Bienvenidos a la Era de la Información Este artículo de John Stark nos cuenta y explica el impacto que han tenido la información y la tecnología en el beisbol durante los últimos años. No es por presumir, pero este texto si es un tanto más complejo que los que habitualmente se publican, pero es igual o más beisbolero de los acostumbrado. El texto fue publicado originalmente en el portal de ESPN en inglés, el 30 de agosto pasado. La traducción corre por nuestra cuenta. Foto: Michael Zagaris/Getty Images Conocimiento es poder: La omnipresente iPad está cambiando la aproximación de los jugadores hacia el beisbol
Jayson Stark Alguna vez todo fue simple. Los pitchers pitchaban. Los bateadores bateaban. Y si las estrellas estaban alineadas, alguien con un guante atrapaba las pelotas bateadas. Y era así como se decidían los juegos de beisbol. Hombre, cuán 1963 se oye ese, ¿verdad? Si usted cree que así es como se deciden los juegos de béisbol en estos días, es muy posible que siga escuchando música en un disco grabado. Y recorra la ciudad completa tratando de comprar rollo para su cámara. Y buscando números telefónicos en el directorio. Amigos, ya no vivimos en ese planeta. Y tampoco lo hace el hermoso deporte del béisbol –no importa cuán sin cambio parezca desde lejos en tu viejo televisor blanco y negro. Aquí, en su lugar, está el planeta en el que vivimos hoy: Es un planeta en el que el manager de los Tampa Bay Rays, Joe Maddon, abre su iPad en un Starbucks, el da un sorbo a su taza de te de la mañana y se sumerge en las tablas de información que dictan la loca formación defensiva que el equipo está por ponerle enfrente a David Ortiz esa noche. Es un planeta en el que Troy Tulowitzki puede pedalear en su bicicleta de ejercicio mientras mira cada lanzamiento que Tim Hudson le ha tirado en los últimos cinco años.
Es un planeta en el que es más fácil encontrar un video de cada cambio de velocidad que Ricky Romero ha lanzado con cuenta de dos strikes y corredor en primera que encontrar un foco en un Home Depot. En otras palabras, es un planeta que ha sido tragado completo por la tecnología, por los datos, por el puro, gigante, imparable, embate de la información. Y esa era de la información no sólo ha trasformado el béisbol. Prácticamente lo ha revolucionado, y lo ha hecho en menos tiempo del que le toma a Ronnie Paulino completar su vuelta a las bases luego de un jonrón. “Creo que es realmente el segundo renacimiento del béisbol,” dijo Joe Maddon, un visionario cuya inclinación por la tecnología, la información y el pensamiento “fuera de la caja”, lo han hecho, para todo fin y propósito, el Steve Jacobs de los managers. El primer renacimiento, asegura Maddon, llegó con Branch Rickey entre las décadas de 1920 y 1940, cuando Rickey fue pionero en el uso de los sistemas de desarrollo de jugadores y de las estadísticas. ¿Y el segundo renacimiento? Ha estado ocurriendo, casi de manera imperceptible, en el trascurso de la última década –pero en mayor grado, sólo en los últimos dos o tres años. Mirando hacia atrás, no es difícil darse cuenta del por qué. De vez en cuando, un montón de fuerzas poderosas en el universo convergen en nosotros al mismo tiempo. Y lo que hacen es cambiar absolutamente todo. Bueno, esta es, oficialmente, una de esas ocasiones. Tan sólo piense: -‐De repente, usted puede ver cada uno de los 3 millones de juegos de béisbol que se jugarán esta temporada –en la sala de su casa, en su laptop, incluso en su teléfono. -‐De repente, mientras usted estaba ocupado lavando su ropa o haciendo el draft para su equipo de fantasía o algo por el estilo, el mundo ha sido invadido por un ejército de magos de las sabermetrics, capaces de calcular el FIP (Fielding Independent Pitching) de Justin Verlander como visitante, contra equipos con récord menor a .500, en juegos en los que más del 20 por ciento de sus lanzamientos son curvas –y que además son capaces de entender lo que todo eso significa. -‐De repente, gracias a esos genios creativos de Apple, un clubhouse promedio en las Grandes Ligas parece tener más iPads que guanteletas de bateo. -‐De repente, los clubhouses están siendo ocupados por una nueva generación de ciudadanos del béisbol avezados en temas tecnológicos
