numero 8 Junio 2017
Mª Carmen Tellería Alberto Cob Joaquin Molina Muliterno Miguel David Adrian Long
Una foto, un relato Mª Jose Moreno Abian: La secadora Uge Fuertes: Azafrán
Junio de 2017-Número 8 Foto de portada: Carlos Arriero Director/Editor: Angel Caraballo Consejo de Redacción: Angel Caraballo Federico Romero Stela Roibás
Todos los textos y fotografías son propiedad de su autores y esta absolutamente prohibido su uso o reproducción total y/o parcial sin expresa autorización
La edición de este numero se ha realizado en Pozuelo de Alarcón, Madrid en el año 2017
ISSN 2445-4273
EDITORIAL Y
a tenemos el número 8 de Eclectica, eso significa que han transcurrido ya dos años desde que iniciamos esta aventura editorial.
Eclectica nació con la finalidad de servir como cauce para, en lo posible, conectar fotógrafos entre si y para acercar al público la fotografía en general y en particular con el trabajo de los fotógrafos que ha ido colaborando, con su obra, en estos 8 números más los dos monográficos. Probablemente los objetivos finales de esta revista, y la dosis de ilusión con la que trabajamos los que colaboramos en su publicación, sean realmente desproporcionados con lo modesta que la realidad pueda hacer una publicación como la que aquí se presenta. En todo caso, los miembros del Consejo de Redacción de la revista -y esperemos que en el futuro muchas otras personas- estamos plenamente convencidos de que vale la pena disfrutar con este desafío. Es nuestro deseo, que vosotros también podáis disfrutar de la obra de cuantos han participado y que nos ayudéis a difundir esta publicación.
Mª Carmen Tellería Pag.6
Alberto Cob Pag. 26
Joaquín Molina Muliterno Pag. 46
Miguel David Pag. 72
Una foto. Un relato: La secadora Un relato: Mª José Moreno Abian Una foto: Antoni Arissa Pag. 98
Adrian Long Pag. 100
Una foto. Un relato: Azafrán Una Foto: Uge Fuertes Un relato: Vega Latorre Fuertes Pag.124
Mª Carmen Tellería PARQUES NACIONALES DE YELLOWSTONE Y GRAND TETON (U.S.A.) ¿Cómo seleccionar veinte fotografías entre las que hice en un viaje fotográfico de tres semanas? Porque nuestras fotografías son como nuestros hijos y nos es difícil tener que elegir. Pero como no hay otro remedio, pues os presento veinte fotografías de las que he eliminado animales y construcciones humanas (salvo en dos, en que aparecen una cabaña y una valla). Este viaje lo realicé en septiembre de 2010. Como todo en el continente americano, el Parque Nacional de Yellowstone es enorme. Como Parque Nacional data de 1872 y alberga una gran variedad de fauna. Todo el parque está asentado sobre una gran caldera y de ahí el gran número de géiseres, fumarolas y fuentes termales. Cuenta además con un gran cañón, el que lleva el nombre del parque, que en su descenso da lugar a varias cascadas. En 1988 hubo un gran incendio producido por causas naturales. Se le dejó que siguiera ardiendo hasta su propia extinción, siguiendo la política de los parques naturales. Pero el fuego se les fue de las manos y cuando quisieron atajarlo ya era tarde. Miles de árboles murieron y es curioso verlos aún en pie, blancos como fantasmas ya que han perdido su corteza exterior. El Parque Nacional del Grand Teton, está al sur de Yellowstone y contiguo a él. Más pequeño, pero también menos concurrido y tan sorprendente como Yellowstone. Su declaración como Parque Nacional data de 1929. Está atravesado por la cordillera de los Tetons, tres picos cuya mayor altura supera los 4.000 metros y por el rio Snake. Recuerdo algunos madrugones para llegar al lugar donde queríamos hacer fotografías antes de la salida del sol. Por cierto, con un frío de narices. Pero valió la pena.
