El Edificio 303 Una reconstrucción de la Memoria Ausente Diego Julián Santos Méndez Prologo
Carlos Fernando Guerra Arango
Director trabajo de grado: William Vásquez
Asesores externos: Cesar Augusto Parra Méndez Carlos Fernando Guerra Arango
Diseño y diagramación: Juan Pablo Ramírez Peña
Este producto pertenece a la proyecto transmedia “Memorias del 303”
Trabajo de grado Diseño Industrial Universidad Nacional De Colombia Impreso en Bogotá D.C 2016
Licencia Creative Commons : http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/ Titulo Original: El Edificio 303; Una reconstrucción de la Memoria Ausente 2016 Diseño de Portada: Diego Julián Santos Méndez Ilustración: Carlos Dearmas Proyecto: La Narrativa Transmedia como herramienta para la difusión y preservación de historia del Edificio 303 de la facultad de Artes en la Universidad Nacional de Colombia Diseño y diagramación: Juan Pablo Ramírez Peña Primera edición, 2016 Impreso Bogotá Colombia
Nota: Para aprovechar al máximo el libro recuerda utilizar una aplicación de lector de código QR en tu Smartphone, para acceder a contenidos complementarios.
Índice
Pag.
1. 3. 5. 9. 13. 17.
Introducción Prólogo El histórico 303 Autenticidad moderna en Colombia
El hall Auditorio Carlos Martínez, teatro, magia y máquinas antropomórficas
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La cafetería: Ritos, comensalidad e intelectualidad
25. 29. 33. 37. 38.
“303” el segundo hogar La paradoja del 303 El espacio heterogéneo Lista de ilustradores Bibliografía
INTRODUCCIÓN En todos los países, comunidades y asentamientos humanos se crean y edifican
estructuras culturales que determinan y posibilitan la comunicación. Cuando se configuran estos códigos comunicativos se vigorizan las dinámicas socio-políticas. Estas a su vez están plagadas de sensaciones, emociones, cavilaciones y construcciones de signos que obedecen a los actores y sus percepciones sobre el mundo, es decir se crea una amalgama de formas y de información que luego es transmutada o transformada en valores estéticos, que sin lugar a dudas son la base de la construcción de Nación y de identidad, en otras palabras una quimera de significados que supone un puente con el pasado, una cadena de ADN que intenta reunir, explicar y trasmitir los intereses de los sujetos que componen una comunidad traducidos en bienes arquitectónicos, objetos, tradiciones, políticas o símbolos que se reúnen en una categoría cultural denominada patrimonio y que quedan registradas en la memoria de individuos y colectividades. La UNESCO define patrimonio como “el legado que hemos recibido del pasado, lo que vivimos en el presente y lo que transmitimos a las futuras generaciones…”, y en efecto, bajo esta categoría se han protegido y registrado grandes cantidades de información cultural de los pueblos, de sus bienes materiales, que refuerzan una versión de la historia. El edificio se transformó en el estandarte y símbolo de muchas generaciones de profesionales, es decir un espacio de congregación de fervientes seguidores de las artes, que van en busca de respuestas, casi como una reinterpretación de los oráculos griegos, conocimiento, sabiduría y el desarrollo manando a borbotones, un claro ejemplo de la unión de la comunidad académica fue la movilización estudiantil del 2011 donde estos, los trabajadores, docentes y algunos sindicatos se opusieron a la reforma de educación propuesta por el Gobierno Nacional para ese año, a pesar de estar en proceso de traslado de la población del edificio 303 esté aún servía como símbolo de reunión para que los programas pertenecientes a la facultad de artes se pronunciaran y tomarán un rol activo en el movimiento estudiantil. Luego del cierre total del edificio y de la reubicación de toda la población estudiantil por el campus, esta comunidad se fragmenta y se atomiza, como resultado esta población. No reconoce ese símbolo porque es inexistente. La edificación 303 desapareció como patrimonio, es decir una contradicción
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conceptual, por eso se utilizó el concepto de memoria, no como elemento antagónico, sino como otro camino para resaltar y fortalecer la historia. Cuando nos remitimos a los relatos, podemos encontrar los hilos que conectan a la generación actual y sus percepciones con el pasado y el sentido de comunidad, y podemos evidenciar cuáles de estos se han roto y han modificado los constructos históricos y sociales de esta población. En este caso específico, como un fenómeno de destrucción de un símbolo tiene implicaciones psíquicas, espaciales e identitarias en una comunidad, y como la preservación y recreación de estas memorias permite el fortalecimiento de los vínculos académicos y sociales. La representación de la memoria estará mediada por la realidad aumentada (RA), que confiere un valor estético e interactivo altísimo, también permite aumentar la cantidad de información dispuesta sobre los soportes físicos, con elementos virtuales, se reconoce la potencia de la imagen y las creaciones de orden audiovisual como mecanismo de fundación, circulación e intercambio de significados y símbolos que modifican las percepciones de mundo de los individuos y por consecuencia resignifican y replantean sus realidades, es decir a través de las nuevas tecnologías dar un valor agregado a las historias, aumentar la memoria del pasado, aumentar la percepción del presente, y visualizar el futuro. El diseño Industrial como elemento que permite vincular los conceptos de memoria y realidad aumentada por medio de la creación de contenidos enmarcados en la Narrativa Transmedia para poder plantear y dar un resultado a nivel social a manera de sistema información en donde se proyecta, crear y construye signos, símbolos y experiencias que establecen desde la cultura, múltiples sistemas de relaciones sociales, económicas y políticas, todo esto traducido en objetos y productos digitales, además con el crecimiento de las industrias creativas, las TIC y la nueva comprensión sobre los flujos de información, cuestiona el entendimiento disciplinar del diseño industrial y una concepción limitada de éste (el diseño industrial simplemente entendido como la producción de objetos materiales en masa), la relación entre las dos disciplinas desborda lo puramente utilitarista y por el contrario se trata de una relación creativa que presenta muchos más flujos, y permite proponer que las barreras disciplinarias rígidas deben ser re-pensadas justamente porque las nuevas áreas creativas (virtuales, mixtas, etc) desbordan las condiciones sociales y culturales del Fordismo en el que se gesta el diseño industrial (Bonsiepe, G. 1993). En esta fractura es donde los espacios de hibridación y simbiosis permiten un aprendizaje y construcción de conocimientos que rozan la interdisciplinariedad y permiten extender los horizontes de la creación, por ello la importancia de dar viabilidad a la incursión consciente del diseño en la industria creativa y la creación de contenidos informáticos para multiplataforma, para así ampliar el espectro de la proyección profesional.
