Lengua 4 ESO

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LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA José Antonio Martínez Jiménez, Francisco Muñoz Marquina y Miguel Ángel Sarrión Mora

Las actividades de este libro deben ser realizadas por el alumno en un cuaderno. En ningún caso deben realizarse en el mismo libro.


Diseño interior: RAG Diseño de cubierta: Sergio Ramírez Imágenes: Dreamstime y Archivo Akal

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© José Antonio Martínez Jiménez, Francisco Muñoz Marquina y Miguel Ángel Sarrión Mora, 2012 © Ediciones Akal, S. A., 2012 Sector Foresta, 1 28760 Tres Cantos Madrid - España Tel.: 918 061 996 Fax: 918 044 028 www.akaleducacion.com www.akal.com ISBN de Obra completa: 978-84-460-3508-4 ISBN de este volumen: 978-84-460-3491-9 Depósito legal: M-14.516-2012 Impreso en Lavel, S. A. Humanes (Madrid)


¿Cómo es este libro?

BLOQUE I

Estudio de la lengua Los temas de Lengua española parten de una Exposición teórica en la que se explican de manera ordenada y rigurosa los contenidos. De estos contenidos se ofrece al final un Esquema que te servirá como síntesis de los mismos. A continuación, encontrarás una serie de Ejercicios de aplicación. En la última sección, te explicamos algunas normas sobre el Uso del idioma, que quedan ilustradas con otro conjunto de ejercicios.

BLOQUE II

Comunicación y Técnicas de trabajo Comenzaremos con un Texto inicial sobre el que se hacen unas preguntas (Piensa y responde) para que inicies con ellas la comprensión de los contenidos que se exponen después. Se presenta luego a doble página la Exposición teórica y las Actividades y ejercicios prácticos relacionados con esos contenidos. Las dos páginas finales se reservan para las Técnicas de trabajo y un Esquema de los contenidos del tema.

BLOQUE III

Literatura Los temas de Literatura comienzan también con un Texto inicial sobre el dirigenuna unaserie seriedede que se dirige preguntas; se trata generalmente de un texto de literatura extranjera, pero perteneciente a la misma época de la que tratará la exposición de contenidos. La Exposición teórica finaliza con un Esquema de contenidos y queda ilustrada con diferentes Textos para comentario sobre los que, también a doble página, se proponen pautas de comentario y otras actividades.


VOLUMEN 1 TEMA 1 La sintaxis de la

Estudio de la lengua Comunicación Técnicas de trabajo y

Literatura

TEMA 3

TEMA 4

Las oraciones subordinadas. Oraciones

1. Unidades sintácticas y funciones 2. Clases de unidades sintácticas 3. Grupos 4. La estructura del grupo verbal 5. Las oraciones. Tipos

oraciones coordinadas.

subordinadas adjetivas

Uso del idioma

Uso del idioma

Uso del idioma

Uso del idioma

Uso del idioma

Puntuación. • Los paréntesis • Los corchetes

Puntuación. • Las comillas

Puntuación. • La raya

Puntuación. • El guion

División de las palabras al final de renglón.

Los signos en la

Las funciones del

La exposición

Textos expositivos no

La argumentación

comunicación

lenguaje

académicos

1. ¿Qué es una 1. Definición de signo. 1. El proceso de exposición? 1. La carta. Tipos de signos. comunicación. 2. Características de los 2. E l informe. 2. La estructura del 2. Algunas precisiones textos expositivos. 3. Otros textos signo. sobre los elementos 3. Estructura de los textos exposititos. 3. El signo lingüístico. de la expositivos. comunicación. 3. Las funciones del lenguaje.

1. ¿Qué es una argumentación? 2. Elementos de la argumentación. 3. Los argumentos.

Técnicas de trabajo

Técnicas de trabajo

Técnicas de trabajo

Técnicas de trabajo

Técnicas de trabajo

Los trabajos académicos. Fases de elaboración.

Fuentes de documentación.

La consulta de estudios y manuales. Los índices.

Documentos en CD-Rom y bases de datos.

Internet.

La literatura del siglo xix: el Romanticismo

La literatura del siglo xix:

Modernismo y generación del 98

Novecentismo y

La generación del 27

vanguardias

el realismo

1. La primera mitad del siglo xix. 2. El Romanticismo. 3. El Romanticismo español. 4. La poesía romántica. 5. La prosa romántica. 6. El teatro romántico.

y el naturalismo

1. El mundo a principios del siglo xx. 2. Modernismo y generación del 98. 3. La poesía de principios del siglo xx. 4. La prosa de principios del siglo xx. 5. El teatro de principios del siglo xx.

1. El mundo después de la Primera Guerra Mundial. 2. El novecentismo. 3. Las vanguardias europeas y su desarrollo en España. 4. La prosa de la época. 5. La poesía de la época. 6. El teatro español de la época.

1. De la depresión económica a la Segunda Guerra Mundial. 2. El surrealismo. 3. La poesía española durante los años veinte y treinta. La generación del 27. 4. La prosa durante los años veinte y treinta. 5. El teatro de la época.

La yuxtaposición 1. Relaciones entre unidades sintácticas: coordinación y subordinación 2. Oraciones simples y oraciones compuestas 3. Clases de oraciones coordinadas 4. La yuxtaposición

1. La segunda mitad del siglo xix. 2. El realismo y el naturalismo. 3. El realismo y el naturalismo en España. 4. Benito Pérez Galdós. 5. Leopoldo Alas, Clarín.

La subordinación

TEMA 5

Coordinación y subordinación. Las

oración simple

4

TEMA 2

VOLU sustantiva

1. Las oraciones 1. Estructura de la subordinadas oración compuesta por sustantivas subordinación 2. Clases de oraciones 2. Tipos de oraciones subordinadas subordinadas sustantivas 3. Oraciones 3. Funciones de las subordinadas adjetivas oraciones subordinadas sustantivas

Subordinadas comparativas y consecutivas. Subordinadas adverbiales de lugar, de tiempo y de modo

1. Oraciones subordinadas comparativas y consecutivas 2. La subordinación adverbial. Subordinadas adverbiales propias


MEN 2 TEMA 6 Subordinadas causales, finales, condicionales y concesivas. Subordinadas de gerundio

VOLUMEN 3 TEMA 7

TEMA 8

El significado

El texto. Los conectores

1. Subordinadas causales 2. Subordinadas finales 3. Subordinadas condicionales 4. Subordinadas concesivas 5. Subordinadas adverbiales de gerundio

1. Significado y referente 2. Significado léxico y significado gramatical 3. El significado léxico 4. Las relaciones de significado 5. El significado y el contexto

del discurso

Uso del idioma

TEMA 9

TEMA 10

Formación del léxico castellano. Voces

El castellano actual. El español de América

1. El texto 2. Las propiedades del texto

patrimoniales

1. El castellano actual: sus dialectos 2. Los dialectos meridionales: el andaluz y el canario 3. Los dialectos de transición: el extremeño y el murciano 4. El español de América 5. Otras variedades del castellano

Uso del idioma

Uso del idioma

Uso del idioma

Uso del idioma

Concordancia (I).

Concordancia (II).

Concordancia (III).

El orden de palabras (I).

El orden de palabras (II).

El ensayo y otros textos

Los géneros de opinión en la La radio

La televisión

La publicidad

argumentativos

prensa escrita

1. El ensayo. 2. Textos argumentativos en la vida social.

1. La opinión en la prensa. 2. El editorial. 3. El artículo de fondo. 4. La columna. 5. La crítica. 6. Las cartas al director.

1. La televisión como medio de comunicación. 2. Elementos de la comunicación televisiva. 3. El lenguaje de la televisión. 4. El castellano en la televisión.

1. La publicidad como forma de comunicación social. 2. El proceso de comunicación publicitaria. 3. La forma de los mensajes: texto e imagen. 4. El contenido de los mensajes. Los tópicos publicitarios.

Técnicas de trabajo

Técnicas de trabajo

La exposición oral.

El trabajo monográfico.

La literatura española de

La literatura del medio siglo: el realismo social

La renovación formal de

1. La época de la Guerra Fría. 2. El realismo social. 3. La novela. 4. La poesía. 5. El teatro.

1. Los años sesenta. 2. La crisis del realismo social. 3. La poesía. 4. La novela. 5. El teatro.

posguerra

1. La radio como medio de comunicación social. 2. Elementos de la comunicación radiofónica. 3. La programación. Géneros radiofónicos.

1. El origen del léxico castellano. Voces patrimoniales 2. Procedimientos de creación léxica 3. Los cambios semánticos

Técnicas de trabajo Técnicas de trabajo La reseña de una lectura. El comentario de textos literarios.

los años sesenta

Técnicas de trabajo Presentación de trabajos escritos. Uso del procesador de textos.

La literatura española La literatura desde 1975 hispanoamericana del siglo xx

1. La Segunda Guerra Mundial y la posguerra. 2. La literatura del exilio. 3. La literatura de la España de la posguerra.

1. El mundo y España desde los años 1. Breve apunte histórico. setenta. 2. L a poesía 2. La literatura hispanoamericana del española desde siglo xx. 1975. 3. La narrativa 3. La poesía. hispanoamericana del 4. La narrativa. siglo xx. 5. El teatro.

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1 La sintaxis de la oración simple

Unidades sintácticas y funciones

1

Si la morfología es la parte de la gramática que estudia la estructura de las palabras, la sintaxis se ocupa de explicar cómo, uniendo unas palabras con otras, construimos unidades sintácticas más amplias: grupos y oraciones. Como ya se estudió el curso pasado, estas unidades sintácticas pueden clasificarse —atendiendo a su estructura, a su forma y a sus propiedades combinatorias— en diferentes clases. Así, por ejemplo, decimos que la palabra música pertenece a la clase «sustantivo», y que la secuencia la música clásica es un «grupo nominal». Al combinar unas unidades sintácticas con otras para crear los enunciados con que nos comunicamos, lo que hacemos es establecer entre esas unidades unas relaciones de dependencia determinadas: dichas relaciones se denominan funciones sintácticas. Por ejemplo, en Jesús escucha música clásica, el grupo nominal música clásica realiza la función de complemento directo del verbo escucha. Es muy importante no confundir la clase a la que pertenece una determinada unidad sintáctica (música clásica es un GN) con la función que desempeñe esa unidad dentro de otra mayor (música clásica funciona como CD de escucha). De igual forma, si se pregunta, por ejemplo, a qué clase de palabras pertenece esta en la oración No saldré esta tarde, diremos que es un determinativo demostrativo; y si se nos pregunta qué función sintáctica desempeña, contestaremos que determinante de tarde. Asimismo, distinguiremos la clase de unidad sintáctica a la que pertenece esta tarde, grupo nominal, de su función, complemento circunstancial de tiempo.

2

Clases de unidades sintácticas

Existen dos clases generales de unidades sintácticas: a) Simples. No pueden ser divididas en unidades más pequeñas. Las unidades sintácticas simples son las palabras y las locuciones.

Piet Mondrian, Cuadro I. Rijksmuseum Kröller-Müller, Otterlo.

• Palabras. Se distinguen las clases de palabras variables de las invariables. Son variables los sustantivos, los adjetivos, los determinativos, los pronombres y los verbos; son invariables los adverbios, las preposiciones, las conjunciones y las interjecciones.

• Locuciones. Son secuencias de palabras que, aunque se escriben separadas, forman una unidad indivisible desde el punto de vista sintáctico y semántico; es decir, cumplen, como si fueran una sola palabra, una única función dentro de la unidad a la que pertenecen y poseen un significado unitario que no se obtiene a partir de sus componentes. Hay varios tipos de locuciones:

– Locuciones nominales: equivalen a un sustantivo. Ejemplos: paso de cebra, tocino de cielo.

– Locuciones verbales: equivalen a un verbo. Ejemplos: salir de dudas, echar de menos.


– Locuciones adverbiales: equivalen a un adverbio. Ejemplos: a menudo, de repente.

– Locuciones preposicionales: equivalen a una preposición. Ejemplos: a través de, gracias a.

– Locuciones conjuntivas: equivalen a una conjunción. Ejemplos: a pesar de que, puesto que.

– Locuciones interjectivas: equivalen a una interjección. Ejemplos: ¡cómo no!, ¡ahí va!

b) Complejas. Sí pueden ser divididas en unidades más pequeñas, las cuales se relacionan entre sí formando una estructura (esto es, una red de relaciones sintácticas). Las unidades sintácticas complejas son los grupos y las oraciones.

3

Grupos

Son unidades que desempeñan de modo unitario una función sintáctica y que están constituidas básicamente por dos tipos de componentes: el núcleo, que aporta la significación fundamental y determina el carácter del grupo (si es un nombre, el grupo será nominal; si es un verbo, será verbal...), y los modificadores, que precisan el significado del núcleo y están subordinados a él. Los tipos de grupos son los siguientes: • Grupo nominal (GN). Su núcleo (N) es un sustantivo o un elemento equivalente (un pronombre o cualquier unidad sustantivada), el cual, como modificadores, puede llevar determinantes (Det) y complementos del nombre (CN). La estructura del GN se puede representar así:

«Un entretenido libro de aventuras».

