Tierra del fuego

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Vol. 2 Deserta Ecología e industria en el Desierto de Atacama Pedro Alonso y otros, 2012 Vol. 3 Tierra del Fuego Historia, arquitectura y territorio Eugenio Garcés y otros, 2013

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HISTORIA, ARQUITECTURA Y TERRITORIO

Vol. 1 meta Diez pabellones para Chile Mauricio Pezo, Sofía von Ellrichshausen, 2011

Tanto en el imaginario como en la geografía del mundo moderno, Tierra del Fuego ocupa un sitio particular. Es confín del mundo y puerta al Pacífico, pero también un territorio productivo que, por sí mismo, posee gran riqueza cultural. El libro que aquí presentamos aborda estos aspectos desde una perspectiva acotada a las huellas y las manifestaciones físicas que los procesos productivos y culturales han dejado sobre la porción chilena de la Isla Grande de Tierra del Fuego; desde el estudio de las divisiones territoriales implementadas por los selknam (antes de la colonización europea) hasta los modernos poblados petroleros. En cada capítulo —a cargo de los académicos Eugenio Garcés, Franz Kroeger, Mateo Martinic y Marcelo Cooper— se despliega un punto de vista vinculado a las nuevas aproximaciones que hasta ahora ha merecido la relación entre territorio y patrimonio material. Completa el texto un ensayo fotográfico de Nicolás Piwonka.

TIERRA DEL FUEGO

LA GRAN ESCALA

Eugenio Garcés Feliú es arquitecto por la Universidad de Chile (1973) y Doctor Arquitecto por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura, Universidad Politécnica de Cataluña (1987). Es Profesor Titular de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos de la Pontificia Universidad Católica de Chile, donde ha ejercido la docencia en Pregrado, Magíster y Doctorado. En 1990 formó el programa Magíster en Arquitectura (marq uc), que dirigió hasta 1996. Desde 2001 ha desarrollado diversos proyectos de investigación sobre Tierra del Fuego, incluyendo un proyecto corfo Innova en relación con el diseño de un conjunto de rutas culturales.

EUGENIO GARCÉS JOAQUÍN SABATÉ - FRANZ KROEGER - MATEO MARTINIC NICOLAS PIWONKA - MARCELO COOPER

Su Tesis de Doctorado dio origen al libro Las ciudades del salitre (Santiago, Orígenes, 1999) incorporado a la colección Memoria Chilena, Biblioteca Nacional de Chile. En 2007 publicó el libro Las ciudades del cobre (Santiago, Ediciones uc, 2007) con Marcelo Cooper y Mauricio Baros. Desde 2006 está desarrollando proyectos de arquitectura en el extremo sur de Chile, entre ellos el “Centro de Visitantes de los Mares Australes” en Isla Hornos, con los arquitectos Luis Lucero y Mauricio Leal. Actualmente dirige G+ arquitectos y consultores.


