Y ANÁLISIS LEGAL

REFORMAS EN EL CÓDIGO PENAL Y LA LEY DE SEGURIDAD CIUDADANA EN MATERIA DE ADICCIONES. PROPUESTAS URGENTES

1. INTRODUCCIÓN

En el presente artículo resumiré las propuestas que desde UNAD, con más de 250 entidades socias que trabajan en adicciones en todo el Estado, y la Federación Andaluza ENLACE, con 105 entidades del mismo ámbito, se realizan al Proyecto de Reforma del Código Penal así como al Anteproyecto de Ley de Seguridad Ciudadana. Dichas propuestas, que consideramos urgentes, se han elaborado desde el prisma de las personas con problemas de drogodependencias y otras adicciones que atendemos desde las entidades integradas en ambas redes y se pretende que estén presentes en los debates parlamentarios para las enmiendas parciales al Proyecto de Ley. Se han realizado con el ánimo de mejorar los textos definitivos con aquello que podemos aportar desde nuestra experiencia de trabajo durante décadas en los juzgados y centros penitenciarios en la intervención con este colectivo.

AMENDMENTS TO THE CRIMINAL CODE AND SAFETY ACT ON ADDICTIONS. URGENT PROPOSALS

Carmen Martínez Perza

Abogada Secretaria de organización de UNAD RESUMEN El presente artículo aborda la profunda reforma penal en curso desde el punto de vista de la persona con problemas de adicciones, salud mental y/o exclusión social que delinque. Desde esta visión parcial, UNAD y ENLACE realizan una serie de propuestas en materia de delitos de apoderamiento, suspensiones y sustituciones de la ejecución de las penas privativas de libertad y medidas de seguridad. Asimismo, se expondrán las principales afectaciones del anteproyecto de Ley de Seguridad Ciudadana en relación a las personas consumidoras de drogas y las correspondientes propuestas al articulado realizadas por las entidades citadas. Unas y otras propuestas están pensadas para formar parte de los debates propios de la tramitación legislativa, con la esperanza de que sean oídas por nuestros políticos. Palabras clave: Codigo Penal, Adicciones, Derecho, Seguridad Ciudadana.

En relación al Código Penal, es importante poner de manifiesto que aunque no abordemos todos los aspectos que nos preocupan de la reforma en curso, ello no se traduce en nuestra aquiescencia a una reforma que consideramos, en general, regresiva desde el punto de vista resocializador y de las garantías más básicas del Estado de Derecho. Especialmente preocupantes nos parecen los siguientes aspectos del texto en trámite parlamentario: 1.- El aumento generalizado de la duración de las penas privativas de libertad, que afecta directamente a la pequeña delincuencia. En concreto la respuesta penal al delito de hurto y otros delitos contra el patrimonio y el orden socioeconómico que constituyen lo que se conoce comúnmente como delincuencia habitual y que en muchos casos están relacionados con personas drogodependientes que acuden al delito a causa de su adicción. Es la llamada “delincuencia funcional”, término usado tanto por la doctrina como por la jurisprudencia. Más adelante nos referiremos a ello.

ABSTRACT

This article discusses the profound ongoing penal reform from the point of view of the person with addiction problems, mental health and / or social exclusion that offends. From this partial view, UNAD and ENLACE perform a series of proposals on seizure offenses, suspensions and substitutions enforcement of custodial sentences and security measures. Also, the main effects of new Public Safety Act in relation to drug users and the corresponding proposals made by these entities to the articles will be discussed. These recommendations are intended to be part of the legislative process debates, hoping to be heard by our politicians.

Penal Code, Adictions, Law, Public Safety.

Key-words:

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NORMATIVA Y ANÁLISIS LEGAL

2.- La desaparición del Libro III del Código Penal que recoge las faltas. La exposición de motivos de la reforma invoca el principio de intervención mínima en relación con la supresión de las faltas y recoge que “Algunos comportamientos tipificados hasta ahora como falta desaparecen del Código Penal y se reconducen hacia la vía administrativa o la vía civil, dejando de sancionarse en el ámbito penal. Sólo se mantienen aquellas infracciones merecedoras de suficiente reproche punitivo como para poder incluirlas en el catálogo de delitos, configurándose en su mayoría como delitos leves castigados con penas de multa. La pretensión es clara: reservar al ámbito penal el tratamiento de las conductas más graves de la sociedad, que por ello deben merecer un tratamiento acorde a su consideración.” De esta manera, muchas de las conductas previstas hoy como falta pasan a ser consideradas delitos leves; otro buen número de faltas pasa a ser castigada en la vía administrativa con un fuerte incremento de las sanciones y escasa posibilidad de defensa de la persona afectada; y, finalmente, otras pasan al ámbito de la justicia civil. Especialmente preocupantes nos parecen los dos primeros supuestos, el de delitos leves y el de infracciones administrativas.

En cuanto a la administrativización de ciertas infracciones, nos preocupa la pérdida o relajación de determinadas garantías, como la presunción de inocencia o el derecho de defensa, pues en muchos casos, la simple denuncia de una autoridad o de agentes de fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado se convierte en la resolución definitiva, no desarrollándose, en un porcentaje elevadísimo de casos, otra prueba distinta a pesar de su correcta proposición por parte de la persona denunciada. Ello, unido a la recién estrenada aplicación de tasas judiciales en el orden contencioso-administrativo, las escasas posibilidades de éxito en un procedimiento contencioso-administrativo donde la administración tiene una posición claramente preeminente, el riesgo de condena en costas,… dificulta el ejercicio de algunos derechos fundamentales, entre los que se encuentra el derecho a la tutela judicial efectiva o a la de defensa. A ello hemos de unir el anteproyecto de Ley de Seguridad Ciudadana, que prevé unas sanciones imposibles de asumir por una persona de a pie, menos aún para personas con adicciones. En definitiva, el derecho administrativo sancionador, puede imponer sanciones muy gravosas, en ocasiones más gravosas que las penales, por ejemplo, inhabilitaciones profesionales de por vida, que se imponen con muchas menos garantías para las personas denunciadas que las establecidas en el seno del proceso penal. En tanto las garantías del procedimiento administrativo sancionador no se asemejen a las del proceso penal, hubiera sido preferible su mantenimiento en el Libro III del Código Penal o, como llevamos apuntando hace muchos años, que se arbitraran otros mecanismos alternativos para evitar la penalización de las conductas, incluida la posibilidad de resolución pacífica de los conflictos a través de la mediación.

Si se analiza detenidamente el traslado de algunas faltas al Libro II del Código Penal como modalidad de delito leve, nos daremos cuenta de que, en todos los casos, ha habido un aumento considerable del castigo para dichos delitos leves y que, en otros, las conductas antes incluidas en las faltas pasan a formar parte de la descripción del delito que configura el tipo básico. Es lo que ocurre, por ejemplo, con las lesiones castigadas con pena de prisión, cuyo tipo básico se amplía. De este modo, en definitiva, para gran parte de las faltas más comunes y, sobre todo, las que afectan a la delincuencia relacionada con la pobreza y la exclusión social, la desaparición como falta y su conversión en delito no supone la aplicación del principio de intervención mínima, sino muy al contrario, un traslado hacia una forma de castigo más severa, que puede comportar, incluso, la pena más gravosa prevista hasta ahora en nuestro ordenamiento jurídico, la prisión.

3.- La nueva regulación de la suspensión y la sustitución de la ejecución de penas privativas de libertad puede conllevar discriminaciones en la práctica para las personas con menos recursos o que estén más deterioradas (personas indocumentadas, sin hogar, drogodependientes de larga trayectoria, enfermas mentales…) y valoramos 54


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que la reforma supone en este aspecto un retroceso desde el punto de vista de la resocialización de quien ha delinquido. Además nos parece un grave retroceso la desaparición de la libertad condicional como parte del sistema progresivo y de individualización científica para convertirse en un tipo más de suspensión. Estas cuestiones también las abordaremos más adelante.

En primer lugar, hemos de reflexionar sobre lo que es realmente la seguridad o inseguridad ciudadana, y aquello que no lo es. También tenemos que pararnos a pensar si realmente, como sociedad, estamos utilizando el derecho penal para afrontar los ataques más graves a la seguridad y a la convivencia ciudadana. En segundo lugar, los estudios ponen de manifiesto que, en muchas ocasiones, la comisión del delito, sobre todo de los más castigados por nuestra legislación penal y que conducen mayoritariamente a prisión, está relacionada con las desigualdades sociales y con las situaciones previas de exclusión de determinados grupos sociales, por ejemplo las infracciones contra el patrimonio o delitos contra la salud pública a pequeña escala (Martín, Pozas. et al, 2008).

4.- El bloque relativo a las medidas de seguridad es uno de los que sufren modificaciones más radicales y profundas. La extensión de las medidas de seguridad de aplicación posterior al cumplimiento de las penas, para cualquier persona que delinca, en base a un “nada cierto” pronóstico de comisión delictiva en el futuro y la posibilidad de aplicar medidas de seguridad de duración indeterminada, incluido el internamiento, nos resultan inconcebibles en un Estado democrático. Por ello, en relación a este tema, realizamos algunas propuestas que más adelante resumiremos.

Igualmente, está demostrado que trabajar en pro de la incorporación social de las personas y colectivos con especiales dificultades, disminuye las situaciones en las que se acude al delito como forma de vida. El derecho penal no debe ser presentado como solución a estos problemas sociales, pues para afrontar realmente las situaciones de pobreza y exclusión social, en ocasiones relacionadas con un tipo específico de delincuencia, existen otros caminos, basados en la intervención social y en las políticas dirigidas a la Justicia social y la igualdad efectiva de las ciudadanas y ciudadanos (García Martínez, J. et al, 2009).

5.- Otro aspecto que nos preocupan por su incidencia en el cambio de modelo penal español es la introducción de la prisión permanente revisable, respecto a la cual no realizamos propuesta alguna de redacción, aunque consideramos que lo más aconsejable sería su no inclusión. 2. ACERCA DE LA NECESIDAD DE ESTA REFORMA PENAL

Antes de pasar a exponer nuestras propuestas a este Proyecto de Ley queríamos realizar una serie de reflexiones previas que nos van a permitir contextualizarlas. España, además de ser un Estado de Derecho, que garantiza constitucionalmente unos derechos y garantías mínimos de la ciudadanía frente al poder del Estado, es un Estado Social, que debe promover la igualdad efectiva de todas las personas desde la solidaridad y debe incidir en la mejora de la situación de las clases desfavorecidas (artículos 14 y 9.2 Constitución Española), lo que repercute, sin duda, en una mayor seguridad ciudadana al actuar a modo de prevención de gran parte de las conductas delictivas. En relación a esto, hay dos cuestiones de importante análisis1.