GN Función

(Det)

(CN)

N

(CN)

Adjetivo (o GAdj)

Sustantivo

Adjetivo (o GAdj) Sustantivo (o GN) en aposición GPrep

entretenido

libro

de aventuras

Determinativo Unidades que la desempeñan un

• Grupo adjetival (GAdj). Su núcleo es un adjetivo, el cual puede llevar dos tipos de modificadores: cuantificador (Cuant) y complemento del adjetivo (CAdj). La estructura del GAdj se puede representar así: GAdj Función Unidades que la desempeñan

(Cuant) Adverbio de cantidad (o GAdv) muy

N

(CAdj)

Adjetivo

GPrep

simpático

con la gente

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• Grupo adverbial (GAdv). Su núcleo es un adverbio, del que dependen dos tipos de modificadores: cuantificador (Cuant) y complemento del adverbio (CAdv). La estructura del GAdv se puede representar así: GAdv Función Unidades que la desempeñan

(Cuant)

N

(CAdv)

Adverbio de cantidad (o GAdv)

Adjetivo

GPrep

bastante

lejos

del barrio

• Grupo preposicional (GPrep). Es un grupo especial, cuyos componentes desempeñan siempre dos funciones: enlace y término. La estructura del GPrep se puede representar así: GPrep Función Unidades que la desempeñan

Enlace

Término

Preposición

Sustantivo (o GN)

sin

trabajo

«Sin trabajo». Viñeta de Plantu.

• Grupo verbal (GV). Presenta una estructura muy diversa y mucho más compleja que los demás grupos; sin embargo, como en los otros casos, en general está constituido por un núcleo, que es un verbo, y diferentes tipos de modificadores. Lo analizaremos en el apartado siguiente. Hay que recordar dos cuestiones sobre las relaciones entre grupos sintácticos (y que, en realidad, se pueden aplicar a las unidades sintácticas en general, tal y como se verá en el próximo tema): a) Una propiedad de los grupos es la recursividad: un grupo puede estar incluido (es decir, subordinado) dentro de otro, que, a su vez, es posible que quede integrado en un tercero; y así sucesivamente. Ejemplo:

El peligroso uso de la energía nuclear GAdj GAdj GN GPrep

GN b) L os grupos pueden unirse y desempeñar conjuntamente una función sintáctica: se dice entonces que están coordinados. Así, en El piano y el violín son instrumentos musicales de cuerda, la función de sujeto está desempeñada por un grupo sintáctico compuesto por dos grupos nominales unidos por la conjunción y:

El piano y el violín son instrumentos musicales de cuerda GN GN Suj (grupo compuesto por coordinación de dos GN)

«El piano y el violín son instrumentos musicales de cuerda».

8

Es importante tener en cuenta que los grupos coordinados realizan unitariamente una única función. De esta manera, es incorrecto decir, por ejemplo, que en Hoy he comido una ensalada y dos rodajas de merluza hay dos complementos directos (uno una ensalada y otro dos rodajas de merluza): tan solo hay una función de complemento directo, desempeñada aquí por un grupo sintáctico en el que se coordinan dos grupos nominales.


Tema

4

1

La estructura del grupo verbal

Como se ha señalado antes, la estructura del grupo verbal, aunque más diversa y compleja que la de los otros grupos, está constituida igualmente por dos funciones: el núcleo y los modificadores.

4.1. El núcleo del grupo verbal El núcleo del grupo verbal siempre es un verbo, el cual puede presentar distintas formas: • Forma verbal simple: No le eches más azúcar al café. • Forma verbal compuesta: ¿Le has echado ya azúcar al café? • Locución verbal: En vacaciones echo de menos a mis compañeros. • Perífrasis verbal: De pronto el niño se echó a llorar.

Las perífrasis verbales. Clasificación Según se analizó ya el curso anterior, una perífrasis verbal está constituida por un verbo auxiliar (es decir, un verbo que carece de significado léxico) y una forma verbal no personal (infinitivo, gerundio o participio); entre ambos, puede aparecer una conjunción o una preposición como enlace. Atendiendo al significado, las perífrasis verbales se clasifican en dos grandes tipos: aspectuales y modales. a) Perífrasis aspectuales: informan del desarrollo de la acción verbal; más concretamente, señalan un momento de la acción del verbo. Se distinguen las siguientes perífrasis aspectuales:

• Ingresivas e incoativas: la acción verbal va a iniciarse o está en sus inicios. Ejemplos: – Ir a + infinitivo: Hoy voy a disfrutar mucho. – Pasar a + infinitivo: Paso a contarte lo ocurrido. – Estar a punto de + infinitivo: Estoy a punto de perder la paciencia. – Echarse a + infinitivo: Se echó a reír de pronto. – Ponerse a + infinitivo: Las bailarinas se pusieron a danzar. – Romper a + infinitivo: Rompió a llorar al vernos. – Empezar a + infinitivo: Empieza a hervir el agua. – Comenzar a + infinitivo: El público comenzó a aplaudir. – Soltarse a + infinitivo: Mi sobrino se soltó a andar a los diez meses.

«Las bailarinas se pusieron a danzar». Bailarina basculando, de Edgar Degas.

• Durativas: la acción verbal está en su pleno desarrollo. Ejemplos: – Estar + gerundio: Está estudiando bastante este año. – Andar + gerundio: Anda chismorreando todo el día. – Seguir + gerundio: Sigue lloviendo todavía. – Llevar + gerundio: El niño lleva llorando una hora. – Venir + gerundio: Ese problema viene planteándose todos los años.

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• Terminativas: la acción verbal ya ha finalizado. Ejemplos: – Estar + participio: Ya está hecho. – Llevar + participio: Llevo hechos diez ejercicios en media hora. – Dejar + participio: Me ha dejado dicho que comprara yo el pan. – Tener + participio: Tengo leído el libro desde hace varios días.

• Reiterativas: la acción verbal se repite. Ejemplos: – Volver a + infinitivo: Otra vez vuelven a subir los precios.

b) Perífrasis modales: informan de la actitud del hablante ante la acción verbal. Hay dos tipos de perífrasis modales: «Hay que comprar menos». Viñeta de Forges.

• De obligación: el hablante presenta la acción como obligatoria. Ejemplos: – Tener que + infinitivo: Tengo que fijarme más. – Deber + infinitivo: Debes ser más puntual. – Haber de + infinitivo: He de salir antes hoy. – Haber que + infinitivo: Hay que comprar menos. • De probabilidad: el hablante presenta la acción como probable. Ejemplos: – Deber de + infinitivo: Deben de ser sus primos. – Poder + infinitivo: Así podré dormir tranquilo. – Venir a + infinitivo: Viene a costar unos diez euros.

4.2. L os modificadores del grupo verbal: complementos del verbo El núcleo del grupo verbal suele ir acompañado de elementos modificadores que lo complementan y precisan su significado: son los complementos del verbo. Los complementos del verbo desempeñan diferentes funciones, dependiendo del carácter del verbo y del tipo de predicado. Estas funciones son las siguientes: atributo (Atr), complemento directo (CD), complemento indirecto (CI), complemento de régimen (CR), complemento circunstancial (CC), complemento predicativo (CPred) y complemento agente (CAg). Todos estos complementos se agrupan en dos clases: a) L os argumentos: son exigidos por el significado del verbo. Por ejemplo, en He saludado hoy al vecino, he saludado exige la presencia del complemento al vecino; no se puede prescindir de él y decir *He saludado hoy. Si a veces un complemento argumental se omite es porque queda sobrentendido: Recoged (vuestras cosas). b) L os adjuntos: no son exigidos por el verbo. Por ejemplo, en He saludado hoy al vecino, el complemento hoy no es pedido por el verbo; se puede suprimir y decir He saludado al vecino.

«Viene a costar unos diez euros».

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Se consideran argumentos el CD, el CR, algunos CI y ciertos complementos que significan lugar. Son adjuntos los CC y algunos CI; desde el punto de vista sintáctico también se incluye en los adjuntos el CAg. Aunque tienen un carácter especial, puede afirmarse que son necesarios los atributos y algunos CPred.


Tema

1

Las características de estas funciones quedan resumidas en el siguiente esquema: COMPLEMENTOS DEL VERBO CARACTERÍSTICAS • Generalmente, es un GAdj o un GN. • Aparece solo con los verbos copulativos (ser, estar, parecer). ATRIBUTO

• Aporta el significado léxico del predicado. • Normalmente, concuerda con el sujeto en género y número. • Puede ser sustituido por el pronombre neutro lo. • GN o GPrep con la preposición a.

COMPLEMENTO DIRECTO

• No concuerda con el verbo. • Puede ser sustituido por los pronombres personales lo, la, los, las. • En la oración pasiva correspondiente, pasa a ser el sujeto.

COMPLEMENTO INDIRECTO

• GPrep con la preposición a. • Puede ser sustituido por los pronombres personales le, les. • En la oración pasiva correspondiente no pasa a ser el sujeto; se mantiene como CI. • GAdv, GPrep o GN.

COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL

• Puede tener diversos significados: lugar, tiempo, modo, cantidad, instrumento, compañía, causa, finalidad... • No está exigido por el verbo: puede omitirse. • No concuerda con ningún otro elemento de la oración. • GPrep con una preposición determinada. • Está exigido por el verbo.

COMPLEMENTO DE RÉGIMEN

• Solo puede sustituirse por pronombres tónicos que lleven delante la preposición exigida por el verbo. • No pasa a ser sujeto en la oración pasiva correspondiente. • No puede ser sustituido por un adverbio. • Generalmente, es un GAdj.

COMPLEMENTO PREDICATIVO

• Concuerda en género y número con el Suj o con el CD. • Aparece con verbos predicativos. • No desaparece de la oración aunque el nombre al que se refiere se sustituya por un pronombre. • GPrep con la preposición por.

COMPLEMENTO AGENTE

• Solo aparece en las construcciones pasivas. • Designa el agente de la acción del verbo. • En la oración activa correspondiente, pasa a ser el Suj.

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5

Las oraciones. Tipos

Las oraciones son unidades sintácticas superiores a los grupos en cuya estructura encontramos dos funciones: un sujeto y un predicado. La función de predicado la desempeña un grupo verbal, y la de sujeto normalmente la realiza un grupo nominal. La estructura de la oración puede representarse así: Oración Sujeto

Predicado

Grupo nominal

Grupo verbal

El perro del vecino

ladra constantemente

Función Unidades que la desempeñan

Las oraciones se pueden clasificar según diferentes criterios: atendiendo a su sujeto, atendiendo a la estructura de su predicado y atendiendo a su modalidad.

5.1. Clasificación de las oraciones según el sujeto El sujeto y el predicado mantienen una relación de interdependencia que se manifiesta en la concordancia: el núcleo del GV ha de concordar en número y persona con el núcleo del GN sujeto. Ejemplo: Nosotros siempre llegamos tarde.

1.ª p. plural

1.ª p. plural

No obstante, frecuentemente, en la oración no aparece ningún GN que desempeñe la función de sujeto, esto es, la oración carece de un sujeto expreso, aunque podría llevarlo; se dice entonces que su sujeto está omitido. Ejemplo: Siempre llegamos tarde. Sujeto omitido: Nosotros Muy diferente es el caso de las oraciones impersonales: en ellas no es que el sujeto esté omitido, sino que el verbo no admite ningún grupo en función de sujeto. Hay varios tipos de oraciones impersonales: • Impersonales con un verbo que designa un fenómeno meteorológico, como llover, nevar, granizar... Ejemplo: En estos momentos llueve torrencialmente. • Impersonales con verbos conjugados en 3.ª persona del plural en la que no puede haber un sujeto expreso, pues se entiende un sujeto no específico ni definido que alude a personas. Ejemplo: Dicen muchas mentiras. • Impersonales reflejas, que se construyen con el pronombre se + un verbo. Ejemplo: Se piensa demasiado en el dinero. • Impersonales con los verbos haber, hacer, ser. Ejemplos: Hoy hace buen tiempo.

5.2. C lasificación de las oraciones según la estructura del predicado «... llueve torrencialmente», fotograma de la película Cantando bajo la lluvia, de Gene Kelly, 1952.

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El verbo, núcleo del grupo verbal, es el elemento que determina la estructura del predicado: si puede aparecer o no un sujeto, si habrá un atributo, si es necesario un complemento directo...


Tema

1

La estructura del predicado permite clasificar las oraciones en dos grandes grupos: copulativas (el grupo verbal, cuyo núcleo es un verbo copulativo —ser, estar o parecer—, desempeña la función de predicado nominal, en el que es necesaria la presencia de un atributo) y predicativas (el grupo verbal desempeña la función de predicado verbal y su núcleo es un verbo predicativo). Dentro de las oraciones predicativas se distinguen las transitivas (el GV lleva un CD) de las intransitivas (no llevan CD); tanto unas como otras se pueden presentar en construcción pronominal (esto es, con uno de los pronombres me, te, nos, os o se designando a la misma persona que el sujeto). Finalmente, hay que diferenciar las oraciones activas de las pasivas; y dentro de estas, las pasivas perifrásticas (con el verbo ser) de las pasivas reflejas (constituidas por el pronombre se y un verbo en forma activa). Todas estas clases de oraciones quedan recogidas en el siguiente cuadro:

El libro es interesante María está cansada Luis parece enfadado

COPULATIVAS

NO PRONOMINALES Antonio barre la casa TRANSITIVAS

PRONOMINALES (REFLEXIVAS)

Luis se afeita Juan se lava las manos

PREDICATIVAS NO PRONOMINALES Juan siempre llega tarde

PASIVA PERIFRÁSTICA Los árboles fueron podados

INTRANSITIVAS PRONOMINALES

Miguel se levanta temprano

ACTIVAS

PASIVA REFLEJA Se han vendido todas las entradas PASIVAS

5.2.1. Usos predicativos de los verbos ser, estar y parecer Hay oraciones en las que los verbos ser, estar y parecer sí tienen significado léxico y no llevan atributo; se dice entonces que están empleados como verbos predicativos. Ejemplos: El accidente fue en la autovía. Ahora está en el jardín. Los dos hermanos se parecen a su padre. En estas tres oraciones observamos que los verbos aportan información léxica: fue equivale a ‘sucedió’ (El accidente sucedió en la autovía), está viene a significar ‘se encuentra’ (Ahora se encuentra en el jardín) y se parecen expresa una idea similar a ‘se asemejan’ (Los dos hermanos se asemejan a su padre). Por eso ninguno de estos verbos aparece acompañado de un atributo: en la autovía y en el jardín son complementos circunstanciales de lugar, y a su padre es complemento indirecto. Se trata, pues, de usos predicativos de verbos habitualmente copulativos.

