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Se pintan poemas, paredes floridas

Se pintan poemas,

PAREDES FLORIDAS

Víctor Fuentes*

Dejaré pintada una obra de arte, soy poeta y mi canto vivirá en la tierra: con mi canto seré recordado.

NEZAHUALCÓYOTL

picgra.com/user/dell.alvarado._ La conmemoración del Día Internacional de la Lengua Materna (21 de febrero) ha brindado la oportunidad a la Galería Gubidxa –espacio de arte dedicado a creadores–, en Unión Hidalgo, Oaxaca, y a comunidades de la región del istmo, de llevar a cabo acciones culturales en torno al tema durante ese día, por seis años consecutivos. En dos ocasiones se han efectuado murales dedicados a la conmemoración, y otras acciones tuvieron como punto de partida el poemario Doo guie’ cayelegasi / Hilos floridos, de la autoría de quien esto escribe. Poemas y murales buscaron renombrarnos como zapotecas, y reescribirnos de otra manera de ser indígenas, poseedores de la palabra. Se aprovechó esta técnica como recurso para acercarnos a la transformación colectiva y revalorar la lengua a través de la literatura y las artes visuales.

Ma nu leche Santa Clara, nu Lala ne nu yogur natural.

ANUNCIO DE ALTAVOCES.

Un paseo a tinta por la lengua

El segundo epígrafe, en zapoteco, muestra el uso cotidiano de su lengua que realizan los pobladores de Unión Hidalgo. Ésta es una comunidad del istmo de Tehuantepec, fundada en 1882, con personas procedentes principalmente de Juchitán, Ixtaltepec, y con posterioridad de La Venta, Juchitán, así como de los pueblos de San Miguel Chimalapa, en el estado de Oaxaca. En la actualidad, Unión Hidalgo se sigue constituyendo con la dinámica de los demás pueblos, flujo migratorio e intercambio convenido por matrimonio u otras dinámicas.

* Director de la Escuela Primaria “Hermanos Flores Magón” en Unión Hidalgo, Oaxaca.

minisdelcuento.wordpress.com Todas las personas que conformaron

Unión Hidalgo como hablantes de zapoteco han abandonado o descuidado su lengua o muestran poco interés en continuar usándola. Entre sus hijos y los nuevos hijos, www.etcetera.com.mx en edad escolar de nivel básico y medio, pocos son hablantes y los demás aducen, en el mejor de los casos, un “entiendo, pero no lo hablo”; a estos últimos se les categoriza como hablantes pasivos. Ante ello, daré a conocer las acciones Esquina del mercado de Tehuantepec, temprano por la emprendidas, quizá nimias e insuficientes mañana ante la magnitud de los acontecimientos, en torno a nuestra lengua originaria.

Me parece pertinente considerar aquí a Víctor de la Cruz, lingüista y conocedor de la cultura zapoteca. Él se refiere a lo verdaderamente sorprendente que es la memoria de la lengua, ya que es capaz de conservar imágenes en la memoria de generaciones de sus hablantes a través de cientos de años, sin que ellos tengan conciencia ni conocimiento de las implicaciones milenarias de sus versos; o, como escribiera Wittgenstein, citado por el mismo autor: “Toda una mitología está depositada en nuestro lenguaje”. En nuestros tiempos, los zapotecas contemporáneos, al menos en la comunidad de Unión Hidalgo, seguimos incorporando a esta memoria nuevas imágenes, como por ejemplo, la intención de cuestionarnos por el uso meticuloso que se les da a las nuevas palabras, para nombrar lo que acontece en lo cotidiano, que va desde los propios sucesos, como los anuncios difundidos por altavoces, hasta los objetos de reciente invención, entre otros. Este nombrar resulta necesario, para no dejar caer en el olvido, en el desplazamiento del intercambio cultural, o en la instauración de una forma única de producción cultural e ideológica, con todas sus formas de reproducción económica y política. Quizá resistir sea ya insuficiente, habrá que nombrar este acontecer de otra manera, propiamente consciente, saber interactuar, seguir y tener una manera distinta de nombrarse, de ser auténtico: legítimo derecho de toda nación y noción cultural. Así lo estipula Víctor de la Cruz, lingüista y conocedor de la Ley General de Derechos Lingüísticos de la cultura zapoteca los Pueblos Indígenas en su artículo 5:

El estado a través de sus tres órdenes de gobierno –federación, entidades federativas y municipios–, en los ámbitos de sus respectivas competencias, reconocerá, protegerá y promoverá la preservación, desarrollo y uso de las lenguas indígenas nacionales.