Si hablamos de problemas de drogodependencias, podemos afirmar que el tratamiento oportuno de la persona desde un punto de vista bio-psico-social reduce las posibilidades de que se acuda al delito para mantener la adicción, actuando de forma preventiva. Del mismo modo, incidir en las causas que han llevado a las personas a delinquir reduce la tasa de reincidencia. En este sentido, las entidades y profesionales del ámbito de las drogodependencias y adicciones venimos reclamando desde hace varias décadas que la mejor manera de prevenir la delincuencia o reducir la reincidencia relacionada con el abuso de drogas ilegales es una buena política de educación 55


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y de servicios sociales y sanitarios, así como de alternativas a la prisión. Es importante recordar que casi el 80% de las personas privadas de libertad proceden de entornos de exclusión y pobreza y carecen de estudios primarios o de otra formación o experiencia laboral. Además, esas personas están privadas de libertad principalmente por delitos contra la propiedad (más de la mitad del total) o pequeños trapicheos con drogas ilegales (más del 20% del total). En definitiva, no se trata de los típicos delitos que copan las noticias de los medios de comunicación, como estafas masivas o formas de corrupción, que causan una indignación y alarma generalizadas (Martín, Pozas. et al, 2008).

Las medidas alternativas a la prisión, más en concreto los llamados sustitutivos penales, por su potencial resocializador, se presentan como el instrumento adecuado que tenemos a nuestra mano en esta complicada tarea de abordaje de la delincuencia funcional. Sin embargo, pese a su potencial resocializador, nuestro sistema de alternativas a la prisión está aún por desarrollar en comparación con los vigentes en otros países de nuestro entorno cultural: existe poca variedad de alternativas a la prisión y las que existen se muestran tremendamente rígidas e inaplicables a muchas personas que merecerían una oportunidad. Desde UNAD y ENLACE creemos que la reforma debe ir dirigida a mejorar este sistema, evitando, desde luego, la introducción de elementos que aumenten su rigidez y que vayan en detrimento de la finalidad preventiva y terapéutica que poseen. Por su parte, las propuestas que realizamos al anteproyecto de Ley de Seguridad Ciudadana se centran en añadir la suspensión de las sanciones impuestas por consumo de drogas tóxicas, sustancias estupefacientes o psicotrópicas en la vía pública a cambio del sometimiento a tratamiento de deshabituación de la persona sancionada, medida que el gobierno no incorpora en este nuevo texto y sí está presente en el hoy vigente.

Apostar por la resocialización de quienes han delinquido, es creer en las personas y en su capacidad de aprendizaje y cambio, siendo más beneficioso para el conjunto de la sociedad por su potencial para evitar futuras reiteraciones delictivas. Además, es una cuestión de configuración constitucional y legal de nuestro sistema penal y penitenciario. Así se recoge en el artículo 25.2 de la Constitución Española cuando dice que “Las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad estarán orientadas hacia la reeducación y reinserción social…”. También la Ley General Penitenciaria, en su artículo 1, hace referencia a dicho principio, que debe orientar la actividad de las Instituciones Penitenciarias. Al mismo tiempo, tanto la Constitución Española, en su artículo 25.2, como la Ley General Penitenciaria garantizan el respeto del resto de derechos no limitados por sentencia judicial a la persona penada.

3. PROPUESTAS AL PROYECTO DE REFORMA DEL CÓDIGO PENAL

A continuación, presentamos las líneas principales de nuestras propuestas URGENTES que parten de la experiencia de trabajo con personas con adicciones y que se centrarán en:

En esta reflexión hemos de tener presente la necesidad de rentabilizar los esfuerzos tanto personales como institucionales, e incluso presupuestarios, implicados en el tratamiento de la persona con problemas de adicciones. Así, hay que evitar a toda costa que la persona que ha conseguido salir adelante gracias a todo ese esfuerzo conjunto, tenga que ingresar en prisión por delitos cometidos con anterioridad a su recuperación, pues de lo contrario estaríamos fracasando como sociedad.

I.- Delitos patrimoniales. II.- Nuevo régimen de suspensión de la ejecución de las penas privativas de libertad, sustitución de las mismas y libertad condicional. III.- Nuevo régimen de medidas de seguridad. 3.1. DELITOS PATRIMONIALES

El proyecto de Ley de reforma del Código Penal dedica especial atención al aumento generalizado de la duración de las penas para los delitos de apoderamiento que afecta directamente a la 56


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pequeña delincuencia. Además, se proporciona un castigo desproporcinado a la delincuencia habitual o reiterada asociada a estos delitos, sobre todo al hurto, generalmente protagonizada por personas con problemas de adicciones, o exclusión social. Desde UNAD y ENLACE creemos que para reducir la incidencia de estos delitos hemos de intervenir en las causas que están detrás de los mismos, que no son más que pobreza, exclusión social, ausencia de formación, desempleo, adicciones, enfermedad mental… Desde nuestra experiencia sabemos que ésa es la mejor prevención.

Además, las alternativas a la prisión son más rentables económicamente que el ingreso en prisión. Pueden suponer un ahorro de unos 1.000 euros al mes por persona, en el peor de los casos (suspensión con sometimiento a tratamiento de drogodependencias en centro cerrado). La aplicación de la sustitución por multa puede suponer el ahorro de unos 2.000 euros al mes por persona, además del ingreso procedente del pago de la correspondiente multa (unos 1.400 euros de media en bloque) (Martínez Persa, C.;Quesada Medina, M., 2012). El texto del Proyecto de reforma del Código Penal aporta una gran complejidad a este apartado de la norma y, desde nuestro punto de vista, supone un alejamiento de la función resocializadora de estas medidas penales.

Teniendo en cuenta, que este tipo de delincuencia se ha incrementado escasamente, e incluso en los casos de mayor gravedad se ha reducido, y que, como en el caso del hurto o el robo con fuerza en las cosas, no va acompañada de violencia alguna, proponemos, entre otras enmiendas:

Por todo ello, nuestras propuestas van dirigidas a facilitar su aplicación, a suavizar su régimen de concesión, cumplimiento y revocación y a ajustar los plazos en los que la persona sometida a este régimen está bajo el control del sistema penal. En cuanto a la libertad condicional, apostamos por mantener la norma actual que permite restar el tiempo cumplido en libertad condicional sin incidencias a la pena que quede por cumplir en caso de una revocación posterior de esta alternativa, elemento clave en la configuración del tratamiento penitenciario.

- El mantenimiento, para el delito leve, de la pena prevista en la actualidad para la falta de hurto, cuando el valor de los sustraído no supere los 400 euros. - La desaparición de las agravaciones relacionadas con la reiteración delictiva o la actuación en grupo. - La desaparición de la medida de seguridad de libertad vigilada en estos delitos tras el cumplimiento de la pena, pues retrasaría y dificultaría la reinserción social de la persona que ya ha cumplido su castigo y no estaría justificada por la escasa gravedad de estas conductas.

3.3. MEDIDAS DE SEGURIDAD

Las medidas de seguridad fueron introducidas en el CP de 1995 como forma de prevenir la comisión de futuros delitos y están dirigidas a personas que han delinquido pero han sido declaradas inimputables debido a que su estado en ese momento no les permitía comprender la ilicitud del hecho o actuar conforme a dicha comprensión (art. 20.1 y 2 CP: enfermedad mental grave, síndrome de abstinencia o intoxicación plena y alteraciones en la percepción). En su configuración inicial, aun vigente en lo fundamental, dicha medida nunca podía superar el tiempo de duración que le hubiera correspondido a la pena prevista para el delito, pena que como decimos no resulta aplicable al caso concreto por la situación mental de la persona. La

3.2. SUSPENSIÓN DE LA EJECUCIÓN DE PENAS PRIVATIVAS DE LIBERTAD, SUSTITUCIÓN Y LIBERTAD CONDICIONAL

En el caso de la persona con problemas de adicciones, las alternativas a la prisión que combinan el trabajo terapeútico y el social, permiten que la persona dé un giro a su vida y por ello son mucho más útiles socialmente para evitar reiteraciones delictivas que el cumplimiento de la pena de prisión originaria, siendo además más acorde con la finalidad resocializadora que está detrás de estos sustitutivos.

57


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reforma en trámite permite la aplicación de medidas de seguridad a todas las personas que delinquen y por gran parte de los delitos previstos, si sobre ellas existe un pronóstico de reiteración delictiva, introduciendo la posibilidad de imponerlas con una duración ilimitada. Es decir, según el proyecto de ley, una persona puede estar toda la vida internada en un centro psiquiátrico o sujeta de por vida al régimen de libertad vigilada, aunque no haya sido declarado inimputable.

a los llamados “chutaderos” y el cultivo de drogas para autoconsumo. Todas estas conductas serán consideradas infracciones graves a la seguridad ciudadana, con una sanción pecuniaria que va desde los 1.000 a los 30.000 euros. Asimismo mantiene como infracción grave la tenencia o consumo de drogas ilegales en lugares públicos y de los instrumentos utilizados normalmente por las personas consumidoras. Pero la comisión de tres infracciones de las mencionadas, pasará a considerarse muy grave, castigándose con multa de 30.001 a 300.000 euros. Tanto unas como otras son sanciones excesivas que criminalizan a las/ os consumidoras/es de drogas y personas que sufren situaciones de exclusión social, dificultan los procesos terapeúticos y de incorporación social de las mismas y empeoran la ya precaria situación económica de muchas de ellas.

También las personas drogodependientes se ven afectadas por la reforma con el establecimiento de un complicado sistema y la fijación de un plazo máximo muy desproporcionado para la estancia en comunidad terapeútica cerrada, que será de 5 años o del máximo de duración de la pena impuesta o que se haya debido imponer. No está de más señalar que en nuestra práctica judicial se tiende a agotar este tipo de plazos.

Por otro lado, la nueva normativa prescinde de la opción hoy existente de suspender la sanción a las personas drogodependientes o con consumo habitual de drogas a cambio del sometimiento a tratamiento de deshabituación, solución que consideramos poco acertada pues en muchas ocasiones ha servido y sirve como motivación para el inicio o la continuidad en un tratamiento terapeútico de las personas con adicción. En el mejor de los casos, cuando la persona sancionada no presenta un consumo problemático, la medida suspensiva está demostrando utilidad preventiva para evitar que dicho hábito se convierta en problemático.

Ante tamaña desproporción, proponemos al texto en trámite legislativo diversas modificaciones dirigidas principalmente a limitar la duración de las medidas de seguridad, a ofrecer una mejor atención al enfermo mental y a simplificar el régimen aplicable a las personas drogodependientes en tratamiento. En cuanto a los máximos de duración del internamiento en centro psiquiátrico, consideramos que 3 años debe ser el máximo genérico, sólo prorrogable una vez por un máximo de 3 años en casos de gravedad. En relación a personas que han delinquido a causa de su adicción, el máximo de internamiento en comunidad terapéutica nunca debe exceder de 2 años, debiendo continuar la intervención en otro tipo de recursos más acordes con el objetivo resocializador y de incorporación a la sociedad. Lo adecuado, tanto en caso de enfermedad mental como de drogodependencias, es que tras el período de internamiento, la persona pueda ser atendida por recursos comunitarios más normalizados.