«Ahora está en el jardín».

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5.2.2. Las oraciones semicopulativas De la misma manera que los verbos copulativos tienen usos predicativos, algunos verbos predicativos pueden emplearse de forma muy semejante a los copulativos: pierden parte de su significado léxico y sirven de unión entre un sujeto y un elemento que concuerda con el sujeto y al cual califica. Ejemplos: Los pantalones te quedan cortos. Me encuentro cansada. El niño se puso pesado. En estas tres oraciones los verbos han perdido buena parte de su significado original y, de hecho, pueden ser fácilmente sustituidos por verbos copulativos: Los pantalones te están cortos, Estoy cansada, El niño estuvo pesado. Asimismo, son verbos que unen al sujeto un elemento que concuerda con él y lo califica. Este elemento es similar al atributo, ya que es imprescindible en la oración: *Los pantalones te quedan, *Me encuentro, *El niño se puso. De todos modos, como este elemento no puede ser sustituido por lo (algo que sí sucede con el atributo), lo consideraremos un complemento predicativo. «Me encuentro cansada».

5.3. Clasificación de las oraciones según la modalidad La modalidad de la oración es la manera determinada de expresar su contenido, la cual depende de la actitud e intención del hablante. Según su modalidad, las oraciones se clasifican de la siguiente forma: • Declarativas o enunciativas: expresan el contenido oracional como algo real y objetivo. Ejemplos: Esta Semana Santa ha llovido mucho. • Interrogativas: solicitan del oyente una determinada información. Según sea esta información que se solicita, se distinguen dos tipos de interrogativas:

– Parciales: el hablante pregunta por algún elemento de la oración. Ejemplos: ¿Quiénes son los responsables de la crisis económica? La respuesta a las interrogativas parciales nunca puede ser —Sí o —No.

– Totales: el hablante pregunta sobre el predicado, en general, y sobre la veracidad de la relación entre sujeto y predicado. Ejemplos: ¿Han sido los bancos los responsables de la crisis económica? La respuesta a las interrogativas totales puede ser —Sí o —No.

• Exclamativas: expresan sentimientos o emociones del hablante. Ejemplo: ¡Ya está bien de que siempre paguen los mismos! • Imperativas: expresan un mandato, una orden o una indicación para que el hablante realice una determinada acción. Ejemplo: Sube esa persiana. «¿Quiénes son los responsables de la crisis económica?». Cartel del documental Inside Job, de Charles Ferguson, 2010.

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• Desiderativas: expresan deseos del hablante. Ejemplo: Ojalá pagaran los bancos la crisis económica. • Dubitativas: expresan algo como dudoso o posible. Ejemplo: Probablemente se produzca otra vez un accidente nuclear.


{

Esquema

d e co n t e n i d o s

{{ {

Palabras Simples Locuciones

Sustantivo Adjetivo Determinativo Pronombre Verbo

{{ {

Adverbio Preposición Conjunción Interjección

Nominal Verbal Adverbial Preposicional Conjuntiva Interjectiva

Nominal Adjetival Unidades Grupos Adverbial sintácticas Preposicional Verbal Expreso Con sujeto Según el sujeto Omitido Complejas Impersonales

{

Oraciones Según el predicado

{

{

Según la modalidad

{

{

Aspectuales Perífrasis verbales Modales

{

«Voy a fumar...». Quappi de rosa, de Max Beckmann.

Copulativas / Predicativas Activas / Pasivas Transitivas / Intransitivas Pronominales / No pronominales

{

Declarativas Interrogativas Exclamativas Imperativas Desiderativas Dubitativas

Ingresivas e incoativas: Voy a fumar un cigarro. Durativas: Sigue lloviendo todavía. Terminativas: Tengo leído el libro desde hace tiempo. Reiterativas: Otra vez vuelve a llover.

De obligación: Tengo que fijarme más. De probabilidad: Deben de ser mis primos.

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E j e rc i c i o s

de aplicación 1.

¿A qué clase pertenecen las palabras subrayadas? a) Todos la admiran por su generosidad. b) Tras la discusión, se hizo un largo silencio. c) Casi todos los días llegas tarde. d) Mi madre tiene mucha paciencia. e) Posee suficiente dinero para vivir sin apuros. f) A mí también me lo preguntó, pero no supe qué contestar.

2. Señala las locuciones que haya en las siguientes oraciones y clasifícalas: a) Te lo diré a condición de que guardes el secreto. b) El vaso se hizo añicos. c) Se celebró una mesa redonda sobre las revueltas en los países árabes. d) Lo he conseguido gracias a tu ayuda. e) No dejes los libros encima de la mesa del comedor. f) A veces sale por las noches en compañía de sus amigos. g) Yo creo que lo ha hecho a propósito.

3. Sustituye en las oraciones del ejercicio anterior las locuciones por una palabra de significado equivalente.

4. Ordena las siguientes secuencias de palabras de manera que formen

un grupo. a) tortilla – bocadillo – de – francesa – un. b) después – la – cena – de – bastante. c) trabajo – de – muy – su – cansada. d) Machado – poema – de – un – Antonio – famoso.

5. Analiza la estructura de los grupos resultantes del ejercicio anterior. 6. Señala las coordinaciones que hay en los siguientes enunciados y

determina qué unidades se coordinan en ellos y su función sintáctica: a) Ese niño es travieso pero noble. b) Pablo es un niño travieso pero noble. c) Iré en autobús o en tren. d) Nosotros y ellos somos iguales. e) Han bajado las temperaturas y esta noche helará. f) Ayer os vi juntos a ti y a él.

7. Señala el sujeto de las oraciones siguientes. Ten en cuenta que en «Estas Navidades...». Belén napolitano del siglo xviii.

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algunas el sujeto está omitido y que, además, aparecen oraciones impersonales; indica estos casos. a) Ya es tarde. b) Todavía no ha venido nadie. c) Se desconfía demasiado de la gente. d) ¿Hay alguien ahí? e) Muchas playas de la costa del Mediterráneo están contaminadas. f) Estas Navidades ha nevado en muchos lugares de España y de Portugal. g) Me han hecho una rozadura los zapatos nuevos.


8.

naliza sintácticamente las oraciones del ejercicio anterior y las siguientes: A a) Átate los cordones de los zapatos. b) Trata a los demás compañeros con respeto y consideración. c) Esta novela trata de un tema histórico. d) Les tiene miedo a los perros. e) No se defienden los derechos de todos. f) Mis amigas han vuelto de su viaje por Asturias muy contentas. g) Se ha avisado a todos. h) A nadie le importan esas cosas. i) Carlos y Rubén se pidieron disculpas tras la discusión. j) Acabas con la paciencia de cualquiera. k) Yo los he encontrado bastante animados y muy contentos. l) Quita los pies de ahí. m) Fue amonestado por equivocación. n) Fue amonestado por el profesor. o) Vale seis euros la entrada. p) Nos ha invitado a todos a su cumpleaños. q) Cuenta con nuestra ayuda y con nuestro apoyo. r) Siempre nos cuenta algún estúpido chiste. s) Ya nos ha visto. t) Se ha marchado enfadada. u) Toda concesión a la moda es una caída en el mal gusto.

9. Clasifica las oraciones anteriores según la estructura de su predicado. 10. Señala las perífrasis verbales que haya en las siguientes oraciones

11.

12.

y determina de qué tipo son: a) Apenas acabó la clase, echó a correr hacia su casa. b) Aunque el agua estaba fría, se echó a nadar al río. c) Has de ver menos la televisión. d) Aquel debe de ser el nuevo vecino. e) Viene lloviendo desde la pasada semana. f) El niño viene llorando a casa muchas veces. g) Se va a romper la bolsa.

«Has de ver menos la televisión». Viñeta de Forges.

Distingue los usos copulativos de los predicativos en las siguientes oraciones con los verbos ser, estar y parecer: a) El otro día fue su cumpleaños. b) El otro día fue maravilloso. c) Ahí no están tus cosas. d) Parecen simpáticos. e) Las gafas están rotas. f) Ese chico no se parece a nadie. Señala los complementos predicativos de las oraciones siguientes: a) La alumna se puso bastante nerviosa. b) La alumna se puso rápida en su sitio. c) Luis contestó irritado. d) Luis anda muy preocupado últimamente.

13. Distingue las oraciones predicativas de las semicopulativas en el ejercicio anterior. 14. Construye dos oraciones con cada uno de los verbos siguientes. En una ha de estar usado como predicativo y en otra como semicopulativo: volverse, quedarse, hacerse.

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Uso

del idioma PUNTUACIÓN. LOS PARÉNTESIS Los paréntesis son signos que encierran aclaraciones intercaladas en un texto. Los paréntesis se utilizan en los siguientes casos: • Cuando se introducen aclaraciones o comentarios que no tienen una relación muy estrecha con lo anterior o lo posterior. Ejemplo: El más famoso de los seudónimos de Larra (la mayoría de los artículos no los firmaba con su nombre) fue el de Fígaro. • Para intercalar algún dato o precisión. Ejemplo: «Los derechos se toman, no se piden; se arrancan, no se mendigan» (José Martí). • Para ofrecer una opción a lo que está enunciando el texto. Ejemplo: No ha asistido a clase el (los) día(s)... • Para reconstruir palabras que se escriben con abreviaturas. Ejemplo: R(equiescat) I(n) P(ace). • E n la cita de un texto se emplean tres puntos entre paréntesis para indicar que se omite un fragmento en el texto citado. Ejemplo: «En un lugar de la Mancha (...) no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor». [Miguel de Cervantes: Don Quijote de la Mancha] • E n los textos teatrales se encierran entre paréntesis las acotaciones del autor y los apartes de los personajes, que, además, suelen escribirse en cursiva.

LOS CORCHETES Los corchetes tienen por lo general un valor idéntico a los paréntesis. En concreto, es necesario utilizar los corchetes para introducir una aclaración o precisión dentro de un texto que va entre paréntesis. Ejemplo: Aunque Espronceda también escribió teatro y novela (destaca Sancho Saldaña [1834], una novela histórica), su faceta literaria más importante fue la poesía.

Observaciones sobre el uso de los paréntesis y los corchetes • L os signos de puntuación del texto recogido entre paréntesis o corchetes deben colocarse dentro de estos. Ejemplo: Lope de Vega escribió novela, teatro (¡unas mil quinientas obras!) y poesía. • L os signos de puntuación del texto en el que se intercala la aclaración entre paréntesis o corchetes se escriben fuera de estos. Ejemplo: ¿Tu hermana pertenece a CC OO (Comisiones Obreras)? • E l punto, la coma, el punto y coma y los dos puntos han de escribirse detrás del paréntesis o el corchete de cierre. Ejemplo: Mi amigo Thomas nació en el Palatinado (Alemania). Rhodt, pueblo del Palatinado (Alemania).

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EJERCICIOS 1.

Utiliza en las siguientes oraciones los signos de paréntesis donde sea preciso: a) «La verdad de la patria la cantan los himnos: todos son canciones de guerra» Rafael Sánchez Ferlosio. b) Según el último informe de AI Amnistía Internacional, en España tampoco se respetan los derechos de los detenidos. c) Valle-Inclán 1866-1936 es uno de los grandes escritores en castellano. d) En las primeras décadas del siglo xx, diversos escritores europeos Proust, Kafka, Joyce... rompen con la forma tradicional de escribir novela.

2. Divide las siguientes palabras en sílabas, señala cuál es la sílaba tónica, clasifica las palabras según su acentuación y coloca tilde si es preciso: martir, biceps, verdad, jersey, tragico, util, comics, identico, examen, robots, caracter, regimen, hablaron, jabon, anis, tesis, piramide, carcel, hotel, ilegitimo.

3.

Coloca las comas que faltan en las siguientes oraciones: a) Carmen déjame un momento tu bolígrafo. b) Esta mañana he estado con Javier quien ya se ha recuperado del accidente. c) Hoy no es lunes sino martes. d) Los próximos días según he oído en la radio bajarán bruscamente las temperaturas. e) Está lloviendo bastante sin embargo no tengo más remedio que salir. f) Hoy han faltado a clase no sé si por la gripe María Jorge Marta Iván y Laura. g) Como los fines de semana por las noches sale tanta gente prefiere quedarse en casa.

Marcel Proust, retratado por J. E. Blanche.

