Título original Dinosaur Behaviour
Edición Nigel Browning, Kate Shanahan, Katie Crous Infografía Sarah Skeate
Documentación iconográfica Tom Broadbent
Portada Bob Nichols, Wanda España
Traducción Manuel Pijoan Rotgé
Especialista en Dinosaurios
Coordinación de la edición en lengua española Cristina Rodríguez Fischer
Primera edición en lengua española 2024
© 2024 Naturart, S.A. Editado por BLUME Carrer de les Alberes, 52, 2.o, Vallvidrera 08017 Barcelona
Tel. 93 205 40 00 e-mail: info@blume.net © 2023 UniPress Books Limited, Londres © 2023 Imagen de la cubierta de Robert Nicholls
ISBN: 978-84-10048-65-2
Depósito legal: B. 14992-2024
Impreso en Eslovaquia
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CONTENIDO
Introducción ..................................................................... 7
1
LOS DINOSAURIOS EN PERSPECTIVA ................................................ 9
¿Por qué son importantes los dinosaurios? . 10
El tiempo geológico ................................................... 12
Geografías antiguas ................................................. 16
Reptiles antiguos en el mar y en el aire 21
Conocer el pasado......................................................28
DATOS FORENSES: la gestión del yacimiento .. 30
Orígenes de los dinosaurios .................................. 32
Los tres grupos principales de dinosaurios .36
Las aves como una ramificación de los terópodos ......................................................... 40
3 LOCOMOCIÓN
dos patas o a cuatro? .......................................
FORENSES: despegue en puntillas ..........
la velocidad de carrera 88
2
FISIOLOGÍA .............................................................45
Visualizar los dinosaurios ...................................... 46
DATOS FORENSES: poner carne sobre los huesos .......................................................... 51
Reptiles y aves modernos ...................................... 52
Un tipo especial de sangre caliente 54
Plumas ...............................................................................58
Respiración .................................................................... 64
Equilibrio alimentario .............................................. 68
DATOS FORENSES: crear una red alimentaria de dinosaurios ............................................................... 70
4
FORENSES: estudiar encéfalos antiguos .......................................................................... 108
de reptiles y aves modernos .........110
5 ALIMENTACIÓN
VISUALIZAR LOS DINOSAURIOS
Hemos visto dinosaurios recreados de muchas maneras diferentes durante los últimos doscientos años, y en la actualidad, gracias a los nuevos conocimientos científicos, existen algunos modelos, obras de arte e incluso películas increíblemente realistas.
Los científicos siempre han debatido con respecto a cuáles son los límites. Si un paleontólogo tiene tan solo unos pocos huesos dispersos, ¿es suficiente para reconstruir un esqueleto? Y si hay un buen esqueleto, ¿es suficiente para reconstruir los músculos y la piel y presentar una ilustración de cómo podría haber sido el animal completo? ¿Y es acaso lícito hacer que se mueva y que respire utilizando animatrónica o gráficos por ordenador?
Estos debates se iniciaron ya hace doscientos años, cuando se dio nombre por primera vez a unos dinosaurios: el terópodo del Jurásico Megalosaurus en 1824 y el ornitópodo del Cretácico Iguanodon en 1825. ¿El trabajo de un paleontólogo debía limitarse acaso a ilustrar los huesos fósiles, sin hacer conjeturas sobre cómo era el animal cuando estaba vivo, y menos aún
Iguanodon, 1830
Iguanodon, 1854
Iguanodon, 1880
Iguanodon, reconstrucción actual
EVOLUCIÓN DE LA IMAGEN DE UN DINOSAURIO
Aquí, esta secuencia de izquierda a derecha muestra primero la imagen de Iguanodon como una iguana gigante, hacia 1830, luego tal como se reconstruyó en 1854 para un modelo de tamaño natural que todavía puede verse en Londres. En 1880, se encontraran varios esqueletos completos, con una postura bípeda erguida similar a la de un canguro, como se muestra en la imagen. La reconstrucción actual muestra a un bípedo más equilibrado, que a veces camina a cuatro patas.
sobre su alimentación o comportamiento? O, por el contrario, ¿debía el paleontólogo utilizar todas las pistas disponibles para mostrar a la gente la mejor interpretación que podía dar de una imagen o de un modelo de dinosaurio realista?
Este debate continúa a día de hoy, y algunos paleontólogos consideran que su trabajo consiste simplemente en presentar la ciencia y no especular ni conjeturar nada. Estos paleontólogos se oponen a las exposiciones en museos de pinturas realistas o modelos animados de dinosaurios. Otros científicos creen, en cambio, que deben compartir su trabajo con un público más amplio, utilizando para ello modelos, pinturas y animaciones por ordenador.
