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Riesgo de muerte con el uso de medicamentos para el Alzheimer y el Parkinson

POR: JUAN JOSÉ PRIETO

Recientemente, en un reporte hecho por la Red Provincial de Vigilancia Farmacéutica (RPVF), del Colegio de Farmacéuticos de la provincia de Buenos Aires —que nuclea informes de interés, comunicados, alertas, disposiciones de la ANMAT, entre otros, y que son destinados a los farmacéuticos y otros profesionales de la salud de Argentina— se manifestó sobre las nuevas recomendaciones a considerar durante el consumo de algunos medicamentos que se utilizan en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer y, también, en el Parkinson.

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En el informe, destinado a los colegiados, se evalúa el riesgo potencial de la prolongación del intervalo QT y de la presentación de torsade de pointes con el uso de los inhibidores de la colinesterasa. Estos principios activos, que se encuentran en varios productos y formas farmacéuticas, son el donepezilo, galantamina y rivastigmina, medicamentos eficaces en el tratamiento de la demencia; esta se caracteriza por la pérdida de la memoria y otros cambios mentales; por lo que estos fármacos mejoran la capacidad de recordar y pensar o retrasan la pérdida de estas capacidades; aunque es importante subrayar que cumplen una función paliativa sin prevenir, a futuro, la pérdida de las capacidades mentales; es decir, estos medicamentos se asocian con el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer, leve a moderada, y con la enfermedad de Parkinson, donde son eficaces en el control de los síntomas cognitivos y de los síntomas conductuales: como alucinaciones y delirios —son especialmente útiles y ayudan a evitar el uso de sedantes—.

La enfermedad de Alzheimer es la causa más frecuente de demencia que afecta, principalmente, a las personas mayores (aunque no debemos ignorar que esta patología puede iniciarse en etapas más tempranas) y se asocia a la pérdida de neuronas colinérgicas en partes del cerebro. Estas son neuronas que utilizan como neurotransmisor a la acetilcolina (ACh) y están localizadas en una región del cerebro que modula la función cognitiva. Por otro lado, menciono a la acetilcolinesterasa o simplemente colinesterasa que es una enzima que cataliza la hidrólisis de la acetilcolina, el neurotransmisor de la sinapsis inter-neuronal a nivel central de la memoria y de muchas otras sinapsis inter-neuronales. Esta hidrolisis de la acetilcolina da como resultado colina y acetato: lo que da por concluida la acción de este neurotransmisor, liberado en las hendiduras sinápticas.

Los inhibidores de la enzima acetilcolinesterasa, como donepezilo, retrasan la degradación de la acetilcolina y así mejoran la neurotransmisión colinérgica (y como consecuencia, mejoran la memoria, el pensamiento u otras acciones conductuales). A pesar de las ligeras variaciones en el mecanismo de acción de los tres inhibidores de la colinesterasa no hay evidencia sustancial de que haya diferencias entre ellos con respecto a la eficacia. Lo que sí han surgido son algunos efectos adversos como el riesgo potencial de prolongación del intervalo QT y torsade de pointes, que se refiere a un ritmo cardíaco anormal grave causado por una actividad eléctrica anormal en las cavidades inferiores del corazón. La torsade de pointes es una forma específica de taquicardia ventricular polimorfa que se presenta en pacientes con un intervalo QT largo. Esta arritmia puede generar una fibrilación ventricular y conducir a un compromiso hemodinámico significativo que lleve al paciente a la muerte (el diagnóstico se basa en el electrocardiograma —ECG o EKG—).

La Autoridad Reguladora de Canadá, Health Canadá, revisó el riesgo de estos cambios en el ritmo cardiaco con el uso de los medicamentos mencionados. Esta revisión de seguridad fue provocada por las actualizaciones realizadas a la información de seguridad de los productos para dos inhibidores de la colinesterasa (donepezilo y galantamina) por parte de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA). Por su parte, Health Canadá, revisó cincuenta y tres (53) informes de casos (1 canadiense y 52 internacionales) que les permitió encontrar un vínculo entre el uso de los tres inhibidores de la colinesterasa y el riesgo de prolongación del intervalo QT y torsade de pointes. Asimismo, determinaron que este riesgo aumenta en pacientes con antecedentes de ciertas afecciones cardíacas, antecedentes familiares de prolongación del intervalo QT y niveles bajos en la sangre de ciertos electrolitos, como magnesio, potasio o calcio; o por consumir algunos medicamentos que pueden afectar el ritmo cardíaco, al mismo tiempo que se consumen los inhibidores de la colinesterasa.

De los cincuenta y tres informes, treinta y cinco fueron para donepezilo, diez para galantamina (1 canadiense) y ocho para rivastigmina. Tras la revisión de Health Canadá y encontrar un vínculo entre el uso de los tres inhibidores de la colinesterasa y el riesgo de cambios en el ritmo cardiaco (prolongación del intervalo QT y torsade de pointes), se determinó que se justificaban las actualizaciones de la información brindada en los productos. Como conclusión final, les sugiero que si están consumiendo alguno de estos medicamentos sería vital hacer una evaluación con su médico cardiólogo, con su neurólogo o el clínico.

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