4. Acerca de es una locución preposicional equivalente a sobre: No quiere hablar acerca de eso.

A cerca de es una secuencia de palabras formada por el adverbio cerca precedido de la preposición a y seguido de la preposición de; equivale a a casi: El fuego llegó a cerca de cien metros de las casas. De acuerdo con esto, escribe acerca de o a cerca de, según corresponda, en las oraciones siguientes: a) El desfalco de los directivos del banco asciende ... cuatro millones de euros. b) Estuvimos hablando ... un trabajo que le han ofrecido. c) El juez ha abierto una investigación ... los cuatro millones de euros desaparecidos en el banco.

5. El significado del giro poner + adjetivo o adverbio puede expresarse muchas veces mediante

un solo verbo. Ejemplos: poner blando ablandar; poner cerca acercar. Realiza esta transformación en los siguientes casos: poner hueco; poner bello; poner sucio; poner triste; poner delante; poner derecho; poner lejos; poner dulce; poner frío; poner alegre; poner aparte; poner colérico.

6. En los siguientes enunciados, sustituye el verbo decir por otros verbos sin que se repita ninguno:

a) Dice que no lo volverá a hacer. b) El acusado dijo que él era inocente. c) Voy a decirte cuál es el problema. d) No quiere decir lo que ocurrió ayer. e) El ministro de Economía ha dicho que no deben subir los salarios. f) Me quedé tan sorprendido que no pude decir palabra alguna. g) Se dice que va a dimitir el ministro de Educación. h) No sé lo que dice la ley concretamente sobre esa cuestión. i) Le pregunté por un buen libro y me dijo este. j) Al final, mi padre se ha limitado a decirme que no lo repita otra vez.

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1 Los signos en la comunicación

La expresión

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Milton Estomba había sido un niño prodigio. A los siete años ya tocaba la Sonata n.º 3, Op.1 5, de Brahms, y a los once, el unánime aplauso de crítica y de público acompañó su serie de conciertos en las principales capitales de América y Europa. Sin embargo, cuando cumplió los veinte años, pudo notarse en el joven pianista una evidente transformación. Había empezado a preocuparse desmesuradamente por el gesto ampuloso, por la afectación del rostro, por el ceño fruncido, por los ojos en éxtasis y otros tantos efectos afines. Él llamaba a todo ello «su expresión». Poco a poco, Estomba se fue especializando en «expresiones». Tenía una para tocar la Patética2, otra para Niñas en el jardín3, otra para la Polonesa4. Antes de cada concierto ensayaba frente al espejo, pero el público frenéticamente adicto tomaba esas expresiones por espontáneas y las acogía con ruidosos aplausos, bravos y pataleos. El primer síntoma inquietante apareció en un recital de sábado. El público advirtió que algo raro pasaba, y en su aplauso llegó a filtrarse un incipiente estupor. La verdad era que Estomba había tocado La catedral sumergida5 con la expresión de la Marcha Turca6. Pero la catástrofe sobrevino seis meses más tarde y fue calificada por los médicos de amnesia lagunar. La laguna en cuestión correspondía a las partituras. En un lapso de veinticuatro horas, Milton Estomba se olvidó para siempre de todos los nocturnos, preludios y sonatas que habían figurado en su amplio repertorio. Lo asombroso, lo realmente asombroso, fue que no olvidara ninguno de los gestos ampulosos y afectados que acompañaban cada una de sus interpretaciones. Nunca más pudo dar un concierto de piano, pero hay algo que le sirve de consuelo. Todavía hoy, en las noches de los sábados, los amigos más fieles concurren a su casa para asistir a un mudo recital de sus «expresiones». Entre ellos es unánime la opinión de que su capolavoro7 es la Appassionata8. Mario Benedetti: Cuentos

Op.: abreviatura de opus (latín: ‘obra’). Se suele utilizar, seguida de un número, para identificar cada obra musical de un determinado compositor: así, Op. 5 de Brahms se refiere a la obra que figura en el quinto lugar en el catálogo de todas las compuestas por Johannes Brahms; 2 Patética: una de las sonatas para piano de Ludwig van Beethoven (la n.º 8, op. 13); 3 Niñas en el jardín: puede que se refiera a Escenas de niños, de Robert Schumann; 4 Polonesa: Fryderyk Chopin compuso varias polonesas para piano; la más famosa es la op. 53, que es a la que alude Benedetti; 5 La catedral sumergida: uno de los 24 preludios para piano de Claude Debussy, en concreto el n.º 10; 6 Marcha Turca: nombre con que se conoce popularmente la Sonata para piano en La mayor K331 de Wolfgang Amadeus Mozart; 7 capolavoro: obra maestra; 8 Appassionata: otra de las sonatas para piano de Beethoven (la n.º 23, op. 57). 1

Salvador Dalí, Alucinación parcial, 1931. Museo Nacional de Arte Moderno, París.


Mario Benedetti (Tacuarembó, 1920-Montevideo, 2009) fue uno de los más importantes escritores uruguayos de la segunda mitad del siglo pasado. Su intensa actividad política durante la dictadura le obligó a exiliarse de su país y a fijar su residencia en España a partir de 1980. Como narrador, publicó novelas —como La tregua (1960), Gracias por el fuego (1965), Primavera con una esquina rota (1982) o Andamios (1999)— y gran cantidad de cuentos, como los publicados en Despistes y franquezas (1990). Muy destacable es también su poesía, recogida en libros como Inventario (1963-2003), La casa y el ladrillo (1976) o Memoria y esperanza (2004).

Mario Benedetti.

Piensa y responde 1.  Intenta deducir por el contexto el significado de las siguientes palabras y escribe en tu cuaderno una posible definición que se ajuste al sentido que tienen en el texto: sonata, unánime, ampuloso, afectación, ceño, éxtasis, afín, incipiente, estupor, lagunar, lapso, nocturno, preludio y concurrir. Después, consulta el diccionario, copia la definición que da este de cada una de ellas y compárala con la que tú redactaste.

2.  Haz un breve resumen del cuento. Recuerda que has de reducir la información que da el texto original seleccionando solo las ideas fundamentales y eliminando las que no sean relevantes. Asimismo, en algún caso deberás contar los hechos «en general», sin mencionar detalles concretos. Si necesitas más explicaciones sobre cómo hay que hacer un resumen, repasa el Tema 4 de Comunicación y Técnicas de Trabajo de tu libro de 3.º de ESO.

3.  ¿Qué se entiende en el texto por «expresiones»? 4.  ¿Cómo son las que utiliza Milton Estomba en sus conciertos? Identifica las que se mencionan en el texto y explica lo que, a tu juicio, significa cada una. ¿Por qué crees que hace esos gestos cuando toca el piano?

5.  Imagina que estás asistiendo a uno de los conciertos de este curioso pianista. Describe en detalle sus «expresiones» y las sensaciones que va produciendo cada una de ellas en ti. Por supuesto, puedes inventar otros gestos y movimientos diferentes de los que menciona Benedetti, pero procura que en cualquier caso tengan un sentido, que expresen algo.

6.  Sin duda, al público de Milton Estomba le gustan las actuaciones del pianista. ¿Cuál es la razón por la que aplaude tan calurosamente sus interpretaciones? ¿Aplaudiría igual si supiera que sus gestos están ensayados? ¿Por qué?

7.  ¿Pueden considerarse los movimientos de Estomba como expresiones de sus sentimientos o estados de ánimo al tocar, dado que están previamente ensayados? ¿Qué son entonces?

8.  Fíjate ahora en lo que hace el público para mostrar su entusiasmo por las actuaciones del protagonista. ¿Dirías que se trata de «expresiones» o de «signos convencionales»?

9.  De todos modos, el sentido del cuento de Benedetti tiene poco que ver con los diferentes tipos de signos, sino más bien con temas de más calado, como qué es el arte, el papel que debe desempeñar en él la técnica del artista, el valor de la autenticidad, la posibilidad de que exista o no un «arte» sin ningún contenido, es decir, mera forma externa, etc. Explica cómo aparecen estas ideas en el texto y qué es lo que pretende decirnos Benedetti al respecto. Finalmente, redacta un comentario personal en el que des tu opinión sobre este asunto.

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1

Definición de signo. T ipos de signos

El curso pasado definíamos signo como aquello que percibimos por los sentidos y que nos evoca otro objeto o hecho diferente con el que mantiene alguna relación. Los signos nos permiten representar conceptos o realidades (dibujamos una paloma con una ramita de olivo en el pico, y con esa imagen aludimos a la idea de la paz) y, gracias a esa capacidad para entender un concepto a partir de un signo, es posible transmitir mensajes y comunicarnos unos con otros. Podemos distinguir muy diversos tipos de signos: depende, como en toda clasificación, del criterio que empleemos. • Si nos fijamos en su origen, hablaremos de signos naturales, que son aquellos que no han sido creados por nadie, sino que se desprenden de determinados fenómenos de la naturaleza o de la realidad de las cosas (por ejemplo, la fiebre es un signo natural de ciertas enfermedades), y de signos artificiales, que son los que han sido intencionadamente creados para representar algo y poder comunicarlo (por ejemplo, una cruz verde es un signo artificial creado para representar una farmacia). • Si utilizamos como criterio de clasificación el sentido corporal mediante el que los percibimos —es decir, el canal comunicativo—, puede distinguirse entre signos visuales (un mapa, una fotografía, las palabras escritas...), auditivos (la sirena de una ambulancia, el timbre de la clase, las palabras pronunciadas...), táctiles (una palmada en la espalda, el alfabeto Braille que usan los ciegos...), olfativos (el olor a podrido en un alimento, que nos indica que no debemos comerlo) y gustativos (para quien los conoce, determinados sabores de un vino son signos de su calidad). El alfabeto Braille está formado por signos táctiles.

• También podemos diferenciar signos atendiendo a que hayan sido emitidos o no con la intención de comunicar algo. Así, hay signos intencionados (un triángulo rojo en el arcén de una carretera ha sido colocado allí para comunicar a los demás conductores que hay más allá un coche averiado) y otros signos son no intencionados (un coche parado y con el capó levantado nos indica también que ha sufrido una avería, pero en este caso nadie pretendía comunicarnos nada). • Por último, recuerda que el curso pasado clasificamos los signos atendiendo a otro criterio: la relación del signo con su referente. Consulta tu libro de texto de 3.º y repasa qué eran un indicio, un icono y un símbolo.

2

La estructura del signo

Los signos son como una moneda, o una hoja de papel: están formados por dos caras que no podemos en ningún modo separar, el significante y el significado. Ambos juntos, e indisolublemente unidos, constituyen el signo. • El significante es la parte física del signo, lo que percibimos por los sentidos. En el ejemplo anterior de la paloma de la paz, el significante es el dibujo de la paloma con la rama de olivo. Otro ejemplo: en el timbre que indica el final de la clase (que también es un signo), el significante es lo que percibimos, el sonido del timbre. La paloma blanca es el símbolo de la paz. Dibujo de Rafael Alberti.

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• El significado es lo que entendemos al percibir el significante, el concepto que evoca en nuestra mente. Vemos el dibujo de la paloma con la rama de olivo e interpretamos que significa ‘paz’; oímos en el aula el timbre y entendemos ‘Es la hora del final de la clase’.


A c t i v i da d e s

y e j e rc i c i o s p r á c t i co s

1. Observa las ilustraciones que hay en el margen. Explica qué signos aparecen en ellas y de qué tipo son. Ten en cuenta todos los criterios que hemos mencionado en la página anterior.

2. Indica cuál es el significante y cuál el significado en cada uno de los signos del ejercicio anterior. 3. Localiza los diferentes signos que se mencionan en el texto siguiente y determina su significante y su significado. ¿Son iconos, indicios o símbolos? Justifica la respuesta. Sobre las ocho menos cuarto aparcaba frente al periódico. El benemérito1 Argüello salía del Astorgano e iba a reintegrarse a su garita. Me saludó alzando la zurda. Nunca he conocido un sordomudo con menos complejo. Al segundo día de estar en el periódico los del Astorgano conocían perfectamente sus señas: un dedo en alto un tinto, dos dedos una cerveza, tres dedos una copa de aguardiente, guiñar el ojo derecho tres veces seguidas sírveme rápido que tengo mucha prisa. El que falle la lengua no quiere decir que el cerebro no funcione. Luis Mateo Díez: Las estaciones provinciales 1

4.

benemérito: guardia civil.

Lee con atención el siguiente texto y responde después a las preguntas. Tengo que ir a la estación a esperar a un amigo. Primer caso. Baja del tren otro amigo y me dice: «Fulano de Tal está en el vagón de al lado y baja en seguida». [...] Segundo caso. El amigo me ha escrito: «Cuando llegue, agitaré desde la ventanilla un ejemplar del Corriere della Sera1». Veo el periódico y por ello sé que mi amigo está en el tren. [...] Tercer caso. Veo a un mozo de estación que hace salir por la ventanilla la característica maleta de cuero búlgaro, cubierta de etiquetas de hoteles orientales, con la que sé que mi amigo acostumbra a viajar. Por ella sé que mi amigo ha llegado, aunque no haya bajado del tren. [...] Cuarto caso. Veo bajar del tren a la esposa de mi amigo. Como sé que los dos esposos viajan siempre juntos, infiero que mi amigo también está en el tren. Umberto Eco: Signo 1

Corriere della Sera: ‘Correo de la tarde’, nombre de un conocido periódico italiano.

