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Distanciamiento en medio de multitudes
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Distanciamiento en medio de multitudes
CRISTINA ROSARIO | DIRECTORA CALIDAD REVISTA BOHÍO | CRISTIHELE | CRISTINA@LACOTICA.COM
Comercios, restaurantes, hoteles, empresas y centros de servicios en general se han visto obligados a regir sus operaciones por protocolos para minimizar el riesgo de contagio por COVID-19. Sin embargo, la mayoría de las personas sigue en busca de alternativas más fl exibles, con posibilidades de aprovechar los espacios públicos para la recreación y entretenimiento, sin violar el distanciamiento que exige la actual lucha contra la propagación.
Con un concierto improvisado en la arena en el Gosforth Park de Newcastle, Inglaterra, el mundo aplaudió un paso importante en la instauración de condiciones para que las multitudes disfruten de sus antiguos hábitos en áreas controladas al aire libre. Este no es el único ejemplo; a continuación algunas iniciativas de soluciones para reactivar las visitas a lugares que se caracterizan por el hacinamiento.
Manténgase en su círculo, literalmente
Con una idea simple en su ejecución, el parque Domino en Brooklyn, Nueva York, insta a sus visitantes a adherirse al distanciamiento con 30 círculos blancos simétricos superpuestos con tiza en el césped, con diámetro de dos metros y medio y separados a seis metros entre sí.
Basada también en esta figura geométrica, la firma de arquitectos Hua Hua creó un prototipo para restaurar de forma segura la tradición en la República Checa de comer al aire libre en tiempos de posCOVID. Esta propuesta consiste en establecer demarcaciones seguras en espacios públicos con mesas y sillas fijas, elaboradas a partir de materiales de fácil desinfección y mantenimiento. Aquí los comensales puedan prescindir de las mascarillas a una distancia prudente una vez ordenen en alguna de las ventanas de los restaurantes y cafés existentes en el programa. Aunque se encuentra en su fase de prueba en la ciudad checa de Brno, los creadores de Gastro Safe aseguran que esta solución puede adoptarse en todos los países donde los negocios gastronómicos han tenido bajas considerables.
Los arquitectos contribuyen con su creatividad a crear mejores ciudades y es así como la firma Studio Precht diseñó el Parque de la Distancia para Viena. El novedoso proyecto consta de setos de 90 centímetros de ancho que crean sendas dispuestas en forma de huellas dactilares de unos 600 metros de largo, que recorrería el visitante en un promedio de 20 minutos. Cada una tiene entrada individual y estará dotada de un indicador para avisar cuando el camino esté ocupado. De esta manera, garantiza que no coincidan personas ajenas entre sí.
Playas anti-aglomeraciones
Varias playas de España han sido intervenidas para propiciar el distanciamiento entre sus bañistas. La playa de Canet en la provincia de Valencia ha recurrido con éxito a la parcelación del arenal con cintas sintéticas cuadriculadas a espacios de 16 metros y que deben reservarse vía una aplicación. Un sistema similar se implementó en la playa Silgar en Galicia con estacas de madera, pero los usuarios han sido menos receptivos con el sistema.
La fe no escapa a esta reestructuración
Para los musulmanes participar en el Hajj, una de sus peregrinaciones más multitudinarias, en la gran mezquita de La Meca en Arabia Saudita, es la consecución magnánima de una vida consagrada en su fe. A pesar de que el evento no fue cancelado, el Gobierno, orientado por la Organización Mundial del Turismo (OMT), estableció controles estrictos para su celebración en plena covidianidad.
INICIATIVAS PARA REPÚBLICA DOMINICANA
La actividad, que durante el año congrega a más de 2,5 millones de feligreses del mundo, se vio reducida a un pequeño grupo de no más de 10.000 personas, aunque en un principio se había anunciado que serían solo 1.000, con una selección correspondiente a un 70 % de no sauditas y un 30 % de nacionales, todos residentes en el Reino y cuya edad no sobrepasara los 65 años y tuvieran registros sanitarios que comprobaran su buen estado de salud.
Durante los cinco días del evento, varios de sus rituales se adaptaron a los procedimientos que demandan estos tiempos: las procesiones se hicieron en grupos de 50 personas bajo la vigilancia de un personal designado; para el Tawa, en el que los peregrinos deben darle siete vueltas en sentido contrario al reloj a la Kaaba –representación de la casa de Dios en la Tierra–, se instalaron en el suelo señalizaciones para indicar el camino respetando una distancia de 1,5 metros; se prohibió tocar la Kaaba, y las piedras que se arrojaron en la Lapidación del Diablo se entregaron desinfectadas en bolsas individuales.