que son capaces de utilizar todas esas cosas. Todas. Cada segundo de cada día. Entonces, el impacto de ese renacimiento tiene más consecuencias de las que cualquiera de nosotros puede comprender. Pero después de trabajar en esta nota por meses, hemos concluido que hay un grupo de personas en el beisbol que ha sentido el impacto más que ningún otro: Los bateadores. ¿Cómo? Bueno, estamos seguros de que si se hiciera una encuesta entre todos los fanáticos del beisbol sobre por qué el número de carreras por partido y los promedios de bateo han bajado en los últimos cinco años, 99 por ciento de los encuestados responderán que es por los esteroides –o la falta de ellos. ¿Y saben qué? No estarán errados. Pero hay otra fuerza que, ahora creemos, ha sido casi igual de poderosa: la información. Incluso los propios bateadores han empezado a creerlo también. Hubo un tiempo en el que ellos creyeron que el batear los enfrentaba directamente contra un pitcher. Ahora ya no están tan seguros. En estos días, asegura el jugador de los Washington Nationals, Jonny Gomes, “uno puede alegar que ya no se trata de un mano a mano. Ya no se trata solamente de tú contra él”. ¿En serio? Pero si no se trata de “tú contra él”. ¿De qué demonios se trata? “Tú contra el mundo”, dice Gomes con una carcajada. “Por lo menos así parece”. Bueno, así parece por una buena razón –una razón que estamos por descifrar-‐, cuando ESPN.com examine la Era de la Información. Viene el lanzamiento En el principio, no se necesitaba tener un doctorado del MIT para entender el arte de la selección de lanzamientos. Si tú tenías una buena recta, la lanzabas. Y si a 60 pies de distancia había un tipo grande y fuerte que podría batearla, la lanzabas más fuerte. Hombre, que concepto tan tonto era ese. ¿Quiere tener una idea de qué involucra una selección de lanzamientos ahora, en el año 2011? Escuche cómo el coordinador de video de los Colorado Rockies, Brian Jones –quien asegura que él y los Rockies fueron los primeros en usar el iPod para darle a los jugadores videos con información personalizada, hace cinco años-‐, lo describe. Usted no creerá que estemos hablando del mismo deporte.
Digamos que usted es un coach de pitcheo o un catcher, y tiene un lanzador derecho que abrirá un juego esta noche contra los Houston Astros. Usted agarra su iPad, abre su aplicación favorita y escribe, por decir un ejemplo, “Carlos Lee.” Esto es lo que se sucederá: “Uno tiene todos esas opciones que puede cambiar”, asegura Jones. “Digamos que quieres ver a todos los pitchers derechos contra Carlos Lee. Te mostrará una zona de strike y un tipo parado junto a ella, y te me mostrará cada lanzamiento. Luego podrá separarlas por fecha. Puede establecer un periodo de tiempo y eso le dará las estadísticas, el número y el tipo de lanzamientos, el porcentaje de swings y fallas, todo lo que uno pueda pensar, de esas fechas. “Entonces puede cambiar y decir: ‘Quiero ver todos los lanzamientos bajos y afuera.’ Y cambiará cada uno de los datos a cada lanzamiento abajo y afuera. Puede dibujar un área específica en la zona de strike (o fuera de la zona de strike) y ver todas las pichadas en esa localización. Entonces, una vez que la dibujó, le mostrará los datos, todas las estadísticas y números para el área que seleccionó y el tipo de lanzamientos. “Puede cambiar variables como corredores en posición de anotar, adelante en la cuenta, atrás en la cuenta, séptimo inning, cualquier cosa que se le ocurra. Cualquier situación que quiera revisar, está disponible para ser vista.” Pero, ¿piensa que todo esto se detiene aquí? Oh, no. Todas esas estadísticas están sincronizadas a una base de datos que contiene videos de cada lanzamiento. Entonces, si usted quiere ver cómo reacciona Lee con cada slider, bajo y afuera, que cada pitcher derecho le ha tirado en cuenta de 1 bola y 2 strikes desde 2006, eso ahora es posible. No tiene que leerlo. Pulse la pantalla de su iPad y véalo. Y sí usted no cree que ver todas esas pitchadas le da al pitcher un sentido de confianza en un lanzamiento completamente diferente que leer un reporte de scout o una hoja impresa, sólo podemos responderle: ¿Está bromeando? “Ahora usted puede ver las veces que quieras a un bateador fallar un swing ante determinado lanzamiento,” dice Derek Lowe, uno de sólo cinco pitchers activos cuya carrera empezó en 1997 o antes. “Luego entonces, cuando estas listo para tirar ese lanzamiento en un juego, tienes la imagen mental de ese bateador haciendo swing y fallando a un slider 20 veces, yo sé que no puede conectarlo, porque lo ví intentarlo y fallar durante 15 minutos en un video”.
