Prólogo El ser humano puede ser estudiado en los libros de psicología, antropología, medicina, sociología, economía, educación, historia, paleontología... y en las artes, una manifestación humana que transmite su sentir, su pensar, su obrar. Las obras de arte activan emociones estéticas, producen una proyección psicológica. La tragedia en el arte nos aproxima la complejidad del ser humano. La ira, la violencia, en el arte propician tomar conciencia del atractivo que tienen. Artes que desbordan la definición, el concepto, lo tangible. Un trazo, un gesto, una voz, un acorde, una rima, un edificio, una imagen, un silencio. Este libro no tiene más mérito y riesgo que el de elegir temas, seleccionar obras, e intentar en breves palabras no resumirlas, pero sí reseñarlas. Texto por tanto fácilmente criticable, que humildemente busca ser un incompleto catálogo, desde la convicción de que quien lo lea o consulte es una persona culta, sensible, imaginativa, que sabrá disculpar, completar, corregir y aún agradecer, no a este recopilador, a este cronista de la psicología en las artes, sino a quienes nos legaron obras que buscan acercar a ese ser único, vulnerable, contradictorio, tierno, que es el ser humano.