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Prólogo: El 303; Una reconstrucción de una estructura ausente
Una tarde de julio del año 2015 Diego me propuso la idea de trabajar narrativa transmedia como parte de su proyecto, en cierta manera me sentí atraído por la idea. Este proyecto de memoria del 303 permite vincular de forma interdisciplinar los conceptos propios de la disciplina del diseño industrial, programación, producción audiovisual e integrarlos a la narrativa transmedia. Definiendo la memoria como parte de la vida del ser humano; no es más que una recopilación de recuerdos transmitidos de un pueblo a pueblo, y en este caso de la percepción de personas que estuvieron vinculadas como estudiantes, docentes y en algunos casos como simples caminantes en los espacios del edificio 303 de la Universidad Nacional. En ese orden de ideas, conocer los espacios de la Universidad Nacional icono y bastión de la educación pública a nivel mundial embargó la cabeza de Diego Santos, que siempre creyó que los recuerdos de ese edificio tenían que prevalecer ante todas las generaciones de estudiantes futuros que visitaran el espacio ya extinto del 303. Realmente los productos presentes en estas obras son como los libros de La Fundación de Asimov, solo pueden tener una relación las obras entre sí cuando al unirlas por medio de la narrativa transmedia se vinculan conceptos que permiten dar una visión de las personas y artistas que habitaron el 303, pero esto solo fue posible por medio de las Tecnologías de la información y comunicación, estas permitieron llevar por medio de productos audiovisuales, realidad aumentada y poder compartirla al mundo por medio de un blog. Encontrar todas las convergencias que permite la narrativa transmedia es algo que cada vez se hacía más complejo debido a que no solo se puede pensar en entrevistas y un análisis por medio de un software, encontrar todas las ventanas de un concepto y ver como con un bajo presupuesto se puede recuperar una memoria y contribuir desde otro punto de vista a la preservación de la misma es algo que llama a la unión de las profesiones. Diego se encargó de llamar a cada uno de sus amigos, compañeros, y hermano e incluso un tío para que este proyecto fuera posible. Dado que tratar de llevar esto de forma particular se convierte en una tarea digna de alguien que piensa que estos espacios son de importancia llevarlos a cabo por medio de la interdisciplinaridad. Para efectos del entendimiento de esta obra de recopilación me permito indicar que este libro reúne 9 recuerdos con su respectiva ilustración y 8 textos
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descriptivos, los cuales son considerados los mejores de este autor y de las personas que ayudaron dando su percepción del edificio. Como probablemente entenderán que una realidad no se puede vincular simplemente con texto, es necesario que puedan ahondar más en la historia del 303 por medio de los recursos como el Documental “303” el blog “Memorias del 303” y la realidad aumentada. Esta obra procura conservar cada una de las percepciones y las inmortaliza por medio llevándola al plano de la narrativa transmedia en internet, dando consigo una licencia de distribución gratuita sin ánimo de lucro, para que pueda utilizarse para fines académicos y permita una mejor referencia de la misma. Incluso esperamos que por medio de esta obra se acerque el concepto de memoria teniendo en cuenta si usted estuvo o no presente, si estudia o no en la Universidad Nacional, simplemente permite que por sus propios sentidos pueda tener un alcance a lo que fue esta gran obra y recinto del edificio de la facultad de arquitectura y diseño industrial. Consideramos que establecer una memoria colectiva es una tarea imposible. Creemos que será posible llegar a muchas personas por la importancia de este libro. La significación de esta obra no solo se debe a su riqueza gráfica y escrita, también a su perdurabilidad en el tiempo, lo que lo hace una lectura obligatoria para todo aquel que quiera conocer parte de la historia de la Universidad Nacional de Colombia. Carlos Fernando Guerra Arango
Información extraída del libro de presentación del proyecto “nuevo edificio para la facultad de arquitectura” de Hernán Herrera 1966.-facultad de Arquitectura Universidad Nacional
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Karaoke - Recuerdo de María Fernanda Linares
Ilustrado por : Marley Lizcano - Artes Visuales- Universidad de pamplona - 2016
No estoy segura, pero creo que en el edificio 303 fue donde cante en público por primera vez. Era la inducción y había una actividad en la tarde de un viernes,
una noche de karaoke que finalizo con baile. Canté frente a un grupo grande de en ese entonces desconocidos, parecían quererse sin siquiera conocerse, un grupo de personas con los que se sentía cierta empatía extraña, solo el hecho de iniciar la vida universitaria en un misma carrera, hacía que existiera un aprecio desprevenido y espontaneo. Aun no entiendo esa sensación, pero la energía del espacio era deliciosa, todos con ansias de conocer nuevas cosas, con nervios de enfrentar lo nuevo y con toda la expectativa de lo que es la universidad, el edificio se mostraba imponente, con grandes salones y espacios por conocer, tal vez lo que más recuerdo fue mi sensación al conocerlo por primera vez, como iba poco a poco descubriendo cada rincón que escondía. Ese día del karaoke en la inducción, canté y me sentí contenta, no lo pensé mucho, solo acobijada por ese ambiente de familiaridad me decidí a disfrutar en grupo esa actividad que por lo general siento placer haciendo sola. Fue en el patio que quedaba afuera al lado de la cafetería, habían puesto alguna decoración que no recuerdo bien, y repartían una bebida amarilla a la que le habrían agregado un
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El histórico
303
poco de alcohol, clandestinamente claro. Todos recochaban y bailaban, había muy buen ambiente. Mi momento de fama no duro mucho, pero lo recuerdo con claridad, fue la bienvenida a una de las mejores épocas de mi vida. Los pasillos algo oscuro y largo se sentían acogedores, al igual que la gente que los habitaba, ese día me sentí cómoda con un montón de extraños que conocían lo que iba a ser su hogar por solo tres semestres más. De ahí vienen miles de anécdotas más, que me parecen muy cotidianas como para contar. Ah! algo que me parece interesante de contar es la percepción del edificio al inicio y a medida que pasaba el tiempo, algo chistoso me paso con el baño. La primera vez que entre en ese baño, me dio miedo, era algo grande y tenía espacios en los que la gente parecía poderse esconder. Siempre entraba afanada y trataba de salir rápido, para no permanecer mucho tiempo adentro. Luego a medida que paso el tiempo ese baño ya no era para nada de miedo, era más bien un lugar de tranquilidad, donde había muchas cosas escritas para leer y burlarse, de hecho fue espacio para el desarrollo de muchas pruebas de diseños con los que se hacía mucho reguero. Se convirtió en un lugar de confianza y lo apropie a mi vida dentro de ese edificio. Sé que el baño no es el lugar más memorable de un espacio como el edificio 303, pero curiosamente se dieron experiencias graciosas allí.
