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Una nueva era para los sistemas de posicionamiento
Lanzamiento del Galileo es un marco histórico en el mercado de navegación satelital
El 28 de diciembre último se lanzó el Giove A (Galileo In Orbit Validation Element) de la base de Baikonur en Cazajistán. En aquel momento se inauguró una nueva fase del programa europeo, que pretende estar completamente operativo a partir del 2010. El Giove A servirá para testeos preliminares del sistema, como por ejemplo su reloj de rubídio.
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El Galileo es uno de los programas que representa el esfuerzo europeo para vencer la hegemonía norteamericana sobre la tecnología de posicionamiento y navegación por satélite, visto que el sistema ruso Glonass aún posee menor expresión pues por el momento cuenta sólo con trece satélites operativos.
El nuevo sistema europeo integrará el GNSS (Global Navigation Satellite System) completando un sistema que proporcionará más de cincuenta satélites de posicionamiento alrededor de la Tierra, pues integrará el GPS, el Galileo y el Glonass. El Galileo representa un fuerte componente civil en contrapartida a los sistemas norteamericano y ruso, ambos bajo mando principalmente militar. Este componente presenta una nueva etapa evolutiva en el concepto de los sistemas satelitales de posicionamiento y navegación, ampliando su campo de uso.
La tecnología actual de posicionamiento y navegación satelital cuenta también con satélites geoestacionarios proporcionando servicios SBAS o Satellite Based Augmentation System. Los SBAS son sistemas que aumentan la performance de los demás existentes, proporcionando una mayor precisión e integridad. Para tener una noción de su necesidad, basta decir que el GPS puede llevar más de una hora para informar que un determinado satélite está con problemas, y en ese lapso el posicionamiento puede proporcionar errores en la posición no tolerados para la gran mayoría de las aplicaciones.
El EGNOS europeo; el GAGAN hindú; el MSAS japonés y el norteamericano WAAS son los cuatro programas de este tipo en operación o desarrollo.
Aplicaciones
Con el Galileo se prevén varios tipos de servicios, atendiendo a diferentes clases de usuarios. Según sus organizadores, se concibió como una infraestructura central sobre la cual podrán construirse diversas aplicaciones. Estos usos reposan sobre la integración entre los datos de navegación y camadas de informaciones adicionales.
Algunas aplicaciones requerirán que el sistema posea ítems especiales que no proporcionan los sistemas actuales, tales como: garantía de servicio, autenticación de la señal, integridad de la señal, rastreabilidad de la performance pasada, entre otros. La estructura comercial y operacional está diseñada para una atención mundial, previéndose un número creciente de aplicaciones y pudiendo llegar a 3.000 millones de usuarios en el 2020. Habrá un servicio abierto que proporcionará el posicionamiento y el tiempo para aplicaciones en el mercado masivo, no obstante, no se ofrecerá integridad ni garantía de recepción, a pesar de haber operación conjunta con el GPS. Se ofrecerán otros cuatro tipos de servicios, que pueden incluir garantías de recepción, mayor precisión, servicios de búsqueda y salvamento y de uso corporativo exclusivo.
A continuación describimos en forma general los tipos de servicio que se ofrecen.
• Open Service (OS): proporcionará servicios de posicionamiento, navegación y tiempo, sin costo, compitiendo con el Servicio de Posicionamiento Padrón SPS del GPS y su evolución;
• Safety-Of-Life Service (SOL): sujeto a los p adrones aeronáuticos, marítimos y ferroviarios, incluirá integridad y capacidad de autenticación aunque dependiente de la comunidad de usuarios. También incluye garantía de servicio;
• Commercial Service (CS): para uso profesional generará renta, proporcionando valor agregado al OS y con garantía de servicio. Ejemplos típicos de valor agregado pueden ser: correcciones diferenciales, servicios de tiempo preciso y disponibilidad de modelos de atraso ionosférico;
• Public Regulated Service (PRS): para aplicaciones dirigidas a sectores gubernamentales autorizados, tales como policía, guardia costera y actividades estratégicas. Podrá accederse a él por región o por grupos de usuarios; se sujetará a las reglas de las políticas de seguridad aplicables y controladas por Europa. El PRS será operativo incluso en períodos de crisis. Está compuesto por una señal robusta que lo protege contra interferencias;
• Search and Rescue Support Service (SAR): proporcionará auxilio al sistema COSPAS-SARSAT, aumentando la precisión en la localización del origen de las señales de socorro y divulgación de avisos de desastres, casi en tiempo real, en cualquier parte del planeta, por ejemplo. El Galileo introducirá nuevas funciones en el sistema reenviando mensajes a los operadores de los sistemas de alarma de emergencias. fi rma en el tiempo para transacciones comerciales realizadas alrededor del mundo, todo en un sólo padrón, volviéndolas más seguras, confi ables, disminuyendo los costos de certifi cación y otorgando mayor confi abilidad al e-commerce.
Pasado y futuro
Hoy, podemos refl exionar que en los últimos veinte años hemos observado un gran esfuerzo de los países desarrollados en el sentido de proporcionar al mundo sistemas de posicionamiento tan fantásticos que si hubiéramos hablado acerca de sus capacidades en la década de los ochenta, fatalmente habríamos sido tildados de visionarios. Las implicaciones futuras de lo que estamos atestiguando actualmente serán igualmente fantásticas. De hecho, los servicios de posicionamiento y navegación satelital están volviéndose un elemento indispensable en diversas actividades.
Con el GNSS y las tecnologías venideras se pretende alcanzar una mayor capacidad de posicionamiento indoor, o sea, el posicionamiento en locales donde hoy hay defi ciencia en la obtención de señales, tal como en interiores de edifi cios.
Las perspectivas de mercado para las próximas décadas serán más amplias, considerando la tecnología de posicionamiento a la que tenemos acceso hoy. Por ejemplo, podrán ofrecerse servicios que proporcionarán una
El mercado de geotecnologías ha sido declarado como uno de los más promisores de las próximas décadas. Parece no haber exagero en la afi rmación de que el 80% de nuestras decisiones se basan en informaciones relacionadas geográficamente. A medida que nuevas tecnologías se desarrollan y perfeccionan, vemos que tal proporción tiende a ser más y más real, tal vez hasta pueda ser suplantada. Las perspectivas son cada vez más estimulantes y, de cierto modo y bajo otro punto de vista, asustadoras, pues podemos vislumbrar una mayor dependencia tecnológica en relación a las naciones que ostentan tal poder. Se estima que el mercado de servicios y equipos resultante de ese programa sea del orden de 10.000 millones de euros. Otra contrapartida esperada es que el proyecto cree cerca de 100 mil empleos especializados en Europa.
Se espera que el programa Galileo proporcione independencia tecnológica, tal como lo hicieron los programas Ariene y Airbus.
Régis Bueno Ingeniero agrimensor, Msc, director de Geovector Engenharia Geomática. regisbueno@uol.com.br