Ediciones CNAC / Revista digital del comité de cineastas de américa latina año 1 nº 1

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De esta edición: CNAC Comité de Cineastas de América Latina Consejo de Redacción Walter Achugar Tarik Souki Víctor Luckert Edmundo Aray Diseño y diagramación: José Vásquez Hecho el Depósito de Ley: Depósito Legal: lf23720139001149 ISBN: 978-980-11-1584-7 Impresión digital Dirección: Caracas - Mérida - Venezuela correo: edmundoaray@yahoo.com.mx

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1, Nº 1, A

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SUMARIO UNA VEZ MÁS / 7 MANIFESTO: CINEMA E AUDIOVISUAL PELA DEMOCRACIA / 11 EL HERMANO OBAMA / 15 Fidel Castro EL ESPEJO | A FUEGO LENTO LA SITUACIÓN HA LLEGADO A TAL EXTREMO QUE SE IMPONE UN EJERCICIO DE SINCERIDAD / 21 José Vicente Rangel TAN VIGENTE AYER COMO HOY / 27 Edmundo Aray PA’LANTE, JULIO! / 31 Fernando Birri CUATRO RAZONES PARA REACTIVAR EL COMITÉ DE CINEASTAS DE AMÉRICA LATINA / 35 Entrevista DOSSIER C CAL / 51 30 AÑOS DE LA FUNDACIÓN DEL NUEVO CINE LATINOAMERICANO FNCL / 71 Juan Carlos Lossada LA FNCL, LA EICTV, EL LENGUAJE CINEMATOGRÁFICO / 77 Geraldo Sarno, Tarik Souki CORREOS DEL SUR/ 81 NO AL GOLPE INSTITUCIONAL EN BRASIL. DECLARACIÓN DE LA REDH / 91 50 AÑOS DE LA CINEMATECA NACIONAL / 95 PUBLICACIONES / 101 5


De izq a der.: Pastor Vega, Julio García Espinosa, Tarik Souki, Geraldo Sarno, Mario Benedetti, Manuel Pérez Paredes, Edgardo Pallero, Pedro Rivera, Armando Hart, Jorge Sánchez, Fernando Birri, Daniel Díaz Torres, Gabriel García Márquez, Mariano Rodríguez, Edmundo Aray, Dr. Manuel Iribarren.

El Comité de Cineastas de América Latina es una organización de cineastas del continente y del Caribe dirigida a la defensa y desarrollo de nuestras culturas y cinematografías nacionales como instrumento de resistencia, lucha y liberación, dirigida, igualmente, a contribuir al insoslayable proyecto de integrar nuestras naciones para hacer realidad la gran Patria del Río Grande a la Patagonia, al mismo tiempo que procura la solidaridad creciente y efectiva entre los cineastas del continente y el fortalecimiento del Nuevo Cine Latinoamericano.


UNA VEZ MÁS

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ivimos tiempos nuevos. Siempre vivimos tiempos nuevos. Hay cambios en América Latina. Cambios serios, perturbadores del camino emprendido en busca de un futuro digno para nuestros pueblos. El ejercicio social demócrata progresista ha sido gravemente golpeado por el triunfo de la derecha reaccionaria en Argentina, y duramente amenazado en Brasil y Venezuela. La derecha no ceja en sus esfuerzos anti-nacionales por abortar, estimulada por el Imperio, las notables conquistas a que ha dado lugar la unidad latinoamericana: Alba, Celac, Mercosur, Unasur, Petrocaribe. ¿Y el cine? ¿Y los cineastas? ¿Mantenemos los cimientos hacedores de estos años? ¿Somos meros observadores de los acontecimientos? ¿Enajenamos el o icio creador por el o icio de vivir? ¿Somos ciudadanos al margen de las coyunturas de la sociedad? ¿El cine documental testimonia de manera consecuente cuanto acontece en esta Nuestra América? Son interrogantes que permanentemente nos formulamos en el seno de nuestras agrupaciones, en los más diversos encuentros, en la confrontación de las películas con el público, en las aulas de formación- incluyendo las debidas revisiones curriculares-, en los foros organizativos, en los organismos de fomento cinematográ ico erigidos por los propios cineastas. Al 7


día de hoy el balance es positivo, no solo por el desarrollo de la producción, sino también por la calidad, la cual se expresa en el abordaje de nuevos temas, en el fortalecimiento argumental y dramatúrgico y en las ambiciosas propuestas estéticas. Innumerables galardones, reconocimientos de toda índole y una mayor presencia de público testi ican los aciertos y el esfuerzo de los cineastas y sus dirigencias en los distintos ámbitos del quehacer audiovisual. También es cierto que el espectro pudiera oscurecerse si el fervor popular es avasallado por las ambiciones del capital transnacional y el poder político neocolonial. Necesario es irrumpir de nuevo, invocar la unidad de acción de los cineastas, defender sus atributos y valores, mantener su inquebrantable idelidad a la irrevocable aventura del espíritu. Cuando la imagen es combustión ilumina las esencias más profundas de la libertad creadora. Nunca pongamos a media asta la bandera de la imaginación. E. A.

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MANIFESTO C

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ós, cineastas, roteiristas, atores, produtores, distribuidores e técnicos do audiovisual brasileiro, nos manifestamos para defender a democracia ameaçada pela tentativa de impeachment da Presidenta Dilma Rousseff. Entendemos que nossa jovem democracia, duramente reconquistada após a ditadura militar, é o maior patrimônio de nossa sociedade. Sem ela, não teríamos obtido os avanços sociais, econômicos e culturais das últimas décadas. Sem ela, não haveria liberdade para expressarmos nossas distintas convicções, pensamentos e ideologias. Sem ela, não poderíamos denunciar o muito que falta para o país ser uma nação socialmente mais justa. Por isso, nos colocamos em alerta diante do grave momento que ora atravessamos, pois só a democracia plena garante a liberdade sem a qual nenhum povo pode se desenvolver e construir um mundo melhor. Como nutrimos diferentes preferências políticas ou partidárias, o que nos une aqui é a defesa da democracia e da legalidade, que deve ser igual para todos. Somos frontalmente contra qualquer forma de corrupção e aplaudimos o esforço para eliminar práticas corruptas em todos os níveis das relações pro issionais, empresariais e pessoais. Nesse sentido, denunciamos aqui o risco iminente da interrupção da ordem democrática pela imposição de um impea11


chment sem base jurídica e provas concretas, levado a cabo por um Congresso contaminado por políticos comprovadamente corruptos ou sob forte suspeição, a começar pelo presidente da casa, o deputado federal Eduardo Cunha. Manifestamos a nossa indignação diante das arbitrariedades promovidas por setores da Justiça, dos quais espera-se equilíbrio e apartidarismo. Da mesma forma, expressamos indignação diante de meios de comunicação que fomentam o açodamento ideológico e criminalizam a política. Estas atitudes colocam em xeque a convivência, o respeito à diferença e a paz social. Repudiamos a deturpação das funções do Ministério Público, com a violação sistemática de garantias individuais, prisões preventivas, conduções coercitivas, delações premiadas forçadas, grampos e vazamentos de conversas íntimas, reconhecidas como ilegais por membros do próprio STF. Repudiamos a contaminação da justiça pela política, quando esta desequilibra sua balança a favor de partidos ou interesses de classes ou grupos sociais. Nos posicionamos irmemente a favor do estado de direito e do respeito à Constituição Brasileira de 1988. Somos contrários à irracionalidade, ao ódio de classe e à intolerância. Como construtores de narrativas, estamos atentos à manipulação de notícias e irresponsável divulgação de escutas ilegais pelos concessionários das redes de comunicação. Televisões, revistas e jornais, formadores de opinião, criaram uma obra distorcida, colaborando para aumentar a crise que o país atravessa, insu lando a sociedade e alimentando a ideia do impeachment com o objetivo de devolver o poder a seus aliados. Tal agenda envolve desquali icar as empresas nacionais estratégicas, entre as quais se insere a emergente indústria do audiovisual. 12


Por todos esses motivos, nos sentimos no dever de denunciar essa enganosa narrativa e de alertar nossos pares do audiovisual em outros países sobre este assombroso momento que vivemos. Usaremos todos os instrumentos legais à nossa disposição para impedir um retrocesso em nossa frágil democracia. 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8.

Luiz Carlos Barreto - Produtor (RJ) Rui Guerra – Cineasta (RJ) Orlando Senna – Cineasta (RJ) Wagner Moura - Ator (BA) Sara Silveira - Produtora (SP) Anna Muylaert – Cineasta (SP) Kleber Mendonça Filho – Cineasta (PE) Karim Ainouz – Cineasta (CE/SP)

Seguem 3 mil assinaturas até o momento.

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Artículo de Fidel

EL HERMANO OBAMA

Nadie se haga la ilusión de que el pueblo de este noble y abnegado país renunciará a la gloria y los derechos, y a la riqueza espiritual que ha ganado con el desarrollo de la educación, la ciencia y la cultura.

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os reyes de España nos trajeron a los conquistadores y dueños, cuyas huellas quedaron en los hatos circulares de tierra asignados a los buscadores de oro en las arenas de los ríos, una forma abusiva y bochornosa de explotación cuyos vestigios se pueden divisar desde el aire en muchos lugares del país.

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El turismo hoy, en gran parte, consiste en mostrar las delicias de los paisajes y saborear las exquisiteces alimentarias de nuestros mares, y siempre que se comparta con el capital privado de las grandes corporaciones extranjeras, cuyas ganancias si no alcanzan los miles de millones de dólares per cápita no son dignas de atención alguna. Ya que me vi obligado a mencionar el tema, debo añadir, principalmente para los jóvenes, que pocas personas se percatan de la importancia de tal condición en este momento singular de la historia humana. No diré que el tiempo se ha perdido, pero no vacilo en a irmar que no estamos su icientemente informados, ni ustedes ni nosotros, de los conocimientos y las conciencias que debiéramos tener para enfrentar las realidades que nos desa ían. Lo primero a tomar en cuenta es que nuestras vidas son una fracción histórica de segundo, que hay que compartir además con las necesidades vitales de todo ser humano. Una de las características de este es la tendencia a la sobrevaloración de su papel, lo cual contrasta por otro lado con el número extraordinario de personas que encarnan los sueños más elevados. Nadie, sin embargo, es bueno o es malo por sí mismo. Ninguno de nosotros está diseñado para el papel que debe asumir en la sociedad revolucionaria. En parte, los cubanos tuvimos el privilegio de contar con el ejemplo de José Martí. Me pregunto incluso si tenía que caer o no en Dos Ríos, cuando dijo “para mí es hora”, y cargó contra las fuerzas españolas atrincheradas en una sólida línea de fuego. No quería regresar a Estados Unidos y no había quién lo hiciera regresar. Alguien arrancó algunas hojas de su diario. ¿Quién cargó con esa pér ida culpa, que fue sin duda obra de algún intriganteinescrupuloso? Se conocen diferencias entre los Jefes, pero jamás indisciplinas. “Quien intente apropiarse de Cuba recogerá el polvo de su suelo anegado en sangre, si no perece en la lucha”, declaró el glorioso líder negro Antonio Maceo. Se reconoce igualmente en Máximo Gómez, el jefe militar más disciplinado y discreto de nuestra historia. 16


