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Más de técnicas para estudiar

LIBROS

Más de técnicas

PARA ESTUDIAR

Rosalía Guerrero Arenas

Bien dicen que la práctica hace al maestro. Si el lector es

docente, se habrá dado cuenta de que los mejores alumnos son quienes han aprendido a estudiar de manera constante como parte de una rutina establecida y cotidiana. A veces, estos estudiantes logran encontrar empíricamente las condiciones más adecuadas para su estudio. En ocasiones, el apoyo de un guía logra encauzarlos de manera correcta. El texto de esta ocasión puede fungir como punto de partida para ayudar a nuestros alumnos a mejorar sus hábitos de estudio e, incluso, los hábitos propios del lector.

bernabé Tierno Jiménez, pedagogo y psicólogo, es el autor de Las mejores técnicas El libro está dividido en dos partes: la primera abarca las técnicas de estudio, mientras que la de estudio. Este educador tiene una prolífi ca ca- segunda aborda diversas estrategias para alcanrrera en radio, televisión y libros; por su labor, zar el éxito. ha recibido varias condecoraciones, como la Me- En la primera sección, se describen los diverdalla de Honor del 50 Aniversario de la UNICEF sos aspectos que infl uyen en el estudio. Entre en 1996, así como el premio Paz del Mundo las sugerencias básicas que un buen estudiancomo impulsor de los valores humanos en 1997. te debe considerar se encuentran su salud, una Su obra contempla desde el estudio de las rela- buena condición física, una alimentación balanciones humanas hasta educación escolar; en 25 ceada y sufi cientes horas de descanso. Debe teaños ha publicado un poco más de 40 libros. ner un entorno familiar y escolar en el que se

Sin entrar en muchos tecnicismos, el texto incite el interés por el estudio, y contar con amisque nos ocupa ofrece un panorama práctico e tades con metas similares. La personalidad de integral para estudiar mejor y efi cientemente. los alumnos es un factor decisivo para alcanzar

el éxito: un buen estudiante tendrá un concepto alto de sí mismo y voluntad de seguir hacia una meta planteada. El lugar donde se estudia también es importante: debe de existir el mínimo de ruidos, así como una temperatura e iluminación que propicien la concentración.

El siguiente paso consistirá en encontrar un método y unas sesiones de estudio personalizadas. Entre las habilidades más importantes, se encuentra la lectura. Si no se sabe leer, difícilmente se podrá estudiar con efi cacia. Tierno ofrece diversos consejos sobre cómo mejorar tanto la velocidad como la concentración cuando se lee, además de analizar las características de buenos y malos lectores. Los buenos lectores comprenden e interpretan lo que leen; los malos lectores no pueden centrar su atención en el texto, además de que no interpretan la información. Si los estudiantes son malos lectores, esto se verá refl ejado en un vocabulario reducido, además de tener malos hábitos como la lentitud al leer, volver a leer lo leído o mover los labios conforme avanza en la lectura.

Una vez dominada la lectura, es necesario saber discriminar información importante en los textos. Una de las técnicas más efi cientes es el subrayado. Al resaltar párrafos seleccionados, fi jamos la atención y permitimos el repaso posterior de la información. También pueden utilizarse otros tipos de marcas, como fl echas, líneas dobles o signos de admiración.

A la par de la lectura, es necesario saber elaborar esquemas y resúmenes con el fi n de sintetizar y comprender la información de interés. Los esquemas son la síntesis de los contenidos que se extrajeron de los textos subrayados, mientras que los resúmenes son la condensación de un texto cuya extensión no excede 25% del texto original. En los resúmenes, es aconsejable que los estudiantes enriquezcan la información vertida con anotaciones de clase o con lecturas relacionadas con el tema. Tanto esquemas como resúmenes son herramientas invaluables para el estudio continuo de los contenidos académicos.

Además de las evaluaciones en clase, los estudiantes deben autoevaluarse constantemente con el fi n de saber cuánto se asimiló y retuvo de los contenidos estudiados. La refl exión de los fallos es básica para aprender de los errores y marcarse nuevas metas. El autor también sugiere a los docentes adoptar un sistema de evaluación continua, ya que es más pedagógico y razonable, pues valora los esfuerzos y logros del alumno día a día. Otra virtud de la evaluación continua es que estimula el estudio diario e impide el fracaso escolar.