Abajo en la cuenta En el principio (o desde 1889, por lo menos), cuatro bolas equivalían a una base por bolas. Pero tres bolas eran equivalentes a algo diferente: una recta por el centro del plato. Por más de un siglo, los bateadores tuvieron fe en que si eran lo suficientemente pacientes, si se iban adelante en la cuenta, se suponía que serían recompensados. Se suponía que tendrían una recta bateable. Y a lo largo de todos esos años, así fue en la mayoría de las ocasiones. Hombre, ¿qué ha sido de todos esos años? “Mira en cuántas supuestas ‘cuentas de recta’ los pitchers no tiran rectas,” dice el primera base de los Phillies, Ryan Howard. “He tenido esta conversación con un montón de tipos. La tuve con Mark Teixeira hace uno o dos años, llegamos a la conclusión de que ya no existe tal cosa como las ‘cuenta de recta’.” Ok, eso no es absolutamente cierto. Pero los datos demuestran consistentemente que actualmente se tiran menos rectas en ‘cuentas de recta’ que durante cualquier otro punto de la historia en el que existiera el rastreo de lanzamientos. Le pedimos a nuestros amigos de Inside Edge que estudiaran todas las cuentas de 1 bola sin strikes, 2 bolas sin strikes, 2 bolas y 1 strike, 3 bolas sin strikes y 3 bolas con 1 strike de los últimos 10 años. Ellos encontraron que el porcentaje de rectas lanzadas ha disminuido consistentemente en todas esas cuentas, excepto en la de 3 bolas sin strikes. Lo que es realmente fascinante es cuanto ha caído ese porcentaje en los últimos dos años. Veamos. Perdiendo velocidad Porcentaje de rectas lanzadas en cuentas favorables al bateador Cuenta 2009 rectas % 2011 rectas % Todas 74.5 72.1 1-‐0 69.5 67.3 2-‐0 82.1 79.7 2-‐1 69.1 66.8 3-‐1 85.8 83.5 Ok, esas todavía son un montón de rectas. Pero recuerde, una reducción de 2 o 3 por ciento representa muchas, muchas pitchadas, sólo en esas cuentas, en el trascurso de una temporada. E incluso, esos datos,
asegura Kenny Kendrena de Inside Edge, son engañosos porque incluyen la ‘recta cortada’ como recta, ya que Inside Edge empezó a clasificar los ‘cutters’ como un diferente tipo de pitchada apenas hace poco tiempo. Lo que indica que los porcentajes de verdaderas rectas son, por mucho, más bajos. “Incluso puedes estar en cuenta de 3 bolas y 2 strikes y a veces recibes un lanzamiento muy difícil,” dice Howard. “Ya no tienes manera de saber qué pichada es la que vendrá”. Bueno, si Howard es particular tiene ese sentimiento, los datos nos muestran exactamente el por qué: Él ve menos rectas en ‘cuentas de recta’ (55 por ciento) que cualquier otro bateador de las ligas mayores. Y el porcentaje se ha desplomado dramáticamente de 77.8 por ciento cuando llegó por primera vez a las mayores -‐en septiembre de 2004-‐, a 64.7 por ciento en 2005 -‐temporada en la que ganó el trofeo de Novato del Año-‐, a 50 y tantos por ciento a la fecha. Cuanta diversión. Pero si a la miseria de bolas rectas le gusta la compañía, Howard tiene un montón. Inside Edge nos da los datos de los ocho bateadores que han visto menos de 60 por ciento de rectas en ‘cuentas de recta’ este año, entre los bateadores con al menos 100 pitchadas en esas cuentas. Esperando por velocidad Bateador Rectas en ‘cuenta de recta’ % Ryan Howard 55.0 Prince Fielder 55.1 Matt Kemp 56.2 Alfonso Soriano 57.7 Jose Bautista 58.2 Laynce Nix 59.4 Brian McCann 59.4 David Ortiz 59.8 Tres tipos de esa lista –Fielder, Kemp y Ortiz– han visto una mayor fluctuación de ese porcentaje en comparación con el año pasado. Fielder vio 65.1 por ciento de lanzamientos en recta la temporada anterior. Kemp vio 66.5 por ciento y Ortiz, 68.9 por ciento. Bienvenidos al maravilloso mundo de la tecnología. Tan pronto como los datos muestran que alimentar a esos hombres con rectas en determinadas localizaciones puede ser peligroso para los Porcentajes de