Mirándolo desde otro ángulo, cómo no admirarse de la indignación de Bonifacio Byrne cuando, desde la distante embarcación que lo traía de regreso a Cuba, al divisar otra bandera junto a la de la estrella solitaria, declaró: “Mi bandera es aquella que no ha sido jamás mercenaria…”, para añadir de inmediato una de las más bellas frases que escuché nunca: “Si deshecha en menudos pedazos llega a ser mi bandera algún día… ¡nuestros muertos alzando los brazos la sabrán defender todavía!...”. Tampoco olvidaré las encendidas palabras de Camilo Cienfuegos aquella noche, cuando a varias decenas de metros bazucas y ametralladoras de origen norteamericano, en manos contrarrevolucionarias, apuntaban hacia la terraza donde estábamos parados. Obama había nacido en agosto de 1961, como él mismo explicó. Más de medio siglo transcurriría desde aquel momento. Veamos sin embargo cómo piensa hoy nuestro ilustre visitante: “Vine aquí para dejar atrás los últimos vestigios de la guerra fría en las Américas. Vine aquí extendiendo la mano de amistad al pueblo cubano”. De inmediato un diluvio de conceptos, enteramente novedosos para la mayoría de nosotros: “Ambos vivimos en un nuevo mundo colonizado por europeos”. Prosiguió el Presidente norteamericano. “Cuba, al igual que Estados Unidos, fue constituida por esclavos traídos de África; al igual que Estados Unidos, el pueblo cubano tiene herencias en esclavos y esclavistas”. Las poblaciones nativas no existen para nada en la mente de Obama. Tampoco dice que la discriminación racial fue barrida por la Revolución; que el retiro y el salario de todos los cubanos fueron decretados por esta antes de que el señor Barack Obama 17


cumpliera 10 años. La odiosa costumbre burguesa y racista de contratar esbirros para que los ciudadanos negros fuesen expulsados de centros de recreación fue barrida por la Revolución Cubana. Esta pasaría a la historia por la batalla que libró en Angola contra el apartheid, poniendo in a la presencia de armas nucleares en un continente de más de mil millones de habitantes. No era ese el objetivo de nuestra solidaridad, sino ayudar a los pueblos de Angola, Mozambique, Guinea Bissau y otros del dominio colonial fascista de Portugal. En 1961, apenas dos años y tres meses después del Triunfo de la Revolución, una fuerza mercenaria con cañones e infantería blindada, equipada con aviones, fue entrenada y acompañada por buques de guerra y portaviones de Estados Unidos, atacando por sorpresa a nuestro país. Nada podrá justi icar aquel alevoso ataque que costó a nuestro país cientos de bajas entre muertos y heridos. De la brigada de asalto proyanki, en ninguna parte consta que se hubiese podido evacuar un solo mercenario. Aviones yankis de combate fueron presentados ante Naciones Unidas como equipos cubanos sublevados. Es de sobra conocida la experiencia militar y el poderío de ese país. En África creyeron igualmente que la Cuba revolucionaria sería puesta fácilmente fuera de combate. El ataque por el Sur de Angola por parte de las brigadas motorizadas de Sudáfrica racista los lleva hasta las proximidades de Luanda, la capital de este país. Ahí se inicia una lucha que se prolongó no menos de 15 años. No hablaría siquiera de esto, a menos que tuviera el deber elemental de responder al discurso de Obama en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso. No intentaré tampoco dar detalles, solo enfatizar que allí se escribió una página honrosa de la lucha por la liberación del ser humano. De cierta forma yo deseaba que la conducta de Obama fuese correcta. Su origen humilde y su inteligencia natural eran evidentes. Mandela estaba preso de por vida y se había con18


vertido en un gigante de la lucha por la dignidad humana. Un día llegó a mis manos una copia del libro en que se narra parte de la vida de Mandela y ¡oh, sorpresa!: estaba prologado por Barack Obama. Lo ojeé rápidamente. Era increíble el tamaño de la minúscula letra de Mandela precisando datos. Vale la pena haber conocido hombres como aquel. Sobre el episodio de Sudáfrica debo señalar otra experiencia. Yo estaba realmente interesado en conocer más detalles sobre la forma en que los sudafricanos habían adquirido las armas nucleares. Solo tenía la información muy precisa de que no pasaban de 10 o 12 bombas. Una fuente segura sería el profesor e investigador Piero Gleijeses, quien había redactado el texto de “Misiones en con licto: La Habana, Washington y África 19591976”; un trabajo excelente. Yo sabía que él era la fuente más segura de lo ocurrido y así se lo comuniqué; me respondió que él no había hablado más del asunto, porque en el texto había respondido a las preguntas del compañero Jorge Risquet, quien había sido embajador o colaborador cubano en Angola, muy amigo suyo. Localicé a Risquet; ya en otras importantes ocupaciones estaba terminando un curso del que le faltaban varias semanas. Esa tarea coincidió con un viaje bastante reciente de Piero a nuestro país; le había advertido a este que Risquet tenía ya algunos años y su salud no era óptima. A los pocos días ocurrió lo que yo temía. Risquet empeoró y falleció. Cuando Piero llegó no había nada que hacer excepto promesas, pero ya yo había logrado información sobre lo que se relacionaba con esa arma y la ayuda que Sudáfrica racista había recibido de Reagan e Israel. No sé qué tendrá que decir ahora Obama sobre esta historia. Ignoro qué sabía o no, aunque es muy dudoso que no supiera absolutamente nada. Mi modesta sugerencia es que re lexione y no trate ahora de elaborar teorías sobre la política cubana. Hay una cuestión importante:

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Obama pronunció un discurso en el que utiliza las palabras más almibaradas para expresar: “Es hora ya de olvidarnos del pasado, dejemos el pasado, miremos el futuro, mirémoslo juntos, un futuro de esperanza. Y no va a ser fácil, va a haber retos, y a esos vamos a darle tiempo; pero mi estadía aquí me da más esperanzas de lo que podemos hacer juntos como amigos, como familia, como vecinos, juntos”. Se supone que cada uno de nosotros corría el riesgo de un infarto al escuchar estas palabras del Presidente de Estados Unidos. Tras un bloqueo despiadado que ha durado ya casi 60 años, ¿y los que han muerto en los ataques mercenarios a barcos y puertos cubanos, un avión de línea repleto de pasajeros hecho estallar en pleno vuelo, invasiones mercenarias, múltiples actos de violencia y de fuerza? Nadie se haga la ilusión de que el pueblo de este noble y abnegado país renunciará a la gloria y los derechos, y a la riqueza espiritual que ha ganado con el desarrollo de la educación, la ciencia y la cultura. Advierto además que somos capaces de producir los alimentos y las riquezas materiales que necesitamos con el esfuerzo y la inteligencia de nuestro pueblo. No necesitamos que el imperio nos regale nada. Nuestros esfuerzos serán legales y pací icos, porque es nuestro compromiso con la paz y la fraternidad de todos los seres humanos que vivimos en este planeta.

FIDEL CASTRO RUZ MARZO 27 DE 2016 10 Y 25 P.M. / PUBLICADO EN EL GRAMMA 20


EL ESPEJO | A FUEGO LENTO L

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ÚN.- 1) Dejemos de lado las sutilezas. La situación ha llegado a tal extremo que se impone un ejercicio de sinceridad. Se impone llamar las cosas por su nombre y eludir las trampas semánticas con las que se pretende encubrir lo que cada día es más evidente: los planes que están en marcha para violentar el orden constitucional. Para derrocar al presidente electo por el pueblo, Nicolás Maduro, con más de siete millones y medio de sufragios. 2) Desde que Maduro fue electo la oposición se trazó ese objetivo con carácter prioritario. Tal actitud ha estado presente en numerosos episodios en los cuales se expresa la voluntad del sector de desconocer las reglas del sistema legal y democrático. El mandato popular es cuestionado abiertamente, tanto en el discurso como en las acciones de calle. El ataque a la economía es brutal, así como el desconocimiento de las instituciones, la descali icación de los Poderes públicos, Ejecutivo, Tribunal Supremo, Consejo Nacional Electoral, Fiscalía General, al igual que la Contraloría General y el Banco Central. Una persistente campaña de descrédito promovida, dentro y fuera del país, con el objeto de proyectar una imagen caótica de Venezuela -contada con falsedades de todo tipo-, es parte de la conjura que se trama, de la que no hay precedentes. Nunca se había visto tanto descaro para promover un golpe contra el Estado de derecho. Nunca el lenguaje del liderazgo opositor tuvo la desfachatez de plantear el 21


derrocamiento de un presidente legítimo y constitucional como ocurre en la actualidad. 3) La intención de salir, como sea, de Maduro se mani iesta sin tapujos. Plantearlo se ha convertido en rutina. Dirigentes políticos cali icados y columnistas no pierden oportunidad para señalar que la única solución a los problemas nacionales es que Maduro abandone Mira lores. No importa la forma, ni el mecanismo a utilizar, aún cuando por razones obvias se suele acompañar la amenaza con la promesa tranquilizadora de que la vía será “pací ica, democrática y constitucional”. La aclaratoria tiene la inalidad de engañar a la opinión pública, pero si se escarba en lo que se propone a lora como único propósito saltarse la Constitución para derrocar al Jefe del Estado. 4) El guión del golpe contempla una etapa de saturación a través de los medios de comunicación, redes sociales, partidos políticos, ciertas instituciones, grupos económicos y la injerencia extranjera. No hay ninguna novedad en su desarrollo, basta con remitirse a lo que fue la conspiración, en 1973, contra el presidente Allende en Chile. Desde luego, se han a inado ciertos aspectos de la operación, sobre todo lo mediático y la plena vinculación del factor oposición interna y centros de poder mundiales como EEUU y la Unión Europea. Al respecto cabe señalar la actitud de Barack Obama. A sabiendas de que el plan conspirativo avanza, pero que ciertos plazos y disposiciones legales pudieran entrabar su ejecución, el presidente norteamericano decide, de pronto, prorrogar su decreto declarando a Venezuela “amenaza inusual y extraordinaria” para la seguridad de EEUU. Tal decisión coincide con el incremento de los llamados de la oposición interna a desalojar a Maduro de Mira lores. No se necesita mucha agudeza política para detectar que la insólita señal, groseramente injerencista del jefe de la potencia mundial, busca apresurar el desenlace inal. Seguramente que la decisión de Obama respecto al decreto -y las posteriores declaraciones urgiendo a la instauración de un nuevo gobierno en Venezuela-, fue in luen22


ciada por el nerviosismo y la angustia que se ha apoderado de la oposición en las últimas semanas instrumentalizada desde el norte. El golpe contra la Constitución tiene la peculiaridad de esa relación espuria entre el imperio y los pitiyanquis que estigmatizara, acertadamente. Mario Briceño Iragorry. Es la última fase del golpe permanente, su expresión terminal, cocinada a fuego lento. LABERINTO ¿Se gesta una mediación en el enfrentamiento gobierno nacional-oposición a través de Unasur, recurriendo a la participación del expresidente del gobierno español y dirigente del Psoe, Rodríguez Zapatero? Se habla de avances en esa dirección, lo cual explicaría las descargas de los grupos radicales de la oposición que apuestan al derrocamiento de Maduro. Algunos comentaristas, columnistas y voceros no o iciales de la MUD, han desatado fuertes críticas hacia la política que adelanta este organismo. Lo acusan de no ejercer a fondo la oposición, de debilidad ante el gobierno, de transar y de evitar que la confrontación se agudice. Algo similar a lo que ocurrió el 11-A: los radicales se impusieron y la oposición tomó el atajo de la violencia con los resultados deplorables que todo el país conoce… Lo que sucede desde que asumió la presidencia Nicolás Maduro, la rutinización de la conspiración, se reproduce -casi con las mismas características- en Brasil. Sacar a Dilma de la presidencia, apelando a la cloaca política, y cortar la posibilidad de que Lula opte de nuevo a la presidencia, es el plan de la derecha. En un impactante discurso con motivo de la designación de Lula como ministro, la presidenta anunció que “el golpe está en desarrollo”. La respuesta de los trabajadores, las organizaciones sociales y el PT, fue inmediata: millones de personas se echaron a la calle…

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A propósito de lo que sucede en Brasil, que provoca el histerismo en la derecha latinoamericana, el expresidente de Uruguay, “Pepe” Mujica, suministró a los medios del sur una declaración de la que extraigo un pasaje: “La derecha perdió toda racionalidad. No quiere entender que comiendo un poco menos, igual sigue comiendo mucho. No quiere a Lula y al PT porque rechaza la necesidad de que haya que repartir aunque sea un poco. Están enceguecidos, están rabiosos. Cuando la derecha se desmadra se hace fascistoide, y con su apuro por voltear al gobierno no le dejan salida al país. Desde la humildad de mi vocecita le digo a la derecha brasileña que sea un poco más inteligente, que sea menos apasionada contra Lula”. El mensaje es para toda la derecha latinoamericana, y en torno a él debiera re lexionar, especialmente, la venezolana… El empresariado tradicional, parasitario, bene iciado prioritario del rentismo petrolero, debe estar preocupado por la actitud del nuevo tipo de empresario que está surgiendo. Que responde con espíritu patriótico a las medidas anunciadas por Maduro. También, por razones obvias, debe preocupar a la MUD… Durante el primer trimestre de este año se intensi icó una política de los EEUU hacia el Caribe y Centroamérica, apuntalada en las Fuerzas Armadas, con visitas del Comando Meridional/ Sur y del Comandante de las Fuerzas Militares. De esta manera, lo que se conoce con el nombre de “programas de asistencia en seguridad”, que comenzó en Honduras con la participación del nuevo Jefe del Comando Sur, Almirante Kart Tidd, y luego se proyectó en Jamaica con una reunión con líderes de 18 naciones caribeñas, El Salvador, y la presencia del general Joseph Dunford, Comandante de las Fuerzas Militares de EEUU en Colombia. Un aporte valioso para el conocimiento de este plan destinado a inluir, por la vía militar, en Centroamérica y el Caribe, es el libro del General José Antonio Barrios, Director de la Escuela de Inteligencia y Contrainteligencia “Daniel Florencio O’Leary”, titulado Compilación de Documentos Doctrinarios de los EEUU… 24


Coincido con Díaz Rangel: increíble que AD nada diga sobre el decreto de Obama… pero lo cierto es que un destacado líder de este partido lo cali icó “de pote de humo”.