Volviendo a la práctica cotidiana de los hablantes zapotecas actuales, nos conformamos con nombrar a nuestros hijos al nacer con un nombre en zapoteco, denominar los negocios familiares con frases y palabras en nuestra lengua madre; un señor fue más enfático: nombró a su ganado vacuno con nombres en lengua zapoteca.

Sirva de referencia este relato de Nabor, un muxe’ que llegó a Unión Hidalgo desde joven. Trabajó en varios oficios, pero se le conoció más por su abierta expresividad. Nabor desarrolló una cría de cerdos con el único fin de ponerles nombre en zapoteco, lo cual le reportaba alegría y satisfacción al sorprender a los pobladores. Sus cerdos fueron nombrados como: Casi lli / Como tú, Bi’cu’ nagola / Perra hembra (sólo que Nabor le daba sentido irónico, quizás ofensivo: gente perra), Nde piru’ / Vulva sin pelos, Ñee ya’qui’ / Pie quemado o El engañado, entre otros. El gozo venía, claro, al llamarlos a comer; de manera intencional les gritaba justo cuando pasaba alguien, y varias personas, las más de las veces, terminaban insultándolo.

No es que estas apropiaciones sean negativas, pero sí insuficientes. Estos pequeños espacios ganados, sin toma de conciencia, resultan un esfuerzo que nos habla de una inspirada resistencia, basada en la nostalgia. También se nombran escuelas con palabras en lengua zapoteca, aunque en éstas no se hable la lengua ni se posibilite su entrada.

Desde la fundación del otrora Instituto Nacional Indigenista (INI), primero con sus escuelas bilingües y después con las interculturales, que son una vía paralela a las escuelas primarias, los derechos constituidos tendientes a la con-

imparcialoaxaca.mx

tinuidad lingüística de los hablantes originarios de estas escuelas no han sido reconocidos por el propio Estado y los implicados. Todo continuó al margen de los habitantes de la localidad, y el pensamiento dominante se sigue reproduciendo de manera lineal.

Una muestra valiosa de indagación ofrecida por la oralidad la encontramos de manera fortuita, oportuna. Se trata de una retahíla que Ta Florentino Regalado Ruiz oyó de niño con su padre, que su hija aprendió de él, no recuerda desde qué tiempo, y no la olvidó:

Blin, blin, bigaragu

Paraa ze Na Maria Rosa zicaa cadxi bere xi guni bere ti cuaqui dxita xi guni dxita ti guidxuni gue Tatahuelu ze zitopa chuupa bandadi blin, blin, bigaragu nidxi blin, blin, bigaragu roonde. Blin, blin, el coyol

¿Dónde se fue la señora María Rosa? Fue a traer un poco de gallinas. ¿Para qué quiere esas gallinas? Para que pongan huevos. ¿Para qué quiere esos huevos? Para que los bata y beba el abuelo que se fue a pepenar unas cáscaras. Blin, blin, leche de coyol, blin, blin, coyol espeso.

Se pintan poemas, paredes floridas

Contaré cómo se originó el interés de la Galería Gubidxa por preservar e impulsar el reconocimiento del zapoteco para continuar hablándolo, en la comunidad de Unión Hidalgo.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), “las lenguas son de una riqueza cultural incalculable, se trata nada menos que de una forma única de interpretar la realidad, un bien cultural que conjunta identidad, integración social, comunicación” (Lara, 2015).

