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Conozca el Centro de Informaciones del programa Galileo para América Latina
Agencia Espacial Europea elige al Consorcio Latino para divulgar el nuevo sistema en el continente
Por Andrea Greca Krueger
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Puntualmente a las 11h19, horario local de Cazajistán (3h19 en Brasilia), del día 28 de diciembre de 2005, el cohete Soyuz envió al espacio el Giove A, dando inicio a la primera etapa del Galileo, el programa europeo de posicionamiento y arma del viejo continente para quebrar la hegemonía del GPS americano en el mercado de navegación satelital. El GPS domina, literalmente, el espacio hace más de diez años y tiene como único competidor el inexpresivo sistema ruso Glonass.
Junto con el cohete, aumenta también la expectativa brasileña de formar parte de un proyecto tan importante. Cuatro empresas, unidas bajo el nombre de Consorcio Latino, trabajan hace meses en la planifi cación de una tarea sin precedentes en el país: ser la fuente ofi cial de noticias de un proyecto internacional multimillonario y de alto grado de relevancia para la comunidad científi ca mundial. Por mérito y competencia, la primera base oficial de informaciones del Galileo será en tierras tupiniquins, más precisamente en el Centro Regional de Educación en Ciencia y Tecnologías Espaciales para América Latina y Caribe (CRECTEALC) que está instalado en el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE), en São José dos Campos, interior de São Paulo. El INPE y el ITA (Instituto de Tecnológico de Aeronáutica) están apoyando al recién creado Centro de Informaciones del Galileo para América Latina, el número uno de una serie de tres. Ya están funcionando uno en la China y otro en la Región Mediterránea, situada en Egito
El Consorcio Latino
El Consorcio Latino es una asociación internacional creada especialmente para implementar el Centro de Informaciones del Galileo para América Latina. Formado por instituciones del Brasil, España y Colombia, el Latino venció una licitación promovida por la Agencia Espacial Europea (ESA) y disputada por otros cinco grupos de empresas. Tras algunos meses analizando las propuestas, la ESA, por intermedio de la Galileo Joint Undertaking (GJU), tomó la decisión. “Fue ciertamente el proyecto más completo y mejor elaborado que recibimos”, cuenta Francisco Salabert, de la GJU
Objetivos
El objetivo del centro es divulgar el nuevo programa a través de un portal en Internet, en portugués, inglés y español, newsletters, workshops, cursos, eventos y concursos de investigaciones, entre otras acciones. La finalidad más importante, sin embargo, es la de crear una red activa de relaciones entre empresas ligadas a la tecnología, proveyendo a la sociedad latinoamericana, informaciones sobre el sistema. “Es fundamental ofrecer información a empresas, prensa, estudiantes, profesionales y sociedad en general. Queremos divulgar cosas básicas, mostrar a la población cómo funciona el sistema y qué beneficios traerá a las empresas y a la vida cotidiana”, dice el catalán Santiago Soley, coordinador del Centro. “También se ofrecerán documentos técnicos en el sitio, aunque sólo en inglés”.
La barrera geográfica ciertamente será una dificultad a ser superada. En la reunión en que se firmó el contrato, realizada el día 9 de diciembre en el INPE y que por primera vez reunió a los representantes de ESA, de GJU y del Consorcio,
Conozca los participantes del Consorcio Latino: se definieron las tareas de cada una de las partes. Los participantes tienen deberes específicos en este primer año de contrato, aunque la gerencia operacional y la administración de un fondo de 100 mil euros estén bajo el control español de Pildo. “Pero España está a un océano de distancia de América Latina!”, el lector puede estar pensando. Una de las exigencias era la de que todos los grupos que disputaran la licitación, debían contar con por lo menos un representante de la comunidad europea.
Pildo Consulting S.L.: Líder del consorcio. Fundada en 2001, la matriz de Pildo Lab está en Barcelona, España. Las principales actividades de la empresa son las de consultoría, desarrollo de servicios y soluciones para la aeronáutica, percepción remota – observación de la Tierra y TI, además de ofrecer servicios en Ciencias, Tecnología y Sociedad (STS).
CRECTEALC: La gerencia del centro en el Brasil la tendrá el CRECTEALC, Centro Regional de Educación en Ciencia y Tecnologías Espaciales para América Latina y Caribe, afiliado a las Naciones Unidas y cuya sede se encuentra en las dependencias del INPE. El CRECTEALC también está ligado al ITA (Instituto Tecnológico de Aeronáutica). Las tres instituciones se localizan en São José dos Campos, São Paulo.
Editora MundoGEO: La Editora MundoGEO fue fundada en 1998 en Curitiba, Paraná, Brasil. La empresa publica tres revistas: InfoGEO, InfoGPS y InfoGEO en Español, además de poseer el único portal sobre geotecnologías en tres idiomas (Portugués, Inglés y Español) del mundo, el MundoGEO.com.