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“El cineasta de esta nueva poética no debe ver en ella el objetivo de una realización personal. Debe jerarquizar su condición o su aspiración de revolucionario por encima de todo. Debe tratar de realizarse, en una palabra, como hombre y no sólo como artista.” Julio García Espinosa


TAN VIGENTE AYER COMO HOY E

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ara Julio García Espinosa, desde sus comienzos como realizador, el o icio exigía no sólo el trabajo creador, también la re lexión de cuanto hacían él y sus compañeros cineastas en Cuba y en Nuestra América. Re lexión con los cineastas del ICAIC desde la idea, el argumento, el guión hasta el primer corte de la película. Auténticos cine debate orientados a la toma de conciencia del cineasta como tal, del ámbito exigente del cine y de ciudadano inserto en un proceso revolucionario. Debates con los cineastas latinoamericanos que acudían a terminar sus películas en el ICAIC, sus salas de edición y de sonido y sus propios laboratorios, luego de ilmar en sus países y salir, latas en mano o de manera subrepticia para eludir la persecución o la represión de las dictaduras imperantes en gran parte del Continente. El ICAIC fue escuela, taller, aula de discusión, postgrado, productora, y coproductora solidaria. Con cada película cristalizaba una obra cinematográ ica, también un compañero realizador con su acervo ideológico y artístico enriquecido. En tal proceso Julio ejerció magisterio especial y aprendizaje. Por complemento urgente y necesario la revista CINE CUBANO, la Dirección y los textos de Guevara, de Julio, de cineastas de América y del resto del mundo. Cumplidos diez años de aquella experiencia, ROCINANTE-CINE, en Venezuela, publicó el primer libro de García Espinosa: POR UN CINE IMPERFECTO. Acaso no visionamos en toda 27


su extensión el impacto que aquel libro causaría en el ámbito de nuestra cinematogra ía y de los jóvenes que se iniciaban en el o icio de cineastas –entendido el o icio en su más amplia dimensión. Innumerables discusiones, apuestas por un cine cualquiera como si el cali icativo de imperfecto fuese vía permisiva para hacer cine de cualquier manera. El propio García Espinosa se alarmó cuando le llegaron noticias de la confusión o de la permisibilidad a que daban lugar sus re lexiones y el provocador título del libro. Entendía, si, que muchos compañeros urgidos de expresar su repudio a las dictaduras o de hurgar y revelar las humillaciones a nuestros pueblos, como de convertir el cine en arma de rebelión, encontraban en su propuesta estimulo a sus urgencias como patriotas y autores posibles. “Una nueva poética para el cine –palabra de García Espinosa- será, ante todo y sobre todo, una poética ‘interesada’, un arte ‘interesado’, un cine consciente y resueltamente ‘interesado’, es decir, un cine imperfecto. Un arte ‘desinteresado’, como plena actividad estética, ya solo podrá hacerse cuando sea el pueblo quien haga el arte. El arte hoy deberá asimilar una cuota de trabajo en interés de que el trabajo vaya asimilando una cuota de arte. “La divisa de este cine imperfecto (que no hay que inventar porque ya ha surgido) es: ‘No nos interesan los problemas de los neuróticos, nos interesan los problemas de los lúcidos’, como diría Glauber Rocha.” Y agrega –comprometido con su tiempo y el futuro por hacer–: “El cine imperfecto halla un nuevo destinatario en los que luchan. Y, en los problemas de estos, encuentra su temática. Los lúcidos, para el cine imperfecto, son aquellos que piensan y sienten que viven en un mundo que pueden cambiar, que pese a los problemas y a las di icultades, están convencidos que lo pueden cambiar y revolucionariamente. El cine imperfecto no tiene, entonces, que luchar para hacer un ‘público’. Al contrario. Puede decirse que, en estos momentos, existe más ‘público’ para un cine de esta naturaleza que cineastas para dicho ‘público’. 28


El cine imperfecto es una respuesta –a irma García Espinosa. “Pero también es una pregunta que irá encontrando sus respuestas en el propio desarrollo. El cine imperfecto puede utilizar el documental o la icción o ambos. Puede utilizar un género u otro o todos. Puede utilizar el cine como arte pluralista o como expresión especí ica. Le es igual. No son éstas sus alternativas, ni sus problemas, ni mucho menos sus objetivos. No son éstas las batallas ni las polémicas que le interesan librar.” Los que luchan no luchan al margen de la vida sino adentro. La lucha es vida y viceversa. No se lucha para ‘después vivir. La lucha exige una organización que es la organización de la vida.” A irmemos, como ayer Julio, como hoy, ya sin los riesgos y desviaciones de ayer, pues los cineastas ejercen su o icio con rigor, los aprendices, con pasión, y los por hacerse, con la asunción del riesgo, que: “El cineasta de esta nueva poética no debe ver en ella el objetivo de una realización personal. Debe jerarquizar su condición o su aspiración de revolucionario por encima de todo. Debe tratar de realizarse, en una palabra, como hombre y no sólo como artista.” Seria, muy seria re lexión, querido Julio, seria, muy seria en tiempos de doloroso empeño, como ahora en tiempos de encendidos cambios, de creciente conciencia popular y de auténtica visión soberana a lo largo de América Latina y el Caribe. Cuba no está sola, Nuestra América tampoco. Hemos puesto patas arriba a la GLOBALIZACIÓN, que el capital creyó eterno erial, y hoy convertimos en herramienta de integración de los pueblos de Nuestra América, de África y de gran parte de Asia. Seremos, Julio, un solo coraje, una nueva poética, una pasión por la existencia soberana y la construcción, brazo a brazo, de la dignidad del ser humano. Con cada amanecer, hermano, ilmamos, escribimos versos de un Canto General que nos permitirá alcanzar una vida imperfecta, superior, dígase distinta a las insaciables y voraces imperfecciones de la sociedad del capital. Versión al 13 de abril del 2015 29


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PA’LANTE, JULIO!

Aunque llorar –dicen– no es de hombres, yo lloraré y pido

a ustedes hombres y mujeres de la América Latina que lloren por la muerte de quien fue un mito principal, de uno de quienes les dieron vida a esa América y su cine. El, Julio García Espinosa, quien sacri icó su vida y su arte personal para infundir la esperanza en el de las nuevas generaciones del futuro.

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Obligado a ser burócrata por una Revolución que así a veces se contradecía a sí misma, fue un artista liberado y un forjador liberatorio de artistas a nivel no sólo cubano y caribeño, sino latinoamericano (y africano y asiático e internacionalista). Sustituyó el creador solitario que duerme -y sueña- en cada uno de nosotros por el creador colectivo; también, el cine de autor por el cine de un proyecto común (comunitario, comunista y feliz-mente compartido);también, el cine “perfecto” de la distopía hollywoodiana por el cine “imperfecto” de nuestra cotidiana utopía latinoamericana. La originalidad, transgresión e irreverencia de sus ideas (de su ideología, de sus ilms: “El Mégano”, ”Las aventuras de Juan Qinquín”, ”Son o no son”, de su Presidencia del ICAIC, de su Dirección de la EICTV) que compartimos con él y Gabomago y la horda primitiva de compañeros y compañeras del Nuevo Cine Latinoamericano, señalan la brújula imantada de un movimiento audiovisual de la imagen en movimiento deconstruída y reconstruída, una de las más determinante entre los movimientos de vanguardia cultural a mitades del siglo XX (mayo del 68,revoluciòn sexual del orgón, llegada del astronauta a la luna…). Todo lo que entonces era sólo sueño, proyecto, utopía y hoy realidad (que ha perdido y pierde sus huellas más de una vez por los muchos caminos de los jardines que la imaginación bifurca). Concretó su obra. Antidogmático, jodón, gozador ,siempre sonriente, el mejor responso luctuoso en su memoria es cantar fuerte aquel slogan popular que tanto le hacía sonreír y reír: “A cantar y bailar juntos con la Sinfónica Nacional”. Julio, hermano: Ahora, sonríe en paz. FERNANDO BIRRI

Roma 13 de abril 2016 32


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Tomás Gutiérrez Alea (Titón), Julio García Espinosa y Armando Hart

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CUATRO RAZONES PARA REACTIVAR EL COMITÉ DE CINEASTAS DE AMÉRICA LATINA E

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l cineasta Edmundo Aray es uno de los creadores del Nuevo Cine Latinoamericano convocado por Alfredo Guevara para dar forma al movimiento cultural que promovió el nacimiento de los ilmes marginados del continente que pusieron en primer plano los con lictos, las luchas y los ideales de los hombres y mujeres de la Patria Grande. Economista graduado en la Universidad Central de Venezuela, poeta de raza, periodista, investigador y ensayista son uno de los talentos de este trabajador y militante de la cultura latinoamericana. Fundador y refundador por vocación entrado los años sesenta echó a andar el grupo de escritores de El Techo de la Ballena (1963-1968) y de la revista Rocinante (1969-1978). Tiene más de una veintena de libros publicados en su haber. Se destacó como miembro original del Comité de Cineastas de América Latina (C-CAL), y la Dirección General de la Escuela Internacional de Cine y Televisión (EICTV) de San Antonio de los Baños, Cuba, entre los años 2000 y 2002. Actualmente dirige la ilial de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano, Capítulo Mérida. Aray es un referente ineludible a la hora de entender la emergencia, consolidación, y hasta la institucionalización de