También se reconoce su importancia en el artículo segundo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos:

Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición […].

La proclamación del 21 de febrero como Día Internacional de la Lengua Materna, ocurrida el 17 de noviembre de 1999, nos alentó a idear acciones

comunitarias de carácter artístico, para recordarmxcity.mx les a los habitantes de la comunidad la valía de mantener viva la riqueza de la lengua zapoteca. Así, desde 2012, cada año nos fue llevando a pensar en las acciones y sus efectos, con el cuidado de no repetir la fórmula, de modo que cada vez íbamos creando maneras distintas de acercarnos a la comunidad. Ese año efectuamos un acto frente al mercado público, al que invitamos a dos personas distinguidas por su conocimiento y cuidado de la lengua. Los señores leyeron poemas en voz alta y leyendas apropiadas para los niños, jóvenes y personas que se acercaban, las propias vendedoras y compradoras del mercado, ellas como público cautivo. A todos les ofrecimos un mural de papel, para anotar las palabras que quisieran escribir, tal como pudieran hacerlo. Además, en canastas dispusimos impresos como libros y revistas, todos escritos en distintas lenguas.

En 2013 ocurrió algo distinto: como me encontraba fuera de Unión Hidalgo laborando en una comunidad de la sierra Mixe, por correo electrónico me comuniqué con el grupo de amigos que nos acompañaron en la experiencia pasada, e ideamos las acciones para ese año. Acordamos que la conmemoración sería de manera simultánea. Entonces, los niños y algunos docentes de la escuela primaria Minerva, de Totontepec mixe, teníamos conversación literaria con la poeta uruguaya Mercedes Calvo. Aprovechamos esa ocasión para traducir uno de sus poemas que, a petición de los niños, ella les envió. Se lo llevaron a casa y volvieron con él escrito ya en mixe. Listos para ese 21 de febrero, salimos a la calle, y sobre un muro pintamos lo que quisimos, frases, palabras en mixe, mientras otro equipo de niños transcribía el poema en la pared.

Terminada la conmemoración, le enviamos las fotos a la poeta. Ella nos comunicó después cómo su entusiasmo la llevó a mantenerlo en el muro de su cuenta de Facebook, por lo que hasta la fecha puede uno encontrar ahí el poema, aunque en la pared ya no sea visible.

Por su parte, los amigos repitieron las acciones del año anterior, con la inclusión del muro pintado en colaboración de unos jóvenes. También rotularon unas palabras que salían de un huipil bordado en cadeni- Poeta uruguaya Mercedes Calvo

ladiaria.com.uy

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www.facebook.com/vector.rios Mural realizado por los alumnos y profesores de la escuela primaria “Minerva”, de Totontepec mixe

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lla, y otras que salían de la boca de una iguana enroscada. Estos muros permanecieron por unos años. Además, efectuaron lecturas en zapoteco. Todo esto lo supe por las fotografías y una breve crónica de un periódico regional. Uno de los dos participantes se dio la oportunidad de presentar su libro de relatos en zapoteco y algunos escritos sólo en español.

Para la conmemoración de 2014, salimos a la calle con un cargamento de libros escritos en lengua materna, nos deteníamos en puntos estratégicos y leíamos poemas, dejábamos que la gente se acercara y hojeara o leyera lo que le agradara.

Llegado el año 2015, preparamos una compilación digital de poemas de varios escritores de la región, sobre todo de Juchitán, como Irma Pineda, Víctor Terán, Víctor de la Cruz, entre otros, para compartirlos desde la cuenta de Facebook de la Galería Gubidxa. Esto lo realizamos quince días antes de la fecha por conmemorar, y el día esperado, por la tarde, nos reunimos en el patio de la galería. Les ofrecimos pintura y pinceles a los vecinos y otras personas que se acercaron. Unos participantes escribieron en zapoteco y otros pintaron lo que quisieron sobre la pared recién encalada, lista para tal fin.

