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Enseñando con arte o a través del pulso
Y ARTESANOS
Enseñando con arte o
A TRAVÉS DEL PULSO
Guillermo Hernández Santana*
El pulso es una de las características que la humanidad comparte no
sólo con miembros de la misma especie sino también con el ambiente. A pesar de la importancia de dicho tema, éste es de los pocos sobre los que uno no se detiene a hablar profundamente durante las horas de clase. El pulso se puede abordar desde diferentes puntos de vista o materias, tales como la física, las matemáticas, la biología o incluso las bellas artes, como puede ser la poesía y la música.
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a actividad que se describe a continuación, surgió a partir de una invitación en la que se me solicitó dar una conferencia a chicos de dieciséis y diecisiete años en un CCH (Colegio de Ciencias y Humanidades) de la UNAM. Propuse una plática que duraría 50 minutos, durante los cuales me sorprendió el interés que mostraron los alumnos, así como su atención y colaboración ante las actividades propuestas. El título de esta plática fue “El ritmo de la vida”, pero antes de hablar de ritmo propuse algo más básico, el pulso, pues éste es determinante para mantener el ritmo, la armonía y la melodía. Considero que dicha actividad no sólo puede reforzar la relación entre los alumnos y el maestro, sino abrir un espacio de reflexión acerca de dicho tema y otros que de igual forma se relacionan o desprenden de éste.
Lo que se presenta en este artículo es una experiencia de clase. El método y el material utilizado puede ser adaptado por otros profesionales en la educación no sólo por tratarse de un tema poco privilegiado en la agenda educativa, sino porque resulta relevante para poder desatar nuevas formas de enseñanza, sobre todo con alumnos de nivel medio. Es bien sabido que durante esta edad, a los alumnos les es difícil mantener la atención, y aún más cuando se trata de grupos numerosos con alumnos cuyos gustos son muy variados. Para esto, preparé una lectura de un poco menos de diez minutos. Podría pensarse que es mucho tiempo, pero no resultó así; los chicos prestaron una atención de recinto comparable a la que prestarían en un concierto de música clásica o ante la lectura de un poema. El escrito que les preparé fue el siguiente:
* Estudiante de posgrado en Estudios Mesoamericanos en la
UNAM.
El pulso
Un concepto fundamental en la música es el pulso. Para hablar de esto, es necesario relacionar el aspecto biológico con la música. El pulso es pertinente a todos los seres vivos y su entorno. Las olas del mar tienen un ritmo que se marca en el vaivén del agua. Lo más notable en dicho pulso es el sonido que ocasiona el mar contra la arena, no sólo es audible sino también visible. En el movimiento se refleja el pulso, por eso es que una persona sorda puede seguir el ritmo a pesar de no haber escuchado antes la música. El pulso se usa también en la hipnosis para que el paciente entre en trance.
Nosotros mismos tenemos pulso en el interior. Lo ocasiona una fuerza eléctrica que mueve uno de nuestros órganos principales, donde creemos que se guardan los sentimientos. Para otras culturas, como los nahuas, los sentimientos son guardados en el hígado. El corazón envía sangre a través de las venas en un recorrido que no es continuo, sino rítmico. El ritmo del corazón es binario. La sangre conecta el corazón y el hígado rítmicamente; el segundo órgano la limpia y devuelve al torrente sanguíneo. Cuando finalmente un organismo vivo pierde el pulso, cae en una rotunda arritmia que le causa la muerte.
Existen algunos cuerpos inertes que tienen movimiento y por lo tanto pulso. Esas criaturas que no respiran, los seres del mundo que nacieron sin pulmones, sin sangre, sin un ritmo cardiaco que les confiere la vida, son de alguna manera figuras con una presencia propia. Pensemos en La Piedad de Miguel Ángel,1 un cuerpo sin respiración, una obra que está en movimiento constante a pesar de su estatus inerte. Hablo de una escultura con un cuerpo que refleja la muerte y está al lado de una mujer llena de vida, pero llena de llanto, de dolor inmenso. También en esa quietud de mármol hay un pulso, un ritmo, una armonía que se presenta en todos los niveles de la obra. Coatlicue,2 por su parte, sería un ejemplo de permanencia. La roca es la máxima contempladora, destinada a ser vista, como una diosa negra que está dispuesta a la eternidad. También en ella encontramos vida, por lo tanto pulso, el
Existen alguno tanto pulso as. Esa ique nacier e on s n ales confiere l ose s ncia pr cuerpo s c ston cuesc l da d Foto: Stanislav Traykov en commons.wikimedia.org La Piedad de Miguel Ángel se encuentra en la Basílica de San Pedro del Vaticano
1 En este momento les mostré una imagen de la obra de Miguel Ángel para guiar la lectura. 2 Igual que cuando se habla de La Piedad de Miguel Ángel, lo mejor es mostrar una foto en un proyector o impresa en un buen tamaño de la Coatlicue y posteriormente de la Coyolxauhqui.