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este proyecto artístico de vanguardia que trascendió con creces el campo cinematográ ico y del que el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográ icos, el ICAIC, se instituyó como su organizador colectivo. Gabriela Bustos, investigadora y docente de la Universidad de Buenos Aires, dialoga con el realizador andino en una de aquellas interesantes charlas e intercambios que se dieron en el marco de la XII edición del Festival Internacional de Documentales Santiago Álvarez In Memoriam (2011), que acontece cada año en la oriental provincia de Santiago de Cuba. En aquella oportunidad Venezuela fue el país invitado de honor y Edmundo Aray, sin dudas fue uno de sus oradores distinguidos. En esta charla el locuaz entrevistado se permite re lexionar y “pensar en voz alta” sobre el Nuevo Cine Latinoamericano y las complejas relaciones entre las instituciones y los organismos políticos culturales que desde allí se articularon vistos desde la actualidad de un campo cinematográ ico regional que necesita seguir repensándose y recreándose. Y inalmente arriesga “cuatro razones para reactivar el Comité de Cineastas de América Latina”. Acá van. B- ¿Cuál es tu experiencia con el nuevo cine latinoamericano? Contarme de Mérida y de cómo te acercas al “humus”, como diría Birri. A- La primera se produce cuando el Congreso Cultural de La Habana (1968). Entonces fui representando a Venezuela. Había ido de manera clandestina porque estaban rotas las relaciones entre ambos países. En el curso del evento recibí una invitación para almorzar con Alfredo Guevara. Para nosotros, ya en ese momento, Alfredo Guevara representaba el hombre - vanguardia del cine latinoamericano. Bien, sorpresa y grata sorpresa. Nos reunimos en el restaurante “La Roca” y me dice: “mira yo quería 36


hablar contigo porque tengo noticias de ti, de tus relaciones con Carlos Rebolledo y considero que tu eres una persona llamada a ayudarnos a conformar el Movimiento del Cine Latinoamericano, de los cineastas de América Latina. Yo era un activista, te aclaro, en el ámbito de los escritores y artistas, militante del Movimiento de izquierda revolucionaria (MIR). El hecho cierto es que tomé muy en serio la propuesta de Alfredo. Llegué a Venezuela, hablé con Carlos Rebolledo e iniciamos nuestro trabajo, en lo posible, pues mucha gente estaba en la clandestinidad a lo largo de América Latina. Y, bien se dio este proceso de acercamiento a los compañeros que hacían cine y sobre todo cine militante en el continente. Se produce en noviembre de 1968 la Primera Muestra de Cine Documental, en Mérida. Convocamos a lo que hoy son ya grandes iguras, paradigmáticas del cine Latinoamericano. Entre ellos estaban Eliseo Subiela, Jorge Sanjinés, Arturo Ripstein, Miguel Littin, Raymundo Gleizer, (Fernando) “Pino” Solanas, y (Octavio) Getino. Se mostró por primera vez La Hora de los Hornos (Cine Liberación, 1968) fuera de la Argentina. Aquello fue un acontecimiento, los universitarios salieron a manifestar por las calles. Fue un acto de agitación. Yo estaba en Cuba y no había podido salir de la isla. Había participado, sí, con Carlos Rebolledo en la organización del encuentro. No me encontraba en Mérida, pero sabía cuánto acontecía. Se celebra el encuentro y a partir de allí comenzamos a plantearnos la creación de un centro de cine documental. De alguna manera seguíamos las pautas que se habían establecido en 1967, en el Encuentro de Viña del Mar, la recomendación expresa de que creáramos centros de desarrollo del cine y de continuar con la realización de eventos como el de Viña. Después del encuentro de documentalistas en Mérida, creamos el Departamento de cine de la ULA, centro de formación y promoción que impulsará el cine del país y convocará a notables cineastas del continente (Birri, Jorge Sanjinés, Patricio Guzmán). El Departamento servía de apoyo a la conformación de una organización continental de cineastas. No se da en el ´68 pero en la práctica ya 37


estábamos conformando ese movimiento. De ello da testimonio la participación de cineastas latinoamericanos y del Caribe en Sestri Levante y Pésaro. En este Festival se muestra la película de Raimundo Gleyzer, Los traidores (Cine de la Base, 1973). Al inal de la proyección, Glauber Rocha irrumpió atacando ferozmente a los críticos italianos, pues consideraba que aunque estos se hacían pasar por gente de izquierda sólo representaban una especie de neocolonialismo de izquierda. Bien, esa reunión fue importante porque nos encontramos con Glauber, Titón (Tomás Gutiérrez Alea), Julio García Espinosa, y otros cineastas latinoamericanos. El movimiento de nuestro cine continuaba. Considerábamos urgente y necesaria la discusión en torno al cine y su papel en el continente. Cine militante, cine combatiente, cine subversivo, si se quiere. Después de la caída de Allende creamos una especie de estafeta en Caracas por la cual pasaban los cineastas brasileros, argentinos, chilenos, compañeros del exilio. Durante varios años trabajamos con Sergio Trabucco, chileno, y Walter Achugar, uruguayo,). Actividad política, cinematográ ica. En 1974 nos plateamos como inaplazable formalizar el Comité de Cineastas de América Latina (C-CAL). Al año de la caída de Allende, con la presencia de Zonia, hija del Compañero Presidente, nos reunimos en un gran acto en el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela. Se crea el Comité de Cineastas de América Latina (C-CAL), se formaliza su entidad y echamos a andar, apresuramos la marcha. En la práctica estábamos lisa y llanamente creando un organismo de combate y de unidad que permitía trazar líneas, discutirlas entre nosotros y en otros ámbitos, continuar el trabajo político dentro de la cinematogra ía y apoyar la insurgencia. Cine militante. Cine que se enfrentaba a las dictaduras militares provocadas por el Imperio, que servía de agitación y, en particular, como en todos nuestros países, ejercía un cine de denuncia. De alguna manera la consigna de la Cinemateca del Tercer Mundo, cuya imagen grá ica era una cámara 38


C-CAL en la FNCL

Jorge Sanjinés

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convertida en ametralladora, expresaba el aliento fundamental del cine que hacíamos en América Latina. Santiago Álvarez se había convertido en paradigma cinematográ ico. Figuras como Sanjinés, Littin, Glauber Rocha, Getino y Solanas conformaban uno de los tantos cuadros estelares de nuestro cine. A partir de 1974, con el declinar de las dictaduras, el fortalecimiento del movimiento popular, el establecimiento de las democracias representativas, se abren los espectros de la cultura, del pensamiento crítico, de la investigación cientí ica, de la fermentación social. Se amplía el universo político, la presencia de la izquierda como factor de impulso de las exigencias populares. En el universo de la cinematogra ía se acentúa la lucha por las leyes de cine, por el fomento de la producción y la protección de las pantallas nacionales. El Comité de Cineastas de América Latina contribuía al fortalecimiento de las urgencias cinematográ icas en los más diversos medios. El Festival del Nuevo Cine Latinoamericano se convirtió en una meta prioritaria. Cuba asume la responsabilidad y Alfredo Guevara la conducción del Festival. Por cierto, paso la treintena aniversario. Inmediatamente después se plantea crear una organización que nos permitiera avanzar de alguna manera institucional, con miras a la creación de una Escuela de Cine del Tercer Mundo. Una vez más, Cuba asume la responsabilidad, mediante la participación decisiva de Fidel Castro. Y es por eso que en el año 1985 creamos la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano, presidida por Gabriel García Márquez quien, además, donó una cantidad de dinero signi icativa para el inicio de actividades de la Escuela, EICTV, Escuela Internacional de cine y tv, Escuela del tercer mundo, Escuela de todos los mundos. Siendo Fernando Birri su primer Director, autentico maestro de juventudes cinematográ icas. Fuimos avanzando, seguíamos haciendo cine. Las democracias nos permitían actuar, acogían parcialmente nuestros requerimientos. Nuestras películas se veían en las universidades, en los sindicatos, en los barrios, en los centros marginales 40


de la población. En algunos de nuestros países logramos cuotas de pantalla para el cine nacional. Y en los momentos de mayor empuje muchas películas se pusieron por la TV. Muestras que tenían un carácter eventual. Ha sido ímproba la tarea de alcanzar las pantallas de la TV. En Venezuela, por ejemplo, no hay lugar para el cine nacional en las televisoras privadas. Aún en las pantallas del estado no logramos el espacio que corresponde a nuestras producciones. Bien, cerremos el paréntesis, para continuar con el Comité y la incorporación de Fidel a nuestros empeños, aunque Guevara le mantenía informado sobre el desarrollo del movimiento. Se dio efectivamente a partir del Festival de 1983. Los actos inaugurales y de clausura se celebraban en la Sala de la Cinemateca de Cuba. Ese año Fidel asistió. Ya teníamos noticias de su presencia. Me encomendaron escribir el texto, tarea que cumplí pensando en Fidel, en su creciente interés por el Movimiento del Nuevo cine latinoamericano, en la atención que pudiera prestarle al Comité de Cineastas. Diría que necesitábamos dar un buen paso en el camino de seducción de Fidel para nuestro cine. El texto lo leyó el muy querido Edgardo Pallero. Estuvo impecable, y yo pendiente de la reacción de Fidel. Todos sentimos que el paso había sido afortunado. Al terminar el acto nos advirtieron que permaneciéramos en la sala. Al rato se nos informó que Fidel quería reunirse con nosotros. ¡Albricias! B- ¿Picó diríamos? A)(Risas) Sí, picó. Aunque ahora, después de tantos años, pienso que ya lo tenía dispuesto cuando asistió a la clausura del Festival. Así fue. Nos reunimos en el sótano del Hotel Nacional. Hecho que tuvo una enorme signi icación para los miembros del Comité. En mi caso particular, celebraba interiormente aquel encuentro después de veinte años de actividad solidaria con la Revolución. Nunca antes había podido conversar con Fidel, el líder. Pues bien, llovieron las preguntas por parte de Fidel. Nos 41


acompañaba el hombre vanguardia del Comité: Alfredo Guevara, quien no sólo nos presentó sino que hizo un buen recuento de la historia del Comité. Interesaba a Fidel cuanto tenía que ver con el cine: la producción, la distribución, la exhibición. Nuestra batalla por el fomento y la protección del cine en nuestros respectivos países. Los contenidos, el modo de abordar el hecho creador, la comunicación con el público, la respuesta del espectador para con nuestro cine. En un momento puso énfasis en los costos de producción. Preguntó por el costo de una película venezolana: Diles que no me maten, dirigida por Siso, basada en el cuento de (Juan) Rulfo. Le dije que no superaba los cien mil dólares. Apuntó entonces que si era posible hacer cine, y mucho, en Cuba y en la mayoría de los países del continente. A medida que avanzaba la conversación, aumentaba la emoción y el interés de Fidel. Embullado como estaba a irmó que “la peor película del cine latinoamericano eras mejor que la mejor película del cine norteamericano”. No era delirio. Para nuestro estupor Fidel tenía un razonamiento: Aún en las peores películas de ustedes está presente la imagen del país, del modo de vivir, informa sobre lo que sucede en América Latina, y eso es historia. En la peor película tú siempre encontrarás –dijo– frente a la cámara la imagen de un desposeído, de un pueblo humillado, de una villa miseria, hasta las propias rejas de una cárcel. Ustedes no sólo son artistas o productores, ustedes hacen historia, cuentan, dicen de la vida en nuestros países. Luego de cinco horas de trabajo, que realmente fueron, Fidel nos preguntó: “¿Y, bueno, cuáles son sus planes?” B- ¿Y cuál fue la respuesta? Y bueno, los planes nuestros comenzaban a per ilar la creación de una Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano y de una escuela de cine, de carácter internacional, tercermundista. B- ¿Consta en las resoluciones del Comité?

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A- Sí, consta en las realizaciones: el Festival, dirigido por un intelectual, cineasta, Alfredo Guevara, auténtico dirigente, de espíritu crítico permanente, dirigente, hombre de pensamiento vivo y de mirada estratégica. Si. Consta en la FNCL. Consta en la EICTV. Consta en la obra consecuente de los cineastas de América Latina y el Caribe. B- ¿Y tenía la estructura, no? Más que estructura, teníamos organización, capacidad de trabajo, pasión por el cine. Ya antes de lo que hemos contado, habíamos celebrado numerosos encuentros. En Mérida, el año ´77, Alfredo juega un papel importantísimo. Comienzan a establecerse lineamientos para cada uno de nosotros como representantes de los países. Hicimos, luego, la revista C-CAL que en su primer número tiene la foto de Glauber Rocha en tapa. En Caracas creamos las ediciones Rocinante-Cine, que recogió los testimonios de dos de nuestros Encuentros, especie de Memoria del cine en cada uno de nuestros países, sino que también le correspondió la primera edición de Por un cine imperfecto. Reuniones en Caracas (dos), en Mérida (dos), en Nicaragua y otras en La Habana. B- Que cuentan con el aval de Fidel. Sobre todo, a partir del Encuentro en el Hotel Nacional. Fidel se había convertido para nosotros en un miembro del Comité de Cineastas de América Latina. Y luego una especie de Presidente ad honorem de la Fundación. Participó fervorosamente en las gestiones para establecer la Escuela. Fidel, en todo este periodo, desde la creación de la Fundación hasta la instalación de la escuela, y posteriormente estuvo participando de las reuniones nuestras como un miembro más de la Fundación. Para la planta de la escuela el estado proporcionó el terreno donde hoy está ubicada, en San Antonio de los Baños, la construcción, el equipamiento. 43


