5.2 De los objetivos a los usos BIM

5.1.DE LAS NECESIDADES A LOS REQUISITOS

La incorporación de la tecnología y la digitalización en la construcción ha de ser vista como una oportunidad de los diferentes agentes intervinientes para, hablando claro, hacer mejor las cosas.

Las palabras trazabilidad y transparencia tienen un rol cada vez más determinante en una ciudadanía que busca sentirse más participativa en la toma de decisiones, saber cómo se hacen las cosas, la procedencia de los materiales que consumimos, la gestión de la inversión pública, su impacto en su día a día…

En este sentido, la construcción, al igual que otros sectores, ha de saber internalizar estas nuevas necesidades y proyectarlas en la información que se va generando durante el ciclo de vida de un activo. La metodología BIM y los requisitos asociados a ella son una oportunidad para las administraciones para dar respuesta a estas necesidades ciudadanas.

Desde la perspectiva de la Administración, los requisitos BIM que puedan incorporarse a los pliegos de contratación han de entenderse como un medio para dotar de mayor y mejor visibilidad la toma de decisiones. Esta visibilidad se puede traducir en un sinfín de pequeñas acciones, beneficiadas por aporte combinado de técnica y tecnología de la metodología BIM: un mayor control de la obra desde el punto de vista presupuestario, la capacidad de réplica en la supervisión de proyecto a proyecto, una mayor colaboración con los agentes y organismos involucrados, una mayor capacidad de compartir y difundir a la ciudadanía la intención del diseño para justificar la inversión, etc.

Para vehiculizar estas mejoras, los técnicos de la Administración han de saber identificar de forma clara los objetivos y bondades que pueden aportar los modelos BIM para el contrato en cuestión (de proyecto, de obra, de asistencia técnica…).

Estos objetivos pueden responder a varios factores, pero en general responden a una mayor capacidad de análisis de las variables que ya formaban parte de un proceso normal en el diseño u obra. Con la evolución de la madurez tecnológica, se tiene un mejor acceso a la información. Esto permite dotar de mayor solvencia, rigor y calidad a la toma de decisiones. Lo que hace unos años podía parecer complejo desde el punto de vista tecnológico, hoy en día es realizable por medios accesibles a cualquier técnico, sin necesidad de ser un tecnólogo. El enorme aporte de la metodología BIM a los procesos de supervisión de una administración pública ha de ser entendido como “unos mejores ojos para ver lo mismo”, como una serie de herramientas y procesos para supervisar proyectos y obras del siglo XXI en el siglo XXI.