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Google Earth y el Aerolevantamiento

F otografías aéreas e imágenes satelitales están ampliamente disponibles para visualización por Internet en los programas Google Earth, Microsoft Virtual Earth y NASA World Wind. Esta reciente disponibilidad está movilizando el sector de geoinformación y trayendo innumerables consecuencias benéficas a todo el mercado. ¿Cuántos de nosotros, hasta los que ya están envueltos en el tema, no se sorprendieron con la facilidad en visualizar nuestra casa o aquellos lugares que antes se podían mirar solamente en fotografías sacadas en viaje o tarjetas postales?

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Aunque todos los lugares del mundo que se visitan muestren imágenes diurnas y casi siempre en la misma estación del año, muchos creen fielmente que ellas se colectan y visualizan en tiempo real, e incluso, que todas son originales exclusivamente de satélites. La primera “creencia”, de acuerdo a la sugerencia de un amigo, es muy fácil de desmentir: pida a alguien para que vaya afuera, entre al Google Earth e intente ubicarlo. Descubrirá entonces que las imágenes definitivamente no son en tiempo real, porque, si así fuera, la persona estaría allí y algunos de los autos estarían en movimiento y no todos parados. No se sorprenda si visualiza imágenes con dos años de antigüedad, esto es posible. Por otro lado, a la segunda “creencia” no es tan fácil desmentirla, pero créalo: las imágenes con mejor calidad y resolución son las imágenes aéreas y no las de satélite, como es el caso de las de Nueva York, Paris, Tokio y muchas otras ciudades de todo el mundo. Imágenes con esa calidad sólo pueden obtenerse por sensores aéreos o aerotransportados a una distancia mucho más próxima de la tierra que la de los actuales satélites en órbita. El Google Earth no informa qué tipo de imagen está en el monitor y sólo es posible deducir si la imagen es aérea o satelital a partir de sus características, resolución y nombre de su proveedor o del que tenga los derechos de autor. En algunos países el Google no se aceptó bien y después de protestas admite bloquear el acceso a imágenes de estos países o a determinadas zonas.

La topografía, la aerofotogrametría y el imageamiento orbital siempre tuvieron áreas de superposición de aplicaciones, o sea, áreas donde el producto de una u otra tecnología puede atender indistintamente las necesidades de determinado usuario. El marketing siempre fue más fuerte en el imageamiento satelital, quizás porque es el que más necesita convencerse técnicamente. El hecho de estar asociado a los términos “espacial” y “satelital” despierta en casi todos nosotros interés y simpatía, haciendo que nos acordemos de alguna película de ficción o sobreestimar su potencial.

La topografía y la aerofotogrametría en el pasado tenían áreas de superposición de aplicaciones y conflictos. Hoy sabemos lo que se puede esperar de cada una de estas técnicas. Con los avances tecnológicos y el permiso del gobierno americano para que los satélites tengan órbitas más bajas – cerca de 400 Km.y por lo tanto, pudiendo imagear con mayores resoluciones, el imageamiento orbital viene disputando a cada día parte del mercado que antes sólo lo explotaba la aerofotogrametría. Aunque muchos deseen que los satélites puedan imagear la tierra con resolución equivalente al aerolevantamiento, esto todavía no será posible por mucho tiempo, pues las imágenes aéreas son colectadas en vuelos con alturas a partir de 500 metros del suelo. Cuanto menor es la distancia o camada atmosférica entre el sensor y el suelo, mejor podrá ser la calidad de la imagen.

Hay personas que dicen que ninguna imagen satelital podrá ser mejor que una imagen aérea. Toda la tecnología de imageamiento que se utiliza en un satélite se embarca también en una aeronave, con las ventajas de encontrarse más cercana a la superficie terrestre y de ser pasible de mejoras constantes en el hardware, lo que casi no ocurre con los satélites después de lanzados. Suelo decir que las imágenes orbítales poseen usos específicos y muy interesantes, principalmente cuando la imagen se encuentra disponible. De lo contrario, la posibilidad de movilizar una aeronave en condiciones meteorológicas favorables, de colectar imágenes aéreas con la mejor resolución sin depender de la coincidencia del tiempo favorable y de la luminosidad en el pasaje del satélite, termina siendo la opción más barata en muchos casos. El intervalo de tiempo entre dos pasajes consecutivos del satélite puede ser de varios días.

Microsoft, con el Virtual Earth, está buscando una posición más destacada en el mercado. Realizó varios movimientos. Entre ellos, adquirió un importante fabricante de cámaras aéreas digitales con la finalidad de no perder tiempo en los intentos de alcanzar a su principal competidor: el Google Earth. El Virtual Earth tiene como propósito el disponer de modelos virtuales tridimensionales, generados a partir de imágenes aéreas con resolución entre 10 y 20 cm, de las principales ciudades del mundo y muchas otras informaciones relacionadas geográficamente. Hoy en día, la mejor resolución de una imagen de satélite es de 60 cm y en un futuro próximo será de 40 cm. Por otro lado, el World Wind de la Nasa, que nos permite visualizar imágenes hasta de la luna, si bien es muy interesante y sofisticado, no se volvió una “moda” como ocurrió con el Google, por lo menos aquí.

Es muy pronto para poder prever cuál será el impacto real que el Google, el Virtual Earth y otros van a promover en el mercado, pero con seguridad el cambio será grande en los próximos años. Hace poco que el usuario común pudo acceder a estas imágenes aéreas y de satélite sin ningún costo y hasta desarrollar aplicaciones básicas a partir de ellas. Lo cierto es que el Google Earth y sus competidores, además de ser grandes actores y contratantes de la industria, están divulgando, por todo el mundo, datos que hasta hace poco tiempo estaban restringidos al sector de la geoinformación. ¡Qué bueno para nuestro mercado!

Valther Xavier Aguiar Ingeniero cartógrafo Director técnico de la empresa brasilera Esteio Engenharia e Aerolevantamentos S.A. valther@esteio.com.br

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