Recuerdo con emoción la competencia festiva, pero seria, entre Fidel y Gabo (Gabriel García Márquez), en torno a la Escuela. Actuaban como dos muchachos: el uno, Gabo, dijo “yo aporto esto y se señalaba con el pulgar”, y le preguntó: “¿qué vas a poner tú?”. Uno y otro se disputaban la pelota, hasta que se le ocurrió al Gabo decir: “bueno, yo aporto quinientos mil dólares” y respondió Fidel: pues el estado cubano aportará las edi icaciones de la Escuela, el predio de treinta y cinco hectáreas, y cuanto sea necesario respecto a infraestructura. Aún más, Fidel estuvo yendo a la Escuela hasta la culminación de los edi icios, aulas, piscina, campos deportivos. Celebramos su asistencia al acto inaugural, tarde y noche inolvidables, para siempre en nuestra memoria. Y con nosotros siguió Fidel unos años más, pendiente de la Fundación y de la Escuela, aportando su criterio en la busca de soluciones inancieras y administrativas. Cuéntanos sobre la desaparición del Comité de Cineastas de América Latina. Ya plasmado el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano y en vista de crear la Fundación, Alfredo nos convocó para considerar la continuidad del Comité. Reunión muy dolorosa que, personalmente, me afectó hasta los tuétanos. Alfredo preguntó si había llegado el momento de que el Comité de Cineastas de América Latina dejara de existir para dar paso a otra institución como la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano. El decía que de alguna manera nos estábamos cambiando de gorra, a mí nunca me pareció y a alguno de los compañeros no apreciábamos cerrar de alguna manera las puertas del Comité de Cineastas, porque considerábamos que el Comité era un aparato político latinoamericano y que la Fundación, por el carácter institucional que iba a tener, etc., etc. perdía contenido político. Para la gran mayoría de nosotros el Comité era un frente de batalla, de agitación, de actividad combatiente por un cine que estuviera al lado de las luchas fundamentales de nuestro pueblo, que impulsara el cine emergente. 44


B- Esa fecha es la que algunos teóricos sitúan como el in del Movimiento del Nuevo Cine Latinoamericano. A- No propiamente. Nuestro cine se renueva constantemente. Como diría Fernando Birrí: somos el nuevo, nuevo, nuevo cine latinoamericano. Pero mediatizan las exigencias de los organismos de fomento, las expectativas de recuperación de la inversión, el público, ¡ay!, el público diría enajenado por los códigos del gran cine, del cine espectáculo, del cine de efectos especiales y de aparatosa quincallería. Alquimia Peña, directora de la Fundación, me sugirió a través de una interrogante si valdría la pena comenzar a pensar en la reformulación, la renovación, la reaparición del Comité de Cineastas de América Latina. Creo que sí, le dije. En las actuales circunstancias políticas, de profundos planteamientos de cambio social, de asunción del pueblo como protagonista de la vida política, acompañado por el espíritu bolivariano-martiano (la Patria es América) de la unidad de nuestros países, es necesario su retorno La Fundación hace un trabajo valioso, su espectro de actividades es de enorme signi icación no sólo en cuanto preserva la memoria y mantiene el espíritu colectivo fundacional: el portal de Nuevo Cine Latinoamericano, la biblioteca digital, la revista digital, los laboratorios de formación e investigación, su ejercicio ductor en la EICTV, la participación en los organismos internacionales cinematográ icos. Todo eso está muy bien pero nos hemos despolitizado parcialmente, ha disminuido la intensidad del tiempo originario, diría que la pasión libertaria.

B- Creo que la diferencia fundamental está entre ser una formación cultural o una institución pero además pueden coexistir las dos cosas.

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Claro, y esa fue la discusión que se generó con Alfredo cuando planteó la terminación del Comité. La tesis nuestra era otra. El Comité no debía cesar, pues nos debilitaba como movimiento de carácter político, estratégico. Esa era nuestra tesis. Podíamos coexistir, realizar actividades complementarias, nunca incompatibles. B- ¿Cuántos años estuviste dirigiendo la escuela? Dos años, el período comprendido entre el 2000 y el 2002. Ni me lo imaginaba. No había pensado en esa responsabilidad. Aunque había sido director del Departamento de Cine de la Universidad de los Andes durante once años, centro de producción ílmico sui generis. Ambas fueron experiencias inextinguibles, vida fervorosa. Pero no quisiera dejar pasar la oportunidad de contar una historia de la mayor signi icación para la EICTV. Se produjo antes de constituir la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano. En una oportunidad Alfredo me dice: “necesitamos traer a Birri (Fernando) a América Latina”. Deberías viajar a Roma para conversar con él. Así fue. Hablé con Fernando. Se comprometió a ir a La Habana, previa experiencia en Mérida. Estuvo dos años en la Universidad, hizo la película de Alberti, dictó un taller de formación que dejó una impronta inolvidable entre los jóvenes de entonces, ávidos de cine: el taller de nueva poética cinematográ ica. B- Sí que editó el libro “Soñar con los ojos abiertos”. Sí, claro. “Soñar con los ojos abiertos” que fue magistral desde el punto de vista del maestro que ilumina y orienta. Tal su tarea en el Departamento de Cine, fundamental en la medida que el Departamento también era una escuela, pues formaba cineastas en el proceso de producción. Se aprendía produciendo cine. Bien, cuando ya se acercaba la hora de crear la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano, unos seis u ocho meses antes, 46


Alfredo llama a Fernando y él sale para Cuba. Se inicia entonces un nuevo proceso, que culminaría con la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano. Proceso que nos exigió una densa re lexión sobre nuestro cine y sus perspectivas, que tuvo buen término con la formulación de los estatutos del organismo, y, en consecuencia, la “fundación de la Fundación”. El acto se produce en un Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, en las Casa de las Américas. Existe un documental que registra ese acto inaugural que dio comienzo a su andadura. B- ¿Por qué pensás que este es un momento tan propicio para revitalizar el Comité de Cineastas de América Latina? Y de paso me trae la pregunta de cómo ves el panorama actual. A- Hay varios elementos. Voy a pensar en voz alta: Uno: la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano es una institución establecida que en la práctica no asume actividad política, propiamente. De alguna manera las genera en cuanto crea todas estas prácticas de las que hemos hablado, la biblioteca digital, por ejemplo. Todo esto es imprescindible para la historia del cine latinoamericano. Los compañeros del Consejo Superior nos hemos propuesto, a tal in, entregar a la Biblioteca todos los documentos que hemos generado a lo largo de estos decenios. Es un organismo que institucionalmente representa nuestro cine, contribuye a preservar su historia, lleva a cabo investigaciones del mejor nivel. Dos: vivimos tiempos nuevos. Siempre vivimos tiempos nuevos pero hay cambios en América Latina y hay cambios serios en América. Hay una actividad socialdemócrata progresista en Argentina, Brasil, Bolivia, Uruguay, Ecuador, Nicaragua, Venezuela. La derecha no ceja en sus esfuerzos por abortar, en complicidad con el Imperio, las notables conquistas a que ha dado lugar 47


la unidad latinoamericana: el Alba, Mercosur, Unasur, Petrocaribe. ¿Y el cine? ¿Estamos respondiendo plenamente a las circunstancias actuales, a esta formidable coyuntura? ¿Marchamos al mismo ritmo, con el mismo énfasis? ¿El cine documental testimonia a plenitud cuanto acontece en esta Nuestra América? Son interrogantes que nos hemos formulado en los encuentros de documentalistas que se iniciaran en Río de Janeiro, el año 2007, y dieron, lugar a EndocXXI (Encuentro de Documentalistas del siglo XXI), cuya primera asamblea se realizó en Caracas con el apoyo total del estado venezolano y la organización del Centro Nacional de Cinematogra ía (CNAC). Luego se han celebrado en Guayaquil y Buenos Aires. Continuarán, pero con lictuados por las diferencias en el seno del colectivo, intereses distintos a los cinematográ icos. Por los vientos que soplan, EndocXXI no llegará a constituirse en asociación de carácter continental. Hemos perdido la visión continental. Ojo, ahí puede jugar un papel muy importante, otra vez, el Comité de Cineastas de América Latina nucleando a cineastas que respondan a aquellos contenidos planteados y los nuevos que exijan el desarrollo independiente, progresista, aliado a los sectores populares. Tres: ¿Cuál es la estética de hoy? Cómo respondemos nosotros no solo a niveles nacionales sino a nivel continental a cuanto ocurre en América Latina? Esas son tres razones fundamentales para crear el Comité de Cineastas de América Latina. Y cuarto: yo siento un ablandamiento de nuestro cine, sobre todo del cine de icción. No es propiamente el nuevo, nuevo, nuevo cine latinoamericano. Y habría que preguntárselo a Birri. Hay un buen cine, mejoramos técnicamente, hay un mejor uso del sonido, ampliamos las temáticas. En el o icio hemos mejorado, pero ¿en sus contenidos? ¿Estamos realmente renovando? O no nos estamos acercando cada vez más a los códigos norteamericanos del cine. ¿No son para muchos cineastas una referencia a la hora de hacer cine, adoptando sus propuestas especí icamente mercantiles? 48


B- No nos estaremos alejando del cine imperfecto para estetizarlo? A- Exactamente! Tenemos cuatro argumentos, llamémoslos así, para pensar en la necesidad de reactivar el Comité de Cineastas de América Latina. B- Y para cerrar, Edmundo, estando en Cuba no puedo dejar de preguntarte ¿cuál fue tu relación con Santiago Álvarez? Fue muy estrecha desde los comienzos de la Revolución. Santiago era un poeta y un agitador que tenía plena conciencia de lo que estaba sucediendo y que buscaba constantemente los modos de expresarse, y encontró esos modos a través del proceso de la Revolución, del registro de los acontecimientos. No se conformó con el trabajo en el Noticiero ICAIC, único, ejemplar, escuela. Muchos de los noticieros se convirtieron en documentales. Permanecerán como tales, en una escala documentalista superior. Yo lo llamé “Cronista del Tercer Mundo” porque abordó los destinos nacionales, del continente, de los tres mundos. Fidel se da cuenta plena de lo que signi icaba Santiago y además tenía con él un buen grado de complicidad en los viajes que el Comandante realizaba. Santiago sabía o intuía lo que había que hacer. En muchas ocasiones una mirada de Fidel era su iciente para estimular a aquel gran Dador. Tal me lo contó Santiago. Así de sencillo. Cuando se le otorgó a Fidel un Doctorado Honoris Causa en Praga, se repartieron los besos. Fidel fue a ver la película en la sala del séptimo piso del ICAIC. No aparecieron los besos. Me confesó Santiago que Fidel le palmeó la pierna y le dijo: “coño, eres un fenómeno, Santiago”. No sólo era un fenómeno, era un esteta de sorprendente habilidad creadora. Quien estudie su obra se dará cuenta de su capacidad analógica, metafórica, de su humor sagaz y de su au49


dacia y enorme capacidad narrativa para resolver en la moviola y recrear el material ilmado. Santiago ríe, ríe, ríe. Sonríe de su picardía para con el espectador. Fue intenso el padecimiento de los últimos años cuando aquel hombre tan vital comenzó a ceder; el mal comenzó a penetrarlo hasta reducirlo a la inactividad. Para mí, además, fue doloroso no cumplirle la promesa de hacer, en vida él, una edición ampliada de Santiago Álvarez, cronista del tercer mundo”. Acaso no asumí el compromiso con la debida responsabilidad. No lo hice, Gabriela, pero da por cierto que “Santiago Álvarez, cronista del tercer mundo” se volverá a editar.

Fernando Birri, Santiago Álvarez, Orlando Senna

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Homenaje al Comité de Cineastas de América Latinoamérica (C-CAL) en su 40 aniversario de creado

El Comité de Cineastas de América Latina es una organización de cineastas del continente y del Caribe dirigida a la defensa y desarrollo de nuestras culturas y cinematografías nacionales como instrumento de resistencia, lucha y liberación, dirigida, igualmente, a contribuir al insoslayable proyecto de integrar nuestras naciones para hacer realidad la gran Patria del Río Grande a la Patagonia, al mismo tiempo que procura la solidaridad creciente y efectiva entre los cineastas del continente y el fortalecimiento del Nuevo Cine Latinoamericano.

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Constitución del Comité de Cineastas de América Latina

Antecedentes 1962 Delegados de diferentes cinematografías Latinoamericanas se reúnen y muestran sus filmes en el festival de Sestri Levante.

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1967 Festival de Cine de Viña del Mar, Chile. En este espacio se efectuó un encuentro donde coincidieron cineastas de varios países de la región y se toma conciencia del concepto “nuevo cine latinoamericano”.