El edificio de Arquitectura conocido luego como el edificio 303
fue construido bajo el proyecto arquitectónico del Arquitecto Hernán Herrera Mendoza, el análisis estructural de Doménico Parma y la firma que edificó la estructura fue Rubio Medina Herrera, Arquitectos e Ingenieros, bajo la rectoría de Arturo Ramírez Montúfar y el decanato de Arturo Robledo Ocampo el edificio ve la luz en 1966 y se convierte en el estandarte de la arquitectura nacional en esa década. Este bien material estaba planeado para albergar una población de 400 estudiantes con un área construida de 9.880 metros cuadrados, y disponía de las siguientes instalaciones: 25 talleres de diseño, 8 aulas, 1 salón de exposiciones, 1 salón de dibujo, 1 aula máxima, 1 aula de proyecciones y una biblioteca, y como nuevas dependencias estaban existía un laboratorio de construcción, un laboratorio de ambiente humano, salón de exposición de materiales, taller de modelos y maquetas y un patio de experimentación (información extraída del libro de presentación del proyecto de Hernán Herrera 1966). Con el tiempo esta edificación albergó otros programas académicos como lo fue Diseño industrial, fundado en 1978 por el profesor Arq. Guillermo Sicard (Facartes 2003) y de la carrera de Artes plásticas que también tuvo espacio en el ala occidental de ese bien material. Pero el Edificio desde su construcción presentó grandes cambios formales y estructurales que sin lugar a dudas son la causa principal del deterioro de la edificación que resultó en el desalojo de la comunidad universitaria en 2011 y la demolición de éste bien en 2014. Para el año 1992 aparecieron grandes fisuras y grietas en el segundo piso y otras secciones del inmueble y en 1995 se decide hacer un refuerzo estructural con muros de concreto transversales, La estructura del edificio tenía un estilo “reticular celulado” patentado en 1954,“como la solución más satisfactoria al problema del entrepiso en concreto reforzado sobre columnas”(Mora, A. M., Gómez, S. I. J., & Bueno, H. C. 2005) donde los capiteles se situaban sobre las columnas de concreto y daban soporte a los demás pisos de la edificación, cuando se hace el estudio se descubre que los muros portantes
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no coinciden en los pisos sucesivos de la edificación, y las columnas resultaron ser muros de mampostería, los ladrillos del piso 1 eran de tolete macizo, mientras que los de los pisos 2 y 3 eran de tolete hueco y esto producía un desgaste y agotamiento en los materiales, y no se encontraron planos estructurales del Auditorio Carlos Martínez, además muchas de las zonas que estaban en el diseño original no coinciden con lo que encontró la empresa PCA (Proyectistas Civiles y Asociados) encargados del análisis estructural del edificio en el año 2011, según este reporte fue sometido a reformas que al parecer se hicieron al mismo tiempo de la construcción de la estructura. Aun así el edificio 303 de Arquitectura y Diseño industrial fue uno de los bastiones más importantes para las artes en Colombia durante décadas. Para el año 2011, cuando el edificio es desalojado la población universitaria había sobrepasado lo planteado en 1966, Su área total era de 12. 300 m², con 4.400 m² de áreas académicas que albergaba 1461 estudiantes de los programas de arquitectura, diseño industrial y artes plásticas, 2000m² de áreas administrativas de apoyo académico con 231 empleados (plan de intervención en la infraestructura física 2011), es decir la facultad había crecido y su aporte a la nación también. Este edificio era uno de los espacios más importantes de la facultad de artes, donde se construía comunidad entre docentes, estudiantes y trabajadores, también se intercambian saberes y experiencias en la cotidianidad académica, era un lugar para la construcción de conocimientos y como es propio, para el desarrollo de las artes, la reflexión y la construcción integral del ser humano. El 303 como le conocían algunos y otros como “la facultad” ofreció múltiples espacios y escenarios de encuentro y construcción social, cultural y política que rebasa lo puramente académico.
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Representaci贸n del edificio por Sandra Burbano investigaci贸n Diego Santos 2016
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Autenticidad moderna en Colombia Este Edificio, erguido en la década de los 60´s, perteneció al movimiento
moderno de arquitectura en Colombia, que toma elementos del trabajo de Entrando al vacío Le Corbusier o Mies van der Roe, pero que hace un análisis riguroso y Recuerdo de Gerardo Ardila con un carácter crítico que pone por encima el juicio del sujeto y permite Ilustrado por: Diego Acosta - Diseño la creación de un estilo estético muy particular y auténtico, es decir no se Gráfico- universidad Nacional -2016 limitó a replicar el estilo internacional (Fontana, M. P., Henao, E., Llanos, Recuerdo sí, esas primeras veces que visité un ediI., & Mayorga Cárdenas, M.Y. 2008). Hernán Herrera, egresado de la Uni- ficio blanco y de largos ventanales cuya pureza la esos árboles viejos y un arte colorido sobre versidad Nacional, influenciado con esta forma auténtica de arquitectura burlaban los muros; otra vez, sin pensarlo mucho, habíamos colombiana, para el caso del edificio 303 ideó un sistema de relaciones vencido el espíritu moderno pensado para la UniHabría sido cualquier sujeto en cualquier visuales y físicas permitiendo un juego cognitivo entre los habitantes del versidad. espacio pero la suerte y el capricho me había precirecinto y diluyendo los límites espaciales, existían tres niveles allí con sado en aquel. Recuerdo el sol que nunca penetraba cuya caridad habría que buscar en otro lado, mis una cubierta inclinada que matizaba esa diagonal a observar al primer piso ypiernas entumecidas por el frío de la baldosa, la mi(M. Mayorga, material audiovisual 31 de Marzo de 2016), integrando el rada vigilante sobre esos que no conocía, los casicuya posesión me volverían parte de algo, un exterior con el interior en busca de una unidad arquitectónica, que invitaba lleros techo de impresión modelo para mis cuadernos. Haa la apropiación del espacio, el profesor Orlando Ocampo explica: “Obser- bía una escultura estilo clásico romano, tal definisin comprobar; y nunca supe porque me sentía vamos que hay un trabajo espacial muy interesante, ante dobles y triples ción en deuda con la belleza, si por la perfección técnica espacios, con volúmenes amplios, donde se ofertaba una amplia gama de de la ejecución o por el hombre torturado que podía transmitirla. Me gustaba dibujar en esos salones lugares” (O. Ocampo, material audiovisual, 31 de Marzo de 2016). solitarios donde quería encontrar o ser encontrado Esta Arquitectura Instalada en el campus de la Nacional, fue un importante hito estético que ayudó en la configuración de la identidad de esta comunidad, y rápidamente se convirtió en un símbolo de la arquitectura en la universidad, y en torno a este se presentan discusiones de orden académico que trascendía las barreras nacionales y tenían incidencia en las discusiones sobre arquitectura a nivel internacional (O. Ocampo, material audiovisual, 31 de Marzo de 2016), el edificio se convirtió en una referencia para la constante y creciente discusión académica de la facultad de artes. Esta Paradigmática edificación fue el epicentro de varias revueltas estéticas que definieron las convenciones artísticas de la urbe Bogotana.
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por alguien, nunca sin interrumpir la cortina de humo. La gente no lo creerá, o no se percató del hecho obligatorio de fabricarse una compañía; unos lo hicieron con audífonos a más no dar, otros con la distracción disciplinada de una responsabilidad de curso, al resto no les quedaba más que aceptar esa soledad tan tremenda, a veces en grupo, como a fortuna de quien defiende que el acto creativo es solitario y raro, una soledad a la que solo se le podría escapar una vez fuera de las paredes, adictiva, pues no acababa uno el cigarrillo sentado en las escaleras de exterior para querer entrar otra vez y comprobar la suposición. Esa fue mi escuela, la de los muros que intercambiaban discursos terrenales por rarezas antisociales.
