La gestion de la sostenibilidad en la moda

Page 1

GESTIONAR LA

S O S T E N I B I L I DA D E N L A M O DA

DISEÑ AR PARA CAMBIAR M AT E R I A L E S, P RO C E S O S, DISTRIBUCIÓN, CONSUMO

K AT E F L E T C H E R Y LY N DA G RO S E P R Ó L O G O D E PAU L H AW K E N


Título original: Fashion & Sustainability Traducción: Laura Molina García Revisión de la edición en lengua española: Isabel Jordana Barón Profesora y Jefa del Departamento de Moda, Escola de la Dona, Barcelona

Diseño: Jon Allan Coordinación de la edición en lengua española: Cristina Rodríguez Fischer

Primera edición en lengua española 2012 © 2012 Art Blume, S.L. Av. Mare de Déu de Lorda, 20 08034 Barcelona Tel. 93 205 40 00  Fax 93 205 14 41 e-mail: info@blume.net © 2012 Laurence King Publishing, Londres © 2012 del texto Kate Fletcher y Lynda Grose I.S.B.N.: 978-84-9801-591-1 Impreso en China Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, sea por medios mecánicos o electrónicos, sin la debida autorización por escrito del editor. WWW.BLUME.NET Este libro se ha impreso sobre papel manufacturado con materia prima procedente de bosques de gestión responsable. En la producción de nuestros libros procuramos, con el máximo empeño, cumplir con los requisitos medioambientales que promueven la conservación y el uso responsable de los bosques, en especial de los bosques primarios. Asimismo, en nuestra preocupación por el planeta, intentamos emplear al máximo materiales reciclados, y solicitamos a nuestros proveedores que usen materiales de manufactura cuya fabricación esté libre de cloro elemental (ECF) o de metales pesados, entre otros.

Dedicatorias de las autoras: Para Daniella, Matt y Betty (LG) Para Jude y Cole (KF) Fotografía de la portada: Sean Michel, cortesía del London College of Fashion


Contenido

Prólogo de Paul Hawken 4 Prefacio

8

Primera parte: TRANSFORMAR LOS PRODUCTOS DE LA MODA

Capítulo 1: Materiales 12 Capítulo 2: Procesos de elaboración 33 Capítulo 3: Distribución 54 Capítulo 4: El cuidado de la prenda 60 Capítulo 5: Eliminación 63 Segunda parte: TRANSFORMAR LOS SISTEMAS DE LA MODA

Capítulo 6: Adaptabilidad 76 Capítulo 7: Vidas optimizadas 85 Capítulo 8: Uso de bajo impacto 92 Capítulo 9: Servicios y uso compartido 100 Capítulo 10: Local 106 Capítulo 11: Biomimética 114 Capítulo 12: Velocidad 124 Capítulo 13: Necesidades

132

Capítulo 14: Compromiso 143 Tercera parte: TRANSFORMAR LA PRÁCTICA DEL DISEÑO DE MODA

Capítulo 15: El diseñador como comunicador-educador 157 Capítulo 16: El diseñador como facilitador 162 Capítulo 17: El diseñador como activista 168 Capítulo 18: El diseñador como empresario 174 Glosario

183

Notas (referencias bibliográficas y electrónicas)