1967 Festival de Cine de Viña del Mar, Chile. Este espacio propició un encuentro de cineastas latinoamericanos

Walter Achugar y Edgardo (Cacho) Pallero

Miguel Littín y Alfredo Guevara

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1967 Festival de Cine de Viña del Mar, Chile. De izq a der.: Saúl Yelín, Dolly Pussi, Alfredo Guevara, José Wainer y Mario Handler, al fondo Walter Achugar.

De der.: W Walter Edgardo Pallero, Gustavo Morris, D izq i ad l Achugar, A h Ed d P ll Alfredo Guevara, Ibere Cavalcanti y Gerardo Sarno.

1968 Festival de Cine de la Universidad de los Andes, Encuentro de cineastas Mérida, Venezuela. latinoamericanos.

Fernando (Pino) Solana

Jorge Sanjinés, Walter Achugar, Cosme Alves Neto y Raimundo Gleyser

Carlos Rebolledo y Edgardo Pallero

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1969 Festival de Cine de Viña del Mar, Chile.

De izq a der.: José Román, Edgardo Pallero, Carlos Rebolledo, Santiago Álvarez, José Carlos Avellar, José Wainer y Jorge Ayala Blanco.

1974- Junio Encuentro de cineastas en Canadá Se crea la Asociación de Cineastas Latinoamericano

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1974- Septiembre Encuentro de cineastas en Caracas con el apoyo del ICAIC. Se crea el Comité de Cineastas de América Latina (C-CAL) Se constituye, entre otros objetivos, como una base elemental de organización para promover el trabajo de solidaridad y reflexión. Sus integrantes no representaban asociaciones ni gremios. Se eligió un Comité integrado por: -

Miguel Littín (Chile) Manuel Pérez Paredes (Cuba) Pastor Vega [1940 - 2005] (Cuba) Carlos Rebolledo (Venezuela).

La Resolución de la creación del C-CAL se adjunto a la Declaración final del Encuentro de Cineastas Latinoamericanos Para la aplicación de los contenidos expresados en la presente declaración, este Plenario resuelve crear el Comité de Cineastas Latinoamericanos, que tendrá las siguientes tareas fundamentales: 1. Asegurar la continuidad de las reuniones y encuentros de los cineastas latinoamericanos, debiendo realizar el próximo en el plazo de un año. 2. Promover reuniones regionales y seminarios de estudios, para examinar y discutir la problemática del cine latinoamericano. 3. Establecer la solidaridad activa con las cinematografías nacionales que sufren la persecución y represión de regímenes dictatoriales como Chile, Uruguay y Bolivia, y, con aquellas que pudieran sufrir la misma situación. 4. Apoyar las cinematografías de aquellos países que están en un grado incipiente de desarrollo y promover el nacimiento en aquellos donde aún no existiera. 5. Denunciar permanentemente la utilización de los medios de comunicación masiva por el imperialismo, como instrumento de penetración ideológica y deformación de nuestra cultura latinoamericana y parte de su política de neocolonialismo y dominación. Darse una política en el rescate de esos medios de comunicación masiva para que estén al servicio de los pueblos latinoamericanos. 6. Organizar un revelamiento del cine latinoamericano que reúna información en los siguientes aspectos: condiciones de producción, distribución y exhibición; existencia de equipos y servicios técnicos, películas realizadas y en vías de realización, para facilitar su circulación. 7. Promover la participación del cine latinoamericano en muestras, festivales, encuentros y otras manifestaciones culturales similares, con el objeto de que nuestro cine sea instrumento para el conocimiento integral de nuestra realidad continental. 8. Editar un boletín informativo sobre la situación del cine latinoamericano y crear las condiciones para su edición. 9. La sede del Comité de Cineastas Latinoamericanos será la ciudad de Caracas. Caracas, 11 de septiembre de 1974

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1977 Festival de Cine de Mérida, Venezuela, con el apoyo de la Universidad de los Andes. Se reunieron los miembros del C-CAL.

Se ratificó a Miguel Littín y Manuel Pérez Paredes, y se incorporan Walter Achugar (Uruguay), Pedro Rivera (Panamá), Raymundo Gleyzer (Argentina) y Edmundo Aray (Venezuela).

1978

En junio, se reúne el Comité de Cineastas en La Habana, en el Hotel Habana Libre En este espacio unen sus voces en protesta por la desaparición del cineasta argentino Raymundo Gleyzer.

Declaración de solidaridad por el triste suceso

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1978

En junio, encuentro del Comité de Cineastas con Armando Hart.

1979 Diciembre, se inicia el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano en La Habana. Los miembros del Comité de Cineastas tuvieron una participación muy activa en este hecho y celebraron sus asambleas en el transcurso del Festival hasta mediados de los noventa. Se crea el Premio Saul Yelín, otorgado por el Comité de Cineasta de América Latina.

Cartel Primer Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana

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1981 Primer encuentro de Cineastas Andinos, auspiciado por C-CAL y la Cinemateca del Ecuador. Realizado en Quito el 10 de agosto de 1981

1982 IV Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano. Se amplía el Comité de Cineastas. Se efectúa en el ICAIC la asamblea del C-CAL a la cual asiste el Comandante en Jefe Fidel Castro para dialogar con los miembros.

1983 V Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana. Asiste el Comandante en Jefe Fidel Castro a la recepción Y se reúne con miembros del C-CAL.

1984 Reunión del Comandante en Jefe Fidel Castro con miembros del C-CAL. Surge la idea de crear la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano (FNCL) y la Escuela Internacional de Cine y Televisión (EICTV).

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1985 Abril, se reúne el C-CAL en la Habana. Se acuerda nombrar tres Miembros de Honor por lo que representan históricamente para el movimiento del Nuevo Cine Latinoamericano: Fernando Birri, Alfredo Guevara y Nelson Pereira do Santos.

Se aprueba la creación de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano

Encuentro de C-CAL en La Habana

EL C-CAL crea la Fundación del Nuevo cine Latinoamericano El 4 de diciembre de 1985 en la Casa de las Américas, se da a conocer, la constitución de la FNCL con la presencia de Gabriel García Márquez y Mariano Rodríguez.

De izq a der.: Pastor Vega, Julio García Espinosa, Tarik Souki, 'ĞƌĂůĚŽ ^ĂƌŶŽ, Mario Benedetti, Manuel Pérez Paredes, Edgardo Pallero, Pedro Rivera, Armando Hart, Jorge Sánchez, Fernando Birri, Daniel Díaz Torres, Gabriel García Márquez, Mariano Rodríguez, Edmundo Aray, Dr. Manuel Iribarren.

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Declaración D l ió del d l Encuentro E de d Cineastas Ci Latinoamericanos L i i

1986 13 de marzo. Primera reunión de del Consejo Superior de la FNCL: - Se oficializa el nombramiento de Gabriel García Márquez como Presidente de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano. - Se nombra, al Comandante en Jefe Fidel Castro, Miembro de Honor de la Fundación. - Se acuerda crear la Escuela Internacional de Cine y Televisión y se nombra a Fernando Birri como Director de la misma.

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1986 4 de diciembre, se inaugura la sede de La Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano

De izq a der.: Fidel Castro, Fernando Birri, Gabriel García Márquez (Presidente de la FNCL), Armando Hart, Edmundo Aray y detrás ĂƌůŽƐ͘ZĂĨĂĞů͘ZŽĚƌşŐƵĞnj

Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano 4 de diciembre de 1986

Gabriel García Márquez y Fidel Castro entre otros tantos participantes en la inauguración de la sede de la FNCL

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1986 El 15 de diciembre se inaugura la Escuela Internacional De Cine y Televisión (EICTV).

Miembros del Comité de Cineastas de América Latina

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Miembros del Comité de Cineastas de América Latina (C-CAL)

Fernando Birri (Argentina)

Edgardo Pallero (Argentina) 1935-1992

Miembros del Comité de Cineastas de América Latina (C-CAL)

J SSanjinés ji é (B li i ) Jorge (Bolivia)

Beatriz B i Palacios P l i (Bolivia) (B li i ) 1952 -2003 2003 3

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Miembros del Comité de Cineastas de América Latina (C-CAL)

Cosme Alves Neto (Brasil) 1937-1996 Nelson Pereira dos Santos (Brasil)

Miembros del Comité de Cineastas de América Latina (C-CAL)

Geraůdo Sarno (Brasil) Carlos Álvarez (Colombia)

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Miembros del Comité de Cineastas de América Latina (C-CAL)

Julio García Espinosa (Cuba) Alfredo Guevara (Cuba) 1925-2013

Miembros del Comité de Cineastas de América Latina (C-CAL)

Daniel Díaz Torres (Cuba) 1948-2013

Manuel Pérez Paredes (Cuba)

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Miembros del Comité de Cineastas de América Latina (C-CAL)

Sergio Trabuco (Chile)

Miguel Littín (Chile)

Miembros del Comité de Cineastas de América Latina (C-CAL)

Jorge Sánchez (México) Paull Leduc ((México) é )

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Miembros del Comité de Cineastas de América Latina (C-CAL)

>ŝƐĂŶĚƌŽ͘ ƵƋƵĞ ( ŽůŽŵďŝĂ)

Nora de Izcue (Perú)

Miembros del Comité de Cineastas de América Latina (C-CAL)

Walter Archugar (Uruguay)

Ana Maria García (Puerto Rico)

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Miembros del Comité de Cineastas de América Latina (C-CAL)

Tarik Souki (Venezuela)

Edmundo Aray (Venezuela)

Miembros del Comité de Cineastas de América Latina (C-CAL)

Jesus Treviño (Estados Unidos – Minoría Chicana)

José García (Puerto Rico)

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Pedro Chaskel

Chicho Durant

Silvio Tendler

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30 AÑOS DE LA FUNDACIÓN DEL NUEVO CINE LATINOAMERICANO (FNCL) Juan Carlos Lossada

E

n una entrevista que fue publicada en la Revista Bohemia, Cuba, a apenas 4 meses de haber logrado abrir las puertas de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano, hace 30 años, nuestro querido Gabriel García Márquez nos recordaba que “si hacemos una Fundación que tiene como objeto principal la uniϔicación del nuevo cine latinoamericano y su fomento, lo primero que tenemos que saber es cuál es la situación real del cine y la televisión en el continente.” Ese breve aserto de Gabo entrañó tres ideas fundamentales, sin duda vigentes, cuyo orden es meramente instrumental: la primera es la premisa, por demás constatada, según la cual desde distintos países de nuestra América se venía haciendo un cine nuevo, consustanciado con sus realidades y sueños, aunque pensado y construido -y también atrapado y por tanto fraccionado- en las fronteras interiores, “nacionales”, de una patria más grande a la que había -y hay- que procurar. La segunda idea, por demás obvia y tal vez por eso mismo, más indispensable de ser repetida -y asumida- una y mil veces, pone de relieve la necesidad de conocernos más, de hurgar en los más recónditos datos y detalles de nuestras realidades audiovisuales, en una forma en que -para poder ser orgánicamente un cine latinoamericano y no solo en su apariencia- siempre se 73


procure conocer la realidad total, con el in de orquestar naturalmente las energías del conjunto para encaminar los balances y complementos, con la misma imperiosa necesidad de saber que los productores y realizadores requieren del desglose del guión concebido y del plan de rodaje diseñado para poder intentar gobernar la realidad y no acabar en un naufragio de sueños, recursos materiales y creativos, a causa de la acción imprevista de lo previsible. La tercera idea, el compromiso, conglomerado en torno a un espacio nuclear que nacía formalmente con un nombre, el de la FNCL, para convocar y alinear las voluntades de los hombres y las mujeres de la pujante cinematogra ía latinoamericana con el objeto de impulsar de initiva y establemente su fomento, su promoción y sobre todo su integración, tomando muy en cuenta el compromiso de vencer las asimetrías, mediante el apoyo y el acompañamiento a las cinematogra ías emergentes de la región. “Es obvio que una fundación no puede inventar un movimiento cinematográϔico como lo es el Nuevo Cine Latinoamericano. Lo que pasa es que nosotros nos hemos dado cuenta de una cosa que es muy evidente. Y es que existe. Es una explosión de un cine nuevo. Lo que estamos tratando es de crear condiciones para impulsarlo, de introducir ese movimiento en el mercado (...) Los brasileños, los venezolanos, los mexicanos, los colombianos y los argentinos hacen cine, pero son cines fragmentarios. Lo que tratamos es precisamente de uniϔicar ese movimiento y que haya una interrelación de todos los cines nacionales”. Cuando esto se dijo, cuando esto se asumió, cuando la FNCL abrió sus puertas hace 30 años, el estado cinematográ ico latinoamericano tenía muy desiguales condiciones y características. Había mucho por hacer, pensándonos y retándonos como conjunto. Muchas las asimetrías que superar. Enormes los obstáculos que vencer no solo de cara a concebir obras de manera copartícipe y conseguir la circulación más amplia posible de todas 74