Nuestras principales propuestas a esta normativa sancionadora, por un lado van dirigidas a la no persecución de la tenencia oculta de pequeñas cantidades de drogas para consumo privado así como del cultivo para autoconsumo y las cundas, por considerar que ninguno de estos supuestos supone atentado alguno a la seguridad ciudadana. Finalmente, solicitamos que se mantenga la posibilidad de suspender la sanción a cambio del sometimiento a tratamiento de deshabituación, ampliando dicha opción a la participación en cursos o talleres de ocio saludable o actividades deportivas o culturales.

4. PROPUESTAS AL ANTEPROYECTO DE LEY DE SEGURIDAD CIUDADANA

La nueva Ley de Seguridad Ciudadana prevista sanciona por primera vez el consumo de alcohol en público, las “cundas” o trasporte de personas 58


NORMATIVA Y ANÁLISIS LEGAL

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para personas adultas c Dianova tiene una dilatada experiencia en desintoxicación, deshabituación y tratamiento de las adicciones, y se sitúa como una de las organizaciones referentes en España y a nivel internacional, con equipos profesionales cualificados que prestan personalizadas y efectivas soluciones. De forma coordinada, se desarrollan tratamientos personalizados, con la mejor combinación de procesos médicos, terapias especializadas y complementarias. Se ofrece el más alto grado de respuesta a todo tipo de adicciones: droga, alcohol, ludopatía, etc.

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HISTORIA Y REFLEXIONES SOCIALES Y POLÍTICAS

LA INFLUENCIA DE LOS SISTEMAS O MODELOS DE CREENCIAS EN LA EVOLUCIÓN DE LAS POLÍTICAS SOBRE DROGODEPENDENCIAS

1. VARIABLES PARA EL ANÁLISIS DE LOS PROCESOS DE EVOLUCIÓN EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS

Según Sabatier (1988), para analizar los procesos de evolución y cambio en cualquier subsistema de las políticas públicas, es preciso no limitarse a observar la dinámica interna del subsistema en cuestión, sino que es necesario analizar otras dimensiones de gran relevancia. El mismo autor propone observar tres conjuntos de variables:

INFLUENCE OF BELIEF SYSTEMS IN THE EVOLUTION OF DRUG ADDICTION POLICIES

1. Los parámetros, relativamente estables, que conforman el marco del subsistema de las políticas institucionales. Especialmente los siguientes: las características y evolución en el objeto del subsistema, los valores socioculturales y la estructura legal e institucional.

Javier Arza Porras Profesor de la Universidad Pública de Navarra

José Carrón Sánchez Profesor de la Universidad de Zaragoza

2. Los sucesos dinámicos externos al subsistema, que condicionan tanto su marco como su dinámica interna. Especialmente los siguientes: los cambios en las condiciones socioeconómicas, los cambios en la opinión pública y las decisiones e impactos de las políticas de otros subsistemas.

RESUMEN En este artículo defendemos que el análisis de los modelos de creencias presentes en los diferentes agentes implicados en las políticas sobre drogodependencias, es una de las variables fundamentales para entender los procesos de evolución y cambio en estas políticas. Afirmamos también que los modelos más simplistas de comprensión de las drogodependencias tienen como consecuencia políticas y prácticas menos adaptadas a la complejidad del fenómeno. Por ello, defendemos un modelo de creencias multidimensional o biopsicosocial, pero que refuerce las dimensiones cultural y ética. Palabras clave: Políticas Drogodependencias, Modelos Creencias, Biopsicosocial. ABSTRACT

3.

La propia dinámica interna del subsistema.

Asimismo, se debe añadir una cuarta variable explicativa resaltada especialmente por Sabatier (1988): la evolución en las ideas o creencias de los diferentes agentes que integran el subsistema. En esa misma línea, Majone (1989) considera que los cambios en las creencias pueden jugar un papel tan importante en la evolución de las políticas públicas como los aspectos económicos o políticos.

In this paper we discuss the importance to be aware of belief system which belongs to different agents involved in drug addiction policies. It is one of the most significant items to understand evolution and change processes in these policies. We also affirm the more simplistic models of drug addiction comprehension are the less adapted policies and practices to the complexity of the phenomenon carry out. Therefore, we advocate a multidimensional or biopsychosocial model but strengthening the cultural and ethical dimensions.

En este artículo centraremos nuestro análisis en el estudio de los modelos o sistemas de creencias presentes en los diferentes agentes que forman parte del subsistema de las políticas sobre drogodependencias. No obstante, insistimos en que, para un análisis completo, sería necesario observar también el resto de las variables que conforman el modelo propuesto por Sabatier.

Key-words:

Drug Addiction Policies, Belief Systems, Biopsychosocial model.

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HISTORIA Y REFLEXIONES SOCIALES Y POLÍTICAS

1. El posicionamiento de cada modelo en torno a la etiología del consumo de drogas.

2. UNA PROPUESTA DE TIPOLOGÍA DE LOS SISTEMAS O MODELOS DE CREENCIAS RESPECTO A LAS DROGODEPENDENCIAS

2. El posicionamiento de cada modelo en torno al papel del Estado.

Los sistemas de creencias respecto a las drogodependencias constituyen diferentes modelos que representan maneras diversas de concebir el fenómeno del consumo de drogas, pero también diferentes maneras de abordarlo. Como señala Domingo Comas, la relevancia de los modelos radica en que influyen de manera muy importante en la definición de cuál es el verdadero contenido de las políticas. Según este autor “…determinan quiénes son los profesionales idóneos para actuar y por tanto los que deben tomar las decisiones, cual es la administración pública que debe gestionar los planes y programas, cual es el perfil de las nuevas contrataciones y con qué lenguaje se va a devolver a la sociedad la información sobre lo que está ocurriendo y la respuesta que se está proporcionando” (Comas, 2010).

3. El posicionamiento ético de cada modelo ante el consumo de drogas. 4. El posicionamiento de cada modelo en torno a la consideración de la persona adicta. A continuación describiremos las visiones y propuestas de los diferentes modelos en torno a los dilemas que se plantean en cada uno de esos cuatro vértices. 3. POSICIONAMIENTO DE LOS DISTINTOS MODELOS ANTE LA ETIOLOGÍA DEL CONSUMO DE DROGAS

Algunos modelos no consideran relevante la influencia de los determinantes sociales de la salud en la relación entre un individuo y las drogas. Entienden que el consumo de drogas es una decisión que toma el individuo, al margen de factores de riesgo o protección externos. En el caso del modelo ético-jurídico, o del modelo del prohibicionismo ideológico, esa decisión que adopta el individuo de consumir drogas es considerada moralmente rechazable. En el caso del modelo de la negación de riesgos y daños, por el contrario, es considerada una decisión personal respecto a la que no se debe interferir de ninguna manera.

Estos modelos han ido surgiendo de manera evolutiva a lo largo de la historia de las políticas sobre drogas, aunque en el momento actual podemos encontrar expresiones de prácticamente todos ellos. En la literatura del sector se han presentado diversas tipologías que pretendían clasificarlos. La clasificación clásica es la aportada por Nowlis (1975), distinguiendo cuatro tipos de modelos: ético-jurídico, médico o sanitario, psicosocial y sociocultural. Posteriormente, la OMS (Pascual, 2002) planteó otra tipología organizada en torno a cinco modelos: moralista, espiritual-iluminativo-existencial-religioso, biologicista, socio-cultural y biopsicosocial. Más recientemente, Raúl Soriano (2010) propone una clasificación, con un componente más político, en cuatro modelos: prohibicionismo ideológico, prohibicionismo político, disminución del riesgo y reducción del daño, negación de riesgos y daños.

Por su parte, el modelo biomédico considera que la adicción es una enfermedad, cuyo origen debe ser buscado en las interacciones que se producen entre la bioquímica humana y las características farmacológicas de las drogas. Por ello, tampoco tiene en cuenta la influencia de los determinantes sociales de la salud. Muy vinculada al modelo biomédico se sitúa la denominada “hipótesis de la automedicación” (Casas, 1992). En este caso se considera que, previa a la adicción, existe una alteración neuronal y/o una psicopatología que actúa como factor de predisposición. El consumo de drogas supone en este caso una acción instrumental que el individuo

En este artículo hemos optado por construir una clasificación que, bebiendo de las tipologías descritas anteriormente, estructura los diferentes modelos en torno a cuatro vértices: 64


HISTORIA Y REFLEXIONES SOCIALES Y POLÍTICAS

pone en marcha (de una manera más o menos consciente) para aliviar la sintomatología de la enfermedad. A su vez, el inicio en el consumo conduce rápidamente a estas personas hacia la adicción, por su vulnerabilidad previa. Esta hipótesis ha resurgido en los últimos años ante la mayor visibilidad de las denominadas patologías duales1 y por la cada vez mayor presencia de la neurociencia en los debates en torno a la salud mental y las adicciones.

Un elemento añadido para comprender este modelo es el factor temporal. Las características de cada uno de los subsistemas, y las interacciones entre ellos, van a verse mediatizadas por este factor. El análisis sobre el fenómeno del uso de drogas que podamos hacer en el momento actual, no tiene nada que ver con el que deberemos hacer en el año 2020, ni con el que pudimos hacer en los años 90 del pasado siglo (Arza, 2002). Por todo ello, el modelo biopsicosocial no considera la existencia de factores causales únicos ni deterministas. La comprensión de una situación de consumo o adicción únicamente puede lograrse si tenemos en cuenta la interacción entre todas las dimensiones mencionadas.

Por el contrario, el modelo sociocultural focaliza su análisis en la influencia del contexto. Por ejemplo, algunos autores como Faupel (1988) se refieren al significado social transgresor que el consumo de drogas puede tener en algunos subgrupos sociales, que adoptan estos comportamientos como símbolo visible de identidad e identificación. Asimismo, otros autores como Ventosa (1990) hacen alusión al consumo de drogas como vía para la liberación de las tensiones provocadas por el contexto social (problemáticas relacionadas con el empleo, la vivienda, la discriminación, la educación, etc.).

4. POSICIONAMIENTO DE LOS DISTINTOS MODELOS EN TORNO AL PAPEL DEL ESTADO

Para los modelos que no consideran relevante la influencia de los determinantes sociales de la salud en la relación entre un individuo y las drogas, la responsabilidad del Estado está limitada a los aspectos relacionados con la regulación de la producción, venta y consumo de drogas. En el caso del modelo ético-jurídico, o del modelo del prohibicionismo ideológico, se centraría en la puesta en marcha de medidas legislativas y policiales que dificulten la producción, tráfico y consumo de las drogas que sean consideradas ilegales. En el caso del modelo de la negación de riesgos y daños, por el contrario, debería limitarse a dejar de interferir con leyes prohibicionistas en un asunto (el consumo de drogas) que es considerado privado.