Carreras Limpias Admitidas, la liga hace ajustes…inmediatamente. Entonces cuando la gente empieza a hablar de la Era del Pitcher, sin duda la primera cosa que piensan los bateadores es: “Ya no existe tal cosa como una ‘cuenta de recta.’” “Tipos que tienen control están tirando esas pichadas sin velocidad en la zona de strike en cualquier tipo de cuenta que quieran,” asegura Howard. “Entonces yo creo que eso es un factor muy importante en todo esto”.
Los jugadores tienen hoy tienen toneladas de información al alcance de sus dedos
Bateando hacia el ajuste defensivo Al principio, Joe Maddon tenía sus marcadores mágicos y sus tablas de datos, y con ellos ayudó a las posiciones defensivas de los Angels, en los viejos tiempos cuando fue coach de banca en Anaheim. Por supuesto, esos ‘viejos’ tiempos fueron apenas hace una década. Sí, una década. Pero en restrospectiva, la información en ese entonces luce como una antigua piedra labrada comparada con lo que él está usando estos días para desarrollar formaciones defensivas tan innovadoras que harían explotar el cerebro de John McGraw. “Cuando empezamos, era muy primitivo,” asegura Maddon. “Eran sólo un montón de líneas que indicaban por dónde los bateadores habían bateado la pelota contra tu equipo, contra tus pitchers, en el pasado”. Lo impresionante es que en aquellos días, incluso alinear tu defensiva parecía un proceso científico. Pero ahora, no hay mucha diferencia entre la manera en que la mayoría de los equipos de beisbol acomodan sus defensivas y la manera Dick Lebeau lo hace en el cuartel general de los Pittsburg Steeleers. Gracias a compañías como Baseball Info Solutions, todos los 30 equipos saben exactamente hacia donde tiende cada bateador a enviar
las pelotas. Entonces cuando ves el campo y hay un tercera base jugando justo a medio camino, campos cortos en el otro lado de la segunda base y segundas bases posicionados en el pasto de jardín derecho, casi a 75 pies de distancia de la arcilla del infield, no es un trabajo de adivinación, señoras y señores. Es la Era de la Información trabajando en el béisbol moderno. “Todos mundo quiere ser agresivo,” dice Maddon. “Quieren pitchers agresivos, ofensivas agresivas y quieren agresividad a la hora de correr las bases. Yo quiero una defensiva agresiva. Quiero decir, si hay un principio del futbol americano que me gusta imitar, es tener una defensa agresiva. Y al final del día, cuando hablo con mis muchachos, lo que predicamos es: capturen los batazos de línea. “¿Quiénes con los mejores bateadores? Son los tipos que le pegan fuerte a la pelota. Entones, si ellos le pegan fuerte a la pelota, necesitas estar más cerca del lugar por donde ellos mandan la pelota con más regularidad. Y si sucede que ellos no ponen la bola por ese lugar, necesitas ser lo suficientemente atlético para ir y capturarla. De eso se trata todo esto, tratar de ubicar el lugar por el que los mejores bateadores manda la pelota con más frecuencia.” No es de sorprenderse, entonces, que de acuerdo a Baseball