184

Índice

188

Créditos de las imágenes 191 Agradecimientos 192


28

P R I M E R A PA R T E : T R A N S F O R M A R L O S P R O D U C T O S D E L A M O D A

cultivo ecológico en países en vías de desarrollo (donde se recolecta el algodón de manera manual en lugar de con máquinas que consumen energía y no se fumiga con pesticidas elaborados con petróleo), utilizando energía solar y eólica en la fabricación y distribuyendo el producto en almacenes carbono neutral de Londres.36 Si bien es cierto que con esos cambios se consigue reducir enormemente la huella de carbono, es fundamental que no confundamos las medidas para rebajar el dióxido de carbono específicamente y reducir el consumo de energía en general, con indicadores de prácticas sostenibles de la industria de la moda, puesto que miden el impacto desde una sola escala. El reto es utilizar la innovación en materia de energía como primer paso para comprender mejor los problemas de la sostenibilidad, las conexiones existentes entre unos y otros y sus influencias. Bird Textiles, primera empresa de carbono neutral de Australia, empezó produciendo sus líneas de ropa y artículos para el hogar utilizando fuentes de energía renovables.37 Esto implicaba estampar las telas a mano y que las costureras trabajaran con máquinas de coser que funcionaban con el pie o con la electricidad de células fotovoltaicas o aerogeneradores. Con la llegada de la electricidad verde, que podían recibir directamente de la red convencional, el sistema de Bird Textiles se amplió para incluir proveedores que compraban la energía ecológica de las empresas de servicios y otros con suministros de energía autónomos. El resultado es la unión de medidas tanto de alta como de baja tecnología en respuesta al uso de energía y a las emisiones de carbono. Fibras que utilizan poca agua El agua se mueve en un ciclo continuo, tanto por encima como por debajo del suelo, pero su volumen siempre es el mismo. La demanda de este recurso limitado está creciendo y, a medida que se extiende la industrialización por el mundo y crece la población, lo hace también la presión sobre las reservas de agua. Según las cifras proporcionadas por el PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente), si siguen las tendencias actuales, en los próximos 20 años los seres humanos van a usar un 40 % más de agua de lo que utilizan ahora.38 Pero al mismo tiempo que crece la demanda de agua, nos enfrentamos a la perspectiva de que el suministro de agua potable se vea reducido por culpa de la creciente contaminación. La conclusión es que el agua, o la falta de ella, va a convertirse pronto en el principal problema geopolítico del mundo. Según la UNESCO y el Foro Económico Mundial, El mundo se encuentra al borde de la quiebra de agua, lo que probablemente tendrá unas repercusiones globales aún mayores que la debacle financiera que está desestabilizando la economía mundial.39 El agua: una cuestión fundamental para la moda El agua es un elemento primordial para la producción de fibras y, por tanto, para la moda. Sin embargo, la cantidad de agua necesaria varía enormemente de una fibra a otra y de una región de cultivo a otra. Por ejemplo, el 50 % de los terrenos de cultivo de algodón del mundo se riega de manera artificial, con una gran variedad de sistemas y de eficacia. En Israel, donde el agua es cara y escasea, se utilizan equipos de riego muy eficientes para llevar el agua a la planta en los momentos y cantidades en que se necesitan; mientras que en Uzbekistán, donde el precio del agua es bajo, es habitual que se riegue más de lo necesario.40 El 50 % restante de los cultivos de algodón se riega con el agua de lluvia, y la fluctuación de las precipitaciones se traduce en que el rendimiento y la calidad


C A P Í T U L O 1 : M AT E R I A L E S

FIG. 5:  CONSUMO DE AGUA DE LAS FIBRAS42

Agua (l/kg)

Algodón/(agua de) lluvia Algodón/regadío Lino Cáñamo Lana Lyocell Viscosa Acrílico Nailon PET Plolactida Tereftalato de polietileno 0 500 1000 1500 2000 2500 3000 3500 4000 4500

de la fibra no sean siempre los mismos. El agua del mundo se mueve en un ciclo cerrado (conocido como ciclo hidrológico), por lo que la utilización de agua en el cultivo de algodón repercute en su uso para otros propósitos (como para beber, el riego de cultivos alimentarios o la industria), y la contaminación con fertilizantes y pesticidas hace que no se pueda utilizar para otras cosas. El algodón no es la única fibra que necesita mucha agua; la producción de viscosa, por ejemplo, requiere unos 500 litros por kg de fibra.41 Por el contrario, la producción de muchas fibras sintéticas (especialmente el poliéster) necesita cantidades de agua relativamente bajas. Del mismo modo, otras fibras naturales que se cultivan en zonas con muchas precipitaciones, como la lana, el cáñamo y el lino, no necesitan ningún tipo de riego artificial (véase fig. 5). El futuro de la industria de la moda pasa necesariamente por encontrar maneras de reducir el consumo de agua en la producción de las fibras. La escasez de agua aumentará el precio de su utilización, por lo que reducir su consumo es un imperativo económico y no sólo de sostenibilidad. Muchos predicen un futuro parecido al que se augura para el petróleo (un futuro que se ha descrito a veces como «pico de agua»), eso quiere decir que de ahora en adelante cada vez será más difícil y más caro tener acceso al agua. Son evidentes, pues, las enormes implicaciones que puede tener este pico de agua para un sector como el de la moda, cuyos productos necesitan un suministro de agua abundante y barato para cultivar la fibra, y, más tarde, producir, procesar y lavar las prendas. Como bien afirma la UNESCO, «pueden surgir conflictos provocados por el agua a todas las escalas». En el caso de la moda, estas escalas son tanto microscópicas como macroscópicas y reflejan decisiones individuales sobre el cultivo de la fibra o sobre las rutas de procesado y lavado, que constantemente entran en conflicto con las necesidades de agua de los países y continentes productores. La marca estadounidense de ropa deportiva Patagonia, pionera en temas de sostenibilidad, ha puesto en marcha una tendencia de mercado con