Aunque los paleontólogos ya habían realizado los primeros dibujos de dinosaurios «vivos» durante la
década de 1820, las primeras reconstrucciones que aparecieron en los titulares fueron los famosos modelos del Crystal Palace presentados en 1854. Se trataba de modelos de tamaño natural elaborados con acero y hormigón por el artista Benjamin Waterhouse Hawkins (1807–1894), modelos que tuvieron mucho éxito entre el público de Londres. Posteriormente, Charles R. Knight (1874-1953) realizó las primeras pinturas de estilo moderno de todos los dinosaurios recién descubiertos en el oeste de Estados Unidos, y sus imágenes se vieron en los principales museos, así como en revistas y libros de divulgación.
Todo cambió durante la década de 1990, cuando los artistas pudieron utilizar imágenes generadas por ordenador en películas como Jurassic Park (Parque Jurásico, 1993) y la serie documental
EL TAMAÑO IMPORTA
De la Formación Morrison del Jurásico Superior en Montana, el adulto de Barosaurus era tan grande que no se le podía atacar, pero el depredador Allosaurus podía matar y comerse a un Barosaurus juvenil.
tamaño? Los investigadores demostraron que la ausencia de depredadores de tamaño mediano no se debía a que también estuvieran ausentes los herbívoros de tamaño mediano. De hecho, al comparar los rangos de tamaño de los dinosaurios herbívoros y carnívoros, vieron claramente la diferencia: había muchos herbívoros de todos los tamaños, pero una innegable brecha entre los tamaños de los carnívoros. ¿Quién se comía a los animales presa de tamaño mediano?
Schroeder y sus colegas argumentaron que los depredadores que faltaban en el rango de 100 a 1000 kg eran los juveniles de los gigantes. Un terópodo grande tardaba entre 5 y 15 años en alcanzar el tamaño adulto (véase página 188), y eso les daba a los adolescentes unos cuantos años para cubrir el vacío de los depredadores medianos.
Los investigadores observaron un cambio del Jurásico al Cretácico, y la brecha entre los tamaños se amplió con el tiempo. En el Jurásico, los depredadores adolescentes se parecían más a sus padres, mientras que los depredadores del Cretácico Superior eran más grandes cuando eran adultos, por lo que tardaban más en alcanzar el tamaño adulto, y los juveniles podían cubrir la brecha más amplia entre los tamaños. Este tipo de investigación sugiere una nueva forma de pensar sobre el crecimiento de los dinosaurios. A diferencia de los mamíferos, cuyas crías se quedan en torno a los juveniles y los adultos, y no existe un gran cambio de tamaño de un bebé a un adulto, en los dinosaurios las cosas sucedían de otro modo. Todo esto se debe a que ponían huevos y solían
ser pequeños en comparación con el tamaño de los adultos (véase página 176), por lo que los dinosaurios recién nacidos probablemente se mantenían separados de los adultos y vivían su propia vida por su seguridad. En el largo viaje desde una cría pequeña hasta un adulto enorme, pasaban por toda una serie de modos de alimentación, y en cada etapa de este camino actuaban como una especie diferente. Esta es una de las razones por las que el número total de especies de las comunidades típicas de dinosaurios era quizá mucho menor de lo que cabría esperar: puede que cada etapa de crecimiento dentro de una sola especie actuara como una especie distinta en lo que respecta a su lugar en la cadena alimentaria.
PESCADO PARA CENAR
En la imagen, el espinosáurido Baryonyx le da la vuelta a un pez y se prepara para tragárselo. Los espinosáuridos eran terópodos extraños, principalmente del Cretácico Inferior, y su cráneo de hocico largo, como de cocodrilo, sugiere que tenían una dieta a base de peces. Dentro de la caja torácica de Baryonyx se encontraron restos de peces, así que puede que esta fuera su última cena.
más de 5 toneladas, y que necesitaba mucha comida y, sin embargo, era probablemente un animal lento. Sería erróneo imaginar que T. rex podía correr a la velocidad de un tren expreso y saltar y matar a cualquier herbívoro con el que se encontrara. Otros paleontólogos señalan los pequeños brazos que tenía este terópodo, demasiado reducidos para ser de alguna utilidad en la captura de presas.
Aun así, también existen muchos argumentos a favor de que T. rex era cazador. Así, por ejemplo, el diente atrapado en la cola de un hadrosáurido (véase página 143) muestra que atacaba a animales vivos. Además, es probable que no siempre hubiera suficiente carroña (véase página 28), por lo que es indudable que T. rex tenía que trabajar a menudo para conseguir la cena.
¿CAZABAN EN SOLITARIO O EN MANADAS?