Introducción EUGENIO GARCÉS


INTRODUCCIÓN

Existe en Chile una serie de territorios muchas veces situados al margen de la experiencia cotidiana de sus habitantes. Son áreas que han sido ocupadas sólo cuando se ha vuelto rentable la explotación de sus recursos naturales y la construcción de asentamientos humanos ha permitido habitarlas. Es el caso de la isla de Tierra del Fuego. Desde fines del siglo xix, ésta constituyó uno de los focos territoriales de expansión del Chile moderno, en conjunto con la pampa salitrera, la zona del carbón y los yacimientos de cobre. La ocupación de Tierra del Fuego tiene mucho de épica, en tanto relacionó paisajes situados en los confines del continente con personajes extraordinarios que contribuyeron a su construcción como territorio, a su difusión como lugar extremo y a su reconocimiento etnográfico, geográfico y paisajístico. Tanto el ensayo fotográfico de Nicolás Piwonka como los textos de Franz Kroeger, Mateo Martinic, Eugenio Garcés y Marcelo Cooper que componen este libro (junto a la presentación de Joaquín Sabaté) ponen de relieve una relación poderosa: aquella que la sociedad aborigen, primero, y el emprendimiento minero, ganadero y petrolero, más tarde, estableció con el territorio fueguino. Fue un intercambio intenso y vital, que modificó su ambiente con fines sociales o productivos, y que configuró con el paso del tiempo una identidad que subyace a la construcción cultural de esta geografía. Esta identidad trasciende al territorio físico propiamente tal para instalarse en la fantasía cultural de Occidente como imaginario de un secreto confín remoto, más allá del cual no es posible avanzar. Buena parte del material que aquí se presenta es producto de proyectos previos de investigación. Entre otros, éstos incluyen «Las formas de ocupación del territorio en Tierra del Fuego» (Fondecyt Regular 2003/05), de Eugenio Garcés (investigador responsable), y Mateo Martinic, Carmen Schlotfeldt y Marcelo Cooper (coinvestigadores); y «Fomento al turismo de intereses especiales. Rutas culturales en Tierra del Fuego» (Programa de Difusión y Transferencia Tecnológica corfo Innova 2009/11), de Eugenio Garcés, director; Sebastián Seisdedos, coordinador; Franz Kroeger, Nicole Norel y Ximena Ulibarri, investigadores; y Joaquín Sabaté (Universidad Politécnica de Cataluña) y Dennis Frenchman (Massachusetts Institute of Technology), consultores especializados. En el contexto de la investigación que ha hecho posible que el lector tenga entre sus manos este libro, es necesario mencionar también a los ocho Talleres de Investigación de la Escuela de Arquitectura de la Pontificia Universidad Católica de Chile, desarrollados entre 2004 y 2011, durante los cuales generaciones de alumnos (con un total cercano a los cien) viajaron por temporadas breves hasta Tierra del Fuego para realizar investigaciones, levantamientos de las obras de arquitectura y de los propios asentamientos, muchos de los cuales se presentan en este libro. Este proyecto mereció la asignación de un Fondo de Desarrollo 2010 por parte de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

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RASGOS DE EXPRESIÓN EN LOS CONFINES DEL MUNDO HABITADO

Fig. 1 Carte des cotes de l’Amerique Meridionale depuis le parallele 36030’ late. sud jusqu’au Cap de Horn. Grabado de E. Collin, 1800. Carta de las costas de la América Meridional después del paralelo 36º 30’ Latitud Sur. Levantado entre 1789 y 1790 por los oficiales de la Marina de España y publicado por el Ministerio de la Marina y de las Colonias, Depósito General de la Marina, en 1800.

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FRANZ KROEGER

Los viajes, tanto a Oriente y Occidente como a latitudes septentrionales y meridionales, explican ese deseo por conocer las fronteras del mundo habitado y dilatar el horizonte. Más allá del mundo conocido se creía que se hallaba el paraíso o, al menos, un espacio sagrado, ideal, mágico, que puede entenderse como utópico3. En tal sentido, podemos también pensar que la búsqueda del paraíso perdido, de una tierra “nueva”, de una tierra que redima, es, sin duda, el paradigma del viaje. El periplo de Magallanes extrema este viaje, ya que se encamina hacia el sur, más allá del Ecuador, donde la tradición localiza, por razonamiento casi estético, la existencia de otras tierras. Allí está lo que se llamó las antípodas, como forma de armonizar la imagen del mundo, equilibrando la proporción de tierras emergidas y océanos entre ambos hemisferios.

Fig. 2 Utriusque Hemispeherii delineato. Corneille Wytfliet, 1603. El planisferio muestra la nueva imagen del mundo conocido tras los descubrimientos marítimos hacia 1603, haciendo énfasis en el hemisferio sur que se ha develado al conocimiento y también a la imaginación. Estas tierras, de las cuales sólo era posible especular y que por mucho tiempo se asimilaron a la idea de antípodas, tienen ahora una forma —una delineato— que informa del estado del conocimiento geográfico, ampliando la mirada sobre un nuevo mundo, no solo el descubierto, sino del conjunto de todas las partes.