ellas, sino también la de sus creadores y la de los recursos materiales y creativos de cada “parte”. No faltaba quien se preguntara -sin razón- si realmente nuestra América compartía vívidamente el deseo de alcanzar un estado de integración verdadero de nuestros desarticulados entre sí, cines nacionales, auténtico e indispensable combustible de una llama perpetua. De allí la importancia de la FNCL como formidable propiciadora de la búsqueda de una unidad histórica anhelada, que no de estéticas ni de formas convenidas, sino unidad de conciencia, cohesionada y coherente, de pueblos hermanos de la América meridional, en toda su vastedad y diversidad. Son muchas las acciones concretas impulsadas por la FNCL hilvanadas en persecución sostenida de sus osados objetivos, pero en razón de la economía del texto que nos ocupa, mencionaré solo dos: la primera sin duda alguna es su hazaña eiceteviana, la creación de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, que ha logrado formar en 29 años, en un concepto libérrimo, robinsoniano, multicultural, pluriartístico, la descomunal cifra de más de 800 cineastas de todos los mundos, provenientes de más de 50 países de todos los continentes, originarios de las más disímiles realidades, en ese maravilloso convencimiento de que el cine fundamentalmente, se hace con gente, con las ideas de las gentes, con la pasión desbordada del principal recurso del séptimo arte: la base humana sensible y sensibilizada, por demás consciente de su responsabilidad estelar de ser constructores de sus propios imaginarios audiovisuales. Está aún por calibrarse en justicia el gigantesco servicio que muchos egresados eicetevianos han hecho al avance del estado audiovisual en sus respectivas naciones originarias, la contribución que han prodigado y siguen prodigando a la formación de nuevos lenguajes y en algunos casos notablemente meritorios, la prestación inobjetable que han hecho posible y siguen haciendo a la alfabetización audiovisual de cinematogra ías emergentes. 75


Tal es la dimensión profunda, orgánica, de este proyecto trascendental nacido del sueño perseverante de Gabo, abrazado tan generosamente por el Estado cubano, acompañado del compromiso intelectual, político y artístico de tantos hombres y mujeres conjurados por el inspirador movimiento del Nuevo Cine Latinoamericano. Y tal por cierto, debe ser el compromiso renovado de todos los institutos de cine de nuestra América y de todas las organizaciones exteriores a nuestro continente cuyas misiones sea la de respaldar emprendimientos educacionales de verdadero calibre mundial, en la tarea de asegurar entre todos, la continuidad frondosa de una Escuela que es a la vez orgullo y patrimonio de la América meridional. No exagero al a irmar que la suya es la suerte del nuevo, siempre nuevo, cine latinoamericano. La segunda acción extraordinaria motorizada por la FNCL, se expresa en la actual existencia del tejido institucional internacional, orgánico, de la integración cinematográ ica iberoamericana, que toma la forma de la Conferencia de Autoridades Cinematográ icas de Iberoamérica (CACI), de su Secretaría Ejecutiva (SECI) y de la Unidad Técnica del Programa IBERMEDIA (UTI). Correspondió a la FNCL, con el inestimable liderazgo de Gabo, con su prestigio aglutinador, dar los pasos indispensables –fueron muchas las conversaciones y encuentros con jefes de Estado y de Gobierno, con las vanguardias intelectuales y liderazgos culturales continentales- para abonar el camino de la concreción de la tantas veces anhelada -y tantas veces pospuesta- an ictionía de nuestra América celebrada en la capital venezolana en noviembre de 1989. Sin el ascendente que a través de la FNCL ejerció Gabo para persuadir a quienes había que persuadir para generar el inusitado entusiasmo integrador de entonces, es muy di ícil que se hubiera producido el histórico y de initivo encuentro. De modo que el llamado Foro Iberoamericano de Integración Cinematográ ica de Caracas resultó con la adhesión que 13 76


países de la región hicieron de los acuerdos que permitieron el nacimiento, dos años más tarde, de la CACI, el organismo internacional que agrupa actualmente en torno al cine a España, Portugal y a la práctica totalidad de las naciones latinoamericanas, y que tanto ha signi icado en la modelación sistemática de sistemas de fomento y marcos regulatorios audiovisuales en países donde nada o poco había. Ocho años después de esa hermosa asamblea de integración cultural de Caracas, en la que participaron representantes del cine, la política y la cultura regionales y que tuvo a Gabo y a Alquimia Peña como participantes estelares por la FNCL, nace IBERMEDIA, un programa de fomento a nuestro cine que muestra como saldo más de 700 películas coproducidas entre la veintena de naciones iberoamericanas que conforman hoy día el espacio audiovisual que compartimos; más de 800 apoyos a la germinación de proyectos cinematográ icos, que en su inmensa mayoría acabaron conformándose como obras de initivas de la cinematogra ía latinoamericana en su vínculo fecundo con España y Portugal y un número importante de iniciativas de apoyo a la formación de más y nuevos cineastas. Y es que, siempre obsesionada por la noble idea integradora, y también permanentemente inquieta ante la necesidad de evitar los fraccionamientos y los atajos chovinistas, la FNCL, a través de Gabo nos recordaba: “(...) ¿qué estamos tratando de hacer, como representantes de la Fundación? Pues conversando con cada país, diciéndole: «Son perfectas sus leyes de protección, pero vamos a hacerlas de tal manera que sirvan más bien para integrar ese cine en un solo movimiento y no para convertirlas en nuevas fronteras, en una frontera más entre las muchas fronteras que hay entre los países latinoamericanos.» Cuando el Comité de Cineastas de América Latina, C-CAL, se constituyó hace 41 años, delineó un trazado fundamental para el cine latinoamericano. Le debemos mucho al C-CAL, mucho 77


de lo que hoy vivimos como sueños que han comenzado a hacerse realidad. La FNCL, como hija del C-CAL a su vez se ha convertido en madre de los nuevos hijos e hijas que han surgido y siguen surgiendo por doquier en la indómita e irredenta América Latina. La FNCL no solo tiene que enorgullecerse de su pasado, sino que también debe tener seguro el importante rol que tiene en su presente y en el futuro de la región. Orgullosa de todo lo que ha aportado para que los latinoamericanos no solo nos veamos y nos sintamos más cerca los unos de los otros por medio de nuestras pantallas, sino para que efectivamente lo estemos. Y tengo un convencimiento simple y nítido: si bien ahora es cuando tenemos tarea por hacer en el camino de la integración de initiva de nuestros cines, contamos con la FNCL para seguir adelante hasta alcanzar ese inmenso e indeclinable propósito. Con Gabo lo a irmamos, así de simple y así de desmesurado.

Miguel Littin, Gabo, Jorge Sánchez, Geraldo Sarno

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LA FNCL, LA EICTV, EL LENGUAJE CINEMATOGRÁFICO G

S

–T

S

Queridos compañeros del Consejo: Hace algunas semanas recibí las relatorías con las resoluciones tomadas por representantes de entidades del Estado Cubano, de la FNCL y de la Escuela, que Alquímia tuvo la gentileza de enviarme. Creo que en esas reuniones, en resumen, se analizaron las bases para una renovación de la Escuela, y para una especie de, en última análisis, refundación de la Fundación. Creo que fueron tomadas resoluciones serias y maduras, que deben hacer frente a las cuestiones que la enseñanza del cine y del audiovisual exigen en el tiempo presente, especialmente en América Latina y el Caribe. Creo que esas resoluciones deben, de alguna forma, preparar la Escuela para un desa ío que, quizás, no debe limitarse solamente a preparar alumnos, futuros creadores del cine y de los medios en general, para ocupar una función en el mercado de trabajo. Muchas son las escuelas de cine por todo el continente. Talvez más que muchas, demasiadas, y que se dedican a la enseñanza con extraordinario éxito. Ahí está, talvez, uno de los incontestables éxitos del cine en nuestro continente: muchas escuelas lanzan generaciones de cineastas listos a ocupar un puesto en el mercado de trabajo, cuando los hay, y esto mueve la rueda de un

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cine que persigue su cola sin jamás alcanzarla: vivir de un mercado propio en su propio continente. Los Estados siguen fomentando la producción, por diversas formas, pero el deseado mercado no alcanza a establecerse, aunque para eso se sacri ique el gusto, la calidad, cualquier búsqueda formal o de contenido no vulgar. Claro que hay y siempre habrá excepciones. Todos sabemos que es así, y ya de los años 60, me dirán; y es verdad. Pero hoy parece que se desiste de la calidad, del riesgo, de la búsqueda hasta el desconocido, de la tarea "profética" del cine como arte (creo que así decía Alfredo Guevara). Pero ¿qué cambió de los años 60? Dos cosas, por lo menos, que me parecen incontestables: que hay un lenguaje universal del cine y del audiovisual hegemónico, o sea, todos universalmente aceptan "hablar" en este lenguaje, o lengua. Y que este lenguaje, creado y promovido por Hollywood, re-elaborado por la propaganda, al servicio de un sistema político y económico globalizado, domina en todos los rincones de la Tierra y estableció una complicidad profunda entre productores y espectadores. Una relación gozosa, dijo un estudioso de la cuestión; una relación sado-masoquista, podría decirse, si avalamos la subordinación mental en que se encuentran naciones y continentes, si avalamos lo que se les cobra de dependencia política, intelectual, afectiva, de vida. La segunda, es que vivimos en una nueva era tecnológica, la digital. Cada cambio tecnológico que ocurre en el cine, nos dice un maestro de los años 20, permite a los creadores formular una nueva IMAGEN cinematográ ica. Se establece un nuevo eslabón, un nuevo ‘set’, a partir del cual se puede reinventar el cine y su lenguaje. Y ahí está la oportunidad que tenemos para, creando nuevos lenguajes, buscar establecer nuevas y más sanas relaciones entre productores e espectadores.

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Estudiar la genealogía de ese lenguaje dominador, buscar cómo se constituyó su historia, su arqueología, podría, por ejemplo, ser una de las tareas de una nueva escuela en la formación de alumnos pensadores y creadores. Una escuela de cine puede ser un centro de re lexión. Puede ser una escuela de escuelas. Una escuela que forma profesores. Que produce pensamiento y pensadores. Que produce materiales didácticos para otras escuelas. Que sea un centro irradiador de ideas, de pensamiento. Un centro tecnológico de producción de material didáctico acoplado a la Escuela podría transformarse en un medio útil a su manutención. Vale apuntar que el proyecto original de la Escuela del maestro Fenando Birri contenía un tercer nivel, que él llamaba “la escuelita”, en que se debería hacer una evaluación crítica de la enseñanza y mantener viva una producción teórica e re lexiva del cine. Discúlpenme si mucho me extendí sobre el asunto. De todas formas, en estos momentos de transición que vivimos, espero que puedan en algo ser útiles estas re lexiones. Mis saludos sinceros, Geraldo Sarno. 5 DE DICIEMBRE DE 2015, 7:37

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Geraldo Sarno

Tarik Souki

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CORREOS DEL SUR

15-03-2016 QueridoTarik, Recibí tu mensaje ayer. No estaba informado de las acciones e iniciativas tomadas en el ámbito de la Fundación en las últimas semanas. Talvez por distracción en medio a la cantidad de trabajo –y correspondiente cansancio– que me exige terminar una segunda serie de diez programas, de 52 minutos cada, sobre cineastas brasileros: El Lenguaje del Cine. Una primera serie la hice hace unos 15 años, y la llevé en Beta para la Biblioteca de la Escuela, como también hice regalo de otra colección al ICAIC. En la época, pensé en hacer una otra serie con cineastas de otros países de A.L. Llegué a hacer entrevistas con Fernando Birri, Titón,Pino Solanas, Alfredo Guevara. Pero el proyecto no marchó. Estas dos series fueron hechas para estudiantes de cine. Para que puedan ver y pensar sobre las muchas y variadas estrategias, maneras y formas que los cineastas de nuestro continente proyectan para crear, digamos, una Imagen –o Imágenes– de nuestros pueblos. Son programas que traen elementos que pueden ayudar en la formación de nuevos cineastas que sean capaces de encontrar en el mismo cine latino americano, y no solamente en los clásicos del cine mundial, formas y maneras de expresar el mundo en que les cabe vivir. Descon ío, pero no estoy totalmente seguro, de que este formato