• En los cuatro casos puede afirmarse que el amigo que espera en el andén consigue una información que antes no tenía. ¿Es la misma en todos ellos? • Identifica de qué tipo son los signos que se mencionan en cada uno de los casos. • ¿En cuáles de ellos ha habido verdaderamente un proceso de comunicación y en cuáles no? Ten en cuenta lo que el curso pasado estudiaste sobre los elementos que intervienen en la comunicación (emisor, receptor, canal, código, mensaje, situación) y comprueba si existen en los ejemplos que ha puesto Eco y cómo funciona cada uno. • ¿Sería adecuado decir que la esposa del amigo es un signo? ¿Por qué? • ¿Se interpretan de la misma manera los signos intencionados y los no intencionados? Justifica la respuesta.

Umberto Eco, uno de los más importantes estudiosos del signo.

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3

El signo lingüístico

El lenguaje verbal, que es nuestra principal forma de comunicación, está formado también por signos: los signos lingüísticos, como por ejemplo niño, aplauso, pianista, sonata..., que son algunos de los que han aparecido en el Texto inicial. La palabra pianista es un signo que tiene, como todos, un significante y un significado. El significante está formado por los fonemas sucesivos que reconocemos cuando alguien pronuncia o escribe esa palabra: /p/ - /i/ - /a/ - /n/ - /i/ - /s/ - /t/ - /a/. El significado es el concepto de lo que entendemos por un pianista. Es importante que no confundas el significado del signo con el objeto al que este representa (es decir, con su referente). El significado de la palabra pianista no es la persona concreta a la que el texto se refiere, sino la idea que tenemos de lo que es un pianista, es decir, una imagen mental. Una cosa es el signo (la palabra, con su significante y su significado) y otra la realidad a la que podemos referirnos con él, el referente del signo (véase Estudio de la lengua, Tema 7). Los signos lingüísticos tienen una serie de características peculiares que los diferencian de otros tipos de signos. Estas son las más importantes: • Son orales. Se transmiten preferentemente mediante sonidos emitidos con los órganos fonadores. Pero recuerda que también pueden transcribirse mediante signos gráficos en la escritura. • Son arbitrarios. La relación entre el significante y el significado es arbitraria, convencional: no hay ningún motivo o razón para que sea tal significante, y no otro, el que transmita determinado significado. Otros signos, como los indicios (la huella dactilar que queda impresa en un objeto cuando lo tocamos, por ejemplo) o los iconos (el plano de una ciudad), están motivados: hay una relación necesaria entre la huella impresa en el arma de un crimen y los dedos de quien la empuñó, una relación de causa-efecto; también la hay entre el plano dibujado y la forma de las calles de una ciudad (una relación de semejanza). Pero no hay nada que obligue a que el significado ‘persona de corta edad que aún no ha llegado a la adolescencia’ tenga que ser expresado mediante el significante /n/ - /i/ - /ñ/ - /o/. Si niño tiene ese significado es porque todos los hablantes del castellano hemos aceptado que sea así. • Son también lineales. Como sabes, con los signos construimos mensajes. Muchos mensajes no lingüísticos se forman emitiendo al mismo tiempo los diferentes signos que lo componen: la señal de prohibido adelantar, por ejemplo, se compone de varios signos diferentes (la forma circular, la orla roja sobre fondo blanco, los iconos de dos coches en distinto color), pero todos ellos se emiten a la vez y los percibimos como un todo. En la comunicación verbal eso no es posible. Tanto al hablar como al escribir los signos lingüísticos han de aparecer uno tras otro, linealmente. • Están articulados. Significa esto que los signos están constituidos por unidades más pequeñas que unimos para formarlos y que, de igual modo, enlazando (es decir, articulando) unos signos con otros podemos construir unidades más grandes, y así sucesivamente. Para componer el signo niño hemos articulado cuatro fonemas (/n/ - /i/ - /ñ/ /o/), componiendo con ellos dos sílabas (ni-ño); pero además, en el texto, unimos este signo con otros para crear un grupo nominal (un + niño + prodigio) y uniendo grupos sintácticos formamos oraciones y enunciados, es decir, mensajes completos (Milton Estomba había sido un niño prodigio).

«Milton Estomba había sido un niño prodigio». Cézanne, Niño con chaleco rojo, 1888-1890. Fundación Emile Bührle, Zúrich.

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A c t i v i da d e s

y e j e rc i c i o s p r á c t i co s

1. En

el siguiente texto de Enrique Jardiel Poncela aparecen algunas palabras inventadas por el autor. Señálalas y después contesta a las preguntas: El caballero sin nombre fue a ver al conde Cumbro. Un gafoso le condujo al saloncito de las terzodias. El conde no tardó en aparecer. Sonreía con cambidifosidad atrayente. —¿Quién sois? —dijo. —Machuca —repuso el caballero sin nombre. —¿Espardifais? —Siempre. —¿En parfuletes? —insistió el conde. —De dos filas, señor —repuso el visitante. Enrique Jardiel Poncela: Las dulzuras de la corte de Escajolia

• ¿Pueden considerarse esas palabras como signos lingüísticos? Explica por qué. • Inventa un significado posible para cada una de ellas, de forma que se ajuste al sentido y la coherencia del texto. Por ejemplo, gafoso: ‘criado vestido con uniforme’. ¿Son ahora signos lingüísticos? • Fíjate, por ejemplo, en la palabra terzodias. No sabemos a qué se refiere con esa palabra el autor del texto. Pero sí que sabemos que, signifique lo que signifique, hay varias en el saloncito. ¿Qué elemento nos transmite esta información? ¿Es un signo lingüístico?

2. El ejemplo de terzodias ilustra la idea de que los signos lingüísticos son articulados. Busca en el texto otras palabras que también estén formadas por la articulación de varios signos más pequeños y determina cuáles son estos y el significado que tiene cada uno. ¿Recuerdas cómo se denominan estos signos mínimos?

3. Un tipo especial de signos lingüísticos son las llamadas onomatopeyas, como zas, pum, ring, y también quiquiriquí, guau, miau (que significan, respectivamente, ‘voz del gallo’, ‘voz del perro’ y ‘voz del gato’). ¿Son también arbitrarios y convencionales? ¿Lo es el verbo chascar? Justifica tus respuestas.

4. Es famosa la historia de Helen Keller, una muchacha ciega, sorda y muda de nacimiento que, gracias a la ayuda de una maestra, Anne Sullivan, consiguió adquirir la capacidad del lenguaje y llegó a ser escritora. El lingüista Bertil Malmberg hace la siguiente reflexión sobre su caso: comenta la conclusión a la que llega y di si estás de acuerdo con ella o no. Según su propio relato, el momento decisivo en la vida de Helen Keller fue cuando, durante una experiencia al lado de una bomba de agua, comprendió por primera vez las implicaciones del símbolo. La palabra —la figura dibujada por la maestra con el dedo en la mano de la niña— representaba otra cosa, en este caso ‘agua’. Helen pudo referirse al agua sin que esta estuviese a su alcance. El concepto, en su oposición al ejemplo concreto, se convirtió en una realidad. Una vez hecho este descubrimiento, se aceleró el desarrollo hacia el dominio de abstracciones —el pensamiento—. Ella misma consideraba el momento de su descubrimiento del símbolo como su verdadera fecha de nacimiento. Con la función simbólica se convirtió en persona. Bertil Malmberg: Teoría de los signos

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T écnicas de trabajo Los trabajos académicos. Fases de elaboración En este curso, y en los siguientes también, tus profesores te encargarán diferentes tipos de trabajos sobre temas muy diversos: reseñas, comentarios, exposiciones orales, pequeñas monografías... En esta sección te facilitaremos unas cuantas claves para su realización. Algunos de los mecanismos que tendrás que aplicar ya los aprendiste el curso pasado: la lectura comprensiva, el subrayado, el resumen, los esquemas de contenido, la elaboración de fichas: no olvides cuanto vimos entonces, porque te será útil ahora. Estas tareas de las que hablamos no se pueden improvisar. Exigen un trabajo riguroso y muy bien organizado cuyas fases, en general, son siempre las mismas: PLANIFICACIÓN. EL GUION PRELIMINAR Para hacer bien un trabajo académico es necesario, si no quieres perderte realizando tareas que luego no serán de utilidad, tener muy claro qué es lo que se te pide. Por tanto, antes de hacer nada, piensa en cuál es el tema sobre el que debes investigar —a menudo será el profesor quien lo fije—, cuáles son los límites (qué aspectos hay que tratar y qué otros quedarán fuera), qué finalidad tiene (cuál va a ser el propósito de tu investigación y de la exposición que hagas sobre ella) y qué enfoque le vas a dar (¿objetivo o subjetivo?, ¿visión panorámica del tema o análisis de algún aspecto?, ¿meramente expositivo o con opiniones argumentadas?, ¿condensado o exhaustivo?, etc.). Tomadas estas decisiones, elabora un guion preliminar, en el que anotarás en forma de esquema tus conocimientos previos sobre el asunto y los aspectos que debes investigar. Ten en cuenta que todos estos planteamientos son provisionales: las fases siguientes irán modificando y completando tus planes iniciales. No debe importarte cambiar cuanto sea conveniente según vayas conociendo mejor el tema. DOCUMENTACIÓN Para que tu trabajo sea algo más que una mera enunciación de ideas personales, es imprescindible que busques información útil. Acude a las fuentes de documentación (Temas 2-4) y anota los conceptos, datos, citas, etc. que tengan relación con tu tema. • Para anotar la información de interés que vayas encontrando, utiliza los distintos tipos de fichas: bibliográficas, de contenido y de citas (véase 3.° de ESO, pp. 196-197). • No emplees una sola fuente, porque entonces tu trabajo no será original ni personal. Es necesario que consultes varias distintas: de esta forma podrás contrastar informaciones y opiniones diferentes y elegir las más adecuadas a tu investigación. • A la hora de recopilar todo este material, debes ser selectivo: no lo apuntes todo, sino solamente aquello que sea interesante y revelador para el trabajo que has de realizar. • Recuerda que debes anotar siempre la referencia (autor, obra, editorial, ciudad, año, página), de manera que se sepa de dónde has extraído cada información. ORGANIZACIÓN DE LOS MATERIALES. ELABORACIÓN DEL GUION Hace falta «dar forma» a las ideas y datos recopilados. Vuelve a leer todas las notas que has recogido y relaciona unas informaciones con otras. Ve agrupando y ordenando las fichas por temas, para que puedas manejarlas mejor. Además, apunta las nuevas ideas que se te vayan ocurriendo al relacionar y contrastar las diferentes anotaciones. Partiendo del guion preliminar, pero reformándolo en lo que consideres conveniente, hay que realizar un nuevo esquema, el guion final, en el que quede definitivamente ordenada la información que vas a transmitir. En su elaboración ten en cuenta lo siguiente: • Ha de servirte como guía en la exposición (sea oral o escrita), por lo que es necesario que fijes en él con claridad todos los contenidos y en qué orden los vas a presentar. • Procura ajustarte a las dimensiones previstas: selecciona bien los contenidos que vas a incluir en tu trabajo y no te importe dejar fuera ideas si no son verdaderamente importantes o no resultan coherentes con las demás.

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REDACCIÓN Es el momento de redactar el trabajo (o de exponerlo oralmente, si es el caso). • En la mayoría de los trabajos, conviene que se diferencien con claridad tres partes: – Introducción. Puede servir para fijar los objetivos del trabajo, para señalar la importancia del tema, para explicar el método que has utilizado o para anticipar el orden que vas a seguir en tu exposición. – Desarrollo. Es libre. Pero asegúrate de que el orden es muy claro para que tu lector o tus oyentes puedan seguir sin dificultades el hilo de tu exposición. – Conclusión. Resume las ideas más importantes. También puedes concluir con algún cierre ingenioso: una anécdota que condense el sentido de lo dicho, una cita de interés, una frase que plantee nuevos interrogantes sobre la cuestión... • La redacción ha de ser personal. No copies nunca de las fuentes de información, porque eso es un plagio: redacta la información con tus propias palabras. Si en algún momento prefieres usar las frases textuales de otro, utiliza el sistema convencional de cita: pon comillas al principio y al final de las palabras que estás citando textualmente e indica su procedencia en una nota al pie de la página (véase Tema 10). • Emplea un tono serio y objetivo, con un lenguaje que sea sencillo y lo más claro posible. Evita las expresiones coloquiales y, sobre todo, cuida la corrección tanto gramatical como ortográfica.

Esquema

d e co n t e n i d o s

ANÁLISIS Y PRODUCCIÓN DE TEXTOS LOS SIGNOS EN LA COMUNICACIÓN 1. DEFINICIÓN DE SIGNO. TIPOS DE SIGNO • Definición de signo. • Tipos de signos: – Según su origen: naturales / artificiales. – Según el canal de transmisión: visuales / auditivos / táctiles / gustativos / olfativos. – Según la implicación del emisor: intencionados / no intencionados. – Según el tipo de relación con el referente: indicios / iconos / símbolos. 2. LA ESTRUCTURA DEL SIGNO • El significante: parte del signo perceptible por los sentidos. • El significado: parte psíquica del signo, imagen mental del referente. 3. EL SIGNO LINGÜÍSTICO • Significante y significado en el signo lingüístico. • Distinción entre significado y referente. • Características de los signos lingüísticos: oralidad, arbitrariedad, linealidad, articulación. TÉCNICAS DE TRABAJO LOS TRABAJOS ACADÉMICOS. FASES DE ELABORACIÓN • Planificación. Reflexión: tema, límites, finalidad y enfoque. El guion preliminar. • Documentación: localización de fuentes de información. Toma de notas. • Organización de los materiales. El guion final. • Redacción: estructurada, personal, objetiva, seria y correcta.