Tierra del Fuego participa de la constitución de una nueva imagen del mundo, estableciendo los confines, lo extremo, la alteridad en un grado absoluto. La idea de fin de mundo y su correlato —los límites del mundo— son vitales para el hombre, y se pueden seguir desde Babilonia hasta el presente:­ 3.

Como, por ejemplo, el edén, la fuente de la juventud, el reino del preste Juan, El Dorado, Hiperbórea, Thule, Ara Solis, Shamballa, las Islas Afortunadas, etc.

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DESDE LA FOTOGRAFÍA: ARQUITECTURA Y PAISAJE

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NICOLÁS PIWONKA

• Pág. anterior / Estancia en Puerto Yartou, seno Almirantazgo. • Estancia Cameron.

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DESDE LA FOTOGRAFÍA: ARQUITECTURA Y PAISAJE

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NICOLÁS PIWONKA

• Galpón de esquila en estancia Caleta Josefina.

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ARQUITECTURA, URBANISMO Y ORDENAMIENTO TERRITORIAL

Fig. 8 Porvenir.

otorgó una superficie de 1.000 hectáreas para su desarrollo, obtenidas de la concesión concedida a la empresa ganadera Wehrhahn y Cía. La “Comisión Hijueladora de Magallanes” fraccionó los terrenos rurales aledaños a la bahía, de manera de establecer la zona donde se emplazaría la ciudad, así como para empalmar con algunos caminos existentes que conectaban con los distintos lavaderos de oro. A escala territorial, estos caminos son los que en la actualidad relacionan a Porvenir con el resto de la isla y conectan la ciudad con el puerto en bahía Chilota y con el aeropuerto en la rivera del lago de los Cisnes. Los ingenieros Aníbal Contreras y Álvaro Donoso, comisionados para realizar el proyecto urbano, trazaron un damero de manzanas de 100 por 100 metros, con el que consiguieron regular las edificaciones ya construidas a la fecha y dar los lineamientos para las nuevas manzanas y calles. El damero fue trazado sobre el relieve del lugar, que desciende en pendiente hasta el borde marino, configurando, entre el nivel del mar y los 30 metros de altura, cuatro terrazas que generan miradores hacia la bahía. También se conformaron terrazas al interior de las manzanas. Esta relación particular entre el relieve en pendiente y el trazado urbano en damero fue determinante en la morfología urbana y la evolución de la ciudad. El trazado inicial fue proyectado para cincuenta manzanas, una plaza cívica en una posición central y una costanera de borde mar. Las manzanas fundacionales fueron subdivididas en lotes rectangulares, equivalentes a 25 por 50 metros aproximadamente, conformando propiedades de 1.250 metros cuadrados. Las primeras subdivisiones prediales incluyeron las ocho manzanas originales con sitios paralelos y perpendiculares a las cotas. Esta parcelación se ha ido modificando con el tiempo, aunque en la mayoría de los casos el loteo inicial es reconocible en cada manzana. La evolución histórica de las edificaciones fue paulatina, y su densificación lenta y progresiva, que ha consolidado una forma urbana edificada en los bordes de las manzanas que dejó los huertos familiares hacia el interior. Hoy, algunos sitios permanecen eriazos y se siguen utilizando como huertos urbanos en pleno casco histórico, definiendo un rasgo persistente que 130


FOTOGRAFÍA DE SEBASTIÁN SEISDEDOS

EUGENIO GARCÉS

Fig. 9 Casa Mimica.

ha empezado a variar solamente desde fines del siglo xx en favor de una actividad de edificación más intensa. Los espacios y edificios públicos actuaron como polos de crecimiento y catalizadores del desarrollo del centro urbano. Un rol fundamental en este sentido lo jugó la costanera o paseo Croata, primer espacio público desde la fundación y eje de localización de las primeras edificaciones35. Hacia 1920, a 25 años de su fundación, se consolidó la plaza y, posteriormente, los dos ejes transversales arbolados que la flanquean por dos de sus costados y la conectan con la costanera. Actualmente, la plaza concentra la representación social y urbana. En su entorno se sitúan los edificios públicos y colectivos, elementos singulares que refuerzan su carácter de centro urbano en diálogo con la costanera. La iglesia parroquial salesiana –primera iglesia en Tierra del Fuego, construida por el padre Juan Bernabé36– se desvinculó de la plaza y generó otras tensiones espaciales y funcionales, que en definitiva fueron desestimadas con la construcción de un nuevo templo en la misma plaza. Hasta 1890, las únicas edificaciones existentes correspondían a la casa fiscal y la casa construida por Samuel Ossa Borne. A partir de 1892 se 35. 36.