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creó un inédito género en los medios. Hasta entonces, paréceme, existían documentales sobre cineastas que se apoyaban en entrevistas sueltas y ocasionales, pero no se veía los mismos cineastas en un esfuerzo de re lexión sobre su obra. Pero lo que importa es que las Series prueban la capacidad de los cineastas de pensar el cine que hacen, y de pensar el mundo y la realidad de América Latina con el lenguaje del cine. Por lo tanto, y no quiero prolongarme más, las Series prueban, si es que hace falta esa prueba, que los cineastas de América Latina son capaces de proyectar y crear nuevos lenguajes, que respondan a los desa íos del tiempo presente. Desa íos que ponen el lenguaje del cine (y los medios, sub-producto degenerado por el mercantilismo y uso abusivo que hacen de él las religiones, la propaganda y la política) en el centro de la cuestión cultural contemporánea; más que eso, en el centro de un nuevo proyecto civilizatorio, que pasa necesariamente por la comprensión y combate al control mundial que el lenguaje audio visual universalizado ejerce. Estoy consciente de que las políticas dirigidas al cine y al audio visual en América Latina, en las últimas décadas, no tienen esas consideraciones por base. Estoy consciente que es necesario un gran esfuerzo para reconocer errores y corregir rotas y caminos. Pero estoy seguro que las nuevas generaciones sienten este nuevo momento. Y cabe a la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano ir al encuentro de ellas.

Un fuerte y sincero abrazo, Geraldo Sarno. PS. Pido que junto a mi voto divulgues las consideraciones que anteceden.

20-03-2016

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Querido Geraldo: Una semana ‘punta’ de compromisos ineludibles y exigentes, me impidió hasta ahora responder tu formidable mensaje del 15 pasado. Me parece excelente el trabajo de crear la nueva Serie de nuestros cineastas y de nuestro cine, enfocándolo en la que, creo, podríamos llamar, aunque sea aproximadamente: ‘teoría cinematográ ica ‘clásica´, del Nuevo Cine Latinoamericano”. Tú lo sabes mejor que nadie que se trata de una laguna que tenemos en el tema de la re lexión sobre nuestra cinematogra ía. Entiendo además que nadie mejor que tú para haberla iniciado y sostenerla, y seguir indagándola. El tema me parece fascinante tanto por su novedad historiográ ica, como por su valor teórico, en sí mismo de rigurosa exigencia, pero especialmente porque nos abre las páginas, acaso más densas, después de las mismas películas, por supuesto, para entender y comprender nuestro cine. Yo mismo he tenido la intensa tentación de realizar ese estudio teórico, que de manera provisional he titulado “Historia y contenidos de las Teóricas Cinematográ icas del Nuevo Cine Latinoamericano” (un poco copiando el título de un libro de Guido Aristarco, el gran sistematizador italiano de la teoría cinematográ ica). Sin embargo, la enorme dimensión de su materia, al lado de la muy escasa bibliogra ía existente, que obliga de hecho a producirla casi ‘ex nihilo’, para lo que se requiere la participación de un amplio equipo de trabajo, y otras consideraciones más, me han hecho diferir el proyecto. Este tema tan importante, al que has dedicado enormes esfuerzos, me parece, tendría que ser una de las propuestas que tendrían que ser impulsadas desde la Fundación, mejor dicho, desde un nuevo esquema fundacional que debe pasar, en el marco de consideraciones para darle más densidad, pertinencia y propiedad, a resultados prácticos como el de constituir una suerte de “Centro de Estudios e Investigaciones del Cine y del Audiovisual Latinoamericano”, como base generatriz de un sistema de estudios de IV nivel de la Fundación-Eictv. A partir de allí, me parece, nuestros postgrados recibirían una orientación de fundamentación a tono con los tiempos actuales 85


y la trayectoria de nuestro NCL. Comparto pues contigo querido amigo y de nuevo, tus propuestas. Vale querido Geraldo, te saludo y envío un abrazo fraterno, que pido extiendas también a Gerusa, Tarik. PS. 1.- Dime si tienes alguna suerte de transcripción de textos de esta última Serie, y/o –preferible– la posibilidad de conseguir las películas. Ya conozco algunos materiales de la 1ra. Serie. 2.- Tu carta ya fue divulgada por Alquimia hace ya varios días, yo lo haré de nuevo cumpliendo tus indicaciones de que la misma fuera acompañada de las consideraciones sobre el intenso trabajo de producción y las consideraciones teóricas del lenguaje cinematográ ico que hace la entraña de sus contenidos.

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CAZADORES Y LA HISTORIA OFICIAL

DÍA ESPECIAL PARA ARGENTINA No quiero que termine el día sin mencionar algo importante. (Disculpen que aproveche el mensaje de “nuestro Rocinante, querido Edmundo” para aprovechar todas las direcciones) Hoy se cumplen 40 años del cruel golpe de Estado que instaló La genocida Dictadura Militar argentina el 24 de Marzo de 1976. He podido ver, durante horas por televisión, centenares de miles de manifestantes concentrados o movilizados en la Plaza de Mayo. Buenos Aires. Fue emocionante. Pero este es un foro de cineastas y a ello voy: También hoy se ha re estrenado en cine el excelente documental CAZADORES DE UTOPÍAS, de nuestro compañero David Blaustein. Se cumplen 20 años de su estreno. ¡Suerte Coco! Por si no fuera su iciente, también se podrá ver una de las mejores películas de icción argentinas de las últimas décadas:

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LA HISTORIA OFICIAL de Luis Puenzo. Cumplió ya 30 años de su realización y además de varios Premios, obtendría el Oscar a Mejor Película Extranjera, en 1986. Felicito a ambos cineastas y me adhiero a las protestas por el infausto aniversario del referido golpe de Estado. W

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A


N

o soy “un medio informativo”, pero me gustaría que en sus respectivos países puedan ver el vergonzoso acto sobre los Derechos Humanos del nuevo Presidente argentino, personaje neo liberal, de mucho cuidado. El Obama lo halagó e hizo el ridículo de mencionar el NUNCA MÁS en un “homenaje” que se pretendió armar en el llamado Museo de la Memoria. Fue indignante y repudiado por varios entrevistados. Punto. Gracias Tío Walter por tu generosidad y memoria. El reestreno de Cazadores fue muy conmovedor porque juntamos otra vez a los testimoniantes, equipo y queridos compañeros. Y la disfruté muchísimo porque hace 20 años estaba terriblemente nervioso. Los que la vieron por segunda encontraron nuevos matices, y dijeron tener menos diferencias con la peli que hace 20 años. Y también dijeron que le encontraron valores cinematográ icos que antes no habían registrado. Luego hicimos un brindis de pizza, vino y cerveza que me hizo muy feliz. El trabajo de restauración de la Historia O icial es impecable. Y la peli como los buenos vinos mejoró con el tiempo .Puenzo vino a mi a pre estreno y yo al de él. Aprovecharé para editar otra vez Cazadores en DVD y tendrás tu copia de regalo: (Alqui, sería bueno invitar a la Historia O icial al festival)

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Hoy estuve en la marcha que fue formidable. De las mejores de la d茅cada. Macri no deja de hacer barbaridades y la visita de Obama colm贸 el vaso. L COCO (B

David Blaustein y Osvaldo Daicich

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)


QUERIDOS AMIGOS:

Termina el día. Se va el 17 de abril. Como se fue hace dos años nuestro querido amigo y compañero. Quiero recordarlo y compartirlo con algunos que lo conocieron, admiraron y quisieron. Fue, y han sido malos días para nuestro castigado Continente. Ayer terremoto en Ecuador, hoy mismo, se dice, que hay millones de chilenos afectados por inundaciones, por aquí en mi paisito tuvimos varios muertos y una ciudad casi arrasada por un tornado. Se llama “Dolores”, hay miles de evacuados en todo el país, con algunos muertos y desparecidos. Venezuela sufre de la escases de agua que ha provocado enormes sequías. En Brasil, ahora mismo están acusando a Dilma y se está produciendo un golpe de Estado, que quieren llamar “blando” pero que es muy fuerte... Que nuestro compañero y amigo siga descansando en paz. Que nosotros en su memoria y ejemplo sigamos con ánimo, voluntad y ahínco peleando por un futuro mejor para todos. Los pobres y excluidos. Los de abajo... Como siempre lo intentamos y seguiremos haciendo. Walter Michou: no encuentro la dirección de Costa. Tu te encargas. 91


Alfredo Guevara

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NO AL GOLPE INSTITUCIONAL EN BRASIL. DECLARACIÓN DE LA REDH

La Secretaría Ejecutiva de la Red de Intelectuales en De-

fensa de la Humanidad (REDH) denuncia el intento de golpe institucional que a esta hora tiene lugar en Brasil, comandado por el tándem Temer-Cunha, en desconocimiento del voto de 54 millones de brasileros que hace sólo un año y medio reeligieron de forma legítima a la presidenta Dilma Rousseff. El intento de golpe en Brasil es un claro ataque a las políticas sociales que los gobiernos del PT promovieran a lo largo 93


de catorce años, para remediar la situación social del país más desigual del planeta, y que se materializaran en programas tales como “Bolsa Familia” y “Mi casa, Mi vida”, a través de los cuales los gobiernos de Lula y de Dilma mejoraron y digni icaron la vida de millones de brasileros de bajos recursos. Es también un ataque a la integración latinoamericana (Unasur-Mercosur-CELAC) y a los esfuerzos de los gobiernos de Dilma y Lula de avanzar hacia la construcción de un mundo multipolar, a través de los BRICS. La reciente revelación de la agencia Reuters, acerca de que la norteamericana Goldman Sachs conduciría la economía brasilera con Paulo Leme a la cabeza en caso de consumarse de initivamente lasalida de Dilma, demuestra que los intentos destituyentes tienen claras articulaciones externas, orientadas a debilitar los impulsos de los países que vienen contribuyendo a la con iguración de un nuevo ordenamiento internacional, en detrimento de la supremacía de los Estados Unidos y la Unión Europea. Por todo lo expuesto, y en relación directa con las conclusiones de nuestro XII Encuentro Internacional de la REDH, realizado días atrás en la ciudad de Caracas, Venezuela, la REDH rea irma su compromiso con el respeto al voto popular y el orden constitucional, y su solidaridad con el PT, la CUT, el MST y los grandes movimientos sociales brasileros, y los históricos liderazgos de Lula da Silva y Dilma. Rousseff Los golpistas no pasarán, ni en Brasil ni en América Latina! Secretaría Ejecutiva REDH Lunes 18 de abril de 2016

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50 Aテ前S DE LA CINEMATECA NACIONAL

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Margot Benacerraf

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Luis Bu単uel, Margot Benacerraf


Margot Benacerraf

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Armando Rever贸n, Margot Benacerraf, Juanita

Margot Benacerraf



PUBLICACIONES

A

l alcanzar más de dos décadas de creado, mediante la Ley de la Cinematogra ía Nacional, el CNAC rea irma su compromiso de sentar las bases para la planeación articulada de acciones tendientes a propiciar el desarrollo de una cinematogra ía nacional en Venezuela, de un sólido proyecto cinematográ ico venezolano, en el que se reconozca la importancia interdependiente de los distintos ejes funcionales que hacen posible su existencia: la creación, la producción, la difusión, la distribución, la promoción, la conservación, pero también la generación de cultura cinematográ ica que se veri ica a través de la formación, de la investigación, de las publicaciones, de la puesta en valor no sólo de nuestras obras, sino también de la valoración y reconocimiento de los artesanos creadores del séptimo arte nacional, tanto en su faceta de constructores de ilmes, como en su plano de pensadores, de estudiosos de nuestra cinematogra ía. Juan Carlos Lossada

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Publicaciones

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ICAIC

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Rocinante

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