cual está presente en tantos lugares que no podemos numerarlos. Está presente en un beso, en una mirada, en el sentido del tacto, el cual es la máxima expresión de pulso. También está en las diosas como en Coyolxauhqui, que nació descarnada. Tanto Coatlicue como Coyolxauhqui son diosas que están en movimiento a pesar de la roca de la que fueron formadas. Estas diosas tienen un pulso interno a pesar de que su corazón haya sido puesto en una pira para dar movimiento al mundo. Un caminar solitario en la calle tiene pulso, una mirada recorriendo un espacio determinado, una oración, una plática cotidiana, el mismo tráfico. La Tierra camina a un pulso que se puede marcar por el transcurso de cada día. Para los babilónicos, un segundo es el pulso normal de una persona. Sesenta pulsos forman un minuto que a su vez suman sesenta para formar una hora. Teóricamente, una persona sana tendría un pulso por un segundo y esto forma el tiempo tal como lo medimos en la actualidad. Para la Tierra, un día es el marcador que da paso al siguiente pulso –o día. Hay pulsos más largos como el ciclo de un mes, que en principio se basó en el movimiento de la luna. En algunas lenguas indígenas de México, las palabras ‘mes’ y ‘luna’ tienen la misma forma, son homónimas. Como dato cultural, en náhuatl se diría meztli [mestli],3 en seri iizax [i: aX] y en maya uj [u ]. Reitero que las tres palabras se traducen como ‘luna’ o como ‘mes’.
Los calendarios del mundo se basan en pulsos, es decir, en la medición del tiempo en periodos iguales, esto se reconoce por muchas culturas en todas partes. Los calendarios lunares de los zapotecos, mixtecos, nahuas y mayas están basados en nueve ciclos sinódicos de la luna, lo cual es el tiempo en que un
D . A l fre do Ch av e ro, M é x i c o a trav és d e l o s s iglos, tomo I , Mé xi co .
Coatlicue Coatlicue, Museo Nacional Museo Nacional de Antropología
www .latinameri canst ud i e s. org
Relieve de Coyolxauhqui, encontrado en el Templo Mayor
3 Cabe hacer notar que el náhuatl no es sólo una lengua. Las variantes lingüísticas se extienden por varios estados de la república, principalmente Puebla, Veracruz, Morelos, Hidalgo y Guerrero (ver:
Inali, 2013). Disponible en www.inali.gob.mx/clin-inali/html/v_nahuatl.html.
ser humano vive en el vientre materno. La madre siente el pulso del feto y el feto adquiere el movimiento de la fuerza de su madre; en cierto sentido, el pulso de la madre es la esencia de la vida. Otros calendarios tienen que ver con el crecimiento del trigo, como en Babilonia, o como en China, en que un calendario agrícola tiene una duración específica, la cual es el periodo que tarda el arroz desde la siembra hasta su cosecha. Para una persona, cada pulsación marca el ritmo de la vida. El pulso es la división del tiempo y por lo tanto el cajón donde ponemos el ritmo. Pero para poder practicar el pulso vamos a hacer un ejercicio.