La chaqueta Nano Puff Pullover de Patagonia tiene una huella de agua de 69 litros desde la materia hasta su distribución.

29



CAPÍTULO 14: COMPROMISO

Capítulo 14: Compromiso Ningún ser humano ni ningún otro ser vivo puede sobrevivir sin entablar múltiples conexiones con otros organismos. Ernest Callenbach 70

La esencia de la sostenibilidad es la experiencia de la conexión entre las cosas; la comprensión real de las infinitas relaciones que une el material, los sistemas socioculturales y económicos y la naturaleza. Estas conexiones operan a distintas escalas y con diferentes áreas de influencia, algunas de manera directa y local, y otras globalmente. Estar abierto a estas relaciones es una premisa fundamental del cambio, pues demuestra el efecto dinámico que tiene cada parte en las demás. En pocas palabras, cuando se trata de ideas y prácticas de sostenibilidad, no hay nada aislado. Esta teoría contrasta radicalmente con la mayoría de los productos de la moda que se ofrecen hoy en día, que pueden verse como símbolos de una expresión sin valor, que nos equipan para movernos en un mundo que poco o nada tiene que ver con la Tierra, la salud del suelo o su gente. Se trata de un mundo abstracto y lejano y tiene una leve relación con la realidad de cómo se hace, se usa y se desecha la moda. Robert Farrell lo ha descrito como «un mundo de ideas»;71 un lugar imaginario en el que no es necesario sentir las consecuencias de las acciones, donde prácticamente todo es posible, donde hay pocos límites. Sin embargo, nuestra realidad es diferente a ese mundo porque nuestro planeta sí tiene límites. Muchos de los sistemas ecológicos de la Tierra son sistemas cerrados, con una capacidad finita, y la moda está tan sujeta a ellos como cualquier otra cosa. Para recuperar la relación entre la moda y los sistemas sociales y ecológicos sobre los que se apoya se necesita transformar ese mundo remoto y abstracto en el que se ha convertido la industria convencional en algo más directo y conectado con el entorno. La sostenibilidad se basa en la acción Gran parte del cambio hacia la interconexión que implica la sostenibilidad se basa en que seamos activos como individuos (en nuestro papel de diseñadores, pero también como consumidores) y colectivamente, como sociedad. Esto significa comprometernos e informarnos sobre los flujos de material, los procesos de diseño, los modelos de negocio, las cuestiones sociales, los ecosistemas, etc. Porque todo ello es parte intrínseca de la vida y, por extensión, de la experiencia de la moda. No obstante, para muchos consumidores de moda, lo que caracteriza la experiencia de comprar y usar ropa es la pasividad más que la acción. Los productos que se venden en las tiendas son cada vez más homogéneos, y esa falta de variedad debilita la expresión individual, la imaginación de los consumidores y su confianza respecto a lo que puede ser la ropa. Esa desconfianza se manifiesta después en que dudamos en si hacer, modificar y personalizar nuestras prendas. Los consumidores se encuentran con que no tienen demasiada capacidad de elección al margen de recibir el producto de la industria. Una vez en ese punto, eligen entre las creaciones de los diseñadores, fabricadas por trabajadores de otros puntos del mundo, elegidas por compradores y presentadas por publicistas. Después se ponen esas prendas y las combinan como les dicen los estilistas y los editores de revistas, y las sustituyen por otras cada poco tiempo, cuando cambian las tendencias fabricadas por los pronosticadores. La selecta información que viaja con la prenda

El vestido amarillo de Lynda Grose, con el bordado realizado por Nathalie Chanin, que saca a la luz las historias del pasado de la prenda y las relaciones con amigos.

