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Basura y reciclaje de residuos sólidos
NOSOTROS
Basura y reciclaje
DE RESIDUOS SÓLIDOS
Ruth García Fernández
La basura se compone de los residuos sólidos que al mezclarse pierden posibilidades de ser reutilizados o reciclados. Muchos de los desperdicios que generamos en nuestras casas pueden dejar de ser basura y convertirse en residuos aprovechables.
Reducir Reutilizar Reciclar
La basura y su manejo en México
Deshacerse de la basura en las ciudades es un problema tan grande que se han creado sistemas de gestión para poder manejarla adecuadamente. En nuestro país, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) es la entidad encargada de diseñar las políticas para el manejo de los residuos y para llevarlas a cabo es necesaria la intervención de los estados y los municipios. La Gestión Integral de Residuos es el conjunto articulado e interrelacionado de acciones para el manejo de residuos, desde su generación hasta su disposición final, a fin de lograr beneficios ambientales, la optimización económica de su manejo y su aceptación social, respondiendo a las necesidades y circunstancias de cada localidad o región.
El tipo y la cantidad de desperdicios que producimos están directamente relacionados con nuestras formas de producir y de consumir. El uso indiscriminado de empaques, envases y envoltorios contribuye enormemente a la generación de residuos. Todo aquello que deja de sernos útil lo consideramos basura y tratamos de deshacernos de ella, sin preocuparnos por lo que pasa después de que la entregamos al servicio de limpia o la colocamos en un contenedor. Actualmente, en las ciudades, la mayor parte de lo que se desecha proviene de los domicilios, y su principal componente no son ya –como antes– los sobrantes de comida, sino los restos y empaques de productos manufacturados, como vidrio, papel, cartón y plásticos.
Los residuos sólidos urbanos (RSU) se componen de restos orgánicos –de materia vegetal y animal, papel, cartón y madera– e inorgánicos –vidrio, metales, plásticos. Las afectaciones al medio ambiente por causa de los residuos son múltiples; entre las principales se encuentran: • Contaminación del suelo y el agua provocada por el vertimiento directo de los residuos o por la filtración de lixiviados.1 • Contaminación del aire por el biogás producido al descomponerse los residuos orgánicos, con gases como bióxido de carbono y metano que contribuyen al efecto invernadero. Éste es un factor de riesgo porque puede ser muy tóxico y explosivo en determinadas condiciones. • Erosión de los suelos. • Olores desagradables. • Obstrucción de los drenajes y alcantarillas. • Deterioro de la imagen urbana o del paisaje natural. • Proliferación de fauna nociva, constituida por todos aquellos animales que pueden representar algún riesgo para la salud.
Para tener una idea de la situación de los residuos en México, nos basamos en el Diagnóstico Básico para la Gestión Integral de los Residuos 2012, un documento de Semarnat que señala que en el país se generan un total de 102 894.96 toneladas diarias de residuos sólidos urbanos, de los que se recolectan poco menos del 84%. De la cantidad de RSU que son enviados a disposición final, más de la mitad (61%) es dispuesta en rellenos sanitarios o sitios controlados, cerca de un 16% se vierte en tiraderos a cielo abierto, y se estima que del resto, cerca de 4.5%, se acopia en zonas de desechos industriales y de un 2.5% se desconoce dónde se deposita. El promedio de generación de RSU es de 0.854 kg por persona por día, cifra que alcanza 1.6 kg en las grandes ciudades y aproximadamente 0.500 kg en áreas rurales; es decir, existe una relación directa entre el grado de desarrollo y la generación de residuos, como puede apreciarse en el cuadro comparativo que se muestra más adelante. Existe también una mayor proporción en la generación de residuos inorgánicos en relación con la de orgánicos, lo que se explica por la diferencia en el modo de vida y los hábitos de consumo entre las grandes ciudades –donde se compra una mayor cantidad de productos manufacturados– y las comunidades rurales.