El modelo multidimensional, socio-ecológico o biopsicosocial, es el que ofrece una visión más global e integradora de un fenómeno tan complejo como el del consumo de drogas. Desde este modelo se considera que en el uso de drogas se produce permanentemente una interacción entre tres subsistemas: 1. La sustancia y todo lo relacionado con ella: tipo, cantidad, frecuencia, vía de consumo,... 2. El individuo y todo lo relacionado con sus características: edad, nivel de integración social, motivaciones para el consumo, estado previo de salud,...

El modelo biomédico fue el primero que comenzó a valorar los trastornos relacionados con el consumo de drogas como un problema de salud. Por ello, asumía que el Estado no podía limitarse a funciones legislativas o represivas, sino que tenía la responsabilidad de atender estas problemáticas en los servicios sanitarios o crear servicios terapéuticos específicos.

3. El contexto, tanto el más cercano al individuo (familia, amistades, barrio,...), como el contexto macrosocial en el que se produce el consumo (legislación, políticas públicas, contexto socioeconómico, valores sociales, percepciones sociales sobre las drogas,…) (Carrón, J. y Sánchez, L., 1995).

El modelo socio-cultural, al contrario que el ético-jurídico o el prohibicionista, focaliza en el contexto como determinante para la aparición de los 65


HISTORIA Y REFLEXIONES SOCIALES Y POLÍTICAS

consumos problemáticos de drogas, contemplando al consumidor como un sujeto pasivo ante factores externos. Según este modelo, las problemáticas relacionadas con el empleo, la vivienda, la discriminación, la educación, los valores sociales, etc, son los factores hacia los que se debe dirigir la acción (en este caso fundamental) del Estado. En cuanto a la asistencia, las respuestas impulsadas desde este modelo han tendido a apartar al individuo de su ambiente, por lo que principalmente han consistido en programas residenciales en comunidades terapéuticas situadas en espacios alejados sobre todo del medio urbano. Este modelo ha sido muy criticado por su tendencia a la inconcreción (“el problema es la sociedad”) y al maximalismo (“hay que cambiarlo todo”), que son un contexto muy adecuado para las posiciones demagógicas o justificadoras de la inacción del Estado.

que ese objetivo es posible. Sin embargo, en la mayor parte de los casos, las drogas que son consideradas inaceptables, las drogas que se pretende eliminar, son las no institucionalizadas, las consideradas ajenas al marco cultural, a la tradición de determinada sociedad. Esta posición anti-drogas o pro-abstinencia está muy presente en modelos clásicos, como el ético-jurídico, que promueve la legislación y la represión como vías privilegiadas para actuar contra las drogas (o mejor dicho, contra determinadas drogas). Otras clasificaciones, como la propuesta recientemente por Soriano (2010) distinguen entre el prohibicionismo ideológico y el prohibicionismo político. El primero adopta una posición de confrontación moral frente a las drogas y su consumo, mientras que el segundo es más pragmático y menos represivo, propugnando actuaciones múltiples (informativas, educativas, terapéuticas, represivas…), pero siempre con la abstinencia como objetivo final. Este tipo de posicionamiento, absolutamente omnipresente hasta bien entrada la década de los noventa, ha tenido diferentes manifestaciones:

Es el modelo multidimensional, socio-ecológico o biopsicosocial, el que más claramente apuesta por una responsabilización integral del Estado. Este modelo tiene en cuenta las múltiples dimensiones relacionadas con el fenómeno (macrosociales, microsociales e individuales; vinculadas a lo biológico, lo psicológico y lo social). En este sentido, la respuesta del Estado debe ser global (no limitada únicamente al sistema de salud, como en el modelo sanitario), por lo que es preciso el desarrollo de estrategias de atención sociosanitaria y de sistemas de gobernanza que faciliten la coordinación entre diversos sistemas responsables. La elaboración de planes y estrategias integrales, como el Plan Nacional sobre Drogas, las estrategias nacionales sobre drogas, la Estrategia Europea sobre Drogas o los diferentes planes autonómicos de drogodependencias, responden en este sentido al modelo multidimensional, socio-ecológico o biopsicosocial.

- La legislación, marcadamente represiva frente al tráfico y consumo de drogas ilegales y extremadamente permisiva (hasta muy recientemente) con las drogas legales. - La distribución de los recursos en materia de drogodependencias, que aún hoy en día son destinados en su mayoría a iniciativas de orden público y seguridad 2. - El modelo terapéutico preponderante en la década de los 80 y gran parte de los 90, orientado únicamente hacia la abstinencia. - Las reivindicaciones de determinados movimientos sociales que, especialmente en la década de los 80, exigían el incremento en las medidas policiales dirigidas hacia la erradicación del tráfico de drogas ilegales.

5. POSICIONAMIENTO ÉTICO DE LOS DISTINTOS MODELOS ANTE EL CONSUMO DE DROGAS

Desde determinados modelos se consideran inaceptables las drogas y su consumo. Por ello, su afán consiste en lograr un mundo sin drogas, un ser humano abstinente. Además, consideran

- Las políticas internacionales que, prácticamente hasta hoy en día, siguen estando presididas por el lema de la “guerra contra las drogas”. 66


HISTORIA Y REFLEXIONES SOCIALES Y POLÍTICAS

El posicionamiento anti-drogas o pro-abstinencia tuvo un punto de inflexión a partir de la aparición del VIH/SIDA, que especialmente en el Estado Español afectó de manera dramática al colectivo de usuarios de drogas por vía parenteral. En ese momento, mantener con vida a las personas consumidoras pasó a convertirse en la prioridad, por encima del logro de la abstinencia. De esta forma pudo comenzar a generalizarse el uso de herramientas como la metadona o la introducción de enfoques y metodologías propias del modelo de la reducción de daños y riesgos. No obstante, en muchos casos la adopción de esas metodologías fue realizada sin una reflexión ética previa, por lo que ha podido convivir en el marco de posicionamientos éticos más próximos a modelos de prohibicionismo político que a modelos de disminución de riesgos y reducción del daño. Sin embargo, es indudable que a mediados de los años 90 comenzaron a extenderse y hacerse mucho más visibles los planteamientos éticos (y no sólo metodológicos) del modelo de la disminución del riesgo y la reducción del daño. Desde este modelo se afirma que el consumo de drogas ha formado y formará parte de la vida del ser humano. Reconociendo que el consumo puede ocasionar problemas, se plantea que el objetivo debe consistir en minimizar esos usos problemáticos, pero sin pretender dirigirse contra el consumo en sí mismo. Asimismo, mantiene una postura pragmática desde la que se afirma la existencia de personas que no pueden o no desean abandonar el consumo. En esos casos también se puede intervenir a partir de una oferta de objetivos graduales, desde los más accesibles a los más ambiciosos, que permiten reducir los daños y los riesgos a los que se enfrentan esas personas.

sin tener en cuenta las implicaciones éticas de esas posturas. 6. CONSIDERACIÓN DE LA PERSONA ADICTA POR PARTE DE LOS DISTINTOS MODELOS

Algunos modelos consideran que la persona adicta es culpable de su situación. Por ejemplo, el modelo moralista afirma que estas personas sufren las consecuencias de la adicción porque han optado por comportamientos desviados, alejados de las decisiones correctas. La alternativa propuesta desde este modelo es coincidente con la del ético-jurídico: - Poner en marcha medidas jurídicas y represivas que impidan a estas personas (“de carácter vicioso”) tomar decisiones desviadas. - En el caso de que ya lo hayan hecho, poner en marcha medidas jurídicas y represivas que les castiguen por hacerlo. El modelo espiritual o religioso también considera que la persona adicta es culpable de su situación. La diferencia consiste en que no se le considera responsable de su solución. Desde este modelo, la persona adicta precisa de un “poder superior” que le ayude a mantenerse abstinente. Por el contrario, el modelo biomédico considera que la adicción es originada por procesos fisiológicos o metabólicos, por lo que la persona adicta no es culpable de su situación, sino que es una persona enferma. La consideración de la adicción como una enfermedad supone, desde luego, un avance respecto a modelos que aludían a la inmoralidad o el vicio. Sin embargo, este modelo opta por una visión pasiva de la persona adicta, puesto que considera que la solución procede únicamente de la medicina y su tecnología. El modelo sociocultural tampoco considera a la persona adicta responsable de su situación, sino que más bien es una víctima de su contexto social y cultural. Al igual que en el modelo biomédico, el sociocultural puede llegar a proyectar una imagen pasiva de la persona adicta, al considerar que la única alternativa procede de las transformaciones en el contexto.

En cuanto al enfoque biopsicosocial, la dimensión ética debería haber formado parte de su modelo holístico de comprensión. Sin embargo, lo cierto es que no ha sido un área sobre la que se haya focalizado la atención. De hecho, profesionales e instituciones que se posicionaban en este enfoque han estado durante años defendiendo posturas de “lucha contra las drogas” y “proabstencionistas”, 67


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El modelo biopsicosocial ha tratado de evitar que el debate se centrase en la búsqueda de un culpable de la situación o de un único responsable de “la solución”. Su visión multidimensional ha facilitado la consideración de la persona adicta, no como culpable o víctima, sino como un individuo que ha tomado sus decisiones en un contexto y un momento en el que interaccionan múltiples determinantes sociales, farmacológicos, pero también individuales. Asimismo, insiste en la idea de la responsabilidad del individuo para la determinación y la puesta en marcha de las estrategias que le permitan mejorar su situación.

generaron políticas de tipo sociosanitario, pero sí vinculadas a la reglamentación de la producción, venta y consumo de drogas, así como al control y castigo de las personas que infringieran esas reglamentaciones. Un segundo nivel de complejidad, vinculado también con las primeras etapas en el desarrollo de las políticas sobre drogas, está representado por los modelos de creencias que ya comienzan a observar algún factor o determinante que influye en la decisión del individuo, pero sin contar todavía con una visión multidimensional. Nos referimos al modelo biomédico y al modelo sociocultural. Podemos encontrar a estos modelos en la fundamentación de algunas de las respuestas que más se extendieron a finales de los años 70-principios de la década de los 80: programas limitados a la desintoxicación física o únicamente basados en la dispensación de fármacos sustitutivos, en el caso del modelo biomédico; centros de internamiento como alternativa de vida alejada del resto de la sociedad, en el caso del modelo sociocultural.

El modelo de disminución del riesgo y del daño es quizás el que más se ha opuesto a las visiones culpabilizadoras y estigmatizadoras. Parte del reconocimiento al derecho que el individuo tiene a consumir drogas. Ante todo considera a la persona adicta un ciudadano o una ciudadana que tiene derecho a mejorar su situación global, y específicamente su salud, independientemente de las decisiones que tome respecto al consumo de drogas.