Martinic, Mateo; op. cit., 2009. El padre Juan Bernabé (1860-1932) era salesiano y arquitecto. Fue responsable de numerosos edificios religiosos en la zona, como la iglesia de Puerto Natales, la catedral de Río Gallegos y la iglesia de la misión de Río Grande en Tierra del Fuego.

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FOTOGRAFÍA DE EUGENIO GARCÉS

ARQUITECTURA, URBANISMO Y ORDENAMIENTO TERRITORIAL

Fig. 16 Estancia San Sebastián.

Galpón de esquila El galpón de esquila de la estancia Cameron es una construcción compleja, compuesta por varias partes que se fueron añadiendo sucesivamente a la nave principal, construida a cuatro aguas en base a dos naves de dos aguas, cada una unida por la limahoya. El galpón está constituido por estructuras y tabiquerías de madera revestidas con planchas de hierro galvanizado y agregado de elementos de ventilación e iluminación. Un trazado modular organizó la disposición de cerchas, ventanas, lucarnas, paneles y bretes. Los pilares son de 10 x 10 pulgadas y los elementos de las cerchas de 5 x 15 pulgadas. El conjunto se complementa con costaneras y crucetas para recibir las planchas metálicas. La estructura de cerchas tradicional se complementó en el refuerzo de los nudos con el agregado de elementos en un tercer plano, transformándola en una estructura tridimensional que permite su arrostramiento. La solución constructiva del galpón es de una gran fineza, lo que revela el buen manejo de las técnicas constructivas por parte de quienes lo ejecutaron, así como las cualidades y posibilidades de los materiales. Hay detalles que hablan de un diseño cuidado y ad hoc a las necesidades de su utilización, como las puertas de los corrales, que en vez de proyectarse hacia adelante se levantan facilitando así su apertura o cierre en medio del movimiento de la masa ovina. 144


EUGENIO GARCÉS

Fig. 17 Estancia Russfin.

Estancia San Sebastián La estancia San Sebastián fue fundada en 1895, como un segundo establecimiento de la Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego en la isla, con 210.000 hectáreas arrendadas al Estado. El casco fue construido en la vecindad de la frontera con Argentina, en un sitio próximo a la bahía atlántica de San Sebastián, a la que debe su nombre, a 142 kilómetros de la ciudad de Porvenir, muy próxima al paso San Sebastián, que conecta con la zona argentina de la isla. Estuvo constituida por 36 edificios, dentro de los que destaca un galpón de esquila de dos pisos. Fue un importante establecimiento ovejero, tanto por su excelente manejo y calidad del ganado, como también por sus instalaciones. Además de ovejas, la estancia se dedicó a la crianza de caballos de silla y tiro. Empleó a 110 personas, a las que se agregaban setenta obreros en los períodos de esquila. Al igual que Caleta Josefina, se mantuvo en manos de la Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego hasta que caducó la última concesión en 1958.

Estancia Russfin Fue fundada en 1920 como sección de la estancia Cameron. Está ubicada a 190 kilómetros al sureste de la ciudad de Porvenir, en la comuna de 145


ARQUITECTURA, URBANISMO Y ORDENAMIENTO TERRITORIAL

ESTANCIA CAMERON Inicio funcionamiento: 1904 Ubicaci贸n: comuna de Timaukel Superficie original: sin datos Superficie actual: 100.755 ha ( incluye subsecciones Russfin y R铆o Grande) Propietario original: Sociedad Explotadora Tierra del Fuego