En la actualidad existen grandes depredadores que cazan en solitario, como los félidos, o en manadas, como los perros salvajes africanos. La caza en solitario está bien si el depredador es grande y poderoso y puede derribar a su presa, y la caza en manadas es excelente cuando existe una gran diferencia de tamaño. Así, una manada de lobos puede perseguir y acosar a un alce, que pesa diez veces más, durante días, hasta que el ungulado se cansa, y entonces toda la manada obtiene una comida sustancial.
TERÓPODOS ESPECIALISTAS: PLANTAS, PECES E INSECTOS
En el Cretácico Superior hubo muchos tipos de dinosaurios herbívoros, tales como hadrosáuridos, ceratopsios y anquilosaurios, pero varios grupos de terópodos, como los ovirraptorosaurios, los terizinosaurios y los ornitomímidos, y algunos troodóntidos pasaron de la dieta carnívora a la herbívora. Esto lo sabemos porque o bien perdieron sus dientes, se volvieron diminutos o porque sus mandíbulas adquirieron nuevas formas de morder.
En el caso de los dinosaurios es difícil saberlo, porque este tipo de comportamiento no se fosiliza. Aun así, se ha sugerido que el depredador Deinonychus del Cretácico Inferior acostumbraba a cazar en manadas. Deinonychus vivía en el mismo entorno que el ornitópodo Tenontosaurus, que pesaba en torno a 1 tonelada, frente a los 70 kg del depredador. En un yacimiento se encontraron un único esqueleto de Tenontosaurus y tres esqueletos de Deinonychus, y se sugirió que se trataba de un lugar de caza en el que tres manirraptores atacaron a un único gran herbívoro.
Pero lo más probable es que se tratara tan solo de una asociación casual, y la mayoría de los paleontólogos dirían que no hay pruebas fehacientes de que los dinosaurios llegaran a cazar alguna vez en manadas.
¿Qué pasa con las dietas a base de pescado? Cuando se exhumó el esqueleto del espinosáurido
Baryonyx en Inglaterra, Reino Unido, los paleontólogos descubrieron que tenía escamas de pez dentro de su caja torácica. ¿Era este un terópodo piscívoro? Emily Rayfield estudió su cráneo utilizando el FEA (véase página 141) y mostró que estos extraños terópodos de hocico largo podrían haber sido depredadores de peces, ya que sus mandíbulas estaban diseñadas para morder con rapidez, pero no para luchar arduamente con presas más grandes.
Otra dieta extraña es la que se basa en termitas y hormigas. Zichuan Qin, un estudiante de Bristol, Reino Unido, y Beijing, China, observó que los alvarezsáuridos, un grupo de terópodos, redujeron su tamaño en gran medida a finales del Cretácico y que tenían un dedo con una fuerza enorme en sus bracitos cortos y potentes. Qin comparó estas garras con las de los animales modernos y vio que tenían la forma de las garras excavadoras de los osos hormigueros actuales. Así pues, es posible que estos pequeños y asombrosos bichos se especializaran en comer hormigas (mirmecófagos) en un momento en el que estos insectos se convertían en partes importantes de los ecosistemas del Cretácico Superior.
Guía ilustrada sobre estos extraordinarios animales, escrita por un paleontólogo de renombre mundial
La paleobiología ha pasado de ser un tema especulativo a una ciencia de vanguardia. Hoy, los investigadores aplican las últimas tecnologías forenses al registro fósil, revelando así nuevos conocimientos sorprendentes sobre la vida de los antiguos dinosaurios.
En esta guía ilustrada se analiza el comportamiento, la evolución, la fisiología y la extinción de los dinosaurios, lo que permite así que los lectores se adentren en el misterioso mundo de estos maravillosos animales. Con ilustraciones de Bob Nicholls, El comportamiento de los dinosaurios explica cómo vivían y cortejaban, luchaban y se alimentaban, se hacían señales e interactuaban entre sí, entre otros detalles.
• Numerosas e impresionantes ilustraciones.
• Nuevas perspectivas sobre el mundo prehistórico habitado por dinosaurios.
• Informa sobre el aspecto real de los dinosaurios, sobre cómo se desplazaban y sobre la rapidez de su carrera.
• Explica los hábitos de alimentación de los carnívoros, los herbívoros, los carroñeros y los cazadores solitarios.
• Debate sobre la vista, el oído, el olfato, la orientación espacial y la inteligencia.
• Da vida al comportamiento social de los dinosaurios, desde el apareamiento y los cuidados parentales hasta la dinámica de las manadas y la migración.
• Muestra a los lectores los descubrimientos más recientes y emocionantes.
MICHAEL J. BENTON es profesor de Paleontología de vertebrados en la Universidad de Bristol y miembro de la Royal Society. Es autor de numerosos libros sobre dinosaurios.
BOB NICHOLLS es un destacado artista de paleorreconstrucción cuya obra se presenta en museos y universidades de todo el mundo. Sus ilustraciones aparecen en varios libros.