La aprobación del Plan Nacional sobre Drogas, en el año 1985, supuso la formalización del modelo biopsicosocial como el sistema de creencias oficial en las políticas sobre drogas3. Sin embargo, este modelo iba acompañado de un claro posicionamiento ético antidrogas o pro abstinencia. Un posicionamiento que influyó en el bloqueo durante muchos años de determinadas estrategias o programas de tratamiento: fundamentalmente los programas de tratamiento con sustitutivo opiáceos y otras estrategias de reducción de daños. La posterior extensión del enfoque de reducción de daños (a mediados de la década de los 90) estuvo condicionada por la irrupción del VIH-SIDA y por su impacto en la comunidad de usuarios de drogas por vía parenteral. En muchos casos, las instituciones y profesionales que aplicaron (y aplican) estos programas se limitaron a poner en marcha “la técnica” de la reducción de daños, pero no llegaron a interiorizar el posicionamiento ético respecto al consumo de drogas y la consideración

7. UNA DIMENSIÓN EVOLUTIVA, PERO TAMBIÉN ACUMULATIVA, DE LOS MODELOS DE CREENCIAS EN TORNO A LAS DROGODEPENDENCIAS

Las etapas previas, así como las correspondientes a los inicios en el desarrollo de las políticas públicas sobre drogas, fueron momentos en los que el conocimiento y la experiencia en torno al fenómeno del uso de drogas eran muy escasos. En correspondencia con esos conocimientos limitados, los modelos de creencias más extendidos eran aquellos construidos a partir de una visión simplista y unidimensional de la realidad. Quizás el paradigma de la simplificación estaría representado por aquellos modelos que limitaban la comprensión del fenómeno a la conducta de un individuo que decide tomar o no tomar drogas aislado de cualquier factor individual, social o farmacológico. Podríamos incluir en esta categoría al modelo ético-jurídico, al del prohibicionismo ideológico, así como al de la negación de riesgos y daños. Estos modelos no 68


HISTORIA Y REFLEXIONES SOCIALES Y POLÍTICAS

de la persona consumidora, propuesto desde el modelo de la reducción de daños.

biopsicosocial y de reducción de daños respecto a la consideración del sujeto como una persona con derechos, que toma sus decisiones en un contexto de determinantes múltiples y que debe ser también activo en la puesta en marcha de las estrategias que le permitan mejorar su situación.

La presentación de los modelos de manera evolutiva puede llevar a la confusión. En la actualidad ni mucho menos están superados los modelos simplistas que hemos identificado con las primeras etapas en la construcción de las políticas sobre drogas. Desde luego, los modelos éticojurídico y del prohibicionismo siguen presentes en la legislación y en las actuaciones del Estado4 , y tanto éste como otros modelos unidimensionales forman parte del discurso de muchos sectores de la sociedad. No obstante, y centrando el análisis en los sistemas de tratamiento de las drogodependencias, la realidad es que el enfoque biomédico sigue estando muy presente como modelo de creencias que fundamenta determinadas prácticas5 (especialmente los programas de tratamiento fundamentalmente basados en la prescripción de fármacos). Asimismo, posicionamientos éticos antidroga o pro abstinencia, y creencias morales que caracterizan a las personas drogodependientes como culpables o viciosas o pacientes pasivos o víctimas pasivas, están presentes tanto en instituciones como en profesionales que trabajan de manera específica o transversal en el ámbito de las drogodependencias6 .

Finalmente, recordar cómo el avance en la comprensión del fenómeno del uso de drogas se ha visto acompañado por la construcción de sistemas de creencias más complejos, que representen la multidimensionalidad del fenómeno. El momento actual exige seguir avanzando en la complejidad de este modelo de comprensión. En esa línea, desde este artículo se defiende una mayor visibilidad de la dimensión cultural, contemplada formalmente en el modelo biopsicosocial, pero relativamente olvidada dentro del amplio cajón de “lo social”. Una dimensión cultural que está vinculada a la necesidad de tener en cuenta el conjunto de ideas, creencias o significados que, tanto las personas drogodependientes como los y las profesionales o la sociedad, construyen en torno al consumo de drogas y la drogodependencia.

Notas

8. LA NECESIDAD DE UN REFORZAMIENTO EN LAS DIMENSIONES CULTURAL Y ÉTICA DEL MODELO BIOPSICOSOCIAL: A MODO DE CONCLUSIÓN

1

Es el concepto utilizado para referirse a las situaciones

de comorbilidad en las que coexisten simultáneamente una dependencia a drogas y una patología mental.

Finalmente, concluimos apostando por el modelo biopsicosocial como sistema de creencias que favorece una comprensión multidimensional respecto a la etiología de las drogodependencias. También el modelo biopsicosocial es el que mejor fundamenta la atención sociosanitaria y la gobernanza participativa defendida por los autores de este artículo. En cuanto al posicionamiento ético respecto a las drogas, nuestra apuesta pasa por integrar en el modelo biopsicosocial los planteamientos éticos defendidos desde el modelo de reducción de daños. Finalmente, y en relación con la consideración de la persona consumidora, compartimos los planteamientos de los modelos

2

Según el Observatorio Europeo de Drogas y Toxicomanías

(2009), el gasto en fuerzas policiales, órganos judiciales y centros penitenciarios, puede triplicar el destinado a resolver los problemas sociosanitarios asociados al consumo de drogas. 3

Obsérvese la rapidez con la que se pasó de modelos simplistas

a un modelo multidimensional como el biopsicosocial. Quizás esa rapidez influyó en que el modelo fuese asumido, en algunos casos, de manera más formal que real. 4

El altísimo porcentaje de personas que se encuentran en

prisión por delitos relacionados con la venta o tráfico de drogas ilegales, así como el alto porcentaje de drogodependientes entre la población penitenciaria, son indicadores claros al respecto.

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HISTORIA Y REFLEXIONES SOCIALES Y POLÍTICAS

5

Incluso algunas que se autodefinen como biopsicosociales.

6

También en estos casos puede ser que se autoposicionen

en el modelo biopsicosocial, o incluso en el de reducción de daños.

BIBLIOGRAFÍA Arza, J. (2002). Las drogas: princesas y dragones. Eneida. Madrid. Carrón, J. y Sánchez, L. (1995). Los Servicios Sociales Generales y la atención a drogodependientes. GID. Madrid. Casas M., et al. (1992). “Las conductas de automedicación en drogodependencias”. En Casas M. (coord.) Trastornos psíquicos en las toxicomanías. Barcelona, Ediciones en Neurociencias. Comas, D. (2010). Modelos de intervención en adicciones: la lógica de las políticas sobre drogas. Revista Proyecto Hombre. Monográfico Nº. 72. Faupel, C. (1988). Heroin use, crime and employment status. Journal of Drug Issues. Nº. 8 (467-479). Majone, G. (1989). Evidencia, argumentación y persuasión en la formulación de políticas. Colegio Nacional de Ciencias Políticas y Administración Pública y Fondo de Cultura Económica. México D.F. Nowlis, H. (1975). La verdad sobre la droga. UNESCO. París. OEDT (2009). El problema de la drogodependencia en Europa. Informe Anual 2009. Observatorio Europeo de las Drogas y la Toxicomanía. Luxemburgo. Pascual, C. (2002). “Evolución de las estrategias y modelos asistenciales sobre drogas”. En FAD. Sociedad y drogas: una perspectiva de 15 años. FAD. Madrid. Sabatier, P. A. (1988). An advocacy coalition framework of policy change and the role of policy-oriented learning. Policy Sciences. Nº. 21. (129-168). Soriano, R. (2010). Cuatro fórmulas de posicionamiento frente a las drogas. TSNOVA. Nº. 1. (23-32). Ventosa, L. (1990). Delinqüència i dissocialitat. Fundació Jaume Bofill. Barcelona.

70


HISTORIA Y REFLEXIONES SOCIALES Y POLÍTICAS

En el ámbito profesional nos encanta sentir el clima emocional y representacional donde nos vemos consiguiendo objetivos, minúsculos, pequeños o grandes, donde somos valorados y donde apreciamos y valoramos a nuestros colaboradores, el colmo es cuando nos sentimos orgullosos de la organización que somos capaces de construir en el día a día permitiéndonos llevar a cabo nuestra tarea de la mejor manera posible.

CONVERSACIONES ELEMENTALES ESSENTIAL DISCUSSION

Carmen Meseguer Hernández Facultativo Especialista en Psicología Clínica Hospital Universitario Santa Cristina. Madrid

Uno de los retos que impone una nueva etapa es precisamente arribar con ilusión y con la mente muy abierta a las necesidades y requerimientos asociados precisamente a lo que es esencialmente nuevo del camino.

RESUMEN Este texto presenta una serie de reflexiones personales y profesionales surgidas de la experiencia de intervención con personas que han sufrido algún tipo de adicción. Su objetivo es enunciar diferentes aspectos relevantes en el apoyo a personas con problemas de adicciones los cuales no siempre han tenido, en opinión de la autora, la figuración que merecen. De esta manera, se avanza en la creación de un espacio para que los profesionales que trabajan en área puedan compartir sus conclusiones, opiniones y vivencias respecto a los factores afectivopsicológicos que afectan a las personas beneficiarias.

Aunque la vida es un fluir constante a veces nos topamos con la incómoda sombra del pasado y de las inercias con que hemos estado funcionando que nos atrapan y nos impiden disfrutar de lo nuevo o incluso descifrar y descubrir todo el potencial que podemos desarrollar en adelante. Sin darnos cuenta, o incluso a nuestro pesar, uno se descubre asustado o repitiendo y para salir de ese impasse y poder desenvolvernos en interacción con los otros generando equipos suficientemente cohesionados y motivados no hay nada mejor como hacer frente a dos procesos paralelos de los que me gustaría tratar en estas páginas.

Palabras clave: Adicción, Duelo, Ecología de la Cura, Rehabilitación. ABSTRACT

This paper presents a series of personal and professional reflections arising from the intervention experience with people who have suffered some type of addiction. Its purpose is to enunciate different relevant aspects in supporting people with addiction problems which have not always had, in the opinion of the author, the figuration they deserve. Thus, progress in creating a space for professionals working in the area to share their findings, opinions and experiences regarding the affective-psychological factors affecting the beneficiaries.

Por un lado, el proceso de duelo por las sendas que ya hemos andado y por el estilo con que las hemos transitado y, por otro, el proceso constructivo de ir descubriendo y redefiniendo la nueva etapa que nos saca de nuestra zona de confort y de las inercias y nos invita a crecer, estirar y ampliar nuestra concepción de nosotros mismos en el mundo y a seguir co-creando con otros que también han de hacer sus propios duelos.

Key-words:

Addiction, Grief, Healing Ecology, Rehabilitation.

