El carácter y fortaleza de Dariusz Blajer son el resultado de miles de horas sobre las tablas de un teatro, no solo bailando, sino a la vez educando el entorno, los espacios y los tiempos de un reto que es llevar la danza y el ballet a nuevas dimensiones, pasando por la exelencia del clásico y con rumbo a nuevos horizontes con nuevas generaciones de amantes del baile, del ritmo, del ballet en toda la extención de la palabra.