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Juan Tusso G. Fecha: 21 de Febrero 2011 Talleres segundo piso edificio 303
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En medio de la efervescencia y la construcción de saberes en el 303 y desprendiéndose de la tradicional escuela de arquitectura, nace la carrera de Diseño industrial, Ricardo Ruiz uno de los Profesores legendarios que hicieron parte de esa arriesgada apuesta académica nos relata que “la clase inaugural se hizo en el edificio 303 y teníamos un salón que era el salón 200, que era un pequeño auditorio que se partía en dos si se necesitaba, y ahí fue como la sesión inaugural de la carrera de diseño industrial, entonces pues es un momento básicamente inolvidable por esas dos circunstancias, primero, porque es la primera clase que nosotros tuvimos, y segundo porque fue la primera clase que se dictó de diseño industrial en la universidad,” (R. Ruiz, material audiovisual, 28 de Marzo de 2016). Los últimos estudiantes que recibieron clases en el edificio entraron en el segundo semestre del 2011, de los cuales hago parte.
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El
Hall El edificio servía como una biosfera (haciendo un símil con el concepto
Juego noctámbulo Recuerdo de Freddy León Ilustrado por: Freddy León Diseño industrial - Universidad Nacional - 2016
Habíamos pedido permiso para quedarnos a trabajar el fin de semana en el edificio antes de la entrega final de laboratorio II, éramos alrededor de 30 personas y cada grupo se encontraba en el espacio que había destinado para su trabajo en el primer piso, cerca del salón donde vimos en primer semestre Introducción a la Historia y Teoría de Diseño. Ya era más de media noche, el sueño y el hambre empezaban a hacer mella mientras el trabajo parecía de nunca terminar y el piso se llenaba de polvo de espuma de poliuretano, masilla y caseína. De entre trabajos pasados que no servían, planchas y otros de colgar, alguien armo una bola de papel, algo más pequeña que un balón, y se la lanzo a un compañero, no recuerdo a quien, pero creo que se molestó, la tomo y se la lanzo con disgusto al dueño, este la volvió a lanzar y así continuo hasta que cayó al piso en medio de otros dos, quienes se lanzaron a disputar “la pelota” entre un forcejeo de pies, los que nos encontrábamos a punto de dormirnos dibujando y lijando nos fuimos acercando, de la nada, mesas y butacas se fueron acomodando y nos fuimos organizando, no sé cómo, pero empezó un partido en el pasillo, a cada lado, la portería estaba definida por dos butacas. “La pelota” se movía de lado a lado sin mucho control… después de un marcador que superaba los 10 goles y tras media hora de juego se terminó el partido, todos volvimos a trabajar algo cansados y sudorosos, pero con más animo después de este momento de esparcimiento.
de Vernadsky y guardando las proporciones) con una estructura definida que enlaza todo lo que ocurre en su interior donde varios ecosistemas académicos se desarrollaron, sin lugar a dudas el Hall del primer piso era uno de estos ecosistemas. Hall es un término de raíz germánica, utilizado para definir ciertos espacios y construcciones de uso comunal, para designar sitios colectivos, y Herrera fue muy acertado en la inclusión de este recurso arquitectónico en la edificación 303, sin lugar a dudas este gran salón se convirtió en uno de los ecosistemas culturales más importantes de la facultad de artes, existió como un referente estético formal tangible durante décadas en los imaginarios de cientos de profesionales de la facultad de artes y que no estará presente en las nuevas generaciones de diseñadores, artistas y arquitectos. Ese gran espacio de entrada, espectacular vinculaba los niveles del edificio y servía como centro focal que permite que la gente se relacione visual y espacialmente, dentro de ese espacio de acogida (O. Ocampo, material audiovisual, 31 de Marzo de 2016), en ese construcción arquitectónica la gente se encontraba, se reía, participaba, o simplemente transitaba por este. Allí se tejieron vínculos en la comunidad académica que rozan lo estético y simbólico, y sin duda hacen mella en los imaginarios de los que visitaron, habitaron y recorrieron dicho recinto que representaba lo público y democrático para las artes y las expresiones humanas, los diálogos políticos y la formación de sociedad, la Profesora María Isabel Mayorga lo describe como un espacio de debate, la universidad siempre ha sido un espacio de debate y ese edificio lo permitía. (M. Mayorga, Archivo documental “303” 2016) El profesor Miguel Tarquino así lo recuerda: “Hay un espacio grande de acogida y hay una especie de balcón alrededor, ese espacio fue muy interesante, cuando se presentaba varias veces la orquesta del conservatorio u otro tipo de actividades culturales, haciendo que la gente, digamos, complementará su actividad académica, con la actividad cultural de otra
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naturaleza”(M. Tarquino, material audiovisual, 31 de Marzo de 2016). La experiencia del hall le pertenecía a toda la universidad, este permitía acercarse a la cultura de una forma democrática permeando las subjetividades de muchos estudiantes, propiciando la creación de relaciones humanas, cuestionamientos y reflexiones en torno al vida y la práctica de las artes. El hall se erigió como un símbolo de lo público con bases en la modernidad, donde daba cabida a lo académico y la cimentación de saberes y múltiples hibridaciones culturales y la creación, circulación y consumo de significados (Canclini 1989, 2004). En el hall del 303 ocurrieron muchas cosas fantásticas y espontáneas, la música, el tango, la salsa, el teatro, la danza, las exposiciones de diseño, las sillas y los modelos aerodinámicos del profesor Álvaro Arias, el recibimiento a los primiparos (estudiantes de primer semestre) en la inducción de la facultad de artes, las votaciones del gobierno universitario, conciertos como “la banda sonora de la guerra de las galaxias” como lo recuerda el profesor Paulo Romero, karaokes estudiantiles y mil actividades más que ocurrían hay. (P. Romero, material audiovisual, 31 de Marzo de 2016).