1. INTRODUCCIÓN

Las personas más creativas, hasta hace bien poco se pensaba, que tienen más facilidad para abordar los cambios, sin embargo nos hemos dado cuenta en la clínica que esto no es un patrimonio exclusivo de ellos sino que todos mantenemos el potencial de desarrollo hasta el último de nuestros días. Lo que necesitamos son conversaciones y experiencias facilitadoras que nos hagan llevadero y atractivo el

La vida ofrece muchas experiencias gozosas e interesantes y una de ellas sin duda es iniciar una nueva etapa con la sensación de que es para mejorar y continuar con la evolución y desarrollo que en etapas anteriores solo eran una posibilidad y que el futuro presenta como alternativas de crecimiento alcanzables y tentadoramente asumibles. 71


HISTORIA Y REFLEXIONES SOCIALES Y POLÍTICAS

camino de ir descubriendo diseñando realidades nuevas en nuevos rumbos.

canción también era un mensaje dirigido a él, tal vez más a él que a mi y en todo caso no solo a mi (era de suponer por la historia biográfica que yo conocía de él y la que sabía que los demás conocían). Un poco después el paciente dijo, algo así como que él no querría renunciar más al derecho a arañar el mar buscando una luna llena, que le ayudara a vivir su propia luna llena sin más violencia ni agresiones. Yo disponía de mes y medio más para ayudarle en esa dirección. Al final de la sesión dijo que él ya no quería estar más en los lugares –en los papelesdonde se le esperaba.

No hay nada más bello que lo que nunca he tenido nada más amado que lo que perdí perdóname si hoy busco en la arena una luna llena que arañaba el mar, si alguna vez amé, si algún día después de amar amé, fue por tu amor Lucía… Lucía…

Joan Manuel Serrat 2. DUELOS

Una tarde soleadísima participé de una conversación con un paciente que había podido avanzar a una etapa contemplativa no sin grandes esfuerzos de su parte y número de conversaciones, la alianza estaba forjada también tras muchos altibajos y hablábamos sobre quién sería “alguien como él” una vez que la adicción hubiera dejado de encarcelarle en el que había sido hasta entonces. De pronto, en el exterior, otros usuarios del servicio subieron el volumen de la música y tuve que salir y mostrarme firme para conseguir que lo bajaran dado que los primeros avisos no habían dado resultado. Durante los días anteriores habíamos estado en la terapia de grupo diaria identificando canciones que hablaran de un duelo por lo querido ausente, cada uno había tenido la oportunidad de hablar sobre sus duelos. De regreso a la consulta para proseguir la conversación empezó a escucharse Sabina con la canción “Lucía” y el interlocutor dijo algo así como: “ahora ponen esa canción para que les perdones y entiendas que te comprenden y que lo sienten”. Me hizo mucha gracia oír eso, reímos, varias ideas se me pasaron por la mente, una era que ese hombre con tan buena mentalización saldría adelante gracias al grupo interno que todos estábamos contribuyendo a restaurar.

Mientras va transcurriendo nuestro quehacer cotidiano con la misión que de nosotros depende y vamos viviendo nuestras relaciones laborales, vamos contándonos a nosotros mismos quiénes somos en el mundo. La complejidad de diferentes niveles de funcionamiento donde debemos trabajar y los múltiples contextos en que desarrollamos nuestra vida profesional exigen de nosotros que al menos mantengamos nuestra vida personal en condiciones de cierta seguridad y estabilidad afectiva reconfortante. Cuando diversas circunstancias nos convocan a una nueva etapa más nos vale poder extraer lo mejor de lo vivido para sostener la esperanza y narrarnos de modo que nos convenza que el camino recorrido no volverá a ser el mismo ni nosotros tampoco. Heráclito ya lo reconoció y transmitió y parece que cada uno lo descubre por primera vez cuando le toca. Eso de no volver a ser el mismo implica que ante estímulos semejantes no es imprescindible ni aconsejable siquiera dar respuestas parecidas, así que hemos de confiar en nuestra capacidad para crear con otros vínculos, relaciones y conversaciones que nos ayuden a ir aproximándonos a la luna llena que cada tarea conlleve.

Otra idea fue darme cuenta de que entre todos habíamos construido un grupo suficientemente bueno donde cabía el apoyo mutuo y la valoración del papel y el lugar de cada uno incluyendo la autoridad. Decidí expresar algo así como que creía que los otros comprendían que ellos también querían tener el derecho a conversar sobre ellos mismos y su vida en un clima de serenidad y que la

¿Cómo han hecho los hombres de otras épocas históricas para torear con los nuevos desafíos que la vida imponía? Consejos del pueblo, hombres buenos, sabios, oráculos, chamanes, santos, filósofos, -hoy diríamos psicólogos, mentores y consultores- todos han dado pistas a otros para interpretar los signos de los nuevos tiempos o eventos y acoplar una 72


HISTORIA Y REFLEXIONES SOCIALES Y POLÍTICAS

respuesta o proceso a ellos. El dispositivo social de cada época ha consistido siempre en conversar real o imaginariamente con alguien que tras la experiencia reflexionada aportara luz sobre la incertidumbre o lo inabordable y favoreciera desplegar lo mejor de uno mismo.

nuestra mente se opone a facilitarnos las luces para vislumbrar el tipo de contrapoder que precisamos. Pero a la mente la nutrimos con nuestras operaciones simbólicas de los datos que buscamos que entren a nuestros sentidos, por tanto aportando a nuestros sentidos nuevas configuraciones estimulares nos imponemos a procesarlas y a configurarnos en esa eterna dialéctica del contenido formando al continente y viceversa. Moldearse para escuchar otras voces, ver desde otro prisma la situación, moverse en la apreciación de las características de los acontecimientos desde las más micro hasta las macro, deleitarse con nuevas perspectivas, descubrir nuevos prejuicios, compartir otros horizontes semánticos, sentir con los zapatos de otros sin convertirse en indio, mantenernos en lo simbólico para no repetirnos, y sobre todo disponernos a encontrar en las conversaciones elementales sostén para proteger la esperanza. Es bien sabido que a conocer algo nuevo no se llega luchando contra la ignorancia sino contra los prejuicios.

Cuando no toca más remedio que dejarse vencer, nos cuenta Cabodevilla (2001) que hay que hacer un trabajo de reformateo interior equivalente a una “puesta al día” o “puesta en orden” como un intento de ponerse por completo en el mundo antes de desaparecer. Reconocer que el pasado es parte de lo que somos y seremos no es lo mismo que estar lamentándose de su pérdida eternamente ni considerar que todo lo perdido siempre fue mejor, la lealtad al pasado no puede ser superior que al porvenir... Antes de no volver al lugar donde nosotros mismos nos esperamos o donde nos esperan entonces hay que consentir en pasar por la experiencia de vacío o de horror a lo diferente, asegurarnos conversaciones que nos hagan llevaderas las pérdidas y la pérdida de “uno mismo” sin incurrir en culpa, ni depreciación y manteniendo el respeto por lo pasado y por ese “uno mismo” del que nos despedimos. Recuperar la catexis o la fuerza vital de donde se invirtió para inscribirla en otro lugar. Valorar como digno el proceso y describir los hechos de modo que la representación de uno mismo en ellos quede salvaguardada o protegida incluso en el sinsentido o en las tareas inconclusas. Si quienes hemos sido ya no lo seremos bien vale un monumento funerario y una inscripción que diga “cada uno hizo cuanto pudo con lo que pudo y hasta aquí hemos llegado”. La reedición actualizada de lo vivido, el reconocimiento de nuestro papel y el de los demás, el perdón, la reconciliación, expresar y liberar vivencias y palabras no solo permiten una muerte pacífica y digna sino también poder alumbrarnos en nuevos contextos, organizaciones y exigencias complejas (Barbero, 2002; Meseguer, 2002).

El mundo se cocina en su propio jugo; es necesaria una permanente afluencia externa desde mundos diferentes. M. M. Bajtin 3. ECOLOGÍA DE LA CURA, HABILITACIÓN, REHABILITACIÓN Y REINSERCIÓN

Será contenido de otras conversaciones elementales, si la lectura atrae a suficiente número de lectores, la aportación que Bateson y los comunicacionalistas pueden ofrecernos todavía para cuidar de nosotros mismos y poder cuidar a otros en condiciones de mínima salud mental. Para leer ecología de la mente conviene darse un tour antes por la asignatura de la lógica, os lo aviso para caldear vuestras inquietudes. Hoy, por ser el primer día que me acerco a estas páginas, prefiero traer la experiencia de un hombre sabio contemporáneo: Gabor Maté (2010) que lleva más de 40 años trabajando con la población adicta más desprotegida de Vancouver, puerto geoestratégico de referencia mundial en tráfico de

Del mismo modo que cada uno tiene sus autores prohibidos y estéticas denostadas, asimismo 73


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mercancías y tercera ciudad con mejor calidad de vida del mundo a principios de este siglo.

que garantice la supervivencia de todos en convivencia. Ampliando la idea podríamos dejar de excluir las diversas posiciones que nos conforman, afirmar su derecho a la conversación y consensuar en cada situación la que debe o deseamos que prevalezca. Contra el estigma y contra el maltrato uno no puede permanecer si mantiene marginadas, estigmatizadas y sin diálogo posiciones o “voces” propias. Una organización que cuida favorece que el cuidador profesional desempeñe su tarea en condiciones de salud, léase, de ética y de curiosidad compasiva. Si te gustan estas líneas seguimos en conversación.

Gracias a su conocimiento de la neurología comprendida desde la experiencia reflexionada y su formación en psicopatología, nos cuenta que la actitud primordial para el autocuidado entre profesionales y también para la atención a cualquier enfermo y aún más a personas que se han criado en adversidad temprana y tienen adicción a drogas es la “Curiosidad Compasiva”, un estilo de propuesta de vinculación con el otro y con uno mismo que a mi me recuerda y resuena al “Cuidado Esencial” de Leonardo Boff que me enseñó una alumna de otra organización que trabaja con adictos y la metodología “Appreciative Inquiry” de la que podemos conversar en otro número. Afortunadamente como profesor universitario de criminología también traslada su conocimiento a responsables en el ámbito de la planificación y gestión de la “lucha contra la droga” en su país.

BIBLIOGRAFÍA Cabodevilla, I. (2001). En vísperas del morir. Ed. Desclée de Brouwer. Bilbao. Bajtin, M.M. (1997). Hacia una filosofía de la acción responsable y acto ético. De los borradores y Otros escritos. Ed. Anthropos. San Juan de Puerto Rico. Maté, G. (2010). In the realm of hungry ghosts: close

La ética nos guía en cuanto a los principios a los que debe atenerse nuestra intervención: el principio no hacer el mal (no maleficencia); el segundo hacer el bien al otro (beneficencia); el tercero actuar preservando la autonomía del otro y promoviéndola (nada para el paciente sin el paciente); y en cuarto lugar hacer con equidad como un lado de la justicia. Además hay otros principios añadidos que en el conocimiento situado del cuidado a personas desamparadas, han de guiar nuestra intervención y expresar nuestras acciones para que podamos enmarcarla dentro de la ética: solidaridad; responsabilidad; protección y cuidado de la fragilidad (en las vertientes de gratuidad, vinculación, compromiso y atención a las necesidades que los afectados consideren más importante atender).

encounters with addiction. North Atlantic Books. California. Boff, L . (2002). El cuidado esencial. Ed. Trotta. Madrid. Bowlby, J. (1995) Vínculos afectivos: formación, desarrollo y pérdida. Morata. Madrid. Bowlby, J. (1982). Attachement and loss: retrospective and prospective. American Journal of Orthopsychiatry, 52, 664-678. Delgado, J.M. y Gutiérrez, J. (1999). Métodos y Técnicas Cualitativas de investigación en ciencias sociales. Ed. Síntesis. Madrid. Barbero, J. (2002). SIDA, exclusión e intervención psicosocial: perspectiva teórica. En: M.J. Rubio y S. Monteros, La exclusión social: teoría y práctica de la intervención. Ed. CCS. Madrid. pp. 129-149. Meseguer, C. (2002). SIDA, exclusión e intervención psicosocial: perspectiva practica-metodológica. En: M.J. Rubio y S. Monteros, La exclusión social: teoría y práctica de la intervención. Ed. CCS. Madrid. pp. 151-179.