Madrid, abril de 2017
M. Carmen Tellería
Mª Carme
en TellerĂa
Mª Carmen Tellería
Mª Carmen Tellería
Mª Carmen Tellería
Mª Carmen Tellería
Mª Carmen Tellería
Mª Carmen Tellería
Mª Carmen Tellería
Mª Carmen Tellería
Mª Carmen Tellería
Mª Carmen Tellería
Mª Carmen Tellería
Mª Carmen Tellería
Mª Carmen Tellería
Mª Carmen Tellería
Mª Carme
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Mª Carmen Tellería
Mª Carmen Tellería
Alberto Cob Nuestro valor mas preciado…el tiempo. Nos movemos en él, nuestra vida entera se determina a razón de su caminar, es imparable e inaccesible a nuestros bolsillos y tan solo nos permite retenerlo en nuestra memoria. Esto fue lo que me llevo a la fotografía, el poder capturar esos momentos que hacen de la vida un instante único e irrepetible, segundos de realidad congelados en un fotograma. El tiempo pasa y nunca vuelve atrás, de ahí, que no existan dos fotografías iguales. Podemos acudir a un mismo lugar, a la misma hora y con la misma luz, pero nunca tendremos una misma instantánea. La fotografía me ha permitido tomar prestadas fracciones de la vida, donde la realidad siempre supera a la ficción, y ya que no puedo parar el reloj universal, me tomo la libertad de adueñarme de los momentos mágicos que nos brinda.
Alberto Cob www.albertocob.com
UN SUEÑO UN CAMINO
Alberto Cob
Alberto Cob
CASAS DE
Alberto
E ARENA
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Alberto Cob
Alberto Cob
Alberto Cob
Alberto Cob
ETHNIC
Alberto
CITIES
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Alberto Cob
Alberto Cob
Alberto Cob
Alberto Cob
Alberto
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Alberto Cob
Alberto Cob
El fotógrafo de amaneceres Siempre había disfrutado viendo fotografías de amaneceres, era su tema preferido. Si algún día tenía una buena cámara era lo primero que iba a fotografiar. Cuando por fin se hizo con una, programó un viaje a la cercana costa para cumplir con su ilusión. Se informó de la hora a la que salía el sol, pensó en una localización y madrugó lo necesario para estar con suficiente tiempo donde había pensado; llegó quince minutos antes de la hora anunciada para la salida del sol. Las escasas bandas de nubes que aparecían en el horizonte se teñían de púrpuras, rojos, naranjas, amarillos; colores cambiantes que se reflejan en las quietas aguas de la bahía. El espectáculo le parecía grandioso y se quedó extasiado en su contemplación. Cuando el disco solar se había elevado unos quince grados sobre el horizonte reaccionó, y sacando la cámara de la bolsa, se la llevó a la cara. No sabía donde medir la luz, si lo hacía en el propio sol, el resto de la imagen le aparecía completamente oscura en la pantalla. Si medía en las nubes, el sol y su reflejo provocaba una gran mancha de luz que le deslumbraba. Esto no lo había previsto y no acertaba con la solución. Mientras tanto, los jirones de nubes fueron desapareciendo y el sol, que seguía elevándose, se hizo el dueño del paisaje. A la vista de que la situación se alejaba de lo esperado, guardó la cámara sin haber realizado ni una sola toma. La fotografía del amanecer que tanto tiempo llevaba esperando la había grabado en su memoria, perfecto el encuadre, los tonos, plena de belleza. Como la había imaginado siempre.
Joaquín Molina Muliterno
JoaquĂn Molina Muliterno
Chopera
Balneario al amanecer
JoaquĂn Molina Muliterno
Barca y pantalán
Joaquín Molina Muliterno
Joaquín Moli
ina Muliterno
ยกYa asoma!