La preparación ante exámenes es crucial para el estudio; de acuerdo con Tierno, lo mejor es que el estudiante realice autoevaluaciones periódicamente, ya que se ha comprobado que la información se olvida por completo al cabo de tres meses de estudiarla. Buena parte de lo que retenemos se debe a la memoria y la concentración; en este libro se pueden encontrar ejercicios y recomendaciones para potenciarlas, como la contemplación con fi jeza y detalle o las oraciones creativas.

El estudio debe ser diferente conforme se avance de nivel educativo. El objetivo principal en educación básica es fomentar la práctica diaria, mientras que en secundaria y bachillerato es inculcar el estudio autónomo. Los estudiantes universitarios deben contar con pensamiento crítico y diversas habilidades desarrolladas en su niñez y juventud.

En la segunda parte del libro, Tierno propone diversas estrategias para estudiar con efectividad. El autor aclara que el estudio debe ser particular, de acuerdo con las diversas asignaturas que se cursen. Por ejemplo, en las matemáticas es necesaria la práctica diaria y la “no prisa”, así como establecer su estudio cuando los es-

tudiantes tengan su mayor rendimiento. En las ciencias sociales, se aconseja relacionar la información con un marco de referencia, a fi n de que sea signifi cativa para el alumno. En los idiomas, el uso de medios audiovisuales y tiempos fi jos contribuye a su entendimiento.

Aunque está cayendo en desuso debido al empleo de discos compactos y reproductores, la técnica de grabarse en cintas es una herramienta efi ciente, ya que permite el repaso constante de las lecciones en cualquier lugar, incluso cuando nos desplazamos. No sustituye totalmente a la forma clásica de estudiar, pero sí complementa con efi cacia las técnicas convencionales.

La parte fi nal del libro abarca consejos prácticos dirigidos a padres y maestros, así como el fomento a la voluntad de los estudiantes. El estudiante no debe competir con los demás, sino mantener un reto personal consigo mismo con el propósito de mejorar. Los fracasos forman parte de la vida del hombre y a veces es necesario cometer errores para obtener éxito. La motivación desempeña un papel defi nitivo y debe realizarse desde temprana edad. Si hay fracaso, los maestros y padres no deben juzgarlo, sino analizar las causas que condujeron a ello. Es imprescindible fomentar la curiosidad y el interés de los jóvenes para descubrir, conocer y asimilar nuevos conocimientos. No olvidemos que hijos y alumnos aprenden de nosotros, por lo que hemos de ampliar constantemente nuestros conocimientos.

Lo más importante para que una persona obtenga éxito es adquirir la voluntad necesaria para alcanzar las metas. Ésta sólo se obtiene a partir de la repetición constante de actos positivos que cuesten trabajo y exijan esfuerzos. Sin voluntad, no se puede obtener un verdadero desarrollo personal.

Una vez terminada la carrera, el autor sugiere seguir cursando estudios de posgrado. Los objetivos por alcanzar en este nivel son la maduración y la adquisición de experiencia al lado de especialistas. En esta etapa se ponen a prueba los conocimientos y las capacidades adquiridas, así como la realización de la profesión que se ha elegido. Aunque esto pareciera la etapa culminante de los estudios, el autor aboga por una formación permanente, en la que el profesional no pierda su vocación de estudiante y procure su constante estudio. Esta renovación permite mantener el interés y la motivación, así como la receptividad, es decir, convertirnos en personas abiertas, perceptivas y tolerantes, de manera que apoyemos a los demás y a nosotros mismos.

En resumen, este texto sirve como marco de referencia para las clases, pues fomenta la responsabilidad y el compromiso de los estudiantes, así como de nuestro papel como docentes y padres.

Reseña del libro Las mejores técnicas de estudio, de Bernabé Tierno, Ediciones Temas de Hoy, Madrid, 2008, 255 pp.

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