1 Los lixiviados son líquidos que se forman por la reacción, arrastre o filtrado de los materiales que constituyen los residuos y que contienen, en forma disuelta o en suspensión, sustancias que pueden infiltrarse en los suelos o escurrirse fuera de los sitios de depósito.
Según la Semarnat, el Estado de México y el D. F. son las entidades que generan mayores volúmenes de RSU, mientras que Campeche, Colima y Nayarit son las que generan menos. Sólo en 13 estados se lleva a cabo la recolección selectiva, sin embargo, en porcentaje, éstos representan sólo el 9.11%. El Censo Nacional de Gobierno2 señala que los estados con mayor porcentaje de recolección selectiva de RSU son Querétaro (57%), Jalisco (40%) y Nuevo León (30%). Además, únicamente se recicla el 10% de los RSU, porcentaje muy bajo comparado con Europa (35%) o con Estados Unidos (30%). En esos lugares, se difunde ampliamente la necesidad de reciclar, y en las escuelas es fundamental que desde pequeños se enseñe a los alumnos la importancia de las 3 erres.
Generación de RSU por entidad federativa
Estado de México Distrito Federal Jalisco Veracruz Guanajuato Nuevo León Puebla Baja California Tamaulipas Chiapas Michoacán Chihuahua Sinaloa Coahuila Sonora Tabasco San Luis Potosí Guerrero Hidalgo Morelos Durango Oaxaca Quintana Roo Yucatán Querétaro Baja California Sur Zacatecas Aguascalientes Tlaxcala Campeche Colima Nayarit
0 4 8 12 16 Generación (miles de t/día)
Fuente: Diagnóstico Básico para la Gestión Integral de los Residuos 2012 .
2 Censo Nacional de Gobierno 2011. Gobiernos Municipales y Delegacionales. Módulo 6: Residuos Sólidos
Urbanos. Instituto Nacional de Estadística y Geografía, México, 2011.
Composición de RSU por subproducto
Categoría
Cartón Subproducto Porcentaje 6.54
Papel Material ferroso Material no ferroso 6.20 2.09 0.60
Susceptibles de aprovechamiento 40% Plástico rígido y de película Envase de cartón encerado Fibras sintéticas Poliestireno expandido Hule 7.22 1.50 0.90 1.65 1.21
Orgánicos 38 %
Otros
22% Lata Vidrio de color Vidrio transparente Poliuretano Material de construcción Cuero Fibra dura vegetal Residuos alimenticios Hueso Residuos de jardinería Madera Residuo fino Pañal desechable Algodón Trapo Loza y cerámica Varios
2.28 2.55 4.03 2.80 1.46 0.51 0.67 25.57 0.59 9.38 1.25 3.76 6.52 0.70 3.57 0.55 5.90
Total 100.00
Fuente: Diagnóstico Básico para la Gestión Integral de los Residuos 2012.
Las 3 erres: reducir, reusar y reciclar
En el año 2004, en una reunión del Grupo de los Ocho, el primer ministro de Japón presentó la llamada “iniciativa de las 3 erres (reducir, reutilizar y reciclar)”, y en 2006, en el marco de un convenio de cooperación técnica, México acordó llevar a cabo en nuestro país el proyecto “Desarrollo de políticas de manejo de residuos incorporando el principio de las 3 erres”. La finalidad de este proyecto es crear y desarrollar una política de manejo de residuos basada en las 3 erres, que involucre a todas las instituciones, los organismos gubernamentales y los sectores sociales vinculados al tema. Veamos a grandes rasgos en qué consiste la propuesta:
Reducir
Se dice que el mejor residuo es el que no se produce. Esta primera “r” se enfoca a la reducción del consumo y de la energía para aminorar los efectos sobre el medio ambiente. Uno de los ejes que se han considerado para disminuir la generación de residuos es hacer un consumo responsable que considere: • Comprar alimentos frescos, no procesados y evitar aquéllos con excesivo empaque. • Antes de comprar algún producto, reflexionar si realmente se necesita o si sólo responde a un deseo estimulado por la publicidad. • Averiguar con qué materias primas se fabrica, de qué manera su proceso de manufacturación impacta al medio ambiente y si genera algún daño o injusticia social. • Considerar qué impacto al medio ambiente y al entorno social tiene el uso de lo que se piensa comprar. • Cada vez que se adquiera algo, se debe considerar el impacto que tendrán los residuos y la basura que genere. • Evitar productos de “usar y tirar”, si no son estrictamente necesarios. • Cuando se vaya de compras, llevar bolsas de tela, de papel, de cartón o incluso las de plástico usadas anteriormente, hasta que ya no sirvan. • Evitar las latas y los productos con mucho empaque. • Dar prioridad a productos con envases retornables o reutilizables. • Si se utilizan artículos desechables, procurar que sean de materiales biodegradables o, en todo caso, reciclables. Por ejemplo platos, vasos, cubiertos, bolsas, bolígrafos de materiales que puedan utilizarse para hacer composta, como bioplástico en lugar de plástico.