SIS GNSS S.A.: Desde 2003, la empresa colombiana SIS GNSS S.A. ofrece consultoría, servicios y soporte de ingeniería en GNSS, actuando fuertemente en tecnología de navegación, tanto en design como en implementación de aplicaciones de navegación basadas en GNSS.
¿Por qué el Brasil?
“Escogimos la propuesta que sugirió la sede en Brasil, por ser geográficamente el mayor país de América Latina”, confiesa Nills Weller, de la dirección de energía y transporte del Galileo, “las actividades del nuevo Centro, no obstante, deben alcanzar todos los países hispánicos”. La idea es que se manifiesten en cada lugar personas e instituciones clave, que puedan auxiliar de forma integrada la divulgación del sistema.
Los ejecutivos europeos no esconden el interés, por lo contrario, dejan bien claro que uno de los objetivos es atraer empresas latinoamericanas.
“La participación en el Galileo está abierta a instituciones de todos los países”, dicen en coro los europeos. China, Estados Unidos, Rusia, India, Marruecos, Ucrania e Israel ya firmaron el acuerdo de cooperación internacional. “Con Rusia y Estados Unidos es más una cuestión de interoperabilidad, para que el Glonass y el GPS puedan trabajar con el mismo receptor que el Galileo”, explica Weller. Argentina, Corea del Sur y Canadá están estudiando la propuesta, aunque la GJU cree que hasta mediados del 2006 estos países estarán integrados al programa.
Mercado
De acuerdo con un estudio de la GJU, hasta el 2020 tres mil millones de usuarios de tecnología de navegación satelital desembolsarán la impresionante cifra de 300 mil millones de euros en un mercado que crece más de 150% al año desde 2003. Salabert explica el fenómeno: “La tendencia es monitorear todo lo que se mueve. En los coches, va a volverse un padrón en poco tiempo”. Las principales aplicaciones son en transporte marítimo, aéreo y terrestre, agricultura, petróleo y gas, pesca, todas las ingenierías, ciencias, entretenimientos, ani-
Mayor precisión y ventajas al usuario
Por Emerson Granemann
En la práctica, el Galileo no será competidor del GPS, Glonass u otros sistemas GNSS que están por venir. El hecho es que todo el sistema de posicionamiento global vía satélite será más eficiente debido a la superabundancia de oferta. Algunos equipos podrán captar y procesar las señales de todos los satélites de los diferentes sistemas. Y quien sale ganando es el usuario.
Con relación a la precisión, la tendencia natural es que sea cada vez mayor. Cuando el Galileo esté plenamente operacional en el 2010, tanto los datos para operaciones simples de navegación como para aplicaciones más complejas, podrán alcanzar 100% de precisión.
Vea a seguir el gráfico de precisión horizontal para usuarios de frecuencia única males e inclusive en seres humanos. “Personas con algún tipo de defi ciencia pueden beneficiarse de la tecnología de navegación por satélite”, cuenta, “varios institutos de investigación están invirtiendo en sistemas informáticos que puedan ser ‘vestidos’ por ciegos, por ejemplo”.
El proyecto Galileo costó cerca de 3,8 mil millones de euros a inversionistas de la iniciativa pública y privada. Lo que lo diferencia del GPS (NR: sepa las principales diferencias en el artículo de Régis Bueno, “Una nueva era para los sistemas de posicionamiento” pág. 32) es su origen: el sistema americano se desarrolló para uso militar, mientras que el europeo es un servicio 100% proyectado para aplicaciones civiles. A partir del 2010, cuando sus treinta satélites estén en órbita y totalmente operacionales, la GJU prevé gastar anualmente 220 millones de euros en mantenimiento.
Los principales objetivos del Centro son:
• Difundir informaciones sobre el Galileo y el EGNOS para aumentar el conocimiento entre tomadores de decisión, inversionistas, órganos reguladores, industrias, proveedores de datos y usuarios finales;
• Establecer relaciones entre “personas clave” e inversionistas de América Latina y Europa en diferentes niveles (investigadores, instituciones públicas, etc.);
• Identificar los beneficios sociales, económicos y operacionales que el Galileo ofrecerá a los usuarios de la región, explorar nuevos mercados y descubrir aplicaciones inéditas;
• Facilitar la introducción de los servicios ofrecidos por el sistema Galileo a través del desarrollo de una red de contactos en el área de GNSS;
• Facilitar acuerdos de mercado de GNSS europeo y latinoamericano, identificando nuevas aplicaciones que puedan desarrollarse en la región basadas en el EGNOS/ Galileo y sus ventajas operativas en comparación a los sistemas existentes (ej.: mayor precisión, garantía de servicio e integridad);
• Dar soporte al desarrollo regional del Galileo y desarrollar un plan de soporte al GNSS;
• Promover el programa en la región a través de entrenamientos, realizar y participar en seminarios. Esta actividad tiene como base una experiencia anterior con el proyecto EDISA y está bajo la responsabilidad de un consorcio industrial a parte, que corre paralelamente al Centro de Informaciones del Galileo;
• Organización de un premio anual para investigadores en el área de GNSS.