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1 La literatura

El infinito

del siglo xix: el Romanticismo 5

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Siempre caro1 me fue este yermo collado2 y este seto que priva a la mirada de tanto espacio del último horizonte. Mas sentado, contemplando, imagino más allá de él espacios sin fin, y sobrehumanos silencios, y una quietud hondísima. Tanta que casi el corazón se espanta. Y como oigo expirar3 el viento en la espesura, voy comparando ese infinito silencio con esta voz: y pienso en lo eterno, y en las estaciones muertas, y en la presente viva, y en su música. Así que en esta inmensidad se anega4 el pensamiento: y naufragar en este mar me es dulce. caro: querido; 2 yermo collado: árido cerro, en la realidad el Monte Tabor, en las proximidades del palacio de los Leopardi; 3 expirar: agonizar, exhalar el último suspiro; 4 se anega: se hunde, se sumerge. 1

Giacomo Leopardi: Cantos Traducción de Antonio Colinas

Palacio de los Leopardi, situado sobre el collado al que el poeta se refiere en «El infinito».


Giacomo Leopardi (Recanati, 1798-Nápoles, 1837) es el más famoso poeta del Romanticismo italiano. Sus obras se caracterizan por la melancolía y desesperación típicamente románticas, aunque su estilo sencillo y preciso revela un gran conocimiento de la literatura clásica griega y latina. Sus poemas los recogió en diversos libros: Al pie del monumento de Dante (1818), Cantos (1824-1835), La calma después de la tempestad (1829), Canto nocturno (1831) y La retama (1836). En mayor o menor medida, la huella de la poesía de Leopardi se dejó sentir tardíamente en la literatura española en autores como Unamuno, Juan Ramón Jiménez, Jorge Guillén o Luis Cernuda.

Cubierta de una edición de los Cantos de Leopardi en la que figura un retrato del poeta italiano.

Piensa y responde 1. Señala las partes que pueden distinguirse en el poema y explica con sencillez lo que se dice en cada una de ellas. 2. Como comprobarás en las páginas siguientes, uno de los temas preferidos de los artistas románticos es la búsqueda de lo absoluto. Algunas palabras y expresiones de este poema de Leopardi muestran tal inclinación. Subráyalas y explica su relación con la idea general del texto.

3. En el último verso aparece el vocablo mar. Parece que aquí no se emplea con su significado habitual de ‘gran masa de agua salada’: ¿cuál crees que puede ser entonces su sentido en la conclusión de este poema? ¿Recuerdas algún antiguo y famoso poema castellano en el que el mar tenga también un importante valor metafórico?

4. Para acabar de comprender el poema puede serte útil leer lo que sobre él ha dicho su propio autor: Acerca de las sensaciones que agradan por el solo hecho de ser indefinidas se puede ver mi poema L’infinito y pensar en un campo precipitadamente en declive, de tal manera que la vista, desde una cierta lejanía, no llega al valle; y aquella otra sensación de una hilera de árboles cuyo final se pierde de vista, o por la longitud de la hilera o porque esta se encuentre en declive. Un edificio o una torre vista de manera que parezca levantarse sobre el horizonte y que este no se vea produce un contraste eficaz y muy sublime entre lo infinito y lo indefinido. [...] El alma se imagina lo que no ve, lo que el árbol, el seto, la torre, esconden; y va errando en su estado imaginario, y se figura cosas que no podría ver si su vista se extendiera por todas ellas, porque lo real excluiría lo imaginario.

¿Crees, por tanto, que para Leopardi es importante la imaginación? Justifica la respuesta.

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La primera mitad del siglo xix

Tras la Revolución francesa, se sucedieron durante el siglo xix los enfrentamientos entre los partidarios del Antiguo Régimen y los defensores de un liberalismo que pretendía cambiar las viejas estructuras sociales. De hecho, la primera mitad del siglo xix acabó con importantes insurrecciones en el continente europeo: las revoluciones de 1848. Tuvieron su foco otra vez en Francia, pero se extendieron por toda Europa. Muy significativa fue ya la participación de las masas obreras en estas revueltas. Pero las reivindicaciones populares no fueron atendidas y los trabajadores fueron duramente reprimidos. Se produjo entonces la ruptura entre el liberalismo burgués y los movimientos obreros. La burguesía, que vio satisfechas sus demandas políticas y escaló los puestos del poder, se volvió más conservadora. Pierre-Joseph Proudhon (1804-1865), destacado socialista utópico francés, retratado por Courbet.

En estos primeros cincuenta años del siglo xix, se consolidan las relaciones sociales y las ideologías características del mundo contemporáneo. El viejo artesanado va desapareciendo, arrinconado por las máquinas. La producción industrial mecanizada exige grandes inversiones solo al alcance de quien posee considerable capital. La consecuencia de ello es la constitución de dos clases sociales diferenciadas: la burguesía y el proletariado. La mano de obra es muy abundante, por lo que los salarios apenas cubren las necesidades de subsistencia: en la Inglaterra industrial del siglo xix no hay límite de edad, sexo ni horario para el trabajo. Esta situación propicia el surgimiento de nuevas ideas que reclaman un reparto más justo de los bienes: es el socialismo utópico, que anticipa ya el posterior desarrollo del movimiento obrero. Junto al socialismo, el liberalismo es la otra gran ideología de los tiempos modernos. Defendido por la burguesía, propone la libertad de pensamiento, de expresión, de asociación, de reunión y de comercio. Propugna un sistema político basado en el sufragio universal y en el que la soberanía popular resida en el parlamento. No obstante, cuando los liberales llegan al poder, estos principios se adaptan a las circunstancias atenuando el inicial impulso liberal. Desde los primeros años del siglo xix España vivió intensas turbulencias. En 1808, las tropas francesas de Napoleón invadieron la Península. Comenzó entonces la llamada guerra de la Independencia. Los franceses pusieron en el trono al rey José I. Algunos ilustrados —los afrancesados— apoyaron el nuevo régimen, esperando que por fin trajera el progreso a España. Otros españoles, ayudados por Inglaterra, se opusieron a los franceses y acabaron por derrotarlos.

Lluvia, vapor y velocidad (1844, National Gallery de Londres), de W. Turner, cuadro que revela ya la importancia que alcanza el tren como medio de transporte.

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Tras su llegada en 1814, el nuevo rey Fernando VII inició un periodo de gobierno absolutista. A su muerte, en 1833, el enfrentamiento entre los absolutistas o realistas, que eran partidarios de que el sucesor del rey fuera su hermano Carlos, y los liberales, que apoyaban a la hija de Fernando, la futura Isabel II, condujo a la guerra entre carlistas e isabelinos, que concluyó con la victoria liberal. La medida más importante de estos años fue la desamortización de los bienes eclesiásticos, es decir, la expropiación de grandes extensiones de tierra en manos de la Iglesia. Los libe-


Tema

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rales quisieron reducir además el poder eclesiástico con la supresión de las órdenes religiosas y el cierre de muchos conventos. Pero en 1843 comenzó un periodo de retroceso de las libertades que se prolongó hasta más allá de la mitad de siglo. Durante la primera mitad del xix, la situación económica española sufrió las consecuencias de la inestabilidad política. Así, a mediados de siglo apenas se había esbozado la construcción del ferrocarril, cuando este medio de transporte conocía ya un considerable auge en los países más industrializados. España seguía siendo, pues, durante estas décadas un país agrario y atrasado.

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El Romanticismo

El Romanticismo, movimiento cultural característico de la primera mitad del siglo xix, es el resultado de la profunda crisis de un mundo en acelerado cambio: la ruina de los valores tradicionales, la despersonalización del individuo en la nueva sociedad industrial, la tecnificación, las transformaciones en la vida de los hombres dan lugar al rechazo de la nueva sociedad —añorando un pasado perdido o inventando mundos ideales— o a la reivindicación de un progreso más acentuado que permita llegar a una sociedad más humana, en la que tengan un lugar la fantasía, la espiritualidad, la libertad o la justicia. Rasgos típicos del Romanticismo son los siguientes: • Irracionalismo. Se niega que la razón pueda explicar por completo la realidad: de ahí la afición de los románticos por lo sobrenatural, lo mágico y lo misterioso. Para ellos, el mundo es un misterio, algo oculto adonde la razón es incapaz de llegar. • Subjetivismo. Dado que la razón tiene sus límites, se necesitan otras formas de conocimiento, como la intuición, la imaginación y el instinto. Importan por ello las emociones, sueños o fantasías que descubren los escondrijos del espíritu humano. Se revalorizan los sentimientos, porque la pasión es en el Romanticismo una fuerza superior a la razón. • Idealismo. Los románticos sienten predilección por lo absoluto, por lo ideal. Hay en ellos una conciencia de lo incompleto de la existencia humana, lo que les hace buscar casi desesperadamente lo absoluto; por eso, su necesidad de acción, su vitalismo. Pero sus anhelos se ven insatisfechos, y esa insatisfacción les produce frustración e infelicidad. • Individualismo. El romántico tiene conciencia de ser distinto de los demás, y afirma su yo frente a lo que le rodea. Esta afirmación del yo lo conduce a la soledad, uno de los temas básicos del Romanticismo. En el arte, el yo del artista ocupa el primer plano de la creación. En las obras románticas se expresan los sentimientos de sus creadores, su insatisfacción, su ansia de infinito, su amor apasionado, su deseo de libertad...

Un romántico (1835), litografía de Federico de Madrazo que representa el prototipo del artista romántico, de rostro melancólico y rodeado de cuadros y libros.

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• El genio creador. El artista no es ya el artesano que elabora sus obras tras un aprendizaje previo, sino que el arte es la expresión del genio que el creador lleva dentro. El artista nace, no se hace. De ahí el valor de lo espontáneo, de lo original, de lo que es propio del genio creador. La obra de arte será el resultado de un momento de inspiración de su autor. • Desengaño. El choque entre el yo y la realidad que no satisface sus anhelos e ideales produce en el artista romántico un hondo desengaño, que lo empuja a enfrentarse con el mundo y a rebelarse contra las normas morales, sociales, políticas o religiosas. • Evasión. El romántico busca escapar de ese mundo que no le gusta. Esta evasión puede llevarlo a épocas pasadas, como la Edad Media, o a lugares lejanos o exóticos, como Oriente, América o la misma España, que para muchos escritores europeos era un país romántico por sus antiguas tradiciones y su peculiar folclore. • Soledad. Los románticos también huyen de la realidad refugiándose en sí mismos. Por eso prefieren lugares solitarios como castillos, cementerios, jardines, espacios apartados, etc. Pero la soledad produce también dolor y conduce al artista romántico a ansiar la integración, la comprensión de los otros, el amor. • Naturaleza dinámica. Frente a la naturaleza artificiosa del Neoclasicismo, el artista romántico representa la naturaleza en movimiento, y prefiere la ambientación nocturna. La naturaleza se identifica con los estados de ánimo del creador y, según sean estos, es turbulenta, melancólica o tétrica, como una proyección de sus sentimientos. • Nueva sensibilidad. El Romanticismo trae a primer plano la intimidad. Resultan ahora características la nostalgia, la melancolía, la tristeza y la soledad. Se extiende el sentimiento de fugacidad e infelicidad de la vida humana, que provoca la típica angustia romántica, y de ahí el gusto por lo sombrío y crepuscular.

Caricatura de Víctor Hugo, el más significado representante del Romanticismo liberal francés.

Todos estos rasgos permiten comprender que, en su rechazo del mundo, los artistas románticos tomen dos direcciones opuestas: la nostalgia de los valores tradicionales (monarquía, religión...), o la rebelión frente a su mundo y frente al antiguo (republicanismo, anticlericalismo, ideales democráticos...). Por eso se distingue entre un Romanticismo tradicional o conservador y un Romanticismo liberal o progresista.

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El Romanticismo español

Las circunstancias históricas y políticas españolas del primer tercio del siglo xix explican el tardío desarrollo que tiene el Romanticismo en España. La falta de libertad de expresión y la censura en el reinado absolutista de Fernando VII hicieron que la cultura española fuera raquítica. Muchos intelectuales españoles marcharon al extranjero y entraron allí en contacto con el Romanticismo. Fue justo a la vuelta de los emigrados, con el fin del reinado fernandino, cuando en la literatura española brotó el Romanticismo, que vivió su apogeo en los años treinta y cuarenta.

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Tema

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Las características de la sociedad española y su tardía aparición hacen que el Romanticismo español no tenga la importancia del europeo. Si en los países más avanzados de Europa la nueva sociedad industrial genera unas contradicciones que el artista romántico expresa angustiosamente en sus obras, la vida española, atrasada y rural, no favorece el desarrollo de un vigoroso Romanticismo español, que adopta las formas del europeo, pero carece de su hondura. De hecho, la figura del escritor romántico bohemio no se dará en España hasta bastante más tarde.

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La poesía romántica

Además de la poesía lírica, un género muy típico del Romanticismo es el de la poesía narrativa, o relato en verso de sucesos históricos, legendarios o inventados. Estos poemas narrativos combinan la descripción, el diálogo y momentos líricos con la narración propiamente dicha. La poesía lírica romántica, por su parte, expresa en sus versos temas como los sentimientos personales, la melancolía, el cansancio de la vida, el amor, la mujer ideal, la religión, etc. También son románticos los ambientes: lugares solitarios, cementerios, la noche, la luna, las ruinas, el mar embravecido, las tempestades... No obstante, uno de los rasgos de la poesía romántica es la mezcla de géneros, de modo que no siempre resulta clara la distinción entre lírica y épica. Otra característica de la poesía romántica es la polimetría: se emplean numerosas estrofas y versos para reflejar también en la versificación la libertad creadora del poeta.