Reutilizar
La segunda “r” consiste en encontrar un nuevo uso a las cosas que pensamos desechar, por lo que esta medida también reduce la producción de basura. Ejemplos de ello son el uso de bolsas o embalajes más de una vez, rellenar botellas, utilizar el reverso de hojas impresas por una sola cara; o bien adaptar esos productos y envases para que cumplan otra función.
La tercera “r” corresponde al reciclaje, esto es, someter un producto desechado a un proceso que lo transforme en una materia prima o en un producto nuevo, como se puede hacer con el plástico, el vidrio, el papel, los textiles o el cartón. El uso de los restos agrícolas y ganaderos como combustible o fertilizante, e incluso como alimento para los animales de granja, son asimismo prácticas de reciclaje comunes y sensatas para la recuperación de residuos.
La condición para iniciar un proceso de reciclaje es separar los residuos. Esa separación se puede hacer desde nuestras casas y lugares de trabajo. Hay distintos grados de separación. La más simple, pero sumamente útil, consiste en distinguir entre residuos orgánicos e inorgánicos.
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Reciclar
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Un motivo para reciclar es el alto costo que representa para los gobiernos la gestión y el manejo de los residuos (sólo en América Latina se tiran al año más de 600 000 toneladas de metales). Pero hay otros relacionados con el ahorro de recursos naturales y de energía. Así, si reciclamos materiales como el vidrio, se ahorra hasta un 85% de energía y por cada tonelada que se recicle se ahorran 1.2 toneladas de materia prima de este elemento. Con la recuperación de dos toneladas de plástico se ahorra una tonelada de petróleo y el reciclaje de una tonelada de papel evita la muerte de unos 17 árboles.
En el siguiente cuadro se muestra, de manera sintética, el tiempo que tardan en degradarse distintos tipos de residuos.
Material Años
Papel Colillas de cigarro Chicle
Latas de aluminio Vasos desechables de polipropileno Envases tetrabrick Envases de metal Corcholatas
Encendedores Unicel
Bolsas de plástico Tenis Muñecos 1
2
5
10
30
100
150
Pilas Botellas de PET 500 a 1000
Botellas de vidrio 4000
Un ejercicio de reciclaje
El uso de plásticos ha tenido un constante crecimiento por las ventajas que representan en cuanto a costos y variedad de aplicaciones. Al año se producen en el país 500 toneladas de plásticos de distintos tipo. Entre los objetos de mayor consumo diario se encuentran los envases y, entre éstos, los de PET (tereftalato de polietileno) y de unicel (poliestireno expandido). Este último material se utiliza mucho para empaquetar comida rápida y artículos electrónicos, se usa también en la fabricación de vasos y platos desechables y en la industria de la construcción. Cuando se le introduce en el horno de microondas para calentar una sopa, café, chocolate, etc., forma microaleaciones que pueden
producir sustancias altamente venenosas para el ser humano (carcinógenas) y contaminantes, como las dioxinas, que perjudican al sistema inmunológico y alteran el sistema hormonal. Técnicamente, el unicel puede ser reciclado, pero su tasa de recuperación es muy baja y por eso no se le trata industrialmente. Como se ve en el cuadro de la página 11, este material tarda mucho en ser reintegrado a la naturaleza.