Info Solutions no haya un equipo que haya aplicado más ajustes defensivos poco ortodoxos que los Rays. Pero no están solos. En la Liga Nacional, los Brewers han empezado a aplicar ajustes defensivos cuando enfrentan a un puñado de bateadores derechos. Su nuevo manager, Ron Roenicke, paso varios años en el staff de coaches de los Angels, junto a Maddon. “Joe y yo solíamos platicar mucho acerca de esto cuando trabajábamos juntos,” asegura Roenicke, “sobre como colocábamos a los defensivos en lugares en los que algunos bateadores jamás enviaban la pelota. Entonces, se trata de colocar a los defensivos en otros lugares. Hay veces que saldrás quemado. Pero si en año completo ves cuántas carreras evitas, eso es lo que consideras antes de hacerlo.” Agárrense, fuerte. Son más las veces que se acierta que las que se falla. Los datos en la computadora, y los videos que vienen con ellos, indican también qué clase de lanzamiento es más probable que un jugador ponga en juego hacia determinado lugar. Aquí se explica que tan fácil es: “Uno mira la gráfica en la pantalla de la computadora y dibuja, con el mouse, un cuadro en el área del campo que quieres ver,” cuenta Brian Jones. “Y cualquier pelota que haya ido hacia ese cuadro tiene la
referencia de qué tipo de lanzamiento fue. Entonces los infielders y los pitchers, todo mundo, está en sincronía.” Ahora imagine ser un bateador. No sólo tiene que lidiar con una defensiva especialmente alineada contra él. Sino que verá una secuencia de lanzamientos diseñada para funcionar específicamente con esas defensivas. Es increíble cómo es que alguien todavía puede conseguir un hit. “Es como si estuvieras jugando futbol americano”, dice Jones. “No vas a alinear a cinco defensivos profundos si el contrario va a correr todo el juego en vez de lanzar. ¿Por qué pondría cuatros safeties del lado izquierdo si el contrario sólo pondrá dos receptores ahí? La respuesta es: No lo haces.” Una manzana (Apple) al día En el principio, existían las cintas. Grandes y torpes cintas de VHS que uno metía a grandes y torpes reproductores. Así era como los jugadores veían videos en tiempos muy lejanos. Eventualmente, algunos pocos equipos avanzados empezaron a editar esas cintas para producir DVD’s personalizados para unos pocos jugadores tecnológicamente alfabetizados. Y mientras los años corrían, más y más jugadores empezaron a cargar computadoras portátiles en su equipaje y así podían ver sus videos en los aviones o en sus habitaciones de hotel. Entonces vino el iPod, un invento que permitió a los jugadores ver cada episodio de Lost y cada lanzamiento contra los Blue Jays con la misma facilidad. Pero la pantalla era más pequeña que la zona de strike de Joe West. Y cargar los videos a cada iPod representaba retos tecnológicos que consumían mucho tiempo. Incluso el iPod tenía sus limitaciones. Entonces, durante años los equipos han usado videos en una forma o en otra. Pero fue hace apenas 16 meses –redoble de tambores-‐ cuando la vida en los cuartos de video, como solíamos conocerla, cambió para siempre. Todo a causa del iPad. “Ahora,” asegura el coach de los Mets Jason Isringhausen, “los chicos cargan toda la información en la palma de su mano. Eso solía estar en cintas de este tamaño.” Extiende sus manos a cerca de tres pies de distancia. Ambos sabemos que los VHS no eran tan grandes (ni siquiera lo eran los reproductores). Pero se entiende la idea.