Ese año invitamos a un trovador de la población, Ta Emigdio, que antes de cada interpretación nos contaba anécdotas y chistes en zapoteco, y también habló de la importancia de seguir usando entre los jóvenes nuestra lengua zapoteca.

Vino el año 2016 y acordamos salir del domicilio de la Galería Gubidxa, al mercado “7 de noviembre”, La Estación. Ofrecimos lectura de poemas en voz alta e invitamos a las personas a acercarse a leer algo de manera voluntaria. Llevamos bebida caliente, repartimos jícaras de champurrado, y ese ofrecimiento motivó a la gente a llegar. A nuestro regreso, la pequeña carreta donde llevábamos los libros se averió y los libros perdieron parte, si no todo, el encanto que llamó la atención en su viaje de ida y que provocó que las personas salieran a curiosear qué transportábamos en esa carreta.

Para 2017, iniciamos una colaboración artística, surgida de otros proyectos de arte, con una joven de la localidad, Delfina Alvarado, recién llegaba de la Ciudad de México, donde estudió Diseño Gráfico. Algunos la conocemos como Dell Alvarado. Ella decidió pintar un corazón enorme en la pared de la escuela primaria Benito Juárez, ubicada en el centro de la población, afinó detalles y combinó pintura y collage. Dejó para el final algo que me tenía intrigado, se reservaba una sorpresa.

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Delfina Alvarado

Zazaya’ zuyube’

Zuyube, ra guidxela biaani xtica bandaga bichou xtèdi’ zuyube laaca neca rama ziniti guidxi layù ra guidxela laaca zadxela lii. Andaré en su búsqueda

Buscaré, al encontrar la luz de tus hojas que le has cambiado sus colores. Las buscaré aunque sea en lo recóndito de la tierra. Cuando las encuentre te encontraré a ti.

Llegó el día, la colaboración terminaba. Nos fuimos a la pared contigua. “Ahora, maestro”, me dice Dell, “¿se imaginó que su poema podría acompañar mi corazón?”, y entonces caí en cuenta. Me pidió permiso para publicar en la calle el poema “Zazaya’ zuyube’”, tomado del poemario Doo guie’ cayelegasi / Hilos floridos.

Durante la mañana del 21 de febrero, se presentaron los niños de la escuela primaria “Benito Juárez”, llevamos pintura y pinceles para ofrecer y ponerlos a escribir directo sobre el muro que les habíamos reservado. En poco tiempo, el mural se fue dañando por el material empleado, pero muy pronto lo rehicimos.

Fue durante el periodo que siguió, cuando, con mucho entusiasmo, Dell me propuso seguir interviniendo muros, acompañados de otros poemas, tomados del mismo poemario.

Fuimos a la cenaduría de Na Vicenta, ahí estaba una pared descarapelada, con signos de deterioro. En vez de cubrirla con una base, decidimos acentuar este aspecto antiguo. Allí Dell colocó de nuevo un corazón de papel, y en su centro transcribió un poema, acompañado de hilos dirigidos al aire en distintas direcciones. Inauguramos el muro, junto con la presentación del poemario. Los comensales cenaban mientras nos escuchaban leer y conversar en zapoteco.

Ay, riuba’ ladxidua’

Zuyube, ra guidxela biaani xtica bandaga bichou xtèdi’ zuyube laaca neca rama ziniti guidxi layù ra guidxela laaca zadxela lii. Ay, me duele el corazón

Serás yo, yo eres tú, Somos lo mismo. También te amo. Y me duele el corazón. Ya sé, ahora giraré muchas vueltas. Igualito al mundo todos los días.

Repetimos otra intervención en muro y decidimos omitir traducción alguna. Fue en otra cenaduría, llamada Casa de Tres Arcos, que atiende “El Chambelán”, un señor que se ha hecho famoso por usar una cofia de raso, plisada y almidonada, de gran tamaño. Ahí estuvo el corazón con el poema hasta que el sismo del 7 de septiembre de 2017 sepultó la casa entera, con todo y poema.