Camino en el mar
JoaquĂn Molina Muliterno
Cala Cerrada
JoaquĂn Molina Muliterno
Di pinto di blu
JoaquĂn Molina Muliterno
Pilotes
JoaquĂn Molina Muliterno
JoaquĂn Molina Muliterno
Sin horizonte
Rayos de luz
JoaquĂn Molina Muliterno
Estacas
JoaquĂn Molina Muliterno
Niebla en el pantano
JoaquĂn Molina Muliterno
Pescador
JoaquĂn Molina Muliterno
Rayos de luz
JoaquĂn Molina Muliterno
Joaquín Moli
ina Muliterno
SoĂąadora
Balneario
JoaquĂn Molina Muliterno
Pantalán
Joaquín Molina Muliterno
Tierras malas I
JoaquĂn Molina Muliterno
Tierras malas II
JoaquĂn Molina Muliterno
Joaquín M
Molina Muliterno
Tierras malas III
ESPECULACIONES INICIALES Sobre las fotografías.
¿Por qué capto imágenes?
¿Por intentar inmortalizarme? ¿…? Hace unos años y tras la lectura de un estudio de La Caverna de Platón… comienzo con el proyecto “P N T ”. El canto final de la empresa, lo resumo, como si de una utopía, un sueño, se tratase, en: “Y a pesar de las sombras y de las crisis existenciales, encontraremos la luz ”. Con el paso del tiempo… La Crisis… la evolución lógica… las imágenes mutaron a más y más abstractas. De la figuración… al conceptualismo. En estas imágenes y ya fuera de la sombría caverna, imagino, porque posiblemente me perpetúe en “Ella”, continúo buscando la luz. La Verdad, ya es sabido, no la voy a encontrar, insolente de mí, pretendía encontrar La Verdad, vanidoso orgullo, ahora me limito a buscar la luz. Desde el inicio al desenlace, mientras deambulo buscando La Luz, la exposición es una sucesión de metafóricas imágenes, en las que intentando, todavía, salir de la caverna, representan, entre otras, simbólicos pasillos, tenebrosos aposentos y tupidos escenarios. Una amalgama de imágenes que es un devaneo de figuras. Un retozo visual. Una recreación de luces, de sombras. Un juego de confabulación. Según Mauricio Molina, “La fotografía tiene un doble juego: mostrar y ocultar” Y este doble juego me encanta y me siento cautivado por él. Al tiempo que muestro el objeto real a través de mi percepción, oculto su verdadero significado. Una de las características que definen la fotografía, desde tiempos inmemorables, es la de representar la realidad… en mis fotos… ¿represento la realidad? ¿…? es un juego que dejo en la mente del espectador. Un espectador que dependiendo de su forma de ver y sentir la vida, de su educación, religión, nivel socio-económico… las imágenes le producen unas sensaciones disyuntivas u otras, dentro del registro de la abstracción. ¿Qué significa la foto o qué representa la fotografía? Lo que se acentúa en estas imágenes es la variabilidad de lo expresado según la erudición del espectador. La misma figura puede llegar a ser un desnudo, un florero o un águila remontando el vuelo. Y en esa versatilidad reside el hechizo y el encanto de estas fotografías. Conceptos basados en el juego de luces y sombras.
MIGUEL DAVID
Y si a pesar de todo “no significa nada”, pues quedará como un divertimento, un mero juego de luces y sombras… de formas. Un juego como cuando era niño y en la playa retozaba con el agua y la arena, encontrando de cuando en cuando una concha, algún caparazón… dejando la profundidad y el misterio de la fotografía sumergido en los enigmas del océano. En esta percepción subjetiva he llegado a la conclusión, que cualquier forma irreconocible y que no encaja con ninguna figura identificable, hace que el espectador intente psíquicamente darle un parecido con algún molde “registrado” en su cerebro. Este hecho hace que se vea obligado a “inventar” figuras y objetos reconocibles. De acuerdo con mi teoría, y sobre todo con la teoría de C. Einstein, en la que me baso, cualquier acto de visión convoca y atrae un archivo de sensaciones y experiencias acumuladas que sirven para paliar la insuficiente ”realidad”. Lo que finaliza siendo un interesante, ameno y sugestivo esparcimiento de adivinanzas, donde los procesos psíquicos son activados por la percepción óptica. “De lo que se trata es del funcionamiento de los procesos inconscientes en el interior de la experiencia”. Sartre. “El acto de la imaginación es un acto mágico”. Deseos. Fantasías. Y todo ello, como dice Rafa Prats “ Estableciendo frecuentes contrastes entre literarios y plásticos, entre las luces y las sombras, capaces de promover una estética para la reflexión. Entre el blanco y el negro –cromática gama de grises-, las luces y las sombras -contrastes rotundos, contrastes sutiles-, espacios abiertos e íntimos, en los que es posible reflexionar, incluso, sobre la naturaleza misma del hecho fotográfico frente a la de otros medios artísticos”. Es un trabajo realizado con carretes “Kodak T-Max 100” en blanco y negro, las imágenes han sido posteriormente reveladas con el proceso clásico de productos químicos, papel baritado de plata. Pienso que aún existe un mundo “ahí fuera” que puedo captar, que no conozco, y que puedo darle mi visión fotográfica, todavía, con los sencillos carretes de blanco y negro. Como apunta Rafael Prats “… sigue fiel al blanco y negro, a su cámara analógica y al acto íntimo del revelado en su laboratorio…” Y La Luz acabó desvaneciéndose… disipándose… pienso que ni siquiera llegué de forma suave a acariciarla.