143


162

T E R C E R A PA R T E : T R A N S F O R M A R L A P R Á C T I C A D E L D I S E Ñ O D E M O D A

Capítulo 16: El diseñador como facilitador Diseñar no es una profesión, sino una actitud. László Moholy-Nagy

La variedad de habilidades que necesita un diseñador –sentirse cómodo con lo desconocido, sintetizar información compleja, trabajar en distintas disciplinas y pensar de un modo intuitivo, entre otras– se parece tanto en su alcance como en su naturaleza a la variedad de retos que plantea la sostenibilidad. Ambas suelen estar muy interrelacionadas, ninguna entiende de límites entre industrias o disciplinas y a menudo requieren que veamos y entendamos las cosas de un modo diferente. Estas coincidencias dan a entender que las ideas y destrezas del diseño pueden ser una herramienta tremendamente útil para hacer frente a los problemas de sostenibilidad y, con ello, ofrecen a los diseñadores multitud de nuevas oportunidades. Sin duda, seguirán existiendo las prácticas de diseño tradicionales como el boceto, el prototipo y la confección; pero se pondrá más énfasis en el acto de «diseñar» las actividades, las ideas y las plataformas de los sistemas y comportamientos que dan forma a nuestra industria. Los diseñadores de moda pasarán de trabajar en la cadena de suministro a hacerlo en el centro del cambio, utilizando sus habilidades de un modo distinto:9 previendo el cambio, organizándolo y ayudando a que ocurran cosas nuevas. Los diseñadores actuarán como facilitadores. Acción y cambio Este nuevo papel de facilitador del diseñador puede abarcar distintas funciones, desde desarrollar estrategias para cambiar la industria y el negocio de la moda a convertirse en «facilitador práctico y provocador creativo sobre el terreno»,10 cuyo papel es orquestar el cambio creando oportunidades para que la gente trabaje de maneras completamente nuevas. En muchos contextos este trabajo es mucho más complejo que las actividades de diseño tradicionales y conlleva una intensa negociación, encontrar un camino intermedio entre las partes interesadas y la necesidad de llevar a cabo acciones prácticas. Pero también es impredecible y puede dar lugar a resultados que no respeten las normas de diseño tradicionales. Y es que el diseñador facilitador suele dar más importancia al proceso que al resultado y cambia el concepto de ego de los diseñadores al entender el éxito como algo que se obtiene por el esfuerzo del grupo en lugar de por la brillantez de un solo individuo. Codiseño Una de las inmersiones más completas en la práctica del diseñador como facilitador es a través del codiseño (véase pág. 144). En esta corriente, los usuarios de ropa diseñan y confeccionan prendas de vestir para su propio consumo en un proceso que facilita alguien con experiencia técnica y práctica en la transformación de ideas en productos. El diseñador profesional ayuda a los codiseñadores a confeccionar y a conceptualizar, pero también a llevar a cabo un cambio completo en su manera de pensar y de actuar, al abandonar el papel de consumidor y transformarse en un ciudadano más activo.