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William Garzón Hall edificio arquitectura 303 Archivo Bienestar. proyecto “yo soy 303”
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Auditorio Carlos Martínez, teatro, magia y máquinas antropomórficas Otro espacio que resistió el “asalto” de muchas generaciones de estudian-
tes fue el auditorio Carlos Martínez, que recibe su nombre homenajeando Ventana rota al insigne arquitecto moderno, quien fue decano de la facultad y por mu- Recuerdo de Camilo Fique chos denominado como uno de los visionarios de la arquitectura moderna Ilustrado por: Michael Joell Martínezen Colombia (Banco de la República, 2011). Diseño industrial - Universidad Nacional - 2016
Este fue el escenario de muchas jornada académicas, pedagógicas y culturales de la facultad, a continuación se mencionan algunos de los eventos que han quedado en los imaginarios de muchos allegados a este centro artístico. La materia Laboratorio 3 era conocida en la carrera de Diseño y en la facultad de artes por los ejercicios propuestos en sus clases, que abordaban otra perspectiva del diseño más amplia en cuanto al tratamiento de la materia, la espacialidad, la estética y el reconocimiento del sujeto. Particularmente la denominada “Cripto Máquina antropomórfica de Bogotá”, uno de los eventos o episodios más recordados de las últimas generaciones de diseñadores de la Universidad Nacional, que fue encabezado por los profesores William Vázquez y Samuel Herrera, tomó como escenario predilecto para el desarrollo de esta actividad experimental el auditorio Carlos Martínez donde este enigmático ejercicio se presentó en 9 ocasiones desde el 2007 -1 al 2011-1 , la décima máquina se presentó en el bosque entre arquitectura y el Conservatorio de música, pues ya estaba clausurado el Auditorio para ese entonces, este punto de convergencia de las artes fue uno de los últimos en cerrarse a la comunidad universitaria, junto con el laboratorio de prototipos del profesor Álvaro Arias y el laboratorio de ergonomía de Ricardo Ruiz. Este auditorio también se convirtió en el sitio para los ejercicios de recreación de magia por parte de los estudiantes en la clase de comunicación 5 con el profesor Víctor Ramírez, y de múltiples obras de teatro, danza, grados de estudiantes e incluso la recepción de los nuevos estudiantes, donde se le hacía la famosa primiparada la cual consistía en presentar una nueva prueba para elegir ahora si a los afortunados estudiantes de la facultad de artes, pues al parecer había ocurrido un error en la evaluación de los puntajes de la gran prueba, en pocas palabras este bien arquitectónico fue reconfigurado y re-semantizado por los actores y
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Recuerdo la veces que estuve dentro del edificio,
aunque este ya estuviese desalojado. Descubrí una ventana semi rota, donde probablemente ya había gente entrando y saliendo constantemente. Las primeras veces que entré recorrí los espacios en los que alguna vez estudié. Ya un poco más confiado recorrí otros lugares. Encontré libros, dibujos, antiguos proyectos de estudiantes. Me pillaron varias veces adentro. Con un poco más de experiencia invité al parche. Tuvimos nuestras buenas borracheras. Pintamos muros, patinamos y no me acuerdo que más. Es curioso que la hayamos pasado mejor cuando el edificio estaba habitado a cuando estaba en actividad.
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Diego Julian Santos M. X Kriptomaquino-antropomórfica Archivo particular.
los rituales estéticos de muchos períodos de la historia de la facultad. Pero el auditorio también fue clausurado en algún momento de su existencia, como lo relata El profesor Dioscórides Pérez en su Boceto para un des-nudo de memoria: “Pero en otro revolcón político, una oscura rectoría prohibió las artes escénicas por considerarlas ideológicamente peligrosas. A los directores los convirtieron en profesores de historia del arte, usando como aula el mismo auditorio hoy llamado Carlos Martínez” (Lozano, D. 2007). Por fortuna este tiempo de censura no interrumpió de forma definitiva los impulsos estéticos y políticos que allí germinaron y se desarrollaron hasta el día de su cierre, en el segundo periodo académico de 2011. En este sentido el Auditorio servía como instrumento simbólico de articulación de contenidos culturales.
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Sueño y ternura - Recuerdo de Elkin Alejandro Cruz Castro Ilustrado por : Michael Joell Martínez- Diseño industrial - Universidad Nacional- 2016
Recuerdos son muchos. Allí refleje diferentes etapas de mi vida. El recuerdo más tierno fue cuando con mi parche de arquitectura (Diana, Camilo, Fajardo, Johana, Har-
ley, y seguro alguien más), en un día lluvioso y frio nos arrunchamos en 2 o 3 mesas (que también son un patrimonio experiencial de la facu). Fui feliz, ame ese momento inocente e infantil (era mi segundo semestre allá). Pusimos esas mesas en uno de los característicos nichos de los salones del edificio y nos arropamos con una cobija. Era particularmente el salón de taller 2, al fondo sur del tercer piso. Salones que me parecían bellos, aun con su disfuncionalidad acústica. Me gustaba mucho la manera como se iluminaban los salones pues eran altos y la fachada les permitía tomar mucha luz del entorno, y que fluía entre los tres pisos, pues los salones se interconectaban visualmente de manera escalonada planta a planta. Una delicia para trabajar, una experiencia donde se podía ver a los del salón de abajo en sus actividades y hacer pausa activa para los ojos y seduciendo a la integralidad disciplinar de arquis y diseñadores. Espacialmente eran magníficos, altos y frescos, pero algo hostiles para poder comunicarse oralmente. La noche en esos espacios era más tormentosa, pues seguir derecho allí cuando hice diseño industrial, bueno, es una experiencia fuerte. Mucho frio y poco acogedor. Y se sienten, así sea por sicosis, la posibilidad de que allí convivíamos con otras presencias intangibles. Caminar al lado del edificio con Guayabo en la noche al lado de edificio, estando cerrado, solo y con algunos salones encendidos: nos dio pánico...nos pareció ver al profesor Marco Cortes viéndonos sabiendo que no estaba.
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La cafetería: Ritos, comensalidad e intelectualidad La cafetería del 303 ubicada donde estaba la biblioteca de artes, era uno de
La facultad son personas, y me aterra ver cómo van rotando en el tiempo. Hoy pocos veo de los que compartí en diseño. Menos de Arqui... y sigue, cambian algunos profes, otros son paradigmáticos y son casi que de culto con quienes sería imposible concebir ciertas materias. Pero además pensar en los profes de los profes que les enseñaron en el 303, grandes maestros del modernismo colombiano en la arquitectura, y gestores del diseño industrial... Agradezco por mi infancia en el 303... La nostalgia me invade y pido a Dios que no me deje morir los lazos que allí construí... ojalá así sea...