Antes de efectuar esta lectura, propuse que cualquier alumno podría levantar la mano para opinar si es que surgía una idea o un comentario. Para mi sorpresa, nadie lo hizo; de hecho, todos los alumnos guardaron un silencio absoluto cuando les leía esta propuesta de “El pulso”. Al terminar, tenía preparado un ejercicio con el que todo el grupo debía seguir el pulso con las manos. El ejercicio consistió en hacer cuatro sonidos en la posición en que estábamos.4
El primer sonido se ejecutó golpeando las palmas contra las piernas; el segundo fue un aplauso; el tercero, un chasquido con la mano derecha; y el último, un chasquido con la mano izquierda. Todos seguimos a un mismo tiempo (pulso) haciendo esa misma secuencia, mientras yo explicaba a los alumnos que ya estábamos efectuando una secuencia a un pulso determinado. A este ejercicio se añadió que cada uno de ellos, dijera su nombre, empezando en el tercer tiempo, el cual, como vimos, era un chasquido. Cada nombre se dividió en dos tiempos cuando era posible, tal como se aprecia en los siguientes compases. Cuando el nombre no se podía dividir, se decía solo en el tercer tiempo.
Mar-ta Pe-dro Me-mo Juan Ri-cardo
4 Como el lugar era un auditorio, lo hicimos sentados, pero de igual forma se puede hacer parados o sentados en el suelo.
Cuando terminamos el ejercicio, presenté algunos videos donde se nota que el pulso es fundamental no sólo en la música sino en diferentes actividades humanas. El primer video fue Water drumming,5 referente a una cultura indígena en las islas Vanuatu. En él se aprecia muy bien cómo una persona marca el pulso mientras otras llevan el ritmo y la armonía dentro de un escenario acuático. También se ve cómo golpean la superficie del mar para formar un ritmo uniforme que acompañan con voz. Dicho video, además de ser útil para ejemplificar el pulso que se sigue durante un canto tribal, sirve a los alumnos para acercarse a otras expresiones artísticas en el mundo.
En la comida japonesa existen unos bocadillos llamados mochi 餅. Su preparación involucra a dos personas: una amasa el arroz mientras la otra lo golpea con un mazo de madera. El ritmo que sigue cada persona es determinante para que el amasador no sufra un golpe del mazo. El video que les presenté ejemplifica este proceso y está disponible en Internet.6 Existen varias versiones; una de ellas es lenta, por lo que decidí mostrarlo primero. En dicha versión el pulso se percibe con detalle. Posteriormente, propuse una más rápida, en la que se mantiene la coordinación entre quien amasa y quien golpea el arroz. En especial el último video es muy divertido y causa risa en los alumnos, lo que hace que el tema no sólo sea interesante sino entretenido.
También se pueden poner otros videos con diferentes ritmos. La propuesta fue presentar el pulso en varias culturas, por ejemplo cantos a la
5 La dirección donde se puede ver este video es www.youtube. com/watch?v=pEgJhfWKq4A, también se puede buscar en el portal de Youtube como Water drumming. 6 La dirección del video es www.youtube.com/watch?v=Lxl-
Ey_PAiY y se puede encontrar en Youtube poniendo el título del video Crazy Japanese Mochi Bread Making. naturaleza en lengua seri y ritmos con música africana. Este material fue bien apreciado por los alumnos. De hecho, varios de los comentarios que hicieron al final aludieron al gusto por conocer otras culturas y música de todo el mundo.
Para terminar esta plática, propuse a los alumnos expresar las ideas que tenían acerca de los temas abordados. Al pasar el micrófono, la sorpresa fue que prácticamente la mitad de ellos externaron ideas, comentarios y su apreciación sobre los videos. Una experiencia que no sólo fue grata al presentar un tema poco explorado en clase, sino una aportación que podría llevarse a las diferentes disciplinas. Como sugerencia, está siempre la posibilidad de mostrar otros videos o material alusivo, que resulte más familiar para el profesional de la educación. Así, es posible transmitir de una forma más profunda el sentimiento que produce el tema que cada quien esté trabajando.
Lecturas recomendadas
BOJÓRQUEZ Chapela, Tiosha, “Ritmo adaptado a la poesía (rap): esbozos para una poética del rap hip hop”, en La arquitectura del sentido, México, Conaculta-INAH, 2005. MITHEN, Steven, Los neandertales cantaban rap. Los orígenes de la música y el lenguaje, Barcelona, Crítica, 2007.
Referencias
INALI, Catálogo de las lenguas indígenas nacionales: Variantes lingüísticas de México con sus autodenominaciones y referencias geoestadísticas, 2013. Disponible en www.inali.gob. mx/clin-inali/html/v_nahuatl.html [consultado: agosto de 2013].