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EUGENIO GARCÉS

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Planta emplazamiento E. 1: 10.000 1. Casa de administración 2. Casa de trabajadores – tipo A 3. Casa de esquiladores 4. Cocina-comedor 5. Galpón de esquila 6. Carnicería 7. Casa de trabajadores – tipo B 8. Casa de trabajadores – tipo C 9. Salón-biblioteca 10. Municipalidad de Timaukel

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CONFIGURACIONES TERRITORIALES

Fig. 12 Asentamientos e infra­es­tructura de la enap. Natalia Moreno y Juan Luis Fresno, 2008.

pación de suelo, relacionando la superficie predial con la cabida de cabezas de ovinos, la explotación de hidrocarburos demandó una estructura intensiva de puntos que avanzaban bajo el subsuelo y de redes sobre el plano. En una investigación de las formas territoriales en la Cuenca de Magallanes que incluye el norte de la Isla Grande, el tramo nororiental del Estrecho de Magallanes y el borde continental que va desde Punta Dungenes a Punta Arenas (en una figura de continuidad que no discrimina entre la superficie terrestre y la submarina), Marko Matulic plantea un ángulo diferente para comprender las lógicas de implantación de la producción petrolera27. Mediante un ejercicio de representación, intenta demostrar que las lógicas de explotación desarrolladas por la producción de hidrocarburos implican una nueva manera de entender el territorio o, más precisamente, proponen una idea de territorio divergente a la convencional, a partir de sus estructuras e infraestructuras. Según Matulic se configuraría primero un conjunto de sistemas propios de la explotación, compuesto por operaciones secuenciales de prospección (territorio posible), extracción (territorio efectivo) y 27.

Matulic, Marko: “Lógica del territorio: Representaciones de la producción petrolera”; Taller de Investigación La construcción del territorio en Tierra del Fuego, Escuela de Arquitectura fadeu uc, 2º sem. 2002.

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MARCELO COOPER

distribución (territorio activado)28, y articulado en una malla tridimensional organizada sobre la base de áreas, puntos y líneas que se despliega a su vez en distintas capas entre la cota superficial y los -2.400 metros bajo tierra. Así, separa las actividades del proceso de explotación dispuestas por la Empresa Nacional del Petróleo (enap) de las lógicas netamente de ocupación, proponiendo una lectura desde las infraestructuras. Sólo posteriormente, y en dependencia de lo anterior, se dispondrían operaciones de ocupación tradicionales, como red de caminos y centros poblados, articuladas con la red existente en la zona.

Fig. 13 Formas de ocupación de la producción petrolera. Marko Matulic, 2002. Fig. 14 Formas de ocupación de la actividad ganadera. Marko Matulic, 2002.

En este plano, la producción petrolera trajo consigo el mejoramiento de la infraestructura vial en parte importante de la zona norte de la Isla, ya fuese renovando caminos existentes o incorporando nuevas opciones. Son aspectos que apuntan a la modernización territorial del ámbito fueguino durante la segunda mitad del siglo xx. A esta consolidación de las rutas terrestres se le sumó el servicio de aeronavegación comercial regular, provisto por la Línea Aérea Nacional a partir del año 1945. Asimismo, al caducar los arrendamientos de los campos de las grandes compañías ganaderas, ocurrido en 1958 bajo el Gobierno de Carlos Ibáñez del Campo, se produjo el fin de los grandes latifundios, dando lugar a la subdivisión de los campos recuperados y la formación de nuevas colonias agrícolas y ganaderas, como las de Gente Grande, Caleta Josefina y San Sebastián. La subdivisión predial ganadera, que respondía en principio a coordenadas geográficas abstractas, se transformó paulati28.

La infraestructura propia de la distribución estaría compuesta por kilómetros de ductos por donde fluye el petróleo. Hacia el año 1992 enap contabilizaba un total de 1.144 kms. de oleoductos terrestres y 120 kms. de submarinos; 1.943 kms. de gasoductos terrestres y 215 submarinos. En total, la red de ductos sumaba 3.422 kms. de líneas extendidas por el territorio magallánico. Ver Jofré, Eduardo: Los forjadores de la actividad petrolera en Chile; Santiago, Instituto de Ingenieros de Minas de Chile, 1995.

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