los lugares de reunión de las personas que habitaban el edificio 303, como lo recuerda el Profesor César Galán, un espacio común de carácter público, que permitía reflexiones políticas, disciplinares, profesionales y humanas(C. Galán, material audiovisual, 29 de Marzo de 2016), por la acción simultánea de intercambios comunicativos y simbólicos que se presentaban en ese lugar, todos estos de una u otra forma estimulados por la condición biológica de la alimentación, este rito de comensalidad entendiendo este concepto como la acción de comer en la misma mesa, permitía la cohesión y el estrechamiento de vínculos afectivos, pedagógicos y sociales (Arnaiz, M. G. (2010) entre docentes ,estudiantes y trabajadores, reforzando los lazos grupales y sirviendo como ambiente neutral e igualitario , de nutrición física, mental, social e intelectual, como lo declara Sandra Burbano “La cafetería servía además como complemento de las clases que se podían llegar a tener, porque después se salía hablar o con los mismos profesores que salían a hablar en la cafetería sobre inquietudes, varias inquietudes ya sea desde el punto de vista académico, político, cualquier tipo de cosas, se podía hablar con los profesores en la cafetería o en los pasillos, entonces daba como ese espacio.” (S. Burbano, Archivo documental “303” 2016) Podemos denominar la cafetería como un potente articulador de hechos sociales que determinan de forma directa e indirecta las construcciones de identidad y pertenencia de los habitantes del 303, una identidad amarrada a los códigos estéticos diversos (Salazar, R. D. 2001), como el sabor y el olor de los tamales de don Darío, o la diversidad de sándwiches, los colores de las mesas blancas, con posaderas rojas y espaldares negros, el piso blanco, o el sonido de varias conversaciones sobre diseño, arquitectura, las filas para el tinto y la avena, el yogur y la fruta o algún acto performático de alguna clase que a veces se tomaba la cafetería como pasarela, o simplemente como punto de encuentro, todo esto construyendo relaciones sociales y simbólicas en un espacio diverso y cultural. Uno de los rituales más memorables giró entorno al café, exactamente al llamado “tinto”, como un signo indisociable de los procesos de intercambio de experiencias, opiniones y significados en la cafetería, toda la población académica, incluso de otros departamentos y facultades ajenos a la de
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Artes, practicaban ese ritual en dicho recinto. Para Barthes, los alimentos, en este caso específico el café es una unidad significante que utiliza una situación, o un encuentro casual como parte de un sistema más complejo de intercambio cultural, entonces el café constituye una información y se transforma en una unidad funcional de una estructura comunicativa, cuya función esencial es el refuerzo de las relaciones sociales y la construcción de conocimiento, como lo evidencia Humberto Muñoz “En el edificio uno llegaba siempre y en la cafetería siempre había alguien tomándose un tinto, entonces uno iba y se sentaba con esa persona, estudiante o profesor y ahí se discutieron muchas cosas que cambiaron lo que… enfocaron la carrera, y ese era como el rito era antes de las 9 am que era taller, nos encontrábamos 8:30 am o algo así, haciendo fila para tomar tinto y luego entrar a la clase, después como en las clases siempre había como un break, pues nos encontrábamos a la hora del break también en la cafetería.” (H. Muñoz, material audiovisual, 29 de Marzo de 2016). Por otro lado, hay un quiebre en la continuidad espacial inicial de la facultad de artes, la cual es interrumpida por el desalojo y luego la demolición de la estructura arquitectónica donde se encontraban estos centros rituales. Se precisan tres espacios rituales cargados de simbolismos y significancia para la comunidad del 303; El hall, el auditorio Carlos Martínez y la cafetería que proyectaban una idea de universidad, un imaginario de cohesión y pluralidad que en este momento es ausente. Una gran parte de la facultad ha quedado en silencio, silencios que revelan todo un malestar colectivo (Archivo documental “303” 2016)
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William Garzón Cafeteria edificio arquitectura 303 Archivo Bienestar. proyecto “yo soy 303”
Diego Santos Cafeteria edificio arquitectura 303 Archivo personal.
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“303”
El segundo hogar Los espacios son un concepto creado en una convención cultural propues-
ta por un grupo o comunidad (Valbuena 2005: 82) que permite cierto tipo Espectro de relaciones con el territorio y constituye un parte importante del ima- Recuerdo de Beatriz Bonilla Berrocal ginario que determina las formas de vida, de creación, construcción y Fotografía – Ovidio Gonzales- Archivo trasmisión de información. Bienestar Universitario En 303 bajo esta lógica de convención cultural fue planteado como so- Recuerdo que para tercer semestre, cuando debíaporte físico para facilitar los procesos académicos, también permitió la mos montar una puesta en escena para laboratorio nos quedamos todo un fin de semana día y nocreación de varios niveles de relaciones sociales, que van desde lo laboral, tres, che en el edifico, tuvimos oportunidad de conocer lo tribal, lo familiar, lo político y lo cultural, que se superponen unos a espacios a los que en el día no podíamos entrar, así conocer historias y leyendas de la facultad de otros y forman un entramado de conexiones que convirtieron al 303 es un como noche, como el supuesto espíritu de una niña que “espacio vivido”(Lefebvre, H. 1974.), que es configurado desde la sub- caminaba a media noche en el tercer piso y que jetividad, de las experiencias de los individuos, de las relaciones con los asustaba a los guardias de seguridad. otros, de la información recibida, incluso de valores morales forjados en ese contexto, todo enmarcado en la cotidianidad (Pinassi, C. A. 2015), que sin duda alguna forman una identidad y hacen parte de la percepción, del entendimiento del mundo de las personas que allí compartieron, por eso ese edificio es definido como hogar o casa por algunos de sus antiguos habitantes, para otros solo un sitio de tránsito entre contextos académicos, económicos y productivos. En la investigación realizada el 63 % de los docentes entrevistados lo definía como hogar; el 27% lo definió como ambiente de trabajo y el 10 % como lugar de construcción académica y de conocimiento, entonces vemos que el desaparecido 303 tenía una carga simbólica y de valor sentimental alta en la subjetividad de muchos sujetos. Para ilustrar esta interpretación del espacio vivido nos remitimos al Profesor Miguel Tarquino y la representación simbólica y espacial que tenía dicho edificio: “Representaba mi hogar, la verdad mi hogar y cuando yo digo mi hogar entiéndase que podía pasar todo el día incluso a veces la noche y no había problema porque en ese entonces contábamos con los servicio de la universidad como la cafetería central si uno era estudiante podría vivir de manera plena la universidad y tenía una formación y una vida más integral, entonces en el edificio no era solo un espacio para ir a estudiar o ir a trabajar era un espacio de hábitat,” (M. Tarquino, material audiovisual, 31 marzo 2016).
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Gilbert Durand propone que esta organización y relación con el entorno en esta caso la denominación de hogar se configura desde los imaginarios de los sujetos y las imágenes mentales de espacio que ellos construyen con todas las imbricaciones sociales, afectivas y culturales que se funden en una representación simbólica, sin lugar a dudas repercuten en la configuración de percepciones políticas, académicas o morales y que constituyen un insumo para la creación de narrativas, mitos identitarios o mitos fundantes que se transmiten en ese mismo territorio o convención geográfica, este concepto de hogar le confieren a los sujetos formados en el 303 una sensibilidad y una percepción más compleja sobre el mundo y su realidad, y los impulsa a la interacción y construcción colectiva de conocimiento, César Galán hace hincapié en lo potente de las relaciones e intercambio de sentido con los otros en los talleres del 303: “tuve la oportunidad de vivir esas épocas en las cuales sobre todo el tema de los talleres de Diseños era muy potente en el sentido que se interactuaba se hacía y se ejercía digamos una labor de diseño donde todos y cada uno de los participantes de ese taller interactúan, creo que es lo más poderoso y lo que más recuerdo del 303” (C. Galán, material audiovisual, 29 de Marzo de 2016). Una posible lectura de esta interacción y basados en los planteamientos tribales de Maffesoli (2004) donde “la imagen del tribalismo en su sentido estricto simboliza el reagrupamiento de los miembros de una comunidad específica ” en este caso particular una comunidad reunida en los talleres del 303 y otros espacios donde se percibió y se reconocía a las personas en varias dimensiones, no como individuos aislados, y se consolidaron tribus afectivas que se renovaban cada semestre articuladas de forma orgánica con los docentes, y las relaciones de intercambio estaban puestas en un esquema horizontal que permite la interlocución entre sujetos. Chalas (1997) estipula que las personas construyen redes de imágenes que determinan y orientan las acciones, pero seguro hay más dimensiones de creación de redes de códigos cognitivos (oral, auditivo, olfativo y táctil) que enriquecen la percepción y permiten otra forma de apropiación y confieren otro sentido sobre los lugares definidos por una comunidad, donde se transmutan los valores que determinan los perfiles académicos, sociales y profesionales de cada persona perteneciente a la tribu y que se transmiten al orden social, “todo estaba centralizado hay en ese mismo edificio, entonces hay prácticamente uno vivía todo, no solamente las clases, sino toda su actividad social, el conseguir novia fue ahí, en fin todo era ahí.” (R. Ruiz, material audiovisual, 28 de Marzo de 2016).