Las ruinas y los lugares solitarios son especialmente queridos por los románticos. Ruinas de San Juan de los Reyes, de Cecilio Pizarro.

Entre los poetas románticos, aparte de JOSÉ ZORRILLA (1817-1893), el escritor más famoso de su tiempo tanto por su poesía como por sus obras teatrales, merecen destacarse las figuras de José de Espronceda, Gustavo Adolfo Bécquer y Rosalía de Castro.

4.1. JOSÉ DE ESPRONCEDA La corta vida de Espronceda (1808-1842) tuvo ya un carácter romántico: participó en sociedades secretas, fue un perseguido político, vivió en el exilio... Su personalidad fue asimismo inconfundiblemente romántica: rebelde, impetuoso, turbulento, exaltado, liberal... Aunque escribió también teatro y novela, Espronceda destaca sobre todo por su poesía, tanto lírica como narrativa. Célebres son algunos de sus poemas líricos: Canción del pirata, El verdugo, El mendigo, El reo de muerte, El canto del cosaco, A Jarifa en una orgía... En las poesías lí-

José Zorrilla (1842), litografía de Madrazo con firma autógrafa del escritor.

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ricas se encuentra ya al Espronceda típico: defensa de los marginados, identificación con los proscritos, desprecio de las leyes y de las riquezas materiales, anhelo de libertad, sentimentalismo, etc. Sus dos grandes poemas, El estudiante de Salamanca y El diablo mundo, si bien básicamente narrativos, son un ejemplo de la mezcla de géneros propia del Romanticismo. El estudiante de Salamanca es quizá el mejor poema narrativo del Romanticismo español. Cuenta la historia de don Félix de Montemar, cínico donjuán en la Salamanca del siglo xvii, quien, tras seducir y abandonar a Elvira, que muere de dolor, mata en duelo al hermano de la fallecida. Finalmente, persigue en una tétrica noche a una dama fantasmal, que resulta ser el esqueleto de Elvira, con quien contrae un matrimonio macabro y acaba bailando una danza horripilante, rodeado de espectros. En un ambiente intensamente romántico, el poeta consigue crear un personaje, el de don Félix, que encarna la rebeldía, el cinismo y el satanismo del Romanticismo más característico. El diablo mundo trata de un anciano desengañado que se transforma en un joven, Adán, que desconoce el mundo. En este extenso poema destaca su segunda parte, Canto a Teresa, elegía por la muerte de su amada, Teresa Mancha, independiente de la historia central. El diablo mundo es una obra muy variada, en la que alternan pasajes líricos, fragmentos narrativos y escenas dramáticas. Cubierta de una edición de la poesía de Espronceda.

El estilo de Espronceda es típicamente romántico. Prefiere las sensaciones extremas, y de ahí su gusto por las sonoridades retumbantes, los efectos rítmicos sorprendentes, las rimas agudas, los cambios métricos repentinos, los contrastes violentos, las exclamaciones, las interrogaciones retóricas... Le interesa siempre la reacción sentimental, el efecto que pueda producir en sus receptores y, por eso, abusa de la tendencia a lo misterioso y de las situaciones emotivas.

4.2. GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER Gustavo Adolfo Bécquer nació en Sevilla en 1836. Hijo de un pintor costumbrista y huérfano desde muy pronto, marchó joven a Madrid con la pretensión de forjarse una carrera literaria. Trabajó como traductor, adaptador de obras teatrales y, sobre todo, como periodista. Pero su vida no fue fácil y su reconocimiento como gran poeta solo llegó tras su muerte, ocurrida en 1870. En efecto, los versos de Bécquer apenas vieron la luz durante su vida, pues solo se publicó una pequeña parte en periódicos de la época. La primera edición de sus textos poéticos apareció en 1871 con el título de Rimas.

Bécquer leyendo, dibujo de su hermano Valeriano Bécquer.

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Los temas de las Rimas son básicamente dos: el amor y la poesía.


Tema

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El amor se identifica con la mujer, expresión máxima de la belleza, pero poco más que un ideal, porque resulta inaccesible, es un misterio o se desvanece como un sueño: «La vi como la imagen / que en leve sueño pasa, / como el rayo de luz tenue y difuso / que entre tinieblas nada». La consecuencia es evidente: «La Gloria y el Amor tras que corremos / sombras de un sueño son que perseguimos». El resultado final es la desilusión, la angustia, la soledad y la muerte. La poesía se concibe como expresión de emociones íntimas, en línea con la poesía intimista posromántica influida por las baladas germánicas y por los cantares y coplas populares. Se trata de una poesía sintética, normalmente breve y nada grandilocuente, aunque tras la aparente sencillez se advierte una consciente elaboración de los textos. En el estilo, las Rimas muestran el esfuerzo por armonizar la poesía culta y la tradicional, y de ahí su parecido con coplas y cantares. Como prosista, Bécquer destaca por sus Leyendas, relatos fantásticos muy románticos tanto por sus temas (la mujer ideal, el desengaño, el ansia de amor absoluto) como por sus personajes (caballeros, galanes, artistas, bellas mujeres) y ambientes (la Edad Media, el mundo oriental o morisco, la noche). Muchas de ellas son muy conocidas: El caudillo de las manos rojas, El Monte de las Ánimas, Los ojos verdes, Maese Pérez el organista, El rayo de luna... La prosa becqueriana destaca en las Leyendas por su ritmo musical y por su calidad pictórica.

El manuscrito de las Rimas se perdió y Bécquer reescribió de memoria los poemas perdidos en el llamado Libro de los gorriones, cuya portada se reproduce en la ilustración.

4.3. ROSALÍA DE CASTRO Nació en Santiago de Compostela en 1837 y tuvo una existencia difícil y penosa. Pasó parte de su vida en Castilla, pero siempre añoró Galicia, adonde volvió definitivamente en 1871 y donde murió en 1885. Aunque escribió también en prosa, destaca sobre todo como poeta. Compuso versos en gallego (Cantares gallegos, Follas novas) y en castellano (En las orillas del Sar). Con Rosalía nos encontramos ya muy cerca de la poesía contemporánea entendida como comunicación de una experiencia personal: manifiesta su mundo interior abiertamente y sin el tono declamatorio y muchas veces superficial del Romanticismo más externo. Rosalía de Castro alcanza en su poesía momentos de honda emoción y de expresión de una intimidad conflictiva que anticipan lo mejor de la poesía española posterior. Esa expresión de la intimidad permite que los versos transmitan sensación de autenticidad y verdad, y que confiese en ellos sus inquietudes sociales y su conciencia de mujer oprimida. Su maestría en el uso de los recursos poéticos y sus innovaciones métricas anuncian además la poesía modernista.

Casa de Padrón (A Coruña) donde vivió Rosalía de Castro la última etapa de su vida.

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La prosa romántica

El género en prosa más típicamente romántico es la novela histórica, relato que ambienta los sucesos narrados en el pasado, sobre todo en la Edad Media, y de gran éxito en Europa gracias a las narraciones del escocés Walter Scott. Las más conocidas novelas históricas españolas son El doncel de don Enrique el Doliente, de Larra, y Sancho Saldaña, de Espronceda. En esta época se desarrolla además un nuevo género literario en prosa: los artículos de costumbres. Estos artículos se publican en los numerosos periódicos que aparecen y de­ saparecen en España en la primera mitad del siglo xix. Junto a Serafín Estébanez Calderón (Escenas andaluzas) y Ramón Mesonero Romanos (Escenas matritenses), el más importante autor de artículos de costumbres es Mariano José de Larra.

5.1. MARIANO JOSÉ DE LARRA Nació en Madrid en 1809, pero, como hijo de afrancesado, al término de la guerra acompañó a su familia a Francia, donde estuvo hasta 1818. Ya en España, fue desde muy joven un conocido periodista y literato. El tramo último de su vida resultó muy agitado: problemas políticos y personales lo sumen en una profunda depresión que concluye con su suicidio en 1837. Aunque escribió una interesante obra teatral (Macías) y la novela histórica El doncel de don Enrique el Doliente, es en el periodismo donde Larra especialmente sobresale. Entre sus muchos textos periodísticos destacan sobre todo sus artículos de costumbres (El casarse pronto y mal, El castellano viejo, Vuelva usted mañana, El día de difuntos de 1836, La Nochebuena de 1836...). Estos artículos censuran comportamientos Mesonero Romanos y Larra retratan el Madrid de la época en sus y usos sociales diversos: la holgazanería, la indolencia, la bruartículos de costumbres. El Teatro Real (inaugurado en 1850) y la Plaza talidad, la presunción, la hipocresía, la estupidez, la suciedad, de Oriente, según un grabado de 1856. el mal gusto, etc. La sátira no busca el humor fácil ni el mero entretenimiento, sino que se hace con intención modernizadora y reformadora: «Si alguna vez miramos adelante y nos comparamos con el extranjero, sea para prepararnos un porvenir mejor que el presente y para rivalizar en nuestros adelantos con los de nuestros vecinos». En cuanto al estilo, Larra busca convencer y gustar al lector de la prensa. Para ello, se vale de los más variados recursos, pero siempre con un lenguaje claro y directo en el que son constantes la ironía y el sarcasmo.

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El teatro romántico

Con el triunfo del Romanticismo en la década de los treinta, los dramas románticos conocen un éxito rapidísimo. Su tema principal es el amor, un amor que está por encima de las convenciones sociales. La imposibilidad de alcanzar un amor puro y perfecto en un mundo hostil hace que frecuentemente los finales sean trágicos. Ese es el destino de unos enamorados que aparecen siempre como víctimas inocentes. Los dramas románticos suelen desarrollar las acciones amorosas en un marco histórico, normalmente de la historia nacional. Frente al teatro neoclásico, el drama romántico mezcla

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tragedia y comedia y no respeta las reglas de las tres unidades. Se introduce, además, la innovación de mezclar el verso y la prosa, aunque a la larga se impone el verso. Los dramas románticos más notables son: La conjuración de Venecia, de Francisco Martínez de la Rosa; Macías, de Larra; Don Álvaro o la fuerza del sino, del duque de Rivas; El trovador, de Antonio García Gutiérrez; Los amantes de Teruel, de Juan Eugenio Hartzenbusch; y El zapatero y el rey, Don Juan Tenorio y Traidor, inconfeso y mártir, los tres de Zorrilla.

Don Álvaro o la fuerza del sino, del duque de Rivas, es quizá la obra teatral más importante del Romanticismo español. El duque de Rivas, litografía de Federico de Madrazo de 1835.

El viejo mito del don Juan alcanzó gran difusión con el drama romántico de José Zorrilla. Salvador Dalí recrea el conocido personaje en una pintura de 1950 (izquierda) y presenta el Don Juan Tenorio de Zorrilla en un cartel de 1964 (derecha).

E squema

de contenidos

➤ El mundo en la primera mitad del siglo xix: Turbulencias políticas y sociales ➤ La España de la época ➤ El Romanticismo: — Rasgos característicos — Romanticismo tradicional / Romanticismo liberal ➤ La poesía romántica: — Poesía lírica — Poesía narrativa • José de Espronceda: – Vida y personalidad – Obras – Estilo • Gustavo Adolfo Bécquer: – Vida – Las Rimas – Las Leyendas • Rosalía de Castro: – Vida – Obras y estilo ➤ La prosa romántica: — La novela histórica — Los artículos de costumbres • Mariano José de Larra: – Vida – Obras – Temas y estilo ➤ El teatro romántico:

— Rasgos del drama romántico — Principales dramaturgos románticos

El poeta romántico inglés Lord Byron también desarrolló la leyenda del burlador de mujeres en su poema Don Juan (1819-1824). Lord Byron, retratado por T. Phillips.

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Texto 1 JOSÉ DE ESPRONCEDA: CANCIÓN DEL PIRATA Con diez cañones por banda, viento en popa a toda vela, no corta el mar, sino vuela un velero bergantín1; 5 bajel2 pirata que llaman por su bravura el Temido en todo el mar conocido del uno al otro confín. La luna en el mar rïela3, 10 en la lona gime el viento y alza en blando movimiento olas de plata y azul; y ve el capitán pirata, cantando alegre en la popa, 15 Asia a un lado, al otro Europa y allá a su frente Estambul: “Navega, velero mío, sin temor que ni enemigo navío, 20 ni tormenta, ni bonanza tu rumbo a torcer alcanza, ni a sujetar tu valor. Veinte presas hemos hecho 25 a despecho del inglés y han rendido sus pendones4 cien naciones 30 a mis pies. Que es mi barco mi tesoro que es mi Dios la libertad; mi ley, la fuerza y el viento; mi única patria, la mar. 35 Allá muevan feroz guerra ciegos reyes por un palmo más de tierra, que yo tengo aquí por mío cuanto abarca el mar bravío, 40 a quien nadie impuso leyes. Y no hay playa sea cualquiera, ni bandera de esplendor, 45 que no sienta mi derecho y dé pecho a mi valor. Que es mi barco mi tesoro 50 que es mi Dios la libertad; mi ley, la fuerza y el viento; mi única patria, la mar. A la voz de ‘¡barco viene!’ es de ver

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55 cómo vira5 y se previene a todo trapo6 a escapar: que yo soy el rey del mar y mi furia es de temer. En las presas 60 yo divido lo cogido por igual: solo quiero por riqueza 65 la belleza sin rival. Que es mi barco mi tesoro que es mi Dios la libertad; mi ley, la fuerza y el viento; José de Espronceda, retratado 70 mi única patria, la mar. por M. Arroyo. ¡Sentenciado estoy a muerte! Yo me río: no me abandone la suerte, y al mismo que me condena 75 colgaré de alguna antena7 quizá en su propio navío. Y si caigo, ¿qué es la vida? Por perdida 80 ya la di cuando el yugo del esclavo como un bravo sacudí. Que es mi barco mi tesoro 85 que es mi Dios la libertad; mi ley, la fuerza y el viento; mi única patria, la mar. Son mi música mejor aquilones8, 90 el estrépito y temblor de los cables sacudidos del negro mar los bramidos y el rugir de mis cañones. Y del trueno 95 al son violento, y del viento al rebramar9, yo me duermo sosegado, 100 arrullado por el mar. Que es mi barco mi tesoro 1 que es mi Dios la libertad; bergantín: barco; 2 bajel: barco; 3 riela: brilla temblando; 4 pendo mi ley, la fuerza y el viento; nes: banderas, estandartes; 5 vira: 105 mi única patria, la mar”. 6 cambia de rumbo; a todo trapo: a toda vela; 7 antena: palo del barco; 8 aquilones: fuertes vientos del norte; 9 rebramar: ruido del mar.