Gracias al iPad, “ya no se ve a los jugadores leyendo revistas,” dice Brian Jones. “Ahora todos tienen una. Casi se ha vuelto parte del uniforme.” Cuando miras alrededor en un clubhouse en estos días, todo mundo está usando su iPad. Nunca sabremos cuántos de ellos están repasando un video del rival y cuántos están jugando Angry Birds. Pero el iPad ya no es sólo el juguete nuevo. Es también un símbolo de mentalidad del pelotero moderno. “El juego se ha vuelto cada vez más joven,” asegura Jones. “Los pitchers de hoy crecieron con más tecnología en su vida. Antes, los tipos no sabían cómo usarla. Y todavía se ven coaches que no pueden revisar su correo electrónico sin ayuda. “Ahora tenemos chicos de 22 años que apenas conocieron la vida sin iPods. Muchos de ellos apenas saben qué es un CD. Entonces su adaptación a la tecnología, y su poco miedo hacia ella, les permite usar toda esa información de manera más libre y fácil.” Al mismo tiempo, la revolución tecnológica nos ha traído aplicaciones e innovaciones que hacen posible cargar impresionantes cantidades de videos en un iPad, vincularlos a cantidades masivas de datos útiles en millones de manera distintas y le permite a los chicos encontrar todo lo que necesitan, con un toque a la pantalla de su iPad. Derek Lowe cuenta una historia de cuando visitó el cuarto de pesas en un viaje a Colorado, y encontró a Try Tulowitzki viendo videos en su iPad mientras se ejercitaba. El catcher de los Phillies Brian Schneider cuanta que cuando se acuesta en la cama, la noche antes de jugar, hace un repaso rápido del line up del día siguiente y deja que su cerebro lo procese durante toda la noche. Joe Maddon reporta que se despierta cada mañana, se dirige a un Starbucks, abre su iPad, encuentra un correo electrónico con todo lo que necesita saber para reinventar la estrategia para esa noche y para preparar su plan de juego entre sorbos de té. “Esto viene de muy lejos,” dice Jones. “Cuando cargábamos un video en un iPod, decíamos ‘Hambre, sería excelente que la pantalla fuera un poco más grande.’ Ahora el iPad ha cambiado todo. Ya no tenemos que traer a los chicos al cuarto de videos para ver las computadoras. El iPad se va con ellos cuando se marchan. Puedes ver a los tipos en el elevador del hotel y lo único que cargan es su iPad. Se ha convertido en una especie de cartera.”
Barry Zito viendo videos en el clubhouse de los A's, hace siglos, en 2004 Foto: Michael Zagaris/Getty Images
Tiempo de quemar “el libro” En el principio, estábamos seguros de había información. Era absorbida y se pasaba de la misma manera en la que lo hacían los hombres de las cavernas: vía ocular y vía oral. ¿Cómo era posible que esto llevara a alguien a cualquier lado? “Cuando llegué por primera vez,” cuenta Lowe, “sólo tenías tus ojos. Tenías que hablar con el tipo que había lanzado antes que tú o con el catcher y tratar de usar esa información. Creo que tenías que ver más el juego. Ahora, es interminable. Algunas veces es tanta la información disponible que si no la usas de manera razonable, puede convertirse en algo negativo”. Bueno, él tiene razón hasta cierto punto. Si no sabes lo que estás buscando o no pones atención, la Era de la Información no funciona para ti, a excepción de algún accidente. Pero en el panorama general, todos esos escépticos que piensan que el efecto de toda esta información es exagerado, necesitan seriamente ajustar sus antenas de conejo. Si se usa de manera inteligente, la información funciona. Punto. Si pones suficientes defensores en los lugares en los que los bateadores mandan la pelota más frecuentemente, más pelotas serán atrapadas. Si lanzas suficientes pitchadas de calidad, en secuencias impredecibles, en lugares en los que los bateadores tienen el menor rango de éxito, menos pelotas serán bateadas con fuerza. Reflexione esto de nuevo. Si se usa de manera inteligente, ¿hay algún argumento de que la forma en la que esta información se aplica ‘puede llegar a ser negativa’? Regresemos con Ryan Howard. Hace cinco años el bateó .313 de promedio, .425 de porcentaje de embasamiento (OBP) y .656 de slugging, para un 1.084 de embasamiento más slugging (OPS). Pero a medida que la información fluyó –mostrando cuáles pitchadas conectaba, a cuáles no podía pegarles y hacia dónde mandaba la pelota con más frecuencia, ¿qué fue lo pasó?