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El edificio servía como un punto de convergencia entre muchos años de historia, conocimiento y tradición, es posible que los profesionales que allí se formaron, que trasnocharon, que jugaron fútbol en sus salones con bolas de papel, que deliberaban con el cálido sabor del tinto, que se tomaban disfrazados la cafetería, que presenciaron la banda sonora de Star Wars en el hall, que le dan la connotación de hábitat o hogar a un ambiente universitario tienen una imagen mental de la universidad más sólida y robusta, a diferencia de las nuevas generaciones de estudiantes que están diseminadas por toda la universidad, disminuidos no en la calidad académica, pero sí tal vez más pobres en la cantidad de eventos memorables de carácter cultural que permitía al edificio, es posible decir que se pierde la dimensión de facultad y cambia los imaginarios de universidad de los nuevo estudiantes.
Claudia Stella Celis 1982 zona verde Archivo particular.
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La paradoja del 303 La paradoja se define como un hecho que parece contrario a toda lógica,
Tango
Recuerdo de Linda Acosta Ilustrado por : Oscar Gracia – Artes Visuales- Universidad de pamplona
N
o fue solamente un edificio, fue un escenario de múltiples puestas: de tango, de sinfónica, de títeres, de ensayos, de muestras y entregas, de trabajo y sobre estudio de saber. Era un lugar que nos pertenecía como diseñadores industriales, que habitábamos todo un día y si era necesario hasta noches completas y fines de semana. Recuerdo con nostalgia este edificio, ya que allí se me abrieron grandes puertas, allí tuve la primera oportunidad de trabajar en investigación y el ambiente de trabajo fue el mejor que he tenido.
un contrasentido, y resulta bastante paradójico que el edificio de la facultad de Arquitectura y Diseño Industrial, donde se han formado centenares de profesionales de la Arquitectura Colombiana, fuese demolido por fallas estructurales y por una construcción no muy fiel a los planos originales, por alguna razón el edificio no fue erigido con la mayor rigurosidad y empleo de la técnica propias de esta actividad, y pues esto desencadenó su rápido deterioro (plan de intervención en la infraestructura física 2011), la profesora Sandra Burbano recuerda: “Una vez estábamos nosotros en una reunión de profesores y un temblor brutal aquí en Bogotá y empieza, nosotros estábamos en reunión en el 218, y ¿ahora qué hacemos?, y salen unos que eran arquitectos de diseño industrial, pero eran arquitectos, y fueron los que salieron corriendo primero, y todo el mundo ¿Pero por qué? – ¡Porque nosotros sabemos que esto no está bien construido y que esto se nos puede caer encima!- y salieron una cantidad de grietas enormes esa vez y hay empezaron a evidenciarse problemas estructurales bastante complejos, que se iban tapando, que se iban teniendo.” (S. Burbano, archivo documental “303” 2016). Podemos decir que una estructura hecha para ser habitada, pero que pone en riesgo a sus habitantes es un sin-sentido, pero como lo propone Deleuze (1994), hay que se convertir esa situación absurda en una buena oportunidad para producir nuevos sentidos, en este caso para repensar las escuelas de Diseño, Arquitectura, y la facultad de artes, y es responsabilidad de cada sujeto de hacer parte de esas nuevas proyecciones. Por otro lado, situándonos en las percepciones de algunos docentes y estudiantes se evidencia o es renuente la afirmación de una fragmentación de lo que había forjado en el imaginario el 303 como fortín de la facultad de artes, pero este sentimiento se encuentra más en la comunidad docente, pues son ellos quien más tiempo habitaron el edificio y quienes tiene un panorama más amplio en cuanto a la pérdida de esta estructura arquitectónica y las connotaciones y consecuencias desde lo pedagógico, social y académico que acompañan este episodio que trastoca y revuelve los procesos de formación de la facultad de artes, Aurelio Horta comenta: “Ese espíritu de cónclave que nos hace tanta falta, ahora yo creo que nos hace mucha falta vernos más a menudo y a mí me preocupa desde el punto de vista estrictamente pedagógico si se quiere la distancia cada
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vez más notoria entre los estudiantes de una disciplina y otras, de unas carreras y otras cuando en el arte eso es tan necesario y tan recurrente (A. Horta, archivo documental “303” 2016)”, es posible decir que las relaciones interdisciplinares o Transdisciplinares como lo define Morin (2010) como concepto organizador de carácter sistémico que permite articular los conocimientos más diversos, se han visto disminuidas e incluso que estas hayan sido reducidas a un slogan frívolo e hipócrita que enmascara la decadencia de la educación pública en Colombia, donde se habla de interdisciplinariedad, currículo integrado, pero que se imparte de forma dogmática y hermética los contenidos en cada programa que impiden las construcción y reconstrucción del saber, Holman Albarracín, estudiante y luego docente de la escuela de Diseño Industrial opina “que la unión que pudiera tener la facultad de artes se vio afectada pues desapareció el edificio como escenario, como núcleo artístico, educativo, cultural, administrativo que representaba y ahora todo es una diáspora en la cual cada uno trata de resolver sus problemas como puede.” (H. Albarracín, material audiovisual, 30 de marzo 2016), todos los procesos académicos, sociales y culturales se ha visto entorpecidos, el plan de reubicación de la facultad para solventar la crisis estructural de la universidad desperdigo a docentes, trabajadores y estudiantes, por todo el campus y fuera de este como es el caso de CAN, un pequeño éxodo, para Jairo Leal “Llevamos años de trashumancia, de ser parias, donde no tenemos pertenencia, donde no hay un espacio para nosotros y creo pues obviamente nos lo merecemos, los diseñadores, arquitectos y en general la facultad de artes merece ese tipo de espacio. (J. Leal, material audiovisual, 30 de marzo 2016), es claro que se necesita una mejor lugar, pues el edificio 303 había sido rebasado por el tiempo y la tecnología es decir mostraba signos de obsolescencia en cuanto a las plataformas telemáticas y tecnológicas actuales, pero sí tenía un aura mágica que invitaba al intercambio, creación y fortalecimiento de conexiones entre diferentes programas académicos.