A continuación presentamos una sencilla actividad de reciclaje que maestros y alumnos de secundaria o de niveles superiores pueden desarrollar en los laboratorios de química de la escuela. El proceso que describimos permite no sólo disminuir la cantidad de unicel que tratamos como basura, sino que proporciona nuevos materiales que pueden utilizarse para diversos fines. Veamos, pues, cómo reciclar el unicel transformándolo en pegamento o en barniz.
Actividad
Elaboración de 100 ml de barniz o pegamento.
Material: 1 báscula 1 vaso de precipitado de 200 ml 1 probeta de 100 ml 1 varilla de agitación
Para el barniz: 70 ml de acetato de etilo 30 ml de acetona 16 g de espuma de poliestireno (unicel) Para el pegamento: 60 ml de acetato de etilo 40 ml de acetona 28 g de espuma de poliestireno
Antes de avanzar en la fabricación de pegamento o barniz con las cantidades de material señaladas, recomendamos que un equipo realice el ejercicio utilizando sólo una cuarta parte del material; de esta manera, el experimento podrá controlarse mejor. Una vez logrados los resultados que se buscan, la actividad puede realizarse con el material completo y, desde luego, repetirse cada vez que se quiera, con la única condición de mantener la proporción indicada de los materiales.
Procedimiento: 1. Se parte el poliestireno en trozos que puedan introducirse en el vaso de precipitado.
2. Se pesan 4.2 gramos de unicel en la báscula y se mantienen en reserva.
3. En la probeta se miden 17.5 ml de acetato de etilo y luego se vierten en el vaso de precipitado.
4. Se miden 7.5 ml de acetona y se mezclan con el acetato de etilo.
5. Se vuelca en la mezcla la espuma de poliestireno troceada que reservamos en la báscula para que se disuelva; para ayudar en el proceso, se sumerge con la varilla de agitación.
6. Una vez que se ha disuelto todo, está listo el barniz.
7. Para comprobar la efectividad del producto obtenido, se puede aplicar sobre una superficie de madera y, una vez seco, verter agua sobre ella para comprobar que ésta no se absorbe.
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8. Para elaborar el pegamento, se sigue el mismo procedimiento, pero con las siguientes cantidades: 15 ml de acetato de etilo; 10 ml de acetona y 7 g de unicel.
9. El pegamento tiene una consistencia más espesa que el barniz, y se puede usar para pegar papel u otras cosas, de la misma manera que el pegamento blanco.
Referencias y bibliografía:
CÁMARA DE DIPUTADOS del H. Congreso de la Unión. “Ley
General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos”, Diario Oficial de la Federación, 8 de octubre de 2003.
Última reforma publicada DOF 30-05-2012. Versión electrónica disponible en www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/263.pdf (consultado el 19 de marzo de 2013). COLOMER, F.J. y Antonio Gallardo, Tratamiento y gestión de residuos sólidos, México, Limusa, 2012. 319 pp. LUCENA, Antonio, Consumo responsable, Madrid, Talasa ediciones, 2009. SEMARNAT, Programa Nacional para la Prevención y Gestión
Integral de los Residuos 2009-2012, Resumen Ejecutivo,
México, 2008. Versión electrónica disponible en http:// www.semarnat.gob.mx/programas/Documents/PNP-
GIR.pdf (consultado el 19 de marzo de 2013). SEMARNAT, INECC, Diagnóstico Básico para la Gestión Integral de los Residuos 2012. Versión Ejecutiva. Versión electrónica disponible en www.semarnat.gob.mx/Documents/
Residuos_Gestion_Versi%C3%B3n%20Ejecutiva.pdf (consultado el 19 de marzo de 2013).