Él ve ahora la menor cantidad de rectas que cualquier otro jugador de beisbol. Además, ve menos rectas en ‘cuenta de recta’ que cualquier otro jugador. Y sólo media docena de jugadores se ven forzados a batear contra tantos ajustes defensivos con él lo hace. ¿Qué efecto ha tenido esto en él? Sus números actuales: .251 de porcentaje, .341 de OBP, .481 de slugging, con .822 de OPS. Eso, por si solo cuenta una gran parte de la historia. Pero hay más. Su porcentaje de bateo en rolas y líneas cortas en los dos últimos años es de apenas .197 contra “el ajuste defensivo”, pero de .278 si no lo hay. En un año, cuando los Phillies llevaron la cuenta toda la temporada, contaron que perdió entre 35 y 40 hits legítimos por culpa del “ajuste defensivo”. Entonces, ¿me puede repetir cuál es la evidencia de que la información no funciona? Equipos con más “ajustes defensivos” Rays, 369; Indians, 249; Mets, 179; Blue Jays, 167 y Brewers, 154. Eso nos hace pensar en por qué no más equipos desarrollan defensivas como lo hacen los Rays. Ellos emplean tantos ajustes únicos para tantos bateadores que en las últimas dos temporadas sus ajustes defensivos han capturado 120 rolas más que cualquier otro equipo en el beisbol, de acuerdo a Baseball Info Solutions. ¿Cree que es un golpe de suerte que también hayan evitado más carreras que cualquier otro equipo? Este año han evitado 62 carreras, según el reporte de Baseball Info Solutions. El equipo que más se les acerca, los Angels, tiene 34. Entonces, ¿por qué no más equipos no tienen el mismo enfoque defensivo que tienen los Rays? Porque algunos equipos están atrapados en el túnel del tiempo, esa es la razón. “Hay que estar dispuesto a usar la información,” asegura Maddon. “Hay información activa e información pasiva. Sé que hay otros equipos recibiendo montones de buena información. Pero entonces, ¿eres capaz de utilizarla durante un juego? ¿Estás dispuesto a utilizarla durante un juego, o incluso, antes de un juego? “Hay mucha gente de la vieja escuela que no están dispuestos a ir en esa dirección, y no creo que ellos en verdad tengan una razón para no hacerlo. Francamente no entiendo por qué no cada equipo quisiera hacerlo, porque la información está ahí. “Supongo que depende de la filosofía de cada organización. ¿Te sientes cómodo con el azar, con la aproximación del ‘creo que esto va a
funcionar’ o la de ‘así se hacía en 1987 y funcionaba’? Si lo estás, está bien.” Pero si lo estás, formas parte de una especie en peligro de extinción. Y si todavía sigues dirigiendo estrictamente apegado al “libro”, porque así era como Connie Mack lo hacía, ahora sabemos, de manera concluyente, que estás usando el libro equivocado. “’El libro’ es algo que debe ser leído y puede ser leído,” dice Maddon, “pero no ser tomado de manera literal como ha sido tomado durante muchos años. Después de todo, ‘el libro’ ha sido trasmitido de boca en boca. Y como la mayoría de las cosas que se trasmiten así, muchas cosas se pierden en la traducción. Y más allá de eso, cuando se inventó esa forma de comunicación, haya sido en el año que haya sido, toda esta información no estaba disponible.” Pero está disponible ahora –eminentemente disponible-‐ para cada equipo en el beisbol. Y cada vez más equipos la usan de manera extensiva. Los equipos que la usan deben entender que todavía hay seres humanos involucrados en el proceso. “No puedes ser un esclavo de los datos,” asegura Bryan Price, coach de pitcheo de los Cincinnati Reds. “No puedes exagerar.” Y por sobre todas las cosas, él sabe que aún se está a merced de cómo los jugadores usen lo que aprenden. Un mal lanzamiento sigue siendo un mal lanzamiento –y el iPad no es quien lo lanza. “No puedes vivir con un buen plan que no es ejecutado,” dice Price. “Pero es mucho más difícil tener un mal plan, o no tener plan. Una cosa que le debemos a tener tanta información ahí afuera ahora es que no hay manera de que alguien salga al campo sin un plan.” Y eso, amigos, son desastrosas noticias para los bateadores. Siempre habrá bateadores grandiosos que se eleven por encima de los tortuosos planes que se forman para detenerlos. Siempre habrá grandiosos atletas con los cuales no exista manera segura de lanzarles o defenderles. Pero para el resto de las especies, la Era de la Información es la peor cosa que les ha pasado desde los exámenes antidoping. “Si un pitcher puede ejecutar lo que intenta con un bateador,” asegura Brian Jones, “y sabe exactamente en dónde tiene problemas cada rival, hay veces que siento lástima por los bateadores. “Si tus fortalezas concuerdan con sus debilidades y puedes ejecutar, el bateador virtualmente no tiene oportunidad.” Desafortunadamente para los bateadores, donde quiera que estén, el tipo tiene “la información” que prueba lo que dice.