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Zak barriga Tomado de twitter 2015
Juan Pablo Ramirez P Demolici贸n 303 Archivo Personal facebook.
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El espacio heterogéneo Todas las cosas son transitorias, se transforman, mutan y evolucionan,
bien lo dice el profesor Horta haciendo una analogía entre los ciclos biológicos y las construcciones humanas “todo proceso genético en la vida, pues tiene un nacimiento y también tiene una madurez y también tiene una muerte…. Los edificios no suelen ser eternos” (A. Horta, material audiovisual, 4 de abril 2016), siguiendo esta idea la crisis estructural abre un oportunidad muy atractiva e interesante para la renovación y el robustecimiento de la universidad apoyada en las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC), que invita a procesos reflexivos en muchas dimensiones, que van desde los aportes del diseño, la arquitectura y las artes en su articulación como facultad para la resolución colectiva de los problemas de orden social, hasta una revisión de los modelos pedagógicos donde es posible replantear la academia y la forma en que se relacionan sus programas desde los espacios físicos en este caso con un nuevo edificio, pero también desde las dinámicas sociales, de construcción, difusión e intercambio de información y contenidos, “una forma creativa, emancipadora y democrática de universidad pública” como lo sugiere Sousa Santos (2005) en su texto “la Universidad en el siglo XXI, para una reforma democrática y emancipadora de la universidad”. Este nuevo proyecto aún sin erigir permite sumergirse en el concepto de heterotopía planteado por Foucault concibiendo el edificio como nave para embarcarse al “nuevo mundo”, dejando atrás las antiguas estructuras en el caso del 303 que estaban obsoletas en cuanto a su función, pero retomando y optimizando el poder de yuxtaponer en un espacio físico distintas dinámicas sociales, culturales y académicas que el 303 permitía, dando un crédito a la Transdisciplinariedad. Que sea concebido de nuevo como hogar, como un microcosmos, porque allí se fomentan los fenómenos de la liberación poética pura (Bachelard 2012), que son tan importantes en los procesos creativos.
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Colegio nocturno
Recuerdo de Camilo Velandia Ilustración José Ricardo Barboza - Diseño industrial - Universidad Nacional
Nada más memorable que la sensación de estar viviendo de una manera nocturna casi literal en la facultad. Laboratorio II y III fueron materias que nos forzaban a trasnochar en grupo (compañeros de proyecto) y en comunidad (compañeros de clase), dentro del 303. De 6:00 pm en adelante el edificio se convertía en un “colegio” nocturno, entre quienes trasnochaban para cierta materia. Se congregaban distintos semestres y utilizar el edificio entero. Espacios para dibujar, espacios usar herramientas, para el tinto y comer, para Jugar futbol a las 2:00am con una bola de icopor por el pasillos de las fotocopiadoras, para darle a la vajilla en “hueco” del salón del 3er piso para ensayar “la máquina” en el Auditorio, para tomarse un chorro en el taller mientras se pulía la madera y al fin dormir de 4 a 6am. Eso, de 10 0 15 veces al semestre por semestre. Así la recuerdo.
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Este episodio histórico permite una nueva posibilidad de academia que propicie una producción de conocimientos que se vinculen a través de los procesos de extensión, entendiendo esta figura universitaria como un eje de unión con los grupos sociales, con un compromiso ambiental y defendiendo la diversidad cultural “poniendo fin a una historia de saberes que se autoexcluyen” (Sousa 2005) y no como un negocio de agencias que rozan lo privado al servicio del mejor postor.
William Garzón Entrada edificio Archivo Bienestar. proyecto “yo soy 303”
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Lenin desnarigado
Dioscorides Pérez nov 22- 2014- textos Archivo Bienestar Universitario Fotografía Omar A. Galindo- Diseño industrial - Universidad Nacional
Imagino que durante este evento de nostalgia hacia este bello nido de conocimientos,
algunos decidieron rescatar el vilipendiado busto de Lenin. Quizás fue el mismo autor, que no conozco, quien decidió salvarlo como objeto de burlas y del infierno de la basura. Hecho de cemento y pintado de color bronce, fue instalado originalmente en el centro de la plazoleta. Perdió la nariz durante una pedrea, dicen que por un bolillazo de la policía. Después le quitaron el pedestal y la placa, y lo instalaron en una repisa al lado de la entrada del auditorio, donde grupos políticos de todos los pelambres lo pintaban cuando querían de rojo, luego de gris, mejor de plateado (ese color pop gustaba e iba muy bien con el lugar). Finalmente arrinconado contra la pared, se le veía siempre entre triste y rabioso, en su oficio de cuidar de reojo las bicicletas estacionadas debajo. En los últimos años estaba pintado de negro, le ponían cachos, estrellas de David en la frente, logos anarquistas en el pecho, sombreros viejos y hasta un tenis en su calva. Entre grafitis de todo tipo, había perdido su identidad y estaba relegado al olvido político. Como respuesta de reina, algún despistado estudiante dijo que creía que se trataba del busto del fundador de la Facultad. Así quedó para las nuevas generaciones.
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Agradecimientos
Son muchas las personas que han formado parte de este proyecto, y con las que he forjado una gran amistad agradezco sus consejos, esfuerzo, ánimo y compañía para el desarrollo de este trabajo de grado. También agradezco a los que no están aquí y otras personas que están en mis recuerdos, por haber compartido sus saberes y conocimientos que se han dispuesto y configurado para dar forma a este ejercicio academico.
A la memoria de Ana Belsy MĂŠndez Rojas y Julio Cesar Santos Santos
Lista de Ilustradores Título: karaoke Recuerdo de María Fernanda Linares Ilustrado por : Marley Lizcano - Artes Visuales- Universidad de pamplona - 2016 Título: Entrando al vacío Recuerdo de Gerardo Ardila Ilustrado por: Diego Acosta - Diseño Gráfico- universidad Nacional Título: Juego noctámbulo Recuerdo de Freddy León Ilustrado por: Freddy León - Diseño industrial - Universidad Naciona - 2016 Título: Ventana rota Recuerdo de Camilo Fique Ilustrado por: Michael Joell Martínez- Diseño industrial - Universidad Nacional - 2016 Título: Sueño y ternura Recuerdo de Elkin Alejandro Cruz Castro Ilustrado por: Michael Joell Martínez- Diseño industrial - Universidad Nacional - 2016 Título: Espectro Recuerdo de Beatriz Bonilla Berrocal Fotografía por: Ovidio Gonzales- Archivo Bienestar Universitario -“ yo soy 303” Título: Tango!!! Recuerdo de Linda Acosta Ilustrado por: Oscar Gracia – Artes Visuales- Universidad de pamplona- 2016 Título: Colegio nocturno Recuerdo de Camilo Velandia Ilustrado por: José Ricardo Barboza - Diseño industrial - Universidad Nacional - 2016 Título: Lenin desnarigado Recuerdo de Dioscórides Pérez nov 22- 2014- Textos archivo “ yo soy 303” Bienestar Universitario Fotografía por: Omar Augusto Galindo - 2011
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