Actividades de comprensión 1.  En esta famosa canción de Espronceda se observa uno de los rasgos característicos de la poesía romántica: la mezcla de géneros. Aunque se trata básicamente de una poesía lírica, parte de ella puede entenderse también como poesía narrativa. Distingue en este sentido qué versos considerarías propiamente narrativos y cuáles líricos. ¿Qué dos partes, por tanto, pueden distinguirse en la estructura del texto?

2.  La métrica de la Canción del pirata es típicamente romántica: ¿por qué? 3.  Precisa los rasgos característicos del protagonista de este poema. ¿Son propios del héroe romántico? 4.  Analiza la lengua y los recursos estilísticos que emplea Espronceda en esta composición.

Otras actividades 1.  Busca información sobre el hecho histórico de la piratería y redacta un breve informe sobre el mismo. 2.  La figura del pirata ha sido habitual en la literatura y en el cine: ¿recuerdas alguna obra literaria o cinematográfica en la que los piratas desempeñen un papel importante?

«Asia a un lado, al otro Europa / y allá a su frente Estambul». La ciudad turca de Estambul (antigua Bizancio y Constantinopla) ocupa un lugar estratégico junto al estrecho del Bósforo, estrecho que separa Europa de Asia. Fue conquistada por los turcos en el año 1453: en la imagen puede verse el plano de la ciudad sitiada por los turcos y cómo los barcos de vela navegan por el Bósforo (ilustración de un manuscrito francés del siglo xv, Biblioteca Nacional, París).

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Textos 2 y 3 GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER RIMAS

RIMA LXVIII

No sé lo que he soñado en la noche pasada; triste, muy triste debió ser el sueño, pues despierto la angustia me duraba.

5

Noté al incorporarme húmeda la almohada, y por primera vez sentí al notarlo de un amargo placer henchirse1 el alma.

10

Triste cosa es el sueño que llanto nos arranca, mas tengo en mi tristeza una alegría... ¡sé que aún me quedan lágrimas!

1

henchirse: hincharse, llenarse.

RIMA LXIX 5

Al brillar un relámpago nacemos y aún dura su fulgor cuando morimos: ¡tan corto es el vivir! La Gloria y el Amor tras que corremos sombras de un sueño son que perseguimos: ¡despertar es morir!

El poeta y las musas, autorretrato de Bécquer de 1860.

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Actividades de comprensión 1.  Estas dos rimas de Bécquer tienen un motivo en común que llevó a colocarlas de forma consecutiva en el libro que póstumamente recogió los textos poéticos del escritor. ¿Cuál crees que es ese motivo?

2.  La rima LXIX trae enseguida a la mente el recuerdo de una famosísima obra del teatro barroco español. ¿Sabes a cuál nos referimos?

3.  Analiza la métrica y el estilo de los dos textos. 4.  Señala las características propias del Romanticismo que hayas podido advertir en ambas rimas.

5.  Compara la rima LXVIII con el siguiente poema de Rosalía de Castro: Gustavo Adolfo Bécquer en 1865 (fotografía de A. Alonso Martínez).

Unha vez tiven un cravo cravado no corazón, i eu non me acordo xa si era aquel cravo de ouro, de ferro ou de amor. Soio sei que me fixo un mal tan fondo, que tanto me atormentóu, que eu día e noite sin cesar choraba cal choróu Madanela na Pasión. «Señor, que todo o podedes —pedinlle unha vez a Dios—, daime valor pra arrincar dun golpe cravo de tal condición». E doumo Dios, e arrinqueimo; mais... ¿quén pensara...? Despois xa non sentín máis tormentos nin soupen qué era delor; soupen só que non sei qué me faltaba en donde o cravo faltóu, e seica, seica tiven soidades daquela pena... ¡Bon Dios! Este barro mortal que envolve o esprito ¡quén o entenderá, Señor...!

Tenía una vez un clavo clavado en el corazón, y ya no recuerdo si era aquel clavo de oro, de hierro o de amor. Solo sé de él que me hirió tan hondo, que tanto me atormentó, que día y noche sin cesar lloraba, cual lloró Magdalena en la Pasión. «Señor, que todo lo puedes —le pedí una vez a Dios—, dame valor para arrancar de un golpe clavo de tal condición». Diómelo Dios, lo arranqué; ... ¿quién lo dijera...? Hasta hoy ya no sentí más tormentos ni supe qué era el dolor; solo supe que algo me faltaba donde el clavo faltó, y aún sentí nostalgia, aún sentí nostalgia de aquella pena... ¡Buen Dios! Este barro mortal que envuelve el alma, ¡quién lo entenderá, Señor...! (Traducción de Juan Barja)

Otras actividades 1.  Buscad diversos ejemplares de las Rimas de Bécquer en la biblioteca y elegid cada uno un poema distinto de los que componen el libro. Memorizadlo y recitadlo luego en una clase ante los demás compañeros.

2.  Después de haber comentado las dos rimas anteriores de Bécquer y de haber escuchado otras muchas recitadas por vuestros compañeros, puedes intentar escribir tú mismo una rima al modo de Bécquer: busca que tenga cierto parecido tanto en cuanto al tema como por lo que respecta al estilo.

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Texto 4 MARIANO JOSÉ DE LARRA: UN REO DE MUERTE

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[...] Llegada la hora fatal, entonan todos los presos de la cárcel, compañeros de destino del sentenciado, y sus sucesores acaso, una salve en un compás monótono, y que contrasta singularmente con las jácaras1 y coplas populares, inmorales e irreligiosas, que momentos antes componían, juntamente con las preces de la religión, el ruido de los patios y calabozos del espantoso edificio. El que hoy canta esa salve se la oirá cantar mañana. Enseguida, la cofradía vulgarmente dicha de la Paz y Caridad recibe al reo, que, vestido de una túnica y un bonete amarillos, es trasladado atado de pies y manos sobre un animal, que, sin duda por ser el más útil y paciente, es el más despreciado2, y la marcha fúnebre comienza. Un pueblo entero obstruye ya las calles del tránsito. Las ventanas y balcones están coronados de espectadores sin fin, que se pisan, se apiñan y se agrupan para devorar con la vista el último dolor del hombre. —¿Qué espera esa multitud? —diría un extranjero que desconociese las costumbres—. ¿Es un rey el que va a pasar, ese ser coronado, que es todo un espectáculo para un pueblo? ¿Es un día solemne? ¿Es una pública festividad? ¿Qué hacen ociosos esos artesanos? ¿Qué curiosea esta nación? Nada de eso. Ese pueblo de hombres va a ver morir a un hombre. —¿Dónde va? —¿Quién es? —¡Pobrecillo! —Merecido lo tiene. —¡Ay!, si va muerto ya. —¿Va sereno? —¡Qué entero va! He aquí las preguntas y expresiones que se oyen resonar en derredor. Numerosos piquetes de infantería y caballería esperan en torno del patíbulo. He notado que en semejante acto siempre hay alguna corrida; el terror que la situación del momento imprime en los ánimos causa la mitad del desorden; la otra mitad es obra de la tropa que va a poner orden. ¡Siempre bayonetas en todas partes! ¿Cuándo veremos una sociedad sin bayonetas? ¡No se puede vivir sin instrumentos de muerte! Esto no hace por cierto el elogio de la sociedad ni del hombre. No sé por qué al llegar siempre a la plazuela de la Cebada3 mis ideas toman una tintura singular de melancolía, de indignación y de desprecio. No quiero entrar en la cuestión tan debatida del derecho que puede tener la sociedad de mutilarse a sí propia; siempre resultaría ser el derecho de la fuerza, y mientras no haya otro mejor en el mundo, ¿qué loco se atrevería a rebatir ese? Pienso solo en la sangre inocente que ha manchado la plazuela; en la que la manchará todavía. ¡Un ser que como el hombre no puede vivir sin matar, tiene la osadía, la incomprensible vanidad de presumirse perfecto! Un tablado se levanta en un lado de la plazuela: la tablazón desnuda manifiesta que el reo no es noble. ¿Qué quiere decir un reo noble? ¿Qué quiere decir garrote vil4? Quiere decir indudablemente que no hay idea positiva ni sublime que el hombre no impregne de ridiculeces. Mientras estas reflexiones han vagado por mi imaginación, el reo ha llegado al 35 patíbulo; en el día no son ya tres palos de que pende la vida del hombre: es un palo solo; esta diferencia esencial de la horca al garrote me recordaba la fábula de los carneros de Casti5, a quienes su amo proponía, no si debían morir, sino si debían morir cocidos o asados. Sonreíame todavía de este pequeño recuerdo, 40 cuando las cabezas de todos, vueltas al lugar de la escena, me pusieron delante que había llegado el momento de la catástrofe; el que solo había robado acaso a la sociedad, iba a ser muerto por ella; la sociedad también da ciento por uno: si había hecho mal matando a otro, la sociedad iba a hacer bien matándole a él. Un mal se iba a remediar con dos. El reo se sentó por fin. ¡Horrible asiento! Miré al 45 reloj: las doce y diez minutos; el hombre vivía aún... De allí a un momento una lúgubre campanada de San Millán6, semejante al estruendo de las puertas de la eternidad que se abrían, resonó por la plazuela; el hombre no existía ya; todavía no eran las doce y once minutos. «La sociedad, exclamé, estará ya satisfecha; ya ha muerto un hombre». jácaras: músicas para cantar o bailar; 2 el burro; 3 plazuela de la Cebada: las ejecuciones se hacían en la calle, y concretamente en Madrid en esa céntrica plaza; 4 garrote vil: en la época de Fernando VII, la horca había sido sustituida por el garrote, procedimiento por el que se ejecutaba a los condenados estrangulándolos mediante una argolla sujeta al cuello. Había tres tipos: el ordinario, que se imponía a personas del estado llano; el vil, que castigaba delitos infamantes sin distinción de clase; y el noble, para los hidalgos; 5 Casti: Giambattista Casti (1724-1803), autor de la fábula épica Gli animali parlanti (Los animales parlantes); 6 San Millán: iglesia construida a principios del siglo xix en el lugar de una antigua ermita del mismo nombre, en la madrileña calle de Toledo. 1

Cubierta de una edición comentada de Artículos de Larra.

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Actividades de comprensión 1.  En el final de este artículo, como indica su título, describe Larra la ejecución de un condenado a muerte en el Madrid de su época. Señala las partes que pueden distinguirse en el texto.

2.  El panorama que ofrece la multitud se ve a través de los ojos de un supuesto extranjero. ¿Por qué? ¿Qué sentido tienen las preguntas que se formula? ¿De qué tipo son estas interrogaciones?

3.  Gentes anónimas hacen diversos comentarios al paso del reo: ¿por qué incluirá Larra tales comentarios en el artículo?; ¿qué revelan sobre la mentalidad de la gente?

4.  Explica lo que quiere decir el autor con la pregunta «¿Cuándo veremos una sociedad sin bayonetas?». 5.  A la vista de este texto, ¿crees que Larra se muestra partidario de la pena de muerte o contrario a ella? ¿Qué argumentos utiliza en defensa de su postura?

6.  Este

fragmento tiene algunas características que pueden considerarse propias del Romanticismo: ¿cuáles?

Mariano José de Larra, retratado por Federico de Madrazo, con cita del drama Macías y firma de puño y letra del propio Larra.

Otras actividades 1.  Redacta un escrito en el que presentes de forma argumentada tu opinión sobre la pena de muerte. 2.  Imagina que fuiste tú una de las personas que presenció el paso y la ejecución del reo del texto de Larra. Escribe a continuación un breve artículo en el que informes del suceso a los lectores de un supuesto periódico de la época.

3.  Organizad en clase un debate sobre el tema de la pena de muerte. Como todavía sigue siendo un asunto cotidiano, convendría que lo prepararais previamente recogiendo noticias de actualidad en las que se informe de ejecuciones, condenas, etc. Estas noticias y las polémicas a que hubieran dado lugar las utilizaréis en el debate como apoyo a los argumentos o contraargumentos que presentéis.

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