miguel david
miguel david
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miguel
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miguel david
LA SECADORA Vivo en un ático, mi puerta queda frente a la escalera que conduce a la azotea. Lavo a menudo y subo a tender allí, siempre que el tiempo lo permite. Como trabajo en el turno de tarde, tiendo por la mañana y recojo la ropa al anochecer. Quedo con el vecino del bajo, vicepresidente de la escalera, hacemos el amor en el descansillo. Al terminar pliego la ropa, la dejo en el cuarto de la plancha y me acuesto a dormir con mi marido. Recientemente la empresa me mandó a Murcia, a un cursillo, mi marido esperaba impaciente mi regreso, coincidía con nuestro décimo aniversario de boda. Nada más llegar me vendó los ojos, sentí pereza al imaginarme una escena erótica, sin embargo me condujo de la mano para mostrarme ilusionado una doble sorpresa: había mandado cubrir la terraza de nuestro piso, y adquirido una secadora. No habrá más aniversarios, me separo.
Mª José Moreno Abian
Antoni Arissa
Adrian Long Cuando era un niño me encantaba escribir cuentos. A medida que crecí me encantaba ver a la gente en espacios públicos. A menudo me imaginaba con que clase de vida lidiaban esas personas. Si parecían infelices, yo me preguntaba que les podia hacer tan triste y cual podría ser el problema. Con este proyecto estoy usando imagenes para representar vidas imaginarias llenas de experiencias y emociones.
When I was a young child I loved to write short stories. As i grew up I loved to watch people in public spaces. I often imagined what kind of lives did those people lead. If they looked unhappy I would think what’s wrong that they was so sad. With this project I am using the images to portray imaginery lives of experiences & emotions.
Adrian Long
Adrian Long
Adrian Long
Adrian Long
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Adrian Long
Adrian Long
Adrian Long
Adrian Long
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Adrian Long
Adrian Long
Adrian Long
Adrian Long
Adrian
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Uge Fuertes
Vega Latorre Fuertes
Lejos quedan los años en los que todo el campo se cubría de un resplandor violeta. Lejos quedan los años en los que el pueblo se paralizaba y se desmenuzaba con cuidado y sin pausa ésta flor que enriquecía los campos infinitos del valle del Jiloca. Los machos fueron sustituidos por maquinas. Familias que trabajaban al completo para conseguir un pequeño alivio de color rojizo, dieron la espalda al campo en favor de la comodidad. Imposible culparlas. Ya no se ven los bailes de las esbrinadoras, ni las viñas vacías de las uvas que robaban para calmar su hambre. Ni libras. Ni pesos. Ni onzas. Ni toneladas. Kilos. Gramos de brin que con su aroma nos recuerdan un pasado glorioso en el cuál, el tiempo se detenía para poder besar la rosada. Pero hay algo que no cambia. La rosa sigue ahí. Naciendo en esos campos secos y fríos que tan bien la cobijan. Con sus tres brines. Sus tres lengüetas. Cómo un ancla que nos recuerda de dónde venimos, para no olvidar qué somos.
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