También en el desafío personal de abordar nuevas etapas y encargos diferentes podemos dejarnos envolver por esta propuesta de ética como una manera de auto-cuidarnos. ¿Cómo sería no hacernos mal?, la ética del cuidado apunta a construir el consenso mínimo entre los humanos

Parkes, C. M. (1974). Normal and pathological responses to bereavement. N.Y. MSS Information Corporation. Sánchez, J.J. (1997). La inteligencia sintiente y la razón sensible. Zubiri, Kant y la interpretación heideggeriana de Kant. Thémata, Revista de Filosofía, 18, 121-146.

74


RESEÑAS

en evidencia”, que son aquellas prácticas que han presentado demostración científica consistente en relación con los resultados esperados en las personas beneficiarias. Para ello analiza la experiencia de dos buenas prácticas: la primera en los EE.UU, a través del Registro Nacional de Prácticas y Programas Basados en Evidencia (NREPP), que constituye una base de datos de intervenciones preventivas y de tratamiento para desórdenes mentales y trastornos por abuso de sustancias.

PUBLICACIÓN

ANÁLISIS DE BRECHAS Y DETERMINACIÓN DE PRIORIDADES EN LA INVESTIGACIÓN SOBRE REDUCCIÓN DE LA DEMANDA DE DROGAS EN AMÉRICA LATINA AUTOR

BEJARANO-OROZCO, JULIO COPOLAD, NOVIEMBRE DE 2013

Patricia Couceiro Mosquera

Licenciada en Ciencias Económicas Técnico de Proyectos Asociación Dianova España

La segunda experiencia trata del estudio del caso europeo, concretamente a través del sistema EDDRA (Intercambio de Acciones en Reducción de la Demanda de Drogas) que constituye una instancia que brinda información a profesionales y formuladores de políticas en una amplia variedad de programas de prevención, tratamiento y actividades en reducción de daños, así como intervenciones para el sistema de justicia.

Esta publicación responde al resultado de un trabajo impulsado por el Programa de Cooperación entre América Latina y la Unión Europea en Materia de Políticas sobre Drogas (COPOLAD), con el apoyo de la CICAD/OEA. Este trabajo “Análisis de Brechas y Determinación de Prioridades en la Investigación sobre Reducción de la Demanda de Drogas en América Latina” ha sido elaborado por el consultor Julio Bejarano Orozco y es considerado pionero en América Latina.

Igualmente, el trabajo se centra en las prácticas basadas en evidencia en el campo de las drogodependencias, específicamente respecto a la situación de las buenas prácticas en la región Latinoamericana.

Esta condición innovadora la adquiere porque la temática de las brechas de investigación resulta relevante para el avance de la evidencia en el ámbito de la reducción de la demanda de drogas y la priorización de necesidades de investigación en América Latina, constituyendo un área novedosa de conocimiento.

Finalmente, destacar de este trabajo que en sus conclusiones señala que “el análisis de las brechas y la determinación de las prioridades en la investigación sobre reducción de la demanda de drogas en América Latina es una materia cuya complejidad guarda relación con la del fenómeno de las drogodependencias”. Sin embargo, el resultado del estudio permite vislumbrar algunos elementos con expectativas positivas, concretamente ha confirmado la existencia de “una limitada producción de conocimiento alrededor de las intervenciones en materia de tratamiento y de prevención del consumo de sustancias”, pese a ser un problema sanitario creciente cuyos fundamentos epidemiológicos son elocuentes y llaman a la acción permanentemente.

El contenido y alcance de la obra se espera redunde en nuevas aproximaciones que permitan una mejor comprensión y aplicación de la ciencia en los ámbitos de la prevención y el tratamiento de las drogodependencias. De igual modo, esta obra recoge una interesante y reiterada propuesta: la necesidad de realizar una intermediación de los observatorios nacionales de drogas en la promoción de un mayor involucramiento de la academia en los procesos de investigación dirigidos a evaluar las intervenciones para la determinación de las mejores prácticas.

Trabajos como el referenciado en esta reseña vienen a apoyar políticas y medidas de intervención que ofrezcan opciones de mayor pertinencia y grado de respaldo en la evidencia y en las mejores prácticas.

Destacar que el trabajo dedica atención, entre otros importantes aspectos, a la “determinación de la calidad de la investigación y las prácticas basadas 75


HAN COLABORADO EN ESTE NÚMERO

ANTONIO JESÚS MOLINA FERNÁNDEZ Licenciado en psicología (Universidad de Granada). Profesor de la universidad Complutense de Madrid. Tiene más de 20 años de experiencia en el campo de trabajo, habiéndose desempeñado como docente a diferentes niveles, formador, investigador y coordinador de centros de intervención. Dentro de sus publicaciones destacan: -Dossier “Observatorio Proyecto hombre sobre el Perfil del drogodependiente: informe 2012”, Revista Proyecto, Septiembre 2013. -“Programa de Prevención Juego de llaves: Manual del profesorado” (responsable de la publicación). APH&PNSD, Junio 2013. -“Observatorio Proyecto hombre sobre el Perfil del drogodependiente: informe 2012” (responsable de la publicación). APH&PNSD, Junio 2013. -“Análisis de la relación entre Emoción y consumo de drogas”. Revista Proyecto, Mayo 2013.

Mª JESÚS GARCÍA-BLANCO Doctora en Medicina, Master en Tabaquismo, Responsable del programa de tabaco, Servicio de promoción de hábitos saludables, Conselleria de Sanidad, Xunta de Galicia., Santiago de Compostela, Presidenta de SEDET (Sociedad Española de Especialistas en Tabaquismo), 2013. Últimas publicaciones: -Mª Jesús Gª-Blanco, M. Otero. Repercusiones y consecuencias del consumo de tabaco. Cómo intervenir en tabaquismo. En M. Isorna & D. Saavedra (coord), Prevención de drogodependencias y otras conductas adictivas. Pirámide, Madrid, 2012, pp: 55-73. -Carles Ariza, Mª Jesús Gª-Blanco, Ana Esteban. Prevención del consumo en jóvenes y adolescentes Master Interuniversitario en Tabaquismo Universidad de Cantabria / Universidad de Sevilla. Tema 8.3, 43 pp, 2011. maria.jesus.garcia.blanco@sergas.es FRANCISCO RODRÍGUEZ LOZANO

antmolin@ucm.es

Licenciado en Medicina, Especialista en Estomatología, Master en tabaquismo. Presidente del CNPT (Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo). 2011 hasta el presente.

FRANCISCO JAVIER AYESTA AYESTA Profesor Titular de de Farmacología y Trastornos adictivos, Facultad de Medicina, Universidad de Cantabria, Director del Máster Interuniversitario en Tabaquismo (1999-2014; 14 ediciones). Últimas publicaciones: -Ayesta F.J., Rodríguez M., Santamaría J. Trastornos adictivos - Farmacodependencias. En J. Flórez (ed), Farmacología Humana, 6ª ed, Masson, Barcelona, 2014 , pp: 547-567. -Gutiérrez Bardeci L., Otero L., del Amo M., Ayesta F.J. Intervención grupal en fumadores con y sin historia de enfermedad psiquiátrica: evaluación de 5 años de experiencia en Atención Primaria. Rev Esp Salud Publica, 2013, 87:629-638. -Olano-Espinosa E., Matilla B., Minué C., Antón E., Gómez-Gascón T., Ayesta F.J. Effectiveness of a primary care health professional training program for treatment of tobacco addiction: a randomi¬zed, controlled clinical trial. Nicotine Tob Res 2013, 15: 1682-1689. -Rodríguez M., Ayesta F.J. Evidencia científica de los programas de prevención del consumo de tabaco. En M. Isorna & D. Saavedra (coord), Prevención de drogodependencias y otras conductas adictivas. Pirámide, Madrid, 2012, pp: 211-236.

Últimas publicaciones: -Rodríguez M., Ayesta F.J., Azabal M., RodríguezLozano F. Ayudando a dejar de fumar a nuestros pacientes: una guía. Consejo de Colegios Oficiales de Dentistas de España, Madrid, 66pp, 2010. -Rodríguez-Lozano F., Azabal M. Consumo de tabaco y patología odontoestomatológica. En CA JiménezRuiz & KO Fagerström. Tratado de Tabaquismo, 3ª ed, Ed. Aula Médica, 2012, pp: 155-163. -Márquez-Pérez F.L., Rodríguez-Lozano F. Otras patologías asociadas al consumo de tabaco. Master Interuniversitario en Tabaquismo Universidad Cantabria / Universidad de Sevilla. Tema 6.7, 39 pp, 2011. -Rodríguez-Lozano F., Azabal M. Consumo de tabaco y salud buco-dental. En A. Castaño & D. Ribas, Odontología Preventiva y Comunitaria, Ed. Fundación Odontología Social, 2012. frguez@infomed.es IZASKUN SARABIA GONZALVO Título de Máster de Drogodependencias, auspiciado por la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas y la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional

ayestaf@unican.es

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HAN COLABORADO EN ESTE NÚMERO

sobre Drogas de España, Licenciada en Pedagogía Social por la Universidad de Deusto y Diplomada en Educación Social por la Universidad de Deusto. Últimas publicaciones: -Estévez, A., Herrero, D., Sarabia, I. y Jauregui, P. (2013). The Impulsivity and Sensation-Seeking Mediators of the Psychological Consequences of Pathological Gambling in Adolescence. Journal of Gambling Studies. DOI: 10.1007/s10899-0139419-0. -Arostegui, E., Sarabia, I., Costillas, S., Somoza, M., Telletxea, A., Bua, A., Antolín, A., y Segador, M. (2013). Manual de buenas prácticas para la creación de alternativas de intervención dirigidas a la población drogodependiente en situación de exclusión social: un nuevo paradigma de intervención. Gobierno Vasco: Departamento de Empleo y Asuntos Sociales. -Laespada, M.T.; Arostegi, E.; Elzo, J.; Gazapo, J.; González de Audikana, M.; Martínez, A.; Sarabia, I.; Solabarrieta, J. (2012) “Drogas y Escuela VIII. Las drogas entre los escolares de Euskadi treinta años después”. Instituto Deusto De Drogodependencias. -Laespada, M.T.; Sarabia, I.; Arostegi, E.; Gazapo, J.; García del Moral, N.; (2010). ”Riesgos: asomándonos a las opiniones de la juventud en Internet”. Instituto Deusto de Drogodependencias.