C A P Í T U L O 1 6 : E L D I S E Ñ A D O R C O M O FA C I L I TA D O R

Este viaje en el que los «derechos» del consumidor dejan paso a los «derechos y responsabilidades» del ciudadano conlleva una sensación de responsabilidad y una interacción nuevas; es un viaje en el que la persona establece una conexión emocional, práctica y política con la ropa, y eso es algo que se refleja en cada prenda. Trueque de ropa El trueque de ropa también estimula la responsabilidad ampliada del consumidor y da acceso a ropa nueva para uno mediante el intercambio. En este caso, el papel del diseñador es establecer un proceso viable para el trueque y organizar el encuentro en el que se desarrolle esta experiencia de la moda que trata de satisfacer las necesidades de identidad, comunidad y creatividad, pero sin poner en marcha el ciclo de producción y consumo de recursos. El trueque de ropa organizado por profesionales es ya algo muy extendido, y la mayoría de las veces es un acontecimiento social y divertido. Las reglas del trueque varían dependiendo de los casos. En Australia, Clothing Exhange, que comenzó a desarrollarse en 2004 impulsado por Kate Luckins, establece un límite de seis intercambios por persona. La ropa debe estar limpia, planchada y en buenas condiciones; es decir, debe ser algo que otros vayan a valorar y que mantenga su calidad objetiva. Se dan unas fichas por cada prenda que se lleva y se intercambia por otra. Sin embargo en Swap-O-Rama-Rama (creado por Wendy Tremayne en 2005 y celebrado en Estados Unidos), no hay ningún límite de prendas que uno puede presentar al intercambio o llevarse a casa después. El intercambio se completa con una serie de talleres en los que los asistentes dan rienda suelta a su creatividad en la reutilización de prendas. Varios diseñadores ayudan a los participantes a modificar las prendas que han obtenido con el trueque, pero además de eso, pueden aprender a bordar, tejer o hacer ganchillo. Las veladas acaban con un desfile en el que los asistentes tienen la oportunidad de mostrar sus hallazgos, el trabajo de los diseñadores locales e intercambiar historias sobre las prendas intercambiadas,

Trueque de ropa en un encuentro organizado por Clothing Exchange en Melbourne, Australia.

163


«LA MEJOR DESCRIPCIÓN QUE PODRÍA PEDIRSE DE LO QUE OCURRE Y DE LO QUE HAY QUE HACER PARA QUE LA MODA CUIDE DE LA VIDA EN LA TIERRA... UNA OBRA MAESTRA SOBRE LA TRANSFORMACIÓN DE LOS SISTEMAS» Paul Hawken Experto de prestigio internacional en materia de desarrollo económico, ecología industrial y política medioambiental.

La sostenibilidad es posiblemente el tema fundamental del siglo XXI, un asunto que plantea a la industria de la moda cuestiones tan variopintas como los abusos laborales, el uso de sustancias químicas tóxicas y el consumo desenfrenado. Este libro analiza el potencial de la sostenibilidad para transformar el sistema de la moda así como a aquellos innovadores que trabajan en él. La primera sección, transformar los productos de la moda, expone distintas maneras de reducir el impacto que ocasiona la ropa y aumentar los recursos que se pueden encontrar a lo largo del ciclo vital de una prenda, incluyendo la innovación en materiales, fabricación, distribución, uso y reutilización. La segunda parte presenta distintas ideas que transforman de raíz los sistemas de la moda, entre las que se incluyen nuevos modelos de negocio que han encontrado una oportunidad comercial en la disminución del consumo de material. La tercera sección está dedicada a la transformación de la práctica del diseño de moda y en ella se analizan nuevas oportunidades para los diseñadores, que trascienden el papel tradicional de creador para incluir funciones de comunicador, activista o facilitador con las que provocar la transformación del sistema.

Kate Fletcher es profesora adjunta de Moda sostenible en el London College of Fashion y directora de la consultoría de diseño de moda sostenible Slow Fashion. Su trabajo en el mundo de la empresa, la educación, la política y la investigación lleva quince años en la vanguardia de la práctica y la investigación sobre sostenibilidad en la moda. Fletcher asesora y participa en iniciativas sobre moda y sostenibilidad del mundo entero. Es autora de Sustainable Fashion and Textiles: Design Journeys. Lynda Grose es diseñadora en activo, asesora, educadora y lectora del California College of the Arts. Es además la cofundadora de ESPIRIT’s ecollection line, la primera colección de ropa ecológica desarrollada por una gran empresa. Lynda lleva casi dos décadas asesorando sobre sostenibilidad a clientes de todos los sectores, desde organizaciones sin ánimo de lucro y empresas privadas a gobiernos. Entre estos clientes se encuentran Patagonia, Gap, el Proyecto de Algodón Sostenible, Aid to Artisans, Armenian Crafts Council o el Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo.

ISBN 978-84-9801-591-1

ISBN 978-84-9801-591-1

9

788498 015911


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.