Ladxido’ bidaani

Zune naro’ba ca ladxido’ bidaani xtiu’, zune laaca bia’ ti ndaga, ra caa cuaa lii ndani nàya’ xiiñe, bia`ca xilaga ti qui guiuba ni jma. Corazón del huipil

Haré enorme el corazón de tus huipiles, lo haré del tamaño de mi cuarta para contenerte hija mía, de esa enormidad para que no te duela nunca.

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Otras intervenciones de Delfina Alvarado con Galería Gubidxa

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Para la conmemoración de 2018, a pesar del duelo que sentimos por lo ocurrido el día 7 de septiembre, pudimos reponernos para invitar a los niños de la escuela primaria “Hermanos Flores Magón”, ubicada en el Barrio Pescador, a participar de manera directa. Les solicitamos pensar en palabras que les recordaran momentos tristes, pero también alegres. Sus palabras cuelgan de un tronco grueso que ilustró Dell Alvarado: de las ramas del árbol colgó casas llenas de luz. Luego, a puño directo a la pared, los niños pintaron más palabras en zapoteco.

Estos niños también participaron en un taller para escribir palabras en un colgante en forma de nube (zá), por los binnizá, gente de nubes (zapotecos). Para este año tomamos tres días: además del 21 de febrero, uno antes y uno después. Así, el 20 de febrero por la tarde les pedimos a los mototaxistas su colaboración para que nos permitieran colgar las nubes en un lugar visible de sus vehículos. Con gusto aceptaron a que las colgáramos y circularon así durante ese día y los siguientes. Pasados varios días, logré encontrar una de ellas, que todavía seguía ondeando en su moto.

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Por la tarde del día 22, leímos cuentos en voz alta para un grupo de niños. En el patio de un centro de acopio (de botellas PET) adaptamos un montículo de arena fina como exhibidor de los libros. Junto con los niños y jóvenes hicimos nichos pequeños para cada libro, y ellos, asombrados, iban y venían al montículo, hojeaban y leían. Una niña de 4 años volvía a cada rato a los nichos de arena, tomaba un libro, lo leía. Dell se acercó y le tomó una fotografía que nos reveló la trampa: lo tenía de cabeza entre sus manos y seguía leyendo en voz alta, cruzada de pierna.

En la misma escuela primaria, otra maestra se animó a participar, al ver el resultado del taller. Ella les solicitó a los niños crear más nubes y les pidió que cada uno regalara su nube a algún conductor el mismo día 21 por la mañana.

Delfina Alvarado

Para terminar o continuar pintado

Resulta necesario seguir investigando sobre nuestros propios orígenes, saberes y formas de cultura propia, es decir, de los zapotecos, ya que en el intento de escribir de manera correcta está implícito el deseo de que la lengua perdure.

Hay que reconocer que la continuidad de la oralidad es sorprendente; sin ella, pierde interés la posibilidad de toda forma de escritura, de toda forma de preservación. Poner los resultados de las investigaciones con urgencia al alcance de la población, hablante o no, y no dejarlos en el reducido ámbito en el que se producen, es tarea de todos.

Si se desea una verdadera revitalización de la lengua zapoteca, no sólo es necesario generar el conocimiento, sino encontrar nuevas posibilidades de satisfacción y no parar hasta transformar el pensamiento hegemónico de los propios hablantes, hasta que cada uno de los zapotecas quiera entintar el alma. Así, además de despertar la curiosidad de los hablantes, habría un aliciente vivo que les recordara la importancia de seguir ensanchando el mundo que nos heredaron los binnigula’sa’ (zapotecas antiguos). Quizá sólo entonces el arte haya cumplido su razón de ser.

Referencias

FUENTES, V. (2016). Doo guie’ cayelegasi / Hilos floridos. México: Editorial Independiente Bigu Biga’.

LARA, V. (2015). La importancia del Día Internacional de la Lengua Materna. En: Hipertextual, 21 de febrero [en línea]: <hipertextual.com/2015/02/dia-internacional-de-la-lengua-materna-2015>.

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