a los consumos de drogas de la adolescencia. Informe extraordinario de la institución Ararteko al Parlamento Vasco. Vitoria-Gasteiz. Ararteko -Laespada, M.T.; Arostegui, E.; García del Moral, N.; Gazapo, J.; Sarabia, I. (2010). El discurso de los jóvenes en Internet. Bilbao. Instituto Deusto de Drogodependencias. Universidad de Deusto. MARÍA DEL MAR VILLALBA VEGA Master Universitario en Gestión de Recursos Humanos. Licenciada en Psicología por la Universidad de Sevilla. Técnico Superior de Responsabilidad Social Empresarial. Instituto Europeo de Estudios Empresariales. Técnica de Empleo. Delegación de Economía, Empleo y Fiestas Mayores. Ayuntamiento de Sevilla. Participante en los grupos de trabajo de la Red de Territorios Socialmente Responsables. RETOS. Ministerio de Empleo y Seguridad Social. marvvvbb@gmail.com CARMEN MARTÍNEZ PERZA Licenciada en Derecho (Universidad de Sevilla). Doctorado en Derecho Penal y Criminología (Universidad Pablo de Olavide). Abogada Penalista en Ejercicio. Secretaria de Organización de UNAD. Responsable del Servicio Jurídico y de Mediación Penal de la Federación Andaluza ENLACE. carmenmartinez@f-enlace.org

ELISABETE AROSTEGUI SANTAMARÍA Licenciada de grado en Psicología por la Universidad de Deusto, Diplomada superior en Criminología por UPV – IVAC – KREI, Máster en Drogodependencias por la Universidad de Deusto, Postgrado de Experta en Trabajo Grupal por OMIE y la Universidad de Deusto, Máster en Psicoterapia Analítica Gruapal por OMIE y la Universidad de Deusto, Máster en Psicoterapia Psicoanalítica Individual por OMIE y la Universidad de Deusto. Últimas publicaciones: -Arostegui, E.; Fernández, A.; Martínez, M.T.; Sanz, M.; Urbano, A. (2008). ¿Programas específicos de tratamiento para mujeres drogodependientes?. Bilbao. Instituto Deusto de Drogodependencias -Laespada, M.T.; García del Moral, N.; Arostegui, E.; Elzo, J.; Sarabia, I.; Gazapo, J.; Aurrekoetxea, M. (2008). El consumo de drogas en la población escolar de Vitoria-Gasteiz (2007). Bilbao. Instituto Deusto de Drogodependencias. -Arostegui, E.; Markez, I.; Gazapo, J.; Jiménez, N.; García del Moral, N.; Sarabia, I.; Laespada, M.T. (2010). El papel de las instituciones vascas respecto

JAVIER ARZA PORRAS Es Diplomado en Trabajo Social por la Universidad Complutense de Madrid, Máster Oficial en Bienestar Social y Doctor en Trabajo Social por la Universidad Pública de Navarra. Actualmente se desempeña como docente e investigador en el Departamento de Trabajo Social de esta última. Últimas publicaciones: -Arza, J. et al. (2011). Diagnóstico social de la comunidad gitana en España. Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad. Madrid. -Arza, J. et al. (2008). Material didáctico sobre autoempleo e inserción laboral. Madrid. Agencia Antidroga de la Comunidad de Madrid. UMCTA. -Arza, J. (2006). Mediación en salud. Educación para la salud, reducción de daños y apoyo entre iguales en el medio penitenciario. Madrid. Subdirección General de Sanidad Penitenciaria del Ministerio del Interior. Grupo GID. -Arza, J. (2002). Las drogas: princesas y dragones. Ed. Eneida. Madrid. 77


HAN COLABORADO EN ESTE NÚMERO

javier.arza@unavarra.es

Últimas Publicaciones: -Aspectos Psicosociales de las Urgencias ORL en Pediatría. En: Patología Aguda ORL en Pediatría. Ed. J.A.Gómez Campderá, L. Jiménez Ferreres y G. Alvarez Calatayud, Madrid, 2004; págs: 705-712.

JOSÉ CARRÓN SÁNCHEZ Licenciado en CC. Políticas y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid. Especialista en Análisis y Evaluación de Políticas Públicas por el Instituto Universitario Ortega y Gasset (Universidad Complutense de Madrid). Experto en Estadística e Investigación Operativa por la Universidad Complutense de Madrid. Máster en Economía Social y Dirección de ESAL por la Universidad de Barcelona.

-Publicación: Abordaje multidisciplinar de las urgencias neurológicas. CD divulgativo: Manejo Clínico Multidisciplinar en el Paciente con Cáncer. Centro Oncológico MD Anderson, The University of Texas MD Anderson Cancer Center y Fundación de Ciencias de la Salud. (2004).

Trabaja actualmente en la Facultad de Ciencias de la Salud, Departamento de Psicología y Sociología de la Universidad de Zaragoza.

-Interventions from the Postmodernism on the Quality of Life in Patients Dealt with Tomotherapy and Tomoradiosurgery. Ponencia presentada en el 10th World Congress of Psycho-Oncology. International Psycho-Oncology Society. Madrid, 9-13 junio 2008. Psycho-Oncology Vol 17(6). Pag 112.

Últimas publicaciones: -Carrón, J. y Arza, J. (2013). Análisis de necesidades y calidad de vida de los afectados y su entorno. Revista Española de Discapacidad. Vol 1 nº 2, pp. 59-75. -Carrón, J. y Arza, J. (2013). Intensificando (aún más) la vulnerabilidad: los hogares monoparentales en la población gitana, en Giménez, S. y Tardivo, G. (coord.) “Proyectos sociales, creativos y sostenibles” Toledo. ACMS -Carrón, J. y Arza, J. (2005). Familias en riesgo de exclusión social: Famired. Madrid. FAD/Ministerio de Asuntos Sociales. -Carrón, J. (1999). The situation of evaluation in Spain, in Coletti, M. (ed.) “Evaluation of Treatment: an European overview”. Roma. Cost-A6/Itaca.

-Qualitative Study of the Testimonies Online on the Experience to Become Ill of Cancer. Ponencia presentada en el 10th World Congress of PsychoOncology. International Psycho-Oncology Society. Madrid, 9-13 junio 2008. Psycho-Oncology Vol 17(6). Pag 337.

jcarron@unizar.es CARMEN MESEGUER Licenciada en Psicología. Especialista en Psicología Clínica. Master en Salud Pública (C.U.S.P.). Master Universitario en Evaluación e Intervención en la Ansiedad y el Estrés (UCM). Especialista Universitario en Tratamiento de Trastornos Mentales: Perspectiva Integradora (UNED). Especialización en Gestión Clínica en Salud Mental (Universidad de Deusto). Doctora en Psicología (2004) Sobresaliente Cum Laude por la tesis doctoral: “Cuidados Familiares en una UCP: Integración, Afrontamiento y Duelo” en la Universidad Autónoma de Madrid. Trabaja actualmente como Facultativo Especialista de Psicología Clínica en la consulta de Enlace, Psicooncología Ginecológica y Cuidados Paliativos en el Hospital Universitario Santa Cristina en Madrid. 78


SI ESTÁS INTERESADO EN PARTICIPAR Infonova Nº 26/ segundo semestre del 2014 Plazo para la recepción de colaboraciones: 5 de mayo de 2014

GUÍA PARA AUTORES Y AUTORAS REVISTA INFONOVA: revista profesional y académica sobre adicciones Es una publicación semestral editada por Asociación Dianova España, con el apoyo del Plan Nacional sobre Drogas del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno de España. La revista se edita en dos versiones, una en formato físico con distribución a nivel nacional y otra en formato digital accesible a través de la página web de nuestra entidad (www.dianova.es).

investigadores que intervienen en el campo de las adicciones y aquellas personas que tengan interés en este ámbito de trabajo, de los últimos adelantos y estudios científicos que tengan relevancia en el campo de intervención, difundir buenas prácticas, identificar tendencias y posibilitar un espacio para el intercambio de conocimientos y experiencias donde puedan participar profesionales de diferentes campos: educativo, académico, profesional, social, sanitario, etc.

Esta publicación tiene como objetivo facilitar la difusión, entre la comunidad de profesionales e

POLÍTICA EDITORIAL DE LA REVISTA Los textos se envían por e-mail a infonova@dianova.es mediante fichero adjunto (documento elaborado en Microsoft Word). Todas las tablas y gráficos que acompañen el documento deben estar incluidas en el fichero adjunto. No incluir más de un fichero en el email. Los escritos deben tener entre cuatro mil (4.000) y seis mil (6.000) palabras, incluyendo las referencias bibliográficas y el resumen. Todos los textos deben presentarse en papel DIN A 4, en fuente Times New Roman 12 a espacio doble. Las páginas deben estar numeradas en orden consecutivo en la parte superior derecha. Todos los escritos deben incluir el título en español y en inglés, centrado, en mayúsculas y negrita. Debe anexarse un resumen del artículo en español y en inglés, en cien (100) palabras máximo,

y cinco (5) descriptores o palabras claves (en español y en inglés) con fines de clasificación. Para las citas y las referencias bibliográficas Infonova se acoge a los estándares establecidos por la American Psychologist Associatión (APA). Los autores deben anexar una síntesis de su currículum vitae (en hoja separada) en la que aparezcan los siguientes datos: nombres y apellidos completos, ciudad y país de nacimiento, títulos académicos con el nombre de la institución que los confirió, Institución donde trabaja, si es el caso; cargo que desempeña; cuatro (4) publicaciones máximo, si las tuviera; correo electrónico, dirección postal y si el artículo hace parte de una investigación formalizada institucionalmente, indicar el título del proyecto, fecha de inicio/terminación y entidad que los financia.

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Cruz Blanca 2013 Orden al Mérito del P.N.S.D. Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad

Certificado en Conciliación 2013 Economía Social EFR

Compromiso con la Discapacidad 2012 Finalista de mejores prácticas en prevención y retención Telefónica Ability Awards

RECONOCIMIENTOS

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LAS DR GAS Y EL SE PARTE DE Si quieres recuperarla

REACCIONA

Te acompañamos para hacerlo posible

www.dianova.es ONG con estatus consultivo ante el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC)

Dianova Internacional. Campaña REACCIONA. Primer semestre de 2014. Objetivo: concienciar sobre los efectos y consecuencias del abuso de drogas y alcohol en las personas, sus familias y entornos.

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