¿Qué es la identidad visual corporativa? Conceptualiza tu marca Principalmente este punto es necesario para iniciar la planificación de la estrategia de identidad visual. Debemos conocer a fondo quien es la empresa, lo que hace y donde se encuentra. El logotipo, vestuario, papelería y otros elementos visuales deben ir acorde al concepto de empresa para lograr crear un mensaje que llegue de forma más efectiva al consumidor y éste pueda asociarlos rápidamente con la marca en cuestión.
Cultura organizacional Si ya conocemos realmente lo que hace nuestra empresa, su historia y su ubicación, podemos definir su cultura organizacional, es decir, los valores, creencias, emociones y experiencias que han creado un ambiente de sentido de pertenencia e identificación con la marca. Esta cultura de marca debe saber transmitirse al consumidor, generando un cambio de conducta o percepción hacia la marca ya que se siente identificado con la misma. Una forma de lograrlo es creando productos o servicios personalizados.
Comunicación verbal y visual Ya conocemos el concepto global de empresa y su cultura, ahora es momento de expresar esa información mediante la identidad verbal y visual.
Definir el nombre de la organización, de sus
productos o servicios y crear una relación resultará beneficioso para
que el cliente pueda identificar verbalmente a la empresa. De igual forma pasa con la identidad visual, si logramos integrar los símbolos como el logotipo o emblema con el resto de elementos que representan a la marca, podremos ubicarnos en la mente del consumidor.
Identidad del objeto Ya tenemos una idea de la comunicación visual y verbal de nuestra marca, basada en la cultura y conceptualización de la empresa, ahora nos toca ir más allá. Este punto se centra mayormente en productos, ya que pueden ser tangibles o activar los sentidos. Se trata de establecer un diseño, una forma o estilo que identifique nuestra marca. También puede abarcar otros sentidos como el auditivo u olfato. La idea es añadir identidad al producto y que sea fácil de reconocer.
Ambiente corporativo En este punto nos centramos en el espacio, arquitectura y ambiente de la empresa. Como hemos dicho anteriormente, todo debe seguir una relación centrándonos en la congruencia de elementos. Definir el ambiente corporativo que vaya acorde con la imagen global de marca, es de gran importancia para generar afinidad hacia la misma. El diseño de espacios, mobiliario, iluminación, efectos sonoros, olores, ubicación de la empresa y hasta la atención
al cliente, son elementos que comunican perfectamente el ambiente corporativo. Una vez se tiene definido el concepto de nuestra marca, su cultura, la comunicación visual y verbal, identidad del producto y la arquitectura y ambiente corporativo es posible desarrollar y ejecutar las estrategias comunicativas y de imagen. Estas deben ir acorde y relacionadas con todo lo que hemos descrito, con el fin de saber proyectar la identidad visual de nuestra empresa y posicionarla en el consumidor final.
Toda marca necesita comunicar su identidad, pero para ello primero necesita crearla. La identidad visual corporativa viene representada por un conjunto de elementos y símbolos que definen la identidad global de marca y que la hacen única y reconocible ante el mundo. Esta serie de elementos se manifiestan desde la identidad arquitectónica, ambiental o de diseño, hasta el logotipo, las tarjetas corporativas, señalización o merchandising.
Se ha dicho desde hace mucho tiempo entre el argot de los profesionales del marketing, que absolutamente todo comunica. Y es que esta frase resume el concepto que debe regir la identidad visual de una empresa. Los colores, imágenes, diseño, sonidos y otros elementos, son fundamentales para comunicar y transmitir la esencia de la marca. Debemos recordar que la comunicación es también visual, y por lo tanto, debe poder captar la atención del consumidor.
Partiendo de esto, debemos preguntarnos lo siguiente: ¿Cómo se está comunicando mi empresa?, ¿Qué elementos destacan en la identidad visual? Y por último, ¿Siguen estos la identidad global de mi marca? Una vez hayamos respondido a esta serie de preguntas, tendremos claro hacia dónde enfocar nuestra identidad visual siguiendo los valores, cultura y estrategia global de la organización.
Podemos improvisar al momento de definir nuestra identidad visual, bien sea de marca o personal o podemos planificarla y obtener mejores resultados, partiendo de la cultura organizativa. Para iniciar las acciones que nos conducirán a concretar los elementos visuales que englobarán nuestra identidad visual, debemos tener en cuenta la comunicación global corporativa para, de esta forma, crear una estrategia de diseño que se complemente.
Todos nuestros esfuerzos destinados a crear una identidad visual sólida, que sea reconocible universalmente, que tenga un sentido y se corresponda con la misión de la empresa, deben estar relacionados con la estrategia global de la marca. No se trata solo de expresar o intentar comunicar la identidad bajo un contexto artístico, se trata de integrar la misma con el enfoque general de la empresa. El consumidor, debe verse identificado con la manifestación visual con la que se presenta una empresa al mercado.
El uso de uniformes para mejorar la identidad corporativa Una manera brillante de empezar a mejorar o mantener la buena imagen de tu compañía (sin importar si es pequeña, mediana o grande) es a través el uniforme. El contar con una vestimenta que brinde formalidad ante los clientes puede abrir la puerta y sumar puntos a favor para todas las organizaciones.
Que los trabajadores luzcan tan impecables como profesionales produce confianza e impulsa de forma positiva a la reputación empresarial. Un uniforme es más que simple ropa, es también una prolongación de la esencia de las organizaciones. Llevar los colores, logotipos y rasgos distintivos de la compañía en el uniforme hace que al consumidor le sea más fácil reconocer el nombre y la marca.
En el aspecto psicológico, el que los colaboradores porten prendas que los hagan sentir seguros y orgullosos de la empresa a la que pertenecen es un tema favorable. Un trabajador consciente de que la compañía prioriza su imagen como profesional estará más propenso a vincularse con ella e incrementaría su lealtad e interés por conectar con la identidad corporativa.
La imagen corporativa o la imagen de marca, es el conjunto de creencias, actitudes y percepciones que tienen los públicos sobre una empresa o marca. Es decir, es la forma en que ese público interpreta el conjunto de señales procedentes de los productos, servicios y comunicaciones, emitidas por la marca.
Esas percepciones y asociaciones que se hacen de la marca en base a sus atributos, beneficios y actitudes, van a servir para generar un vínculo favorable o no, hacia ella, ya sea de actitud o de comportamiento.
En definitiva, la imagen corporativa es el significado que tiene la empresa para el público, y a diferencia de la identidad corporativa, es un factor externo y más difícilmente controlable.
De hecho, la imagen que se crea en la mente del público no siempre se genera por los mensajes emitidos por la empresa, sino que es habitual que lo que piensan tanto los consumidores, como los no consumidores de una marca, provenga de multitud de fuentes, como las opiniones de otros o lo que se dice en los medios.
Teniendo en cuenta el entorno tan cambiante y competitivo en el que se mueven las empresas hoy en día, es fundamental contar con una imagen corporativa muy fuerte, que les permita destacar y diferenciarse del resto.